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Luis A.

Fallas

,
Homenaje a Angel J. Cappelletti
In memoriam

Conocimos al Or. Ángel J. Cappelletti cuando tiempo a dar a conocer aristas antiguas descuida-
se le invitó a ofrecer un curso (sobre el epicureís- damente olvidadas por nuestras gentes, y nos re-
mo) para el restablecimiento del doctorado en Fi- cordaba a los que fuimos estudiantes suyos cómo
losofía en nuestra universidad. Algunos habíamos no debíamos dejar publicar a este propósito. [Aun-
tenido la oportunidad de leer unos pocos artículos que su trabajo nos sobrepasaba de manera excesi-
suyos y uno que otro libro, pero en general prácti- va: no parecía descansar, como sabiendo que mu-
camente se le desconocía; como parece ser habi- cho tiempo no le quedaba, al punto de que el pro-
tual en nuestros medios académicos, donde tende- verbio latino nulla dies sine linea parecía quedár-
mos sólo a mirar hacia el norte, como si el sur fue- sele corto (en el mes en que estuvo en estas tierras
se menos, quizás como si el Tapón del Darién si- centroamericanas terminó de escribir al menos dos
guiese inexpugnable. Luego conversando con él artículos para revistas, a más de haber hecho una
nos vinimos a dar cuenta no sólo del extraordina- significativa investigación sobre el aporte a la filo-
rio manejo de la filosofía que poseía, sino también sofia por parte de nuestro país; todo ello junto al
de su copiosísima producción bibliográfica (en ese ciclo de charlas que se le pidió ofreciese.)].
momento decía tener publicados al menos 82 li- No obstante, la atención a la comunicación no
bros y cerca de 1000 artículos en revistas: Si es obviaba de ninguna manera la calidad y la riguro-
que diésemos crédito al conocido aforismo bíblico sidad de su trabajo. Para mostrarlo tomemos hoy
"por sus obras los conoceréis", bien lejos estaría- un ejemplo en su faceta como estudioso del pensa-
mos de creernos ese juicio de que "conocimos al miento antiguo: el libro La filosofía de Anaxágo-
Dr. Cappelletti".) ras (Sociedad Venezolana de Filosofía, Caracas,
Heredero del rigor y la erudición que aprendió 1984) a mi modo de ver, lo mejor que escribió en
de su maestro Rodolfo Mondolfo, este argentino, este campo.
en ese momento radicado en Venezuela, tenía un Este desdichadamente poco difundido texto
manejo extraordinario de los pensadores griegos muestra el esfuerzo por dar a conocer la filosofia
antiguos, además parecía asumir con una admira- de uno de los más grandes presocráticos, pero no
ble pasión su estudio: cosas que no conocíamos en en la simpleza de la mera transmisión de sus ca-
el típico filósofo latinoamericano. De hecho más racterísticas generales, sino en y desde la comple-
allá de lo que se ha producido en los últimos años ja erudición de la filología y filosofía desarrolla-
en Argentina, específicamente sobre estudios pla- das por lo común en la región europea. Un libro
tónicos, no llegábamos siquiera a imaginar el ca- que aparenta decirlo todo, hasta lo que el especia-
mino trazado por algunos de nuestros hermanos lista encontraría vano: "No se desdeñe una infor-
del sur en este campo. mación que a ciertos críticos europeos pueda pare-
Pese ello, mucho de la labor de nuestros estu- cer superflua, pero que es indispensable al lector
diosos americanos del pensamiento antiguo está latinoamericano, muy alejado por lo general de las
más en la línea de la difusión, que en la de un sig- fuentes" (prólogo).
nificativo aporte a nuevos senderos. De hecho el Allí lo primero que nos ofrece el profesor
profesor Cappelletti dedicaba buena parte de su Cappelletti es una traducción de los textos de la

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XXXVI (88/89),393-396,1998


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amplia doxografía anaxagórica y los fragmentos Ó~oLo~EPTÍCnota 26): cita aquí al menos los si-
probablemente auténticos, conforme al orden esta- guientes filósofos y autores: Aristóteles, Platón,
blecido por Diels y Kranz [conocemos en español Diels, Lucrecio, Simplicio, Aecio, Diógenes Laer-
otras versiones, pero la mayoría incompleta: de cio, Epicuro, Sexto, Plutarco, Filopón y Temistio;
hecho no existe una traducción bien llevada del entre los modernos a Schleiermacher, Ritter, He-
trabajo de estos alemanes; versiones como la pu- gel, Breier, Zeller, Huit, Burnet, Mondolfo, Den-
blicada por la editorial Gredas, Los filósofos pre- tler, Ross, Tannery, Schaubach, Marbach, Zevort,
socráticos (1978-1980), son esfuerzos excelentes Dümmler, Heize, Covotti, Calvetti, Cornford,
(por cierto realizada por especialistas argentinos), Bloch, Cirunelli, Peck, Mathewson, Gomperz,
pero que quizás muestran la ostentación de esta- Munro y Guthrie. Respecto de la valoración sobre
blecer órdenes y escoger los textos que mejor les la palabra al final toma partido en favor de atri-
parecen, sin que se llegue a un estudio exhaustivo. buírsela al mismo Anaxágoras [lo cual resulta
El profesor Cappelletti, quien buena parte de su muy curioso porque tanto los argumentos de unos
labor académica la dedicó a la enseñanza de las y otros son aparentemente insuficientes]. A este
lenguas clásicas, se muestra por lo que sabemos propósito es extraño encontrar en estas notas opi-
del griego como un excelente traductor. Lástimo- niones personales radicales, aquí aparece Cappe-
samente el texto no presenta los textos griegos; lletti como un escritor que no quiere apasionarse
aunque ello podría solventarse fácilmente en una en exceso por los adelantos históricos del pensa-
edición más cuidadosa del libro. dor que estudia, así como las posibles doctrinas
En paralelo a esta traducción se ofrece una validables en nuestro mundo contemporáneo, más
enorme cantidad de notas eruditas a los textos: de se sujeta al establecimiento consistente de las po-
los testimonios en número llegan 656 (80 páginas sibilidades interpretativas en las fuentes. Muchas
con la típica letra minúscula de las notas), de los de las notas hacen referencia a cuestiones divulga-
fragmentos a 76 (al menos ocho veces más de tex- tivas: el autor del texto, su importancia, etc., esto
to que lo que presentan dichos fragmentos: sólo las es lo que puede resultar más tedioso del texto,
notas al primer fragmento, que no supera las seis aunque es sumamente útil para el lego en la mate-
líneas, son cuatro apretadas páginas) [si sumamos ria, lo cual tratándose de un autor de esta clase es
estas a las notas que poseen los capítulos que luego lo común entre nosotros.
aparecen en este libro, el número sobrepasa las En la segunda parte del libro Cappelletti, titula-
1300 notas]. Este trabajo es dispar: se encuentran da "exposición de la vida, obra y pensamiento",
algunas reiteraciones que pueden resultar innecesa- desarrolla una explicitación general de las doctri-
rias; todo parece indicar que fue elaborado a lo lar- nas más conocidas del pensador clazomenio. De
go de mucho tiempo y quizás no está muy unifica- los ocho capítulos que constituye esta sección son
do (excepto desde el punto de vista doctrinario: las quizás los primeros cuatro los más interesantes, y
tesis interpretativas del pensador son llevadas con- muy en particular los relativos a los conceptos de
secuentemente). La bibliografía utilizada en la ela- materia y vOUS'. Según Cappelletti, el nous es un
boración de estas notas es quizás la mejor que se elemento material de características cuasi-divinas
podría esperar hasta fines de los años setentas: a que posibilita tanto una justificación mecánica co-
este propósito habrían textos claves para el desa- mo teleológica del desarrollo de la naturaleza. Por
rrollo de las mismas: las obras de Guthrie, Zeller (a su parte la famosa propuesta anaxagórea "todo está
quien consideraba todavía el más importante hele- en todo" la explicita así: en cada cosa hay infinitas
nista contemporáneo), Lanza, Cleve, Tannery, Za- cosas en una unidad originaria y prístina: cada cosa
firopulo, además de una infinidad de artículos de sintetizada y diversamente distribuida; recuérdese
revista (a este propósito don Ángel, según nos con- que lo que determina una cosa es el número de ho-
taba, tuvo la oportunidad de visitar gran cantidad meomerías semejantes, o semillas iguales.
de veces las más importantes bibliotecas euro- Esta serie de capítulos tienen un mismo estilo
peas). Por supuesto, la mayor parte de la bibliogra- de redacción, pero probablemente no estén pensa-
fía que maneja está escrita en alemán, inglés y dos como para constituir un solo libro, más bien
francés, lenguas que dominaba con solvencia. semejan artículos bien definidos y delimitados.
La mayor parte de este trabajo es erudito y fi- En efecto, el lector de la Revista Venezolana de
lológico: un solo ejemplo: su precupación por Filosofía encontrará que buena parte de los artí-
presentar todas las interpretaciones de la palabra culos los había ya publicado en esta misma. Los
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que tuvimos la oportunidad de ver trabajando al fía de altos quilates, el peldaño que permitirá lle-
profesor Cappelletti nos dimos cuenta de que esta gar al extremo del atomismo.
parecía ser su manera de estudiar y escribir. Den- Más, por otro lado, constituye Anaxágoras el
tro de esa diversidad que manejaba eruditamente primer gran filósofo que tiene cabida en Atenas, la
iba sacando a la luz desarrollos específicos: pun- ciudad que a mediano plazo se convertirá en me-
tuales estudios de algún autor o tema, que más pa- trópolis de la filosofía. Su fama como amigo de
recían compromisos con las distintas revistas o Pericles, después de una llegada desusual, con la
editoriales con las que entraba en relación, entre invasión de Jerjes (tendría unos 20 años de edad),
las que debemos por suerte contar a la nuestra. pero especialmente como filósofo que forma al
Más junto a esa capacidad de enfoque sumaba gran estadista, es fundamental, en la lectura de
siempre en algún momento la contextualización Cappelletti, para desarrollo del período de "las lu-
general que le daba el acabado debido y que de al- ces" griego: la ilustración tiene un primer faro ilu-
guna manera respondía a una concepción que tra- minador que llegaron a conocer con el mote de
taba de seguir consecuentemente. "nous", En efecto, su proposición de la inteligen-
Un libro como La filosofía de Anaxágoras no cia como principio fundamental del macro y mi-
es más que el fruto de una serie de estudios lleva- crocosmos, trae como consecuencia una superva-
dos por bastante tiempo sobre un autor que se pue- loración del espíritu: acaso correspondiente con lo
de unificar a partir de la elaboración de un aparato que más agrada al ateniense y muy a pesar de la
crítico como el que habría logrado en la primera que podría ser la intención del mismo Anaxágo-
sección. Para el iniciado en el estudio de estos me- ras. El reflejo más significativo de ese aprecio por
nesteres esa segunda parte es una breve reseña de la racionalidad quizás sea su ideal vital: el ~(os"
las consecuencias de lo dicho en las notas, reseña 8EWPTJTlKÓS' (posiblemente de origen pitagórico):
de carácter divulgativo y acaso para adornar con la contemplación del cielo y el orden existente,
la eficacia de la claridad lo que en la inmensidad que nos abren la ventana a la única divinidad [re-
de un mar de datos ya estaba bien determinado. cuérdese que fue acusado de ateo], aquella que es
No obstante, en esas secciones se encuentran el sentido de nuestra mortalidad.
algunas perspectivas que llaman la atención. Ana- De esta manera tan especial, con sus dos gran-
xágoras se presenta viviendo una época de transi- des temas viene a ser ocaso en la filosofía preso-
ción de radical importancia para la filosofía. Pri- crática y orto de la plenitud del pensamiento grie-
meramente, es el que podemos llamar "el más físi- go. Pero la figura de Anaxágoras tiene algunos
co de los físicos": es la culminación del pensa- atractivos que se reconocen en una larga serie de
miento materialista jónico, fundamentalmente en referencias testimoniadas por los antiguos, allí
la línea que se desarrolla en correspondencia con aparece como un cosmopolita: "mi patria es el cie-
la escuela milesia, que como bien sabemos tiene lo", despreocupado de los bienes materiales, des-
en Anaxímenes como su conformador: recorde- vinculado de linaje, ciudad y familia, [todo ello
mos a ese propósito que en su cosmología prepon- ejemplificado perfectamente en su actitud ante la
deran los elementos aire y éter de frente a toda in- condena a muerte de sus hijos ("los engendré mor-
finitud de semillas, así como el mecanicismo que tales") y su renuncia a herencias familiares], con-
establece en la determinación de todas las entida- sideraciones que, como bien sabemos, luego el ci-
des cósmicas. Pero también el clazomenio es nismo llevaría a la entronización. El clazomenio,
quien da una de las respuestas más consistentes al recalca en la conclusión de libro Cappelletti, in-
pensamiento eleático: bajo el supuesto de la plura- cluso asumió una actitud anti-política: "esta posi-
lidad el "todo está en todo" diluye el problema de ción implica ... una doctrina igualitarista y anti-
la transición del no ser al ser. Incluso es un pensa- oligárquica, que se manifiesta en la idea de que
dor capaz de asumir las paradojas zenonianas, al una cosa se determina para nosotros por el predo-
punto que parece utilizarlas en su favor: la infini- minio (cuantitativo) de talo cual homeomería so-
tud es parte primordial de su consideración de la bre las demás, de modo que el Ser aparece, como
materia. Si a esto le podemos llamar eclecticismo, la Ley, decidido por la mayoría en una Asamblea.
resulta mucho más consecuente. y sostenible, para La superioridad de la Mente (Nous) sobre la otras
hablar a tono con nuestro gobierno, que el empe- cosas, lejos de suponer una teoría oligárquica de
docleano. Desde el punto de vista jonio, el pensa- la inteligencia que debe caracterizar al político,
miento anaxagóreo es la resurrección de la filoso- implica una teoría de la superioridad del hombre
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individual sobre lo dado (la tradición), y la igual- una cuna nueva, un nuevo albergue que respetó su
dad, en principio, de todos los hombres que parti- libertad, su profundo individualismo.
cipan de un único Nous universal. Es claro, en to- En Anaxágoras, "contemplación y libertad son el
do caso, que si Anaxágoras pudo haber sentido fin supremo de la vida humana": estas palabras me
preferencia por alguna "aristocracia", ésta sólo de- parecen estar recalcadas adrede por este gran maes-
be haber sido la del talento (o sea, la del Nous), tro latinoamericano: acaso porque las sentía suyas.
ejemplificada magníficamente en Pericles y su cír- La pérdida del profesor Cappelletti, oscureci-
culo, la cual no es incompatible ni con el indivi- da aún más por su no divulgación en nuestros
dualismo ni con el cosmopolitismo y ni siquiera círculos académicos, resulta frustrante para mu-
con el igualitarismo y la democracia." chos (quien más que a mí mismo, siendo que ha-
Cuesta comprender cómo alguien puede dedicar bía aceptado dirigirme una tesis doctoral), pero
tanto tiempo de su vida al estudio sistemático de quizás sirva para valorar más su insigne labor, y
un pensador antiguo: acaso para sobrevivir como a lo mejor, si en su patria se le respetó como lo
filósofo, o mera apariencia, o necia enfermedad. merecía, él mismo haya podido pedir, como Ana-
Más que ello, pareciera que el profesor Cappelletti xágoras, que la ciudad le recordase otorgándole
encontró alguna cercanía con el c1azomenio. Yo le vacaciones a los niños.
conocí como un anarquista sabedor de miles de co-
sas, desinteresado de la familia -por ello, decía, po-
día escribir tanto-, como un argentino que sin año- Notas
rar su patria amaba profundamente Latinoamérica
l. El voüs anaxagóreo más habla de una fuerza cós-
(tanto como para recorrerla y hacer amigos en toda
mica al modo de un "acto puro", aunque con la posibili-
ella), un desapegado de los bienes materiales al dad de encontrarse en algunos seres de manera especial.
punto de no saber qué hacer con su "excesivo sala- El animismo que caracteriza esta filosofía no permite
rio" de profesor universitario en la Europa de los otorgarse la libertad de abrir la puerta de la espirituali-
años sesentas, setentas e inicios de los ochentas, un zación, propia de periodos más tardíos.
desterrado de su patria que no vio problema en se- 2. Pág. 308.
guir indagando sus propias materias y razones en 3. Cfr. D-K 59 A 29

LuisA.FallasLópez
Escuelade Filosofía
Universidadde CostaRica
email:Ifallas@cariari.ucr.ac.cr.

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