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conocer al nifio en sponsabilidad pedagogica psy gSOY TU?, _ _— sob ALL AR Anna Seydel, Yo soy ti 1° ed,, Barrendero Ediciones, Buenos Aires: 2012, 128 p., 14x 20,5 cm. ‘Titulo original: Ich bin Du Traductora: Ursula Vallendor LIBROS HECHOS ARTESANALMENTE: latraviesa.libros@gmail.com * Anna Seydel YO SOY TU! Re-conocer al nifio en responsabilidad pedagégica Dedicado a todos aquellos nifios gue tienen la esperanza de ser reconocidos. A modo de prefacio “HARTWIG SCHILLER Cuando surge una nueva pedagogfa, ésta corre el riesgo des- pués de un tiempo de ser “conocida", es decir, de convertirse en una practica rutinaria. En la Pedagogia Waldorf el peligro subyace en confundir el modelo histérico de un nuevo tipo de escuela con una’ pedagogfa modelo. ¥ por ende, una iniciativa lena de vida se ve amenazada de caer en la fijacién de ataduras dogmaticas, Pero, una pedagogia que se ha impuesto como meta convertirse en “arte de educar”, lleva en s{ misma el potencial para descubrir aquello que fomente el desarrollo de los nifios, mediante mn pro- ceso siempre instanténeo, creative y tinico entre nifios y educado- res (incluidos los padres y las influencias mediatas e inmediatas). Tal _pedagogia adecuada a las_exigencias_modernas.tiene_como iracién. central una relacién.constructiva, formativa.y eativa entre nifios y_pedagogos, Esta relacién depende de la di ito del ser humano. Su basi zenesé Asi por medi del desarrollo de na cultura stezmatun apreni- zaje, Se Supera el abismo entre alunos y pedagogos. Las mencio- nadas preguntas basic ierten entonces en tarea de for- macién permanente para el desarrollo de los docentes. Sobre esta ia los pedagogos descubren y coristruyen su identidad pro- fesional. Sin embargo mds alla de la formulacién de esta meta ideal es de importancia decisiva el camino a tomar, su viabilidad. AE AL El presente libro propone para ello un camino de conocimiento tedrico puro y profundo, metédico y practico, a través del cual se puede llegar a tener acceso a la esencia del ser del nifio. Lo extra- ordinario e increfblemente gratificante es la claridad y autentici- dad con la cual se describe esta tarea central de la educacién. Todo es préctico, todo es factible. Y sin embargo este libro se Jas arregia sin simplificaciones, fijaciones ni reducciones. Se abren caminos, no se los cierra. Es gratificante percibir la madura expe- riencia de una autora que no presenta como construccién teérica aquello que quiere acercar a otros, sino que muestra con delicade- za y suavidad pasos plenos de experiencia, capaces de acercar al pedagogo a sus tareas centrales. El equilibrio entre claridad men- tal y experiencia practica atestigua una maestria educativo-artis- tica impresionante. lL 13 7 23 RBS 36 37 38 40 42 B&GSR 4B 49 50 Contenido Prefacio Prélogo Introduccién a la temdtica Tres preguntas Nifios de primer grado, hoy De la necesidad de mirar a los nifios Dele eficacia del interés Resistencias (Hacia dénde se orienta el camino a través del ateneo sobre nifios? El primer paso: la percepcién El segundo paso: vibrar con el nifio. El tetcer paso: encuentro con Ja esencia del ser El cuarto paso: el concepto comunicable El camino metodoldgico del ateneo La percepcién de lo sensorialmente experimentable Interés y atencién: percibir al nifio como enigma La percepcién de Ja apariencia externa del nifio La percepcién de las manifestaciones vitales ‘Manifestaciones del sentir y de lo social Manifestaciones de la voluntad, de la intencionalidad Gestos de destino Compartir percepciones Posibilidades de percepcién 53 55 55 57 60 60 61 62 65 69 76 80 84 88 92 99 107 113 7 i 124 125 Del cumplimiento de un marco temporal Vibrar con el nifio El punto decisivo Ejemplo de procedimiento (lere. Parte) Encuentro con la esencia del nifio - voluntad dormido intuitiva La pregunta de Parzival La experiencia complementaria Ejemplo de procedimiento (2da, Parte) La imagen del nifio EL pasaje hacia el compromiso Simplificaciones Moderacién Modos de trabajo Formacién de érganos Ejemplo de casos Tanja - La confrontacién con Jas consecuencias del destino de Ja primera infancia ‘Maximilian - Despertar ante el enigma de un gesto Jabar - Sentir Jo ajeno como propio Kathrin - Saltar por sobre la propia sombra Arndt - Actuar juntos en el momento preciso =| i Epilogo y agradecimiento Datos de vida Notas | Prefacio En los dias en qite me disponfa finalizar el trabajo en este libro aparecié Ja noticia sobre el Amoklauf en Winnenden’. La conster- nacién sobre este acontecimiento se reflejé en la postura asumida por los medios de comunicacién. Por momentos se podia percibir en ellos el intento de desentrafiar relaciones mas profundas en aquello que, en principio, era inconcebible. En ese sentido apare- cié un articulo de Wilhelm Heitmeyer: “La doble pérdida de con- trol” publicado en “taz™. “Me referiré a detalles de este articulo porque lo veo relaciona- do de modo directo con la intencién de este libro, pues clarifica la Pregunta sobre si los j6venes son percibidos y reconocidos por sit entorno, y de qué modo. “taz” encabeza les declaracioues de Hettmeyer con las palabras: “con frecuencia los jévenes asesinos en masa son encasillados dentro de alguna patologia, o bien sus delitos son declarados como destino ineludible. Sin embargo, quien quiera conocer las causas tiene que vérselas con las condiciones bajo las cuales cre- cen los jévenes y con las consecuencias de la falta de reconoci- miento.” Heitmeyer se refiere al andlisis sobre Littleton 1999, Erfurt 2002 y Emsdetten 2006. La busqueda de una respuesta a la pregunta so- bre las condiciones causantes, lleva al investigador de la violencia en direccién a la desintegracién social de los jévenes. “Se trata de la problemdtica del reconocimiento, y los casos extremos a la pro- blematica de la pérdida del reconacimiento, cuando los jévenes no Teciben respuesta a las preguntas fundamenteles tales como: de lt T: Lamasacre de Winnenden ocurrié el 11 de marzo de 2009en una escuela secundaria en Winnenden, estado de Baden-Wurtemberg, Alema- nia, dando como resultado la muerte de 36 personas, incuyendo al aesio, Tim Kretschmer, de 17 afi. 9 SL A ZQuién me necesita? ;Quién me escucha? ;A dénde pertenezco? iValgo lo mismo que otros? ;Soy tratado con justicia? Son acep- tados mis sentimientos? Las bases del reconocimiento mismo re- presentan el punto lgido.” =] autor llega a la conclusién: “La capacidad de violencia no es rovocada ni por la ofe Ja oferta de los medios ni por su utilizaeisi, sino por el intolerable balance nega (-) El objetivo del acto violento es restablecer el recc on ~ gl presente libro describe un camino, por medio del cual el adulto puede conquistar su posibilidad de brindar reconocimiento al joven y comprensién a su ser, hasta arribar a sus preguntas la tentes y sus intenciones. La premisa que permitird que esta meta sea accesible seré ciertamente, que el adulto mismo se involucre en el proceso y se convierta ~él, a si mismo- en parte de todo el acontecer; que no se mantenga como observador, sino que més bien, haga realidad la frase que Christian Morgenstern expresa en relacién a Friedrich Nietzsche: “Yo soy para mi mismo territorio desconocido”. Recién entonces percibiré que el nifio que le ha cont i Cercano a él, es. un enigma Jlenio a, él estd para resolver este enigma, Munich, Pentecostés 2009 ‘Anna Seydel Vi fae tea serene aie bien vale fods.esfuerzo... ————_——— Prélogo Mucho dépendi-del hecho de que l slo queden,‘pensadas’, sino que engl pensar se vuelvan ‘videntes'." ideas del ser hnumano no ‘RUDOLF STEINER La observacién de nifios constituye un émbito especial de conoci- miento de seres, objetos y procesos del mundo. Es el arte de aprender a aprehender interiormente la esencia del ser de un nifio o joven, en principio vedada a la mirada. El ateneo sobre nifios” es su medio artistico. Durante este proceso se logra paso a paso- el conocimiento del nifio o joven, quien aparece con rasgos cada vez mas nitidos. La ayuda decisiva para este proceso estd dada por las ideas y exposiciones que Rudolf Steiner presenté en su Estudio Antroposé- fico del ser humano (Allgemeine Menschenkunde)”. Si uno lo toma en serio, lo estudia, si lo trata de comprender de modo siempre reno- vado y si le tiene paciencia, entonces se agudiza la mirada: se vuelve perceptivo; despierta para la esencia animico-espiritual del * N.de la T.: El término alemdn “Kinderbesprechung” (central en este libro) ha sido traducida como “ateneo", por ser el concepto que segiin mi mejor saber y entender se acerca mds a la expresidn original; abarca: todo el proceso que realizan en reunién conjunta docentes y profesionales de la educacién, com partiendo la observacién de nifios y jévenes; el posterior intercambio y dislo- 0 profesional con la consecuente bisqueds de respuestas adecuadss alas ne~ cesidades profundas de niios y j6venes ” Hi dea T: Rudolf Steiner, Cielo. de.con aestros: Estudio det Hombre como base del Latte d ede educar, Ed. Rucof Sener Ed. Antropesd- fea diay Bustos NPS ERIE we aaa! n otro ser humano y posibilita poco a poco comprenderlo progresi- vamente mejor. Los pasos metodolégicos descriptos en estas paginas proponen un camino capaz de orientar este proceso, Durante el transcurso de tal esfuerzo por conocer, es posible legar finalmente a la expe- Hiencia de que las ideas no permanecen meramente ‘pensadas’, sino que, en el proceso de pensar, se vuelven ‘videntes’, Aquellos pasos que han dado buenos resultados en este esfuer- 20 por conocer, representan la base de este libro y son presenta~ dos progresivamente. Siguen las Jeyes de la conciencia humana en Ja medida en que ésta se dirige al mundo con afan de conocer, Protegen de la arbitrariedad y ponen a disposicién la técnica para desarrollar el arte del conocimiento de nifios, del conocimiento Sumano en general, de manera cada vez més vivaz, objetiva y con perspectivas de futuro, A través de ello puede transformarse radi- valmente la relacién con el ser en devenir y, en general, con todo ser humano, A continuacién voy a referirme a todos los nifios y jovenes vom “nifios”. El concepto de ateneo sobre nifios se refiere tam. ‘ign al intercambto sobre j6venes. He modificado el nombre de los aifios tratados. i 2 $$ ET Introduccion a la temdtica “Tres preguntas Lo exterior es una interioridad elevada al estado de misterio‘ Novauis El'sentimiento de que el ser humano es mas de lo que la vista permite percibir de él, se manifiesta fuertemente en muchos seres humanos de nuestro tiempo hasta sentir el anhelo concreto de po- der comprender al ser humano de moda mas profundo y amplio, y de lograr encuentros de manera cenovatla y diferente, Este desa- rrollo se inicié en la transicién de los siglos XIX a XX. En ese en- tonces se transformé profundamente la relacién del ser humano con lo sobrenatural: ya que por un lado, se volvié mAs concreta, presentdndose como necesidad de encuentro con lo sobrenatural ~que siempre se acerca en un estado de misterio-; manifestandose como experiencia interna propia y no mds como experiencia cir- cunscripta a la fe y representacién mental. Por otro lado, puede observarse que todo aquello que atin era seguro y obvio en la con- vivencia social, amenazaba con disolverse, y que a su vez la rela- cién del ser humano consigo mismo también comenzaba a resque- _brajarse, Quien hoy en dfa esté relacionado con nifios y jévenes se en- cuentra sumergido en Ja realidad de esta evolucién. Se confronta con capacidades y talentos totalmente inusuales que ostentan los seres en devenir, Sin embargo, por otro lado, el crecimiento natu- ral y sano parece correr riesgos. La nifiez esté amenazada, 3 AL A La sensibilidad para la verdad y la necesidad expresa de perci- bir aufenticided en el adulto, estén irictementadas en la fifiex; ya su Vez se incrementa la relacién consciente consigo mismo, la-in- tuicién de la propia valia, la propia autonomfa y el deseo de ser percibido adecuadamente y respetado, Cierta vez me encontré con un nifid de ier. grado que después de disentir con su maestra, ha bia abandonado llorando el aula, y a mi pregunta sobre lo ocurri- do, sollozé: “jpero si ella ni siquiera me vel” Una de las facetas de la transformacién de la relacién consigo mismo es la necesidad clara de distanciarse de todo, también de si mismo. (Ser “cool” es ser “inn? ser “no-cool” es ser despreciable.) Se agrega una alerta interior por la igualdad de derechos de todos los seres humanos, por el respeto de la dignidad humana en el en- cuentro y por la igualdad en cuanto al valor del propio yo en rela- cién con el yo de otros, Esto lo demuestran dos pequeiias situaciones que salieron a re- lucir en reuniones de padres: un nifio de 7 afios se enfrenté duran- te una pelea a su hermano y Ic dijo: “No necesitas decirme ‘tonto’, yo tampoco te lo digo”. ‘Una nifia de 11 afios se encontré en el recreo con su maestra de francés, quien se habfa contactado con sus padres con una queja; “Sra. Sch. has Namado a mi madre! ,Qué dirfas si por cada error que cometes llaméramos atu madre?” No todos los nifios esperan que uno siempre esté de acuerdo con ellos y seguramente tampoco, que en todos los casos se tomen en cuenta sus deseos, aunque los expresen con vehemencia. Pero todos quieren. ser-percibidos-y, en.verdad, lo quieren de alimodo més profundo, sincero y abarcante de lo que normalmente suicede. En verdad exigen que el adulto les pregunt gquién eres?.ig Tes puesta quieren-darsela en definitiva ellos mismos; esperan_qhe ¢ adulto, sin expresarlo, se plantee consciente ta-pregunita Y que comprendalaresauatadataporetnito, ral hay otra p jue efi especial los nifios muy pequelios Ie exigen al adulto. Se trata de la pregunta; ;de dénde Vienes? No es posible’contestarla de modo general, pero hoy en ui nl A ie inte que ellos son de naturaleza reshma y que in- teriormente recurren a experiencias y vivencias del periodo pre- natal. De esto dan cuenta muchas expresiones espontdneas y au~ ténticas, especialmente de los nifios pequefios que atin se encuen- tran més cered de I6 prenatal, A modo de ejemplo sea relatada una experiencia de este tipo. Se trata de la poesia que un nifio de 9 afios le entregé a su prima para el bautismo, La familia justo se disponia a subir al auto para dirigirse al ‘bautismo. Entonces el nifio exclamé: "jOh, esperen, todavia tengo algo que hacer!” Re- gresé inmediatamente, habfa escrito en un papelito la siguiente poesia: Nifiita, nifiita, vigjaste largo sobre nubes ebiste la dulce leche celestial y nada te quédé vedado 4 ‘tan sdlo las profundidades de la Tierra. = Si las dos preguntas{jquign eres? y Zde acercan al adulto a lo enigmdtico de un nifio, entonces la terceraspregunta puede confrontarlo en profundidad con su propia inseguridad, Se trata dé le pregunta ghacia dénde te diriges?, pues su respuesta io, y el adulto -si es sincéro- debe percibirse como ‘ya que mucho depe fio. La pregunta que re a la seriedad con la que se asume la res- ponsabilidad pedagégica. =o ~ En estas tres preguintas se pone de manifiesto el hecho, de que _un ser humano es mds gue lo que se percibe de él, que no se lo co- noce por recordar su apariencia exterior y que en principio no se lo puede identificar con aquello que aparece. Hoy en interpretacién el ser humano corre, en principio, el peligro super- Tativo de quedar ciego con respecto a la verdadera esencia del otro 15 ‘él se com-——71 Ser humano, porque la imagen que uno se hace de él, no es con= gruente con su realidad, En definitiva estas preguntas conducen al maestro 0 educador a Percibir al nifio como un enigma. En esto radica la oportunidad, ues cada enigma posee cardcter de exhortacidn. A quien dispon- ga de un poco de entusiasmo activo se le movilizard la necesidad de resolverio, sin embargo, esto puede llevar a una situacin del. cada: en_el-esfuerzo_por comprender.més profundamente a un uelve, claramente, més consciente de s{ mismo, Vi ites, se Ve confrontado inesperadamente con debili S y se resquebraja o se pierde la seguridad de ser, en tine situacién educativa, bésicamente el que ostenta la superior dad. Aparecen dudas con respecto al propio ser, provocando inse- guridad. Repentinamente ya no se es mds el observader soberano, Que desde una posicién segura contempla la situacién, sino que se es parte del acontecer. Cada esfuerzo por resolver el enigma del nifio, convoca al pro- Pio yo para entrar en accién. Y este hecho es, pedagdgicamente, lo realmente efectivo, Silo esto os lo que nifios y jévenes desean de sus padres, maes- tros y educadores: que un otro’ se encuentre con ellos con idénii. Co interés y compromiso con el que ellos mismos en el conta to con el mundo y que les otorgue el correspondiente reconocimig 1” to, it N.de ln 7: La autora express: “ein cbenbirtiges Gegeniber” cuya traduc- Cidn literal és “un enfrente de igual valia”, 16 | ' Nifios de primer grado, hoy } Elcuerpo ya no es habil. Hay que contar con la eqpacidad dl alma es decir, contar con el desarrollo animico.® f mn RUDOLE STEINER Padres y pedagogos observan hoy dfa de igual modo, que el de- sarrollo de los nifios ya no transcurre sin complicaciones. Las nf Fos se vuelven auténomas, cada vez con mayor rapide y cada ver mais temprano, interiormente independientes; sélo con dificultad se dejan las reuniones de padres, Za tendencia en el desarrollo del nifio que surgié a principios del siglo pasado, Prosigue: por Io general los nifias de hoy en dia 7e mo estan naturalmente en armonfa consigo mismos, El sano temple, el equilibrio de sus talentos y la unidad del ser que han traido al mundo son cada vez menos naturales para los nifios, Y si un nifio tiene apariencia arménica, pertenece a las excepciones, Muchos nifios dan la impresién de que una lastimadura les atre, viesa el alma. Esta vivencia atafie dolorosamente tanto a los jéve- nes, como a los adultas, Alamor hacia un nifio, a la alegrfa de su desenvolvimento ya In esperanza de un crecimiento saludable, se le agrega inesperada- mente la inquietud sobre lo que le estard sucediendo cuando apa- recen dificultades educativas, molestias alimenticias 'y de desarro- llo, dificultades de aprendizaje y conductas llamativas, Y si el nifio llega hasta el punto de enclaustrarse, recluirse, sus- traerse y a construir una vida paralela, entonces muy pronto ya no se podra llegar a él. Se volverd escurridizo, y comenzard un Proceso de distancia y alejamienta dificil de detener, LEH CTR | Poco tiempo después de la fundacién de la escuela We dorf, Ru- dolf steiner anoté en su diario: “el cuerpo ya no es habil". E inme- diatamente se refirié a los talentos del alma. A esa capacidad del filma se le puede atribuir lo que los nifios son capaces de expresar mediante el dibujo. Una pequefia seleccidn de dibujos infantiles -en todos los casos autorretratos de principiantes escolares- permite una visién sobre el modo como estos nifios se perciben a s{ mismos. Imagen 1. Un principiante que por medio de un dibujo so- bre sf mismo expresa que se ha desarrollado arménicamen- te, que interrelaciona de modo adecuado y alegre con su me- 18 ‘EEE eM dio, que se acerca como bailando hacia todo lo nuevo que promete su futuro ingreso a la escuela, es una excepcién. Imagen 2. A menudo se presentan severas dificultades ya a Ia edad de 6 67 affos: aqui un nifio de 6 afios relata por me- dio del dibujo sobre s{ mismo, que atin esté totalmente atra- pado por los procesos que se desenvuelven en su corporali- dad, que atin no esté libre para dedicarse de modo abierto y con suficiente curiosidad al aprendizaje, tal como lo requie- re un principiante. 19 > 7 Imagen 3. Otro nifio se percibe a sf mismo como alegre ob- servador de la escena, E] tronco como organizacién media- dora con el entorno y los miembros como érganos de desen- volvimiento de su voluutad no encuentran lugar en su dibu- Jo. Al comienzo sélo dibujé la cabeza y frente a la pregunta: “también tienes pies?” agregé las dos pequefias ifneas que parecen ser el cuello, pero que él vivencié como sus piernas. Este nifio, en cambio, percibe todo lo que ocurre a su alrede_ dor sin sentirse motivado a involucrarse en los sucesos, Mi Imagen 4. Por medio de su dibujo, un nifio hace notar su ex- trema sensibilidad. La tierra abajo, redonda y hermosamen_ te verde esta para él en declive. No tiene pies, en cambio se muestra equipado con innumerables antenas y cada vibra- cién del aire en su entorno puede convertirse en motivo de “vibracién conjunta”. Si bien su casa cuenta con una venta na, parece ser, sin embargo, de paja y sin un techo verdade- ro. a (MVE Imagen 5. Un principiante se dibuja totalmente separado en partes, Esta imagen de s{ mismo por lo general sdlo se cono- ce en adultos en situacién de crisis profunda, \ Imagen 6. Este nifio desea hacer volar su barrilete, Pero no cuenta ni con brazos, ni con manos para sostenerlo, tampo- co con pies y al barrilete le faltan sus atributos caracterfsti- cos para poder volar: el hilo y la cola. El nifio abre la boca como indefenso. Tiene los “pelos parados” porque no es ca~ paz de enfrentarse con lo que se le presenta, pues carece de la necesaria organizacién. El cuerpo ya no es hébil. 2B Cada vez con mayor frecuencia, tanto padres como maestros se encuentran a si mismos en situaciones como la comentada, Por lo general, se relacionan con el nifio atentos e interesados en su de- sarrollo, Sin embargo, con frecuencia creciente, surgen situacio- nes que muestran: que ya no alcanza el interés natural, la aten- cién sobreentendida y el instinto pedagégico innato para percibir al nifio con la suficiente claridad y comprender lo que necesita verdaderamente. En la actualidad, ya no se puede partir del hecho de que el mero amor y dedicacién de los adultos sean garantia su- ficiente para una verdadera comprensién del nifio y del joven. En muchos casos a la comprensién de un nifio se Je contraponen las propias reacciones torpes, la perplejidad y el enmudecer frente a una aparente falta de salida, “Almas torturadas, desgarradas, que sufrenyy buscan, por el choque de lo espiritual con Io material...” Esta es la mirada de Kandinsky sobre los acontecimientos de la época en 1910. Desde entonces, las condiciones no mejoraron Por el contrario. Si no queremos sucumbir ante ellos, tenemos que en- frentarlos activamente, ha De la necesidad de mirar a los nifios Los niftas atin no han sido “reconocidos” profundamente, y por eso atin np han sido “redimidos”. En ello se me revela nuevamente a mi mismo nuestra especial tarea en pedagogia curativa: redimir por medio del conacimiento la verdadera aman Kart Konia Lo peor que puede suceder a padres y maestros confrontados con la necesidad de sus propios nifios o bieit de los que les fueran confiados es que no cuenten con nadie para hablar sobre esa nece- sidad, Cuando es posible pedir consejo a otros, el mds sencillo in- tercambio representa una liberacién de la propia confusién. La mirada retorna hacia el nifio, y de modo inesperado aspectos de su ser, y repentinamente se renueva la capacidad de mirarlo de manera adecuada y la relacién se aclara. Conversaciones de este tipo pueden desarrollarse en un marco reducido, bajo condiciones sencillas, en un pasillo o también por teléfono. Por lo general, transcurren de modo variado y no convencional. Pero en vistas a las nuevas condiciones de desarrollo de los ni- fios y del cambio radical de dispasicién de 4nimo, se hace indi pensable cada vez mds observar al nifio y dedicarse consciente- mente a él, no dejarlo al azar. Cuando en 1919 la primera escuela Waldorf abrié sus puertas y R. Steiner se hizo cargo de su direccién, en las reuniones docentes se hablaba con regularidad acerca de algunos nifios en particular. R, Steiner mismo observé una y otra vez a nifios. Sus comentarios al respecto pueden servir de orientacién para cada pedagogo. A partir de entonces, en todas las escuelas e instituciones cercanas a la Pedagogia Waldorf, se realizan ateneos sobre nifios, Durante de- cenios, esto fue parte constituyente de las reuniones docentes. 25 SL LUM URGES | A Pero de esto ya hace 100 afios y, a pesar de las experiencias positi- vas de estos intercambios de observaciones de nifios tal como fue- ron realizadas durante los primeros afios en la Pedagogia Waldorf, fueron desapareciendo progresivamente de las reuniones colegia- das. Durante cierto perfodo, esto fue aceptado, simplemente. Pero pronto crecieron los problemas con ciertos alumnos y con ello se incrementé el desconcierto de los educadores. Lentamente co- menzaron a realizarse de nuevo y con cuidado los intercambios sobre las observaciones de nifios. Entre tanto, las preguntas en relacién a este espacio, se vuelven urgentes y crece la necesidad de organizarlo metédicamente. En la actualidad, muchas instituciones intentan volver a realizar ob- servaciones, pero de modo renovado. Las conversaciones de pasillo no requieren de mayor estructu- racién, El didlogo, la consulta mutua ayudan a encaminar la situa- cidn. En cambio, el intercambio en la reunién de docentes, es algo diferente, Pues requiere de planificacién, de un proceso artistico y social que se desarrolla en un tiempo predeterminado y dentro de un marco propuesto, que requiere de un moderador y que, en lo posible, permitiré considerar muchos aspectos. Requiere atenerse durante el proceso de la deliberacién a leyes objetivas. 26 De la eficacia del interés Incrementar el interés de ser humano.a ser humano.debe serisn iso fundamental en el desarrollo de lah epoca del alma consciente.” RUDOLF STEINER Por lo general se organiza un ateneo sobre un nifio cuando éste presenta ciertas peculiaridades con las que choca el adulto o que resultan molestas para el entorno social. A veces puede ser util cuando el adulto simplemente dirige su atencién al nifio, cuando permite que el nifio se convierta para él en enigma. Esta dedicacién tan plena de interés puede tener por si misma profundos e inesperadins efectos, pues los nifios sélo pueden lo- grar la armonta consigo mismos como eco de nuestro interés y ala luz de nuestra mirada atenta. Cuando dirigimos nuestra atencién a.un nifio esforzindonos por comprenderlo, le damos la oportuni- dad de asirse a si mismo, Se relaciona consigo mismo y se siente percibido y reconocido, ‘A veces las manifestaciones de este proceso son delicadas y no perceptibles inmediatamente, Pero en ocasiones, ocurre un cam- bio radical y decisivo de modo instantdneo, y provoca sorpresa y asombro. Sin embargo, rara vez se relaciona esto con los esfuerzos previos realizados en relacién al nifio, sino que se los suele atri- buir ala casualidad. Allf donde los ateneos sobre nifios se realizan con regularidad, crece la sensibilidad para percibir y ordenar los cambios en un nifio, Es posible que aparezcan en lo anfmico o en lo social, pero también pueden estar relacionados con el desarrollo corporal o hacerse notar en una reorientacién de intenciones. Para ello tres breves ejemplos: 7 Reijo y sus hermosos cabellos Reijo era un alumno de 2do. grado en una escuela Waldorf del norte de Europa: un nifio pélido y ensofiado, ensimismado, con movimientos dgiles y cabellos largos, sedosos, de color castafio. Sus maestros sufrian por el hecho de que no se interesaba por nada, que no se relacionaba nl con los contenidos de ensefianza, ni con los demds a su alrededor; actuaba y se comportaba como un. adolescente. Se solicité realizar un ateneo sobre él. De a dos nos sentamos en clase y lo observamos. Nos Ilamé la atencién que Reijo se ocu- para sin cesar de sus cabellos, mientras se hundfa silenciosamente en su propio mundo. Casi no podfamos resistir la tentacién de re- tirarle los cabellos del rostro para que no le siguieran dando opor- tunidad de esconderse tras ellos. Sin embargo no hablamos con nadie sobre ello. Al dia siguiente los alumnos debian presentarse en el ateneo. Pero Reijo no aparecfa por ningtin lado. Nos asustamos, porque querfamos que todos los docentes lo percibieran. Y ahora, ;él no estaba presente! Pero, nos habfamos equivocado. £l estaba ahi, pero con el cabello corto. Ahora estaba radicalmente cambiado, tanto. que no pudimos reconocerlo en un primer momento. Se lo vefa como un nifio con frescura y seguro de sf mismo. De repente aparecié su frente prominente. Daba la impresidn de ser mas pe- iuefio, mds joven, mds claro y con més forma que el dia anterior. Simplemente no lo habfamos reconocido. A Gracias a la atencién que le dispensaron dos adultos extrafios para él, Reijo pudo dejar caer los velos y despertar para e] mundo en derredor tan velozmente como cayeron sus cabellos. Jacob y el descubrimiento de los otros Jacob, un principiante de primaria, cdlido, movedizo, muy dind~ mico y esponténeo, Ilamaba la atencién por manifestar importan- tes problemas sociales. Tenfa tendencia a reaccionar con vehemencia. Manten{a cons- tantes peleas que légaban al acto y que desembocaban en inten- sas acusaciones mutuas y Ianto. Los docentes estaban molestos, los padres de los compafieros mas y més alarmados. Nadie sabia cémo conducirlo adecuadamente. Las amonestaciones no servian para nada, Sus maestros comenzaron a preguntarse, si en verdad era posible seguir Jlevandolo dentro del grado. Entonces intentamos en un pequefifsimo cfrculo hacernos una imagen de él, e intercambiamos las impresiones, A la mafiana si- guiente se hicieron visibles los primeros efectos de nuestros e5- fuerzos. Esa mafiana cuando saludaba en la puerta de entrada de Ja escuela a los-alumnos que ingresaban, llegé Jacob, entré a la es- cuela con el brazo extendido hacia delante portando en el puiio un pequefin ramo de flares. Sonriente me lo entregé. Apenas pude darme cuenta de lo que pasaba. Entonces llegé la madre. Jacob en- tretanto habfa proseguido su camino. La madre estaba un poco turbada pues a la mafiana temprano Jacob le habia dicho: “Las flo- res son para la Sra. Seydel, porque ella es mi amiga”. Y asi es hasta hoy en dfa. Jacob se convirtié para los demas en un compafiero tratable, especialmente comprometido en lo social, célido y consi- derado, con sensibilidad para con las necesidades de los otros y con posibilidades para brindar ayuda. Gert y su crecimiento repentino Gert llegé de otra escuela Waldorf al ya constituido Sto. grado: un nifio muy bajo, con Ia apariencia de uno de 3ero. Su cabeza daba la impresién de ser desproporcionadamente grande, parecta comprimida entre ambos hombros. Desde el comienzo causé la 29 impresién de ser un nifio circunspecto y con inteligencia superior a la normal; pero parecia infeliz, desconforme consigo mismo, un Poco grufién, y se mantenfa siempre mds bien como espectador, poco interesado en la vida de la comunidad del grado. Habfa algo que le producia malestar. Al preguntar, nos enteramos de que su grupo anterior no lo ha- bfa aceptado. No se habfan burlado de él, pero sf lo dejaban de Jado. En la nueva situacién encontré un lugar, no lo molestaban pero siguié siendo “outsider”, abierto al trabajo en clase pero in- teriormente extrafio en relacién con sus compafieros, También aqui intentamos lograr claridad sobre el nifio, porque era evidente que la situacién reflejaba una necesidad, Poco tiempo después se hizo notar una peculiar transformacién en Gert: sus rasgos faciales perdieron la expresin de disconformi- dad; su cabeza comenzé a liberarse de la aparente compresién en- tre los hombros. Imperceptiblemente su interés se dirigié hacia el entorno, también hacia los procesos del grado. Al tiempo comenzé a cstablecer contactos y a integrarse en la trama de relaciones de su grupo. También se lo vio mds alegre, Después de un afio alcanzd Ta altura corporal de sus compafieros. Comprometido socialmente desarroilé un humor muy personal, y en las excursiones, eventos comunitarios y fiestas asumfa con cuidado la organizacion. Liegd a ser médico, Una de las experiencias del ateneo es el hecho de que gracias a flo m nifio vuelve 2 enceminarse sobre los pasos de su desarro- . Aquello que libera no es pasible de ser pensado ni prdpuesto, acontece, y es entonces cuando puede ser observado. Y siempre sorprende, porque lo que ocurre es inesperado. * Inesperadamente ocurrié en el caso de Reljo, que He un instante a otro toms por sf mismo la decisién de abrirse al mundo, de trasladar su presencia de yo al mundo. *° Jacob redireccioné su amor humano, apegado en un princi- pio de modo primitivo solo a s{ mismo, hacia el entorno y 30 descubrié arquetipicamente al otro ser humano hacia quien dirigié a partir de entonces su compasién, calidez, disposicién de asumir responsabilidad y amor. En la historia de Gert se liberd su propio ser, su humor, su resplandeciente inteligencia y con ello su fuerza de creci- miento: . 7 En los tres casos la atencién consciente dispensada a los nis permitié que se hiciera notar un impacto Gel yo que se manifests i i itorno, en un re~ en un cambio de relacién con el entorno, ; i miento del interés, Encontraron su camino pare salir de sf mismos sin tener que comportarse segiin consejos, indicaciones o amones: taciones del entorno. an Resistencias eos y de adecuarlos a las nuevas exigencias. En - En much = cases ayuda para vivificar los ateneos a partir de 7 eae ape ‘ds profundo y de arraigarlos de modo renovado, Pero om ae tener en cuenta la aparicién de resistencias. obs einciplo se deberd considerar que ya la mera decisién de ras. StUpO a un nitio requiere esfuerzo, Existen exigencias Fendimiento; severas restricciones cconémivas; problemas eulbe, Zales con los que deben lidiar los colegas; conflicts inmnanentes retorts cltades personales; como ast también diversas ‘ones en relacién al derecho de intervencié encion. Tod aspectos pueden atormentar el marco organizativo de una insti 6n, exigiendo mucho tiempo in. Si : para su resolucién. Sin emb: no deben subestimarse, i er que con Be” no det arse, pues permiten comprender que con fe, eared yesta poco tiempo para dedicar a los ateneos sabres ios. ; se agregan resistencias internas, A menudd de ig ' a 7 = Zeprime, pero influencian el ambiente animico de un cnerbo da cente. Asf por ejemplo surgen preguntas: , * No serd que se viola la intimidad de un nifio mediant ; 1 un nifio mediante | observaciones que se intercambian sobre él en un atenco? * Ges posible que un ateneo sobre un nifi E le Nifio tenga co: E cias negativas para él? a 32 * jEs correcto hablar en un ateneo abiertamente sobre un nifio? No se trasgrede de este modo su derecho al resguar- do de su intimidad? ‘© {Es posible que en un ateneo participen personas que no tengan relacién pedagdgica directa con el nifio? * {No se pierden de vista todos los dems nifios al dedicarse auno solo? * La preparacién de este modo de ateneo jno exige demasia-~ do trabajo? Estas objeciones y preguntas no deberfan ser desestimadas, pues ocupan nuestra conciencia, percibimos su razén de ser, nos apremian y ademds obstaculizan la dedicacién desprejuiciada para cof un nifio. ‘A esto se agregan miedos. As{ por ej. aparece el miedo a las mi- adas criticas de los colegas, pues los demés podrian detectar mi fracaso y suponer que no sé manejar una determinada situacién pedagégica con un nifio. Generalmente un ateneo se realiza cuan- do han surgido dificultades, zy a quién le agrada mostrar abierta- mente ent semejante situacién sus cartas y ponerlas sobre la mesa? Tal vez también aparezca e] miedo en relacién a los padres. No se puede presuponer que los padres acepten felices que los docentes se reiinan para intercambiar observaciones realizadas sobre su nifio. Uno de los motivos por el cual no se los consulta, es para evitar el riesgo de que rechacen el pedido. Resumiendo: es posible vivenciar diversas facetas de objecio- nes, resistencias y temores que estén anclados profundamente en cada uno sin que, empero, ellos se manifiesten con claridad. Esa es la razén por la que resulta dificil enfrentarios, Todo esto pone en peligro la imparcialidad para con esta grandiosa herramienta pe- dagdgica. Finalmente existe otro campo de resistencias atin més intimo: elateneo sobre nifios confronta.a.cada_uno.consigo.mismo,loie~ yaa dudar de s{ y a ponerse a prueba en cada intercambio en el 33 : {LLU SS que participa, Eso produce temor, También cabe ipre. contiene.cierto grado_de. exigen confrontarse.con tal desafio, Sin embargo existe un solo medio para lidiar con las resisten- cias: se trata del sincero intercambio sobre los pro y contra del ateneo, y del esfuerzo genuine por conocer las propias dudas y re- sistencias. Resulta ‘itil cuando un cuerpo colegiado desde un co- mienzo se acostumbra a basar esa biisqueda de pro y contra en ex- periencias concretas y de no evadirse por medio de meras inter- pretaciones o suposiciones. Para volver a implementar los ateneos sobre nifios es recomen- dable encontrar nuevos caminos para lidiar con las resistencias mencionadas, en lugar de basarse solo en la decisién undnime de un cuerpo docente, por ¢j.: lograr una forma que no hiera suscep- tibilidades, que considere seriamente las convicciones de todos y que no limite a nadie en su libertad, Esto se puede lograr por me- dio de acuerdos simples, tales como: signar que un ;-y.no.es facil © Cada colega goza de libertad absoluta para participar 0 no del ateneo; * Sélo participan aquellos que sinceramente respaldan el ateneo; * Un ateneo también puede tener sentido en un circulo pe- quefio, por ejemplo si participan el docente responsable del grado, el médico escolar, el euritmista curativo.y oca~ sionalmente también los padres; * Un-cuerpo docente también puede declararse dispulesto a aceptar un moderador externa; © Decidir que algunos colegas partictpen del coloquio sobre el arte del ateneo sobre nifios que se realiza en Dornach”, Para cada cuerpo colegiado puede ser una tarea interesante en- contrar su propio camino para observar a un nifio. Hoy en dia es més importante que nunca no dejar pasar la posibilidad de reco~ 34 Lie SS i aa ifios es la herra~ nocer y comprender a un nifio. El ateneo sobre mienta pedagégica més eficaz.y bella para en| ‘para transformar.en_positiva. la. rel con_un.nifio., De principio se trata de dar 4nimo para comenzar con pequefios pa~ sos, Se puede tratar de intentos simples que capaciten a los docen- tes o educadores a acercarse interiormente a un nifio. ‘No se trata de la exigencia‘de pasar siempre por todos los niveles del ateneo. El mere hecho de que varios adultos miren al nifio ya puede ser de ayuda. Si uno se acostumbra.c.esforzarse.debid hfios psicolégicamente, entonces paulatinam tipo de relacién con. totalmente, puro, por. cto cho en sf, Este aprender a conocer no permanece como. mera "Se transforma en un vinculo.diferente.co Esta es la fundamentacidn del ateneo. Ese tipo de expresiones que no requieren de mayores exigen- cias, dan 4nimo para comenzar a transitur juntos el camino pars conocer a un nifio dando pequefios pasos. Lo interesante es: que a través de este procedimiento cada uno aprende conocer mejor a los dems, no solamente el educador a sus nifios, sino también un educador a otro. De este modo el ateneo se convierte en posibili- dad de comprenderse mutuamente, y como medio para la confor- macién de la comunidad, Es un acto social y artistico: “cada actividad debe ser tratada artisticamente si ha de tener &xi- to duradero, seguro y apropicdo”.* 35 dHacia dénde se orienta el camino a través del ateneo sobre nifios? Flarte sélo puede ser grande cuando estd relacionado de mode directo con las leyes césmicas y se subordina aellas,® ~ ‘Wassily KANDINSKY s El primer pas Ja percepcién 3 o-practica ‘Por 8&0 habré que preguntarse en principio, qué es lo Spe entenderse bajo “leyes césmicas", y luego, de qué tipo es esa relacién con dichas leyes on ol marco del ateneo sobre nites, Cacia enc on el mundo a través del cual queremos conace;o comprender algo, nos convoca como alma, como serés hiimanos ca- Paces de pensar, sentir, actuar. Tratiscurre sobre Jeyes; pues animi- camente en cada caso nos encontramos en una situacién diferen- ke, Segtin con cudnta conciencia vivenciamos el encuentro. Si nos cafrentamos al mundo exterior lo percibimos, caso contravio esas manifestaciones permanecen inconscientes para nosotros "Trata, mos de vineular aquella percepcién que captamos con conciehts Con algo conotido. De este modo unimos lo exterior com algo ant os es familiar 0 sea que hemos conocido en algiin momentolesra bleciendo asi una releciin interiormente abarcable, y gue no per- mita comprender la peteepcién, Se trata de una actividad del pon sar, De este modo plasiiamos una imagen, que a su vez sera evo. cable en nuestra alma como recuerdo, Allf forma parte de nuestes conclencla. Inmersos en esta actividad nos percibimos atentos a 36 este nivel del conocer; podemos confiar en esta tarea; adquirimos seguridad de vida. Y nos auto-percibimos en este proceso como objetivos. El mundo y en especial el nifio se convierten para noso- tros en objeto, al que observamos, y del cual, sin embargo, esta- mos separados al mirar. Rudolf Steiner denomina “conocimiento despierto imaginativo™ a este proceso elémental de nuestra conciencia en el encuentro con “Gl mundo. También el ateneo sobre nifios considera estas leyes de Ja conciencia. El modo en que conformemos este paso dependeré del objeto que queremos conocer, en este caso ‘el nifio’. Es el nifio quien determina el método. La percepcién,.el conocimiento-imaginativo despierto, es el primer escalén-del-ateneo sobre nifios. El segundo paso: vibrar con el nifio Il observador atento percibird que a toda impresién exterior inmediatamente se le agrega el sentir. A menudo esto sucede con tal tapidez qué iitia impresién suele umpulsarnos directamente ha~ cia una reaccién animica, Reaccionamos intimamente a todas las impresiones del mundo exterior y sentimos o bier pertenencia o bien extrafiéza frente a’éllos. Si nos tocan come conocidos senti- mos_aceptacién interior, simpatfa, calidez y familiaridad. si los pa 0s como extrafios, nos distanciamos interiormente. Por medio def sentir percibimos el grado de nuestra unién con el muiidé, ‘Ya ‘rio Somos meros espectadores, sino que nos converti- mos en parte de lo que se nos acerca: ‘participes’ es lo que nos re- la por sobre el sentir, lo interpreta y lo juestros estados de dnimo oscilan entre ambos polos de,simpa- ipatia, ida y yuelta. Las impresiones del mundo exterior se compenetran en nuestro sentir con nuestra interioridad. En_el sentir estamos ensofiados, despiertos que al percibir. Si en ese sentido nos observamos anfmicamente, detectamos que, si Bien nos percibimos 4 nosotros mismos interiormente presentes, 7 ! IU SE empero no somos capaces de influenciar conscientemente el sen- tit, Aparentemente aparece sin nuestra participacién, como una ‘con-vivencia’ con el mundo, como algo dado, que actiia en noso= tros, Io cual en principio no manejamos y en cuyo surgimiento no tenemos mayor participacién, __ Empero si nos confrontamos perceptivamente con nuestro sen- tir y comenzamos a observarlo, podemos establecer un acceso ol Jjetivo con él. ¥ de este modo podemos aprender a transform: mediante la intervencién de nuestro yo. Por ejemplo, podemos re~ primir un sentimiento que surge esponténeamente. O bien pode- mos confrontar una impresién exterior con un sentir transforma- do y producido especialmente por nosotros mismos; si por ejem- plo reproducimos interiormente una forma hallada en el exterior y la sentimos interiormente; o cuando percibimos la preocupacién de otro como si fuera propia, Entonces la relacién naturalmente dada y ensofiada para con el mundo se convierte en un ‘sentir ha- cia’, én un sentir ensofiado-inspirado, un sentir emparentado con la captacion artistica, Entonces nuestro sentir comenzaré a deve- lamas aspectos mds profundos e intimos del mundo, Esto incre menta nuestro sentir hacia una forma nueva y diferente de per- cepcién. Se convierte en un sentir ensofiado inspirado" en un conso- bar ensofiado, un vibrar a tono con un nifio y un sentirse unido a q 7 En ese sentido es posible aplicar y conformar conscientemente este nivel de nuestra unién con el mundo al ateneo sobre nifios. -Re-direccionar hacia esta ampliada posibilidad de conocimien- to, hacia el sentir ensofiado inspirado, representa el segundo esca~ 1én metodolégico del ateneo sobre nifios, vt El tercer paso: encuentro con la | esencia del ser Como seres ‘actuantes’ nos ponemos en una relacién con el mundo que viene a nuestro encuentro, nueva y diferente a las an- 38 Ae A | teriores. En ello no reina vigilia. Aqui experimentamos nuestra pertenencia existencial al mundo. Aquf vivenciamos con conciencia fuertemente amortiguada, justamente con conciencia dormida”. No podemos seguir con conciencia los procesos que transcu- rren durante la digestién de las sustancias ingeridas. Tal como ~tampoco podemos seguir el camino que recorren las impresiones exteriores con’las que nos enfentamos hasta que se conviertan en nuestra posesién. As{ por ejemplo internalizamos lo que leemos 0 lo que sucede en um encuentro. Nos constituye sin que podamos seguir de cerca el recorrido que acontece. Empero si nos enfrentamos al mundo, a nuevos encuentros, ad- quirimos nuevas impresiones, entonces esa posesién interior, es0 que se nos volvié familiar, asume un rol; determina nuestras reac- ciones, Generalmente estos procesos se mantienen profundamen- te fnconscientes. Lo vivenciamos de modo ‘sordo’ sin ser capaces _de discernir de dénde proviene un impulso para realizar algo. Desde las profundidades de la conciencia dormida emergen las | tdeas, la devisién de qué hacer on una cituacién determinada, el | modo cémo enfrentar adecuadamente un determinado hecho, Son intenciones inconscientes totalmente individuales, ideas pedagd- gicas y terapéuticas. Sabemos entonces qué es lo que requiere una Cosa, qué es lo que a partir de ella se debe hacer, pero por lo gene- \ ral no podemos fundamentarlo con claridad. Las fundamentacio- \ nes més bien corren tras las ideas y las justifican a posteriori. R. | Steiner denomina este proceso como ‘voluntad dormide-intuitiva’. .cabo.una idea, otorga wna segu- stro instinto pe: ala concientia I ‘Pero también es posible integrar los cambios en las profundas regiones de nuestra conciencia dormida, As{ por ejemplo, cuando sn la educacién_de_un nifio.nos, hacemos claras.representaciones sobre su situacién, su estado eyolutivo, sus necesidades. ¥. luego. ~ sin que estemos. especialmente despiertos en el momento en el 39 gue estamos lamados a actuar - cambiamos la direccién de.nues- {ra intervencién. Tenemos una idea de cémo tenemo: abordar| un hecho. Aquila voluntad normalmente dormida se.convierte en una voluntad dormido-intuitiva;-en-la que la regularidad de las le Yes del objeto o del ser humano con el que nos ocupamas, nos il mina interiormente como desde afuera. A partir de esto se pueden coimprender las palabras de Rudolf Steiner: “si, pues, se ocupan con la antropologia antroposéfica... entonces se compenetrardn de talento pedagégico™. En el ateneo sobre nifios habra que crear espacio para este Paso; y existen caminos para darle forma, Ellos nos llevan a las profundidades inconscientes del propio ser, cual Ambito nocturno de nuestra existencia; ambito donde desde la conciencia dormida emergen empero los impulsos a partir de los cuales actuamos Iue- go. Tratar con la voluntad dormido-intuitiva es el 3er. paso de un ateneo metédico. El enarto paso: el concepto comunicable Se agrega un cuarto escaldn del ateneo sobre nifios, al cual por lo general no se le otorga la suficiente contundencia. Se trata de concentrar en una imagen comunicable el resultado de todo el proceso -tripartito- de percepcién y conocimiento relationado con la esencia de un nifio y de expresar lo vivenciado YY coriquista- do en conceptos Idgicos. an Todo lo que hemos movido_interiormente.en nuestro esfuerzo Bor conocer, hasta el punto. de lo,profundamente incons¢iente, ‘hora deberd ser iransformad 1€ que despertar hacia el claro conocimiento imaginative y desembocar en un concepto, en imagen que se pueda formular, en.un. conocimiento.diéfano, co- milinicable, Se debe poder comunicar. 40 Este paso que cada uno sélo lo puede dar por sf mismo; pues la comprensién de un nifio sélo puede ser creada desde el propio in- terior. Sin embargo cada uno puede trabajarlo durante el didlogo de tal modo, que en él se libere Ia imagen y se convierta en se pueda formular. La imagen se va clarificando segiin Io que se va expre- sando en la ronda y-adquiere de este modo contorno. Asf se vuelve reproducible para otros. Si en un ateneo sobre nifios no aparece el \ concepto comunicable, ni la imagen del nifio con su idea pedagé- i | gico-terapéutica, entonces, o bien no es posible expresarlo con claridad en el idioma de los pensamientos, o bien el nifio sigue siendo un enigma y la situacién queda siit liberar. En cambio si aparece la imagen del nifio y esa aparicién convence, entonces orienta toda la conversacién y se cumple nuestro deseo de haber- | nos acercado a la esencia del ser de un nifio, de comprenderlo y de saber qué es lo que necesita. La imagen del nifio conforma el cuarto paso del ateneo sobre nifios. Surge como consecuencia del nivel de la intuicién Estos cuatro pasos conforman las leyes elementales a las que se subordina el ateneo, dentro de las cuales puede desplegarse como arte el conocimiento de nifios, Se trata de una ley césmica. Cada ser humano individual tiene participacién en ella por el mero he- cho de poseer conciencia, No ha sido pensada por un ser humano individual, sino que estd inscripta en cada uno y puede ser lefda en él. A quien se subordine a estas leyes y a su procedimiento con el empefio por conocer, lo conduce a la comprensién del nifio, a descubrir su necesidad y lo impulsa a brindarle ayuda, Es posible percibir este impulso emergiendo de las profundida- des del inconsciente, para ser concentrado Iuego como imagen en un proceso de conciencia diurna (ver ilustracién pag. 68). A-este conocimiento se agrega Io que se relaciona con el uso concreto de ideas pedagégicas con cardcter mas bien pragmético. El modo en el que se lo utiliza depende de la responsabilidad indi- vidual. a a SL Elcamino metodolégico del ateneo La percepcidn de lo sensorialmente experimentable ‘Alescuchar un verso de una poesta, un compds de una pieza musical es posible percibir la totalidad. Del mismo modo una palabra, una mirada, un gesto, la manera de andar e incluso el 1 color del cabello alcanza para reconocer Ia esencia de un ser ) Iumano.! “ —— ‘ARNOLD SeHONBERG~—~ Interés y atencién: percibir al nifio como enigma para poder percibir las expresiones de vida de un nifio 0 un jo- t ven en toda su plenitud, no es necesaria en principio ninguria otra Condieién que el interés por él. Ya nos hemos referido a eéto. El interés nos conduce a la percepcién del nifio como un enigma, y predispone bésicamente para poder descubrir fenémenos. 5 ésta ja razén por la que lo enfocaremos nuevamente. \ Durante el encuentro con un nifio Bor lo general nos llama in tamente Ta atencién algo que le es caracterfstico. Unimos sta percepcién nuestra conciencia, y tal cor “ita la experiencia, aparecen con frecuencia rapidam: ‘ {os juicios srpretaciones sobre lo percilaid 2 MU i AN Por eso resulta titil centrarse exclusivamente en aquello que se ha percibido y en ningiin otro aspecto més, Bajo ciertas circuns- tancias es posible tomar en cuenta lo que puedan informar sobre su experiencia por ejemplo una madre o un maestro. En ese caso hay que diferenciar con la mayor claridad posible, quién es el que ha percibido: uno mismo u otro. Quien moviliza su interés, pronto percibird con creciente clari- ad al nifio y se volveré ms consciente de su enigma. El interés y a atencién conducen hacia un proceso de percepcién mds profun~ do del otro ser humano. Y en principio el ateneo sobre nifios sélo tiene ésta y ninguna otra meta, En ese sentido se puede avanzar articuladamente en reuniones ‘enronda de docentes en las que cada uno dirige su mirada atente hacia algun aspecto especifico. La percepcién de la apariencia externa del niiio En una primera ronda se puede enfocar todo lo que se percibe como apariencia externa y a lo espacialmente daclo. ‘Cuando nos enfrentamos a un nifio éste nos muestra su Gestalt, su altura, la forma de su cabeza, su térax y sus miembros, su ros tro, sus ojos con su color particular, su frente, sus cabellos y elna- ‘Cimiento de la cabellera, las cejas, orejas, boca y mentén. Al obser~ var podemos preguntarnos: @ ;Cémo es su piel, su tonalidad y “encarnado””? « 4Cémo esta insertada la cabellera; cuén tupida es; cbmo se presenta su estructura y Su color? El cabello, jes liso 0 erespo, fino 0 griieso, sedoso o desgrefiado? zTiene remoli- nos? Zarnado" (inkarnat) denominacién especifia para el color de ide aT tapiel 2 © {Cuan pléstica es la conformacién de la frente? zEs amplia y libre o angosta por la cabellera a los costados? * {Cudl es la forma del rostro: ancha 0 angosto, alargado 0 achatado, redondeado 0 anguloso? e insertan las cejas, la cavidad de los ojos; cual es la de los ojos; de la nariz? ;Cémo estan dispuestos la boca y los dientes? * Los miembros son largos 0 cortos; més bien secos y duros 0 “acolchados”? ‘# {Cémo sostiene el nifio le espalda, hombros y rodillas? © ¥ cémo estén conformadas sus manos, pies y los dedos? Cuando uno se imagina con suficiente claridad a un nifio enton- ces se hace perceptible la relacién completa del ser humano con el espacio. No es necesario tener presente todos los detalles aqui enumerados; sin embargo puede ser de utilidad para un princi- piante. Con el tiempo se agudizard la mirada para lo esencial. Existen terapeutas y pedagogos quienes a partir de la observa cién de dientes y orejas pueden deducir de inmediato aspectos im- portantfsimos de un nifio, porque han aprendido a leer el lenguaje de las formas y ya no necesitan deletrear. Pero en un comienzo habré que conquistarse el “alfabeto” para adquirir comprensién. Sin embargo no es necesario deletrear a todo el ser humano c6mpleto, Quien tome conciencia de que cada letra cumple un rol en la totalidad de la apariencia externa, siendo parte integrante de lo que representa todo ese ser humano, sentiré progresivamen- te de modo casi natural cémo cada detalle evoca un sentimiento de asombro, admiracién, veneracién y conduce progresivaniente a prestar mayor atencién, La percepcién de las manifestaciones vitales Es posible percibir exteriormente mucho de Jo que en principio se nos presenta un tanto vedado, por ej, la situacién de salud de un ser humane’ y sus manifestaciones vitales. Si un nifio sufre de asma, se lo percibird répidamente, Pero si tiene predisposicién al dolor de cabeza o a un malestar en general, si vacila frente a cier- tos alimentos, si es hipersensible a la luz, a los ruidos 0 a olores, etc., eso exige mayor atencién de nuestra parte. Tal vez percibamos que sus manifestaciones vitales estén redu- cidas. En ese caso deberfamos averiguar, qué es lo que acontece con el nifio, Podrfa tratarse de dificultades de visién o audicién, problemas respiratorios, digestivos o de movimiento, Ante estos interrogantes ha de tenerse en cuenta todo el espectro de la salud constitucional. Corresponden a este dmbito agu: no tan evidentes como el estado de sa nerd Gli Buedeii iF apa- proceso de observacién, 107... En la escuela habfa un nifio de ler. grado, que no mostraba in- terés més que por teléfonos celulares y computadoras. Era capaz de explicarle al maestro perfectamente todo lo relacionado con ambas temdticas. Empero en los juegos de dedos se mostraba tor- pe, y apenas fue capaz de aprender a tejer. Al final del ler. grado otro nifio conocfa toda la red vial de su ciudad natal con sus calles, subterréneos y micros, con todas sus estaciones y paradas, Mientras que otro nifio, de 4to, grado, era capaz de tocar una sonata en el piano, pero incapaz de imaginarse Ia topograffa de su barrio, por lo que siempre se perdia. ‘Surge entonces la pregunta sobre la percepcién del campo que abarca la totalidad de las manifestaciones vitales, por ej. las nece- sidades corporales, de descanso o de movimiento, 45 | {LA {En la observacién habra que considerar incluso aquellas con- ductas y reacciones habituales que aparecen como animicas: toda Ja gama de manifestaciones de talentos, intereses, inclinaciones y caracteristicas personales de cardcter, memoria y temperamento de un nifio incluso hasta los sutiles movimientos de la conciencia moral, apenas perceptibles.” Poco a poco esas impresiones exteriores nos acercardn progre- sivamente més hacia el nifio. Podremos percibir cémo nuestra propia atencién comienza a adherirse y rodear delicadamente esas observaciones. Y, aunque tal vez haya transcurrido tiempo desde el tiltimo encuentro, repentinamente es posible recordarlo con una imagen clara, visualizando detalles que en principio no eran conscientes. La imagen del otro ser humano aparece magica~ mente ante la mirada recordatoria, Se comienza a presentir que lo percibido da cuenta de gestos enigmaticos relacionados con la en- carnacign del ser humano, de su modo individual de encontrar su camino hacia la vida, Manifestaciones del sentir y de lo social Podemos dedicarnos a otro gran dmbito de percepciones si prestamos especial atencién a las expresiones antmicas y sociales . de un nifio, observar cémo vive animicamente con su entorno, \.émo se relaciona con él y cémo reacciona ante él. : De este modo nos volveremos atentos a las expresiones del sen- tir, pero también de la voluntad y del pensar en la medidaleh que ambos se relacionan con el seritir. gcémo y de qué modo esté atento un nifio a las impresiones sensoriales que se le acercan des~ de el exterior, y cudn consciente es de ellas? ;Cémo reacciona? {Se abre en simpatia a las impresiones, se muestra anfmicamente interesado y cémo se manifiesta esto? {0 bien se retira del en- tomo, se queda més ensimismado, interiormente apartado o hasta 46 cerrado? ;Hacia dénde se dirigen sus intereses y anhelos? jEsos deseos lo dominan o es libre frente a ellos? Es muy variado el interjuego cambiante de relaciones entre el individuo y su entorno en lo concerniente a toda la gama de mati- ces de comunicacién tanto verbal como no verbal, al contacto es~ pontdneo e impensado y a todo lo que vibra en un ir y venir entre el ser humano individual y el mundo en el sentido mas amplio, respirando entre simpatia y antipatia, transformdndose cons- tantemente. En este proceso por momentos resplandece la luz de la concien- cia, por otros, se oscurece: un acontecimiento musical y colorido de humor y aliento en constante cambio. » Manifestaciones de la voluntad, de la intencionalidad Podemos continuar concentrando la atencién en las manifesta- ciones de la voluntad, en la intencionalidad de un nifio, en cémo se apropia de su yo y cémo se entrega al mundo y sus fendmenos. En principio éste es el Ambito en el que él mismo se revela como un individuo con voluntad. Podemos.concentrar-la.atencién sobre cémo se yergue el nifio, cémo porta su cabeza, dirige la mirada, le ofrece a otros la mano para el saludo, cémo agarra algo, lo sostie~ i2élt, Cémo apoya el pie.al andar o al darse vuelta. ““fambién es posible observar cémo un nifio comienza iia terea, por ejemplo, el modo en que toma en sus manos un instrumento musical, una herramienta, anota algo, organiza un texto, un dibu- joo su trabajo en general, y cémo est presente en todas estas ac- tividades, Cabe agregar a esto el campo del lenguaje. jHabla articulada~ mente, de modo consondntico o vocdlico, coherente o incoheren- te; esta presente‘interiormente en lo que dice? ,Cémo comienza a hablar y cémo respira? ,Cémo esté presente como ser humano vo- litivo en el proceso del lenguaje? a -Aiin cabe considerar aqui el modo en que un ser humano vive activamente en sus pensamientos, cémo los relaciona, los desarro- la, ios une, conforma, retiene, olvida, cémo expresa y trata de ha~ cer comprensible sus ideas e intenciones a otros, y si la conduc- cién de sus pensamientos es consecuente o inconstante. Gestos de destino Es mucho lo que pueden revelar ciertos gestos caracterfsticos de un destino como asf también detalles de una biografia, por ej: el modo peculiar del nacimiento de un niifio, las enfermedades que padeci6; las caracteristicas de su situacién familiar, de su entorno hogarefio, de su vida escolar; las experiencias vividas ante la pér- dida de un ser cercano. Todo ello es Parte constituyente de un ser humano, de su biografia, de su yo. En el nifio estas experiencias no solamente dejardn una impronta en toda su corporalidad y se im- pregnardn hasta en la conformacién fatima de sus drgarios, sino que los dtganos mismos se convierten en expresién de todo su ser. Con frecuencia es revelador, si una madre o un padre relalant sus experiencias con su nifio: una madre describié cémo su hijo desde muy pequefio se trepaba a cuanta cerca, pared o arbol en- contraba en Ja cercanfa y cémno luego bajaba lleno de jaibilo con un salto: este nifio se convirtis en artista circense. El varoncito de otra familia desde muy pequefio solia reptar pervioso a través de la habitacién cuando en algiin lugar habia quedado abierta la puerta de un armario o doblada la esquina de una alfombra, y se dirigfa a restablecer el orden: él se convjirtié en matematico, Al ocuparse interiormente con estos nifios se percibe altravés lde ciertas peculiaridades biograficas, que en el ser en devenir. existe un ser humano que parece organizar las condiciones exter- nas de tal modo que le sea posible ejercitarse activamente en su peculiaridad individual, hacer sus experiencias y desarrollar sus Capacidades especificas, a fin de poder manifestarse a través de ellas. . 48 ee Compartir percepciones En el momento en el que compartimos con otros nuestras per- cepciones nos introducimos en un nuevo nivel de responsabilidad, por un lado en relacién al nifio y por otro también en relacién 2 los participantes deja ronda de conversacién. En relacién al nifio €s importante que expresemos todas nuestras percepciones como si él estuviera presente{ Las palabras claves serdn; tacto y desprejui- Gio. El tacto y el despréjuicio son condiciones basicas cuando se desea intercambiar percepciones. Quien no esté seguro si algo puede ser expresado, ser mejor que lo callé, Ena ronda de conversacién nuestras percepciones se unen con las de otros, y se transforman en compromiso. En el curso de la Conyersacién aprendo a mirar al nifio con los ojos de otro, de ver lo que sin esa contribucién no hubiera visto, de’ diferenciar allf donde tal vez fui impreciso: de este modo no solo se transforman mis percepciones sino que desarrollo gracias al otro mi capacidad de percepcidn, me transformo y me completo. Me constituyo a partir de la capacidad de observacién y percepcién del otro. Por otro lado también el otro es influenciado por medio de mis per- cepciones; puede confirmarlas y a su vez sentirse confirmado. Si las percepciones son exactas y bien diferenciadas permitirén una comprensién exacta y diferenciada del alumno. Si son imprecisas e indiferenciadas, sera la comunidad la que brinde la posibilidad de completarlas, de corregir y precisarlas con mayor claridad, Du- rante la conversacién las percepciones ganan en claridad, color, sonido y diferenciacién, y gracias al intercambio se convierten en un medio favorable para conocer més de cerca aun nifio, Durante el proceso de_intercambio_depercepciones es neces- io mantenerse totalmente centracio en el relato y descripcién de de abstenerse de toda interpretacién, dé toda“pi ion sobre causas, de todo intento de explicacién, Es poco pro- able qui esto se lope desde tun comienzo, pero resulta muy atractivo para ejercitar. Paulatinamente se conseguiré ser cada AAA EE RI vez més objetivo y expresar exclusivamente hechos reales, aquello accesible a la percepcién. Sin embargo es posible que el compartir experiencias pueda volverse dificil cuando existan conflictos con un nifio o con sus padres, Si en el seno de un ateneo aparecent sintomas en ese senti- do, la situacién se volveré delicada para los participantes. Con fre- cuencia se hard audible en lo que se manifieste la desilusién per- sonal de no haber padido dominar una situacién con un nifio, y en las presentaciones sonar4 como tono de fondo el reproche. Esto puede crear un ambiente angustioso para los participantes. En- tonces todo dependerd de la presencia de dnimo de todas los inte~ grantes y especialmente del moderador. Sin embargo puede suce- der que alguien introduzca un punto de vista totalmente nuevo que antes no fue expresado, por ejemplo, si sucedieron hechos graves en la biografia, enfermedades, golpes del destino. Se viven- Gard entonces cmo de inmediato se restablece el interés despre- juiciado sin que lo doloroso o la problemitica objetiva sean mini- mizados. En principio se trata de conducirse como espectador frente alo que se revela sobre un nifio. Se podré percibir que recién a partir de estas condiciones aparecen aquellos detalles que ayudan luego ala comprensién de la esencia de un ser humano. ; ‘A veces a partir de esta primera ronda de ateneo sobre nifios puede surgir un profundo respeto de mutua comprensién colegia- da, pues algunos despiertan individualmente sobre lo que y cémo obéervan los demds. Esto no sélo puede develar lo que la propia observacién pasé por alto, sino que tal vez muestre aspectos in- sospechados de colegas, que hasta el momento no habjan sid per- cibidos. Posibilidades de percepcién Podemos percibir a los nifios més allé de la actividad en nuestra aula, por ejemplo al llegar a la escuela, en el trato con otros 0 ent el patio, donde se brindan muchas posibilidades. En esos casos el in- 50 2M conveniente radica en que tan sdlo uno mismo es el que vivencia estas situaciones y que luego durante el intercambio el otro de- pende de un relato idéneo para poder hacerse una imagen ade- ‘Cuada, De todos modos en este proceso de relato o informe se tra~ ta de tres participantes: el nifio; aquel que lo ha percibido y quien recibe el relato. La objetividad pero también lo atractivo y estimu- lante de la propia percépcién diretta quedan relegados con facili- dad. Quien vivencia a un nifio en el marco de una fiesta mensual re~ cibe por momentos una imagen mds clara que a través de un rela to descriptivo. Sin embargo puede suceder que ante el ciimulo de vivencias de una fiesta mensual uno se encuentre demasiado com- prometido para poder estar suficientemente atento y prestarle atencion a un solo nifio. tte también se cuenta con los dibujos.infantiles, Justa. fos, mds pequefios suele poser con fre- 2 jcativa. Esto ya lo observ. earl ‘cignes de log nifics de ter. grado. Qnien cuente con cierta experiencia en confrontarse con este tipo de expresiones puede descubrir mucho de ellas. La més hermosa posibilidad de percibir a un alumno en el seno de todo el cuerpo colegiado es la representacién, Ja aparicién en escena de un alurnno o de un grupo frente a la comunidad de edu- cadores, Allf se presenta un alumno solo o en grupo, y le demues- tra o relata algo a aquellos seres humanos que estén deseosos de acercérsele. Cierta vez. por ejemplo cuatro alumnos de una escuela secundaria se presentaron en la reunién de docentes y relataron: sus experiencias durante la practica industrial. Es casi imposible relatar la riqueza de todo lo que fue posible percibir y cémo des- pués se modificaron las impresiones personales que algunas te- nfan en relacién a los alumnos. ‘En otra escuela un grupo del 10mo. afio habia finalizado de en- sayar en euritmia una pieza musical y la representé para los do- centes. Esta presentacién no sélo fue recibida con atencién y. com= prensién fuera de Jo comtin, sto que a su vez los alumfos tuvie~ 31 f Ie ron la oportunidad de dejarse percibir, hacerse valer y mostrarse Pt dentro del marco de su presentacién artistica, io ‘A veces un alumno prefiere presentarse solo delante del cuerpo [i colegiado, Cierta vez tuvimos un nifio de 4to. graclo quien junto a h su maestra demostré la preparacién de una comida en pantomi_ ma. El padre del nifio era cocinero ¥ el nifio mismo eligié esta es- cena, la pensé y preparé todo el desarrollo, v También hubo “artistas” y grupos de saltos con soga, presenta~ ie ciones de clases de deporte, de euritmia o de la parte rftmica de la clase principal, relatos cautivadores y a veces también interaccio_ nes entre alumnos y docentes. Todo esto puede ser muy alegre, Es comprensible que algiin maestro de grado se sienta inseguro en mostrar durante una presentacién su modo de acompafiar aun alumno o a un grupo. Sin embargo, si es capaz de vivenciar con cuanto entusiasmo es producida Ia exhibicién por los nifios y a su vez recibida por el cuerpo colegiado, entonces se disipardn sas du- das, En muchos cuerpos colegiados estas demostraciones realizadas por alumnos como campo previo al ateneo son fuertemente discu Fides, pero tan solo hasta tanto el inlercamblo de suposiciones y Tepresentaciones se realiza antes y no después sobre la base de lo que ha resultado de la presentacién, Puede ser de gran ayuda si se decide realizar la demostracién al comienzo mismo de un ateneo, Y a veces resulta ser la llave para percibir adecuadamente a un nifio segtin las facetas que mostré durante la presentacién. Si mu- + chos vivencian a un alumno dentro de un proceso que todos los involucrados pueden seguir de cerca, entonces durante el inter cambio posterior sobre lo percibido los aportes se corkigen mu- tuamente, se hacen valer veracidad e imparcialidad y fies pue- den comprender de qué esté hablando cada uno. Ast slrgen las més fructiferas situaciones de didlogo y un vivaz interés por el nifio 0 joven, Sin embargo para que una demostracién se logre es necesario Tespetar ciertas condiciones; especialmente que: 5 El nifio pueda ser percibido muy bien por todos; 52 a se delante de sus maestros con algo en lo que esté seguro y no necesite temer que podria pasar papelones; La luz en la sala sea lo suficientemente fuerte yel alumno /* Pueda mostrarse adecuadamente actuando y presenténdo- no pueda ser tapado por algo existente en el espacio; 1a demostracién sea variada para permitir diversidad; alrededor de diez minutos (lapso apropiado para una de. \.* Lo propuesto pueda desarrollarse en un marco temporal de = mostracién). Por lo general se parte del hecho de que durante la conver- sacién el nifio no puede estar presente y que los padres sean infor mados sobre el propésito. Tampoco un joven puede participar de la conversacién sobre él, porque sus condiciones de desarrollo atin no lo permiten. Si se Io involucra e informa sobre el hecho de que el cuerpo docente se est ocupando de él, esto debe ser percibido individualmente y decidido por el docente tutor segiin su contacto con el alumno; sin embargo seria la forma més bella y una gran generadora de confianza en el trato con el joven, _— me, Cer cumplimiento de un marco “temporal [a fase.en la.que-uno.se.dedica al intercambio de percepciones no deberia durar mas que 20 6 30 minutus, En el transcurso dle los aEEneos en los que he participado me he dado cuenta que en el fondo alcanza con unos pocos detalles observados siempre y cuan- do éstos sean los caracteristicos y centrales del nifio, Pues en cada detalle exterior de un ser humano, en cada una de sus expresiones animicas 0 en las particularidades de su biografia siempre esta presente el ser humano completo; y en general cada detalle puede abrir la mirada para aquello de lo que es expresién y de este modo 53 | 0 S| A Iiberarla inesperadamente para la esencia del ser del nifio. A esto se refiere Schénberg en la cita arriba mencionada. Es importante especialmente en aquellos cuerpos_colegiados menos ejercitados que el nivel de_percepcién.pueda desarrollar pleri y satisfactoriamente todo el potencial de.sus postbilidades inherentes. Tal ste nivel un cuerpo de docentes primero deba aprender a dedicarse con la necesaria exactitud y.conciencia. L ro. de erfici én la observacidn y tal vez tam ido. 7 to requiere de ejercita ‘or esta razén no deberia acotarse ani jempo el inter- las parcepefones. Te me ando se comienza intercambiando_experien- cias sobre un nifio todos estén involucrados y,alegres. Es posible referirse a hechos. Y esto es inequivoco; pues no es.necesario dis cutir sobre los hechos, En estas reuniones reina la alegria y el mu- fio interés durante el intercambio. ~~ rif) ) tL. / Una vez que el intercambio ha durado suficiente tiempo es po- sible que repentinamente cambie el clima. Comienza a establecer- se cierto grado de saturacidn y ya nadie quiere escuchar més deta- lles. Instantes después el primer reclamo pide dedicarse a algo més conducente, por ejemplo a Ja toma de medidas. Esto no sdlo es saludable desde el punto de vista de la higiene de trabajo gru- pal sino que es bienvenido que exista una percepcién para la me- dida justa en este nivel. A wn Sire \s Ta pregunta tan sélo es: cual es verdaderamente el pré: \paso? ‘ 54 Vibrar con el nifio La forma es un misterio para nosotros, porque es expresién de “fuerzas misterjosas, Sélo por medio de ella sospechamos las fuerzas milsteriosas, el “Dios invisible”... Comprender el lenguaje de las formas significa: estar mds cerca del misterio, vivir'’, August MACKE <4 El punto decisivo oe exten ou i Entrar en esta ronda nos lleva aun Ambito. delicado..£] nifio ba sido percibido y-los colegas intercambiaron, sus observaciones. Diifante un tiempo esto da alegrfa y ume a fodos los participantes aitTe s{7 Pero de pronto se hace necesario algo nuevo, y esto qliieré presencia de dnimo del moderador, pues caso contrari aparecerdn los primeros intentos. de explicacién e interpretacién y seguidamente las primeras, propuestas de.lo que, se debe hacer... ‘Ciidnido esto ocurre, el ateneo finaliza dejando la impresién de que Z ha encontrado el diagnéstico.y.la.terapia, y.que ya es posible ‘niunicar el resultado a los padres, Actualmente se percibe con falicha claridad la molestia que producen semejantes situaciones y esto puede tentar répidamente a un cuerpo docente a poner en duda los ateneos en general. Si x fant tambi i y VEA ga set las leyes descritas al comienzo y de entrar en consonancia con el nifto, de sentir junto a él, de desarrollar en relacién a él un sentir ensofiadamente inspirado. 55 Se trata de un paso que requiere de una sensibilidad mayor, de una percepcién activa, artistica, impulsada desde uno mismo y que sdlo podré lograrse sia su vez cada uno individualmente tami bién lo desea, Cada uno debe dar este paso en libertad. Sino fuera posible dar un paso semejante de modo colegiado, serd mejor y mas sincero quedarse en el nivel de las percepciones puras. En ese caso tampoco deberfan expresarse juicios determi- nantes ni acordar medidas especificas, pues eso distorsionaria la situacién. Hasta tanto nos mantengamos en la descripcién de nuestras percepciones, nos sentimos contenidos por hechos inequivocos y sobre una base confiable. En cambio cuando nos. introducimos.en el nivel del sentir ensofiadamente inspirado abandonaros toda segu- ridadsE n cuenta. Ahora se trata.de retomar-de No descanso hasta encontrar un punto decisivo, a partir del'cual sea posible deducir mucho, o mejor dicho, que sea capaz de crear ‘voluntariamente desde sf mucho y que nos lo entregue.” Goethe transforma la actividad perceptiva -que por'lo general es mds bien imaginativa y con frecuente dominio de laymemoria- en un tanteo, en un movimiento de biisqueda. i Es posible que un cuerpo docente se ponga a tono con|dicha ac- tividad. Para ello sdlo tiene que concentrarse en aquellas observa- ciones y percepciones que se destacaron como especialmente tipi- cas, especialmente caracteristicas y elegir de entre ellas una que resulte contundente, Entonces los maestros iniciarén la percep- cidn externa, una reproduccién, una imitacién del gesto. Esta vi- vencia del gesto nos lleva directamente al interior del nifio. Asf la 56 aparici6n percibida y reproducida comienza a revelarnos algo de su surgimiento: gracias a ese palpar sutil, por medio de nuestro delicado empirismo, como lo denomina Goethe, establecemos una relacién profunda con el nifio, con confianza interior y nos identi- ficamos intimamente con él. Existe un delicado empirismo, que se identifica intimamente con el objeto Percibimos entonces repentinamente al nifio dentro de noso- tros mismos, en nuestros miembros, en nuestra vespiracién, en todo nuestro cuerpo; vivenciamos lo que el nifio nos manifiesta, Lo que ganamos en ese proceso delicado sélo puede ser relata- do de modo individual pues se trata de observaciones interiores sutiles, que surgen gracias a procesos perceptivos condensados voluntariamente. De este modo descubrimos la esencia del nifio, El punto decisivo se convierte entonces en EL ojo de la aguja a tra~ vés del cual nos deslizamos dentro del nifio y accedemos a su ser. En el siguiente ejemplo se relatard el Proceso por medio del cual un cuerpo doveute alcanzé este punto. Ejemplo de procedimiento (lera. Parte) La comunidad educativa de una escuela Waldorf con grados pe- quefios se habfa convocado para un ateneo sobre un nifio, Los tna estros y educadores relataron lo que les habfa llamado la atencién en el nifio y aquello con lo que no podian lidiar. Entonces el nifio se presentd demostrando algunos ejercicios de euritmia curativa y recitando su lema personal. Una vez que el nifio se retiré, se organizé una pequefia pausa de reflexién, para que cada uno pudiera ordenar y sopesar sus Percepciones. De este modo se evité que se expresara todo-de’ modo indiscriminado, Luego se intercambiaron todas las percep- Clones y observaciones, Como punto decisivo se eligi la peculiar. 87 posicién de la boca, el maxilar y la lengua. Cada uno traté enton- ces -retirado de los demés- de colocar en la misma posicién que habia percibido en el nifio su propia boca y su maxilar, es decir de imitar al nifio en ese gesto caracteristico. £l intercambio mostré algo inesperado: en primer lugar todos vivenciaron en s{ mismos un sutil disiparse de la conciencia, per- cibiendo cémo la lengua perdia el control, el labio inferior se vol- vfa informe y algo hiimedo, los ojos parecian deslizarse ‘hacia afuera, la mirada se volvia borrosa y ensofiada, la cabeza ya no queria elevarse, sino que iba inclindndose hacia delante y la pos- fura se desvanecia en s{ misma, Esto aclaré repentinamente la re- lacién con la capacidad debilitada para expresar consonantes, con latimidez e inseguridad para atajar una pelota y con las dificulta- des de movilizar activamente la memoria, Como resultado se for- mulé: el nifio se encuentra entregado completamente con simpa- tfa al entorno, del cual no puede separarse interiormente, ni en- Irentérsele. Suefia y ducrme entregado a su entorna. Los participantes vivenciaron para su gran sorpresa que el nifio completo se manifestaba en el punto decisivo en cada detalle de su apariencia y también en su disposicién anfmica y su intencio- nalidad; desarrollaba en cada detalle su gesto de encarnacién completo. . Hasta aqui fue posible ampliar el sentir ensofiado, el delicado empirismo y envolver la esencia de la aparicién del nifio. En el instante en el cual el nifio se manifiesta a través de ellos, se puede hater una experiencia profunda; YO SOY TU. Aqui me abandono a mf mismo, me convierto en el nifio y me compenetro con su esen- cia. : Nos enfrentamos al nifio con intima participacién, con verdadero interés para con su vida antinica y su modo de vida.” ; La consecuencia es que entonces se nos presenta de un modo diferente al anterior: aporté mucho por su propia voluntad y nos lo entregd. A través de nuestra identificacién con el nifio pudimos experimentar y percibir interiormente al organismo en su totali- 58 7 (CRO OAT |S A dad.y la consonancia de todas las formas fisicas del nifio con su es~ tado animico. Este nos ensefid a comprender de modo diferente y mds abarcante al nifio. A través del lenguaje de las formas se nos manifestaron aspectos relacionados con la ley segiin la cual el nifio encaré esta vida. En este proceso le compete a la comunidad una tarea de enver- gadura. Sobre ello Chtistof Wiechiert escribe lo siguiente en un pe- quefio artfculo: Este procedimiento requiere de gran sensibilidad, pues la direecién elegida puede manifestarse como correcta o equivocada. {Cémo es posible percibir lo que es ‘correcto’? Se trata de una percepcién st- til, de un sentir: estoy en el camino correcto. Si no es asf, entonces se percibe que de este modo se pierde al nifio. Es& sutil percepcién no vive exclusivamente en uno mismo, sino que revive a su vez en la comunidad ante la cual uno se ex- presa; y las contribuciones individuales encuentran un delicado pero inconfiundible eco en la comunidad. Entonces cada uno se dard cuenta por si mismo si puede estar seguro de su juicio, pues el entorno le reflejaré la certeza sobre las percepciones anfmicas expresadas; de este modo ya no dependerd exclusivamente de st mismo, Junto a la propia percepcién de la verdad también el en- torno transmite seguridad, tal como en el nivel de percepcién lo transmiten los hechos exteriores. En este punto no se trata de otra cosa que de la posibilidad de realizar una experiencia interior pura de’ identificacién intima y profunda, ain no es el momento de un juicio concluido, de un diag- néstico. Ese deseo atin debe ser retenido fuertemente; se transfor- ma en un momento de desorientacién, que puede manifestarse como momento de desamparo, de impotencia, que no es agrada~ ble. sin embargo si nos detenemos y resistimos es falta de orienta- cién podemos ir més alld del sentir ensofiadamente inspirado y; acercarnos a la tercera ronda del camino a través del ateneo: el de lavoluntad dormido intuitiva. 59 Encuentro con Ia esencia del nifio - voluntad dormido intuitiva Transformar Io ajeno en propio, es Ia incesante tarea del espiritu.> = ———— ~——-Novanis ©” La pregunta de Parzival”;———- La cuestiOn de la Valin veles que deben ser considerades se mos comentado, La consonancia de sentir con el nifio permitié a los participan- tes de la ronda arribar a la experiencia del YO SOY TU. Una expe- riencia de este tipo es una vivencia puramente interior y cuando Surge, el alma se siente elevada y satisfecha, Ese instante dura muy poco, Casi simulténeamente a esa experiencia surge la certe. 22: Ahora has llegado al fin de tu sqpiencia; no puedes ir mds allé pues ahora te has identificado totalmente con el nite. Y lo que se siente en ese instante es impotencia, f Atravesando los diferentes niveles del camino de! aterieo arri- bamos asi nuevamente a un nivel muy sensible, tal como ya lo he- mos conocido al comienzo del proceso de identificacién y conso- nancia. Lo que en ese caso nos permitié seguir avanzando| fue el hallazgo del “punto decisivo”, i En este momento también la reunién necesita de un nuevo im- pulso. En nuestro ejemplo se traté del impulso de llegar a formu- lar la pregunta de Parzival; Cuando Parzival se encontré por se- Bunda vez con el sufriente Anfortas pregunté: "Tio, qué te adole- ce?" Se trata de una pregunta que surge por la compasién con el 60 qué necesitas querido nifio? ;Que te hace idéntico a t{ mismo?.... otro, del co-vivenciar su dolor, después de que se convirtiera en propio aquello que anteriormente era extrafio y nis dejaba aténi- tos, No es posible que uno mismo se conteste la pregunta, pues la respuesta llega desde el otro, desde afuera, Habiéndola formulado, uno mismo tan sdlo puede prepararse para escucharla, Para ello Parzival necesité de experiencias personales muy dolorosas y re~ correr un camiho indirecto que duré afios. En el marco del ateneo de nif hemos coi regunta sond més 9 menos as Sous puede aliviar y qui La experiencia complementaria Agui ain no se plantea la pregunta relacionada con las medidas atomar, Sera lade Por del nifio, a su aspecto anfmico-espiritual acercarse-nos, introducirienos, haciéndo- sé tiotar a través de una delicada percepcién inter algo sorprendente, algo total ginar de antemano, y que tampot de antemano; una Deteencién de Ta cual - alioranos-encontramos con lay VIER’ NYO. waite una experiencia complementaria de aquella que fue rea- lizada dentro del nivel de la consonancia con el nifio. No surge en todos los ateneos. Tampoco es necesario. Atin cuando no la perci- bamos esté presente en las profundidades del alma y acta pro- fundamente como hecho existencial. Cuando después de la experiencia de YO SOY TU nos retiramos' interiormente, nos silenciamos y sélo nos mantenemos ateritos) cuando ya no dirigimos nuestra propia volnted en tina date a Lo 1 ACE Va | nada direccién; cuando ya no queremos nada, sino que por un mo- mento nos entregamos totalmente a la situacién, alli llegamos a tn estado de entrega de la propia voluntad que podrfamos llamar resignacién atenta, devocién: la conciencia no contiene nada mas que laatencién. Este estado puede compararse con la experiencia que cada uno puede realizar mirando durante un tiempo una superficie de co- or, desviando luego la vista y dirigiéndola hacia una superficie neutral, por ejemplo blanca. En principio no habra nada externo para observar. Ya no veremos mas colores. Pero inesperadamente Bparecerdn sobre a superficie blanca que estamos observando tina imagen complementaria, delicada y flotante; tal vez en un co- mienzo sea un poco irreal, pero luego ird ganando en intensidad, compactandose hasta el brillo, revelindose poco a poco en cada pequefifsimo detalle como impresién complementaria. ‘Asi también sucede cuando retiramos nuestra mirada de las ex- periencias realizadas hasta el momento con el nifin y no hacemos otra cosa que escuchar y esperar en silencio. Ejemplo de procedimiento (2da. Parte) ; En el caso del ateneo que hemos presentado el proceso se reali- 26 de la siguiente manera: en varios participantes surgié simulta- eamente la experiencia de que volvieron a percibir su mentén, ‘pero ahora en una posicién dominada por el yo. Automdtiqamente la lengua se ubicd detras de los dientes. Algunos percibieron lue- g0, desconcertados, que la boca, que durante la consonantia con el nifio se habfa percibido hiimeda, ahora se secaba, Como conse- cuencia, el labio inferior se notaba mds delimitado; y todo esto fue descrito como percepcién. Paralelamente se desarrollé un intenso despertar en el dmbito sensorial, Algunos describieron, que re- pentinamente los ojos permitian fijar la vista los ofdos podian es- cuchar més delicadamente, y al final un participante dijo sorpren- a Beer eae 0 S0tT T dido: "percibo gran claridad en la parte superior de la cabeza, hay luz en el cerebro. Para Ia mirada interior de los presentes aparecian ahora como con répidas pinceladas, todas las condiciones corporales tendien- tes a la verticalidad que antes no habfan estado totalmente com- penetradas por el yo del nifio: la columna lumbar se ergufa, la ca~ beza se sustraia del‘alcance de la gravedad, las piernas y los pies se ubicaban en paralelo, y las manos aparecian compenetradas ra~ dialmente desde el centro. El nifio todo brillaba como restablecido y se mostraba totalmente sano. jQuién lo sané? Con seguridad no lo hicieron nuestras repre- sentaciones; ni siquiera las tuvimos. Fue el nifio, quien en el espa~ cio anfmico preparado por los presentes, se irguié a si mismo ‘como un ser de voluntad y de futuro, partiendo de la soberania de su propio yo, y nosotros fuimos los espectadores-de ese proceso. Despertamios interiormente para él, gracias @ que no nos queda- mos dormidos; de este modo pudimas ser testigos. $e traté de un delicado proceso intuitive, que normalmente queda en el inconsciente. Pero esta vez sucedié en la comunidad como raro golpe de suerte y los presentes pudieron describirlo. Después de la consonancia animica con el nifio se habia viven- ciado impotencia, desconcierto, desamparo y hasta algo del proce- 'o de muerte, en el cual se percibid una detencién, una inmovili- dad. Recién mds alld de ese vacfo aparecié la imagen arquetipica del nifio compenetrando su cuerpo con salud, fuerza y calor. Es posible comprender al grupo docente que evade este pasaje por la nada y que, inmediatamente después de Ja consonancia, se precipita a la pregunta: zqué medidas queremos tomar ahora? ~ fon la conviccidn de que la toma de medidas es idéntica a le intui- cién, ala voluntad dormido intuitiva. Es posible encaminarse directamente hacia las medidas a to- mar, pero la realidad demuestra que cuando el proceso atraviesa eée segundo ojo de la aguja, esa resignacién ante la nada, el proce~ so da siempre en el blanco. Pues antes, somos nosotros los que de- cimos qué es lo que hay que hacer y nos imaginamos de todo, Pero 68 Para que nosotros mismos podamos adquirir conceptos claros, aquello que nos moviliza debe toparse en nuestra conciencia con algo conocido, Necesitamos conceptos para integrar todo lo nuevo que nos depara un ateneo dentro un contexto de representacio- nes. En la introduccién ya nos hemos referido a este aspecto, Re~ pentinamente: se ve lo que acontece con un nifio; y su comporta , Sabe, se ve. Esta es una frase cuya sentido aparece reiteradamer /miento aparentemente molesto se vuelve comprensible, Si ) * te en conferencias pedagdgicas de R. Steiner. En cuanto uno se ‘, clarifica una circunstancia humana (desde el punto de vista de la } antropologia antroposdfica, Estudio del Hombre) se aprende a ;, comprender y entonces cuando aparece en un nifio, se vuelve per- ceptible. Allf nuestro pensar ya no es mero pensar, sino que ese pensar se volvié vidente.! “ _ Elestudio de realidades, leyes y relaciones humanas y el esfuer- 20 por compenetrar lo relatado, desarrollan en nosotros un ér- gano que permite disponer del concepto adecuado para lo percibi- do en el momento en el que nos encontramos con determinadas manifestaciones y fenémenos. xstudiar antropologia antroposdfica (El Estudio del Hombre) en el fondo no significa otra cosa que adquirir conocimientos antro- poldgicos fundamentales y aprender a ver, gracias a ellos, aquello que nos viene al encuentro con los alumnos, De este modo se con- forman érganos para comprender manifestaciones humanas. Se desarrolla un érgano sensorial, una especie de retina capaz de ver cir€unstancias humanas. A través de ello podemos encontrar los conceptos que se corresponden con las percepciones. 1 Cada comunidad educativa que se dedica en conjunto al estudio de la antropologfa antroposdfica trabaja en Ia conformacién de ta- les érganos, Entonces, al mirar a un nifio surge en algunos colegas individualmente una comprensién repentina, interna e intima pera Jo que sucede con ese nifio. Eso puede condensarse hasta un concepto comunicable, Entonces, los demas pueden acoplarse in- teriormente, atin cuando ellos no hubieran logrado ese conoci- miento por sf mismos; pues el lenguaje de los conceptos es mas 0 66 | menos comprensible para todos. El estudio de la antropologia an- troposéfica es uno de los caminos que debe ser transitadlo, El otro camino es el del intercambio entre colegas, el didlogo. El primero relata cémo evalita lo percibido; el siguiente asiente o contradice, afina lo escuchado, lo modifica 0 lo enfatiza. ¥ por me- dio de la lucha para clarificar aquello de io que se trata se nivelan las unilateralidades, las. vaguedades e incluso los juicios equivoca- dos y lo que resulta como pulida piedra preciosa es el concepto. El ateneo se amplia cuando participa un médico, -en el caso de Jas escuelas Waldorf el médico escolar-, pues su mirada es diferen- te ala de los pedagogos, El médico se dirige mds a lo manifiesto. El parte de la apariencia fisica de un nifio y la considera como indi- cio para su diagnéstico en relacién a los miembros constitutivos. De este modo descubre relaciones médico-terapéuticas relevantes sobre dificultades de desarrollo. ‘Ambos, pedagogo y médico, centran su mirada en aspectas del desarrollo y por eso ambos se pueden encontrar y enriquecer, tan- to en el procedimiento como en los resultados. Casi siempre he hecho la experiencia, de que la mirada de] médico le ayuda a los educadores a arribar a una imagen mas nitida y que el educador le puede ayudar al médico a percibir con mayor claridad lo especifi- camente individual de un nifio. Cuando tratamos estos temas y los intercambiamos hemos as- cendido de las profundidades de nuestra conciencia dormida en la cual ocurrié el encuentro esencial; encuentro, que sélo en escasas acasiones como con golpe de suerte habré sido acompafiado inte- riormente con la claridad consciente. Regresamos asi al Ambito del conocimiento imaginativo despierto, y nos reencontramos en una comunidad en la cual es posible el didlogo. En tal intercambio profundizamos y aclaramos nuestros propios conceptos y nuestro punto de vista, y obtenemos impulsos para aclarar y dar forma a nuestra propia relacién con el nifio. El camino a través del ateneo, a través de las regularidades de sus momentos, es un camino de investigacién que conduce -tal como hemos visto- a las profundi- dades del propio corazén. Es allf donde en definitiva encontramos 07 al nifio. Después de haber transitado este camino podemos inter- cambiar ideas sobre posibles medidas con las cuales esperamos fa- -vorecer el desarrollo del nifio, y acordar cémo Mevarlas a Ja prac- tica, imaginative i i : i | i 8 : ) QE | A El pasaje hacia el compromiso Compenétrate de capacidad imaginativa "Ten valentia para la verdad Agudiga tu Sentimiento de responsabilidad animica.” ‘RUDOLF STEINER El motivo por el cual se presenta a un alumno en la reunién de docentes radica frecuentemente en el hecho de que su conducta ts pereibida como llamativa y que no se logra el contacto deseado y adecuado con 41, Cuando ja vivencia de la situacién general se yoina insatisfactoria e ineficaz répidamente se siente la imperiosa necesidad de tener que cambiar algo en. Ja situacién. De ahi que sea comprensible el deseo de buscar una salida a través de un ateneo, que entonces suele organizarce precipitada- mente, Por lo general la expectativa es alta pero con frecuencia no ge relaciona siempre con un conocimiento mas adecuado del lumno, cor. una comprensiém mAs profunda para legar @ una imagen de su ser esencial, sino con la propuesta de medidas y su inmediata puesta en practica. Cuanto més apremio uno sienta tan- to mis fuertemente se estard atado al interrogante sobre la imple- mmentacién de posibles medidas, con la esperanza de que entonces Ta situacion se alivie répidamente. En muchas ocasiones es en este momento en el que se toma la decisién sobre la permanencia de un alumno en [a institucién. En cambio, si en el ateneo no se trata de decidir si se mantiene o no a un alummno sino, st es posible ayu- darle, entonces las medidas que se propongan serdn ‘analizadas se- gin su calidad pedagégica y terapéutica, Por ejemplo zpor.qué el aevvado de formas en espejo y en simetria es un medio pedagégico especialmente adecuado para determinados casos? Esto da pie para un intercambio pedagégico profesional. En otro caso puede resultar valioso el intercambio sobre el fundamento de que a un 6 | determinado alumno de 6to. grado se le proponga focalizar su atencién sobre las grandes relaciones histéricas, mientras que a otro se lo intenta interesar justamente por los detalles histéricos concretos.”* Frecuentemente surge durante el didlogo en esos momentos una profundizacién de la comprensién del nifio, del nivel de su edad, del plan de estudios y también del docente que acerca la Propuesta. Si gracias a la manera en que el maestro presenta el contenido dé-aprendiiaj “puede"t ediicativo para los aliimnos, entonces la ensefianza se convertira en medida pedagégica eféctiy: ‘a Je aun alumino. ¥ mas all, se le ator; nif tas o pedagogos profesionales. Esto tal vez corresponda al médico oal euritmista curativo, al formador del habla o al terapeuta artis- tico, pero también puede incumbir a la escuela de célculo, el club deportivo, la escuela de teatro o al grupo de jévenes de la iglesia, para nombrar s6lo algunas de las posibilidades recomendadas y comprobadas por algunas escuelas. En esos casos frecuentemente ~ se hace evidente de modo inesperado por cuantos ayudantes pue- de estar rodeado un nifio y cémo en ese caso recibe exactamente a ayuda que necesita para su desarrollo. A veces para poder con- cretar una decisiGn se hace necesario una visita informativa a otra institucién; a veces es necesario solicitar un informe, De todos modos habr que considerar las consecuencias econdmicas. Sin embargo existen medidas que no son delegables; para Jas cuales un maestro o un educador individual debe hatetse cargo para”concretarlas’y' lévarlas a la practic el ind 6 el jOven; médidas que requieren de la atencian cotidi a esta indole_es integrab! fianza, serd relativamente facil de mane Existen a su vez medidas que debieran ser delegadas a terapeu- j Mas dificil resulta implementar y sostener una medida, cuando el adulto acompaiiante esté implicado de modo personal; por ejemplo, cuando es necesario lograr un cambio de habito en un. alumno, logro casi imposible sin la total entrega personal de un adulto, Cuando el acompafiamiento pedagégico de un alumno re- quiere de una entrega de tiempo y auto-superacién, de un coti- diano estar-disponible del adulto, entonces puede ser que esto se ogre tal vez por un tiempo, pero que luego sin que se lo advierta se vaya diluyendo paulatinamente. Si un nifio debe regar diaria- mente una planta, o debe anotar cotidianamente una oracién en su cuaderno sobre su observacién meteoroldgica, esto debe ser te- nido en cuenta a diario por el adulto, caso contrario caer répida- mente en olvido, Esto confronta con los propios limites, y a veces ‘eva a constatar con susto que en cierto sentido se es tan incons- clente y se siente tan atrapado en s{ mismo como Valentin en st dibujo, o que se siente tan fragmentado como Cem. Cuando-uno se ve confrontado con Ia tarea de inventar un cuento sugerente que trate de describir con la mayor precisién posible la situacién de un nifin, per sin que contenga nada de moralina, tal vez uno se sienta tan desamparado como el “remon- tador de barriletes”. “remontador de barriletes” n {0 RA | k Pero si es posible sostener junto con un alumno las acciones | © El nifio que anteriormente lamaba la atencién, tal vex a |” > planificadas, entonces pronto se notardn cambios. Entonces s¢ es~ rata de la terapia o de las clases complementarias, se volvié tablecerd una nueva relacién de compaiierismo con el alumno, la menos llamativo. Se escabull6é de nuestra conciencia. wal le permitird percibir que él puede tomar las riendas en sus | | i propias manos. Por medio de un trabajo asi puede transformarse | = Penoso: el terapeuta tal vez tenga miedo de tener que escu~ / \ | | char que la terapia no sirvié para nade, Eventualmente no / quiera adimitirlo, y tampoco quiera que el cuerpo docente / tome conciencia de este hecho, pues con ello pondria en duda su propia existencia en Ja escuela. | imperceptiblemente la relacién para con todo un grupo escolar y en cierto sentido también la del adulto para consigo mismo. Algo aparece en las relaciones como alborear de un futuro pleno. ‘No se es duefio de tal desarrollo pero por medio de frecuentes i conventos se lo puede fomentar. | «El cuerpo docente est atareado con nuevos problemas Uno de los aspectos més importantes es encontrar en el co- no tiene disponibilidad para volver a tratar temas del pasa | i mienzo mismo de un ateneo un responsable para escribir el acta; y do. ademés un responsable para la tarea de acompafiar el devenir del : proceso. Corresponde a sus tareas: © Con frecuencia el terapeuta, que es un ser de accién, se iny - ; : teresa por lo que urge en el momento, por aquello donde é [” * Bstar atento a las medidas y a su implementacién; encau mismo pueda ser activo y olvida la necesidad de una re-| | zar su viebilidad; posibilitar los intercambios relacionados trospectiva. con ello y tal vez también participar para cuncrelarlos; : Los obsticulos con los que el cuerpo docente se encuentra ex * No perder de vista el devenir de tal o cual medida; rélacién a estas retrospectivas yreiles sg tefle} riogamente ‘corr sutileza muchos de los sti ericontramos en los ni- © Ocuparse para que en un lapso no mayor de seis semanas se informe nuevamente en la reunién de docentes sobre el alurno; . 7 7 ¢ Déficit de atencién. * Estados de miedo. iv Influencias de la civilizaciéx. « Encaminar después de cuatro a seis meses la mirada re- trospectiva sobre {a totalidad del proceso del ateneo. ! © Sobre este proceso se trabajé en la conferencia Kolisko 2002 en Lat{/Finlandia. Erika Leiste -euritmista curativa de larga data- re- lata en su informe: “Las propuesta de reflexién provieneny espe- Entonices una retrospectiva de este tipo es una accidn libre que } Hiperactividad. | f cialmente de los participantes de habla inglesa. A posteriori me \ {no se logra por sf misma ni se instala por necesidad, sino que | I | | pregunto sobre la razén por la cual cuidamos tan poco Ia retros- ser maniejada con conciencia, también superando obstaculos”.” | pectiva, por fo menos en nuestra escuela. A este paso se le oponen ron cambio se realia la retrospective, los docentesy terapeuy tag jueden adquirir conciencia sobre la.tiqueza y efectividad de La reflexié ese modo piiede y terapéuti las diversas posibilidades pedagSgic aa concie experienc \ | on | obstaculos internos y externos: Sewrwewwwe we SSS ee ie r Ciencia. escolar para la eficacia de las diversas posibilidades de { 1a mirada retrospectiva es parte de la responsabilidad de un ayuda. Esto otorga una base sustentable ara préximos.ateneos, | Jeuerno docente. Cuando se implementa atentamente se convierte ¢ en parte irrenunciable del ateneo y representa su conclusién. Tan \\sélo hay que levarlo en conciencia desde el comienzo mismo. El } sidtogo gana en claridad y las consecuencias se pueden leer en los. (aifios que fueron tratados, pues redundard en su provecho. tonces: * 2Qué se transforms realmente? @Qué medidas acordadas fueron implementadas?, * Qué es lo que pueden informar aquellos que lo levaron a El responsable para la totalidad del ateneo debe preguntaren- | | la préctica? * {Como fue percibido por otros? . { gDénde.surgieron dificultades especiales. y cémo se las.en- frenté? Qué percibieron ellos? éSe hicieron visibles los efectos en el ambit =f _miiliar, en el @H las Félaciones del alumno Traci, 812 rcibe la necesidad de proseguir.accionando? ifocan todas las experiencias: las observacio- hes aisladas y los cambios, las acciones menos positivas tal ver. también algunos intentos que se perdieron de vista o las acciones Propuestas que no pudieron ser sostenidas en el tiempo. No resulta facil ni esta mirada retrospectiva sincera, hi'el ren- dir cuentas frente a s{ mismo, Si alguien proclama a vivd voz sus Exitos, eso no, resulta muy-agradable para la-comiitidad dé docen- bi mfiesa abiertamente sus fracasos se vuelve vulnerable’ comifenza a tambaléar I a [ ~depende dele tndide,"de Ie siriceridad tadical y “para la verdad. Pee ti 4 Joe 75 (SORA A Simplificaciones — —— oe - ~ (/Setrata de que ustedes gracias « una amorasa entrega hacia lo ( ‘que estd en devenir, desarrollen en sf mismos la eapacidad de mirar sencillamente aquello que es lo esencial. Z En ese momento se dicen a si mismos lo que es correcta En ese que es correct on, RUDOLE STEINER \ El paso metodoldgico a través del ateneo es extenso y multifa~ cético, Cuando uno se encuentra con esto por primera vez puede producirle miedo y hacer surgir el sentimiento: de todos modos, no lo lograré jams; es complicado, mejor ni comienzo. Pero aqui la apariencia engafia, En verdad con un poco de practica y con un moderador medianamente seguro es posible llevar a cabo un Luen ateneo entre setenta y cinco a noventa minutos de reunién. Y has- ta tanto una comunidad de educadores o un cuerpo docente no haya adquirido cierta practica, es posible simplificar algunos as- pectos. Una primera posibilidad para dicha simplificacién consiste en contentarse para el intercambio con el nivel de las percepciones, es decir, no concentrarse en ninguna otra cosa mas que exclusiva- mente en las percepciones y dedicarse -por ejemplo- a un solo m- bito de percepcién. ; Por ejemplo, es posible permanecer ya sea, en la exacta percep- cién de aspecto exterior del alumno o bien en su conducta. En ese caso es posible concentrarse con suficiente tranquilidad bn las percepciones parciales; y entonces se descubriré, cudntas|.cosas saltan a la vista durante esta limitacién a un solo ambito; a cudn- tos aspectos se puede estar atento y cudnto uno mismo se vuelve atento, Tan sélo esto, ya produce satisfaccién. Un campo especialmente apropiado para ser observado una vez sin mediacién de todo lo demas, es el modo en que se manifiesta 16 hasta la fecha el destino de un nifio, Se puede intentar abarcar todo su entorno interiormente, y se ganard as{ un profundo inte- rés para cont los gestos del destino. ‘Cuando se realiza un intercambio que se limita exclusivamente a la recoleccién de datos biogréficos, también pueden ser invita~ dos los padres del.nifio, Son ellos los que estén mas profundamen- te unidos con el nifio y‘pueden aportar detalles valiosos. En la medida en que existan, también debe incorporarse neces- ariamente el informe del médico 0 el de una consultoria. Es importante que en este caso el ateneo se mantenga cons- cientemente limitado a este ambito. Por lo tanto también deberfa Concluir después del intercambio de lo percibido. De ningiin modo se debe caer en la tentacién de Uegar en este momento con rapi- dez a un juicio o de permitir que surjan suposiciones sobre causas; comotampoco es adecuado el intercambio sobre posibles medi- das, Para ambos procesos faltan fundamentos. Se podré experimentar que al profundizar el interés por el nifio respectivo, eso también ocurre para con los deusés niftos: y si se presta sutil atencién se podrd comprobar asimismo que algo esta tambiando en el nifio. Con Reijo se hizo visible un efecto semejan- te, a pesar de que ni siquiera existié un intercambio sobre las per- cepciones. En definitiva se intensifica en cada participante la ca- pacidad perceptiva. Cuando ya se transité algunas veces ese nivel Ue las percepciones y tan sdio ese nivel, es posible observar en los participantes el incremento en su capacidad de observacién. Otra posibilidad para simplificar un ateneo es la de finalizar después de sentir en consonancia con el nifio, de vivenciar los ges- tos y su posterior intercambio. Si un ateneo Uegé hasta este nivel, a cada uno de los participantes les queda perceptible una resonan- ‘cia. Esto lleva a poder percibir al nifio de modo nuevo y desprejut- Ciado independientemente de lo que hasta el momento se vivencis con él. A partir aqui puede resultar una relacién totalmente nue va. Aparece un espacio interior que le posibilita al nifio expresarse! imponderablemente en aquellos que se esfuerzan por él y:hacer e valer como individualidad. i 7 i Con frecuencia me planteé la pre; de qué atenco gue fnaliza en el nivel dela consonanets corte ser efectivo a pesar de que se ha salteado la voluntad intuitive dormida y que no se ha llegado a conformar una imagen clara, Encontré la respuesta en el instante en el que adquiri claridad sobre el nivel de la intuicién: Pues aqui me retiro interiormente sefStterz0 por lograr consonancia con el niio me llené de acti. Vidad, condens6 mi voluntad, En el momento en el que interne gue yo necesite percibir conscientemente esa Presencia, El nifio'se expresa dentro de ese espacio. Quien suele gozar de experiencias artisticas, con un enfermo de gravedad 0 con un fallecido, como ‘ousseau, abre su ofdo para la percepcin de : ous percep ese expresarse de un La “mujer fallecida” es una fuente inagotatle de milagro en lel! arte, EL Camino que se pierde en la eternidad. Tan sélo se debe er tender “escuchar”, es decir, cuando suena la voz" ! 1a presencia del nifio en mi es real y con ello también efectivo, 7 isto cambia mi relacién con el nifio. Mi postura frente « él es di- ferente que antes, Cuando se finaliza el, ateneo después del segundo nivel, es im- portante limitarse con sinceridad a los esfuerzos realizados yno 7 encarar intentos para lograr una evaluacién global o tomar algiin tipo de medidas o medir consecuencias. El logro objetivo del pro- " -ceso consiste en el efecto que brinda el intercambio hasta alli rea- lizado. Esta puede desarrollarse entonces como punto de partida para una posterior comprensién més profunda del nifio, como un germen cuyo desarrollo hay que esperar. La tiltima posibilidad para finalizar anticipadamente un ateneo es el momento cuando se logré la imagen, es decir, después del cuarto paso. Para algunos esto resulta dificil, porque entonces quedan sin definir las medidas. Pero lograr claridad sobre un nifio, comprender su ser esencial, arribar hasta una imagen, per- mite que cada uno se coloque de modo completamente nuevo frente al nifio, de poder tratarlo diferente que antes; podra enton- ces encontrar luego las medidas a partir de s{ mismo, Si pues se realizan todos los pasos metodolégicos: * La percepcién del nifio, © Entrar en consonancia con él, * La experiencia complementaria con Ja aparicién de ocu- rrencias, * Haber logrado la imagen del nifio y Considerar las medidas Si todos estos pasos se llevan a cabo en mas o menos una hora y media de reunién, entonces este procedimiento disciplina a la co- munidad de participantes de un ateneo. Se limitardn a lo esencial, Pero para el cuarto y el quinto paso, los que ilevan a la imagen del nifio y a las medidas a tomar, se le deberfa otorgar un espacio im- portante, la posibilidad de explayarse. dh ‘Tiene poco sentido el intercambio sobre medidas antes de ha- ber ganado la imagen de un alumno, o querer lograr unaimagen antes de que se haya transitado la experiencia complementari Hacia la experiencia complementaria lleva el entrar en consonan cia con el nifio. ¥ sdlo puede entrar en consonancia ¢on:élinino quien antes ha percibido con claridad e imparcialmente. A 7 SRE Moderacién Hl recorrido por el proceso del ateneo requiere de moderacién. Por lo general asume esta tarea quien estd més relacionado con el nino ae cuestidn. En las escuelas se trata normalmente del maestro de grado; en los hogares o centros de dia lo asume el responsable del grupo. Sin embargo es necesario preguntarse si ¢s0 tiene sentido: ules una moderacién no necesita que el moderador sea ¢l que co- hoza més y mejor al nifio, sino mds bien quien desarrolle una in- clinacién para acompafiar el proceso y velar para que todos se in tegren a la conversacién. Para é] darle forma al proceso debe ser inde importante que brindar su aporte en relaci6n al contenido, Para otorgarse a si mismo la direccién en el marco del proceso de un ateneo y no perder de vista Ia meta, el moderador debe te- ther claridad subre cada uno de los pasos y manejarlos creativa~ mente, y percibir cémo en lo particular es factible que adquieran Vida en al seno de la reunidn, Cada paso requiere de un procedi- Tniento diferente y el moderador necesita desarrollar la sensibili- dad para poder percibirlo. ‘si él se toma el trabajo de conocer al alumno antes de la reu- nién, le seré més fécil mantener la mirada global durante la con- versacién y de no ser arrollado por alguna situacién. En primer lugar deberd velar para que alguien reciba el manda~ to de redactar el informe durante la totalidad del proceso: pues lo conversado, pleno de vida, es efimero. Fer ace eacign se iniciara con una demostracion I modera- dor debe preguntarse si es apropiada para hacer visible verdade- ramente al nifio, si es lo suficientemente yariada paral garantizar miiltiples impresiones y si el marco temporal convenido es ade~ tuado. También deberfa estar orientado sobre el desarrollo de la Gemostracién para evitar momentos sorpresivos - en fin: deberia ser capaz de cumplir con las condiciones arriba mencionadas. ‘Durante la recoleccién de percepciones habra de velar para que la mirada de toda la ronda de participantes se mantenga despierta 50 MES ARR 3 (i EL —— en relacién a los hechos concretos, @ fin de lograr acercarse cada ‘vez con mayor claridad a lo esencial. A menudo la situacién exigi- 14 presencia de énimo para: conservar el tacto, de vex en cuando frenar la alegrfa comunicativa, tal vez reencauzar él itse por las ramas, suavizar emociones y frenar juicios demasiado prematu- Ton, Finahnente y en relacién a todo el primer paso, el moderador debe tener sensibilidad para la estructuracién del tiempo. Pues si se estira demasiado, se pierde el aliento para los demas pasos. Con seguridad serd favorable si esta Iécido para percibir si alin falta algo o si alguien todavia se reserva alguna percepcién que tal vez sea esencial. fn el préximo paso la comunidad se dirige hacia el ‘punto decisivo', el ojo de la aguja que habré que atravesar para transformar un fené- nano en sintoma. Es posible encararlo como proceso comnunttario; pero también es pensable que lo elija el moderador 0 que cada uno escoja su propio punto decisive. Sin embargo esto puede diluir el proceso - por eso es preferible que la ronda acuerde uno de entre los muchos puntos decisivos. El modo en que se conforme durante el siguiente proceso Ia intima “identificaciin con e objeto’ queda totalmente a criterio del moders- dor. Lo importante es que ‘efectivamente se realice este paso y no tanto como se lo realiza. Lleva, por lo menos en algunos partici- pantes, a la experiencia YO SOY TG, a un entrar-en-conexién inte- rior con el nifio Siesta experiencia surge de una fase de reflexién tranquila, en- tonces la ronda de docentes encontraré luego con mayor facilided Ja imagen, que si los resultados de la consonancia tienen que ser deducidos por medio de una conversacién de plenario. La confor- macién de este paso requiere del moderador cierta movilidad in~ terior y atencién para con lo social. Después de la experiencia de consonancia es posible que o bien el moderedor o bien la ronda de docentes puedan decidir si el in- fercambio ha de concluir en ese punto, si es mejor continuar di- tectamente o si se pospone hasta una préxima reuni6n. aL i se continiia, entonces los participantes se dirigen hacia la pregunta de lo que le falta al nifio, de lo que necesita. Es de lo mas hermoso si la ronda entera logra dejarse guiar en este aspecto por el nifio mis- mo, cuando cada uno puede enfocar cémo se le presenta ahora el nifio en su gestalt complementaria. Aqui nuevamente el desarrollo del procedimiento queda total- mente a criterio de las intenciones del moderador. Si acompafia con frecuencia los ateneos se volveré cada vez més creativo y po- dré acercar sus propias ideas mas y més al nifio en cuestién. En definitiva ahora es el nifio mismo quien indica cémo ha de desa~ rrollarse la reunidn en este paso. En la conversacién que se desenvuelve acto seguido, el modera- dor habré de velar para que la direccién que tome la reunion con- duzca a hacerse una imagen lo suficientemente clara del nifio para po- der ser transmitida a otros. No es él quien debe dar la imagen, Es de ayuda si él se ha conquistado y dispone de un amplio fundamento antropolégico-antroposéfico. Pues entonces podré atajar lo que en algunos quiere salir 2 la luz con deseo de ser formulado y podra tecoger y dar sentido a la multiplicidad de manifestaciones. Ade- mas esto le posibilita un modo de vision tal que permita encua- drar apropiadamente, por ejemplo, la mirada diagnéstica del mé- dico escolar, Lo que ahora se ha elaborado como imagen de un alumno es un Proceso vivo y sus resultados son tan efimeros como los suefios, Muy répidamente caen en el olvido. Por eso es tan importante que alguien redacte el acta. 7 Luego se discute en reunién sobre posibles medidas, sé eligen aque- llas que parezcan pedagégicamente las més acerta 'y se acuer- dan los pasos a seguir. El moderador es el que guia a través de las conversaciones. Su tarea final es la de velar para que se delegue en un colega la tarea de mantener en su conciencia el devenir del proceso, de asumir la responsabilidad para que las decisiones acordadas sean anotadas y llevadas a cabo y, una vez transcurrido el tiempo acordado, volver a traer una vez més todo el proceso a lareunién. Es tarea del moderador decidir si la eG se min a 10 en grupos pequefios o en plenario. También le compete ade- a él expacio te escucha: de Tmpulsar Ja conversacién o de en- cauzarla, de darle este o aquel viraje, de guiar hacia la concentra- cién o hacia la liviandad sin perder jamas de vista la meta. Tal como fue expresado més arriba, hay que respetar un marco de tiempo; pues tina conversacién es una creacién viva que conlleva su propia limitacién. Restlta conveniente que la comunidad delegue la tarea de mo- derador en aquel colega que considere apropiado. Pero también es posible que un docente por impulso propio y por amor a la tarea desee asumir la responsabilidad. Se despilfarra tiempo y esfuerzo si el moderador cambia en cada ateneo. Deberfa ser un cargo que se ejerza durante un lapso acordado. Entonces, quien lo asuma, puede prepararse a largo plazo. Puede adquirir claridad sobre cada uno de los pasos y volverse cada vez més capaz en la ejecu- cién. De este modo el ateneo recibe la oportunidad de convertirse en parte integrante estable de la reunién docente pues cuenta con un guardidn y un intercesor, cuyo deseo es que los ateneos no sélo se consideren deseables sino que efectivamente se los lleve a cabo. Sin embargo, en aquellos cuerpos docentes donde el ateneo recién debe arraigarse también es posible invitar a un moderador experi- mentado de afuera. 8 : RED eV) Modos de trabajo ‘A través del pasaje metodolégico por el ateneo las formas de trabajo ‘son modificables. Lo que comtinmente se estila es que toda conver- sacién se realice en el plenario. Pero no todas las preguntas son apropiadas para ser tratadas en ronda general, y més de una re- querird de un tratamiento diferente; con frecuencia son neces- vores condiciones mds intimas, Paralelamente al didlogo en el ple- nario se desarrolla el trabajo individual, donde cada uno puede re- lacionarse con determinadas circunstancias, y donde a su vez es posible implementar formas de trabajo por parejas y grupales. Todas estas formas de trabajo tienen en comtin que cada parti- cipante se vuelve activo jndividualmente de modo diferente, y ademas, que su aplicacién requiere del cumplimiento de ciertas condiciones. Cnanto mayor sea el esmero por respetar Jas condi- ciones y leyes de un determinado modo de trabajo, tanto mayor es la oportunidad de arribar a metas y tanto mds completos, ricos y estimulantes serdn los préximos intercambios. Durante el transcurso de un ateneo existen pasajes en los cua- les la atencién de cada uno esta dirigida totalmente a la percep- cidn de algo externo, de algo que se acerca desde fuera como im- presién externa. Se puede tratar por ejemplo de la percepcién de imn alumno, pero también puede relacionarse con la aceptacidn de vivencias de otros, de informes, relatos, conocimientos 0 con la retrospectiva. i Las preguntas relacionadas con la comprensién \vivifican el proceso, en cambio posturas individuales, explicacione}, interpre- faciones o juicios dificultan la fase del trabajo conjunto; Las con clones que deben ser respetadas en esta fase del trabajo en comin son: apertura interior y desprejuicio. Si no se logra la imparciali- Gad es de ayuda “aplicar un punto de vista, que no se ha asumido ante- riormente™, y entonces la imparcialidad aparece. Experiencias con alumnos 0 padres que lastimaron a un maes- tro oa un educador, o por los cuales se sienten atacados, son ine~ a (pam LL vitables. Con toda tranquilidad se los puede mencionar en la reu- nidn, Sin embargo esta mencién recién se transforma en dificul- tad cuando las ofensas tifien de amargura o introducen acusacio- nes en el informe. En ese instante se abandona el piso de los he- chos reales. Es posible enfrentar esta situacién de modo sencillo, repreguntando, un determinado punto cualquiera de modo objeti- vo y sin segundas“intenciones. Una pregunta planteada de este jnodo desvia inmediatamente la atencién de las quejas expresadas y abre la mirada para nuevos puntos de vista: de esta manera se restituye, por lo general, répidamente !a imparcialidad. ‘Muy pronto cada participante se percatard de qué modo decisi- vo el otro enriquece la propia percepcién: justamente por una ac~ cién como la de repreguntar imparcialmente se complementa y diferencia. Y mas alld enfrenta discretamente con aquello en lo que fuimos inexactos, desatentos o estuvimos dormidos. Nos edu- ca a estar despiertos, a ser precisos y a tomar distancia de noso- tros mismos. También nos educa @ entregarnos cada vez com ma- yor confianza a las leyes de vate proceso. Finalments aprendemos fon el tiempo a expresarnos verbalmente de manera més adecua~ da. Con frecuencia se trata de procesos de largo alcance, pero en ellos se diferencian las posibilidades de una comunidad de ateneo. "Al moderador le compete la tarea de adquirir la mayor claridad posible sobre las leyes de estas formas de trabajo, de aplicarlas Iuego en los momentos apropiados del proceso y de velar para que se cumplan sus condiciones. Un modo de trabajo totalmente opuesto al recién descrito es la percepcidn de una experiencia puramente interior. Nada exterior ye acerca desde fuera. Sino que se trata més bien de palpar inte tormente lo experimentado exteriormente segiin la impresién que ha causado, segtin su efecio, su cualidady al seguirlo interior- mente, reconstruirlo interiormente y tratar de ser fieles para per- bir el gesto que contiene, se arriba a un proceso de observaciéa animica. Por medio de la observacién animica uno se entera de algo ne- tamente interior que se expresa en algo exterior. Se trata de per- a5 cepciones delicadas, con frecuencia insospechadas y sorpresivas, que aparecen en el campo visual y que no son pasibles de ser ex- presadas verbalmente con facilidad. Se hace necesario este esfuer- z0, por ejemplo, en el trato con el punto decisive. Mas adelante cuando se trate de la experiencia complementaria se dependerd totalmente de esta forma de accionar y no se podrd avanzar sin ella, El trabajo individual es la condicién para que una observacién anfmica no se deslice rdpidamente sin ser percibida. Para ello cada uno debe armarse un espacio interior donde poder recluirse y palpar cuidadosamente lo que resulta de la percepcién. Para ello se tiene que alejar de todo contacto externo. En una reunién numerosa también se puede acordar de hacer silencio durante cuatro o cinco minutos, tiempo suficiente como para entregarse a la actividad descrita y a la vez arribar a observa- ciones propias. También es posible interrumpir el proceso del ate neo una vez que se haya encontrado el punto decisivo del proceso, y cederlo a cada uno de los participantes a fin de que lo continien individualmente. Entonces cada uno tendrd la posibilidad de dedi- carle su atencién plena y de llevar luego sus conclusiones a la pr- 6xima reunién. En este caso puede ser util y clarificador el hecho de incluir la noche. Adquiere sentido entonces comenzar la prdxi- ma reunién despejando directamente la experiencia complemen- taria que conduciré a encontrar la imagen del nifio. Proseguir con la reunién inmediatamente después de los minu- tos de silencio tendr como ventaja la inmediatez y la frescura con Jas cuales comenzaré el intercambio. En ese caso es conveniente no proseguir de inmediato en plenario sino dejar due el didlogo ocurra en pequefios grupos y guiarlo desde allf iat el intercam- bio sobre la experiencia complementaria, Con el intercambio sobre Jas experiencias realizadas en soledad interior y el posterior trabajo en la imagen del nifio, los partici- pantes del ateneo se vuelven activos de una tercera manera, que segtin Goethe es mas preciosa que el oro: a través del didlogo.” 86 Normalmente y durante conversaciones a Jas cuales uno se en- trega sin reflexionar, el modo comtin de intercambio es el siguien- te: uno se junta, intercambia en plenario las experiencias realiza- das con un nifio, se intenta lograr un juicio y entonces se acuer- dan las medidas. En un procedimiento estructurado el intercambio, la conver- sacién clatificahte pueden ser considerados y emapleados como una forma de trabajo en sf misma, y asi desplegar posibilidades in- sospechadas. La conversacién en ronda plenaria lleva a los participantes a un proceso en el cual las propias imagenes se pulen, corrigen, acla- ran, se objetivan y finalmente se condensan y concentran permi- tiendo mayor comprensién gracias a las imagenes de los demés. Este proceso lleva a representaciones diferenciadas, a conceptos “ claros y finalmente a resultados en los cuales se puede percibir que el enigma del nifio ha sido resuelto. Una caracteristica de la conversacién es que extrae las image- nes de los participantes, y éstas posibilitan entonces que cada uno establezca interiormente relaciones coherentes que puede abar- car con la visién, a las que puede aceptar y en las cuales se puede sentir albergado, Esta cohesién lo une interiormente con todos los demas que se esfuerzan por lograr lo mismo mediante un trabajo en comtin, de modo que se llega a la meta tan ansiada y esperada en todo trabajo en comtin: la comunidad. 7 {LUV NMEA] Formacién de érganos Cada nuevo objeto, mirado adecuadamente, abre un nuevo érgano en nosotros.” J..W. v. GOETHE En el capftulo introductorio se enunciaron tres preguntas con Jas cuales el educador se acerca interiormente al nifio. La respues~ ta la da el nifio, Cuando nos detenemos a escuchar, podemos in- tuir la respuesta y por momentos percibirla con claridad. ;Cuél es el sentido que nos transmite la percepcién de estas respuestas? Parece desarrollarse mediante la escucha, Eso recuerda cémo a Jo largo de la evolucién se formé el ojo como érgano sensorial: en la luz, para la percepcién de la luz. La luz es la creadora del ér- gano de nuestra visidn. De modo parecido acontece para aquel sentido que permite el conocimiento del ser humano, Lo desarrollamos cuando nos en- contramos con seres humanos, los sentimos como enigmary luego intentamos de resolver ese enigma. . Evolutivamente la formacién del ojo est concluida. El ser hu- mano encuentra la predisposicién para cada érgano como un dise- fio concluido, al cual se atiene en la evolucién individual durante su perfodo embrionario. Cuando el nifio nace, cuenta normalmen- te con sus ojos. in En el caso del érgano sensorial para el conocimiento de la esen- cia de otro ser humano el disefio es algo més difuso, organicamen- te menos desarrollado, sin concluir atin. Es la predisposicién para percibir en lo material el relucir de algo suprasensible, espiritual, gue se nos acerca en estado de misterio a partir de algo exterior- mente dado. Por ahora los seres humanos de Ja actualidad sélo tenemos de- sarrollado un sentido semejante en casos excepcionales. Pero A ie nuestro corazén lo anhela. Es el anhelo hacia el Dios invisible que se oculta en lo visible, al que se refiere Macke. Pues percibimos la fuerza y vivificacién que parte de él y deseamos estar cerca de él. El nos leva més allé de nosotros mismos, y nos anima a encon- trarnos con El, Este sentidg se desarrolla cuando el ser humano comienza a ac- tivarlo al dedicarsé a otro. Es por medio de la dedicacién que se desarrolla. Lo animico-espiritual del otro ser humano, que estd oculto y no aparece, es lo que forma el érgano para la percepcidn. ‘Aeso se refiere Goethe mediante las palabras antes citadas. ¥ del mismo modo es valido lo que expresa Michael Bauer en relacién a este proceso: “El yo mismo forma sus érganos para percibir y para actuar.”" Con ello no se contradice con Goethe sino que subraya con mayor claridad el aspecto de nuestra propia actividad, para percibir a través de la dedicacién al otro el enigma de su existen- cia. Pues sin nuestro interés activo no se forma ningiin érgano. Este sentido enigmatico también se desarrolla en el encuentro con una obra de arte. En cada obra de arte es posible descubuir el resplandor de algo viviente. Al percibirlo nos convertimos en co- creadores, nos transformamos en parte de su ser, de su misterio. Muchos artistas de Ja actualidad construyen sobre esta corresponi- dencia intima que puede acontecer entre la obra de arte y quien lo contempla. incluyen esta nueva dimensién de comprensién del arte en su creacién artistica, ‘De modo similar sucede cuando nos acercamos a la naturaleza y a sus manifestaciones. Pero tenemos que evitar mirarla mera~ mente desde afuera, como algo extrafio. En el instante en el que comenzamos a sentir calidez en relacién a las manifestaciones de Ia naturaleza, cuando despertamos para la diversidad de sus ex- presiones y comenzamos a sentirla, entonces vivenciamos nuestro parentesco fntimo con ella y sus manifestaciones. Es el momento en que ella se nos acerca. Se vuelve hacia nosotros y comienza a expresarse frente a nosotros. Poco a poco comprendemos de qué nos habla, Asf aprendemos a conocer a Ja naturaleza de un modo nuevo; logramos un didlogo fntimo con ella. as Finalmente para quien lo halle en su destino, existe la antropo- sofia que promueve el desarrollo de este sentido, Hasta que uno no llega a conocer la vitalidad de sus pensamientos, el contenido se mantiene en doctrina. Pero, si se intenta ir mds alld de los me- ros contenidos, se aprenderé a percibir de que se trata de un arte. Lo que tiene para transmitir estd tan concretamente presente en Ja forma de su lenguaje como en los contenidos de sus pensamien- tos, El sonido, la palabra, la oracién, la sucesién de oraciones con tienen un gesto; y en su forma contiene una fuerza interior con la cual podemos relacionarnos. A raiz de ello aprendemos a com- prender de otra manera lo expresado y establecemos una nueva relacién mds profunda hacia lo que comunica. En la medida en que percibimos de que en las formas de su lenguaje se vuelven ac- cesibles otros aspectos del contenido, més all de aquellos que se refieren a nuestro pensar, desarrolla en nosotros su fuerza forma~ dora de érganos. Todos estos procesos descritos tratan de delicados sucesos de vida que nos legen desde Ja periferia y que forman en nosotros. La vida, la fuerza formativa estén ocultas en aquello que se nos acerca como algo exterior. Desde nosotros mismos no podemos crear aquel sentido capaz de percibir lo suprasensible. Pero cada instante en el que nos entregamos con atencién y sentido artistico al mundo, crea las condiciones para que la fuerza creadora del mundo desarrolle en nosotros ese érgano capaz de percibir sus manifestaciones, “ Tal vez en el futuro de la humanidad este érgano estépredis- puesto con tal certeza como actualmente lo est4 el ojo capaz. de percibir el mundo exterior. 1 90 Ejemplo de casos Advertencia préliminar: a continuacién se presentardn alumnos de diferentes edades, Todos ellos fueron propuestos por sus educadores para tun ateneo, porque en Ia relacién con ellos surgieron dificultades que re- querian de una observacién mds aguda. Situaciones como ésta son las, que por lo general motivan la decisién de llevar a cabo conver- saciones sobre un alumno. Nos detenemos mucho menos a perci- bir la necesidad de aquellos nifios que no presentan dificultades, que no nos plantean un enigma, cuya evolucién no exige nuestra mirada preocupada o con los cuales se establece de antemano de modo natural confianza plena, por ende, no les ofrecemos especial dedicacién. He.aqui uno de los problemas del ateneo. Pues cada fio deberfa ser mirado con atencién especial a fin de lograr una imagen de él, al menos una vez en su devenir escolar. A continua- ciémse describe cSmo se desarrollaron estos intercambios. 1 Be Let A Tanja - La confrontacién con las consecuencias del destino de Ja primera infancia “Sobre tado, Scout” le dijo, “tienes que aprender un truco niuy sencillo, y entonces te llevards mucho mejor con todo tipo de seres humanos, Tan solo se puede comprender correctamente a “otro, si se observan las cosas desde su punto de vista... Pienso, siuno se mete en su piel y camtina con ella” ‘Harper Lee Enel relato sobre las relaciones que atafien a esta nifia recono- cimos de modo especial cémo su destino se hallaba impregnado en su organizacion corporal. A partic de allf surgié inesperadamente Ja comprensién para su estado animico y los estimulos para la ma- nnera en que debfa tratarsela educativamente, El ateneo nos dio vina leceién sobre la profuncla comprensién a la que lleva la empa- Ha cuando una comunidad educativa logra con-sonar con un nifio, atin contra las resistencias de sentimientos personales, so- bre todo cuando existen desilusiones. ‘Cuando conoc! a Tanja, justo habia cumplido sus 9 afios. Alre- dedor de esa edad un nifio toma més claramente conciencia de sf tnismo, ya su vez también de su entorno humano. Comfenza a en frentarse més conscientemente con el mundo y 4 desarrollar una nocién mas nitida en cuanto a su diferenciacién con el entorno. Se alsla; y se vuelve distante. Una rafaga fria atraviesa f alma del nifio en esa época de su vida. \ Mientras yo hablaba con la educadora, Tanja entré a la habita- cién dando saltitos; pequeiia, delicada y movediza. Se trata de una nifia muy pélida, con cabellos finos, lisos, con tendencia a cas~ taflos, ojos marrén oscuro y una frente lamativamente ancha y alta que parece sei de marfil y sobre la cual los cabellos forman un m2 Me remolino, Finas y delicadas son sus cejas, los rasgos sus ojos, la na~ riz y todo el dmbito de la boca. La boca misma empero parece grande y domina en el rostro. Los dientes son parejos. El mentén como cincelado con delicadeza desaparece llamativamente en el semblante. Tanja conversaba a borbotones, se refa, su respiracion era agitada y nerviosa. Durante este primer encuentro se mantuvo en constanté movimiento saltarin, bailarin, sin descanso y.atra~ yendo hacia sf la atencién con miiltiples delicadas maniobritas. Se me acercé abierta y confiada aunque nunca antes nos habla- mos encontrado. Daba la impresién de un encuentro entre dos viejos conocidos después de un largo tiempo de separacién. Comu- nicaba excitada, con impetuosidad; espiraba con fuerza, propor Cionando la impresidn de cierta falta de distancia. A su lenguaje le dio rienda suelta. * Cuando después durante la hora de euritmia curativa debis conquistar una secuencia de movimientos ritmicos, se le escapa- ban una y otra vez pequefios saltitos invaluntarios por los cuales perdia la secuericia total del movimiento. Al final se dejé atrapar por el ritmo propuesto; los saltitos involuntarios desaparecieron y la secuencia de movimiento se armonizé. ‘La familia de Tanja es supervisada por la oficina de proteccién al menor. Cuando la nifia contaba con 9 meses de edad su madre biolégica abandoné la familia con la meta de auto-realizarse y construir una vida determinada por ella misma, Junto a su hherma- nno un poco mayor, Tanja fue entregada a una familia en un hogar de trénsito, donde ambos crecieron durante los afios siguientes. Pero eviderttemente no se establecié un buen contacto entre Tanjé y la madre sustituta. Un informe de la oficina del menor da cuenta de que la madre sustituta percibia ala nifia con falta de veracidad y hasta mentirosa, y que “robaba como un cuervo". Por es0 infor- 6 a dicha oficina que ya no estaba dispuesta a asumir la respon- sabilidad por los nifios. Cuando Tanja tenfa 7 u 8 afios finalmente Ia madre sustituta abandons la familia y Jos nifios fueron deriva- dos aun instituto, en el cual los visité: un hogar de nifios adminis- trado antroposdficamente. 93 i La educadora relaté que Tanja se esforzaba intensadgente en lo- grar establecer vinculos con sus pares, El mds duradéro lo habia logrado con su hermano, con el cual, compartfa su destino fami- iar. En principio le resultaba mas facil un contacto esponténeo con los varones que con las nifias. Pero esto se modificé en los iil- timos tiempos pues encontré amigas. Sin embargo pronto apare- cieron problemas, pues ella no logra ni mantener ni sostener rela- 94 ciones por un lapso més largo, sino que se desanima después de poco tiempo, se aleja interiormente y comienza a hablar mal de sus recientes amigas. Esto repercute socialmente; y se lo recrimi- nan de mala manera, por lo que muy pronto se encuentra mieva- mente sola, sin amigos. En el hogar Ja perciben como infiel, lunati- cay lébil, como alguien sobre el cual no se puede construir, La imagan (izquierda) que Tanja dibujé de s{ misma muestra cémo se auto-percibe. Lo Hamativo en el dibujo infantil son los ojos, la gran cabeza, que por su escasa cabellera y el cuello tan lar- go parece algo desnuda. Los muy pequefios y delicados pies subra- yan un andar a pasitos cortos, a saltitos y los zapatos con tacos, parecen pies a los que les falta todo arraigo. En un principio la consonancia trajo aparejadas simpatias y an- tipatfas puramente personales. Los educadores se mostraban es- ponténeamente conmovidos por su modo tan desinhibido de ir al encuentro de otros seres humanos. Relataban sorprendidos que en el encuentro con ella se sentfan de inmediato tocades anfmica- mente y que para su asombro no hacfen valer ningtin recaudo, ninguna reserva sino que reaccionaban de modo similar a la nifia: de manera espontanea y sin delimitacién. Sin embargo acto seguido muchos sintieron desilusién. Perci- bieron que después de corto tiempo tanteaban en el vacio, que no aparecfa ninguna resistencia, nadie con quien entablar un inter- cambio; que resultaba dificil entrar en una relacién sostenida con ella, A los educadores les resulté penoso, tener que reconocer frente as{ mismos el deseo de distanciarse interiormente de la nifia e in- cluso de querer apartarse de ella. Sin embargo con delicadeza fue surgiendo de uno a otro la idea de que tal vez esto estuviera rela- cionado con Tanja y el destino que ella vivid hasta el momento. Claramente aparecian paralelas para con la percepcién de la ma- dre sustituta, £l esfuerzo por distanciarse conscientemente de las reacciones y susceptibilidades personales y por transformar el sentir en com- pasién, llevé a algunos participantes a la situacién de querer sal- 95 : EEO] tar por sobre su propia sombra y gracias a ello, enterarse de as- pectos totalmente nvievos de la nifia. Al principio se informé que Tanja era despierta y rpida; capaz de percibir casi febrilmente impresiones sensoriales y de combi- narlas con conexiones representativas, pero a las cuales frecuen- temente les faltaba la relacién con la realidad. A su vez, que reac- cionaba con espontaneidad, desenfrenada, a menudo vehemente y de manera inadecuada. Se advirtié‘especialmente cuanto le costa~ baa Tanja lograr coritactos estables o relaciones duraderas. Nadie se sintié cémodo al revivir estas peculiaridades; todos vi“ anciaron conmovidos la falta de fuerzas de ligaz6n, sostén y suje- in, la inconstancia y labilidad -también en sentido moral- y la débilmente desarrollada capacidad de compasin. hacia la periferia; © No puedo mantenerme en mi; tengo que participar en todo; no encuentro paz dentro mfo; no me puedo anidar en mi mismo; no me siento contenido en mis contactos. | * Me siento amenazado, vaciado, quemado; no sigo siendo yo mismo; estoy entregado a todas las impresiones sensoria- les; no me puedo sostener, tampoco en ninguno de [os con- | | * Me siento como en constante inflamacién, como impulsado | i tactos, no encuentro nada que me sostenga, | Los educadores intentaron entonces de dilucidar cémo se sien- « te un ser humano si es abandonado por el referente qué el destino Je colocd a su lado. - Frente a esto los participantes tuvjeron per- cepciones debilitantes y de vacio, sentimientos tales como si las fuerzas estructurantes los abandonaran. Sentian ceder su esquele- to, con la percepcién como si se licuara la sangre en sus venas, como si Ja capacidad para erguirse y todo el sistema circulatorio desapareciera. El proceso de co-vibrar se transforms casi imper- ceptiblemente en una especia de morirse en el nifio, en un profun- do proceso de muerte vivenciado en el propio cuerpo. Cuando 96 éolumna vertebral, la estabilizacién de los ligamentos y la posi ULAR SS LL ivencia- ‘Tanja fue abandonada por su madre natural debe haber do tal agravio que invadié toda su sistema organico. Un agravio tal tiene consecuencias que fueron vivenciadas en Tanja y ahora se volvian conscientes: durante el primer afio de vida un nifio tiene que encontrarse con las propias fuerzas de fequilibrio en ¢l campo de gravedad de la Tierra, Aprende a erguir- se. Después durarite el proceso de los siguientes cuatro primeros afios la postura erguida y la marcha se estabilizan y asi logra final- mente la adecuada posicién de la cadera, la doble curvatura dela cién paralela de las piernas, es decir, la organizacién bésica, dec siva para toda su vida futura, En principio este proceso se refiere a Un desarrollo sano del esqueleto, lo cual también incluye la alinea- cidn de la cintura escapular y la liberacién de la postura de la ca- beza de las fuerzas de gravedad. Pero a su vez existe una relacién interna ¢ fntima relacionada con la disposicién animica y moral de un ser humano. Los giros idiomaticos lo caracterizan, asi por ejemplo ce dice que alguien puede mantener la compostura o mantenerse incélume, que es equilibrado, recto, correcto, derecho, que nada lo saca de su eje. Estas afirmaciones no deben ser interpretadas como una cau- salidad ineludible, sobre todo teniendo en cuenta cuanto es capaz de lograr un ser humano individual en relacién a su fortaleza mo~ ral, incluso con una organizacién debilitada o dafiada. Pues las fuerzas morales son a su vez las mismas fuerzas con las cuales un ser humano logra erguirse, por medio de las cuales puede elevarse y crecer mds alla de si mismo; son fuerzas de esperanza, gracias @ jas que podrd desempefiarse favorablemente en Ia vida y tal vez lograr algo grande, La fuerza del yo es capaz de revertir dafios, sin embargo en principio la carencia de relacién humane debilita al nifio, pues le quita la base orgénica para el desarrollo de sus capa~ cidades individuales. En el caso de Tanja el desarrollo orgnico esté perjudicado. Esto le dificulta ahora anclarse en su cuerpo. Un nifio necesita ser atrafdo hacia su interior por medio de la atencién, el interés y el 97 —_—_—__--- bl er Ine o ° 1 1 \ ! | 1 | } cuidado amoroso con que es acompafiado por un referente seguro, caso contrario le resultard dificil auto-fortalecerse en sf y asirse a si mismo como individualidad independiente. Cuando los educadores lograron concientizar sus gestos de re- chazo y pudieron ponerse en el lugar de la nifia, les fue posible re- vivir en su propia organizacién volitiva y metabdlica cudn poco aprovechadas estaban estas fuerzas hasta el momento, El cuerpo de la nifia era incapaz de admitir de modo adecuado lo anfmico- -espiritual. Tanja permanecia como una extrafia con respecto a su cuerpo; y sus verdaderos impulsos, los que en cada ser humano son en realidad impulsos morales de esperanza, no fueron lo sufi- cientemente saludables para su construccién corporal. Es por eso que se la percibe como con falta de energia, cambiante, lundtica, como lébil, tambaleante, como una luz fugaz, como veleta y sin fuerzas de fidelidad. La comunidad de educadores vivencid compasivamente este destino como si le hubiera tocado individualmente a cada uno, ex- perimentando toda la tragedia de Tanja, no sdlo por haber sido abandonada una segunda vez, sino por haber sido malentendida y rechazada reiteradamente ya con anterioridad, Pero este con-sen- tir y esta compasién aguzé Ja mirada para lo que necesita -ahora mismo- esta nifia. . Una de las medidas mds importantes es comprender correcta- mente al nifio en su devenir evolutivo hasta la fecha, y movilizar la voluntad de curar aquello que fue omitido. Por medio del ate- Meo nos acercamos a esas metas; y gracias a ello es posible aceptar interiormente al nifio. \ Al seguir con mayor atencién los pasos evolutivos de ‘Tanja de Jo que se hizo durante su primera infancia sin dejarse irritar por sus debilidades ni atrapar por su postura de rechazo entonces mu- cho serd lo que se pueda lograr, Mantenerse constante y fiel en Ja aceptacién de esta nifia, ser especialmente sincero, pararse a su lado y junto a él, ésas son tareas del educador. Cuando enfacamos con nuestra ciencia antroposéfica la conforma- cién del nifio de tal modo que el organismo delate algo de su dispo- 98 sicién animica, entonces nos ecupamos de él de un manera dife- rente a la habitual. Y curiosamente al colocarnos de este modo Junto al nifio, desarrollamos en nosotros el amor hacia é1.* Esto es lo que experimenté la comunidad de educadores. Maximilian - Despertar ante el enigma de un gesto Se parece a su padre pero no tenemos idea, quién es, por quién responde, qué piensa.” SHANNICAR AIYARS SOBRE RAHUL GANDHI No hemos averiguado si Maximilian se parece a su padre, tal como se afirma mds arriba sobre Rahul Gandhi. Pero si debimos aceptar que no tenjamos ninguna idea de quién es, por quién res ponde y qué piensa. Recién cuando hubo terminado el ateneo sur- gid la respuesta a este interrogante, Maximilian es alumno de un quinto grado. Yo lo visité el dia anterior al primero de dos ateneos para tener una impresién. Su altura es la correspondiente a su edad, usa anteojos y tiene, una mirada ensofiada, dirigida hacia el interior; con movimiento de parpados que parece lento; cabello rubio oscuro, liso, espeso; un rostro bello, proporcionado, con expresién mimica en la parte de la boca, que manifiesta todos los matices de su sentir que teje entre simpatfa y antipatfa en un ir y venir. Su frente es ancha, pero la boca y todo Io que la rodea es estrecho. Su rostro tiende hacia el mentén con forma puntiaguda. Sus dos dientes frontales son [lamativamente grandes. Cuando llegué al aula, él.ya estaba presente y se encontraba con cuatro 0 cinco compafieros junto a Ja verttana. Los demds ha- blaban un poco excitados, anfmicamente muy comprometidos con Jo que conversaban, tal como lo hacen los nifios de un quinto gra- 99 CUBUUL UVM AMEN |) do, Maximilian no estaba involucrado. Miraba indiferente por la ventana y brindaba la impresién de cierto aburrimiento, como si estuviera por encima del intercambio infantil. Los demas lo deja- ban en paz, sin integrarlo a la conversaci6n. Cuando comenzé la clase, en un principio no me fue posible apreciar adecuadamente su participacién interior. No me parecié desinteresado, pero tam- poco conmovido anfmicamente o comprometido. Esto se modificé cuando fueron repartidos los libros de canto. Entonces tomé su libro y se concentré de inmediato, atento y pro- fiundamente interesado. Durante el canto se mostré interiormente participe. Cuando haba preguntas se ofrecia para responder y era Visible que el desarrollo de esas clases era algo que despertaba su interés, Hacia el final de la hora los nifios ensayaron una pequefia obra en la cual él asumié el rol de regente. Recité las oraciones del argumento con voz clara, Ienta y un poco dubitativamente. No pude percibir si podia acompafiar interiormente lo que expresaba. Hacia el final de cada oracién elevaba la melodia de su voz; mien- tras que su mirada vagaba por sobre sus compafieros, apesudusn- brada, como buscando lejanfa, Su lenguaje estaba estructurado de modo inusual. Cuando hablaba libremente se hacfa notar su incli- nacién a utilizar giros selectos y a conformar sus pensamientos con construcciones gramaticales diferenciadas y armadas con pre- cisién. La espontaneidad parecia desagradarle, Cuando la detectaba en sus compafieros, los cuales ofrecian miltiples oportunidades para ello, hacia una mueca con Ja boca. Su mirada adquiria entonces un aire de superioridad lo cual podia ir en aumento hasta el despre- cio, razén por la que algunos maestros que Io conocin de las cla- ses, lo describsfan como arrogante. Durante el ensayo no se sumer- gia en la accién, més bien parecia estar auto-observantlose, medi- do y contenido, frio y extrafio, en medio de los frescos y divertidos nifios del quinto grado, La maestra del grado informé que él se au- to-erigia mucho, que se auto-observaba en todo lo que hacfa y que conscientemente preparaba todas sus expresiones. 100 Eee La docente relaté de su biografia que durante el parto tuvo que ser extraido mediante una campana de succién y que de tanto en tanto sufria de ausencias que estarian bajo control médico. El nifio crece en un marco cuidado, recibe desde hace dos afios clases de piano y ema a su hermano menor. Cuando le pregunté por él, a Maximilian le comenzaron a brillar los ojos, su color se volvié ro- sado y comenz6 4.relatar sobre él de modo alegre y desinhibido. El dia del ateneo Maximilian se present personalmente ante los participantes y dio un pequefio concierto de piano. Con reser- vas entré en la sala, muy bien vestido, los cabellos peinados y un paso que parecfa flotante, no terrenal. Su mirada vagé por sobre los asistentes, Su piel era de una transparencia translticida. Todo Jo inaccesible que se habia mostrado el dia anterior en la clase, ha~ bfa desaparecido, Expectante y atento se senté al piano y comenzé a tocar, solemne. Hacia el final cuando tocé composiciones pro- pias, se perdié su mesura. Enérgico y feliz impulsé las.teclas, aho- ra temperamentalmente. Recibié aplauso emocionado junto a sua- ves expresiunes de admiracién y asombro, pero « la vez se fue ex- pandiendo espontdneamente una atmésfera de extrafieza. Luego expuso sobre su modo de ejercitar, el motivo por el que habia ele~ gido las obras y sobre su relacién con la musica. Aqu{ se mostré totalmente desinhibido y sin embargo se mantenia distante, intro- vertido, seleccionaba cada una de sus palabras y todo el ambiente quedé impregnado por el contacto peculiar -como vitreo- que se establecié entre él y el puiblico, Maximilian no habia sido conven- cido para esta demostracién, sino que él mismo propuso presen- tarse de este modo en Ja ronda de docentes. Todos lo pudieron percibir. Cuando se retiré, los presentes comenzaron por juntar sus per- cepciones. Y ahi se hizo evidente, cuénto ven muchos colegas, aunque tan sdlo hubieran podido percibirlo relativamente poco. Amorosamente y dedicados re-armaron todo lo percibido. Y a esto se agregé lo que informaron los diferentes docentes especializa- dos. 101 Asi comenzé el préximo paso, el sentir ensofiado inspirado, ex- presando individualmente sus sentimientos: * Senti compasién con él. Esto fue totalmente nuevo yem- bargante para mi. Antes me enervaba. * Elme resulta extrafio. Percibi algo como supra-terrenal en su apariencia y hoy no estuve tan impaciente como de cos- tumbre: siento que necesita ayuda, pero me sigue pare- ciendo un extrafio, * Durante un tramo me sent{ desesperado. Tenfa la sen- saci6n: a él nunca lo podrds comprender, * Lo senti tan liso como una bola de billar, me resbalo en él, no lego a él, me sentf muy intranquilo e impaciente por- que no encontré acceso a él. * Lo encuentro tan lentificado, Yo mismo me sentf lentifica- do. * Sencillamente no lo puedo encontrar, éQuién es en reali ded? Me inquiets de sobremanera. Verdaderamente senti panico. * Hoy tuve compasién, normalmente me siento rechazado por él, * Me senti como absorbido. Contra ello me tuve que defen- der interiormente; y vivencio antipatia, : ‘* Tengo en cierto sentido un sentimiento ambivalente en ro- lacién a él. No lo puedo definir. EI no percibe a {os demas. Eso me irrita, | + El mira a través de uno. Eso me amula en cierto sentido, Ni siquiera puedo recordar su rostro. 102 cc * Estuve atascado interiormente, me sent{ refrenado, sin re- laciones, extrafio; me volvi interiormente distante y frio, y en verdad fui perdiendo la simpatia, Estas expresiones reflejan la impresién contradictoria que este '0 dejé en los docentes. Maximilian provoca compasién y recha- igual que adrhiracion y extrafieza; moviliza una tendencia de querer apartarse de él del mismo modo que otorgarle ayuda es. Ponténea. As{ se desarrollé la primera parte del nivel de con-so- nar: cada uno dio cuenta de sus propios sentimientos, En el paso siguiente ya abandonamos el terreno seguro de nuestra percepcién y del sentir personal, pues nos esfervamos ahora por alejamnos totalmente de nosotros mismos y de abrir por completo nuestro sentir como un Organo de percepcién hacia el nifio: Zcémo eres en verdad al tacto? gcémo se slente entrar de ese modo en Ia sala, sentarse junto al piano, de llevar la mirada de modo de andar, todo su tempo? ;Cémo cc cxpresa él a través de todo esto en m{? ;Cémo lo siento a élen mi? Asi pues se percibe: aqui hace falta un cambio, Yo ya no miro desde mi hacia el nifio y compruebo cémo yo misma reacciono para con el nifio, sino que en parte me convierto en él misino yleo en m{lo que observo y experimento. Esto se puede resumir ee po- cas expresiones fundamentales, Los Presentes percibieron de modo conmovedor, cémo se siente un alma que no est en condi ciones de comunicar espontdneamente, a la cual le cuesta soltarse, que se percibe a si misma como espectador Y se siente extrafia, gue no puede respirar, consonar con el entorno social; que queda sola, extrafia y algo vitrea, Pero a su vez también el polo ‘opuesto fue sentido de modo con- movedor ~ aquello atascado por el talento; la riqueza vin liberar; Ja inusual conciencia que a su vez lo convierte en extrafio; la pro= funda pretensién elitista; la genialidad que atin no encuentra su. adecuada expresi6n; o retenido, la negacién, el auto-control: * Siento que tiene conciencia de sus propias capacidades, pero que las compara con las de otros, percibiendo aqui la discrepancia. Vivencio el abismo presente entre él y el mundo que lo ro- dea como si fuera mi propio abismo y percibo la impoten- cia de no poder sortearlo. Siento el modo en que él percibe sus propias capacidades, sin que él atin estuviera en condiciones de formularlo, a la vez, como peso y traccidn al mismo tiempo. Yo siento cusin retenido esta; y en verdad se siente muy in- cémodo, tener que quedar tan retrafdo, no poder salirse adecuadamente de sf mismo. Ya partir de ello un sutil cambio valiente, una especie de pri- mera intencién pedagégica: «© Deberfamos construirle un puente, para que logre ir hacla fuera, hacia el mundo. Una afirmacién de este tipo es ex- presién de que la voluntad dormido intuitiva comienza a despertar en alguno de los participantes. R. Steiner se refiere a ese instante intimo del proceso de cono- cimiento al que aqui justo se arribé, en una de sus conferencias: “Ast aprendemas a conocer ahora la interioridad del ser humano, la verdadera esencia cnimico-espiritual. Se nos enfrenta cuando descendemos a la regién del sentir no sélo sintiendo sino también conocienda.” Y un poco més adelante continiia: “Hay que désarro- Tar el amor como fuerza de conacimiento, el altruista salirse\de st mismo e introducirse en las cosas y procesos del ‘mundo | in algunos participantes individuales se generé algo asi como una impronta de la esencia del nifio que podfa ser comprendida: + En realidad deberfamos convertirnos en campana de suc- cidn, campana pedagégica de succién, para brindarle ahora la posibilidad de nacer a su vez.animicamente. 104 2] Pg ae ummm’ Luego prosiguié el esfuerzo por formular en conceptes claros aquello que fue circundado y palpado con cuidado, para conden~ sarlo en una imagen y reconocer en ello el gesto de encarnacién, 0 sea, el cuarto nivel del ateneo. Vemos en Maximilian a un ser humano con importante talento, muy dotado individyelmente, que sin embargo hasta el momento no ha podido integrar esos dotes en una relacién adecuada con su entorno social, Se mantiene distanciado en cuanto a sus compaiie- ros, como un extrafio, un espectador que no encuentra con faci dad el idioma que manejan. En la obra de teatro del grado se evi- dencié més alld, que tampoco logré armonizar su talento con las exigencias concretas de la escena. En todos los aspectos se hacen visibles en é] obstéculos, bloqueos. Y en los docentes se hizo notar un fuerte impulso por ayudarle a superar esos obstéculos. Necesita ayuda para lograr sintonizarse con lo que encuentra aqui en la Tierra como condiciones de desarrollo y como escenario para su futurc’desempefio. Hasta ahora sdlo se ha sumergido par- cialmente en las circunstancias. Y ésa fue la dificultad desde el momento mismo de su nacimiento, que vuelve visible en las au- sencias que le sobrevienen de vez en cuando, en los bloqueos de su yo para presentarse en el mundo. Da la sensacién como side tiempo en tiempo fuera retenido en su organizacién y no pudiera despertar al mundo. El yo empero esté “en casa” en el mundo y tiene que encontrarse alli, para poder llegar a si mismo. Unos dias después de este ateneo la maestra de grado se refiri6 a él: ahora participa mAs con sus compafieros; si hasta el momento solo se habfa unido en contadas ocasiones, ahora inesperadamen- te se acercé a todos. Ademéds se dirigié a uno de ellos en particular y comenzé a tocar miisica con él a pesar que tan s6lo tocaba la flauta dulce. Gltimamente, cuando Maximilian est sentado en su lugar no mira solo con ensofiacién por la ventana, sino mucho més hacia el acontecer del grado y se informa sobre lo que acurre asu alrededor. Para el fin de curso se habfa planeado un teatrillo para presen- tar a los padres. Ely su amigo se habfan propuesto tocar algo. In- 105 i tentaron practicar juntos, pero no pudieron encontrar tiempos para los ensayos, por eso este aporte debid haber sido cancelado, El dia de la presentacién volvieron a tomar impulso para llevar de todos modos a cabo su plan, Decidieron entonces practicar una vex més y para gran sorpresa de la maestra, ella percibié que al practicar, ambos lograron un encuentro verdadero, Maximilian se adecué con sensibilidad a los errores de su compaiiero, integrén- dolos en su parte del piano. Y para asombro de todos Jograron un lindo aporte para la fiesta, Hacia el final del afio escolar la madre se acercé una vez ala es- cuela. Durante esa visita relaté enérgicamente que Maximilian es taba mostrando reacciones desconocidas. Por ejemplo, habja teni- do que retarlo el dia anterior para que se lavara los dientes por se- gunda vez, Maximilian reaccioné con terquedad, contestando que a partir del presente sélo se lavaria uma vez al dia los dientes, pues con eso alcanzaria, Unas semanas més tarde la maestra del grado me escribié: “después de las vacaciones de verano Maximilian contd que habfa comenzado con la cria de tres especies diferentes de caracoles: la gran Weinbergschnecke, Haiu- wud Gartenbandschnecken, Instalé especialmente para estos animales un bancal en el que planté le- “chuga biolégica y algunas hierbas especiales para caracoles, Du- rante el recreo mientras Maximilian me lo contaba y describia su comportamiento sostenfa un caracol en su mano. Se habfa sumer- gido totalmente en esa accién y hablé tan répida entusiastamen- te como pocas veces, a la par que sus dedos temblorosos me mos- traban los detalles del caracol. Maximilian se muestra'ahora mas abierto en clase y mas presente, Sin embargo el cambio de con- ducta parece extrafiar a sus compafieros, Comenzaron 4 burlarse, alo que él contesta con ataques de ira. De este modo Hizo notar que ya no se retiraba interiormente de tales situaciones; sino que se enfrenta valiente pero también con cierto grado de dureza", 106 Jabar - Sentir lo ajeno como propio Sentir verdaderamente aquello que sucede en el otro ser tanto como lo que sucede en uno mismo, Poder salirse totalmente de uno mismo y revivir de nuevo en el otro ser.** RUDOLF STEINER, Este capftulo esta dedicado a un joven emigrante de Irak que vive en una pequefia organizacién cercana a la Comunidad de Cristianos y que desde allf visita la clase 11va. de una escuela ale- mana, Jabar acaba de cumplir 17 afios, En la organizacién en la que por‘el momento ha encontrado su hogar viven jévenes, casi todos Iegados a Alemania de paises extra-europeos, y que intentan arraigar dentro de las condiciones de la civilizacién del nuevo en- torno. Se esfuerzan por lograr finalizar la escuela o por empren- der un estudio, pues en sus paises de origen nn pueden alcanzar estas metas, En principio el motivo de mi visita estuvo dado porque surgie- ron dificultades en la convivencia con Jabar y los educadores se preguntaban qué podrfan hacer para darle wn giro favorable a la situacién. Encontré a Jabar durante Ja cena en la cual se habfan reunido los residentes de la casa. Estaba un poco resfriado; se senté a la mesa con campera y la capucha puesta hasta por sobre ambas ore- Jas. Miraba algo cohibido por debajo del borde de la campera, bien consciente de lo cémico de esa vestimenta acomodada para un juego de escondidas, Tiene ojos negros, radiantes y enseguida logré contacto. No evité nada. El juego entretenido duré un rato, poco a poco toda la ronda comenzé a participar y finalmente se quité de mala gana la capucha entre los aplausos de los demés. 107 IANA A Lo que aparecié fue una hermosa cabeza de corte marcado, con cabello corto, negro azabache, crespo y duro, ojos animados, una mirada célida y lena de humor y una nariz desproporcionada- mente grande. Pores dias més tarde intentamos recordarlo en el equipo de educadores. Jabar es muy alto, delgado, con miembros largos y grandes manos y pies. Sus movimientos son desgarbados; en tela- eign a toda su apariencia su cabeza parece relativamente pequefia. También los dientes son pequefios, angostos y puntiagudos, con jrandes espacios vacfos entre ellos y cuando rfe, brillan. Todo el Juego mimico es expresivo y provoca en demas algyin movimiento ‘anisaico. Es casi imposible sustraerse al encanto de Jabar. tleve la cabeza concierta inclinacién hacia delante, de modo que siempre mira un poco como desde abajo hacia arriba, bajo pe- tados pérpados, como desde un escondite, palpando incesante- mente el contacto. Los educadores relataron muchas historias cotidianas de Jabar. ‘Asi por ejemplo rierta vez se habfa comprado un celular, presen- tado radiante la compra como un gran golpe de suerte. La educa- dora sin embargo tenfa una mirada mds sensata y clasificé de in- ‘tmediato al celular como robado y el precio, por ei que lo habia ad- quitido como demasiado caro, EI celular fue devuelto y su rim- ‘bombante vivencia de éxito se redujo a una estimacién realista de los hechos. ‘En ese sentido relataron que Jabar se deja tentar con facilidad ~ por lo que ve y que le cuesta juzgar con suficiente objetividad los Fechos, lo cual lo leva una y otra vez a situactones dificiles. Se deja llevar por cualquier evento y le falta medida y objetividad de juicio. Esponténeamente se encuentra siempre anfaticamente ins volucrado. \ ‘A Jabar le gustaria ser bueno. Depende de la opinitén de los de- mds sobre él, Por eso a veces también se compra la buena predis~ posicién de otro, lo cual le resulta mejor con los més jévenes y 90 ponte con los de su edad. Los coeténeos lo calan con mayor facili~ dad. Reacciona muy sensible cuando se'rfen de él, o cuando ~se~ 108 ei giin su opinién- lo evaliian equivocadamente; tiene un muy delica- do sentimiento del honor. Por momentos sus reacciones pasan al hecho, Los bastante menores a él, lo admiran y él a su vez les dedi- ca proteccién y cuidado, Se entrega sinceramente a ellos, lleva en conciencia sus progresos y los toma en serio. En esas situaciones es auténticamente él mismo. ¥ ellos se lo agradecen con reconoci- miento, aprecio y afecto, que por supuesto él disfruta de modo que sobreacttia su’predisposicién a la ayuda y olvida sus obligacio- nes. Por sus posibilidades y sus éxitos sociales tiene una autoestima relativamente elevada. Suefia para su futuro el suefio de amplios conocimientos, de inéluencia y poder, pero no se percaté hasta el momento que eso a nadie le cae del cielo. En ese sentido llama la atencién que invierte poco para anclarse en el idioma alemén, puesto que hasta el momento no trata por si mismo de hablar en oraciones completas y tiene dificultades en la conformacién plés- tica de las consonantes, Eso hace que sea dificil entenderlo y él se refugia en Ja mimica y los gestos. Otro inconveniente que se hace notar es que Lieue muchas difi- cultades para desarrollar un interés objetivo en alguna actividad. Uno de los educadores expresé que Jabar no hace ninguna raya si no est4 relacionada con lo social, Cuando su voluntad se puede unir con sus fuerzas del sentir, entonces es fuerte: eso sucede siempre cuando lo objetivo se transmite a través de seres huma~ nos. Para lo objetivo en sf atin no puede desarrollar un interés in- dependiente; esto debilita su avance escolar y més bien lo aleja de Ja realizacién de sus metas, esperanzas y deseos en relacién a su futuro. ‘Cuando Jabar se mueve, pendula de aqui para alld y sus muy largas extremtidades bambolean como si no le pertenecieran. Cuando cierta vez debié tirar un carro tras de si, el que caminaba detrds de él comenzé a marearse porque el carro serpenteaba por el camino tal como Jabar mismo. ‘Los educadores estan preocupados, pues baja escenas de vio- lencia del computador, imagenes en las cuales se trata de disputas 109 violentas y en las que seres humanos se matan mutuamente, Lo mira hasta muy entrada Ia noche; comenta que esas escenas le pa- recen tremendas, pero que igualmente le gustan. Le agrada cuan- do alguien muestra fortaleza y posee poder. El mismo no siempre quiere ser el buen muchacho, sino que le parece cool, matar a otro de un disparo. Seria facil ahora después de los relatos y las percepciones que anteceden formular una conclusién comunicable, racional y con. cisa, que podria comenzar con las palabras: Jabar es un ser huma. Ho que... y sobre esa base seria posible entonces enfocar las me. didas pedagégicas, Aqui en principio el nivel del co-sentir Pareciera ser més bien un rodeo totalmente prescindible. Sin embargo no es un rodeo sito que abre puertas para encontrar al ser humano Jabar en su realidad, y eso lo demuestra el devenir del proceso. También en este caso el grupo de educadores comenzé por el intercambio de las sensaciones netamente personales y aquellas que surgieron espontdneamente. Esto dejé en claro que Jabar cuenta con Ja simpatfa total de los educadores; en relacién a su evaluacién rige gran calidez, sin eatbargo también existen preocu- paciones especiales. Todos se mostraron intranquilos de que en al- gin momento le suceda algo impredecible, alguna desgracia, tal vez hasta catastréfico, violento. Todos percibian como inevitable que él lograra controlarse ya, pero a la vez estaban desorientados sobre cémo conseguirlo en su caso, Entonces la ronda se esforz6 para llegar a la transformacién del sentir en érgano de percepcién. Los educadores intentaron co- -sentir con Jabar. Es decir: ve Sentir verdaderamente aquello que sucede en el orr| ser tanto como lo que sucede en uno mismo. Poder salirse totalmente de uno mismo y revivir de nuevo en el atra ser.™ iCémo se vivencié? La primera expresién se relacioné con la co-vivencia de sus extremidades: vivencié toda la fuerza de creci- miento de sus brazos y piernas como si mis propios miembros hu- no a bieran comenzado a crecer. Se volvieron cada vex més largos y pe- sados y bamboleaban cada vez més. ¥ yo no me encontraie on condiciones de dirigirlos hacia una meta de modo adecuado, O”To participante intenté compenetrarse de él para percibirlo a través del gesto de su postura corporal. Al escribir y en general al estar sentado,juntp a una mesa advirtié que no se podia mantener erguido, que todo‘ le caia, que no podia sostener nada, que tenia que Juntar fuerzas para erguirse, para vencer la gravedad y que Justamente eso era lo que no lograba. Otro quedé interiormente concentrado en la impresién del ca~ tro zigzagueante, Vivencié lo siguiente: * Jabar, va delante de mi, el carro que tira tras de sf serpen- tea por el camino y repentinamente pierdo toda estabili- dad, toda sostén, vivencié la falta de rumbo de los movi. mlentos, las extremidades, carentes de voluntad, quedan expuestas a la gravedad. No fue una vivencia agradable, fue anguistioso y repugnante. Después de una pausa agregé: * Pero luego suryié algo extraiio, Ve repente todo lo serpen- teante desaparecié y Io que quedé fue como una columna de calor, una colummna clara, erguida de calor. Yo mismo era esa columna. Retrospectivamente se evidencié lo Siguiente: el co-sentir Ievé a algunos participantes individuales més alla de sia una unién di recta con Jabar, con su situacién anfmica momenténea y la rela- cién con su propia corporalidad. En principio eso representé sen- tir la dominancia de lo anfmico atado y sometido a lo corporal y a los sentidos exteriores; falta la conduccién de un yo que se atito- controla, El alma corre tras las impresiones exteriores y se en- cuentra sometida al mandato de todo Jo que realiza el cuerpo. Lo astral, las sensaciones, lo percibido domina sin que el yo pudiera hacerse valer con sus motivos e ideales, con su fuerza de atencién e interés hacia el mundo, Esta vivencia resulté dolorosa. Entonces surgié de improviso una pequefia pausa casi imper- ceptible, tal como el instante en que el viento hace un alto yel cli< m1 EEUU, MS | ma cambia, Conocemos estos momentos de cambio repentino gra- wee ala vivencia de las horas del dia, cuando a veces en un tiermpe Gifnimo el mediodia se transforma repentinamente ent la tarde y aparece uma cualidad inesperada, transformada. Ei nuestro caso igo se revirtié durante el didlogo tendiente hacia lo complemen- talioy fue relatado con las palabras arriba descritas sobre la des- aparicin del serpenteo y la aparicién de la columna de calor. seitmna experiencia interior peretrante, una percepcién inte rion a la cual nada podia agregarse, pues Se expresala POr sf mis" Tor gste Ienguaje podia ser comprendido instanténeament®, Por todos, La experiencia complementaria tuvo como contenido la su~ peracién de la gravedad, lo cual a su vez es una experiencia inter na de la organizacién del yo: ‘Si pues como ser hurmano despierto estoy parado, erguido, enton- cas para mi conciencia, para el self mismo, para a organizacién {llyo, quo también tiene su expresién fsiea en el corganismo calé- tic, est vencida la gravedad.” Entonces también estarén superados el pendular, el estar ex- puesto, el no poder asirse a si mismo, toda Ta falta de sostén, ast como todas las tendencias de aspiraciones cambiantes, de anhelos y todas las dependencias sociales. eto otorgé algo doble, por un lado la comprensién interna 82 nada por medio de la identificacién de la disposicidn momenténes de Jabar: la dominancia de lo astral, Pero en miras a jévenes esto see an hallazgo sensacional, pues es parte de la naturaleza del desarrollo del ser humano al menos hasta fines de su 18v9. afio de vida. ‘Sin embargo la experiencia de la columna calérica |divisar el modo de intervencién de la organizacién del yo- es en realidad la experiencia del ser en devenir de Jabar, de aquello que le ayudaré a orientarse en el mundo. Cierta vez ‘Albert Schmelzer titulé una 2 ferencia: “El yo encuentra ent la Tierra su hogar”. Lo nuevo y BX” cepcional no fue el hallazgo de lo que podia ser captado por deba- jo como conocimiento formulable, sino que ese conocimiento no 112 UE E hubiera surgido de reflexiones ni asociaciones. Pues surgié como resultado de un proceso de conocimienta creado de manera total- mente independiente, como una delicada experiencia intuitiva. ‘Este conocimiento fue hallado creativamente por Ja comunidad de educadores; y culminé en las palabras de una educadora: «Ahora vivencio interiormente cémo debo encontrarme y cémo conducirme frente a Jabar. No necesito ingeniarme medidas especiales, porque en cada momento sé desde mi misma, lo que tengo que hacer- Jabar procede de Irak; es oriental. A través de su Ho encontré el camino hacia Alemania y aqui se ve confrontado con una mentali- Gad totalmente diferente. La situacién entre Jabar y sus educado- res refleja esta situacién de destino y desaffa a ambos a sacarle provecho, al joven a ayudarle a amalgamarse consigo mismo y a fos educadores a poder seguir brindando fructifera ayuda. Kathrin - Saltar por sobre la propia sombra Transformacién de lo ajeno en propio, dedicacién, es la tarea incesante del espiritu.®” NOVALIS Los docentes de las escuelas tienen la idea de que los alunos de la secundaria son més dificiles de comprender que los de pri- marie o del ciclo intermedio. Pero le practica demuestra que este presuncién es un prejuicio, pues el proceso de ateneos sobre Ffumnos de secundaria no lo confirma. As{ sucedié en el ateneo sobre Kathrin del 10mo. grado de una escuela Waldorf. - Con Ka~ thrin los docentes tuvieron sus dificultades. ¥ hacfan audible su consternacién cuando relataban: 13 (w Kathrin no se interesa por las clases, se evade, se cierra y no es posible Hegar a ella. * Poco después de comenzada la clase siempre abandona el aula bajo cualquier pretexto y recién regresa cuando suena Ia sefal de la pausa. * Evita cumplir con tareas encomendadas, no presenta sus deberes y cuenta con un arsenal de estrategias evasivas. * No participa interiormente de las clases, goza en el grado de un estatus de observadora y sélo se percibe a s{ misma. No se liga con nada. Tan pronto como se libera un lugar a su lado se busca una compafiera y comienza detrés de sus manos un intercambio de cuchicheo privado, que molesta a Jos docentes. * Enlas percepciones es inexacta y no logra interpretar obje- tivamente aquello en lo que debe concentrarse. * Tampoco se sumerge en el acontecer animico y social de su grupo, congrega a su alrededor un muy pequefio grupo de dos o tres compafieras con las cuales luego se retira y se excluye de la vida social del grado. * Tan sélo se mostré muy atenta e interiormente presente durante la demostracién de los trabajos del vo. grado, donde exhibié una marioneta confeccionada por ella mis- ma. Esto conmovid a todos. Durante los relatos los docentes de la ronda pareciah empalide- cer, retirarse en si mismos, parapetarse Interlormentp, volverse impenetrables y sobre todo daba la impresién como si cada uno fuera prisionero solitario de una situacién sin salida. Al comienzo del intercambio hubo una demostracién de eurit- mia donde Kathrin aparecfa junto a varios alumnos y alumnas de Ja clase. Es una de las mds pequefias y delicadas dentro del grupo y en su aparicién fue percibida como agil, femenina, liviana, ua Como antftesis fue vivenciada su fisonomfa: la cabeza, confor- mada plistica y fuertemente, presenta al dorso en el remolino de cabellos su maxima altura y se eleva con una imponente frente saliente por sobre la parte inferior del rostro que parece desap2- recer por su pequefiez y delicadeza. La frente se arquea por sobre los ojos profundamente inserta- dos en el rostro eon Io cual quedan en las sombras, pilidos y pe- ‘quefios. Los arcos de las cejas pesados casi macizos carecen de pe- Tos, lo que le otorga a su frente una expresin de muro de conten- cién y confiere al rostro un gesto de rechazo e inaccesibilidad. Boca y nariz dan la sensacién de ser desproporcionadamente pe- quefios, Los labios son finos y Kathrin los mordisqueaba cons- tantemente. El mentén es muy delicado pero enérgicamente con- formado, lo cual le otorga a todo el rostro un aire auto-consciente yobstinado de alguien capaz pero también inaccesible. Después del intercambio de las percepciones y descripciones se implementé una corta pausa de silencio, en la cual cada uno in- tenté permitir que lo percibido achie en él y unirse y co-sentir con la joven. Compartido en pequefios grupos, se sintetiz6 luego para el plenario: * Kathrin se cierra hacia fuera, no esta abierta hacia el exte- rior y por eso da la impresiGn de soledad y aislamiento. © También parece ser frfa y sombrfa. Su mirada distante per- cibe todas las debilidades, discrepancias e imperfecciones. * La falta de cejas y la pequefiez de la nariz conduce a la vi- vencia de lo que estd expuesto, desprotegido. Gracias a los rasgos descritos a algunos docentes les quedé en claro que Kathrin vivencia el entorno -tanto a sus compaiieros como a los adultos- como potente ataque del que constantemente intenta protegerse. Se defiende. Esta defensa adquiere rasgos de rechazo. Por su llamativa delicadeza no esté equipada con la fuer- za suficiente para relacionarse con su entorno con la necesaria ro- bustez y para afirmarse de manera adecuada. Debe sentirse impo- us HME LS tente porque no tiene con qué contraponerse. Es vulnerable alli donde los demés cuentan con mayor proteccién gracias a su pro- pia naturaleza. Durante el siguiente proceso se intenté transformar lo que fue manifestado gracias a la compasién y el co-vivenciar, para lograr percibir hacia dénde Kathrin se deseaba desarrollar y qué necesi- taba verdaderamente. 2Qué te hace falta? Esa era la pregunta. ‘Toda la ronda de docentes tuvo la certeza de que Kathrin no debfa ser impulsada desde afuera hacia ninguna tarea, sino que mds bien cualquier accién, cualquier impulso, cualquier iniciativa sélo deberfa partir de ella misma, Sin embargo era importante asumir la responsabilidad de estimular su calidez, de permitirle sentirse tocada animicamente, de incluirla interiormente, de no abando- narla a su encierro. Entonces se planted Ja pregunta, de cémo lograrlo. Y esto se volvié cautivante, Pues hasta el momento del co-sentir, reinaba en Ja ronda de docentes un ambiente predominantemente reservado y distanciado, en el cual se hicieron notar y fueron nombradas to- das las carencias y movimientos de rechazo, hasta incluso de anti- patia, Repentinamente este ambiente cambi6; y aparecieron en- ‘tonces expresiones como: © Tenemos que ir a su encuentro justamente con aquello que le resulta tan dificil de lograr a ella misma. « Tenemos que ligarnos con ella, tomarla en serio, comenzar a percibirla interformente de verdad; dejar de lado las exi- gencias y esperar, hasta que ella esté dispuesta a ofrecer; ir a su encuentro relajados, desprejuiciados, con confianza, calider, esperanza y acercamiento interior. | om estas expresiones aparecié lo complementario, pero ya no como una exigencia hacia ella, sino como una especie de ofrenda pedagégica para con ella, Y si se logra que esta actitud se vuelva realidad en el circulo de los seres humanos que la rodean, enton- tes ella misma podré anclarse en esos gestos. La actitud de los adultos se convierte entonces en efectiva medida pedagdgica. De 16 we ese modo ella podria viabilizar y hacer realidad en si misma, lo que ningin otro le puede implantar: calidez para con las manifes- tociones del mundo; confianza y afecto para con los seres huma- rnos que la rodean; capacidad comprensiva para Io que se acerca y finalmente apertura hacia sus docentes. ‘Dedicacidn es lo que ofrends la ronda de docentes, transforma~ cién de lo ajéno én propio como tarea incesante del espfritu. ~ ‘Tres meses mis tarde se realizé la retrospectiva y las expresiones fueron: © Se percibe un cambio, pero no logra llegar verdaderamente a la accién, El contacto se establece con mayor facilidad y Kathrin también comienza a auto-percibirse, «Kathrin parece menos sombria. La decisién de no prescri- +” Girle tanto lo que debe suceder y en cambio permitirle aportar més desde sf misma, le ofrece la oportunidad de aparecer con mayor nitidez. + Las dificultades menguaron y se solucionaron. + Ahora se muestra abierta en clase. «Durante las vacaciones me encontré con ella en patinaje sobre hielo donde jugaba entusiasmada con otros a atra- parse, se refa mucho mientras ejercitaba con mi hija le marcha hacia atrés, Rara vez la percib{ de este modo. Arndt - Actuar juntos en el momento preciso Uno solo no ayuda, sino quien en la hora precisa se une con muchos." J. W.V. GOETHE ‘Aveces la situacién con un alumno se presenta de tal modo que no se desea o que es posible un intercambio en un marco més am- 7 ) plfo, En el caso de Arndt se evidencié, eudn favorable pudo ser la unién de algunos responsables, quienes en principio no tuvieron otro mévil que dirigir su atencitn al nifio. Arndt Iegé al cuarto grado — un ni Gio, Bot lo cual quedé excluido de eventos que le brindaban many slegria a sus compafieros; pero minca quedé excluide de i comu- grand del grado. Sino que més bien muy pronto parcelé partir de éle ieradiar y expandirse una delicada culture animica, de aten- ictando después de la visita volvi a representarme de nuevo Maus fondiciones, vi a Arndt delante de mi: cerea del cielo de I, luz, del entretejer de las nubes y del brillar estelar; extratio al mundo y a todo lo Aspero Yrudo, Los miedos de la madre: inspira- cién entrecortada, temeroso inhalar, representaciones atemori- zantes y atormentadoras, incapaz de liberar luego la ifhelacisn jeep imida la retencién de representaciones para pol eee prisionera durante esos meses. En ese mismo tiempo Arndt estaba conformando su organizacién fisica y todo lo que la madre buvo como gesto de encarnacién, Entonces le relaté esto a su médico y a la euritmista curativa escolar. Ambos supieron inmediatamente desde su competencia profesional la necesidad terapéutica que aqui se manifestaba, Yo misma me sentfa més impotente y s6lo tuve la sensaci6n de invo lucrar a Arndt més claramente que hasta el momento en la ejecu- cién instrumental matutina del grado. Recuerdo que a partir de entonces elegi piezas que tuvieran algo fluido, de respiracién rit. mica y sostenida, Durante un tiempo se traté de composiciones de Phalése de la época del Renacimiento, Y todo el grupo pronto co- menz6 a respirar en esta muisica. Segiin mis recuerdos no se reali- 26 ningrin ateneo con todo el cuerpo docente. El tiempo pas6 y en algin momento, alli por el sexto 0 séptimo grado, a alguien le Hamé la atencién que Amdt ya no sufria de asma; habia desaparecido silenciosamente. Mientras que ahora él Participa plenamente de los emprendimieulus y Juegos de sus compafieros. Mas 0 menos 10 aiios mas tarde Arndt concluyé sus estudios como cémico profesional. No tardé mucho en obtener las prime. tas contrataciones de envergadura; y entretanto es famoso en su. ambito. Cuando aparece en el escenario, la sala contiene el alien. to, Se hace un silencio sepulcral; entonces realiza un movimiento minimo y en la sala irrumpe la risa como si fuera una salva, Luego dice algo, fracciones de una oracién acompafiados de gestos int. perceptibles y nuevamente: ese silencio que deja sin alfento y lue~ go la erupcién de risas en la sala. Entre la contencién de la respi- racién del piblico, la atencién condensada, la profunda conmo- cién interior que llega hasta la consternacién: la reiteracién cons- tante de la risa pues repentinamente cada espectador se reconoce asi mismo en aquello que él representa. Un acontecimiento que es Duro respirar, proceso de contacto y muestra del amoroso interés de Arndt por todo lo animico, por todos los seres humanos: por ug CURVE EAN casas y jardines, por seres hurnanos, perros, la calle y el horizonte, por todo lo que todos nosotros conocemos pero que su madre eché de menos tan profundamente - todo eso de repente est pre- sente, palpable, actual y concretamente. Del proceso de ateneo aqui sdlo se realizé la primera parte, la percepcién. Pero eso ayud6 para proseguir. Los responsables pe- dagégicos y terapéuticos se juntaron: la madre con su confiada franqueza al relatar su situacién de antafio, el médico, la euritmis- ta curativa con sus acciones terapéuticas perseverantes y el maes- tro de grado al cual no se lo ocurrié otra cosa mas que servirse de Ia misica de un compositor del Renacimiento. Todos miraron des- prejuiciados con amor y comprensién al nifio. Sin embargo el pro- ceso tuvo la impronta y el efecto de un ateneo global. Esto puede animar a focalizar con exactitud a un nifio para poder descubrir ‘su gesto de encarnacién y apostar ademas al amor y a la fuerza in- tuitiva de la corresponsabilidad pedagégica. Otros pueden respon- der en una situacién tan compleja, alli donde uno mismo no Io lo- gta. Para ello sélo es necesario el encuentro. Epilogo y agradecimiento El ateneo puede entusiasmar; esta vivencia se renueva cons- tantemente en las comunidades de educadores. Pero tambign se puede fracasar; el éxito puede ausentarse y es posible tener la ex- periencia de no haber legado a la meta a pesar de todos los es- fuerzos. Esto alienta la inclinacién de poner en duda la valfa de los ateneos. Nos tira hacia atrds, nos vuelve pusilanimes y nos lleva a plantearnos la pregunta si debemos proseguir en el camino elegi- do, pues éste requiere de muchos esfuerzos. Y mds all, por lo ge~ neral la verdadera valoracién de Jo logrado en los ateneos tan sdlo se puede apreciar mas adelante. Cierta vez me fue imposible proseguir con un alumno. Organi- zamos un ateneo en ronda de docentes, pero no resulté, Todo se diluy6 en la arena, Finalmente el alumno abandoné nuestra escue- Ja. Pensando en él jamds me pude liberar de la sensacién desagra- dable de no haberle podido brindar lo que necesitaba. Veinticinco afios més tarde me encontré con él en una fiesta es- colar. Al verlo me invadié el penoso recuerdo de su época escolar. £1 en cambio se acercé abierto y me “me alegro tanto de en- contrarla. Antafio, cuando estuve aqui en la escuela pensé que ningtin maestro estaba de mi lado y que ninguno me comprendia. En ese entonces todo me parecié horrible y pensé que Ud. era una tonta. Muchos afios mds tarde lef mis tiltimos boletines con los in- formes y me di cuenta que si bien todos los maestros habfan des- crito con claridad cémo era yo en ese entonces y como me com- portaba, sin embargo todos me avalaban y me percibieron correc- tamente. Hoy sé que sin esta escuela no hubiera podido llegar a ser lo que soy. Pero mi camino tuvo que llevarme por atajos.” 1a No siempre el destino nos regala un feed-back tan tardfo, que permita superar el propio pudor. En definitiva s6lo se puede in- tentar hacer lo posible y dejar el resto a las estrellas que gobier- nan el destino de los seres en devenir, Quiero finalizar mis exposiciones sabre el conocimiento de nifios con un cordial agradecimiento a los muchos ayudantes y acompaitantes que contribuyeron en la confeccién del presente escrito. Muchos seres humanos me apoyaron en esta tarea de ir en bus- ca de caminos que acerquen al ser esenccial del nifio. Y me dieron 4nimo para describir estos caminos. Al comienzo del camino habia dos personalidades, ambos do- centes del seminario de pedagogla curativa de Eckwalden, que tit- vieron una sostenida influencia sobre mi: Franz Geraths y Ernst tehrs. Vivencié al Dr. Geraths en una reunién de colaboradores en Ja que se realizé el primer ateneo; ésa fue una experiencia iniciati- ca que perdura hasta la fecha. EI Dr. Lehrs era cient(fico natural y daba clases sobre conocimiento de la naturaleza segiin el métode goctheanistico, él le debo la confianza para comenzar con este conocimiento al cual fui fiel durante toda mi vida y ademés, el im- puleo de conquistérmelu para el campo del conocimiento de ni- tos, Con la euritmista curativa escolar Erika Leiste, el médico escolar Wolfgang Miiller y los respectivos maestros de grado de la escuela Rudolf Steiner de Miinchen-Schwabing hemos observado sema- nalimente a nifios por més de dos décadas. Ademés logramos pro- fundizar estos conocimientos en los congresos de euritmia curati- va escolar en Munich gracias a Christoph Buschmarin y Sebastian Junghans y en Dornach gracias a los coloquios sobre el «rte del ate- neo brindados por Christoph Wiechert. A los nombrados les agra~ dezco la vivacidad de la mirada desprejuiciada, la claridad 'y since- ridad de la lucha, la comprensién antropolégicamente humana cada vez més profunda y la clara y vivaz conformacién de concep- tos, También deseo agradecer 2 los muchos maestros, padres, edu- cadores y terapeutas con los cuales nos hemos concentrado en ni- 1m rte fos y jévenes tratando de percibir su dirigirse-hacia-el-mundo, Ninguin ateneo fue igual a otro, tal como ningiin ser humano se parece a otro. Kart Lierl se ofrecié para ilustrar Ja portada para conformar el libro, pues en la realizacién de su arte transita caminos similares. A Wolfgang Rupknagel le agradezco cordialmente su esfuerzo por corregir la ortégraffa y ciertas unilateralidades estilfsticas. Final. mente ayudaron Claudia Gerlach, Marie Koblin, Christiane Leiste y Ch ristoph Buschmann en Ia lectura del manuscrito Y acercaron pro- puestas de correccién. A todos los nombrados y también a quienes no fueron nombra- dos de modo explicito y que en alguna circunstancia se interesa ron conmigo por algtin nifio y lo observaron en profundidad, vaya _ mi gratitud ¥ también agradezco a todos los nifios que se dejaron ver, por la transmisién de la realidad de su prenatalidad. 3 LEAR EYNAMAES | ME | Datos de vida 1933 en septiembre, nacié en Pommern. 1945 huida y recepcién en el sur de Alemania. Secundaria y estudios pedagégicos; finalizacién de la carrera estatal docente y durante tres afios trabajo con jévenes y adul- tos especiales et Munich. Ampliacién de los estudios en el seminario antropos6fico de pe- dagogia curativa en Eclovéilden. Maestra de grado durante 35 afios en la escuela Rudolf Steiner de Miinchen-Schwabing. Desde 1970 Docente en el seminario pedagégico para la forma- cién de maestros Waldorf; luego cofundadora y colaboradora del Seminario de pedagogla Waldorf en el sur de Baviera; espe- cialidad: introduccién a Ja antroposofia, y antropologia antro- poséfica. Actualmente miembro de la comisién directiva de la sociedad antroposéfica de Munich. Acompafiamiento en reuniones de escuelas Waldorf y otras ins- tituciones pedagégicas y de pedagogia curativa. Colaboradora de la seccién pedagégica de la universidad libre de la ciencia espiritual, Dornach (coloquio en el arte del ateneo infantil; encuentros para la préctica meditativa de la profesién docente y de educadores); asimismo participacién kn encuen- tros antroposéficos, pedagdgicos y de euritmia curdtiva esco- lar. \ ‘Anna Seydel a Notas 1 Novalis: Werke, Munich, 2987. 2. Taz, Berlin, 19.03.2009, pég. 96. 3 Christian Morgenstern, en Michael Bau und Werk, Munich, 1933. 4 Rudolf Steiner, Anthroposophische Leitsittze, Dornach, 1998, GA 26. 5. idem nota 1. § Rudolf Steiner, Notizbuch-Fintragungen, en Zur Vertiefiung der Waldorfudidagogik, Dornach, 1990, 7 Wassilij Kandinsky, en Ausstellungskatalog: Der blaue Reiter und das neue Bild, Munich, 1999, 5 Karl KGnig: Tagebucheintrag am 24,3.1956, citado por Peter Selg en K. Kénig und die Anthropasophie, Dornach, 2006. 9. Rudolf Steiner, Geschichtliche Symptomatologie, Dornach, 1982, GA 185, 10 Coloquio sobre el arte de los mifios, Seccién Pedagégica de Dornach, desde el afio 2001. N. dela T: Dornach en Suiza: allf se encuentra el Goetheanum, Universidad libre de la Ciencia Espiritual. 11 Rudolf Steiner, Konferenzen mit Lehrern der Freien Waldorfechule Stuttgart, Dornach, 1975, GA 300a. 12 Novalis, Werke, Tagebiicher und Briefe Friedrich von Hardenbergs. ‘Teplitzer Fragmente, 1978. 13 Wassilij Kandinsky, Interview mit Nierendorf, citado en Essays iber Kunst und Kiinstler, Berna, 1973. 14 Rudolf Steiner, Allgemeine Menschenkunde als Grundlage der Piidagogik, Dornach, 1980 - GA 293, 15 Rudolf Steiner Erziehung und Unterricht aus Menschenerkenntnis, Dornach, 1972 - GA 302a. 16 Arnold Schonberg, en Der Blaue Reiter, Munich, 1965. 17 Rudolf Steiner, La educacién del nifio a la luz de la Antroposofia, GA 34. f ‘hr. Morgensterns Leben 18 August Macke, en Der blaue Reiter, Munich, 1965, 19 J. W. v. Goethe, Werke, Munich, 1981. t 20 [dem nota 19. 21 Rudolf Steiner, Freiheit, Unsterblichkeit, sociales Leben, Dornach, 1990, GA 72. 2 Christof Wiechert en Medizinisch-padagogische Konferens, Heft 46, Agosto 2008. 23 idem nota 1. 126 (rE 24 Wassilij Kandinsky, Essay iiber Kunst und Kiinstler, hrsg. Von Max Bill, Berna, 1973. 25 Carl Unger, Aus der Sprache der Bewusstseinsseele, Basilea, 1954. 26 Rudolf Steiner, Makrokosmos ~ Mikrokosmos, Dornach, 1962, GA 119. 27 Rudolf Steiner, El Estudio del Hombre como base de la pedagagia, Dornach, 1980, GA 293, 28 Rudolf Steiner/Menschenerkenntnis und Unterrichtsgestaltung, Dornach, 1986, GA 302, 29 Erik Leiste, en Medizinisch-Pidagogische Konferenz, Heft 23, Noviembre 2002. 30 Rudolf Steiner, Heilpidagogischer Kurs, Dornach, 1985, GA 317, 31 Rudolf Steiner, Geheimwissenschaft im Umriss, Dornach, 1996, GA 13. 32]. W.v. Goethe, Marchen, en: Goethes Werke in 10 Béinden, Ziirich, 1962. 33 Idem nota 19, 34 Michael Bauer, citado por Peter Selg en: Michael Bauer, Dornach, * 2006, 35 Harper Lee, Wer die Nachtigalll stirt, Reinbek, 1960. 36 Rudolf Steiner, Ergénzungskurs, Dornach, 1986, GA 302. 37 Shannkar Aiyars, en: Siiddeutsche Zeitung Nr. 111 ~ 15. Mai 2009. 38 Rudolf Steiner, Anthroposophie — Eine Zusammenfassung nach cinuulewancig Jahren, Dornach, 1959, GA 234, 39 Rudolf Steiner, Heilpéidagogischer Kurs, Dornach, 1985, GA 317, 40 idem nota 1. 41 Idem nota 32. 137 AAR ARABIA ONIAN IIIA AAD i iW lll: L

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