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® indice General @ indies ARS 16 ALGUNAS CONSIDERACIONES EN TORN! AL CONCEPTO DE JURISPRUDENCIA Marina Vargas Gémez-Urrutia «El derecho, que es por wn lado la prosa, se trueea en la lucha por la idea en poesia, porque fa lucha por el derecho es, en verdad, Ia poesia del cardcter» La lucha por et Derecho Rudolph von Ihering Sumaria: 1A modo de introducciin; H. El problema del concepto de Jurisprndencia: MA modo de canclusién I. AMODO DE INTRODUCCION F| presente trabajo es un breve ensayo en el cual se pretende pre- cisar algunas cuestiones relativas al concepto, aleance y significado de la palabra jurisprudencia Se trata pues de una reflexién sin afin doctrinal, aunque con refe- rencias obligadas a notables juristas nacionales y extranjeros, desde Ja perspectiva de un romanista. Por ello hemos omitido expresamen- te las notas a pie de pagina y la bibliografia ya que éstas quitarian, a nuestro entender, la frescura que se pretende dar ala lectura El punto de partida arranca de diversas lecturas, y en concreto de un pasaje de una obra del gran jurista y romanista aleman Rudolf von Ihering (1818-1892): Jurisprudencia en broma y en serio. No resis- to a la tentacién de transcribir parte de su Ultimo capitulo, que es una deliciosa fantasfa titulada «En el cielo de los conceptos juridicos». a” ALGUNAS CONSIDERACIONES EN TORNO AL CONCEPTO DE JURISPRUDENCIA «Yo me habia muerto, Un halo luminoso rodeé mi espiitu al abandonar el cuerpo. »— Como ti eres romanista, vas destinado al ciclo de los conceptos juridi- «cos, En él encontraris de nuevo todos aquellos que durante tu existencia terrenal tanto te han preocupado. Pero no en su configuracién ineompleta, con las deformaciones que el legislador y los pricticos le imprimen, sino en ‘su plena ¢ inmaculada pureza, con toda su ideal hermosura. Aqui son pre- ‘miados los teérives de la jurisprudcneia por los servicios gu les han prestar «do-a los conceptos en la tierra; aqui ellos, que solamente los vieron en una forma velada, los descubren con entera claridad, los contemplan eara a ‘cara, ytratan con ellos como con sus iguales. Las cuestiones para las que ‘vano buscaton na solucign durante su existencia terenal, sou contes- tadas aqui y resueltas por los propios conceptos. No hay ya enigmas en el Derecho civil, en la construccion de la hereditas iacens, 0 en la de la obli- zgacién correal, de los derechos sobre fos derechos, de la naturaleza de la én, de Ta diferencia entre precario y comodato, de la prenda en .y eualesquiera otros problemas que puedan acurriese y que 4 los hijos de la ciencia tanto han dado que hacer en su petegrinacién por la tierra, estan aqui resueltos. »— Este es el cielo en el cual ti come tesrico, vas shora a partcipar. {gDe modo que es sélo para teéricos? ;Dénde van pues los prcticos? »— Tienen su mis allé especial, pero pertenecen todavia a sistema solar. El sol hace lvcir alli ses rayos y existe aire atmosférico, apropiado para las dduras consirueciones de un prictico, de la misma manera que seria inade- ‘cuado para los coneeptos ali domina ain una vida eomo la de la tierra: en ‘una palabra, el prictico encuentra allé todas fas limitaciones de la existen- cia terena. No podtia resprar en e! cielo tedrico, ni podeia avanzar un paso de su lugar, como quiera que sus ojos no estén hechos para la profunda ‘oscuridad que alli domina, »— gLuego, se trata de un lugar oscuro? »— Completamente. All reina Ia noche mis profunda, Los astros que se ‘encuentran en este mis allé no pertenecen al sistema solar, y no reciben ni un rayo de sol. EI sol es la fuente de toda la vida toda, pero los conceptos ‘nada tienen que ver con la vida y necesitan de un mundo que existasélo para cellos alejado de cualquier contacto con la vida. >» gCémo pueden, pues, los teérices que alli Meguen ver en medio de esa oscuridad? MARINA VARGAS GOMEZ-URRUTIA >— Los ojos de los tedricos estin ya acostumbrados desde su existen terrena aver en la tinieblas. Tanto mis oscuro es el objeto de que tratan, mis tractive tione para clos, puesto que pueden hacer alarde de su agudcza visual, e pareven al biho, el pajaro de Minerva, que ve en la oscuridad..» En el suefio de von Ihering, en el paraiso reservado para los teéri- cos del Derecho, los numerosos conceptos de la teoria juridiea se encontraban en su absoluta pureza, liberados de toda concomitancia con la vida humana, Alli estaban los espiritus ineorporeos de la buena y la mala fe, la propiedad y la posesién, la negligencia y los derechos in rem. Y ademas se hallaban todos los instrumentos I6gicos necesa- rios para manipular y transformar estos conceptos juridicos, y ‘mediante ellos ctear y resolver los mas hermosos problemas del Derecho. Dice que habja una méquina, una prensa hidréuliea para la inter- pretacién, que podia extraer a presién un ilimitado nimero de signi- ficados de cualquier texto o ley. Anticipabase von Ihering en su suefio, a Jo que hoy nos proporciona el CD-ROM de 1a jurisprudencia de la Corte, y otros tantos CDs que por ahi navegan en las modernas redes de la informatica juridica. Si levantara la cabeza, probablemente ten- dria que reinventarse un tereer estadio celestial para los internautas del derecho. Todas las posibilidades ilimitadas de este paraiso de conceptos estaban abiertas a todos los juristas calificados, siempre que los mis- ‘mos hubieran bebido un liquido leteo que provocaba el olvido de todos los asuntos terrenos de los hombres. Pero, para los juristas expertos, el liquido leteo era superfluo, ya que ellos nada tenian que olvidar, * on thering R.Jrisprudencta en broma y en serio 29

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