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REPUBLICA CE COLOMBIA
BIBLIOTECA NACIONAL
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'1 73
REVOLUCION
1876-1877
MA:-.lUEL BRICEÑO
TOMO 1
BOGOTA
I MPRENTA NUEV A
~878
Páginas.
J .·f,;' oll t Tl'ClOX...... . . . .. ... .... ................. .... . .. ... ... ............. .. IX
CAPITULO 1.
1 .o ~1\1I1"cedeutes - E l tratado de Gámbit.a - La Administrncion
[](.] ¡.,eiínr l'él'(:z - K ombramiento del Oomit.é nacional del
partido consel'vadul' - La campaña de la Cost.ll- La guerra
on (!J l\l(lgdnlena............. ... .. ...... ... .......... .............. . ... J
CAPITULO 11 .
El ] .0 du Agost,) - m
::Il't íClllo 91 de l:t Oonstitnc1on- Caida
cIdl Gobierno de Panamá-La guerra en Cundinamarca-
b:t COllgreso do 1876 - Condncta del partido consermdor -
] lO)" cÍrcuJos liberaltls - Recapitulacioll.... .. ...... .. . ... ... .. . ... 27
CAPITULO 111.
~Ii~i o udel Secrotario del Comité nllcional- Entrel'il"ta con el
general Faríal:l- La situacion de Bolívar y Panamá - El
Gobierno de Antioquia - Sus compromiso¡; - Conferencia
con el general Salltodomingo Vila-La sitllacion del Oauca-
Sociedades católicas y sociedades democráticas - Conferencia
con el general Trujillo - Al borde del abismo .. .... '" .. ...... .
CAP I TULO. V.
Los Jos partidos contcudorcs - Sus antccedentes históricos-
Sns programas................................................... 131
CAPI TULO V II .
Gobiorno provisional dol Cauca - Org¡mizacion de su oj,srcito-
Las fuorzas dol Gobiorno del señor Conto - SUti oporaciones.
Combate de "La Granja" - nesultados de esto combato-
Ocupaciou militar del Tulima... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 1Gv
C APITUL O VIII .
Los señores Demotrio Vi ana y Zoilo de Silvestre Oomisionados
do Antioquia y Tolima - Decretos de estos dos E ·tudos sobre
órden público - Declaratoria de guerra - Pobre Patrio. !..... 185
Pá.ginas.
CAPITULO X.
Movilllientos de las fuerzas antioqueñas - La Guardia colom-
biana en Buenavontura - Campaña dol Cauca - IJa posicion
do " Los Cbancos " - La batalla - Lo que lo. ciencia acon-
sejaba - Consecuencias de la fuga ............................. ,... 229
CAPITULO XI.
Las fuerzas antioqueñas desocupan el Tolima - El plan del
goueral Y éloz - El general Casabianca on el Quindío - El
Gobierno provisional del señor Aníb,.l Galindo - La guerra
en el Sur del Cauca - Combates de "El Doqueron," "La
Buitrera" y Túquerres ........ '" ... '" ..... . '" ... ,.. ... ... ... ... ... 246
CAPITULO XII.
Operaciones de la Guerrilla de Guasca - Combate de Guadalupe
y asalto de '1'enjo - " Majo," "Iguasito" y " Albadan " -
Boyad en armas - Combate en SamaclÍ - Encuentros de
" 'l'ierra-negra" y "El Mortiño " - El general Posada es
reconocido como Jefe civil y militar do Cundinamarca........ 277
CAPITULO XIII.
Ccupneion dd Oricule de Doyacú - Operacioues sobre CLillUiu-
quid - CUl1lhateol de "l'uento de Bosa" y" Chacua " -
A 'alto on Ha11liriquí - El doctor Samper omoladu en las
filas del dorecho - El generul Yalderrama es proclamado
Jefe ci"il y militar do BoyaclÍ..... ... ... ......... ...... ... ......... 291
CAPITULO XIV.
Lo que babian hocho 10í! miolll bros del Comité cODsel'\'adol'-
Los egoístas - El llUOVO Oomité - Luis Leon - Los boleti-
llO;; populares - El general CUlllargo en el Mocbnel) - •
Combate de " MusÍ! " - Combate de "El Chochal " - He-
flexiones - Combate de "Teucua" - La poesía de 11. guol'l'a. 30
W
AL VEZ algunos de mis copartidarios juzguen 1no-
(U , portuna la publicacion de este libro, y él me apa-
, u reje el odio y la Fersecucion de los que, apoderados
del mando, emplean al servicio de sus pasiones la fuerzá de
que disponen y la autoridad que ejercen. La lectura des-
apasionada calmanl las inquietudes de los primeros, y mi
completa indiferencia á las persecuciones, mi profunc!o
uesprecio Meia la fuerza qué puede herir, pero que jamas
poJl'á convencer, serán mi única respuesta á adversarios
que no sabiendo ser justos, tienen necesariamente que ser
criminales.
He emprendido este trabajo inspirándome en los senti-
mientos de verdad y de justicia que deben guiar la pluma y
el pensamiento del que torna á su cargo la tarea de relatar
los hechos cumplidos que darán más tarde materia á la
historia. Nuestros adversarios se ban apresurado á pu-
blica.l" sus memorias Ó sus ensayos históricos, y han acu-
mulado en sus escritos, ya frases t1ictadas pOlO el odio co-
barde, ya adulaciones sin mímero á pretendidos héroes, ya
acnsa~iones sin fundamento y sin comprobantes; y se hace
necesario que se deje oír tam"bien la voz ele los yelwidos, (Jlle
toria; que siempre queda -vencedor aquél que por la, Patria
supo monr.
El pensamiento ql'l.e guia este escrito, y la 110ble causa
en cuyo nombre voy á hablar" me hacen esperar que sea
acogido con benevolencia por mis conciudadanos, que'
contribuya á restablecer In. verdad, y que siendo testigo
fiel de los hechos lleve útil enseñanza á lo pOlTenir.
Actor en este gran drama que acaba de presenciar In.
Nacion, habiéndome tocado servir en el corazon de los
acontecimientos, creo poder hablar de e1100 con completo
conocimiento de causa. Gran nltlllerO de documeutos he
tenido á la vista, y pueuo fundar en ellos mis palabras.
En medio de los sufrimientos de la campaña, persegui-
do por la desgracía, no se vió un solo momento desalen tuda
mi espíritu ni apagad..'t mí fe. lIoy, como entónces, creo
que nuestro deber no estará cumplido miéntras nuestra
Patria no quede libre de la tiranía que la oprime, llliéntras
no veamos estableciuo el reinado de la justicia, q,ue es el
de la libertad en el ól'den,
N uestm bandem quedó arriada, pero no "enciela: á
su sombm me coloco, y envío como saludo á mis com-
pañeros de armas, b..:'ljo cuya proteccion pongo este lib.ro,
el que fué nue¡¡tro lema de guerra y hoyes nuestro vínculo.,
de union y nuestra voz de e8peranza ~
~
, al poder el partido liberal. Sobre las ruinas de la legiti.
midad alzó su solio el traidor que babia promovido la. re-
vuelta ; y con la sangre inocente de las víctimas del 19 de Julio,
y con el sacrificio del inmort al Arboleda l selló el tirano su vic-
toria, y el partido liberal su dominio.
La ola revolucionariá habia pasado sobre el país arrasándolo
todo, y en medio del estruendo de los combates, Cllando aun estaba
fresca la sangre de las víctimas que la rebelion ~acrificaba, los
vencedores se constituyeron en Gobierno, y dieron. al país la Cons_
titucion de Rionegl'o como el resúmen de sus aspiraciones, y el
-C6digo sagrado, que proclama.ron inmutable, para hacer más eficaz
la obligacion de cumplirlo y sostenerlo.
Los bienes de la Iglesia Cat6lica fueron repartidos como botin
de la guerra, y el fanatismo del jefe que bizo traicio n al partido
«fue le babia prodigado bono res y recompensas, afirmó en el credo
politico dellibe ralísm oel odio salvaje iÍ la dulce y santa religion
del Cristo.
El partido conservador estaba vencido ~ una serie DO interru m_
pida de desaciertos y fatalidades babia ocasio:t;lado su ruina. El
.Qominio de los vencedores era absoluto, la República era su pa-
trimonio, y el campo les quedaba abierto para poder dedicarse al
ilion uc1 pueblo y al progres o del país.
II
DESDE los primer os días del triunfo de la rebelion, una aso-
ciacion de abogados, encabezada por el doctor Ramon G6mez, se
habia adueñado del poder judicial en Cundinamarca. Especu lando
con la justicia , los socios se habian enriquecido como por encanto,
miélltras que sus víctimas eran presa de la miseria, y muchas de
.eUas se veian reducidas {¡ mendig ar el pan del infortunio.
El pueblo, con su instinto admira ble, di6 {¡ aquella asociacion
infame el nombre del que era su alma y su autor, y la llam6 el
sapismo. La asociacion fué aumen tando considerablemente. E l
doctor G61llez habia regado su virus venenoso en el corazon del
liberalismo, y la enferm edad tuvo un de,;arrollo rápido. De la
admini stracio n de justicia pas6 al poder admini strati vo, y penetró
en las Asambleas, en los Congresos y haSk't en los cuartel es.
Fuerte ya el sapisTlw por su número y por su ::mdacia, crey6
que podia asento,r su dominio, y escribi6 el1 su bander a esta escan-
dalosa frase: EL QUE ESORU'l'A, ELIGE. Tal blasfem ia contra la
Repúbl ica debia sublevar contra. el sapismo á los liberale s que
amaba n la democracia y respeta ban el princip io de las mayorías.
La práctic a de aquel princip io destrui a por completo el régimen
republi cano, y su soIn. enunciacioIl dejaba entreve r una corrupcion
poco comun.
L:1 lucha se inició, es verdad, pero el 8(J/p¿smo, como el cólera
morbns, inficiona 1 aire y so apoder a hasta. del que se acerca á él
para combatirlo. Resúmen asqueroso del princip io de utilida d que
-sir,e de base á las ideas liberale s, los mismos que se sintier on
.animados á combatirlo, se vieron atmido s hácia él, y la gran mayoría
.del partido liberal cay6 envuel ta en sus redes. '* La Repúbl ica
desde en tónces en su poder, ha venido {¡ ser en el fondo el patrimollio
de aquella odiosa y odiada asociacion, que con todo especu la y que
todo lo corrompe. A bs veces sus socios se disputa n la presa y
viene una conmocion en que cambian los hombres, pero queda
vi va la idea.
El sapÍ8?no reinant e elabora las leyes elector ales; en casi
todos los distrito s tiene un agente : éste es el juez, el abalde , el
III
EL golpo del 20 de Abril sublevó contra el genera l )¡Iosquol':l.
el sentim iento público ; por todas partes se dejaba oir eso sordo
rumor que precede ú las tempes tades; sólo faltaba ell'ayo , y éste
lo lanzó 01 preside nte de Antioq uia, el esclarecido ciudadano Pedro
Justo Berrío, que con enterez a republi cana desafió el poder del
Dictador, armó siete mil hombres y se preparó tÍ ln. lucha. Los
cómplices del genera l Mosquera temblaron, el dinero y la ambicion
tentaro n su codicia, y al golpe de la traicio n cayó el Dictador e123
de Mayo. El Genera.l en jefe del ejlSrcito que sostenia la, di ·tadura
se revistió con la banda de los preside ntes constit uciona les; y la
Nacion pagó con usura la traicion que creyó habene ejecutado en
su beneficio.
La influencia moral y el oro conservador sirviero n para dar
consistencia y fuerza (¡, los conspiradores del 23 de Mayo; pocos
fueron los (lue penetra ron con ojo certero en el fonoo de esa e\'o-
lucion que salvaba ellíber alismo , y ::I.l'rojaba á la N acio11 desarmada
en poder de los mercenarios y de los especuladores. El odio cegó
tÍ los conservadores, que apartan do sus ojos de la Patria,
los fijaban
sólo en el Observatorio, que encerra ba prisionero al ambicioso
promot or de la guerra de 1860. La voz destem plada del general
Acosta, recordándole al partido conser;"ador que estaba vencido,
no quiso oirse, y el entusiasmo cegó ú algunos basta tal punto,
que el entúnces redacto r de La República, señor Jorge IS:lacs,
recorri a las co.lles solicita ndo al general Delgado para besarle los
piés: aquel ósculo repugn ante seña16 una nueva vida para el
señor Isaacs, quien no tardó en vol ver la espalda á la causa de sus
convicciones. Cuando un liberal convencidQ viene á agruparse á.
IV
SUCEDIÓ al goneraJ Ácosta el teneral Súntos Gntiérrez. El
sapismo había caído envuelto en las ruinas del 29 de Abril; la
Repúulica parecia entrar en una época de regeneracion; las elec.
ciones habian llevado nI poder ú los conservadores en Cundina.
marca; la paz prodigaba sus beneficios por todas partes, cuando
de repente el general Gutiérrez troc6 el lJaston del magistmdo
por la espada del dictador, y aprisionó al Gohernador de Cundi.
nama.rca.
Oigamos lo que la víctima decia al dirigirse al Congreso na.
cional :
v
SUPO el general Salgar, con una política imparcial y moderada,
calmar las pasiones y bacerse perdonar faltas que le hacían odioso,
y el modo como babia sido elegido. Durante su administracion el
país gozó de paz; pero á él debe una de las causas que más han
contribuido á la agitacion de la sociedad, y que nunca podrá mi-
mrse con indiferencia. Su decreto de instruccion pública abria el
camino :.í. una persecucion ciega contra las creencias religiosas
del pueblo colombiano: no era el iD.teres por instruir al pueblo
lo que movia al presidente Salgar, era sí el secreto pensamiento
de formar una generacion educada en las ideas liberales, para
hacer más sólido y estable el dominio absoluto á que aspira ese
partido en la República.
Puesto en práctica aquel decreto, el partido liberal se convirtió
en secta: arrojó rte las escuelas á Dios; se dedicó tí borrar de la
mente de los niffos las ideas religiosas que habian recibido en sus
hogares, bajo el ala materna; y convirtió las escuelaR en talle-
res de hombres sin religion, para hacer de ellos más adelante
esclavos sumisos de su ambicio n y de sus bastardas pasiones. Las
pruebas de estas tendencias, de esta cruzada, están en los docn-
mentos oficiales de aquella época y en los pel'i6dicos de los últi.
mos años. Un alto y faniÍtico funcionario mas6nico ha sido desdo
ent6nces el Director de las escuela.s de Cundinamarca, y para
ocupar el puesto de preceptor, necesario ha sido que los jóveneR
que á esa. tarea se han dedicado reciban previamente el gra.do de
....
0p3'enrN -:; de una logia masónica. El $apismo se encarga de el is ,.
-~.
VI
PARA distraer la atencioll pública invent6 el doctor Murillo el
famoso FERROOARRITJ DET~ NORTE. Aquella obra gigantesca iba
.como por euca.uto á trasformar las condiciones eeon6micas del país;
la induAtl'ia tendria im11011soS horizontes, la. paz un s61ido apoyo,
el trabajo remuneracioll. Con el ferrocarril iban ii arrojarse de
Colombia la miseria y la holgaz:l.uería; las propiedades dobla-
rian de precio, y la civilizacion, traida en alas del vapor, debia
<:olocarnos :l.l nivel de las primeras naciones.
Lanzada la idea del ferrocarril, se apoder6 de todos los espíritus
nna verdadero. fiebre: en los periódicos, en las calles, en las tertu.
ia!l, on la choza del pobre y on la casa del rico, on 01 taller d(>l
VlI
CON los ferrocarriles juzgó el señor Murillo que habia adoro
mecido tÍ los partidos, y creyendo que el liberal habia llegado á
tal grado de corrupcion que podría impunemente fundar la suce.
sion de sus parciales, resolvi6 proteger oficialmente la candidatura
del señor Santiago Pérez.
i Se equivocó el señor Murillo? El tiempo y los hechos- se han
encargado de dar satisfactoria respuesta ú. esta pregunta.
Lanzada la candidatura del señor Pérez, un grupo considerable
de 1iberales proclamó la candidatura del general Julian Trujillo,
contando para esto con la cooperacion de los conservadores, que
apoyaron esta candidatura, prévia la adopcion por aquel General
de un programa ajustado ú las instituciones, y que encerraba una
política verdaderamente nacional.
La lucha eleccionaTÍa fué tomando las proporciones de una
campaña, la guerra parecía inevitable, y el fraude y la fuerza
reemplazaban por todas partes el derecho desarmado, pero impo-
nente. Figuraba ú la cabeza del partido liberal independiente el
general Sergio Camal'go, y el espíritu recto y elevado de este jefe
inspiraba á la oposicion la seguridad de poder defender su derecho
con las armas, si éste era conculcado por el fraude ó por la fuerza.
Todas las miradas se dirigian al general Camargo, y en él estaban
fincadas todas las esperanzas.
Antioquia, Cauca y Tolima dieron sus votos al general Trujillo,
Magdalena y Santander los dieron al señor Pérez. Los votos de
Panamá y Bolívar los arranc6 la fuerza, y el último, empal)ado en
la sangre del desgraciado general Mendoza Llános, fué presentado
al señor Pérez. El fraude reemplazó los sufragios en Cundinamarca;
y en Boyacá la oposicion obtuvo un triunfo espléndido; pero llegó
la hora del escrutinio, y un misterio, in descifrado hasta hoy) con.
:>um6 el triunfo de la candidatura. del señor Pél'ez.
El candidato oficiül EC dirige á Gámbíta) confereDcia allí con
VIII
IX
EL partido conservador no podia permanecer mero espectador
de esta. lucha. La conveniencia política le indicaba apoyar ú la
oposicion; pero los antecedentes le dejaban comprender claramente
que no podía fiarse en las promesas de los círculos liberales. * La
traicion y el engaño habian sido el fruto de sus inteligencias con
los diversos círculos: pactos solemnemente firmados, compromisos
de honor, todo habia desaparecido siempre ante un pedazo de
pan arrojado á algunos de aquellos jefes liberales con quienes
se habia entendido. Su deber y su honor le marcaban, pues, el
,
COMITE: DEL ESTADO DEL CAUCA .
x
ENTRE tanto la lucha tomaba proporciones gigantescas; la ola
revolucionaria crecia dia por dia; el Secretario de Guerra y Mil..
rina, general Santodomingo Vila, y el Comandante general, gene.
ral Solon Wilohes, habian sido removidos; muchos Jefes y oficia-
les de la Guardia se habían visto obligados á abandonar sus desti-
nos; la fuerza estacionada en Panamá desobedecia las 6rdenes
oleccionariafl del Gobierno federal; la sociedad democrática con.
taba en su seno á la juventud y á los artesanos; el Gobierno era
convencido de falsario; '* el general Ibáñez, sucesor del general
Santodomingo Vila en la cartera de Guerra, renunciaba su puesto;
el general Camargo, sin la prévia aprobacion del Senado, ora nom-
brado Comandante general del Atlántico, y marchaba á los Esta.
dos de la Costa con la mision de derrocar los Gobiernos de Panamá
y :I1Iagdalena, y para que nada faltase en este Clímulo de combus_
tibles, el sapismo preseutaba la candidatura del señor Jacobo
XI.
A las desconfianzas y á la paralizacion de todos los negocios"
vino tÍ aO'reaarse
o o un acontecimiento terrible. La rica y floreciente'
ciudad de Cúcuta, y gran número de lJoblaciones del norte de
Santander, quedaron convertidas en ruinas tí cansa de un terremoto'
que será recordado siempre con dolor.
Cuando nuestra sociedad consternada se afrmaba por ca1mar y
aliviar tamaños males, la conjuracion oficial crecia y se preparaba
tí. la lncha. La guerra habia estallado en el Magdalena, pero aquélla
era una lucha de carácter local. El señor Pérez, tomando como
pretexto esa revolucion, y el haber aparecido u·n a cuadrilla de
ma1hechores en las ruinas de Cúcuta, mand6 elevar el pié de fuerza á
3,000 hombres, y el señor Parra, ent6nces Presidente de Santander,
se dedicó tí. reclutar por fuerza infelices hijos del pneblo, que debía
lanzar más tarde sobre 1as playas del Magdalena, para que fueran
los sostenedores de su oandidatura, fruto de la intriga, ~el fraude -
y le In. i rn.iciou; y malgnsló en armar t ropafl el dinero l¡l1e la
XII
PARA juzgar con acierto los acontecimientos de que fué teatro
el Magdalena es necesario conocer el modo como se encontraban
divididos allí los liberales desde la época en que, merced al auxilio
de los conservadores, el Estado pudo sa.cudir la dominacion de
Herrera.
Los triunfos obtenidos por los que contra él lucharon en San
Juan, Barbacoas, San Pablo, Riobacba y San Ángel o, triunfos que
forman la envidiable reputacion militar del caudillo conservador
del Magdalena, general Felipe Farías, no fueron bastantes tí. abogar
el deseo de especular con el Presupuesto, único móvil que guia
las acciones de los jefes del partido liberal, y despues de aquellos
triunfos, los redimidos lilJerales se dividieron en círculos personales
que tomaron las denominaciones de sus hombres más conspicuos.
Habia en el Estado lJa'!,ticlo Rictsquistct, Ignctcistct, Menclinuetista,
&c., &c. Cada gamonal tenia su círculo, y con él formaba su partido
para distribuirse los puestos públicos y especular con los pueblos.
Un solo círculo liberal se apartaba en algo de este sendero de
tlegradacion, y formaba un centro de unidad política bajo la
clireccion del señor Manuel A. Vengoechea. Las aspiraciones de los
conservadores que lucharon para vencer á Herrera, quedaron
fallidas, y, como en épocas anteriores, el sufragio continuó siendo
una burla, y la honTadez y el mérito se mantuvierou alejados de
la direccion ele los negocios púhlicos. El partido de Herrera habia
caído; pero en vano, porque la situacíon no mejoró para el pueblo
del Magdalena,.
Para elegir al señor Díaz Granádos se unieron los diversos
círculos personales, y permaneció indiferente el partido del señor
Vengoechca; pero una vez elevado á la presidencia el señor Gra.
nádos, se desencadenó contra él una violenta oposicion hecha por
el partido del señor Vengoechea, aumentado con aquellos que ha.
bían sufrido la decepcion de no ver satisfechas sus esperanzas ó
sus ambiciones.
Entregado el Estado á esta lucha lo encontró la Convencion de
B:l.TmnquilJa. Los compromisos contmielos por el ~eñor Díaz Gra.
XIII
EL señor Riáscos gobern6 tranquilamente por algunos dias;
mas apoder6se de él el espfritu de la tentacion, y ciego, olvidando
su deber, suspendió el 5 de Mayo las garantías individuales, viol6
el domicilio de varios ciudadanos, aprisionó á otros, principió á
organizar fuerzas y dió colocacÍon en ellas á las aves de rapiña,
que habian concurrido al aproximarse la lucha. Hi:w en aquel dia
lo mismo que ejecutó más tarde el señor P érez, Presidente de la
Union, al tener noticia del combate de Tenerife.
La conducta de Riáscos sublev6 el altivo carácter de los
habitantes de los Departamentos de Padilla y Valle Dll}Jar, y
l'eunidos en la ciudad de San Juan los ciudadanos más importantes
de ellos, resolvieron el 17 de Mayo desconocer la autoridad de
Riáscos, y aute ellos tomó posesion de la Presidencia el segundo
Designado, general Antonio Joaquin Maya, notable conservador
del Valle. La guerra con su cortejo de desgracias caía l'iobre el
Estado del Magdalena. Maya puso en manos del general Felipe
FarÍas la direceion de las operaciones militares, nombrándole
General en jefe de las fuerzas del Estado.
Empleó el general Farías una actividad extraordinaria en la
organizacion del ejército: los pueblos cooperaron activamente ú sus
esfuerzos, y abrió operaciones sobre Santamarta, falto de elemen.
tos de guerra, pero animado por el entusiasmo de sus fuerzas y
por la justicia de la causa que defendía. Debemos hacer notar que
todas sus 6rdenes 6 disposiciones llevaron siempre el sello de la
legalidad, y que en medio de la lucha no emple6 nunca la arbi-
trariedad para proporcionarse reC11rsos ; conducta que hace con-
traste con la observada por los agentes de Riáseos, que en s610
el distrito de Plato arronearon á los habitantes diez mil pesos, y
con la que observó des pues el señor Mendin11etu, delegado especial
de Dávila García en los Departamentos de Tenerife y Banco para
falsificar registros y expropiar hasta cerdos! FarÍas ,1efendia la
ley, y debía cumplirla y respetarla; los otros hacian su negocio y
trataban de que les fnera productivo.
...
~
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aquel entóuces el Mag<lalena se habria regenerado, salvú,uoso
la República de tantos crímenes como han tenido orígen en la
elecciou del señor Parra, y la regeneracion del país se habria hecho
más fácil y ménos costosa. Las faltas de algunos conservadores que
no quisieron ver claro, condujeron al Magdalena á caer en mUnos de
un círculo de especuladores, apoyados en los batallones nacionales,
y la sangre generosa dermmada en los campos de batalla sólo
sirvió para cambiar de amos, para trocar á Riúscos por Mendinueta.
Elocuente leccion, como otras muchas que ha recibido el partido
conservador, y que jamas ha aprovechado. Siempre que sus adver_
sarios se hltn fraccionado, los conservadores han hecho otro tanto,
manteniendo así el equilibrio de ese partido, que sin los errores
del conservador ha.bria caido y aliviado á la Patria de su funesta
dominacioll. Que el partido conservador se resuelva ú seguir un
solo impulso, que sus hombres no se desbanden cnando se presenta
la uivisiou en el campo contrario; que atienda ménos ú sus
intereses locales y momentúneos en lo que se refiere á su posicion
especial en cada Estado de la Union para fijarse más en que su
cansa es solidaria y nacional: nacional, no lo olvide; y el porvenir
de la República cambiará totalmente, porque inclinará la. balanzn.
en el sentido del bien y de la honra nacional; y no seguíriL
haciendo el necio papel de contrapeso para mantener el equilibrio
de sus adver¡:;arios, de quienes ha venido ú. hacerse con esas evolu-
ciones parciales el sosten más firme. Quiera Dios abrir los ojos de
los conservadores é inculcarles la conviccion de que debemos estar
unidos para. salvarnos ó perecer juntos!
Entre tanto la Asa,mblea legis1a,tiva, convocada por el señor
:Maya, se reuni6 en Valle Dnpar, llamó 6. juicio al general Riáscos,
lo suspendió y nombró designados l. o y 2. o al general Farías y al
señor Manuel Dúvila García.
Los movimientos militares se precipitaban, y se libró el primer
combate en Oamltrones. La snerte no favoreció al general Farías,
y sus fuerzas fueron rechazadas; pero reorganizauas activamente,
acamparon en San Pa.blo, donde sufri6 Ri6.scos un rechazo, al
mi 'mo tiempo que recibia Farías algunas armas que le enviaba
Dtívila Garcla.
Despues de San Pablo resolvió Riáscos <lejar :í un lado las
fuerzas de Farías, y marchar en direccion al Banco, sobre las
fuerzas nacionales acn.ntoDn.clas alll, operacion contraria :í los
XIV
xv
Il ,
L SEÑOR Santiago Pérez ha1ia provocado y llevado á calJO
]a guerra, tÍ cambio de asegurar el dominio do su círculo;
para él no debia haber límite alguno, y así lo probó en la
memorable jornada del 1.0 de Ago~to, dia señalado por la ley para
verificarse en Cundinamarca las elecciones populare:;.
Los a.contecimientos de la Costa, y las pasiones exaltadas por
los Jiscursos en las democrática¡:, y 1)01' los apasionados y ardientes
artículos en los peri6dicos, mn.ntenian tÍ la sociedad bajo la presion
de un malestar extraordinario. Los círcu10s liberales veían acercarse
el dia O". las elecciones, no como la hora de ejercer un derecllo, sino
como el momento de una lucha sangrienta. La prensa anunciaba
la matanza, se preparaban las armas, se combinaban planes de
ataque y de defensa, y nadie podia poner en duda que la capital
iba tÍ ser teatro de un drama terrible y sangriento.
El Diario ele at~nclina?n@'ca, 6rgano semi-oficial del Gobierno,
habia descrito las elecciones en el número 1545, con las siguientes
palabras: "Las elecciones en Colombia son una verdadera lucha,
y una lucha terrible de prensa, de agitacion, de int1'iga, de cartas,
de cohechos, ele a?'mas, ele incentivos ele venganzeG, de polít'ica ele
c(~lem, de insicl'ict;" y al mismo tiempo que así hablaba esf.iii_____""--.
1,erióc1ico asalariado por el poder, los periódicos de ~
u ....
..~
....
~
11
DICE el artículo 91 de la Constitucion de Rionegro :
" El general Camargo fué el agente del general Gutiérrez para 'aprisionar ~
al Gobernador de Cuudinamarca cl 10 de Octubre. La Legislatura de Papatl) ~~
y sus diputados al Oongreso 110 sólo apoyaron aquel atentado, sino que fe'! O
citaron por él al general Gtltiéncz, Rara coincidencia!
Que despues tle esto el régimen legal no sólo no puede hallar ga-
rn,ntía de respeto en el Presidente dePanam~, llamado por las institu-
CONSIDERANDO:
CONSIDERANDO:
IV
VERIFICADAS las elecciones ell,G do Agosto (1875 ) en todo el
Estado, ellas dieron el triunfo á los partidarios del señor Núñez;
el sefio!' Marcelino Guti érrez resultó elegido Gobernador d-el
Estado, y los candidatos nuñistas para Representantes al Congreso
{)btnvieron la mayoría.
Cuando ya eran conocidos estos hechos, se declar6 la República
en situacion de guerra, y contra la ley que garantizaba la inmunidad
de los miembres del Gran Jurado, rué mutilado éste con la prision
del señor Lino Ruiz, El escrutinio de las elecciones no po . ,.j~--II&-.
verificarse, y el Gran Jurado resolvió suspenderlo hasta ,
restablecido el 6rden, pudiera hacerlo sin coacciono
v
EL 1.0 de Febrero. o insta.ló el Congreso. El SOlludo nomur6
Presidente al general Sergio Camargo; j y ese Senado debia juzgar
los actos del Presidente Pérez! En la Cámara de Representantes
hubo largos y acalorados debates : la calificacion de "us miembros
era una cuestiou espinosa. Diputaciones dobles por los Estados de
Cundinamarca y Panamá, y un diputado mús por el Magdalena,
hacian imposibles las sesiones. Los momentos eran críticos, y lar;
Cámaras se disolvieron. Veamos los motivos que indujeron ii lar;
t;ouEervadores á separarse de las sesiones y el modo como 6stas se
reanudaron:
Á LA NACION .
Como Senadores Plenipotenoiarios y Representantes por los Estauos
suberano,; de Antio(luia y 01 'rolima, cumplí alOS hoy los infrascritos el
deber de dar cueLta tL la Nacion, y en especial á dichos Estados, de la
conducta que hemos observado con ocasion de hechos graves que
)'eoientemente han tenido lugar en las Clímaras legislativas.
Moderados j' justos hemos debido SOl' en estos difíciles momentos,
en prosecucion de patrióticas soluciones, en medio de la ardi.ente lucha
de los partidus. Pero persuadidos de que los intereses de la legalidad
son inseparables de los de la paz y bienestar, hemos juzgado que cum-
plíamos un deber de justicia, sin faltar á las conveniencias públicas,
oponiéndonos con todas nuestras fuerzas al arbitrario aumento ó supre-
sion de miembros en tlua Ú otra Oámara. Hecho os este de la mayal'
gravedad, porque afect.a á la organizacion del Congreso, y desautoriza.
al par que YÍcia en su orígen los actos del Poder LegiBlativo, clave sa-
.",~-......
grada del edificio político.
/\. he('h08 de c~t:\ C~l1i'ci(' . e refiere el presente manifie~to.
Il
In
La cOllsumacion de los uos hecbos que dejamos referidos, detormilló
nuestra separucion accidental de ámbas Cá.maras. Que se revocase la
l'esolucion dol Sonado sobro diputaciones de Panamá., y que se excluyese
de la Cámara el Hepreselltante excedentc del Magdalena, eran en
consecuencia, por nuestra parte, condicione5 primarias para volver lnégo
lilas Cámaras. Puestas de manifiesto tí. aquellos de nuestros colegas,
que habiendo vot.ado en 0IJosicion con nosotros, solicitaban que el iJon-
grcso se reorganizase con nuestra concurrencia, no fueron por ellos
admitidas.
tli todos l os Scnadores y Diputn.dos que votaron como nosot.ros en
las cuestiones ántes dichas, hubiCtiell peJ'sistido en la resolucion que
nosotros, y propuesto, como indispensable para volver ellos, las propias
condiciones, nuestro alejamiellto no habria sido una protesta estéril,
sino un medio coercitivo pan lograr ell'emedio de los abusos que de-
terminaron nuestra separacion.
Este plausible resultado era de espcrarse, tanto mas cuanto las exi-
gencias qua nosotros haciamos procedian de consideraciones de justicia
y legalidad, y do ningun modo de intereses electorales. Y en los bien
entcndidos de cualquiera candidatura estaba aspirar al triunfo en las
C!ímara.s sin complicarse con los vicios que habrían de mancharla si no
se remcdiaban los harto graves que denunciábamos.
Empero, contra lo que muchos preveian, la diputacion del Cauca
facilitó con su concul'1'encia el dio, de ayer la reorganizacion de las
C!ímaras con el quo1'tt1n l'eglamental'Ío, y las puso así on via de adoptar
con prescindencia de nosotros, y ¡si lo quisiesen en nuestro daño, ulte-
riores reso]ucione,g. Hoy nuestra no-concurrencia carece de la pode-
rosa eficacia de que ayer disponia, y la falta del contrapeso de nuestros
votos podria aparejar peligros para los Estados que represent.amos.
Modificada así esencialmente nuestra sitnacion por la conducta de
otros, hornos <ll'ejdo conveniente, para evitar mayores males, volver á
las Cámaras. En ellas procuraremos que por medio de leyes positivas
se impida lt 10 ménos en lo futuro la l'epeticion de abusos como los que
hoy tenemos que deplorar.
Conste, en todo caso, que al volver 6. las Cámaras por motivos de
prudencia, no sancionamos con tal acto dichos abusos; ántes bien,
mantendl'emos viva contra ellos, miéntras subsistan, nuestra más enér-
.,.ira protesta: lo. consignaremos en las netas de ámbae Cámaras: por
VI
Los hechos que dejttmos narrados dan á conocer todos los crÍ-
menes tí que se vió obligado el señor Pérez para elev:1l' Ú la pre.
sidencia al señor Parra. A 11esar de todos ellos no hubo eleccion
popular. Los votos de los Estados se distribuyeron así:
Por el señor Bal'tolomé Oalvo........................ 2
Por el señor Rafael (u'lez........................... 3
Por el señor Aquileo Parra........................... 4:
Hecha la eleccion por el Congreso, fué elegido el señor Parra.,
y el voto de las Oámaras, cuya composicion conocemos, puso :fin ú.
la lucha eleccionaría.
N o se ocup6 elOongreso de ninguno de los crímenes cometidos:
todo qued6 olvidado, todo quedó perdonado 1
Con tales procedimientos ya era inÍltil pensar en el derecho,
ni a.pelar á la justicia. La fuerza debia ser la ley suprema de la
sociedad, supuesto qu~ ella encontmba su glorificacion en las
Cámaras. El espíritu público descendia por la rápida pendiente
del olvido de toda idea de moralidad; las instituciones eran letra
muerta; el remington reemplazaba tÍ. la opiniou; el soldado al
ciudadano; el escrutador al elector; el crímen ú la virtud. Esos
fueron los frutos que dejó el Congreso de 1876, y el hombre que
se habia vi~to encambrado :.í la primera magi~tratura en los brazos
del crímen, del vicio y de la corrupcion, no podia ser 01 miÍs
aparente l)ara inspirar confianza, ni l)ara conducir a1 país por el
camino de la ley.
A pesar de toJo, el partido conservador respetó la eleccion
VII
Los círculos liberales, que con t:1Uto encarnizamiento se habían
combatido, parecieron suspenaer sus hostilidades. Sólo la voz del
señor Samper se dejaba oir como una constante protesta en las
columnas de La Ley. El partido conservador tomó resueltamente
su puesto en la oposicion, y se preparó 6. poner en movimiento-
todas sus fuerzas y todos sus elementos en beneficio de la sociedad.
El país necesitaba una regeneracion completa, un cambio-
mdical en los hombres que dirigian sus destinO'S. Eso lo veian los
liberales, y muchos de ellos confesaban esta necesidad. Abrirle
paso al partido conservador por los caminos de la paz, habria sido
una medida. política y prudente; pero los partidos son ciegos, la
pasion se sobrepone al propio ioteres, el eSl)Íritu de partido es
superior á las conveniencias sociales. Protegido por la opinion el
partido conservador era señalado como el re111e~lio único para
curar los males de la Patria.
Cuando los círculos liberales se persuadieron de esta necesidad,
se obró en eUos una nueva descomposicion. Gran nllmero de lo ~~
oposicionistas fueron á buscar arrimo al lado del Gobierno , pr ~
......
©Biblioteca Nacional de Colombia
- 44-
vieo(lo t[UC alllegn.l' el momento de un cmüulo por la Opillioll, éste
emplearia la fuerza y llegaria la época de especular ú su sombra ;
otra porcion se mantuvo protestando amistad al partdo conserva.
dor, al propio tiempo que mantenia estudiada reserva con la oh.
garquía para apoyarla, sí el empleo de la fuerza le daba espe.
ranzas de triunfo. Sólo un pequeño grupo de hombres honrados,
ele hombres ele corazou, se sepaTó resueltamente de los gobernan-
tes, y unos vjnieron á engrosar las filas conservadoras, otros se
aislaron, y con su neutralidad formularon protesta solemne contra
Jos atentados del poder.
José María Samper, Camilo .A. Echeverrí, Manuel J fLime, Juan
F. Vúrgas, Aureliano Gonzúlez Toledo, Mateo Domínguez, Mau'le}
Silva, José Joaquín Vúrgas, Joaquín Martínez E., Ramon Santodo-
mingo Vila, Nicolas Jimeno CoUante, Gabriel Sarmiento, Zenon
S0bno Salvador Camacho RoldaD. "\Venceslo,o Ibáñeil, Francisco
.J. Zald'úa, Nicolas Pereira Gamba, Lino Ruiz, Ángel M. Céspedes,
Marcelino Gutiérrez Álvarez, y cien más, ya luchando alIado del
partido conservador, ya improbando con su neutra1idad los actos
del Gobierno, son honroso testimonio que compruebn, su lealtad
á la República y juicio severo contra los" especuladores y farsan-
tes" que b de honran.
VIII
l\NTES de entrar en la narracion de los acontecimientos, objeto
de este libro, resumamos estos antocedentes, que son la cabeza
tle1l)roceso que hará la historia ¡¡,l jU7.gar los hechos cumplido~ de
1876 á 1877.
l. o La creacion del sapis1Jw, el modo como se efectúa.n las
elecciones, la sucesion por la fuerza de los mandatarios, han des.
truido los princi pios tIel Gobierno populn.r, electivo, representati vo,
alternatiyo y responsable que estaulece el artículo 8. 0 de la Cons-
titucion y repite el artículo 17, puesto que los pueblos no eligen
ni sus mandatarios ni sus representantes, no a.lternan en el mando
sino los hombres de determinado círoulo, y el que es Secretario de
Estado ó Presidente de una seccion de la Repllblica, pasa 11 la
primera magistratura. de ésta, luego ocupa una legacion, y del
extranjero viene iÍ. encontrar 11U puesto en el Congreso: el dominio
absoluto de UnA. familia ó de lIn círculo político es lo rrne constituye
."
Mision del Secretario del Comité nacional- Enhevista con el general Far~as,
La situacion de Bolhal' y Panamá - El Gobierno de A.ntioquia - Sus com-
promisos - Conferencia con el general Santo domingo Vila - La situacion
del Cauca - Sociedades cat6licas y sociedades democt:áticas - Conferencia
con el general Trujillo - Al bOl'de del a:bisma.
1
NTRE LAS ideas conservadorl1~ y los princi pior; con8ngrado~
ilI
\ )
-j cn la Constitucion de Rionegro hay un abismo inmens@; •
pero el partido conservador exigia, y tenia derecho :\
.exigir, que sus adversarios la. cumplieran y la. respetara.n: era la
úni<.;a garantía. de su derecho, y á su sombrn. podía.n dirigirse los
pasos de la Naeíou báeia una reforma sa.luda.ble. i Pero cómo con.
seguir esa reforma si los encargados de Rostener y cumplir esa.
Constltucion eran los primeros en violnrla1 i Cómo mirar con
indiferencia la destruccion de la República, el aniquilamiento de
la libertad, la conculcacion de todos los derechos, si esn. ruina era
tambien la de la Patria 1
En presencia de esta descomposicion completn. que se habia
<obrado en la N acion, el partido conservador no pocHa permanecer
inrliferente, y el Comité establecido para velar sobre sus intereses
y dirigir su aceian estudiaba atentamente los medios de hacer
TI
DESPUES de cinco di as de penoso VIaJe llegó :í. la ciudad de
San Juan, teatro del combate librado el 7 de Agosto y cuartel
general del jefe vencedor. La ciudad presentaba el aspecto de un
-campamento, gran número de heridos se encontraban en los hos-
pitales de sangre, y el general FarÍas se ocupaba en el licencia-
miento de sus fuerzas. Present6 ti Farlas la. credencial del Comité
'Y puso en sus manos la nota que para él llevaba.
FarÍas era el primer Designado para ejercer el Poder Ejecutiv.o,
habia sido candidato para la Presidencia del Estado; pero se habia
denegado á encargarse del poder. y á aceptar aquella designacion ~~ ~
:lXY)' estwr las leyes con que ham"w ele gObe?'lW7' en <Jposicion ~
lIT
EL partido couservador de Bolívar habia n.poyado, casi en su
generalidad, la causa del señor N úñez. Cierta desconfianza Meia
el general Santodomingo Vila, hizo que muchos conservadores, al
llegar la guerra, se hicieran indiferentes 6 neutrales, desconfianza
nacida del interes con q1le este general protegi6 la candiebtura.
del señor Pérez, y que hechos posteriores han probado quo era
injusta, pues el nombre del sefior Santodomingo Vilo. se ha salvado
del naufragio en que tantas reputaciones se hundieron, como se
verlÍ en el curso de e!:lte escrito, sin que tí sa1varlos alcance el
sofisma con que muchos de ellos han querido cubrir su traicioll 6
~u falta de firmeza.
En Bolívar, los conservadores, compactadas sus filas, dohian
cultivar rolaciones con los liberales que se decian defensores del
derecho; mas ya se verá cómo la gran mayoría de aquellos li berales,
rama desp1'enclida del tronco comun, comprendia la libertad del
sufragio, y hasta dónde llegaba ~u respeto por el derecho.
Con el fin de dar unidad de accion al partido conservador, se
cstableci6 en Cartagena, contando con la. poderosa ayurla de los
doctores Luciano Jllramillo y J oaC]uin F. Vélez, ciudada.nos que
'por sus talentos y virtudes son honra de 1a Patria y honra del
pattido IÍ que sirven, un Comité central del Estado, y Comités
~Lccesorios en la capital de cada una de las provincias.
Bolívar es un pueblo esencialmente conservador; sus laboriosos
hiJos, consagrados IÍ la industria, sufron pacientes el dominio liberal,
por DO perturbar ln. paz pública. En aquel Estado no se ha n.gotado
la. si'Lvia fecundante de la libertad, y una juventud inteligente y
briosa hace espera.r dias más pr6speros para aquel pueblo digno
de felicidad. Exceptuando lmos pocos hombres ilustradOR, la masa
liberal la forma UIW. turba inconsciente y brutal, atraida al libe-
ralismo por el desenfreno de las pasiones, exaltada por e>pecula-
clores de maia ley que aborrecen la virtud y acloran el vicio.
En la heroica Cartagena, en me~io do aquella grn.ndiosa cinda ~
en rllina~, os on donde mejor pnedo comprenderse y lamentarse "
~
es
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desgrac ia y la ruina de la Patria. Allí es en donde mejor puede
eompre nderse lo estérile s que han sido los sacrificios de nuestros
padres al conquistar la liberta d, y cuán terrible mente ciertas son
bs palabras de la profecía del Liberta dor.
Cartagenu es la fotografía de la República. Su sociedad ilus-
trada, noble, generosa, está someti da á un grupo de hombres sin
preced entes, sin ideas de moralidad, profun damen te corrompidos.
Señora del Atlúntico, grandioso monumento de las glorias de Es-
paña y de Colombia, está conver tida en ruinas, su comercio ha
desaparecido, y sohr.e ella se ciernen los buitres hambri entos del
liberali smo.
IV
EL Estado de PanamiÍ acababa de ser teatro del escándalo del
12 de Octubre y su gobierno habia caido en poder de los hombres
del Arraba l. * El coronel Rafael Aizpur u, hombre oscuro y sin
preced ente honorable algnno, era el Jefe del Poder Ejecut ivo; el
genera l Buenav entura Correoso, crimin al afortunado, era el Pre_
sidente de la Asamblea constit uyente , y qué Asamblea aquella !
Except uando cuatro ó cinco caballeros, todos los demas diputados
eran mozos de cordel, hombres de color que obedecían al jefe que
les indicaba cómo debian votar. El person al de aquella Asamb lea
daba la medida de la desgraciada situacion de aquel Estado, pri-
sionero de la Guardi a colombiana y feuelo del Gobierno federal.
Con excepcion de un grupo en la capital, todos los hombres
notable s por su mérito, por su educacion, por su riqueza, por sus
precedentes, pertene cen en el Istmo al partido conservador. De
la gente del pueblo, en todas las razas y en todas las condiciones,
son conservadores aquellos que han podido sustrae rse á las perni.
<liosas doctrinas de los demagogos; y liberale s los que, corrom pi.
dos, sirven de apoyo á un círculo de mestizos que encabeza el ge.
neral Correoso, engrosado con algunos tránsfugas conservadores.
Lo que en Panam á se llama partido radical es un gmpo de
hombres de posicion, que han querido crear en el Estado un feudo
v
ÁNTIOQUIA era un pueblo rico, próspero y feliz. Eu doce ~ÜO¡¡
de pl\Z habia experimentado una tmsformacion completa. SH~
antiguas veredas se babían convertido en amplios y segnros cami.
nos de herradura; la ínst~uccion pública babia tomado un des.
arrollo como no lo ha tenido en ninguno de los Estados que viven
bajo la tutela del Gobierno federal; sus poblaciones crecian y se
desarrollaban "in asilar en su seno, protegidos é impunidos, e~os
mónstruos que devoran las sociedades: la vagancia y el crímen ;
los ciudadanos encontraban estímulo y proteccion para el trabajo
y para la virtud; los criminales eran perseguidos y castigados, y
el derecho respetado por los particulares y por la autoridad; el
alambre telegráfico cruzaba el E stado en todas direcciones, y los
rieles principiaban ú. tenderse de las desiertas orillas del Magda.
lena hácia el risueño y florido ,aIle de 1Iedellin.
Aquel Estado vivia la vida soberana que la Constitucion reco.
noce á los diversos grupos en que eu mab hora se dividió el país.
Su capital encerraba en gérmen el bien que más tarde debia es.
parcir¡;e por todos sus pueblos. La Universidad repartia á manos
llenas la ciencia ú. una juventud sedieutu. de enseñanza; en la
Escuela de artes y oficios un gran número de alumuos estudiaban
bajo la direccion de maestros europeos, para devolver en adelan.
tos para el Estlldo, las enseñanzas gratúitas que él les daua; en
las E~cuelas normales se preparaban los maestros que debían llevar
la luz {¡ los puntos más rec6ndito~ del Estado. La~ cajas del erario
público siempre tenian fondo~, y el Gobierno daba doudequiera
impulso al mejoramiento material é intelectual. En los últimos
años se babia despertado una funesta division '* en la familia con.
servadora, que aumentando dia por dia, amena7.aba destruir In.
obra con tanto trabajo lle,'ada á cabo. Las poblacione~, extrañas 6.
esta division, se mostraban contentas, y por todas partes se respiraba.
la felicidad y la abundancia.
Esta era la. situacion de Antioquia cuando el Comisionado del
Comité nacional se present6 al Presidente, señor Recuredo de Villa.
* Las llllÍximas del círculo liberal qno estaba apoderado del gobierno de
la Nacion iban túniendo lastimosamente acogida. en algunos espírituf!. El
utilitarismo pníctico iba matando en algunus los sentimientos del deoor y del
patriotismo.
Vl
EXPUESTO al señor de Villa el objeto del viaje de Briceño,
fué citado éste para tener una conferencia con sus Secrerol'Íos. N ()
iba á proponer al Presidente de Autiocluia que se hiciera el JefO'
de una revoluciou, ni él habria aceptado semejante encargo. Di61e-
á conocer la situacion del país, el inminente peligro que se corría
de que de un momento :í. otro se viera envuelto en la guerra r
hízolo presente la situacion excepcional del Ca.uca, y le expuso la
idea. de establecer el equilibrio político que habia de evitar en lo
futuro los atropellos del poder y las constantes revueltas en los
Estados, revueltas que paralizaban la industria, falseaban y desa~
creditaban las instituciones, y hacian de la vida un tormento.
El señor de Villa se manifest6 vivamente interesado en la con_
eervo.cion de la paz nacional, indic6 la conveniencia de establecer
C3ll Medellin un Comité que diera unidad al po.rtido conservador
de Antioquia, yagreg6 que podio. asegurarse al Comité nacional
.; que 8i 01 Gobierno federal pretendia impedir la accian conser- ..,,-:::~.....
"dora int€rYinicndo para opollcrllC ,,1 triunfo de nu~~tl'o l)art'
VII
ÁNTES de s~lir de Medellin l'ecibi6 el Comisiona.do Briceño 1"
:iÍguiente carta:
VIII
E:\I.PRE::-¡DIÓ Brieeño el camino de Manizáles y entró en el
hermoso y desgraciado Cauea . .Aquella porcion del territorio
colombiano, la más bella que pueda presentarse á los ojos del
.hombre, no es el . para~so de felici~ad á que parece destinado. L '!t~~
mallO de la P r e vldellCIl\ pu'<o en el cuanto un pesblo puede 'Hese lit...
5
IX
LOB Obispos del Cauca se htlbian opuesto á la enseñanztl laica,
• y habian prohibido á los padres de familia enviar á sus hijos á las
escuelas oficiales. Los direcLores de la instruccion pública procla.
maban su odio á la. Religion y preparaban textos de enseñanza en
los cuales se sombraba el veneno del mawrialismo y se desvirtuaba
la doctrina católica. Los Obispos no podían permitir que los niños
concurrieran á las escuelas donde perderian sus ideas morales y
QU fe religiosa; }lero necesario era que al propio tiempo que les
cerrabau las puertas de las escuelas oficiales, les abriesen las de
-escuelas basadas en la doctrina católiea. Para atender á esta
necesidad, se establecieron sociedades; con las contribuciones de
los socios debia.n sostenerse esas escuelas, y allí donde se fundaba.
una sociedad crecia á su lado una escuela. Ese movimiento pacífico
y salvador era impulsado por el clero. i Cumplía BU mision ei
sacerdote que, merced á grandes sacrificios, conseguia establecer
una escuela, reunir allí los niños de su parroquia y prodigarles
educacion gratúita ~ i Era esto conspirar contrn.la Repl\blica ~ Las
-escuelas oficitlles quedaron desiertas, la obra de la secta liberal ib
á perderse J vino entónees la. persecucioll. Se dijo que las socieda ~~
t'
.;;;
•
x
ESTA era la situacio n del Cauca cuando el Comisionado
del
Comité central se dirigía á Popayan, acariciando la idea de un
cambio pacífico. En Tuluá se le advirti 6 que se espiaban sus pasos
y que usara de precau ciones; e'l:1 Buga se le redujo ti prisioo, y en
medio de una turba de hombres ebrios se le mantuv o algunas
horas amenazándosele con la muerte ; un espía constan te seguía
sus pasos en Popayan. Si un extraño era objeto de tantos ate atados,
i qué no harian con los infelices conservadores que vi vian bajo el
yugo de aquellos fanáticos, alimentados por el odio y atorme ntados
por el remordimiento 1
..\
~
XI
AL llegar á Maniz::'iles di6 cuenta al Comité central de la
situacion del Cauca y le anunció la proximidad de una revolucion,
y al mismo tiempo dirigió un informe al Comité de Medellin
pintándole la si tuaciolJ, ha¡;iéndole presen te que la guerra en el
Cauca era inminente, que ella era la única solucion á la situacion
que babia creado el señor Conto; que el partido conservador tenia.
una inmensa opinion pero que estaba desarmado, y que era llegado
el momento de cumplir el 3. ° ele los deberes del Directorio.
Al propio tiempo los jefes más notables del sm de Antioquia
se dirigian al Gobierno de aquel Estado solicitando auxilios.
E! Comité de Medellin nada pudo hacer; el Gobierno se
denegaba. á todo. Los jefes militares recibieron una amistom
negativa; y entre tanto la ola crecia y el peligro era cada día
más inminente.
El general José María Gutiérrez E. hizo una nueva tentativa.
Aquel hombre honmdo, valiente y patriota se dirigió al Gobierno
de Medellin, solicitando resueltamente el apoyo en favor de los
oprimidos caucanos. Hé aquí su nota:
~
ARA QUE la. diputacion caucana volviera al Congreso y
I "@ se decitliera por este ~edio la. eleccion. presidencial en
favor del señor Parra, este habla contraldo con aquellos
diputados solemnes compromisofl que amena.zaban la paz pública,
y fueron la base de' la funesta intervencion que di6 por resultado
la guerra nacional.
El primer paso en este sentido fu é la derogatoria de la ley de
órden público, por la cual se prohibia al Gobierno federal, en
desarrollo de la Constitucion, intervenir en las luchas doméstica1i
de los Estados ; dejando con esta derogatoria abierta la puerta de
la arbitrariedad y suspendidos sobre los conservadores del Cauca
las armas y los recursos federales, que debían apuntalar al Gobierno
de aquel Estado, que sin opinion y sin prestigio no tenia razan
de ser.
Pocos dias despues tomaba el señor COllto los fondos del camino
de Buenaventura, y lo que estaba aplicado para una empresa de
mejoramiento, lo que era propiedad nacional, fué destinado á com prar
elementos de guerra, al pro-pio tiempo que el señor Manuel Vinagre
N eira era enviado ú. los Estados del Atlántico llevando dinero
para hacer mayores compras de armamento en los Estados Unidos;
y que se le daba la 6rden de preparar las fuerzas nacionales es (> ....IU ~
........
lr!i
©Biblioteca Nacional de Colombia i
- 76-
ciollaJa~ en la 'osta para conducirlas ú Bueuu veutura coil el pro.
te~to de custodiar la aduana de a(¡uel puerto, pretexto igual al
que se habia alegado para enviar al batallon Boyacá, que condu.
cía. un numeroso parque, tí intervenir en la lucha doméstica del
Magdalena.
La influencÍtt del general Mosquera era decisiva. sobre el seuor
Parra; y su administraciou debia conducir al país ~l aniquila-
miento y tí la ruina, únicos frutos tlue podio. producir la decrépita
imaginacion de aquel monstruo.
II
CONTANDO el señor Conto con el apoyo del Gobierno fedoral,
dió rienda suelta á la persecucion. Lar; sociedades católicas fueron
atacadas y disueltas: los conservadores se vieron precisados ú huir
á los montes, y allí los seguia el odio salvaje que amenazaba. su
existencia. La vida era así un infierno, la insurreccion no podia
hacerse esperar. Cuando la seguridad personal no sólo se ve ame-
nazada sino que se destruye en un pueblo, los ciudadanos se ven
obligados :í. armarse para defenderse, y viene la lucha terrible y
sangrienta, en la cual si no se vence, si no se consigue mejorar de
suerte, siquiera el oprimido se complace en luchar ó morir como
libre, ya que es el colmo de la desgracia y de la ignominia sopor.
tal' mansamente el yugo de una tiranía anónima, tan ciega como
cobarde.
El terror paseaba su sombría bandera por el hermoso y des-
graciado Canea, y cuando el Gobierno federal se preparaba ti apo-
yar tí los terroristas contra sus inocentes víctimas, los peri6dicos
liberales decian que ese apoyo era necesario para mantener el
ó"den público. Esos escritores al patrocinar á los perseguidores del
Cauea, ba.jo el pretexto de defender el 6rden público defendian el
despotismo que se llamaba Sal1.6d públ·ica en Roma y en tiempo de
la Revolucion francesa, y que con el nombre de 1'azo-n de Estado
ha sido arma }Joderosa en mano de todos los reyes. Ábrase la his-
toria, y se verá que siempre que un tirano 6 un partido quieren
ahogar la libertad y herir de muerte al ciudadano, velan sus miras
secretas con alguna frase que al propio tiompo que indique que
sus acciones van enc3.minada~ al bien comUll, tienda á desvirtuar
el objeto que ~c proponen.
Las órdenes del Comisionado Zapata y las del Presidente del Estado
siguen cumpliéndose: el domingo 18 del quo CUl"sa (Junio) salió de
~aJmira una partida ele hODJ ~r~s do .10&. ,que ro.doan al aloalde, se!ior ..
Conde, la cual, armada de pelDllla~1 slgmo con dlreccion á los pacífic ~~... ~
......
6 .'>Y
nI
N o de ahora. sino de tiempo atras viene-elliberalísmo acusando>
al clero de trabajar contra la existencia de la República. P:1r:1
bacer este cargo no se buscan pruebas en la historia, se llama ti
los o;acerdotes súbditos de Roma, aves negras, agentes de la inqui..
sicion, &c., &c. Se argumenta con el insnlto y se desprecian en
esa argnmentacion la -verdad, la razon y la historia.
Los tontos 6 los malvados baIlan de su agrado esa palabrería,
y sobre ella funda su criterio el partido liberal, y se anima de un
odio feroz hiÍcia el clero, sin t},ue pueda darse cuenta ue las cansa'\)
."
...
©Biblioteca Nacional de Colombia
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que lo motiva.n. Los demagogos pasan de la guerra que bacen al
clero á la guerra al sentimiento religioso, y creen destruir la
re ligio n atacando á sus ministros. i Puede ponerse en duda que
una gran porcion de los miembros del partido liberal hace cruda,
sistemática y apasionada guerra al catolicismo 1 Si alguno se
atreviera á negarlo bastaria, para comprobar esto, la lectura de
los peri6dicos liberales de los últimos años, el estudio atento de
las leyes expedidas por hs mayorías liberales en los Congresos de
1850 á esta parte; y si alguna duda pudiera presentarse, se veria.
la verdad tan clara como la luz al leer las Noches en el Hospital
del doctor Camilo Antonio Ecbeverri, liberal convencionista, que
convencido y arrepentido de sus errores volvió {¡la fe de sus padres.
El clero, durante la Colonia, fué el propagador de la luz, el
amigo del pueblo, el promotor del mejoramiento material, el
consola.dor de la desgracia. Para ver que en esto no bay exageracion,
basta recorrer las callel:! de la capital de Colombia: allí se levanta
un vasto edificio que se llama Colegio de Nuestra Señora. del
Rosario. i Quién fundó ese Colegio, quién levantó ese edificio 1
Fray Cristóbal de Tórres, Arzobispo de Bogotá. Al penetrar en su
sala. rectoral, al abrir el registro de los que en sus clanstros se
educaron, se encontrarún los nombres de los fundadores y de los
mártire::; de 1ft Patria. Mús a.cá se elevan las macizas paredes del
Colegio de San Bartolomé. i Quién fundó ese Colegio, quién levant6
ese etlificio? El Arzobispo don Bartolomé Lobo Guerrero. Al abrir
la. historia de nuestra inmortal epopeya, allí se encontrarán los
nombres de los jóvenes educa.dos en eRe Colegio entre los más
esclarecidos ciudadanos por sns servicios en la creacion y fundacion
de la ReplÍblica. El Observatorio, el Hospital de Caridad, el Se~
minario, el Colegio de San Buenavent.ura, despedazado en lotes y
vendido en pública subasta; el Colegio de la Enseñanza, propie~
dad particular, vendido entre los bienes de manos muertas, la
Universidad tomista, el Hospicio, i quiénes los fundaron 1 Y si do
Bogotá pasamos á Tunja, Pamplona, Popayan, Cartagena, Panamá,
Santamarta, &c., &c., encontraremos por todas partes la mano pro_
tectora del sacerdocio cat6lico levantando templos á las ciencias
y asilos para los bijos del infortunio.
En la HisiO?'ic¿ económica y esta¡lÍ8tic~¿ de la Hacienda nCLcio-
ncd del señor Aníbal Galinclo se leo lo siguiente, que hace á nue" ~
iro propósito: li
IV
CON el fin de estudiar la situacion de los Estados del Cauca.,
Antioquia y Tolima, y especialmente con el de saber cuál seria la
línea. de conducta de los dos últimos al intervenir el poder federal
en defensa del Gobierno del primero, fueron enviados por el
Gobierno nacional como Oomisionados: al Oauca el señol' Dámaso
Zapata; á Antioquia el señor Ramon del Oorral, y al Tolima el
señor Francisco Pardo. Veamos el resultado de cada una de estas
misiones.
El señor Zapata se dirigi6 por Cartago hácia Popayan, alentando
en su marcha á las democráticas, prometiéndoles el apoyo del_~:;:.:;><_....
Gobierno nacional y compactando las filas liberales. En Popay;
- :-.
1<,"
;:)
l
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propuso una conferencia al señor Obispo Bcrmúdez, con el ánimo,
¿ecia, de poner fin tí la lucha entre el poder civil y el clero, lucha
motivada, como ya se ha dicho, por la educacion atea que se daba
en las escueJaR. El señor Obispo se deneg6 ti la. conferencia, porque
comprendia bien que una transaccion momentúnea, y sin conse.
cuencias, léjos de ser conveniente tí los intereses de la religion
podría serIe perjudicial y atraer sobre su di6cesis mayores males.
El Gobierno podia continuar en su tarea, el señor Obispo y su
clero continuarian oponiendo á la escuela sin Dios la escuela
católica: sólo el respeto ú la libertad de enseñanza, garantizada por
la COllstitucion, podia hacer cesar esa lucha iniciada y sostenida
por el poder civil.
Convencido el señor Zapata de que no podria engañar al vir.
tuoso Obispo de Popayan, redujo su mision ti fomentar la L6gia de
aquella ciudad, ú aconsejar al Gobierno del señor Conto las medio
das de persecucion que debian precipitar la lucha, y regresó á la
capital despues de haber aumentado los combustibles del incendio
que ya estaba preparado.
El señor Pardo s610 pudo traer del Tolima la noticia de que su
gobierno se hallaba consagrado al mejoramiento material, que no
se notaba síntoma alguno revolucionario, y que apénas habia allí
un pequeño grupo de hombres armados que cuidaban el presidio.
Cuatrocientas armas, de propiedad nacional, fueron entregadas
por el Gobierno conservador del Tolima, sin oponer dificultad
alguna.
El señor del Corral, buen comerciante, pero poco aparente
para misiones diplomáticas, se introdujo mañosamente cerca del
Gobierno de Antioquia. El objeto de su misio n está claramente
descubierto en el siguiente P?'otocolo, publicado en el Bolet-in
Oficial de :rvredellin, de 22 de Mayo:
~
....
.~
VI
Los conflervadores de Bolívar hal)ian proclamado la cn,udidatura
.del señor Bartolomé Calvo pn,ra Presidente de aquel Estado. Iban
á sostener In, lucha con los liborales que acababan de combatir con
-el Gobierno federal, segun decian, en defensa de la libertad del
~ufragio, y era el doctor Ru.fael Núñez el candidato en oposicion.
N atural era esperar que las elecciones en Bolív.ar fueran el ejercicio
<le un sagrado derecho respetable y respetado, y así debian prome-
térselo los hombres honrados <le todos los partidos j mas dejemos
que las publicaciones de aquella época narren los hechos. Del
número 7, año IV de La América, tomamos lo siguiente:
El número 6.° de El De"eclw de Cartagena CQntiene una ?"evista
-e1ecciona¡'ia que sentimos no poder insertar íntegra, pOl'qlle ella pinta
-con mano maestra la conducta observada por la mayoría de los liberales
de aquel Estado. Vamos á. hacer un estracto de ella para que la Nacíon
se penetre de la necesidad de un supremo remedio.
La primera parte d1) aquella revista contiene los documentos que
-comprueban los fraudes ejecutados en algunos distritos de la provincia
de Carta geno. y la intervencion descarada del Gobernador de la provincia,
señor Francisco B. Revollo. Allí encontramos el escandaloso atentad ,...~
de la Municipalidad de Cartagella, destituyendo al caballero 1\fanue V
•
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Vélez, notable conservador, de la Presidencia de la Municipaliuad da
aqllClla poblacion para que no estuviera en sus manos llDa de las llayes
de la caja triela,e en dondo se dopositan los registros oleecionarios.
.'
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'al"¡lsnH~s inrncll~os del osourantismo, DElUDO .\ LOS ~roDEnKOs PLANTELES DE
lm1:C,\CION, es necesario que unillos nos lancemos con el brío acostumbrado,
Jlal'a !tace¡'le inclina,'la cabeza á esa !tol'i'i[,le esfinge que t¡'ata de levanta,'la
al U'aves (7e la (qnorancia, la .¡wpusticion y el fanatismo,
" Hoy que los pa¡,tidal'ios del Bo¡'bon Crirlos, se lJl'esentan en la al'ena
elecciona¡'ia 2'am bo/'/'al'la sac¡'osanta palabra Libertacl de la Constitucion,
y sustitlÚl'Za con la palabra EsclavittcJ, debemos salirles al encuentro para
g\'üarlcs: ATRAS!"
VII
EL partido conseryador contaba en la República con gran nú.
mero de periódicos: en la capital se publicaban El T?'C1,dicionista,
redactado por el señor Miguel Antonio Caro; La. Re[]ene1'acio ~~ ..
~ 4
Á LA NAC I ON.
..,.
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~105-
1
i ii01' quó luchamos? Luchamos por la Libertad, por la Religion y
por la Patria.
Luchamos por la libertad monopolizada por una oligarquía que,
apoya,da en la fuerza, ha logrado enseñorearso dol Gome:rno; y luohamos
por ella tal como en heroncia la l'ecibimos de nue"tros padres, que con
heróicos sacrificios la reivindicaron para nosotros en las cárceles y en
los patíbulos, ante los tribunales de purificacion y en los c'ampos de
batalla.
Luchamos por esa libertad que no nos viene de las leyes humanas,
sino que tiene un orígen llivino : quo nos viene de Dios; por esa
libertad que sirve de límite á. toda autoridad.
Siempre han dominado y resumido 1:1 polftica humana dos hechos
antagonistas: los dereohos indiyitluales y las nece 'idades sociales. La
armonía entre ellos conduciria !Í la pel'Ícccion, como su O'posicion lleva
sicmpre al trastorno social.
N ogar la autoridad seria preconizar la anarquía, destruir la sociedad;
monopolizar la libertad es establecer el despotismo .
La autoridad se hace casi siempre enemiga do la libertad, porqne ésta
es un obstáoulo á la ambioion de los gobC1:uantes, una valla intolerable
n su accion, un dique OpUCS10 al o.b\180 del poder que ejerceu, y de aquí
es que nacen las convulsiones de la una y la tiranía de la otra.
El partido liberal constituido en alltoridad, merced al triunfo de la
criminal revolucion de 1860, consignó en el Oódigo de Rionegro una gran
listo. de derechos indi"iduales, sin con ultar las necesidades sociales, y
despucs do baber escrito aquéllo y de hacorlo inviolable, su tarea
durante catorce años ha sido conculcar tales derechos, y producir con su
conducta las veinticuatro revoluciones que han pasado como asoladora
tormenta sobre los Estados de la Uníon Colombiana.
N osotros no aceptamos la libertad tal oomo la entienden nue5tros
contrarios: para nosotros la libertad es el dorecho de hacer todo lo que
es buello y justo: para nosotros esa libertad corruptora que consiste en
ejecutar todo lo que produco l)lacer, sólo conduce á la degradacion;
bllibertad es eneJlliga de la verdad y de la paz, de toda autoridad,
alID de la de Dios.
Esa libertad corruptora es la que proclaman nuestros contrarios, y
en contra de ella, ]Jara establecer en 111lcstro país la libertad en armonía
con los intereses sociales, es que nosotros luchamos.
Tenemos para la libertad llDa pauta -la moral católica, yeso. pauta
ile moral se encuentra resumida en el mtÍs completo de los códigos - e é>
el DeetLlogo. Ar
~, Esla cXl'lieaeioll rué tomada de la olm\ del ahate Gaurnc, 31Jl'obada por
S.b.
f
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~l S!Jllabns eouJona el poder ili:uitado dull~:$Latlo; la falsa idea do
que la doctrina católica es contrn.rin. al bicn y tÍ los adelantos de la
sociedad humana; el poder indil'ccto que los gobcrnantes tengan sobre
los asuntos religiosos, las costumures y el poder espiritun.l; la direccion
cxclusi va de la instruccion de la ju ventud católica, atribuida tí la autoridad
civil, sin reconocer el dcreoho de la autoridau eclesiástica :í mezclarse
en la direcoiou de los estudios, en. la disoiplina do las escnelas y en el
nombramiento y aprobacion de los mae~tros; la suprcsion de las
connmiun.des y congregaciones religiosas y la inoautaoion de sus bienes ¡
la separaciou ab¡;oluto. do la Iglesia y el Estado.
¿ Son estas oondenaeionos contrarias ,í la libertad?
Eu ouanto !Í las condonaciones referentos á la edncacion, Creemos
do suma oportnnidau copiar aquí talcs enorea condenados. Dicen así;
"D. o El mcjor Gobicrno civil exige que las escuelas populares,
abicrtas lí touos los niños, de cU"Llquicra clase que seau, como todos los
estableci mientos púulicos, sin distinoion, destinados ti d,n la lnstruocion
superior :r ti formur la educaoion de hI juventud, estén exentos de toda
autoridad, de toda direocion, de toda ingerenoia dc parte de la Iglesia,
y plenamentc sometidos :í la autoridad oivil y política, conforme á la
voluntad de los gobiernos y tÍ los ,"otos de lu opinion pú ulioa."
"10. Los oatólicos pueden aprobar la enseüanza do la jm'cntnd
que, extraüa á la fe oatólico. y sustraida ¡í la autoridad de la Iglesia,
tiene por objeto únioo, ó al ménos principal, dar sohmente la ciencia
de las cosas naturales, y encerrada en los límites do la vidu sooial."
Condena el S!Jllabus los siguientCE. elTorcs contra la. llloralllatural y
cl'ist.iana; 1.° El principio de que no es neccsario que las leyes humanas
sean oonformes al derooho natural ó reoib¡.n de Dios su fucrza oLligatoria;
2. 0 La omuncipaoion de las leyes civilcri y de las cienoias filosófioas y
morales de la autoridad de Dios y de la Iglebia; 3. 0 El prinoipio de
que la moral y la honradez deben consistir en la adquisioion do riquezas
y en la satisfacoion de las pasioncs; 4. 0 El de que el derecho consiste
en el hecho material, y qne todos los deberes de los hombres son Yanas
palabras y todas los heohos humanos tienen fucrza de ley; 5. 0 El de
que la autoridad no es otra cosa que el número y la suma de las fuerzas
materiales; a. O La desobediencia ú hs autol'iclades legítimas, y el
derecho para revoluciouarse contra ellas; 7. 0 El prinoipio dc que es
lícito por amor tÍ la patria la violacion del m¡ís santo de los j1ll'amentos
y la ejeoucion de toda accion oulpable yaulJ criminal, 0lll1e~ta ,í la ley
eterna.
j. Son c::.tas condenaciones contrarias á. la libertad?
1'01' ellas so condeno. el anonadalllionto ele loda moral y de toda
MEDITADLO BIEN.
Carta dirigida á los artesanos de Bogotá, á los jóvenes estudiantes y á los
militares que fueron nuñistas.
,.
75 porque tuvieron dignidad eu RUS conviccionell, atacados de~pnes ~in
,
t.
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misericordia eu llls Estados del AtUUI,ico y en Cumliunlllnrca; ¿ habní
entre todos esos ciudadanos, que han fornado en las filas republicanas,
quienes consientan en deshonrar su bandera, olvidar sus principios,
perdonar el crímen impenitente y alt:lUero, fraternizar con los victimarios
de la patria y ponerso al servicio de lus mismos que les han infligido
todo linaje de violencias y ultrajes?
Ah! los que tal hicieran, serian dignos de la suerte qne corre la
india imbécil, la mujer menguada que, despues de recibir golpes y
plmtapiés de su lwmb,'c, so vuelve contra quien la dtlfiende y le apedrea:
el premio de tanta e tupidez y tanta bajeza lo recibe la india siempre
en la moneda coniente: en nl1eyos puntapiés y nuevos golpes.
Notad una cosa bien significatiya. ¿ Qué os ofrecen los oligarcas al
pediros apoyo en tan apurada situacion '? Ya que cla.man por la "union
del partido liberal," que ellos disolvieron con falsificaciones y á balazos;
ya que os piden auxilio para sostenerse, y que fingen un espíritu de
fraternidad de que son incapaces; ya que ellos creen poderos corromper
con promesas, ¿ qué os han ofrecido como prenda de reconciliacion? Si
tratlln do ganaros con prOllle¡;aS de empleos, ¿ de eUiíles se han desprendido
en obsequio vuestro? Lo quo os proponen es esto: "Emprendamos la
guerra general para ótsegl1rarnos en el poder, y C0l110 tendremos que
formal' un gran ejército, os daremos colocacion en sus filas."
Esto equivale tÍ deoir: "Encargáos de la parte peligrosa; idos á
combatir, á exponer la vida por nosotros, miéntras nosotros gobemamos
y gozamos de las sinecuras. Nosotros tenemos valor para fusilar pueblos
inermes y falsificar registros: toca á vosotros, libenles ]'epublicanos,
tener el valor de los combates; idos á matar godos, miéntms nosotros
engordamos en las dohosas de la 'rosorerÍa! y viva el gmn partido
libm'al! y abajo los godos cató/ií:oS! "
Vi vo Dios! y os dejareis embaucar por esos farsantes? Espero que
no, porque confío en vuestra dignidad y oreo que no habeis perdido el
sentimiento del honor! Si no ql1ereis hoy continuar en la alianza que en
1875 y hasta Febrero último teníais formada con los conservadores, á
lo ménos permaneced neutrales. Si no teneis vivo el recuerdo de todos
los ultrajes recibidos, ti lo ménos no vayais á pOlleros en cuatro piés
delante de los que ayer os aseRinaban y vilipendiaban. Si no teneis
ganas de portaros como leones, no ircis tampoco á batir la cola buscando
mendrugos como humildes perros.
Si DO quereis ser implacables con los que os ultrajaron y hoyos
adulaD sin pediros perdon, tümpoco ireis hasta envileceros, poniéndoos
:í su servicio, y empuñando 1m clrfetlsa de ellos los mismos "ijles con -~--
no ha mucho o~ abalearon ! ~'t;
VIII
~N
;
.. lo'! illmnentos solemnes en que el grito de guerra se dejaba
Avancemos .·
N o se necesita ser praáicador, ni teologo, ni eatófico, ni sabio, nf
filósofo, basta sor hombre de bien y desapasionado, para L'CI' en esta vida,.
que la conciencia (esto es, el seMido 71!oml) y las pasiones cumules, á las
cuales provee de argumentos el. espíritu, viven en guerra abierta en el-
intel'iol' dol hombro mism'O.
La facultad s6/lsitÍt'a del alIlli\ proclama el devcr ttll COlDO la conciencia,
se lo muestra, y r sin U.Í5CUt;lOll, lo defiende con In fe. La facultad!
int.eligente dol alma proclama la verdad, hit como el raciocinio la.
demuestra, y,. armwa de- silogismos, .ro defionde l'Uzonaudo.
Estos dos móviles manticnen desdo 01 primer dia, y manicndráw
hasta el últim(} momento, divididos en dos hand.os á los·11lJmbres.
Los segundos son pocos: son los ospíritus fuertDs, los filósofos.
independientes, los utilitm'istas, loo materialistas, los prudhonianos ..
Ll!tmanse, en general, racionalistas.
Los primeros son el resto doducidos él!tos, es decir, casi la totalidad,
elo nuestra espeoie.
Ahora bien: lct past'on, ese fabo compañero del espíritu, tiene mil
recursos para hacerse oir; la c&llcieneia, por el contrario, no tiene otrO'
recUl'SO ni otro apoyo sino su propio 'Ceto, que, en último analísis, e9
lllla sancion exclllsiwmente j·eli{]iosa.
La l'((siol~ es el cbnsojero de la jnventud, ele la inoxperiencia; la
conciencio. tiene pocos oyentes fL1era de los cse::umcntados.
i
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con ell1uxilio de cómplices para quienes ningun crímen es cl'Ímen tom&
pl"Oduzca dinero.
Ouando se llama al utilitarismo en auxilio de los quo explotan la
inexperiencia de 1a apasignada juventud; y cuando se trae al conde'
Destutt de Tracy tÍ apoyar con 811 materialismo ese sistema; cllando loS'
directores dEl' la política oncial y de la instruccion pública son masones-
y materialistas y ateos; cuando el hacer alarde de' estas opiniones sirvO'
de pasaporte para entrar en la gracia del Gobierno; y cuando se estimula
con sueldos ó lisonjas á los ineautos y á l~s presuntuosos, es imposible'
que lleguo ¡¡ habQr en cada mil jóvenes sometidos ¡í este sistoma do'
COlTIlpcion, mús de Rno q,uC' D'(} pare en prudhoniano' perfecto, en.
demoledor, en monstruo.
Se dico tÍ los j.óvenes: H Br deber moral es 1ech111'a de los hombres;
la conciencia humana, el sentido íntimo, el conocimiento innato der
Bien y del 1I1al no existe sino· en los pergaminos de los teólogos; el'
placel' es el bien " la el'eencia en lo sobrenatural es el anonadamientO'
del individuo; el dogma religioso' es el apóstol de la obediencia ciega y
la degradacion de la. especie humana.-."
Bien claramente predioa el Gobierno con BUS actos: Oíd lo que sus'
actos dioen :
" Si teneis miedo de Dies, atacad tÍ Dios en la eonciencia y en el;
CIuto; si temeis al catolicismo, que anda hÁeia at1'a8, y al jesuitismo que'
todo lo corrompe, y al ascetismo que san tinca la pe/Ut y llama orímeD'
al place!';. si no quereis ser esclavos del. papismo, que quiere dominarlo;
todo, y del Syllabus, que es la negacion de todo derecho y todo bien; si
os alarma esta perspectiva pavorosa, en vuestras manos está hacer quc'
su advenímiento' sea imposible. Si hay ley de olecciones, escrutad; si
hay Estados soberanos que os den r celo, COUCltlÍstadlos con la fuerza Ó'
corromped á sus Gobiernos con dinero. ¿ Kecesitais un Congreso?
Formad las listas y mandad que lo hagan. ¿ Os incomoda la prensa?
Atropelladla. ¿ Os da miedo' ver que los electores quieren ejercer su
derecho? Llamad la G.uardia y n.mehalladlos. El terror es el mejor
agente quo puede encontrar un Gobierno. La idea es 1m mito, una:
Husion que sólo sU'Te para consolar á los vencidos. Sólo la fuerza es·
con.vincente, eficaz, indiscutible."
CAMIJ.O A. ECUEVERRI .
ii.)
N MEDIO de la exalta,clon de las pasiones difícil baIlamos
que se ha,ga justicia á la rectitud de miras y tí la verdad
2-, que encierran las doctrinn,s do un partido lJoHtico: se
~onsidera que sns actos y sus pabbrns ocultan algo desconocido,
y para hacer odiosos {¡, s IS ]lOmbre'S y ti sus doctrillas se bUllca
algun nombre odioso ú odiado, con el cual se lell designa, para.
que el vulgo confunda Hcilmcnte el recuerdo que guarda del
-pasado con la comedia que {¡ sus ojos van {¡, hacer representar los
directores de la tramoya. Así, cuando las pnsiones se exaltan, 101l
tribunos libemles llaman goclos {¡ los cousonanores, y pretenden
hacer una misma la causa que sostenian los partidarios de Fernando
VII con ia que sostiene este partido en Colombia. Esos mismos
tribunos desfiguran por completo el programa l)olítico del partido
"Conservador, y le atribuyen ideas que no tiene, miras que nunca
ha abrigado.
Para conocer, pues,1as causas que mantienen agitada y di vidída
nuestra sociedad, se necesita estudiar el oríJen de los partidos, su
historia y sus doctrinas, pues de este modo se llega al conocimiento
perfecto de las tendencias de cada época; y pesando con impar.
cialidad los hombres y sus bechos, podrá la generacion que se
levanta obrar inspirada por un espíri tu de justicia; y anda.ndo el
tiempo, la historia podrá dar á cada cual el puesto que en sus
páginas reserva pam. la po~teridad.
Áutes de entrar en In. relucion de la lucha que tanto ha conmo_
vido ti la N acíon, dediquemos algunas páginas ú estudiar el orígen l
la ma.rcha y las doctrinas de los dos partidos contendores.
Si al volver los ojos al pasado y tropezar Con algunas tu
--
....
II
CONSU:~fADA la indepe ndenci a, libertad os Perú y
Bolivia , Co-
lombia rodead a de sus inmort ales triuufo s, entraba cou paso seguro
en la vio. de su organizaoion donniti va, bajo la mauo poderosa del
genio que le habia dado la gloria y la vida. Al rededo r del grande
hombre se formab an pequeñ os círculos, animad os por diferen tos
ambicio nes. En el Consejo de Estado se discuti a y arregla ba un
plau monárq uico, cuyo fin era crear el Imperi o de los Andes para
ceñir á las sienes dol Liberta rlor, extraño á estos trabajo s, una
corona que habría de empañ ar y apocar sus glorias. Bajo la direc-
cion del genera l Santan der, agitado pOI' la envidia de no poder
ser el primer o en Coloro bia, se trabaja ba sordam ente, con pretext os
de libertad , en la ruina de la gran N aciOD. La lucha de estos dos
círculos produjo la conspiracioD del 25 de Setiem bre, y la represi on
de este golpe la dictadu ra tIel Liberta dor.
Los dos círculos que se combat ian se llamaro n bolivianos y
liberales. Los bolivia nos creian secund ar las miras del Liberta dor,
expresa das en su proyec to de ConstitucioD, abriend o el camino
:í.
una monarq uía; los liberale s vieron en ese proyec to la resurre ccion
del régime n que odiaban , las bases de una aristoc racia que no
podian soporta r. La lucha de esos dos partido s destruy 6 la glorios
a
Colombia, y al propio tiempo quo sirvió de asidero al desarro llo
de bastard as pasiones, abri6 camino á esa crimin al conjura cion
*
* Mi querido y venerado padre fué lIDO de los conspiradores del 25 de
Setiembre. Su juventud , su inexperiencia y su entusiasmo por la Repúbli
ca,
que él creia iba á desaparecer, lo llevaron á la conjuracion. En aquella
terrible
noche cumplió su deber, como ya Jo habia cumplido cuando por
oponerse tÍ.
la muerte del LibertadOl' se batió con Carujo. Ese dueJo Jo salvó del
patíbulo ,
y con él se salvaron el general Santander, jefe de la conspiracion,
y veinticinco
conjurados más, todos granadinos. El castigo que Be le impuso
por sus
compromisos fué justo y así lo reconoció él siempre. Convenoido de
BU error,
:urepent ido de su falta, veneró siempre la memoria del Libertad or,
y su amor
por la República no se amenguó jamas. Esa es la rica herencia que
yo con-
servo como el mejor de los bienes.
III
Pocos meses, despnes de la muerte del Libertador, pudo man-
tenerse en el mando el partiuo boliviano. La dictadura del geoeml
Urdaneta fuá sólo un movimiento de vida que se apagó bien
pronto, y ese gran partido murió físicamente porque habia perdido
su razon de ser.
Colombia quedó dividida, y cada porcion entregada al fmor
de las pasiones que sobre ellas iban á desencadenarse.
El partido liberal gobernó tí la. Nueva Granada sin oposicion
alguna; pero bien pronto se dividió en dos grandes bandos, ú los
cuales se afiliaron indistintamente los bolivianos vencidos y di-
sueltos. Uno de esos bandos se llamó partido conservador, el otro
partido liberal, y se separaron para combatirse, cuando en la som-
bría montaña de Berruecos expió ti manos de asesinos infames el
crímen de su virtud y de su ilustracion el Gran Mariscal de Aya-
cucho, Antonio José de Sucre, y empapada en la sangre de sn
v~ctima levantó su bandera el liberalismo, apoyado en la fuerza
que le daban los m:'ÍA feroces y constantes lidiadores en pro de la
causa de la Colonia, los m:J.s crueles perseguidores de los patriotas.
Para comprobar esta division que se efectuó entónees, bastará
citar algunos nombres propios. i QLlÍénes componian el Gobierno
constitucional de 18301 El doctor Alejandro Osorio, el docto.n~~...
¡
Ignacio de Márqucz, el señor Joaquin Moscluera, y los gene 1lAcr" <¡)
~
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-134-
Domingo Caicedo, París y Rieux. A ellos f\lé :L quienes derrocó b
dictadura de Urdanetn, ú ellos ti quienes volvieron al poder los
tratados de Apulo. Todos estos ciudadanos fueron de los fundadores
del actual partido conservador.
Elevado á la Presic¡encia. el general Santander, su gobierno
marc6 el punto de partida en el dominio de un círculo y eu el
<lescr<dito de la Patria.. Despues de las matanzas de 1833 y 1834
debia venir el dogal que apretándose al cuello de la República, la
hiciera esclava del extranjero: ese dogal se llama lcHleucla nc~cional.
Siendo Vicepresidente de Oolombia el general Santander, se
contrataron en 1822 y 18240 empréstitos por valor de $ 33.750,000.
Esa enorme sum:1 de dinero ningun beneficio produjo al país, ni
un puente, ni un edificio se construyó con ella; esos millones se
disiparon como un sueño, se evaporaron como la niebla. En 1834
ese mismo general Santander, siendo Presidente de la Nueva
Granada, dividió entre las tres naciones que formaban ti Oolombia
la deuda por él contraida, y i cómo 1u. dividi61 Haciendo cargar ti
la Nuev:1 Grana.da con la mitad de lo que adeudaba Colombia.
i Por qué se hizo esto así ~ Oigamos la respuesta que ti esta misma
-pregunta da el inmortal Caro: "Porque así lo exigi6 imperiosa-
mente Sántos M:ichelena. i Y qué medios tan persuasivos, tan po-
derosos, fueron esos que empIcó SlÍntos Michelena para. obtener á
favor de Venezuela, contra. la Nueva Granada, ron exorbitante
concesion ~ Ese es un secreto que boy guardau para siempre dos
sepulcros: el sepulcro de Santander en Bogotá, y el sepulcro de
Michelena en Carácas."
Para la celebracion de aquel pacto el general Santander viol6
la Oonstitucion, violó la ley. i Ouál fué la conducta del partido
conservador en presencia de ese monstruoso tratado ~ Oigamos
otra vez á Caro, tí. ese viril escritor condenado al ostracismo por
el crímen de su talento y de su virtud, y que nos sirve de guia en
esta excursion sobre el pasado: '1< "El partido conservador, ent6nces
en mayoría en la Oámara de Representantes, en sesion de 22 de
Marzo de 1836 declaró no conRtitucional la conducta elel Poder
Ejecutivo, - en sesion del 28 del mismo mes, insisti6, con una
mayoría superior ti la primera, en la misma declaratoria, - en
IV
LA primera Administracion conservadora se preparaba á atender
al arreglo de la inmensa deuda que el liberalismo dejaba sobre la
N acion, cuando esos liberales levantaron el estandarte de la
l'ebelion, para aumentar con la guerra las desgracias de la Patria.
Aquella no fué una conmocion política, no fué un movimiento
popular en busca de libertad, en favor de alguna idea generosa.
Fué, sí, una rebelion, cuyo único objeto era adueñarse del poder, y
para conseguirlo, "asesinaron y robaron sin pudor, militarizaron
todo el país, saquearon las arcas públicas, destruyeron numerosas
y bellas hacienda"!, paralizaron la industria y el tráfico interior,
cerraron los puertos, y tí la deuda pública, ya sin medida, que 110S
habían legado, agregaron una nueva deuda de más de tres millones
de pesos!"
Esa rebelíon era encabezada por el general Obando, soldado
de la Colonia, defensor celoso de la monarquía de Fernando VII,
que se hizo partidario de la República cuando ya se extinguia el
poder español, y sobre el cual pesaba una acusacÍon terrible, i el
asesinato del Mariscal de Ayacucho J y secundado por Sarria, el
traidor que entreg6 á la cuchilla españo1a la noble cabeza del
sabio Có.ldas; por Agapito Labarcés, el asesino del Gobernador
Fábrega; por Noguera, por Troncoso, por Carmona, por La Rota,
..
,..\ ..,
' ..
©Biblioteca Nacional de Colombia
-U1-
Uu Vicepre!lidente, que el'a el segundo Jefe: uno y otro duraban
cua tro afios en sus destinos, y no eran reelegibles. El Presidente
era elegido por las Asambleas electorales, el Vicepresidente por
el Congreso.
Eran atribuciones del Poder Ejecutivo: mantener el 6rden y
tranquilidad interior de la República; repeler todo ataque 6
agresion exterior, y reprimir cualquiera perturbacion del 6rden
público en el interior; cumplir y ejecutar la Constitucion y las
leyes i disponer de la fuerza armada para la seguridad de la
N acion; suspender 6 remover libremente de sus destinos á tocios
RUS agentes i convocar el Congreso {Í. sus sesiones; dirigir las
negociaciones diplomáticas; conceder cartas de naturaleza. y
patentes de corso; decIarar la guerra á otra N acion, prévia la
autorizacioll del Congreso; expedir patentes de na,egacion, y
conmutar la pena de muerte.
El Encargado del Poder Ejecutivo era responsable por los actos
de fU conducta ofioial: 1.° Cuando tenian por objeto favorecer
los intereses ú operaciones de una nacion extraña 6 enemiga de la
N ueva Granada, contra la independencia 6 intereses de ésta.;
2.° Cuando tenían por objeto impedi?' que se hicie1'Ctn las elecoiones
prevenidas por la Constitucion, ó coa'rt<;w la libefl'tad de que debian
gozar en ellas los que las hacían; 3.° Cuando teni:1n por objet.o
impedir la reunion del Congreso, 6 coartar la libertad é indepen.
<lencia de que debian gozar sus miembros en todos sus actos y de.
liberaciones; 4.° Cuando se denegaba á dar su sancion á los actos
legislativos; 5.° Cuando tenian por objeto coartar la accion del
Poder Judicial; y 6. ° Cuando por uno de sus actos Ú <lmision
violaba alguna ley expresa.
La Constitucion establecia un Consejo de Gobierno compuesto
del Vicepresidente de la República y de los Secretarios de Estado,
cuyas opiniones debia oir y consultar el encargado del Poder
Ejecutivo.
El Poder Judicial estaba á cargo de una Corte Suprema de
justicia, y de los tribunales superiores de distrito y demas juzgados
creados por la ley. Para ser Juez se neeesitaba tener 30 afio s y
las de mas condiciones impuestas por la ley.
Ademas la Constitucion contenía entre sus disposiciones gen~
rale¡; :as siguie~tes: ". .
1. No habla títulos, QElIl01DlnacloI;lss DI condecoraclOne'" ~
.4
J{.~ wc
nobleza, ni distincion alguna hereditaria; 11 J'
a
©Biblioteca Nacional de Colombia
-1 42 -
Z! Nin gun granadino era obligado
á comparecer en juicÍo sÍfId
ante los juzgados ó trib una les com
petentes, establecidos por la:
Constitucion ó la ley, ni conden
ado "in ser oido ' ni vellcidc en
juicio, ni se le podia imp one r pen
a que no estu vier a señalada por
la ley ;
3." Nin gun gran adin o podía ser arre
stado, detenido ó reducid'o
á prísion, sino por la auto rida d, en
tos Cl1l'>OS determinados y pre-
venidos en la ley;
4.' Se abolia la pen a de confiscacÍo
n;
5.' Nin gun grnn¡).clino podía ser
priv ado de par te algu na dé'
su pro pied ad sin su libr e con sen tim
ient y sin ser inde mni zad o;
6: Todos lOS granadinos tení an lao libe rtad de pub lica r sus
pensamientos por medio de la imp
rent a, sin necesidad de' prév ia
cen sura ó permiso de auto rida d
algu na; pero esta ban sujetos á
un juic io por jnra dos por los abu
sos que com etie ran en. el ejercici'o
d-e este dere cho ;
7." Ten ían la facultad' de recl ama
r ante las autoridades, y
éstas el deb er de aten der y desp ach
ar sus peti cion es; pero nad ie
podia. arro garse la cahficauion de
pueblo; ni hacer peticiones á su
nom bre ;
8: El cTomicifio y fa eorrespond'encia
eral1 invi olab
0'." Se pro hibí an la fundacion les;
de mayorazgos y toda clase de
vinculaciones, y no hab ia bienes rafees inen ajen able s,
i Pod ia asp irar á más una nacion
jóven, libr e y civilizada'!
Los que acusan al part ido 'con serv
ado rde abs olut ismo, de retroceso,
desconocen la hist oria ó lo ealumni
r.:n á sabi end as. Si otra s q,ue
las idMs de verd ade ra liberlact fuer
an ltt~; del par tido con;;erv-ador,
en esa Constitucion, obr a tie ese
part ido, exp edid a sÍn opo~icion,
despues de una victoria absoluta
y complet a, la teocracia, el abso
lutismo y la tira nía hab rían hecL -
o de ella su obra.
Al amp aro de esas instituciones
el país goz6 de libe rtad ' y
6rden has ta el infausto dia en que
un Congreso déb il se dejó inti -
mid ar por una turb a de furiosos,
y al bril lo de los puñ ales fué
el egido Pre side nte- de la Rep úbli ca
el gen eral José Hil arío L6pe.z
el 7 de ' Marzo de 1849.
VI.
_ TO:YADO el Gobierno por
Ma.lto, 01 gOl lera l Lúpez proclamó
()~ tc prin cipi o: Yo gobic'l'n
o con mi '[lCl'rtic?o y 1)((?'a ,¡ni ]Xu iido ,
\Tl1
A la dictadura de :Mela siguió el Gobierno constitucional del'
doctor Manuel María Mallarino; ese Gohierno aclamado por todos
los partidos como el modelo de lo justo y de 10 honorable. Él curÓ"
las heridas abiertas por la. guerra, gobernó con todos los partidos,
clevol vió la confianza, fortificó Ta paz, restal>leció la ind ustria.
Desde 1857 se habia principiado á da-r una nuevJ\ forma al'
sistema de Gobierno con la creaciou de Estados federales, depen.
dientes del Gobierno central de la Re pública. El partido conser.
vador, ab(tndonando SH bandera, entró en el camino de las expe.
riencias y false6 el principio de unidad, debilitando la mision de
la autoridad nacionatl, y en 1858 el Congreso constituyente de
aquel año reorganiz6 la administracion pública y estableció la
maldecida y funesta federacion. De la. República una é indivisible'
form6 diversos grupos que la ambician debia despedazar.
Ese error, esa gran falta era un prevaricato, una debilidad mús
culpable que la del 7 de Marzo, porque entregaba el porvenir ú
nuevas tormentas y ataba las manos al Gobierno para que los
enemigos de la sociedad cayeran sobre ella. Ademas, en esa Cons.
tit¡lCion se aceptaban principios contrarios ti los que bal>ian sido
el credo político del partido conservador. ¡Las desgracia.s qlHl bn,»
VIII
EL pa.rtido conservador por su sinceridad, por su respeto á la
religion, á la moral y á las costumbres, es el heredero de los
patriotas de 1810, profesa y pone en práctica el principio del poder
p<.th"a tad()~; dem~crata y republicano p~r conviccion profunda,jamas lI.t
se le ha VIsto deIficar á un hombre, DI entregarse á humillacion "(,)- ~
,
que proclama. la Libertad, fuente fecunda de todo bien y de to ~
progreso. :
J
La lucha armada en el Cauca - Combates del" Calvario " y " Reventon." - Lá-
doctrina de la intervencion - Separacíon del general Córdoba del Gobierna
del Tolima - El nuevo Gobernador, doctor Antonio B. Cuervo - La actitud
del Gobierno nacional.
í
/i{ L GOBIERNO del Cauea habia resnelto lanzar al E's tada
en la guerra, y todos sus actos así lo demostraban. Dos
objetos se prolJOoia con esa conducta: primero, ahogar la:
poderosa opioíon qne lo habria derrocado en medío de la paz, y
segundo, reunir 1as filas liberales divididas por Jos sucesos de 1875.,
Contando con el poderoso apoyo del Gobierno federalf nada podía.
detenerlo, y en persecucion de su objeto tom6 todas las medidag
que podían conducirlo á este funesto resultado. El Gobierno del
Cauca veía la guerra como una necesida:d. "Colombia necegitaba,"
dice el Se'cretario de Hacienda del Cauca, 'lO " (como todas las
Repúblicas americanas donde impera el catolicismo ultramontano),
necesitaba: una guerra en que la Teocracia tomara una iutervenciou
directa para que salíe1'a vencida."
Pose ido el Gobierno caucano de esta necesidad, toua su accion
se contrajo á producir la guerra. Se mandaron componer todas las
armas que hubiera en los Municipios, delegando las sumas necesarias
para los gastos de esta naturaleza; se les facu1t6 á los Jefes
municipales para declarar turbado el 6rden público luego que
hubiese necesidad de hacer uso de la fuerza armada; se dictaron _' __....--::::-0_
por el Gobierno providencias de carácter general, como uu traba' -~
'to,;
.* )Iemoria de 1877, p¡ígina H3.
" Estados Unidos de Colombia - Estado soberano del Cauca - Ejército Rege-
nerador - Comandancia general del Norte del Estado - Cartago, 16 de Julio
de 1876.
!!leí'íO!1 nalltolo !.mjl¡ea - lrcr¡cil¡a.
He triunfado de las fnerzas mandadas por los generales Perea y
Solano en la loma del Cal vario, en Santo. Ana. Prisioneros, Tulio Gómoz
y Manuel D. Camacho (hijo) y muchos otros más. Heridos, coronel
ClÍrlos Gómez y varios. De nuestra parte perdimos un oficial y varios
indh-iduos de tropa.
Dios, Patrio. y Libertad.
TELMo 1l0RMAzA."
JlI
UNA vez lanzado el Cauca en la guerm, los Gobiernos de An.
tioquia y Tolima se dedicaron ú impedir en sus Estados levas ó
enganches que pudieran afectar la soberanía de aquel Estado.
Segun la Constitucion nacional, Seccion primera elel capítulo
II, que trata de los clm'eohos y cleb 1'es de los Estados, éstos se com-
prometieron" en obsequio de la integridad nacional, de la marcha
expedita de la Union y de las relaciones pacíficas entre los E~tados:
IV
Los Gobiernos de Antioqllia y Tolima cumplian sus deberes
constitucionales. En Antioquia la insurreccion de] Canca encontr6
inmensas simpatías en todas las clases sociales; pero especialmente
estas ~impatías se traslucian en hechos en Jos pueblos del Sur.
Burlando la vigilancia del Gobierno del Estado, los particul11l'es
enviaron al Cauca las armas y municiones de propiedad particular
que habia en aquellas poblaciones, y algunos particulares fueron
á enrolarse voluntariamente en las filas cancanas. El Gobierno
antioqueño hizo todo lo posible por impedir estos auxilios, hizo lo
que el Derecho de gentes prescribe á los neutrales, tom6 todas las
precauciones para vigilar la frontera, para impedir que los ciuda.
danos auxiliaran la insurrecciono
Igual conducta observaba el Gobierno del Tolima, y no hubo un
solo acto que pudiera alegar el Ejecuti vo nacional para considerarlo
como agresion armada de parte de alguno de aquellos Gobiernos
contra el Gobierno del Cauca.
El 25 de Julio el Gobierno del Tolima dirigi6 al Ejecutivo
nacional la siguiente nota:
Julio 29
Al señor¡ $ccl¡cta~io ue q:obicql1O ucl :fistndo sobcl:ano del q;olima.
Acabo de recibir, por posta, la nota do usted, fecha 25 del corriente,
on la que me avisa haber dispuosto que un piquete de la fuerza pública
del Estado saliese á captura r la partida de diez y seis á veinte hombre
s
que habian marchado hácia el Cauca, sin decir tÍ qué.
Esa partida iba al mando de un tal Torrente, y estando cerca de
Buenavista, recibió avi.so de que iban tí aprehenderla. Hubo un simulac
ro
de persocucion, y 'ronent e pudo seguir camino sin sor molestado.
Es
inútil dar mús pormenores ¡:;obrc esto.
Incluyo (í ulltocllln boletin de las noticias que han venido al Gobierno
general. Hoy se publicará otro mlís explícito.
Soy de usted atento servidor,
M. ANOÍZA R.
v
A reemplazar á C6rdoba fué llamado el primer designado,
doctor Antonio B. Cuervo, y el 31 de Julio tomó posesion de la
Gobernacion del Estado ante el Tribunal Superior. Hé aquí la
alocucion que con tal motivo dirigió á los pueblos del Tolima:
TOLIMENSES:
Vuostros dolegados me eligieron para sentarme bajo el soJio de la
primera Magistratura en el caso de que faltase el ilustre ciudadano á
quien el pueblo favoreció con sus sufragios.
Hoy he prestado finte el Tribunal Superior de Justioia el juramento
solemne de sostener y defonder Vl.1estra soberanía y vuestras institucionos;
y al empuñar el baston que han empuñado Domingo Oaicedo, Uldarico
Leiva y Joaquin M. Oórdoba, me sentiria abrumo.do si no conta.e para
gobernar con el concurso de todos 108 hombres de buena voluntad, sin
distinoion de partidos.
La situacion del país no es lisonjol"!L: el horizonte está. cargado de
terol estades; y sólo Dios y vuestro patriotismo pueden conjurarlas.
Todo lo espera de vosotros el magistrado que sin odios de partido, sin
rivalidades de círoulo, viene á tomar un puelSto en vuestros hogares,
para sor el primero de los servidores de la causá públioa; y así apolo
:i vosotros mismos para llenar los deberes que me ha impuesto el
llamamiento de vuestros delegados. Pero la guerra ha desatado sus
horrores en el vecino y generoso Cauca; y esa situacion os impone y
me impone deberes que es preciso cumplir estrictamente: velar porque
el incendio no se propague :i vuestras fértiles y ricas comarcas, y guard
VI
EL Gobierno general reclutaba activamente eu Cundinamarca,
Boyad y Santander. El Gobierno de Cunclinamarca. llam6 ti aliso
tarse en las milicias del Estado á todos los varones de 18 á 60
años. Sólo se exceptuaban de este alistamiento los ministros de
los cultos, los médicos, practicantes y sirvientes de los estableci_ ~ ...
mientos de beneficencia y los físicamente impedidos para el ser ~..'
vicio de las armas.
I
NFORMADO en Ibagué el soñor Sergio Arboleria de los
acontecimientos que se cumplían en el Cauca, no vaci16 en
ponerse en marcha húcla Cartago, con el firme propósito de
poner su nombre y su prestigio al servicio de la santa causa que
defendian sus amigos. Él no poclia hacerse neutral en esa lucha,
no podía posponer los dictados de su corazon ií los mezquinos
intereses del egoísmo.
El señor Arboleda abandonaba para elltrar en la lucha una
numerosa familia, que al propio tiempo que era el encanto de su
vida, formaba el nido de sus esperanzas y de todos sus afectos;
dejaba en poder de sus enemigos cuantiosos intereses, y marchaba
á exponer su vida. i Qué movía al sefior Arboleda :í. tamaüo
sacrificio? Para las almas vulgares el móvil de esta. conducta era
la ambicion mezquina de un mando efímero; para. las almas
elevadas ese móvil será bien distinto.
Al señor Arboleda lo llevaba el debel' tÍ. los campamentos;
deber imperioso, deber irresistible. Los caucanos babian aceptado
el reto á que los habia provocado su Gobierno, y se habian armado
en defensa:
De la libertad de su conciencia y de sus fueros relicriosos ..,()i>
atacados en la escueht donde ora obligatoria para sus hijos 1 ~
Atacados brutalm ente los pueblos del Cauca, en sus más sagrado
s
derechos, por los goberna ntes, hasta el punto de verse obligados muchos
indi viduos de diversa s localida des á resistir, en defensa de su
vida, tÍ,
los cuerpos armado s por la autorida d, y lanzado s, sin pretexto ,
contra
Socicdade¡¡ y ciudada nos pacíficos, quc, por consecuencia de su
justa
defensa, f~eron llamado s rebelde s y tratado s como tales, no quedó
otro
recurso á la gran mayoría que manten erse en armas para sahar
BU
vida. y, últimam ente, alzar el pabellon de la justicia y de la libertad
,
proclam ando al ciudada no Sergio Arboled a 1:'rc idcnt.e proviso
rio del
Estado, Directo r de la guerra, para restable cer el imperio de las garantía
s
constitucionales.
II
EL 29 de Julio dictó el Presidente provisional el siguiente
decreto:
DECRETO NÚMERO 2. o
DECRETA:
IV
Er.. dia 26 de Julio avanzó sobre Palmira una fuerte col umM,
escogida entre lo mejor del ejército liberal, á 6rdenes uel coronel
Tomas Rengifo.
Madriñan abandonó á Palmira el 27, á la aproximacion del
enemigo; y los fuegos se rompieron en el sitio de "La Esmeralda,"
¡¡ las goteras ue ariueHa poblacion. La retirada de :ilIadriñan babia
v
Es lvIadriiían
muy desgraciado.
VI
EL GoLierno nacional habia resuelto ocupar militarmente el
Tolima, y así lo comunic6 al Gobernador de aquel Estado. Tal
paso era una provocacion á la lucha, una amenaza á la existencia.
de aquel Gobierno. Así se lo hizo presente al Secretario de]o
Interior y Relaciones Exteriores el Secretario de Gobierno del
Tolima. Hé aquí la nota:
~
OS SEÑORES Demetrio Viana y Zoilo de Silvestre,
I comisionados de Antioquia y Tolima cerca del Gobierno
~ (? general, habian llegado [Í la capital el S de Agosto, y el
9 tuvieron la primera conferencia con el señor Secretario de lo
Interior. El objeto de su mision está claramente expresado en la
nota que al mismo Secretario dirigieron con fecba 10. Esa nota
debe recogerse, porque ella funda las bases del derecho con que
aquellos Estados resistieron al Gobierno general. Dice así:
i
©Biblioteca Nacional de Colombia
-188-
juzgm' Lales actos, y decidir Quríndo ellos son "iolaLorÍos de los derechos
indi viduales ó de su propia sobcranÍa. Así se puede decir, sin que nadie
tengo. derecho para calificar de indebida esta opinion, que los Estados
tienen perfecto derecho constitucional para calificar los actos del Poder
Ejecutivo nacional. Es vordad que la facultad de aml1ar tales actos
reside en la respecti va Legislatura; pero ésta onlos Estados de Antioquia
y Tolima, ha sostenido siempre la doctrina de la no intervencion; y el
Gobierno Ejecutivo de dichos Estados DO bace otra co~a que repetir la
doctrina aceptado. y sostelliua por los represent,\ntes del soberano.
Concretando ahora el objeto de la mision confiada á los suscritos,
éstos pidcn por el órgano del honorable señor Secretario de lo Interior
y Relaeiones Exteriores, respetuosamente al ciudadano Presidente de la
Union :
1.° Que en obsequio de la pll.Z general de lo. Union, de los grandes
intereses de la indust.!'ia, del crédito del país, se digne declarar que el
Gobierno nacional cree ql1e la Constiinciol\ nacional lo prescribe una
estricta lloutraliuau en la lucha interna quo ha surgido en el Estado
soberaDo del Cauea ;
2.° Que en obsequio de los mismos graudes intereses, se digne retirar,
ó por lo ménos no movilizn.r de Honda ni aumentar las fuerzas nacionales
que han ocupado parte del tel'l'itorio del Tolima ;
3.° Que con el fin de devolverle la confianza al país, se digne
declarar que el Poder Ejeoufivo no tiene el propósito de hacer la guerra
tí los Estados do Antiorplia y 'l'olima ;
4.° Que en caso do que tenga t.al propósito, se observe estrietamento
el artículo 19 de la Constitucion nacioual.
La primera de estas peticiones está apoyada en las consideraciones
precedeutes.
La justioia y conveniencia de la segunda, no puedo ocult.c'1.l'se al aIto
criterio del bOlloraule sellor Secretario. El Estado del Tolima tiene por
fuerza que inquietarse oon un hlléspecl t~n peligroso como un ouerpo de
la Guardia colombiana, cnyos precedentes históricos no son de naturaleza
capaz de inspirar confianza. Sin atribuir al Gobierno nacional ningun
fin siniestro, es un hecho claro que la presencia de fuerzas nacionales
en el Tolima, alienta tí los enemigos del Gobierno local y expone así el
órden intorior.
Ademas, habiendo mandado el Gobierno del Tarima levantar un
cuerpo de ejército en 01 Estado, la presencia en un mismo Ebtado, y
acaso lugar, de estas dos fuerzas, puede dar ocasion ,i oolisiones mtis ó
ménos gl':1.\'es, de las cuales puede ¡¡urgir un conflicio entre los dos
G (l biornos.
i
©Biblioteca Nacional de Colombia
local, en cuyo territorio se arman expediciones contra el Gobierno de
1m Estado vecino, es realmente extraño á ellas, y desea honradamente
cumplir sus deberes constitucionales. Mas debo advertir á u~tedes que no
es necesario que esas oxpediciones De arruen á virtud de órdenes expresas
del Gobierno del Estado para que su organizacion baga responsable tÍ
ese Gobierno. Basta para que tall'esponsabilidad exista, la aquiescencia,
siquiera sel\ tácita, del mismo Gobierno; y algo más que tácita aquiescencia
debe suponerse en un Gobierno que, viendo el estado do exaltacion de los
ánimos, y lo inminente de una invasion de sus propios ciudadanos en el
territorio del Estado vecino, léjos de dictar medidas eficaces para impedir
la consumacion del atentado, coloca sus parques, sin defensa alguna,
en puntos situados á inmediaciones de la frontera de dicho Estado, •
y en medio de poblaciones dispue5tas á desobedecer y frenéticamente
entusiastas por la invasion. Algo más que tácita aquiescencia debe
ISllponerse en un Gobierno local que no h:í muchos dias afirmaba repetidas
veces y categóricamente al Gobierno do la Union, que de su territorio
no salill. ni un hombro, ni un fusil, ni un cartucho para auxiliar IÍ los
reyolucional'ios del Cauca, y que hoy, cuando la evidencia de los hechos
impide negarlos, los confiesa, excusándose con su impotencia para.
impedirlos; pero que los confiesa, no p¡u'a solicitar el apoyo del Gobierno
de la Union, sino por el contrario, para exigirle que mire con indiferencia
la perpetracion del delito, y ofrecerlo candorosamente en cambio qne en
lo sucesivo, clHmdo ya todo esté consumado, hará efecti va la neutmlidad
de los habitantcs de su Estado.
Una. rebelion que, por confesion de su Jefe Hormaza, no contaba.
con más elementos que unos pocos revolucionarios y treinta fusiles,
recibió de Antioq uía auxilios tan copiosos, que pudo adueñarse del N orto
del Cauca, y oprimirlo con todos los desastres de una extensa guerra.
Impotentes, oomo ustedes lo aseguran, los Estados de Antioquia y'rolima.
para impedir que esto sucediora, piden ahora quo el de la Union,
01 vidándose de sus deberes protectores y desontendiéndose de lo que ha
sucedido y continúa sucediendo, tampoco lo impida, y permanezca
neutral dejando que la cuestion del Canea se decida en cualquier sentido j
lo que equivalo á exigir del Gobierno federal una abdioacion de SUB
atribuciones tutelares, y que para los de Antioquia y del Tolima se
convierta en potestativa facultad la obligacion perfecta que les impone
el inciso 9.°, artículo 8.° del Pacto de Union.
En esto nO cabe discusion: si la federacion colombiana existe, ha
DECRETA:
HECAREDO DE VILLA.
ALOCUCION
A SUS CONCIUDADANOS.
OECRETA:
ANTONIO B. CUERVO.
!Ir
Sr los Estados de Autioquia y ToIima no se hubieran puesto en
guardia oportunamente, y si confiados en el respeto que se merecen
las instituciones, hubieran permanecido desarmados, su suerte
hubiera sido igual (¡ la que corrió Bolívar en 1875, á la que sufrió
Panamá el 12 de Octubre de n.quel mismo año.
El número 3,817 del Diario Oficial nos suministra una prueba
irrefragable. Dice así:
Estados Unidos de Colombia - Estado soberano de Santander- Poder Ej ecutivo.
El Secretario general- Número 93 - Seccion de Gobierno - Departamento
de Gobierno - Socorro, 5 de Agosto de 1876.
Al señoll $ec~ctaqio de 10 ¡ntellio~ y ~clac¡onc$ :li;xtcl¡ioqes -l\1olJotá.
Inmediatamente que se recibieron las dos notas de esa Secretaría,
de 21 y 28 de Julio último, número 8, de la seccíon 2.", y circular
número 10 de la misma seccion, las puse en conocimiento del cilldadano
Que los hecho;; que se están cumpliendo en los l~st(l,dos del Cauea,.
AntiorltÜ::I y 'l'olima, de los cnales tiene ya conocimiento b Nacion pOI'
108 uocmuentos o-:fi&-1ale:l que se han publicado, constituyen una verd"dera.
alter:lcion del órdell público federal j
En ejercicio de sns facultades constitucionales,
DECRETA:
AQUJLEO PAliRA.
IV
LA Constitucion y 1as leyes desaparecían para dejar su puesto
¡¡ la. fuerza: ya no aehemos volver los ojos Mcia ellas,.Ya deue.
mas cerrar el libro de nuestr:l.S iostitucioneR, que tantas veces
violadas, tantas veces escarnecidas, son sin embargo el asilo donde
el derecho se refugia, si no para. alcanzar justicia, á lo ménos para
protestar contra la violencia que 10 daña, contra la tirnuía que 10
-opnme.
El 16 de Agosto se lanzó la Reptí.blíca en los horrores de In.
guerra, y la voz de los cañones era la única que debia escuchar la
N acion. La Repúl>1ica estaba en guerra. Pero, i qué es la guerra ~
M. de Girardin, con todo el ardor de Ulla alma apasionada, la ha
definido así:
La guerra es el asesinato, la guerra es el rouo.
Es el asesinato, es el robo ordenados y enseñados tí los pueu10s
por sus gobernantes.
Es el asesinato, es el robo aclamados, glorificados, coronados.
Es el asesinato, es el robo sustraidos al cadalso para ser
conducidos [Ll Arco del Triunfo.
Es el asesinato, es el robo sin ca.stigo ni deshonra, con imlnmí.
¿ad y con gloria. *
, 1
Ii
OS HOMBRES del poder creían que en Cundinamarca no
tendrian que luchar sino con los ejércitos de Antioquia,
<? Cauca y Tolima, caso de que la victoria favoreciera. nues-
tras armas en el segundo de aquellos Estados. Sojuzgados los cun-
dinamarqueses por la guardia colombiana, siendo este Estado el
centro de todos los recursos nacionales, pudiendo el Gobierno
movilizar sus fuerzas sobre el punto donde apareciera la primera
chispa del incendio, crey6 que nada tenia que temer en Cundina_
marca, que la Guardia y los grandes parques bastarian para abogar
toda aspiracion patri6tica, para matar en su cuna basta la idea de
redencion.
Los cundinamarqueses estábamos desarmados; pero cuando se
lucba por el derecbo no se cuentan las armas ni se páran mientes
en el número de los contrarios: se pasa lista en las filas y se
acepta igualmente la vida 6 la muerte, la victoria 6 la derrota.
El deber no es vencer, es lucbar.
Desde los primeros días de Agosto mucbos conservadores aban.
donaron la capital y fueron á buscar asilo seguro contra el reclu_
tamiento en Guasca, La Calera y Sop6. Cuando ya la guerra se
hacia inevitable y los acontecimientos se precipitaban rápidamente
á su final desarrollo, recibi6 6rden Briceño, del Comité conserva
dor, para seguir á aquellas poblaciones y preparar un alzami ~é>
II
EL espionaje que los revolucionarios tenian establecido sobre
Cipaquirtí, dió aviso 6. las siete de la mañana del 19 que el convoy
habia salido de aquella ciudad. Inmediatamente se pusieron en
marcha, y llegó la caballería sobre el Comun en los momentos e'n
que los soldados de retaguardia del convoy daban la vuelta tí la
punta de Torca y los jinetes que los venían convoyando regresaban
á Cipaquirtí. El golpe estaba perdido, pero era necesario hacer
algo. Briceño orden6 al señor AcoElta ponerse 6. la cabeza de la
caballena y marchar hasta dar alcance tí la fuerza nacional. Los
jinetes descendieron del alto de la Cruz sobre el camelloD, y se
lanzaron en columna en persecucion del convoy. Del Puente á
" La Calleja" hay más de seis kilómetros, y la caballería habia
subido al trote desde el valle de Sopó hasta los cerros que bordan
el camino del Norte. Muchos jinetes tuvieron que detenerse por
habérseles ahogado sus caballos en la carrera; en el Hotel San_
tander fueron sorprendidos el coronel Ricardo Acevedo y algunos
oficiales, se les desarmó y se les encerró en una pieza, de donde
huyeron por entre los potreros. Ramon Acosta sigui6 sobre el
convoy.
La fuerza nacional marchaba en dos grupos: cien hombres
Que no queda tÍ. los pueblos otro recurso para reivindicar sus dere-
chos que el terrible de la guerra tÍ. que los han conducido sus manda-
tarios,
RESOLVEMOS:
IV
EL 19 dQ Agosto se habían dirigido hácia el Distrito del Colegio
el coronel Juan Maldonado, Emigdio Bt'iceño y cinco compañeros
mns. Era su objeto ponerse en armas en aquel Distrito y ver de
apoderarse de la ciudad de La Mesa. Al llegar al puente del
Colegio supieron que una fuerza ocupaba La Mesa, y las armas de
que disponian era un rifle, tres revolvel's y cinco lanzas. El coronel
Maldonado, poseido de la misma fe y entusiasmo que los patrio tas
defemores de la valerosa Mompox, habia preparado cuatro cañones
construidos de atenores de cañería. Los liberales del Colegio
conducian tí La Mesa unos treinta hombres armados de fusiles y
escopetas, y llegaron sobre el puente poco elespues ele haberlo
ocupado Maldonado y sus cotLpañeros. N ecesarío les fué batirvo
con aquella fuerza: Briceño ocup6 el pueute y Maldonado con su
batería improvisada se situó en punto donde su fuego pudieu\
causar dafio. Al llegar los liberales sobre el puente, Maldonado
rompió el fuego de artillería, pero uno de sus cañones saltó ea
mil pedazos á la primera detonacion. Los enemigos se detuvieron,
y en aquel momento Briceño y sus compañeros cargaron sobro
ellos y los pusieron en completa derrota. Aquel encueutro les di ó
las primeras armas, y poniéndolas en mano regresaron á la Sabana.
Allí se reunieron con el coronel Juan Ardila, que con el teniento
coronel Simon Hernández tenia ya 60 hombres de caballería.
Reunidos el 26 en la plaza de Soacha con los vecinos de aquel
Distrito, animados todos en su propósito por el valeroso Cárlos
Urdaneta, de cuyos hechos nos ocuparemos más adelante, pnes ellos
forman la más hermosa página del valor y del heroÍ!:lmo, firmaron
la Riguiente
ACTA DE PRONUNCIAMIENTO.
Los infrascritos vecinos del pueblo de Soacha., y residentes en el Estado de
Cundinamal'ca.,
CONSIDERANDO:
tituidus;
3.° Que todos los derechos qIle la Constitucion nos reconoce, so
hallan hoy vulnerados y conculcados por quienes debían ser sus cus-
todios; y
4.° Que el Estado soberauo de Antioquia, al aceptar la guerra que'
le bace el Gobierno general, ha excitado ¡í los demas Estados ameuaza-
dos para que roivindiq uen sus derechos,
RESUELVEN:·
MANIFIESTO.
Aclamado Jefe ci "il y militar por "arios pueLlos del Estado, hoy
eu armas para contestar á la provocacion hecha por el Gobierno nacional,
ALEJANDRO rOSADA.
v
EN'rUE tanto, sin conocimientos militar es de ningun a clase,
Briceño se vió obligado por las circunstancias á ejercer el mando
militar de la fuerza de Guasca. En aquellos momentos no era
posible estudia r; pero afortun adamen te tenia á su lado á Ramon
L. Acosta, dotado de un valor heróico y de genio militar ; al
coronel Máximo Nieto, ciudadano que por sus talento s bien puede
figurar entre los hombres ele mejor juicio y de más claro criterio , y
algunos Jefes y oficiales veteranos, como los coroneles J ua.n Agustin
Estévez, Rafael Garcfa Valenzuela, Jorg~ Gaítan , Agusti n Garzon
y algunos otros que le ayudar on activam ente en la organizacion.
Ocupados en estos trabajo s se hallaba n en Guasca, cuando llegó
en la tarde del 24 de Agosto 01 genera l Súntos Acosta al pueblo
de Sop6 con una columna de 900 hombres de la Guardi a colombiana.
Briceño resolvió ace})tar el combate, y con tal objeto escogió la
célebre posicion de "Cerro -gordo ," donde durant e la revolucion
de 1860 la Guerri lla de Guasca, con fuerzas siempr e inferiores,
habio. obtenido brillan tes triunfos.
Súntos Acosta acampó en Sop6 el U y sigui6 su marcha sobre
Guasca el 25. Las fuerzas de In. guerril la eran las siguientes,
conforme á la situacio n de e.e dia: -
Armados de l'emington.. . . . . . . . .. . . .. . . . . . . .. . . . . . 36
Armados de fusiles ........ ,........ ......... ....... 134
Armados tIe escopetas, carabinas, &c...... ..... 153
Armados de lanzas ......... ......... ......... ,..... 360
Armados de palos ......... ......... ..... ,........ ... 756
VI
Los !lcuores Felipe y Alejandro Pfrcz habían caido en poder
de la gnerriHa de Guasca el 19 de Agoflto. Su familia y sus amigos
se interesab:w por la libertad Je ellos, yen este sentido trabajaban
~ctivamente.
El señor Felipe Pérm'l era una figura conspicua enLre los
liberales, y, begun la pública opinion, el alma de los complots
contra la República, de que habia siJo editor respons.:'\ble m
hermano Saut.iago. Para. otorgarle la libertad em nccesario obtenm
algunas ventnjas, y exigió Briceuo del Gobierno el reconocimiento
expreso del car:ícter de beligerantes para las fuerzas de Cundina_
marca, 500 rifle?; remington y 5,000 pesos. Bien merecían los
señores Pérez eate sacrificio, pero el sefior Secretario de lo Interior
no quiso dar ninguna contestacion oficinl, y dirigió ií Briceño un
hillete ofreciéndole poner en libertad tí. los conservadores litle
estaban presos, si en libertad ponin. :í los señores Pérez, y al propio
tiempo se dió pasaporte al señor nafncl Pamba para que pudiera
dirigirse:í Guascn con el fin ele alcanzn.r tal libertad.
Llevaba Pombo cinco mil pesos que ]a familia Pérez enviaba
en rescate de aquellos señores, y á. pesar de que aquel dia no había
en ]a cr.ja militar un centavo, no aceptó Briceño aquel rescate, y
Pombo devolvió (¡la f¡u;oilia la suma que los guerrilleros no podin.n
Tecibir de ella.
Las necesidades de lo~ guerrilleros O1':1.n bien pocas. Todos
recibian como ruclou diaria dos libras ele carne y un real, cuando
babia diuero: los únicos que gozaban de comodidarles en el cam_
pamento eran los señores Pérez. Aquellos cinco mil pesos pudie-
Ton servir para comprar armas y municiones, que á bajo precio
vendian los agentes del Gobierno; pero su aceptacion implicaba.
el s::wrificio ele la dignidad y del Lonor de las armas que estaban
confiadas á la propia Laura del Jefe de aquella fuerza.
Pan1. liue la prision de los señores Pérez no fuera. un embarazo
tí. la movilizaciol1 ele las fuerzas, era ncceilario darles por cárcel
una cueva del pámmo, y tuJ calabozo habría sido un verdadero
tormento. Quiso el Jefe de la guerrilla civilizar la guerra y no
(lespertar en los contrarios el temor de persecuciones eu que nadie ,.~
l)ensaha, con un acto de generosl'd a d que se prometió no seria vist ~,~
~
VII
SE recordará que el general Ramon Santodomingo Vila. habia
dirigido al Comité conservador una. nota en la cual proponia un
acuerdo entre liberales y conservadores para ver de reivindicar
los fueros de la República, y que en igual sentido se habia dirigido
al general Trujillo y al señor Pablo Arosemena. Algunos pasos se
dieron en el sentido indicado por el señor Snutodomingo, aun
cuando muchos uuñistas '" formaban al lado del Gobierno en la
esperanza de alcanzar algunas migajas del presupuesto, y las filas
de la oposicion se aclaraban dia por dia.
Guando la Ínsurreccion del Cauca, proyocaua por el Gobierno
de Canto, fué un hecho consumado, el cambio fué verdaderamente
pasmoso. El general Trujillo y todos los nuñistas cancanos fueron
de los primeros en ponerse al servicio de la bastarda dictadura del
Cauca, sin atender ú que lo que en aquel Ef.ltado se ventilaba era
en cierto modo la continuacion de la lucha de 1875, esa lucha de
los pueblos tiranizados contra los gobernantes conculcadores de la
...
~
libertad, del derecho oprimido contra la arbitrarieJad opresora .
\
©Biblioteca Nacional de Colombia
-22G-
En 8n.nLau(lcr el genel'n.l Wilches y sus amigos se annarOl1, no
CDn el ánimo de n.yudn.r al Gobierno, sino con el de hacer uua
transaccion en época oportuna '* para que el Estado de Sa.ntander
quedara en su poder.
El Comité nuñista se haLía entendido con el Comité conservador
en Cundinamarca, y vn.rias conferencias tuvieron lugar (Idltes y
despues del 16 de Agosto. En una de esas conferencias en casa del
señor Nicolas Pereira Gamba, hombre leal y patriota, propuso el
señor Cárlos Martin al señor Alejandro Posadn. qllO extendioran
las bases de las mútuas concesiones que debieran hacerse liberales
y conservadores, y el general Alejo nioráles, indignado, cort6
aquella negociacion con una bella fra 'e que lastimosamente debía
olvidar en breve: "A un partido, dijo, que va á salva.r la honl'a
de la Patria y las instituciones de la República 110 so le exigen
destinos." El negociante, señor Martin, naun. tnvo que objetar, y
quedó resuelto que se reconocería, como Gobernador do Cundina_
marca al señor Marcelino Glltiérrez Álvarez y como Presidente
de la República al ¡¡eñor Rafael N tillez, qne el señor Posada
~suD1irill el mando entre tanto que llegaba (i Cundinamarc(l, el
señor Gutiérrez Álvarez, y con tnl objeto se nombró para llamarlo
del Tolima al sefior Pereira Gamba, y el señor Mf1.l'til11e clirigitS
el 16 de Agosto por In. no che la siguiente carta:
~
CEPTADA por el Gobierno de Antioquia la guerra que
le declaraba el Gobierno general, la organizacion de su
~ Ejército fué la obra de unos pocos dias. La opinion brotaba.
defensores por todas partes, y fué nom brado General en Jefe el señor
Marceliano V élez. El 8 de Agosto se dictó el decreto declarando
el Estado en situacion de guerra, y ya el 17 se contaba con una
fuerza de 8 Ú 9,000 homhres.
El 17 avanzó sobre el Cauca la Division Vctngua7'dia, del
Ej 'rcito antioqueño, {¡ 6rdenes del coronel Francisco Jaramillo, y
llevando como Jefe de Estado Mayor al coronel José Ignacio
. Trujillo. Hé aquí la nota en que se anunciaba lo que se habia hecho,
nota tille no se recibió entónces, y cuya copia hemos encontrado en
documeútos que recibimos posteriormente:
I
©Biblioteca Nacional de Colombia
-23~-
II
LA. Guardia colombiana habia ocupado á Buenaventura, con-
duciendo numeroso parque. Estas fuerzas habian marchado de
las Costas del Atlántico, á custodia?' los inte?'eses nacionale8 en
los puertos ele Buenavent~wa y Tt&?T¡,aco, pretexto en un todo
idéntico al que habia alegado el señor Santiago Pérez para enviar
las fuerzas que á 6rdenfils del general Delgado invadieron la Costa.
en 1875 en busca de la eleccion del señor Parra.
Cuando se orden6 la marcha d'e aquellas fuerzas, ya el Presi_
dente de la Union habia resuelto la guerra: así lo comprueba la
nota que hemos publicado del Secretario del Gobierno de Santan-
der, y lo ratifican los documentos siguientes:
El señor Parra decia al Administrador de N ei va el 4 de Agosto:
RECARElJO DE "lLI,A:.
III
ANTES de seguir á Jos Ejércitos unidos del Canea y Antioquia,
demos :í conocer el territorio que se extiende de Cartagó hasta
Cali y Palmira, y el punto de "Los Cbancos," ocupado por el
goneral Trujillo.
El señor Felipe Pórez, en sn Geogmfí(l física y 1Jolíti.ca ele 1o{1
Estados Unidos de Oolombúc, obra copiada de Jos manuscritos del
general Coua<lzi, '* bace una bolla. pintnra del valle, y de olla
•;
©Biblioteca Nacional de Colombia
-2aG-
tonl<Ll'0ll10S algunos do los datos quo DOS f;on Dece '~Hiog ]Jara Jar
uua i(lea exacta del terreno (Iue deseamos describir, para mejor
inteligencia de esta nanacion.
El valle del 8anca fué el asiento elo un iomenso b.go, cuya masa
de agua debió elevarse mÍls ele 400 metros sobre el fondo actual.
El aspecto del vaUe es uniforme en su consti tucion física, y mirando
de sur {¡ norte desde u;:¡a altura como de 30 metros, de cualquier
punto que sea, se presenta una planicie que forma horizonte,
encajonada entre altas cordilleras. El valle se estrecha en el punto
donde está situada la ciudad de Buga, y concluye al pié de la
elevada mesa que queda entre los rios Consota y Otun. Las sabanas
se presentan con planos ligeramente inclinados, cortados en todas
direcciones por los lechos de los ríos y quebradas que llevan sus
aguas al Cauea, que baña el extenso valle, recostándose soule la
cordillera occidental. Estas sabanas se ven interrumpidas por
ligeras ondulaciones del terreno, y de trecho en trecho se hallan
pequeiíos montes y algunas quiebras profundas por donde dirigen
sus aguas los torrentes de la cordillera.
Entre las poblaciones de Buga y Tuluá, ú. 2! leguas de la
primera, y lt ele la segunda está la posicion de "Los Chancos."
Lleva este nombre un valle dominado por dos colinas que se
extienden de sur tÍ norte, desde el-poblado de San Pedro hasta las
lomas de " La Polonia." Las cimas de aquellas lomas forman una
série de planos horizontales ó ligeramente inclinados al occidente.
Dominando el valle se encuentran dos empinadas cuchillas llamadas
" La Horqueta" y " Loma Gorda," y á espl1ldas de éstas se levanta.
la gran cordillera central. El camino que de Cartago conduce íÍ
Buga pasa por el pequeño valle ele ., Los Chancos."
El Ejército del Canea, á órdenes del general C6rdoba, se habia
movido de Cartago sobre la banda occidental del Cauca, y estaba
acampado de Roldanillo tí Huasanó; el Ejército del sur de Antio-
quia, á órdenes del general Gutiérrez E., marchó de Manizáles
y avanzó hasta San Vicente, una legua adelante de Buga-la-grande.
Aquella poblacion fué señalada como punto de reunion de los
Ejércitns, y la concentracion de las fuerzas se efectuó el día 25.
Los dos Ejércitos reunido" siguieron sobre Tuluá y acamparon el
27 en el sitio de Morúles, y tL orillas Jel rio Tuluá. Allí penna-
necieron del 28 al 30.
El 29 se reunieron los J efes cou8 el'vador~s ÍI discutir lo que
en 1876 .
~:
,
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I
I
I
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s
l
r.:'JC~Sl~~~.)O~~aa8u.n...
,
,
.---t. -L- ~ ./
IV
EL campamento que ocupaba el general 'frnjilIo no era búeno
como línea de defensa ni podía servir de celltro tí su línea de
operaciones. Tenia á su frente un terreno abierto donde los
movimientos de nuestras fuerzas se hacían fáciles; dominaban SM
flanco derecho lomas elevadas, donde podian dirigirr;e nuestras
fuerzas para dominarlo y envolverlo, y éstas bien podian, por un
movimiento sobre su flanco izquierdo, cortarle sus líneas de comu-
nicacion con la base de sus operacÍones f que era por ent6nces h't
ciudad de Cali, q,ue cubría los caminos de Buenaventura y Popayan .
Colocado el general Trujillo en aquella posicioll, estaba perdida,
si UD jefe hábil, esquivándole un combMe, lo aislaba, ocupando su
retagua.rdia. Lo único que podia salvarlo era una batalla, y para,
ello se habia preparado, estuuiando y fortificanuo su campamento
con la debida anticipacion.
El parte detallado del Estado Mayor Genera.l del general
'rrujillo da los siguientes datos sobre el modo C<J.IDO él prepar6 su
campamento: se orgauizn.ron dos líneas, :formada la l." de la 3.~
Division que ocupaba las lomas del '1'ablon, y estaba. reforzada con
A
las fuerzas organizadas en Tuluá, de la 1. Division, mandadas
todas por el general Miguel Bohórquez; y la 2: línea compuesta
de la 4: Division, situada sobre las colinas que dominan el camino
público de Buga [\ Tuluá, La. resel'va la formaba el batallon
ZapadCi)'c8, acampado á inmediaciones de San Pedro. La extensíOll
v
EL Presidente del Estado, señor Arboleda, se oponia á atacar
801 general Trujillo en aq~enas posiciones, y era su pensamiento
ejecutar un movimiento por el flauco izquierdo del enemigo sobre
la poblacion de Buga, situada á retaguardia del campamento de
44 Los Chancos." De Tuluá á Buga hay apénas cuatro leguas, y
Total....................... 1,020
VI
EXAMINADA In. campafia del Cauca á la luz de la ciencia militar
presenta una série de errores cuyo conocimiento puede ser lítil.
Prescindienllo de la falta de unidad de mando y de la indisciplina,
gérmen de desastres para todo ejército, estudiemos los errores
cometidos.
El primer resultado que dehe proponerse alcanzar un jefe, es
cortar las comunicaciones del enemigo y procurarse uu triunfo
seguro para. prepluarse un suce~o feliz. No es el ohjeto Je la guerra
combatir doude quiem que se encuentre:11 enemigo, La primera
condicion de toda a.ccioll do guerra os la de ser indispensable, ó á
lo rnénos conveuiente en snUlO grado; y es una gran falta atacar
al enemigo eu una posicion que ha escogido, fortificado y estudiaclo
convenientemente, cuanclo de esn. posicion puede de 'alojársele por
medio de movimieuto~ estratégicos qne lo conduzcan á combatir
en posiciones dosveutajosa.s.
El movimiento indicado por el gelleml Arboleda. tiutes de In.
batalla lle "Los Cbancos," correspondia á las exigencias el el 11 ciencia.
Ocupada la cí uelad de Buga por hts fuerzas conservadoras perdia
el general 'rrujillo todas sus líuens de comnnicacion con Popayan
y Oali, y quedaba encerrado en "Los Chancos," teniendo á su ~
espalda la cordillera central, á su frente el Cauca, sobre su izquierd ~1t(.
el Ejército unido y sobre su derecha los 3/000 hombres que ~
20
VII
LA fuga del Ejército conservador del campo de "Los Chancos'"
rué funesta, más por sus efectos morales que por sus consecuencias
materiales. Elnuñismo se detuvo asustado, y todos aquellos que
alcanzada aquella victoria. habrian sido entusiastas partidarios de'
la revolucion, se' hicieron al día siguiente ' fIel desastfe decididos
adversarios de ella. Esos fueroD los más terribles perseguidores,
esos los más enérgicos y activos soldados de la oligarquía. Pese la<
Historia,. juez severo é imparcial, la conducta de los que así
obraron, y ella sea la que los califique. Honre, sÍ, tí los que, tí pesar
de aquel desastre, permanecierou alojados del Gobierno, ú los que,
II
OS QUE combatieron en "Los Cbancos " no se detuvieron
en su precipita.da marcha basta Pereira, y muchos siguieron
<? basta Manizáles. El pánico que se apoderó de los comba.
tientes en aqueBa jornada produjo sus efectos en el ánimo del
coronet A.lejandro Botero U., Jefe de la Columna auxi1iar al ToE.
ma, y el único pensamiento de este jefe fué dirigirse á Antioquia
para hallar asilo seguro en Manizáles. El 4 de Setiembre se movió
con su fuerza de Ibagué, y el 12 ya se habia incorporado al grueso
del ejército antioqueño. En la. precipitada marcha de esta fuerza
por la trocha de Condina, qued6 atras el señor Lor.enzo Indaburo,
y él y dos 6 más eompañeros fueron asesinados por gentes del
vecindario de Salento.
La Columna del coronel Botero formaba el centro de la línea.
de operaciones del ejército del Tolima, y al abandonar el puesto
que ocupaba, dej6 aisladas las alas y situado al enemigo venta.jo.
samente para efectuar su marcha á incorporarse tí. las fuerzas de
Trujillo, que con aquel refuerzo podia emprender operaciones sobre
el territorio -antioqueño, y podia así impedir la, reorganizacion del
ejército desbandado en" Los Chancos."
A.l mismo tiempo que el coronel Botero abandonaba á IbaO'
la columna acantonada. en Santodomiugo se retir6 ba.jo igu ffrs
11
EN tanto Trujillo avanz6 sus fuerzas sobre Manizáles, y habiendo
encontrado n.bandonada la admirable línea del Otun, su vanguardia
¡
©Biblioteca Nacional de Colombia
- 25:2-
MARCELIANO VÉLEZ.
El 21 de Setiembre decia :
III
GRANDES esfuerzos bizo el Secretario de Gobierno del Tolima
para detener en Ibagué la columna del coronel Botero; peTO todos
fueron inútiles. Cuando ella se consumó escribió al señor Arboleda
una notable carta que debe conservar la historia. Dice así:
MARCELIANO VÉLEZ.
18'16.
l-'--
Lca.la d.e 51e~~Jt 500rcada 1V11. \
,
'l.
L--l
3 ~ l'"l~'
.~.1.baglÚ l
S
4."tv:jrcú/a·,¡"X.M.P....
IV
A la sombra de las bayonetas nacionales, y bajo el influjo de
las promesas y de los halagos de BogotiÍ, los liberales del Tolíma
se habian lanzado eu la guerra. Hé aquí la invitacion que se hacin.
para proclamar Gobernador provisional al doctor Aníbal Galindo:
v
LA. insurreccion babia sido general en todo el Cauca. Todos
los pueblos situados al sur de Popayan se pusieron en armas y se
reunieron en el Tambo, {¡ donde el señor Cúrlos Alban llevó algunas
t..rmas quitadas al Corregidor de TulumÍto. Las fuerzas allí rennidas
formaban el14 de Julio dos batallones de infantería y un regimiento.
Estaban aU{ los herólCos artesanos de Popayan y gran n{lD1ero de
jóvenes de !na principales familias de aquella ciudad. Aquella fué
la base de un:1 clivision C11yO mando se di6 al señor Juan A.
Amaya, confiúndose el Estado Mayor al distinguido é inteligente
jóven Arquimedes de Angulo; estos dos jefes habian alcanzado
honrosos grados militando á las órdenes del inmorta l Arboleda; y
con ellos est¡tball Alban, jóveu de un gran mérito, inteligente y
valeroso, Hilario David, herido despu~fl en la Cuchilla del Tambo ,
Luis Ramírez, que perdió un hijo en el combate del 15 de Setiembre,
Rafael Idroho, que muri6 en aquel combate, Emigdio Hidalgo,
asesinado en el mes de Diciembre, y muchos otros padres de familia,
acomodados y do honros:1 posiciono A ese campamento acudian
todos responcliendo á la cita de la Patria, é iban entusiasmados á
ofrecerle vida y fortuna para sal var el sufragio conculcado , la
libertad de asociacion destruida y la República deshonrada.
Al mismo tiempo se organizaba otra fuerza en Dol6res, á
órdenes del coronel José María, GOl1zúlez, y al norte de Popayan ....
~p
©Biblioteca Nacional de Colombia
-268-
se ponía en armas el intrépido jóven Francisco Mosquera, cuyo
amor por la libertad lo habia llevado meses iÍ.ntes á combatir en
Cuba por la independencia de aquella porcion de la América, que
lleva aún los grillos de la colonia y la afrenta de la esclavitud.
Por último, el 20 de Julio se sustrajo la ciudad de Pasto á la
obediencia de Conto, y fué aclamado Jefe civil del Sur el señor
Vicente Cárdenas, notable por su inteligencia privilegiada, por sus
vastos conocimientos é inmejorable magistrado para época normal.
De Popayan al Carchi todas las poblaciones estaban en armas,
y habian desconocido la autoridad de Conto, sin que para efectuar
tal cambio hubiera sido necesario derramar una solo. gota de sangre.
El doctor Cárdenas nombró de Secretario general al doctor
Ángel María Guerrero, y encargó la organizacion de los municipios
de Obando, Túquerres, Pasto y ClHdas ú. los señores Manuel de
Guzman, M.anuel Villota, Juan Martin Caicedo y Luciano Bonilla.
Creó la renta de carnicerías, sostuvo culo posible la de aguardientes,
y la de la aduana de Carlosama, se pusieron en actividad las
salinas elel municipio de Cáldas, y fué nombrado Administrador de
Hacienda al honrado caballero Manuel Pazos. Del modo como se
administraron esas rentas y de su producido nos ocuparemos en
lugar oportuno; baste por ahora saber que ellas produjeron el
cuádruplo del rendimiento en tiempo normal.
El 9 de Agosto salió de Pasto la columna que debia abrir
operaciones sobre Popayan, á las 6rdenes del coronel Miguel
Villota, y llevando de Jefe del Estado Mayor al coronel Miguel
Arroyo.
A fines de Agosto se reunieron en Dolóres las fuerzas de Pasto,
Cáldas y Tambo, con los lanceros del Bordo, Mercaderes y Patía, y
formaron un cuerpo de 1,2ÓO hombres, divididos en seis batallones
y dos escuadrones. E125 de Agosto se pas6 una revista á esta fuerza
en Loma-Grande, y se reconocieron como 2. o Jefe de operaciones
al coronel Villota, y Jefe del Estado Mayor General al coronel
Arroyo.
El 26, al amanecer, se atacó al coronel Ventura Sánehez, que se
hallaba atrincherado en el sitio de "El Boqueron." La descripcion
de este combate se halla en el parte del Jefe elel Estado Mayor
General, que fué publicado en el Boletín de la Guer1Y/" órgano
oficial del Ejrrcito del Sur. Dice fl.sÍ:
lIL"NlJEL SARRIA.
Il
L 29 DE AGOSTO se movió la Guerrilla de Guasca de Sop6
sobre N emocon, á fin de destruir la línea telegráfica en la
~ mayor extension posible. A las 2 de la tarde la vanguardia
de la guerrilla sorprendi6 el resguardo de la Salina, y toda la
fuerza permaneci6 allí hasta las cinco de h tarde, despues de haber
ocupado la oficina telegráfica y los almacenes de dep6sito. El
telégrafo es un agente cí vílízador do primer ónlen, pero lo es
mayor aún como agente de guerra. Sin el telégrafo el Gobieruo
no habria podido organizar sus fuerzas con la rapidez con que las
organizó, y los movimientos de sus tropas habrian carecido de la.
unidad y concierto que tuvieron en el Tolimt1 y el Canea. Si todos
los amigos de la revolucion, que por carecer de armas no podian
ir á los campamentos, hubieran tOlUado á su cargo la destruccion
del telégrafo y la persecucion de los postas, éste habría sido un
servicio solamente comparable tí las grandes batal1as de felices
resul tudos.
De N emoeon sigui6 la Guerrilla sobre Ubaté con el doblo
objeto de asaltar una fuerza que habia allí y destruir la línea
telegráfica. Al amanecer del 30 se rompió el fuego con una avanzada.
do caballoría, que en el 8itio de "Piedra-gorda," á la entrada de _*1_ _ __
Ubaté, mandaba el coronel Ramon Soto: unos pocos tiros bastar ,,~
para que Soto huyera. La fuerza acantonada en Ubaté a.lcanz
II
EN Guatavita encontró el Jefe de la Guerrilla nn Comisionado
del general Posada, portador de una nota, en la cual solicitaba se
acordara el punto donde pudieran reunirse las fuerzas de Guasca
y Mochuelo para poner fin á los ero barazos que presentaba la
circUlistancia de haber sido proclamado Gobernador provisional
del Estado el doctor Roberto Sarmiento, y haberse encargado dias
despues el general Posada de la Jefetura civil y militar.
Se le respondió al general Posada que se le daria aviso del dia
en que la Guerrilla podia moverse sobre los cerros de Guadalupe
y Monserrate con el fin de que él pudiera dirigirse con su fuerza
por el camino del Aguanoso sobre La Calera, y que reunidos todos
allí se acordara lo más conveniente al fin indicado.
Desde el 6 de Setiembre se dieron repetidos avisos al general
posada para que pudiera efectuar su movimiento en la noche del 7.
La caballería de la Guerrilla quedó a.campada en Sopó, la infantería
IV
Los movimientos de Cundinamarca fueron secundados en
Boyacá. Aquel Estado tiene notable import ancia en la Union
colomb iana; su poblacion pasa de 500,000 habitau tes, y los
boyacenses son .excele ntes soldados. Acostumbrados á una vida
austera 6. ca.usa, de su pobreza, son extraor dinaria mente snfridos,
obedecen sin dificultad y adquie ren con maravi llosa prontit ud los
hábitos del soldado. Con suma rapidez aprend en el manejo de su
arma, y si carecen por lo regular del arrojo entuRiasta, poseen en
cambio una gran serenidad, son esclavos de la consign a que reciben.
Las tres cuartas partes de los boyacenses son comervadores ;
pero desgrac iadame nte este prutido ha. doscuidado siempr e la
organizacion que es la fuorza, y las gentes del pueblo, cazadas allí
por sus contrarios, son conducidas á los cuarteles, se les viste el
uniforme militar , se les discipl ina unos dias y se les conduce á
los campamentos, en donde llenan su deber cual si estuvie mn
animados de profun da conviccion. Esos recluta s son los mejores
soldados.
En Boyacá carecia n los conservadores de armas, y el Gobierno
del Estado contaba con un batallo n de veteran os y un abunda nte
parque en Tunja. Sin embargo, los boyacellses no se amilan aron,
y á la cabeza de la primer a fuerza se co10c6 el valeroso genera
l
v
EN la imposibilidad de apoderarse de Moniquirá, pensó Oardoso
hacer una correría por el Estn,do, tí fin de allegar recursos, hombres
y elementos de guerra. Se dirigió por Leiva á Samacá, y allí se
vi6 perseguido por más de mil hombres y ires generales. El 9 de
Setiembre acampó en lo. ferrería de Samacá; sus soldados estaban
rendidos de cansancio, y el enemigo estaba sobre él. Al amanecer
del 10 fué atacado por la columna que más de cerca lo habia seguido.
Fortificado Oardoso en la casa de la ferrería con 160 hombres,
resistió valientemente el ataque y rechazó tí sus contrarios; pero
mayores fuerzas vinieron en auxilio de éstos, y bien pronto se vi6
rodeado por los 1,200 hombres que lo perseguian. Ouando ya est:1ban
agotadas sus municiones y tenia 22 hombres fuero. de combate,
resolvi6 abrirse paso por entre sus enemigos, lo que consiguió
protegido por los coroneles Miguel Ruiz y Enrique Quiñónez, que
con una pequeña fuerza acudieron en su auxilio. Las fuerzas
liberales perdieron 58 hombres, y en su poder quedaron 120
pnslOneros. Ca.rdoflo se incorpor6 á la Guerrilla de Guasca.
VI
HEMOS dicho que una pa.rte de la Guerrilla de Guasca se
encontraba oculta en el páramo de Guanquica esperando que de
Cipaquirá saliera un cargamento. de armas y municiones que el
Gobierno enviaba tí Tunja. En efecto, el 13 de Setiembre salió de
Cipaquirá una fuerza de 200 hombres conduciendo un convoy ~ ÍI~ II.&~
150 remingtons y sus lliuniciones. Nuestras fuerzuR, iÍ 6rd
VII
EL general Posada y el coronel lieliodoro Ruiz se incorporaron
á la fuorza de Guasca el13 de Setiembre con el fin de dar solucion
á los inconvenientes que presentaba la dualidad del mando civil,
que, como hemos dicho, lo ejercian tí un tiempo los señore~Sarmieuto
y Posada.
El 15 de Setiembre se reunió en Sopó una Junta de guerra
compuesta de todos los Oficiales generales de la fuerza de Guasca.
Hé aquí el acta de esa Junta:
ji
.
l" ESOLVIÓ el general Posada ocupar con una columna de
la 1.' Division el importante Departamento del Oliente
del Estado de Boyacá, y se organizó con tal objeto una
columna de 400 hombres á órdenes de Briceño, llevando por Jefe
del Estado Mayor al coronel Máximo Nieto.
Esta columna partió de Guasca. en la tardo del 22 do Setiemhre,
y se detuvo al amanecer del 24 á la entrada de la poblacioll de
Guateque; en el tránsito se le incorpor6 una guerrilla de 50
hombres tÍ 6rdenes de los señores Joaquin Várgas Vald éz, Juan
Malo y Miguel Ruiz. La fuerza liberal acantonada en Guateque,
fuerte de 500 hombres, abandonó la poblacioll al aproximarse la
columna de Guasca, yen su persecucioll se siguió hasta Garagoa. En
ella iban incorporados el señor Eusebio Otúlora y muchos otros de
los liberales que se llamaban independientes, que despues de " Los
Chancos" olvidaron sus compromisos con el partido conservador y
la causa de la República que decian sostener. Una gran parte de
aquella fuerza se dispersó, y pocos fueron los que llegaron ú Tunja,
quedando todo el Oriente de Boyacá en poder de la revoluciono
Fué nombrado Jefe civil y militar del Departamento el coronel JOI"'="'...._
Antonio Roa, y HO organizaron en unos pocos dias algo mús de 5 f"!>
hombre~. A nadie se periSiguió ni se reclutó un solo hombre,
II
LA fuerza que habia quedado acantonada en Guasca emprendió
marcha sobre Chiquinquirá el dia 30 de Setiembre, y llegó tí
aquella poblacion en la tarde del 4 de Octubre. A las 9 de la
noche de ese mismo dia acampaba al norte de Chiquinquirú la
columna que ocupaba el Departamento de Oriente, que habia
recibido órden de concurrir tí la toma de aquella plaza.
En Chiqulnquiní. habia cerca de 300 hombres, fortificados en
el edificio del Colegio, verdadera fortaleza que puede defenderse
con unos pocos hombres. El ataque era. difícil y se resolvió minar
el ediflcio. Á las doce del dio. siguiente el Comandante general de
la 1." Division lo rode6 con el batallon Union, y pocos momentos
despues se notificó á los jefes, señores Justo Flóres y Domingo
Bcnítez, que tenían cuatro horas para rendirse. Inmediatamente
se principiaron las conferencias, y avisado el general Posada, se
firmó uua capitulacion. Á las 6 de la tarde ocupaban nuestras
fuerzas el cuartel fortiucado, y salian de él, con los honores de la.
guerra, los que, sin defenderse, habian capitulado. La Guerrilla
aumentaba su armamento tomámlolo al enemigo.
El dia 6, á las 5 ele la tarde, se cumplió en Chiquinquirií con
un 10101'oso deber. Pedro Avellaneda, condenado ií muerte por el
alevoso y feroz asesinato elel jóven Jorge Santamaría, fué pasado
por las armas.
Un fusil3,lniento es un acto imponente y terrible. Nuestro
espíritu no se aviene bien con la peua. de muerte; pero desgra.
ciadamente hay males que s6lo ella puede contener. Para conservar
la disciplina y la moralidad en un ejército se hace necesario tan
tremendo castigo. Por sobre los sentimientos de clemencia deben
elevarse los de justicia: un hombre pasado por las armas es terible
ejemplar. El soldado que desfila por el frente de su compañero
lUuerto por mano de la ley, difícilmente borra de su imaginacion
tan terrible cuadro, y ese recuerdo lo detiene cuando se ve arrastrado
al crímen.
El fusilamiento de este hombre desgraciado ha despertado
censuras. Los enemigos de la pena de muerte odiau el cadalso que
v
UN nuevo reves sufrieron en Boyad nuestras fuerzas el 15 de
Octubre. La guerrilla organizada en el Departamento de Tundama,
á órdenes del señor Eliseo Tórres, acamp6 en Ramiriquí en la
tarde de aquel dia. El cansancio producido por una larga marcha
hizo que el Jefe oescuidara ]a custodia de su campamento, y al
llegar la noche fué asaltado por 18 hombres á órdenes del general
Domingo Acosta. La 8~errilla constaba de algo más de 60 hombres;
tomado el cuerpo de guardia, se entabl6 UD ligero combate con la
VI
EL doctor José María Samper habia salido en la noche en que se
celebraba en Bogotá el triunfo de "Los Chancos" para incorporarse
á 1&8 fuerzas regeneradoras. Miéntras la revolucion cont6 con
grandes elementos de triunfo el doctor Samper permaneció alIado
de su familia: en el momento en que ella sufria el primer rechazo,
.abandon6 las dulzuras de su hogar para ir á los campamentos
conservadores á compartir las fatigas y las penalidades de la
camparía, y tocó á la 2." Division el honor de recibirlo en sus filas.
El nombre del doctor Samper está íntimamente unido á la
historia del partido liberal de 1848 para acá. Ardiente tribuno,
escritor fecundísimo, desde muy j6ven se lanzó en la lucha de los
.partidos y defendió las ideas que divinizaba en su alma.
El estuJio, los dolores y el convencimiento lo volvieron al
seno del catolicismo, y su alma virtuosa y honrada hizo pública
retractacion de sus errores. Este paso, que enaltece al doctor
Samper ante los hombres de corazon, le valió el aislamiento de
una gran parte de sus amigos. Se hizo un crímen de su fe, y en
contra suya ~e proclamó aquella célebre máxima: El que es catóUco
1W puede ser 1'epublicano, máxima que aplaudió el liberalismo,
~.
VII
EN el distrito de Belen, al norte de Boyacá, se puso en armas
(jI 29 de Agosto el doctor Antonio Valderrama. La grande y
merecida influencia que goza en Boyacá. el señor Valder rama hizo
que se agrupa ran á su rededor más de 700 hombres, escasos de
armas y municiones, pero animados por extraor dinario entusiasmo.
Aquellos pueblos valerosos proclamaron al genera l Valder rama
Jefe civil y militar , y éste ocupó el alto de "Cruz- colorad a," entre
Soatá y Susacon, para organizar sus fuerzas en aquella magnífica
posiciono El 26 de Setiem bre fué átacado por 700 hombres de
Santan der y Boyacá. El combate fué recio, y las fuerzas liberal es
quedar on comple tament e derrotadas y fueron perseguidas hasta el
pueblo de Susacon, donde lograron refugiarse .en las casas. Allí
continuó el combate, y ya estaban tomadas la mayor parte de las
casas aspilleradas, cuando llegó en auxilio d.e los liberal es el batallo n
Gámeza, fuerte de 300 plazas, á 6rdenes del coronel Juan N epo.
muceno Leal. Los jefes liberales, excepto Campo Elías Gutiérrez,
habian huído, cuando Leal 10gr6 penetra r en la poblacion. En
~quellos momentos se agotaro n las municiones tí
los conservadores,
y habia muerto el valeroso coronel Miguel Rincon , 2.° Jefe de
nuestra s fuerzas, y así la lucha se hizo difícil y fué necesario
abandonar bs ventajas adquiri das. Nuestr as fuerzas tomaron
prisioneros 2 jefes, 12 oficiales y 160 soldado s. Las pérdida s fueron
16 heridos y 22 muertos conservadores, 28 heridos y 47 muertos
liberales.
Reunidas las fuerzas de Valderraroa en "Cruz- colora da" , .JI"~""'"
teniendo al frente una fuerza de más de 11000 hombres, y carel(,..
Lo 'lue habian hecho los miembros del Comité conservador - Los egoistas - El
nuevo Comité - Luis Leon - Los boletines populares - El general Camargo
en el Mochuelo - Combate de "Musu" - Combate de "El Chochal"-
Reflexiones - Combate de " Teneua " - La poesía de la guerra.
,. 1
11
EMOS DIOHO que el Comité nacional estaba compuesto
1. e . ' de los seilores Ignacio Gutiérrez Vergara, Lázaro María
Pérez y Alejandro Posada, Cada uno de ellos nombró
un suplente: el seilor Gutiérrez Vergara al señor Cárlos Holguin,
el seilor Pérez al señor Luis Segundo de Silvestre y el señor Posada
al señor Cár108 Martínez Silva.
Á causa de la enfermedad que principiaba á minar la existencia
del señor Gutíérrez Vergara, enfermedad que debia conducir á la
tumba tí aquel ciudadano de tan l'l.l.ras virtudes y de tan grandes
méritos, causando con su muerte una pérdida irreparable á la
República y al p:1ftido conl:ervador, habia entrado á reemplazarlo
en la presidencia del Comité el señor Cúrlos Holguin.
El Comité trató de orgR.nizar la resistencia y allegar recursos
cua.ndo ya no podía. dudarse do que el país se veria envuelto en la
guerra. En estos trabajos, sobrado tardíos, lo sorprendió el decreto
de 16 de Agosto. Inmediatamente el señor Holguin se puso en
marcha para el Oauca, acompailado del doctor Camilo Antonio
Echeverri; en Oartago lo sorprendió la derrota de "Los Chancos,"
y siguió á Medellin, de donde vino á Manizáles en el mes de
N oviembre con el grado de Coronel, destinado en el Ejército _--:~...
antioqueño. ~
El señor Lázaro M, Pérez, abandonando todas sus comodida · ,
....
©Biblioteca Nacional de Colombia
-302-
dejando sus intereses en poder de sus enemigos, bo.ldado y casi
ciego, se dirigió al Tolima 6. fin de tomar un puesto entre los
soldados que mandaba Casabianca. Cuando pas6 el Magdalena
ya la primera Division del Tolimo. se habia interno.do en el Quindío,
y se uni6 ent6nces 6. la pequeña columlla de reserva que babia
quedado en el Guamo, á 6rdenes del coronel Zoilo de Silvestre,
venerable patriota de espíritu firme, de clara inteligencia y de
gran valor, y con esa columna vino el señor Pérez íÍ Fusagasugá
y se incorporó á las fuerzas del Mochuelo, donde fué nombrado
Comandante general de la 2.' Division de CUlldinamarca.
El señor Alejandro Posada asumió en Mochuelo el mando civil
y militar del Estado de Gundinamarca, y el señor l'Iartínez Silva
ocup6 el puesto de Secretario de Gobierno del Jefe provisional
del Estado.
El señor Luis Segundo de Silvestre se hallaba en el Tolima
desempeñando el destino de Magistrado del Tribunal Superior,
cuando fué llamado por Cnervo á la Secretaría de Gobierno, en
los momentos del peligro: su actividad y su consagrn.cion fueron
asombrosas; colaborador más activo, más inteligente le habria
sido difícil al señor Cuervo encontrarlo en la República.
Todos los miembros del Comité fueron, pues, 6. busca.r un puesto
en los campamentos, y no le escasearon á su ca.usa ningun sacrificio.
II
MUCHOS de nuestros lectores se harán esta pregunta: i Por
qué se vieron obligados á combatir los conservadores sin armas y
sin municiones, contando el partido conservador con los más ricos
capitalistas de la República?
Honda pena causa decir á este respecto toda la verdad; pero
el camino de la verdad es una pendiente en la cual no se puede
detener el pié, ni se pueden tomar veredas: decirla es deber de
imprescindible cumplimiento. .
El partido conservador cuenta en su seno á los hombres más
ricos del país, y es de notarse que los conservadores ricos han
acumulado, en su mayor parte, sus capitales merced á laborioso y
honrado trabajo. Esas fortun~s no son el fruto de fraudulentas
especulaciones Con los caudales públicos 6 con la justicia, y por lo
mismo sobre ellas descargan rudos golpes los que, DO sabiendo
III
EL último de los miembros del Comité que se separ6 de la
capital fué el señor Lázaro María Pérez. Ántes de su partida pens6
en dejar constituida una autoridad que diera unidad al movimiento
revolucionario, y encomendó este trabajo á un jóven de espíritu
elevado y CIue goza üe simpa.tías entre los conservadores. Este
j6ven organizó primero una Junta de tres indi víuuos, que aument6
despues á cinco. La organizacion del Comité fué en un todo revo-
lucionaria; sus miembros tomaron no:nbres supuestos: el Presi.
dente se llam6 Luis Leon, el Secretario Gil Ugarte; estableci6
una oficina de despacho permanente, se puso eu relaciones con todas
las personas que podían cooperar tí. la. obra de emancipacion, y
* Las ideas socialistas predicadas en otra época han sido reemplazauas pOi'
hecbos prácticos <le gran significacion. La célebre é inmoral doctrina de la
vel'dacl en la deuda, proclamada por el Presiuente MUl'illo, ba.bia. dauo el más
rudo golpe que pueda recibir la propiodad en país alguno; y la adminisLracion
de justicia en poder del sapismo es constante amenaza contra ella. Los
hombres acaudalados debieron ser, puos, los más interesados en el LriUlúo de
la l'evolucion, y, sill e~barg.o, pocos !ueron los que, arrojando BUS intere IIA
en el vendaball'evoluClonal'lo, empunt\l'Oll las armas; pocos tambion lo ~ ."
prostaron su contingento en la medida ele sus recll1'SOS. '#.P
~
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-306-
lo, conspiracion en la residencia del Ejecutivo federal fué activa
y constante.
La primera necesidad era consegui r di nero; sin dinero no puede
conspirarse, no puede hacerse la guerra. El Comité distribuy6 un
empréstito por $ 10,000, Y lo bizo efectivo á riesgo de ser denun.
ciado. El Comité despert6 el entusiasmo, envi6 recursos en dinero,
armas y municiones á las guerrillan, y sus notas fueron á los puntos
más distantes de la capital. Estableci6 un servicio de policía acti vo
y constante, y se proporcion6 servidores en todas partes, basta el
punto ne conocer inmediatamente las noticias que el señor Parra
recibia y reservaba como secretos de guerra.
La Junta suprema de la Regeneracion ayud6 poderosameute
los trabajos del Comité, y sus miembros vinieron más tarde á hacer
parte de aquella corporacion.
Difícil tarea es la de consagrarse en una poblacion ocupada por
fuerzas numerosas á la consecucion de recursos para tropas que
se alimentan de lo que de esa poblacion puede proporcionárseles.
El valor que se necesita para tan ardua tarea, los peligros que se
arrostmn, los sacrificios que se hacen, quedan perdidos, no tienen
brillo, no despiertan entusiasmo y ofrecen siempre el premio de
la ingratitud. Saberse elevar por sobre las críticas de los unos, las
necias pretensiones de los otros, los desengaños y las exigencias
de todas las horas, soportarlo todo con patri6tica resignacion, y no
desmayar un momento en tan ardua labor, es elevarse Robre el
comun de las gentes, y esto supieron hacerlo las ciudadanos que
durante la guerra formaron la Junta revolucionaria de Bogotá.
IV
EL nombre del Presidente del Comité ha sido uno de los secretos
mejor guardados. Conocido en la ciudad por más de diez mil
personas de todas las clases y condiciones, Luis Leon no pudo ser
descubierto por el Gobierno. Todas sus tentativas á este respecto
fueron inútiles, y aun hoy se ignora quién era el Jefe de esta
permanente conspiracion que se siguió sin descanso en la capital
durante la guerra.
Luis Leon es jóven, nervioso, de fisonomía inteligente y de
grande actividad. Su lenguaje es incisivo, y durante su presencia
en el Comité di6 ¡,aquella Junta el carácter y el vigor de las
v
HAY errores perjudicialísimos en la guerra, ideas falsas que s610
se borran de la imaginacion cuando se pasa del bufete del escritor
al campamento. Dominados por estas ideas muchos individuos
tomaron á su cargo en la capital la tarea de publicar hojas \'olantes
que llamaron Boletines popula1'es, La Sitt~acion, &c., 'If en las
cuales, sin discernimiento, y con patrióticas miras sin duda, se
pLlblicaban mil y mil mentiras, mucho más perjudiciales que los
desastres que sufrian nuestras fuerzas.
En esas publicaciones se centuplicaba el número de nuestras
fuerzas, se ganaban batallas, se ejecutaban portentosas operaciones,
se fabricaban armas y mUlliciones, y si es cierto que despertaban en
los pueblos y en los campamentos ráfagas de entusiasmo, producian
á los pocos dias, á veces á las pocas boras, el desengaño que desalienta,
la pena de hi. esperanza burlada que descorazona. 'rales publica-
ciones, y las mil mentiras de la correspondencia que se mantenía
con Antioquia, con el Tolima, con Boyacá, con Santander, fueron
terriblemente funestas en más de una ocasiono
Recorriendo los Bolet.ines de Antioquia: se ven allí tantas y
tantas falsedades relativas á la situacion de los Estados del interior,
que el dia en que esa situacion fué conocida con toda claridad,
debió producirse el más terrible desaliento. Para que pueda.
VI
DEJAMOS á Camargo en Tunja en tanto que la 1.' Di vision de
Cundinamarca regresaba á sus campamentos de Guasca y Sop6. El
regreso de este jefe se efectu6 en la mitad del mes de Octubre, y
acantonando su fuerza en el "Puente del Comun," se dirigi6 con
algunos oficiales á Bogotá, para reemplazar al general Réyes C. en
la persecucion de la Guerrilla del l\1:ochuelo, '/f cuya infantería se
hallaba en Fusagasugú, no habiendo quedado en la Sabana sino el
escuadron Arboleda, á 6rdenes del coronel Cárlos M. Urdaneta, y
80 jinetes á las del general Juan Ardila.
El21 de Octubre abrió operacionefl Cama rO'o
o con,1 200 hombres ,
dirigiéndose de Soacha sobre el rincon de " Sibaté " en busca de
/ '
los guerrilleros. Á su salida de aquella poblacion una avanzada
del escuadron A?'boleda lo tirote6 hasta las puertas del" Vínculo,"
(1,700 ms.) y allí el resto del escuadron lo detuvo en su marcha.
Urdaneta siguió su retirada por el camino de Tequendama, y unos
pocos j6venes sostuvieron la retirada de sus compañeros, situándose
VII
AUMENTÓ Camargo sus fuerzas del "CDmun" con dos cuerpos-
de infantería y dos regimientos, y abrió operaciones sobre la
Guerrilla de Guasca el 29 de Octubre. Con 2 piezas de artillería,.
2,400 infantes y 600 jinetes, se dirigió por el camino de Gachancipá
sobre Guatavita, y acamp6 en esta pob1acion el 29 de Octubre á
las 4 de 1w tarde.
Las operaciones que debia ejecutar la fuerza de Guasca habian
sido objeto de largas consideracioneb en una Junta de guerra, '"
compuesta de l<ls generales Posada, Acosta, Cardoso y Briceño, y
de los coroneles Ruiz, Nieto y Ospina.
El coronel Heliodoro Ruiz, Jefe del Estado Mayor general, se
VIII
EL 2 de Noviembre ocup6 Camargo tí Guasca, á las dos de la
tarde, y envi6 al corone) José Manuel Lléras para que conferenciara
con el general Posada y pusiera en sus manos una intimacion de
desarme. La conferencia tuvo lugar, y, como era natural, se rebusó
todo avenimiento. He aquí las notas cruzadas:
CONTESTACION.
:t?c~ícbe1of l1lolJiemblle :2 de )816.
$eñol1 $e~sio <fama~so.
Respetado señor mio- He tenido el honor de recibir la apreciable
ALF:JANDRO POSADA.
. .. . ".!.~... E~&\¡
1 Mitl&lIII'trO -----
.M.PAZ lit.
©Biblioteca Nacional de Colombia
-317-
sobre la reserva de Camargo, mandada por el general Daniel
Aldana. El terreno protegía contra la caballería á la fuerza liberal,
y las cargas fueron rechazadas.
Todos los cerros que dominan el valle de Guasca húcia el lado
de Occidente estaban llenos de gentes desarmadas que esperaban un
rechazo del enemigo para caer sobre él. De esas gentes desarmadas
no pudieron algunos contener su arrojo y se lanzaron sobre la
reserva de Camargo y encontraron la muerte. Si Camargo hubiera
sufrido un rechazo no habria salvado un hombre, todos habrill.ll
quedado prisioneros.
La noche puso término á tantos desastres.
La fuerza de Guasca tuvo 20 jefes y oficiales y 75 soldados
prisioneros, 38 muertos, 2-1 heridos y 40 dispersos. La fuerza
liberal tuvo 53 muertos, 39 heridos y más de 100 dispersos, cuyas
armas cayeron despues en nuestro poder.
El valle de Guasca rué abandonado por Camargo el 4 por la.
mañana, dejando sin enterrar gran parte de sus muertos y abando-
nados varios de sus heridos; la Guerrilla ocupó ti Guasca aquella
misma tarde con una baja de 200 hombres.
Entre nuestros muertos quedaron:
VICENTE CASTILLO, Ca pitan Ayudante de la columna de Oriente,
cayó prisionero, y un amigo de colegio, que se acercó á él, le
disparó su rifle y le atravesó el pecho. El asesino se arrepintió al
reconocerlo; pero ya era tarde, la herida dehía causarle la muerte.
Era Castillo jóven de talento, valeroso, y pertenecía á una familia.
que cuenta más de un deudo sacrificado en aras de la causa con.
servadora. Educado en la Universidad nacional se habia salvado
del álito corruptor de sus enseñanzas, y cou él perdió la Patria.
una esperanza..
LUIS DANIEL DÍAz, del Escuadron SuO're, que unía á su hermosa.
presencia, una inteligencia poco comun y un valor á toda prueba..
Habia hecho sus estudios en el Seminario y en el Colegio de Pío
IX, y tenia 27 años, la edad de las esperanzas y de las ilusiones.
IX
AUNQUE pequeño por sus consecuencias materiales, el combate..-- . ~
de "El Chochal" tuvo, sin embargo, una alta influencia e9~ ·J -4 41
suerte de la revoluciono Lo precedieron y acompañaron gr es
x
HABIA Camargo ordenado al gene al Primiti vo Bernal
, que
tenia' al Oriente de Boyacá una columna de 500 hombres, que se
moviera con su fuerza sobre el oriente de Guasca, por el camino
de Gachetá. Aquel camino estaba defendido por 80 hombres
mandados por el coronel Sántos Acosta (conservn.dor) que ocupaba
y tenia fortificado el " Alto de Tencua ."
Bernal se movió con su columna, y fué detenid o el 2 de
Noviem bre por los fuegos del coronel Acosta, que habia emboscado
parte de su fuerza en el "Volea n." Cuando ya las fuerzas liberal es
estaban comprometidas, arroj6 Acosta un gran número de piedras
sobre sus acometedores y los puso en comple ta derrota , causándoles
pérdidas considerables, más de 40 beridos y m(Ls de 30 muertos.
El coronel Acosta tuvo un herido.
El resultado de este combate de seis horas impidió que Bernal ,
situándose á retagua rdia de las fuerzas de Guasca, hubier a coad.
yuvado á las operaciones de Camargo, con lo cUl11 se habrían visto
perdidas nuestra s fuerzas, pues habría salido por el camino de
Gachet á sobre nuostra retagua rdia. 'if
XI
N O todo se reduce en la guerra á odios y matanzas. Como en
* Al describir esto combato el señor Constancio Franco revela que no 80
ha tomado el trabajo de consultar un mapa. Da por derrotadas nuestras
fuerzas
y asegura que el combate prillcipiado en el "Volca n" concluyó á inmedia-
ciones de Gachetá. Bernal pudo entrar ell est:\ poblacion dcspues de terminad
a
la guerra, álltes no.
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