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EXPERIENCIA DOCENTE.

EDUCACIÓN BÁSICA OBLIGATORIA

A los alumnos, en educación física, si bien les gustaba mucho porque suponían
que podían jugar futbol o outs que es parecido al baseball pero golpeando la
pelota con el pie, fue una gran oportunidad para llevarlos a ejercicios que
contribuyeran a desarrollar fuerza, equilibrio, rapidez, coordinación, juego entre
equipos, respeto a las reglas, armonía, etc.

Durante los honores a la bandera, las niñas se comportaban muy bien en cada
uno de los momentos, pero fue necesario estar muy cerca de los varones, pues
tendían a jugar y distraerse durante el desarrollo de los mismos, y solo con la
cercana presencia del docente, los menores se comportaban.

Un aspecto en que se debió poner especial atención, fue en el de la suciedad


generada en el aula, ya que justo después de terminar de comer algo, los alumnos
solían desechar la basura generada en el piso, y lo hacían inconscientemente,
para ello fue necesario aplicar estrategias y medidas tales que se vieran forzados
primero, a depositar la basura en el cesto correspondiente, para que después se
generara un hábito.

Para el desarrollo de las clases, fue necesario cambiar de lugar a los alumnos con
cierta frecuencia, para que trabajaran en equipos grandes, pequeños, en binas e
individualmente, esto se hizo necesario para que socializaran y trabajaran con
distintos compañeros, para romper la zona de confort y evitar que cayeran en
inercias perjudiciales. Esta acción al principio fue tomada con resistencia de parte
de los alumnos, pero poco a poco lo fueron asimilando.

En todo momento a los alumnos se les trato con respeto, aun y cuando, según
sus propias palabras, no estaban acostumbrados a eso, pues según mencionaron
los alumnos, en la “escuela”, así llamada la primaria, los maestros solo les
ordenaban, no les pedían de favor, por eso al principio se desconcertaban cuando
como docente les pedía las cosas por favor, les decía gracias, pero más que por
ser docente, solo por ser persona, por ser humano.
El trabajo con alumnos, se realizó en gran medida usando el pizarrón y en
ocasiones colocando laminas, también se utilizaba el dictado de textos, las
preguntas generadoras de aprendizaje, libros de texto y algunos audios
reproducidos en bocina recargable, pues se carecía de energía eléctrica en el aula
en que trabajábamos, lo cual se debía a que fue creciendo el número de grupos y
de docentes y solo tenían a la disposición un aula ligera, cuyos muros eran
paneles de plástico rígido relleno de unicel.

Esta carencia de energía eléctrica me llevó a usar durante un mes dos muy largas
extensiones eléctricas, pero ambas se fundieron, lo cual me llevó a reflexionar
respecto a esta situación, y recordé que muchos profesores actualmente trabajan
en condiciones similares, pero además, durante décadas en el pasado, muchos
héroes de la enseñanza trabajaron sin contar con aparatos electrónicos.

Por lo anterior, decidí preparar las clases de todas las asignaturas sin el uso de
computadora, videos, programas de cómputo, proyector, etc. Lo cual complica al
principio el trabajo, ya que los alumnos están inmersos en su vida diaria en el
terreno audiovisual, casi en un mundo virtual. Este hecho parecería ser una
desventaja, sobre todo para los alumnos con canales de percepción dominantes
auditivos y visuales.

Pero el reto fue que a pesar de la carencia de energía eléctrica en el aula ligera,
las planeaciones didácticas tomaran en cuenta esta situación, y dar pie al uso de
otros recursos para que los adolescentes trabajaran sin importar esta situación. Y
otra situación que se presentó, fue que los trabajadores que construían el aula, la
dirección y una bodega hacían mucho ruido e impedían la correcta enseñanza –
aprendizaje.

Después, en el pasado mes de junio, por fin nos entregaron el aula recién
construida, está si contaba con energía eléctrica, además fue amueblada con
butacas individuales, y en general, estaba muy bien construida, y a partir de ese
momento pude aprovechar uno de los proyectores de la escuela, para usarlo en
beneficio del aprendizaje de los alumnos.

Sin embargo, el gusto duró poco, ya que a la siguiente semana comenzaron a


demoler dos aulas ligeras para construir en ese terreno dos nuevas aulas, y el
ruido volvió, la calma se esfumó muy rápido. Pero al menos será para un beneficio
futuro inmediato de la comunidad escolar y de todo Matancillas.

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