Professional Documents
Culture Documents
Aquí nos hace referencia como Jesús llama a Pablo, que siendo un perseguidor de la iglesia,
el Señor lo llama como a cada uno de los apóstoles fijándose solamente en su interior; y de
la misma manera llama a cada uno de nosotros desde antes de nacer, por nuestro nombre
para que podamos ser misioneros sin fijarse en nuestro pasado, en nuestras limitaciones
como seres humanos ya que Dios es bueno y misericordioso y solo quiere que seamos
testigos de Cristo.
Cada uno de nosotros debe de tener en cuenta que no somos apóstoles por voluntad propia
sino por voluntad de Dios ya que una vez que puso su mirada en ti no la quitara jamás, por
que Cristo viene a salvar a los pecadores principalmente a ti y te hace un instrumento de
su gracia para que otros crean en Él.
San Pablo al escuchar esta llamada se olvida de su pasado, enterrando sus raíces,
principalmente su pecado, pues descubre que ha sido llamado desde antes que naciera, lo
llama desde el interior, dentro de él, por medio de una revelación y Dios lo separa del
mundo para confiarle una misión. Y aun así Pablo sigue sintiéndose indigno del nombre de
apóstol, por que Cristo a transfigurado su corazón y toda su vida. Tanto que siente que para
él lo que era ganancia ahora lo tiene como perdido y ahora las tiene como basura para
aganar a Cristo que es su única meta y su único fin; pues quiere ser un testigo del Evangelio
de Cristo vivo y glorioso que ha transformado su existencia al encontrarse con Cristo. Pablo
ha encontrado el tesoro escondido.
Cada misionero debe llevar a los hombres un anuncio gozoso y entusiasta como Pablo
mostrar al tesoro que hemos encontrado, anunciar la salvación a todo el mundo, sin
importar que sean pecadores, pues Jesucristo viene a salvar a todo el mundo y por eso
debemos de predicar aquello que hemos visto y oído.
Pablo nos aconseja vivir la caridad con nuestros hermanos principalmente con los más
débiles preocuparnos por los sufrimientos que están pasando no por su pecado o debilidad,
es necesario renunciar a los propios derechos cuando está en juego el bien de un hermano,
hay que ayudarlo a que se sienta parte de una comunidad.
Cuando nos consagramos por entero al anuncio y difusión del Evangelio todo lo subordina
a este fin supremo de este modo renunciamos al uso de nuestros propios derechos.
Abandonando nuestra vida en las manos de Dios, renunciando a nosotros mismos, a lo que
nos gusta, a nuestros placeres humanos, al mismo dinero, para no crear así un obstáculo
alguno al Evangelio de Cristo.
Pablo se dedica a predicar el Evangelio sin ninguna ocupación y preocupación ya que está
seguro de que Dios le dará lo necesario poder realizar su misión, ya que trabaja noche y
día, con cansancio y fatigas para no ser una carga para ninguno y de este modo da
testimonio de su desprendimiento ya que está dispuesto a dar la vida por sus hermanos que
ama.
Pablo es un modelo de desprendimiento total, es también un modelo de trabajo, de
entrega generosa a sus hermanos y al Padre, tanto así que es transparente con los bienes
materiales. Sin buscar el aplauso de los hombres u honores humanos ya que busca hacer
las cosas sin llamar la atención, de que se note que actúa con rectitud, Pablo nos enseña
precisamente eso predicar para agradar Dios no a los hombres, pues si tratamos de agradar
a los hombres no somos predicadores de Cristo, Pablo actúa siempre delante de Dios, con
rectitud, para agradar a Dios y así no ser un obstáculo para Evangelizar.