You are on page 1of 15

CASUÍSTICA PROYECTO INTEGRADOR

JOHN STEVENS CAMARGO CAMARGO CÓD.: 80903082

GIOVANY ALEXANDER VARGAS CARRANZA CÓD.: 1024550366

JOHANA HERNÁNDEZ YAGAMA COD.: 1020715105

Grupo Curso: 73

Docente: Dr. José Fernando Navas Talero

Área: Derecho Internacional Público

Universidad La Gran Colombia

Facultad de Derecho

2019
UNIVERSIDAD LA GRAN COLOMBIA
FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES
PROYECTO INTEGRADOR
FORMATO DE SOLUCIÓN DE CASO

FORMULACIÓN DEL CASO:


ÁREA DE DERECHO PÚBLICO
CASO DE CASO DERECHO ADMISNISTRATIVO Y PROCESAL ADMINISTRATIVO.

Los hechos1, de acuerdo a la denuncia, ocurrieron el 27 de febrero de 1998, cuando dos individuos varones armados
ingresaron al despacho del señor JESÚS MARÍA VALLE JARAMILLO, ubicado en la ciudad de Medellín, sitio en el cual se
encontraba aquél acompañado de los ciudadanos CARLOS FERNANDO JARAMILLO CORREA y NELLY VALLE JARAMILLO,
hermana del mencionado Jesús María Valle; posteriormente ingresó al sitio una mujer, quien, junto con los dos
hombres agresores, procedió a amarrar e inmovilizar a los presentes; JESÚS MARÍA VALLE fue asesinado a través de
propinarle dos disparos de arma de fuego en la cabeza, falleciendo en el acto; tras la ejecución extrajudicial narrada,
los restantes fueron llevados por la fuerza, arrastrándolos desde el mencionado despacho hasta la sala de la oficina, y
allí fueron amenazados con armas de fuego.

Debido a la amenazas que recibió el señor CARLOS FERNANDO JARAMILLO, debió exiliarse; al parecer, los hechos
ocurrieron para silenciar las denuncias efectuadas por JESÚS MARÍA VALLE sobre los crímenes perpetrados en el
municipio de Ituango por paramilitares en presunta connivencia con miembros de la Fuerza Pública; transcurridos casi
nueve (9) años desde la ocurrencia de los hechos, sólo se ha condenado a tres civiles, que se vincularon al proceso penal
mediante declaratoria de Persona Ausente, y no existen investigaciones judiciales orientadas ni disciplinarias tendientes
a la determinación de la responsabilidad de los agentes del Estado que pudieron participar de manera directa o indirecta
en los hechos; tampoco se ha reparado a las víctimas.

En instancias internacionales de protección de Derechos Humanos, por tales hechos se profirió fallo en contra del
Estado colombiano, por haber desatendido su posición convencional de garante, y se le ordenó realizar los siguientes
actos de reparación:

 Realizar los pagos de las cantidades establecidas en la sentencia por concepto de daño material, daño inmaterial y
reintegro de costas y gastos dentro del plazo de un año, contado a partir de la notificación del Fallo.
 Investigar los hechos que generaron las violaciones de Derechos Humanos.
 Publicar en el Diario Oficial y en otro diario de amplia circulación nacional, apartes de la providencia, incluyendo, la
parte resolutiva de la misma, en el plazo de un año, contado a partir de la notificación del Fallo.

 Realizar un acto público de reconocimiento de su responsabilidad internacional en la Universidad de Antioquia en


relación con las violaciones declaradas en el caso, en el plazo de un año, contado a partir de la notificación del Fallo.
 Colocar una placa en memoria de JESÚS MARÍA VALLE JARAMILLO en el palacio de Justicia del departamento de
Antioquia, en el plazo de un año, contado a partir de la notificación del Fallo.
 Brindar gratuitamente y de forma inmediata, a través de sus instituciones de salud especializadas, el tratamiento
psicológico y psiquiátrico requerido por las víctimas.
 Debe otorgar a las víctimas NELLY VALLE JARAMILLO y CARLOS FERNANDO JARAMILLO CORREA, en el plazo de un
año, contado a partir de la notificación del Fallo, una beca para realizar estudios o capacitarse en un oficio.

1
Caso Valle Jaramillo y otros vs. Colombia, sentencia de fecha 27 de noviembre de 2008, de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos.
 Finalmente, garantizar la seguridad en caso que Carlos Fernando Jaramillo Correa considere su retorno a Colombia.

En cuanto al Derecho Administrativo y Procesal Administrativo, cuáles son los principios y reglas que orientan la
determinación de la responsabilidad que pueda corresponderle a la Nación colombiana y a las instituciones estatales,
derivadas de su posición de garante, por los perjuicios causados a los gobernados, por acción o por omisión, en especial a
las víctimas, precisando a través cuál o cuáles medios de control, mediante qué jurisdicción, competencia y procedimiento,
además de lo relativo de la caducidad de los medios de control y sus efectos.

1. Determinar
los hechos
relevantes.

2. Identificar el
o los problema(s)
jurídico(s) que
involucre el caso.

3. Ubicar el
Marco Legal que
sustenta el caso,
explicando por
qué acude al
dicho marco
legal.
(Constitución
Política, tratados
internacionales,
jurisprudencia
internacional,
jurisprudencia
nacional, leyes,
decretos, la
costumbre, la
doctrina y las
fuentes
materiales del
derecho)

3. Subsumir la
relación
fáctica en el
Marco Legal.
4. Soluciones
Factibles del
Caso.

5. Argumentos
Jurídicos.

FECHA ENTREGA
DEL CASO :

En cuanto al Derecho Administrativo y Procesal Administrativo, cuáles son los principios y reglas que orientan la
determinación de la responsabilidad que pueda corresponderle a la Nación colombiana y a las instituciones estatales,
derivadas de su posición de garante, por los perjuicios causados a los gobernados, por acción o por omisión, en especial
a las víctimas, precisando a través cuál o cuáles medios de control, mediante qué jurisdicción, competencia y
procedimiento, además de lo relativo de la caducidad de los medios de control y sus efectos.

R: Principios y Reglas Derecho Administrativo y Procesal Administrativo

De acuerdo al artículo 3. De la ley 1437 de 2011 en la cual se expide el Código de Procedimiento Administrativo y de lo
contencioso Administrativo, aparecen determinados los principios que Colombia debe estar supeditada a ellos como nación
y a su vez las Instituciones Estatales como garantes ante sus gobernados, donde se cita a continuación:

Todas las autoridades deberán interpretar y aplicar las disposiciones que regulan las actuaciones y procedimientos
administrativos a la luz de los principios consagrados en la Constitución Política, en la Parte Primera de este Código y en
las leyes especiales.

Las actuaciones administrativas se desarrollarán, especialmente, con arreglo a los principios del debido proceso, igualdad,
imparcialidad, buena fe, moralidad, participación, responsabilidad, transparencia, publicidad, coordinación, eficacia,
economía y celeridad.

1. E n virtud del principio del debido proceso, las actuaciones administrativas s e adelantarán de conformidad con las
normas de procedimiento y competencia establecidas en la Constitución y la ley, con plena garantía de los derechos de
representación, defensa y contradicción.

En materia administrativa sancionatoria, se observarán adicionalmente los principios de legalidad de las faltas y de las
sanciones, de presunción de inocencia, de no reformatio in pejus y non bis in idem.

2. En virtud del principio de igualdad, las autoridades darán el mismo trato y protección a las personas e instituciones que
intervengan en las actuaciones bajo su conocimiento. No obstante, serán objeto de trato y protección especial las personas
que por su condición económica, física o mental se encuentran en circunstancias de debilidad manifiesta.
3. En virtud del principio de imparcialidad, las autoridades deberán actuar teniendo en cuenta que la finalidad de los
procedimientos consiste en asegurar y garantizar los derechos de todas las personas sin discriminación alguna y sin tener
en consideración factores de afecto o de interés y, en general, cualquier clase de motivación subjetiva.

4. En virtud del principio de buena fe, las autoridades y los particulares presumirán el comportamiento leal y fiel de unos
y otros en el ejercicio de sus competencias, derechos y deberes.

5. En virtud del principio de moralidad, todas las personas y los servidores públicos están obligados a actuar con rectitud,
lealtad y honestidad en las actuaciones administrativas.

6. En virtud del principio de participación, las autoridades promoverán y atenderán las iniciativas de los ciudadanos,
organizaciones y comunidades encaminadas a intervenir en los procesos de deliberación, formulación, ejecución, control
y evaluación de la gestión pública.

7. En virtud del principio de responsabilidad, las autoridades y sus agentes asumirán las consecuencias por sus decisiones,
omisiones o extralimitación de funciones, de acuerdo con la Constitución, las leyes y los reglamentos.

8. En virtud del principio de transparencia, la actividad administrativa es del dominio público, por consiguiente, toda
persona puede conocer las actuaciones de la administración, salvo reserva legal.

9. En virtud del principio de publicidad, las autoridades darán a conocer al público y a los interesados, en forma sistemática
y permanente, sin que medie petición alguna, sus actos, contratos y resoluciones, mediante las comunicaciones,
notificaciones y publicaciones que ordene la ley, incluyendo el empleo de tecnologías que permitan difundir de manera
masiva tal información de conformidad con lo dispuesto en este Código. Cuando el interesado deba asumir el costo de la
publicación, esta no podrá exceder en ningún caso el valor de la misma.

10. En virtud del principio de coordinación, las autoridades concertarán sus actividades con las de otras instancias estatales
en el cumplimiento de sus cometidos y en el reconocimiento de sus derechos a los particulares.

11. E n virtud del principio de e eficacia, las autoridades buscarán que los procedimientos logren su finalidad y, para el
efecto, removerán de oficio los obstáculos puramente formales, evitarán decisiones inhibitorias, dilaciones o retardos y s
anearán, de acuerdo con este Código las irregularidades

procedimentales que se presenten, en procura de la efectividad del derecho material objeto de a actuación
administrativa.

12. En virtud del principio de economía, las autoridades deberán proceder con austeridad y eficiencia, optimizar el uso del
tiempo y de los demás recursos, procurando el más alto nivel de calidad en sus actuaciones y la protección de los derechos
de las personas.

13. En virtud del principio de celeridad, las autoridades impulsarán oficiosamente los procedimientos, e incentivarán el
uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones, a efectos de que los procedimientos se adelanten con
diligencia, dentro de los términos legales y sin dilaciones injustificadas.

1. Hechos Relevantes:
 El Ingreso por parte de dos sujetos armados el 27 de febrero de 1998, al despacho del señor Jesús María Valle
Jaramillo, ubicado en la ciudad de Medellín, donde también se encontraban Carlos Fernando Jaramillo Correa y
Nelly Valle Jaramillo, hermana del citado Jesús María Valle;
 Subsiguientemente ingresó al lugar una mujer quien procedió junto a los dos sujetos que ingresaron previamente
a amarrar e inmovilizar a las personas que se encontraban allí como Jesús María Valle y seguidamente fue
asesinado a por medio de arma de fuego en la cual se propinaron dos proyectiles en la cabeza y cuyo resultado
inmediato fue la muerte del señor Jesús María Valle
 El traslado e intimidación de los sobrevivientes, quienes fueron arrastrados desde el despacho hasta la sala de la
oficina, y quienes fuero allí disminuidos con arma de fuego.
 El exilio del señor Carlos Fernando Jaramillo por las amenazas a causa de lo ocurrido para callar las denuncias
generadas por el señor Jesús María Valle sobre los asesinatos ejecutados en el Municipio de Ituango por
Paramilitares, la cual existe la figura de presunción de tener relación de conveniencia con la fuerza pública.
 El intervalo de aproximadamente nueve (9) años desde la ocurrencia de los hechos, en la cual solamente se ha
llevado a cabo la condena a tres civiles, que se vincularon al proceso penal mediante la figura de la declaratoria
de Persona Ausente,
 La carencia durante este tiempo de investigaciones judiciales orientadas ni disciplinarias asociadas a la
determinación de la responsabilidad de los agentes del Estado que pudieron participar de manera directa o
indirecta en los hechos.
 La falta de reparación de las víctimas por parte del Estado Colombiano.

2. Problema Jurídico:

De acuerdo a las circunstancias históricas que experimenta el Estado Colombiano no ha logrado garantizar la
protección de los Derechos Humanos a sus gobernados, ya sea por situaciones de Orden Público, posibles nexos
gubernamentales con grupos al margen de la ley, entre otros, ha dado lugar que la denuncia ante organizaciones
internacionales para la defensa de los Derechos Humanos a causa de estos incumplimientos estatales se esté
incrementando. ¿Las instancias internacionales si han logrado la finalidad de obligar al Estado Colombiano en
reparar a las víctimas de forma eficiente bajo sus medidas sancionatorias?

3. Ubicar el Marco Legal que sustenta el caso, explicando por qué acude al dicho marco legal. (Constitución Política,
tratados internacionales, jurisprudencia internacional, jurisprudencia nacional, leyes, decretos, la costumbre, la
doctrina y las fuentes materiales del derecho):

Marco Internacional:

Convención Americana sobre Derechos Humanos

San José, Costa Rica 7 al 22 de noviembre de 1969

Artículo 1º Obligación de Respetar los Derechos: 1. Los Estados Partes en esta Convención se comprometen a
respetar los derechos y libertades reconocidos en ella y a garantizar su libre y pleno ejercicio a toda persona que esté
sujeta a su jurisdicción, sin discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas
o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social.
2. Para los efectos de esta Convención, persona es todo ser humano.

Artículo 4º Derecho a la Vida: 1. Toda persona tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho estará protegido
por la ley y, en general, a partir del momento de la concepción. Nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente.
2. En los países que no han abolido la pena de muerte, ésta sólo podrá imponerse por los delitos más graves, en
cumplimiento de sentencia ejecutoriada de tribunal competente y de conformidad con una ley que establezca tal
pena, dictada con anterioridad a la comisión del delito. Tampoco se extenderá su aplicación a delitos a los cuales no
se la aplique actualmente. 3. No se restablecerá la pena de muerte en los Estados que la han abolido. 4. En ningún
caso se puede aplicar la pena de muerte por delitos políticos ni comunes conexos con los políticos. 5. No se impondrá
la pena de muerte a personas que, en el momento de la comisión del delito, tuvieren menos de dieciocho años de
edad o más de setenta, ni se le aplicará a las mujeres en estado de gravidez. 6. Toda persona condenada a muerte
tiene derecho a solicitar la amnistía, el indulto o la conmutación de la pena, los cuales podrán ser concedidos en todos
los casos. No se puede aplicar la pena de muerte mientras la solicitud esté pendiente de decisión ante autoridad
competente.

Artículo 5º Derecho a la Integridad Personal: 1. Toda persona tiene derecho a que se respete su integridad física,
psíquica y moral. 2. Nadie debe ser sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes. Toda
persona privada de libertad será tratada con el respeto debido a la dignidad inherente al ser humano. 3. La pena no
puede trascender de la persona del delincuente. 4. Los procesados deben estar separados de los condenados, salvo
en circunstancias excepcionales, y serán sometidos a un tratamiento adecuado a su condición de personas no
condenadas. 5. Cuando los menores puedan ser procesados, deben ser separados de los adultos y llevados ante
tribunales especializados, con la mayor celeridad posible, para su tratamiento. 6. Las penas privativas de la libertad
tendrán como finalidad esencial la reforma y la readaptación social de los condenados.

Artículo 7º Derecho a la Libertad Personal: 1. Toda persona tiene derecho a la libertad y a la seguridad personales. 2.
Nadie puede ser privado de su libertad física, salvo por las causas y en las condiciones fijadas de antemano por las
Constituciones Políticas de los Estados Partes o por las leyes dictadas conforme a ellas. 3. Nadie puede ser sometido
a detención o encarcelamiento arbitrarios. 4. Toda persona detenida o retenida debe ser informada de las razones de
su detención y notificada, sin demora, del cargo o cargos formulados contra ella. 5. Toda persona detenida o retenida
debe ser llevada, sin demora, ante un juez u otro funcionario autorizado por la ley para ejercer funciones judiciales y
tendrá derecho a ser juzgada dentro de un plazo razonable o a ser puesta en libertad, sin perjuicio de que continúe el
proceso. Su libertad podrá estar condicionada a garantías que aseguren su comparecencia en el juicio. 6. Toda persona
privada de libertad tiene derecho a recurrir ante un juez o tribunal competente, a fin de que éste decida, sin demora,
sobre la legalidad de su arresto o detención y ordene su libertad si el arresto o la detención fueran ilegales. En los
Estados Partes cuyas leyes prevén que toda persona que se viera amenazada de ser privada de su libertad tiene
derecho a recurrir a un juez o tribunal competente a fin de que éste decida sobre la legalidad de tal amenaza, dicho
recurso no puede ser restringido ni abolido. Los recursos podrán interponerse por sí o por otra persona. 7. Nadie será
detenido por deudas. Este principio no limita los mandatos de autoridad judicial competente dictados por
incumplimientos de deberes alimentarios.

Artículo 8º Garantías Judiciales: 1. Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un
plazo razonable, por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial, establecido con anterioridad por la
ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal formulada contra ella, o para la determinación de sus derechos
y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter. 2. Toda persona inculpada de delito tiene
derecho a que se presuma su inocencia mientras no se establezca legalmente su culpabilidad. Durante el proceso,
toda persona tiene derecho, en plena igualdad, a las siguientes garantías mínimas: a) derecho del inculpado de ser
asistido gratuitamente por el traductor o intérprete, si no comprende o no habla el idioma del juzgado o tribunal; b)
comunicación previa y detallada al inculpado de la acusación formulada; c) concesión al inculpado del tiempo y de los
medios adecuados para la preparación de su defensa; d) derecho del inculpado de defenderse personalmente o de
ser asistido por un defensor de su elección y de comunicarse libre y privadamente con su defensor; e) derecho
irrenunciable de ser asistido por un defensor proporcionado por el Estado, remunerado o no según la legislación
interna, si el inculpado no se defendiere por sí mismo ni nombrare defensor dentro del plazo establecido por la ley; f)
derecho de la defensa de interrogar a los testigos presentes en el tribunal y de obtener la comparecencia, como
testigos o peritos, de otras personas que puedan arrojar luz sobre los hechos; g) derecho a no ser obligado a declarar
contra sí mismo ni a declararse culpable, y h) derecho de recurrir del fallo ante juez o tribunal superior. 3. La confesión
del inculpado solamente es válida si es hecha sin coacción de ninguna naturaleza. 4. El inculpado absuelto por una
sentencia firme no podrá ser sometido a nuevo juicio por los mismos hechos. 5. El proceso penal debe ser público,
salvo en lo que sea necesario para preservar los intereses de la justicia.

Artículo 22º Derecho de Circulación y de Residencia: 1. Toda persona que se halle legalmente en el territorio de un
Estado tiene derecho a circular por el mismo y, a residir en él con sujeción a las disposiciones legales. 2. Toda persona
tiene derecho a salir libremente de cualquier país, inclusive del propio. 3. El ejercicio de los derechos anteriores no
puede ser restringido sino en virtud de una ley, en la medida indispensable en una sociedad democrática, para
prevenir infracciones penales o para proteger la seguridad nacional, la seguridad o el orden públicos, la moral o la
salud públicas o los derechos y libertades de los demás. 4. El ejercicio de los derechos reconocidos en el inciso 1 puede
asimismo ser restringido por la ley, en zonas determinadas, por razones de interés público. 5. Nadie puede ser
expulsado del territorio del Estado del cual es nacional, ni ser privado del derecho a ingresar en el mismo. 6. El
extranjero que se halle legalmente en el territorio de un Estado parte en la presente Convención, sólo podrá ser
expulsado de él en cumplimiento de una decisión adoptada conforme a la ley. 7. Toda persona tiene el derecho de
buscar y recibir asilo en territorio extranjero en caso de persecución por delitos políticos o comunes conexos con los
políticos y de acuerdo con la legislación de cada Estado y los convenios internacionales. 8. En ningún caso el extranjero
puede ser expulsado o devuelto a otro país, sea o no de origen, donde su derecho a la vida o a la libertad personal
está en riesgo de violación a causa de raza, nacionalidad, religión, condición social o de sus opiniones políticas. 9. Es
prohibida la expulsión colectiva de extranjeros.

Artículo 25º Protección Judicial: 1. Toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o a cualquier otro
recurso efectivo ante los jueces o tribunales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos
fundamentales reconocidos por la Constitución, la ley o la presente Convención, aun cuando tal violación sea cometida
por personas que actúen en ejercicio de sus funciones oficiales. 2. Los Estados Partes se comprometen: a) a garantizar
que la autoridad competente prevista por el sistema legal del Estado decidirá sobre los derechos de toda persona que
interponga tal recurso; b) a desarrollar las posibilidades de recurso judicial, y c) a garantizar el cumplimiento, por las
autoridades competentes, de toda decisión en que se haya estimado procedente el recurso.

Marco Constitucional Colombiano:

CAPÍTULO 1

DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES

ARTÍCULO 11. El derecho a la vida es inviolable. No habrá pena de muerte.

ARTÍCULO 12. Nadie será sometido a desaparición forzada, a torturas ni a tratos o penas crueles, inhumanos o
degradantes.
ARTÍCULO 20. Se garantiza a toda persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento y opiniones, la de informar
y recibir información veraz e imparcial, y la de fundar medios masivos de comunicación. Estos son libres y tienen
responsabilidad social. Se garantiza el derecho a la rectificación en condiciones de equidad. No habrá censura.

ARTÍCULO 21. Se garantiza el derecho a la honra. La ley señalará la forma de su protección.

ARTÍCULO 22. La paz es un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento.

ARTÍCULO 23. Toda persona tiene derecho a presentar peticiones respetuosas a las autoridades por motivos de interés
general o particular y a obtener pronta resolución. El legislador podrá reglamentar su ejercicio ante organizaciones
privadas para garantizar los derechos fundamentales.

ARTÍCULO 29. El debido proceso se aplicará a toda clase de actuaciones judiciales y administrativas. Nadie podrá ser
juzgado sino conforme a leyes preexistentes al acto que se le imputa, ante juez o tribunal competente y con
observancia de la plenitud de las formas propias de cada juicio.

En materia penal, la ley permisiva o favorable, aun cuando sea posterior, se aplicará de preferencia a la restrictiva o
desfavorable.

Toda persona se presume inocente mientras no se la haya declarado judicialmente culpable. Quien sea sindicado tiene
derecho a la defensa y a la asistencia de un abogado escogido por él, o de oficio, durante la investigación y el
juzgamiento; a un debido proceso público sin dilaciones injustificadas; a presentar pruebas y a controvertir las que se
alleguen en su contra; a impugnar la sentencia condenatoria, y a no ser juzgado dos veces por el mismo hecho.

Es nula, de pleno derecho, la prueba obtenida con violación del debido proceso.

Marco Interno Legislativo:

Ley 1437 de 2011 Código de Procedimiento Administrativo y de lo contencioso Administrativo:

Articulo 3 Principios: Todas las autoridades deberán interpretar y aplicar las disposiciones que regulan las actuaciones y
procedimientos administrativos a la luz de los principios consagrados en la Constitución Política, en la Parte Primera de
este Código y en las leyes especiales.

Las actuaciones administrativas se desarrollarán, especialmente, con arreglo a los principios del debido proceso, igualdad,
imparcialidad, buena fe, moralidad, participación, responsabilidad, transparencia, publicidad, coordinación, eficacia,
economía y celeridad.

1. E n virtud del principio del debido proceso, las actuaciones administrativas s e adelantarán de conformidad con las
normas de procedimiento y competencia establecidas en la Constitución y la ley, con plena garantía de los derechos de
representación, defensa y contradicción.

En materia administrativa sancionatoria, se observarán adicionalmente los principios de legalidad de las faltas y de las
sanciones, de presunción de inocencia, de no reformatio in pejus y non bis in idem.

2. En virtud del principio de igualdad, las autoridades darán el mismo trato y protección a las personas e instituciones que
intervengan en las actuaciones bajo su conocimiento. No obstante, serán objeto de trato y protección especial las personas
que por su condición económica, física o mental se encuentran en circunstancias de debilidad manifiesta.
3. En virtud del principio de imparcialidad, las autoridades deberán actuar teniendo en cuenta que la finalidad de los
procedimientos consiste en asegurar y garantizar los derechos de todas las personas sin discriminación alguna y sin tener
en consideración factores de afecto o de interés y, en general, cualquier clase de motivación subjetiva.

4. En virtud del principio de buena fe, las autoridades y los particulares presumirán el comportamiento leal y fiel de unos
y otros en el ejercicio de sus competencias, derechos y deberes.

5. En virtud del principio de moralidad, todas las personas y los servidores públicos están obligados a actuar con rectitud,
lealtad y honestidad en las actuaciones administrativas.

6. En virtud del principio de participación, las autoridades promoverán y atenderán las iniciativas de los ciudadanos,
organizaciones y comunidades encaminadas a intervenir en los procesos de deliberación, formulación, ejecución, control
y evaluación de la gestión pública.

7. En virtud del principio de responsabilidad, las autoridades y sus agentes asumirán las consecuencias por sus decisiones,
omisiones o extralimitación de funciones, de acuerdo con la Constitución, las leyes y los reglamentos.

8. En virtud del principio de transparencia, la actividad administrativa es del dominio público, por consiguiente, toda
persona puede conocer las actuaciones de la administración, salvo reserva legal.

9. En virtud del principio de publicidad, las autoridades darán a conocer al público y a los interesados, en forma sistemática
y permanente, sin que medie petición alguna, sus actos, contratos y resoluciones, mediante las comunicaciones,
notificaciones y publicaciones que ordene la ley, incluyendo el empleo de tecnologías que permitan difundir de manera
masiva tal información de conformidad con lo dispuesto en este Código. Cuando el interesado deba asumir el costo de la
publicación, esta no podrá exceder en ningún caso el valor de la misma.

10. En virtud del principio de coordinación, las autoridades concertarán sus actividades con las de otras instancias estatales
en el cumplimiento de sus cometidos y en el reconocimiento de sus derechos a los particulares.

11. E n virtud del principio de e eficacia, las autoridades buscarán que los procedimientos logren su finalidad y, para el
efecto, removerán de oficio los obstáculos puramente formales, evitarán decisiones inhibitorias, dilaciones o retardos y s
anearán, de acuerdo con este Código las irregularidades

procedimentales que se presenten, en procura de la efectividad del derecho material objeto de a actuación
administrativa.

12. En virtud del principio de economía, las autoridades deberán proceder con austeridad y eficiencia, optimizar el uso del
tiempo y de los demás recursos, procurando el más alto nivel de calidad en sus actuaciones y la protección de los derechos
de las personas.

13. En virtud del principio de celeridad, las autoridades impulsarán oficiosamente los procedimientos, e incentivarán el
uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones, a efectos de que los procedimientos se adelanten con
diligencia, dentro de los términos legales y sin dilaciones injustificadas.

Jurisprudencia:

Resulta necesario hacer un parangón y relacionar algunos otros casos, en los que la C.I.D.H., a través de sus sentencias
continúa haciendo claridad en el asunto, en la obligación que recae sobre los estados, al ser garantes de la efectividad en
los derechos consagrados en los tratados pertinentes, y además en si cumplen o no con las obligaciones adquiridas es así
como a continuación relacionaremos alguna de esta jurisprudencia con algunos casos símiles con el de la muerte del
defensor de derechos humanos el señor Jesús María Valle .
1. Caso Myrna Mack Chang Vs. Guatemala

Sentencia del 25 de Noviembre de 2003, en la cual se condenó al Estado de Guatemala, por su responsabilidad agravada
Según la Comisión, Guatemala es responsable de la privación arbitraria del derecho a la vida de Myrna Mack Chang, toda
vez que el asesinato de la víctima, perpetrado el día 11 de septiembre de 1990, fue consecuencia de una operación de
inteligencia militar, que obedeció a un plan previo y cuidadosamente elaborado por el alto mando del Estado Mayor
Presidencial. Dicho plan consistió, en primer lugar, en seleccionar a la víctima de manera precisa debido a su actividad
profesional; en segundo lugar, en asesinar brutalmente a Myrna Mack Chang; y en tercer lugar, en encubrir a los autores
materiales e intelectuales del asesinato, entorpecer la investigación judicial y dejar en la medida de lo posible el asesinato
inmerso en la impunidad. La Comisión agregó que el Estado no ha utilizado todos los medios a su disposición para realizar
una investigación seria y efectiva que sirva de base para el esclarecimiento completo de los hechos, el procesamiento,
juzgamiento y sanción de todos los responsables, tanto autores materiales como intelectuales, dentro de un plazo
razonable. Esta situación se ha visto agravada por la existencia y tolerancia por parte del Estado guatemalteco de
mecanismos de hecho y de derecho que obstaculizan una adecuada administración de justicia.

Finalmente, el estado fue condenado por su responsabilidad en los hechos investigados, además de todo lo argumentado

2. Caso Bayarri vs. Argentina

Bajo la Sentencia de 30 de octubre de 2008, la cual versa sobre la demanda de la Comisión Interamericana, que se relaciona
con la alegada detención ilegal y arbitraria del señor Juan Carlos Bayarri el 18 de noviembre de 1991 en la provincia de
Buenos Aires, Argentina, sus supuestas tortura, prisión preventiva excesiva y subsiguiente denegación de justicia, en el
marco de un proceso penal seguido en su contra por la supuesta comisión de secuestros extorsivos reiterados. La Comisión
indicó que “el señor Bayarri estuvo privado de su libertad por casi 13 años sobre la base de una confesión que fue obtenida
bajo tortura. No obstante que la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal de Argentina
consideró probada la tortura a la que fue sometido, transcurridos casi 16 años desde que ocurrieran los hechos, el Estado
argentino no ha provisto de una respuesta judicial adecuada al señor Bayarri respecto de la responsabilidad penal de los
autores, ni lo ha remediado de modo alguno por las violaciones sufridas”

De aquí que final la corte por unanimidad decidió que el estado era responsable por las violaciones a: la libertad personal,
la integridad personal, además de incumplir con su obligación de investigar con la debida diligencia la violación de los
derechos contenidos en la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Por lo cual el estado debió indemnizar al
señor Juan Carlos Bayarri, conjuntamente con otras condenas a las que fue sancionada el Estado de Argentina.

3. Caso Heliodoro Portugal vs. Panamá.

La C.I.D.H., mediante su sentencia de 12 de Agosto de 2008, La demanda somete a la jurisdicción de la Corte las presuntas
violaciones cometidas por el Estado por la supuesta desaparición forzada y ejecución extrajudicial del señor Heliodoro
Portugal, la supuesta falta de investigación y sanción de los responsables de tal hecho y la supuesta falta de reparación
adecuada en favor de sus familiares. Según la demanda de la Comisión, el 14 de mayo de 1970 Heliodoro Portugal se
encontraba en un café conocido como “Coca-Cola”, ubicado en la ciudad de Panamá, donde fue abordado por un grupo
de individuos vestidos de civil, quienes lo obligaron a subir a un vehículo que luego partió con rumbo desconocido. La
Comisión alegó que agentes del Estado participaron en dichos hechos, los cuales ocurrieron en una época en la que
Panamá se encontraba gobernada por un régimen militar. La Comisión señaló que “durante la dictadura militar no era
posible acudir a las autoridades internas con el propósito de presentar denuncias por violaciones a los derechos humanos
o averiguar el paradero de una persona”, por lo que la hija de la presunta víctima no denunció la desaparición sino hasta
mayo de 1990, luego de que se restaurara la democracia en el país. En septiembre de 1999, en el cuartel conocido como
“Los Pumas” en Tocumen, el Ministerio Público encontró unos restos que se presumía pertenecían a un sacerdote católico,
pero luego de ser sometidos a exámenes de identificación genética gracias a aportaciones privadas, fueron identificados
como pertenecientes a la presunta víctima. Los resultados de los exámenes genéticos fueron comunicados a la familia y
se conocieron públicamente en agosto de 2000. El proceso penal correspondiente continúa abierto sin que se haya
condenado a los responsables.

Es razón de lo anterior la Corte finalmente, a través de su sentencia que debía indemnizar materialmente a las víctimas y
además debía tipificar los delitos de desaparición forzada de personas y tortura, puesto que el mismo no se encontraba
tipificado en el ordenamiento jurídico.

4. Caso de las Hermanas Serrano Cruz Vs. El Salvador

Una vez más la C.I.D.H., interviene en esta discusión frente a la responsabilidad de los Estados por la omisión de protección
de los derechos consagrados en la Convención Americana de los Derechos Humanos de acuerdo a los hechos que a partir
del 2 de junio de 1982 se dio la supuesta “captura, secuestro y desaparición forzada de las entonces niñas Ernestina y
Erlinda Serrano Cruz” “las hermanas Serrano Cruz” o “las presuntas víctimas”, quienes tenían “7 y 3 años de edad,
respectivamente[, … cuando] fueron [supuestamente] capturadas por militares integrantes del Batallón Atlacatl del
Ejército salvadoreño durante un operativo” militar conocido como “Operación Limpieza” o “la guinda de mayo”, el cual se
llevó a cabo, entre otros, en el Municipio de San Antonio de La Cruz, departamento de Chalatenango, desde el 27 de mayo
hasta el 9 de junio de 1982. En dicho operativo supuestamente “participaron unos catorce mil militares”

durante el mencionado operativo la familia Serrano Cruz se desplazó para salvaguardar su vida. Sin embargo, solamente
la señora María Victoria Cruz Franco, madre de Ernestina y Erlinda, y uno de sus hijos, lograron cruzar “el cerco militar que
se encontraba rumbo a la aldea Manaquil”. El señor Dionisio Serrano, padre de Ernestina y Erlinda, y sus hijos Enrique,
Suyapa (quien llevaba a su bebé de seis meses), Ernestina y Erlinda Serrano Cruz se dirigieron con un grupo de pobladores
a las montañas, rumbo al caserío “Los Alvarenga”, al cual llegaron después de caminar durante tres días, y en donde se
escondieron por el mismo período de tiempo, a pesar de que les faltaba agua y alimentos. La señora Suyapa Serrano Cruz
decidió apartarse del lugar donde se encontraban su padre y hermanas, para no ponerlos en riesgo, debido a que su bebé
lloraba, y se escondió junto con su hijo en un lugar cercano. El señor Dionisio Serrano y su hijo Enrique fueron a buscar
agua a una quebrada cercana “por insistencia de sus hijas”. Al quedarse solas, las niñas Ernestina y Erlinda comenzaron a
llorar y fueron descubiertas por “las patrullas de militares”. Según indicó la Comisión, la señora Suyapa Serrano Cruz tenía
certeza de que los soldados se llevaron a sus hermanas, debido a que escuchó cuando un soldado preguntó a otros si
debían llevarse a las niñas o matarlas, a lo cual otro soldado respondió que se las llevaran. En cuanto se dejaron de
escuchar ruidos, la señora Suyapa empezó a buscar a sus dos hermanas y luego volvió su padre, quien también las buscó
en los alrededores del lugar en el cual las había dejado.

3. Subsumir la relación fáctica en el Marco Legal.

4.Soluciones factibles del caso:

Aceptar el reconocimiento parcial de responsabilidad internacional efectuado por el Estado y manifestado que existió
violación de los derechos a la libertad personal, a la integridad personal y a la vida, reconocidos en los artículos 7.1, 5.1 y
4.1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, respectivamente, en relación con la obligación general de
garantía contemplada en el artículo 1.1 de la misma, en perjuicio del defensor de derechos humanos Jesús María Valle
Jaramillo.

Aceptar el reconocimiento parcial de responsabilidad internacional efectuado por el Estado y manifiesta que existió
violación de los derechos a la libertad personal y a la integridad personal, reconocidos en los artículos 7.1 y 5.1 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos, respectivamente, en relación con la obligación general de garantía
contemplada en el artículo 1.1 de la misma, en perjuicio de la señora Nelly Valle Jaramillo y del señor Carlos Fernando
Jaramillo Correa.

Aceptar el reconocimiento parcial de responsabilidad internacional efectuado por el Estado y manifiesta que existió
violación del derecho a la integridad personal, reconocido en el artículo 5.1 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, en relación con la obligación general de garantía contemplada en el artículo 1.1 de la misma, en perjuicio de
María Leticia Valle Jaramillo, Ligia Valle Jaramillo, Luzmila Valle Jaramillo, Magdalena Valle Jaramillo, Romelia Valle
Jaramillo, Marina Valle Jaramillo, Darío Valle Jaramillo, Octavio Valle Jaramillo, Alfonso Montoya Restrepo, Luis Fernando
Montoya Valle, Gloria Lucía Correa, Carlos Enrique Jaramillo Correa, María Lucía Jaramillo Correa, Ana Carolina Jaramillo
Correa, Jesús Emilio Jaramillo Barrera, Adela Correa de Jaramillo, Blanca Lucía Jaramillo Correa, Romelia Jaramillo Correa,
Nellyda Jaramillo Correa, José María Jaramillo Correa, Luis Eugenio Jaramillo Correa, Gloria Elena Jaramillo Correa y
Adriana María Jaramillo Correa.

Aceptar el reconocimiento de responsabilidad internacional efectuado por el Estado y manifiesta que existió violación del
derecho de circulación, reconocido en el artículo 22.1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, en relación
con la obligación general de garantía contemplada en el artículo 1.1 de la misma, en perjuicio de Carlos Fernando Jaramillo
Correa, su cónyuge Gloria Lucía Correa, su hijo Carlos Enrique Jaramillo Correa y sus hijas, María Lucía Jaramillo Correa y
Ana Carolina Jaramillo Correa.

Aceptar el reconocimiento parcial de responsabilidad internacional efectuado por el Estado y manifiesta que existió
violación de los derechos a las garantías judiciales y a la protección judicial, reconocidos en los artículos 8.1 y 25.1 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos, respectivamente, en relación con la obligación general de garantía
contemplada en el artículo 1.1 de la misma, en perjuicio de Nelly Valle Jaramillo, Alfonso Montoya Restrepo, Luis Fernando
Montoya Valle, Carlos Fernando Jaramillo Correa, Gloria Lucía Correa, Carlos Enrique Jaramillo Correa, María Lucía
Jaramillo Correa, Ana Carolina Jaramillo Correa, Jesús Emilio Jaramillo Barrera, Adela Correa de Jaramillo, Blanca Lucía
Jaramillo Correa, Romelia Jaramillo Correa, Nellyda Jaramillo Correa, José María Jaramillo Correa, Luis Eugenio Jaramillo
Correa, Gloria Elena Jaramillo Correa, Adriana María Jaramillo Correa, María Leticia Valle Jaramillo, Ligia Valle Jaramillo,
Luzmila Valle Jaramillo, Magdalena Valle Jaramillo, Romelia Valle Jaramillo, Marina Valle Jaramillo, Darío Valle Jaramillo y
Octavio Valle Jaramillo.

4. Argumentos jurídicos:

1. El Estado violó el derecho a la integridad personal reconocido en el artículo 5.1 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, en relación con la obligación general de garantía contemplada en el artículo 1.1 de la misma, en
perjuicio de Blanca Inés Valle Jaramillo, Gonzalo de Jesús Jaramillo Correa, Juan Guillermo Valle Noreña, John Jairo Valle
Noreña y Luz Adriana Valle Noreña.

2. No se ha comprobado en el presente caso la violación del derecho a la integridad personal reconocido en el


artículo 5.1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, en relación con la obligación general de garantía
contemplada en el artículo 1.1 de la misma, en perjuicio de las siguientes personas: Mauricio Alberto Herrera Valle, Claudia
Helena Herrera Valle, Liliana María Herrera Valle, Berta Lucía Valle Noreña, Adriana María Londoño Del Valle, Ana María
Valle Villegas, Andrés Felipe Valle Villegas, Claudia María García Valle, Diana Patricia García Valle, Francisco Javier García
Valle, Franklin Henao Valle, Fredy Henao Valle, Jairo Alberto Londoño Del Valle, Jeannette Henao Valle, John Alberto
Henao Valle, Juliana Patricia Londoño Del Valle, María Victoria García Valle y Marta Luz García Valle (familiares de Jesús
María Valle Jaramillo); y de Alejandro Jaramillo Mejía, Ana Catalina Hoyos Jaramillo, Andrés Felipe Ochoa Jaramillo, César
Augusto Jaramillo Gutiérrez, Diego Alejandro Ochoa Jaramillo, Gabriela Gómez Jaramillo, Jorge Mario Jaramillo Gutiérrez,
José Miguel Jaramillo Gutiérrez , Juan Camilo Jaramillo Gutiérrez, Juan Gonzalo Jaramillo Mejía, Juliana Jaramillo Tobón,
Luis Jairo Jaramillo Gutiérrez, Luisa María Gómez Jaramillo, María Isabel Jaramillo Mejía, Oscar Fernando Hoyos Jaramillo,
Luis Santiago Jaramillo Tobón y Victoria Alejandra Gómez Jaramillo (familiares de Carlos Fernando Jaramillo Correa).

3. No se ha comprobado en el presente caso la violación del derecho a la protección de la honra y de la dignidad,


reconocido en el artículo 11.1 y 11.2 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos.

4. No se ha comprobado en el presente caso la violación del derecho a la protección de la familia, reconocido en el


artículo 17 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos.

5. No corresponde pronunciarse acerca de la alegada violación de los derechos a la integridad personal, a la libertad
de pensamiento y de expresión y a la libertad de asociación, reconocidos en los artículos 5, 13 y 16 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, respectivamente, en perjuicio de los defensores y las defensoras de derechos
humanos, al no ser estas presuntas víctimas en el presente caso.

6. No se ha comprobado en el presente caso la violación del derecho a la libertad de pensamiento y de expresión,


reconocido en el artículo 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos.

You might also like