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RESEÑA HISTORICA DE SANTA LIBRADA, VIRGEN Y MARTIR.


PATRONA DE LAS TABLAS.

Prólogo. Con el fin de responder a la solicitud del actual párroco de Santa


Librada de Las Tablas, Rev. P. Edwin Nieto Quintero y de algunos
feligreses, me atrevo a presentarles los datos más relevantes relacionados
con nuestra venerada patrona, a fin de que conociendo mejor y a ciencia
cierta lo que los historiadores serios y responsables han recopilado con
espíritu crítico, se acreciente nuestro cariño y nuestra devoción a esta
ilustre mártir de los primeros siglos del cristianismo y no nos contentemos
con “utilizarla” sólo para pedirle milagros y favores.

Es necesario conocer a nuestros santos para aprender de ellos a amar a


Cristo y a serle fieles. Recordemos que la vocación de todo cristiano es
vocación a la santidad (Efes.1, 3-5). Esa santidad se debe lograr siguiendo a
Cristo, amándole a él y al prójimo con toda el alma y con todo el corazón,
pero cada uno en su tiempo y en sus propias circunstancias según la
vocación específica recibida de Dios. A este respecto, el Papa Francisco,
nos recuerda en su exhortación apostólica Gaudete et Exultate en el
numeral 10 lo siguiente: «…lo que quisiera recordar con esta exhortación
es sobre todo el llamado a la santidad que el Señor nos hace a cada uno de
nosotros, ese llamado que te dirige también a ti: «sed santos, porque yo soy
santo » (Lv 11,45)». Santa Librada fue bautizada y aceptó el reto de vivir
el programa del cristiano hasta coronar su carrera con el martirio
derramando su sangre por Cristo.

Siento la obligación de advertir a los lectores de este resumen histórico, que


todo lo que los más prestigiosos historiadores nos presentan sobre Santa
Librada no va a satisfacer plenamente nuestra legítima curiosidad y el
normal anhelo de conocer detalles de nuestra patrona.
Y esto es comprensible habida cuenta de la distancia que nos separa en el
tiempo de estos santos y no siempre se cuenta con documentos completos,
auténticos y fidedignos como todos quisiéramos tener.

Sin embargo, la historia de la Iglesia dispone de muchos escritos de sus


primeros tiempos y sobre todo las narraciones de muchos martirios que
tuvieron lugar en todo el territorio del imperio romano. Además, existen
también numerosas lápidas con inscripciones que dan fe de la existencia de
nuestros santos y sobre todo del culto que los primeros cristianos, movidos
por la admiración y el testimonio que dieron, les tributaron.
Recordemos también que la época de los primeros siglos de la Iglesia se
distingue por las continuas y sangrientas persecuciones contra los cristianos
porque se resistían a reconocer al emperador como su SEÑOR y afirmaban
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con fe y valentía que el único y verdadero Señor es Cristo. Además, se


daban constantes luchas fratricidas de pueblos o tribus tratando de
conquistar tierras y poderes temporales.

Teniendo en cuenta estos escenarios, los investigadores han tenido que


contentarse con lo poco que encontraron y especialmente recoger los datos
seguros sobre tradiciones y celebraciones litúrgicas de los santos y no hay
que descartar que por el deseo de conocer detalles sobre los santos , tal vez
con buena voluntad y sobre todo con mucha imaginación, algunos
inventaron leyendas, fábulas y mitos, que en ciertos lugares y épocas
fueron aceptados como verdades, y no pocas veces hicieron daño a la
devoción popular. Por eso es importante tener mucho cuidado y
discernimiento para acoger lo que los historiadores críticos y serios nos
ofrecen.

He procurado adentrarme cuidadosamente y con mucho interés en la Obra


del famoso y moderno historiador italiano Attilio Bislenghi, quien en el año
2003 publicó el más reciente estudio crítico sobre Santa Librada llamado:”
LUCES Y SOMBRAS MIL AÑOS DE AMOR Y DEVOCION A SANTA
LIBRADA”. Este investigador se dio a la tarea de estudiar buena cantidad
de autores antiguos y modernos descartando con argumentos científicos lo
que era fábula y lo que tenía certeza de verdad.

De este autor, el canónigo y archivero de la catedral de Sigüenza Monseñor


Felipe Peces R. ha escrito lo siguiente:” El libro de Attilio Bislenghi es una
pieza fundamental tanto para el especialista como para el curioso que
quiere asomarse al estudio histórico de Santa Librada. Nadie ha estudiado
hasta ahora a Santa Librada con sus verdaderos tonos y matices. Ha hecho
un magnífico trabajo de investigación sobre Santa Librada. Attilio ha
escrito este libro histórico con erudición.
En él ha volcado su acendrada devoción a Santa Librada para que no se
pierda la memoria de su devoción multisecular en la Diócesis de Sigüenza
y allende los mares”.

QUIEN FUE Y DE DONDE ERA SANTA LIBRADA

Nuestra patrona santa Librada vivió en la primera mitad del siglo IV en el


sur de Francia en lo que en esa época era un territorio (pudo ser condado,
principado o algo similar) conocido con el nombre de Aquitania. En esa
región se encuentran hoy las ciudades de Burdeos, Tolosa, Marsella etc.
Aquitania fue convertida en Ducado en la época carolingia, pero en el siglo
XII pasó a ser propiedad de Inglaterra y más tarde en el siglo XV volvió a
ser propiedad del reino de Francia.
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Además, tengamos en cuenta que hubo otra santa con el mismo nombre de
Librada o Liberata durante el siglo V en Italia, que se distinguió por su
servicio a los pobres y necesitados. Murió piadosamente en un convento.
No faltaron también autores que afirmaron que Santa Librada había nacido
en la península Ibérica y que había sido martirizada en esas tierras, hasta
aseveraron que era una santa gallega. Esto ha sido ya aclarado
suficientemente, gracias a los datos que llegaron a Sigüenza en el siglo XII
cuando trajeron a esa catedral los restos de nuestra santa mártir.

Se desconoce el lugar exacto de su nacimiento y de su martirio sin embargo


es aceptado como muy probable que Santa Librada fue martirizada junto a
otros tantos mártires durante la persecución del emperador romano
Dioclesiano quien reinó entre los años 284 al 305 de nuestra era y aunque
abdicó, murió en el año 313.Su reinado fue muy cruel contra los cristianos
y a su época se le conoce como la “la época de los mártires”.
Otros autores opinan que la santa fue ejecutada un poco más tarde durante
la invasión de los bárbaros visigodos al mando del Rey Valli, llegados a la
región de Aquitania por los años 418 y establecidos en lo que hoy son las
ciudades francesas de Burdeos y Tolosa.

La dominación bárbara de Aquitania duró hasta el año 507 d.C. No se


descarta la posibilidad de que la santa haya sido hija de un reyezuelo o jefe
de tribu visigoda. Esa tribu visigoda no era totalmente católica pues se
había adherido a la herejía de los arrianos quienes negaban la divinidad de
Cristo. Se podría entonces suponer que Librada y un grupo de cristianos
por mantenerse fieles a la fe católica hayan sido ejecutados.

Lo cierto es que después del año 507 llegó otra invasión a Aquitania, los
francos, los cuales no eran herejes y entablaron estrecha relación con la
Iglesia Católica.

PRIMER SEPULCRO DE SANTA LIBRADA

Hay que tener en cuenta que el Papa Félix I (años 209-274) por un decreto
recomendaba celebrar las Misas sobre las tumbas de los mártires y es muy
probable que los restos de Santa Librada hayan servido para consagrar la
Iglesia llamada de Saint Martin de Montmart cerca del presunto lugar del
martirio de nuestra santa, una villa de fundación romana cuyo nombre se
desconoce, hoy desaparecida.
En los tiempos del gran emperador de occidente Carlo Magno, quien reinó
del año 768 al 771 los restos fueron trasladados a un nuevo edificio o
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capillita. Junto a este lugar o capillita se fundó un pueblito con el nombre


francés de “Sainte Livrade -sur Lot”.

Después de un largo silencio encontramos en el siglo XIV el cuerpo de


Santa Librada en la Iglesia parroquial del pueblo llamado “Mazeres -sur L
Adour, parroquia de St.Jean de Mazeres situada en lo que hoy es parte de
la Diócesis de Tarbes-et-Lourdes. Sobre la cubierta de la caja están
grabadas estas frases en lengua latina y con caracteres góticos: traducidas
dicen;
“Sea conocido por todos, que el Rev. Padre en Cristo Pierre Raymond de
Mombrun, por gracia de Dios, Obispo de Tarbes, dispuso que el
venerabilísimo cuerpo de la Virgen y mártir Santa Librada fuese trasladado
desde el lugar donde se encontraba, a la Iglesia parroquial de S, Jean de
Mazeres de la Diócesis de Tarbes, en presencia del clero, del pueblo y de
una muchedumbre de fieles en el año 1342 y con reverencia y honor se
encerró en esta caja”.

En el año de 1117 la Iglesia de Sainte Livrade Sur Lot había sido elevada a
la categoría de Priorato de los monjes benedictinos y donada más tarde o
puesta bajo la responsabilidad del Gran Monasterio llamado de “Sancti
Roberti Casae Dei” (monasterio de San Roberto casa de Dios) mediante
Bula del Papa Calixto II fechada 1º.de julio del año 1120 siendo Abad
Etienne de Moncoeur. En 1122 el Duque de Aquitania Guillermo el Joven
reconoció la validez de esta disposición.
La historia documentada de Santa Librada se inicia alrededor del año 1120
período importante para la Iglesia debido a la expansión por toda Europa de
las Órdenes monásticas.

EL TRASLADO DE LOS RESTOS DE SANTA LIBRADA A


SIGUENZA.

Lo primero que hay que tener en cuenta para entender mejor este nuevo
capítulo es lo siguiente:
En el año 909 nace en Francia una famosa Abadía en Cluny (es decir un
gran monasterio cuya cabeza es un Abad, como si fuera Obispo, con mando
y jurisdicción sobre algunos territorios y otros monasterios de menor
categoría) en la región de Saona y Loira dentro del Ducado de Aquitania
cuyo jefe era el Duque Guillermo.

Un prior mayor de esa abadía llamado Odón de Lagery fue elegido Papa el
2 de marzo de 1099 (y gobernó la Iglesia hasta el 29 de julio de 1118) y se
llamó Urbano II.
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En esos tiempos se inicia en España la reconquista de Castilla del dominio


de los moros (musulmanes) y en el año de 1124 fue creada la Diócesis de
Sigüenza en esta región y fue nombrado como primer Obispo Don
Bernardo de Agen.
Don Bernardo había llegado de la Abadía de Cluny con su tío llamado
también Bernardo quien fue Obispo de Toledo y se supone que fue su gran
colaborador. Otros monjes llegados también de ese famoso monasterio de
Francia (Cluny) fueron nombrados Obispos en algunas Diócesis españolas
como en Osma, Segovia, Palencia etc.

Este primer Obispo de Sigüenza, Don Bernardo de Agen había nacido en


Aquitania en 1080 y era de familia acomodada. En 1122 acompañó como
Capellán al Rey Fernando VII. Este Rey reconquistó a Sigüenza del
dominio de los moros.
Nombrado primer Obispo de Sigüenza naturalmente tuvo la feliz iniciativa
de traer parte de los restos de Santa Librada para colocarlos en la Catedral
que debía construir ya que conocía muy bien la devoción a Santa Librada
en su región de origen y además daba cumplimiento a lo dispuesto por el
Papa Félix I. Este Obispo murió en 1152 sin haber podido iniciar la
construcción de la Catedral.

Lo sucedió en la sede episcopal su sobrino Don Pedro de Leucate y muy


probablemente éste dio inicios a la construcción de la Catedral. Al morir el
Obispo Leucate le sucede el Obispo Cerebruno de Poitier en el año de
1156.
Se estima que éste fue el Obispo que convenció al prior del monasterio de
Sainte-Livrade (custodio de los restos de S. Librada para que le cediera al
menos una parte de los restos de esta mártir. Este monasterio dependía
jurídicamente de la Abadía de Casa-Dei. Hay que recordar que los cuatro
primeros Obispos de Sigüenza eran de origen francés.

Es muy probable que esas reliquias fueran traídas a Sigüenza en la primera


mitad del siglo XII. También podemos suponer que otras de las razones por
las que fueron donados estos restos fue el temor de que fuesen profanadas o
saqueadas durante las constantes guerras y sería un privilegio ser colocadas
en una Iglesia Catedral.

Ya los restos de Santa Librada llegados a Sigüenza fueron


depositados en la Iglesia de Santa María la Antigua también llamada
Santa María de Los Huertos, en la parte más baja y en un tiempo la
más poblada de la ciudad.
En el año de 1181 los restos fueron trasladados a la Catedral todavía
en construcción y colocados en la llamada Sala Capitular (el salón
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donde se reúnen los sacerdotes con el título de canónigos para la


oración y sus reuniones). Medio siglo más tarde, fueron trasladados a
la cripta debajo del altar mayor.

En febrero de 1250 el Papa Inocencio IV concedía cuatro días de


indulgencia a los fieles que en la fiesta de Santa Librada- el 18 de
enero, fiesta de su martirio- visitaran a su nuevo templo de Sigüenza
dedicado a la Bienaventurada Virgen María. He aquí la traducción
del latín al castellano de parte de la mencionada Bula:
“Inocencio, siervo de los siervos de Dios, dirige el saludo y la
bendición apostólica al prior del Cabildo de la Iglesia seguntina sus
hijos predilectos.

Deseosos, a fin de que vuestra Iglesia dedicada a la B. Virgen María,


en la que según se afirma descansan los cuerpos de los santos
Sacerdote y Librada, sea visitada con justa solemnidad por todos
aquellos que, arrepentidos y confesados, irán a aquella misma Iglesia
cada año en la festividad de la Virgen y de los antedichos santos…”
Un nuevo traslado se realiza a principios del siguiente siglo siendo
Obispo Don Simón Girón de Cisneros- 1301-1326-.
Debido a las obras de construcción de la Catedral los restos de Santa
Librada son colocados cerca del Altar Mayor en una urna de plata
repujada hecha en Florencia (Italia).
El sucesor del Obispo Cisneros, Fray Alonso Pérez Zamora
construyó en 1332 la primera capilla con altar dedicado
expresamente a Santa Librada.

Un nuevo traslado tuvo lugar en 1508 siendo Obispo D. Bernardino


López de Carvajal (1495-1511), y se abrió la puerta llamada del
“pórfido” que comunica la Catedral con el actual claustro.
Llegó después el Obispo Fadrique de Portugal nombrado por el Papa
Julio II. Este Obispo emprendió una radical reconstrucción de la
Capilla de Santa Librada construida bajo el episcopado del Obispo
Pérez de Zamora e hizo levantar para la Santa un suntuoso altar de
estilo renacentista, plateresco, y para él un segundo altar-sepulcro
que constituye uno de los más grandiosos monumentos renacentistas
de la época en toda España.
Este Obispo fue transferido después como Arzobispo de Zaragoza.
Este altar iniciado por el Obispo Fadrique de Portugal fue
completado por su sucesor el Obispo García de Loayza y así se pudo
llevar a término el ansiado traslado de las reliquias de Santa Librada
a donde se encuentran actualmente.
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QUE SUCEDIÓ EN ESTE ULTIM0 TRASLADO (1537)

La víspera del traslado de las reliquias de Santa Librada a su altar


propio fijada para el domingo 15 de julio aconteció un hecho
extraordinario del que hablan las fuentes de la época, lo que
contribuyó a fomentar más la devoción a Santa Librada.

El 14 de julio, víspera de las festividades del traslado, una jovencita


llamada Mencía Montoya, quien desde algunos años padecía de unos
quistes en el cuello y la cabeza, enfermedad agravada ulteriormente
por unas treinta aplicaciones de cauterio que le habían practicado sin
obtener resultado positivo, sino que la dejaron casi paralizada,
insistió para que la llevaran ante el cuerpo de la Santa y ser tocada
por una de las reliquias.

Obtenido el anhelado permiso, la joven fue acompañada hasta la


capilla de las reliquias donde estaba custodiado el cuerpo de la Santa
y allí le pusieron un hueso del cráneo de Santa Librada sobre sus
innumerables cicatrices producidas por el cauterio y sobre los otros
quistes que todavía molestaban a la joven.
Pocas horas más tarde, improvisada e inexplicablemente la joven
quedó curada, quedándole sólo algunas señales de las muchas
quemaduras y ciertas oquedades donde antes tenía los quistes. (ver
Archivo de la Catedral de Sigüenza). Esto dio lugar a muchas
solemnidades y ceremonias que duraron cinco días.
Con ocasión de este traslado de 1537, los miembros del cabildo
habían decidido abrir la urna el día 13 de julio.

En un artículo de don Juan Atonio Martínez Gordó, cronista oficial


de Sigüenza, publicado en la revista ABSIDE, en agosto de 1988,
No.5, en la página 21 leemos lo siguiente:
“con motivo de la translación- que dio pie al cambio de la
celebración de la festividad de la Santa del 18 de enero -aniversario
de su martirio-al 20 de julio-aniversario de su translación-tiempo
más propicio para las celebraciones festivas al aire libre con romerías
y gran mercado, se hizo un reconocimiento de las reliquias
contenidas en el arca de madera que adorna el arca de plata, y se
aprovechó para extraer del mismo numerosas reliquias para
donaciones, así como los huesos de su cabeza y guardarlos en cofre
de plata dentro de un busto relicario de la Santa en la capilla de las
reliquias. Después de ese último traslado y del proceso verbal, se
efectuó otra apertura en el año 1616 a instancia del Obispo D.
Sancho Dávila de Toledo quien con sincera devoción cada día iba
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caminando desde su residencia hasta la Catedral para celebrar la


santa Misa en el altar de Santa Librada.

El arca fue abierta después en agosto de 1826 a solicitud del Rey


Fernando VII y su esposa María Josefa Amalia de Sajonia quienes
vinieron a Sigüenza a pedir descendencia pues ella era estéril. La
Santa no creyó oportuno escuchar la oración de la joven Reina y a
los tres años murió sin dejar hijos. Pero el Rey pronto se casó de
nuevo (y ésta era la cuarta vez) con María Cristina de Nápoles y ésta
sí le dio descendencia al Rey. Nació una niña que heredó el trono y
fue Isabel II.

Durante la guerra civil de 1936, la ciudad de Sigüenza fue hostigada


desde julio hasta octubre por las fuerzas republicanas, que se
atrincheraron en su Catedral-fortaleza, pero después el ejército
nacional, para desalojar a los republicanos no dudó en bombardearla.
Al concluir los combates el castillo episcopal quedó completamente
destruido, la catedral gravemente dañada y muchas otras viviendas e
Iglesias completamente destruidas. Las fuerzas republicanas
saquearon y profanaron los templos y como supremo odio contra el
clero, torturaron y asesinaron al Obispo D. Eustaquio Nieto y Martín.
Después del conflicto el nuevo Obispo D. Luis Alonso Muñozyerro
inició la restauración de la Catedral y se propuso abrir de nuevo el
arca de los restos de Santa Librada la cual milagrosamente no había
sufrido ningún daño.

Dicha apertura se inició el 14 de octubre de 1946 y se comprobó que


no había ninguna señal de violencia.

ALGUNAS CONFUSIONES INTRODUCIDAS A LA VIDA Y


DEVOCION A SANTA LIBRADA.

El mismo historiador Attilio Bislenghi, en el cual es basado este


pequeño trabajo nos hace esta advertencia: «Es necesario proceder
con mucha prudencia, porque las noticias sobre las vidas de los
santos difundidas con ligereza o – peor – con fraudulencia, pueden
provocar daños irreparables en su devoción y amenazar la
supervivencia del culto mismo».

Muy probablemente a raíz de la reforma del calendario litúrgico


después del Concilio Ecuménico Vaticano II cuando se hizo una
revisión y un ajuste a las fiestas de algunos santos se corrió una falsa
alarma de que Santa Librada no había existido.
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Hay que saber que en la Iglesia hay miles y miles de santos, a Dios
gracias y siempre los habrá, algunos canonizados oficialmente y
otros no. Además, como es imposible celebrarlos todos en todas
partes (sólo tenemos 350 días en el año), la Iglesia sabiamente ha
establecido que unos se celebren en unas regiones solamente según el
origen y la influencia que tuvieron; otros en todas partes (en la
Iglesia universal) como es el caso de los Apóstoles y otros santos y
santas según su trayectoria y su influencia en todo el mundo. Así
tenemos por ejemplo a San Agustín, a santa Catalina de Siena, San
Francisco de Asís y muchos otros.

Hay que añadir a esto que a veces la piedad popular con el anhelo de
conocer pormenores de sus santos tergiversa los datos históricos y
llegan hasta a inventar fábulas sobre sus vidas y falsos milagros.
Tenemos por ejemplo el caso de San Lázaro, el cual a raíz de una
parábola de Jesús sobre el rico Lázaro y el pobre Epulón algunos le
rezan a ese personaje que no existió-fue simplemente un ejemplo que
nos dio el Señor para enseñarnos lo malo que es apegarse a los
bienes materiales. El verdadero San Lázaro es el hermano de Marta y
María a quien Jesús resucitó.

La tradición dice que después acabó siendo Obispo de Lyon en


Francia. Lo mismo se podría decir del “hijo pródigo” el cual se
menciona en el Evangelio, pero fue una parábola.
Además, no faltan hoy día afirmaciones sobre algunos santos con
“noticias pescadas en el maremágnum del Internet.
Existe una obra conocida como “Enciclopedia Cattolica” en donde
hay una gran cantidad de datos inexactos.

Otra obra que ha sembrado confusión sobre Santa Librada es la conocida


como” Bibliotheca Sanctorum”. Hay que mencionar también la obra
“Enciclopedia Universal Europeo-Americana”, edición de 1917.Aquí se
puede leer lo siguiente:” el 28 de enero se conmemora en Aquitania a Santa
Librada, que parece ser la misma que el 20 de julio es venerada en Portugal
y España con el nombre de WILGEFORTIS”. Este nombre
“WILGEFORTIS” es una santa hipotética fruto de una leyenda.

A este respecto transcribo textualmente lo que afirma el historiador


Bislenghi:” en la mitad del quinientos, los compiladores de martirologios
alemanes, holandeses y flamencos habían entremezclado arbitrariamente
las figuras de Wilgefortis y Librada que las identificaban con una sola. La
confusión se transmitió al Martirologio Romano del 1583 y se conservó en
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todas las ediciones siguientes. Sin embargo, según G. Schnürer y


JH.M.Ritz que se han ocupado de Wilgefortis y sus tradiciones, ya los
primeros holandistas habían hecho notar las tentativas de los “falsarios”
españoles de unificar la figura de Wilgefortis con la de Santa Librada. En
el siglo XVII se quiso situar el lugar del martirio en Galicia (Lusitania) y
las dos tradiciones se han mezclado posteriormente”.

Debido a estos errores y confusiones la Santa Sede desplazó en 1961 el


patronazgo de Santa Librada sobre la Diócesis de Sigüenza, pero cinco
años más tarde, siendo Obispo Don Laureano Castán Lacoma, ante la
defensa de la verdadera historia de Santa Librada hecha por el cronista
oficial de Sigüenza (ya citado) Don Antonio Martínez Gómez Gordó-se
obtuvo del Papa, hoy beato y próximamente canonizado, Pablo VI la
restitución del culto a Santa Librada y su patronazgo segundo sobre
Sigüenza.

Un dato interesante para nosotros es el hecho de que en 1982 se firmó un


hermanamiento entre las ciudades de Sainte-Livrade-Francia-y Sigüenza-
España- unidas por el lazo histórico y espiritual de su santa patrona Santa
Librada.

LAS RELIQUIAS DE SANTA LIBRADA EN SU TEMPLO


PARROQUIAL DE LA CIUDAD DE LAS TABLAS.

Siendo Obispo de Chitré, el hoy Señor Cardenal José Luis Lacunza


Maestro Juan, viendo la devoción y el cariño del pueblo tableño (y no sólo
el pueblo tableño sino el de todo Panamá) para con Santa Librada, solicitó
personalmente al entonces Obispo de Sigüenza S.R.R. Monseñor José
Sánchez González una reliquia, mientras ambos participaban en el Sínodo
de América en Roma en octubre de 1997. Este prelado respondió a Mons.
Lacunza que según los reglamentos de la Diócesis se necesitaba el
consentimiento del Cabildo catedralicio además de la solicitud formal
hecha por escrito.

En enero de 1998 varios Obispos panameños fuimos a Cuba con motivo de


la visita del Papa San Juan Pablo II a este país. Estando ya en La Habana
todos los Obispos visitantes fuimos hospedados en el mismo Hotel.
Entre ellos se encontraba también el Obispo de Sigüenza Mons. José
Sánchez González. Vi que la ocasión no podía ser más oportuna para
recordarle a este hermano Obispo la solicitud hecha por Mons. Lacunza. A
esto me respondió sonriendo y de manera fraterna y jocosa:” estoy
dispuesto a darles todo el cuerpo”. Estas palabras, ese sentido de humor y
amistad fraterna me hicieron comprender su total disponibilidad. Es fácil
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suponer que yo aproveché la magnífica coyuntura para ponerlo al tanto de


lo que significa Santa Librada para los tableños y qué sucede acá (prueba
de este diálogo fue que por lo menos quedó con no sólo el deseo de
ayudarnos sino sobre todo con la curiosidad de venir a Las Tablas como en
efecto sucedió).

En octubre de 2003 con motivo de una reunión en Roma viajé con el


entonces Obispo de Chitré S.E.R. Monseñor Fernando Torres Durán.
Acordamos pasar por España y visitar a los padres agustinos y a los
seminaristas que estaban en El Escorial (la mayoría de los seminaristas eran
panameños).

Fuimos bien atendidos por los padres agustinos, especialmente por el


Superior de la casa el P. Antonio Iturbe, hermano del padre Iturbe quien
había trabajado muchos años en Chitré y es nuestro gran amigo.
Preguntamos al superior si había la posibilidad de visitar la ciudad de
Sigüenza y enseguida nos manifestó que, con mucho gusto, y hasta podía
llevarnos él personalmente. Se llamó al Sr. Obispo de Sigüenza y nos dijo
que nos esperaba al día siguiente (no dudo que la “moñona” intercedió a
nuestro favor).
El día 15 de octubre salimos temprano hacia Sigüenza y en dos horas ya
estábamos allá. El Sr. Obispo Sánchez nos esperaba en su residencia y nos
recibió muy contento y nos llevó a la Catedral. Este era el objetivo de
nuestra visita, sobre todo y especialmente para pedirle la reliquia.

Qué emoción conocer esa suntuosa catedral. La recorrimos con mucho


interés admirando la especial arquitectura, los retablos, las imágenes etc.
Pero el momento más esperado llegó y fue precisamente poder
arrodillarnos ante el precioso altar lateral de Santa Librada y ver el
sarcófago de mármol en la parte superior del retablo que contiene los restos
de la Santa. Qué alegría ver con mis propios ojos lo que tantas veces había
yo visto sólo en fotografías (sobre todo las traídas por el apreciado amigo
Don Bolívar De Gracia). Allí conocimos al archivero de la Catedral el
canónigo Monseñor Felipe Peces Rata quien me obsequió el precioso libro”
Luces y Sombras” y tuvo la delicadeza de dedicármelo.

Como se comprende pudimos conversar largo y tendido, con el Sr. Obispo


y con Mons. Felipe sobre la posibilidad de obtener para la parroquia de Las
Tablas una reliquia de nuestra patrona, la Virgen y Mártir Santa Librada.
Después de compartir un sabroso almuerzo nos despedimos de Monseñor
Don José Sánchez González regresamos a Madrid abrigando la esperanza
de que algún día (antes del fin del mundo por la tarde) pudiéramos tener en
Las Tablas la tan anhelada reliquia.
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A inicios del año 2006, el Señor Obispo de Sigüenza comunicó al Obispo


de Chitré Mons. Fernando Torres Durán que finalmente, con todos los
requisitos cumplidos, se había abierto el sarcófago con los restos de Santa
Librada y que él mismo viajaría a nuestro país para entregar personalmente
a la parroquia de Santa Librada de Las Tablas la tan anhelada reliquia.

Ante esta importante noticia se hicieron los preparativos en la parroquia de


Santa Librada, a cargo en esa fecha de Mons. Eladio González, y toda la
feligresía, para recibir la reliquia con la solemnidad y el protocolo que tan
esperado acontecimiento ameritaba. Lo referente a la fecha y demás
pormenores para la llegada a nuestro país del Sr. Obispo de Sigüenza,
fueron arreglados por él mismo, el Sr. Obispo de Chitré y el párroco
Monseñor Eladio González. Estando ya, el Sr. Obispo de Sigüenza, en la
ciudad de Panamá, se hicieron los arreglos para llegar a la ciudad de Las
Tablas el miércoles 8 de febrero de 2006.

Con el apoyo del Sr. Augusto Samuel Boyd contamos con su helicóptero
que nos trajo hasta Chitré en la tarde de ese 8 de febrero y aterrizamos en el
patio del cuartel de la policía nacional. Allí nos esperaba un vehículo que
nos traería hasta la ciudad de Las Tablas.

Fue conmovedor ver a tantas personas apostadas a la orilla de la carretera


que conduce hasta Las Tablas esperando el paso del automóvil en donde
veníamos con la reliquia de Santa Librada; muchos agitando banderolas
rojas y aplaudiendo como signo de devoción y cariño para con Santa
Librada.

Al llegar a las primeras residencias de la ciudad de Las Tablas,


descendimos del vehículo, ya que nos aguardaba una gran cantidad de
fieles que con entusiasmo y devoción, esperaban ese gran momento. Tenían
preparada una carreta típica y bien adornada para la ocasión tirada por
bueyes. De esa manera y al son de cánticos llegamos al templo parroquial y
poco después se dio inicio a la celebración de la Eucaristía la cual fue
presidida por el Sr. Obispo de Sigüenza Mons. Sánchez y concelebrada por
Mons. Torres Obispo de Chitré, el Nuncio Apostólico Gianbattista
Diquattro, Monseñor José Domingo Ulloa, el párroco Mons. Eladio
González y este servidor.

El Obispo de Chitré dio la bienvenida al Sr. Obispo de Sigüenza, y cuando


a éste le correspondió la homilía dio lectura al documento que prueba la
autenticidad de las reliquias de Santa Librada, extraídos del sarcófago de la
Catedral seguntina y traídos con mucho respeto y veneración hasta el
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templo colonial en donde se venera con tanto fervor a la Virgen y Mártir


Sana Librada, donde ella es patrona.

Es un deber ineludible de los católicos tableños guardar y preservar esta


preciosa reliquia de primer grado, ya que se trata de un fragmento óseo de
tamaño considerable y sabemos que en nuestro clima tropical, muchos
objetos tienden a deteriorarse. Pero lo más importante es que el aprecio y la
veneración devota de este tesoro nos permita amar más a Santa Librada,
sentirla muy cercana a cada uno de nosotros y a nuestro pueblo y sobre
todo que nos sirva de testimonio y estímulo para vivir nuestra fe cristiana
con una mayor entrega a Cristo y un mejor servicio al prójimo.

Recordemos que una devoción que no nos lleve a Cristo es vana y se queda
en puro folclor y sentimentalismo fugaz, como los fuegos artificiales. La
verdadera devoción a Santa Librada debe significar más amor a Jesucristo y
mayor compromiso en su Iglesia.

“ACTA DE LA EXTRACCIÓN DE LAS RELIQUIAS DE SANTA


LIBRADA
VIRGEN Y MARTIR.

En Sigüenza, a diecisiete de enero de dos mil seis, habiendo precedido


petición expresa y por escrito del Obispo de Chitré, República de Panamá,
en la que solicita del Excmo. y Rvdmo. Don José Sánchez González,
Obispo de Sigüenza-Guadalajara, una reliquia de los huesos de Santa
Librada, virgen y mártir, que reposan en la Catedral de Sigüenza, ya que la
devoción a esta santa ha sido fuerza en la renovación religiosa de aquella
diócesis y tiene honda repercusión en toda la Patria , y habiendo hecho el
Obispo de esta Diócesis de Sigüenza-Guadalajara consulta al cabildo de la
Catedral con respuesta afirmativa por parte de éste , en reunión de Cabildo
del día uno de junio de dos mil cuatro.

En presencia del Ilmo. Sr. D. Vidal Beltrán Beltrán, Vicario Episcopal de


Curia y Presidente-Dean del Cabildo, del Muy Iltre. Sr. D. Felipe Peces
Rata, canónigo Archivero de la Catedral y del Infrascrito Secretario
General Canciller del Obispado, muy Iltre. Sr. D. Juan José Calleja Plaza ,
que firman este Acta, se procede a extraer una reliquia de la urna que
guarda los restos de Santa Librada, después de abrir los candados
colocados al extremo de las cuatro barras de hierro puestas a ambos lados y
junto a los ángulos del sepulcro de la Santa , y de haber trasladado la urna a
la Sacristía Mayor o de las cabezas.
14

Se pudo advertir que no aparecen señales de violación ni en el sepulcro ni


en la urna introducida en éste. Se extrajo de la urna la reliquia con el
número 14 y se introdujo en una caja que será trasladada a la diócesis de
Chitré de la República de Panamá. Dicha reliquia responde a un fragmento
tibial de diáfisis en su tercio superior de 11 centímetros y medio de
longitud (lado izquierdo).

Aprovechando la apertura de la urna referida, se extrajo otra reliquia con el


número 15 que responde a un fragmento de diáfisis tibial (mitad superior
interna), sin poder determinar lado, con el fin de entregar algún fragmento
a posibles peticionarios en un futuro.

Esta reliquia se guarda en una caja lacrada y con un ejemplar de esta Acta
en la Capilla de las reliquias de la Catedral de Sigüenza.
Para el resto del contenido que existe en la urna nos atenemos a las Actas
de los días catorce y dieciséis de octubre de mil novecientos cuarenta y
seis.

En este acto estuvieron presentes también los Muy Iltres. Srs. Capitulares
Don Marciano Somolinos de la Vega, D. Pedro Moreno Magro y el
sacristán de la Catedral, D. Oscar Figueroa, que prestó sus servicios
técnicos en la apertura de la urna.

En fe lo cual firmamos fecha” ut supra”.

Vidal Beltrán Beltrán


Presidente Deán del Cabildo.

Felipe Peces Rata


Canónigo Archivero

Juan José Calleja Plaza


Secretario Canciller.

Nota: se distinguen las firmas de puño y letra de las personas arriba


descritas. Además, aparecen junto a los sellos del Obispado de Sigüenza y
de la Parroquia de Santa Librada, Diócesis de Chitré las siguientes firmas
de puño y letra: Fernando Torres Durán, Obispo de Chitré, José Sánchez
Obispo de Sigüenza-Guadalajara, Giambattista Diquattro, Nuncio
Apostólico en Panamá, José Dimas Cedeño Delgado, Arzobispo de
Panamá, José Domingo Ulloa, Obispo auxiliar de Panamá y Eladio
González, párroco de Santa Librada.
15

En el espacio antes de las firmas se puede leer en manuscrito esta frase:

Las Tablas, Diócesis de Chitré, Panamá, 8 de febrero de 2006”.

Esta reseña fue entregada por Monseñor José Dimas Cedeño Delgado al
párroco Rev. P. Edwin Nieto Quintero, el 30 de junio de 2018.

Doy fe,

Edwin Nieto Quintero, Pbro.


Párroco

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