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Relatoría “Puebla 40 años, rostros y profetismo”

“Francisco pone en primer plano esa presencia liberadora de los más pobres y como la semilla que
crece sin que nadie lo vea (Mc 4, 26-29), vuelven a explicitarse frutos de fidelidad y resistencia que
mantienen la esperanza de que 'otra iglesia es posible”.

-Documento de puebla

El lunes 06 de mayo del año vigente, de 4:00 pm a 6:00 pm en el Auditorio Luis Carlos Galán tuvo
lugar el conversatorio en conmemoración a los 40 años de la III conferencia General de Episcopado
Latinoamericano (puebla, 1979). En un inicio, el moderador Gabriel Suarez, Ph.D. da una pequeña
introducción dando a entender como a lo largo de los años la iglesia ha sido un ente heterogéneo
que se reduce en varias ocasiones a énfasis contradictorios, junto a esto se plantea el aumento de
cifras de violencia y pobreza en la actualidad. Sin embargo, se expresa la importancia de Puebla en
América Latina y como la movilización a una misión evangelizadora traza una justicia digna.

Tras este momento, el moderador nos da a conocer los dos exponentes quienes en primer lugar
hicieron un corto resumen de su tema a tratar, tras ello empiezo el conversatorio con una pregunta
específica a cada uno y finalmente el público formulo preguntas.

El primero en presentar fue Rubén Pérez, vicerrector itepal de México, quien expuso “Puebla:
profetismo y rostros ancestrales”, el cual se basa en el documento de Puebla, como momento inicial
propone las palabras del Papa Francisco, quien dijo textualmente en la Jornada Mundial de la
Juventud “Los jóvenes son un lugar teológico” y con esto Pérez nos lleva a cuestionarnos respecto
a “¿las comunidades indígenas también son un lugar teológico?”, seguido a esto ya expone su
trabajo mediante un momento de comprensión y un último memento de encontrar en el texto a los
pueblos originarios para finalmente comprender la experiencia bíblica de Puebla.

Para la comprensión del Documento de Puebla se pone en pie la reunión que se da por la comunidad
episcopal para conocer el documento, con factores netamente intrínsecos como la reflexión y la
dinámica de participación dirigida por moderadores y aprobada por la asamblea, generando así un
esquema de profundización con cinco núcleos temáticos como lo son: la visión pastoral de la
realidad en américa latina, la reflexión doctrinal sobre el designio de Dios en la realidad, la
evangelización en y para la iglesia de américa latina, la iglesia evangelizadora y misionera hoy y en
el futuro y la opción pastorales abriendo así un escenario amplio para entender la realidad de
américa latina y el caribe, y buscar un futuro esperanzador. Otro elemento que dio fuerza fue la
atención y disciplina de los redactores conforme a los lineamientos adecuados para la elaboración
final del documento, en las plenarias de debate se mantuvo la pureza de la doctrina a pesar de las
discrepancias ideológicas para finalmente enaltecer ideas claras en el documento, donde primero
se propone el hilo conductor adaptado a la Evangelii Nuntiandi que señala la conversión personal
como el inicio y la raíz de toda liberación, a su vez se solicitó la definición de los términos comunión
y participación, y por último fue una crítica negativa respecto al núcleo introductorio y final con las
opciones pastorales, ya que no iba concorde a la mística de la conferencia de tal manera que se
solicitó revalorarlo, en la tercera redacción quedaron aprobados la mayoría de los textos y la
comisión de empalme los articulo todos en el mismo documento, para finalmente siendo aprobado
por el padre. Pasando al siguiente momento los pilares que se presentaron se centró en dos
documentos imprescindibles, el discurso inaugural pronunciado por el Papa Juan Pablo II y la
exhortación apostólica Evangelii Nuntiandi de Pablo VI, profundizando así sobre la misión de la
sociedad, la pureza doctrinal, la verdad sobre Jesucristo, la iglesia y el hombre y el dinamismo del
espíritu.

Tras esto, se considera, después de haber analizado el texto, que este no presenta ningún apartado
para hablar plenamente de los rostros y cuerpos originarios, sin embargo, el tema no está ausente,
sino que es un rostro unido a una abstracción antropológica dentro de varios textos que requiere
una búsqueda minuciosa, el documento ubica a los pueblos originarios en un contexto social
especifico, como un rostro concreto rodeados de marginación y perplejidad por la situación actual
e inhumana y que debido a esta realidad son considerados los más pobres, y nos deberían recordar
los rasgos de cristo sufriente. Ante este contexto los obispos latinoamericanos toman
empoderamiento en esto, diciendo que lamentablemente el desarrollo de estas culturas es muy
precario, en la práctica se desconoce, se margina e incluso se destruyen los valores de la rica
tradición de nuestro pueblo, por otro lado a empezado una revalorización de las culturas
autóctonas, propuestas que abren posibilidades como el compromiso fraterno, el compromiso
eclesiológico respetando el origen y cultura de cada hombre, atender a la religión de los pueblos y
acoger por la fe el señorío del Jesús.

En segunda instancia, la peruana Rosa Villarán comienza su trabaja respecto a “Puebla: mujeres,
rostros y profetismo”, nos habla de su comprensión del documento en cuatro puntos. Primero,
como una proclamación ante la dignidad humana física sin distinción alguna; segundo, dice que la
espiritualidad fue correctamente desarrollada en el documento, donde se presenta un desarrollo
interesante y enriquecedor respecto a María como centro y mujer que anuncia y denuncia; tercero,
se ostenta el para que estamos en este mundo y la liberación integral como proyecto de vida integral
y cuarto, se expone para quienes es el documento, lo que nos lleva a los rostros, en este caso se
disponen los rostros de mujeres peruanas que a través de su historia y de ciertos símbolos nos da a
conocer el rol y las contribuciones importantes de estas mujeres a la sociedad, llevándonos a mirar
hacia atrás, hacia ese linaje femenino que cada mujer tiene consigo en el momento en que le toco
vivir, “no solo somos lo que somos, somos lo que fuimos y somos lo que seremos” fueron las
palabras literales usadas por Villarán. Luego nos habla de Angeliza Mendoza, el ultimo rostro
mostrado en las diapositivas, quien se le fue arrebatado su hijo por grupos criminales y ella no para
de buscarlo hasta que muere sin poder encontrarlo o judicializarlo, ella representa tanto el rostro
de la angustia, como el de la perseverancia y de vencer al miedo. De esta forma, la expositora nos
quiere plantear lo que en el documento de Puebla se conoce como compartir las angustias,
poniendo, así como eje los procesos complejos de construcción de una historia que plasma 20 años
de horror con un saldo de muerte, desaparición y dolor presente. Por su parte, la iglesia
comprometida con las víctimas en esa exorbitante búsqueda de la justicia, paz y reparación, para
conseguir la verdad, impulsa estrategias para lograr actos de solidaridad y ensanchar a la comunidad
a que escuche, porque escuchar lleva a las garantías de no repetición, de restauración y de un mejor
futuro, porqué debemos entender que nosotros somos la iglesia y podemos cambiar la polarización
en la que está inmersa américa latina.

Finalmente, inicia el conversatorio donde son dirigidas algunas preguntas a cada uno de los
expositores tanto por el moderador, como por el público.

1. ¿en realidad hubo un rompimiento entre Medellín y pueblo?


Rubén nos plantea que realmente el documento de Puebla no vino a frenar o contrarrestar el
documento de Medellín, sino que realmente le da firmeza y consolidación a el documento de
Medellín, ya que ambos con un gran impacto social da fuerza a la opción preferencial a los
pobres. Sin embargo, había una división eclesiología, de opiniones más conservadoras y otras
mas liberales

2. Respecto al proceso de posconflicto de Colombia, ¿Qué podría recomendarnos para que no


se repita?

Rosa se centra en la polarización de ideas y opiniones, donde permanecemos en dos extremos,


las experiencias nutren para que a nivel humano tengamos capacidad para escuchar y querer
descubrir la verdad, la organización y los actos son trascendental en estos procesos para
finalmente poder entender que somos iglesia y que podemos cambiar las cosas.

Tras la charla sobre Puebla, me parece interesante como se recurre tanto a una opinión eclesial,
como a una opinión social. Sin embargo, si hablamos del primer momento con Rubén, a opinión
personal siento que pudo ser más didáctica la exposición, es notable que es difícil de trazar una
actuación de este tipo si nos referimos a documentos estrictos como los de Puebla e ideas claves
que este presenta, no obstante , Rubén leía sin cautela su resumen del documento, muy rápido y lo
hacía incomprensible ante muchos, falto un poco de ejemplificación y acto de conversa, pero es
entendible puesto que como vicerrector de Itepal yo creo que está acostumbrado a dar discursos
de esa forma, como sermones, con empoderamiento y fluidez, aunque muchas veces no muy claro
para los espectadores . Por otro lado, Rosa, expreso de forma concisa lo que pensaba, nos presentó
ejemplos claros y conmovedores, nos exhibe a su país quien lucha cada día por terminar con esos
demonios que absorben a américa latina y nos estimula a replantearnos que actos hacemos para
mejorar nuestra sociedad, como bien dije con Rubén que su oficio afectaba a la forma de explicar
su trabajo, con Rosa sucede lo mismo, ella es una periodista, y como periodista es capaz de entregar
los elementos importantes de una situación para atraer la atención del público y entregar una idea
clara como punto principal.

Karen López Gamba

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