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Legitimación de Las Acciones Jurídicas Por Medio de La Argumentación - Teoría Argumentativa en Materia de Hechos PDF
Legitimación de Las Acciones Jurídicas Por Medio de La Argumentación - Teoría Argumentativa en Materia de Hechos PDF
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Pág.
,1752'8&&,21«««««««««««««««««««..7
CAPITULO I.
CAPITULO II
1. $UJXPHQWR\$UJXPHQWDFLyQ«««««««««««..«18
3. La Importancia de UHDOL]DU$UJXPHQWRV«««««««««.21
4. El Fundamento de la LógiFDSDUDOD$UJXPHQWDFLyQ«««.«..22
5. Que es la ArguPHQWDFLyQ-XUtGLFD««««««««.«««
1
6.1. Estado Autoritario o Absolutista««««««...««««.25
6.3. EstDGR&RQVWLWXFLRQDO««««««««««««««««26
6(VWDGR6RFLDO«««««««««««««««««««..27
7. Evolución DoctrinaULD««««««««««««««««
8. La determinación de la validH]\VXSRVLEOHFRUUHFFLyQ««««
CAPITULO III
Tipología de argumentos«««««««««««««««
b) Argumentos seJ~QVXIXQFLyQ«««««««««««««8
c) Argumentos seg~QVXFRQWHQLGR««««««««««««8
d) Argumentos VHJ~QVXILQDOLGDG««««««««««««
2
4. Elementos GeneraOHVGHXQD$UJXPHQWDFLyQ«««««.««99
7. Criterios de IQWHUSUHWDFLyQ«««««««««««..«««.104
7.1. El criterLRGHLQWHUSUHWDFLyQJUDPDWLFDO«.«««««««8
7.2. (ODUJXPHQWRVHPiQWLFR«««««.«««««..««...«8
8. El argumento SistemátLFRHQVHQWLGRHVWULFWR«««««««114
8.2. El DUJXPHQWRGHOD1RUHGXQGDQFLD«««...««««.««.116
8.3. El criteriRIXQFLRQDOGHLQWHUSUHWDFLyQ«««««««.«..119
8.3.1. (ODUJXPHQWR7HOHROyJLFR«««««...««««.««.«120
8.3.2. El arJXPHQWR+LVWyULFR«««««««««««««.....123
8.3.3. EODUJXPHQWR3VLFROyJLFR«««««««««««««128
3
8.3.4. EODUJXPHQWR3UDJPiWLFR«««««««««««.«29
8.3.7. El argumHQWRGHDXWRULGDG«««..««««...«««6
CAPITULO IV.
&RQFHSWR««««««««««««««««««.«««0
2. Tipología de Falacias««««««««««««««««141
3. FalaciDVIRUPDOHV««««««««««««««««..«144
3.1. AfirmaciyQGHOFRQVHFXHQWH««««««««««««..146
3.2. NegaciyQGHODQWHFHGHQWH«««««««««««««.«147
4. FalaFLDVLQIRUPDOHV««««««««««««««««.«8
4.1.1. TranVIHUHQFLDGHSURSLHGDGHV««««««««««..«148
$SHODFLyQDORVVHQWLPLHQWRV««««««««.««..«152
4.1.3. 5HIHUHQFLDLQVXILFLHQWH««««««««««««...«158
4.1.5. FDOVDFDXVD«««««««««««««««««..«162
4
)DODFLDVLQIRUPDOHVGHDPELJHGDG«««««««.«2
CAPITULO V.
1. ConcHSWR«««««««««««««««««««69
(OREMHWRGHODDUJXPHQWDFLyQHQPDWHULDGHKHFKRV««««..170
2.1. AdmisLELOLGDGGHODSUXHED«««««««««««.....«70
2.2. ForPDFLyQGHODSUXHED«««««««««««««..«170
9DORUDFLyQGHODSUXHEDSURGXFLGD««««««««««..171
$OFDQFHGHODSUXHED««««««««««««««.«171
&RQFOXVLRQHV««««««««««««««««««...«4
Bibliografía«««««««««««««««««.«6
6
INTRODUCCION
7
A esta revolución se unen la retorica de Perelman, la teoría de
Viehweig y la lógica operativa o también llamada informal de Viehweig,
los cuales dan sustento a una nueva perspectiva de la argumentación como
una teoría jurídica y son reconocidos como precursores de la teoría del
derecho como argumentación. Por tal motivo hoy día al hablar de
argumentación jurídica, nos referimos a una forma de investigación que
conjuga la utilización o en otras ocasiones la oposición a la lógica formal.
9
CAPITULO I
11
conformación uniforme de la jurisprudencia. En conclusión la
independencia del juez y la vinculación a la ley son el anverso y el reverso
de una misma moneda, pues si la vinculación a la ley requiere que los
jueces sean independientes, también queda claro que la mayor
independencia se obtiene por la exacta aplicación de la ley, por lo que
puede decirse, que los principios de vinculación a la ley e independencia
judicial, demandan el ejercicio de la función jurisdiccional se lleve a cabo
en apego a ciertos parámetros jurídicos, que han sido pre construidos, o por
la ausencia de razones extrajurídicas que dan sustento a sus decisiones.
En este apartado sin intentar excluir a las tribus del norte de México, a los
que denominamos comúnmente bajo un solo genero que es el de
Chichimecas, tratare de narrar la imagen que poseían los jueces que vivían
en el valle de Anáhuac, es decir las imágenes judiciales que tenían los
mexicas y los texcocanos, por ser estas las dos ultimas culturas autóctonas
de la historia de Mesoamérica y de México, que no se mezclaron con la
jurisdicción de los conquistadores. Tales tribus fueron las que mas
conservaron un modo de justicia puramente indiano que no se unió con la
cultura hispánica, mas adelante durante la época independentista. Antes de
la incorporación de los señoríos indígenas a la Corona de Castilla, la
practica procesal se basaba en normas de carácter penal y por algunos
procesos de gran influencia tolteca, los jueces ejercen justicia gracias al
poder que les es delegado por el soberano, según las imágenes de los
códices, en lasa que se les representa con una diadema real o copilli y el
equipal que les sirve de sitial. Como lo han comprobado algunos
arqueólogos la tradición oral se llevaba en los juicios acompañada
generalmente por algunos símbolos gestuales, como ejemplo el autor Josef
12
.RKOHU HQ VX REUD ³(l Derecho de los Aztecas. Introducción a la historia
GHO SHQVDPLHQWR MXUtGLFR´ GHVFULEH ³HO MXUDPHQWR GH ORV WHVWLJRV´ TXH
consistía en poner el dedo sobre la tierra y llevárselo a la boca. No debemos
olvidar que una de las partes mas importantes en la acción de impartir
justicia es su legitimidad, la cual solo se consigue buscando la publicidad
de las resoluciones del juez, por tal motivo los pueblos autóctonos,
procuraron también, al igual que otros pueblos la codificación de sus
procesos, los cuales se desarrollaban a cargo del amatlacuilo o escribano el
cual entregaba al telpoyotl o anunciador que era el encargado de darlas a
conocer a los demás habitantes, también acompañaba a cada juez, un pintor
al que se le encomendaba el plasmar jeroglíficos, sobre el desarrollo del
juicio y la sentencia aplicada, las cuales, todavía en la actualidad podemos
observar, a los jueces en plena aplicación de la norma abstracta al caso
concreto. Así mismo en el Códice de la colección Mendoza, del siglo XVI,
que se conserva en la biblioteca Bodleiana de la universidad de Oxford, se
puede hacer alusión a la dignidad de los jueces, ya que ahí se plasma, la
imagen del juzgador, en el recinto sagrado de la justicia, el cual se
integraba de dos pisos, enlazados por una escalera, el primer piso se
ubicaba una gran entrada, al subir al segundo piso se encontraba con la
³*UDQ 6DOD GHO FRQVHMR GH 0RFWH]XPD´ GRQGH VH OH UHSUHVHQWDED FRQ Vus
insignias reales, esta por demás decir que era el máximo juez, era la
divinidad encarnada, aplicaba su poder a través del Juez Mayor, al que se
subordinaba el juez ordinario, el cual podía ser auxiliado por dos asesores,
todos ellos eran elegidos de entre los hombres mas distinguidos por sus
caracteres morales, independientemente de ser plebeyo o noble. Esos eran
los valores que se buscaban y de los que gozaban los impartidores de
justicia de los pueblos mesoamericanos, como el autor de la época colonial
fray Juan de Torquemada, DFHUWDGDPHQWH GHVWDFD HQ VX REUD ³0RQDUTXtD
,QGLDQD´ con valores como el carácter ético, lealtad al emperador,
13
honestidad, educación buena y recta, valentía, madurez, respeto público y
veracidad en los juicios que eran los elementos que integraban su imagen
publica.
14
que indica que sólo debe aplicar términos referenciales y no valorativos.
Sin embargo, paradójicamente, el propio garantismo termina otorgándole al
juez un gran poder. Y ello como consecuencia de los atributos planteados
por el Estado constitucional.
16
Estado, siendo este último, el ente principal de la eticidad. En conclusión,
pese a los intentos de subordinación de la ética social a la individual,
siempre la social estará por sobre la individual ya que la ética individual se
subordinará a la ética social porque la fundamenta. Por tal motivo el órgano
jurisdiccional, también estará sujeto además de su ética individual a la ética
social. Doble tarea le espera al juez, convencer a las partes por un lado y a
la sociedad en su conjunto por el otro.
17
CAPITULO II
1. ARGUMENTO Y ARGUMENTACIÓN
18
juicio, se fusionan unos conceptos con otros. La lógica del juicio se
denomina también de la atribución o la predicación. Con el raciocinio se
combinan los juicios producto de los conceptos y se obtienen nuevas
verdades. Se conocen los distintos modos de razonar, entre ellos, el
silogismo. Concepto, juicio y raciocinio son elementos importantes para la
construcción del razonamiento jurídico. Es muy importante tomar en
consideración que existe una distinción entre interpretación y
argumentación, conceptos que en ocasiones, se han tomado como voces
sinónimas sin serlo, lo que sólo puede ocasionar confusión y una falta de
claridad conceptual.
'DQLHO0HQGRQFDHQVXREUD³/DVFODYHVGHOGHUHFKR´QRVGLFH
2. INTERPRETACIÓN JURÍDICA Y
ARGUMENTACIÓN
2 0HQGRQFD'DQLHO³/$6&/$9(6'(/'(5(&+2´*HGLVD%DUFHORQD
20
funcional del derecho" en el que hace referencia al sueño de Jhering, para
poder tener al calce una prueba irrefutable de la verborragia legal. La ley
solo tiene respuestas para quien conoce algo sobre su contenido y que se
encuentra planteado en su texto, solo contestara a quien le consulte de
manera honesta.
3. LA IMPORTANCIA DE REALIZAR
ARGUMENTOS
21
también piensan que los argumentos son desagradables e inútiles. Es
común que en ocasiones, cuando dos personas tienen una discusión verbal
se diga que están desarrollando cada una su argumento. Sin embargo el
argumentar está muy lejos de ser lo que se describe en líneas anteriores en
realidad ofrecer un argumento es dar un conjunto de pruebas o razones para
apoyar una conclusión. Por tanto son realmente esenciales.
23
a) Someterse a la obligación de motivar y fundar las
medidas jurisdiccionales;
b) Legitimar las decisiones ante las partes de forma directa
y de forma indirecta ante la sociedad en su conjunto.
Artículo 133
³(VWD&RQVWLWXFLyQODVOH\HVGHO&RQJUHVRGHOD8QLyQTXHHPDQHQ
de ella y todos los Tratados que estén de acuerdo con la misma, celebrados
y que se celebren por el Presidente de la República, con aprobación del
Senado, serán la Ley Suprema de toda la Unión. Los jueces de cada Estado
se arreglarán a dicha Constitución, leyes y tratados, a pesar de las
disposiciones en contrario que pueda haber en las Constituciones o leyes de
ORV(VWDGRV´3
³&DGDPLQLVWURGHOD6XSUHPD&RUWHGH-XVWLFLDDOHQWUDUDHMHUFHUVX
encargo, protestará ante el Senado de la siguiente forma:
24
Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen, mirando en todo por el
ELHQ\SURVSHULGDGGHOD8QLyQ"´4
Artículo 128
Antes del siglo XIX, en los sistemas monárquicos, la figura del juez
no motivaba es decir no externaba las razones de sus decisiones
jurisdiccionales, ya que actuaba en nombre del rey, el cual ostentaba en si
mismo el poder terreno y el poder divino. Por tal motivo era innecesario, la
legitimación de los fallos por parte del órgano jurisdiccional.
25
6.2 Estado Democrático Representativo
7 Nieto Santiago, Interpretación y argumentación jurídicas en materia electoral, México, Universidad Nacional Autónoma de México, 2003.
26
6.4 Estado Social
7. EVOLUCIÓN DOCTRINARIA
27
adecuación de sus fallos. El juez sonámbulo camina por terrenos
PLQDGRV´8
8 Trias Monge, José. Teoría de Adjudicación. Primera Edición. San Juan: Universidad de Puerto Rico. 2000.
28
jurídico como una simple y vulgar técnica de persuasión o de invención a
partir de lugares comunes.
1. Si es justa o injusta.
2. Si es válida o inválida.
3. Si es eficaz o ineficaz.
9 Toulmin Stephen, Introducción al Razonamiento, 1984, Macmillan Publishing Company, EE. UU.
30
dependiendo de la valoración que se adopte será el análisis de esa escuela
entre ellas tenemos, la iusnaturalista, la positivista, la realista, la
sociológica y la histórica o historicista, así como las corrientes
tridimencionales.
Sobre la validez de una norma, no se sigue que ella sea justa o injusta
viceversa. Hay normas jurídicas que no son efectivamente aplicables, pero
no por ello se puede afirmar que su ineficacia derive en invalidez. Por
tanto, validez y eficacia son nociones conceptuales separadas; así también
la eficacia y la justicia, puesto que todo lo eficaz no es derecho y todo lo
que es derecho, no siempre resulta ser eficaz. En consecuencia la noción de
justicia, validez y eficacia comprende cada uno un orden propio que puede
ser estudiado analíticamente por separado y distinguido del resto. No
coinciden. Por eso se dice, una norma es obedecida cuando cumple los
requisitos de validez, justicia y eficacia. El problema de la validez es el
problema de la existencia de la regla en cuanto a tal, independientemente
del juicio de valor sobre su contenido de justicia. Mientras el problema de
ésta se resuelve con un juicio de existencia o de hecho. Esto es, se trata de
32
comprobar si una regla jurídica existe o no, o mejor su aquella determinada
regla, así como es, es una regla jurídica.
33
El problema de la validez jurídica presupone que se haya dado
respuesta a la pregunta ¿Qué se entiende por derecho? Responde al
problema ontológico del derecho.
34
Así mismo, en sus criterios de valoración de una norma, nos
determina la interrelación entre los tres problemas y su estudio comprende
seis proposiciones:
5. Que una norma jurídica puede ser justa sin ser eficaz.
Si una norma jurídica es justa sin ser válida, se infiere también que
una norma puede ser justa sin ser eficaz, de allí que se diga en el argot
popular ¿No hay Justicia en este mundo? se refiere al hecho de que aunque
son muchos quienes teóricamente exaltan la justicia, pocos son quienes
teóricamente exaltan la justicia, pocos son quienes la practican. Por tanto
36
una norma es eficaz cuando es válida en consecuencia hay muchas normas
jurídicas que no son validas, con mayor razón no son eficaces.
6. Que una norma jurídica puede ser eficaz sin ser justa.
37
La razón es el principal medio para poder comprender la realidad de
la propia naturaleza humana y poder codificarlas en normas. Tal Derecho
Natural por así llamarlo moderno trata de crear un Derecho de la razón que
tenga la capacidad de dar respuestas indubitables, al legislador y a la ley
positiva que en todo caso deben de concretar y adecuar a las particulares
circunstancias sociales esos mandato supremos racionales. La certeza en el
conocimiento y la aplicación del razonamiento práctico principalmente
valorado y predeterminado en su desarrollo no permiten la discusión de lo
estrictamente debatible. El conocer sustituye el decidir y la ciencia a la
retórica o a la prudencia.
38
juzgan la premisa menor y la sentencia se sigue con necesitada lógica como
pura conclusión.
40
algún legislador, sino realidades ontológicas poco menos que intemporales,
pero además con su legalidad inmanente y con una capacidad para
armonizarse y reproducirse solucionando cualquier conflicto. La
subsunción aquí es inmediatamente subsunción regulada por la norma, pero
colateralmente y en última instancia subsunción por conceptos. Todo ese
conjunto de concepciones forman un minucioso sistema que tiene como
fundamento y como elemento principal a la autonomía de la voluntad.
Buscando no el análisis de las clases lingüísticas, sino la búsqueda de la
esencia de las palabras. La interpretación jurídica, transita entre la
dogmática y una filosofía que busca ser positiva a raíz de un razonamiento
ontológico que ve realidades completas en esencias ideales. Sin embargo al
acabar el siglo toda esta postura entra en un periodo de crisis. Jhering en
Alemania, cambia su postura y pasa de ser un defensor radical de la
Jurisprudencia de Conceptos, a determinar que el derecho no es un puro
sistema de conceptos, sino la vida social e histórica ya que sólo desde las
necesidades sociales puede entenderse y aplicarse, porque se busca
entender por medio del fin al que la norma sirve, el interpretarla y aplicarla
correctamente. Por otro lado en Francia, Geny diferencia entre lo
proporcionado y lo construido en el Derecho, haciendo especial hincapié en
que la norma jurídica no concluye el Derecho ni resuelve enteramente la
sentencia, por lo que subsiste siempre un vasto sitio para la valoración. La
intención del presente libro no es la de realizar un análisis profundo sobre
las teorías y su modificación de los autores del siglo XIX pero lo que si
deseo reiterar y establecer marcadamente es lo relevante que fueron las
primeras décadas del siglo XX ya que se encuentra determinada por un
cambio de paradigma en cuanto a la teoría y metodología jurídicas. Hoy día
podrían denominárseles como incuestionables pero es interesante
determinar su origen ya que representan una ruptura con el pensamiento
anterior, en el que podemos llegar a la conclusión de que el ordenamiento
41
jurídico positivo tiene antinomias y, sobre todo, se encuentra plagado de
lagunas.
43
sentencias. La teoría principal de los realistas es que el juez en primer lugar
decide y posteriormente motiva, ya que con lo que la motivación expresa
de la sentencia no es más que el caparazón con el que la pura decisión se
encubre de objetividad. Casualmente, se resurge un análisis de la clave
retórica que los realistas no se percataron.
44
científico del Derecho realiza la interpretación de una norma solo se limita
a poner de manifiesto los potenciales significados, pero jamás elegirá
alguno de ellos como el mejor o más conveniente. En cambio, el juez está
obligado a dar ese paso, ya que tiene que decidir en todo caso, otorgara su
valoración que establece la opción de una interpretación y de una sentencia,
por tal motivo el trabajo jurídico práctico no puede tener carácter científico.
En base a esta postura, al leer la ley se hace bajo las más estrictas
reglas hermenéuticas con esto se convierte en una lectura por así decirlo
guiada que persigue la claridad. Se elimina la retorica y el malabarismo
legal. Cabe mencionar que es la escuela realista o irracionalista la que
plantea el uso de la retorica por parte de los juristas y plantea una nueva
metodología diferente a la postura racionalista que analizamos líneas
arriba. Gracias a la evolución que hemos visto podemos realizar una
diferenciación, hasta llegar a la actual teoría de la argumentación jurídica,
en la que sus elementos y metodologías se sustentan sobre el análisis del
discurso jurídico, el cual se debe de formar por un conjunto de reglas
racionales y de criterios retóricos que buscan que la retorica se erija como
una actividad jurídica, viéndola desde el aspecto de su instrumentación a la
que se le pueda agregar el carácter de racionalidad.
Cabe mencionar, que varios de los autores que hoy día son los más
influyentes precursores en la teoría de la argumentación y motivadores de
los elementos retóricos y tópicos iniciaron sus investigaciones en el ámbito
de la lógica jurídica formal, buscando y tratando de establecer una lógica
46
del razonamiento jurídico. Por ejemplo Chaim Perelman y Theodor
Viehweg. Perelman, al frente de las teorías de la argumentación jurídica,
buscara mediar entre el optimismo cientificista y el irracionalismo
metodológico.10
47
conjunto de justificaciones o explicaciones sobre las premisas, por lo que
se desvanece la diferencia radical imperante en la racionalidad de ambos
razonamientos.
48
7.1La teoría de Theodor Viehweg.
11 Ballweg, O., "Phronetik, Semiotik und Rhetorik", en Rhetorische Rechtstheorie: zum 75. Geburtstag von Theodor Viehweg, Freiburg
i.Br./München, Alber, 1982, p. 44-45; "La rationalité prudentielle", en Archives de Philosophie du Droit, 23, 1978, p. 260.
12 Viehweg, Th., Topik und Jurisprudenz, München, Beck, 5. ed., 1974, p. 96. Hay traducción castellana de la segunda edición, Tópica y
jurisprudencia, Madrid, Taurus, 1964. Para un estudio en detalle de la obra de Viehweg puede verse García Amado, J.A., Teorías de la tópica jurídica,
49
pensamiento de problemas.´13 El tema a desarrollar sería la disciplina que
provee los argumentos de que el jurista o cada sujeto procesal, pueden
recurrir para justificar la decisión tomada o propuesta. Los argumentos se
convertirían en posibles premisas válidas para el razonamiento jurídico
pero además, aplicables a cada caso práctico. Ante cada caso concreto se
podrá justificar cada decisión, gracias a un conjunto de argumentos
admisibles pero además aceptables entre los juristas y sustentados en
Derecho. Tales argumentos serían de tipo muy diverso pasando por los
principios generales, axiomas, dichos jurídicos, postulados de justicia,
precedentes, evidencias sociales compartidas o incluso las propias normas
jurídicas.14 Lo más relevante de la teoría de Viehweg es que hace hincapié
en la relación que existe entre la inventio definida como el hallazgo de los
argumentos o deducciones del razonamiento jurídico, ante el acto
puramente formal de la conclusio es decir, la deducción de la decisión a
partir de esas deducciones establecidas previamente. Y la persepción sería
ars inveniendi, como la técnica de pensamiento que enseña a encontrar esos
argumentos que son de gran utilidad, para obtener la justificación de las
decisiones debido a que goza de la legitimación social por consenso, o por
la comunidad de juristas. Cabe señalar que Viehweg no plantea el consenso
como criterio legitimador o como garante de la decisión jurídica, ni
siquiera un consenso ideal como un referente o patrón último. El consenso
se encontrará en el inicio de la argumentación, dando sustento a los
posibles argumentos que se puedan utilizar. La justificación versara
Madrid, Civitas, 1988, donde se analiza también la contemporánea rehabilitación de la tópica en otras disciplinas y se repasa brevemente su significado
en la Antigüedad.
13 Ibid., p. 31. Por "problema" entiende Viehweg "toda cuestión que aparentemente admite más de una respuesta y que necesariamente presupone una
comprensión provisional, a partir de la cual aparece como cuestión a considerar seriamente y para la que se busca precisamente una respuesta como
solución" (ibid., p. 32).
14 Como ejemplos de tópicos jurídicos actuales cita Viehweg únicamente la buena fe, el interés, la protección de la confianza y los conceptos jurídicos
en general (Viehweg, Th., Topik und Jurisprudenz, cit., p. 95). La más amplia enumeración de tópicos jurídicos se contiene en Struck, G., Topische
Jurisprudenz, Frankfurt M.,
Athenäum, 1971, pp. 20-34. Esos mismos tópicos son sistematizados en Perelman, Ch., La lógica jurídica y la nueva retórica, Madrid, Civitas, 1979,
pp. 120-128.
50
dependiendo del consenso que le otorguen en la elección la mayoría o los
más doctos. Sin embargo gracias a la pluralidad de los argumentos que
dirimen ante cada problema planteado, la elección por consenso sobre la
preferencia de unos u otros, ya no son teorizados en la racionalidad de la
decisión final que plantea la tópica jurídica. La tópica como método no
ofrecería un criterio para la elección entre los tópicos invocados en la
discusión.15 En la tópica jurídica el componente descriptivo o analítico
prevalecería más claramente sobre el componente normativo, haciendo a un
lado el idealismo y buscando más la vinculación a las características de la
práctica real. De ahí que se haya podido decir también que la tópica
jurídica no constituye una auténtica o suficiente teoría de la argumentación
jurídica,16 especialmente si por tal entendemos la teoría normativa de la
argumentación. Se quedaría en el primer momento, y describiría
únicamente los primeros pasos del proceso argumentativo que concluye en
la decisión. Sería, como nos dice Mengoni, un medio de selección de
³hipótesis de solución,´17 y no un medio de justificación de la opción final,
serán pertinentes en cada caso aquellos que trasciendan como adecuados y
admisibles en relación con el asunto de que se trate, sin que medie la
jerarquización entre ellos, para su elección. Con tal análisis llegamos a uno
de los principales problemas que las teorías de la argumentación tratan de
responder, como se llevara a cabo la elección final, que de preferencia a
unos o a otros de los tipos de argumentos, de los que se dispone y con eso
decir el posible cause que se le dé a la solución del posible caso que se ha
presentado, cabe cuestionarse, es susceptible de control racional; se trata de
averiguar si podemos definir algún criterio para elegir dentro de las
soluciones posibles, cuál de los argumentos se apega más a lo racional o
por el contrario el carácter subjetivo del órgano jurisdiccional es el que va
15 Alexy, R., Theorie der juristischen Argumentation, Frankfurt M., Suhrkamp, 1978, p. 42.
16 Hassemer, W., "Juristische Argumentationstheorie und juristische Didaktik", en Jahrbuch für Rechtssoziologie und Rechtstheorie, 2, 1972, p. 47.
17 Mengoni, L., Diritto e valori, Bolonia, Il Mulino, 1985, p. 42.
51
permear en la posible solución. Viehweg se anticipa, y expone la idea de
que es en la trama de cada situación donde por medio del intercambio de
razones se crean las bases para que la decisión obtenga la aceptación social,
ya sea que tal aceptación derive prácticamente del consenso que sustenta a
los argumentos en representación y no del procedimiento para su manejo.
52
los juicios de valor a partir de un examen detallado de la manera como los
hombres razonan efectivamente sobre los valores´20. El elemento
fundamental de la doctrina de Perelman, se sustenta en los conceptos de
³decisión y juicio de valor´21, y a la retórica le corresponde tomar ese lugar
GH³OyJLFDGHORVMXLFLRVGHYDORU´. Sin embargo lo que pone de manifiesto
con insistencia es que las decisiones valorativas no se dan en base a una
regla o patrón racional. Con tales afirmaciones marcaria su especial
particularidad en su teoría, la cual es considerada como distinta pero no por
debajo de la que plantea los razonamientos puramente lógicos. Como
DILUPD H[SUHVDPHQWH ³en Derecho ningún poder se puede ejercer de
manera arbitraria, es decir, no razonable.´22
20 Perelman, Ch., Droit, morale et philosophie, Paris, LGDJ, 2 ed., 1976, p. 48.
21 Perelman, Ch., Rhétorique et philosophie, cit., pp. 12ss.
22 Perelman, Ch., Ethique et Droit, Bruxelles, Editions de L´Université de Bruxelles, 1990, p. 674.
23 Perelman, Ch., Ethique et Droit, cit., p. 292.
24 Ibid, p. 516.
53
equidad.´25 A lo que Perelman DJUHJDTXH³en filosofía el irracionalismo
se explica fundamentalmente por el desconocimiento de la racionalidad de
los procesos de justificación.´26
25 Ibid., p. 675.
26 Ibid., p. 327.
27 Ibid., pp. 431ss, 520-521.
28 Ibid., p. 545, 672.
29 Ibid., p. 333-334.
30 Perelman, Ch., Logique et argumentation, cit., pp. 84-85
54
de forma necesaria o evidente, la razonabilidad de la decisión, entonces
será necesario recurrir al fundamento de ODUHWyULFD³La retórica, tal como
la concebimos -dice Perelman- consistirá en un estudio de los medios de
argumentación que permiten obtener o acrecentar la adhesión de los
espíritus a las tesis que se someten a su asentimiento´31 Por tal motivo,
realmente nos menciona 3HUHOPDQ TXH ³motivar un juicio, es decir,
justificarlo, no es fundamentarlo de modo impersonal y, por así decir,
demostrativo, mas bien es persuadir a un auditorio, al que se ha de conocer,
de que la decisión está de acuerdo con sus exigencias, para lo cual la
motivación se adaptará al tipo de auditorio al que se pretende persuadir,´32
debido a que ³toda argumentación se desarrolla en función de un
DXGLWRULR´33 Sin embargo gracias a lo anterior se devela uno de las grandes
disyuntivas de la teoría de Perelman, la oposición entre eficacia y
racionalidad de la justificación.
55
se pretende apta para obtener la adhesión de todo ser de razón´35 esto es,
GHO ³DXGLWRULR XQLYHUVDO´ Solo la argumentación que busca obtener la
convicción del auditorio universal podrá considerarse como racional. La
otra tendrá un valor solamente instrumental, y se empleara para la defensa
de ideologías o intereses particulares. Nos dice Perelman ³El discurso
dirigido a un auditorio particular tiende a persuadir, mientras que el que se
dirige al auditorio universal tiende a convencer. Un discurso convincente es
aquel en el que las premisas y los argumentos son universales, es decir,
aceptables, en principio, para todos los miembros del auditorio universal.´36
56
una sentencia judicial? El mismo Perelman admite que la argumentación
jurídica difiere, gracias las condiciones prácticas a las que se encuentra
sometida, principalmente por la forma de argumentación racional revestida
por la filosofía. La argumentación jurídica incluso se puede plantear como
³XQejemplo de justificación encauzada al convencimiento de un auditorio
particular´.39 Por tal motivo el Derecho y su posible racionalidad surjan en
la teoría de Perelman en expresiones un tanto equívocas, ³el Derecho es
simultáneamente acto de autoridad y obra de razón y de persuasión.´40 El
elemento instrumental o retórico, capaz de condicionar la adhesión de
cualquier auditorio de que se trate, se encontraría interrelacionando por un
lado a la argumentación jurídica en tensión con el elemento de
racionalidad, que se surgiría únicamente si se argumentara con la intención
de obtener un acuerdo hipotético de todos fundamentado sobre la base de
la ponderación no manipulada de los argumentos.
39 Perelman, Ch., La lógica jurídica y la nueva retórica, Madrid, Civitas, 1979 (trad. de L. Díez-Picazo), Pág. 162.
40 Perelman, Ch., Olbrechts-Tyteca, L., Rhétorique et Philosophie, Pág. 130.
41 Perelman, Ch., Ethique et Droit, Pág. 679.
57
contestará que ³los propios planteamientos y la forma en que se argumente,
ya sea en persuadir a un auditorio particular o en buscar obtener la
convicción de un auditorio universal, será lo que nos permitirá determinar
el grado de racionalidad´.42
58
espíritu: es función de este último, de su información, de la concepción que
posea acerca de los valores que se denominan universales, está
históricamente y socialmente determinado y está situado en el contexto de
una cultura y varía con esta última.´47
47 ibid., p. 120
48 Haarscher, G., "Après Perelman", in Justice et Argumentation, Bruxelles, Etidions de l'Université de Bruxelles, 1986, Pág. 224.
49 Perelman, Ch., Olbrechts-Tyteca, L., Rhétorique et Philosophie, Pág. 39.
59
herramientas retoricas, para conmover a un auditorio, será considerada
principalmente como irracional.
60
demás, por lo que él que se comunica no puede dejar de lado las
condiciones de racionalidad inherentes a la actividad comunicativa. Toda
actividad lingüística es noblemente XQD³acción orientada al entendimiento
y quien interactúa dentro de una sociedad y se comunica, no puede pasar
por alto los postulados de dicha comunicación, por el carácter inexcusable
de aquellos presupuestos universales que condicionan siempre nuestra
práctica comunicativa cotidiana y que no podemos elegir.´51
51 HABERMAS JURGEN, Moralbewusstsein und kommunikatives Handeln, Frankfurt M. Suhrkamp, 1983, p.141.
52 HABERMAS JURGEN, El discurso filosófico de la modernidad, Madrid, Taurus, 1989, Pág. 369.
53 HABERMAS JURGEN, "Entgegnung", en A. Honneth y H. Joas (ed.) Kommunikatives Handeln. , Frankfurt M., Suhrkamp, 1988, Pág. 360.
61
racionalidad inherente a la comunicación, a buscar un restablecimiento de
un acuerdo por medio de la aportación de argumentos que permitan un
nuevo consenso en torno a mejores razones. O como dice +DEHUPDV³con
una pretensión de validez un interlocutor apela a un potencial de razones
que, llegado el caso, podría sacar a la palestra en favor de esa preWHQVLyQ´54
Por tal motivo, al hablar se hace un compromiso de generar expectativas,
al poder lograr el entendimiento, significa compartir expectativas, las
cuales siendo compartidas, hacen posible la coordinación social. Pero
además, Habermas revela lo que él OODPD³el fundamento normativo de la
comunicación lingüística, determinando que aquella persona que entable un
discurso da por hecho al menos implícitamente, determinados
presupuestos, que son los únicos que permiten el acuerdo: así, los
presupuestos de que las proposiciones verdaderas son preferibles a las
falsas y que las normas justas son preferibles a las injustas´55
62
conciencia; mientras que en la teoría de Habermas la racionalidad se basa
en la orientación para obtener el consenso intersubjetivo el cual es el
elemento fundamental de la praxis lingüística, condición de posibilidad del
lenguaje.
63
Cabe mencionar que en las teorías de Habermas, como en otros
teóricos recientes, tienden a la multidiciplinariedad, ya que se
interrelacionan la filosofía con la investigación social e histórica, en ese
sentido si los aspectos filosóficos inciden en la sociedad podemos hacer la
siguiente pregunta ¿Cómo se puede conseguir el orden social? y Habermas
QRVUHVSRQGHEDViQGRVHHQHO³JLUROLQJtVWLFR´TXHHOSULQFLSDOHOHPHQWR
explicativo del orden social lo encontraremos en el lenguaje, es decir en el
uso de la comunicación lingüística, pero principalmente, en los principios
inevitables y universales de esta. Pero además gracias a este elemento
podremos determinar el sustento de la ética discursiva, y también la clave
del concepto epistemológico de racionalidad y la justificación de la
hipótesis explicativa de la evolución social. Gracias a que los seres
humanos se comunican, se crean las relaciones intersubjetivas que permiten
la creación de la sociedad. Al manifestarse, a cada sujeto le queda vedada
la posibilidad de pensar sólo en sí mismo, ya que como nos dice Habermas
ODV³restricciones estructurales que impone un lenguaje intersubjetivamente
compartido, lo obligan a salir de la lógica egocéntrica´56 del fomento de su
solo interés individual, y a sujetarse a las subordinaciones de la prioridad
del entendimiento. El objetivo de la comunicación será el entendimiento lo
cual trae aparejado, el cumplimiento de las precisiones que hacen que el
entendimiento sea posible y le dan sentido.
56 HABERMAS JURGEN. Pensamiento postmetafísico, Ed. Taurus, Madrid, 1990 (trad. de M. Jiménez Redondo), Pág. 85.
57 HABERMAS JURGEN. Teoría de la acción comunicativa, 2 vols., Ed. Taurus Madrid 1987. Vol. I Pág. 507
64
coordinador de la acción,´58 pero además, ³el entendimiento lingüístico es
sólo el mecanismo de coordinación de la acción, que ajusta los planes de
acción y las actividades teleológicas de los participantes para que puedan
constituLU XQD LQWHUDFFLyQ´59 Por tal motivo al realizar una actividad
comunicativa, buscando lograr la más alta racionalidad que sea posible,
significa hacer lo que Habermas llama la ³DFFLyQ FRPXQLFDWLYD´ R la
³acFLyQ RULHQWDGD DO HQWHQGLPLHQWR´, la cual consiste en que ³la
coordinación de la acción ha de satisfacer la condición de un entendimiento
comunicativRSHUVHJXLGRVLQUHVWULFFLRQHV´60
65
Los individuos inmersos en una sociedad al comunicarse buscan
entenderse, lograr ponerse de acuerdo sobre algo, cualquiera que sea su
origen ya sea subjetivo, objetivo o social, ya que es la única forma de
lograr una acción conjunta. Entonces si toda comunicación buscar lograr el
entendimiento y, obtener un acuerdo. Surge en Habermas el concepto de
³YDOLGH]´. Nos dice que ³al lenguaje le es inmanente la dimensión de la
validez, y la orientación a pretensiones de validez pertenece a las
condiciones pragmáticas dHSRVLELOLGDGGHOHQWHQGLPLHQWR´64 Con esto nos
quiere dar a entender que en cuanto se realiza una manifestación
lingüística, una acción de habla, se hace una oferta de entendimiento a
quien la escuchan sobre un elemento del ámbito de la sociedad, en si
mismo u objetivo, tal oferta conlleva inherentemente una pretensión de
validez, es decir, busca lograr el acuerdo, la aceptación o su corrección a la
luz del ámbito de social, objetivo o sobre la personalidad del sujeto. Pero
además aquel que acepta el ofrecimiento, y se relaciona en ese vínculo
comunicativo, tiene la obligación de manifestar su postura ya sea de
manera expresa o tacita, admitiéndola y, con ello aceptando y reconociendo
la validez de lo manifestado, o en el otro extremo rechazándola. Conforme
una parte y la otra busquen conseguir el acuerdo y establezcan su
pretensión y esta sea cuestionada por la otra parte, tienen la posibilidad de
acudir a su defensa por medio de argumentos y razones que al final
permitirá un posible acuerdo racional que se sustente en la pretensión
validada por los más sobresalientes argumentos, o por las más
sobresalientes razones ³Con una pretensión de validez manifestada se
apela a un potencial de razones que, llegado el caso, podría sacar el
combate en favor de esa pretensión´65
64 +$%(50$6 -85*(1 ³(QWJHJQXQJ´ HQ .RPPXQLNDWLYHV +DQGHOQ (G GH $ +RQQHWK \ + -RDV )UDQNIXUW0 6XKUNDPS HG ed.
1986). Pág. 360
65 HABERMAS JURGEN. Pensamiento postmetafísico, Ed. Taurus Madrid, 1990: (trad. de M. Jiménez Redondo). Pág. 84.
66
No solo eso, sino DGHPiV ³que el entendimiento funcione como
mecanismo coordinador de la acción sólo puede significar que los
participantes en la interacción se ponen de acuerdo acerca de la validez que
pretenden para sus emisiones o manifestaciones, es decir, que reconocen
intersubjetivamente las pretensiones de validez con que se presentan unos
IUHQWHDRWURV´66
67
entiende los estados de las cosas, la sociedad o a sí mismo. Eso mismo le
sucede a quien toma partido ante la manifestación, ya sea aceptándola o
brindando razones alternativas. Entre mejores sean las razones que
garantizan una pretensión, será más fundamentado el acuerdo, y por tanto
habrá mayor certeza, en el cumplimiento de las expectativas de conducta.
Toda pretensión posee lo que Habermas conceptualiza como un ³PRPHQWR
GHLQFRQGLFLRQDOLGDG´, ya que lo que se busca es el pleno entendimiento en
base a un acuerdo universal. Como nos menciona el propio +DEHUPDV³en
tanto que pretensiones, éstas trascienden todas las limitaciones espaciales y
temporales, todas las limitaciones provinciales del contexto de cada
FDVR´69
68
inherente e implícita de preservarlas con razones, tales razones serán de
diferente índole, para cada uno de los tres casos. Por ejemplo, si lo que se
debate y habrá de defender es un enunciado subjetivo, entonces la
sinceridad del emisor habrá de acreditarse con argumentos referentes a las
manifestaciones de su personalidad que son conocidas; pero si la veracidad
de una manifestación es objetiva, se argumentará basándose en los
modelos de experiencia, al conocimiento compartido del mundo de las
cosas y los objetos; si, finalmente, es la rectitud de una manifestación
normativa, de deber o de valoración, lo que se encuentra en duda, se deberá
de invocar con argumentos a los órdenes de legitimidad o de justicia de los
valores o de las normas. Al realizar una pretensión de validez y esta se
dirime, se desarrolla un grupo de ideas, compartidas socialmente y que
fundamentan el procedimiento de la posible pretensión. ³7RGR proceso de
entendimiento tiene lugar sobre el trasfondo de una pre comprensión
LPEXLGDFXOWXUDOPHQWH´70 De esa manera, las pretensiones de verdad serán
sustentadas por un saber compartido o de cultura; las pretensiones de
rectitud en el elemento normativo de la sociedad; y las pretensiones de
veracidad en la personalidad socializada en un modo determinado. Todo
este proyecto de pensamiento de Habermas se sustenta en la idea de
obligación. La cual se desarrolla en el inter vaivén de subjetividades que
nacen gracias a los lazos de los sujetos en sociedad y que se hacen posibles
por medio de la comunicación. Se establece un compromiso general con los
presupuestos que hacen posible el entendimiento y el establecimiento de un
elemento análogo a la participación de todo individuo social de las
obligaciones derivadas. Si todos emplean la comunicación lingüística para
poder vivir en sociedad, a nadie se le sustrae del cumplimiento de las
condiciones o de las reglas o de perjudicar el entendimiento buscando
69
imponer sus condiciones, por lo que se puede determinar cómo obligación
de compromiso de las manifestaciones lingüísticas.
70
la acción, que ha de conducir a que pueda quedar neutralizada cualquier
otra motivación que no sea la de una disponibilidad cooperativa a
entenderse. Esta forma de comunicación liberada de la presión de la
experiencia y de las coacciones de la acción posibilita en situaciones de
interacción perturbada restablecer un entendimiento sobre pretensiones de
validez que se han vuelto problemáticas, las alternativas son, o bien el paso
al comportamiento estratégico, o la ruptura de la comunicación´71
71
válido, se sustentara racional gracias a que contiene, las razones evaluadas
en la discusión, los únicos elementos categóricos, de tal manera que sean
las más sobresalientes razones, los argumentos dominantes, los que puedan
estipular. La utilización de las normas de la argumentación racional es lo
que hace que esto sea posible. Gracias a esas reglas se garantiza la
aprobación imparcial de las razones, pero además que la resolución final se
encuentre constreñida por la racionalidad. El objeto de la teoría de la
argumentación, es el análisis de esas normas. Entonces le corresponde, ³la
tarea de reconstruir las presuposiciones y condiciones pragmático-formales
del comportDPLHQWRH[SOtFLWDPHQWHUDFLRQDO´74
74 HABERMAS JURGEN. Teoría de la acción comunicativa, 2 vols., Ed. Taurus Madrid 1987. (trad. de M. Jiménez Redondo). Pág. 16.
72
para que se dé la argumentación racional deben de existir ciertas
condiciones de igualdad en los derechos de todos y cada uno de los
participantes ya sean potenciales o reales. Eso es lo que Habermas
denomina como ³VLWXDFLyQ LGHDO GH KDEOD´. Y nos menciona que al
³explicar los presupuestos comunicativos generales de la argumentación"
equivale a determinar ³XQD VLWXDFLyQ LGHDO GH KDEOD´ Denomina ³ideal a
una situación de habla en que las comunicaciones no solamente no vienen
impedidas por influjos externos contingentes, sino tampoco por las
coacciones que se siguen de la propia estructura de la comunicación, y
añade que la estructura de la comunicación deja de generar coacciones sólo
si para todos los participantes en el discurso está dada una distribución
simétrica de las oportunidades de elegir y ejecutar actos de habla.´75
75 HABERMAS JURGEN. Teoría de la acción comunicativa: Complementos y estudios previos, Ed. Cátedra. Madrid, 1989: (trad. de M. Jiménez
Redondo). Pág. 153.
73
2.2. Quien introduce un enunciado o norma que no es objeto
de discusión debe dar una razón de ello.
76 HABERMAS JURGEN. Teoría de la acción comunicativa: Complementos y estudios previos, Ed. Cátedra. Madrid, 1989: (trad. de M. Jiménez
Redondo). Pág. 154.
74
estructuras comunicativas, ya que al comunicarse se está desarrollando ese
conocimiento intuitivo sobre la posibilidad de las condiciones de la
argumentación, una de las cuales sería la disposición al acuerdo racional.
75
justicia, o si eran pretensiones de rectitud el objeto de discusión. La manera
racional de solucionar la argumentación es el acuerdo libre de coacción.
Por tal motivo, Habermas determina que la situación ideal del habla
y las normas de la argumentación no aportan lo que adecuadamente podría
ser un criterio de verdad material, sino solamente un procedimiento que es
útil para obtener un acuerdo racionalmente para cada momento puede ser
determinado en ese momento por recto o verdadero. Recordemos que
criterios materiales cambian debido al tiempo y a las culturas. Solo perdura
el procedimiento racional de desenvolvimiento discursivo sobre
pretensiones de validez, en busca del consenso no coaccionado, y se erige
como pauta racional desde que existe comunicación lingüística.
76
momento de incondicionalidad que intuitivamente asociamos a las
pretensiones de verdad se interpreta aquí en el sentido de un ir más allá de
contextos locales. Una afirmación que según nuestros estándares está
justificada se diferencia de una afirmación verdadera del mismo modo que
una afirmación justificada en el respectivo contexto se diferencia de una
que podría ser justificada en todos los contextos posibles.´79
79 HABERMAS JURGEN. Wahrheit und Rechtfertigung. Philosophische Ansätze, Frankfurt M., Suhrkamp. 1999. Págs. 288-289.
80 HABERMAS JURGEN. Conciencia moral y acción comunicativa, Ed. Península Barcelona, 1985. (trad. de R. García Cotarelo). Pág. 137.
77
transcendental de presupuestos generales y necesarios de la
81
DUJXPHQWDFLyQ´ Pero además, ³en la fundamentación de la universalidad
se trata, esencialmente, de la identificación de presupuestos pragmáticos,
sin los cuales no puede funcionar el proceso de argumentación. Todo aquel
que participa en la praxis de la argumentación tiene que haber aceptado ya
estas condiciones de contenido normativo para las que no existe alternativa
alguna. Por el hecho de intervenir en la argumentación los participantes
están obligados a reconocer este hecho.´82
Por otro lado, Habermas hace una diferencia entre los actos del habla
constatativos y actos del habla regulativos. Los actos del habla
constatativos, son aquellos por medio de los cuales, se trata de demostrar
la existencia de algo en el mundo objetivo; mientras que, los actos del
habla regulativos, son aquellos a través de los que pretendemos regular o
calificar acciones por referencia a normas o valores. Ambos casos, son
susceptibles de ser calificados en la pretensión de rectitud o verdad de lo
que respectivamente quieren demostrar. Pero además, en los dos se
encuentra implícita, la posibilidad del uso del lenguaje, para poder superar
alguna divergencia en su legitimación, por medio de un acuerdo final
basada en la mejor razón. En un argumento obtendremos un discurso
teórico; en el otro, un discurso práctico. Éste ostenta una doble dimensión,
ya que en pO ³los participantes pueden examinar, tanto la rectitud de una
determinada acción en relación con una norma dada, como también, en un
segundo paso, la rectitud de esa norma misma; pero en cualquier caso, lo
que en el discurso práctico se dirime es la aceptabilidad de acciones o de
normas de acción´83 Decir que una norma alcanzaría UHFRQRFLPLHQWR³QR
se apoya en una coincidencia objetivamente comprobable con intereses
78
preestablecidos, sino que depende de una interpretación y valoración de los
intereses llevadas a cabo por los partícipes desde la perspectiva de la
primera persona del plural, bajo los presupuestos de la argumentación
racional.´84
84 HABERMAS JURGEN. Wahrheit und Rechtfertigung. Philosophische Ansätze, Frankfurt M., Suhrkamp. 1999. Pág. 310.
85 HABERMAS JURGEN. Teoría de la acción comunicativa, 2 vols., Ed. Taurus Madrid 1987. (trad. de M. Jiménez Redondo). Vol. II. Pág. 245.
86 HABERMAS JURGEN. La reconstrucción del materialismo histórico, Ed. Taurus. Madrid. 1981: (trad. de J. Nicolás Muñiz y R. García Cotarelo).
Pág. 31.
79
justicia de las normas que se diriman. Dando lugar a un enjuiciamiento
objetivo sobre la rectitud de las acciones, enjuiciamiento que busca adecuar
a tales acciones con las normas correspondientes. Una vez, que tales
normas se deliberan, surge el acuerdo conteniendo las más sobresalientes
razones en pro o en contra de su validez, es decir, de su justicia. Para que
pudiera surgir el acuerdo sobre tales normas, deberá de sustentar el interés
de todos, a lo que Habermas nos dice ³una norma sólo posee validez en la
medida en que, en relación con la materia necesitada de regulación de que
en cada sazón se trate, tenga en cuenta los intereses de todos los afectados y
encarne la voluntad que todos, cada cual en su propio interés, podrían
formar en común, sustentando al discurso por medio de razones debido a
que los discursos prácticos versan sobre la universabilidad de intereses."87
Aprobándolo cada uno de los interesados, sin coacción alguna, ya que se
sustenta en sus intereses y en los efectos secundarios que tal acuerdo pueda
derivar, al cumplirse cabalmente la norma.
80
estructuras de su entorno y una modificación del pensamiento
tradicionalista de las normas. ³Sólo cuando el poder de la tradición ha
quedado quebrado hasta el punto de que la legitimidad de los órdenes
vigentes puede ser considerada a la luz de alternativas hipotéticas pueden
preguntarse los miembros de un grupo que, como grupo, dependen de la
cooperación, es decir, del esfuerzo común para la consecución de fines
colectivos, si las normas en cuestión regulan de tal modo el arbitrio de los
afectados, que cada uno de ellos pueGHYHUVDOYDJXDUGDGRVXLQWHUpV´89 En
la sociedad moderna, la ética discursiva tiene un funcionamiento efectivo,
pero además representa la única alternativa para una legitimación
normativa. Fuera de esos límites solo existe la barbarie de una integración
sistémica, la destrucción de los presupuestos de la comunicación y de la
legitimidad solo por medio de la lógica del poder o del dinero, a las que
poco interesa la legitimidad social. También Habermas establece su manera
procedimental y formal de su ética, ³El principio básico de la ética
discursiva toma pie en un procedimiento, esto es, la comprobación
discursiva de las pretensiones normativas de validez. A este respecto cabe
calificar con razón la ética discursiva de formal. Ésta no ofrece orientación
de contenido alguno, sino un procedimiento: el discurso práctico, y dicho
procedimiento tiene su sentido en garantizar la imparcialidad en la
formación del juicio.´90
81
las debilidades de la moral autónoma.´ Una vez que se transforman las
estructuras tradicionales dogmatizadas, surge el individuo transformado en
juez supremo de la calidad moral con respecto a sus actos, no quiere decir
con esto que se logre el cumplimiento de sus preceptos y para obtener la
certeza sobre ³normas moralmente válidas que habrán de ser transformadas
en normas legalmente vinculantes.´91 Por otra parte es pertinente una buena
administración por parte de un poder político, que pueda desarrollar el
instrumento jurídico, tal poder será legitimo cuando sus actuaciones se
encuentren reguladas por ordenamiento que sea reflejo de la voluntad
popular. Nos dice Habermas ³Así, la necesidad funcional de Derecho y
política puede ser explicada en términos de condiciones necesarias para una
formación racional de una voluntad colectiva que sea a la vez imputable y
efectiva´92
82
normas que vayan en contra del interés general, ya que es por medio de la
producción legislativa como se tutela tal interés colectivo.
Pero como hemos visto, hoy día la validez del Derecho moderno,
bien se puede dividir en dos partes interdependientes, por un lado la
facticidad de la imposición estatal, el monopolio coactivo, que poseen las
normas jurídicas y por el otro la búsqueda incansable de la legitimidad,
sustentada por el proceso racional de creación de las QRUPDV³/DVQRUPDV
jurídicas deben estar constituidas de tal manera que simultáneamente
puedan ser contempladas como normas coactivas y como leyes de la
libertad. Tiene que ser posible al menos seguir las normas jurídicas no sólo
porque fuerzan a la obediencia, sino porque son legítimas. La validez de
una norma jurídica significa que el poder estatal garantiza al mismo tiempo
producción legítima del Derecho e imposición fáctica del mismo. El Estado
debe asegurar ambas cosas, por un lado la legalidad de los
comportamientos, en el sentido de que por regla general sean seguidas, en
caso necesario con el forzamiento mediante sanciones, y, por otro lado, la
legitimidad de las reglas, que asegure que el seguimiento de una norma
puede llevarse a cabo por respeto a la ley misma.´93
83
modificables- de un legislador político; y, en resumen, es un Derecho
establecido procedimentalmente porque se legitima mediante un
procedimiento democrático. Si bien el Derecho positivo exige sólo una
conducta legal, debe ser no obstante legítimo: aunque deja al arbitrio de
cada uno los motivos de la obediencia del Derecho, éste debe estar creado
de tal manera que en todo tiempo pueda ser obedecido por los destinatarios
también por respeto a la ley. Un ordenamiento jurídico es, pues, legítimo si
asegura de modo equitativo la autonomía de todos los ciudadanos. Éstos
son autónomos sólo si los destinatarios del Derecho pueden entenderse a sí
mismos simultáneamente como sus autores.´94
94 HABERMAS JURGEN. La inclusión del otro. Estudios de teoría política, Barcelona, Paidós (trad. de J.C. Velasco Arroyo y G.Vilar Roca). Pág.
202.
95 HABERMAS JURGEN. Teoría de la acción comunicativa, 2 vols., Ed. Taurus Madrid 1987. (trad. de M. Jiménez Redondo). Vol. II. Pág. 246.
84
jurídicas desechan cualquier indicio de moral en sus contenidos, mucho
menos sujetan su vigencia al sustento de algún principio moral material.
Muy distinto es que se dé la adhesión espontánea de los individuos al
conjunto del ordenamiento, lo cual facilita que si al exigirse el
cumplimiento de las normas y el individuo pueda manifestar que son
contrarias a sus convicciones morales pueda invocar a una legitimidad
global de ese ordenamiento.
85
estructura pos-tradicional de la conciencia jurídica agudiza la problemática
de justificación convirtiéndola en una cuestión de principios, que
ciertamente queda desplazada a la base, pero que no por HOORGHVDSDUHFH´96
96HABERMAS JURGEN. Teoría de la acción comunicativa, 2 vols., Ed. Taurus Madrid 1987. (trad. de M. Jiménez Redondo). Vol. II. Pág. 338.
86
decisión del discurso moral, más valido, más justo puede ser considerado.
Precisamente es lo que concretamente une al Derecho con la moral, es el
³contenido moral implícito en las cualidades formales del Derecho.´ Por lo
tanto se manifestara solo en el nivel de normas particulares, no del
ordenamiento jurídico en su conjunto, ya que este necesita el fundamento
moral, coincidente con los elementos de la ética discursiva. De esta forma,
VH FUHD DO LQWHULRU GHO 'HUHFKR SRVLWLYR ³SXQWR GH YLVWD PRUDO´ que avala
una estructuración imparcial de la voluntad. La moral no es ese conjunto de
normas supra-legales, VLQR TXH ³se retrotrae a procedimientos que se
interpenetran con el Derecho positivo; la moral ya no flota por encima del
Derecho, emigra al interior del Derecho pRVLWLYRSHURVLQDJRWDUVHHQpO´97
Gracias a esta acción, el derecho ya no es solo el instrumento del poder,
que tradicionalmente ligaba a la validez con el fundamento trascendente y
que hoy día, al modificarse el carácter convencional de las sociedades trata
de vincular a la validez con la ética discursiva.
97 +$%(50$6-85*(1³:LHLVW/HJLWLPLWlWGXUFK/HJDOLWlWP|JOLFK"´HQ.ULWLVFKH-XVWL]3iJV-16.
87
expresión de esa justificación que ahora se torna estructuralmente necesaria
a raíz de la positivación del Derecho.´98
98 +$%(50$6-85*(1³:LHLVW/HJLWLPLWlWGXUFK/HJDOLWlWP|JOLFK"´HQ.ULWLVFKH-XVWL]3iJV-16.
99 HABERMAS JURGEN. Ensayos políticos, Editorial, Península. Barcelona, 1988: (trad. de R. García Cotarelo).
100 Íbid
101 Íbid
88
ciudadanos ejerzan su autonomía política y mediante los que establezcan
derecho legítimo.´102 Y, por ultimo en el quinto sitial ORV ³GHUHFKRV
fundamentales a que se garanticen condiciones de vida que vengan social,
técnica y ecológicamente aseguradas en la medida en que ello fuere
menester en cada caso para un disfrute en términos de igualdad de
oportunidades de los derechos civiles mencionados.´103 Como vemos
quedan contemplados dentro de la legitimidad del sistema jurídico político,
los derechos de ciudadanía, el derecho de libertad, los derechos de la
nacionalidad, los derechos del principio de legalidad el de legitimidad, los
derechos sociales principales y los derechos políticos.
102 Íbid
103 Íbid
104 HABERMAS JURGEN. Ensayos políticos, Editorial, Península. Barcelona, 1988: (trad. de R. García Cotarelo).
89
En este grado la sola vigencia fáctica no es suficiente para legitimar
la eficacia de la norma. No puede garantizarse que por ser derecho positivo
establezca el cumplimento del ordenamiento jurídico, ya que este debe de
contener los ya mencionados principios básicos que tutelen a la justicia, la
racionalidad comunicativa de sus normas, su eficacia en el cumplimiento es
contraria a la racionalidad que manifiestamente acepta todo interlocutor. Se
requiere en el Estado de Derecho XQD ³HILFDFLD FXDOLILFDGD´ GHULYDGD GHO
reconocimiento de las normas una vez que se determine la legitimidad del
ordenamiento no solo su juridicidad o facticidad. Como nos comenta ³La
vigencia social de las normas en vigor ya no es coincidente con la validez
de las normas justificadas, el respeto a la ley ya no cuenta como un motivo
ético per se. A la heteronomía, esto es, a la dependencia de las normas
vigentes, se contrapone el hecho de que el actor ya no recurre a la vigencia
social de una norma como determinación de su acción, sino a su
YDOLGH]´105
105 HABERMAS JURGEN. Conciencia moral y acción comunicativa, Ed. Península. Barcelona, 1985. (trad. de R. García Cotarelo). Págs. 190-191
106 Íbid
90
Habermas esta paradoja no encuentra mas solución que determinar, que
mientras se quiera mantener la racionalidad y legitimidad del Derecho, éste
no puede ver antepuesta ninguna finalidad que la de ser el instrumento de
la justicia. Debido a las manipulaciones del poder sobre la validez del
Derecho, no hay garantías efectivas que la eviten. El único refugio es la
constatación teórica de que tal poder podrá ser legal, pero no es legítimo y
por tanto ineficaz en su cumplimiento. Se ve truncado el vínculo entre
legalidad y legitimidad, entre Derecho y Política, pero se determina que al
derecho le es inherente un grado de moralidad la cual prevalece aun en
contra de las contingencias de cualquier poder pero además posee la
facultad de condicionar su legitimidad. La ineficacia del Derecho por
atribuciones morales, no estaría condicionada a efectuarse por medio de
valores totalmente personales incapaces de fundamento racional, como
alguna vez mencionaran Max Weber o Hans Kelsen. Por tal motivo, la
discursiva se erige como una ética cognitivista que puede determinar la
posibilidad de los juicios morales racionales y con la garantía del vínculo
de los presupuestos de la comunicación.
91
principios de universalización, ³cuando se comprueba cómo las
generaciones pasadas han venido engañándose siempre nadie puede estar
seguro, a la vista del horizonte de su tiempo, de que se haya realizado por
completo el proyecto del Estado de Derecho y que lo único que precisa es
administrar el bien heredado con conciencia de felices herederos. Ningún
Derecho positivo puede defenderse como si fuera la encarnación definitiva
del orden más racional, es preciso reconocer la desobediencia civil como
parte componente de la cultura política de una comunidad democrática,
como contrapeso de la falibilidad que aparece en el proceso histórico de
realización de principiRVFRQVWLWXFLRQDOHVXQLYHUVDOHV´108
108 HABERMAS JURGEN. Ensayos políticos, Editorial, Península. Barcelona, 1988: (trad. de R. García Cotarelo). Pág. 85.
109 HABERMAS JURGEN. Ensayos políticos, Editorial, Península. Barcelona, 1988: (trad. de R. García Cotarelo). Pág. 86.
110 Ibíd. Pág. 86.
92
la conclusión necesariamente es verdadera si las premisas son verdaderas.
Lo único que determina una regla de inferencia es que si las premisas son
verdaderas, entonces también tienen que serlo necesariamente la
conclusión. Por el contrario, los razonamientos serán inválidos lógicamente
cuando no exista ninguna regla de inferencia lógica que autorice efectuar el
paso que en ellos se da.
93
CAPITULO III
TIPOLOGIA DE ARGUMENTOS
a) Conocimiento
b) Disposición
c) Habilidad
111
DEHESA Dávila Gerardo, Introducción a la Retórica y la Argumentación, tercera edición,
Suprema Corte de Justicia de la Nación, México D.F. Mayo 2006, Pág. 189
94
forma verbal o escrita los más comunes pueden ser según el mismo autor
Gerardo Dehesa, los siguientes:
x ORACIONES
x PROPOSICIONES
x ASEVERACIONES
x ENUNCIADOS
95
x Metafórico: consiste en trasladar el sentido recto de los
vocablos a otro figurado.´112
112
DEHESA Dávila Gerardo, Introducción a la Retórica y la Argumentación, tercera edición, Suprema Corte de Justicia
de la Nación, México D.F. Mayo 2006, Págs. 190 y 191
96
Estructura dialogada: La formulación del planteamiento, la
refutación o la justificación y la conclusión se desarrollan por medio de un
proceso de a lo largo de réplicas sucesivas. El mejor ejemplo lo tenemos en
los debates en los que es factible que surjan controversias, la emisión de
juicios pasionales, las descalificaciones o las ironías.
97
a) Argumentos según su capacidad persuasiva.
Los tipos de argumentos según su capacidad pueden ser de tres tipos
Pertinentes, Validos y con fuerza argumentativa, poseen pertinencia,
aquellos argumentos que se encuentran concernidos con la tesis o bien la
refuerzan. Así mismo decimos que un argumento es valido si logra
concretar los objetivos que se refieren a la conclusión, sino solamente son
falacias como veremos mas adelante y por ultimo un argumento tiene
fuerza argumentativa si tiene la capacidad de ser debatido con otros
argumentos mas fuertes o mas débiles sino solo será un argumento
irrefutable.
b) Argumentos según su función.
Según su función los argumentos pueden fortalecer la tesis propia, otorgar
concesiones a la tesis contraria o defenderse con refutaciones que aborden
partes o la totalidad de la tesis contraria o con contrargumentos que buscan
invalidar los argumentos contrarios, o las aprobaciones admitidas por la
contraparte previamente.
98
d) Argumentos según su finalidad.
x El objeto.
x La tesis.
x El argumento en sí.
99
5. ANÁLISIS DEL PÁRRAFO, CON INJERENCIA EN LA
REDACCIÓN Y LA ARGUMENTACIÓN.
100
a) Tipología de Párrafos.
x ENUMERACIÓN
x EXPOSITIVOS
x ARGUMENTATIVOS
x CONTRAARGUMENTATIVOS.
x DELIMITADORES DE TEXTO.
101
Párrafos delimitadores de texto.- No constituyen una modalidad
diferente a los tipos de párrafos anteriores, son una introducción o
conclusión y pueden ser de cualquier tipo; argumentativos, expositivos, etc.
102
cuales la verdad de sus premisas garantiza la verdad de sus conclusiones.
De ahí que, los argumentos deductivos ofrecen certeza, sólo cuando sus
premisas son ciertas. Por lo tanto, si utilizamos premisas fuertes, los
argumentos deductivos, son sumamente útiles. Los argumentos deductivos
presentan seis formas comunes que son:
103
x Reductio ad absurdum. Establecen sus conclusiones mostrando
que la negación de la conclusión conduce al absurdo. Por lo
cual, no se puede hacer otra cosa que aceptar la conclusión.
7. CRITERIOS DE INTERPRETACIÓN
Principios
Reducción al
absurdo
De Autoridad
a) Gramatical
b) Sistemático.
106
3) Sistemático en sentido estricto,
4) A cohaerentia, debido a que no puede haber normas
incompatibles por lo que ante dos significados se opta por el que sea
acorde con otra norma,
5) No redundancia, considerando que el legislador no
regula dos veces la misma hipótesis.
c) Funcional.
107
Finalmente, es importante precisar que los criterios de interpretación
y sus diversos tipos de argumentos que los complementan no
necesariamente se aplican de manera independiente, sino que incluso, una
de las interpretaciones que puede ser más acertada es tomar como base los
tres criterios y aplicar, en lo conducente, la mayoría de sus argumentos,
para obtener distintos enfoques del texto legal, a fin de aplicar en una
decisión jurisdiccional el que resulte más acorde a todo el panorama
interpretativo y teniendo como fin último satisfacer las exigencias actuales
de la situación concreta materia del juicio.
Ejemplo:
108
Interpretación del artículo 100 del Código Fiscal de la Federación.
³/DDFFLyQSHQDOHQORVGHOLWRVILVFales perseguibles por querella, por
declaratoria y por declaratoria de perjuicio de la Secretaria de Hacienda y
Crédito Público, prescribirá en tres años contados a partir del día en que
dicha secretaria tenga conocimiento del delito y del delincuente; y si no
tiene conocimiento, en cinco años que se computaran a partir de la fecha
de la comisión del delito. En los demás casos, se estará a las reglas del
Código 3HQDODSOLFDEOHHQPDWHULDIHGHUDO´
Ahora bien, de tal disposición y con dichos datos del caso, la materia
a interpretar sería: ¿Prescribió el delito? Para responder a esa interrogante
es necesario realizar una interpretación gramatical, apoyada en un
argumento semántico, acudiendo al lenguaje tecnificado en el contexto
MXUtGLFR TXH VH HQWLHQGH SRU ³GLFKD 6HFUHWDUtD´ SDUD efectos de la
prescripción del delito, no en el sentido de que se refiere a la Secretaría de
Hacienda o Crédito Público, porque el reenvío dentro del mismo artículo es
claro, sino más bien si el conocimiento del delito por parte del verificador
aludido significa que dicha Secretaría tuvo conocimiento del delito y, por
ende, que a partir de entonces inició el cómputo para la prescripción, en
cuyo caso en diciembre de 2005 ya estaría prescrito el delito.
Ejemplo:
110
de la votación válida, disposición que aplicada a contrario sensu implica
que cuando el resto de votos no equivalga al 1.5% de la votación válida,
QRVHKDUiODDVLJQDFLyQGHODVUHJLGXUtDVUHVWDQWHV´ 115
(O SODQWHDPLHQWR TXH SUHYDOHFH HV HO GH ³considerar que toda
interpretación debe ser sistemática ya que para poder entender
correctamente un precepto es necesario relacionarlo con todos los demás
del ordenamiento, puesto que una norma aislada no es más que un elemento
del sistema del que forma parte, de tal modo que es el ordenamiento el que
hace a la norma y no éstas las que componen aquél.´116
115 Extracto de un fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Tesis S3ELJ 48/2002).
116 EZQUIAGA GANUZAS FRANCISCO JAVIER, OP. CIT. p. 69
111
D7RPDUHQFXHQWDODVLWXDFLyQ³ItVLFD´GHXQHQXQFLDGRHQHOWH[WR
legal por medio de dos argumentos:
1. A sedes materiae.
2. A rubrica.
2. A cohaerentia.
3. No redundancia.
Ejemplo:
112
respectivo, mas no para determinar cuáles son los supuestos de
procedencLDHVSHFtILFRV\DTXHpVWRVHVWiQHQXQFDStWXORGLVWLQWR´ 118
118 Extracto de un fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Tesis S3ELJ 10/2003).
119 EZQUIAGA GANUZAS FRANCISCO JAVIER, OP.CIT. p. 100.
120 Extracto de un fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Tesis S3ELJ 05/2003)
113
ubicación topográfica de éste último, se toma como base para obtener su
significado y alcance.
Ejemplo:
³$O WLSR GH ILQDQFLDPLHQWR SUHYLVWR SRU HO DUWtFXOR IUDFFLyQ ,,
inciso a), de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, no
tienen derecho todos los partidos políticos nacionales por el solo hecho de
contar con registro, sino que tal beneficio es exclusivo de aquellos que
contendieron en los últimos comicios y obtuvieron por lo menos el dos por
ciento de la votación en alguna de las elecciones federales ordinarias para
diputados, senadores o Presidente de la República, y que de esa manera
lograron conservar su registro; habida cuenta que la disposición contenida
en el citado inciso a), no debe interpretarse en forma aislada, sino en su
contexto, esto es, integrada con el segundo párrafo de la referida fracción
II, que precisamente se refiere a los partidos políticos que hayan logrado
PDQWHQHUVXUHJLVWURGHVSXpVGHFDGDHOHFFLyQ´ 122
114
8.1 El argumento A cohaerentia
Ejemplo:
115
cada uno de los contendientes y su representación en el órgano
legislativR´124
Ejemplo:
124 Extracto de un fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Tesis S3EL
016/2005).
125 EZQUIAGA GANUZAS, FRANCISCO JAVIER, OP.CIT. pp. 229 y 230.
116
(Legislación de Yucatán). De la interpretación de los artículos 138, 314 y
332 del Código Electoral del Estado de Yucatán se desprende que el plazo
para interponer el recurso de apelación es en días hábiles. Lo anterior se
puede concluir si se atiende a que en el precepto 332 antes citado no se
precisa si los tres días, en los cuales debe ser interpuesto el recurso de
apelación, deben ser hábiles o incluir a los inhábiles, pero esa incógnita se
despeja recurriendo a lo que ordinariamente ocurre en la normatividad
que otorga un plazo para hacer valer un medio de defensa. Esta regla
general consiste en que los plazos se componen de días hábiles
exclusivamente, porque el propósito de su otorgamiento es que el
interesado disponga del tiempo y las condiciones necesarias para preparar
adecuadamente su defensa, de modo que pueda aprovechar óptimamente
cada uno de los días de que se compone el plazo, ya que debe atenderse al
criterio de que en caso de duda, la interpretación de disposiciones
relacionadas con el ejercicio de una garantía fundamental, como el acceso
efectivo a la justicia, debe optarse por la que optimice ese derecho y no por
la que lo limite. Lo anterior se robustece si se acude a lo preceptuado en el
artículo 138 el cual establece que: cada consejo determinará su horario de
labores, teniendo en cuenta que en materia electoral todos los días son
hábiles. El problema del anterior precepto radica en dilucidar qué se debe
entender, dentro de su contexto, por la expresión materia electoral, es
decir, si se está empleando en un sentido formal, para referirse a todas las
actividades de las autoridades electorales, o en sentido material, caso en
el cual se referiría exclusivamente a las actividades de las autoridades
electorales desarrolladas durante un proceso electoral. Si se adopta el
primero, conduce a concluir que los trescientos sesenta y cinco días del
año son hábiles para cualquier actividad, correspondan o no a un proceso
electoral; en cambio la segunda acepción lleva a estimar que la
disposición sólo comprende las del proceso electoral. En efecto, como se
117
advierte, el precepto contiene un mandato claro y directo, en el sentido de
facultar a los consejos electorales locales para fijar su horario de labores
y sólo de manera secundaria e incidental, a modo de directriz para el
ejercicio de esa facultad, establece que debe tomarse en cuenta que en
materia electoral todos los días son hábiles, disposición a la cual no puede
dársele el alcance de un imperativo, pues no goza de autonomía propia, al
tratarse de un recordatorio para la autoridad electoral encaminado a
evidenciar la existencia de etapas en las cuales todos los días son hábiles,
conforme a lo dispuesto en el artículo 314 citado. Además, en caso de
acoger una interpretación en sentido formal, ya no sería necesaria la
existencia de otra disposición, en la cual se precisara que durante el
proceso electoral, todos los días son hábiles, pues el artículo 138 ya
contemplaría esa posibilidad al establecer como hábiles todos los días del
año. En todo caso, el artículo 314 de la legislación electoral local dispone
clara y directamente que durante el proceso electoral todos los días son
hábiles, precepto que interpretado a contrario sensu, significa que fuera
del proceso electoral, no todos los días son hábiles. Interpretar la primera
de las normas conforme al criterio formal resultaría una redundancia,
pues daría lugar a una repetición en la que dos disposiciones con distintas
palabras establecen la misma norma, en el sentido de que durante el
proceso electoral todos los días son hábiles; en cambio, si se acoge el
criterio material, ambas normas tendrían coherencia, pues el artículo 314
resultaría aplicable en sus términos en tanto que el 138 constituiría una
directriz que los consejos electorales locales deben tomar en cuenta, para
HMHUFHUODIDFXOWDGGHILMDUORVKRUDULRVGHVXVDFWLYLGDGHV´126
Como podemos ver, se rechaza que puedan existir dos normas con un
mismo significado, por lo que se busca interpretarlas de manera tal que
126 Tesis del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (S3EL 017/2004).
118
cada una tenga autonomía en las reglas que establecen y, en esa medida,
ambas disposiciones resulten congruentes.
1. Teleológico;
2. Histórico;
3. Psicológico;
4. Pragmático;
5. A partir de principios;
7. De autoridad.
119
8.3.1. El argumento Teleológico
Ejemplo 1:
127 EZQUIAGA GANUZAS FRANCISCO JAVIER, La argumentación en la justicia Constitucional y otros problemas de aplicación del Derecho,
Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, México, 2006, pp. 395 y 398.
120
hechos materia del juicio, conforme a una interpretación funcional
aplicando un argumento teleológico.
Ejemplo 2:
121
(como generalmente ocurre en la práctica judicial), lo que se obtiene de una
interpretación funcional aplicando a un argumento teleológico.
Ejemplo 3:
³ /DV UHVROXFLRQHV FRQWUD ODV FXDOHV SURFHGD HO UHFXUVR GH
apelación, se notificarán personalmente a las partes por conducto del
secretario o actuario del tribunal. Las demás resoluciones -con excepción
de los autos que ordenen aprehensiones, cateos, providencias precautorias,
aseguramientos y otras diligencias análogas respecto de las cuales el
tribunal estime que deba guardarse sigilo para el éxito de la investigación-
se notificarán al detenido o al procesado personalmente, y a los otros
interesados en la forma VHxDODGDHQHODUWtFXORGHHVWH&yGLJR´
122
notificación personal al inculpado, cuando éste haya autorizado a algún
GHIHQVRUSDUDTXHUHFLEDODVQRWLILFDFLRQHVTXHGHEDQKDFpUVHOH´
123
el segundo pretende dar con la voluntad de legislador, pero del legislador
histórico concreto que elaboró el documento objeto de interpretación.´128
Ejemplo 1:
124
ofendido, lo cual se confirma con un argumento histórico, en tanto que los
derechos del ofendido, entre ellos ser informado del proceso, surgieron a
raíz de la reforma del año dos mil al artículo 20 Constitucional, en la que se
creó el apartado B, lo que se vio reflejado en el artículo 141 del Código
Federal de Procedimientos Penales, en cuyas disposiciones se indica tal
derecho del ofendido, de manera que una interpretación histórica arrojaría
que en el artículo 105 el legislador no se refirió al ofendido porque en el
momento en que se creó dicha disposición no se habían establecido aún sus
derechos.
Ejemplo 2:
6RQDSHODEOHVHQHOHIHFWRGHYROXWLYR>«@
125
No obstante, una interpretación funcional pero apoyada en un
argumento histórico arrojará que la evolución de dicho precepto ha sido la
siguiente:
Ejemplo 3:
126
³683/(1&,$ '( /$ 48(-$ (1 0$7(5,$ /$%25$/ $ )$925
DEL TRABAJADOR. OPERA AUN ANTE LA AUSENCIA TOTAL DE
CONCEPTOS DE VIOLACIÓN O AGRAVIOS.
127
no sólo los valores cuya integridad y prevalencia pueden estar en juego en
los juicios en que participan, que no son menos importantes que la vida y
la libertad, pues conciernen a la subsistencia de los obreros y a los
recursos que les hacen posible conservar la vida y vivir en libertad, sino
también su posición debilitada y manifiestamente inferior a la que gozan
ORVSDWURQHV´129
Ejemplo:
129 Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo II, Septiembre 1995, tesis 2ª./J. 39/95, emitida por la Segunda Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, p. 333 [Registro IUS 200,727].
130 EZQUIAGA GANUZAS, FRANCISCO JAVIER, Op.cit. pp. 177.
128
Como antes se vio al estudiar el argumento histórico, ante el
planteamiento ¿si se admite una prueba, pero se ordena su desahogo en
términos distintos a su ofrecimiento, que recurso procede?, se respondería
que procede el recurso de apelación, si se toma en cuenta que inicialmente
se disponía lo siguiente:
³/RVDXWRV«TXHDGPLWDQRGHVHFKHQHORIUHFLPLHQWRGHXQDSUXHED
y aquellos en el que el Juez disponga, sin que medie solicitud de parte, el
GHVDKRJRGHDOJXQDSUXHED´
129
interpretación, las cuales pueden ser de cualquier tipo: sociales,
económicas, morales, entre otras.´131
Ejemplo:
³ /DV UHVROXFLRQHV FRQWUD ODV FXDOHV SURFHGD HO UHFXUVR GH
apelación, se notificarán personalmente a las partes por conducto del
secretario o actuario del tribunal. Las demás resoluciones -con excepción
de los autos que ordenen aprehensiones, cateos, providencias precautorias,
aseguramientos y otras diligencias análogas respecto de las cuales el
tribunal estime que deba guardarse sigilo para el éxito de la investigación-
se notificarán al detenido o al procesado personalmente, y a los otros
interesados en la forma VHxDODGDHQHODUWtFXORGHHVWH&yGLJR´
130
surgieron después de dicha disposición, a lo que puede agregarse un
argumento pragmático, en tanto que, evidentemente, el ofendido, si es
enterado de la resolución, no le avisará al inculpado de la orden de captura,
pues ello interrumpiría incluso su objetivo como parte en el proceso, que es
precisamente que aquél sea traído a juicio y probar su pretensión para que
se le repare el daño y se castigue al infractor.
131
principios para determinar en qué casos se configura el delito (atendiendo a
un principio de política criminal que consiste en evitar la impunidad).
Ejemplo 1:
Tesis VI.2º.44 L.
³5(181&,$'(/75$%$-$'2512&2167,78<(9,2/$&,Ï1
DE DERECHOS INALIENABLES. De la interpretación sistemática de los
artículos 123, apartado "A", fracción XXVII constitucional, 5o., fracción
XIII, 33 y 35 de la Ley Federal del Trabajo, se deduce que los derechos
establecidos en favor de los trabajadores son irrenunciables; sin embargo,
esto no significa que el trabajador carezca de la facultad de dar por
terminada la relación laboral y por ende de renunciar al trabajo, pues de
sostener lo contrario aduciendo que es un derecho irrenunciable se daría
lugar al absurdo de obligar al trabajador a prestar sus servicios sin su
pleno consentimiento contraviniendo de esta manera ostensiblemente lo
preceptuado en el artículo 5o. constitucional, que en su párrafo tercero
textualmente señala: "Nadie podrá ser obligado a prestar trabajos
personales sin la justa retribución y sin su pleno consentimiento, salvo el
132
trabajo impuesto como pena por la autoridad judicial, el cual se ajustará a
lo dispuesto en las fracciones I y II del artículo 123.´134
Ejemplo 2:
134 Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo IV, Agosto 1996, tesis VI.2o.44 L, emitida por el Segundo Tribunal
Colegiado del Sexto Circuito, p. 724 [Registro IUS 201,786].
133
una norma que determine el objeto de los bienes o puede obtenerse a partir
de una conducta que esté fuera de toda norma racional? Una interpretación
ante esa cuestión, apoyada en la necesidad de un argumento gramatical,
podría ser de un Tribunal Colegiado que al conceder el amparo
determinara:
³4Xe para poder afirmar que hubo distracción del numerario era
indispensable conocer el marco normativo que regía el manejo de los
recursos presupuestales, para saber qué tipo de prohibiciones, limitaciones
y controles había, porque solamente atendiendo al régimen legal se podría
pensar conforme a un elemental orden lógico que sería posible determinar y
en su caso probar que algún bien o recurso fue desviado o distraído de su
objeto o finalidad, ya sea durante su obtención, administración,
autorización de su destino, manejo o aplicación final, pero de no contarse
con ese contexto normativo no podrá conjeturarse sobre posible
GHVYLDFLRQHV´
134
prueba alguna de que fue para cubrir un gasto contingente de la Presidencia
de la República, la distracción se ha cometido.
135
cuando afirma que una interpretación contraria generaría impunidad ante
una conducta palpable de desvío de recursos.
EJERCICIOS Y PREGUNTAS 1:
136
D2: «Tu prójimo» es tu familia y tu vecino
Con los elementos antes descritos configure una base axiomática para un
código de conducta nuevo de nuestra tribu.136
137
12. Suponga que en una resolución se señala lo siguiente: ³«$O
situarse el artículo 45, párrafo 1, inciso b), fracción II, de la invocada
ley procesal [LGSMIME[ en el capítulo relativo a la legitimación y
personería, su alcance jurídico debe circunscribirse propiamente a la
capacidad ad causam y ad procesum de los sujetos para presentar el
medio respectivo, mas no para determinar cuáles son los supuestos
de procedencia específicos, ya que éstos están en un capítulo
GLVWLQWR´$KRUDELHQVHxDOHTXpDUJXPHQWRGHOFULWHULRVLVWHPiWLFR
de interpretación se utilizó en el texto que acaba de leer. Justifique su
respuesta.
13.¿Cómo se denomina al argumento que consiste en la interpretación
de la norma a partir de las consecuencias favorables o desfavorables
que deriven de un determinado tipo de interpretación, las cuales
pueden ser de cualquier tipo: sociales, económicas, morales,
etcétera?
14.¿Cómo se denomina al criterio de interpretación que tiene como base
la finalidad de la ley, el contexto histórico en el que se produjo, la
intención del legislador, sus consecuencias prácticas y normativas,
así como los principios que la rigen?
15.El argumento a partir de principios, consiste en realizar una
interpretación tomando como base un principio jurídico. Ahora bien,
señale cómo puede obtenerse dicho principio jurídico para realizar la
citada interpretación.
16.¿Cómo se denomina al argumento que consiste en atribuir a un
enunciado normativo un significado que ya le había sido asignado, es
decir, se utiliza la opinión de otra persona a favor de una tesis propia,
por lo que es relevante la función del prestigio que se le reconozca a
la autoridad invocada sobre ese tema en particular?
138
17.¿Cómo se denomina al razonamiento incorrecto o inválido, pero
psicológicamente persuasivo, cuyo fin es provocar actitudes de
aceptación en lugar de brindar razones, ya que tiene apariencia de
razonamiento correcto pero en realidad es erróneo o engañoso?
18.6XSRQJDTXHHQXQHVFULWRVHOHHORVLJXLHQWH³(ORIHQGLGRGLFHTXH
fue abusado sexualmente por el acusado. Lo anterior no es creíble,
pues sucede que el ofendido fue condenado hace muchos años por
YLRODFLyQ´$KRUDELHQHQHVWHFDVRVHFRQVLGHUDTXHVHHVWi
utilizando una falacia, precise cuál es ésta. Justifique su respuesta.
19.¿En qué consiste la falacia de composición?
20.¿En qué casos se incurre en la falacia de apelación a la ignorancia (ad
ignorantiam)?
21.¿Cómo se denomina al argumento que consiste en asumir como
premisa a la conclusión a la que se quiere llegar, es decir, que toma
como premisa de una demostración precisamente lo que se pretende
demostrar.
22.¿En qué consiste la argumentación en materia de hechos?
23.¿En qué falacia se incurre, cuando al formular un argumento se
recurre a la admiración hacía un personaje famoso para tratar de
obtener sostén para una afirmación?
24.¿En qué consiste la falacia denominada Ad baculum?
25.El argumento psicológico es aquel por el que se atribuye a una regla
el significado que se corresponda con la voluntad del legislador
histórico concreto que la redactó. En ese tenor, diga en dónde debe
buscarse esa voluntad del legislador para efectos del referido
argumento.
26.¿En qué consiste el argumento por reducción al absurdo?
139
CAPITULO IV
1. CONCEPTO
140
Asimismo, Gerardo Dehesa indica que ³una falacia es un argumento
incorrecto, dotado sin embargo de fuerza persuasiva y apariencia de ser un
buen argumento.´139
2. TIPOLOGÍA DE FALACIAS.
139 DEHESA DÁVILA GERARDO, Introducción a la retórica y a la argumentación, 3ª ed., Suprema Corte de Justicia de la Nación, México, 2006,
p.336.
140 HERRERA IBÁÑEZ ALEJANDRO Y TORRES JOSÉ ALFREDO. Falacias, Torres Asociados, México, 1994, pp. 16-17.
141
conclusión irrelevante y causa falsa, mientras que las segundas se
distinguen en casos de semántica, sintáctica, fonética y
141
GHVFRQWH[WXDOL]DFLyQ´
142
causa de su construcción gramatical. Es decir, puede ser verdadero
bajo una interpretación y falso bajo otra.
143
x Argumentum ad hominen (argumento contra el hombre).
Puede ser ofensivo, o argumento de réplica, que no se preocupa
por referirse a la verdad de los argumentos, las razones o las tesis
del adversario, sino que pone en cuestión o critica a la persona
que los propone.
x Argumentum ad ignorantiam (apelación a la ignorancia).
Es la falacia que consiste en creer que algo está demostrado
precisamente porque no hay argumentos en contra o bien su
falsedad no ha sido probada todavía.
x Argumentum ad populum (apelación a los sentimientos).
Cuando se recurre a una terminología emotiva para provocar los
sentimientos de la gente.
x Ignoratio elenchi (tesis o conclusión irrelevante).
Cuando se manifiesta ignorancia respecto de lo que se discute.
Las premisas son pertinentes respecto de la conclusión, pero ésta
no tiene nada que ver con lo que está en cuestión.
3. FALACIAS FORMALES
144
2) Apelación a la autoridad (Ad verecundiam)
3) De División
4) De Composición
4) Bifurcación
b5) Causa falsa (Non causa pro causa, cum hoc ergo propter hoc /
post hoc ergo propter hoc)
5. DE AMBIGÜEDAD
1) Equívoco (semántica)
2) Anfibología (sintáctica)
145
3) Énfasis o acento (fonética)
3. FALACIAS FORMALES
³6L XQ WHVWLJR VH FRQGXFH FRQ IDOVHGDG HQ XQa diligencia judicial
(antecedente) su dicho no tendrá valor probatorio en el proceso
(consecuente)´143.
Ejemplo:
143 Véase el artículo 289, fracción IV, del Código Federal de Procedimientos Penales.
146
otras palabras, es válido afirmar una consecuencia a partir de un
antecedente que la determina, pero no es válido llegar a una conclusión en
sentido inverso, porque es la causa lo que determina el efecto y no a la
inversa, de manera que el hecho de que un testigo se conduzca con falsedad
en una diligencia judicial, es lo que determinaría que su dicho no tenga
valor probatorio en el proceso, pero no puede afirmarse que por el solo
hecho de que su declaración no tenga valor probatorio haya narrado hechos
falsos, porque la falta de valor probatorio puede deberse a otras causas,
como por ejemplo que se trate de un testimonio de oídas (que no le conste
directamente el hecho narrado, sino que lo haya conocido por referencias
de otra persona).144
Ejemplo:
144 Véase el artículo 289, fracción III, del Código Federal de Procedimientos Penales.
145 Véase el artículo 287, fracción IV, del Código Federal de Procedimientos Penales.
147
es inverosímil (negación del antecedente), pero no a la inversa como se
pretende persuadir, ya que la confesión puede ser verosímil, pero es posible
que haya otras pruebas en su contra, ante lo cual de igual manera
procedería condenarlo. Esta falacia es lo contrario a la falacia de
Afirmación de lo consecuente.
4. FALACIAS INFORMALES
146 HERRERA IBÁÑEZ, ALEJANDRO Y TORRES, JOSÉ ALFREDO, FALACIAS, Torres Asociados, México, 1994, pp. 17-18.
147 Ibídem, p. 25.
148
Significa literalmente "argumento dirigido al hombre". Existen dos
variedades. La primera es la forma abusiva u ofensiva. Si se rehúsa a
aceptar una afirmación, y justifica su rechazo criticando a la persona que
hizo tal afirmación, entonces en realidad se trata de un argumentum ad
hominem abusivo.
Ejemplo:
³El ofendido dice que fue abusado sexualmente por el acusado. Sin
embargo, sucede que el ofendido fue condenado hace muchos años por
violación.´ 148
Ejemplo:
³&yPRHVSRVLEOHTXHVHPHFRQGHQHVLWRGDODFRPXQLGDGTXHPH
apoya y que está afuera del juzgado en una manifestación, grita
LQFDVDEOHPHQWHTXHVR\LQRFHQWH´149
148 0DWKHZ³/yJLFD\)DODFLDV´(ODWHLVPRHQODUHGWUDGSRU6HUJLRIHFKDGHDFWXDOL]DFLyQIHEUHURGH
149 Ibídem.
149
aportan evidencias para demostrarlo. Una segunda forma de argumentum
ad hominem es tratar de persuadir a alguien de aceptar una afirmación que
usted hizo, refiriéndose a las circunstancias particulares de esa persona.
Ejemplo:
Por ejemplo:
150 Ibídem.
151 Ibídem.
150
imputación directa, se ataca a la persona que la formula, revirtiendo la
acusación.
Ejemplo:
Ƈ De división
152 Ibídem.
153 Ibídem.
151
coparticipación, sin embargo, ello pudo haber sido circunstancial, de
manera que su sola presencia no lo hace copartícipe.
Ƈ De composición
Ejemplos:
³Todos los que hayan vivido en esta casa tienen derecho a una
acción civil para que se les UHFRQR]FDFRPRVLIXHUDSURSLD´154
154 Ibídem.
152
Esta falacia se presenta cuando alguien apela a la fuerza o al temor (o
la amenaza de ella) para presionar y hacer aceptar una conclusión. Es
comúnmente usada por políticos y puede ser fácilmente resumida comR³HO
SRGHUKDFHTXHVHDFRUUHFWR´
Ejemplo:
Ejemplo:
155 Ibídem.
156 Ibídem.
153
Véase que se pretende apelar a la piedad en lugar de probar que la
imputación no es verdadera, con lo que se busca persuadir en lugar de
convencer.
Nótese que esto no es lo mismo que asumir que algo es falso hasta
que se demuestre que es cierto. En la ley, por ejemplo, se asume la
inocencia de alguien hasta que se demuestra su culpabilidad.
³Por supuesto que el testigo dijo mentiras, nadie más vino a apoyar
su declaración en este SURFHVR´157
157 Ibídem.
154
la tiene la persona que afirma algo. La fuente de la falacia es la suposición
de que algo es verdad a no ser que se pruebe lo contrario.
³&yPRHVSRVLEOHTXHVHPHFRQGHQHVLWRGDODFRPXQLGDGTXHPH
apoya y que está afuera del juzgado en una manifestación, grita
incasablemente que soy inocente, [a lo que se agrega] es evidente que
WDQWDJHQWHQRSXHGHHVWDUHTXLYRFDGD´159
158 Ibídem.
159 Ibídem.
155
La forma más típica de esta falacia es la Ad-Numerum en todo tipo
de discurso, que consiste en decir que cuanto más gente sostenga o crea en
una proposición, más posibilidades de ser cierta tiene.
Ejemplo:
³(QPXFKDVRFDVLRQHVKHOOHYDGRGLOLJHQFLDVHQHVWRVWpUPLQRVSRU
lo que ahora no se me puede exigir que cumpla con la ley, si nunca se ha
acatado esa disposición [afirma una de las partes durante una diligencia
MXGLFLDO@´161
160 Ibídem.
161 Ibídem.
156
Éste último es lo opuesto al Argumentum ad novitatem que sostiene
la corrección de lo novedoso, pues se afirma que algo es mejor o más
correcto simplemente porque es más nuevo.
157
Finalmente, también se identifica el Argumentum ad nauseam, que es
la creencia incorrecta de que es más posible que una afirmación sea cierta o
aceptada como cierta cuanto más veces se escuche. De tal manera, el
argumentum ad nauseam es el que emplea la repetición constante, diciendo
la misma cosa una y otra vez hasta que uno se enferme de escucharlo.
³7RGRPXQGRVDEHSXHVVHDILUPDFRQVWDQWHPHQWHTXHORVMXHFHVQR
VRQLPSDUFLDOHV´165
165 Ibídem.
158
Se observa en el ejemplo que la estadística de mayor probabilidad de
personas que son condenados, la cual es menor para los que son absueltos,
no determina que en un caso particular sea imposible una absolución.
Ejemplo:
166 Ibídem.
167 Ibídem.
168 Ibídem.
159
³¿Ha dejado ya de agredir a su esposa, o quiere que obtenga el
GLYRUFLRGH8VWHG"´169
³¿DónGHHVFRQGLyHOGLQHURTXHUREy"´170
Ejemplo:
160
Ƈ Bifurcación
Ejemplo:
Esta falacia implica salirse del tema y llegar a una conclusión muy
diferente de la que se pretendía defender, pues se afirma que un
razonamiento sostiene una conclusión en particular cuando en verdad
lógicamente no tiene nada que ver con tal conclusión.
172 Ibídem.
161
4.1.5. Falsa causa
Ejemplo:
173 Ibídem.
162
³La cópula es un elemento del delito de violación, y el hecho se
realizó precisamente en la cópula del buque, de manera que evidentemente
VHFRPHWLyHOXOWUDMHVH[XDO´174
174 Ibídem.
175 Consulte el artículo 265, segundo párrafo, del Código Penal Federal.
176 Ibídem.
163
4.2.3. Énfasis o acento (fonética)
Ejemplo:
Ejemplo:
³/D SUHYHQFLyQ FRQWUD HO 6,'$ VH EDVD HQ ODV VLJXLHQWHV
precauciones:
1. Abstinencia sexual;
177 Ibídem.
164
2. Sexo seguro en una pareja monogámica con certificado de salud
de ambos;
PREGUNTAS 2:
1. Son las dos principales razones por las que surge el interés sobre la
argumentación jurídica. _____
178 Ibídem.
179 El delito de peligro de contagio se previene en el artículo 199 Bis del Código Penal Federal.
165
C) Fundar y motivar, así como dar certeza jurídica
A) Estado absolutista
B) Estado de Derecho
A) 17
B) 19
C) 16
A) Semántico
B) A contrario
C) Pausado
166
A) Gramatical
B) Sistemático
C) Funcional
A) A sedes materiae
B) A rubrica
A) A cohaerentia
B) Psicológico
C) De la no redundancia
A) Teleológico
B) Histórico
C) De autoridad
167
9. Es la falacia donde se trata de conmover en lugar de convencer.
_____
A) De composición
C) Apelación a la autoridad
A) Admisibilidad de la prueba
B) Formación de la prueba
168
CAPITULO IV
1. CONCEPTO
180 Ezquiaga Ganuzas, Francisco Javier, La argumentación en la justicia Constitucional y otros problemas de aplicación del Derecho, Tribunal
Electoral del Poder Judicial de la Federación, México, 2006, p. 502.
169
la luz de la información que se aporta al juzgador, quien deberá argumentar
para sostener su conclusión sobre qué hechos considera acreditados con
base al material probatorio que se le allegue y las reglas para su análisis.
170
del proceso, como podría ser en materia de medicina forense en el que se
determinaran distintas causas de la muerte de una persona, en un juicio
sobre el delito de homicidio, tendría que haberse ordenado una junta de
peritos e incluso, si subsistiera la discrepancia, llamar a un perito tercero en
discordia; y sin estos elementos el juez no podría justificar, es decir motivar
la causa de muerte ni decidir con base a hechos que no fueron aclarados.
171
Ejemplo:
³/DLQFXOSDGDQRFRQVXOWyDODVGLIHUHQWHVIXHQWHVGHLQIRUPDFLyQD
las que tenían acceso con el objeto de buscar el nombre del propietario del
vehículo. De haberlo hecho le hubieran proporcionado la información que
se le dio al diverso elemento de la Agencia Federal de Investigación, el
12/09/02 en el archivo de la Procuraduría General de Justicia del Distrito
)HGHUDOFRQVLVWHQWHHQTXHHOSURSLHWDULRGHHVHYHKtFXORHV³[´3RUWDQWR
la inculpada cometió el delito porque no consultó las fuentes de
información a las que tenía DFFHVR´
182 El artículo IUDFFLyQ 9,, GHO &yGLJR 3HQDO )HGHUDO HVWDEOHFH ³ (O GHOLWR GH IDOVLILFDFLyQ GH GRFXPHQWRV VH FRPHWH SRU DOJXQR Ge los
PHGLRVVLJXLHQWHV«9,,«DVHQWDQGRFRPRFLHUWRVKHFKRVIDOVRV«VLHOGRFXPHQWRHQTXHVHDVLHQWDQVHH[WHQGLHUHSDUDKDFerlos constar y como
SUXHEDGHHOORV«´
172
El juez al resolver sobre la orden de aprehensión solicitada por el
fiscal, puede argumentar lo siguiente:
173
de seis meses, lo que genera la posibilidad de que cuando ella
consultó esa fuente en efecto se carecía de la información buscada;
así, es posible que ambas afirmaciones sean verdaderas: que en
marzo de 2002 no se tenía esa información en tal base de datos y que
en septiembre de ese propio año sí; y,
3) Aún en el diverso supuesto de que estuviera demostrado
que sí consultó esa fuente y que en la fecha en la que la consultó sí se
tuviera esa información, tampoco así se demuestra que ella se
condujo con mendacidad, en razón de que cabe la posibilidad
racional de que a ella se le dijo que no se tenía tal información, dicho
de otra manera, sólo sería factible demostrar que mintió al rendir su
informe policial si estuviera demostrado que en esa fuente de
información sí se le proporcionó a ella la información buscada, y
que, teniéndola haya dicho al Ministerio Público que no se le
proporcionó. Finalmente, como no está demostrado ese elemento no
hay delito, si no hay delito, se QLHJDODRUGHQGHDSUHKHQVLyQ´
174
descubrir o enunciar una teoría, con frecuencia no es susceptible de un
análisis lógico. Lo único que cabe es mostrar cómo se genera y desarrolla
el conocimiento científico.
176
³En este supuesto la parte dispositiva excede la pretensión,
concediendo o negando lo que nadie ha pedido.´184
d) Vicios no relevantes:
Para tener una idea más clara al respecto, analicemos las siguientes
del Tesis, tomadas del Semanario Judicial de la Federación:
Localización:
177
Séptima Época
Instancia: Tercera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
46 Cuarta Parte
Página: 77
Tesis Aislada
Materia(s): Común
Localización:
Séptima Época
Instancia: Tercera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
35 Cuarta Parte
Página: 64
Tesis Aislada
Materia(s): Civil
178
Rubro: EMPLAZAMIENTO HECHO EN MACHOTES.
Localización:
Sexta Época
Instancia: Tercera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Cuarta Parte, XCVII
Página: 80
Tesis Aislada
Materia(s): Civil, laboral
179
óbice para que se estimen válidas las estipulaciones en él
contenidas, puesto que no hay disposición legal que prohíba
redactar en esa forma su documento.
Localización:
Quinta Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
CXXV
Página: 940
Tesis Aislada
Materia(s): Administrativa
180
Texto: Si el error consistente en omitir un dato en unas
remisiones forestales se debió a que las formas de tales remisiones,
proporcionadas a la agraviada por las responsables, no contenía
renglón alguno destinado para anotar el dato de referencia, es claro
que el error proviene de las autoridades que imprimieron los
machotes que después fueron repartidos a los particulares; por lo
cual dicho error no es imputable a la quejosa, sino a las autoridades
que indujeron a la misma al proporcionarle unas remisiones
forestales incompletas, por lo que sería injusto que las propias
responsables del error sancionaran con una multa a la quejosa.
Localización:
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXII, Diciembre de 2005
Página: 367
Tesis: 2a./J. 140/2005
Jurisprudencia
Materia(s): Administrativa
181
Rubro: NOTIFICACIONES PERSONALES DE
CRÉDITOS FISCALES PRACTICADAS CON FORMATOS
PREIMPRESOS. SON VÁLIDAS AUN CUANDO LO QUE SE
HAGA CONSTAR EN ELLOS SEA LO RELATIVO AL
REQUERIMIENTO DE LA PRESENCIA DEL INTERESADO O
DE SU REPRESENTANTE.
182
en Materia Administrativa del Sexto Circuito. 14 de octubre de
2005. Cinco votos. Ponente: Margarita Beatriz Luna Ramos.
Secretaria: Claudia Mendoza Polanco.
Localización:
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
X, Octubre de 1999
Página: 372
Tesis: 2a./J. 119/99
Jurisprudencia
Materia(s): Administrativa
183
POR TANTO, A SUS EFECTOS.
184
Incidente de inejecución 430/98. Dionicio Fernández Hernández. 6
de noviembre de 1998. Cinco votos. Ponente: Sergio Salvador
Aguirre Anguiano. Secretaria: Alejandra de León González.
185
DE CARÁCTER FORMAL, RESPECTO DE LA RESOLUCIÓN
DE UN RECURSO ADMINISTRATIVO.".
EJECUTORIA:
Localización:
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
X, Septiembre de 1999
Página: 706
Tesis: P./J. 99/99
Jurisprudencia
Materia(s): Constitucional
186
Texto: La omisión de examen así como la falta de expresión de
las razones por las cuales se otorga convicción al material probatorio
por la autoridad que resuelve un procedimiento de carácter
contencioso entre entidades u órganos de poder, cuya resolución, por
tanto, es de naturaleza jurisdiccional, constituyen vicios que se
traducen en violación a los artículos 14 y 16 constitucionales, por
transgresión a las formalidades esenciales del procedimiento y
legalidad, dada la falta de exhaustividad y motivación de la resolución
correspondiente, dado que todo el material probatorio aportado por las
partes debe ser valorado de manera razonada en la solución a este tipo
de conflictos.
EJECUTORIA:
VOTO PARTICULAR:
Localización:
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
VIII, Noviembre de 1998
Página: 55
Tesis: 2a. CXXXV/98
Tesis Aislada
Materia(s): Común
188
Texto: Conforme a la jurisprudencia de este Alto Tribunal,
los actos de autoridad se encuentran debidamente motivados
cuando en ellos se señalan con precisión las circunstancias
especiales, las razones particulares, o las causas inmediatas que al
tomarse en consideración para emitir el acto, se adecuan a las
hipótesis normativas que le sirvan de fundamento. De ahí que para
el cabal cumplimiento del fallo protector que nulifica la resolución
recaída a una petición de cualquier especie elevada ante una
autoridad, debido a que en aquélla se adujeron en forma deficiente
las situaciones o hechos que le sirven de sustento, por haberse
realizado una interpretación errónea de las disposiciones legales
aplicables, sin vincular a la autoridad responsable para resolver
sobre el fondo de lo pedido en un determinado sentido, no bastará
que dicha autoridad deje insubsistente el acto reclamado y dicte uno
nuevo, sino que, para respetar el principio de cosa juzgada y la
vinculación del fallo constitucional, será necesario que en el nuevo
acto que emita se purguen los vicios de interpretación de la ley, en
los términos que expresa o implícitamente se hayan señalado en la
sentencia concesoria, con independencia de que para resolver sobre
lo pretendido pueda ejercer, con plenitud de jurisdicción, el cúmulo
de sus facultades legales.
Localización:
189
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
IV, Octubre de 1996
Página: 74
Tesis: P./J. 59/96
Jurisprudencia
Materia(s): Penal
190
y consecuencias jurídicas a que están destinadas.
EJECUTORIA:
Localización:
Sexta Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tercera Parte, CXXIV
191
Página: 109
Tesis Aislada
Materia(s): Común
192
Localización:
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
V, Abril de 1997
Página: 21
Tesis: 1a./J. 14/97
Jurisprudencia
Materia(s): Común
194
4.1. Estructura lógica de la sentencia en su parte considerativa
A. Tipos de argumentos
196
En el método tópico, la investigación sobre los problemas, conduce
al hallazgo de determinados puntos de vista directivos, los que deben
complementarse con repertorios de puntos de vista ya preparados de
antemano.
197
Como síntesis habremos de precisar que la exigencia que establece el
artículo 16 Constitucional en el sentido de que las autoridades funden y
motiven sus actos queda satisfecha desde el punto de vista formal cuando
expresan las normas aplicables, así como los razonamientos tendientes a
adecuar al caso concreto esta hipótesis normativa.
198
La causa de pedir para los efectos del amparo consiste en que
en los conceptos de violación debe expresarse con claridad cual es la lesión
o el agravio que el provocan las respectivas consideraciones, así como los
motivos que generan esa afectación.
Jurisprudencia
Materia(s): Civil
Novena Época
Página: 446
200
su testimonio, pero si al analizar y desestimar este agravio, la responsable
sostiene que fue correcta la valoración de primera instancia, dicha
determinación se convertirá en el agravio que le cause al quejoso el acto
reclamado si insiste en su argumento y controvierte la respuesta del tribunal
de alzada. Sin embargo, los motivos para ello deberán ir de acuerdo con los
antecedentes del caso y deberá evidenciar con la prueba correspondiente
que la responsable apreció indebidamente ese medio de convicción, lo que
originó la incorrecta valoración y, en tal tesitura, acreditar sus motivos. Sin
embargo, no constituirá el mismo motivo y, por ende, se cambiaría la causa
de pedir, si en lugar de aducir el quejoso en amparo, como motivo de la
lesión o agravio, la contradicción entre el dicho de los testigos que sostuvo
ante la responsable, en cambio, que la indebida valoración de la prueba
testimonial se debe (motivo) a que los atestes se contradijeron con su
oferente, ya que en este último supuesto existe un cambio en uno de los
elementos de la causa de pedir que origina que se declare inatendible el
concepto de violación, por no haberse formulado en esos términos ante la
responsable.
201
Amparo directo 4/2002. Manuel Octavio Puente Escárcega y otro. 28
de febrero de 2002. Unanimidad de votos. Ponente: José de Jesús González
Ruiz. Secretaria: María Guadalupe Gutiérrez Pessina.
Tesis aislada
Materia(s): Laboral
Novena Época
Tesis: I.6o.T.60 L
Página: 861
203
CONCLUCIONES
Desde las mas profundas raíces, las dos columnas que sirven de
semiento a la formación de los estudiantes de derecho son por un lado el
desarrollo del habla por medio de la retorica para llegar a estructurar
argumentos racionales y por el otro la utilización de la redacción jurídica
que será motivo de obras sucesivas. Sin embargo, es menester el
cuestionarnos, que si la argumentación jurídica es tan relevante, en
ocasiones se le deja de lado, para muestra podemos afirmar que al día de
204
hoy son muy pocas las facultades de derecho de nuestro país las que
contemplan dentro de su plan de estudios el desarrollo de la Teoría
Argumentativa.
205
BIBLIOGRAFÍA
206
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García Cotarelo).
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207
x HABERMAS JURGEN. Teoría y praxis. Estudios de filosofía social,
Ed. Tecnos Madrid, 1987: (trad. de S. Mas Torres y C. Moya).
208
x HABERMAS JURGEN. Teoría de la acción comunicativa:
Complementos y estudios previos, Ed. Cátedra. Madrid, 1989: (trad.
de M. Jiménez Redondo).
209
x HABERMAS JURGEN. Pensamiento postmetafísico, Ed. Taurus
Madrid, 1990: (trad. de M. Jiménez Redondo).
210
x HABERMAS JURGEN. La inclusión del otro. Estudios de teoría
política, Barcelona, 1999. Paidós (trad. de J.C. Velasco Arroyo y
G.Vilar Roca).
FUNDAMENTOS LEGALES
212
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