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La autoestima es un concepto gradual. En virtud de ello, las personas pueden presentar en esencia
uno de tres estados:
Tener una autoestima alta: equivale a sentirse confiadamente apto para la vida, o, usando los
términos de la definición inicial, sentirse capaz y valioso; o sentirse aceptado como persona
Tener una baja autoestima: es cuando la persona no se siente en disposición para la vida; sentirse
equivocado como persona y puede desarrollar sentimientos como la angustia, el dolor, la
indecisión, el desánimo, la pereza, la vergüenza, y otros malestares.
Tener un término medio de autoestima: es oscilar entre los dos estados anteriores, es decir,
sentirse apto e inútil, acertado y equivocado como persona, y manifestar estas incongruencias en
la conducta —actuar, unas veces, con sensatez, otras, con irreflexión—-, reforzando, así, la
inseguridad; este grado de autoestima suele ser la más frecuente teniendo en cuenta que la vida
nos conduce a retos y dificultades
En la práctica, y según la experiencia de Nathaniel Branden, todas las personas son capaces de
desarrollar la autoestima positiva, al tiempo que nadie presenta una autoestima totalmente sin
desarrollar. Cuanto más flexible es la persona, tanto mejor resiste todo aquello que, de otra forma,
la haría caer en la derrota o la desesperación.
La autoestima, es el valor que nos otorgamos como persona a nosotros mismo, es decir cómo nos
valoramos. Todas las personas deberían tener una buena autoestima, un buen concepto de
nosotros mismos nos ayudara a una buena salud mental y a ser más felices
Sin embargo los adolescentes y niños son más inestables en este campo, debido a los cambios
que presentan en el desarrollo.
En la actualidad en las sociedades avanzadas los niños y adolescentes tienen cubiertas todas sus
necesidades. Sin embargo existen mayor cantidad de niños y adolescentes con depresión.
Una buena comunicación familiar es el arma más importante para el desarrollo de la autoestima,
esto ayudara a la construcción de la autoestima de manera correcta.
Sentimientos de inferioridad.
Para evitar este tipo de problema, la familia debe convertirse en un centro de apoyo para la
persona que sufre baja autoestima, estas son etapas donde los padres deben hacer todo lo posible
por elevar la autoestima de sus hijos.
Cómo ayudar a una persona con baja autoestima
Darles oportunidades donde puedan tener éxito, realizando actividades donde pueda desarrollar
sus habilidades
Ayudarlos a sentirse seguros y confiar en sí mismo. Cuando desde pequeño se empieza a darles
responsabilidades y mucho afecto esto ayudara a que el joven desarrolle una autoestima fuerte.
Tenerle mucha paciencia, en la adolescencia pasa por una tormenta emocional que afecta a los
hijos, los padres deben hacer unos esfuerzos por comprenderlos.
El mantener una buena comunicación en el seno familiar, ayudara a que no se vea tan afectado
por el efecto de los mensajes que le llegue de otros medios.
La baja autoestima puede facilitar la aparición de muchos trastornos y problemas psicológicos, por
esa misma razón, aquí vamos a descubrirte un listado con las características de personas con
autoestima baja. Son las más habituales que se suelen presentar:
Son indecisos, tienen dificultades para tomar decisiones, tienen miedo exagerado a
equivocarse. Sólo toman una decisión cuando están completamente seguros de obtener
resultados al 100%.
No se valoran, ni sus talentos ni sus posibilidades. Ven sus talentos pequeños, en cambio
los de los otros los ven grandes e incluso exagerados.
Son muy ansiosos y nerviosos, lo que les lleva a evitar situaciones que les dan angustia
y temor.
Dependen mucho de otras personas para hacer sus tareas o realizar cualquier actividad.
Debido a que no tienen valor, les cuesta aceptar que las critiquen.
Creen que son los feos, los ignorantes y que todos los demás lo hacen mejor que ellos.
Se alegran ante los errores de otros porque así ellos se sienten mejor.