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MAX WEBER ECONOMIA Y SOCIEDAD Esbozo de sociologia comprensiva I Epici6n PREPARADA POR JOHANNES WINCKELMANN Nova PRELIMINAR DE JOSE MEDINA ECHAVARRIA re FONDO DE CULTURA ECONOMICA MEXICO a poxter afirmar sin error que de Weber slo existin - dos traduccioncs castellanas: su ensayo La decadencia'de Eyam bepes (Die sozidlen Griinde des Untergangs der antiken Kultur, 1896), publicado cae Revista de Occidente (n° xxvii, p, 25) y su Historia aoe (Wirtschaftsgeschichte), traducida por Manuel Sanchez Sarto y publicada por el Fondo de Cultura Rcondimica en 1942. Tampoco creo equivocarme si digo que Economia y sociedad (Wirtschaft ind Gesellschaft, 1922) es la Primera vez que aparece integraments traducida en lengua alguna. La anun- ciada version inglesa de Talcott Parsons —uno de los mejores conocedores actuales de Max Weber— sélo comprenderi la primera parte. Por eso mismo, ahora que la suerte esti echada, no puedo evitar cicrta aprensién de temor. Economia y sociedad e3 un libro péstumo que editara Mariana Weber luego de una trabajosa compulsa, ayudada por Melchior Palyi, del manuscrito Jegado por su marido, De ella procede la ordenacidn de las capitulos, La obra se encuentra inacabada cn algunas partes y habria tenido seguramente otra factura —climinacién de ciertas repeticiones, etc— si Max Weber hu- biera podido dar cima a sus planes. El estilo en que cst escrita parece responder en sus mayores proporciones auna sola reocupacion, Ja del rigor conceptual. Pero cllo lo hace suma- mente dificil, como todo aquel que pasara alguna vez por el original aleman sabe perfectamente. Pues bien, cuando el Fondo de Cultura Econdmica se decidié con notorio valor a emprender Ja tarca de esta version, tuvo que -eneararse con algunos problemas. No era pie por lo pronto, encargar la obra a una sola persona, si no se queria aplazar en algunos afios su publica- cién, Hubiera sido, ademvis, improbable —aunque sélo sea por la fasted de especializaciones cientificas que en ella se contiene— que nadic hubiera -aceptado para si tan pesada carga. Se decidis, pues, entregar la traduccion a _ distintos cspecialistas. Pero entonces surgia el otro ptoblema de la unifica- -cidn estilistica y de terminologia, Creo que ambos se han resuelto de modo satisfactorio. Sia mi se me excluye, bastan los nombres de las personas que colaboraron en Ja traduccién para que el lector pueda esperar con confianza se haya aleanzado el nivel de sericdad requerido, Los scfiores Juan Roura ‘arella, Eduardo Garcia Maynez, Eugenio Imaz y José Ferrater Mora, de conocidos a a a oe mundo intelactsl no regatearon esfucrzo alguno y a cllos van ante mejores agradecimientos del editor. El pro- blema de unificacién aludido ha sido, por cso, mucho menor de lo Taps -erey6 y me parece suficientemente logrado, José Mepina Ecuavarria x : i DEL PROLOGO A LA PRIMERA EDICION La punrrcaciéy de esta obra péstuma principal del autor presentaba légics- mente muchas dificultades, Re se disponia de plan alguno para la cons- truccién del todo. Sin duda, el que se halla esbozado en las paginas x y x1 del volumen primero del Grundriss der Sozialékonomik (“Elementos de Ja economia social”) proporcionaba algunos puntos de referencia, pero dejaba a un lado, en cambio, otros esenciales. Algunas secciones son incompletas 7 han de permanecer en tal estado. La indicacién del contenido de los capi- tulos sélo se habia fijado para la Rechtssoziologie (“Sociologia del dere- cho”). Algunos de los ejemplos utilizados para la ilustracién de procesos tipicos importantes se repiten varias veces, aunque siempre bajo una nueva Juz. Es posible que si le hubiera sido dado refundir en forma coherente Ia obra conjunta, el autor habria dejado de lado algunas cosas. Sin embargo, el refundidor sélo ha podido tomarse esta libertad en unos pecos pasajes. —E] descifrado de los manuscritos, cuyo mérito corr le en gran parte al linotipista de los editores, en particular por lo que se refiere a las grafias correc- tas de los numerosos vocablos espccializados de origen extranjero, dio lugar a muchas dudas y encuestas, y es posible que a pesar del amable concurso de diversos especialistas se haya incurrido en algunas discrepancias. Mantanne Wener: Heidelberg, octubre de 1921 PROLOGO A LA SEGUNDA EDICION La axa se ha depurado de las erratas de impresién y se ha dividido, para su manejo mas facil, en dos tomos, Ademds se ha afiadido a manera de apéndice la disertacién misico-sociolégica, pero sin incorporar su contenido al registro de materias, cuya refundicién no fue posible en aquel momento. Parecia indicado integrar dicho complicado trabajo, aparecido primero como optsculo aislado con un prélogo del profesor Th. Kroyers, a quien corresponde el mérito de wna revisién esmerada de las expresiones técnicas, en la obra sociolégica de Max Weber con la que tiene m: conexién, aunque indirecta, Constituye la primera piedra de una sociologia del arte que el autor tenia cn proyecto. fe aie en la primera investigacién de las construcciones musicales del Oriente y del Occidente le impresioné ante todo fue el descubrir que también y precisamente en la musica —el arte que al parecer fluye con mayor pureza del sentimiento— juega la ratio un papel tan importante, y que su peculiaridad occidental, lo mismo que la de la cicneia y de todas las demas instituciones estatales y sociales en dicha drea, se halla condicionada por un racionalismo de naturaleza especifica. Duran- Ala memoria de mi madre Evena Weser pe Farcensters 1844-1919 Pe ae I. CONCEPTOS SOCIOLOGICOS FUNDAMENTALES __ Advertencia preliminar: El método de esta introductoria definicion de conceptos, de la que no puede prescindirse ficilmente no obstante ser de modo inevitable abstracta y lejana, al parecer, de la realidad, no pretende novedad en modo Al contrario, s6lo desea formular —teniendo la esperanza de haberlo consegui- do— en forma mas conveniente y correcta (quizi por eso con cierta apariencia pedante), lo que toda sociologia empirica entiende de hecho cuando habla de las mismas cosas. Esto aun alli donde se expresiones al peor mi les o nuevas. Een reacién cou ai articalo ea Liga (IV; Ido op terminologia ha sido simplificada en lo hacedero, y modificada muchas veces con el propésito de hacer ficil su comprensién en la mayor medida posible. Desde Juego, la exigencia de una vulgarizacién absoluta no es siempre compatible con la de una méxima precisién a ee Sobre el concepto “ ” (Verstehen) cf. la obra de K. Jaspers: Allgeme- ine Psychopathologie, “Psicopa' (también algunas observaciones de Rickert en la segunda edicién de Grenzen der is ichen Be- griffsbildung, “Limites de la formacién conceptual de las ciencias naturales”, y particularmente de Simmel en Probleme der Eee eee de filosofia de la historia”, corresponden a la cuestién). Metodolégicamente remito aqui, como se ha hecho con frecuencia, al antecedente de F. Gottl en su oe eee ere i Rae en ae se en un estilo dif que quizi no asta su plenitud el] ito _en ella ; encerrado. b be E por lo que al contenido, al bello libro de F. Ténnies, Gemginechat und Gov “Comuniad y sociedad”. Por ultimo, a la equi- ve de R, t: Wirtschaft und Recht (‘Economia y Derecho”. Trad. esp. Reus) y a su critica contenida en mi articulo del Archiv fiir Sozialwis- senschaft ( 1907), que ofrece en gran medida los fundamentos de lo que va a ser expuesto, De la metodologia de Simmel (en la Sociologia [trad. esp. Rev. Oia reve eoe come difiero en la separacién que Ilevo a cabo, siempre que ha sido factible, entre “sentido” mentado y “sentido” objetivamente vdlido, los cuales Simmel no solamente no distingue siempre, sino que con frecuencia permite de modo delibetado que se deslicen confundidos. § 1. Concepto de la sociologia y del “significado” en la accién social, © Debe entenderse por soci (en el sentido aqui aceptado de esta palabra, empleada con tan dit significados): una ciencia que pretende entender 10 habitua- 253 ss.) la i ie lo aproximado, en una determinada masa de casos: bien b) como Sopstnuida. sn-in-tideah con actores de este canicter, En modo alguno se trata de un sentido “objetivamente justo” o de un sentido “verdadero” metafisicamente fundado. Aqui radica precisamente la diferencia entre las sar i vir accién, la soci istoria, frente a toda ciencia dog- cl Una parte muy importante de Tos modos de conducta de interés para la sociologia, especialmente la accién puramen- te tradicional, se halla en la tera entre ambos. Una accién con sentido, es decir, comprensible, no se da en muchos casos de procesos psicofisicos, y en otros sdlo existe para los especialistas; los procesos mfsticos, no comunicables adecua- damente por medio de la palabra, no pueden ser comprendidos con plenitud por los que no son accesibles a ese tipo de experiencias. Pero tampoco es necesaria Ia apacidad de producir uno mismo una accién semejante a la ajena para la posi- bilidad de su comprensién: “no es necesario ser un César para Paced aie a César”. El_poder “revivir” en pleno algo ajeno es importante para la evidencia de la comprensién, pero no es condicién absoluta para la interpretacion del sen- tido. A menudo los elementos comprensibles y los no comprensibles de un pro- ceso cstin unidos y mezclados entre si. la interpretacién, como t is lencia de mmprt m pucde ser de caracter racional (y cntonces, logica, bien matemitica) 0 de caricter cndopatico: afectiva, receptivo-artistica> En el dominio de Ja accién es racionalmente evidente, ante todo, Jo que de su “conexion de sentido” se comprende intelectualmente de un modo diafano y exhaustivo, Y hay evidencia endopatica de la accién cuando se revive plenamente la “conexién de sentimientos” que se vivid en ella. ionaln comprensibles —cs decir, en este caso: captables en su sentido intelectualmente de un modo inmediato y unfyoco— son ante todo, y en grado maximo las conexiones signifi- cativas, reciprocamente referidas, contenidas en las proposiciones légicas y mate- maticas. Comprendemos asi de un modo univoco lo que se da a entender cuand> alguien, pensando o argumentando, hace uso de la proposicién 2X 2=4, 0 de Jos teoremas pitagéricos o extrac una conclusién légica —de acuerdo con nuestros hibitos mentales— de un modo “comecto”. De igual manera, cuando alguien, basindose en los datos ofrecidos por “hechos” de Ja experiencia que nos son “co- nocidos” y en fines dados, deduce para su accién las consecuencias claramente ay acerca de la clase de “medios” a emplear, Jo a fines orientada racionalmente idéncia. Con no idéntica evidencia, pero si suficiente para nues| gencias de explicacién, comprendemos también aquellos “errores” (inclusive con- fusiones de problemas) en los que somos capaces de incurrir 0 de cuyo nacimicnto” podriamos tener una iencia propia, Por el contrario, Glos. “‘yalores’* “fines” de cardct ii Ht ic FUNDAMENTOS METODOLOGICOS mas tropezando i ; irevivirlos’ fo'de la fantasia endopitica a medida en que se alejan mis radicalmente estras propias valoraciones ‘iltimas. Tenemos entonces que contentarnos, segiin

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