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2 LA JUVENTUD DEL SIGLO XXI

El adolescente del siglo XXI está inmerso en una crisis de identidad consigo mismo y
con el entorno. Por un lado, tiene problemas para encontrarse a sí mismo, demostrarse
independiente y con un papel en la sociedad y, por otro, para explorar el mundo exterior
y adoptar nuevas formas de pensar y de sentir. En nuestra cultura occidental el joven
requiere grandes períodos de preparación hasta incorporarse al mundo laboral y se
mantienen en un período de moratoria en el que no se es un niño pero tampoco se es
un adulto y no encaja bien en ninguno de los dos mundo. Nuestros adolescentes viven
en esta etapa de una forma indefinida, angustiados, intentando resolver multitud de
problemas y buscando su lugar, es decir, buscando su identidad.

En la era de la globalización, "la etapa de adolescencia ha perdido su característica


definitoria de transitoriedad y ha tomado el rumbo de una juventud social prolongada,
postergándose su progreso hacia la condición de adulto" (Gidenns, 2000).

Se encuentran inmersos en una sociedad abocada al consumismo, a la búsqueda del


bienestar y a la evitación de lo incómodo dónde el acceso a la plena inserción laboral se
ralentiza muchísimo, surgen nuevas ocupaciones del tiempo libre vinculadas a formas
colectivas programadas de evasión y hay una inmersión en un mundo digitalizado
dónde el adolescente fomenta la comunicación interpersonal a través de
"cyberintermediarios", tecnificándose así sus vínculos relacionales.

Los ritos de paso propios de la cultura juvenil, que marcan el tránsito a la vida adulta,
han ido multiplicándose y disolviéndose, siendo cada vez más inespecíficos, siempre
marcados por el grupo de iguales y de una profunda resistencia a la tradición.

Proliferan los obstáculos u omisiones de las condiciones facilitadoras que podrían


satisfacer las necesidades de emancipación social. Los jóvenes demandan una plena
inserción a través del trabajo en un mundo en el que la inestabilidad y la movilidad
laboral, el rediseño de los puestos de trabajo o la demanda de profesionales pueden
conducir a una persistente sensación de incertidumbre psicosociológica.
3. LA JUVENTUD EN MÉXICO

La difícil realidad de la juventud mexicana

Académico de la UNAM explicó a través de cifras y datos la realidad de los jóvenes


mexicanos hoy día, alertando sobre la situación de "exclusión, marginación y
desventaja" que vive este sector poblacional.

35 por ciento de la población en México es joven; siete millones de ellos no estudian ni


trabajan; 10 millones están en edad de asistir al bachillerato y a la universidad y no lo
hacen; 65 por ciento de los desempleados es joven; uno de cada tres vive en situación
de pobreza; más de seis millones participan en el narcotráfico; 60 por ciento de las
personas encarceladas es menor de 30 años, y 220 mil jóvenes emigra cada año, 22.3
por ciento de los jóvenes muestra un nulo interés por la política y las elecciones; las
víctimas de la guerra contra el narcotráfico son en su mayoría jóvenes; y uno de cada
cuatro jóvenes es víctima de violencia en diferentes ámbitos.

El psicólogo y antropólogo social externó su preocupación por la situación “de


exclusión, marginación y desventaja” que padecen los jóvenes, y lamentó que la
incertidumbre respecto de su futuro les provoque desesperanza, frustración, malestar
social y un rechazo al estudio y al trabajo.

“Lo que le pasa a los jóvenes en términos generales es un reflejo de lo que pasa en el
país, por ello no se puede hacer una reflexión de México sin sus jóvenes”, señaló el
académico.

Es necesario invertir en las problemáticas que más se están expresando en la juventud,


como la violencia en los diferentes ámbitos; en este aspecto hay que invertir en el
espacio público para recuperar el tejido social con programas culturales, deportivos y
sociales.
4. EL PAPEL DE LOS JOVENES EN EL DESARROLLO DE LA CULTURA EN MÉXICO

Nota del editor: María Teresa Uriarte es coordinadora del departamento de difusión
cultura en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

¿Qué hacer en cultura en un país que tiene 6 millones de analfabetas? ¿Llevar cultura
a los grupos indígenas de México? O mejor aún, establecer en el sistema educativo de
los estados en que se hablan lenguas indígenas la obligatoriedad en los niños de
aprender al menos los conceptos básicos de esas lenguas, que son marginadas y no —
como debieran— un medio de valoración de la riqueza cultural que tiene nuestro país,
de la cual hacemos gala continuamente y que en realidad no han sido más que un
instrumento de discriminación.

Hay numerosos escritos sobre la necesidad de vincular a la cultura con la educación.

¿Cómo perdimos en México esa conexión de la educación con la cultura? ¿Sería


utópico pensar que nuestros niños y jóvenes tendrán acceso al mundo maravilloso de
las artes desde la edad más temprana?

La estimulación del hemisferio derecho del cerebro está comprobado que genera un
incremento de la creatividad que se refleja en todas las facetas de la actividad cerebral,
no solo en la relacionada con las artes sino con las matemáticas, las ciencias o la
economía. Diferentes universidades en el mundo incorporan al quehacer cultural como
parte de su currículo.

Me parece que la estimulación de la creatividad y la enseñanza de las ciencias no


pueden ser actividades disociadas, sino todo lo contrario. En México debemos crear
una red de centros de ciencias serios y bien diseñados, no solo ludotecas. Creo que los
museos en México están desaprovechados y es necesario tener una red nacional de
museos que englobe a los centros de ciencias con los de historia o arqueología para
permitir que el visitante tenga una idea más cercana a la realidad de un conocimiento
completo y no fragmentado, tal y como lo es en la mente humana.

Estoy convencida de que la enseñanza de las artes como parte integral de la vida
escolar es factible con base a los números de egresados de las escuelas de arte que
hay en el país. Un sistema nacional de enseñanza de coros y de música es algo que
también puede iniciar relativamente pronto.

La cultura no puede estar separada de la educación y los diferentes grupos sociales de


México deben formar parte de las enseñanzas más valiosas.
5. EL PATRIMONIO DE MI COMUNIDAD

Más antigua que la misma Tenochtitlan, la población de Iztacalco, fundada en 1309, fue
un importante puerto de tránsito para las canoas y trajineras que surcaban el Canal de
la Viga para proveer de alimentos a la ciudad de México. Su conformación urbana
original, a base de chinampas y canales de agua, se traduce hoy en día en sus calles y
estrechos callejones de trazo irregular. Iztacalco significa “casa u horno donde se
procesa la sal”, lo que hace referencia a las aguas salinas del lago de Texcoco que
rodeaban al islote. Durante su largo peregrinaje por la cuenca de México, los mexicas
establecieron su penúltima residencia en el islote de Iztacalco, antes de fundar
Tenochtitlan.

En Iztacalco las leyendas son parte del patrimonio intangible. Doña Clara Hernández
nos habló de la mítica Llorona: “Dice mi esposo que le salía una muchacha muy bonita
vestida de blanco, que iba caminando por el centro en la noche. Todos los
trasnochadores la veían y ella los invitaba a seguirla. Entonces varias personas se
perdieron. Esa joven se metía de pronto a una casucha en un rancho llamado Siete
Árboles, y allá iban los muchachos, y pudieron verla sin ropa, desnuda, pero después
se convertía en una calavera con el pelo largo. Muchos murieron del susto, los que
sobrevivieron pudieron contar este hecho”.

La fiesta religiosa más importante de Iztacalco es la Procesión del Corpus. Por lo


general comienza a la una de la tarde con el lanzamiento de cohetones y campanas al
vuelo. Durante el Santo Jubileo, el 22 de agosto, se juntan todos los habitantes y ponen
portadas florales en sus templos. Ésta es una de las tradiciones más sólidas de
Iztacalco, heredada de generación en generación. La creatividad se manifiesta en los
armazones de madera, la combinación de colores, el diseño de la portada y el hábil
manejo de las flores, semillas, frutas, dulces y hasta juguetes que la conforman. Un sitio
de gran tradición en el Pueblo de Ixtacalco es la pulquería Los hombres sin miedo,
ubicada en calzada De la Viga 765, en el Barrio de San Francisco Xicaltongo.
6. PATRIMONIOS CULTURALES DE LA CIUDAD DE MÉXICO

a) Plaza de las tPocos sitios en México concentran tanta historia como Tlatelolco. Las
ruinas de lo que solía ser el mercado más importante del imperio mexica, hoy forman
parte de la llamada Plaza de las Tres Culturas, sitio de encuentro entre las diferentes
etapas históricas y constructivas de México: la prehispánica, la colonial y la moderna.

Una vez consumada la Conquista, los colonizadores españoles se dieron a la tarea de


borrar cualquier vestigio de la arquitectura prehispánica; fue así como edificaron la
iglesia y el convento de Santiago en 1527 sobre los templos y palacios del antiguo
mercado indígena de Tlatelolco.

Con la llegada del siglo XX , y la continua expansión de la Ciudad de México, se decidió


construir a un costado de la plaza una enorme unidad habitacional que pasó a formar
parte del paisaje urbano en esta zona.

Acontecimientos históricos

La Plaza de las Tres Culturas ha sido escenario de algunos de los momentos más
desgarradores de la historia de México.

El primero se remonta a la última resistencia indígena contra el asedio de los


españoles, cuando la heroicidad de los guerreros mexicas se mantuvo durante 80 días
detrás de las murallas de Tlatelolco, hasta que el emperador Cuahutemoc fue apresado
por los colonizadores dando fin a los días de gloria mexica.

El segundo acontecimiento tuvo lugar en 1968, cuando el Gobierno ordenó la represión


contra de una multitud de estudiantes que se manifestaban de manera pacífica en la
Plaza de las Tres Culturas. De este suceso se derivaron desapariciones forzadas,
encarcelamiento, torturas y persecuciones políticas contra los líderes del llamado
Movimiento del 68.

Años más tarde, la mañana del 19 de septiembre de 1985, un terremoto de 8.5 grados
Richter devastó la Ciudad de México, dejando miles de víctimas mortales entre los
escombros de los edificios derrumbados en la unidad habitacional de Tlatelolco, justo
frente a la Plaza de las Tres Culturas

Origen mitológico de Tlatelolco

La mitología de este sitio hace alusión a dos envoltorios sagrados otorgados por el dios
Huitzilopochtli a las tribus de los mexicas – tenochcas y los mexicas – tlatelolcas
durante su peregrinaje, desde la legendaria ciudad de Aztlán hasta el Valle de México,
en busca de la tierra prometida.
Uno de los envoltorios contenía una piedra resplandeciente, mientras que el segundo
cubría un par de palos para producir fuego; posteriormente, Huitzilopochtli asignó a
cada una de las tribus su respectivo envoltorio. Fue así como le ordenó al bando en
posesión de la piedra, la fundación de Tlatelolco, mientras que el segundo se encargo
de edificar Tenochtitlán.

Zona arqueológica

La fundación de Tlatelolco se calcula hacia el año 1337, casi a la par de Tenochtitlán en


1325. Ambas ciudades constituyeron los dos asentamientos urbanos más importantes
del Imperio mexica.Tlatelolco fungió como el principal receptáculo de comercio, pues a
su gran mercado arribaban productos provenientes de todas las regiones dominadas
por los mexicas.

Cuando los españoles llegaron por primera vez a este sitio, quedaron maravillados por
la organización y la variedad de productos que se comercializaban en Tlatelolco. Los
cronistas europeos narran la existencia de autoridades indígenas dentro del mercado,
cuya función consistía en solucionar los conflictos mercantiles entre compradores y
vendedores. También hacen referencia a la utilización de semillas de cacao como
moneda de cambio.

Los trabajos de rescate en la zona arqueológica dan cuenta de 60 estructuras entre


templos, palacios y altares. Algunos de los edificios prehispánicos más importantes de
Tlatelolco son el Templo Calendárico, el cual contiene una serie de glifos con
representaciones del calendario ritual y de los dioses del tiempo, y el Templo Mayor,
asociado al de Tenochtitlán por la similitud arquitectónica que guarda con este último.
b) ZOCALO CAPITALINO

La plaza de la Constitución, informalmente conocida como El Zócalo, es la plaza


principal de la Ciudad de México. Junto con las calles aledañas, ocupa una superficie
casi rectangular de aproximadamente 46 800 m² (195 m x 240 m). Se le denominó así
en honor a la Constitución de Cádiz promulgada en 1812.

El Zócalo está localizado en el corazón de la zona conocida como Centro Histórico de la


Ciudad de México, en la delegación Cuauhtémoc. Su localización fue escogida por los
conquistadores para ser establecida en un área cercana a lo que anteriormente era el
centro político y religioso de México-Tenochtitlan, capital de los mexicas. Está rodeado
por la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México al norte, el Palacio Nacional, sede
del Poder Ejecutivo Federal, al este, y el Antiguo Palacio del Ayuntamiento y el Edificio
de Gobierno (réplica del anterior, ambos del Gobierno de la Ciudad de México sede del
Poder Ejecutivo local) al sur. Al oeste la plaza está rodeada por edificios comerciales
(como el Portal de Mercaderes), administrativos y hoteles. En la esquina noreste de la
plaza, se encuentra el Museo del Templo Mayor, la Plaza Manuel Gamio, así como la
estación Zócalo de la Línea 2 del Metro.

Desde la época mesoamericana, ha sido sede de hechos importantes en las diversas


etapas de la historia de México, así como sitio de concentración y de manifestaciones
sociales y culturales. Durante cinco siglos de historia ha sufrido cambios en los
elementos y edificios que le rodean y le constituyen. La fisonomía actual data de los
años sesenta.

El Zócalo más allá de ser la sede del poder político, económico y religioso de México,
así como de ser un espacio donde se mezclan el pasado indígena y virreinal, con más
de 4 siglos de historia, es también el lugar donde el pueblo de México se reúne para
celebrar fiestas o manifestaciones y han ocurrido hechos históricos de importancia; en
el virreinato se realizaron proclamaciones de virreyes o sublevaciones como la de 1692
y en la época independiente se realizaron celebraciones del día de la Independencia, y
el espacio fue tomado por el Ejército de los Estados Unidos en 1847. El siglo XX
presenció hechos como la toma de la plaza como parte de la Decena Trágica, múltiples
manifestaciones políticas, celebraciones de asunciones presidenciales, eventos anuales
multitudinarios como el Grito de Dolores y el desfile conmemorativo de la Revolución
mexicana así como hechos relevantes del Movimiento Estudiantil de 1968. A partir de
19971 la plaza dio paso a un mayor número de celebraciones populares de tipo cultural,
deportivo y del entretenimiento, principalmente conciertos masivos.

La plaza, al ser parte del Centro Histórico, está considerada como Patrimonio Cultural
de la Humanidad.
Origen del nombre

A lo largo de su historia, la plaza ha tenido otros nombres oficiales, incluyendo Plaza de


Armas, Plaza Principal, Plaza Mayor y Plaza del Palacio. Recibió el nombre actual
durante el virreinato, en 1813, porque fue allí donde en Nueva España se juró la
Constitución Española, promulgada en Cádiz el año anterior.

A la plaza central de la ciudad se le conoce comúnmente como Zócalo, porque en 1843,


Antonio López de Santa Anna convocó a un concurso para realizar un monumento
conmemorativo por la Independencia de México, resultando ganador Lorenzo de la
Hidalga, quien proyectó la construcción de una columna al centro de la plaza. De ésta
sólo se colocó el zócalo o base, pues el monumento nunca se concretó; el zócalo
permaneció en el lugar por varios años. Desde entonces la plaza adoptó el nombre,
también, de Zócalo. Esta es la segunda plaza más grande del mundo y la primera entre
los países de habla hispana.
C) BOSQUE DE CHAPULTEPEC

El Bosque de Chapultepec es un parque urbano localizado en la delegación Miguel


Hidalgo, en la Ciudad de México (México). Es uno de los mayores en su tipo en el
hemisferio occidental, con una superficie de 678 ha. Chapultepec está dividido en tres
secciones y alberga algunos de los sitios turísticos más importantes de México, como el
Museo Nacional de Antropología. Cuenta con dos lagos artificiales, espacios deportivos
y numerosas fuentes. Por todo esto, constituye uno de los lugares más visitados por los
capitalinos y por los turistas que llegan a la ciudad de México.

La administración del parque recae directamente en la Secretaría del Medio Ambiente


del Distrito Federal (SMA), a través de la Dirección General de Bosques Urbanos. El
Bosque de Chapultepec se encuentra incluido desde 2001 en la lista indicativa de los
bienes candidatos a ser reconocidos como Patrimonio de la Humanidad en México.

En la zona poniente del lago de Texcoco inicia una suave pendiente que da inicio a la
Sierra del Monte de las Cruces en cuya confluencia con las aguas del lago se presentó
una elevación rocosa alargada de poniente a oriente llamada Cerro del Chapulín o
Chapultepec en náhuatl este cerro era aparte del Peñón de los Baños los únicos
promontorios elevados del centro del Valle de México en la zona centro ya que al sur se
encontraban los aún mayores de la sierra de Santa Catarina y al norte los de la sierra
de Guadalupe; en las laderas de la sierra se presentaba un fenómeno un poco inusual
ya que las tierras estaban formadas por deslizamientos de arena, la cual retenía pocos
nutrientes y era al parecer pobre para la agricultura y el crecimiento espontáneo de
plantas, esta pobreza parece ser el motivo por el cual el señor de Azcapotzalco permitió
a los mexicas asentarse en la zona donde vivieron con penurias aunque con la ventaja
de tener fuentes de agua dulce que brotaban en la zona sur del cerro de Chapultepec.
Aunque los primeros rastros de actividad humana en Chapultepec se remontan a hace
más de tres mil años.

En la época de los mexicas se menciona que en este lugar se presentaron portentos


que precedieron a la fundación de México-Tenochtitlan, como un blanqueamiento de
todo lo cercano a los manantiales. Es así que al fundarse México-Tenochtitlan la zona
presentaba dos asentamientos, uno en la cercana Tacubaya y el otro en la ladera
oriente del cerro, en la zona cercana a la Puerta de los Leones. Es a partir de esta
población que el área empieza a transformarse con los cultivos y la instauración de un
jardín botánico por parte del Huey Tlatoani Moctezuma Ilhuicamina, mismo que manda
plantar varios ahuehuetes en las cercanías de los manantiales que brotaban del cerro
de Chapultepec de los cuales aún quedan algunos en pie.

Es al parecer la construcción de un acueducto para llevar las aguas hasta la ciudad de


México-Tenochtitlan que se presenta la oportunidad para los mexicas de liberarse del
vasallaje con Azcapotzalco, ya que estos en un primer intento de construirlo no
pudieron hacerlo y solicitaron al señor de Azcapotzalco el realizar la obra, lo que fue
tomado por el pueblo Tepaneca como una afrenta, esto desencadeno la guerra y la
consiguiente victoria de Texcoco y México-Tenochtitlan, que como aliados se
repartieron a los pueblos que antes rendían vasallaje a Azcapotzalco a esta alianza
luego se incorporó Tacuba creando la Triple Alianza.

Ya bajo el control mexica la zona de Chapultepec fue cuidada por los mexicas al ser su
principal fuente de agua dulce, junto con los acueductos provenientes de Coyoacán y
Xochimilco, la cual conducían por un acueducto que corría a lo largo de la hoy llamada
Avenida Chapultepec, estos crearon una zona protegida alrededor del cerro en la cual
fueron creando un bosque con la plantación de árboles y especies vegetales
provenientes de otras zonas del imperio. Este acueducto se basaba en la gravedad y se
alimentaba de varios manantiales los cuales eran conducidos a pozas para permitir
regular el flujo por el acueducto, de estas pozas el hoy llamado Baño de Moctezuma es
el único ejemplo que existe y cerca de él se halla el único manantial que aun existe en
las faldas del cerro. En la misma época se construyó en la cima del cerro un adoratorio
del cual poco se sabe pero se conoce que en las rocas de las faldas se esculpieron las
figuras de varios gobernantes y principales mexicas como el caso de Moctezuma
Ilhuicamina y Tlacaélel, estas obras fueron dirigidas y financiadas por el Huey Tlatoani
de Texcoco Nezahualcoyotl al cual le fue permitido vivir en el Bosque.
7.COMO PROTEGER LOS PATRIMONIOS CULTURALES

Hoy día, el país cuenta con experiencias como las del Fondo Nacional para la Cultura y
las Artes, que ha canalizado el interés del sector empresarial respecto de esta tarea,
actuando como gestor ante él para la obtención de recursos y como mecanismo
financiero encargado de hacer deducibles de impuestos las aportaciones que las
propias instituciones culturales gestionan ante la iniciativa privada; el Fondo Nacional
Arqueológico, como modelo de una acción estratégica, tendente a modernizar campos
específicos del estudio y la preservación de nuestro patrimonio y llevar a cabo trabajos
de rescate y conservación de largo alcance; la Comisión Nacional para la Preservación
del Patrimonio Cultural, que promueve la organización y participación de la sociedad
civil a nivel estatal, municipal y local para la protección del patrimonio de las
comunidades respectivas; canales como el Programa " Adopte una Obra de Arte", que
propone a futuros mecanismos un modelo de participación de las comunidades en la
recuperación y conservación de bienes específicos determinados por ellas; la
Federación Mexicana de Asociaciones de Amigos de los Museos, que con su
fortalecimiento refleja la acción creciente de estas agrupaciones de la sociedad civil en
la preservación, el incremento y la difusión de nuestro patrimonio cultural; así como
muchos otros mecanismos que hacen posible la participación de todos los sectores de
la sociedad en el cuidado de su patrimonio.

Hoy más que nunca, ante la plena conciencia de la vastedad y pluralidad de nuestro
patrimonio cultural, y frente al acrecentamiento del sentido de pertenencia, de
compromiso hacia las generaciones futuras y del símbolo permanente que ese
patrimonio es de nuestra aspiración a subsistir como una nación unida en la diversidad,
y consciente de su historia, su conservación entraña una participación colectiva,
democrática, que refleje puntos de vista plurales y, sobre todo, los de las comunidades
a las que por tradición y proximidad pertenece en primer término el patrimonio.

Sólo con esa colaboración las instituciones y hombres de cultura, comprometidos con
esta tarea, podrán hacer frente a antiguas y nuevas necesidades que en los más
diversos terrenos se presentan, desafiando la creatividad y la capacidad de trabajo de
quienes reconocen en el patrimonio cultural una base firme y un punto de referencia
esencial en la evolución y el avance de México.
1. EL PAPEL DE LOS JOVENES EN SU COLONIA, BARRIO

Los jóvenes son un factor determinante en el cambio de las sociedades en todos los
rubros. En lo económico, lo educativo, la salud, la ciencia y la tecnología, entre otros,
este sector de la población busca participar activamente con el objetivo de transformar
su presente y, la energía que en ellos se encuentra, es indispensable para los
proyectos que requieren de urgente aplicación, como los que tienen que ver con el
medio ambiente.

En el 2005, la Organización de las Naciones Unidas manifestó que la colaboración de


los jóvenes en el cuidado del medio ambiente y los recursos naturales es de vital
importancia y, por ello, hizo un llamado para que en los pueblos del mundo se evitara
poner en riesgo la vida e integridad de estos seres, para que se comprometieran a
ofrecerles un entorno apropiado y les otorgaran las herramientas necesarias para salir
adelante, entre otros.

En lo que al cuidado de la Tierra se refiere, muchas organizaciones en el mundo están


formadas por jóvenes y de ellas emanan programas y proyectos que involucran a las
autoridades, a políticos, académicos, adultos y niños, con el objetivo de crear una
conciencia conjunta sobre lo que ocurre en su entorno.

Diversas encuestas manifiestan que ellos prefieren la organización desde la sociedad


civil y optan por actividades relacionadas con la cultura, la ecología y la educación. Han
dejado clara su preocupación por el entorno y su interés en participar en acciones
ambientalistas. Cuidar el agua, evitar el uso de aerosoles, promover el uso de la
bicicleta y reciclar o separar la basura, son temas de su interés. En Estados Unidos, en
el 2007, una medición arrojo que la mitad de los encuestados afirmó que el deterioro del
planeta les asustaba; casi dos tercios de los encuestados dijo que su generación sería
más responsable con su medio ambiente que las anteriores, y casi todos pensaban que
tendrían tiempo para reparar el daño que se le había hecho al planeta. Ellos piensan
que las corporaciones deberían estar sujetas a un código ético obligatorio en relación
con el impacto que causan al medio ambiente, muchos están dispuestos a adquirir
productos ecológicos y que de la mano de expertos ayudarían a su entorno.

La mitad de la población en México tiene 26 años o menos, uno de cada cuatro que
vive en el país tiene entre 15 y 29 años y, hay 92 hombres por cada 100 mujeres entre
los 25 y los 29 años de edad. En las colonias, las escuelas, los deportivos, en las redes
sociales, los jóvenes están marcando un precedente de compromiso con la naturaleza.
Es deber de la población adulta apoyar y conducir el impulso juvenil hacia planes de
conservación ambiental, hacia políticas de desarrollo, que repercutirán en una mejor
calidad de vida. La juventud es observadora de su hábitat y es sensible a los problemas
ambientales.

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