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República Bolivariana de Venezuela.

Ministerio del Poder Popular para la Educación

Micromisión Simón Rodríguez

Programa Nacional de Formación Avanzada en Derechos Humanos de


niños, niñas y adolescentes, Convivencia Solidaria y Paz

Estado Cojedes- Municipio Ezequiel Zamora

La Orientación y Convivencia como eje transversal de la


Atención educativa Integral para la promoción del liceo como
un espacio social para el desarrollo pleno de los y las
estudiantes.

Trabajo Especial de Grado para optar al título de Especialista en


Derechos Humanos de Niños, Niñas y Adolescentes, Convivencia
Solidaria y Paz

Autor: Lcda. Diogelis Rodríguez.


C.I: 17890897
Tutor: Mgsc. Mariebe León.

Las Vegas, mayo de 2019


Introducción:

Las instituciones educativas del nivel de Media General y Media Técnica,


se constituyen en espacios de vida de los y las adolescentes, por tanto, el
currículo y el proceso educativo que allí se desarrolla debe adaptarse a sus
necesidades bio-psico-sociales, a su carácter cambiante, despertar su
curiosidad y motivación por aprender, partiendo de sus intereses y
expectativas y no planificándose de manera aislada y sin tomar en cuenta la
diversidad de pensamientos de los y las estudiantes.

En el entorno social actual donde los y las adolescentes se ven


influenciados por aspectos multifactoriales que los invitan a la violencia, a
incurrir en acciones que contrarían normas y leyes, a vivir un ritmo de vida
desaforado y sin control, donde actúan sin medir o prever las acciones que
derivan las acciones que derivan de su comportamiento, las instituciones
educativas deben transformarse en espacios para la Prevención Integral,
donde de manera dinámica, innovadora, proactiva, creativa y proponente se
desarrollen estrategias socioeducativas que preparen para la vida a los y las
jóvenes y promuevan una convivencia solidaria en el entorno escolar,
generando un impacto que pueda extrapolarse a la vida en sociedad.

En este sentido, se nos plantea el reto de transformar los liceos en


territorio de paz y para la Convivencia solidaria, pero la convivencia no puede
enseñarse de manera abstracta o meramente teórica, se aprender a convivir,
conviviendo, se aprende a respetar un sistema de valores, siendo partícipe en
la construcción de ese sistema de valores y se propicia una verdadera
motivación por aprender, cuando me siento parte importante del proceso
educativo y esto se logra deslastrándonos de esa verticalidad y relaciones
autoritarias que imperan en la planificación de los aprendizajes, comenzando
nuestro proceso de planificación educativa conociendo nuestros estudiantes y
a partir de allí se generen los contenidos pedagógicos, las estrategias de
aprendizaje, en fin el proyecto que debemos desarrollar.

A partir de lo anteriormente expuesto, cobra una importancia


fundamental el docente de Orientación y Convivencia, quien debe ser un
docente para orientar y acompañar los y las estudiantes en su proceso de
aprendizaje en un clima escolar de convivencia solidaria, sana, tolerante y
responsable. Este docente orientador debe en conjunto con el equipo docente
de la sección abordada conocer, estudiar, analizar y valorar el periodo de vida
de los y las estudiantes, sus individualidades, sus intereses, habilidades,
destrezas, su contexto social y conocimientos previos, para así planificar y
desarrollar un proceso educativo, formativo y transformador desde la
Pedagogía del Amor, el Ejemplo y la Curiosidad que generen una motivación
intrínseca por aprender, la cual reforzada por estrategias innovadoras que
despierten la motivación extrínseca propicien una educación con, por y para
todos y todas, donde desde la clase participativa en, por y para el amor, el
respeto y la afirmación de la condición humana, se garantice el derecho
humano fundamental de la Educación, con una visión holística, integral e
integradora que forme a los y las estudiantes para la vida.

En atención a lo anteriormente expuesto, la presente investigación, está


enmarcada con la línea de Investigación Desarrollo biopsicosocial de los niños,
niñas y adolescentes, en tanto que promueve que el área de formación
Orientación y Convivencia transversalice la atención educativa garantizando
que el L.B Creación “Juan Ángel Bravo” sea un espacio social para el
desarrollo pleno de los y las estudiantes. Este trabajo de indagación científica
se encuentra estructurado de la siguiente manera: Momento I. Contexto y
marco de acción del problema; propósitos, general y específicos; Marco de
acción y fundamentación teórica. Momento II. Diseño de la Propuesta: -Diseño,
objeto de estudio, actores sociales y técnicas e instrumentos. Momento III.
Desarrollo de la propuesta: Presentación; fundamentación; propósito general;
propósitos específicos; Plan de acción; comprensión critica del proceso
investigativo y las experiencias significativas en el PNFAE. Finalmente se
presenta el Momento IV. Conclusiones y sugerencias; Referencias
bibliográficas y anexos.
República Bolivariana de Venezuela.
Ministerio del Poder Popular para la Educación
Micromisión Simón Rodríguez
Programa Nacional de Formación Avanzada en Educación
Especialidad: Derechos de niños, niñas y adolescentes, Convivencia
Solidaria y Paz.
RESUMEN
TÍTULO: La Orientación y Convivencia como eje transversal de la
Atención educativa Integral para la promoción del liceo como un espacio
social para el desarrollo pleno de los y las estudiantes.
Los planteles del nivel de Media General y Técnica, se constituyen en
espacios de vida de los y las adolescentes, por tanto, el proceso educativo que
allí se desarrolla debe adaptarse a sus necesidades bio-psico-sociales, su
carácter cambiante, despertar su curiosidad y motivación por aprender,
partiendo de sus intereses y expectativas y no planificándose de manera
aislada y sin tomar en cuenta la diversidad de pensamientos. Actualmente los
y las adolescentes se ven influenciados por aspectos multifactoriales que
incitan a incurrir en acciones que contrarían normas y leyes, vivir un ritmo de
vida desaforado, donde actúan sin prever las acciones que derivan de su
comportamiento. Por tanto, se plantea el reto de transformar los liceos en
territorio de paz y para la Prevención Integral, donde de manera dinámica,
innovadora, proactiva, creativa y proponente se desarrollen estrategias que
preparen para la vida a los y las jóvenes y promuevan una convivencia
solidaria. Con esta visión, el docente del área de formación Orientación y
Convivencia debe orientar y acompañar los y las estudiantes en su proceso de
aprendizaje; garantizando que las actividades pedagógicas coincidan con la
manera en la cual ellos ven el mundo, incluir en los contenidos pedagógicos
temas contemporáneos y en consonancia con sus intereses, para así
promover una cultura escolar donde se establezcan nuevas formas de
relaciones más humanas. El presente estudio se centra en el enfoque socio-
crítico y en una Investigación Acción Participativa Transformadora, con un
diseño de campo para desarrollar estrategias pedagógicas innovadoras que
potencien la atención integral a los y las estudiantes, en cuanto a la
disminución de factores de riesgo y fortalecimiento de factores de protección
de su desarrollo pleno. Los actores sociales son los 20 docentes de
Orientación y Convivencia y una muestra de 100 estudiantes del L.B Creación
“Juan Ángel Bravo”
Palabras claves: Orientación, convivencia, prevención, adolescencia,
formación, territorio de paz, desarrollo bio-psico-social.
MOMENTO I:

1.1 Contexto y marco de acción:

La orientación es definida por Bisquerra y Álvarez (1996) como un


proceso de ayuda continuo y sistemática, dirigido a todas las personas en
todos sus aspectos, poniéndose un énfasis especial en la prevención y el
desarrollo (personal, profesional y social) que se realiza a lo largo de toda la
vida, con la implicación de los diferentes agentes educativos y sociales. En
este sentido y partiendo de los fundamentos teóricos, filosóficos, psicológicos
y metodológicos de la Educación Bolivariana, donde se concibe la escuela
como institución socializadora y al ser humano como unidad integral, se puede
afirmar que es imprescindible que la Orientación Educativa acompañe todo el
proceso educativo, centrándose en atender los rasgos biológicos, psicológicos
y sociales de los sujetos de aprendizaje, comprendiendo que la Educación no
puede solo centrarse en teorías sino que debe desarrollar una praxis adaptada
a las necesidades de nuestros estudiantes.

De este modo la Orientación Educativa puede concebirse como un eje


crítico de acción y reflexión que permita la construcción de estrategias y
actividades que responden a necesidades, expectativas y motivaciones del ser
humano; en las distintas etapas de su desarrollo.

En el proceso de la Consulta Nacional por la Calidad Educativa,


específicamente en el nivel de Educación Media se obtuvo una serie de
planteamientos que hacían imperante la transformación pedagógica del
proceso de atención educativa dirigida a las y los adolescentes venezolanos,
de manera de no seguir constituyéndose en un salto abrupto en el Sistema
Educativo, debido a los cambios radicales que representa en comparación con
el nivel de Primaria, además de la necesidad de desarrollar estrategias que
atiendan adecuadamente su periodo de vida. Por tanto, surge la necesidad de
transformar la guiatura en un área de formación con el nombre de Orientación
y Convivencia, donde el docente de esta área tiene la responsabilidad de
acompañar y orientar los procesos de aprendizaje, pero no meramente como
el cumplimiento de un proceso administrativo de la educación, sino desde una
relación empática, humanista, amorosa y cercana a los intereses de los
estudiantes. Pero el eficiente y eficaz desarrollo de este proceso fundamental
de la Educación Media, va a depender de la comprensión del estadio de la vida
del joven, sus necesidades, motivaciones, concepción de la vida, formas de
relacionarse, entre otros factores, que pueden adversar o reforzar la
adquisición de aprendizajes significativos y construcción de conocimientos
relevantes. Es a partir de allí, entonces, donde surge la necesidad, para
garantizar el Derecho Humano fundamental de una Educación Integral y de
Calidad, en atención al Interés Superior del Adolescente, que el docente de
Orientación y Convivencia propicie espacios para el diálogo constante con los
y las jóvenes, visualizando así sus proyectos de vida, sus relaciones con los
otros, la reflexión crítica de su entorno social, la interdisciplinariedad entre las
áreas de formación, su motivación por seguir formándose y aprendiendo y
desarrollando estos espacios de diálogo desde la aplicación de estrategias
pedagógicas innovadoras que rompan la verticalidad entre la relación docente-
estudiante y la rigurosidad del proceso formativo, por el contrario que permitan
el desarrollo de un proceso educativo atractivo y atrayente, ameno, divertido,
que despierte la curiosidad y motivación; en síntesis, el docente de Orientación
y Convivencia debe poder ser capaz de guiar el proceso de aprendizaje de los
estudiantes hacia el logro de sus expectativas y metas.

Por otro lado, y en consonancia con el contexto del desarrollo evolutivo


de los actores sociales involucrados, se debe comprender que la adolescencia
es un periodo de la vida humana donde se suceden múltiples cambios
biológicos, físicos, psicológicos que hacen del joven en desarrollo un individuo
rebelde, temperamental, emocional, revolucionario y con múltiples
capacidades, habilidades y destrezas a ser desarrolladas canalizando esa
energía desbordante e inagotable que les caracteriza. Por tanto, es
imprescindible que los liceos sean espacios donde los y las adolescentes vivan
su vida a plenitud, concretando el espacio institucional como espacios para la
convivencia, solidaridad, socialización, relación del trabajo intelectual con el
manual, fomento de la creación y la creatividad, aprendizaje cooperativo y en
definitiva que los prepare para su vida adulta.

Precisamente es en el nivel de Educación Media donde se evidencia


con mayor frecuencia hechos de violencia y un clima escolar tenso y muy
susceptible a los conflictos entre los y las jóvenes. En este sentido, Ortega y
Ruiz y colaboradores definen la violencia como: “un comportamiento de
agresividad gratuita y cruel que denigra y daña tanto al agresor como a la
víctima”; de este modo y analizando la realidad de nuestras instituciones
educativas de Educación Secundaria percibimos que la violencia se ha vuelto
un elemento constante en la cotidianidad de la vida institucional, pero no
podemos normalizarla y naturalizarla, ya que esto imposibilita encontrar una
solución al problema y que evite que estos hechos de violencia se extrapolen
al plano social, formando ciudadanos violentos, crueles, egoístas y que
puedan vincularse más fácil a problemas sociales como la delincuencia,
consumo de drogas, embarazo a temprana edad, prostitución, entre otros.

Es en este marco, donde cobra mayor relevancia el área de Orientación


y Convivencia que desde la transformación pedagógica se plantea como
alternativa para formar a los y las adolescentes en un sistema de valores que
desarrolle en ellos una personalidad resiliente con factores de protección que
los alejen de los riesgos sociales que rodean su periodo de vida.

El docente de Orientación y Convivencia, no puede seguir siendo un


docente guía con un nombre diferente, la guiatura debe transformar su esencia
de sólo ser quien llena boletines de calificaciones, señala y sanciona las
conductas inadecuadas, da discursos sobre orden y disciplina y dicta
contenidos sobre valores evaluando con estrategias arcaicas que no propician
ni reflejan una transformación del sujeto de aprendizaje; estas actuaciones
solo se traducen “en hacer mucho para obtener muy poco”, gastar dos horas
académicas en métodos sin efectos y sin discernir en las necesidades reales,
intereses, conflictos, motivaciones inherentes al estudiante y su entorno. Es
entonces, cuando cabe preguntarse: ¿está el docente orientador
acompañando verdaderamente el proceso de aprendizaje?, ¿está brindando
a sus estudiantes orientaciones para la vida?, ¿fomenta la sana convivencia
desde el aula?, ¿convive con ellos?, ¿conoce sus espacios de vida, su entorno
familiar y social?, ¿comprende la complejidad de la adolescencia como periodo
de vida?; estas y otras interrogantes tienen cabida al analizar el rol del docente
de Orientación y Convivencia, en el cual debe converger la defensa y
protección de los derechos y garantías de los y las adolescentes, el
conocimiento de los rasgos de su personalidad, su contexto social, sus
intereses, habilidades y destrezas, comprender su periodo de evolutivo y
trabajar en función a este, actuar antes que factores de riesgo social afecten
la convivencia escolar, fomentar factores de protección y la construcción de
una personalidad resiliente en los y las estudiantes; en síntesis el docente de
Orientación y Convivencia debe ser capaz de crear en el espacio educativo
condiciones necesarias para lograr el desarrollo humano y social del hombre
nuevo y la mujer nueva. Esta tarea no puede hacerse de manera aislada, sino
de manera conjunta, cooperativa e interdisciplinaria con todos los docentes
que atienden al grupo de estudiantes.

En el L.B Creación “Juan Ángel Bravo” del municipio Rómulo Gallegos


del Estado Cojedes, a partir de la transformación pedagógica los docentes
guías asumen el área de formación Orientación y Convivencia, pero es
evidente la resistencia a transformar la esencia de la guiatura fatua y sin
espíritu transformador. En conversaciones informales, para evitar barreras en
la comunicación o respuestas premeditadas, docentes de orientación y
convivencia manifiestan que sus métodos y técnicas de aprendizaje en el área
de formación que nos ocupa son la tradicional clase magistral, asignación de
investigaciones, trabajos escritos, elaboración de informes escritos, exámenes;
muy pocos manifiestan haber introducido estrategias innovadoras y mucho
menos aún realizar diagnóstico de los y las adolescentes con respecto a las
características inherentes a su personalidad, sus relaciones sociales y
familiares, en fin conocer su grupo de estudiantes y más grave aún , ninguno
integra al colectivo docente que atiende al grupo para generar un proyecto de
aprendizaje pertinente a sus necesidades e intereses.

Por otro lado, los estudiantes refieren en aproximadamente un 75% que


sus docentes de Orientación y Convivencia no los atienden, dedican muy poco
tiempo a acompañar su proceso de aprendizaje, siempre están muy ocupados
para apoyarles u orientarles, en muchas oportunidades hacen caso omiso a
los conflictos que se generan en el aula y muy pocos establecen una relación
amigable, comprensiva, amorosa con ellos. En consecuencia, son diversas las
formas de violencia que se manifiestan, acoso escolar, peleas, agresiones
físicas y verbales, desinterés por las actividades pedagógicas, bajo
rendimiento y en definitiva no se está brindando una atención educativa
integral. Asimismo, los estudiantes manifiestan que los docentes orientadores
desarrollan los contenidos del área de formación aplicando estrategias
“aburridas” y poco interesantes, así como el área de orientación vocacional no
es abordada lo que claramente vulnera su derecho a un proceso educativo que
garantice el desarrollo de su potencial creativo para el ejercicio pleno de la
personalidad y ciudadanía.

En este sentido, se hace imprescindible formar a los docentes de


Orientación y Convivencia de modo que comprendan la esencia de esta área
de formación, brindarles herramientas para que fomenten la sana convivencia
y la Prevención Integral desde el ambiente de aprendizaje, involucren
elementos propios del contexto social y familiar de los y las estudiantes en su
planificación y propicien en la institución educativa un clima escolar que
contribuya a la instauración de una cultura institucional para la afirmación de
la condición humana, para la vida, para el respeto de todos y todas, para el
desarrollo pleno de sus potencialidades y riquezas espirituales y en definitiva
que se garantice el acompañamiento integral de los aprendizajes, que
conduzca a una minimización de los factores de riesgo social y potenciación
de factores de protección que preparen a los y las adolescentes para la vida
social.

En atención a lo anterior, la investigadora se plantea las siguientes


interrogantes: ¿Comprende el docente de Orientación y Convivencia la
esencia y lógica de trabajo de esta área de formación?, ¿Los estudiantes se
sienten acompañados permanentemente en su proceso de aprendizaje por su
docente orientador?, ¿las estrategias pedagógicas desarrolladas en el área de
Orientación y Convivencia son cónsonas con los intereses de los y las
estudiantes?, ¿comprende el docente de Orientación y Convivencia la
complejidad de la adolescencia como etapa del desarrollo evolutivo y sus
particularidades en el proceso de aprendizaje?, ¿el docente orientador
desarrollo estrategias y contenidos que fomenten la Prevención Integral?, ¿se
garantiza a través del área Orientación y Convivencia un proceso educativo
que promueva el desarrollo pleno de la personalidad de los y las estudiantes
para el ejercicio de su ciudadanía?

1.2 Propósitos de la acción transformadora:

1.2.1 Propósito General: Promover la transformación del área de


formación Orientación y Convivencia en el L.B Creación “Juan Ángel Bravo”
del municipio Rómulo Gallegos del Estado Cojedes en un eje transversal de la
Atención Educativa Integral, garantizando que el liceo sea un espacio social
para el desarrollo pleno de los y las estudiantes, a través de la formación a los
docentes del área y el desarrollo de estrategias pedagógicas innovadoras
1.2.2 Propósitos Específicos:

1.2.2.1.- Diagnosticar los niveles de atención de los profesores de


Orientación y Convivencia hacia los y las estudiantes del L.B Creación “Juan
Ángel Bravo” en cuanto a su desarrollo bio-psico-social y conocimiento de su
entorno familiar y social.

1.2.2.2.- Determinar la concepción que tienen los docentes de


Orientación y Convivencia del L.B Creación “Juan Ángel Bravo” sobre la
finalidad pedagógica de esta área de formación.

1.2.2.3.- Diseñar un plan de formación dirigido a los y las docentes de


Orientación y Convivencia del L.B Creación “Juan Ángel Bravo” que le permita
la potenciación de sus habilidades pedagógicas para la atención de los y las
adolescentes.

1.3 Marco de acción y fundamentación teórico:

La Orientación se concibe como una praxis social dirigida a la


facilitación de procesos propios del desarrollo humano, considerando las
dimensiones del Ser, Conocer, Hacer y Convivir; abarcando lo personal-
familiar-social a lo largo del ciclo de vida. Para así generar y potenciar aspectos
como: autodeterminación, libertad y emancipación en pro del bienestar integral
individual y comunitario. Es decir, la Orientación es una disciplina centrada en
la persona y su entorno, sustentada en el humanismo. (Vera et. al., 2008).

Asimismo, el Modelo Educativo Bolivariano concibe a la escuela como


una institución socializadora, al ser humano como unidad integral y está
centrado en principios como: Reconocimiento y respeto a la diversidad,
constante revisión para ajustes a realidades, participación de todos, equidad,
formación de un ser humano social y espiritual y formación en, por y para el
trabajo. Además, la interculturalidad conforma uno de los ejes para la
integración de los saberes y para fomentar valores, actitudes, virtudes y se
fundamenta en cuatro pilares; aprender a crear, aprender a convivir y participar,
aprender a valorar y aprender a reflexionar (Ministerio Popular para la
Educación, 2007).

Todos estos aspectos son pertinentes a la Orientación como ese


proceso cíclico de acción y reflexión, implicativa de una continua definición de
acciones y estrategias que responden a necesidades, expectativas y
motivaciones del ser humano; en las distintitas etapas de su desarrollo. Es allí
entonces, donde puede establecerse la necesidad de establecer dentro del
Pensum de estudio de Educación Media General y Técnica un área de
formación denominada Orientación y Convivencia, dirigida a garantizar un
acompañamiento permanente del proceso de aprendizaje de los y las
estudiantes, comprendiendo que los jóvenes son los protagonistas y la razón
de ser de cualquier centro de estudios.

En el documento “Orientaciones para el proceso de transformación


curricular en Educación Media General” del Ministerio del Poder Popular para
la Educación (2016) se plantea que el área de Orientación y Convivencia:

“…será asumida por un profesor o una profesora guía,


responsable del acompañamiento integral de las y los
estudiantes de la sección que le corresponda; debiendo
velar por el desempeño de éstos y éstas en todas las
áreas de formación y, especialmente por su participación
en los Grupos Estables. Además, activa las vocerías
estudiantiles, la atención a las familias y la vinculación
con la comunidad, promueve la articulación con el resto
de los y las docentes de su área de formación y también
con docentes de las otras áreas, para fomentar acciones
de planificación de manera integrada e integral.”

En este sentido, el docente guía debe comprender su deber indeclinable


de: “…cuidar y proteger a los y las estudiantes, velar por su salud, su
resguardo (MPPE, Ob. Cit.). De este modo debe poder desarrollar con su
grupo de estudiantes una relación empática que propicie espacios humanistas
que puedan llegar a trascender en relaciones afectivas, en el marco del
respeto, la tolerancia y la solidaridad. De acuerdo a lo planteado, el Área de
Formación Orientación y Convivencia fue creada “…para el alcance de un
clima escolar rodeado de un ambiente de paz, partiendo del acompañamiento
de las y los adolescentes, como factor indispensable para su desarrollo como
sujetos de formación.” (MPPE, 2017). Entonces el docente de esta área del
currículo de Educación Media General y Técnica, no puede circunscribir su
ámbito de acción a solo tareas administrativas de sólo llenar boletines de
calificaciones o actitudes punitivas de “perseguir y corregir”, sino que debe
fundamentar su accionar diario en los ambientes de aprendizaje en una
atención educativa integral que esté en función a las necesidades, intereses,
motivaciones y contexto familiar y social de los y las adolescentes de la sección
que se le asigne en el año escolar.

Por otro, es sumamente relevante para la presente investigación


comprender la adolescencia, los cambios inherentes de esta etapa de la vida
y sus rasgos particulares para la formación y el logro de un aprendizaje
significativo. Aun cuando es difícil definir asertivamente esta etapa del
desarrollo humano, las Naciones Unidas establecen que los adolescentes son
personas con edades comprendidas entre los 10 y los 19 años; es decir, la
segunda década de la vida. Es importante mencionar, que no todos los jóvenes
experimentar los cambios típicos de la adolescencia en las mismas edades,
sino que estos pueden variar en su aparición; pero la definición anterior nos
permite establecer algunos aspectos claves en su compresión. Definir la
adolescencia como la segunda década de la vida permite reunir datos basados
en la edad, con el propósito de analizar este período de transición.
Actualmente se reconoce que la adolescencia es una etapa independiente de
la primera infancia y de la edad adulta, y que requiere atención y protección
especial.
En este mismo orden de ideas, UNICEF (2002) nos plantea que:

“La adolescencia es una de las fases de la vida más


fascinantes y quizás más complejas, una época en que
la gente joven asume nuevas responsabilidades y
experimenta una nueva sensación de independencia.
Los jóvenes buscan su identidad, aprenden a poner en
práctica valores aprendidos en su primera infancia y a
desarrollar habilidades que les permitirán convertirse en
adultos atentos y responsables. Cuando los
adolescentes reciben el apoyo y el aliento de los adultos,
se desarrollan de formas inimaginables, convirtiéndose
en miembros plenos de sus familias y comunidades y
dispuestos a contribuir. Llenos de energía, curiosidad y
de un espíritu que no se extingue fácilmente, los jóvenes
tienen en sus manos la capacidad de cambiar los
modelos de conducta sociales negativos y romper con el
ciclo de la violencia y la discriminación que se transmite
de generación en generación.” (pág. 3)

Por lo anteriormente expuesto, es sumamente importante la


escolarización de los y las adolescentes, garantizar su formación y atención
educativa integral de calidad; la enseñanza secundaria propicia la participación
cívica y ayuda a combatir la violencia juvenil, el hostigamiento sexual y la trata
de personas. Además, redunda en una serie de beneficios para la salud que
duran toda la vida, como menor mortalidad infantil, matrimonio a una edad más
avanzada, reducción de la violencia doméstica, tasas de fertilidad más bajas y
mejor nutrición infantil. También constituye una defensa a largo plazo contra
el VIH/sida, contribuye a reducir la pobreza, y dota a los estudiantes de las
herramientas que necesitan para salir adelante en la vida (UNICEF, 2011). Lo
anterior, reviste de importancia que en las instituciones educativas de
Educación Media General y Técnica atiendan a los y las jóvenes de forma
integral e integradora, es decir, donde no sólo se desarrollen contenidos
abstractos, teóricos o procedimentales desfasados de su realidad, sino por el
contrario es fundamental que los y las adolescentes sean atendidos
conociendo y comprendiendo su entorno y realidad social y desarrollando
estrategias que los preparen para la vida. En este sentido, se evidencia
entonces que el proceso educativo debe darse desde espacios amorosos,
amenos, innovadores, motivadores de la creación y la creatividad.

Partiendo de lo anterior, la educación secundaria debe poder


sustentarse en pensadores tan revolucionarios como Freire quien en su
Pedagogía del oprimido (1975) nos plantea que debemos educar desde el
diálogo, educar escuchando y descubriendo la realidad del entorno social al
cual pertenecen nuestros estudiantes; en este modelo educativo los
estudiantes no son recipientes vacíos donde el docente deposite sus
conocimientos, sino que tienen habilidades y capacidades que le permitan ser
participantes activos de su proceso educativo y traen conocimientos que
pueden integrarse al contenido programático de la educación. De acuerdo a
su experiencia educativa, Freire nos invita a los docentes a construir nuestra
praxis pedagógica desde la investigación de la realidad de nuestros
estudiantes, indagar en sus pensamientos, propiciar que expongan las
situaciones de su entorno que los oprimen, que los subyugan y a partir de
estas situaciones construir, juntos y juntas, un proceso de aprendizaje
liberador, crítico, de construcción de pensamientos que permitan superar las
situaciones adversas; pero sin deslegitimar las potencialidades creadores de
los educandos, teniendo fe en su vocación de ser más de lo que la sociedad
deshumanizada pretende que ellos sean, de superar barreras sociales de
dominación. De este modo, la educación debe entonces constituirse en un acto
de rompimiento de yugos a través de la construcción de ideas revolucionarias
y la defensa de estas, pero no como medio para que el docente deposite sus
ideologías en los educandos, sino por el contrario, en un acto recíproco de
conocimiento y autoconocimiento, donde el docente aprende del estudiante y
viceversa, donde ambos tienen la posibilidad de ser y hacer, de investigar y
construir, en definitiva de transformar y transformarse.
Así también, es fundamental tomar como referentes los planteamientos
de Pita y Turner en su Pedagogía de la Ternura (2002), quienes nos invitan a
Educar desde la sensibilidad del amor y la ternura, involucrando emociones y
sentimientos; establecer lazos afectivos con los educandos que les permita
percibir el proceso de aprender desde la curiosidad por descubrir el mundo
que los rodea, lo desconocido, propiciar en el ambiente de aprendizaje
sonrisas que generen conexiones sinápticas que permitan un aprendizaje
significativo. Este modelo educativo, sin lugar a dudas es necesario y
pertinente en la sociedad actual, ya que las autoras nos plantean que debemos
tener plena confianza en las competencias actuales y futuras de nuestros
estudiantes, comprendiendo que estos pueden transformar el mundo; por lo
planteado el acto de enseñar se convierte en un acto sublime de amor, de
entrega y así debe ser percibido por los niños y jóvenes. La educación y el
aprendizaje es un acto inmanente del ser humano y por ende no puede sacar
de su contexto una de las necesidades básicas que tenemos las personas,
como lo es el amor y la aceptación por el otro. En este sentido, Pita y Turner
(2002) nos señalan que los maestros deben tener durante el proceso de
aprendizaje esa fina sensibilidad de potenciar la inteligencia de los estudiantes,
sus competencias, destrezas y habilidades para que aprendan y descubran en
la escuela un espacio para descubrir, crear y obtener herramientas que le
ayuden a explorar el universo que los rodea.

Por otro lado, y como estrategia de atención innovadora para nuestros


estudiantes se plantea la comprensión y utilización de los preceptos de la
Neurodidáctica, la cual y de acuerdo a Valdez (2014) es “una disciplina
reciente que se ocupa de estudiar la optimización del proceso de
enseñanza aprendizaje basado en el desarrollo del cerebro, o lo que es
lo mismo, es la disciplina que favorece que aprendamos con todo
nuestro potencial cerebral.”
En la actualidad la Sociedad Internacional “Mind, Brain, and Education”
está tratando de promover la integración de las diversas disciplinas que
investigan el aprendizaje y desarrollo humano, es decir, reunir a la educación,
la biología, y la ciencia cognitiva para formar el nuevo campo de trabajo e
investigación sobre la mente, el cerebro y la educación. Si el cerebro es el
órgano del aprendizaje:

 ¿por qué seguir ignorándolo en la Educación?

 ¿cuáles son los principios sobre los que deberían estar diseñadas las

 escuelas?

 ¿cuáles son los entornos educativos que permiten optimizar el

 aprendizaje efectivo y el desarrollo saludable?

Responder a preguntas clave sobre la mente, el cerebro y la educación


requiere la interacción recíproca entre diversas disciplinas como la
neurociencia, la psicología y la educación y nos plantea cinco principios
fundamentales:

-Somos seres únicos e irrepetibles.

-Influenciar no significa determinar.

-Antes de nacer, preparamos el cerebro.

-Después de nacer, más y más conexiones.

-El cerebro tiene tres grandes etapas y múltiples ventanas de


oportunidades: De 0 a 4 años, de 4 a 11 años y el cerebro adolescente; en
esta etapa particular Bueno y Fores (2017) nos señala que: “…la adolescencia
es la etapa en que el cerebro y sus programas génicos priorizan las conexiones
a más larga distancia, lo que se relaciona con la gran capacidad de aprender
cosas nuevas de forma consciente que se manifiesta a estas edades.” Así
también nos plantea que: “…cuantas más conexiones soporten un aprendizaje
o un recuerdo, y muy especialmente si además contienen componentes
emocionales (conexiones con las amígdalas) y sociales, y cuanto más
extensas sean las redes neurales implicadas, mejor se recordará ese
aprendizaje…” (Bueno y Fores, ob. Cit). Dicho de otro modo, para que un
aprendizaje se enraíce bien en las conexiones cerebrales debe contener
elementos emocionales y sociales, y debe encontrarse en un contexto cercano
a las personas que lo reciben, para potenciar al máximo estas redes neurales.
En paralelo, el establecimiento de estas conexiones permite que poco a poco,
muy lentamente, vayan madurando capacidades tan importantes como la
capacidad de tomar decisiones, el control emocional, la capacidad de retrasar
las recompensas, la lógica y el raciocinio, entre otros

En atención a lo anterior, si educamos desde lo que despierta el interés


de los y las estudiantes, nos permitirá desarrollar procesos de aprendizaje que
garanticen una atención de las potencialidades de los y las jóvenes,
desarrollando sus capacidades y comprendiéndoles como sujetos en pleno
desarrollo y crecimiento.

Por otro lado, esta investigación se fundamenta legalmente en la


Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999), en el artículo
102 se enfatiza que “la educación es un derecho humano y un deber social
fundamental, es democrática, gratuita y obligatoria”, función indeclinable del
Estado, y que tiene por finalidad “desarrollar el potencial creativo de cada ser
humano y el pleno ejercicio de su personalidad”. También en el artículo 103
de la CRBV se establece que “toda persona tiene derecho a una educación
integral, de calidad, permanente, en igualdad de condiciones y oportunidades”.
De modo, que el proceso educativo debe permitir una atención integral,
inclusiva y de calidad.
De igual forma, la Ley Orgánica de Protección al Niño, Niña y
Adolescente (2015) en su artículo 53, que establece: “Todos los niños, niñas
y adolescentes tienen el derecho a la educación gratuita y obligatoria,
garantizándoles las oportunidades y las condiciones para que tal derecho se
cumpla…”, así también en el artículo 55 se establece su Derecho a participar
en su proceso educativo y el artículo 56 el Derecho a ser respetados por sus
educadores y educadoras donde además indica los y las estudiantes deben
recibir: “…una educación, basada en el amor, el afecto, la comprensión mutua,
la identidad nacional, el respeto recíproco a ideas y creencias, y la solidaridad.”

Asimismo, la Ley Orgánica de Educación LOE (2009), en su artículo 15


de los fines de la educación, establece:

“1. Desarrollar el potencial creativo de cada ser humano


para el pleno ejercicio de su personalidad y ciudadanía,
en una sociedad democrática basada en la valoración
ética y social del trabajo liberador y en la participación
activa, consciente, protagónica, responsable y solidaria,
comprometida con los procesos de transformación social
y consustanciada con los principios de soberanía y
autodeterminación de los pueblos, con los valores de la
identidad local, regional, nacional, con una visión
indígena, afrodescendiente, latinoamericana, caribeña y
universal.
2. Desarrollar una nueva cultura política fundamentada
en la participación protagónica y el fortalecimiento del
Poder Popular, en la democratización del saber y en la
promoción de la escuela como espacio de formación de
ciudadanía y de participación comunitaria, para la
reconstrucción del espíritu público en los nuevos
republicanos y en las nuevas republicanas con profunda
conciencia del deber social.
3. Formar ciudadanos y ciudadanas a partir del enfoque
geohistórico con conciencia de nacionalidad y soberanía,
aprecio por los valores patrios, de los espacios
geográficos y de las tradiciones, saberes populares,
ancestrales, artesanales y particularidades culturales de
las diversas regiones del país y desarrollar en los
ciudadanos y las ciudadanas la conciencia de Venezuela
como país energético y especialmente hidrocarburífero,
en el marco de la conformación de un nuevo modelo
productivo endógeno.
4. Fomentar el respeto a la dignidad de las personas y la
formación transversalizada por valores éticos de
tolerancia, justicia, solidaridad, paz, respeto a los
derechos humanos y la no discriminación…”

De acuerdo a lo establecido la LOE, el docente de Orientación debe


proponerse educar para la formación de un ciudadano y ciudadano como ser
social productivo y proactivo, cuya personalidad se desarrolle plenamente y el
liceo sea un espacio social para la expresión de todo su potencial creativo,
garantizando que la y el adolescente tenga oportunidades equitativas para
formarse para la vida.

En síntesis, estas tres importantes legislaciones venezolanas revisten


de importancia un proceso educativo que no sólo garantice la formación en
contenidos de las Ciencias Formales o Fácticas, sino además en la
preparación de los y las estudiantes para su vida en sociedad, de modo que la
institución educativa garantice eficaz y eficientemente el desarrollo de
potencialidades, habilidades, destrezas y una personalidad resiliente capaz de
sobreponerse a entornos y circunstancias sociales adversas.
MOMENTO II:

2.1 Diseño de la propuesta de innovación educativa:

El presente estudio investigativo se centra en el enfoque socio-crítico,


el cual de acuerdo a Ramírez (2015), “tiene como objetivo analizar las
transformaciones sociales y ofrecer respuesta a los problemas derivados de
estos, con acciones concretas que involucran a la comunidad en cuestión.”
(p.9). En virtud de lo anterior, esta investigación está orientada a determinar la
concepción que tienen los docentes de Orientación y Convivencia del L.B
Creación “Juan Ángel Bravo” de esta área de formación y los niveles de
atención educativa que ofrecen a los y las estudiantes para propiciar una
formación que conduzca a la transformación de la práctica educativa.

El tipo de la investigación es Acción Participativa, de acuerdo a Del


Canto (2012):

Representa un proceso por medio del cual los sujetos


investigados son auténticos coinvestigadores,
participando activamente en el problema a ser
investigado, la información obtenida, los métodos
y técnicas a ser utilizados, el análisis e
interpretación de los resultados, la decisión de qué
hacer con los resultados y las acciones que se
programaran en el futuro conjugando los
conocimientos del investigador con los
conocimientos prácticos y vivencias de los
participantes. (p.189).

El propósito perseguido por la Investigación-Acción Participativa es la


realización de un intercambio entre conceptos y hechos; observación y acción
concreta para lograr la validez de los hechos observados, marcando este
punto el inicio de nuevas reflexiones de niveles superiores.
Esta investigación se enmarca en un diseño de campo, ya que de
acuerdo a Arias (2012), se basa “…en la recolección de datos directamente de
los sujetos investigados, o de la realidad donde ocurren los hechos (datos
primarios), sin manipular o controlar variable alguna, es decir, el investigador
obtiene la información, pero no altera las condiciones existentes.” (p.31). El
presente estudio se enfoca en indagar directamente en el contexto del
problema objeto estudio y con los sujetos directamente involucrados, o sea, el
L.B Creación “Juan Ángel Bravo”” del municipio Rómulo Gallegos, sus
docentes de Orientación y Convivencia y su población estudiantil.
En cuanto a los actores sociales sujetos de estudio, de acuerdo a
Colmenares y Piñero (2008) “…los agentes, los que diseñan y realizan un
proceso de investigación no son los investigadores profesionales, al menos no
son sólo ellos. Las personas implicadas directamente en la realidad objeto de
estudio son también investigadores.” (p.106); en esta investigación los actores
sociales se integrarán por estudiantes del L.B Creación “Juan Ángel Bravo”, 5
de cada año y docentes de Orientación y Convivencia, dos de cada año, para
un total de 35 sujetos.
Por otro lado, las técnicas de recolección de datos para Hurtado de
Barrera, (2008) “la selección de técnicas e instrumentos de recolección de
datos implica determinar por cuáles medios o procedimientos el investigador
obtendrá la información necesaria para alcanzar los objetivos de la
investigación” (p.164). Es decir; las técnicas e instrumentos de recolección de
datos conducen al logro de los objetivos planteados, cada tipo de investigación
determina cuáles serán los instrumentos más apropiados, como lo afirma
Hurtado de Barrera, (ob.cit) “las técnicas de recolección de información
comprenden procedimientos y actividades que le permiten al investigador
obtener la información necesaria para dar respuesta a la pregunta de la
investigación” (p.409). En este estudio particular, la técnica utilizada fue, en
primera instancia, la observación la cual de acuerdo a Hurtado de Barrera (ob.
Cit.) es: “…es una de las puntas del conocimiento sobre lo social.”, por ende,
se constituye en un elemento fundamental para recabar la información sobre
la situación problemática abordada. Así también, se utilizó el grupo focal, para
Bertoldi, Fiorito y Álvarez (2006) “…son considerados una técnica específica
de la investigación-acción participativa orientada a la obtención de información
cualitativa, dentro de la categoría más amplia de entrevistas grupales.” (p.115).
Esta técnica permite recoger información de fuentes primarias acerca de
opiniones, preferencias, gustos y percepciones de un segmento de población
particular, en este caso de la muestra seleccionada de la población estudiantil,
docentes de Orientación y Convivencia del L.B Creación “Juan Ángel Bravo”.
MOMENTO III
3.1 Desarrollo de la propuesta:

3.1.1 Presentación: Orientación y Convivencia, educando para el


respeto pleno de los derechos humanos de los y las adolescentes.

3.1.2 Fundamentación:

En la sociedad actual, donde los y las jóvenes acceden con mucha


facilidad a un cúmulo de informaciones que promueven la anarquía, el
irrespeto y maltrato a sus semejantes, el exhibicionismo, la sexualidad
irresponsable, el exponerse para ser aceptado, el consumo de sustancias
nocivas, la práctica de juegos que atentan contra su seguridad y bienestar y
en definitiva un conjunto de situaciones que propician en los liceos un clima
tenso e inestable, donde las conductas disruptivas no son atendidas a tiempo
ni prevenidas, ya que es muy poco el esfuerzo que se emplea en conocer la
diversidad de estudiantes que se tienen en cada ambiente de aprendizaje y
para mantener el tan trillado dúo orden y disciplina se reproducen en la
institución educativa principios de control y una regulación de poder, donde se
legitima una distribución de poder donde el docente debe ser el dominante y
los estudiantes los dominados, por ende los y las adolescentes desarrollan una
cultura de supervivencia en resistencia a la autoridad impuesta.

Es allí, entonces, a partir de lo anteriormente expuesto que los docentes


guías deben transformar, su enfoque, lógica de trabajo, estrategias y métodos
para ser un orientador que desde una pedagogía amorosa, creativa, liberadora
e inclusiva propicie la construcción de una cultura escolar fundamentada en la
convivencia solidaria y pacífica, que tome en cuenta y valore las
individualidades y periodos de vida de nuestros estudiantes, donde además se
garantice la continuidad cognitiva-afectiva entre la Educación Inicial, Primaria
y Media; comprendiéndose por tanto que la Educación Secundaria debe poder
encontrarse y coincidir con la manera en la cual los y las adolescentes ven el
mundo, incluir en los contenidos pedagógicos temas contemporáneos y en
consonancia con sus intereses, de modo que podamos promover una cultura
escolar que desechando métodos obsoletos y arcaicos se establezcan nuevas
formas de relaciones más humano.

Partiendo de lo anteriormente expuesto se propone entonces, un Plan


de formación para los y las docentes de Orientación y Convivencia del L.B
Creación “Juan Ángel Bravo” sobre los fundamentos y principios de la
Orientación Educativa, sus áreas de intervención, desarrollo bio-psicosocial de
los y las adolescentes, neuro didáctica y Prevención Integral. Este plan se
concibe para a partir de él, generar acciones pedagógicas institucionales que
transformen al liceo en un espacio social para el desarrollo pleno de los y las
jóvenes y, por medio del trabajo cooperativo del colectivo docente educar para
la vida, para la formación y atención integral del hombre nuevo y la mujer
nueva. De este modo, lograr que el área de Orientación y Convivencia
transversalice la formación de los y las estudiantes, de modo que además se
implemente un Proyecto de Aprendizaje que considere y valore el contexto
personal, familiar y social de nuestros estudiantes.

3.1.3 Propósito General:

Promover la transformación del área de formación Orientación y Convivencia


en el L.B Creación “Juan Ángel Bravo” del municipio Rómulo Gallegos del
Estado Cojedes en un eje transversal de la Atención Educativa Integral,
garantizando que el liceo sea un espacio social para el desarrollo pleno de los
y las estudiantes, a través de la formación a los docentes del área y el
desarrollo de estrategias pedagógicas innovadoras.

3.1.4 Propósitos específicos:

 Diseñar un plan de formación dirigido a los y las docentes de


Orientación y Convivencia del L.B Creación “Juan Ángel Bravo” que le
permita la potenciación de sus habilidades pedagógicas para la
atención educativa integral de los y las adolescentes.

 Ejecutar el plan de formación con los y las docentes del L.B Creación
“Juan Ángel Bravo”, para la potenciación de sus habilidades
pedagógicas, promoviendo su participación activa y proactiva.

 Desarrollar un Proyecto de Aprendizaje conjunto del área Orientación y


Convivencia por años, que atienda las necesidades detectadas en los
y las estudiantes, mediante la aplicación de estrategias pedagógicas
innovadoras cónsonas con los intereses de los y las adolescentes.

Plan de Acción

Objetivos Específicos Actividades Recursos Fecha

1.- Diseñar un plan de formación Revisión de las Humanos.


dirigido a los y las docentes de Orientaciones
pedagógicas, temas Lápiz.
Orientación y Convivencia del L.B
generadores y referentes
Hojas blancas Del
Creación “Juan Ángel Bravo” que le teóricos para el área de
04/03/19 al
permita la potenciación de sus Orientación y Convivencia. Documento 06/03/19
habilidades pedagógicas para la transformación
curricular.
atención educativa integral de los y
Diseño del plan de
las adolescentes. Computadora
formación atendiendo las
debilidades detectadas en
los y las docentes de
Orientación y Convivencia
2.- Ejecutar el plan de formación con Conversatorio sobre los Humanos. 03/04/19
los y las docentes del L.B Creación fundamentos y principios
de la Orientación Proyector de
“Juan Ángel Bravo”, para la Video beam.
Educativa.
potenciación de sus habilidades
Laptop
pedagógicas, promoviendo su
participación activa y proactiva. Conversatorio sobre el Hojas blancas.
10/04/19
desarrollo bio-psico-social
Lápices.
de los y las adolescentes.
Papel bond.

Revistas.
Taller teórico-práctico
sobre neuro didáctica y Pega
motivación para el 17/04/19
aprendizaje significativo.

Taller teórico-práctico
sobre estrategias de 24/04/19
aprendizaje para la
Prevención Integral

3.-. Desarrollar un Proyecto de Planificación y diseño del Humanos. 26/04/19


Aprendizaje conjunto del área Proyecto de Aprendizaje
Lápiz.
Orientación y Convivencia por años, Aplicación del Proyecto de
Hojas blancas 29/04 al
que atienda las necesidades Aprendizaje
25/06/19
detectadas en los y las estudiantes,
mediante la aplicación de estrategias
pedagógicas innovadoras cónsonas
con los intereses de los y las
adolescentes
3.2 Comprensión crítica del proceso investigativo:

La ejecución del presente trabajo de investigación permitió comprobar


el estado actual del área de formación Orientación y Convivencia en las
Instituciones Educativas de Media General y Media Técnica del Municipio
Rómulo Gallegos y más aún del L.B Creación “Juan Ángel Bravo”, en primera
instancia al asumir como Docente con función directiva de la institución antes
mencionada, en el mes de Febrero de 2019, y partiendo de un diagnóstico
realizado en los 6 liceos y la única Escuela Técnica del municipio, cuando
cumplía funciones como Defensora Educativa Municipal; pude corroborar que
los docentes de dicha área se concebían así mismos como “cuidadores” de
los estudiantes, permaneciendo con ellos en las horas libres, pero sin
desarrollar actividades significativas, también manifestaban no desarrollar
actividades en cuanto a Orientación Vocacional, elemento fundamental de la
Orientación Educativa e indicaban aplicar estrategias como talleres, redacción
de informes, exposiciones, trabajos escritos y exámenes para la evaluación de
los contenidos. De igual forma, al indagar con los estudiantes, a través de la
estrategia de grupos focales, se pudo corroborar que estos, en su mayoría,
veían a sus docentes guías u orientadores como represores y “vigilantes” que
sólo cuestionaban su conducta y reprimen sus formas de expresarse. Al
vislumbrar la situación antes mencionada, se hizo una revisión de las
Orientaciones pedagógicas para la Transformación Curricular y de contenidos
relacionados con la Neurodidáctica y la Prevención Integral, seleccionando
elementos fundamentales para proporcionar a los y las docentes orientadores
conocimientos y estrategias pedagógicas a desarrollar en el aula.
Durante el 1er conversatorio donde se desarrollaron temas referentes a
los fundamentos y principios de la Orientación Educativa, los docentes fueron
muy participativos, manifestaron que la información compartida fue
significativa ya que aclaró muchas dudas y les dio elementos para desarrollar
en el aula, incluso propusieron temas de acuerdo a lo expuesto para trabajar
en los ambientes de aprendizaje con los estudiantes.
En el 2do conversatorio, se abordó el desarrollo biopsicosocial del
adolescente, fue muy interactivo, ya que los docentes compartían algunas
características de sus estudiantes, comprendían la complejidad de sus
actitudes y acciones y señalaban algunas sugerencias para su atención, se
proyectó un video sobre el impacto de la educación en el desarrollo del
adolescente, esto conmovió a muchos de los docentes, manifestando que en
muchas oportunidades, olvidaban como podían cambiar la vida de sus
estudiantes y la actividad reflexiva les permitió compartir anécdotas y
experiencias vividas en sus ambientes de aprendizaje.
En la 3era actividad, a través de un taller, el cual se realizó de forma
teórico-práctico, se desarrolló el tema de la Neurodidáctica como disciplina
transformadora de la Educación, en este los docentes mostraron mucho
interés y receptividad en cuanto a que se aclararon dudas sobre cómo aprende
el cerebro humano, se deslastraron mitos que existen socialmente sobre la
capacidad de aprendizaje del ser humano y se compartieron, de forma
práctica, estrategias que despiertan la motivación por aprender, juegos
didácticos, formas de desarrollar los contenidos de manera más amena y
comprensible. Los docentes incluso, en función a los contenidos desarrollados,
propusieron estrategias de atención pedagógica que involucra la multiplicidad
de inteligencias del Ser Humano y en función a la complejidad del cerebro
adolescente.
La 4ta actividad, fue un taller teórico-práctico sobre la Prevención
Integral, donde se desarrollaron los enfoques de la prevención, factores de
riesgo y factores de protección, la resiliencia como factor fundamental en el
desarrollo de la personalidad adolescente, habilidades para la vida, sistema
de valores morales, éticos, espirituales y sociales. En esta actividad se logró
además aplicar la dinámica “Soy rebelde, soy adolescente” donde los docentes
asumían actitudes negativas de los y las jóvenes y otro docente tomaba actitud
represiva y otro una actitud conciliadora, para luego compartir las experiencias
de lo que sintieron ante ambas actitudes. Asimismo, se desarrolló la dinámica
“en mis zapatos” donde un docente representaba un adolescente víctima de
Bullying y acoso y debía luego relatar sus experiencias, esto con la finalidad
de no minimizar las situaciones, que muchas veces, los estudiantes nos
comparten que están viviendo y el docente orientador hace caso omiso o
simplemente, no le da importancia. A través de estas actividades los docentes
manifestaron sentirse afectados emocionalmente por las actitudes negativas
que tenemos como docentes, al sólo ser señalar, reprender, cuestionar y al no
escuchar los problemas de nuestros jóvenes. Se logró, entonces, el fin
fundamental como lo fue ser empáticos con los y las estudiantes y comprender
la importancia de actuar antes que situaciones negativas aparezcan.
Finalmente, y partiendo de las necesidades detectadas en los y las
estudiantes, se elaboró para el 3er lapso del año escolar 2018-19 un Proyecto
de Aprendizaje para el área de Orientación y Convivencia, donde desde
actividades lúdicas, recreativas y culturales los estudiantes desarrollan temas
como la Convivencia Solidaria, los valores, Prevención del Embarazo,
Prevención del Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco. Estas actividades aún
se están desarrollando con los y las estudiantes, evidenciándose en los y las
adolescentes mayor integración a las actividades, receptividad, participación
proponente, donde ellos sugieren actividades a desarrollar, expresión de su
creatividad y capacidad creadora. Algunas de las acciones ejecutadas fueron:
dramatizaciones, congresillos vivenciales, elaboración de canciones de ritmo
urbano sobre valores y convivencia, yincanas, juegos de roles, entre otros.
En atención a lo anterior, se pudo evidenciar una transformación de la
concepción que tienen los docentes de Orientación y Convivencia de esta área
de formación y se ha podido comprobar además mejoras significativas en el
comportamiento de los estudiantes y el mejoramiento de las relaciones con
sus docentes orientadores, logrando trascender a relaciones afectivas más
humanas, enmarcadas en el respeto por el otro y favoreciendo una
comunicación más eficaz y asertiva, donde el docente guía mantiene además
mayor comunicación con el entorno familiar de los estudiantes, incluso
llegando a involucrarlos en las actividades pedagógicas. Es importante
señalar, que debe darse continuidad a los procesos formativos de los docentes
de Orientación y Convivencia y continuar planificando los aprendizajes de
manera integrada e interdisciplinaria, seguir fortaleciendo la Prevención
Integral y trabajando en función de favorecer las habilidades creativas y
creadoras de los y las estudiantes. En atención a lo anterior, se comprende
entonces que el fortalecimiento del liceo como espacio social de desarrollo
pleno de los y las adolescentes, es un proceso continuo y progresivo, que no
debe descuidarse y que además en articulación permanente con el servicio de
Defensoría Educativa institucional garantiza un respeto pleno a los derechos
y garantías de los y las estudiantes en el entorno educativo, así como también
permite asegurar que el joven y la joven se formen para la vida y el ejercicio
pleno de su personalidad y ciudadanía. Por tanto, se proyecta darle
continuidad a los Proyectos de Aprendizaje y los procesos de formación
docente para el nuevo año escolar 2019-20, optimizando la Atención Educativa
Integral hacia los estudiantes y la continuidad socio-afectiva intrínseca del
proceso educativo.

3.3 Experiencia en la PNFAE:


El proceso formativo vivenciado en el Programa Nacional de Formación
Avanzada en Educación, especialización Derechos Humanos de niños, niñas
y adolescentes, Convivencia Solidaria y Paz, fue de gran enriquecimiento
personal y profesional, ratificando mi vocación docente y mi compromiso con
los y las estudiantes con los cuales comparto diariamente. Las diferentes
unidades curriculares desarrolladas en cada uno de los ejes de la formación,
me permitió corroborar que debemos educar para la vida, que debemos partir
de los intereses, habilidades y destrezas de nuestros estudiantes para
planificar el proceso educativo, que somos los docentes quienes debemos
crear las condiciones necesarias para que el estudiante quiera aprender y que
las instituciones educativas deben transformarse en espacios sociales para la
vida que preparen a los estudiantes para su vida social y que generen
estrategias que despierten la motivación intrínseca, conjugadas con la
motivación extrínseca para propiciar un proceso de aprendizaje significativo.
En cuanto a las experiencias más significativas en el PNFAE se
encuentra también el compartir de experiencias con los participantes, ya que
como asesora la interacción y comunicación asertiva con los docentes
participantes me permitió aprender recíprocamente de sus experiencias
profesionales y praxis educativa. Desde el área de Derechos Humanos logré
además la actualización en contenidos fundamentales para la garantización
eficiente de los derechos y garantías de los y las estudiantes, fortalecer mis
conocimientos en cuanto a la Pedagogía del Ejemplo, Amor y Curiosidad y
más gratificante aun, el desarrollo de un proceso formativo desde la
Investigación Acción Participativa y Transformadora permitiéndome además,
influir positivamente en mi entorno laboral, aportando elementos para la
transformación de las prácticas educativas en la institución donde actualmente
laboro.
Hoy más que nunca ratifico mi vocación como docente y Defensora
Educativa, comprendiendo con mayor profundidad que la escuela no puede
permanecer aislada del entorno social y familiar y los y las estudiantes, que es
fundamentalmente necesario esa articulación y vinculación permanente entre
la escuela, la familia y la comunidad, en todos los niveles del Sistema
Educativo y que todos los docentes tenemos el deber fundamental de educar
en función de garantizar los derechos y garantías de nuestros estudiantes y
así además mejorar el clima escolar y promover una Convivencia Solidaria que
consolide las instituciones educativas como Territorios de Paz.
MOMENTO IV:

4.1 Hallazgos y conclusiones:

-El área de formación Orientación y Convivencia de las instituciones


educativas de Educación Media General y Técnica es el eje transversal del
proceso educativo que puede conducir a la concreción de una cultura escolar
para la vida, para el respeto de la dignidad humana que se traduzca en la
formación de hombres y mujeres con aportes positivos para su entorno social.

-Los docentes de Orientación y Convivencia deben estar en formación


permanente para garantizar una atención educativa integral y de calidad, en
consonancia con los intereses, habilidades, destrezas y potencialidades de los
y las estudiantes, evaluando y reformulando las estrategias pedagógicas para
garantizar que se atienda la diversidad del estudiantado, de acuerdo a su
periodo de vida.

-El L.B Creación “Juan Ángel Bravo" debe conducir su accionar


pedagógico hacia la concreción de un modelo de Organización Inteligente, una
organización que aprende y promueve el desarrollo pleno de los dominios
personales de los y las docentes, la concreción de modelos mentales que
conduzcan hacia la consolidación de una visión compartida de los objetivos
pedagógicos que se traduzca en un pensamiento sistémico sobre una cultura
de paz que prepare a los y las adolescentes en ciudadanos y ciudadanas
críticos, reflexivos, proactivos, productivos y que sean agentes de
transformación social.

-Las técnicas y estrategias de aprendizaje del área de Orientación y


Convivencia deben ser innovadoras y permitir la creación de condiciones que
activen la motivación intrínseca por aprender de los estudiantes y a través de
la motivación extrínseca potencien la adquisición de aprendizajes significativos
relevantes para la vida.
-La Educación Media General y los espacios institucionales de los liceos
deben transformarse en espacios de vida social que promueva la potenciación
de la multiplicidad de inteligencias, aptitudes, actitudes, habilidades y
destrezas de los y las estudiantes, permitiéndoles la concreción de una
personalidad resiliente que le ayude a superar entornos negativos y
situaciones adversas a su bienestar integral, involucrando el entorno familiar
de modo que los logros escolares no sean reforzados negativamente fuera del
ámbito escolar, sino por el contrario se obtenga un refuerzo positivo en el
medio familiar y social en el cual se desenvuelven.

-Eduquemos en, por y para todos y todas, respetando la dignidad y


condición humana que tienen inherentes múltiples posibilidades de aprender
y superarse cualquier adversidad y entorno negativo.
Referencias bibliográficas:

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producto de mesa técnica Jornada en LUZ, Maracaibo. Estado Zulia.
Venezuela.
ANEXOS

Conversatorios con los docentes sobre Orientación y Convivencia

Grupo focal con los estudiantes


Taller sobre Prevención Integral

Taller sobre Neurodidáctica.


Actividades desarrolladas con los estudiantes en el Proyecto de Aprendizaje
del 3er lapso:

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