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C. IVLII Caesaris Commentariorom de Bello Civili Cayo Julio César Guerra Civil Traduccion de Eugenio Lopez Arsiazu Edicin Bilingiie Latin | Espaftol EDICIONES MALKE, Buenos Aires Pedic Mayode 2006. © Batoral Mate SA, ‘Av Diaz Vier 5535 9A Bato irs - Argentina icin a ago de: Eogeio Lier aca lerasclascasitinas@yahoo coma say dagramacin: Alejo De Cisttois staién de tapay contrat: Gustavo Pucio ISBN: 987-22536-244 echo el dept qu mare ey 11723, Impreso enn Argentina Nog pa pn nse de de nce ps tn dnd nee psp sci dil gutinoa nara oe ‘Permniso previo del editor. Aa ; Prélogo por Elisabeth Caballero de det Sastre Entre la Repiiblica y la Monarqui, Julio César y la crisis de su tiempo po juli Galego y Cals G. Gare Mae Gas Nota sobre el texto y agradecimientos . Liber Primus Libro Liber Secundus Libro 2 LiberTertius . Libro3 ‘Notas alos libros 1,23 {indice Onoméstico Vocabulario Bélico Entre la Repiiblica y la Monarquia Julio César y Ia crisis de su tiempo Julign Gallego Carlos G. Garcia Mac Gaw'* LA CRISIS DE LAS INSTITUCIONES REPUBLICANAS: ‘Cuando el 12 de enezo del 49 Julio César decide cruzar el Rubicén nadie podia predecir que la guerra civil que enton- ‘es se desataria reign finalizaria prcicamente con la derro- “ta de Marco Antonio en Accio casi vente afos después?. Sin tbargo, en el momento en que César decide introducrse Italia con sus ejércitos, no importa qué excusa usara como argumento (defensa de la potestad tribunicia, asf como de la libertad de Roma controlada poruina “faccién’, ete), estécla- +o que ha dejado de lado cualquier posibilidad de acceder al poder consular por medio de las formas institucionales habi- litadas para tal fn?. Ciertamente, él no seria el nico que ac- tuaria de tal modo, Cat6n y Pompeyo, entre otros, venian Universo de Benes Aes - CONICET, 2") Univesad Nacional de La Pata Universe de Buenos Aes. GUERRA CIV Ee pin ye Mops perando de manera tal que lis via de ingreso al cons facto quedando cstris pa lt epecores cooing, A decir verdad, as pretesiones de exe itimo, lomismo que | las de muchos lideres politicos de la época, no eran distintas | de ls de César en cuanto al poder personal que cada uno | §ueriadetentar en la replica tari Este cardcter personalista con que se presentaban las con- tiendascvicas se entroncaba drectamente con el funciona Imiento faccioso adquiido por el gobierno romano a finales del period republicano. En efecto, ms all de la acusacién vettda por César contra sus opositores los que descalif caba como una factio que oprimia a Roma, él también en arabe, a su vez, un grupo semejante a aquel que erticaba, Sin los escritos de Augusto fictio wielve a designar alos ‘mismos que habfan luchado contra César es porque la vi. sign del finalmente vencedor de Accio hubo de insistir con J misma propaganda se tataba por cierto de una oigar- ula, que desde otra perspectiva habfa sido designada como los eptimates, que cescenaba las posibildades de paticipa. cin que supuestamente los populares quetian habilta’, Pero 6 sus précticas, ambos agrupamientos no diferian sustan- Cialmente: compra de votos, motines, uso dels armas, ase- sinato de adversarios. ‘ Eleonficto faccoso, de todas maneras, no tiene por qué ser un factor destructivo para el orden politico. Peo el hecho mismo de que las propias fuentes hablen de pueras civiles “GUERRA COIL Ene pi ye nae 3 1 problema en un contesto preciso: la lucha por el po- se ha vuelto sediciosa. ;8n qué momento entra Roma, habia asombrado a Polibio por su armontat, en esa ines- jlidad caracterstca de los sistemas politicos antiguos que lizaba Aristteles en la Politica” al hablar del ciclo de las stituciones (uetaBo2 nokrte1dv)8? En cuanto alos he- 3s tal vez podamos pensar que esto ocurre a comienzos siglo 1a.C’ durante losafios 100y 9 se verfcan en Roma {os estallidos de violencia, el primero de ellos en ocasién Ja propuesta de ley frumentaria de Saturmino que fue agre- te rechazada por Serio Cepi6n, el segundo cuan- ‘Glaucia intenta ser reelecto como pretor ~algoilegal- al 10 tiempo que Saturnino es yuelto a elegic como tribu- La candidatura de Glaucia serfa rechazada por Mario, ee] afio anterior habia apoyado a ambos, o cual desata- ‘un tumulto que, amén de terminar con la vida del otro lidato a pretor daria finalmente lugar la sancién de un ts consultuns alsimum que finalizaria con el asesinato bién tumultuoso de Satuenino y Glaucia!®. Del 91 al 89 produce Ja llamada guerra social,que enfrenta a Romacon aliados (cli) itéicos y que se convierte précticamente jana guerra civil cuya causa s6lo se resolverd cuando se ex- ia el derecho de ciudadania romana.l resto deloshom- libres de la peninsula iatca, En el afo 88 se produce la archa de Sila sobre Roma, ya su regreso de Grecia tras ha- se enfrentado a Mitridates sus aspiraciones desatan las jerrasciviles de los afios 83-82, que terminan con su dicta- fa y su posterior abdicacién recién en el afo. 79, Pero (GUERIA CIVIL Eu Rain ye Menage cabe suponer que, en realidad, més ald de Ia importancia gee puede fare gue on Tei comieza ene 123 un paces ten (GUERRA CIVIL Ene Re ye Mare "7 erres civiles abiertas*, en la medida en que se da inicio al 120 sistematico de las précticas politicas violentas y la movilizacién de la muchedumbre para garantizar el control Melos espacios civicos’s. A partir de su asesinato asistimos Ja imposibilidad de que la politica se realice en un marco de consenso, que no inhibe el conflicto pero le brinda las mcias para su consecuctén. Al principio de manera es- rca, y luego de modo regular, las camarillas de asesi- psa sueldo se apropiaron del espacio politico, a la vez.que das legiones, para lograr que se tomaran determinacies de- Risiones*. La discusién, el debate y la votacién no consti- irfan ya el modo de arsibar a Jas resoluciones. Es posible {que esto se derivara del propio hecho de la participacién popular directa, més allé de las restriciones existentes en Roma al respecto, puesto que para concretar sus ambicio- hes politcas los integrantes de la clase dirigente debian pelara los apoyos de las masas de ciudadanos tanto para Imponerse como para arruinar a sus rivales. Pero el punto oso del timo siglo de la repiblica es que la lealtad gue de un modo u otto se dirigia hacia el estado aun a pe- de las formas clientlistcas de hacer politica~comenz6 ddesvanecerse: apoyo al gobierno como instancia para di- Pimit conflictos desapareci, a cambio de lo cual las masas ryolearon hacia los individuos capaces de ofrecerles lo que ites encontraban en el estado. En éltima instancia, los for- Mnidables beneficos de las conquistas fueron los que con- jcionaron el quiebre del orden institucional, en Ja medica ‘GUERRA CIVIL Ene te Rs yo Mea (GURRA CIVIL En Rp ye More 9 en due se concentaron en un circulo {no de entre cuyos integrantes surgiran aquellos que se dispondifan a mar. ‘hat contra Roma para seguir satisfactendo su ambicgn y Petulancia. Mientras os sectores populares también se be. ‘eficiaron del imperialism, siguieron dando su apoyo ala Ttualidad politica instituida; pero cuando los costos de la expansién (esto es, la carga de la leva militar) se volveron claramente mayores que los beneficios,entonces el estado romano dejé ce sees iti”. Los intentos de Tiberio Graco Ge reparti una porein de tales beneticios y de profundl Zar la participaciGn de las masas de ciudadanos apelando al principio de la soberania popular y proponiendo medi, urate el iltimo siglo de la replica se hizo pues evidente Jaimposibilidad de coneretar un funcionamiento del sistema itico undado sobrelaigualdad de los miembros dela aris- cia. Los sucesivos enfrentamientos facciosos entre los ‘eauclllos pusieron de manifiesto en estado préctico la pro- igresiva concentracién del poder en Tos hombres mas ricos, oderosos e influyentes. El eerccio mismo de las fanciones dol estado habia vendo sirviendo para el enriquecimniento de luna parte de los avstscratas, que de este modo se distinguf- del esto anudandlo vinculos clientelsticos. La impunidad que lograban estos cauillosa parti de ls riquezas permit spera todo contro, ala vez que esas inmensas acurmlacio- das concretas como el voto secreto mediante el uso de la By ca eather ari austell estar ellen: balicta © uma -que tendia a romper con el control socal tolas que coparticipaban dle los beneficios™. Estos grupos, ue los patronos ejercian sobre su clientela politica en el is wirktesten Cmslentrdcl Sieh eai apace momento de votar en una asamblea-, podrian entenderse Be i scirast cctectene eisteanids abbutioa n este sentido. Pero en el devenir crucial que se abrir a cial de sen bre Une preted Partir de entonces, ni los optimates ~que generalmente de- ue dlg eichusivo del eigio Bra publican) la acuta fenclan su derecho de gobernar sin hacer concesiones de Be ccattascncoaetencamienioes act ‘ningtin tipo- ni los populares —que solfan hacer: hhincapié en. ‘periodo superaria largamente los limites alcanzados durante Jasoberanta del pueblo en ls votaciones asambleariay-hi- een nenecraneaen tro ata ha

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