Aunque se ha producido un aumento en los adherentes a movimientos religiosos como
Testigos de Jehová, Mormones u otros, la atención del público europeo y norteamericano se ha centrado más bien en movimientos más recientes y de carácter exótico, no tanto por su masividad, sino por su visibilidad mediática, ya que van de lo insólito a lo controversial. Para algunos expertos esto tiene que ver con el hecho de que la enseñanza de la Sociedad teosófica se quiere intemporal, pero no ha podido desprenderse del contexto en el que se originó. Por eso estos nuevos movimientos, al parecer más exóticos, resultan más atrayentes. Para otros, esto no necesita ser catalogado como nueva conciencia religiosa, porque varias de estas nuevas propuestas religiosas venían en progresión desde hace tiempo, solo que en el último periodo han ido germinando en movimientos atrayentes. Un ejemplo es la llegada de grupos religiosos desde oriente que se encuentran con agrupaciones listas y dispuestas a invitarlos a participar en ellas. Algunas librerías esotéricas dan cuenta de una diversidad de campos, en alguna medida relacionados y, aunque no todos los visitantes se interesen por todos los temas, pueden familiarizarse rápidamente con ellos. También hay algunos cruces entre algunas corrientes cúlticas y otras donde lo espiritual no es evidente. Es el caso de los primeros restaurantes vegetarianos, que, en Suiza fueron abiertos por miembros dela Sociedad Teosófica o del Mazdaznan. Según Colin Campbell estos movimientos religiosos específicos son parte de un fenómeno amplio y difuso, porque afectan a muchas más personas de las consideradas adherentes a ellos.
NMR: Un panorama sumario.
Para algunos expertos, como Richard Bergeron, estos grupos constituyen nuevas religiones, pero quizá habría que restringir el concepto, ya que, a juicio, del sociólogo Bryan Wilson estos movimientos coinciden en algunos aspectos como: el origen exótico, un nuevo estilo de vida cultural, un grado de compromiso sensiblemente distinto del cristianismo tradicional, adherentes de clase media y educados, etc. Para el autor los NMR constituyen grupos nacidos en la época contemporánea, implantados en Occidente después de 1945, proponen experiencias espirituales no sincréticas. Por esto quedan excluidas las grandes religiones tradicionales y las sectas, excepto algunos grupos que proceden del cristianismo, pero que incluyen aspectos de otro origen, como la Iglesia de la Unificación, Vida Universal, etc. Tampoco son necesariamente nuevas religiones, ya que algunos grupos se arraigan en tradiciones más antiguas. Algunos de los más importantes son: 1) Originarios de la India: Dentro de los más conocidos están los Krishna. Surge en USA en 1965 por Swami Prabhupada y llamó la atención por su contra-cultura y una práctica espiritual con acentos fuertemente devocionales, aliados a una vida sencilla y una moral estricta. Otro grupo es el formado por Bhagwan Shree Rajneesh, quien une elementos de diversas religiones a la sicología occidental y los reinterpreta, dando bastante libertad a sus seguidores. Entre otros grupos destacan estos, pero la particularidad es que en la gran mayoría destaca la presencia del “guru” o guía espiritual, con quien se comprometen los seguidores, más que con la organización misma. 2) Originarios del Lejano Oriente: Procedentes de Japón y Corea, estos grupos surgen a partir de un sincretismo de ideas que incluso puede considerar algunas de origen occidental. En la mayoría su origen se debe a un líder carismático y ofrecen como perspectiva la llegada de una Nueva Era, la transformación de la tierra y una orientación tanto a este como al otro mundo. Están los ejemplos de la japonesa Nao Deguchi, quien fue habitada por una divinidad y su mensaje era de la aproximación de un mundo regenerado y una mezcla paradójica de ideas universalistas y en contra de las influencias extranjeras. En Corea está el caso de la Iglesia de la Unificación, cuyo líder era una especie de mesías a cuyo linaje se insertaban sus adeptos, en una ceremonia de bendición nupcial. 3) De origen islámico: de aquí han surgido menos grupos que de otras tradiciones. Algunos ejemplos han sido los sufistas, una forma mística y esotérica del Islam. Pero fuera de ellos es un número menor de movimientos. Están los Bahá’ie, que no puede clasificarse como musulmana. Para ellos el profeta Baha’u’lláh recibió y proclamó los tres principios fundamentales de Dios, de la unidad de la humanidad y de la unidad de la religión. Aparte están los Ahmadiyya, que se consideran a sí mismos como guardadores del Islam puro. 4) De origen oculto-esotérico: lo común es el acercamiento de tipo gnóstico. Existe una inmensa variedad de estos movimientos que van desde la antroposofía, hasta los Rosicrusistas y de la Fraternidad Blanca Universal hasta el movimiento ugandés Sserulanda Nsulo Y’obulamu Spiritual Foundation. También en estos grupos hay herencia de la Sociedad teosófica. Por otra parte están los nexos entre lo oculto-esotérico y algunas redes relacionadas con la Nueva Era que exponen temas como la visión global, la transformación personal, las nuevas relaciones sociales, la espiritualidad planetaria y una síntesis entre lo oriental y occidental o entre lo físico y lo místico. 5) De origen objetos voladores: se caracterizan por cuatro elementos atribuidos a los contactos con estos seres de otros planetas. La trascendencia (seres de arriba), la omnisciencia (lo saben todo de la tierra), la perfección (son más adelantados) y la redención (aviso del peligro de no cambiar y solución a los problemas humanos). De todos modos su importancia numérica es reducida 6) De origen sicológico: También tiene algunos profetas y gurúes. Algunas prácticas toman algunos elementos de la filosofía oriental. Buscan el sentido de la vida y desarrollar el potencial humano. En este último aspecto se han acercado más a lo espiritual. Ha surgido la Dianética, ciencia de la salud mental que se propone liberar a la personas de las experiencias infelices del pasado (incluso antes de nacer) para que pueda ser ella misma y gozar de su potencial pleno. También en este contexto ha surgido la Scientología, que ha sido catalogada como por el sociólogo belga K. Dobbelaere como un “culto gnóstico adaptado al mundo secularizado”.
Algunos temas importantes.
Un aspecto interesante de este análisis de grupos es que, a priori, se aprecian como abiertos e inclusivos, en contraste con la exclusividad del cristianismo. Salvo algunos casos, se permite la participación en uno o más grupos aparte. Para algunos se puede hablar de “ecumenismo monocéntrico”. Por otro lado son religiones de la experiencia, de entender lo que conviene y de cómo los cambios para mejorar la sociedad están en el interior de la persona. También la mayoría de estos grupos afirma la convergencia entre la espiritualidad y la ciencia.
Unos movimientos controvertidos
Dentro de lo controversial de estos movimientos está la preocupación de las familias de jóvenes por su adhesión intensa y total a algunos de estos grupos. Tal preocupación surgió por ejemplo a partir de la formación de los Niños de Dios. de ahí en adelante se comenzaron a formar algunas organizaciones “anti-sectas” en distintos países occidentales. Dentro de estos están las familias propiamente tales, los llamados “desprogramadores” y algunos grupos religiosos. Los desprogramadores se basan en que los adherentes a estos grupos han sido víctimas de un “lavado de cerebro”, por lo tanto es necesario desprogramarlos a fin de restituir todas sus facultades de juicio. La forma en que estos han actuado ha sido cuestionada, ya que en algunos casos se recurre incluso al secuestro de la persona a desprogramar. El cuestionamiento a la desprogramación parte de la duda puesta en duda del lavado de cerebro, ya que no hay evidencia histórica de su efectividad en casos como los intentos de la conversión al comunismo. Tampoco se tiene la certeza si se logrará hacer del sujeto desprogramado un ser librepensante o simplemente se le restaura a los valores dominantes de la sociedad. Lo anterior no quita que muchos grupos sí ejercen una fuerte presión sicológica entre sus adherentes. Otro elemento a considerar controversial es el manejo, en algunos casos de enormes cantidades de dinero, de dudosa procedencia. Un elemento a considerar es el prejuicio que nace desde los grupos anti-sectas hacia los nuevos movimientos religiosos. Estos prejuicios, según Harvey Cox se pueden clasificar en cuatro llamados mitos sobre lo que los movimientos representarían. 1) El mito de la subversión (un potencial peligro para el orden establecido) 2) El mito de la desviación sexual (por conductas orgiásticas o por una moral demasiado austera) 3) El mito de la disimulación (se recurre permanentemente al engaño) 4) El mito del mal ojo (el lavado de cerebro, puesto que nadie en su sano juicio podría adherirse al movimiento).
Para concluir: secularización o regreso a lo religioso.
Una reflexión superficial daría por sentado que lo que se ve es una secularización o un debilitamiento de lo religioso. Pero algunas características de los NMR hace cuestionable esta conclusión. Entonces se pasa al otro extremo, de hablar de un nuevo auge de lo religioso o emergencia de una nueva conciencia religiosa. Pero, a juicio de Claude Javeau, lo religioso nunca se ha ido, incluso a pesar del desencanto que se produjo gracias a las influencias de la racionalidad de Webber u otros. Entonces surge una nueva explicación que señala que no se puede afirmar ningún extremo. Ni secularización ni aparición de nueva religiosidad, porque la secularización que se ha venido dando es en el aspecto social o público, mientras que en el aspecto privado se mantiene. Por el contrario Rodney Stark y William Sims Bainbridge consideran que la secularización se da en todas las economías religiosas, que progresa en ciertos sectores de la sociedad, pero que se contrapesa por la intensificación en otros. Sea como fuere, el cristianismo deberá tomar en cuenta la nueva religiosidad difusa que se propaga ya más allá del marco de los NMR y del nuevo pluralismo religioso que los NMR contribuyen a extender.