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PROFESORES:
SUELOS l
INGENIERÍA AGRONÓMICA
UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA
Meteorización Química
La meteorización química es el conjunto de los procesos llevados a cabo por medio del agua o por
los agentes gaseosos de la atmósfera como el oxígeno y el dióxido de carbono.
Las rocas se disgregan más fácilmente gracias a este tipo de meteorización, ya que los granos de
minerales pierden adherencia y se disuelven o desprenden mejor ante la acción de los agentes
físicos.
Oxidación: La oxidación se produce por la acción del oxígeno, generalmente cuando es liberado
en el agua. En la oxidación existe una reducción simultánea, ya que la sustancia oxidante se reduce
al adueñarse de los electrones que pierde la que se oxida. Los sustratos rocosos de tonalidades
rojizas, ocres o parduzcas, tan abundantes, se producen por la oxidación del hierro contenido en
las rocas.
Hidrólisis: Es la descomposición química de una sustancia por el agua, que a su vez también se
descompone. En este proceso el agua se transforma en iones que pueden reaccionar con
determinados minerales, a los cuales rompen sus redes cristalinas. Este es el proceso que ha
originado la mayoría de los materiales arcillosos que conocemos.
Esto hace que poco a poco las rocas se vayan fracturando y liberando más partículas en el aire,
aumentando en el viento el factor erosivo. Con el traslado de un lado a otro de los materiales, se
van moldeando suelos y montañas. También en zonas más arenosas, el viento simplemente
desplaza cuerpos de arena como dunas o médanos progresivamente, pudiendo cambiar el paisaje
completamente en cuestión de días u horas. Las tormentas de arena causan dicho efecto muy
rápido.
Como ejemplo de este fenómeno tenemos el desierto del Sahara, tanto en las zonas con dunas
como las más rocosas.
La Erosión hídrica: Sucede cuando el agua se lleva las rocas o separa y aplana las partículas
de un suelo. Se trata de un proceso de separación de masas compactas (arcillas, moho, limo y
arena) en partículas individuales. Aunque las causas de la erosión hídrica son generalmente
naturales, el hombre participa en ella.
La causa que más provoca este tipo de erosión es la falta de vegetación. Cuando una zona tiene
plantas, de estas salen raíces que protegen el suelo y absorben agua, aumentando la permeabilidad
del suelo. Al contrario, si los suelos tienen falta de vegetación, pueden ser impermeables y
aumentar la erosión.
Por otro lado, las constantes lluvias intensas en zonas de suelo delgado hacen que el agua no se
absorba del todo y fluya en torrentes capaces de causar estragos.
De lo anterior se puede decir que la erosión hídrica ocurre principalmente por la fuerza de las gotas
de lluvia o por la fuerza de las aguas continentales, como los ríos.
Las gotas de agua lluvia también influyen en la erosión debido a que las gotas que tienen más
velocidad y son más grandes, tienen más energía cinética, teniendo por tanto más capacidad para
afectar a los suelos que las gotas más pequeñas y con menos energía.
Erosión de lámina: Las partículas son arrastradas en forma de láminas delgadas y uniformes. La
más extendida de las erosiones hídricas y la más difícil de observar se presenta en suelos con poco
declive. A medida que el proceso avanza, el descenso de los nutrientes se nota a través de un
cambio de coloración en los suelos hacia tonos más claros.
La segunda sucede cuando se convierte en resaca o backwash, que es cuando actúa como un manto
y arrastra al mar los sedimentos.
Este proceso produce un efecto de compresión y descompresión continuo que a su vez genera un
efecto de succión capaz de producir derrumbes en acantilados. Cuando se da en costas con pocas
rocas, la erosión en más pronunciada y rápida. Al contrario las costas rocosas se erosionan de
manera más lenta. Cuando existe una zona más blanda que otra en un área reducida, pueden darse
formaciones como puentes, túneles o pilares naturales.
Erosión de surcos: Después de una tormenta, el agua de lluvia se escurre. Si no se usan métodos
para conservar el suelo – como ser barreras y cobertura vegetal – el agua, al escurrirse, se llevará
parte del suelo. Esto da inicio a pequeños canales. Al crecer, estos se transforman en surcos. Los
surcos grandes suelen desarrollarse a los costados de senderos y caminos. Los pequeños (de menos
de 25cm de profundidad) normalmente se pueden controlar construyendo fosas y camellones a
nivel. Estas medidas, sin embargo, no son suficientes para controlar los surcos más grandes. A
éstos es necesario bloquearlos para detener la erosión, de lo contrario, continuarán
profundizándose, causando así la pérdida de más y más suelos, que se escurrirán con las aguas
durante las lluvias fuertes.
Erosión cárcava: La cárcava es una zanja producto de la erosión que generalmente sigue la
pendiente máxima del terreno y constituye un cauce natural en donde se concentra y corre el agua
proveniente de las lluvias. El agua que corre por la cárcava arrastra gran cantidad de partículas del
suelo. Las cárcavas se inician cuando el suelo ha sido removido por el flujo superficial formando
pequeños surcos considerado como zanjeado incipiente y a medida que aumenta el escurrimiento
se forman pequeños canalillos que van creciendo en ancho y en profundidad hasta formar secciones
transversales de diferentes formas que se agrandan con la presencia de las avenidas máximas.
También debido a las actividades humanas y otras por la presencia de eventos de lluvia
extraordinarios que saturan al suelo y por las condiciones de pendiente y de lo impermeable del
sustrato causan los movimientos en masa de los suelos o el aumento en los sistemas de drenaje en
las laderas y las montañas.
También, y mucho más en los últimos tiempos, se produce una erosión acelerada como el resultado
de la acción humana, cuyos efectos se perciben en un periodo de tiempo mucho menor. Sin la
intervención humana, estas pérdidas de suelo debidas a la erosión se verían compensadas por la
formación de nuevos suelos en la mayor parte de la Tierra.
Erosión glaciar: Se produce cuando grandes masas de hielo o glaciares generan un desgaste sobre
cualquier terreno al desplazarse.
Hay dos procesos que ocurren como consecuencia de la erosión glaciar. El primero se conoce
como “plucking” y sucede cuando ocurre la erosión y transporte de grandes rocas. El glaciar está
en constante movimiento en el terreno, lo que ocasiona que el agua se derrita y se filtre dentro de
las rocas subyacentes.
Luego se congela y se funde, debilitando la unión de las rocas y permitiendo que estas sean
arrancadas de su base y arrastradas por el glaciar en movimiento. El plucking o arranque genera
como consecuencia el cambio de la formación del terreno en cuestión. Pero también propicia el
segundo proceso de la erosión glaciar conocido como la abrasión.
Esta se define como la erosión que se produce cuando las partículas se raspan unas con otras. El
enorme peso del glaciar, junto con las rocas y los sedimentos arrancados anteriormente, genera un
roce en el seno en las rocas, tallando toda la parte de debajo de su superficie. La abrasión funciona
como si el movimiento del glaciar lijara las rocas con un papel de lija abrasivo. A medida que este
deshace la roca, deja grandes rayas que se forman en la dirección del movimiento.
Esto último se conoce como estriaciones glaciares. Si se ve una de estas marcas significa que
alguna vez un glaciar estuvo allí cubriendo la tierra.
Movimientos en Masa
Son los desplazamientos de masas de suelo, causados por exceso de agua en el terreno y por efecto
de la fuerza de gravedad.
Los movimientos en masa son procesos esencialmente gravitatorios, por los cuales una parte de la
masa del terreno se desplaza a una cota inferior de la original sin que medie ostensiblemente medio
de transporte alguno, siendo tan solo necesario que las fuerzas estabilizadoras sean superadas por
las desestabilizadoras. Este tipo de procesos gravitatorios se interrelacionan mutuamente con las
precipitaciones altas, de tal forma que frecuentemente las lluvias torrenciales son causantes y/o
precursoras de los movimientos en masa, ya que aumentan las fuerzas desestabilizadoras y reducen
la resistencia del suelo al deslizamiento (Gray y Sotir, 1996; TRAGSA Y TRAGSATEC, 1994).
Que genera una ladera o un talud, hacia el exterior del mismo y en sentido descendente. Las laderas
o taludes pueden ser naturales o bien conformados de manera artificial al efectuar excavaciones
en el terreno o incluso terraplenes, es interesante antes de aplicar soluciones estabilizadoras a una
ladera o talud identificar correctamente los mecanismos de rotura, ya que de lo contrario dichas
soluciones pueden llegar a ser poco efectivas o contraproducentes. Existen numerosas
publicaciones que describen los diferentes mecanismos de rotura, pero no hay aún un consenso
científico a la hora de utilizar una terminología común. Se considera así conveniente incluir en
este capítulo una reciente clasificación de los movimientos de masas (Corominas, J. y Garcia
Yague, A. 1997), que aparte de resultar didáctica, ayudará a abordar correctamente las actuaciones
técnicas a seguir en cada uno de los casos donde se produzcan problemas de inestabilidad. Los
movimientos pueden ser agrupados según dichos autores, en cinco mecanismos principales:
desprendimiento y colapso, vuelco, deslizamiento, expansiones laterales y flujos.
Desprendimientos o Caídas: Se originan por el despegue de una masa del suelo o roca de una
pared empinada o acantilado y posterior descenso mediante caída libre, a través del aire, y rebote
o rodadura final. La rotura tiene lugar por mecanismos de deslizamiento o vuelco de pequeña
envergadura que proporcionan a la masa despegada una velocidad inicial en el momento de caída
libre. El movimiento es de muy rápido a extremadamente rápido.
Colapsos: También conocidos como desplomes, consisten en la caída de masas de material, con
una trayectoria vertical, debido a la socavación efectuada por un río o el oleaje en un acantilado o
la meteorización y disgregación de las rocas del pie del mismo.
Vuelcos: Es la rotación hacia delante y hacia el exterior de una ladera, de una masa del suelo o
roca alrededor de un eje situado por debajo de su centro de gravedad. Las fuerzas
desestabilizadoras son la gravedad y las fuerzas ejercidas por el terreno adyacente o por fluidos en
las grietas. Dentro del mecanismo de vuelco se distinguen dos procesos.
Deslizamientos: Son movimientos ladera abajo de masas de suelo o roca sobre una o varias
superficies de rotura, o zonas relativamente delgadas con intensa deformación de corte, en los que
se preserva a grandes rasgos la forma de masa desplazada. Las superficies pueden coincidir con
planos estructurales (deslizamientos traslacionales de rocas o de capas delgadas de suelo), o son
inducidas (deslizamientos rotacionales en suelos y/o materiales intermedios). Dentro de este
mecanismo se distinguen los deslizamientos rotacionales y los traslacionales.
Flujos: Se trata de movimientos de tipo viscoso, la mayoría de los cuales involucra mezclas de
agua y materiales sueltos, los cuales se desplazan lenta o rápidamente a lo largo de canales o
depresiones naturales o artificiales generalmente angostas, provocando distintos tipos y grados de
devastación. Los materiales pueden avanzar desde algunos metros hasta varios cientos de metros.
Tipos de Lodos
Lodos Crudos: Se conocen como lodos crudos a aquel tipo de fango que no ha sido tratado ni
estabilizados, y el cual puede ser extraído de manera directa de los estanques de sedimentación
presentes en las plantas de tratamiento de aguas residuales (PTAR) antes que el proceso de
descomposición haya avanzado. Generalmente este tipo de material se conoce como lodos sin
digerir.
Lodos Primarios: Este tipo de fangos se generan a partir de la decantación primaria mediante el
proceso de separación por gravedad de los sólidos en suspensión presentes en el agua residual; la
cantidad de lodo primario que se produce mediante dicho proceso, se encuentra ligada a parámetros
tales como el volumen del agua tratada, la concentración de sólidos suspendidos presentes en el
recurso y la eficiencia del sistema de decantación responsable del tratamiento.
Lodos Biológicos, Secundarios O Activos: Estos materiales se generan durante los procesos
realizados en las estaciones de depuración de aguas residuales (EDAR) y son separados mediante
decantación secundaria; se encuentran conformados por biomoléculas tales como polisacáridos,
proteínas, bacterias y microorganismos, los cuales son los responsables de la cantidad y las
características que presentan este tipo de fangos dado que dichas características varían con el
metabolismo y grado de crecimiento de los mismos.
Existen una serie de factores, tanto de diseño como ambientales, que influyen considerablemente
en la generación de estos lodos, los factores más importantes son los siguientes:
La composición del agua a tratar: aguas residuales con mayores concentraciones de materia
orgánica, producen mayor cantidad de lodos.
Lodos Mixtos: Los lodos de tipo mixto, son la mezcla que se produce a partir de
los fangos primarios y secundarios o activos, los cuales son tratados por medio de la línea de
fangos presentes en las estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR).
Lodos Químicos, Físico-Químicos O Terciarios: Este tipo de material se genera en casos donde
a la línea de agua residual se le aplican tratamientos químicos o físico – químicos; por lo general,
estos lodos se producen a partir de la adición al recurso de sales de hierro o aluminio y cal, los
cuales se añaden para mejorar el rendimiento en la reducción de concentraciones de materia
orgánica en suspensión presente en el agua, eliminar determinados compuestos inorgánicos
disueltos presentes, o precipitar fósforo.
Las características de los fangos químicos se ven afectadas por factores como la química del agua
tratada, el potencial de hidrógeno (pH), la mezcla con el reactivo adicionado, el tiempo de reacción
y la capacidad de floculación del sistema. La adición de cal en el recurso a tratar mejora el
espesamiento y la deshidratación del lodo, mientras que la presencia de sales de hierro y aluminio
en los lodos primarios provoca una disminución de su capacidad de espesamiento y
deshidratación.
Diferencia entre erosión y movimiento en masa
La remoción de masa se produce en ambas vertientes terrestres y submarinas. Cuando la fuerza
gravitacional que actúa sobre una pendiente superior a su falta de resistencia a la fuerza, mientras
que la erosión implica movimiento, transporte del material, en contraste con la alteración y
disgregación de las rocas, fenómeno conocido como meteorización y es uno de los principales
factores del ciclo geográfico.
Referencias