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Introduccién Propiedades fisicas y mecanicas de los materiales rocosos Tensiones y deformaciones en las rocas Resistencia y deformabilidad de la matriz rocosa Discontinuidades Resistencia y deformabilidad de macizos Focosos Las tensiones naturales Clasificaciones geomecénicas +1 Introduccion aE ] Definici6n, finalidad y ambitos de estudio La mecéniea de rocas se ocupa del estudio teérico y prictico de las propiedades y comportamiento mecd- nico de los materiales rocosos, y de su respuesta ante la acciGn de fuerzas aplicadas en su entorno fisico, El desarrollo de la mecainica de rocas se inicié co- ‘mo consecuencia de la utilizacién del medio geol6g co para obras superficiales y subterréneas y explota- cién de recursos mineros. Los distintos smbitos de aplicacién de la mecénica de rocas se pueden agrupar en aquellos en que el material rocoso constituye la es- ‘ructura (excavaciGn de tineles, galerfas, taludes, etc.), aquellos en que la roca es el soporte de otras estructu- ras (cimentaciones de edificios, presas, etc.) y aquellos en Jos que las rocas se emplean como material de cons- truccién (escolleras, pedraplenes, rellenos, etc.) La mecénica de rocas guarda una estrecha relacién con otras disciplinas como la geologfa estructural, pa- a el estudio de los procesos y estructuras tect6nicas que afectan a las rocas, y la mecénica de suelos, para abordar el estudio de rocas alteradas y meteorizadas en superficie, Las masas rocosas aparecen en la mayorfa de los casos afectadas por discontinuidades o superficies de debilidad que separan bloques de matriz rocosa o «roca intacta» constituyendo en conjunto los macizos rocosos (Figura 3.1). Ambos Ambitos son objeto de estudio de la mecénica de rocas, pero son principal- mente los planos de discontinuidad los que determi- nan el cardcter diferencial de esta disciplina con res- pecto al estudio de los suelos, y los que hacen que la mecénica del medio rocoso presente un cardcter dis- continuo y anisétropo, La caracterizaciGn de las rocas y de los ma cosos y el estudio de su comportamiento mecénico y deformacional son complejos debido a la gran varia- bilidad de caracteristicas y propiedades que presentan y al elevado mémero de factores que los condicionan. La finalidad de la mecénica de rocas es conocer y predecir el comportamiento de los materiales rocosos ante la actuacién de las fuerzas internas y externas que se ejercen sobre ellos, Cuando se excava un maci- 20 rocoso 0 se construyen estructuras sobre las rocas se modifican las condiciones iniciales del medio roco- so, el cual responde a estos cambios deforméndose y/o rompiéndose. A nivel microse6pico, las particulas 118 InceNierta ceo.ocica Macizo rocoso. Bloques de arenisca de! Buntsand- stein independizados por discontinuidades (cortesia de Prospeccién y Geotecnia). minerales sufren desplazamientos y se pueden generar planos de fractura como respuesta al nuevo estado de tensiones. A nivel de macizo rocoso las deformacio- nes y roturas se suelen producir a favor de los planos de discontinuidad. El conocimiento de las tensiones y las deforma- ones que puede llegar a soportar el material rocoso ante unas determinadas condiciones permite evaluar su comportamiento mecénico y abordar el disefio de estructuras y obras de ingenieria. La relacién entre ambos parémetros describe el comportamiento de los diferentes tipos de rocas y macizos rocosos, que de- pende de las propiedades de los materiales y de las condiciones a que estin sometidos en la naturaleza. Las propiedades fisicas controlan las caracterfs- ticas resistentes y deformacionales de la matriz roco- sa (composicién mineral6gica, densidad, estructura y fébrica, porosidad, permeabilidad, alterabilidad, dure- za, etc.), y son él resultado de la génesis, condiciones Y procesos geol6gicos y tecténicos sufridos por 1a rocas a lo largo de su historia (Figura 3.2). En el Darcy Worse) Origen geolégico Composicién Sedimentario mineralégica Metamérfico Fabrica Historia geolégica Porosidad Diagénesis Permeabilidad Tect6nica (esfuerzos) Alterabilidad Condiciones ambientales (agua, presién y temperatura) Erosién Variacién en la composicion mineralégica y Procesos de alteracién en las y meteorizacién propiedades comportamiento mecénico de los macizos rocosos in- fluyen ademas las earacteristicas geolégicas: litolo- gias y estratigrafia, estructura geolégica, discontinui- dades tecténicas 0 diagenéticas, estados de esfuerzos in situ, etc. A ambas escalas la respuesta mecénica es también funcién de otros factores como las condicio- nes hidrogeolégicas y las condiciones ambientales, el clima y los fenémenos meteorol6gicos, que actian so- bre el medio geoldgico y dan lugar a los procesos de alteraci6n y meteorizaci6n, modificando las propieda- des iniciales de las rocas y macizos rocosos. El estado y comportamiento mecénico de los maci- 0s rocosos son resultado de la combinacién de todos ellos, con diferente grado de importancia para cada si- tuacién. Asi, en medios superficiales las discontinui- dades y los procesos de meteorizacién juegan un pa- pel muy importante en el comportamiento mecénico de los macizos, mientras que en profundidad seré el estado tensional preexistente el mayor condicionante de la respuesta mecénica. El estudio de la estructura geol6gica y las disconti- nuidades es un aspecto fundamental en mecénica de rocas: los planos de debilidad preexistentes controlan los procesos de deformacién y rotura en los macizos a cotas superficiales, donde se realizan la gran mayoria de las obras de ingenieria, La mayor © menor influencia de los bloques de matriz rocosa en el comportamiento global del maci- z0 dependeré de las propiedades relativas de ambos componentes, del nimero, naturaleza y caracterfsticas de las discontinuidades y de la escala de trabajo 0 ém- Litologia Estado de esfuerzos Zonas alteradas y meteorizadas. Variaci6n de las propiedades Control geolégico de las propiedades de Ia matriz rocasa y del macnn rcoso. bito considerado. Por ejemplo, en macizos rocosos formados por bloques de rocas duras, con propiedades resistentes elevadas, serén las. discontinuidades las, que controlen los procesos de rotura y deformacién, mientras que en macizos diaclasados con matriz. roco- sa blanda las diferencias en el comportamiento de am- bos no serd tan relevante. Para evaluar estos aspectos con vistas al disefio de una obra o estructura, habré que considerar las dimensiones de la misma con res- pecto a la estructura del macizo rocoso y a la separa- ci6n entre discontinuidades (Figura 3.3). Las obras de ingenieria modifican el estado tensio- nal a que estén sometidos los macizos rocosos en un tiempo muy corto en relacién a los procesos geolégi- cos, y pueden tener lugar interacciones mutuas entre la liberaci6n o redistribucién de los esfuerzos natura- les y las estructuras. Por ello, es importante conocer el estado de tensiones previo y evaluar su influencia sobre las obras. EI agua presente en los macizos rocosos reduce su resistencia, genera presiones en el interior de los mis- ‘mos y altera sus propiedades, dificultando las excava~ ciones superficiales y subterréneas, Para evaluar la in- fluencia del agua deben estudiarse las caracteristicas de la permeabilidad y el flujo en los macizos roco- sos. Las propiedades del medio rocoso deben eva- luarse teniendo en cuenta las condiciones del agua subterrinea. Como se ha apuntado en el primer capitulo, las di- ferencias entre el tiempo geoldgico y el tiempo a es- ala humana son un aspecto importante a considerar MECANICA DE ROCAS «119 GEIEEE] dimensiones de tas obras de ingenieria con respecto a la estructura del macizo y 2 la separacién entre discontinuidades. con respecto a las consecuencias que las obras de in- genierfa tienen sobre el comportamiento del terreno. Las obras «aceleran» determinados procesos que de tuna forma natural tardarfan cientos 0 miles de alos en producirse: la meteorizacién de superficies rocosas excavadas, la liberaci6n de tensiones naturales y aper- tura de discontinuidades, la modificacién de flujos de agua, etc. Todo ello da lugar a la disminucién de la resistencia de los macizos rocosos en periodos de tiempo muy cortos (meses 0 unos pocos afios). Para evaluar estas influencias debe estudiarse la evolucién de determinadas propiedades de los materiales roco- sos con el tiempo y de las condiciones geolégicas, ambiemtales y mecénicas a que estén sometidos. La meteorizacién, causante de la desintegracién y la descomposiciGn del material rocoso, es el mds im- portante de los procesos tiempo-dependientes, afec- tando principalmente a las rocas arcillosas. También pueden darse procesos de 98 Alu 95.98 85.95 60-85 30-60 <30 Durabilidad COU ke Clasificaci6n de la durabilidad en base Pry) al indice /,, ra 9 % peso retenido 4 Durabi después de 1 ciclo o o @ 7 Se 395 Muy ata >99 90.95 Alta 94.09 75.00 Media-alta 95-98 = Media 85.95 5075 Baja 60-85 25.50 Muy baja <0 <5 (1) Gamble, 1971 (en Goodman, 1989), (@) Frankling and Chanda, 1972 (en Johnson and De Graff, 1988). también proporcionan informa- cién indirecta y cualitativa sobre la durabilidad de la roca. La resistencia a compresién simple o resistencia uniaxial es el méximo esfuerzo que soporta la roca sometida a compresién uniaxial, determinada sobre una probeta cilindrica sin confinar en el laboratorio, y viene dada por: F, _ Fuerza compresiva aplicada A ‘Area de aplicacién El valor de la resistencia aporta informacién sobre las propiedades ingenieriles de las rocas. En el Cua- dro 3.6 se incluyen valores de resistencia a compre- sién simple para diferentes tipos de roca. Yambién se puede estimar de forma aproximada a partir de fndices obtenidos en sencillos ensayos de campo, como el ensayo de carga puntual, PLT, 0 el martillo Schmidt (descritos en el Apartado 6.5 del Capitulo 6). Con los valores obtenidos por cualquiera 130 INGENIERIA GEOLOGICA Resistencia a compresin mien simple (kplem?) | Resistencia a la traceion sana | Valores | Rango de | “(kp/em’) rmedios | valores CI eR Andesita | 2.100-3.200 | 1.000-5.000 | 70 Anfibolita | 2.800 | 2.100-5.300| 230 Anhidrita | 900 800-1.300 | 60-120 Arenisea | 950-1400 | 300-2350} 50-200 Basalto | 800-2.000 | 600-3500 | 50.250. Caliza 600-1.400 | $00-2.000 | 40-300 Cuareita | 2.000-3.200 | 1.000-5.000 | 100.300 Dinbasa | 2.400-3.500 | 1.300-3.650 | $50 Diora | 1:800-2.450 | 1.200.3350 | 80.300 Dolerita | 2.000-3.000 | 1.000.3.500 | 150.350 Dolomfa | 600-2.000 | 500-3500 | 50.250 Exquisto | 300-600 | 200-1600} 20-55 Gabro. | 2.100-2,800 | 1.800-3,.000 | 140.300 Gneiss 600-2.000 | 500-2.500 | 50-200 Granito | 700-2,000 | 500-3.000 | 70.250 Grauvaca | 1.000-1.500 | 800-2200 | 95-150 Limotita 350-2.500 | 27 Latta 200-400 | 100-000 | 15-100 510° Marga 300-700 | 200.900 ‘Marmot | 1.200-2.000 | 600-2.500 | 65-200 Pizara | 400-1.500 | 300-2.000 | 70-200 Sal 120 50-300 Toba 100-460 | 10-40 Yeso 250 100-400. | 10-25 ©) A favor de superficies de lainaciGn. Datos selescionados a partir de Rahn (1986), Walthan (1999), (Ober: y Duvall (1967), Famer (1968). de estos dos métodos se puede clasificar la roca por su resistencia (Cuadro 3.7). Los indices de campo permiten una aproximacién inicial al valor de la resistencia de la roca. Los crite- rios para su identificacién aparecen descritos en el Cuadto 3.7, asf como el valor de resistencia que se corresponde con cada uno de ellos. La resistencia a traccién es el méximo esfuerzo que soporta el material ante la rotura por traccién. Se obtiene aplicando fuerzas traccionales 0 distensivas a tuna probeta cilindrica de roca en laboratorio (el en- sayo se describe en el Apartado 3.4): F, _ Fuerza de traccién aplicada Atea-seccién de la probeta El valor de ¢, de la matriz rocosa suele variar entre el5 yel 10% del valor de su resistencia a compresién simple, aunque para algunas rocas sedimentarias es del 14 al 16% (Duncan, 1999). Estimacién aproximada y clasificacion de la resistencia a compresion simple de suelos y rocas FS) a partir de indices de campo a 9 Aproximacion al rango de rq Clase Deseripeién, Identificacién de campo resistencia a compresién A ‘simple (MPa) Fy $,__| Arcilla muy blanda El puto peneta ficlmente varios em. < 0,025 8, | Arcilla bit I dedo penetra fcilmente varios em. 0.025-0.05 S| Arcilla firme Se necesita una pequeia resin para hincar el dedo, 005-01 3, | Arcilla gid Se necesita una fuerte presin para hincar el deo. 041-025 S| Avilla muy rigid Con ciertapresin puede marcarse con la ua 025-05 8, __| Arcilla dura ‘Se marca con difcultad al presionar con la uta. >05 Ro Roca extremadamente blanda ‘Se puede marcar con la ufia. 0,25-1,0 R, | Roca muy tlanda [La roca se desmenua al golpear con la punta del marillo, Con una navaja se tala féeilmente, 1050 R_| Roca bland Se talla con dificullad con una navaja. Al golpear on Ix punta del martilo se producen pequchs marcas. 5025 R, | Roca moderadamente dura___| No puede tallarse con la navaja. Puede fracturarse con un gop fuerte del marti, 2550 | Roca dura Se requiere més de un golpe con ef marillo para fracturara, 50-100 R, | Roca muy dura Se requieren muchos golpes con el martilo para fracturarl, 100-250 R, | Roca extremadamente dura | Al golpearlo con el manllo s6lo saltan esquirlas. > 350 SRM, 1981) La velocidad de propagacién de las ondas elisti- ‘eas al atravesar la roca depende de la densidad y de las propiedades eldsticas del material, y su. medida Velocidad de propagacién de las ondas porta informaci6n sobre algunas caracteristicas como Fy ‘ongitudinales en rocas la porosidad. El ensayo para la determinacién de la oo veloc 5 oscil : ° ‘Velocidad de propagacién Veloeded en Iaborsiro se describe en el Aparta H Roca sana aura va) La velocidad de las ondas longitudinales 0 de com- | fe Lane: ne oN presidn, V,, se utiliza como indice de clasificacién, y Sol coe caecae su valor e§ indicativo de la calidad de Ta roca, corre- Conglomerado 2.500-5.000 laciondndose linealmente con la resistencia a com: Cuareita 5.000-6.500 presién simple ¢,. Para las rocas esta velocidad varia Diabasa 5.500-7.000 entre 1.000 y 6.000 m/s. Para rocas alteradas y meteo- aoe a rizadas se obtienen valores por debajo de 900 m/s. Gabro 4.500-6:500 Asi, mientras que un granito sano puede presentar Va~ Gneiss 3.100-5.500 lores hasta de 6.000 m/s, si éste se presenta alterado Granito sano 4'500-6.000 la velocidad se reduce proporcionalmente al grado de pau peo. meteorizacién, hasta la mitad o un tercio, y si aparece Mano 3500-6000 muy descompuesto, los valores serén menores de 700- Pizarra 35500-5.000 800 m/s. El Cuadro 3.8 presenta algunos valores de la Sal 4.500-6.000 velocidad de propagacién de las ondas elasticas de Yeso. 3.000-4.000 compresién. mecanica ve Rocs | 131 Clasificacién de las rocas con fines geotécnicos Las clasificaciones geol6gicas o litol6gicas (Cuadro 3.9) son fundamentales en ingenierfa geolégica, ya ‘que aportan informacién sobre la composicién mine- ral6gica, la textura y la fébrica de las rocas, asf como sobre la isotropia o anisotropfa estructural en rocas de determinado origen, como es el caso de las rocas ma~ sivas frente a rocas laminadas 0 foliadas. Asf, el tér- ‘mino de roca fgnea o metamérfica indica una deter- ‘minada estructura, textura, composicién, tamatio de grano, etc. Estos factores, que se emplean para sub- Clasificar los grupos principales, condicionan las pro- piedades fisicas y resistentes de las rocas. ‘También la relacién de algunas Titologfas con de~ terminados procesos geolégicos es importante a la ho- ra de plantearse el estudio del comportamiento del material rocoso, como es el caso de Ia facilidad de di- solucién de las rocas carbonatadas o yesfferas, la alte- rabilidad y la capacidad de expandirse de las rocas ar- cillosas, los procesos de fluencia en las sales, etc. Sin embargo, las clasificaciones litolégicas no son suficientes en ingenierfa geol6gica, en cuanto que li- tologias similares pueden presentar grandes variacio- hes en sus propiedades fisicas y mecénicas, como por ejemplo en la resistencia. Ademas no aportan infor- macién cuantitativa sobre sus propiedades, La clasificacién de las rocas para usos ingenieriles s una tarea compleja, ya que deben cuantificarse sus propiedades con el fin de emplearlas en los calculos de disefio. Asi, tos términos cualitativos de roca dura © resistente, blanda 0 débil deben acotarse mediante determinados valores de su resistencia a compresién simple: 500 a 1.000 kp/em? para una roca dura y 50.a 250 kp/cm? para una roca blanda. La dificultad para la clasificacién geotécnica estriba tanto en el hecho de la alta variabilidad de tas propiedades rocosas como en las limitaciones de los métodos y procedimientos para su determinacién. La resistencia a compresién simple es la propie- dad més frecuentemente medida en las rocas, y en b: se a su valor se establecen clasificaciones en mecéini ca de rocas. En el Cuadro 3.10 se incluyen diferentes clasificaciones basadas en este pardmetro, Otro valor empleado para la clasificacién mecénica de la mattiz rocosa es el médulo relativo, o relacién entre su médulo de elasticidad £ (descrito en el Apar- tado 3.3) y su resistencia a compresin simple, o,, re- lacién que varia en funcidn de ta litologfa. La Figu- ra 3.9 muestra esta relacién para los diferentes tipos de rocas, La mayoria presentan un valor del médulo relativo entre 200 y 500. El grado de meteorizacién o alteracién de la ma- triz rocosa permite clasificar las rocas cualitativa- ‘mente, y aporta una idea sobre sus caracterfsticas me- cénicas 0 geotécnicas. La meteorizacién aumenta la porosidad, la permeabilidad y 1a deformabilidad de! ‘material rocoso, y disminuye su resistencia. En el Cuadro 4.4 del Capitulo 4 se incluye ta clasificacion en base cuatro grados, desde roca «fresca» a roca «descompuesta». Los procesos de meteorizacién de a matriz rocosa se tratan mas adelante en este apar- tado. Clasificaci6n de los macizos rocosos Las clasificaciones de los macizos rocosos estan basa~ das en alguno o varios de tos factores que determinan su comportamiento mecénico: — Propiedades de ta matriz rocosa. — Frecuencia y tipo de las discontinuidades, que definen el grado de fracturacién, el tamafo y la forma de los bloques del macizo, sus propieda- des hidrogeolégicas, etc — Grado de meteorizaci6n o alteracién. — Estado de tensiones in situ. — Presencia de agua. Clasificacién geolégica general de las rocas (Clasificactén de las rocas por su origen Rocas sedimentarias Detrticas: Quimicas: Orgainicas: Cat) oR) ‘cuarcita,arenisca, lutita,limolita, conglomerado. cevaporitas, caliza dolomitica, caliza, carbén, rocas coraltferas. Rocas igneas granito, gabro, diorita. basalt, andesia,riolita, Rocas metamérficas ‘cuarcita, mérmol. pizara,filita,esquisto, gneiss. ©4132 cemeniaceoscca Clasificacién de las rocas a partir de su resistencia a compresién simple ey Bx [Resistencia Bel | atacompresion | ISRM =| Geological Secity | Bleniunski Ejemplos PY | “sot ir (1981) | af London 970) | (1973) = 08 Muy buena Coon and Merrit, 1970; en Bieniawsk, 1984 134° INGENIERIA ceoLécica 0m 4 8100 Indie de tracturacion RAD (%) Correlacion teéica entre el RQD y a velo dad relative la clasificaci6n de los macizos, segiin seis grados des- de «fresco» (grado 1), si no aparece ningiin signo de meteorizacidn, a «suelo residual» (grado VI), cuando el macizo rocoso se ha transformado en un suelo y se ha destruido su estructura FOE ee | Meteorizaci6n de los materiales rocosos Procesos de meteorizacion La meteorizaci6n es la desintegracién y/o descompo- sicién de los materiales geol6gicos en superficie. El término incluye todas aquellas alteraciones de carée- ter fisico 0 quimico que modifican las caracterfsticas y propiedades de Tos materiales. Los procesos de me- tworizacién de las rocas dan lugar finalmente a los suelos, que pueden permanecer en su lugar de origen sobre la roca madre (suelos residuales) o pueden ser transportados como sedimentos; estos iiltimos pueden litificarse formando nuevamente rocas 0 permanecer como suelos (suelos transportados: aluviales, e6li- cos, glaciares, ete.). El contacto entre el suelo y la ro- ca puede ser neto o gradual, este tiltimo caracteristico de suelos residuales (ver Recuadro 3.1). El grado de ‘meteorizaciGn del material rocoso juega un papel muy importante en sus propiedades fisicas y mecénicas, Los materiales rocosos meteorizados pueden ser definidos, en una amplia acepcién, como aquellos que se encuentran en la transicién entre roca y suelo, pre- sentando un amplio rango de propiedades geotécnicas y caracterfsticas mixtas de los suelos y de las rocas segiin el grado de meteorizacién. En ocasiones se em- plean los términos de rocas blandas o débiles para ha- cer referencia genérica a los materiales meteorizados, aunque no todas las rocas blandas (lutitas, limolitas, ‘margas, etc.) son tinicamente producto de la meteori- zaci6n. En cuanto a la clasificacién segin el comporta- miento mecénico de los materiales rocosos cuando presentan un grado importante de alteracién, surge el problema de considerarlos suelos o rocas; en el pri- mer caso se infravaloran sus propiedades, mientras que en el segundo se supravaloran. La diferencia en- tre suelo y roca, segiin algunos autores, se establece por el grado de compactacién 0 cementacién y por la durabilidad. Los procesos de meteorizacién estén controlados por las condiciones climéticas y sus variables de tem- peratura, humedad, precipitaciones, régimen de vien- tos, etc., que determinan el tipo y la imensidad de las transformaciones fisicas y qufmicas que afectan a los materiales rocosos en superficie. Las acciones de origen fisico producen la fractura- ci6n mecanica de las rocas. Las més importantes con- troladas por el clima, en especial por la temperatura y Ja humedad, son: — Formacién de hielo: el agua que rellena poros y grietas aumenta de volumen al bajar la tempe- ratura y formarse hielo, pudiendo producit la fractura de las rocas. — Insolacién: en climas dridos las acusadas dife- rencias térmicas en periodos cortos de tiempo producen tensiones en las rocas por dilatacisn y contraccién sucesivas, que dan lugar a la fractu- racin de las mismas, — Formacién de sales: la cristalizacién de sales en poros o grietas de las rocas produce la rotura y disgregaci6n por expansién de los cristales, — Hidratacién: determinados tipos de materiales (arcillas, sulfatos) aumentan su volumen al su- ir hidrataci6n, produciéndose deformaciones importantes que pueden evar a la fracturacién de la roca. — Capilaridad: los minerales con estructuras ho- josas (micas, yesos) 0 con fisuracién permiten Ta penetraciGn de agua, que, frente a cambios de temperatura, puede producir roturas estructura les, al ser el coeficiente de dilatacién del agua mayor que el de la roca o mineral. Los procesos quimicos se dan en presencia de agua y estan controlados por la temperatura, siendo més in- tensos y répidos en regiones climéticas hiimedas que en zonas de clima seco. Estas acciones dan lugar a la formacién de nuevos minerales 0 compuestos a partir de los existentes, Las més importantes son: — Disolueién: descomposicién de minerales por accién del agua, teniendo como iiltima conse- cuencia la desintegracién del material. Aunque se considera una accidn fisica, la disolucién suele ir acompaiiada de procesos 0 reacciones quimicas. La disolucién del carbonato célcico causa la apertura de fisuras y huecos en las ro- cas carbonatadas, Hidrataci6n: formacién de minerales © com- puestos quimicos nuevos por incorporacién de agua. Hidrélisis: descomposicién de un mineral 0 ‘compuesto quimico por accién del agua. El gra- do de hidrdlisis depende de la atraccién que los ones del elemento ejerzan sobre las moléculas de agua. Oxidacién y redueei6n: formacién de nuevos minerales por combinacién de un mineral con oxigeno, perdiendo sus étomos o iones uno 0 mis electrones y fijando oxfgeno, 0 por pérdida de oxigeno, fijando electrones. Dependiendo de las caracteristicas climéticas de tuna zona predominardn unas acciones u otras; asi, en climas frios 0 de alta montafta, con precipitaciones medias, predominaré la meteorizaci6n fisica controla- da basicamente por el hielo, mientras que en climas tropicales célidos, con precipitaciones abundantes, las acciones quimicas serén las dominantes. En la Figu- 1a 3.11 se incluyen los diferentes tipos de alteracisn predominantes y su intensidad en funcién de la tem- peratura y precipitacién de una region. Los procesos de meteorizacién o alteracién afectan tanto a In matriz rocosa como al macizo rocoso en su conjunto. Meteorizacion de la matriz rocosa La meteorizaci6n fisica de la matriz rocosa da lugar a exfoliacién por planos de direcciones preferentes, apertura de microdiscontinuidades por hielo 0 por cre~ cimiento de sales, cambios de volumen por cambios de humedad o temperatura, etc. La meteorizacién qui- mica produce la disoluci6n de minerales solubles y la formacién de nuevos minerales por procesos de oxi- daci6n, reduccién, hidratacion, etc. Los resultados de la alteracién quimica van desde la decoloracién de la matriz rocosa a la descomposicién de los silicatos y otros minerales, aunque algunos de ellos, como el cuarzo, son resistentes a estas acciones. Los procesos de disolucién juegan un papel muy importante en la alteracién quimica de las rocas, especialmente en ma- teriales carbonatados y salinos. La accién y los efectos de la meteorizacién seriin distintos dependiendo del tipo de roca, estando direc- vecincaneaccas (REE “Temperatura media anual ("C) Preciptaciin media anval (cm) 200 T 150100 200 Muy baja Preciitacién media anual (m) 150 300 Preciitacon media anual (rn) 200 so 100 ‘Alteracion quimica ‘Alterac sea (GEIEERED Fetacion entre et clima y tos procesos de meteorizacién (Emblenton y Thurner, 1979). tamente relacionados con su composicién mineralégi- ca y propiedades estructurales. Aunque en las rocas la meteorizacién quimica sue- le ser més intensa y produce su descomposicién y cambios mineral6gicos, la fisica rompe y disgrega la roca, debilitando la estructura rocosa al romperse los minerales y los contactos entre particulas, aumentan- do la superficie expuesta a la atmésfera y permitiendo Ja entrada del agua. Determinados tipos de minerales son més proclives a la meteorizacién quimica. Por orden de menor a Olivine Feldespato Ca Piroxeno Anfibotita Feldespato Na Biotita Feldespato K Moscovita Cuarzo Cuanto mayor sea la diferencia entre las condicio- nes de presi6n y temperatura a las que se formaron las rocas y las condiciones ambientales actuales, mayor sera su facilidad de meteorizacién. El cuarzo es el mi- neral que se forma a temperaturas més cercanas a las ambientales (= 300°). En general, la mayorfa de los silicatos (feldespatos y micas en particular) se meteorizan a minerales arci ilosos. Bajo determinadas condiciones ambientales, ‘como climas tropicales 0 hiimedos, se descomponen fen 6xidos & hidréxidos de aluminio y hierro, Los mi- nerales arcillosos finales producto de la meteorizaci6n dependerdn de los minerales originales, del contenido en agua y del pH. Las rocas arcillosas son las més afectadas por los procesos de meteorizacién fisica, y las que més sufren 1736) wcovenncensacn su influencia en las propiedades fi Sin embargo es frecuente que estas rocas perma- nezcan mineral6gicamente estables, no sufriendo me- teorizacién quimica, al haberse formado a cotas su- perficiales y a temperatura y presién cercanas a la superficie, aunque hay rocas arcillosas que pueden contener minerales meteorizados. Las rocas fgneas 0 ‘metamérficas son quimicamente inestables en super- ficie al haberse formado en condiciones de presién y temperatura muy diferentes, sufriendo intensa meteo- rizacién quimica y cambios mineralégicos. Sin em- bargo, son mas resistentes a la meteorizaci6n fisica que las rocas sedimentarias. La reducci6n de la resistencia es el efecto mas im- portante causado por la descomposicién de la roca por meteorizacién quimica. Un pequefio incremento en el contenido en humedad 0 en la porosidad de la roca puede causar una reduccién importante de la resisten- cia y del médulo de deformacién, Asf, un granito puede pasar de mas 250 MPa si esté sano a Ia mitad si estd alterado y a menos de 100 MPa si presenta altera- cién intensa. También decrece la velocidad sénica, desde mis de 5.000 m/s en granitos sanos a menos de Ja mitad si esta moderadamente alterado y por debajo de 800 m/s si esté alterado a suelo residual. Para la evaluacién de la alterabilidad de las rocas frente a la meteorizacién se realizan los ensayos de durabilidad © alterabilidad en laboratorio (como el slake durability test). Los ensayos de resistencia, co- mo el PLT y el ensayo de compresién simple, aportan también informacién cualitativa sobre la resistencia de ta roca ante la meteorizacién. Los anilisis minera- dgicos permiten determinar el grado de meteor ccién de los componentes de la matriz. rocosa. Cualita- tivamente, la clasificacién de la matriz. rocosa en base a su grado de meteorizacién se lleva a cabo median- te descripciones visuales e indices estindar (Cuadro 4.4 del Capitulo 4). Meteorizacién de macizos rocosos Los procesos de meteorizacién que actéan sobre el macizo rocoso afectan tanto a los bloques de matriz. rocosa como a los planos de debilidad 0 discontinui- dad existentes. Como consecuencia de la meteoriza- cién mecénica 0 fisica de los macizos rocosos se pue- den abrir las discontinuidades existentes 0 crearse otras nuevas por fractura de la roca, al romperse los Contactos entre granos 0 producirse la rotura de los minerales de la matriz rocosa. Las discontinuidades son caminos preferentes para el agua, contribuyendo a incrementar la meteorizacién fisica y quimica. El producto final de la meteorizacién in situ de los ‘macizos son los suelos residuales. En ocasiones se de- nomina saprolito 0 regolito al macizo rocoso meteo- rizado que conserva Ia estructura rocosa, aunque la composicién de la roca matriz se haya alterado y ten- ‘ga menos resistencia que la roca sana, pudiendo pre- sentar, ademés de las discontinuidades originales del ‘macizo, otros planos de debilidad por alteracién pre- ferencial. Segin el grado de meteorizacién pueden conservar los bloques de matriz rocosa o presentar un comportamiento de suelos. Las diferentes litologfas son afectadas desigual- mente por los procesos de meteorizacién, siendo éstos mas intensos cuanto mayor es el tiempo de exposicién a los agentes atmosféricos. La Figura 3.12 ilustra la variacién del grado de meteorizacién con la profundi- dad en macizos rocosos de diferente origen geol6; La profundidad de la meteorizacién depende del ti- po de roca, tipo de clima y del tiempo de actuacién de los procesos. Las rocas afcillosas, areniscas porosas y calizas blandas se meteorizan a mayor profundidad que los granitos o las rocas metamérficas. En climas hiimedos tropicales los suelos procedentes de la alte- raci6n de los macizos rocosos pueden alcanzar los 20 6 30 m de potencia Un aspecto importante en la meteorizacién de los macizos rocosos son los procesos de descarga por erosién. Como consecuencia de la disminucién de la presiGn litostética, las masas rocosas se expanden a favor de planos de fractura que se generan paralelos a Ja superficie del terreno, dando lugar a una estructura en capas. Este fenémeno es mas importante en deter- minados tipos de materiales que presentan planos de debilidad preexistentes, como las lutitas o pizarras. Las rocas arcillosas 0 lutiticas se encuentran entre las més frecuentes en la superficie. La disminuci6n por erosién de las sobrecargas que dan lugar a la for- maci6n de las rocas arcillosas por consolidacién y liti- ficacién, provoca la relajacién de los materiales y la apertura de las juntas tectSnicas que normalmente los afectan, permitiendo la entrada de agua en las discon- tinuidades y en la propia matriz. rocosa. Después de algunas decenas de metros desde la superficie, las juntas aparecen cerradas y no se dan los procesos de ‘meteorizaci6n. La Figura 3.13 muestra un macizo ro- ORAL” es as SN ee TM - = ee Rocas metamérficas Perf tipicos de meteorizacin a sues residuales en rocas sedimentaras,igneas y metamérfcas. 3 MECANICA DE Rocas 137 EAE] aczo rocoso arciloso meteorizado (foto M. Fe- rer. c0s0 arcilloso con elevado grado de alteracisn por de- compresién y meteorizacién fisica. Los macizos ealizos sufren los procesos de meteo- rizacidn en superficie y en su interior a favor de las fracturas y planos de estratificacci6n, credndose grie- tas y cavidades por disolucién, Estos procesos dan lu- gar a relieves Karsticos irregulares (Figura 3.14) en Jos que cocxisten rocas duras con rellenos blandos ar- cillosos (suelos residuales), cavidades, dolinas, etc, (Figura 3.15). Estos procesos y formas pueden darse también en macizos yesiferos. La exposicién de las rocas igneas como granitos y dioritas, da lugar a fracturas de decompresién parale- las a la superficie que permiten la meteorizacion qui- mica (Figura 3.16), produciéndose la alteracién de los ‘minerales de la matriz.rocosa, feldespatos y micas, a ‘minerales arcillosos, mientras que el cuarzo permane- ce como una arena. Las discontinuidades son zonas preferenciales de alteracién, y entre ellas los bloques de matriz se meteorizan esféricamente, en «capas de cebolla», quedando la parte central inalterada Morfologia karstica. Antequera, Mélaga (foto M. Ferrer). 138 INGENIERIA GeoLOcICA FENG] Fracturas de decompresién en un macizo rocoso oy > 63. Suponiendo que sélo existieran esfuerzos debidos a las fuerzas gravitato- rias sobre un punto, el plano horizontal y todos los pla- nos verticales que pasan por ese punto serfan planos principales de esfuerzo. Sia, =, =, €l estado de ten- siones se denomina is6tropo o hidrostético, como el que presentan los fluidos. Todas las paredes de excavaciones superficiales y sub- terréneas que se autosoportan son planos principales de tensiones, sobre las que no actiian esfuerzos tangenciales Contrariamente a lo que ocurre con los esfuerzos tan- genciales, no existe ninguna orientacién en el espacio para la que los esfuerzos normales sean nulos; dicho de otra forma, la suma de las tensiones principales siempre tiene el mismo valor: 6, + ¢, + 0, = constante. Componentes de tensiones referidas a un sistema de ejes + J Zy componentes de las tensiones principales. Elpse de estuerts ‘© CALCULO DE LAS COMPONENTES ©, YT A PARTIR DEG, Y'3 Conocida la magnitud y direccién de las tensiones principales ¢, y a se pueden calcular los esfuerzos normal y tangencial para cualquier plano dada su orientacién. Para dos dimensiones, el equilibrio de fuerzas para el plano de la Figura 3.28 se establece: 6, = 0, cos Acos + a,sen BA send = oAcos' 0 + a Asen*O 1A =a, sen GA cos 6 — a,cosA send Por relaciones trigonométricas: s, Ma, + a,) +4(o, —2,)cos26 6) 4a, ~ 4) sen 20 o Las ecuaciones (6) y (7) proporcionan una deserip- cin completa del estado de esfuerzos sobre un plano conocido el dngulo @ y los esfuerzos principales. El mé- ximo esfuerzo tangencial es (0, ~ 0,)/2, y ocurte sobre secciones a 45° de los planos principales. Los maximos esfuerzos normales y los méximos esfuerzos tangencia- les se ejercen sobre secciones a 45° una de otra. 'm CIRCULO DE MOHR Las ecuaciones (6) y (7) corresponden a un cfrculo. Esta representacion gréfica del estado de esfuerzos en un punto recibe el nombre de circulo de Mohr (Figu- ra 3.29), Las intersecciones del circulo con el eje , son los esfuezos principales ¢, y ¢,. El radio del efrculo meciwica De Rocas 145) representa el méximo valor del esfuerzo tangencial Cualquier punto del cfrculo representa el estado de es- fuerzos sobre un plano cuya normal forma un éngulo 6 con la direceién del esfuerzo principal mayor 6). A partir del dibujo, dados los esfuerzos a, y a, se pue- den calcular gréficamente los valores de a, y t para Oy = Ye (04 + 03) + Ye (04 ~04) 608 20 = %e (04-09) sen 20 cualquier plano; igualmente a partir de o, y + puede obtenerse la magnitud y direccién de los esfuerzos principales (Figura 3.30). El cfreulo de Mohr permite representar diferen- tes estados de esfuerzos, como se indica en la Figu- 43.31 1 EFECTO DE LA PRESION INTERSTICIAL El agua ejerce un esfuerzo hidrostético, u, de igual ‘magnitud en todas las direcciones. Si el agua esté pre- sente en la roca, este esfuerzo contrarresta la compo- nente normal del esfuerzo pero no tiene efecto sobre la componente tangencial. Asi, el esfuerzo efectivo actuando perpendicularmente a un plano serd el es- fuerzo total menos el esfuerzo u: En el diagrama de Mohr este efecto se refleja en un desplazamiento hacia la izquierda de los circulos de esfuerzo, en una longitud igual al valor del esfuerzo 0 presién intersticial « (Recuadro 3.5). Figura 3. plano vertical de la figura de la derecha. (ERY cern cricee Representacién gréfica mediante el circulo de Mohr de los esfuerzos actuando sobre el Esfuerzo Compresién Traceién hidrostatico| uniaxial uniaxial = 0>0 04>0;03 05< 0}; Compresién Estuerzo de general ‘izalla puro 0, >03>0 = 05 Ctroulos de Moh para distintosestados de esfuerzos _Tensiones en tres dimensiones Si en lugar de un plano, en cuyo caso el esfuerz0 que- da definido por un vector, se considera un punto tuado en el interior de un cuerpo rocoso, por el mismo pasan infinitos planos de diferente orientaci6n. Si se determinan los vectores esfuerzo para cada uno de los planos quedara definido el estado de esfuerzos 0 es- tado tensional en el punto, que queda representado por un tensor de segundo orden. Dicho de otro modo, la cuantificacién del estado de esfuerzos en un punto se Heva a cabo definiendo su estado de esfuerzos, esto es, definiendo las fuerzas por unidad de drea que actiian sobre tres planos orto- gonales a través del punto. El estado de esfuerzos no se ve alterado por la eleccién del sistema de ejes de referencia, pero sf sus componentes. Si se considera un rea infinitesimal AA alrededor de un punto O en el interior de un macizo rocoso en equilibrio, y AF es la fuerza resultante que acta so- bre el plano (Figura 3.32), la magnitud del esfuerzo resultante sobre el punto O, o del vector de esfuerzo, ay se define: AF oq = tim Sus componentes normal y tangencial sobre el pla- ‘no que contiene al punto quedan definidas por: Ar AN o,= lim t= lim = Si la normal a la superficie AA esté orientada para- Iela a uno de los ejes, por ejemplo al eje x, las compo- nentes de esfuerzo que actian sobre esta superficie pueden ser referidas a los ejes x, y, z. Mientras que el esfuerzo normal queda definido de una forma eviden- te, el esfuerzo tangencial no, al no coincidir por lo ge- neral con la direccién de ninguno de los ejes, siendo necesario referirlo a dos componentes. Asf, el esfuer- zo sobre el plano considerado viene dado por tres componentes: Gao Tay Y Tae indicando el primer subindice la direccién de la nor- mal al plano (0 el plano sobre el que actia la compo- nente), y el segundo la direccidn de actuacién de la componente de esfuerzo. Similarmente, para las otras dos direcciones, y, z, las componentes del esfuerzo ac- tuando sobre los planos normales a las mismas son: te Y Gy Tensiones en tres censiones. LET Tike me} Métodos graficos y analiticos para el calculo de las tensiones tangencial y normal sobre un plano 250 kglom? Método a) 8 | + Pino S 50 kglom? ex los é t ii ‘Acos 60° a, 205 ser? 040,008 0 T= (0, 0,)sen 0 cos 2 150 sen 60 cos 60 50 sen 60 cos 60 108,25 — 21,65 = 86,6 kglom? ‘Método b) 1 = Prout — Fagen Construccién grifica del cfreulo de Mohr y medida di- Fat = Cas recta: 100 kg/em? yt = 86,6 kg/m? eae agree atin Si Gaya, = 20 kp/em?: Método | Ze a, = 230 kp/em* A partir de | : ‘ partir de las expresiones: 30 kp/em? = Ha, + 03) + 4(0, ~ 6,)c0520 = 100 kg/em? = 80 kp/em? 1 = {(o, ~ @,)sen 20 = 86,6 kg/em* Si existe presién de fluidos en tos poros de la roca, es- te fluido soporta parte del esfuerzo aplicado para conse- é guir la rotura. El esfuerzo «efectivo» que soportan las particulas sélidas de la roca serd la diferencia entre el to- tul uplicado y el soportado por el fluido: 148 incenienia ceovocica La matriz de esfuerzo con las nueve componentes queda definida por: Gu ty te l=]. oO 5 te El estado de esfuerzos en un punto queda definido por nueve componentes de esfuerzo independientes, 3 normales y 6 tangenciales. Si se considera el equi- librio del cubo de la Figura 3.32, debe cumplirse que: tet Yo ty Ty por lo que tnicamente son necesarias seis compo- nentes de esfuerzo para conocer el estado de esfuer- zos en un punto: fo] =| ty @®& ie @ El tensor de esfuerzos correspondiente a los es- fuerzos principales es: 2, 0 0 [ol=|0 «, 0 00% Si existe presién de fluidos, u, el tensor queda modificado tnicamente en sus componentes norma- les, ya que la presién hidrostética no acta sobre las componentes tangenciales; los tensores de esfuerzos para los casos de existencia de componentes tangen- ciales o esfuerzos principales serén: [l=] t, Te o-u 0 0 [=| 0 o-u 0 0 0 o-u | ELIPSOIDE DE TENSIONES El estado tridimensional de tensiones en un punto queda representado por un elipsoide. De igual forma que se han deducido anteriormente las ecuaciones de la elipse de esfuerzos para dos dimensiones, si se consideran los esfuerzos principales a, ¢, yc, para- lelos a los ejes x, y, z, se puede escribi 1 m= P,/oy = Pid PEI] Ete soie ce tensions. y como: Pemtn=l se obtiene: pila + pi/o} + p/o}=1 Los tres planos que aparecen cortados en el elip- soide de la Figura 3.33 son los planos principales de esfuerzo. Si se consideran los planos que contienen alos esfuerzos a; y a3 y a los esfuerzos a, ¥ 05, Tes- pectivamente, se tienen las dos elipses que represen- tan el estado de esfuerzos en cualquier plano per- pendicular a la elipse considerada Los diferentes estados de esfuerzos pueden defi- nirse por la forma del elipsoide o por los valores re- lativos de los esfuerzos actuando sobre un punto en el centro del mismo: Forma del elipsoide Uniaxial: 0, #0; 0,=05=0 Axial: o> 0;=05 Biaxial: 6, £0; 0,40; 0,0 Poliaxial: o, #0; #05 ‘Triaxial: 0, #0; 0,40; 0,40 Hidrostético: = 0, = 0, #0 Valor relativo de esfuerzos El esfuerzo hidrostético quedaré representado por una esfera. La Figura 3.34 representa estos estados de esfuerzo en probetas de laboratorio. Resistencia y rotura Conceptos basicos Las tensiones o esfuerzos generados por la aplicacién de las fuerzas pueden producir deformaciones y rotu- ras en las rocas dependiendo de la resistencia de las mismas y de otras condiciones extrinsecas al propio material rocoso. La deformacion indica el cambio en ta forma 0 configuracién de un cuerpo, correspondiéndose con los desplazamientos que sufre la roca al soportar la 7 a ao See Compresién Compresién toaxial polaxial ae ior 3 % % ~ os i o % * Ri ° Diferentes estados de tensiones aplicados a probetas de laboratorio. carga. Ante la dificultad de medir desplazamientos muy pequefios, la deformacién se expresa comparan- do el estado deformado con respecto al inicial y, por tanto, no tiene unidades. Anteriormente se ha definido a deformacién longitudinal o elongacién, z, como la variaci6n de longitud entre dos particulas en dos esta- dos mecénicos diferentes, expresada como: e=(L-Di= All, La deformacién volumétrica o dilatacién es la rela- cién entre el cambio de volumen de un cuerpo y su volumen inici A=(V,— V/V, = AV/V, Mientras que el esfuerzo indica una condicién de la roca en un instante y depende de las fuerzas aplica- das, la deformacién compara condiciones en dos ins- tantes, y concierne tinicamente a la configuracién de los cuerpos. % FE Tension o= 5 7 0 7 Deformacion, « Curva completa tensién-deformacién con los valo- tes correspondientes a la resistencia de pico y a la resistencia residual (BBN comers cess La resistencia se define como el esfuerzo que la ro- ca puede soportar para unas ciertas condiciones de de- formacién. La resistencia de pico, ¢,, es el esfuerzo méximo que se puede alcanzar (Figura 3.35). Se pro- duce para una cierta deformacién a la que se denomi: na deformacién de pico. La resistencia residual, «,, es el valor al que cae Ia resistencia de algunas rocas para deformaciones elevadas. Se produce después de sobrepasar la resistencia de pico. En los problemas que se plantean en ingenierfa geol6gica, conocer si la roca se va a deformar sin alcanzar la resistencia de pi- co 0 se va a superar este umbral, y por lo tanto se va a alcanzar la resistencia residual, es un aspecto dificil de analizar y de importantes consecuencias précticas. En condiciones naturales, la resistencia depende de las propiedades intrinsecas de la roca, cohesién y én- gulo de friccién, y de otros factores externos como la magnitud de los esfuerzos que se ejercen, los ciclos de carga y descarga o la presencia de agua. Por este motivo, la resistencia no es un valor Gnico intrinse~ co de la roca, y de aquf el interés en conocer su valor Yy Sus rangos de variacién para determinadas condicio- nes de los materiales rocosos. La resistencia compresiva es la propiedad ms ca- racteristica y frecuentemente medida en la matriz. r0- cosa, por la facilidad de obiencién de testigos y de su ensayo en laboratorio. Por el contrario, en los macizos rocosos su determinacién no es directa, debiendo rea- lizarse por medio de criterios empiricos. Para una determinada carga o fuerza, los esfuerzos generados superan la resistencia del material rocoso, se alcanzan deformaciones inadmisibles y tiene lugar Ja rotura del mismo. La rotura es un fenémeno que se produce cuando la roca no puede soportar las fuerzas aplicadas, alean- zando el esfuerzo un valor maximo correspondiente a la resistencia de pico del material. Aunque general- mente se supone que la rotura ocurre o se inicia al al- canzarse la resistencia de pico, esto es una simplifica- cin que no siempre ocurre. Tampoco 1a rotura de ta roca tiene por qué coincidir con el inicio de la genera- cin de los planos de fractura. La fractura es la for- ‘macién de planos de separacién en la roca, rompién- dose los enlaces de las particulas para crear nuevas superficies. Se pierden las fuerzas cohesivas y perma- necen tinicamente las friccionales. En funci6n de la resistencia de la roca y de las rel ciones entre los esfuerzos aplicados y las deformacio- nes producidas, la rotura puede responder a diferentes modelos: rotura frégil (instantinea y violenta) 0 ro- tura duictil (progresiva). Estos conceptos se desarro- an més adelante en este apartado. El fendmeno de la rotura va acompaftado de la ge- neracién de planos de fractura a través de la roca, cuya direccién depende de: — La direcei6n de aplicaci6n de las fuerzas. — Las anisotropfas presentes en el material rocoso a nivel microse6pico (orientacién preferente de minerales, presencia de microfisuras orienta- das) 0 macrosc6pico (superficies de esquistosi- dad 0 laminacién). A escala de macizo rocoso fracturado, Ia rotura pue- de ocurrir a través de la matriz rocosa 0 a favor de discontinuidades preexistentes, siendo también posi- ble la creaciGn de planos de rotura mixtos. Mecanismos de rotura El proceso de rotura de las rocas es muy variado y com- plejo, englobando varios tipos de fenémenos de manera conjunta e interviniendo miiltiples factores. El andlisis de la rotura en rocas es més complejo que en suelos. A continuacién se describen los distintos mecanismos de otura en el medio rocoso, ilustréndolos con algunos ejemplos a nivel de macizo rocoso (Figura 3.36): Rotura por esfuerzo cortante. Se produce cuando una determinada superficie de la roca esta sometida a esfuerzos de corte suficientemente altos como para que una cara de la superficie deslice con respecto a la otra. Son ejemplos las roturas a favor de discontinui- dades en taludes de macizos rocosos 0 en los techos de galerias sobre hastiales rigidos (Figura 3.36a)). ES el caso mas habitual de rotura y el mas importante, Rotura por compresién. Tiene lugar cuando la roca sufre esfuerzos a compresién, Microscépicamente se producen grietas de tracciGn y planos de corte que pro- gresan en el interior de la roca. La situacién de com- presién simple no es frecuente en la naturaleza 0 en las obras de ingenierfa. Son ejemplos préximos los pilates de soporte en una excavacién minera o los pilares de sostenimiento de desmontes en voladizo (Figura 3.37). Rotura por flexién. Se produce cuando una sec- cin de la roca esté sometida a momentos flectores. En realidad la seccién esta sometida a unas tensiones normales variables, rompiéndose por la zona donde se acumulan las tracciones. Esta situacién se produce, por ejemplo, en los dinteles de las galerfas subterré- neas, 0 en el techo de una cavidad cérstica (Figu- 1a 3.36b)).. By 2) Rotura por esfuerzo cortante de un talud. Discontinuidad ) Rotura por flexién de la clave de una galeria. €) Tramos de las superfcies de discontinuidad sometidos a traccién simple, Mecanismas de rtura, wecinece wos 151 Rotura a compresin den paren una iglesia pa leocristiana excavada en tas Volcdncas, Capadoc- ci, Turquia (oto M. Ferrer Rotura por traccién. Este tipo de rotura se produ- ce cuando la disposicién y/o estructura del macizo ro- coso hace que una cierta seccién de la roca esté some- tida a una traccién pura 0 casi pura. En la realidad son situaciones dificiles de producirse. Un ejemplo puede ser el estado traccional que se genera en algunos tra- mos de la superficie de rotura de un talud (Figu- ra 3.360). Rotura por colapso. Una rotura por colapso mecé- nico se produce bajo condiciones de compresiGn iso- tr6pica, es decir, cuando el material recibe compresio- nes en todas las direcciones del espacio. La estructura de la roca se rompe, transformandose en un material pulvurulento, tipo suelo. Es un caso particular de la rotura por compresi6n, Se produce en rocas muy po- rosas, tales como rocas volcénicas de baja densidad 0 areniscas cementadas tipo creta. Las rocas densas ba jo compresi6n isotrépica pueden colapsar también ba jo compresiones muy elevadas por cambios en su es- ‘ructura interna, _ Relaciones tensién-deformacién en las rocas El comportamiento tensién-deformacién, 0 esfuer- zo-deformacién, de un cuerpo viene definido por la relacién entre los esfuerzos aplicados y las deforma- ciones producidas, y hace referencia a cémo se va deformando y cémo va variando el comportamiento del material rocoso a lo largo de la aplicacién de la carga, 0 dicho de otro modo, cémo varia la resisten- cia del material para determinados niveles de defor- maciones: "152 incewieRia ceo.dcica — El comportamiento antes de llegar a la rotura — La forma en que se produce la rotura. — El comportamiento después de la rotura. Su estudio se lleva a cabo a partir de ensayos de aplicacién de fuerzas compresivas, en donde se regis- tran las curvas esfuerzo-deformacién a lo largo de las diferentes etapas del proceso. Las rocas presentan re- laciones no lineales entre las fuerzas aplicadas y las deformaciones producidas a partir de un determinado nivel de esfuerzos, obteniéndose diferentes modelos de curvas 4-2 para los distintos tipos de rocas. Si debido a la aplicacién de una carga sobre un cuerpo rocoso se supera su resistencia de pico (es decir, si la deformacién aumenta més alld de la defor- ‘macién de pico) puede ocurri: — La resistencia de la roca disminuye dristica- mente incluso hasta alcanzar un valor pr6xi mo a cero. Es el caso de un comportamiento fragil (curva 1 de la Figura 3.38) como el que presenta, por ejemplo, el vidrio. Este comporta- miento es tipico de rocas duras con alta resis- tencia, La fractura frégil implica una pérdida casi instanténea de la resistencia de la roca a través de un plano sin ninguna o muy poca de- formacién plastica. — La resistencia de la roca decrece hasta un cierto valor después de haberse aleanzado deforma- ciones importantes. Es el caso de un comporta- miento frégil-dictil o parcialmente fragil (cur- va 2, Figura 3.38), como el que presentan las discontinuidades rocosas o materiales arcillosos sobreconsolidados, — La deformacién sigue aumentando sin que se Pierda la resistencia (esto es, la resistencia se mantiene constante después de grandes defor- maciones). Es el caso de un comportamiento detil (curva 3, Figura 3.38), que presentan de- terminados tipos de materiales blandos como las sales. En el comportamiento diictil la resistencia de pico y la residual son iguales. La deformacién que se pro- duce, sin pérdida de resistencia, se lama deformacién déctil. El comportamiento frégil se caracteriza por presentar diferencias importantes entre la resistenci de pico y la residual, y, al ser la cafda de resistenci brusca, apenas € de pico y ta deforma tencia residual. Si se ensaya en el Laboratorio una probeta de roca sin confinar mediante 1a aplicacién gradual de una fuerza axial, se va produciendo un deformaci6n axial que puede ser medida mediante la instalacién de com- paradores en la probeta. El registro de los esfuerzos y de las deformaciones correspondientes permite dibu- ste diferencia entre la deformacién mn correspondiente a la resis 1. Comportamiento fragi, Modelo teérico —— Curvas reales 2, Comportamiento fragll-ddct, > 3. Comportamiento duct p= resistencia de pico 9, = resistencia residual [EET Movies ve comportamient tenson-deformacin, jar la curva esfuerzo-deformacién del ensayo (Figu- ra 3.39). La rama ascendente de la curva, antes de alcanzar la resistencia de pico, presenta un comporta- miento lineal 0 elastico para la mayor parte de las ro- cas. En el campo elastico, la deformacién es propor- cional al esfuerzo y se cumple la relacin: E= ole donde E es la constante de proporcionalidad conocida como médulo de Young o médulo de elasticidad, o es el esfuerzo y ¢,, es la deformacién axial (en la mis- ma direccién que la fuerza aplicada). Esfuerzo 7 °%, : Deformacion axial tay & =a pat 5 er 5 Eat Curva tensin-deformactén abtenidas del ensayo de compresién uniaxial Existe otra constante que define, junto con el valor de E, el comportamiento eldstico del material rocoso, llamada coeficiente de Poisson: Veh donde ¢, es 1a deformacién transversal de la probeta de roca ensayada. EI método para obtener ambas constantes eldsticas a partir del ensayo de resistencia uniaxial se describe en el Apartado 3.4, En el campo de deformaciones eldsticas si se retira la fuerza aplicada se recuperan las deformaciones, volviendo la probeta a su configuracién inicial (Fi- gura 3.40). A partir de un determinado nivel de defor- ‘maciones, la roca no puede mantener el comportamien- to elistico, Hegdndose a un punto en el que comien- zan a producirse deformaciones diictiles 0 plisticas, donde se abandona la relacién lineal entre el esfuerzo y la deformacién. Este punto, que se refleja en una in- flexiGn de ta curva esfuerzo-deformacién, recibe el nombre de limite de elasticidad (yield point), y la re- sistencia correspondiente se denota como @, (no con- fundir con la componente normal del esfuerzo segin el eje y, «,,). A partir de este punto, la roca puede todavia mantener deformaciones importantes antes de Hegar al limite de su resistencia, En rocas frigiles, los valores de a, y c, estin muy préximos 0 coinciden, lo que no ocurre en el caso de rocas con comportamien- to diictil (Figura 3.40). La diferencia entre ambos va- lores es muy importante en el estudio del comporta- miento de algunos tipos de rocas, ya que indica la capacidad de la roca para seguir soportando cargas ‘una vez superado su Ifmite eldstico y antes de alcan- zar deformaciones inadmisibles. ee | a) Elastica. o e=0 Deformacion & «© permanente b) Pidstico. Deformacién « EX] Modelo de comportamiento eléstico, con deformaciones recuperables una vez retirada la carga, y plastico, con deformaciones permanentes al superarse el limite de elasticidad. Una vez superado el limite de elasticidad, las de- formaciones de la roca no se recuperan aunque se re- tire totalmente la carga aplicada, Conocer el valor de ¢, y de las deformaciones aso- ciadas a este esfuerzo es importante también para el di- sefio de obras y estructuras en rocas blandas, en las que, para esfuerzos inferiores a la resistencia de pico, el material sufre deformaciones plisticas irrecupera- bles. A partir de este punto, un pequefio incremento de la carga puede dar lugar a la rotura progresiva definiti- va del material. Incluso si la carga permanece constan- te, el paso del tiempo y los procesos de meteorizacién pueden ocasionar la pérdida definitiva de la resistencia, El comportamiento elistico 0 plistico depende de las propiedades resistentes intrinsecas de la roca y de las condiciones en las que se estén aplicando los es- fuerzos (valor de las tensiones confinantes, tempera- tura, presencia de agua intersticial, ete.). El efecto de la presién confinante «, sobre la roca puede hacer que su comportamiento varie de frégil a ductil. El valor de, para el que se produce esta variacién recibe ef nombre de presién de transicién frggil-ductil y a partir de él fa roca se comporta plisti- camente, deforméndose sin que se incremente el es- fuerzo. Esta presién de transicién resulta muy ele- vada para los rangos de esfuerzo que tienen lugar a las cotas habituales donde se realizan las obras de in- genier‘a. Sin embargo, para algunas rocas como las arcillosas o las evaporiticas, esta presién es considera- blemente baja (<20 MPa a temperatura ambiente; Goodman, 1989). Lo expuesto hasta agus hace referencia a modelos de ‘comportamiento que se pueden reproducir en laborato- rio, donde se estudia la respuesta deformacional de la roca de una forma «instantdnea», es decir, la respuesta inmediata a unas condiciones de esfuerzo aplicadas. P95#) eames cece No se tiene en cuenta la influencia del factor tiempo en el comportamiento de la roca bajo unas determinadas condiciones de esfuerzo 0 deformacién mantenidas a largo plazo, Sin embargo, determinados tipos de mate- riales rocosos pueden. presentar un comportamiento reol6gico, sufriendo procesos tiempo-dependientes de fluencia 0 creep (aumento de las deformaciones bajo esfuerzos constantes) y de relajacién (disminucién de la resistencia bajo deformaciones constantes). Este aspecto es importante porque el material pue- de evolucionar, y Hegar incluso a la rotura, a partir de unas condiciones constantes de carga 0 deformacién mantenidas a lo largo del tiempo. El ejemplo més ilustrativo de fluencia son las sales. En los procesos de creep el material se comporta de forma viscosa, es decir, con deformaciones lentas y continuas tiempo dependientes, influyendo también el contenido en hu- medad. Muchas rocas presentan un comportamiento viscoelistico al ser sometidas a esfuerzos, con defor- ‘maciones instanténeas (elisticas) y reolégicas. En la Figura 3.41 se presenta un modelo te6rico de Rotura Cuma tempo-deformacién correspondents al pro- cceso de creep 0 fluencia, POET cay A Modelos de comportamiento tensién-deformacion en las rocas El comportamiento de las rocas puede clasificarse, de una forma general y simplificada, en: — Fragil, con deformaciones elésticas; tipico de ro- cas duras y resistentes. — Frégil-diietil, con deformaciones elésticas y plas- ticas no recuperables; tipico de rocas blandas poco resistentes. — Déietil, con deformaciones plasticas predominantes (permanentes); un ejemplo son las sales. Las rocas ‘no presentan comportamientos dictiles puros. iy ‘Comportamiento frégll. Deformacién elastica. Estos modelos de comportamiento se reflejan en la de- formaci6n que sufren las probetas de matriz. rocosa al ser cargadas y en los mecanismos de rotura. Mientras que las rocas frdgiles rompen a favor de planos de rotura netos y, ‘generalmente, de forma instanténea, los materiales dticti- les lo hacen de forma progresiva y con mayores rangos de deformacién, generdndose numerosos planos de frac- tura, tit Comportamiento dilctil. Deformaciones plasticas, Curvas tensi6n-deformacién de comportamiento frégil y dict obtenidas en ensayos de comprensiGn simple ‘con méquina rigida en lutitas carboniferas (Ferrer y Gonzlez de Vallejo, 1991). Tension (MPa) 6 10 15 Deformacién (10-8) sos aS curva de fluencia, donde se observan las distintas fa- ses de la deformacién en funcién del tiempo. Al aplicar inicialmente la carga, se produce una de- formacién eldstica inmediata seguida por un creep primario (1), en el que la deformacién se desacelera ccon el tiempo (transient creep) si las condiciones per- ‘manecen constantes. En algunas rocas, la curva de creep primario puede evolucionar al llamado creep secundario (II), donde las deformaciones van aumen- tando y su rango llega a ser constante (steady state creep). Si los esfuerzos actuantes son cercanos al de pico, el creep secundario puede pasar a creep tercia- rio (IID, donde el rango de deformaciones se incre- ‘menta con el tiempo hasta alcanzarse la rotura (acce- lerating creep). La fluencia se puede producir por mecanismos de microfisuracién 0 por flujo. Ademds de las sales, otros materiales también pueden presentar este tipo de comportamiento reolégico y sufrir fluencia bajo con- diciones de presin y/o temperatura elevadas mante- nidas a lo largo de un tiempo dilatado, como ocurre en minas y tineles profundos. Las lutitas sobrecon- solidadas 0 las pizarras metamérficas pueden sufrir deformaciones por creep a favor de los planos de de- bilidad, debido a consolidacién y/o deterioro al ser expuestas a condiciones ambientales diferentes. Las sales 0 las lutitas compactadas sufren procesos de creep sometidas a esfuerzos relativamente bajos, mientras otras rocas presentan viscosidad a altas tem- peraturas. Algunas rocas duras de baja porosidad y poco cementadas pueden igualmente presentar proce sos de creep primario por microfisuracién, Criterios de resistencia Como se ha indicado en pérrafos anteriores, el com- portamiento mecdnico de los materiales rocosos de- pende principalmente de su resistencia y de las fuer- zas aplicadas, que dan lugar a un determinado estado de esfuerzos. Este estado de esfuerzos queda definido por las tensiones principales que actéan: 0), 02 Y oy Dependiendo principalmente de la magnitud de estas tensiones, y también de su direcci6n, se producirén las deformaciones en las rocas y, en su caso, la rotura. Las rocas rompen en condiciones de esfuerzo diferen- cial, y a una determinada relaci6n entre las tensiones principales corresponde un determinado nivel de de- formaciones, Si se conocen estas relaciones se podré predecir el comportamiento del material para un esta- do de esfuerzos determinado, En realidad, esta prediccién del comportamiento sélo se podria realizar si las rocas y los macizos roco- sos fueran isétropos y homogéneos. Pero incluso las rocas que parecen més homogéneas e isétropas, como © 156° ncentenia azovdcica los granitos, presentan variabilidad en sus propieda- des fisicas y mecénicas. La ley de comportamiento de un material se defi- ne como la relaciGn entre los componentes del esfuer- 70 que indica el estado de deformaciones que suire el material. Es un concepto més amplio que el de crite- rio de rotura o de resistencia, ya que hace referencia a las relaciones entre esfuerzos a lo largo de todo el proceso de deformacién del material rocoso. En teorfa, una ley de comportamiento deberfa ser- vir para predecir: — El valor de la resistencia de pico del material. — La resistencia residual. — La resistencia del limite de elasticidad. — El inicio de la generacién de la fractura, — Las deformaciones sufridas por el material. — Laenergfa del proceso de rotura y deformacién. Ante la préctica imposibilidad de obtener las leyes que rigen el comportamiento, la resistencia y la rotura de los materiales rocosos espectficos (tanto de la ma- triz rocosa como de los macizos rocosos), se emplean tuna serie de criterios de rotura o de resistencia, ob- tenidos empfricamente a partir de experiencias y en- sayos de Laboratorio. Estos criterios son expresiones mateméticas que representan modelos simples que permiten estimar la resistencia del material en base a los esfuerzos aplicados y a sus propiedades resisten- tes, y predecir cuéndo ocurre la rotura: resistencia = f(0,, 43, 03, K,) donde oy, 03, 6, son los esfuerzos principales en las tres direcciones de espacio y K, es un conjunto de pa- metros representativos de las rocas. Asf, un criterio de resistencia de pico es una ex- presién que proporciona la combinacién entre los componentes del esfuerzo para la que se alcanza la re- sistencia de pico del material, y un criterio de plastici- dad o de limite de elasticidad es la relacién entre los componentes de esfuerzo que se satisface al inicio de las deformaciones permanentes. Los criterios de rotura se establecen en funcién de los esfierzos o tensiones porque éstos son mas faciles € inmediatos de medir que otros parémetros, como la deformacién o la cantidad de energia de deformacién que se va liberando a lo largo del proceso de carga; pero si estas cantidades pueden medirse, los criterios podirfan también establecerse en funcién de ellas resistencia = f(é,, &2,€, K)) Actualmente el uso de mquinas de ensayo servo- controladas permite realizar ensayos de resistencia en donde la variable de control puede ser otra que el es- fuerzo (como se describe en el Apartado 3.4). Estado de tensiones “imposible” Representacién grfica de un citerio de rotura ge- neral en dos dimensiones. Ademas de referirse a los esfuerzos principales, los criterios de resistencia pueden ser desarrollados en términos de los esfuerzos normal y tangencial actuan- do sobre un plano (Figura 3.42): O=fl,0.K) 6 El hecho de que el esfuerzo intermedio c, tenga po- ca influencia con respecto al esfuerzo minimo ¢, en la resistencia de pico de los materiales, hace que los cri- terios en general se expresen en la forma: 0 =F(5) Dado que el esfuerzo efectivo controla et compor- tamiento esfuerzo-deformacién de las rocas porosas, iencia 0 rotura deberfan ser esta- inos de esfuerzos efectivos. De los criterios que consideran la resistencia de pico del material, el mas extendido en mecénica de rocas es el criterio de rotura lineal propuesto por Cou- Jomb a finales del siglo xvi (Figura =c+o,tagd donde c es la cohesién y @ el Angulo de resistencia interna del material, pardmetros del material rocoso definidos en el Apartado 3.4, Este criterio expresa Ia resistencia al corte a lo largo de un plano en un estado triaxial de tensiones, obteniéndose la relacién lineal entre Ios esfuerzos normal y tangencial actuantes en el momento de la rotura. Las rocas, a diferencia de los suelos, presemtan un comportamiento mecénico no lineal, por lo que los criterios de rotura lineales, a pesar de la ventaja de su simplicidad, no son muy adecuados en cuanto que pueden proporcionar datos erréneos a la hora de eva- luar el estado de deformaciones de la roca, sobre todo para estados tensionales bajos. El criterio de Mohr- Coulomb no se ajusta al comportamiento real de los materiales rocosos, tanto de la matriz rocosa como de Jos macizos rocosos y de las discontinuidades. Se ha comprobado experimentalmente que la resistencia del medio rocoso erece menos con el aumento de la pre- sién normal de confinamiento que la oblenida al apli- car una ley lineal. Por ello, en mecénica de rocas son més adecuados los criterios de rotura no lineales. En estos casos, en lugar de una Iinea recta, 1a representacién gréfica de la rotura es una curva, de tipo c6ncavo, Un uso inco- recto del modelo lineal puede dar lugar a errores im- portantes, sobrevalorando o infravalorando las capaci- dades mecénicas del material rocoso. En la Figura 3.44 se representan las envolventes correspondientes a un criterio de rotura lineal y otro no lineal. Para el punto 1, el estado tensional corres- pondiente implica la estabilidad (no rotura) en ambos ctiterios; si se supone que existe presién intersticial, el estado de esfuerzos se desplazard a la posicién 2, que seguir siendo estable si el criterio adoptado es li neal; sin embargo, para la envolvente no lineal, el es tado de esfuerzos del punto 2 no es admisible, indi cando que se ha superado la resistencia a rotura de la roca. Entre los critetios de Ifmite de elasticidad, 0 erite- ios de plasticidad, empleados en mecinica de rocas se encuentran los de Drucker-Prager, Von-Misses y Tresca, que establecen diferentes expresiones que re- lacionan los esfuerzos actuantes en el momento de al- canzarse las deformaciones permanentes, 0 plasticas, 4, Estado de tensiones “imposible” 62 Criterio lineal de rotura de Mohr-Coulomb, ROTURA Relacion pei ligeal Le NOROTURA , Relacén 2 no lineal Area de resistencia o aparente TEMEEEEI Representacion gratica de criterios de rotura lineal {y no lineal. Para estados de tensiones bajas el crite- to lineal proporciona una zona de resistencia apa- rente y un valor de cohesién aparente. en el material. Los criterios de plasticidad suelen ex- presarse en términos de invariantes de esfuerzo 0 es- fuerzos desviadores, al ser el proceso de plastificacién en materiales isGtropos independiente de los ejes con- siderados, Los criterios de resistencia o rotura pueden ser ex- presados para matriz rocosa, para superficies de dis- continuidad o para macizos rocosos. Los més extendi- dos y titiles en mecénica de rocas se describen en los siguientes apartados. ' Resistencia y deformabilidad de la matriz rocosa ‘aes Resistencia y parametros resistentes El comportamiento mecénico de las rocas esté defini- do por su resistencia y su deformabilidad. La resis- tencia, como se ha definido anteriormente, es el es- fuerzo que soporta una roca para determinadas defor- ‘maciones. Cuando la resistencia se mide en probetas de roca sin confinar se denomina resistencia a com- resin simple, y su valor se emplea para la clasifica- cién geotécnica de las rocas; en el Cuadro 3.6 se in- cluyen los valores tipicos de este pardmetro para diferemtes tipos de rocas. Se obtiene mediante el en- sayo de resistencia uniaxial o de compresién simple (descrito més adelante). En general, los ensayos de la- boratorio sobre rocas frdgiles proporcionan valores de resistencia superiores a los reales. Las rocas rompen a favor de superficies de fractura que se generan al superarse su resistencia de pico. Asf, de una forma indirecta los ensayos de compre- siGn miden la resistencia al corte de las rocas. Podrfa pensarse que los planos de fractura tienden a desarro- arse con direccién paralela a la de aplicacién de la carga; sin embargo, la minima resistencia se obtiene para la direccin en la que se ejerce el mayor esfuerz0 tangencial, formando un 4ngulo determinado con res- pecto a la direccién de aplicacién de la carga. En ro- cas isGtropas, segin el circulo de Mohr, la rotura se produciré en una direccién tal que 20 = 90° + 9 6 6 = 45° + @/2 (Figura 3.43); sin embargo, no siem- 158 INGENIERIA GEOLOGICA pre se cumple esta prediccidn en los ensayos de labo- ratorio. TeGricamente, en caso de matriz rocosa is6- tropa, la resistencia compresiva seré siempre la mis ma para un mismo estado de esfuerzos aplicado y unas mismas condiciones de presién de agua, tempe- ratura, etc. La resistencia es funciGn de las fuerzas cohesivas y friccionales del material (ademas de otros factores ex- trinsecos al material rocoso). La cohesién, c, es la fuerza de unidn entre las particulas minerales que for- man la roca. El dngulo de friceién interna, @, es el ingulo de rozamiento entre dos planos de Ia misma roca; para la mayorfa de las rocas éste Angulo varfa entre 25° y 45°, La fuerza friccional depende de! én- gulo de friceién y del esfuerzo normal, c,, actuando sobre el plano considerado. La resistencia de la roca no es un valor tinico, ya que ademas de los valores de c y g, depende de otras condiciones, como la magnitud de los esfuerzos con! ‘nantes, la presencia de agua en los poros 0 la velocidad de aplicacién de la carga de rotura. También, incluso ‘en rocas aparentemente isétropas y homogéneas, los va~ lores de ¢ y ¢ pueden variar segiin el grado de cementa- cién o variaciones en la composicién mineralégica. En el Cuadro 3.13 se incluyen valores caracteristi- cos de la cohesién y friccién de la matriz.rocosa, Am- bos pardmetros se determinan a partir del ensayo de ‘compresién triaxial de laboratorio, descrito en este apartado, Valores tipicos de cy ¢ para roca sana 2 br Angulo de Sie | Gee eat, 4 ‘, (grados) EA aici 2% & he aso | aaso Ce | Basalto 200-600 48-55 ein stun) | 3830 Ca mayen | ince p) cut inn | woes Dua ois | oso en so | ose Poona | omem | anas aren | ae 20-150* 20-30" cate Be Ss Gneiss 150-400 30-40 ao Bowe | aie ‘Grauvaca, 60-100 45-50 wea some | des ie san | theo Sa Paar woos | toss < 100° 15-30% tot " ze ‘Yeso: = 30 (©) En supericies de laminacida o esqustosidad ‘Datos selecionados partir de Walthan (199), Rahn (1986), ‘Goodman (1989), Farmer (1968), Jiménez Salas y Justo Alps ‘es (1075), Efectos de la anisotropia y de la presion de agua en la resistencia Cuando la roca presenta anisotropfa, su resistencia compresiva para un mismo estado de esfuerzos varta segiin el angulo f (f = 90 — 0) entre la direccién de los planos de anisotropia y la direccién de la carga aplicada, pudiendo presentar valores muy diferentes (Figura 3.45). Al ser la direceién mas favorable a La rotura la co- rrespondiente al angulo 0 = 45° + 9/2, la roca pre- sentaré su minima resistencia si los planos de debi- lidad presentan esta orientacién. De igual modo, ten- dré la méxima resistencia para orientaciones. segtin 90° y 0 = 0°, donde los esfuerzos tangenciales son nulos. Para valores del dngulo 0 entre estos ex- tremos, el valor de la resistencia seré variable. La Fi- gura 3.46a) presenta la curva tedrica de resistencia de la roca anisstropa, con la porcién curva corres- pondiente a la rotura por planos de debilidad y la porciGn recta correspondieute a la votura a tavés del material rocoso. La Figura 3.46b) representa curvas reales obtenidas en laboratorio para diferentes valo- res del dngulo 6. =o" o Sti Tension normal, Traccién EnvoNentes de rotura del teria de Hoek y Brown en func dels esfuerzos principales a) y dels esfueros normal y tangencial (b). Representacién de las diferentes condiciones de esfuerzo para rotura de la matriz rocosa. 162 —Incenteria ceovdcica - Representacién de la envolvente de la resistencia de pico de la matriz rocosa en términos de esfuer- 20s normalizados. La expresién del criterio de rotura en funcién de los esfuerzos tangenciales y normales es: donde o, es la resistencia a traccién y A, B son cons- tantes dependientes del valor de m,. Deformabilidad La deformabilidad es la propiedad que tiene la roca para alterar su forma como respuesta a la actuacién de fuerzas. Segtin sea Ia intensidad de la fuerza ejercida, el modo en que se aplica y las caracteristicas mecéni- cas de la roca, la deformacién ser permanente o elds- tica; en este Gltimo caso el cuerpo recupera su forma original al cesar la actuaci6n de la fuerza. En el Apar- tado 3.3 de este capitulo se han descrito las relaciones esfuerzo-deformacién de las rocas y los comporta- mientos correspondientes a los modelos elistico y plistico. La deformabilidad de la roca se expresa por sus constantes elisticas Ey v: Ge, (unidades de esfuerzo) 4/6 (adimensional) v EI médulo de Young, £, define la relacién lineal eldstica entre el esfuerzo aplicado y Ia deformacién producida en la direccién de aplicacién del esfuerz0, y el coeficiente de Poisson, v, define la relacién entre Ja deformacién transversal y axial. Ambas constantes se obtienen del ensayo de compresién simple y defi- nen las caracteristicas de la deformacién elistica «es- titica» de la roca. Una roca dura con comportamiento frdgil presenta mayor médulo de Young y menor coe- ficiente de Poisson que una roca blanda con compor- tamiento diictil. En realidad, las rocas no presentan un comporta- miento elistico lineal ideal, por lo que los valores de Ey v sufren variaciones. Si se aplica una carga axial a una probeta de material ideal eldstico, isétropo y ho- mogéneo, su volumen no variaré a pesar de las defor- maciones producidas. Si la probeta tiene 10 cm de al tura y 5 cm de diémetro y se supone que tiene lugar una deformaci6n axial del 4% de la longitud de la probeta, el coeficiente de Poisson es: (bax = Ur, = 47) /r)/(00-9,6)/10] donde r; es el radio inicial y r,el radio final de la pro- beta (antes y después de la deformacién). Como el volumen permanece constante, se puede calcular el valor de r, y obtener asf el valor de v, que seri de 0,5. Este es el valor para materiales elésticos ideales. Las, rocas siempre presentan valores inferiores, compren- didos por lo general entre 0,15 y 0,33. Los valores de E y v pueden también obtenerse a partir de las velocidades de las ondas elésticas V, y V,, medidas en el ensayo de velocidad s6nica en la- boratorio, corespondiendo en este caso a los valores «dinimicos». El médulo de Young dinémico es mayor que el estitico: F, > E. En el Cuadro 3.15 se incluyen valores del médulo de Young estitico y dindmico y del coeficiente de Poisson para diferentes rocas. Se indican los rangos, mas frecuentes de variacién de estos pardmetros, que en ocasiones son muy amplios debido a la alta varia- bilidad de propiedades fisicas (porosidad, estructura mineral, cementacién, etc.) y al cardcter anisétropo de algunas rocas (presencia de laminacién, esquistosi- dad, etc.). Para la mayoria de las rocas, el coeficiente de Poisson varia entre 0,25 y 0,33. Ensayos de laboratorio de resistencia y deformabilidad La composicién de la mayoria de los materiales de construccién, tales como metales y hormigones, es uniforme y homogénea hasta el extremo de que las propiedades mecénicas de estos materiales, una vez que estén emplazados, son virtualmente las mismas que se obtienen en ensayos de laboratorio. En las ro- cas no ocurre lo mismo, y los resultados de los en- sayos deben ser interpretados teniendo en considera- cién sus Timitaciones y grado de representatividad. Incluso en rocas aparentemente isGtropas y homogé- neas se dan direcciones preferentes de anisotropia y wecinence wis |/463)) 164 ry 5 Médulo de elasticidad | ciente tn de Poisson,» 2 kgfem? (« 10°) ‘i Fy 023-032 =] 46-105 Co ‘Arenisca 0556 01-04 (028-030) Basalto 4:87 0,19-0.38, (025) Caliza 03.99 0.12023 (0.25.0:30) Cuarcita 08: 0.24 o1-0:15) Diabasa 6098 028 Diorita 25-44 Dolomia 22-86 0.29.0.38 Gabro Grciss 25-105 Bsquisto (12) Granito 10-84 O04 (0.18-0.24) Grauvaca 23-107 Limotita 0765 025, Carita 1070 025-029 10-49 Marmot o.-04 023) Micaesquisto Piatra Sal 0.22 Toba 024-029 Yeo ‘Valores méximos y misimos. Valores madios enue parénsss, Datos selecionados a partir de Raha (1986), Johnson y De Graff (1988), Goodman (1986), Walthan (1999), Duncan (1999), variaciones que influyen en los resultados de los en- sayos de Laboratorio. ‘Los métodos experimentales para determinar la re- sistencia y la deformabilidad de las rocas son indepen- dientes del criterio de rotura adoptado en cada caso; su finalidad es establecer las relaciones entre los esfuerzos y las deformaciones durante el proceso de carga y rotu- ra, los esfuerzos a que esté sometida la roca en el mo- ‘mento de la rotura y sus pardmetros resistentes. Estos métodos son los ensayos de laboratorio de compresiGn uniaxial, compresién triaxial y traccién, Con la realizacién de un nimero estadisticamente representativo de ensayos se pueden obtener los valo res caracterfsticos de los pardmetros resistentes de una roca a partir de las fuerzas aplicadas en el momento de la rotura; mediante la realizacién de ensayos ade- cuados se obtienen las curvas tensién-deformacién re~ INGENIERIA GEOLOGICA presentativas de su comportamiento (la ley 0 modelo de comportamiento), cuyo estudio es fundamental a la hora de caracterizar las propiedades deformacionales de los materiales rocosos. En el Cuadro 3.16 se incluye una relacién de los ensayos de laboratorio que permiten obtener los pari matros de resistencia y deformabilidad de 1a matriz rocosa, En la Figura 3.50 se presenta un esquema de los ensayos de resister Los ensayos de laboratorio se realizan sobre probe- tas cilfndricas de roca, Por lo general se utilizan testi- 208 de sondeos, por lo que las dimensiones de las pro- betas suelen ser siempre pequefias. Los ensayos deben ser realizados de una forma sistemética y los resulta- dos deben ser estadisticamente representatives de la roca a investigar. Es importante detinir claramente lo que se pretende medir y valorar. Ensayos de laboratorio de resistencia y deformabilidad ry 2 Ensayos ‘Parimetros que se obtienen 3 ees ae % ‘Compresin simple | Resistencia a la compresién simple, ¢. = ‘Cohesisn (c), dngulo de rozamiento intemo de pico 5 Resistencia | ComPresi6n triaxial | (@) y dngulo de rozamiento residual (@,) 2 Traccién directa | Resistencia a la traccién, a, C) “Traccién indiecta | Resistencia a la tracci6n, ¢ - as Compresién simple | Médulos de deformacidn estiticos, E y v Pe ake Velocidad sénica | Médulos de deformacién dindmicos, E, y vy Entrada de aceite a) °) Los valores obtenidos dependerén de la naturaleza y condiciones de la roca (mineralogfa, tamaiio de gra- no y cementacién, microfisuracién, porosidad, grado de meteorizaci6n), y de las condiciones del ensayo (forma y volumen de la probeta, preparacién y tallado de la misma, contenido en humedad, temperatura, ve~ locidad de carga, direccién de aplicaci6n de la carga, rigidez de la maquina de ensayo). Ensayo uniaxial o de compresién simple El ensayo permite determinar en laboratorio la resis tencia uniaxial no confinada de la roca, 0 resistencia a compresi6n simple, ¢,, y sus constantes eldsticas: el médulo de Young, E, y coeficiente de Poisson, v. Es pur laulu, un ensayo para la clasificacién de la roca por su resistencia y para la determinacién de su de- formabilidad. La relacién entre los esfuerzos aplica- dos en el ensayo es: a, #0; 6, = 05 = 0. Esquemas de los ensays de resistencia: 3) una b tral, traccon indirect obras. 1m PROCEDIMIENTO El ensayo se realiza sobre un cilindro de roca, al que se aplica gradualmente fuerza axial hasta que se pro- duce su rotura (Figuras 3.51, 3.52 y 3.53). En méqui- nas de ensayo convencionales, la variable de control es la fuerza, cuya magnitud y velocidad de aplicacién puede ser controlada. Las deformaciones axiales que se van produciendo en la probeta se miden mediante comparadores © bandas extensométricas. Durante el ensayo se van registrando las curvas esfuerzo-defor- macién axial o-2,, de la probeta, Pueden igualmente medirse las deformaciones radiales 0 transversales de Ja probeta, obteniéndose la curva o-¢, La ISRM (1979) establece una serie de recomenda- ciones con respecto al tallado de las probetas: — Las probetas deben ser cilindros con una rela cién L/D = 2,5-3 y con D > 54 mm, El didme- tro D seré al menos 10 veces mayor que el mayor tamafio de grano de la roca, vecenvenocss 165 TEESE Maquinas para el ensayo uniaxial (fotos M. Ferrer) — Las bases de la probeta deben ser planas y para- lelas y perpendiculares al eje del cilindro. Deben ser realizados, al menos, 5 ensayos para la caracterizacién de la matriz rocosa. 1m INTERPRETACION La Figura 3.54 muestra un ejemplo de las curvas es- fuerzo-deformacién obtenidas de este ensayo. Las curvas presentan una rama ascendente hasta alcanzar- se la resistencia de pico, o,, y una rama descendente que refleja la pérdida de resistencia. El valor de la fuerza maxima que soporta la probeta dividido por el daa sobre la que se apliva la [uerza es su resistencia a compresin simple. Este pardmetro depende, hasta cierto punto, de la forma y tamafio de la probeta, del contenido en humedad, del régimen y velocidad de la carga aplicada, ete 166 INGENIERIA GEOLOGICA YJ Probetas preparadas para el ensayo de compresién simple, con bandas extensométricas y com»parado- res para la medida de las deformaciones axial y transversal 0 radial (fotos M. Ferrer) Si bien se asume que la fractura de la roca por compresién ocurre al alcanzarse la resistencia de pico. experimentalmente se ha comprobado que el proceso de rotura y la generacién de microfisuras comienza para esfuerzos previos al de pico, entre el 50% y el 95% de la resistencia a compresién simple, a, (Brady y Brown, 1985) La rama ascendente de Ia curva o-c,, presenta una parte donde la relacién entre la carga aplicada y la de- formacién producida es lineal, y se puede asumir que 15-80} SANDSTONES ; ; Presi oe f aa Bandas EMEERG) cans eserocetomaci, or ae ben das del ensayo de compresién simple. se cumple la ley de Hooke: E = a/e = constante. El médulo de Young, £, es una constante en materiales elisticamente lineales, donde las deformaciones son recuperables. Un gran porcentaje de los materiales rocosos son relativamente elasticos, o se comportan de una forma relativamante eléstica; es decir, cuando son sometidos a una carga y se deforman, al ser retirada esta carga desaparece la deformacién. Sin embargo, solamente parte de ellos presenta una elasticidad lineal 0 se aproxima a este comportamiento; para el resto, el m6- dulo de deformacién E varfa a lo largo del ensayo, no siendo una constante para el material. También el comportamiento de un mismo tipo de rocas varia en funcién de diferentes factores geolégicos y de condi- ciones ambientales. A partir de los valores del esfuerzo y de las defor- maciones de la probeta en su campo elistico, se obtie~ nen las constantes elisticas estéticas de la roca, E = Gleg ¥ V = 6,/,, (Recuadro 3.7). Tras alcanzarse la resistencia de pico, la roca puede seguir manteniendo carga, y perder su resistencia dualmente, La poreién post-pico de la curva esfuerzo- deformacién de la probeta slo puede ser registrada si se emplean maquinas de ensayo rigidas o servo-con- troladas. El registro de esta porcién permite conocer el comportamiento de la roca tras la rotura, aspecto importante en el diseflo de excavaciones en rocas blandas, rae '§ FACTORES QUE AFECTAN A LA MEDIDA DE LA COMPRESION UNIAXIAL DE LAS ROCAS En los resultados de los ensayos de laboratorio in- fluyen tanto los factores referentes a la natu: condicién de la roca como a las condiciones del en- sayo, Con respecto a los segundos los mas importan- tes son — Forma y volumen de la probeta. — Preparacién y tallado de la probeta. Direccién de aplicacién de la carga (en rocas con anisotropfa). — Velocidad de aplic: La distribuci6n de esfuerzos varia con la ge de la probeta. La Figura 3.55 muestra los efectos de la relacién longitud/didmetro, L/D, en los resultados de los ensayos. La causa de la variacién se debe principal- mente a la friccién entre la probeta y la placa de apli- cacién de la carga. La resistencia a compresién simple disminuye al aumentar el volumen de la probeta El efecto de concavidad que suele aparecer al ini- cio de la rama elistica de la curva esfuerzo-deforma- cin, puede ser considerablemente reducido si se con sigue el paralelismo de las bases de la probeta. 3 MECANICA DE ROCAS =—-167 Recuadro 3.7 Calculo de las constantes elasticas de la roca: médulo de Young, E, y coeficiente de Poisson, v El médulo de Young puede determinarse de las siguien- _Las dos primeras aportan valores mas representativos, tes formas y ademas suelen coincidir los resultados. Para el ejemplo @) MGdulo medio E,, 0 pendiente de la porcidn recta 4! Bvfico d) los valores medidos son: de la curva : . E,,= 34% 10° MPa; E,=34 x 10" MP: 1b) Médulo tangente B,, 0 pendiente de la curva en un = " ss punto determinado de Ia misma (generalmente al F, = 25.5 * 10? MPa 50% de la resistencia de pico). ©) Médulo secante E,, 0 pendiente de la Iinea recta El valor del coeficiente de Poisson medido para la por- ‘que une el origen de la curva con la resistencia de cin recta de la curva ¢, ~ ¢,, es: v= 0.40. pico. Tension a) b) ——_Deformacién, ear ° ze 90 MPa é z= é Ex olee Veil tae e1(%6) eax PB) 03 02 01 0 01 02 09 04 4 ¢.,, = Fuerza axial / Area inicial de la probeta. fq; = Deformaci6n axial 8, = Deformacién radial o transversal 168 nceNieRIa ceovocica Laresistencia decrece al aumentar la esbeltez Larresistencia decrece ‘al aumentar el tamario ' \Variacién de la resistencia a compresién simple en. funcién de la forma y tamafio de la probeta. Tamatio Los efectos relacionados con la direccién de aplica- cin de la carga en rocas anis6tropas han sido discuti- dos anteriormente en este Apartado, Por giltimo, para minimizar la influencia de la velocidad de aplicacién de la carga, la ISRM (1979) recomienda rangos de carga de 0,5 a 1 MPa/s, que corresponden aproxima- damente a un tiempo de 5-10 minutos hasta aleanzar- se la resistencia de pico (para materiales resistentes en general). Una aplicacién répida puede producir row- ras violentas y una sobrevaloracién de la resistencia del material. ' REGISTRO DE LA CURVA COMPLETA ESFUERZO-DEFORMACION En un ensayo de compresi6n tanto la probeta como la méquina de ensayo se deforman al ir aumentando las cargas aplicadas, y ambas van almacenando energia de deformacién durante el ensayo en una cuantia pro- porcional a su rigidez. El que se pueda registrar la curva completa esfuer- zo-deformacién de un material rocoso depende de la rigidez relativa de la probeta y de la maquina de en- sayo. La rigidez, K, de un miembro elistico se define ‘como la fuerza necesaria para provocar un desplaza- miento unitario, s, en la direccién de aplicacién de la carga P: K=Pis que en funcién del esfuerzo y la deformacién se pue- de expresar como: siendo E el médulo de Young, A el drea de aplicaci6n de la carga P y I la longitud del cuerpo (maquina probeta) en la direccién de aplicacién de la carga. La cantidad de energfa de deformacién, W, almace- nada en un cuerpo elstico al serle aplicada una carga se define (Figura 3.56): W=12Ps 6 W=P/2K CCuanto menor es el valor de la rigidez. de la méqui- na de ensayo, K,, mayor serd la energfa eldstica alma- cenada en la maquina durante el proceso de aplica- cin de la carga. Si Ky K,, la mquina es «rigida» con respecto a la probeta, ésta es capaz de absorber paulatinamente la energia que libera la méquina, AW, < AW,, y la porciGn post-pico de la curva puede ser correctamente registrada (Figura 3.56b)). En este aso, el sistema maquina-probeta es estable. El registro de las curvas post-pico permite estudiar el mecanismo de fractura completo de la roca. La pro- pagacién de la fractura, una vez alcanzada la resisten- cia de pico, es «estable» cuando debe aportarse ener- gia a la probeta para que continie 1a rotura (Clase 1, Figura 3.57), € «inestable» cuando la energia debe ser retirada para prevenir su rotura violenta (Clase II). En base a estos dos tipos de comportamiento, se clasifica la regién post-pico de la curva, En rocas muy frdgiles y homogéneas, incluso con méquinas rigidas, no es posible registrar la regién post- pico de la curva de deformacién. En estos casos, se ‘emplean méquinas servo-controladas, que permiten programar el rango 0 velocidad de aplicacién de algu- na de las variables del ensayo, esfuerzo o deformacién, para que sea ésta la que controle el proceso de rotura de la roca (Figura 3.58). A lo largo del ensayo, se va comparando instanténea y electrénicamente 1a medida de la variable seleccionada con los valores programa- dos, de tal forma que el sistema reacciona y una servo- | a) Maquina blanda wee aN wane ace ) Maquina rigida AW, = ABCD AW), = AW, — ABE Maquina Carga axial Carga axial Probeta Desplazamiento axial Despiazaminto axial (EEE curvas ce descarga pest-pico en maquina de ensayo bianda (a) y rigida (b) con respecto a la probeta (modificado de Brady y Brown, 1985). 400 —— cranito cua je —— Marmot 300 —— canto a —— Bsatto } clase g Calza = 200 § 5 3 100 : 1 \ . 7 L ow 04020304 08 i Deformacion axial (%) DEERE] comportamiento estuerz-ceformaciin en compresiénuniatal correspondents ala Case |y Case I Ejemplos para seis tipos de rocas (Wawersick y Fairhurst, 1970). valvula va aplicando o retirando presién hasta ajustarse la carga a los rangos preestablecidos. Este sistema permite utilizar 1a deformacién como variable de control del ensayo, obteniéndose el regis- tro completo de la curva post-pico en cualquier tipo de roca. Brady y Brown (1985) y Hudson y Harrison (2000) describen las bases del sistema de servo-con- trol y su aplicacién a los ensayos de compresién de las rocas. WFO. comers cntoes Ensayo de compresion triaxial Este ensayo representa las condiciones de las rocas in situ sometidas a esfuerzos confinantes, mediante 1a aplicacién de presién hidréulica uniforme alrededor de la probeta. Permite determinar la envolvente 0 If- nea de resistencia del material rocoso ensayado, a partir de la que se obtienen los valores de sus paré- metros resistentes cohesiGn ¢ y friccién g. El ensayo que forman los planos de anisotropfa con respecto a la direccién de la carga axial. Las deformaciones se mi- den con bandas extensométricas fijadas directamente sobre la roca En la Figura 3.59 se esquematiza una célula triaxial con los componentes necesarios para la reali icin del ensayo y las bandas extensométricas adheridas a la probeta para el registro de las deformaciones. Cuando la probeta comienza a ser cargada, se com: prime radialmente (a causa de la presién confinante) hasta un momento en que comienza a «dilatarse» co- mo resultado de la fracturacién interna del material (Figuras 3.60 y 3.61). Esta dilatacién, que comienza en la regi6n eldstica, continda en la regién post del ensayo. La dilatacién decrece con el aumento de la presi6n confinante, pudiendo Hegar a ser inexisten- te en ensayos con altos valores de 6, 1 INTERPRETACION Los resultados del ensayo de compresién triaxial de- penderdn fundamentalmente, ademas de las caracte- risticas de la roca, de la presién confinante aplicada. — heise cates | EES] Méquina servo-controlada para ensayos de compre- de acero sion (foto M. Ferrer) de compresién triaxial es el mas extendido de los en- | sayos de compresién multiaxial en mecsnica de rocas. }-1— célula de acero La relacién entre los esfuerzos aplicados a la probeta es: 6, > 0, = 0, #0. Probeta de roca E i nada de acote | =—— Bandas ‘m PROCEDIMIENTO El ensayo se realiza sobre probetas semejantes a las del ensayo uniaxial, que se introducen en cilindros de mn hidrdulica acero en cuyo interior se aplica la pres bntonsométicas sobre las paredes de Ta probeta, Esta se rodea de una membrana impermeable flexible para aislarla del li- uido a presion, tae | Membrana Al inicio del ensayo se aplican simulténeamente la carga axial y la presién confinante, de tal forma que sean aproximadamente iguales los rangos de ambos esfuerzos. Una vez. alcanzado el nivel de presién con- finante deseado, se aplica carga axial hasta conseguir | 2) de caucho Ia rotura de la probeta. La presién confinante debe mantenerse constante a lo largo de todo el ensayo. | Los datos a registrar durante el experimento son la carga o el esfuerzo axial ¢, la deformacién axial, el Esquema de una oéila trial (Hoek y Brown, Angulo del plano de fractura y, en su caso, el angulo 1960, wcimcceecs SS Dilatacién wa Inicio deta diatacion Inicio deta fracturacién Contracelén Deformacion volumétrica en el ensayo de com- presion triaxial. El valor de la resistencia compresiva para un deter- minado valor de ¢, se obtiene dividiendo la fuerza aplicada por la seccién de ta probeta. La resistencia de pico sera diferente en cada caso, aumentando se~ gin lo hace o,, En la Figura 3.62 se presentan las cur- vas obtenidas en ensayos triaxiales para diferentes va- lores de presi6n confinante. La interpretacién de los resultados de este ensayo se basa en la aplicacién del criterio de rotura de Mohr-Coulomb. A partir de las curvas a-e obtenidas para diferentes valores de a,, se pueden dibujar los efreulos de Mohr y la envolvente de rotura, que pro- porciona los valores de c y ¢ del material ensayado (Recuadro 3.8). 1M FACTORES QUE AFECTAN A LOS RESULTADOS DEL ENSAYO DE ‘COMPRESION TRIAXIAL La presién confinante controla los resultados que se obtienen del ensayo triaxial, Su incremento da lugar a (Figura 3.62): — Aumento de la resistencia de pico (aunque ge- neralmente no es un incremento lineal). — Transicién de comportamiento fragil a déctil en Ja probeta y en los mecanismos de deformacién. — La regién correspondiente al pico de la curva se alarga y suaviza. INGENIERIA GEOLOGICA a) é 2 . 05 = 2,0 MPa os 10 48 20 Deformacion axial (6) b) 0,6, § at : oq=20Me contraccién 140-145-2008 Fae (%) EKG) Resultados del ensayo de compresién triaxial sobre tuna caliza colitica. con medidas de deformacion vo- lumétrica (Elliot, 1982; en Brady y Brown, 1985). g Deformacion axial Curvasestuerzo-deformacin de ensays tlailes en roca para erentes valores de presi conf- nante crecentes desde 0 hasta. A partir de un determinado valor de a, el comportamiento de la Toca pasa de fragil a ductil. Recuadro 3.8 a partir de ensayos triaxiales A partir de las curvas ¢,-¢,, obtenidas en cada ensayo, se toman los valores de la resistencia de pico, ¢, = 0, que se emplean para dibujar los correspondientes circulos de Mohr en un diagrama ¢,-t. Se dibuja la linea tangente a Ejemplo de calculo de los parametros resistentes cy los efreulos, que representa 1a envolvente de rotura del material ensayad valores de cohe: y sobre ésta se len directamente los | in y friccidn representativos del mate- — La regién de la curva post-pico, hasta aleanzar la resistencia residual, se reduce y llega a desa- parecer para altas presiones confinantes La presi6n de transici6n frégil-dtictil para la roca se define como la presién confinante a la cual ocurre un cambio en los mecanismos de deformacién firégiles a diictiles, y se manifiesta por curvas esfuerzo-deforma- cién horizontales a partir de la resistencia de pico, ti- picas de comportamientos dtictiles. En la mayoria de las rocas resistentes esta presiGn puede considerarse del orden de 4, > 3,36, La Figura 3.61) muestra la influencia de la presién confinante en la dilatacién de las probetas como con- secuencia de la fracturaci6n interna: la «cantidad de dilataci6n decrece con el incremento de la presién, En valores residuales del material después de una marca- da resistencia de pico; para la curva a, = 5 MPa, esta tendencia esté menos acusada, al residuales cercanos a los de pico; curva ¢, = 10 MPa, no existe una r diferenciada, produciéndose un endurecimiento al ha- berse sobrepasado la presién de transicién frigil-diictil. La presién intersticial, u, en caso de rocas per- meables, contrarresta la influencia de la presién confi ante, de tal forma que la respuesta mecsinica de la roca viene controlada por la presién efectiva: , ~ u. Para un mismo valor de o,, el incremen- to de w da lugar a la disminucién de la resistencia de pico de la roca y a modelos de comportamientos mas inzindose valores 2 MECANICA DE ROcAS 173 Tension axial, 0; Deformacion axial, £5, Influencia de la presién intersticial o de poros. u, en. el comportamiento de la roca para presién confi- ante 1 constante. Presién de pores creciente desde O hasta u= frdgiles. Es decir, se producen efectos contrarios a los ‘que provoca el aumento de la presién confinante. El incremento de temperatura en ensayos triaxia- Jes produce generalmente un descenso de la resisten- cia de pico y de la presién de transicién frégil-dictil. La presencia de microfisuras preexistentes en las rocas influye en los resultados obtenidos en los en- sayos y en el modelo de las curvas esfuerzo-deforma- cién La presi6n confinante no influye sobre la orienta- cin del plano de rotura. Ensayos de resistencia a traccién 18 ENSAYO DE TRACCION DIRECTA Consiste en medir directamente 1a resistencia a trac- cién uniaxial de un cilindro de roca. Para ello se suje~ ta firmemente por sus extremos la probeta y se aplica tuna fuerza traccional uniaxial en la direccién de la mayor longitud de la probeta, hasta conseguir su rotu- ra, En los extremos del cilindro se pegan mediante re~ sinas dos cabezales sobre los que se efectia la trac~ cién, También se puede tallar la probeta con unos ensanchamientos extremos que se solidarizan con el sistema de traccién, La relacién L/D de la probeta debe ser 2,5 a 3, y el didmetro no menor de 54 mm. Las bases del cilindro deben ser lisas y paralelas, perpendiculares a la di- ‘mensién maxima, Se deben seguir las mismas especi- ficaciones en cuanto a preparacién y tallado de probe~ ta que para los ensayos de compresién, La fuerza "174 cemtenia czovocica traccional se aplica de forma continua con un rango uniforme, entre 0.5 y 1,0 MPa/s, de tal forma que la rotura se produzca én unos pocos tencia traccional , se calcula di apticada en el momento de la rotura por el drea circu- lar de la probeta. Se recomiendan al menos 5 ensayos para la determinacién de un valor representativo de la resistencia traccional (ISRM, 1981), Estos ensayos son dificiles de realizar, tanto por el problema de tallar las probetas de forma especial como por asegurar un perfecto pegado de la probeta a los cabezales de traccién, 1m ENSAYO DE TRACCION INDIRECTA 0 BRASILERO Consiste en medir la resistencia a traccién uniaxial de tuna probeta de roca indirectamente, asumiendo que la rotura se produce por traccién cuando la roca se so- mete a un estado de esfuerzos biaxial, con un esfuerzo principal traccional y otro compresivo de magnitud no superior a 3 veces el esfuerzo traccional, Se aplica una carga vertical compresiva sobre un disco 0 cilindro de roca, que se coloca en horizontal entre dos placas a través de las cuales se transmite la fuerza, hasta conseguir su rotura. Se pueden emplear placas planas o esféricas céncavas para transmitir las cargas, que deberin ser perfectamente paralelas (Fi- gura 3.64). La carga se aplica con un rango tal que se consiga Ja rotura de la roca en unos 15-30 s; la ISRM (1981) Probeta Resina Traceién indirecta 0; 2P/xDL Traccién directa FEEDER ésa1era de os ensayos ce traccitn, recomienda un rango de 200 N/s. Deben seguirse las mismas recomendaciones dadas en los apartados pre- vios en cuanto a preparacién y tallado de probetas. La carga compresiva produce una compleja distri~ bucién de esfuerzos en la probeta. La resistencia a traccién se obtiene mediante Ta férmula: o, = 2P/nDL donde: P = carga que produce la rot D = didmetro de la probeta. L = longitud de la probeta, Velocidad de ondas sénicas El ensayo de velocidad sénica permite medir la velo- cidad de las ondas eldsticas longitudinales y transver- sales, V, y V,, al atravesar una probeta de roca seca 0 saturada, La velocidad de las ondas est relacionada con las caracterfsticas mecénicas del material, su re- sistencia y su deformabilidad, y a partir de ella se cal- culan los médulos de deformacién elisticos dindmi- C08: Ey ¥ Vp El ensayo consiste en transmitir ondas longitudin: les mediante compresidn ultrasGnica y medir el tiem- po que tardan dichas ondas en atravesar la probeta. De igual forma se transmiten ondas transversales o de corte mediante pulsos sOnicos y se registran los tiem- pos de Hegada. Las velocidades correspondientes, V, y V,, se calculan a partir de los tiempos. El transmisor © generador de 1a fuerza compresiva y de los pulsos se fija sobre un extremo de la probeta, y en el otro se sitdia el receptor que mide el tiempo que tardan las ondas en atravesar Ia longitud de la muestra de roca El receptor puede también colocarse en un lateral de la probeta, variando asf la distancia a recorrer por las ondas. Las probetas pueden ser cilindros 0 bloques rectangulares, recomendindose que su. minima di- mensién sea al menos de 10 veces la longitud de onda (ISRM, 1981). La velocidad de las ondas de corte V, es aproxima- damente dos tercios de Ta velocidad V,, de las ondas Iongitudinales. Los médulos elasticos dingmicos del macizo, E, y Vp Se obtienen a partir de las fSrmulas: 21V,/¥ — 1 donde p es la densidad del material rocoso (kg/m?) y V, y V, son las velocidades de las ondas longitudina- les y de cizalla (m/s): Aparato para el ensayo de velocidad since (foto L G. de Vallejo) El valor del médulo de deformacién dindmico E, es mayor que el determinado a partir de ensayos de c presién uniaxial, ya que la répida aplicacién de es- fuerzos de baja magnitud hace que la roca tenga un comportamiento puramente eldstico. El valor de V,, ademas de correlacionarse lineal- mente con la deformabilidad de la roca, es indicative de su calidad, como se describe en el Apartado 3.2, al estar relacionado con propiedades como la parosidad y la resistencia a compresién simple (Figura 3.66). El Coeficiente de Poisson no presenta una relacién defi- nida con V,. Limitaciones de los ensayos de laboratorio Los ensayos de laboratorio son necesarios para deter- minar las propiedades de las rocas, constituyendo uno de los aspectos mas importantes de la mecénica de ro- cas. El tipo y nimero de ensayos a realizar depende, principalmente, de la finalidad de las investigaciones y del tipo de proyecto; el tamafio, nimero y lugar de procedencia de las muestras a ensayar depende del problema de ingenieria geolégica a resolver y de los condicionamientos econémicos. Los ensayos de laboratorio no proporcionan tas propiedades de los macizos rocosos, aunque aportan valores que a veces pueden ser extrapolados 0 corre- MECANICA DE ROCAS 380 300 | 250-4 " 2004 1504 100-4 2 Resistencia a compresién simple (MPa) 1,000 2.600 4,000 5.500 Velocidad de ondas P (mvs) Relaciones entre la velocidad de las ondas sdnicas y la resistencia a compresién simple (modificado de Johnson y De Graff, 1988) lacionados con las propiedades fundamentales de Ios mismos, Su ventaja es que son mas asequibles que los ensayos de campo, y puede realizarse un gran ntimero de ellos en condiciones variables. Sin embargo, los ensayos de laboratorio y los resultados que a partir de ellos se obtienen presentan una serie de limitaciones a la hora de extrapolar los datos a escala de macizo rocoso, relacionadas con los siguientes aspectos — Representatividad. Las muestras que se en- sayan corresponden a puntos aislados del maci 70 Tocoso, no siendo representativas de todo el mbito de estudio ni de la variabilidad de facto- res presentes en Ia naturaleza y que condicio- nan los comportamientos de los materiales, de ahi la importancia de realizar un nimero de en- sayos estadisticamente representativo. Por otro lado, las condiciones ambientales en que se encuentran las rocas en el campo (pre- sin confinante, temperatura, composicién qui ‘mica del agua intersticial, ete.) son dificiles de reproducir en laboratorio. — Escala. Se ensayan pequefias porciones de ma- terial, a partir de las cuales se pretende la carac- terizaci6n y la prediccién del comportamiento de dmbitos mas amplios. La diferencia con las esealas y comportamientos reales hace necesa- ria la utilizaci6n de factores de conversién 0 co- rreceiones para extrapolar los resultados a es: la de macizo rocoso. — Velocidad. Los procesos de deformacién y ro- tura se reproducen en laboratorio generalmente en tinos pocos minutos, mientras que en la natu- raleza estos procesos pueden ser el resultado de condiciones y acciones a lo largo de periodos muy dilatados de tiempo. Si a estos aspectos se afade la influencia de otra se- ie de factores relacionados con la ejecucién de los ensayos, como el tipo y caracteristicas de 1a méquina utilizada, la preparaci6n de las probetas, ete. se enten- derdn las limitaciones y dificultades asociadas a Ta ca- racterizaci6n de las propiedades de los macizos roco- sos a partir de ensayos de Laboratorio. Las mismas limitaciones, aunque en menor grado, presentan los ensayos int situ: los resultados sélo son aplicables a la zona afectada por el ensayo. Sin em- bargo su mayor ventaja es que se realizan sobre el propio macizo rocoso. Discontinuidades Influencia en el comportamiento del macizo rocoso Las superficies o planos de discontinuidad de los ma- cizos rocosos condicionan de una forma definitiva sus propiedades y comportamiento resistente, deforma- ional e hidrdulico. Las discontinuidades imprimen un caricter discontinuo y anisstropo a los macizos, ha~ cigndolos mas deformables y débiles, Io que supone una gran dificultad para evaluar el comportamiento mecénico de los mismos frente a las obras de in- genierfa. Las discontinuidades representan planos pre~ ferentes de alteracién, meteorizacién y fractura, y per- miten el flujo de agua (Figura 3.67), Su reconoc’ miento, descripcisn y caracterizacién es fundamental TETIEERAA Sistemas de dlaciasas en rocas argilticas. Cimenta- Cién de la presa de Brenig Dam, al suroeste de In glaterra (foto L. G. de Valiej). para el estudio del comportamiento mecénico ¢ hidro- geolégico del macizo rocoso. La estabilidad de las ex- cavaciones y de las cimentaciones en roca, por ejem- plo, depende de la orientacién y de la resistencia de las discontinuidades. Las Figuras 3.3 y 3.68 presentan diferentes ejemplos de Ia influencia de las disconti- nuidades en las obras de ingenieria, La orientacién relativa de las discontinuidades con respecto a una instalacién u obra de ingenieria (exc vacidn, cimentaci6n, etc.) puede suponer que el terre- no sea o no estable, como se refleja en la Figura 3.68 En el caso de excavaciones en superficie, para una misma config dad del talud depende de su orientacién con respecto a las discontinuidades; en una presa de béveda, la pre- sencia de discontinuidades paralelas a la direceisn de Ja resultante de las fuerzas que transmiten la presa y el agua puede dar lugar a problemas de estabilidad; en el caso de un ttinel, las discontinuidades con direccién paralela a su eje y con buzamientos clevados son igualmente desfavorables. La importancia de la orien- tacién aumenta si se dan otras caracteristicas, como tun niimero importante de juntas, espaciados peque- fios, bajos dngulos de rozamiento, etc. La presencia de diversas familias de discontinuida- des con diferente orientaci6n define el grado de frac- turaci6n del macizo rocoso, la forma y el tamafio de los bloques de matriz rocosa. s al corte de las discontinuidades es el aspecto més importante en la determinacién de la re- sistencia de los macizos rocosos duros fracturados, y para su estimacién es necesario deseribir las caracte- risticas fisicas y geométricas de los planos, ya que no siempre es posible determinarla adecuadamente en ayos de laboratorio o de campo. Las discontinuidades se presentan agrupadas en fa- milias que se caracterizan por sus valores medios re- presentativos de orientacién y caracteristicas fisicas y Inftencla de la orientacion de las discontinuidades con respecte a las obras de ingenieria resistentes. Las discontinuidades de una misma fami- Jia son paralelas o subparalelas entre si (Figura 3.69), En ocasiones, aparecen macrodiscontinuidades © dis- continuidades singulares que atraviesan todo el maci- 20, por encima de las diferentes familias, cuyo estudio debe ser abordado de forma individual MEER] 2n0s de estratificacion inclinados en flysch canta: brico (foto L. G. de Vallejo) MEcANica DE RocAS 177 Tipos de discontinuidades El término discontinuidad hace referencia a cualquier plano de separacién en el macizo rocoso, pudiendo tener origen sedimentario, como las superticies de es- tratificacion 0 laminacién, diagenético © tecténico, como las diaclasas o las fallas. En el Cuadro 3.17 se han agrupado los diferentes tipos de discontinuidades en sisteméticas, cuando aparecen en familias, y singu- lares, cuando aparece un tinico plano que atraviesa el macizo rocoso; estos tiltimos suelen ser mas conti- nuos y persistentes que las discontinuidades sistemsti- s, pudiendo llegar, en el caso de las fallas, a dimen- siones de varios kil6metros. Mientras que las familias quedan caracterizadas por 1a orientacién estadistica referida a una orientacién media y por sus caracteris- ticas generales, las discontinuidades. singulares re- quieren una descripci6n y un tratamiento individuali- zado. Pueden llegar a controlar el comportamiento meednico del macizo por encima de la influencia de las discontinuidades sistemiticas, Las diaclasas 0 juntas son los planos de disconti- nuidad més frecuentes en los macizos rocosos, y co- rresponden a superficies de fracturacién o rotura de Ia roca a favor de las cuales no ha habido desplazamien- to 0 ha sido muy pequefto. Afectan a cualquier tipo de roca, Atendiendo a su origen se distinguen varios tipos: — Diaclasas de origen tect6nico asociadas a ple- gamientos y a fallas. En el primer caso presen tan una disposicién caracterfstica (Figura 3.70). Las diaclasas asociadas a fallas se disponen pa- ralelamente a la superficie de falla y con una frecuencia que disminuye al aumentar ta distan- cia a la misma. — Diaclasas en rocas fgneas formadas por contrac- i6n durante 0 después del emplazamiento del cuerpo fgneo. Presentan una disposicién carac- Un ejemplo de juntas de contraccién por entria- miento corresponde a las que se forman en las lavas basdlticas, dando lugar a la disyuncién columnar (Figura 3.71). — Diaclasas de relajacién debidas a una reduccién de la carga litostitica. Se disponen subparalela- mente a la superficie topogrifica y su frecuen- cia disminuye en profundidad (Figura 3.16). Los planos de estratificacién son las superficies que limitan los estratos en Tas rocas sedimentarias (Fi- gura 3.72), Se trata de discontinuidades sistematicas ‘con tna continuidad elevada, y cuyo espaciado oscila generalmente entre unos pocos centimetros y varios metros, Las superficies de laminacién son discontinuida- des sistematicas que aparecen en las rocas sedimenta- tias, correspondiendo a los planos que limitan Tas é- minas 0 los niveles megascépicos més pequeitos de ’ juntas de tensién en la chamela del pliegue Familas de ciaclasas asociadas @ plagues (Blyth y : de Freitas, 1984), teristica en tres familias ortogonales. entre iS S Sistematicas Singulares ° — Planos de estratificacién, — Fallas. F3 oe Sotin de itacio, = Dives, FI ares | — Diaelasas o junta. — Discontancias. 3 Plano» de eequistoviad —Imterseecion de discontinuidades | — jes de pliegues. Lineales planares.. — Lineaciones. 178 iwcemienia ceoudcica [EERE Disyuncion columnar en basaitos con juntas ver- mticales, Los Grganos, La Gomera (foto L. G. de Va- le)o. PMEIEREA Suverficies de estratificacion horizontales de gran Continuidad en un macizo rocose calizo (cortesia de Prospeccién y Geotecnia). una secuencia sedimentaria (Figura 3.73). Estas su- perficies adquieren mayor importancia en las rocas de grano fino, y se caracterizan por un espaciado muy re- ducido, de orden milimétrico 0 cemtimétrico. Los planos de esquistosidad, de origen tecténico, aparecen en rocas que han sufrido una deformacién importante, disponiéndose perpendicularmente a la direccién compresiva del maximo acortamiento. Estas discontinuidades sisteméticas se desarrollan_ mejor ‘cuanto més pequefio es el grano de la roca, presentan una frecuencia alta y espaciados de orden milimétrico (Figura 3.74). Las superficies de contacto litolégico son planos singulares de separacién entre diferentes litologias de un macizo rocoso, En el caso de las rocas sedimenta- rias tienen menor significacién con respecto al com- portamiento del macizo en su conjunto, incluyéndose [EJ Superficies de laminacién en yesos (cortesia de Prospeccién y Geatecnia). IED] Fanos de esquistosidad on relacén con plagues tas fechas marean la ireccon del méximo aorta mento (Price, 1961; en Byth and De Frets, 1984), cn las superficies de estratificacién. Sin embargo en las rocas fgneas tienen gran importancia, sobre todo cn el caso de los diques y de las rocas filonianas (Fi- gura 3.75), Las fallas son discontinuidades singulares que co- rresponden a planos de rotura o fracturacién con des- plazamiento relativo entre los bloques (Figura 3.76). La extensién de las fallas puede variar entre algunos ) 5) mecanica DE Rocs 179 ) oi Dique de cuarzo atravesando un macizo roceso (foto R. Capote}, ‘metros y centenares de kilémetros. Pueden llevar aso. ciadas Zonas de debilidad denominadas «zonas de fa Ia» o brechas, en las que en ocasiones no se puede distinguir un plano neto de rotura. ‘Caracteristicas de las discontinuidades En la descripcion de las diferentes familias de discon- tinuidades en un macizo rocoso se ineluyen las si avientes caracteristicas y_pardmetros. geométicos orientaciin,espaciado, continuidad o persistencia, ru gosidad, abertura, relleno, filtraciones y resistencia de EEG Tiros de fallas: a) Falla normal en materiales de! las paredes. Algunos de ellos, como la rugosidad, Muschelhalk. Cordillera Ibérica (foto R. Capote). abertura, relleno y resistencia de las paredes, determi 1) ra eee [tas attra, etre nan el comportamiento mecénico y la resistencia de los planos de discontinuidad. La deseripeién y medida de estos parémetros se de buzamiento. La determinacién de Ia orientacién realiza en campo. En el Capftulo 4 se describe la sis- media de cada familia se establece a partir de valores temédtica y procedimientos para la toma de los datos estaclisticos representativos. La representacién grifica de campo, con ejemplos, clasificaciones y cuadros de las discontinuidades o de su orentacion permite para la valoracién de los diferentes factores, comple- una visién general de la geometria de los conjuntos tando lo que se describe a continuacién. rocosos. Los bloques diagrama representan tridimen- La orientacién de una discontinuidad en el espacio sionalmente la distribueién de los planos, y se puede queda definida por su buzamiento y por su direccién visualizar de una forma sencilla la orientacién de la 180 —_inceNlenta ceoLocica [EDIE] evresentacin de ia famias de discontinudades mediante un bloque diagrama (ISRM, 1981). fracturaci6n con respecto a una obra o estructura (Fi- gura 3.77). La orientaci6n generalmente no puede determinarse en sondeos, siendo necesarias técnicas especiales, uti- lizadas de forma muy ocasional. El espaciado es ia distancia media perpendicular entre los planos de discontinuidad de una misma fa- milia. Influye en el comportamiento global de macizo rocoso y define el tamafio de los bloques de matriz.r0- ‘cosa que forman las diferentes familias. Si los espacia- dos son pequefios, la resistencia del macizo rocoso dis- minuye de forma considerable, pudiendo en casos ‘extremos presentar un comportamiento asimilable al de materiales granulares sin cohesién, El espaciado entre discontinuidades juega un papel ‘muy importante en la permeabilidad del macizo roco- so. En general, la conductividad hidréulica referida a una determinada familia es inversamente proporcional su espaciado, siempre que la abertura de las discon- tinuidades individuales sea comparable, La continuidad es la extensién del plano de dis- continuidad. Define en gran parte si la matriz rocosa va a estar involucrada 0 no en los procesos de rotura del macizo rocoso, y en qué grado condiciona los pa- Fametros resistentes globales del mismo. La continuidad se puede representar mediante es- quemas o diagramas como los que aparecen en la Fi- gura 4.9 del Capitulo 4. La rugosidad de un plano de discontinuidad deter- fina su resistencia al corte (Figua 3.78). A mayor rugosidad mayor es la resistencia. La presencia de imegularidades dificulta el movimiento durante los procesos de desplazamiento tangencial por corte a fa- vor de las discontinuidades, La ondulacién y las rugosidades en los planos pue- den controlar las posibles direcciones de despla- zamiento, y definen la resistencia al corte para las dis- tintas direcciones: la resistencia puede ser muy varia- ble segtin la direccién de movimiento coincida con la de las rugosidades 0 sea transversal a ella. La abertura es la distancia perpendicular que sepa- ra las paredes de la discontinuidad cuando no existe relleno. Este pardmetro puede sufrir gran variacién en diferentes zonas del macizo rocoso: mientras que en superficie Ia abertura puede ser elevada, al aumentar la profundidad ésta se reduce, pudiendo llegar a ce- rrarse. La influencia de la abertura en la resistencia al corte es importante incluso en discontinuidades muy cerradas, al moditicar las tensiones efectivas que ac- tan sobre las paredes. En ocasiones las discontinuidades aparecen con re- Heno de materiales blandos arcillosos © con material rocoso de naturaleza distinta a la de las paredes. Las propiedades fisicas y mecénicas del relleno, como la resistencia al corte, deformabilidad y permeabilidad, pueden ser muy variables, y controlan el comporta- miento de Ia discontinuidad; en el caso de materiales blandos o alterados, la resistencia puede sufrir varia- ciones importantes a corto plazo si varfa el contenido ‘en humedad del relleno o si tiene lugar desplazamien- to a lo largo de las juntas, Las caracterfsticas principales del relleno son su naturaleza, espesor, resistencia al corte y permeabi: lidad. ‘Tanto si existe relleno como si no, las discontinui: dades son el camino preferente para las filtraciones del agua en el macizo rocoso (permeabilidad secunda- ria), El agua rebaja la resistencia al corte al disminuir las tensiones efectivas actuantes sobre los planos de discontinuidad. Por tiltimo, la resistencia a compresién simple de la pared de una discontinuidad, que depende del tipo de matriz. rocosa, de la existencia no de relleno y del grado de alteracién de las paredes, influye en Ia resistencia al corte y en la deformabilidad del plano de discontinuidad, sobre todo si no presentan relleno. Esta resistencia suele ser menor que la de la roca intacta por la alteracién superficial. Resistencial al corte de los planos de le discontinuidad El estudiv del comportamieuty mecdnieo de tas dis- continuidades se basa en las relaciones entre los es- fuerzos de corte aplicados y los desplazamientos tan- genciales producidos. Esta relacién o/ es la rigidez de la discontinuidad, y tiene unidades de esfuerzo/ —— | GETEIEEEY 2) Discontinuidad plana lisa de gran continuidad. ») Discontinuidades onduladas rugosas correspon- dientes a superficies de estratificacion (cortesia de Prospeccién y Geotecria). longitud. Las curvas representativas del comporta- miento de las discontinuidades son muy parecidas a las de la matriz rocosa, con la particularidad de que aquellas siempre rompen a favor del plano preexisten- te (Figura 3.79), La resistencia de los planos de discontinuidad viene dada por el criterio de rotura de Mohr-Coulomb, y se determina en el ensayo de resistencia al corte en labo- ratorio. Los ensayos triaxiales también proporcionan los valores de la resistencia al corte si éstos se reali- zan en probetas talladas de tal forma que la rotura se produzca a favor del plano de discontinuidad, esto es, 182 _INGENIERIA GeoLOcICA con dngulos de 25° a 40° entre el plano y la direccién del esfuerzo compresivo vertical. La resistencia puede también estimarse con el ensayo de corte directo in si- tu (descrito en el Apartado 6.5 del Capitulo 6). La resistencia al corte de las discontinuidades de- pende fundamentalmente de la friccién de los planos yy, en menor cuantfa, de la cohesién, La rugosidad o inegularidad de las paredes de la discontinuidad es uno de los factores que més influye en la resistencia friccional, sobre todo en discontinuidades sometidas a bajos esfuerzos normales. La resistencia al corte de pico, r,, de discontinui- dades planas viene dada por la expresién de Mohr- Coulomb (Figura 3.7 T= c+ a,tag @, donde ¢7, es el esfuerzo efectivo normal sobre el plano de discontinuidad, c es la cohesién y @, es su Angulo de friccién de pico. De los factores citados en los pa- rrafos anteriores que controlan la resistencia al corte de las discontinuidades (esfuerzo normal, rugosidad, resistencia y deformabilidad de las paredes, tipo, es- pesor y propiedades del relleno, ‘rea de contacto en- tre las paredes rocosas, etc.), la expresién anterior contempla tinicamente el esfuerzo normal y las pro- Piedades resistentes del plano de debilidad, por lo que, a pesar de su aplicabilidad y uso extendido, no deja de ser una simplificacién, Patton (1966) propuso un modelo de rotura bilineal basado en la influencia de las rugosidades o irreg: laridades que generalmente presentan las discontinui dades, La irregularidad de una superficie de disconti nuidad puede ser definida por un éngulo de rugosidad i, que se suma al angulo basico de friccién $, para obtener el valor total de g, de la superficie: 9 = ti El dngulo / es el que forma la irregularidad con res- pecto al plano de discontinuidad, y tiene una gran in- fluencia en el comportamiento geomecinico de las discontinuidades; de hecho, la descripcién y medida de la rugosidad tiene como principal finalidad la esti- macién de la resistencia al corte de los planos. El v lor de g, sucle estar comprendido en el rango de 30° 70°; el dngulo @, suele oscilar entre 20° y 40° y el dn- gulo i puede variar entre 0° y 40, Segtin la Figura 3.80, si la discontinuidad no tiene cohesi6n: tag $ = t*/o8 1# = reosi— 6, seni af = o,cosi + tseni de donde: tag(o +) Tension de corte, Resistencia al corte pico a / \ Discontinuidad \ eon £ — 3 Resin 2 residual * Discontinuidad no cementada Desplazamiento tangencial, 1: a) Lownen Em ot gon ee a Tensién normal, 2, ») 2) Curvas tipicas tension tangencial = desplazamiento tangenclal «para dscontinudades panas. b) Resistencia al corte tedrica de una discontinuidad plana. Infuencia del dngulo de rugosidad en la resistencia al corte del dscontinuidad, Si se ejerce un esfuerzo tangencial sobre una dis- continuidad sometida a bajos esfuerzos normales, al producirse el desplazamiento a favor del plano tiene lugar una dilataneia (apertura o separacién) de las paredes de la discontinuidad, al tenerse que superar el Angulo i para que haya desplazamiento; opera enton- ces la fricciGn efectiva g, + i (Figura 3.81), y el valor de ¢, vendré dado por (considerando ¢ = 0): 1, = aitag(q, +i) AL progresar el desplazamiento tangencial, se pue- den romper los bordes mas angulosos, «suavizdndose» las rugosidades, y Tas dos superficies se ponen en con- tacto, prevaleciendo entonces el valor de ¢,, Si se in- crementa el esfuerzo «, sobre el plano, se alcanza un valor para el que se impide la dilatancia, y las irregula- ridades deben ser rotas para que haya desplazamiento, aproximindose entonces la pendiente de la recta z-0, al valor del dngulo de resistencia residual ¢. Para tensio- nes normales elevadas: 1) o,tae @, El punto de inflexién del criterio bilineal de Patton’ corresponde a un determinado valor de ¢, wecncncerees 185 Tension de corte, + Tensién de corte, on 19 (0+) Desplazamianto tangencial, 1 a) Tension normal, oy ») DEOIEEEE @) curs tpicas tension de corte ~-despazamiento tangencalu para discontinuldades rugosas. ) Gaiterio de rtura biineal para discontinutdadesrugosas. A pantir del criterio de Patton, diversos autores han desarrollado criterios empfricos para rotura a favor de planos de discontinuidad rugosos, en funcién de los esfuerzos normal y tangencial actuantes sobre el pla- no de discontinuidad. Entre ellos merecen destacarse Ios de Barton y Choubey (1977) y Ladanyi y Archam- bbault (Figura 3.82), de los cuales el primero es el mas extendido. La Figura 3.83 representa los resultados de ensayos de corte en discontinuidades rugosas para distintos valores de ,. Para la curva superior del gréfico a), con 6, = 0, se daré dilatancia y la resistencia al corte Criterio de Patton. mig +) Griterio de Ladanyi y Archambault Resistencia residual T= 0,190, Tensién de corte, r Tension normal efectva, 2, Desplazamiento normal No dilatancia (0, 1, 2) =" 5,28 ‘Tension de corte, © Despiazamiento tangencial, Representa del ater neal de Patton y de criteria no lineal de Ladanyi y Archambault para estimar la resistencia de planos de dicontinuidad ‘gases en funcién de ls tensiones norms ac tuantes. Curvas correspondiontes a ensayes de resistencia al corte para diferentes valores de 2, crecentes deste 0 hasta D: a) Desplazamiento’tangencial desplazamiento normal. b) tension de corte-des- Piazamiento tangencial (Goodman, 1989) sera pricticamente cero al no existir friccién efectiva (grafico b). Si aumenta el valor de «, las curvas co- rrespondientes muestran una disminucién de la dil tancia o apertura, y un aumento de la resisten corte. Lo anteriormente expuesto es vélido cuando la di reccisn de desplazamiento por corte es perpendicular a la de las irregularidades de las paredes de la junta, Si es paralela la rugosidad no tendré efecto sobre la resistencia del plano (Figura 3.84), al Criterio de Barton y Choubey Se trata de un criterio empftico, deducido a partir del andlisis del comportamiento de las discontinuidades en ensayos de laboratorio, que permite estimar la re~ sistencia al corte en discontinuidades rugosas. Se ex- presa de la siguiente forma: j tag [pre ten(e) + | — Ty @j, son los esfuerzos tangencial y normal efectivo sobre el plano de discontinuidad. — ¢, 8 el Angulo de rozamiento residual — IRC es el coeficiente de rugosidad de la discon- tinuidad (joint roughness coefficient). — JCS es la resistencia a la compresién de las pa- redes de la discontinuidad (joint wall compres- sion strength), en donde: Segiin la expresién anterior la resistencia de la dis- continuidad depende de tres componentes: una com ponente friccional, ¢%, una componente geométrica dada por el parémetro JRC, y una componente de «as- peridad> controlada por la relacién JCS/o,. Esta «as- peridad> y la componente geométrica representan la rugosidad 7. Su valor es nulo para esfuerzos normales altos, cuando ICS/a, = 1. Los valores mas represen- tativos suclen estar entre 3 y 100. La resistencia fric- ional total viene dada por (@, +), y por lo general no es superior a 50°. A mayor valor de «, menor valor de la resistencia friccional total Con Ia relacién de Barton y Choubey se obtienen Angulos de rozamiento muy altos para tensiones de compresién muy bajas sobre la discontinuidad. Por ello no debe usarse para tensiones «, tales que JCS/a, > 50, debiendo tomarse en estos casos un éngulo de roza- miento constante independiente de la carga, con un valor @, igual a: 6, = 6, + 17 IRC 24 20) Direccion de cote 8 Fuorza tangoncial kN) o8| Diraccin de corte A da 08 12 168 20 24 Carga normal (kN) Direccién de corte A Direccién de corte 8 tnuencia dela rugosidad en la resstoncia de las discontinuidades segin la direccién de corte (Brown et al, 1977; en Brady y Brown, 1985). | ESTIMACION DEL ANGULO DE ROZAMIENTO RESIDUAL, En general la pared de la junta esté alterada y por lo tanto el dngulo de rozamiento residual sera inferior al Angulo de la roca sana @,. Para su evaluacién se api ca la formula: r 4, =, ~ 20) + 20% donde R es el valor del rebote del esclerémetro 0 martillo Schmidt, descrito en el Apartado 6.5 del Ca- pitulo 6, sobre una superficie de material sano y se- co; res el valor del rebote del esclerémetro sobre la superficie de la pared de la junta en estado natural, hiimedo 0 seco; #, es el ngulo de resistencia basico de la roca, y se abtiene de tablas bibliograficas (Cua- dro 3.13). Si las paredes de la discontinuidad estan sanas, 4, = $y. Los valores tipicos de f, en discontinniida- des planas sin meteorizar son del orden de 25° a 37° para rocas sedimentarias, de 29° a 38° en rocas fgneas y de 21° a 30° en rocas metamérficas, ween oerocas 105° | RESISTENCIA DE LA PARED DE LA JUNTA, JCS Si las paredes de la junta no estén alteradas o meteori zadas se toma el valor de la resistencia a compresién simple de la matriz rocosa, ¢,. Si la pared esta altera- da, como ocurre habitualmente, el valor de JCS puede obtenerse a partir de los resultados del esclerémetro sobre Ia pared de Ia junta, mediante la expresi6n: og jy JCS = 0,00088 7,..,° + 1,01 (ICS en MN/m*: jag, en KN/m?) { COEFICIENTE DE RUGOSIDAD DE LA JUNTA, JRC El coeficiente IRC depende de la rugosidad de las pa- redes de la discontinuidad, y varia entre 1 y 20. Se puede obtener a partir de: — Perfiles de rugosidad esténdar a los que corres- ponden unos ciertos valores de JRC (Figu- 1a 3.85). La rugosidad de las paredes de Ta junta To faecal ND ad, 8 ttt 1 erento 5 10 pa sts-20 Figur Perfiles tipo para estimar el coeficiente de rugosi dad JRC (Barton y Choubey, 197), 186 INceNlenia ceovocica se debe clasificar previamente atendiendo tanto a Ja macro escala como a la micro escala (segtin los perfiles de rugosidad de la Figura 4.11 del Capitulo 4). — Ensayo conocido como tilt test (descrito en el Apartado 6.5 del Capitulo 6), Para ello se pue- den emplear bien fragmentos de roca o bien tes- tigos de sondeos. Se determina el dngulo 2 a partir del cual se inicia el movimiento de uno de los fragmentos de roca con respecto a los otros, y se aplica la expresién: 4, _ mes m EFECTO DE LA ESCALA Los parimetros JRC y JCS dependen de Ia escala que se considere, como se representa en la Figura 3.86; el primero es funcién de la magnitud y amplitud de las ondulaciones o irregularidades. Al aumentar la escala el valor de i es menor (al influir las ondulaciones del plano ademis de las rugosidades a pequefia escala), y si se permite la dilatancia de Ia discontinuidad (para bajos esfuerzos normales), el valor de @, decrece; si no tiene lugar la dilatancia, el efecto de la escala es ‘menos importante. Los valores de JRC obtenidos em- piricamente corresponden a juntas de 10 cm de longi- tud. Para analizar el comportamiento de juntas de mayor longitud es necesario corregir los valores para otras escalas. El valor de la resistencia a compresién JCS, y por tanto de la componente JCS/a_,, disminuye al aumentar la escala. Para contrarrestar estos efectos Bandis et al. (1981) han establecido las siguientes re- laciones para obtener los pardimetros en juntas de lon- gitud real Z, (Ly = 10 em): ICS, = ICSE, (Ly) 0 IRC, = IRC (Ly Lg) "60 La resistencia de las juntas a escala real puede ser cestimada entonces por la expresién (Barton, 1990): ‘ICS, c= mca +4 +1 donde i es el éngulo de la ondulacién a gran escala de las discontinuidades. En el Apartado 3.6 se describen otros aspectos del efecto eseala en la estima te de las discontinuidades, Esfuerzo de corte Desplazamionto tangencial Componente de 2 “asperidad” JCSi0, Componente de geométrica JRC ‘Angulo de friccién residual, , Inflencia de a escala sobre tas tres componentes de a expresién de Barton y Choubey (Bandis et al. 1961). Discontinuidades con relleno En el caso de discontinuidades rellenas de material ar- cilloso 0 de otra naturaleza (proveniente de fa altera- cién o de la rotura por cizalla de las paredes, deposi tado por el agua, etc.), la resistencia al corte de los planos estaré condicionada por st tipo y espesor. Si el ‘espesor es importante, generalmente la rotura por cor- te tendré lugar a través del relleno, y la resistencia del plano de discontinuidad sera la del relleno. Si éste es duro y consolidado, la rotura puede producirse a favor del contacto roca-relleno. Las propiedades de los rellenos, como la resistencia al corte, deformabilidad y permeabilidad, pueden ser muy variables, y controlan el comportamiento de la discontinuidad. Al contrario que las discontinuidades limpias, los rellenos presentan cohesién (a no ser que el relleno sea una milonita o una brecha sin cemen- tar). Un aspecto definitivo es el tipo de relleno, que, en términos generales, puede ser: — Arcilloso. — Brechas © fragmentos angulares rocosos con mayor 0 menor proporcién de matriz arcillosa. — Materiales cristalizados (calcita, yeso, etc.) Dependiendo del espesor del relleno, la rugosidad de los planos, pardmetto definitivo en la resistencia al eorte de discontinnidades limpias, puede tener una in- fluencia nula en la resistencia al corte En el Cuadro 3.18 se incluyen valores de los par- metros resistentes cohesivos y friccionales para dis- continuidades con rellenos. Ensayo de laboratorio de resistencia al corte El ensayo determina la resistencia al corte de pico y residual en discontinuidades en funcién de los esfuer- zos normales aplicados sobre el plano, y consiste en aplicar esfuerzos tangenciales a una muestra de roca que contiene la discontinuidad a ensayar hasta provo- car el desplazamiento relativo entre las dos partes. La carga normal aplicada, ¢,, permanece constante & Io largo del ensayo. A partir de los datos de esfuerzo y desplazamientos producidos se obtienen los parame tros resistentes c y @ de la discontinuidad, tanto los valores de pico como los residuales. '§ PROCEDIMIENTO El aparato consiste en una caja de corte desmontable en dos mitades en donde se introducen las dos partes de la muestra tallada o probeta conteniendo el plano de discontinuidad, haciéndolo coincidir con la unin de las dos mitades de la caja. Las muestras se fijan a cada parte de la caja con mortero o resina. La superfi- cie a ensayar debe estar colocada paralela a la direc- cidn de aplicacién de la fuerza de cizalla, preferible- mente seré cuadrada y con un drea minima de 2.500 mm, Las partes superior e inferior de la caja deben es- tar suficientemente separadas para permitir la contrac- cién vertical de la discontinuidad al ser cargada nor- malmente, EI plano de discontinuidad debe tener la mfnima al- teracién posible, manteniendo las condiciones natura- les que presenta en el macizo rocoso (humedad, rugo~ ‘dad, ete.), La altura de cada una de las dos partes de wecnenoerots (187! Parametros resistentes de discontinuidades con rellenos OT ee Resistencia de pico Resistencia residal sce Deere, Cohesion | Angulo de | Coestin | Angulo de (kg/em*) friccién (*) tkglem’) friccién (°) Basato | Brecha acillosa con fragmentos 0080s. 24 2 Caliza | Relleno arilloso de 6 mm. 0 1B Md. de 1 a2em. 1 1344 1. 0,2L, siendo L la longitud del lado de la muestra. Una vez introducida la muestra en la caja de corte, se aplican esfuerzos normales, perpendiculares a la superficie de discontinuidad, hasta el valor deseado: se aplica entonces una fuerza tangencial, hidréulica 0 mecénicamente, sobre los laterales de Ta caja de corte hasta conseguir el desplazamiento por corte a lo largo del plano. El ensayo se complica en caso de que Ia disconti- nuidad aparezca rellena de material blando y con agua, en cuyo caso debe conseguirse la consolidaciGn del relleno y la disipacién de la presién de agua antes de proceder al ensayo de corte (ISRM, 1981). 1m INTERPRETACION El valor de los esfuerzos normal y tangencial de pico se obtiene dividiendo las fuerzas aplicadas por la sec- cién de la probeta que permanece en contacto: ‘Ai Prez /A Durante el ensayo se miden los valores del esfuerzo de cizalla y de los desplazamientos tangenciales y normales (en discontinuidades rugosas se darn des- 188 INGENIERIA cEOLOGICA plazamientos perpendiculares al plano al tenerse que superar las irregularidades para que haya desplaza- miento tangencial), que permiten dibujar las curvas r-desplazamiento tangencial y t-desplazamiento nor- ‘mal correspondientes. De estas curvas se obtienen los valores de Tyisy ¥ Thigutr QUE SE representan en un dia- grama t-¢, Sobre el que se leen directamente los valo- res de @y c correspondientes a la resistencia de corte ya la resistencia residual (Recuadro 3.9) La eélula de Hoek es un aparato de corte portatil para la realizacién de ensayos en campo o en labora- torio, con el mismo procedimiento descrito anterior- mente (Figuras 3.87 y 3.88). Permite realizar ensayos rapidos en testigos de sondeos que contengan una dis- continuidad. |W INFLUENCIA DE LA ESCALA La escala del ensayo, es decir, el tamaito de la mues- tra ensayada, influye en los resultados obtenidos, lo que se denomina efecto escala. La resistencia al corte de las discontinuidades depende principalmente de la tugosidad y ondulacion de Tos planos y, por tanto, del rea ensayada, En el laboratorio s6lo se ensaya una pequeria porcién de la junta, mientras que los ensayos PST lcm) CAlculo de los parametros resistentes cy ¢ de las discontinuidades A partir de las curvas t-desplazamiento tangencial obte- nidas en cada ensayo, se miden los valores del esfuerzo de cizalla tyes ¥ Tmsau- Estos valores se representan en. un grafico 1-4, para los valores de ¢, correspondientes a los diferentes’ ensayos realizados, y las Iineas ob- tenidas del ajuste proporcionan los valores de cohesiéa y friccidn representativos de la resistencia al corte de pico y residual de la discontinuidad ensayada. Los puntos de la ‘grifica deben ajustarse a una recta, al basarse el procedi- miento en el criterio lineal de rotura de Mohr-Coulomb. En caso de discontinuidades rugosas, la relacién entre ty g,, sera bilineal, como se representa en la Figura 3.81b. in situ pueden considerar la rugosidad a mayor escala (Figura 3.89). El efecto escala sobre la resistencia al corte es mayor cuanto mayor es Ta rugosidad, y dismi- nuye al aumentar la escala de ensayo. Lo anterior es plicable si los esfuerzos normales son bajos y se per- mite la abertura 0 dilatancia de la discontinuidad du- ante el ensayo; si no se permite, la influencia de la escala es menor. La resistencia al corte de pico dismi- nuye con el aumento del area ensayada, Para juntas rellenas con material arcilloso, el efecto escala puede ser nulo. Como resumen de lo anterior puede establecerse que al considerar una mayor eseala de ensayo el én- gulo i de las rugosidades es menor y, por tanto, dismi- nuye el valor de g, y de la resistencia al corte, En el Apartado 3.6 se describe también el efecto escala en las discontinuidades. Permeabilidad y presion de agua La permeabilidad de una discontinuidad depende de su abertura y tipo de relleno. La abertura esta condi- cionada por el estado de esfuerzos del macizo; por tanto, la permeabilidad es también funcién de los es- futerzos in situ. Si se considera una discontinuidad plana y limpia, el valor de k viene dado por: k=arg/l2n 6 k=a2y,/12 aceleracién de la gravedad. ‘a = abertura de las discontinuidades. Ye = Peso especitico del agua. 2 MECANICA DE ROcAS = 189) Iqualador de carga Gato de carga normal Mortero 0 resina _- Comparador superior Superficie de corte Gato de carga horizontal Caja inferior Se s Diferentesescalas on la determinacin dela resis EIGE) cetvis de Hoek para determinar la resstoncia al tencla al corte (SAM 1981) En na dscontinidad corte de escontinuidades (Hoek y Bray, 1961), ondulada a escala decmétnca y rugosa a scala rilimétrica, ls ensays do laboratoro slo pueden Considerar la segunda condi, 1 = coeficiente de viscosidad cinems (0.0101 cm?s~" a 20°) i= coeficiente de viscosidad dinémica del agua ica del agua Si la discontinuidad es rugosa, la abertura «hidriiu- lica» (a) seré menor que la «teal o mecénica» (a), y ambas se relacionan (segtin Lee et al, 1996 hal y Gupta, 1999) 4, = @ ROS siendo JRC el coeficiente de rugosidad de ta junta (segtin se ha descrito anteriormente en este apar- tado) Si se considera una familia de discominuidades, la permeabilidad depende también del espaciado entre los planos. El coeficiente de permeabilidad 0 condue- tividad hidrdulica de un sistema de discontinuidades planas y limpias, con espaciado b, puede estimarse a partir de las expresiones empiricas: k= @g/l2yb 6 ky = ay, /2ub La telacién entre el coeficiente de permeabilidad, ta abertura de las juntas y su espaciado se presenta en Ja Figura 3.90. La presencia de agua en las discontinuidades dismi- Células de Hoek (fotos M. Ferrer nuye su resistencia al corte: la presién ejercida por el 190 _INGENIERIA ceoLOcica agua se opone directamente a la componente no esfuerzo sobre la junta, disminuyendo el esf sctivo (Figura 3.91). A partir del criterio de Mohr-Coulomb la presiGn de agua u necesaria para producir el de zamiento tangencial de una discontinuidad es © en funcién de los esfuerzos principales: w= a, + (6, ~ 49( cos’ cos) ud) ta siendo 0 el éngulo que forma la normal al plan discontinuidad con el esfuerzo principal mayor y de Ia discontinuidad, El valor serd el minimo de los valores calculados con Ia fel espaciado en el coeficiente de permeabilidad para una familia de discontinuidades planas parale las (Hoek y Bray, 1983). y=, ndo sobre las paredes de la discontinuldad. b) Representacién de las tensio- ulo de Mohr. ctivas en el Resistencia y deformabilidad de macizos rocosos Resistencia La resistencia de los macizos rocosos es funcién de la resistencia de la matriz rocosa y de las discontinuida- des, siendo ambas extremadamente variables, y de las condiciones geoambientales las que se encuentra so- metido el macizo, como las tensiones naturales y las condiciones hidrogeol6gicas. La presencia de zonas tectonizadas, alteradas o de diferente composicién li- tolégica, implica zonas de debilidad y anisotropfa con diferentes comportamientos y caracteristicas resisten- tes, Estas cireunstancias determinan una gran comple- jidad en la evaluacién de la resistencia de los macizos rocosos. La resistencia puede evaluarse en términos del ma- ximo esfuerzo que puede soportar para unas determi- nadas condiciones y en términos de sus propiedades resistentes, ¢ y @, pardmetros que habitualmente se ecesitan para los célculos de los proyectos de las obras de ingenieria, Segtin el grado de fracturacién del macizo, su com- portamiento y propiedades resistentes quedarsn defi- nidas por: — La resistencia de la matriz. rocosa (isétropa 0 anistropa). — La resistencia al corte de una familia de discon- tinuidades. — La resistencia al corte de 2 6 3 familias de dis- continuidades (siempre que sean representativas en el macizo). — La resistencia global de un sistema de bloques rocosos con comportamiento isétropo, La Figura 3.92 representa la transici6n entre las di- ferentes situaciones deseritas. En excavaciones super- ficiales y subterrineas, tanto los trabajos de excava- cién del macizo como los problemas de estabilidad y comportamiento mecdnico estén directamente relacio- nados con la resistencia del material y con la presen~ de discontinuidades, La determinacién de la resis- tencia de la matriz rocosa © de una discontinuidad puede realizarse con ensayos de laboratorio o in situ. Las dimensiones y condiciones naturales del macizo rocoso no se pueden reproducir en laboratorio, y st resistencia debe estimarse por métodos indirectos. Una vez establecidos los elementos que controlan la resistencia del macizo (una familia 0 mas de dis- Una iscontinuidad Dos 25 (buena-media cali- dad) = exp = 5 05 — Para macizos con GSI < 25 (mala-muy mala calidad): Gst s=0 4 om 65 — El valor de GSI = 25 es arbitrario, Para GSI > 25 (macizos de media a muy buena calidad) este fndice puede obtenerse a partir del RMR (Apartado 3.8), me- diante la correlacién siguiente, en cuyo caso debe 9 tmceros asignarse un valor de 15 para las condiciones de agua del macizo y un valor de 0 al parémetro de ajuste para la orientacién de las discontinuidades: GSI = RMR yw, — En la aplicacién del criterio de Hoek y Brown y en la interpretacién de los valores de resistencia obteni- dos debe tenerse en cuenta: — El criterio es vilido Gnicamente para macizos rocosos con comportamiento isétropo. — El indice GSI se basa en estimaciones cualitati- vvas, y en modelos simples que rara vez coinci- den con las condiciones reales. — Los resultados deben ser cotejados con otros métodos y, siempre que sea posible, con datos de campo y andlisis a posteriori (back analysis) 1 OBTENCION DE LOS PARAMETROS RESISTENTES Det maciz0 €¥ La determinacién de los valores de cohesién y fri cidn del macizo rocoso a partir de las expresiones del ctiterio de Hoek y Brown no es inmediata: la princi- pal dificultad estriba en que, al ser un criterio no Ti- neal, los valores de ambos parimetros no son constan- tes, sino que son funcién del valor del esfuerzo ¢,. Los autores proponen un método para Ia evaluacién de ey gs mediante la aplicacién de las ecuaciones del criterio y la simulacién de pares de valores. 0-25, ‘CARACTERIZAGION DEL MAGIZ0 ROGOSO g PARA ESTIMAR SU RESISTENCIA g Be 5 2 Baséndose on ol aspecto de la roca elgirla , | 2 e ae | ¢@ categoria que mejor descriva las condiciones del E S 5 g£ 3 macizo previo ala excavacion. Tenor ancuenta que | 2 £ z Bs i las volacuras pueden crear una impresionfalsa 2 5 : 3 3 3 sobre la calidad de! macizo rocoso, en cuyo caso % s. | § 38 2 sera nacesario realizar algin tipo de ajuste por g 8 as | 3 ze z datos debios a voladuras la observacion Ge S| 2 | 28) = ge | tesigos de sondeosy de rentescevocaenznes S| @2 | §2| g | 88 |eRe afectadas y no afectadas por voladuras puede serde G | =3 Be 8s Se | 223 ayuda. Parala defnicin del grado detracuracen §=S | g& | _€8 | 2 | SB |wee {blockiness) debe considorarse a elacién entra ol © & | Hh 8 |@es jes, |€38 8 Bs tamafio del bloque y la cimensién dal frente de 22 | ses |ce8 |wee 8 excavad6n. =B |e88 |S3E guie sae 52 | G8. |G8s |see Bs ESTRUCTURA 20 |ao8 |2as |2588| 208 BLOQUES REGULARES (BR) Macizo rocoso sin alterar. Bloques en conlacto de forma eubica formados por | BRMB | BRB | BRM | BRIP | BRIMP {ros familas de discontinuidades cortagonaies, sin relleno, BLOQUES IRREGULARES (8!) Macizo rocoso parcialmente aterado. Blogues en contacto deforma angular =| pimp | Bue | sim | pup | BMP formades por cuatro o mas familias de discontinuldades con rellenos con baja Droporcion de fnos, BLOQUES Y CAPAS (8C) Mavizo alterado, plogado y fracturado ‘con milipios eiseontinuidades que some | sce | scm | scp | ecmP forman blogues angulosos y con baja proporsion de fino FRACTURACION INTENSA (F!) Macizo rocoso muy fracturado formado | ume | Fup | rum | Fup | FUMP por blogs angulecoa y vodondoadoa, an ao contenido de fines Brown, 1997) YJ caracterizacion de macizos rocosos en base a su grado de fracturacién y estado de las juntas (Hoek y partir de los que se pueden construir las curvas 4-05 y at de la Figura 3.93. La ecuacién lineal del crite- rio de Moth-Coulomb es entonces ajustada a la curva de Hoek y Brown, para un valor determinado ¢,, lo que permite calcular los valores de c y @ correspon- dientes a ese nivel de ¢,, El procedimiento en detalle se describe en Hock y Brown (1997). En el Recuadro 3.10 se presenta un método alterna- tivo de estimar el valor de la cohesién y friccién del macizo rocoso. Criterio de Mohr-Coulomb La ventaja del criterio de Mohr-Coulomb es su sim- idad. Sin embargo presenta los inconvenientes ya descritos para el caso de Ia matriz rocosa (Aparta- do 3.4), sobre todo los relacionados con el comporta- miento tensién-deformacién no lineal de los macizos rocosos, por lo que no es un criterio adecuado para la estimacién de su resistencia, No obstante, en determi- nados casos el criterio puede ser empleado para maci- 70s rocosos resistentes en los que la rotura se produz- a favor de superficies de discontinuidad, teniendo en cuenta que deben adoptarse valores para la cohe~ sin y para el éngulo de rozamiento representativos del macizo rocoso. Beniawski (1979) propone unos valores orientativos para ambos parémetros, en fun- cidn de la calidad del macizo rocoso dada por el in- dice RMR (que se define en al Apartado 3.8) (Cua- dro 3.20). INDICE GEOLOGICO DE RESISTENCIA GSI (geological strength index) ‘A partir de la clasificacion obtenida en la Figura 3.94 seleccionar el cuadro correspondiente ‘en este abaco y obtener el valor medio del indice csi. CONDICION DEL FRENTE ESTRUCTURA Superficies muy rugosas sin alterar MUY BUENA (MB) leradas, ‘alteradas con endo ‘Superticies de cizalla muy alleradas con rellenos arcilosos Superficies suaves moderadamente alteradas BUENA (8) ‘Superficies rugosas ligaramente. con patinas de oxidacion MEDIA (M) ‘Superficies de cizalia muy rellenos compactos cont fragmentos rocosos MUY POBRE (MP) POBRE (P) BLOQUES REGULARES (BR) ‘Macizo rocoso sin alterar. Bloques en Contacto de forma cubica formados por tres familias de discontinuidades cortogonales, sin relleno. BLOQUES IRREGULARES (6!) Macizo rocoso parcialmente alterado. Bloques en contacto de forma angular formados por cuatro o mas familias de 100 _ 0.00127 é $$ = 0.00205 m En el grifico adjunto, elaborado mediante una hoja de céleulo dando valores a , se deduce, aproximadamente, que para , = 0,5 MPa se ob- tiene: c= 0,25 MPa y $= 45°, valores que se pue- den aplicar s6lo en el rango de tensiones normales proximo a 0,5 MPa. 18 2 25 3 on (MPa) Grfico para la obtenci6n del valor aproximado de la cohesiGn y del éngulo de rozamiento equivalente del macizo rocoso a pat del criterio de Hoek y Brown. 198 _INGENIERIA GEOLOGICA Valores aproximados para cy ¢ del macizo rocoso segtin su calidad rH 2. Clase de roca 1 i m Vv v ) 3 we > | oo | ao | ao | 45* | a5e4sx | assay | isae | 50-55 (Figura 3.100): E = 2RMR ~ 100 Serafim y Pereira (1983) dedujeron una expre- sién en funcién del valor del RMR, vélida para el rango RMR < 50, y particularmente para va- lores de E entre 1 y 10 GPa. Para macizos roco- sos de calidad baja-muy baja se obtienen valo- res demasiado altos: r= ® Las expresiones anteriores no tienen en cuen- ta datos de laboratorio y son independientes de las propiedades deformacionales de 1a matriz rocosa Debido a la variabilidad de la deformabilidad en los macizos rocosos, es recomendable consi- derar un intervalo de variacién en funcién de un valor maximo y minimo con respecto al va- lor de E determinado in situ: Ey = 0.4 Ey Eno = 16 Ee Hoek et al., 1995 (en Hoek y Brown, 1997) proponen una modificacién de la expresién de 9 cinerea CTU eee CT rey Factor de reduccién E/E, y relaciones con otros parametros (ESB. EE, IE, y ROD. E/E, y velocidad de ondas sismicas B= E25 Comelacién aceptable para macizos rocosos | E/E, y (V,/V,): (Heuze, 1980). de buena calidad restlindos no representativos: mala (Coon y Merritt, 1970). correlacién para macizos rocosos de buena E= 02046 6, segtin la calidad calidad (Coon y Merritt, 1970), de la roca JE, y E son funcién de: (Bieniawski, 1984), ROD, arietasin y expan de las Exe cme ee coin a (ees discontinuidades (Priest y Hudson, met (= espaciado medio de Be Comelacion entre Fy la frecuencia f de las discontinuidades) — Propiedades de las discontinuidades y su | ondas S: F = 0,054j—9.2 (Kulhawy y Goodman, 1980), rigidez. (Schneider, 1967; Bieniawski, 1984). E, > E en rocas fracturadas E= Médulo de deformacién in sie del macizo 0c0so. E, = Médiulo de deformacién de la matriz rocosa medido en laboratorio, E,,= Médulo de deformacién dinémico del macizo racoso. hidroldgicas. Vi.V, = Indice de velocidad reatva (relacién entre Ia velocidad de las ondas longituinales medida en campo y en laboratoro) ¥, varia con el tipo de roca, grado de meteorzacin, intensidad de fracturacién, estado de esfueroos in stu y condiciones Criterios empiricos para la estimacion del médulo de deformacion en macizos rocosos — Para macizos rocosos de calidad baja-muy baja se obtienen valores demasiado altos Criterio Aplicacion. E=2RMR — 100 (GPa)_| — Macizos rocosos de buena calidad, RMR > 50-55. — No tienen en cuenta los (Bieniaviski, 1978). —No vilido para macizos de baja calidad. datos de laboratorio. E= 10™"2(GPay — Macizos rocosos de calidad media-baja, 10 < RMR < 50. | — Eno es funcin del valor de (Gerafim y Pereira, 1983). | — Especialmente vélido para valores 1 < E < 10 GPa, o.,3i de E, £~ JG, 1010 | — Indicado para macizos rocosos débileso blandos, con calidad (,,en MPa; E en GPa) baja-muy baja y matriz rocosa con @, < 100 MPa (oek, 1995). — Eees funci6n del valor de @, E = Mésulo de deformacién empirica del macizo rocoso, “Mésdulo de deformscigin de Isboratori de I matt cosa Indie goologico de resistencia (geological strength inde). Resistencia a compresi simple de Ia roca intact — Correlaciones no suficientemente contrastadas hasta la actuaidad. — Los eriterios aportan valores poco precisos, con cardeter orientativo, — Por lo general sobrevaloran el valor del médulo de deformacién del macizo rocoso. — No consideran el cardcter anisétropo que puede presentar el médulo de deformacién in situ, — Se recomienda tomar un rango de valores para el macizo rovuso wulue OE y 1,68. INGENIERIA GEOLOGICA Modulo de doformacién in situ, E (GPa) indice RMR, + Bieniawski, 1978 O Serafin y Pereira, 1983, 70 60 9 100 Correlacién entre el médulo de deformacion in situ y el indice RMR (Bieniawski, 1984). Serafim y Pereira en base a observaciones y back-analysis del comportamiento de excava- ciones subterrneas en macizos de mala cali- dad, donde se ha observado la no validez. de la expresi6n citada al obtenerse valores de E supe riores al valor de 1a roca intacta en laboratorio, E,,,. Esta nueva expresién considera el valor de la resistencia a compresi6n simple de ta matriz, rocosa y sustituye el parimetro RMR por el GSI, indice que se obtiene a partir de las carac- terfsticas del macizo rocoso: - eee) 100 donde g,, esté en MPa y Een GPa. Su aplicaci6n esté indicada para macizos rocosos débiles o blandos, con calidad baja, en los que la matriz rocosa presenta tna resisten- cia a compresi6n simple inferior a 100 MPa. En. macizos rocosos blandos las propiedades de la matriz rocosa influyen decisivamente en el pro- eso deformacional del macizo, hecho que con- sidera la expresin anterior. En la Figura 3.101 se muestra la relacién entre los parémetros in- cluidos en la ecuaci6n anterior. E (GPa) 10 20 30 40 50 csi 60 70 80 90 100 FTTEERIIY Retacisn entre et indice GsI, el médulo de defor- ‘macion del macizo y la resistencia a compresién simple de la matriz rocosa (Hoek y Brown, 1997). Los puntos corresponden a médulos in situ obte- nidos por Serafim y Pereira (1983) y Bieniawski (1978). | Permeabilidad y presion de agua Con respecto al comportamiento hidrogeol6gico del macizo rocoso, los pardmetros més importantes a te- ner en cuenta son la permeabilidad y la presin inters- ticial. Excepto en el caso de matriz rocosa permeable, el agua circula a favor de las discontinuidades, hue- cos, etc., ¥ las presiones ejercidas pueden variar con cierta velocidad por la facitidad de circulacién del ‘agua en las juntas. La permeabilidad del macizo rocoso con matriz, rocosa de baja permeabilidad esté controlada por la intensidad de fracturacién, la interconexi6n de las dis- comtinuidades y la permeabilidad de las mismas. Su determinacién es compleja por la gran variabilidad que presenta, incluso en zonas préximas dentro del mismo macizo rocoso. La presencia de varias familias de juntas, de discontinuidades singulares como las fa- las, las zonas meteorizadas, alteradas, tectonizadas, ete., suponen zonas de anisotropfa en la permeabili- dad del macizo. La permeabilidad de los macizos se evalia in situ mediante ensayos de permeabilidad (descritos en el Apartado 6.5 del Capitulo 6), siendo el ensayo Lu- geon el més caracteristico. En el Cuadro 6.10 del Ca- pitulo 6 se presenta una clasificacién de los macizos rocosos en funcién de los resultados obtenidos en este ensayo. Existe una serie de expresiones empfricas que per miten estimar la permeabilidad de macizos rocosos fracturados en casos simples. La permeabilidad de un sistema de discontinuidades depende de su abertura, relleno y espaciado (Figura 3.90). Como se indies en el Apartado 3.5 el coeficiente de permeabilidad de una familia de discontinuidades planas y limpias, su- poniendo un flujo laminar, puede estimarse a partir de Ja expresin empirica: ga°/12nb donde g es la aceleracién de la gravedad, a es la aber- tura de las discontinuidades, 7 es el coeticiente de vis- cosidad cinemética (0,0101 cm*/s para agua pura a 20°C) y bes el espaciado entre las discontinuidades. El valor de & representa el méximo que puede pre- sentar un macizo rocoso con matriz de baja permeabi- lidad afectado por una familia de juntas (la permeabi- Hidad de la matriz rocosa se desprecia al ser muy pequefia en comparacién con la de los planos abiertos). Si las discontinuidades aparecen rellenas, el coefi- ciente de permeabilidad sera menor, y la permeabili- dad de la matriz rocosa puede tener influencia en Ia permeabilidad global del macizo; en este caso la per- meabilidad del macizo viene dada por: k= (a/b )k, +k, siendo k, el coeficiente de permeabilidad del material de relleno y k, el de la matriz rocosa En caso de matriz rocosa permeable, el valor de k INGENIERIA GEOLOGICA puede obtenerse en ensayos de laboratorio 0 de tablas bibliograficas (Cuadro 3.3). ‘Suponiendo un macizo rocoso con tres familias de discontinuidades ortogonales, con igual espaciado y abertura, la permeabilidad viene dada por: A= (2a3),/12pb) + k; donde ,, es el peso especffico del agua y 1 es el coe- ficiente de viscosidad dindmica del agua (0,01005 g stom? a 20°. EI modelo de flujo y drenaje de un macizo rocoso fracturado esté condicionado por la orientacién de las diferentes familias y por sus permeabilidades, Un ma- cizo rocoso con dos o mas familias de discontinuida- des presenta permeabilidad anisdtropa: por lo general, a efectos pricticos, se suele tomar el mayor valor de k de los correspondientes a cada familia La presién de agua en el interior del macizo roco- so es independiente de la permeabilidad, pero depen- de del modelo de flujo. La anisotropia en la distribu- cién de la permeabitidad es de gran importancia para evaluar las presiones de agua Siempre que exista agua en el interior del macizo rocoso, en la matriz.rocosa 0 en las discontinuidad. la evaluacién de la resistencia debe realizarse en t minos de tensiones efectivas, restando la presién de agua al esfuerzo total normal actuante. No obstante deben considerarse los siguientes aspectos: — En la prictica, el principio de la tensién efecti- va no se aplica a la matriz. rocosa impermeable © de elevada resistencia. — En macizos rocosos fracturados y con matriz rocosa impermeable o de elevada resistencia, la presi6n intersticial actiia sobre las discontinui- dades, zonas de alteracién 0 zonas de debilidad. — En macizos rocosos intensamente fracturados, ain con matriz rocosa impermeable, el agua juega un papel importante en la reducci6n de la resistencia, al asimilarse su comportamiento a un medio is6tropo granular. — El papel de la presiGn de agua también debe ser considerado en macizos rocosos altamente me- teorizados o formados por matriz rocosa blan- da; no obstante, en estos casos, la resistencia puede llegar a ser tan baja que el papel de la presidn de agua en su evaluacién puede ser se- cundario. La medida de presiones se realiza por métodos di- rectos como los piezémetros (descritos en el Apartado 6.6 del Capitulo 6) 0 indirectos, a partir de la red de flujo del macizo rocoso o a partir de 1a medida del vel fredtico. En el Apartado 2.3 del Capftulo 2 se de: cribe el proceso para la construccién de la red y la estimacién de las presiones intersticiales; en el Re- cuadro 9.1 det Capftulo 9 se muestra un ejemplo de red de flujo para un talud, Si no se dispone de datos para el dibujo de la red de flujo, la presién puede esti- marse asimilindola al peso de la columna de agua so- bre el punto de interés (en caso de acuifero libre): u= yh El interés de evaluar la presién de agua estriba prin- cipalmente en su aplicaci6n al célculo de los esfuerzos que actiian sobre Ios macizos rocosos. El incremento de la presign de agua puede dar lugar por si mismo a la rotura a favor de un plano de discontinuidad. Efecto escala La determinacién de las propiedades de la matriz roco- sa, de las discontinuidades y del macizo rocoso siem- pre lleva consigo un cierto grado de incertidumbre de- bido a la variabilidad de las mismas. Las propiedades fisicas de las rocas dependen generalmente de los pun- tos ensayados (heterogeneidad), de la direccién consi- derada para su determinacién (anisotropia), y del volu- men involucrado en el ensayo (efecto escala). El efecto escala es la consecuencia més importante del caricter heterogéneo y discontinuo de los macizos rocosos, La extrapolacién de los resultados de los en- sayos a la escala de macizo sélo puede considerarse valida si el volumen de la muestra ensayada es repre- sentativo del conjunto. En la Figura 3.102 se repre- senta el efecto escala en los macizos rocosos, ilust do la variacién de las muestras con el aumento de su tamaiio, involucrando sucesivamente a la matriz roco- sa, a la matriz y una tinica discontinuidad, varias fa- milias de discontinuidades y al macizo rocoso en su conjunto. Muestras procedentes del mismo macizo ro- Representacin del efecto escla (Cunha, 1990). ‘coso, sometidas a cargas bajo las mismas condiciones, presentan propiedades variables en funcién del tama- fio. A nivel de ensayo de laboratorio, el efecto escala se evidencia cuando al ensayar muestras del mismo macizo y de diferente tamafio se obtienen resultados variables y dispersos (Figura 3.103). Segtin la ISRM existe efecto escala cuando conjuntos de muestras del ‘mismo universo con diferentes tamafios muestran dis- tribuciones estadfsticas con diferentes pardmetros pa- ra una misma propiedad. Sobre la base de datos experimentales, se ha obser- vado que a partir de un determinado volumen de la muestra los resultados de los ensayos son indepen dientes del tamafio. Este volumen, el mas pequenio, considerado representativo del comportamiento del macizo rocoso para una determinada propiedad, es el VER Valor constante Propiedad medida Propiedad Volumen de roca ensayado Tamafo ‘medidos disminuye al aumentar el tamafio. EE] 2s propiedades de las rocas varian segtin el volumen considerado. Por lo general, la dispersién de los valores | Hamado «volumen elemental representativo» (Figu- ra 3.103). El VER puede variar significativamente se- ‘tin la propiedad considerada, y de un macizo rocoso ‘a otro, Para algunas propiedades como la deformabili dad este volumen puede ser muy grande, més all del que razonablemente se puede ensayar en laboratorio. En general, no es posible establecer este volumen, y si se consigue casi siempre es demasiado grande para llevar a cabo los ensayos. EI VER suele ser mayor que los voltimenes de roca que se ensayan habitualmente. En la mayoria de los casos s6lo es posible hacer unos pocos ensayos a gran escala para la caracterizacién del macizo rocoso, y a veces ninguno. Por lo general hay que extrapolar al macizo los resultados obtenidos con ensayos a peque- fia escala, de laboratorio o in situ. También, en lo re- ferente a la aplicacién de los diferentes criterios de rotura empfricos, debe considerarse el efecto escala, sobre todo en aquellos obtenidos principalmente a partir de ensayos de laboratorio, Los datos experimentales muestran que para mu- chas de las propiedades del macizo rocoso, entre ellas Ja deformabilidad y la resistencia, el aumento del ta- majo de la muestra disminuye la dispersién de los re- sultados de los ensayos, aunque el valor medio en ciertos casos no varie, Asf pues, cuanto menor sea el tamafio de las muestras, serdn necesarios ms ensayos para obtener la misma fiabilidad en el valor medio es timado, Debido a su complejidad, el efecto escala no esta suficientemente estudiado, pero cabe esperar que los factores de seguridad utilizados hasta ahora en las dis- tintas aplicaciones de la ingenierfa geolégica irén ndo reemplazados gradualmente por un conoci ‘miento cualitativo y cuantitativo acerca de la influen- cia ejercida por el tamaiio de muestra sobre los resul- tados de Ios ensayos. El establecimiento de esta relaci6n permitiré una seleccién de los parémetros geotécnicos de disefio con mayor base cientifica (Cunha, 1990). El efecto escala afecta a la medida de propiedades ‘como la resistencia, deformabilidad, permeabilidad y estado de esfuerzos natural de los macizos rocoso asf como a la medida de la resistencia y deformabili dad de la matriz rocosa y de las discontinuidades. ‘m= MATRIZ ROCOSA En la matriz rocosa, el efecto escala se dehe a la het rogeneidad y variabilidad mineralégica y estructural. La resistencia a la compresién decrece al aumentar el tamafio de las muestras, como se refleja en los ejem- plos de las Figuras 3.104 y 3.105. Hoek y Brown, (1980) y Barton (1990) proponen la siguiente relacién INGENIERIA GEOLOGICA 208 8 3 r | Tor vee ce ier 50+ slots (1996) Resistencia a compresin simple (MPa) Diorta of Prato al (1972) 7b st artsn sp Bioniansh (1967) 2 1 1 0 05 40 15 20 25 30 Longitud de la muestra (m) ERIE] Veriacion de a resistencia con el tamano de la muestra para varios tipos de roca (Bieniawski, 1984), ‘SO mm 10 Resistencia a compresién de la muestra Rasisiencia a compresion de muestra con 0 60 100180200 Didmetro de la muestra (mm) 250 Variacién de la resistencia a compresion simple con el tamafio de la muestra para diferentes ti- pos de rocas. Los valores de resistencia se han Teferido a una muestra de SO mm de diametro para eliminar las influencias en las variaciones de las caractensticas del ensayo (Hoek y Brown, 1980) entre la resistencia a compresién simple de una mues- tra de didmetro d y la correspondiente a una muestra de diémetro de 50 mm, vélida para valores de d entre 10 y 200 mm: = onl 2) o~6.9(% donde A vale 0,18 6 2 segdn cada autor. Con respecto a la deformabilidad, el médulo de deformacién medio es independiente del tamaiio, pero las desviaciones en los resultados disminuyen con el aumento del volumen de las muestra. @ DisconTiNUIDADES El efecto escala referido al comportamiento mecénico de las discontinuidades ha sido expuesto en parte en cl Apartado 3.5. Depende principalmente de la rugosi- dad de los planos y del drea considerada en el ensayo, En los ensayos de laboratorio slo esté representada Ia rugosidad a pequefia escala, mientras que en los en sayos in situ se puede considerar la ondulacién 0 ru- gosidad a mayor escala, Esta variaciGn del drea es la principal responsable del efecto escala en la estima- ci6n de la resistencia al corte de planos rugosos, al in- fluir, entre otros aspectos, en la concentracién de es- fuerzo efectivo en los contactos de las paredes de las juntas durante ta cizalla. A pesar de existir en la bi- bliografia opiniones contrapuestas, Bandis et al. (1983) y Cunha (1990) establecen las siguientes con- clusiones con respecto a la influencia de la escala en la evaluacién del comportamiento mecénico de dis- continuidades rugosas, Al aumentar el tamafio del Grea ensayada: — La resistencia al corte, x, disminuye. — La curva esfuerzo-desplazamiento tangencial varia de frégil a dictil, — El desplazamiento tangencial de pico aumenta. — La rigidez referida a los desplazamientos tan- genciales, k,, disminuye. — La dispersién de los valores de t yk, dismi- nuye. La Figura 3.106 representa estos efectos, donde se pone claramente de manifiesto la disminucién de la resistencia al aumentar el drea de ensayo y Ia varia~ cién de la forma de las curvas, El efecto escala sobre la resistencia al corte es mayor cuanto mayor es la rugosidad, y disminuye al aumentar la escala de ensayo. Si los esfuerzos norma- les sobre la discontinuidad son elevados, no teniendo lugar dilatancia durante el proceso de corte, la fluencia de la escala puede Hegar a ser nula. La Figu- ra 3.107 representa la influeneia del esfucrzo normal cefectivo sobre la resistencia al corte de discontinuida- des en ensayos de laboratorio e in situ en diferentes 5 Fuerza tangencial 8 400 200 8m Desplazamvento tangencial Infuecia dl tamafo dels musstras en el com- pportamiento esfuerzo-deformacional de las dis- ccontinuidades (Bandis, 1980; en Cunha, 1990). tamafios de muestras. Para ensayos de laboratorio con bajos esfuerzos normales, el tamaiio de las muestras influye definitivamente, obteniéndose una elevada dispersién en los resultados, mientras que ésta es con- siderablemente menor para los ensayos in situ sobre reas mayores; para altas tensiones normales, la dis- persién de los datos de laboratorio e in situ no es tan significativa, debido a que se anulan los efectos de la rugosidad en la resistencia al corte de las juntas. En todos los casos, la dispersién de los valores det, y por tanto de &,, aumenta al incrementarse el valor del esfuerzo normal sobre las discontinuidades. ‘m mactzo Rocoso Conforme se considera un mayor volumen de macizo rocoso, s¢ permite a las discontinuidades jugar un pa- pel mas importante en su resistencia y deformabi dad, aspecto reflejado en la Figura 3.102. El VER del macizo serd funcién del espaciado de las juntas, con dimensiones varias veces superiores a éste La resistencia a compresi6n, al igual que ocurre con otras propiedades del macizo, se reduce con el i cremento del tamafio de la muestra, tendencia similar a la de la matriz rocosa y a la de las discontinuidades wcimenoewess 200” (x 102 MPa) = 10mm “A ») 109 200 300 400 500 600 ;, (MPa) Representacion de la influencia de la magnitud de la tensién normal en la resistencia al corte de discon- tinuidades. a) Ensayos de resistencia al corte en laboratorio e in situ en muestras de 100 a 1.000 mm. de longitud. b) Ensayos triaxiales en probetas de 10 mm de diémetro (Barton, 1990) individuales, de las que depende Ia resistencia del ma- cizo, No obstante, los diferentes modelos de rotura pueden modificar el comportamiento del macizo r0- c0s0, no permitiendo establecer, por el momento, un criterio general Dada la préctica imposibilidad de determinar la re- sistencia del macizo rocoso en ensayos in situ, fre~ cuentemente se aplican criterios de rotura que deben ser interpretados teniendo en cuenta la escala de apli- cacién. Asi, el criterio de rotura de Hoek y Brown considera en parte este efecto al incorporar las cons- tantes m y s del macizo rocoso, que dependen del gra- do de fracturacién y de las caracterfsticus del macizo. Respecto a la deformabilidad, los estudios teéri- cos y experimentales coinciden en Ia independencia entre los valores medios del médulo de deformacién y cl tamaiio de 1a muestra ensayada para una misma tensidad de fracturacién o frecuencia de juntas del ‘macizo rocoso, Sin embargo, la dispersion de los re- sultados disminuye con el aumento del volumen en- sayado, al igual que ocurre para la matriz rocosa, La deformabilidad depende del grado de fractura- cién y de las propiedades deformacionales de las dis- continuidades y de la matriz. rocosa. Al aumentar la intensidad de fracturacién aumenta la deformabilidad del macizo, debido a la influencia de un mimero cre~ © 210 wemteniaceousoica ciente de discontinuidades. En la Figura 3.108 se pre- sentan los resultados de ensayos biaxiales llevados a cabo en muestras con diferente intensidad de fractura- cién y tamafto de bloque. Las curvas esfuerzo-defor- macién obtenidas muestran una disminucién del valor del médulo de Young, E, al reducirse el tamafio de los bloques y, en contra de lo que cabria esperar, un aumento de la resistencia, fendmeno explicable por la variacin del mecanismo de rotura de trastacional a rotacional. Con respecto a la influencia del tamaio de Ta muestra ensayada, en la Figura 3.109 se presentan los valores del médulo de elasticidad obtenidos en en- sayos de laboratorio e in sitw (dilatémetros y gato pla- no a gran escala). Al tiempo que aumenta él volumen ensayado, y por tanto se considera mayor ntimero de discontinuidades, la dispersién de los resultados y el valor medio de E disminuyen. No obstante, también debe considerarse Ia influen- cia del tipo de ensayo realizado (Cunha, 1990, y lofis y Rechitski, 1993; en Serrano, 1997), El médulo de deformacién medido con dilatémetro para volimenes de 10, 20 y 30 m’ no varia, y la dispersién de los da- tos se reduce al aumentar de tamatio, Los resultados de ensayos de placa de carga muestran una variacién del médulo de deformacién segiin el tamano del en- sayo sobre diferentes tipos de roca, no existiendo una Ensayo bal E = 18.460 MPa E=7.500 MPa ae Be ile Be 3 Ee = PEE 7 i, ‘ 250 bloques & 4,000 vyete sees | | ce te | | 3 ae 2 =>] <= 02 . Be > = ahh 0028 05 075 0 028 08 078 ta talen Detormacion aia, ytranversa ca) 4.000 bioues DEIR tecto cet tana de bioque sobre la resistencia al corte del maciaorocaso(modieado de Barton, 1980). m™ Ensayos Diatémeiro _ Gato'pano aa ran escala 0 2 3 Zw é 3 340 2 2 2 : } FO 1 ‘0 100 Volumen (m3) DREMEEERIDY Vorccsn cea cerrmavitidad del maiz rcoso en uncn de a escala considera; lacurva tend a estbizase para vlumenescercanos al VER (Cunta y Murata, 1990) 3 | a 10° Espaciado de las discontinuidades (cm) discontinuidades (modificaco de Natau, 1990). ley tinica para el efecto escala; en unos casos el mé- dulo de deformacién disminuye y en otros aumenta con el incremento del érea de carga. En la Figura 3.110 se presentan los diferentes procedimientos para estimar la deformabilidad en funcién del espaciado de Jas juntas en el macizo rocoso. Otro aspecto discutido en la bibliografia es el efec- to te6rico contradictorio al aumentar el tamaio y la profundidad de la muestra ensayada: por un lado, el médulo de deformaci6n se reduce, al incluir més dis- continuidades, y por otro lado deberfa aumentar, al afectar la zona ensayada a zonas mds profundas don- de la roca esta més sana (Serrano, 1997). En macizos rocosos sanos a gran profundidad, con juntas muy es- paciadas y cerradas, la matriz rocosa y el macizo pre- sentarfan la misma deformabilidad, independiente- mente de la escala considerada Con respecto a la extrapolacién de los datos de de- formabilidad obtenidos en laboratorio a escala de ma~ cizo rocoso existen una serie de correlaciones (descri- tas anteriormente) pero en cualquier caso deben ser consideradas sus limitaciones y las caracteristicas propias del macizo rocoso de que se trate, Por lo ge~ neral estas correlaciones son aplicables a macizos r0- ‘cosos resistentes, En términos generales puede establecerse que para reducir el efecto escala y obtener resultados represen tativos es necesario realizar un némero importante de ensayos a pequefia escala 0 un nimero menor de en- sayos que afecten a mayores voltimenes, préximos al VER; esto diltimo es dificil dado que para Ia deforma- bilidad, como para la mayoria de las propiedades de los macizos rocosos, seria necesatio ensayar volime- nes de varios metros ctibicos. 12 _INGENIERIA GEOLOGICA EEL Métodos para estimacién de la deformabilidad del macizo segiin el espaciado de las El efecto escala en la medida del estado de tensio- rnes del macizo rocoso (Apartado 3.7) es dificil de evaluar por la escasez de experimentos y resultados representativos a nivel general (las medidas se ven frecuentemente afectadas por efectos locales), y por las importantes diferencias entre los métodos emiplea- dos, Por otro lado, exceptuando los estados de esfuer- 208 anis6tropos presentes en los macizos rocosos, aso~ ciados a diferentes efectos estructurales, tect6nicos 0 topogriticos, quiz4 sea el factor con menor incidencia del efecto escala, estando la magnitud de tos esfuer zos condicionada fundamentalmente por la profundi- dad, Segin Martin et al. (1990), en base a un progra~ ma de ensayos en granitos realizados por la «Atomic Energy of Canada Limited» para estudiar el efecto ccala en la determinacién de los esfuerzos in situ, no hay evidencias significativas de la influencia del vo- lumen atin variando éste en cinco drdenes de magi tud. Algunos autores proponen una ley general seguin a cual la magnitud de los esfuerzos disminuye al aumentar el volumen del ambito considerado (Figu- ra 3.111). En la préctica, deben tenerse en cuenta las diferen- tes técnicas de ensayo segtin el volumen involucrado, que van desde los métodos de sobreperforacién en sondeos a medidas en pozos o galerfas de varios me- ‘ros de didmetro. Los métodos que engloban mayores voltimenes, como la hidrofracturacién o la medida de convergencias en excavaciones subterrdneas, son los ‘mas representativos. Con respecto al primero de estos, Ja Figura 3.112 muestra un ejemplo sobre el efecto es- cala en los resultados obtenidos en funcién del didme- tro de los sondeos. Escala Estrato Macizo Escala ée gro ‘recturado a paton » Diorentesniveles de tensonesresidusios “ ‘Sondeo i ® Testnico Regional Continental Local Peguero ‘Grende Tamafo del dominio [EDIEREDY Peracones entre 1a magnituc de as tersionesy la escala del dmbito considerado (Hudson y Harrison, 2000). discontinuidades, dejando entonces de tener influen- a cia el volumen de ensayo considerado. La medida de é red la permeabilidad en voltimenes pequefios puede dar 2” tuna idea totalmente errénea del valor real del macizo £ od y, dependiendo de la zona afectada, los resultados 2 pueden ser muy variables (Figura 3.113); si se extra- 24 polan los resultados de permeabilidad de ensayos a g pequefia escala para predecir el flujo de agua en el £ 6 macizo rocoso, los valores obtenidos exceden a los i reales, a veces en uno 0 més drdenes de magnitud. 3 4 g 7 [crete eremanns 9 [tae weco ° 10 2 30 40 Didmetro del sondeo (mm) noheneotne Homogéneo BEIUEENIDY Vstiacin cea preson ce ractra icra se gin el volume de ensayo para dos maczos roc sos (modificado de Haimson. 1990). Permeabilidad | Medio discontinue | Medio poroso La permeabilidad de los macizos rocosos esté Volumen condicionada por el nimero de discontinuidades, su abertura y su interconexién. Su determinacién me IPIPIERREY representacon del efecto escala en la medida de diante ensayos in situ en sondeos sélo es vélida sila la permeabilidad de maclzos rocosos (Bear, 1972; perforacién atraviesa un nimero representativo de fen Hudson y Harrison, 2000), wechnica 0& nocas 243 EI VER es, por lo tanto, un concepto fundamental cen la determinaci6n de la permeabilidad y el flujo de Jos macizos rocosos. En ocasiones, las limitaciones de Jos ensayos en sondeos pueden superarse mediante la realizacién de excavaciones o galerfas en los macizos rocosos, donde los flujos se miden directamente, El coste de estas obras, no obstante, las limita a determi- rnados proyectos de ingenierfa «1 Las tensiones naturales eal Origen y tipos de tensiones Los materiales geolégicos se encuentran sometidos a tensiones naturales como consecuencia de su historia geolégica. Las tensiones en el interior de un macizo rocoso estén producidas por las fuerzas exteriores aplicadas y por el peso del propio material. El estado © sistema de esfuerzos resultante suele ser bastante complejo. El cardcter heterogéneo, discontinuo y ani- s6tropo de los macizos rocosos hace, ademés, que el estado de esfuerzos pueda variar de forma importante entre zonas proximas. El estado de esfuerzos en un punto queda definido por el tensor de esfuerzos, como se ha explicado en el Apartado 3.3. Los esfuerzos tecténicos son la causa principal de las tensiones almacenadas en las rocas y que pueden liberarse de muy distintas formas, desde terremotos y desplazamientos en fallas hasta explosiones de roca, fracturas y deformaciones en excavaciones subterri- neas, Su conocimiento es fundamental en campos tan diversos como la explotacién y produccién de petrs- leo, gas o energia geotérmica, la minerfa y las obras subterréneas, 0 los estudios de riesgo sismico y pre~ diccién de terremotos. Las obras de ingenierfa in- fluyen sobre el estado de tensiones in site aportando nuevas fuerzas 0 modificando la distribucién de las existentes. Las principales aplicaciones del estudio de Jas tensiones naturales en ingenierfa geolégica son los tineles y las obras subterréneas en general, donde la estabilidad de las excavaciones depende de la magni- tud y orientaciGn de las tensiones, siendo fundamental el conocimiento del estado tensional in situ La corteza terrestre est sometida a distintos tipos de tensiones o esfuerzos cuyos efectos se manifiestan en los movimientos de las placas tecténicas, en las de- formaciones de las rocas 0 en la liberacién brusca de energfa en forma de terremotos, entre otros. El estado Ce tensional en Ia corteza obedece a distintas causas, siendo las principales: — Tensiones de origen tecténico. — Tensiones gravitacionales. — Tensiones de origen no renovable. Las tensiones de origen tect6nico son las responsa- bles del movimiento de las placas litosféricas y consti- tuyen la fuente principal de los esfuerzos presentes en las rocas. A través del conocimiento geoldgico es posi- ble determinar las zonas corticales sometidas a esfuer- zos; mediante diversos métodos de andlisis estructural se puede legar a estimar tanto la orientaciGn de los es- fuerzos como la magnitud de los mismos Las tensiones gravitacionales o litostiticas se pro- ducen como consecuencia del peso de los materiales geolégicos. Si en un punto no actiia otro tipo de es- fuerzos, el estado tensional es el comespondiente a las fuerzas gravitacionales que ejercen los materiales su- prayacentes y confinantes, y las tensiones o esfuerzos principales son la vertical y la horizontal: o, =o. = 6, = Gy. La tensién vertical en un punto debida a la carga de materiales suprayacentes viene dada por cy = paz, siendo p la densidad del material, g la fuer- za de la gravedad (9,8 m/s’) y z la profundidad o es- pesor de materiales. Su magnitud es del orden de 0,027 MPa/metro (1 MPa ~ 40 metros) (Figura 3.114). Esta tensién compresiva vertical origina esfuerzos laterales horizontales al tender las rocas a expandirse en direcciones transversales con respecto a las cargas verticales. En cuerpos elésticos la expansién transver- sal puede expresarse por el coeficiente de Poisson v, seguin: of 1.000} 1.500} Profundidad z (mm) 2.000 2.500) 0 0~C~«OSC«SCSC«SCSCO Tension vertical 0, (MPa) PIERRE V2riacion de ta tensién vertical con la profundidad (Hoek y Brown, 1980). siendo c, la deformacién transversal ye, la deforma- ci6n longitudinal. Si la roca no es libre de expandirse transversalmente (6, =) se crea un esfuerzo trans- versal cuyo valor es: Foaeyeh Oy = W/l— Vay Considerando un valor medio det coeficiente de Poisson v = 0,25 (los valores més frecuentes se en- cuentran entre 0,15 y 0,35), la relacion K = 6/0, Va~ Je aproximadamente un tercio: ay = 0330, 6 Ke1/3 Si las rocas no tienen un comportamiento eléstico y se llega a producir creep 0 deformacién plistica, €l material no puede soportar esfuerzos cortantes a lo largo de tiempos geol6gicos, y la componente hori- zontal se igualard al cabo del tiempo a la vertical, produciéndose un campo de tensiones hidrostatico en donde ay = oy y K = 1. Esta situaci6n se da a gran- des profundidades. Las variaciones laterales de densidad en los mate- riales pueden modificar la distribucién de las cargas gravitacionales en la corteza. En zonas superficiales Jas tensiones también pueden verse modificadas. por efectos topogrificos: las diferencias de elevacién to- pogritica dan lugar a una distribucién no uniforme de las fuerzas. Los procesos de erosién liberan de cargas a los materiales infrayacentes, generando tensiones de Disyuncién columnar en basaltos, Causeway, Iran. da (foto L. G. de Vallejo). decompresi6n que pueden llegar a romper la roca, co- mo es el caso de las fracturas horizontales en las roca igneas, o las fracturas subverticales paralelas a las la- deras de los valles creados por erosién. Las tensiones de origen no renovable pueden ser generadas por efectos térmicos sobre los materiales r0c0s0S, por flexiones o abombamientos en la corteza ‘© como consecuencia de cambios en el radio de cur- vatura de una placa tect6nica, pudiendo dar lugar en teorfa a grandes esfuerzos en la corteza, aunque debi do a que no son renovables se disipan en procesos ti- po creep o de rotura frégil dentro de periodos geols- gicos relativamente cortos. EI mecanismo que produce las tensiones térmicas cs la expansiGn o contraccién que sufre una roca ho- mogénea cuando se calienta o enfrfa lentamente. La relacidn entre la deformacién ¢ y el cambio de tempe- ratura Af es: aAt siendo « el coeticiente de expansién térmica. Si la ro- ca no puede expandirse o contraerse libremente se ge- nerardn tensiones. Uno de los efectos de este mecanis- mo sobre los macizos rocosos es la aparicién de fracturas y de zonas con estados de esfuerzos anisé- vecinenoenes 215 tropos en diques, lavas 0 materiales inyectados entre ‘otros de diferentes propiedades térmicas (Figura 3.115). A nivel de los cristales 0 particulas minerales de la roca se pueden generar también tensiones si éstos tie- ‘nen constantes elisticas 0 coeficientes térmicos dife- rentes. Las grandes flexiones o abombamientos en la cor- teza, consecuencia de la descompensacién de cargas en las zonas de subduccién, también generan tensio- nes de origen no renovable. Las tensiones lamadas de membrana se originan por el cambio en el radio de curvatura de una placa al desplazarse a lo largo de la superficie de la tierra, que no es esférica, Como resumen, las tensiones més importantes en la corteza son las de origen teet6nico, consecuencia de las fuerzas que operan en las placas litosféricas y res- ponsables de los mecanismos de subduccién y coli- sin a lo largo de las fallas transformantes. La actua- cién de estas fuerzas produce en la litosfera tensiones del orden de 25 MPa, que, aunque relativamente ba- jas, debido a las propiedades viscoeldsticas de la litos- fera sufren un efecto amplificador al actuar constan- temente a lo largo de petiodos de tiempo muy largos (millones de afios). Este efecto hace que se supere la resistencia de las rocas ocasionando las deformacio- nes tect6nicas. Las tensiones no renovables tienen es- casa incidencia al actuar en periodos geolégicos cor- (os y disiparse répidamente Las tensiones residuales son las que permanecen almacenadas 0 acumuladas en las rocas atin cuando han dejado de actuar sobre ellas fuerzas externas co- mo las tect6nicas. Entre las tensiones residuales estén Jas generadas a nivel intercristalino por efecto de las oy (Recuadro 3.11). Métodos de medida de las tensiones naturales La determinaci6n del estado tensional de los macizos rocosos es uno de los problemas més complejos en mecénica de rocas. Las tensiones o esfuerzos princi pales actuando sobre un punto se definen por su orientaci6n y magnitud, que Gnicamente pueden ser determinadas in situ. Se dispone de varios métodos para medir ambos, entre los que se destacan: — Métodios de sobreperforacién, — Método del gato plano. — Método de 1a fracturacién hidrailica, Existen otros métodos que s6lo permiten medi la direccién de las tensiones: — Analisis de estructuras tecténicas. — Analisis de tos mecanismos focales de terremo- tos. — Observacién de la orientacién de los planos de rotura en las paredes de un sondeo. — Medidas de relajacién de tensiones en aflora- mientos. Medida de la direccién de los esfuerzos (métodos geolégicos) El anilisis de estructuras tect6nicas, principalmente juntas estiloliticas y grietas rellenas de recristalizacio- ‘es, permite interpretar los campos de paleoesfuerzos y estimar su direccién y trayectoria. En la Figu- ra 3.120 se muestra el resultado del anilisis de datos geoldgicos para la estimaciGn de la direccién de ten- siones. ‘Otro de los métodos se basa en el andlisis de las ondas sismicas generadas por un terremoto. Mediante 1a identificacién de su mecanismo focal se puede cal- cular Ia direccién de los esfuerzos actuantes durante el sismo (Figura 3.121). También pueden indicar la direccién de los esfuer- zos las fracturas producidas en la paredes de un son- deo, al orientarse éstas en la misma direccién gue la tensién maxima horizontal (Figura 3.122). LCTaTE Ce a Variacion de la relacion c,,/c, por erosion La igualdad K =v —¥), valida para materiales de comportamiento elfstico, no se cumple en zonas su- perficiales de la corteza que han sufrido un proceso de descarga como consecuencia de la erosién. Al elimi- narse parte de los recubrimientos en una zona dismi- nuye el valor de la tensién vertical o,, y se modifica el estado tensional y las relaciones entre los esfuerzos ac- tuantes Denominando 6\y ¥ 4. las tensiones originales ver- tical y horizontal sobre un punto a una profundidad z,: Ow = Yo Sim = FoKy = VoKo tras Ia desaparicién de un espesor de recubrimientos Az oyo= 10 y0 = 720 Ko eg st por erosién, los nuevos valores de las tensiones, oy ¥ G1 serdn: Gy = Ye — YAZ Fy = Yoo — PAzv/( — v) y el nuevo valor de K para z = z, — Az sera: NigKq — (vAzw/(1 — vy) oy Wey ~ vAZ La erosi6n tiende a aumentar el valor de K, al pasar los esfuerzos horizontales a ser mayores que los verticales, para profundidades menores de un determinado valor. Efecto de la erosién sobre los esfuerzos en profundidad (Goodman, 1989) En afloramientos rocosos es posible determinar la orientacién de los esfuerzos mediante el andlisis de la liberacién de tensiones que se produce al reperforar un testigo de gran didmetro, En el Recuadro 3.12 se muestra esta técnica, Estimacion de la magnitud de las tensiones por relaciones empiricas ‘Cuando se dispone de datos suficientes de medidas de tensiones, se pueden establecer las relaciones entre las tensiones verticales y horizontales y su variacién con Ja profundidad, En las Figuras 3.114, 3.119 y 3.123 se presentan varios ejemplos de estas relaciones. Los da- tos empiricos demuestran una buena correlacién entre Ja tensién méxima vertical y la profundidad, con un gradiente entre 0,025 MPa/metro para rocas dcidas y 0,035 MPajmetro para rocas bisicas. Sin embargo, para las tensiones horizontales la variacién regional es muy importante y, en la mayorfa de los casos, se observa que éstas exceden a las tensiones verticales, con un valor medio de 10 MPa a profundidades cerca- nas a la superficie. ‘Como se ha indicado anteriormente, la relacién o,,/ cy presenta una tendencia a aproximarse a la unidad MECANICA DE ROCAS 219. Direccién de maximo estuerze compresive fen el campo regional mites de sogmentos. Direccién de maximo esfuerze compresiv local Nodelo de trayetorlas de esfuerzs locales debides a a actividad de os stints tpos de segmentos que forman I fall de Athama de Mura (Martner Daz, 1996), Y Normal predominante Prof £04 x predominant Direccion de acortamiento sereree predominate horizontal durante el Cvatemario 4 Direccin de convergencia de las places Mecanismos focales en el entorno del Mar de Alborén, entre la Peninsula Ibérica y la placa africana. Se han diferenciado los distintos tipos de mecanismos para cada terremoto. Se sefiala asimismo la direccién de convergencia entre las placas Europea al norte y Africana al sur, asi como las direcciones de acortamiento cuaternarias que se obtienen a partir de da- ‘tos sismol6gicos y geolégices (Martiner-Diaz, 1988). 220 —_INGENIERIA GEoLOGICcA Determinacién de la direccién de las tensiones mediante técnicas de relajacion en afloramientos 1, Medidas de direcciones principales en estructuras, 3. Perforacién de un taladro alrededor de las ban- tect6nicas de la zona (Foto A). das extensomeétricas, de unos 20 cm de diémetro 2. Sobre un afloramiento exento de fracturas se y 30 cm de longitud (Foto C). adhieren bandas extensométricas, orientadas se- 4, Medida de deformaciones (Foto D). ‘tin direcciones estructurales (Foto B). 5. Extraccién de testigo y determinaci6n en el la- oratorio de las constantes eldsticas. jas estructurales y preparacién del emplazamiento Foto D. Medida de deformaciones (Fot0s L. G. de Vallejo.) Sondeo vertical EREZ] Roturas inducidas en un sondeo al superar las tensiones horizontales la resis ttencia de la roca, produciéndose planos de rotura perpendiculares ala direccion de la tension horizontal minima 2 MECANICA DE ROCAS 224 ‘Tension horizontal (MPa) 40 60 Profundidad (metros) Relaciones de la tensién maxima horizontal con la profundidad (Herget, 1988). para profundidades importantes (a partir de 1.000 m), mientras que a profundidades inferiores a 500 m los valores de K presentan gran dispersion, Métodos instrumentales para medir la lireccién y magnitud de las tensiones Los principales métodos para medir las tensi clasifican en: nes se — Métodos de sobreperforacién (overcoring) Se basan en la medida de las tensiones que se liberan al reperforar un sondeo, mediante el registro de las deformaciones producidas, bien en el fondo del mis- ‘mo 0 a lo largo de sus paredes. En los distintos proce- dimientos que se describen a continuacién se supone que el material es elastico e isétropo. Las tensiones se calculan aplicando la teorfa eléstica para convertir en esfuerzos las deformaciones medidas, conocidos el médulo de elasticidad y el coeficiente de Poisson de la roca, pardmetros que deben estimarse en el labora- torio. Los métodos descritos son: — Método del doorstopper. — Método de USBM. — Célula triaxial CSIR BBE wocnenconsnen — Métodos de presurizacién Se basan en la inyeccién de un fluido para producir la fracturacién de la roca o en provocar una dilatacién ‘mecénica; los métodos descritos son: — Gato plano (flat jack). — Fracturacién hidriulica. EI tensor de esfuerzos consta de 9 componentes (Figura 3.124), seis de los cuales son independientes: 3 esfuerzos normales y 3 esfuerzos tangenciales. Por tanto se precisan 6 medidas para conocer el estado de esfuerzos en un punto, De todos los métodos, tinica- ‘mente la célula triaxial puede proporcionar estos 6 componentes con un solo ensayo; las células tipo USBM permiten estimar tres componentes (definien- do el estado tensional en dos dimensiones) y el en- sayo del gato plano proporciona la tensién actuante en tuna direccién; el ensayo de fracturacién hidréulica porta las tensiones principales en las tres direcciones del espacio. Método del doorstopper Proporciona la direcciGn y magnitud de las tensiones segiin un plano perpendicular al eje del sondeo. Para determinar el estado de esfuerzos completo se preci- san tres sondeos perforados en diferentes direcciones dentro de una galerfa. En la Figura 3.125 se presenta un esquema del pro- cedimiento de medida. Primero se realiza un taladro de unos 60 mm de didmetro; se pega en el fondo del taladro la cabeza del aparato de medida, que leva unas bandas extensométricas para medir las deforma- ciones unitarias en tres direcciones, haciéndose una lectura continuaci6n se prosigue la perfora- cién con el mismo didmetro y se extrae un testigo de roca con la cabeza del aparato adherido, quedando ast liberadas las tensiones del testigo, momento en el que se pueden leer las deformaciones producidas. Métodos USBM y célula triaxial CSIR Ambos métodos se basan en la medida de las defor- ‘maciones en las paredes de sondeos producidas por la liberaci6n de tensiones a que da lugar la sobreperfora- cién, Las células tipo USBM permiten estimar las tensiones en dos dimensiones y las CSIR en tres. El sondeo se sobreperfora usando una corona de mayor iddmetro, de forma que se liberen las tensiones en el anillo que queda alrededor del taladro original. Los transductores incorporados a las células USBM miden las deformaciones a través de 3 didmetros del sondeo. Si los ejes de referencia estén alineados pa- ralela y perpendicularmente al sondeo, las medidas ~ Oy Fe ~ by ~ 7 => ~~ - + On --- es - = % Cla taxi! de Leeman Método.de USBM Método de gato plano Ensayo de fracturacion hidraulca ») GEIIEERES) 2) Tensor de estuerzos con 6 componentes independientes. 6) Componentes del esfuerz0 proporcionadas por los diferentes métodos de medida, eta) 42) Perfracién de un sondeo en 6 Sondeo de @ 60.8 75 mm am Narita Contactos b) Se instala ol doors, empujand en a dreccion a SE=H PE correcta y presionando hasta Ia toma de a lectura inca = Muelle para dar mento reson constant, PO eness ¢) Se quia el varia y e ispostive de lectura, quedando la cabeza ~ de medida encolada al exremo fel sondes oo] wesaral ) Perforacion de la roca con el mismo ciameto. a] €@) El testigo de roca se extrae y se len las deformaciones producidas por la liberacion de tensiones. Fases de eeculon del métode del doorstopper (Leeman, 1970) wecimenoe wes | 225) permiten conocer las 3 componentes del estado de cesfuerzos bidimensional en el plano perpendicular al sonde0: 6. 8;y» fy Para medir las tensiones tridimen- sionalmente se deben efectuar las medidas en 3 son- deos de direcciones diferentes, perforados en el interior de una galerfa, 0 bien emplear el sistema CSIR, en el que se utilizan 9 6 12 transductores. Con el sistema CSIR se miden, mediante una sonda cilindrica, las deformaciones alrededor de la pared del sondeo en varias direcciones, consecuencia de la libe~ raci6n tensional conseguida mediante reperforacién. En la Figura 3.126 se ha esquematizado el proceso de medida. Una vez realizado un sondeo hasta la profun- didad donde se desean tomar las medidas, se realiza otro de menor diémetro desde el fondo del taladro, en el que se introduce la sonda o torpedo de medida que, en general, va dotado de tres rosetas para medida de deformaciones unitarias en la roca en tres direcciones ¥ puntos; después se reperfora con el diémetro del sondeo inicial, liberando de tensiones el anillo de roca resultante, sobre el que se registran las deformaciones inducidas. En la Figura 3.126 se muestra una célula triaxial. Este método permite estimar el estado com- pleto de esfuerzos. Ensayo del gato plano Este ensayo se realiza sobre una pared del macizo ro- oso, siendo necesario acceder a su interior. El proce- dimiento se describe en el Apartado 5 del Capitulo 6. El método permite conocer la tensiGn en la direccién perpendicular al gato plano instalado en una hendidu- ra realizada en la pared (Figuras 3.127 y 6.82). Para determinar el estado tensional del macizo es necesa- rio efectuar varios ensayos en hendiduras con orien- taciones diferentes, y es también necesario conocer la distribucién probable de tensiones en 1a zona, a efectos de comprobar los resultados obtenidos. Esta técnica es sencilla y permite estimar, ademés, el m6- dulo de deformacién de la roca afectada por el en- sayo, mientras que en los otros métodos descritos su valor ha de determinarse en ensayos de labora- torio. Ensayo de fracturaci6n hidraulica El objetivo de la fracturacién hidréulica es medir el estado de tensiones in situ en el interior de un sondeo, EI ensayo proporciona las magnitudes y direcciones de las tensiones méxima y minima en un plano per- pendicular al sondeo. Esta técnica es la tinica, hasta el presente, fiable para sondeos profundos, pudiéndose egar a profundidades superiores a 1.500 m. (722A) neamens cea = EL MéToDO El ensayo consiste en inyectar un fluido a presién en un tramo de un sondeo vertical (generalmente del or- den de 1 m de longitud), previamente aislado por ob- turadores especiales, hasta conseguir la fractura de la roca. Se mide la presién de fluido necesaria para ge~ nerar, propagar, mantener y reabrir la fractura. Estas presiones se relacionan con la magnitud de las tensio- nes principales in situ, existentes en la zona donde se realiza el sondeo. Se supone que la direccién del sondeo coincide con la direcci6n de una de las tensiones principales, dedu- ciéndose la direccién de las otras dos a partir de la orientaci6n del plano de fractura inducido por la hi- drofracturacién. Generalmente esta suposicién es vé- lida si se considera que la tensi6n vertical en la zona de medida es igual al peso de los recubrimientos oy = jz Sin embargo, 1a exactitud del método es du- dosa si la direccién del sondeo se desvia mas de 15 sgrados de la direccién de una de las tensiones princi- pales. El método es més exacto cuando se aplica en mate- tiales no porosos con comportamiento eldstico, homo- _géneo, continuo e isétropo, ya que se asume la teoria de la elasticidad. Debe verificarse que en el tramo donde se va a realizar el ensayo no existen fracturas. La comprobacién se puede hacer inspeccionando los testigos o mediante la introduccién en el sondeo de un «caliper» de 4 brazos 0 de una cdmara de televisi6n. Durante la perforacién se deben extraer testigos de ro- ca para la observacién de discontinuidades y sus orientaciones y para la realizacién de ensayos de la oratorio. ELENSAYO La fracturacién de la roca se produce si las tensiones inducidas por la inyeccin del fluido aleanzan la re- sistencia a traccién ¢, de la roca circundante al son- deo, La presién de inyeccién correspondiente al inicio de la fractura, P,, se denomina presién de apertura de fractura presién de fractura. Después de iniciarse la fractura se mantiene la pre- sidn P, durante un corto intervalo de tiempo, suficien- te para que la rotura se propague, cerrando después el circuito de inyeccién de forma instanténea. Se produ- ‘ce entonces un ligero descenso de la presiGn, midién- dose en este momento la denominada presidn de cie- re P,. Finalmente se abre el circuito hasta alcanzar la presién atmosférica, En la Figura 3.128 se mues- tran las curvas de registro presiOn-tiempo y caudal de admisién-tiempo. Mediante ciclos posteriores de presurizaci6n se rea- bre la fractura, quedando reflejada en las curvas la presiGn de reapertura de fractura, P,, y nuevos valores ) Perforacién de menor didmetro en el fondo del sondeo. = ©) Instalacién de la sonda con tres rosetas de medida, de deformaciones y lectura inicial i d) Reperforacién, ©) Extraccién del testigo y lectura de las deformaciones, Fases de ejecucién para la medida de tendiones con la célu- la triaxial CSIR (Brady y Brown, 1985). ‘Taladros para medida de tensiones con la sonda USBM. Célula tnaxial USIH. (Fotos L.G. de Vallejo) Métodos de sobreperforacién para la medida de tensiones: sistemas USBM y CSIR. MECANICA DE ROcAS = 225 Esquema (seccién) b) Hendiduras, Medidas en galeria, [EODEERED] ®) esauers cet ensayo de gato plano, b) Medidas en galeria con distintasorentaciones (Kim y Frankn, 1987). adicionales de la presiGn de cierre P,. Tras varios ci- clos en los que se han obtenido valores semejantes de P, se da por finalizado el ensayo. En la Figura 3.128 se muestra la evolucién del en- sayo en tres ciclos. En el primero la presién P, corres- ponde al pico més alto, produciéndose después una caida de presién como consecuencia de la apertura de Ja fractura, cerréndose en este momento el circuito de inyeccién de forma instanténea. A partir de este pun- to, se produce una estabilizacién de la presién corres pondiente a la presiGn de cierre P,. ——+PRESIONES ——> ———— teeos ——$—> Relaciones presion-tiempo y caudales de inyec: cién-tiempos en el ensayo de fracturacién hidrau- lica (Kim y Franklin, 1987). | 226 woentenia ceoudaica El desarrollo inicial de la fractura es muy rapido, y el trabajo requerido para su propagacién es pequeio debido a la alta concentracién de tensiones en el pun- to de propagacién de la fractura, La presi6n necesaria para mantener abierta la fractura es P,, y equivale a la {ensién normal actuante sobre la fractura, ¢,, al haber~ se superado ya la resistencia a traccién de la roca (,=0). En un sondeo vertical en una zona con las tensio- nes principales orientadas vertical y horizontalmente, Ja generacién de una fractura en la direccién vertical tendré lugar si o, = oy y los valores de P, y P, serdn: P=tto, P,= 6, (6,= 0) siendo + la tensién tangencial sobre el plano de frac- nia fnctora se produciré en la direccién horizontal si a, = op y los valores de P, y P, serin: P, = ay +0, (eneste caso , = 4) P. 2 (6, = 0) La fractura hidréulica generada en el ensayo es siempre vertical y perpendicular a la menor tensién horizontal, ¢,, independientemente de la magnitud de 6, (Figura 3.122). En el caso de que oy sea la minima tensi6n principal compresiva, la fractura vertical ge- nerada en la pared del sondeo cambiard de direccién BE] Equipo empleado en los ensayos de fracturacion hidraulica (cortesia de In Situ Testing) hacia wi fractura horizontal tan pronto se propague la fisura mas alld del campo local de tensiones creado por el sistema de presurizacién en el sondeo (Herget. 1988), CCALCULO DE LAS TENSIONES La rotura a traccién de la roca es posible cuando la presién de fluido es suficiente para igualar la mi compresién tangencial alrededor del sondeo més la resistencia a traccidn de la roca: P. siendo , las tensiones principales intermedia y en la zona de ensayo se cumple la condi- cién o, = ¢,, los esfuerzos principales con direcciGn horizontal son = 6, y 4, = a, y el plano de frac- tura generado estard orientado paralelo 0 subparalelo al eje del sondeo y perpendicular a la direccién del esfuerzo horizontal minimo ¢,. En este caso las si- guientes expresiones proporcionan el valor de las ten- siones horizontales (Kim y Franklin, 1987) =P, oy = 0, + 3P, ~ P,— P, para el ciclo inicial de presurizacién 6y = 3P,~ P,~ Popa presurizaci6a Jos subsecuentes de re- P, ¢s la presiGn de propagaci6n de fracturas, y P, es Ja presidn intersticial inicial medida en piezémetro, es decir Py = ERED] 'presion de fracturas registrada en el sondeo (cortesia de in Situ Testing). La resistencia a tracci6n de la roca se mide en labo ratorio o in situ comparando la presién de iniciacién de fractura con posteriores presiones de reapertura de fractura, La tensién vertical se supone igual a la presién de recubrimientos, a = 7z. La direceién de ay es la di reccién del plano de fractura y la de , es la direccié perpendicular a dicho plano. Las direcciones de las tensiones a, y @;, se obtienen observando y midiendo la orientacién del plano de fractura mediante la in peccién visual del sondeo con una cémara de televi- sin, imagenes obtenidas a través de sefiales actisticas reflejadas o con impresoras de contacto dotadas de brijulas magnéticas (Figura 3.130) Para obtener datos representativos de las tensiones ces necesario realizar varios ensayos a distintas profun- didades en el sondeo, de tal forma que se pueda obte- ner la curva de variacién de los valores de oy y @, con la protundidad ) mecawica pe Rocas 227 Recuadro 3.13 Ejemplo de ensayo de hidrofracturacion en un sondeo profundo ‘Se han realizado varios ensayos de fracturacién hidréuli- ca en un sondeo que alcanz6 800 m de profundidad. El objetivo fue determinar las tensiones in situ con el fin de proyectar un pozo minero. El equipo utilizado en los en- sayos se esquematiza en la Figura 3.131. En la Figura del Recuadro se presentan los resultados del ensayo realizado en un tramo situado a 427 m de pro- fundidad. Las dos primeras presurizaciones no dieron lu- gar a la propagacién de la fractura como evideneia la ré- ida caida de presién. En la tercera presurizacién se icié una fractura a una presién de fractura P, de aproxi- madamente 7,6 MPa, reflejdndose en el pico de la grafica presién-tiempos y en el aumento momenténeo de caudal correspondiente. La presiGn se estabiliz6 a la presién de propagacién de fractura P,. En la grifica presiones-tiem- pos se estimé la presién de cierre P, en 5,5 MPa. La presi6n intersticial medida en piezSmetros en el tramo de ensayo fue de 3.5 MPa, correspondiente a P, En ensayos de laboratorio se determiné que la resistencia a traccidn de la roca, una lutita carbonifera, era de 2,4 MPa, y su densidad de 2,6 tm’. Céilculo de las tensiones Al valor de P, y P, hay que sumar la presién P,, corres- pondiente al peso de la columna de agua de altura H in- troducida en el sondeo, entre Ia zona de ensayo y el me- didor de presién instalado en el circuito; en este caso H = 428 m y Py = 4,28 MPa. 5,5 MPa + 4,28 MPa = 9.78 MPa 7,6 MPa + 4,28 MPa = 11,88 MPa P, = 9,78 MPa o,+3P,—P,-P, 2,4 + 3 (9,78) — 11,88 — 3,5 oy = 2,6 (427) = 11,1 MPa 16,36 MPa resultando: K = o4/0y = 16,36/11,1 = 1,47 Gy/, = 16,36/9,78 = 1,67 Los resultados muestran una fuerte anisotropfa tensio- nal, con una relacién K = 1,5 y una tensién maxima ho- rizontal 1,67 veces la minima horizontal. Estos resulta- dos son acordes con la situacién geolégica donde se efectué el ensayo, dentro de una estructura sinclinal muy préxima a un cabalgamiento. Las direcciones de las ten- siones no se obtuvieron instrumentalmente, sino que se dedujeron a partir de métodos geolégicos, estiméndose direcciones principales N-S. oh ° 70 ‘Caudales admitidos y presiones en el ensayo de hidrofracturacién realizado a 427 m de profundidad 228 © INGENIERIA GeOLOcIcA Foto B. Equipo registrador (Fotos L. G. de Vallejo) Registrador (Foto 8) Descompresiin + Latigilo para intado de los obturadores —— Varia det drut do inyocoin do agua {— obiurader (Foo A) Tube del crcuito de inftad de los obturadores | — oricios de sli det agua inyectads GETEEREIS Disposttivo utitzado en el ensayo de fracturacién hidraulica del ejemplo del Recuadro 3.13. 1 Clasificaciones geomecanicas En el Apartado 3.2 se trat6 la clasificacién de los ma- cizos rocosos con fines geotécnicos, cuya finalidad es la obtencién de parémetros geomecénicos para su em- pleo en el disefio y proyecto de las obras de ingenie- ria. Los macizos rocasos, coma medias discontinnos, presentan un comportamiento geomecénico complejo que, de una forma simplificada, puede ser estudiado y categorizado en funcién de su aptitud para distintas aplicaciones. Con este objetivo surgieron las clasifi- \ciones geomecdnicas, que aportan, mediante la ob- servaci6n directa de las caracteristicas de los macizos rocasos y Ia realizacién de sencillos ensayos, fndices de calidad relacionados con los parémetros geomecd- nicos del macizo y sus caracteristicas frente a los sos- tenimientos de ttineles y taludes y la excavabilidad de las rocas, entre otros. En el Capftulo 10 se tratan las clasificaciones aplicadas a fos tiineles MECANICA DE ROCKS 229 Las caracterfsticas de los macizos rocosos que se consideran en las distintas clasificaciones son las si- auientes: — Resistencia del material rocoso. — indice RQD. — Espaciado de las discontinuidades. — Orientacién de las discontinuidades. — Condiciones de las discontinuidades. — Estructura geolégica y fallas. — Filtraciones y presencia de agua, — Estado tensional. Las clasificaciones geomecénicas més utilizadas en la actualidad son la RMR y la Q. La primera se em- plea tanto para la caracterizacién de los macizos ro- cosos y sus propiedades como para su aplicacién en twineles. La clasificacién Q se emplea casi exclusiva- mente para tineles, y su descripcién se incluye en el Capitulo 10, al igual que la clasificacién SRC. / Clasificacion RMR Desarrollada por Bieniawski en 1973, con actuali- zaciones en 1979 y 1989, constituye un sistema de clasificacién de macizos rocosos que permite a su vez relacionar indices de calidad con pardmetros geotéc- nicos del macizo y de excavacién y sostenimiento en tGneles, Esta clasificaci6n tiene en cuenta los siguien- tes parimetros geomecinicos: — Resistencia uniaxial de la matriz. rocosa. — Grado de fracturacién en términos del RQD. — Espaciado de las discontinuidades. — Condiciones de las discontinuidades — Condiciones hidrogeolégicas. — Orientacién de las discontinuidades con respec- to a la excavacién. La incidencia de estos pardmetros en el comporta- miento geomecénico de un macizo se expresa por me- dio del indice de calidad RMR, rock mass rating. que varia de 0 a 100. Para aplicar la clasificacién RMR se divide el ma- cizo rocoso en zonas o tramos que presenten caracte- risticas geolégicas mas 0 menos uniformes de acuerdo con las observaciones hechas en campo, en las que se leva a cabo la toma de datos y medidas referentes a las propiedades y caracterfsticas de la matriz. rocosa y de las discontinuidades. Para la toma sistemética de los datos se emplean estadillos como el de Ia Figura 4.2 del Capitulo 4. Para calcular el indice RMR co- rrespondiente a cada una de las zonas se sigue el pro- cedimiento sefalado en el Cuadro 3.26. ‘Una vez obtenidas las puntuaciones que resultan de aplicar los cinco parametros de clasificacién, se efec- | 230 inoenrenia czovécica ta la correccién por orientacién de discontinuidades y se obtiene un valor numérico con el que se clasifica Finalmente el macizo rocoso. Esta clasificacién distin- gue cinco clases, cuyo significado geotécnico se ex- presa en el Cuadro 3.27; a cada clase de macizo se le asigna una calidad y unas caracterfsticas geotéenicas. Asi, un macizo rocoso clasificado como Muy Bue~ no (Clase 1), ser un macizo rocoso duro, poco fractu- rado, sin filtraciones importantes y poco meteorizado, presentando muy pocos problemas frente a su estabili- dad y resistencia. Se puede deducir que tendré una ca- pacidad portante alta, permitiré la exeavacidn de talu- des con altas pendientes y no precisaré medidas de estabilizaciGn y refuerzo en téineles. En la Figura 3.132 se presentan ejemplos de maci- zos rocosos correspondientes a las diferentes clases segiin el indice RMR. En el Cuadro 3.26 se incluyen también las caracte- rfsticas del macizo con respecto al tiempo de mante~ nimiento y longitud de tnel sin entibar, asf como la influencia de la orientacién de las discontinuidades con respecto al tinel, aspectos que forman parte de la clasificacién de Bieniawski y que se tratan en el Apartado 5 del Capitulo 10, Las clasificaciones geomecanicas : en la practica Las clasificaciones geomecénicas constituyen un pro- cedimiento para la caracterizacién de los macizos ro- cosos a partir de datos de afloramientos y sondeos, y se aplican principalmente a los tineles, dada la difi- cultad del estudio de los macizos rocosos en profundi- dad. Este aspecto se trata en el Capitulo 10. Pero igualmente se aplican a la caracterizacién de los ma- cizos rocosos en general, como medio para clasificar geotécnicamente las rocas. El céleulo del indice RMR permite estimar los parémetros de resistencia y de- formabilidad del macizo (a partir de correlaciones empfricas, como se describe en el Apartado 3.6), y es- tablecer su posible comportamiento frente a excava- ciones. Para su aplicacién es necesario Hevar a cabo una serie de observaciones y medidas en campo, que constituyen la base y Ta sistemética préctica de las clasificaciones, segdin se indica en Ia Figura 3.133. Las clases de macizos rocosos que se obtienen se re- fieren a las condiciones previas a la excavacién, y en su descripcién debe indicarse si se han aplicado correc- ciones por orientacién de discontinuidades u otras es- pecificas para los tineles, tal como se describe en el Capitulo 10. También debe destacarse la presencia de estructuras 0 zonas geolégicas singulares, como fallas, Macizos de Clase | (RMR 100) y Clase Il (RMR = 61 ~ 80) fi ta Dolomias cretacicas. Calidad muy buena. Granito, Calidad buena. Varias familias de Dos familias de discontinuidades principales. discontinuidades alteradas. II (RMR = 41 ~ 60) Pizarras ordovicicas. Calidad media. Grado de facturacién Cuarcitas ordovicicas. Calidad media. Grado de fracturacion alto. Grado de meorizacién: Il alto. Matriz rocosa muy resistente, Macizos de Clase IV (RMR ~ 21 ~ 40) y Clase V (RMR < 20) RAN 3 Cuarcitas ordovicicas. Calidad mala. Macizo alterado Pizarras paleozoicas. Calidad muy mala, Fracturacién muy ¥ brechificado. intensa, Grado de meteorizacién V. (Fotos: contest de Prospeccién y Geotecnia) [BETEERED clernpios de clases de macizos rocosos. MecANica De RocAs 234 CH CLT ke} Clasificacién geomecanica RMR (Bieniawski, 1989) Parametros de clasificacién: Resistencia | Fosayo de a Compresion delamaria | cargt poowal | > 10 ty ee simple (MPa) on ‘Compresién 1} teary | Somer > 250 250-100 100-50 seas |2s-s| sa} <1 Pantin 5 2 7 a 2 [a Lo RQD 90 %-100 % 73 %-90 % 50 %-75 % 25 %-50% < 25% a Puntuacion 20 7 13 6 3 Separcién ene daiaas | __> 2m 062m | 0206m | 00602m | <006m 2 Puntuacion 20 15s 10 & Ss eats 20m Pantacién 6 4 2 7 0 i Abertura Nada <0,1 mm 0,1-1,0 mm 1-5 mm >S mm 3 Passion 6 3 3 i ° 3 Ligeramente ia ea nae geanente | Onl one lt ate came 6 5 3 T 0 3 Relleno duro | Relleno duro | Relleno blando | Relleno blando | 4 eel Aen Smm Smm oe eect 6 Q 2 2 0 5s Ligeramene | Moderadunente Aersion Toate | Uemamene | Modecaament | aguy eran | Descompuesa omer é 5 3 1 ao Caudal por; lo litros,/min a litros/min| > litros/min Caudal por | ato | <10 tos/nin 25-125 tiosjnin| > 125 iro Relcin pgm | rsion de agua/Tensién 0 0-0,1 0,1-0,2 > 05 | ie i Ee ado Tigeumente eee ae Seco jgermente | emedo | Goteando | Agua Mayen Pastas i 10 7 a 0 (Correia por la ortentacin dels dlecotinnldades Dinca y buzamierio | May favorabics | Favorabies [Medias | Desfvorables | Muy destavorbls “Tincles 0 =2 zi =10 = Pumeacay (acimeaasase 0 2 7 a5 =25 Tales 0 = =25 =s0 =60 Clasificacién: Chase 1 i i Vv v Calidad Saree ES Media Mala a ea Panna 10081 30-61 @-41 021 <20 INGENIERIA GEOLOGICA Clasificacién geomecanica RMR (Bieniawski, 1989) (Continuacién) © biJ}Caracteristicas geotéenicas 3 F Clase 1 1 im Vv Vv Q mienee te, 10 affos con 6 meses con | semana con 10 horas con 30 minutos con cs ee 15 mde vano 8 mde vano ‘Smde vano 2,5 mde vano mde vano 5 ylongitud | 2 Cohesin >4 Kplem 3-4 Kpfem™ 23 Kpiem™ <1 Kpjem™ ‘Angulo de rozamiento 34s 3-45" 25-35 <5, Orientacién de las discontinuidades en el tdnel Direceién perpendi cular al eje del tine ees : TExcavacidn con buzamiento | Excavacién contra buzamiento | Pieién parlela al eje del ténet Buz. 45-90 | Bur.2045 | Buz. 45.90 Bue 2045 | Bae #290 | Bue 2045 Muy favorable | Favorable Media Destivonbe [May dexfwvoble| Media Calidad de macizos rocosos en relacion al indice RMR S BE | case Calidad Valoracién RMR Cohesién faery eo eee aa a eee 9 ny Buena 80-61 3-4 kgiem™ 35-85" ry 23 kgm? 2535 V 12 kgjem® 19.25" Vv = I kglem® | geolégicos de detalle. Condiciones hidrogeolégicas ~ Datos hidrogeolégicos Condiciones geomorfolégicas + Datos geomorfolégicos 9 conitcacton Bocatuctizal: 2. Obtencién de datos geomecénicos SelecciGn de estaciones geomecénicas: identificacion de afloramientos representativos de las distintas zonas litoestructurales. —Rellenar hojas de campo en estaciones. => ‘Toma de datos geomacdnicos en cada estacién geomecénica —Testificar los sondeos geotécnicamente, de acuerdo con las hojas de campo. 3. Célculo del indice RMR, Q, SCR o SRM" ‘Célculo del indice RMR en cada estacién geomecanica. —Correlacién con propiedades geotécnicas == | delmacizo rocoso. Célculo del indice Q, SCR 0 SRM, en funcién de su aplicacién. —Aplicacién a tineles, taludes y Sectorizacién geomecénica segiin la clase de roca. ‘cimentaciones. (Estos indices se describen en los Capitulos 3 (AMA), 9 (SRM) y 10 (@ y SAC). Marto de gedlogo Esclorémetro Litologia Resistencia Resistencia Material necesario Cinta métrica Fracturacién Espaciado Registro fotografico EIIEEREG) stematica ent apicactn de as clasicaiones geomecnicas. Bibliografia recomendada Bieniawski, Z. T. (1989). Engineering rock mass cla- sifications. Ed. John Wiley and Sons. Brady, B. H. G. and Brown, E. T. (1985). Rock me- chanics for underground mining. George Allen and ‘Unwin, London. 234 ncenteniaceorsa1ca Goodman, R. E. (1989). Introduction to rock mecha- nics. Ed. John Wiley & Sons. Hudson, J. A. and Harrison, J. P. (2000). Engineering rock mechanics. An introduction to the principles. Pergamon. ISRM (1981). Rock characterization. Testing and mo- nitoring. ISRM suggested methods. Brown, E. T. Ed. Commision on testing and monitoring, Interna- tional Society for Rock Mechanics, Pergamon Press. Olalla, C., Perucho, A. y Arroyo, F. (1994), Medidas de tensiones en formaciones rocosas. Monografia del CEDEX. Ministerio de Fomento. 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