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Tema 1

ORGANIZACIÓN SANITARIA EN VENEZUELA DESDE 1811

-1800 – 1830: En el periodo comprendido más o menos desde el año 1800 hasta 1811, se marcó lo que fue el final de la
colonia y el comienzo de la independencia. Se creó la medicatura de la ciudad, organismo encargado de cubrir la
asistencia médica pública, y su primer médico fue el Dr José Domingo Díaz. El 25 de junio de 1827 el Libertador Simón
Bolívar, en su condición de Presidente de la Gran Colombia decretó la creación de la Facultad de Medicina de la
Universidad Central de Venezuela, confiriéndole atribuciones específicas relativas a la salubridad pública al egresado de
la universidad quien tendría potestad en materia de salud bajo la responsabilidad del estado, esto inspirado en las
reformas que acontecían en Europa posterior a la Revolución Francesa. El encargado de realizar esta misión fue el Dr
José María Vargas. La separación de Venezuela de la Gran Colombia y el predominio de sectores negadores de los
derechos conquistados durante el proceso independentista, crearon gran inestabilidad política, y los avances en materia
de salubridad pública fueron limitados.

-1830-1880: Hubo un desarrollo lento en cuanto a nuevos hospitales. Por iniciativa privada se comenzó a construir el
hospital Linares (actual Cruz Roja venezolana) para la atención de niños, entrando en funcionamiento hasta el año
1893.

-1880-1890: Hasta 1888 solo existían en Caracas 1 hospital militar, 2 pequeños hospitales privados y 6 albergues de
beneficencia. Correspondió al Presidente Juan Pablo Rojas Paúl (1888–1890) retomar el desarrollo de la salubridad
pública, marcando el renacimiento de la medicina con la creación del Hospital Vargas de Caracas (Decreto Presidencial
del 16 de agosto 1888) Un grupo de jóvenes formados en Europa, por iniciativa gubernamental, entre ellos Luis Razetti,
José Gregorio Hernández, Pablo Acosta Ortiz, Santos Aníbal Domínici, transformaron la enseñanza de la medicina, la
atención médica y reintrodujeron la salubridad pública como responsabilidad del Estado.

-1890 - 1900: Se había creado la Sociedad de Médicos de Caracas para la solución de los problemas médicos sanitarios
de la capital. Entre 1895 - 1897 instalaron el Instituto de Investigación Luís Pasteur, y fundaron la cátedra de clínica
médica y obstétrica y realizaron más de 200 operaciones de alta cirugía en el Hospital Vargas. Para 1899 y
respondiendo al nuevo grupo de médicos intelectuales, el gobierno de Cipriano Castro creó la Dirección de Higiene y
Estadística Demográfica, la cual estableció el aseo urbano como servicio público, la inspección constante de alimentos,
carne y leche, y la vigilancia a mercados y mataderos con envíos de muestras de alimentos al laboratorio de
bacteriología del Hospital Vargas y publicación en la Gaceta Médica de Caracas de datos mensuales referentes a la
morbilidad en la ciudad de Caracas.

-1900 - 1930: En 1902 es nombrado Director del Laboratorio de Bacteriología del Hospital Vargas, Rafael Rangel, quién
gozó del apoyo político y financiero del General Cipriano Castro. Le tocó vivir una época oportuna, en pleno auge de la
microbiología mundial, en un país casi virgen de investigación, donde sus investigaciones sobre enfermedades tropicales
le otorgaron sitial de privilegio, fue modelo para la época, con presupuesto adecuado y los mejores aparatos para el
momento. Durante la dictadura de Juan Vicente Gómez, el sistema de salubridad pública se detuvo de nuevo, ya que en
esta época solo se desarrollaron intervenciones sanitarias que favorecían la exploración y explotación petrolera, como
saneamiento de algunos territorios y control de algunas enfermedades transmisibles. Para ese entonces Venezuela era
un país mayormente rural, predominaba el analfabetismo, existían pocos profesionales de la salud y era casi en su
mayoría agricultor, dependiendo de la exportación (Café, Cacao, Añil…) Este periodo se distingue por la mortalidad
relacionada al paludismo (malaria), tuberculosis, y la esperanza al nacer era solo de 40 años. En 1930 se creó el
Ministerio de Sanidad y Agricultura y Cría, y se aprobó una ley de sanidad nacional.

-1930 -1940: Con la muerte de Gómez, bajo la presidencia de Eleazar López Contreras e Isaías Medina Angarita, se
retoma el compromiso del Estado y se da inicio al desarrollo institucional de la salubridad pública, con la creación del
Ministerio de Sanidad y Asistencia Social (MSAS). El Ministro Enrique Tejera establece tres grandes prioridades, control
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de la malaria, de la tuberculosis y la mortalidad infantil. Además, como una conquista del movimiento obrero, se
aprueba la Ley del trabajo.

-1940 - 1950: En 1940 ya con la ley del trabajo se promulgó una Ley de seguridad Social Obligatoria y en 1944 se fundó
el instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) que respondería a demandas de atención sanitaria en los
trabajadores de industrias, los accidentes laborales y la maternidad de afiliadas, lo que creo conflicto porque rompía la
universalidad de la atención para toda la población venezolana, por tanto los trabajadores crearon sus propios
subsistemas de seguridad social en los próximos años. En 1946 se creó la División de Hospitales (posteriormente
Instituto Nacional de Hospitales) y se retoma el compromiso de desarrollar una red pública hospitalaria. Para 1947 se
consagró por primera vez el DERECHO A LA SALUD y la responsabilidad del estado como mandato constitucional.
Posterior a los conflictos generado con el IVSS en 1949 se creó el IMPRES y en 1950 el IPSFA subsistemas de seguridad
social.

-1950 - 1960: En los años 50 el sistema de salud se somete a grandes retos, producto de las campañas sanitarias
exitosas, transición social, y económica, y crecimiento poblacional debido a la reducción de la mortalidad general,
aumento de la tasa de natalidad, y esperanza de vida. Predominaban entonces las enfermedades no transmisibles sobre
las transmisibles, por lo cual Gabaldón insistió en que debían estudiarse los factores de riesgo para su aparición sin
abandonar los programas de control y atención de las enfermedades transmisibles. Por esta razón en 1958 se amplió el
campo de interés del MSAS hacia las adicciones, enfermedades crónicas no transmisibles y la salud de trabajadores, con
lo cual se intentaba adecuar las políticas al nuevo perfil demográfico y epidemiológico. Igualmente se fortaleció el
interés en la promoción de la salud, y se estableció oficialmente que el objetivo de las políticas del estado en salud era
aumentar la esperanza de vida al nacer en por lo menos 6 meses por cada año. Otro hito fue la creación en 1958 de la
Escuela de Salud Pública.

El largo período de predominio de la salud pública como derecho y responsabilidad estatal, iniciado en 1936, cerrando
en los años 60, se tradujo en el desarrollo de una eficiente red de servicios de salud, control de enfermedades rurales,
ampliación de cobertura, formación de talentos tanto clínicos como en salud pública, y desarrollo de una comunidad
científica en salud. Por tanto, de aquí en adelante Venezuela pasa por un proceso de transición dejando atrás el sistema
rural para recibir nuevas infraestructuras hospitalarias, distribución de agua potable, y campañas de vacunación infantil.
La labor de los médicos sanitaristas liderados por Tejera, Gabaldón, Oropeza, Baldo, entre otros, contribuyo a hacer
habitable una enorme porción del país, al eliminar en esas áreas enfermedades infecciosas como malaria y tuberculosis.

-1960-1970: En los años 60 se vivió una difícil situación económica, el Gobierno tuvo que reducir el gasto público, sin
embargo, para este momento Venezuela estaba situada entre los primeros países de América Latina más avanzados en
calidad y cobertura de servicios médicos. Es por ello que el país se popularizo en cuanto a su calidad de vida. En 1960 ya
el 67,4% de la población era urbana, se había logrado reducir considerablemente los territorios maláricos y de otras
endemias rurales, se habían desarrollado eficientes programas nacionales contra la tuberculosis y otras, lo cual atrajo
migraciones hacia las ciudades por lo que era necesario reestructurar el sistema público de salud para responder a las
nuevas realidades demográfica y epidemiológica. En 1961, el II Congreso Venezolano de Salud Pública propuso la
Medicina Simplificada para ampliar la cobertura de servicios rurales de salud y la necesidad de un Plan de Salud Integral
que respondiera a la nueva realidad, sin embargo, estos intentos no fructificaron. La Constitución aprobada en 1961, si
bien recupera el derecho a la salud, limitó la obligación del Estado a la atención de quienes carezcan de recursos (art.
76) atomizando el sistema de salud asignando competencias a las Municipalidades (art. 36) y otros entes públicos, lo
cual representó un retroceso de las ideas integralistas acerca de la responsabilidad del Estado por la salud de toda la
población. Por esto el MSAS creó los Servicios Cooperativos de Salud, como un intento de coordinar, bajo su rectoría los
recursos y acciones dispersas entre esos entes. El deterioro de los recursos disponibles entre otros factores, impidieron,
en la práctica, que el MSAS pudiera responder con un enfoque integral a los cambios demográficos y de la situación de
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salud, con una población progresivamente y cada vez más urbana y más consciente de sus derechos, en un ambiente de
creciente conflictividad social. A partir de 1966, se oficializa y amplía la política de “recuperación de costos”, es decir el
cobro por servicios en los hospitales públicos, argumentándose los elevados costos operativos.

Fue acumulándose una deuda social en salud cada vez mayor, sobre todo a nivel urbano, y se fue liquidando
progresivamente, desde mediados de los años 60, la llamada “época de oro de la Salud Pública venezolana” Se
abandonó el compromiso público con el derecho a la salud y las poblaciones empobrecidas y cada vez más urbanas
fueron abandonadas a su propia suerte. Progresivamente se construyó el predominio del sector privado.

-1970 - 1980: Hubo un incremento de los ingresos petroleros, y en 1978 en la cumbre mundial de Alma Ata, el país
adquiere el compromiso de aplicar la Atención Primaria de la Salud como estrategia para alcanzar “Salud Para Todos en
el año 2000”. Sin embargo, la expresión más destacada de este compromiso fue la instalación de servicios de salud en
los llamados “Módulos de Servicios” en algunas zonas marginales urbanas, los cuales ofertaban una reducida capacidad
de resolución, un limitado paquete de intervenciones simplificadas y una cobertura poblacional muy reducida.

-1980 - 1990: Continuaron las estrecheces económicas. Se conformó una nueva institucionalidad de la salud en el país,
contraria a la salud pública. Estas reformas reforzaron la liquidación de lo público en salud y su subordinación a lo
privado. La Ley del Sistema Nacional de Salud, aprobada en 1987, consagró el proceso descentralizador y de rectoría
del MSAS al limitar su papel a impartir “recomendaciones” (art. 5) a los ejecutores identificados como las Gobernaciones
y Municipalidades, y legalizó el ejercicio privado lucrativo dentro de los establecimientos públicos. Incluso se habían
aprobado modificaciones a la Ley del Seguro Social que posibilitaron la privatización de sus servicios. Por otra parte, el
Presidente Luis Herrera Campins (1979-1984) decretó la unificación de la clasificación y denominación de las dispersas
instituciones. Ambulatorios Rurales I y II. Ambulatorios Urbanos I, II, III y Hospitales I, II, III y IV, según su complejidad.
Decretó la creación de Oficinas de Recuperación de Costos cuyos fondos debían ser integrados al Fisco Nacional, pero
fueron motivo de fraudes y corruptos. El Presidente Jaime Lusinchi (1984-1989) en vista de lo anterior, modificó la
legislación y autorizó la creación de Fundaciones Públicas en los hospitales para cobro de servicios sin enterarse al
Fisco. En paralelo, aparecieron Fundaciones Privadas.

La atención médica privada pasó de atender menos del 10% de la demanda al 33% de la misma y continuó su
crecimiento. Se deterioró progresivamente la calidad de vida en los grandes conglomerados urbanos. Las consecuencias
por del abandono de la responsabilidad del Estado fueron terribles. Aparición de enfermedades que se encontraban ya
controladas y otras nuevas como el VIH (1980), los casos de malaria ascendieron a más de 20.000 por año, mientras el
presupuesto del programa de control de endemias rurales bajó de US$ 70,1 millones a US$ 46,9 millones. El bajo peso al
nacer subió a 16% de los recién nacidos. En ese mismo período cerraron total o parcialmente 55 hospitales públicos,
mientras se planteaba como meta el autofinanciamiento de los hospitales públicos.

-1990 – 2000: El Presidente Carlos Andrés Pérez (1989-1993) promulgó dos Decretos. Uno conformó el Consejo Nacional
de Salud para que, como órgano consultivo planteara soluciones. Otro se relacionó con la creación de un Servicio
Nacional Integrado de Salud, para unificar criterios de las distintas instituciones públicas para una futura integración.
Para este entonces, alrededor de 20 millones de venezolanos estaban excluidos del acceso a atenciones de salud de
acuerdo a sus necesidades y la tasa de mortalidad infantil era la más alta. Para revertir esta situación social surge en el
año 1992, el movimiento revolucionario bolivariano (MBR-200), iniciando la revolución bolivariana liderada por el
presidente Hugo Chávez Frías. Desde 1999, fecha en la que se aprobó la nueva Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela, el Ministerio de Salud se planteó la reestructuración para implementar un modelo de atención integral a
la población y la creación de un Sistema Público Nacional de Salud (SPNS) con el objetivo de garantizar el derecho a la
salud de todos los venezolanos, regido por los principios de gratuidad, universalidad, integralidad, equidad, y su
financiamiento y gestión serían responsabilidad del Estado. Desde entonces, el sector público está constituido por el MS,
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las Direcciones Estatales de Salud y Desarrollo Social (instancias descentralizadas del MS), el Instituto Venezolano de
los Seguros Sociales (IVSS), el Instituto de Previsión Social de las Fuerzas Armadas (IPSFA) y el Instituto de Previsión y
Asistencia Social del Ministerio de Educación, Cultura y Deportes (IPASME). Además existen empresas del estado,
como Petróleos de Venezuela (PDVSA), que ofrecen seguro de salud a sus trabajadores.

-2000 - 2019: El Presidente de la República Hugo Chávez acordó con el gobierno cubano la puesta en marcha del
Programa Barrio Adentro en el 2002, con argumentos que iban desde prestar atención integral a la salud de la
comunidad, hasta ofrecer recursos para la solidaridad internacional. Establecieron una organización paralela a la del
MSAS e IVSS con 4819 ambulatorios ubicados en habitaciones de particulares, antiguos ambulatorios rurales y urbanos
del MSAS y de las Gobernaciones, como un primer nivel de atención general integral. Este primer nivel fue reforzado con
525 Centros de Diagnóstico Integral (CDI), y en algunos casos con hospitalización de emergencia. Se crearon también
30 Centros de Alta Tecnología (CAT) con servicios de imagenología principalmente, y 545 Salas de Rehabilitación
Integral (SRI), todos atendidos por médicos cubanos. Este modelo funcionó al principio por sus grandes aportes
financieros derivados de múltiples fondos, sobre todo para la provisión de medicamentos, y apoyo a una gran cantidad
de problemas particulares: Carent, Salud Segura, Atención Médica a Poblaciones Remotas, Casas de Abrigo, y las
Misiones Milagro (oftalmología, lentes y viajes a Cuba) y José Gregorio Hernández (ORL- prótesis auditivas). El MS se
plantea como objetivo estratégico la universalidad con equidad en materia de salud y calidad de vida. Dentro de sus
objetivos se encuentran: 1) dar respuestas a las necesidades de calidad de vida y salud y sus determinantes, garantía
universal de los derechos y combate a las inequidades, 2) propiciar la participación y el empoderamiento social para
responder a las necesidades de calidad de vida y salud de la población, y 3) desarrollar un nuevo modelo de atención
constituyendo sistemas de redes públicas en ámbitos nacionales, estadales, locales y comunitarios. Por su parte el sector
privado está constituido por prestadores de servicios y compañías aseguradoras de salud. En cuanto a la formación de
recursos humanos para el apoyo a este Programa, el Ministerio de Salud y Desarrollo Social ya desde el 2004, había
iniciado una Residencia Asistencial de Medicina General Integral, sin embargo en el 2006 se inició el Programa Nacional
de Formación de Medicina General Integral con base en la Misión Sucre, con un plan de tres años. La primera
promoción ocurrió en 2011 con 8152 médicos, y la segunda en 2013 con 6200 médicos. Debido a la controversia que se
presentó entre universidades, academias y gremios por la formación de estos médicos y su incorporación al trabajo
profesional en el sistema de salud venezolano, la Asamblea Nacional reformó la Ley del Ejercicio de la Medicina (G:O
39.823) y entre otras reformas, se autorizó a los médicos integrales comunitarios, al igual que antes a los médicos-
cirujanos y a los doctores en medicina egresados de las universidades tradicionales, a ejercer su profesión en todos los
niveles del sistema de salud, cumplir también el servicio social, tener libertad para agremiarse o no a un colegio médico
y autorizarlos para certificar hechos propios de la profesión. De otro lado, sectorizó el área de influencia de las
Universidades Experimentales para este Programa (G.O 39.121) de la siguiente manera:

 Universidad Nacional Experimental Rómulo Gallegos: Guárico, Portuguesa, Cojedes, Aragua, Carabobo y parte
de Apure
 Universidad Nacional Experimental Rafael María Baralt: Zulia
 Universidad Nacional Experimental de los Llanos Ezequiel Zamora: Barinas, Táchira y parte de Apure
 Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda: Falcón, Lara, Trujillo, Yaracuy
 Universidad Nacional Experimental de las Fuerzas Armadas: Amazonas, Anzoátegui, Nueva Esparta, Sucre y
parte de Delta Amacuro
 Universidad Bolivariana: Distrito Federal, Miranda, Bolívar, Vargas, Monagas, Mérida y parte de Delta Amacuro.

El proyecto de Redes de Servicios de Salud propone cuatro redes integradas. Este proyecto de redes surgió de varios
talleres de discusión, con la participación de los principales entes prestadores de salud, entre los que destaca el propio
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Ministerio, la Misión Médica Cubana en Venezuela, la Secretaría de Salud de Caracas, el IVSS, el IPASME y la
coordinación Nacional de los Comités de Salud; dichas redes son:

 Red de Atención Primaria: Su centro es la propia comunidad, en ella confluyen las organizaciones comunitarias
de salud, junto con todos los programas sociales de base popular del gobierno (Misiones educativas, de
alimentación, de cultura, deportivas, comités, núcleos académicos, etc.) con los establecimientos de salud de la
localidad, donde se incluyen los módulos de Barrio Adentro I, el CDI, la SRI, las salas de odontología comunitaria,
las ópticas comunitarias y los establecimientos del primer nivel de atención de la red convencional que
progresivamente pasarán a formar parte de Barrio Adentro I. En esta red deben manejarse los aspectos
relacionados con la salud de la población, en su concepción más amplia.
 Red de Atención Ambulatoria Especializada: Incluye los establecimientos de salud con capacidad de atención por
especialistas de las áreas clínicas y quirúrgicas que no requieran hospitalización o que la misma no supere las 48
horas, estos son las clínicas populares y los CAT de la nueva red, los Ambulatorios Urbanos tipo II y III y los
hospitales tipo I de la red convencional. Cuenta también con la participación de las comunidades organizadas del
área de influencia del establecimiento.
 Red de Atención Hospitalaria: Incluye los hospitales tipo II, III y IV de la red convencional (Barrio Adentro III) y los
hospitales de Barrio Adentro IV, con la respectiva participación de las comunidades organizadas tanto en la
planificación y ejecución.
 Red de Emergencias: Es transversal a las redes anteriores, constituye la entrada al sistema en situaciones de
emergencia, por lo que todas las instancias y establecimientos que integran las redes deben ofrecer las
prestaciones de salud inicial, de acuerdo al lugar donde se presenta la emergencia y la capacidad resolutiva del
establecimiento.

Además de la delimitación de las cuadro redes está el Área de Salud Integral Comunitaria (ASIC), es definida como un
sistema integrado de unidades asistenciales, docentes e investigativas que brindan un servicio de salud de calidad,
dotado de medios diagnósticos y terapéuticos adecuado, con especialistas capacitados, dónde se puede resolver el 90%
de los problemas de salud de la población, se pueda capacitar el personal de salud requerido, siempre con la
participación activa y protagónica de la comunidad organizada.

El año 2017 y hasta la actualidad se abre el escenario político en Venezuela con una crisis económica profunda con
responsabilidades compartidas, pero no reconocidas por las partes involucradas, inmerso en un sinfín de problemas,
circunstancias y procesos geopolíticos por el control del poder. El desabastecimiento, la inflación, la inseguridad, el alto
costo de la vida son los principales problemas que viven y padecen diariamente los venezolanos y las venezolanas. Con
una inversión en salud por debajo del 4 %, tanto en sector público como privado, muy por debajo del promedio de
América Latina (7,9 %) y mundial (por encima del 10 %), tomando en cuenta que la oferta de servicios en medicina se
sostiene sobre cuatro elementos: la infraestructura, el recurso humano, la tecnología y la logística de suministro, cada
uno de esos aspectos está posiblemente en el peor momento histórico de los últimos cincuenta años, empezando por la
infraestructura, ya que el último hospital general que se construyó en Caracas fue El Llanito, por el Presidente Lusinchi
en 1987. Estamos con una capacidad instalada que es, técnicamente, la mitad de la que tenía Venezuela en 1964.

ENFERMEDADES QUE DIEZMARON LA POBLACIÓN VENEZOLANA

Para el año de 1903, en la región Centro-Norte del país, se observaron varios casos de una enfermedad que cursaba con
palidez cutáneo mucosa principalmente en labios, encías y conjuntivas, vértigo, astenia y cefaleas. Las personas
afectadas provenían de comunidades rurales de Caracas y de localidades adyacentes como Guarenas, Guatire, Petare,
Santa Lucía y los Valles del Tuy. Para ese entonces, el Dr. Rafael Rangel, nombrado un año anterior como Director del
laboratorio de histología y bacteriología del Hospital Vargas, se encontraba analizando la sangre de dichos pacientes,
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descubriendo cuadros clínicos característicos de anemia y huevos de parásitos en las heces de los mismos. Al fallecer
uno de sus pacientes, practica su autopsia descubriendo gusanos adheridos a la mucosa intestinal, identificando la
enfermedad como anquilostomiasis. Posteriormente se dedicó a realizar un examen más profundo de los nematodos y
dedujo que no se trataba de Ancylostoma duodenale sino de una nueva especie que ya había sido descubierta por
“Stiles”, un médico estadounidense, denominada Necator americanus (Necatoriasis) Su análisis permitió dar con el
tratamiento de dicha enfermedad (timol, helecho macho, trementina y calómel), control (las heces sospechosas eran
desinfectadas con formol, creolina, ácido sulfúrico y clorhídrico al 20%, y kerosene) y por lo tanto su erradicación.

En Marzo de 1908, se dio a conocer un caso médico que un doctor de La Guaira diagnosticó como “peste bubónica”, por
lo que inmediatamente, Cipriano Castro, envía a Rangel a la ciudad a buscar una solución para esta enfermedad, que se
convirtió en el foco de atención de todo el país. Al llegar, le fueron presentados dos pacientes que se aquejaban de
fiebre y bubones con 14 y 19 días de evolución; sin embargo, los primeros análisis resultaron negativos, por lo que
dedujo que no se trataba de peste bubónica y avisa el hecho. No obstante, seguían apareciendo casos de la rara
enfermedad en La Guaira, por lo que decide regresar y examinar nuevas muestras, dando a conocer que había
encontrado el bacilo específico de la enfermedad (Yersinia pestis). Con el fin de erradicarla, pidió la quema de los
ranchos de aquellos afectados, ya que Castro se habría comprometido a indemnizarlos. Además, fue cerrado el Puerto
de La Guaira y se tomaron otras medidas como la caza de ratas para evitar que se propagara la enfermedad, la cual
desaparece a mediados de Julio. En noviembre, Castro viaja a Europa por una cirugía y Gómez da un golpe de Estado,
asumiendo la presidencia del país; de esta manera, Rangel no podía costear los gastos de la reconstrucción de viviendas
y Gómez lo acusó de malversar los fondos para la campaña sanitaria que había propuesto Castro. Fue entonces como se
creó un gran descontento social hacia el médico, quien presenta un trastorno depresivo grave y en 1909 ingiere cianuro
de potasio, causando su muerte.

Durante gran parte del siglo XIX, otro problema de salud pública y el más importante en Venezuela fue la malaria, ya
que se presentaban endemias en amplias zonas del país. Al comienzo del siglo XX se creó la Academia Nacional de
Medicina, la cual, junto a otros organismos del Estado, presionó al gobierno para mejorar las condiciones de salud del
país. No obstante, esta iniciativa no generó estudios importantes porque principalmente se enfocaron en controlar los
vectores y promover el uso de drogas antimaláricas. Entre 1916 y 1920, la considerable mortalidad causada por el
paludismo en Venezuela llevó al gobierno a promulgar un Decreto sobre el Saneamiento de Los Llanos en Venezuela.
Con ese fin se nombraron tres comisiones destinadas a activar en esa región el reparto gratuito y el uso de la quinina
junto a la recolección de anofelinos -únicas medidas que entonces se consideraban efectivas contra esa enfermedad. En
ese momento, en el país se inició un proceso de cambio generado por la actividad petrolera y la malaria era un serio
impedimento en la consolidación de esa actividad. Las empresas trasnacionales petroleras presentes en el país
comprendieron que para garantizar sus inversiones era necesario mejorar la infraestructura de salud. Con esa finalidad
construyeron y dotaron hospitales en sus áreas de influencia, aparte de dedicar recursos a la profilaxis del paludismo. En
ese momento fue cuando se reconoció a la malaria como un problema económico y de salud pública. Posteriormente se
dieron avances importantes en los estudios sobre la malaria en Venezuela y entre 1927 y 1928 se hizo la I Encuesta
sobre Malaria y Anquilostomiasis, cuyos resultados se consolidaron en el libro Anquilostomiasis y paludismo en
Venezuela, que terminó siendo una referencia relevante para los malariólogos venezolanos. En 1931, como una
iniciativa del reciente Ministerio de Salubridad, Agricultura y Cría, se celebró la II Conferencia Sanitaria Nacional
dedicada al estudio del paludismo en Venezuela. Los participantes recomendaron ampliar los estudios sobre el
paludismo; proveer de auxiliares parasitólogos y de dispensarios antipalúdicos a las oficinas de Sanidad que no los
tenían; aumentar el número de médicos y farmacéuticos en el interior del país e impulsar medidas antimaláricas
reconocidas como efectivas.
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Al año siguiente, 1932, se organizaron las Comisiones de la Campaña Antipalúdica, integradas por un grupo de
profesionales capacitados cuya finalidad principal era conocer a fondo la historia del paludismo en Venezuela, noción
básica para cualquier trabajo de control de la endemia. Para el año 1933, el gobierno nacional encomendó el
establecimiento de un Departamento Especial de Malariología para dirigir las actividades de enseñanza e investigación,
además de recabar los datos necesarios para apoyar una campaña exitosa contra la enfermedad. En el periodo
comprendido entre los años 1936 y 1945 se impulsó un Programa de Control Antimalárico estrechamente vinculado a la
necesidad de modernizar el país. Fue así como la lucha contra la malaria toma forma orgánica a partir de la creación del
Ministerio de Sanidad y Asistencia Social: en ese lapso, un grupo de malariólogos venezolanos bajo la dirección de
Enrique Tejera y con el apoyo de expertos extranjeros, fomentaron una organización para la investigación y docencia
que generó avances en el conocimiento de la malaria en Venezuela. Tejera, pronto habría renunciado al ministerio, pero
entonces el nuevo ministro de Sanidad y Asistencia Social, Santos Dominici, decide continuar con el programa
establecido, designando al médico Arnoldo Gabaldón como Director de Malariología, a quien se atribuye gran parte de
la eficacia de la gestión enfocada en erradicar la malaria. Este conocimiento sustentó la adaptación de tecnologías
desarrolladas en otros países que se integraron en el programa de control. Así realiza su estrategia y organiza la lucha
antimalárica, basada en experiencias prácticas de saneamiento ambiental y suministro de medicamentos antipalúdicos,
con conocimiento profundo de la geopolítica nacional y en contacto con la gente, convirtiéndose en un Proyecto
Nacional, que comienza a dar de inmediato resultados positivos, de tal manera que las altas tasas de morbilidad y
mortalidad palúdicas que diezmaban al país en la época de los 1930, ya para 1944 habían disminuido considerablemente
y se vislumbraba su control. Con la creación de la campaña de fumigación con dicloro difenil tricloroetano (DDT) en
1945, se inició un período que se extendió hasta mediados de los setenta. El éxito inicial de la campaña con insecticidas
residuales, tanto en Venezuela con en otros países, sustentó la ilusión de erradicar la malaria con estos métodos. Los
resultados fueron inmediatos: para 1950 la tasa de mortalidad por malaria en el país se había reducido a 9 por 100 000
habitantes y se había erradicado en un área de 132 000 Km2. A los 10 años de iniciada, en 1955, la tasa baja a 1 por 100
000 habitantes y el área erradicada aumenta a 305 414 Km2. En Morón, zona que poseía los mayores índices de
mortalidad por malaria, había transcurrido ya tres años sin ninguna defunción por esta plaga. A partir de entonces
ocurre la gran explosión demográfica en Venezuela. De igual manera, Gabaldón intentó preservar espacios de estudio
para analizar los problemas que surgían con la evolución del programa. Estando ya jubilado, creó en 1972 el Laboratorio
para Estudios sobre Malaria. Durante ese tiempo, el paludismo no fue punto de interés para los investigadores de otras
instituciones y facultades universitarias porque no parecía razonable dedicar recursos a investigar una enfermedad que,
al parecer, estaba en vías de extinción. Entre 1976 y 1990 se extiende un periodo desde la aprobación por parte de la
Organización Mundial de la Salud (OMS) junto al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) de un
Programa especial de investigación y formación de personal en enfermedades tropicales -para promover el desarrollo
sobre nuevos conocimientos para el control y prevención de estas enfermedades y una mejor utilización de los métodos
disponibles hasta la muerte de Gabaldón, protagonista central de ese estudio.

La tuberculosis fue un problema primario de salud pública que afectó a Venezuela hasta mediados del siglo XX, los
índices de la época revelaban que para el periodo presidencial de Cipriano Castro (1899 – 1908) la tasa de mortalidad
era cercana a las 700 defunciones por casa 1000 habitantes en ciudades que no sobrepasaban los 50 mil pobladores.
José Ignacio Baldó (1898 – 1972) fue pionero en la lucha antituberculosa de Venezuela, y cuenta con más de 130
trabajos publicados entre ellos tuberculosis en la infancia en Caracas y lucha antituberculosa en Venezuela y sus
problemas. Durante muchos la tuberculosis estuvo bajo control, sin embargo actualmente con el deterioro de sistema
de salud, ha aumentado la incidencia de algunas enfermedades, entre ellas la tuberculosis, reportándose para el año
2015 más de 3000 casos de la misma en el país.

NIVELES DE PREVENCIÓN DE LEAVELL Y CLARK


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La Prevención se define como las medidas destinadas no solamente a prevenir la aparición de la enfermedad, tales como
la reducción de factores de riesgo, sino también a detener su avance y atenuar sus consecuencias una vez establecida
(OMS, 1998). Otro concepto importante, es la promoción de salud, la cual es una estrategia establecida en Ottawa en
1986, donde se la define como: el proceso que proporciona a los individuos y las comunidades los medios necesarios
para ejercer un mayor control sobre su propia salud y así poder mejorarla, es decir, la promoción genera una mejor
prevención en salud. Las actividades de prevención pueden clasificarse en tres niveles.

PREVENCIÓN PRIMARIA – PROTECCIÓN Y PROMOCIÓN DE LA SALUD

Se aplica en el período prepatogénico de la enfermedad (presencia de factores de riesgo). Son medidas orientadas a
evitar la aparición de una enfermedad o problema de salud mediante el control de los factores causales y los factores
predisponentes o condicionantes (OMS, 1998). Las estrategias para la prevención primaria pueden estar dirigidas a
prohibir o disminuir la exposición del individuo al factor nocivo, hasta niveles no dañinos para la salud. Es decir, el
objetivo principal de las acciones de prevención primaria es disminuir la incidencia de la enfermedad. Por ejemplo: uso
de condones para la prevención del VIH y otras enfermedades de transmisión sexual, programas educativos para
enseñar cómo se trasmite y cómo se previene el dengue, prohibición de la venta de bebidas alcohólicas a menores de
edad, acciones dirigidas al saneamiento básico del ambiente.

PREVENCIÓN SECUNDARIA – DIAGNÓSTICO PRECOZ Y TRATAMIENTO OPORTUNO

Tiene lugar en la etapa presintomática del período patogénico de la enfermedad. Constituye actos destinados a
disminuir la prevalencia de una enfermedad, reduciendo su evolución y duración. Está destinada al diagnóstico precoz
de la enfermedad incipiente (sin manifestaciones clínicas), a través de la búsqueda en sujetos “aparentemente sanos”,
de enfermedades lo más tempranamente posible, para así, ofrecer un tratamiento adecuado y oportuno. Estos objetivos
se pueden lograr a través del examen médico periódico y la búsqueda de casos (Pruebas de Screening). La captación
temprana de los casos y el control periódico de la población afectada para evitar o retardar la aparición de las secuelas
es fundamental. Lo ideal sería aplicar las medidas preventivas en la fase preclínica, cuando aún el daño al organismo no
está tan avanzado y, por lo tanto, los síntomas no son aún aparentes. Esto es particularmente importante cuando se
trata de enfermedades crónicas. Ejemplo es el tratamiento de la hipertensión arterial en sus estadios iniciales realizando
un control periódico y seguimiento del paciente, para monitorear la evolución y detectar a tiempo posibles secuelas.

PREVENCIÓN TERCIARIA – REHABILITACIÓN Y REINSERCIÓN SOCIAL

Se aplica durante la etapa sintomática del período patogénico y durante el período de enfermedad avanzada
(recuperación o cronicidad). Se refiere a acciones relativas a la recuperación ad integrum de la enfermedad clínicamente
manifiesta, mediante un correcto diagnóstico y tratamiento y la rehabilitación física, psicológica y social en caso de
invalidez o secuelas buscando reducir de este modo las mismas. En la prevención terciaria son fundamentales el control
y seguimiento del paciente, para aplicar el tratamiento y las medidas de rehabilitación oportunamente. Se trata de
minimizar los sufrimientos causados al perder la salud; facilitar la adaptación de los pacientes a problemas incurables y
contribuir a prevenir o a reducir al máximo, las recidivas de la enfermedad. Por ejemplo, en lo relativo a rehabilitación
ejemplificamos: la realización de fisioterapia luego de retirar un yeso por fractura.

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