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EL DEBATE COMO HERRAMIENTA

PEDAGÓGICA
24 NOVIEMBRE, 2010 1 COMENTARIO

En la mayoría de los campos disciplinarios de las Ciencias Sociales, la necesidad de


poner en tensión la teoría con las prácticas científicas, profesionales y académicas, se abre
como una posibilidad de construir y generar espacios de debate y de
análisis controversial susceptibles de contribuir al desarrollo de cada profesión, de cada

carrera y de cada disciplina.


En Chile se ha extendido el uso del debate, como técnica de intercambio y
confrontación de ideas y conocimientos en el ámbito académico y educacional, desde
liceos a institutos profesionales y universidades, y estas experiencias se han desarrollado
en dos niveles: los debates intra-asignaturas o intra-carrera donde cada
profesor/académico recurre a la fórmula del debate para medir el grado de adquisición de
conocimientos, destrezas y habilidades; y los debates inter-carreras o inter-
institucionales, donde distintas instituciones educacionales de un mismo nivel
confrontan equipos seleccionados y entrenados de alumnos en torno a temas
seleccionados.
Más allá del aspecto mediático que este método puede implicar y que es accesorio a los
fines académicos, lo esencial y que nos parece relevante es la utilidad pedagógica que
resulta de la creación sistemática de espacios de diálogo en el aula y dentro del ámbito
universitario, donde los alumnos, acompañados y guiados metodológicamente por sus
profesores, pueden producir experiencias de aprendizaje significativo.
No basta con que los debates se hayan convertido en una suerte de moda en colegios,
liceos y universidades. Se hace necesario reiterar la importancia que revisten como
prácticas en el ámbito académico, para el fortalecimiento de los aprendizajes e incluso,
como experiencia de preparación cívica para una ciudadanía más consciente, más
crítica y más protagónica.
ALGUNOS SIGNIFICADOS ACADÉMICOS DEL DEBATE
El debate, como confrontación dialógica y crítica de argumentos distintos y hasta
contradictorios, forma parte de la esencia misma del ejercicio académico: no tendría
sentido el solo trabajo pedagógico universitario, si no estuviera a su vez respaldado y
enriquecido por formas de diálogo e intercambio de puntos de vista diferentes,
enfoques, miradas, razonamientos susceptibles de abrir las perspectivas del conocimiento
y la comprensión.
En la práctica académica universitaria, además -pareciera innecesario subrayarlo- los
debates son parte inherente del ejercicio intelectual de los docentes, de los alumnos y de
toda la academia, a través de foros, seminarios y otros encuentros, además de los
propios debates inter-académicos e inter-universitarios.
Propiciamos la realización de debates como prácticas pedagógicas evaluadas, de
manera que, dentro de cada asignatura, los alumnos tengan la oportunidad de exponer
públicamente sus propios argumentos, ideas y conocimientos adquiridos.
Sin embargo, el debate como práctica pedagógica en el aula y asociado
a cada asignatura, puede convertirse en una experiencia de gran utilidad,
tanto para el desarrollo de las habilidades comunicativas de los alumnos,
como de un mejoramiento de la calidad de los aprendizajes.
El debate como práctica pedagógica contribuye a mejorar la disciplina
de lectura, el uso crítico de las fuentes y referencias bibliográficas, la
consulta más frecuente de biblioteca, fortalece las destrezas
comunicacionales y de exposición oral y, en definitiva, genera exigencias
adicionales de aprendizaje en los estudiantes.
ALGUNOS CRITERIOS DE EVALUACIÓN
En este artículo, nos referimos específicamente a los debates comopráctica pedagógica
al interior del aula y, por lo tanto, en el contexto de una determinada asignatura.
Un debate como ejercicio pedagógico en clases, puede ser evaluado mediante
procedimientos formativos o sumativos.

Los criterios de evaluación de los debates dentro de cada asignatura, giran en torno a
cuatro conceptos generales:
a) uso adecuado y pertinente del lenguaje científico y académico, es decir, la
utilización de los conceptos, ideas y referencias teóricas de la ciencia en particular;
b) calidad argumental y expositiva, en el sentido del uso adecuado y competente de
técnicas orales, escritas, gráficas y/o audiovisuales para exponer los contenidos y para
debatir;
c) calidad y pertinencia de las fuentes bibliográficas utilizadas, en el sentido de la
exactitud y adecuación de las referencias bibliográficas y autores utilizados para apoyar
los argumentos desplegados en el debate; y
d) dominio del tema abordado, que se refiere al modo adecuado de mostrar habilidades
comunicativas y certeza en los argumentos, a partir de un conocimiento de las fuentes y
referencias.
Manuel Luis Rodríguez U.
REFERENCIAS
Bonomo, H., Mambert, J., Muller, J.: Tolerancia crítica y ciudadanía activa: una
introducción práctica al debate educativo. Tomado de página web de
IDEA, INTERNATIONAL DEBATE EDUCATION
ASSOCIATION: http://workserver.idebate.org
Este material introduce al lector en la práctica del debate con formatos y sus
características esenciales. Asimismo, permite que el lector pueda utilizarlo para coordinar
o facilitar talleres y prácticas de debate con grupos de jóvenes o estudiantes. Cada capítulo
incluye ejercicios y sugerencias para su coordinación, mientras que los apéndices proveen
material adicional para la implementación de prácticas de debate: ejemplos de
resoluciones para ejercitar, un ejemplo de debate y una guía para la organización de
torneos de debate.

Recuperado https://metodologiasdelainvestigacion.wordpress.com/tag/debate-academico/

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