Señor, concédeme serenidad para aceptar las cosas que no puedo
cambiar, el coraje para cambiar aquellas cosas que no puedo aceptar, y la sabiduría para esconder las pendejadas que hice durante el día. Ayúdame a dar siempre el 100% en mi trabajo… 12 el lunes, 23 el martes, 40 el miércoles, 20 el jueves y 5 el viernes. Recuérdame señor, cuando esté teniendo un muy mal día y parezca que la gente trata de desesperarme o colmarme la paciencia, que se requiere de 42 músculos para sonreír y tan sólo 4 músculos para propinar un buen madrazo. Señor, mándame pena y dolor, mándame males añejos, pero lidiar con pendejos…¡No me lo mandes señor!