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Jorge Cast (hea sobre tl Payaso 188 x 147 em. Madrid, 1957). CIRCUIT CIRCUS Circos, Intelectuales y Payasos Ebuakpo Sunirars (ED,) VALENCIA, 2017 ‘Sas VNIVERSITATO VALENCIA CDAVC Seam ELIAS ISRAEL MORADO HERNANDEZ jddades son xual entre las divinidades. En el caso de México, esas di in troz0 de la vulva de la diosa y con él descendié al Mictlén, que es la Tierra de los Muertos. Cuan: representado como una camara de torturas sin fin, para los antiguos ‘mexicanos éste fue imaginado como un campo florido. Démonos, en- mntasear que nos adentramos por las fauces del Mictlén, que caminamos entre sus flores y respiramos de ellas, y de- mos ofdos al sabio canto de sus labo miel la voz de nuestros antepasados — {que fueron asesinados apenas ayer. jenes ya son todos aquellos CHRISTOPHER BRITT ARREDONDO 2 EL ENSAYO COMO INSTRUMENTO DE REGENERACION Desde Montaigne y Bacon, el ensayo viene siendo el género lite- ratio mejor adaptado a la expresion de los ideales intelectuales, morales, ¥ politicos de la modemidad. En Montaigne, la modemnidad toma la forma epistemol6gica del escepticism " y de las falsedades, equivocaciones y confusiones que ‘generan. A su vez, propone no para pensar y conocer la verdad: la luctiva. Gracias a este método inductivo y experimental los hombres modernos habjan de li- brarse de la ignorancia, conocer las leyes de la naturaleza y, por medio de su nueva ciencia y tecnologia, convertirse en los amos de la naturale- aay de los demas hombres no modemizados. Pero el ensayo en América Latina, asf como en Espaifa, se ha tenido que enfrentar siempre con el espectro de Ia decadencia cultural hispana. En lugar del ensayismo esclarecido de Montaigne, Bacon, 36 (CHRISTOPHER BRITT ARREDONDO produjo el inte- strado” Feijoo. Descartes 0 lectuaimente Pero por temor al poder vi6 a cuestionar el dogma de in y Ia profecia como los métodos més seguros de giosos acabarfa socavando su pr \cia auto-reflexiva y moderna a la que aspiraba hacia una conciencia escindida y dividida en contra de sf misma De hecho, no seria hasta la invasién napoleGnica de Espatia que se daria a conocer una voz plenamente esclarecida y modem en el ensayis- Londres o Paris. Pero Blanco White, a quién Simén Bolivar nombra ‘amigo” en su famosa “Carta de Jamaica,” fue (y sigue siendo) un verdadera excepcisn. Por lo general, cuando los ensayistas espaitoles y latinoamericanos se enfrentan a la decadencia cultural hispana, se quedan itad de camino; y, como el mismo Feijoo, acaban teniendo que defen- der a decadencia como una imaginada fuente de regeneraién, remos como ejemplo y paradigma de esta paracloja del ensa- de los criollos a ejercer lo que Se trata, ni més ni menos, de una - derma espaiiola que acaba abogando por esa misma tiranfa. La emanci CE IEESS'=~s~_- CHRISTOPHER BRITT ARREDONDO acién postcolonial con la que sofié Bolivar perpetus el orden colonial or medio de la tirania activa y dominante de los criollos Consideremos otro ejemplo: el de Sarmiento. Su critica de la barbaric y de la tiranfa de los barbaros espaffoles y con la defensa de la civilizacién y del proyecto civilizatorio europeo ‘en América Latina, Considera que la solucién a la decadencia impues- ‘por esa barbarie es una campaiia genocida en contra de las poblacio- nes mestizas © indigenas de las pampas de Patagonia. Propone, en otras palabras, la extensién de una tiranfa imperial en aras de la conso- lidaci6n y expansién nacional. es del siglo XIX y comienzos del XX encontramos °0 harto parecido. En Colombia, escribiendo bajo la bandera del regeneracionismo, esté uno de los fundadores del Instituto Caro y Cuervo, Miguel Antonio Caro, cuyos ensayos en tomo al Quijote de Cervantes, propusieron la restauraciGn del idealismo qui- Jotesco como férmula para la regeneracién de los valores cat6licos en luna época de peligrosa modernizacién y secularizacign de la sociedad colombiana. Por su parte, en Uruguay, Rodé también acabaria cele- brando estos valores tra !S, Y quijotistas como solu- ion regeneradora de Ia percibida decadencia impuesta en el hemisfe- tio por el positivismo, hedonismo, y liberalismo del temible “Coloso del Norte”, Por su parte, el nicaragiiense Rubén Dario acabarfa defen- imperio espiritual y cultural de Don Quijote frente a los va- imperialismo providencialista de los Estados Unidos de América. Este quijotismo de estirpe elitista siempre se articulé dentro del proyecto republicano y democrético de las emancipadas naciones lati- nnoamericanas, Ain asf encontré su complemento en el quijotismo pro- {o-fascista de pensadores y ensayistas espatioles como Ganivet, Una- uno, Ortega y Gasset o Maeztu. Al igual que Caro, Rod6, y Darfo, estos ensayistas espafioles elevaron la figura de Don Quijote al estatus de un héroe trégico, agénico, mesisnico y regenerador. Segiin ellos, el ‘mundo hispano habfa caido en un estado de decadencia por culpa de los Sanchos, de las masas, que en vez de mantenerse fiel a los valores

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