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"Año de la lucha contra la corrupción e impunidad"

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA


FACULTAD DE EDUCACIÓN Y HUMANIDADES
DERECHO Y C.C.P.P

TEMA

ARGUMENTACIÓN Y REFUTACIÓN

CURSO

LÓGICA JURIDICA Y ARGUMENTACIÓN

DOCENTE

ALVA GALARRETA, María Cecilia

CICLO: III

INTEGRANTES

o LÓPEZ VALDERRAMA, Noe


o POZO LEZAMA, Jerson
o RODRIGUEZ PORTAL, Daniel
o SABA MONDRAGÓN, Miriam

NUEVO CHIMBOTE – PERÚ


2019
Índice de Contenido:

I.- Introducción: 3
II.- Contenido 4

2.1.- ¿Qué es argumentar? 4

2.2.- La argumentación Jurídica: 7

2.2.1.- ¿Qué es la argumentación? 7

2.2.2.-Los elementos de un argumento: 8

2.2.3.- ¿Para qué se argumenta? 9

2.2.4.- El juez y la argumentación. 10

2.2.5.- Las claves de la argumentación moderna: 11

2.2.6.-Un error lógico usual entre juristas: El examen unilateral 11

2.3.- Argumento y Argumentar: 13

2.4.- Refutación: 18

2.4.1-Refutación directa de una proposición: 19

2.4.2. Definiciones: 19

2.4.3. Refutación indirecta de una proposición: 20

2.4.4. Refutación directa de un argumento.- 21

2.4.5. Refutación por analogía lógica: 21

III.- Conclusiones: 23

IV.- Referencias: 24

V.- Anexos: 24

ILUSTRACIÓN 1- CURSO DE ARGUMENTACIÓN JURÍDICA, MANUEL ATIENZA. 24


I.- Introducción:
La presente investigación sobre “Demostración, argumentación y refutación” se
desarrollará acerca la importancia, características y conceptos de lo mencionado, de la
mano con las diversas posturas jurídicas que se presenten. El cuerpo del contenido se
señalan cuatro capítulos, 1) ¿Qué es argumentar?, como punto de partido en torno al
manejo de conceptos y concepciones sobre la argumentación y en especial, el modelo de
dialéctico de toulmi como esquema para la pretensión de un argumento, 2) Argumentación
jurídica, aquí trataremos sobre los elementos que conforman una buena argumentación,
para que se argumenta, así mismo, abarcaremos la argumentación como herramienta, para
el abogado y para el juez. 3) El argumento y argumentar, tomando en cuenta lo explicado
por Juan Antonio Ureta, desarrollando un esquema sobre las principales diferencias y
estudios que expresen los límites de los conceptos argumento y argumentar, tomando en
cuenta el proceso de argumentación jurídica que se señale en dicha investigación con el fin
de poder centrarnos en los elementos que conforman ambos, 4) La refutación, cuya razón
contraria en elaborar argumentos basados en las diversas posturas u estudios que se tomen
para indicar las relaciones y diferencias al momento de plantear estructuras con
razonamientos jurídicos que traten de describir, explicar o señalar una actividad en contra
de sus razones.

La finalidad, en pocas palabras, de presentar una investigación de manera en que los


procesos y posturas que conllevan a una buena argumentación y contra argumentación que
se basan en aportaciones de juristas o estudios de la lógica es expresar razones en atención
de la naturaleza práctica, teórica, ideológica y poder discernir los aportes de cada uno en el
campo jurídico. Un estudiante de derecho debe conocer las principales concepciones del
derecho en cuanto a argumentación y refutación por lo que su aporte es fundamental en su
formación universitaria, siendo actualmente las sentencias judiciales en materia de hechos
debidamente motivadas y acreditadas, adoptando una mirada lógica o pragmática siendo
materia de solución, además, en diversos problemas jurídicos que se presenten.
II.- Contenido
2.1.- ¿Qué es argumentar?
El derecho no puede, naturalmente, reducirse a argumentación, el enfoque argumentativo
del derecho puede contribuir de manera decisiva a una mejor teoría y a una mejor práctica
jurídica. (Atienza, 2013 )

Entrando a tallar el derecho en la argumentación como un concepto desde el punto de vista


formal, material en cuanto a sus decisiones, llevando así que Manuel Atienza, indica que:

“El derecho del siglo XX, en torno a la argumentación, resulta plenamente satisfactorio, por
diversas razones: El formalismo(conceptual, legal o jurisprudencial) ha adolecido de una
visión extremadamente simplificada de la interpretación y la aplicación del Derecho y, por
tanto, del razonamiento jurídico; el iusnaturalismo, en cuanto a fenómeno social e histórico;
el positivismo normativista como realidad dada de antemano (las normas válidas); el
positivismo sociológico en tanto al discurso predictivo y ver al derecho como un
instrumento al servicio de fines externos y carente de valor moral.” (Atienza, 2013 )

Argumentar, en definitiva, es algo que tiene lugar en el contexto de la resolución de


problemas, aunque la resolución de muchos problemas (incluidos jurídicos) suele requerir
otras cosas, otras habilidades, además de la de argumentar.

Por ejemplo, la argumentación judicial en materia de hechos, por ejemplo, es de esta


segunda naturaleza, si bien es cierto que, en última instancia (como ocurre con todo el
razonamiento jurídico), tiene un carácter práctico: si se da por acreditado el hecho “H”, es
por ello es una condición para la adopción (justificada) de una determinada decisión.

La pluralidad de nociones que se tiene por argumentación, son por ejemplo: los lógicos
entienden los argumentos como encadenamientos de enunciados en los que, a partir de
algunos de ellos (las premisas), se puede pasar a otro (la conclusión), otro enfoque pretende
dirigir la argumentación como arte dirigido a establecer premisas, como técnica dirigida a
persuadir a otro de determinada tesis; como interacción social, etcétera.

La estrategia para tomar en cuenta la relación entre las diversas concepciones de


argumentación suele hacerse entre concepto y concepción; o sea, entre una noción muy
amplia, un concepto, caracterizada por una serie de propiedades que tendrían que darse
siempre que tenga de sentido hablar de argumentación, e interpretaciones, concepciones,
distintas de esos mismos elementos.

Los elementos que configuran el concepto de argumentación:

1) Argumentar es siempre una acción relativa a un lenguaje. Podría decirse que es un


uso del lenguaje que se caracteriza (frente a otros usos: descriptivo, prescriptivo,
etc.)
2) Una argumentación presupone siempre un problema, una cuestión, cuya respuesta
tiene que basarse en razones apropiadas al tipo de problema de que se trate.
3) Una argumentación supone tanto un proceso, una actividad, como el producto o
resultado de esa actividad. Como actividad, la argumentación es todo lo que tiene
lugar entre el planteamiento del problema y la solución del mismo. Premisas,
conclusión e inferencia (la relación que se da entre las premisas y la conclusión).
4) Argumentar es una actividad racional orientada a una fin y en el de que hay criterios
para evaluar una argumentación.

Las distintas interpretaciones de la argumentación son básicamente tres, la


argumentación: formal, material y pragmática.

- La concepción formal:
Esta disciplina nos suministra esquemas o formas de los argumentos, como, por
ejemplo, el modus ponens o silogismo subsuntivo; si un razonamiento asume esa
forma, entonces cabe decir que es lógicamente, formalmente, correcto, aunque no
por ello resulte ser un razonamiento sólido o persuasivo. Consolida a la
argumentación como una serie de enunciados sin interpretar, en el sentido de
abstracción del contenido de verdad, o de corrección de las premisas y de la
conclusión. Si a partir de enunciados, de tal forma, se puede pasar a otro
conclusión) de otra determinada forma. La argumentación como resultado, la
lógica.
- La concepción material:
Los hechos naturales o institucionales a que se refieren esos enunciados. Responde
al problema de en qué debemos creer o qué debemos hacer; o sea, no problemas
formales, sino materiales: explicar, descubrir o predecir un acontecimiento,
recomendar o justificar un curso de acción, etc. El centro de atención en las
premisas y la conclusión.
- La concepción pragmática:
La argumentación como actividad lingüística, lo que desencadena la argumentación
son problemas relativos a lograr la persuasión de un auditorio, o a interactuar con
otro u otros para llegar a algún acuerdo respecto a cualquier problema teórico o
práctico. En el transcurso de esa actividad se producen, naturalmente, argumentos,
pero las premisas y conclusiones de los mismos no son ya enunciados sin interpretar
o enunciados interpretados como verdaderos o correctos, sino enunciados
aceptados.
La diferencia entre las demás concepciones radica en que la concepción material (y
la formal) la argumentación puede verse en cierto modo en términos individuales
(una argumentación es algo que un individuo puede realizar en soledad), en la
concepción pragmática la argumentación es necesariamente una actividad social.
Se definen dos posturas, la retórica centrado en la idea de persuadir a un auditorio
que, en la argumentación, asume un papel básicamente estático (los elementos
básicos son los de orador, discurso, auditorio, persuasión). Y el otro es el de la
dialéctica, en el que la argumentación tiene lugar entre participantes (proponente y
oponente) que asumen un rol dinámico: entre ellos hay una interacción constante.
Incidiendo en el modelo dialéctico de Toulmin, el modelo simple consiste en cuatro
elementos: la pretensión, las razones, la garantía y el respaldo. La pretensión por
ejemplo: “X tiene derecho a recibir la herencia”. Se definen dos sujetos, proponente
y oponente. El oponente tendrá que dar razones (ground, data), por ejemplo: “X es
el único hijo de Y, el cual falleció sin dejar testamento”. Las garantías no son
enunciados que describen hechos, sino reglas que permiten o autorizan el paso de
unos enunciados a otros. Se puede resumir como: “Los hechos o razones son como
los ingredientes de un pastel, y la garantía es la receta general que permite obtener
el resultado combinando los ingredientes”. La garantía resulta válida, relevante y
con un peso suficiente. La fuerza de un argumento depende de los calificadores y
las condiciones de refutación, necesarios para componer el modelo general. Por
ejemplo “presumiblemente, con toda probabilidad, plausiblemente, según parece,
etc”. Dichos cualificadores pueden afirmarse con un grado de certeza, mayor o
menor.

2.2.- La argumentación Jurídica:


2.2.1.- ¿Qué es la argumentación?
Argumentar proviene del latín argumentum, prueba, razón convincente, su antecedente
se encuentra en el verbo arguo-arguere, que significa hacer constar, dar a conocer,
manifestar, afirmar. En el campo semántico significa, dejar bien en claro, demostrar,
probar. En vocablo griego significaba “de blancura deslumbrante”, en oposición a todo
lo “obscuro o poco claro”; así podríamos definir que el concepto argumentación; es
decir razones, muchas razones o probar para demostrar lo que decimos, lo que
afirmamos.

Ahora bien debemos de distinguir el concepto de argumentación al de interpretación;


que parecieran ser sinónimos, sin embargo en el campo jurídico no lo son; en ese
sentido Norberto Bobbio señala que interpretar en el sentido amplio, es dotar de
significado a un determinado enunciado; en cambio argumentar es dar una o varias
razones a fin de sostener una tesis u opinión. Según (Atienza, 2007) nos define en su
obra el sentido del derecho a la argumentación “como una actividad y consiste en dar
razones a favor o en contra de una determinada tesis que se trata de sostener o refutar.
Ambos conceptos pertenecen a la capacidad intelectual del ser humano, sin embargo
sus acepciones son diferentes, se relacionan entre sí; una está ligada a la otra.

Ejemplo; si argumentamos que existe violencia en Chimbote en contra de la mujer,


que hay inseguridad, pobreza; seguramente el argumento es la exposición de todas las
razones reales que dieron lugar a estos fenómenos sociales; el motivo, desigualdad
social en Chimbote, falta de valores, corrupción, y otros lastres de carácter social que
inciden en la calidad de vida de los chimbotanos, la falta de protección en favor de los
derechos de las mujeres, la falta de programas y apoyos para erradicar la pobreza.
Estos argumentos deben estar demostrados con pruebas, no basados en opiniones sin
fundamentos, la premisa (fuente) debe ser confiable y verdadera.

El argumento se caracteriza por tener una base acreditable, ser convincente y tener una
fuente confiable.

 Elementos de la argumentación:

a) OBJETO.- es el nombre del tema sobre el que se trata de demostrar.

b) TESIS.- es la postura del argumentador sobre el tema y que trata de explicar y


convencer.

c) ARGUMENTOS.- son las razones que se dan para fundar sus afirmaciones.

2.2.2.-Los elementos de un argumento:


a) PRETENSIÓN.- significa lo que queremos demostrar.

b) BASES.- son aquéllas requisitos fundamentales que tenemos para demostrar la


confiabilidad del argumento.

c) JUSTIFICACIÓN.- es necesario que sepamos que el argumento justifica la utilidad


en cuanto al tema tratado, y evitemos la irrelevante de su contenido, (si el elemento es
genuino).

d) RESPALDO.- son las pruebas que tenemos para asegurar el argumento, pudiendo
ser la parte material original para sustentar con verdad la tesis, (ley, reglamento etc.)

e) MODALIZACIÓN.- no todos los argumentos sostienen sus pretensiones con


certeza, algunos se justifican parcialmente, dependiendo del grado de justificación se
puede llegar a convertir en absoluto o presuntivo; el argumento debe ser claro en ese
sentido.

f) REFUTACIÓN.- en ocasiones el argumento también debe estar preparado para


responder a posibles contradicciones.
2.2.3.- ¿Para qué se argumenta?
Sin duda la finalidad de la argumentación es dar buenas razones para persuadir,
convencer y demostrar la pretensión natural de la tesis, en el derecho es un elemento
fundamental para llegar a la conclusión de una controversia, basándose en premisas
verdaderas, con autoridad y apoyos objetivos a través de una investigación del
procedimiento científico. El juez y el abogado postulante al realizar su trabajo, en todo
momento deben estar pensando ¿cuál será el argumento idóneo para convencer, ilustrar
y demostrar que la conducta o el acto jurídico, encuadran en el hecho típico que
establece la ley o con la consecuencia jurídica del hecho? o como lo señala Manuel
Atienza, en la obra citada que el esfuerzo argumentativo del tribunal constitucional
pretende que lo que sostiene en esta sentencia resulta aceptable para los demás, para la
comunidad jurídica.

No se puede concebir un acto judicial sin argumento, pues el juez como funcionario
público tiene la obligación ineludible de justificar legalmente porqué la controversia
judicial sometida a su competencia encuadra en los supuestos de la ley; para ello, es
necesario primeramente contar con cualidades técnicas sobre capacidad e
interpretación, cualidades que debe tener todo funcionario jurisdiccional, así como las
habilidades de retórica y argumentación, para llegar a la solución mediante una
conclusión convincente a base de pruebas y razonamientos lógico-jurídico.

La lógica, es una herramienta importante que debe utilizar el juzgador para resolver
una controversia sometida a su decisión.

En el mismo sentido el postulante al narrar los hechos de su demanda o el demandado


al hacer valer una excepción en la contestación, el objetivo principal es argumentar
correctamente, con precisión clara, probar los hechos sometidos a competencia judicial
y tener bases y fundamentos que desde el punto de vista objetivo sean idóneos para
demostrar las afirmaciones, en su participación se tienen que narrar las razones,
primeramente utilizando la lógica, con meridiana congruencia, sobre todo para que el
juez al estudiar la litis, observe perfectamente cuáles son las pretensiones del
postulante.
La finalidad de toda argumentación, es dotar de razones suficientes al receptor para que
éste, en base a la verdad de la premisa, y éste pueda resolver en justicia una
controversia planteada bajo su jurisdicción, es importante que tanto el juez como los
postulantes conozcan los elementos de la argumentación para que los ejerzan
adecuadamente y con base en esa forma contar con decisiones judiciales apegadas a
derecho; pues la finalidad de la argumentación es dotar de las mejores herramientas de
convencimiento y demostración a los órganos e involucrados en la aplicación de la
justicia.

2.2.4.- El juez y la argumentación.


El juez, es la persona física que representa al Estado en el momento del resolver una
controversia jurisdiccional sometida a su competencia, en virtud del mandato de la ley,
para definir la controversia, es necesario que el encargado de administrarla sea una
persona experta y con capacidades especiales en el arte de saber argumentar bien,
porque, es necesario hacer un juicio de análisis de todas las constancias que se
encuentren en el expediente.

Durante todo el procedimiento, el juez auxiliado de su secretario de acuerdos, irán


guiando el proceso conforme a los principios del derecho, respetando en todo momento
las garantías procesales; como la equidad entre las partes, igualdad, unicidad de juicio,
celeridad de proceso, etcétera; sin embargo la substanciación de cada una de las etapas
procesales, sirven al juez vigile el respeto a las garantías de derecho procesal en favor
de las partes y de la sociedad; pues ésta, está interesada en que todos los procesos
jurisdiccionales sean conforme a la técnica jurídica del sistema legal del derecho; y no
únicamente aplicando la gramaticalidad de la ley.

Asimismo el juez irá recabando de las partes, las razones que tengan, guardándolas
para el momento de dictar la sentencia, pues cuando éste resuelve conforme al derecho
debe demostrar lo que afirme en favor o en contra de los litigantes en proceso, debe
contener un caudal de razones suficientes que justifiquen sus afirmaciones, éstas deben
ser convincentes, incluyendo la demostración de los hechos que a juicio del juez y a
petición de éste se hayan mandado recabar, porque el objetivo principal del juez es
decidir en justicia.
Al momento de dictar la sentencia del juez debe mostrar su capacidad en el arte de la
argumentación, sus consideraciones deben estar basadas en premisas verdaderas, con
bases fundamentales y acreditadas, concatenadas con la lógica y la interpretación
jurídica deseable del sistema jurídico legal, debe ser entendible, sencilla y lo
suficientemente corta, pero que contenga los elementos fundamentales para que las
partes, y posteriormente los académicos, personas interesadas, los investigadores,
puedan analizarla y entenderla en cuanto a su aportación en la cultura del derecho
jurídico moderno.

Para lograr ser un buen argumentador, es necesario tener primeramente la voluntad de


querer hacerlo, posteriormente adquirir los conocimientos técnicos que se necesitan
para escribir correctamente, apoyándose por supuesto en capacitación profesional para
poder conseguir esas técnicas y posteriormente intentándolo, pero la acción del
argumentador en su práctica diaria debe ser adecuada, pues si ésta no lo es, el resultado
será negativo.

2.2.5.- Las claves de la argumentación moderna:


Para hacer un argumento eficaz, es necesario contar con:

a).- Buena capacidad intelectual jurídica del argumentador, sobre el tema a resolver;

b).- Premisas verdaderas, fuentes confiables, documentos auténticos, datos objetivos,


estudios demostrativos y convictivos.

c).- Escribir de manera concisa y clara, basarse en hechos reales, evitar usar un
lenguaje emotivo si se pretende convencer con la razón, usar un lenguaje adecuado al
receptor, frases cortas, una única idea en un único mensaje etc.

2.2.6.-Un error lógico usual entre juristas: El examen unilateral


Según el profesor español (GARCÍA FIGUEROA, 2005) cree que los razonamientos
judiciales deben tener la forma de un silogismo jurídico y sabe que muchas veces hay
que adicionar información, pero en el ejemplo que él propone se muestra la dificultad
para hacerlo en términos de la lógica deductiva.

Primero formula el siguiente problema:


Una norma establece: “Prohibido entrar a la estación con perros”.

Luego, alguien entra a la estación con un oso.

Para lograr concluir que para ese caso también está prohibido entrar a la estación con
osos, recomienda hacer un silogismo con varias premisas.

a) Enunciado: “Si un individuo entra en una estación con un perro, entonces está
prohibido la entrada de ese individuo”.

– Interpretamos el enunciado anterior como: Si un individuo entra en una estación con


un perro o con un, animal que cause normalmente molestias análogas a las que causan
los perros, entonces está prohibida la entrada de ese individuo.

b) Un individuo entra en una estación acompañado de un animal salvaje, entonces entra


en una estación acompañado de un animal que normalmente causa molestias análogas a
los perros.

c) Un individuo entra en una estación acompañado de un oso, entonces un individuo


entra en una estación acompañado de un animal salvaje […].

d) El individuo A ha entrado en la estación Z acompañado de un oso.

Luego, prohibido a A entrar en la estación Z acompañado de un oso

Luego de hacer la representación simbólica de este argumento, afirma:

Es claro que con estas y otras premisas adicionales, podemos justificar la conclusión,
que califica como prohibida la conducta de A de introducir un oso en la estación.

Lamentablemente, el maestro García Figueroa no se ha dado cuenta que el


razonamiento que ha mostrado el esquema lógico carece aún de evidencias.

Podemos hacernos estas preguntas:

– ¿En qué se funda la afirmación de que sea peligroso? Puede ser que esté enjaulado,
dormido, enfermo o su tamaño no cause molestias.–
¿Podrían existir circunstancias determinantes que permitan llevar al oso? Por ejemplo,
un panda enfermo y que no haya otro medio para llevarlo, pues es una emergencia. Es
de madrugada y no hay gente.

2.3.- Argumento y Argumentar:


En la etapa de la confirmación se debe probar que la narración es probablemente la más
acertada; para ello hay que ofrecer pruebas envueltas en argumentos.
La palabra “argumento” deriva del latín arguere, que significa dejar en claro, (en pro o en
contra), y este del indoeuropeo arg que significa 'brillo'; de allí viene también argenta
('plata', 'al tener brillo'), oro (aurum).
En ese sentido, lo que se use para confirmar o refutar debe adquirir brillo y eso se logra
usando adecuadamente el lenguaje y ciertas estrategias que veremos en este capítulo. El
argumento es el cofre en el que viene el tesoro llamado “prueba”. Argumentar, en cambio,
será la actividad de presentar y dar fuerza a las pruebas mediante argumentos. No es lo
mismo presentar una prueba de oro en una bolsa de basura, que pulida y en un estuche
apropiado.
 Los Argumentos empleados en los debates judiciales
. Las sospechas, los argumentos y la prueba confirmativa en el lenguaje de los abogados
Los retóricos distinguían entre argumentos fuertes, débiles y medianos, entre los
primeros estaban las:
a) Sospechas o juicios de valor, son argumentos que rápidamente pueden ser rebatidos o
que no pueden ser discutidos porque no son el núcleo del tema, pero ayudan a crear un
contexto favorable para los argumentos y pruebas. Por ejemplo, para acusar a un homicida
primero hablo de que era siempre violento y de mal carácter; esta afirmación no se puede
discutir (es una falacia que conviene pasarla por alto en ciertas circunstancias), una relación
causal poco sostenible, un signo pobre (ha sido denunciado dos veces aunque archivaron las
investigaciones), digamos que también caen aquí los argumentos que no pasan un examen
crítico.
Argumentos emotivos: apelando a sentimientos y emociones, y al ser la forma cotidiana de
intercambiar argumentos son a veces efectivos.
b) Los argumentos verosímiles. Como el argumento basado en testimonios, autoridad,
signos, precedentes, etc., que pueden resistir un examen crítico.
c) Las pruebas confirmativas. Tan sólidas que queda poco que argumentar a favor de ellas,
pero que se iluminan con los argumentos.
En la Antigüedad clásica, todos sabían que el abogado utilizaría sospechas y el arte
consistía en que realmente induzcan a sospechar a favor del punto de vista adoptado y en
perjuicio del adversario; el abogado debería mostrar también argumentos que pudieran
valorarse positivamente luego de un análisis y alguna prueba sólida que le diera sustento al
conjunto.
Hoy, el debate experto trata que solo se empleen los argumentos verosímiles y las pruebas
que por sí solas son contundentes, pero no dejan de usarse los demás, ya que tratan de
desmoralizar o perturbar al oponente.
 Redacción postulatoria y redacción final
a) Errores de los abogados
En la antigüedad; estaba claro que los argumentos debían ser los necesarios a fin de
hacer brillar la prueba.
Es este el arte que nos enseña a no insistir demasiado en una misma cosa, a no tocar
varias veces el mismo punto, a no dejar inacabado un razonamiento para pasar a otro, a
no repetir los mismos argumentos. Gracias a este método, cada idea aparecerá en su
sitio; y así los que nos oigan retendrán el conjunto de la oración y se penetrarán del
sentido y alcance de las pruebas (Retórica a Herenio).
Antes del debate, el abogado promete que el argumento podrá ser examinado
exitosamente. Se supone que él ha hecho un examen crítico y no se arriesgará a una
derrota, y en el debate esperamos que el contrincante formule las preguntas críticas
pertinentes. Solemos encontrar estos errores:
– Por lo general, las pruebas son presentadas sin mostrar su fuerza o un análisis crítico;
tan solo se recurre a afirmar “el mérito probatorio de…”, lo que los retóricos llamaban
razones y confirmaciones y hoy se llaman garantías o fundamentos y respaldos.
– Peor ocurre si quien debe efectuar la crítica (el oponente) no exige más información
para desbaratar el argumento o no formula dudas significativas.
– En la literatura jurídica ha predominado el análisis de la forma lógica de los
argumentos, pero no a evaluarlos por su contenido, lo cual actualmente se corrige con el
uso del Modelo de Toulmin y los sistemas de preguntas críticas que aquí examinaremos.
– También se suele recurrir a ofrecer prueba con argumentos que no tienen relevancia o
tocan puntos que no están en discusión.
Apoyarse en argumentos que están en duda, son de excesiva generalidad, sospechas o
desviarse del tema, son más de los ofrecidos, he aquí una lista que nos brinda Retórica a
Herenio:
Guardaos de tocar un punto cuando es otro el que se está discutiendo; para evitar este
defecto, no agreguéis nada impertinente al asunto ni le quitéis nada; no desnaturalicéis la
causa hasta el extremo de transformarla en otra, como vemos en Pacuvio, Zeto y Anfión,
que empeñados en una discusión sobre la música apenas se ocupan más que en las reglas
de la sabiduría y la utilidad de la virtud.
Necesario es, además, que cuando el acusador formula un cargo no salga la defensa
refutando otro, habilidad de que se sirven algunos abogados cuando se ven estrechados
en una causa difícil; como si un ciudadano a quien se acuse de haber solicitado con
intrigas una magistratura, respondiera que en el ejército había recibido recompensas sin
solicitarlas. Espiando con atención estos y otros artificios en los discursos de nuestro
adversario, los descubriremos con frecuencia y, al señalarlos, mostraremos su
inoportunidad.
Es reprensible que censuremos un arte, una ciencia o un estudio por los vicios de los que
los ejercen, como hacen los que critican la retórica por la sola razón de ser digna de
crítica
la conducta de uno o de varios retóricos. Es un error semejante al del que se imagina
que, por haber demostrado la existencia de un crimen, ha descubierto quién es el
criminal. Un ejemplo: “Consta que el cadáver estaba desfigurado, hinchado, lívido;
luego murió envenenado”. Al esforzarse en probar el envenenamiento cometerá un error
de gravedad, pues no se duda de la existencia del crimen, sino de su autor.
Al comparar dos cosas, no se debe tampoco exaltar la una sin hablar apenas de la otra o
mencionándola con negligencia. Es una falta el creer que se deba censurar una de las
cosas comparadas porque se alaba la otra.
No es menor defecto discutir las palabras y su significación, cuando el uso corriente no
deja lugar a duda en este particular.
b) Errores de los jueces
La siguiente lista será desarrollada en lo que sigue este texto. Podríamos decir que en los
últimos dos siglos la poderosa retórica forense ha hecho que los jueces hablen como los
abogados y doctrinarios, y esto debe explicarse por el hecho de que antes que existiera la
obligación de motivar las sentencias no existía un retórica del juez y en el momento de
crearse esta obligación de motivar, hacia fines del siglo XVIII, ya no existía posibilidad
de contar con una instrucción retórica que adaptara modelos, ya se encontraba esta
disciplina, trastocada, reducida a nada, cosa contraria había ocurrido, por ejemplo, con la
retórica eclesiástica o la retórica administrativa, de modo que los magistrados tuvieron
que copiar modelos provenientes de la retórica de la defensa y acusación bajo el manto
de un orden lógico.
Veamos la lista de problemas:
– La mala calidad de la información que reciben los jueces afecta las sentencias, ya que
es muy difícil corregirla. Lo que ya hemos detallado al analizar la estructura de la
narración.
– La exageración de motivar todo tipo de causas o autos, cuando muchos pueden
relegarse a un formulario.
– Carecer de una intención comunicativa clara que defina el estilo del juez, de modo que
se distinga del estilo de los abogados.
– Emplear el lenguaje de “los abogados” con argumentos cuestionables o sospechas
rebatibles para vencer al que saldrá desfavorecido.
– Sustentar su fallo en argumentos cuestionables.
– N o explotar los argumentos sólidos adecuadamente.
– Extenderse en los puntos que no son controvertidos o triviales, o en doctrinas que
nadie discute.
– Equivocar en los esquemas de argumentación.
– La inadecuada macroestructura de las sentencias que por su generalidad no asegura
una comunicación ordenada.
– En las sentencias escritas un mal uso de otros códigos semióticos (imágenes, edición).
– Inadecuada lexicografía y sintaxis.
 Tipos básicos de argumentos
Los argumentos empleados en los debates jurídicos son los siguientes:
Argumentos basados en una Argumentos basados Argumentos sobre el
fuente personal fiable en relacionar datos lenguaje normativo
Argumentos basados en el Argumentos basados en Argumentos basados en
juicio de expertos. muestras o signos. conceptos o definiciones.
Argumentos basados en Argumentos desde la Argumentos basados en una
citas de autoridades. correlación a la causa. definición arbitraria o
Argumentos por Argumentos de la causa al ambigua.
testimonios. efecto. Argumentos basados en
Argumentos circunstanciales Argumentos probabilíscos. reglas.
contra la persona. Argumentos desde la Argumentos basados en la
Argumentos apelando al analogía. Excepción a una regla.
conocimiento comúnmente Argumentos desde el Argumentos basados en
aceptado. ejemplo. precedentes.

 Esquemas y evaluación de argumentos:


Debemos distinguir entre un argumento presentado para defender una tesis antes del
debate y un argumento luego del debate. Por lo general, se proponen con fórmulas
escuetas al comenzar el debate:
El perito en psicología afirma que hubo violencia doméstica entre Pedro y María.
Pero bajo ese esquema subyace una serie de supuestos que permiten dar fuerza a la
conclusión:
Lo que un experto en un campo afirme sobre ese campo es verdad.
C es un campo de conocimiento u opinión experta.
E es un experto en el campo C.
E afirma que sabe que A es verdadera.
A está dentro de C.
Por tanto, A podría (posiblemente) ser tomada como verdadera
El primer supuesto es que existen personas que conocen mejor un campo y esto le
permite dar un dictamen cierto sobre lo ocurrido, en un hecho en el cual es aplicable el
conocimiento que ha adquirido.
Luego que el campo de conocimiento permite dar opiniones ciertas, ya cuenta con
ciertas teorías y técnicas que permiten interpretar hechos de manera fiable.
De allí consideramos que la fuente es un experto en dicho campo y ha emitido una
opinión sobre un suceso.
El suceso se encuentra dentro del campo de conocimiento; de allí se concluye que la
opinión vertida tiene fuerza para probar.
Trasladando esto al modelo de Toulmin tendríamos el siguiente esquema:
Lo que un experto en un campo afirme sobre ese campo es verdad.

2.4.- Refutación:
Esto significa que la persona puede aceptar como verdadera la afirmación por un
argumento que considera bueno. Sin embargo, a menudo sucede que un argumento no se
considera bueno por las personas que inicialmente no están dispuestas a aceptar su
conclusión como verdadera. En este caso existen dos posibilidades: o el argumento es
bueno pero no eficaz porque no se reconoce su bondad, o es malo y no es eficaz porque se
reconoce su maldad. Naturalmente, quien propone el argumento optará por la primera
hipótesis, mientras que quien no está convencido optará por la segunda

Por ello, en caso de que un argumento propuesto por una persona no sea considerado como
bueno por otra, será normal que la primera trate de argumentar en favor de la bondad del
argumento o de la verdad de su conclusión, y que la segunda trate de argumentar en la
dirección contraria, es decir, de proporcionar razones para pensar que la conclusión de un
argumento no sea verdad o que el argumento no sea bueno . Una refutación es justamente
un argumento en dirección contraria al

Cuando se argumenta que la conclusión de un argumento no es verdadera, lo que se refuta


es una proposición. A su vez, cuando se argumenta que un argumento no es bueno lo que se
refuta es un argumento
2.4.1-Refutación directa de una proposición:
Refutar una proposición significa argumentar que no es verdadera. El modo más simple de
hacerlo es argumentando directamente que el estado real de las cosas es tal que no satisface
su condición de verdad.

En el caso de que la proposición a refutar sea simple (o en el caso de que se tenga que
refutar el constituyente simple de una proposición compleja), el argumento se construye
con base en el tipo de proposición simple. Si la proposición dice que cierta cosa tiene cierta
propiedad, se argumenta que esa cosa no tiene esa propiedad. Para refutar la proposición
que el mar es azul se argumenta que el mar no es azul. Del mismo modo, si la proposición
dice que ciertas cosas tienen cierta relación, se argumenta que esas cosas no tienen dicha
relación. Para refutar la proposición que el gato está sobre el tapete, se argumenta que el
gato no está sobre el tapete.

Para refutar una proposición universal es suficiente indicar o describir un caso particular
que pruebe su falsedad. Por ejemplo, para refutar la proposición que todas las ballenas
miden más de treinta metros es suficiente indicar un caso particular de ballena que mida
treinta metros o menos de treinta metros. De hecho, se puede inferir en este caso que al
menos hay una ballena que no mide más de treinta metros, por lo que la proposición es
falsa

2.4.2. Definiciones:
Una definición es una proposición que provee condiciones necesarias y suficientes para
cierta propiedad. Argumentar que la definición no es verdadera significa argumentar que
las condiciones proporcionadas no son necesarias, ni suficientes para dicha propiedad.

Cuando la proposición que da condiciones suficientes es falsa, la definición es demasiado


“amplia”, en el sentido que incluye cosas que claramente no tienen la propiedad definida.
Por ejemplo, la siguiente definición tiene ese defecto: “El hombrees un mamífero que no
camina con cuatro patas”. En este caso tampoco es difícil encontrar contraejemplos para la
proposición que si algo es un mamífero que no camina con cuatro patas entonces es un
hombre. Las ballenas son mamíferos que no caminan con cuatro patas y no son hombres.
No siempre es así de fácil establecer la verdad o la falsedad de una definición. Una
definición es verdadera cuando las dos proposiciones que respectivamente proporcionan las
condiciones necesarias y suficientes para la propiedad definitiva son verdaderas, esto es,
cuando no admiten contraejemplos. Pero no siempre se logra establecer si una proposición
universal admite o no contraejemplos

2.4.3. Refutación indirecta de una proposición:


Una proposición puede refutarse por vía indirecta, argumentando que no es verdadera
basándose en su relación con otras proposiciones de las cuales se conoce o se infiere alguna
propiedad. Generalmente, se adopta esta estrategia cuando es difícil argumentar
directamente que el estado efectivo de las cosas no satisface las condiciones de verdad de la
proposición. Si consideramos la proposición que el hombre ama a sus semejantes por
naturaleza, que en tiempos pasados fue objeto de controversia filosófica, es difícil producir
un argumento directo para refutar esta proposición, porque no está claro cómo se pueden
dar contraejemplos. Un contraejemplo debería ser un caso particular de un hombre que por
naturaleza no ame a sus semejantes. Claro que no es difícil encontrar un hombre que no
ama a sus semejantes. El problema es demostrar que no los ama justo en virtud del hecho
de que es un hombre.

El modo más simple para refutar una proposición por vía indirecta es argumentando que la
proposición no es verdadera sobre la base de verdad o falsedad de otra proposición con la
cual está relacionada

El siguiente párrafo, tomado de un libro de Thomas Hobbes, tiene una refutación directa de
este último tipo:

Pues si por naturaleza un hombre amara a otro, quiero decir, en cuanto que ese otro es
hombre, no podría haber razón que explicase por qué todo hombre no debería amar lo
mismo a todo otro hombre, ya que todos son igualmente hombres; o por qué más bien
prefiere frecuentar a aquellos cuya compañía le procura honor o beneficio

(1) Si el hombre ama a sus semejantes por naturaleza, entonces cada hombre ama a todos
los demás hombres en la misma medida.
(2) No se da el caso en el que cada hombre ame a todos los demás hombres en la misma
medida.

(3) El hombre no ama a sus semejantes por naturaleza

2.4.4. Refutación directa de un argumento.-


Refutar un argumento significa argumentar que no es correcto. Dado que un argumento es
correcto cuando tiene premisas verdaderas y es válido o fuerte, el modo más simple de
refutarlo es argumentando directamente que no tiene premisas verdaderas o que no es
válido o fuerte. Una proposición se refuta en el caso de que se argumente que una u otra
premisa no es verdadera

En este caso, la refutación se basa sobre la forma del argumento. Si consideramos el


siguiente argumento:

(1) Si la Tierra es redonda, entonces la Tierra no es plana.

(2) La Tierra no es plana.

(3) La Tierra es redonda.

Para demostrar que es inválido se puede argumentar de la siguiente manera: 1) y 2), son
respectivamente, un condicional y su consecuente. Dado que la verdad de 1) excluye que 3)
sea verdadera y 2) sea falsa, la verdad de 1) y 2) juntas no excluye que 3) sea falsa. Por lo
tanto, es posible que 1) y 2) sean verdaderas y 3) sea falsa

2.4.5. Refutación por analogía lógica:


Una refutación por analogía lógica es justamente un argumento por analogía en el que a
partir de la consideración que dos argumentos son similares en algunos aspectos, se infiere
que también son similares en invalidez o debilidad. En otras palabras, a partir de la
consideración que dos argumentos tienen en común algunas propiedades, se infiere que
también tienen en común la propiedad de ser inválidos o débiles. Como en cualquier
argumento por analogía, en una refutación por analogía lógica se infiere una semejanza de
ciertos aspectos a partir de la semejanza con otros, porque se piensa que los aspectos de la
semejanza inicial son relevantes para los de la semejanza inferida. Esto significa que la
semejanza inicial depende de propiedades consideradas lógicamente relevantes es decir,
relevantes para la validez o la fuerza de un argumento. Es por ello que la refutación se
llama refutación por analogía lógica.

Otro caso de semejanza lógicamente relevante es aquel en donde dos argumentos tienen la
misma forma. Por ejemplo, el texto 1 del capítulo 1 tiene un argumento que al inicio puede
parecer válido:

(1) Si el cuerpo es solamente anatomía, entonces nuestro destino está irremediablemente


marcado.

(2) El cuerpo no es sólo anatomía.

(3) Nuestro destino no está irremediablemente marcado.

1) y 2) son respectivamente un condicional y la negación de su antecedente, mientras que 3)


es la negación de su consecuente. Ahora, si consideramos el siguiente argumento: (1) Si la
Tierra es plana, entonces la Tierra es más ancha que alta. (2) La Tierra no es plana. (3) La
Tierra no es más ancha que alta

La forma del argumento es la misma, dado que 1) y 2) son respectivamente un condicional


y la negación de su antecedente, mientras que 3) es la negación de su consecuente. Pero en
este caso el argumento es claramente inválido.

De hecho, 1) y 2) son claramente verdaderas, mientras que 3) es claramente falsa: es sabido


que la Tierra es un poco aplastada en los polos. Por lo tanto, puede inferirse por analogía
lógica que también el primer argumento es

Inválido, contrario a lo que puede parecernos a primera vista. El hecho de que la forma de
un argumento sea relevante para su validez es claro si se considera que la invalidez del
segundo argumento puede establecerse sobre consideraciones que se refieren a su forma.

La verdad de 1) excluye que 2) sea falsa y que 3) sea verdadera, por lo tanto, la verdad de
1) y 2) juntas no excluye la posibilidad de que 3) sea falsa. Dado que el primer argumento
tiene la misma forma, las consideraciones análogas valen para el primer argumento. En
general, cualquier argumento puede ser refutado por analogía lógica basándose en la
semejanza con otro argumento inválido que tenga la misma forma. Para este resultado es
suficiente que la invalidez del otro argumento sea clara.

III.- Conclusiones:

- En la actualidad el juez argumenta su sentencia a raíz de la fundamentación y


motivación, utilizando los hechos narrados por las partes, apoyándose en las pruebas
ofrecidas por éstos y esporádicamente manda recabar pruebas bajo el argumento de que
la necesita para demostrar la verdad, sin embargo es muy utilizada la ley, como única
fuente confiable, tomando muy poco en cuenta el sistema jurídico o la teoría del
sistema como herramienta fundamental en la solución de controversias judiciales.
- Considero que estamos en un periodo de transición, en donde tanto el juez como los
abogados deben argumentar para persuadir, convencer y demostrar, fundando sus
pretensiones en los elementos de argumentación moderna, haciendo análisis de juicio,
resolviendo bajo un método sistemático, en donde la búsqueda de la verdad sea de
origen natural para que el Estado otorgue justicia a las partes involucradas una
controversia sobre hechos reales, probados, apegados a la realidad.
- Debemos estar conscientes, que para el ejercer el derecho, es indispensable conocer las
reglas de la argumentación jurídica, pues ellas serán nuestra mejor herramienta para
poder persuadir, convencer y demostrar la tesis, que pretendemos demostrar; no
obstante de que siempre ha existido el arte de argumentar, el abogado debe tener la
habilidad, para hacer uso de ella en beneficio del desarrollo humano y la excelencia del
derecho.
- Sin duda, las reglas de la argumentación jurídica, son las herramientas más importantes
del postulante para ejercer el derecho en cuanto al reclamo de sus pretensiones, quienes
no estén dotados de esta habilidad solamente lo podrán conseguir mediante la práctica
cotidiana.
IV.- Referencias:

Atienza, M. (2013 ). Curso de Argumentación Jurídica . Madrid : Trotta S.A. .

colchado, J. (Junio de 2014). prezi. Obtenido de prezi: https://prezi.com/bomqheo1yzgd/derecho-


en-la-prehistoria/

GARCÍA FIGUEROA, A. (2005). La argumentacion en el Derecho (Segunda ed.). Palestra.

Guerra, J. A. (2006). Técnicas de argumentación jurídica. Perú: ediciones legales.

ribas, J. M. (2005). prehistoria del derecho. En J. M. ribas, prehistoria del derecho (pág. 300).
Almuzara.

Wikipedia. (mayo de 2009). Wikipedia. Obtenido de Wikipedia:


https://es.wikipedia.org/wiki/C%C3%B3digo_de_Hammurabi

V.- Anexos:

Ilustración 1- Curso de Argumentación Jurídica, Manuel Atienza.

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