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Tema 7: Escultura y pintura gótica:

Características generales de la escultura y la pintura. Las portadas (León y Burgos. La


pintura: Giotto y los primitivos flamencos (Van Eyck y Van der Weyden).

1.- Características Generales de la escultura gótica.


En la escultura gótica se observa una progresiva liberación del marco
arquitectónico y un mayor naturalismo. En principio la escultura se integra en los
elementos arquitectónicos formando parte de las jambas, la estatua columna que se
independiza del marco, pero poco a poco se irán haciendo estatuas de bulto redondo.
Continúa teniendo una función didáctica, a demás de estética.
Sus formas son más naturales, tanto en las proporciones como en las referencias
al mundo real, sobre todo en los motivos vegetales. Hay una cierta influencia de los
modelos clásicos, se busca la belleza natural de las formas. Sin embargo, no falta en la
iconografía el bestiario fantástico de influencia oriental, como en las gárgolas y ciertos
elementos secundarios, es un programa iconográfico similar al románico. El peso de la
tradición románica es muy grande, hasta el punto de que en el siglo XIII la escultura aún
está subordinada a la arquitectura. El conjunto tiene un sentido narrativo en el que se
destacan los sentimientos nobles y la melancolía de la imagen. Las imágenes se
comunican entre sí expresando sentimientos: alegría, tristeza, dolor, etc., hasta llegar al
patetismo en el siglo XV. La divinidad se humaniza, el Cristo majestad pasa a ser el
Hijo del Hombre, y la Virgen reina a Virgen madre. Reaparece el retrato.
El material preferido para la escultura es la piedra, pero también la madera,
generalmente policromada.
Se rompen algunos convencionalismos del románico, como la frontalidad, el
hieratismo y la adaptación al marco. El artista tiene libertad para hacer sus obras y las
firmará. Las obras se colocarán en las portadas, sillerías, sepulcros, retablos, etc., en
general en todos los lugares significativos.
Existirá una escultura monumental, ya que en las grandes catedrales empezaron
a considerarse como algo más que mera decoración. Aparecen las estatuas columnas
monumentales. Las figuras adquieren autonomía y se liberan del marco arquitectónico.
Se abandonan los convencionalismos románicos. Los capiteles desaparecen de la vista
de los fieles, y se abandonan aquí los motivos narrativos, quedando sólo una decoración
vegetal. También se desarrollarán los retablos, realizados en madera. Algunos de estos
retablos son móviles: dípticos, trípticos y polípticos. En el gótico final los retablos serán
soporte de la pintura. También adquiere gran importancia la escultura funeraria. Este es
el ámbito del retrato y donde hay un mayor realismo. Generalmente es un sepulcro
exento, aunque en España triunfa el sepulcro incrustado en la pared, en la que aparece
esculpida una escena. Otro ámbito en el que encontramos esculturas es en las sillerías
del coro. Están hechas en madera y en ellas la libertad del artista es mayor, ya que no
son vistas, normalmente, por los fieles.
Durante el período protogótico destaca el conjunto del pórtico de la Gloria,
atribuido al maestro Mateo, y el pórtico Real de Chartres. En ellos se observan estatuas
en las columnas con un profundo naturalismo.
En el período clásico encontramos una tendencia a la belleza ideal, a la
ingenuidad y a la sencillez. Suelen ser conjuntos narrativos que ocupan, principalmente,
las portadas. Aparecen todo tipo de temas, María, los santos, el juicio final, Cristo
redentor, etc.
El gótico flamígero se caracteriza por la utilización, de manera decorativa, de la
curva y la contracurva, que da movimiento a las figuras. La escultura se hace totalmente
exenta y se difunde la estatuaria funeraria. Los artistas dejan de ser desconocidos.

2-La escultura gótica en Europa


Las primeras manifestaciones de escultura se encuentran en Francia, sobre todo
en las fachadas de las catedrales. Destacan: la fachada de la catedral de Chartres, de
influencia románica, los pórticos de la Virgen y San Esteban de Notre-Dame de París y
portada de la de la catedral de Reims. En el siglo XIV la escultura se vuelve exenta y se
traslada al interior del templo. En Francia destaca la escuela borgoñesa, y dentro de ella
Claus Sluter, que realiza el Pozo de Moisés con figuras individualizadas: encapuchados
y gentes en actitudes naturales.
En Alemania la influencia francesa es tan notable como en la arquitectura. La
mayor parte de las obras escultóricas están en el interior del templo. Destacan las obras
de las catedrales de Bamberg, Estrasburgo, Friburgo, Núremberg y Naumburgo. Se
conocen artistas como Hans Multscher, que hizo el retablo de la catedral de Sterzing;
Georg Syrlin: retablo de San Wolfgang en Salzburgo; Veit Stosz el viejo, que trabaja en
las catedrales de Núremberg y Cracovia; Adam Krafft y Tilmann Riemenschneider.
En Italia no se dan las portadas con programas iconográficos. La escultura está
al servicio del mobiliario de las iglesias y del arte funerario. Aquí se rechaza la estética
románica a favor de una más clásica. Destaca Nicolás Pisano que hace el púlpito del
baptisterio de Pisa y el de la catedral de Siena, en el que se observan influencias de los
sarcófagos romanos. También destacan Giovanni Pisano: púlpito de la catedral de Pisa,
Arnulfo di Cambio, fray Guillermo de Pisa, y Tino di Camaino. En Florencia trabaja
Andrea Pisano, en las puertas de baptisterio de Florencia, Andrea Orcagna y Nino
Pisano. Además, Lorenzo Maitani realiza obras como las fachadas de las catedrales de
Siena y Orvieto.

3- La portada gótica
La organización de las portadas continúa siendo la misma que durante el
Románico. Durante el siglo XIII los temas se distribuyen en registros perfectamente
separados, mientras que, con el paso del tiempo, esta separación se va a ir rompiendo y
se crea una cierta confusión espacial.
Las arquivoltas se organizan en el sentido longitudinal del arco y la estatuas de
las jambas se independizan. El arte góico va a ir entrando lentamente. A finales del siglo
XII, el maestro Mateo desarrolla ciertos rasgos de humanización en el pórtico de la
Gloria y el maestro de Ávila en San Vicente.
En el siglo XIII vemos el primer protogótico en la Colegiata de Toro y en la
portada de Ciudad Rodrigo.
El pleno gótico va a llegar de manos de artistas franceses a mediados del siglo
XIII por el Camino de Santiago. Esta nueva influencia se va a notar en una renovación
de temas y en el tratamiento plástico ya que son más naturalistas.
Los primeros escultores se van a afincar en Burgos y León formando talleres.
Vemos en estas primeras obras: amabilidad en los rostros, naturalismo en el
movimiento, comunicaci6n y los pliegues siguen siendo rígidos y angulosos.

3.1-Portadas de Burgos
La Puerta del Sarmental
El primer conjunto monumental de escultura está en Burgos y es de mediados
del s. XIII. El primer trabajo puramente gótico es la puerta del Sarmental (sur) de la
catedral. Tiene mucha relación con Amiens y Reins. Puerta abocinada con dinteles,
jambas y parteluz.
En el tímpano se representa el tetramorfos (tema muy románico) y Cristo
majestad (Pantocrator) .La novedad está en poner a los evangelistas escribiendo sobre
sus pupitres de manera muy naturalista y al lado los símbolos de cada uno de los
evangelistas. Cristo aparece más humanizado. El dintel pertenece a otro maestro. Tiene
como tema el apostolado en el que se ve la comunicación de con otros. Las arquivoltas,
en sentido longitudinal, tienen dos temas:
- Los ángeles, con instrumentos sagrados rindiendo honor a Cristo.
- Personajes vestidos de reyes con instrumentos musicales de la Edad Media, distintos
unos de otros.
La figura del parteluz ha sido identificado con el obispo Mauricio, promotor de
esta catedral. En las jambas se colocan apóstoles, santos y profetas.
La Puerta de la Coronería
Otra puerta que destaca en Burgos es la norte, llamada de la Coronería. El tema
del tímpano es el juicio final, relacionado con la portada de Chartres. Aparecen Cristo,
María y San Juan intercediendo por las almas de los. difuntos (Deesis), y dos ángeles
con las Armas Cristi
En el dintel aparece la puerta del cielo: los salvados y los condenados con
actitudes acorde a su situación. En el apostolado se ve ese tipo de figura exenta
liberándose de la columna que ahora queda detrás de la estatua.
Otra puerta interesante es la de entrada al claustro, en la que aparece la
Anunciación de Virgen a un lado y David e Isaías al otro.

3.2-León
El segundo foco importante es León. Destaca la portada principal del juicio final
que es del mismo maestro que la de Burgos, pero aquí se ve una narración más
desarrollada, hay más detallismo, las figuras son más estilizadas y crea cierta
profundidad.
En el dintel aparecen los condenados a una parte y los salvados a otra
acompañados hasta el cielo por monjes franciscanos. Las formas son más redondeadas
que en la de la Coronería y se potencian los volúmenes y los ropajes son más espesos.
Estos mismos rasgos más avanzados también se ven en la Virgen con el niño
(Odegetria) del parteluz.
En la portada de San Francisco el tema del tímpano se relaciona con Notre
Darne de París. Dedicada a la Dormicinón de la Virgen y su coronación. Cristo
coronando a su madre y dos ángeles portan la corona. Las puertas se ven como una
entrada a lo sagrado, la Virgen introduce a los fieles a Cristo.
En la portada de San Juan se representan diversas escenas de la vida de Jesús en
relación la Virgen como la Visitaci6n, el nacimiento, la Virgen dando a luz, los sueños
de José sobre la huida a Egipto...
Saliendo ya de estos focos vemos otras obras influenciadas por las anteriores
como es el caso de la portada de la Colegiata de Sasamón, el pórtico del paraíso de la
Catedral de Orense, la puerta del reloj de la Catedral de Toledo que tiene como
novedoso división del tímpano en registros superpuestos. Ésta es ya de finales de siglo y
se ven escenas narrativas, recargamiento e influencias de los marfiles.
4.- Características generales de la pintura gótica.
La reducción de la superficie de los muros determinó un menor interés por la
pintura mural en favor de las vidrieras.
El interés de la pintura se va encaminando hacia nuevos soportes como las tablas
que ocuparán un papel principal en los retablos y hacia las miniaturas de los libros
continuando con la tradición de ilustrar los libros.
Los temas siguen siendo mayormente los religiosos pero aparece temática
profana sobretodo de escenas cotidianas aunque a veces con carácter moralizante.
En general la pintura avanza hacia el naturalismo de las formas, mayor
expresión, interés por la perspectiva y los paisajes de fondo, búsqueda del volumen, el
colorido y el dibujo Aparecen distintos estilos pictóricos dependiendo de las corrientes
de los distintos países. Así el francogótico se decanta por el interés en el dibujo; el estilo
italo-gótico por la búsqueda del volumen, la perspectiva y el movimiento; el estilo
internacional del siglo XIV funde las tendencias franco e italo góticas dado valor al
movimiento y al colorido, y la escuela flamenca se interesa por el realismo, el
detallismo, el gusto por el paisaje y el retrato.

4.1-Gótico lineal
La primera etapa corresponde a la pintura conocida como gótico lineal, hacia el
1200, también llamado francogótico. París es el centro cultural indiscutible en todas las
artes. Los temas que dominan son los religiosos, que tienen una función simbólica. Se
caracterizan por tener un fondo dorado, de influencia bizantina, un espacio simbólico.
Las figuras tienden a ser planas, los colores vivos y aún tienen muchos
convencionalismos románicos. Continúan utilizando la línea negra para separar los
espacios de colores. Predomina el naturalismo, y los temas se tratan con sencillez. En
Francia destacan las vidrieras de las catedrales, las miniaturas de los libros y los
salterios. En Alemania hay restos de pintura mural: San Gerión de Colonia y San Jorge
de Oberzell. En Inglaterra destacan el Santo sepulcro de la catedral de Winchester, o el
conjunto de la abadía de Westminster. En España destacan las miniaturas de las
Cantigas de Alfonso X y diversos frontales y retablos para las principales catedrales
castellanas y catalanas.

4.2-Gótico italiano
La segunda etapa corresponde a la Italia del Trecento, o pintura italogótica, siglo
XIV, en la que también encontramos una fuerte influencia bizantina «manera greca», y
de la antigüedad clásica. Este será el germen de la pintura moderna: desaparece la línea
negra. Surge el claroscuro, lo que revela su preocupación por el volumen y la
profundidad. Esto conduce al estudio de la perspectiva y la plasmación de los estados
anímicos y el sentimiento. Existe pintura mural y sobre tabla, mosaicos, y se observan
ciertas tendencias que desembocarán en el Renacimiento. Podemos distinguir tres
escuelas: la toscana, cuyo máximo representante es Giunta Pisano: Madona de la
catedral de Pistoia; la escuela romana, cuyo máximo representante es Pietro Cavallini:
Nacimiento y muerte de María, Anunciación, Natividad; y la escuela florentina, cuyo
máximo representante es Giotto di Bondone, es el artista más conocido: frescos de las
capillas de los Bardi y Peruzzi, Madona de Uffizi, Virgen con el Niño, Crucifixión, su
aventura es la conquista de la técnica, el estudio del espacio, la perspectiva lineal, la
coloración objetiva, la luz y la degradación de los colores. Dota a sus composiciones de
volumen y corporeidad hasta llegar a los personajes esculturales. Giotto se inspira en la
naturaleza, lo que rompe con la tradición bizantina. Centra su prioridad en la figura
humana, tratándolas de manera individual. Concibe los espacios de manera
arquitectónica, por lo que incluye rocas y elementos arquitectónicos en sus
composiciones, no sin cierta ingenuidad. Otro pintor importante de la escuela florentina
es Cimabue: Dante en el Purgatorio. Mantiene ciertos elementos de la tradición
bizantina, pero consigue éxitos innegables en el conocimiento de la perspectiva, el
volumen y la monumentalidad de sus figuras. La escuela florentina entró en España de
la mano de Gerardo Starnina: capilla de San Blas en la catedral de Toledo y Delio Delli:
retablo de la catedral de Salamanca.
En Italia también hay una escuela en Siena, que se caracteriza por hacer un arte
cortesano, colorista, cromático e irreal, con los fondos dorados de tradición bizantina.
Por sus características tienen una entidad aparte. Ofrece una visión idealizada de la
realidad. Es el modelo que más se difundió por Europa. Duccio di Buoninsegna es el
pintor más conocido, por su refinamiento, sus composiciones sin tensión dramática y su
expresión delicada: Madona Rucellai, La maestá. Otro pintor importante es Simone
Martini, de marcado espíritu cortesano: San Luis de Toulouse, Anunciación. La escuela
de Siena llegará en el siglo XIV a Cataluña. Aquí destacan Jaume Ferrer Bassa: capilla
de San Miguel de Pedralbes, Ramón Destorrents: retablo de Iravalls, y los Hermanos
Serra; Francisco, Joan, Jaume y Pere: retablo de Pentecostés de la catedral de Manresa.

4.3-El Gótico Internacional.


La última etapa corresponde al gótico internacional, en torno al 1400. Este
género tiene unos rasgos comunes en toda Europa. Es un estilo protegido por la nobleza
y los reyes. Se caracteriza por su afición al lujo, los colores brillantes, el dibujo
curvilíneo, las pocas preocupaciones espaciales y por ser un estilo un tanto decorativo.
Presta mucha atención a los detalles, pero continúa utilizando el fondo dorado. Surge de
la síntesis del estilo italiano de Siena en la corte de Borgoña. El resultado es un estilo
elegante, artificioso y extravagante. Tratará de glorificar a una nobleza feudal que se
está extinguiendo. El gótico internacional se extiende por toda Europa con Jean
Fouquet: Díptico de Melum en Francia, Stefan Lochner: retablo de los Reyes Magos en
la catedral de Colonia, Conrad Witz: retablo de Basilea y Hans Multscher: altar de
Sterzing, en Alemania y Nuño Gonçalves en Portugal. En España encontramos; en
Cataluña Lluis Borrassà: retablo del Salvador en la catedral de Barcelona, y Bernardo
Martorell: retablo de san Jorge, retablo de Púbol, en Valencia Lorenzo Zaragoza: San
Roque de Jérica, Andreu Marçal de Sax: retablo de Los arqueros del centenar de Ploma,
Pedro Nicolau: Virgen de Sarrión, y Juan Rexach: retablo de Cubells; en Aragón García
de Benabarre: Vida de san Juan Bautista, Martín Soria: retablo de Pallaruelo de
Monegros y Bartolomé Bermejo: retablo de Daroca, en Andalucía, con una profunda
influencia mudéjar Alejo Fernández: Virgen de los navegantes, y en Castilla Nicolás
Fiorentino: retablo de la catedral vieja de Salamanca y Nicolás Francés: retablo de la
catedral de León, retablo de San Francisco de La Bañeza.

4.3.1-Los primitivos flamencos


En esta época destaca, también, la escuela flamenca, protegida por una potente
burguesía que es su principal cliente. Los pintores se organizarán en gremios, por lo que
habrá una búsqueda colectiva de la perfección técnica y dibujística, lo que la hace muy
minuciosa en los detalles. No obstante, todos ellos firmarán sus obras de forma
individual. Los pintores flamencos se apartaron de la estética internacional acercándose
a la realidad natural y a la armonía de las formas. Se pinta al óleo con fórmulas de taller,
lo que permite una gran riqueza cromática. La luz se independizó del color. La
perspectiva es una de sus principales preocupaciones, debido a la obsesión por el
detalle. Desarrolla toda una iconografía religiosa de carácter simbólico, aunque en un
ambiente burgués. Busca un espacio natural continuo, sobre todo en interiores y de la
vida cotidiana. Varios son los artistas importantes en la escuela flamenca: los hermanos
Jan y Hubrecht van Eyck: retablo del Cordero místico, hacen una obra muy intelectual,
de gran brillantez y con una amplia gama cromática. Se especializan en el retrato de
interiores, en los que logra un gran equilibrio, como en el Matrimonio Arnolfini, su obra
más representativa. Robert Campin es menos intelectual y más amable: Anunciación,
Santa Bárbara, se le considera como el primer pintor flamenco. Petrus Christus:
Leyenda de san Eloy, Retrato de un cartujo, es alumno y heredero de Van Eyck. Roger
van der Weyden: Descendimiento de la cruz, tríptico de Los siete sacramentos, Adán y
Eva, utiliza modelos, que alcanzan gran difusión. Es menos intelectual y más
comprensible. Pinta tablas de pequeñas dimensiones. Dierck Bouts: trípticos del Santo
sacramento, El martirio de san Erasmo, El entierro de Cristo, de origen holandés, y con
colores algo más fríos. En la segunda generación destacan pintores como Hans Menling:
Adoración de los Reyes y Virgen con el Niño, con un lenguaje dulce y tonos claros,
Hugo van der Goes: tríptico de Portinari, Tránsito de la Virgen, con sus expresiones
inquietantes y Gerard David: Adoración de los Magos, Descanso en la huida a Egipto,
holandés, que funde lo italiano y lo flamenco.
Pero el autor más personal de este período es Hieronymus van Aeken, el Bosco,
que se sitúa al margen de los tipos flamencos. Utiliza temas alegóricos con los que crea
un mundo fantástico. Tiene un profundo carácter religioso, a la vez que burlesco. Son
característicos sus monstruos, máquinas infernales y figuras fantásticas mezcladas con
seres humanos. Sus obras más importantes son: El juicio final, El carro de heno y el
tríptico de El Jardín de las delicias.
Fuera de Flandes fue en España donde este estilo tuvo más éxito. Aquí hay
pintores de primera fila como: Jaume Huget: tríptico de San Jorge, Bartolomé Bermejo:
Piedad del canónigo Desplá y Lluis Dalmau: Virgen de los consellers, en la Corona de
Aragón; y Jorge Inglés: retablo del hospital de Buitrago, Fernando Gallego: retablos de
la catedral de Zamora y San Lorenzo de Toro, y Pedro Berruguete: retablo de Santo
Tomás de Ávila, en la Corona de Castilla.

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