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Revista Philosophica Vol. 34 [Semestre II / 2008] Valparaiso (ut -124) LAIRREALIDAD DEL TIEMPO J. M. E. MCTAGGART Tomado de J. M. E. McTaggart, The Nature of Existence, volume Il, Cambridge: Cambridge University Press, 1927, capitulo 33. El titulo del capitulo es simplemente “Tiempo”, pero como se presentan los argumen- tos de su articulo “The Unreality of Time” (Mind 17 (1908), 457-474) ha sido frecuente darle este titulo mas extenso y explicativo Traduccién de David Mufioz, Academia Internacional de Filosofia. Seré conveniente comenzar nuestra investigacién preguntando si cual- quier entidad puede poseer la caracteristica de estar en el tiempo. Intentaré probar que tal caso es imposible Parece sumamente paradjico afirmar que el tiempo es irreal, y que todas las afirmaciones que involucran su realidad son erroneas. Tal aser- cin involuera una diferencia con la posicién natural de la humanidad que €s mucho mayor que Ia involucrada en la asercién sobre la irrealidad del espacio o a irrealidad de la materia. Porque en la experiencia del hombre hay una parte ~su propio estado como conociéndose por introspeccién— que no parece ser ni espacial ni material. Pero no tenemos experiencia de algo que no aparezca temporalmente. Incluso nuestros juicios de que el tiempo ¢s irreal aparecen ellos mismos en el tiempo. Sin embargo, en todas las épocas y en todos los lugares del mundo, la creencia en la irrealidad del tiempo ha sido ella misma singularmente cons- tante, En la filosofia y en la religién de occidente ~y todavia mds, creo, en la filosofia y en la religién orientales- encontramos que la doctrina de la irrealidad del tiempo aparece continuamente. Ni la filosofia ni la religién se mantienen lejos del misticismo por un largo periodo, y casi todo misti- cismo niega la realidad del tiempo. En filosofia, el tiempo es considerado como irreal por Spinoza, por Kant, y por Hegel. Entre los pensadores mas modemos, la misma visién se encuentra en Mr. Bradley. Tal coincidencia de opinién es altamente importante, y no menos importante por tomar estas diferentes formas, y ser sostenida por diversos argumentos. Creo que nada que exista puede ser temporal, y que, por lo tanto, el 12 DOCUMENTOS tiempo es irreal. Pero creo esto por razones distintas a las de los filésofos anteriormente mencionados. Las posiciones en el tiempo, dado como éste se nos aparece prima fa- cie, son divididas en dos tipos. Cada posicién es anterior a otra posicién y posterior a otra. Para constituir una serie semejante se requiere una relacién transitiva y asimétrica, y una coleccién de términos tal que para cualesquie- ra dos términos, el primero se encuentra en esta relacién con respecto al segundo, o el segundo se encuentra en esta relacin con respecto al primero. Podemos tomar en consideracién la relacién de “anterior a” o la relacién de “posterior a”, las cuales, por supuesto, son transitivas y asimétricas. Si consideramos la primera, entonces los términos deben ser tales que, para cualesquiera dos términos, el primero es anterior al segundo, o el segundo es anterior al primero. En segundo lugar, cada posicién es pasado, presente, 0 futuro. Las distinciones de la primera clase son permanentes, mientras que éstas no lo son. Si Mes, alguna vez, anterior aN, es siempre anterior. Pero un evento, el cual es ahora presente, fue futuro, y serd pasado. Dado que las distinciones de la primera clase son permanentes, se po- dria pensar que éstas son més objetivas que las de la segunda clase y més esenciales a la naturaleza del tiempo. Sin embargo, creo que esto seria un error, y que la distincién de pasado, presente y futuro es tan esencial al tiempo como Ia distincién de anterioridad y posterioridad, mientras que, de una cierta manera, se podrfa considerar como més fundamental que la distincién de anterioridad y posterioridad. Y es porque la distincién de pasado, presente y futuro me parece esencial al tiempo, que considero al tiempo como irreal. Con el fin de una exposicién breve, designaré con el nombre de serie Aa la serie de posiciones que va desde el pasado lejano, pasando por el pasado cercano hacia el presente; y, luego, desde el presente, pasando por el futuro cercano, hasta el futuro lejano, o a la inversa. La serie de posiciones que va de lo anterior a lo posterior, o a la inversa, la lamaré serie B. Los con- tenidos de cualquier posicién en el tiempo forman un evento. Los variados contenidos simulténeos de una posicién particular son, por supuesto, una pluralidad de eventos. Pero, al igual que cualquier otra substancia, éstos forman un grupo, y este grupo es una substancia compuesta. Y una substan- cia compuesta que consiste en eventos simulténeos puede ser propiamente concebida ella misma como un evento.’ "Eg muy usual pensar el tiempo con la ayuda de la metifora del movimiento espacial. {Pero el movimiento espacial en qué direccién? El movimiento del tiempo consis- te en el hecho de que términos muy posteriores llegan al presente, o lo que es el mismo hecho expresado de otra manera~ que el ser presente (preseniness) llega a REVISTA PHILOSOPHICA Vo La primera cuestié tiempo que sus evento Es claro, para comenz: eventos en el tiempo eventos en el tiempo, : que, de hecho, percibit inferencia, creemos qu futuro. De esta maner: una serie A No obstante, se pod cl caso que la distinci futuro sea sélo una cor za real del tiempo com distinciones de anterio el tiempo coma realm como realmente es. Esto no es una op consideracién. Creo q arriba, me parece que | cualquier dificultad en dificultad para conside Creo que se admitir cia del cambio. En efec permanecer invariable cambiara. Y si alguna con ésta; puesto que st las otras cosas, y, de. entidades muy posterion serie B deslizéndose por hablando de la serie 4 se presenta a segundo caso, se prese: posterior. Y esto explica que decimos que nosot hombre se identifica as de su futuro y su pasad ‘esto le lleva a decir qu: como estos eventos son De esta manera, la cue preguntamos por los m vimiento de la serie 4 movimiento de la serie La primera cuestién que tenemos que considerar es si es esencial al tiempo que sus eventos deben formar tanto una serie A como una serie B. Es claro, para comenzar, que en la experiencia presente, nunca observamos eventos en el tiempo sino formando ambas de estas series. Percibimos eventos en el tiempo, siendo en el presente, y estos son los tinicos eventos que, de hecho, percibimos. Y cualquier otro evento que, por memoria o por ereemos que ¢s real, lo consideramos como presente, pasado 0 futuro. De esta manera, los eventos en el tiempo que observamos forman una serie A No obstante, se podria decir que esto es meramente subjetivo. Puede ser el caso que la distincién de posiciones en el tiempo en pasado, presente y futuro sea s6lo una constante ilusién de nuestras mentes, y que la naturale za real del tiempo comprenda solamente las distinciones de la serie Blas distinciones de anterioridad y posterioridad. En este caso, no percibirfamos el tiempo como realmente es, aunque podriamos ser capaces de pensarlo como realmente es. Esto no es una opinién comin, sino que requiere de una cuidadosa consideracién. Creo que esto es insostenible, ya que, como he dicho més arriba, me parece que la serie A es esencial a la naturaleza del tiempo, y que cualquier dificultad en considerar la serie A como real es igualmente una dificultad para considerar el tiempo como real Creo que se admitiria universalmente que el tiempo involucra la existen- cia del cambio. En efecto, en el lenguaje ordinario, decimos que algo puede permanecer invariable en el tiempo. Pero no podria haber tiempo si nada cambiara. Y si alguna cosa cambia, entonces todas las otras cosas cambian con ésta; puesto que su cambio debe cambiar alguna de sus relaciones con las otras cosas, y, de esta manera, sus cualidades relacionales. La caida entidades muy posteriores. Si tomamos la primera manera, estaramos hablando de la serie B deslizindose por una serie 4 fija. Si tomamos la segunda manera, estar‘amos hablando de la serie A deslizindose por una serie B. En el primer caso, el tiempo se presenta a si mismo como un movimiento desde el futuro hacia el pasado. En el segundo caso, se presenta a si mismo como un movimiento desde lo anterior a lo posterior. Y esto explica por qué decimos que los eventos vienen del futuro, mientras ue decimos que nosotros mismos nos movemos hacia el futuro; puesto que cada hombre se calmente con su estado presente, a diferencia de su futuro y su pasado, dado que es el inico tiempo que percibe directamente. Y esto le lleva a decir que se mueve con el presente hacia los eventos posteriores. Y ‘como estos eventos son ahora futuro, dice que se mueve hacia el futuro. dentifica a si mismo esp De esta manera, la cuestién sobre el movimiento del tiempo es ambigua. Pero si preguntamos por los movimientos de cada serie, la cuestién no es ambigua. El mo- vimiento de la serie 4 a lo largo de la serie B es desde lo anterior a lo posterior. El movimiento de la serie B a lola A es desde el futuro hacia el pasado, 4 DOCUMENTOS de un castillo de arena en la costa de Inglaterra cambia la naturaleza de la Gran Pirdmide. Si, entonces, una serie B sin una serie A puede conformar el tiempo, e! cambio deberia ser posible sin una serie A. Supongamos que las distincio- nes de pasado, presente y futuro no se aplican a la realidad. En este caso, {puede el cambio aplicarse a la realidad? Bajo esta suposicién, ;qué es lo que cambia? {Podemos decir que, en un tiempo formado por la serie B y no una serie A, el cambio consiste en el he- cho de que el evento cesa de ser un evento, mientras otro evento comienza a ser un evento? Si éste fuese el caso, deberiamos tener un cambio. Pero esto es imposible. Si Nes alguna vez anterior a O y posterior a M, serd siempre y ha sido siempre anterior a O y posterior a M, dado que las relaciones de anterioridad y posterioridad son permanentes. De este modo, Nestaria siempre en una serie B. Y, siguiendo nuestra presente suposicién, si una serie B constituyese por s{ misma el tiempo, N tendré siempre una posicién en la serie temporal, y siempre habria tenido una. Es decir, siempre habria sido un evento y siempre serfa uno, y no podria comenzar ni cesar de ser un evento. 20 diremos que un evento M se convierte en otro evento N, aunque to- davia se conserva una cierta identidad por medio de un elemento invariable, de tal modo que se pueda decir que no s6lo M ha cesado y N’ha comenzado, sino que ha sido M el que se ha convertido en N? Incluso asi, la misma difi- cultad aparece. My N pueden tener un elemento comin, pero estos no son el mismo evento, 0 no habria cambio. Si, por lo tanto, M cambié en N en un cierto momento, entonces, en ese momento M habria cesado de ser M, y Ncomenzaria a ser N. Esto implica que, en ese momento, M habria cesado de ser un evento, y N comenzaria a ser un evento. Y vimos, en el iltimo parigrafo, que, sobre nuestra suposicién presente, esto es imposible. No puede tampoco tal cambio ser buscado en los diferentes momentos del tiempo absoluto, incluso si tales momentos existiesen; puesto que el ‘mismo argumento se aplicaria aqui. Cada momento tendria su propio lugar en la serie B, puesto que cada uno seria anterior o posterior a cada uno de los otros. ¥, como la serie B depende de relaciones permanentes, ningtin momento podria cesar de ser, ni podria llegar a ser otro. El cambio, entonces, no puede efectuarse en un evento que deja de ser un evento, ni en un evento que cambie a otro. {De qué otra manera puede efectuarse? Si las caracteristicas de un evento cambian, entonces cierta- mente hay cambio, Pero ,qué caracteristicas de un evento pueden cambiar? Me parece que solamente hay un cierto tipo de tales caracteristicas. Y este tipo consiste en las determinaciones del evento en cuestién en términos de la serie A REVISTA PHILOSOPHICA VC Témese cualquier considérese qué camb es una muerte, que es efectos ~cualquier ca las estrellas se viesen una reina. En el tiltim« momento aiin seria e excepto una, es igualn Fue una vez un event evento en el futuro ma: ser pasado, y siempre f egué a ser mis y més Tales caracteristica por lo tanto, si hay cu: A, y solamente, en uns cambio real. La serie constituir el tiempo, p La serie B, sin eml Ja anterioridad y la po entidades, son claram« que no puede haber st tiempo no existe Debemos ahora cor posicién. La primera Sr. Russell, de acuerd al tiempo per se, sinc Una asercién que dice tal asercién; una aserc es anterior 0 posterior s6lo en relacién a alg) eventos que fuesen a ningén sentido pasadc a cualquier concienci: serfan pasados. SiN fuese siempre El pasado, por lo tanto en cada momento un ev tado se sigue de la real opinién de que todo ca darse cuenta de esto, yi ¢ real con la opinién ¢ inconsistente. REVISTA PHILOSOPHICA VOL. 36 [SEMESTRE II / 2008 us ‘Témese cualquier evento por ejemplo, la muerte de la reina Ana~ y considérese qué cambios pueden tomar lugar en sus caracteristicas. Que es una muerte, que es la muerte de Ana Stuart, que tiene tales causas, tales efectos ~cualquier caracteristica de este tipo nunca cambia. “Antes que las estrellas se viesen unas a otras”, el evento en cuestidn fue la muerte de ina reina. En el tltimo momento del tiempo -si el tiempo tiene un tiltimo ‘momento- atin seria el de la muerte de una reina. Y de cualquier manera, excepto una, es igualmente falto de cambio. Pero de una manera, cambia Fue una vez un evento en un futuro lejano. A cada momento se hacia un evento en el futuro més cercano, Finalmente, fue presente. Entonces, llegé a ser pasado, y siempre permanecera siendo pasado, aunque en cada momento egué a ser més y més pasado que antes’. Tales caracteristicas como éstas son las ‘inicas que pueden cambiar. Y, Por lo tanto, si hay cualquier cambio, debe buscarse en una serie temporal A, y solamente en una serie A. Si no hay una serie A real, no hay ningin cambio real. La serie B, por lo tanto, no es por s{ misma suficiente para constituir el tiempo, puesto que el tiempo involucra cambio, La serie B, sin embargo, no puede existir sino como temporal, ya que Ja anterioridad y Ia posterioridad, que son las relaciones que conectan sus entidades, son claramente relaciones temporales. De esta manera, se sigue que no puede haber serie B si no hay serie A, puesto que sin la serie 4 el tiempo no existe. Debemos ahora considerar tres objeciones que han sido planteadas a esta posicién. La primera se enmarca en la visién del tiempo sostenida por el Sr. Russell, de acuerdo con la cual pasado, presente y futuro no pertenecen al tiempo per se, sino solamente en relacién con el sujeto cognoscente. Una asercién que dice que N es presente significa que N es simulténeo con tal asercién; una asercién que dice que N es pasado o futuro significa que es anterior o posterior a tal asercién. Asf, N es pasado, presente, o futuro s6lo en relacién a alguna aserciGn. Si no hubiese una conciencia, habrian eventos que fuesen anteriores y posteriores a otros, pero nada seria en ningiin sentido pasado, presente o futuro, Y si hubiesen eventos anteriores a cualquier conciencia, éstos no serfan nunca futuros o presentes; aunque serfan pasados. SiN fuese siempre presente, pasado o futuro en relacién a alguna aser- El pasado, por lo tanto, estd siempre cambiando, si la serie A es real, debido a que en cada momento un evento pasado es mis pasado de lo que estaba antes. Este resul- tado se sigue de la realidad de la serie 4, y es independiente de la verdad de nuestra opinién de que todo cambio depende exclusivamente de una serie A. Es importante darse cuenta de esto, ya que muchas personas combinan la opinin de que la serie A ¢ real con la opinién de que el pasado no puede cambiar ~una combinacién que es inconsistente, 16 DOCUMENTOS cién Y, seria siempre asi, puesto que si algo es siempre simulténeo con, anterior a, 0 posterior a V siempre serd asi. ;Qué es, entonces, el cambio? Encontramos en las consideraciones del Sr, Russell sobre este tema, en su Principles of Mathematics, seccién 442: “El cambio es la diferencia, con respecto a la verdad o falsedad, entre una proposicién en relacién con una entidad y el tiempo 7, y una proposicién en relacién con la misma entidad y el tiempo 7”, en donde estas proposiciones difieren solamente por el hecho de que T ocurre en una y 7” ocurre en otra”. Es decir, hay cambio, segiin el Sr. Russell, sila proposicién “En el tiempo 7, mi atizador esté caliente” es verdadera, y la proposicién “En el tiempo 7’, mi atizador esté caliente” es falsa. Soy incapaz de estar de acuerdo con el Sr. Russell. En efecto, por un lado, yo admitiria que, si estas dos proposiciones fuesen verdaderas y falsas respectivamente, habria cambio. Pero, por otro, mantengo que no podria haber tiempo sin una serie A. Si, de acuerdo con el Sr. Russell, rechazamos la serie A, me parece que el cambio mismo se iria con ella, y, por lo tanto, también el tiempo, al cual le es esencial el cambio, En otras palabras, si la serie temporal A es rechazada, ninguna proposicién del tipo “En el tiempo T,, mi atizador esta caliente” puede ser alguna vez verdadera, porque no habria tiempo. Se haré notar que el Sr. Russell busca el cambio no en los eventos dentro de la serie temporal, sino en la entidad a la cual acontecen estos eventos, © en la cual son estados. Si mi atizador, por ejemplo, esté caliente en un determinado lunes, y nunca lo ha estado antes 0 después, el evento del ati- zador estando caliente no cambiarla, Pero el atizador cambia, porque hay un tiempo cuando este evento le esté ocurriendo, y un tiempo cuando no le esté ocurriendo. Pero esto no hace cambiar las cualidades del atizador. Siempre es una cualidad de este atizador que esté caliente en un determinado lunes. Y es siempre una cualidad de este atizador que no esté caliente en cualquier otro tiempo. Ambas cualidades son verdaderas de éste en cualquier tiempo —el tiempo cuando esté caliente y el tiempo cuando esté filo. Y, por lo tanto, parece ser erréneo decir que hay cambio en el atizador. El hecho de que esté caliente en un punto y frio en otro punto de la serie no puede dar cuenta del cambio, si ninguno de estos hechos cambia ~y ni uno ni el otro lo hace. Ni ningiin otro hecho acerca del atizador cambia, a menos que su presente, pasado o futuro cambien. Consideremos el caso de otro tipo de serie. El meridiano de Greenwich pasa a través de una serie de grados de latitud. Y podemos encontrar dos puntos en esta serie, Sy S’, tales que la proposicién “En S, el meridiano de Greenwich se encuentra dentro del Reino Unido” es verdadera, mientras, la proposicién “En S’, el meridiano de Greenwich se encuentra dentro del REVISTA PHILOSOPHICA VC Reino Unido” es falsa éPor qué si podriamos Por supuesto, hay de que estemos en lo c porales; ya que donde entera es si esta serie « namos la serie A de la una serie que no es ter la serie de latitudes. Si, como he manter cambien, no puede hal Ja muerte de la reina A puede cambiar, a menc ral A. Cualquier otra ¢ futuro no siempre seré Se sigue de lo que que algunas proposicio Este es el caso de las p serie A “La batalla d Pero éste no es el caso EI Sr. Russell sostie determinarlas debemo: verdaderas 0 siempre juicio”, “La caida de 1 lo correcto, todo juici: ‘mantengo, los hechos existe en absoluto, Afirmo, como el St para esto serdn dadas apariencia de la serie adoptada por el Sr. Rt que, cuando la serie A via pueden ser afirmad: el del cambio, y, por ci La segunda objecic no existentes ~tal com serie no forma parte é con las propiedades de son aplicables ningun: La aventura de los gal molinos de viento. Yu que se extrae es que la REVISTA PHILOSOPHICA VOL. 34 (SEMESTRE 1/2008] “7 Reino Unido” es falsa. Pero no se podria decir que esto nos da un cambio. {Por qué si podriamos decirlo en el caso de las otras series? Por supuesto, hay una respuesta satisfactoria a esta pregunta, en el caso de que estemos en lo correcto al hablar de las otras series como series tem- porales; ya que donde hay tiempo, hay cambio. Pero, entonces, la pregunta entera es si esta serie es una serie temporal. Mi argumento es que si elimi- namos la serie 4 de la naturaleza del tiempo prima facie, nos quedamos con uuna serie que no es temporal y que permite el ca que lo hace la serie de latitudes io, no mi como he mantenido, no puede haber cambio a menos que los hechos cambien, no puede haber cambio sin una serie 4; ya que, como vimos con la muerte de la reina Ana, y también con el caso del atizador, ningiin hecho puede cambiar, a menos que sea un hecho sobre su lugar de la serie tempo- ral A. Cualquier otra cualidad que tenga la tendré siempre. Pero lo que es futuro no siempre sera futuro, y lo que es pasado no siempre fue pasado. Se sigue de lo que hemos dicho que no puede haber cambio a menos que algunas proposiciones sean en alguin tiempo verdaderas y en otro falsas. Este es el caso de las proposiciones que tratan con la ubicacién de algo en la serie A ~ “La batalla de Waterloo es en el pasado”, “Esté lloviendo ahora” Pero éste no es el caso para cualquier otra proposicién. EI Sr. Russell sostiene que tales proposiciones son ambiguas. Y que para determinarlas debemos substituirlas por las proposiciones que son siempre verdaderas o siempre falsas — “La batalla de Waterloo es anterior a éste juicio”, “La caida de la lluvia es simulténea con este juicio”. Si él esta en lo correcto, todo juicio es siempre verdadero, 0 siempre falso. Entonces, nantengo, los hechos no cambian. Y entonces, mantengo, el cambio no existe en absoluto. Afirmo, como el Sr. Russell, que no hay serie temporal A (mis razones para esto serdn dadas posteriormente). Y considero la realidad detrés de la apariencia de la serie A de una manera no completamente distinta que la adoptada por el Sr. Russell. La diferencia entre nosotros es que é! piensa que, cuando la serie A es rechazada, el cambio, el tiempo y la serie B toda- via pueden ser afirmados; mientras que yo mantengo que su rechazo implica el del cambio, y, por consiguiente, el del tiempo, y de la serie B. La segunda objecién descansa en la posibilidad de series temporales no existentes tal como, por ejemplo, las aventuras de Don Quijote. Esta serie no forma parte de la serie A. No puedo en este momento juzgarlas con las propiedades de ser pasado, presente o futuro. En efecto, sé que no son aplicables ninguna de las tres. Sin embargo, se dice, es una serie B. La aventura de los galeotes, por ejemplo, es posterior a la aventura de los molinos de viento. Y una serie B involucra tiempo. Entonces, la conclusién que se extrac es que la serie A no es esencial al tiempo us DOCUMENTOS Replicaria a esta objecién del siguiente modo. El tiempo sélo pertenece a lo existente. Si cualquier realidad se encuentra en el tiempo, esto involu- cca que tal realidad existe. Esto, pienso, podria admitirse universalmente. Se podria preguntar si todo lo que existe se encuentra en el tiempo, o incluso si algo realmente existente se encuentra en el tiempo, pero no se negaria que, si algo se encuentra en el tiempo, debe existr. Ahora bien, ,qué existe en las aventuras de Don Quijote? Nada; porque la novela es imaginaria. Lo que existe son los estados de la mente de Cer- vantes cuando invent6 la novela, y los estados de mi mente cuando pienso n la novela. Pero, entonces, esto formaria parte de una serie A. La inven- cin de la novela de Cervantes esti en el pasado. Mi pensar sobre la novela esti en el pasado, el presente, y -espero— en el futuro, Pero las aventuras de Don Quijote pueden ser creidas por un nifio como sucesos histéricos. Y al leerlas, con un esfuerzo en mi imaginacién, puedo pensarlas como si realmente hubiesen acontecido. En este caso, las aventu- ras son creidas como existentes, o pensadas como existentes. No obstante, entonees, se creen que se encuentran en una serie A, 0 son pensadas como ubicadas en una serie A. El nifio que cree que son sucesos histéricos creer que acontecieron en el pasado. Si las pienso como existentes, las deberfa pensar como aconteciendo en el pasado. De la misma manera, si creo que los eventos descritos en After London de Jefferies existen, 0 los pienso como existentes, deberfa creer que existirin en el futuro, o pensar que exis- tirin en el futuro. Que situemos el objeto de nuestra creencia o de nuestro pensamiento en el presente, en el pasado, o en el futuro dependerd de las caracteristicas del objeto. Pero siempre se encontrar en algan lugar de la serie temporal A. Asi, la respuesta a la objecién es que al encontrarse una cosa en el tiempo, estara en la serie A. Si esté realmente en el tiempo, se encuentra realmente en la serie A. Si se cree que es en el tiempo, se creer que se encuentra en una serie A. Si se piensa que esté en el tiempo, se pensara que esté en una serie 4. La tercera objecién se basa en la posibilidad de que, si el tiempo fuese real, podria haber en la realidad muchas series temporales reales e inde- pendientes. La objecién, si la entiendo correctamente, es que todas las series temporales serian reales, aunque las distinciones de pasado, presente y futuro s6lo tendrian un significado dentro de cada serie, y, por lo tanto, no podrian ser tomadas como reales absolutamente, Podria haber, por ‘ejemplos, muchos presentes. Ahora bien, por supuesto, muchos puntos del tiempo pueden ser presentes. En cada serie temporal, muchos puntos son presentes, pero deben ser presentes sucesivamente. Y los presentes de las, diferentes series temporales no serian sucesivos, puesto que no son en el REVISTA PHILOSOPHICA Vi mismo tiempo’. Y dife a menos que sean suce les, que son reales, de distincién entre pasad No puedo, sin em duda, ningin presente de un cierto aspecto « tiempo- solamente se seria una serie tempor que el tiempo, No estoy, obviame tencia de muchas seri intentaré mostrar que que afirmo aqui es que que hay muchas series que hay una serie A di Concluimos, entoni son esenciales al tiemy en la realidad, entonc« ya sea verdadera o fal arriba que siempre p< generalmente se ha m el tiempo es una carac modo como to percibi tiempo es verdadero d serie A como esencial: Cuando Ja opinién creo, a causa de que st que las distinciones de de la realidad, y que, salvada, la distincién « suposicién, se mantuvc raz6n para rechazar la to, esto solamente pod: del tiempo ha mostrad esta linea de argument Ahora, procedo a éxito, como me parece sin una serie 4, queda > Ni serfan simulténeos, ubicarfan entre sien uni REVISTA PHILOSOPHICA VOL. 36 (SEMESTRE I / 2008 9 mismo tiempo’. Y diferentes presentes, se puede decir, no pueden ser reales a menos que sean sucesivos. De esta manera, las diferentes series tempora- les, que son reales, deben ser capaces de existir independientemente de la distincién entre pasado, presente y futuro. No puedo, sin embargo, considerar esta objecién como valida. Sin duda, ningin presente podria ser el presente -solamente serfa el presente de un cierto aspecto del universo. Pero, entonces, ningun tiempo seria e/ tiempo solamente seria el tiempo de un cierto aspecto del universo. Esta seria una serie temporal real, pero no veo que el presente sea menos real que el tiempo, No estoy, obviamente, manteniendo que no hay dificultad en la exii tencia de muchas series A distintas. En la segunda parte de este capitulo, intentaré mostrar que la existencia de cualguier serie A es imposible. Lo que afirmo aqui es que, si hubiese una serie A, y alguna razén para suponer que hay muchas series B distintas, no habria dificultad adicional en suponer que hay una serie A distinta para cada serie B. Concluimos, entonces, que las distinciones de pasado, presente, y futuro son esenciales al tiempo, y que, si las distinciones no son nunca verdaderas en la realidad, entonces, ninguna realidad esta en el tiempo. Esta opinin, ya sea verdadera o falsa, no tiene nada de sorprendente. Se advirtié mas arriba que siempre percibimos el tiempo teniendo estas distinciones. Y generalmente se ha mantenido que la conexién de estas distinciones con el tiempo del tiempo, y no una ilusién, debido al modo como lo percibimos. La mayoria de los filésofos, crean o no que el tiempo es verdadero de la realidad, han considerado las distinciones de la serie A como es una caracteristica nciales al tiempo. Cuando Ia opinién opuesta se ha mantenido, ha sido generalmente, creo, a causa de que se mantuvo (correctamente, como trataré de mostrar) que las distinciones de pasado, presente y futuro no pueden ser verdaderas de la realidad, y que, por consiguiente, si la realidad del tiempo debe ser salvada, la distincién en cuestién debe mostrarse inesencial al tiempo. La suposicién, se mantuvo, fue por la realidad del tiempo, y ésta nos daria una razén para rechazar la serie A como inesencial al tiempo. Pero, por supues- to, esto solamente podria dar una presuncién. Si el andlisis de la naturaleza del tiempo ha mostrado que, al remover la serie A, el tiempo es destruido, esta linea de argumento no esté disponible. Ahora, procedo a la segunda parte de mi empresa. Habiendo tenido éxito, como me parece que lo tuve, en probar que no puede haber tiempo a serie A, queda por probar que una serie A no puede existir, y que, ete ser en el mismo tiempo, No se 120 DOCUMENTOS por lo tanto, el tiempo no puede existir. Esto implicaria que el tiempo no es real, debido a que se ha admitido que la tinica manera en la cual el tiempo puede ser real es al existr. Pasado, presente, y futuro son caracteristicas que atribuimos a los eventos, y también a los momentos del tiempo, si éstos son tomados como realidades separadas. {Qué significa pasado, presente y futuro? En primer lugar, ;son relaciones 0 cualidades? Me parece bastante claro que no son cualidades sino relaciones, aunque, por supuesto, al igual que otras rela ciones, generan cualidades relacionales en cada uno de sus términos'. Pero incluso, si esta opinién estuviese equivocada, y fuesen en realidad cualida- des y no relaciones, no afectaria al resultado al cual Ilegaremos; ya que las razones para rechazar la realidad del pasado, presente y futuro, que vamos a considerar, se aplicaria tanto a las cualidades como a las relaciones. Si, entonces, cualquier cosa se llama correctamente pasada, presente, © futura, debe ser porque es en relacién a algo més. Y este algo més al cual se esté en relacién debe ser algo fuera de la serie temporal; ya que las relaciones de la serie A son relaciones cambiantes, y ninguna relacién que sea exclusivamente entre miembros de la serie temporal puede alguna vez cambiar. Dos eventos estén exactamente en el mismo lugar en la serie temporal, relativamente uno al otro, un millén de afios antes que tomen lu- gar, mientras cada uno de ellos esté tomando su lugar, y cuando estén a un miillén de afios en el pasado. Lo mismo es verdadero acerca de la relacién de unos momentos a otros, si los momentos son tomados como realidades separadas. Y lo mismo es verdadero acerca de las relaciones de eventos a ‘momentos. La relacién cambiante debe ser a algo que no esté en la serie temporal. Pasado, presente, y futuro, entonces, son relaciones en donde los even- tos se relacionan con algo fuera de la serie temporal. ,Son simples estas relaciones 0 pueden ser definidas? Pienso que son claramente simples ¢ indefinibles. Pero, por otra parte, no pienso que sean aisladas e indepen- dientes. No parece que podamos conocer, por ejemplo, el significado de el ser pasado (pasiness), si no conocemos el significado de el ser presente (presentness) 0 de la futuridad (futurity), Debemos comenzar con la serie A, més que con el pasado, el presente, y ‘+ Es verdadero, sin duda, que mi anticipacién de una experiencia M, la experiencia ‘misma, y la memoria de la experiencia son tres estados que tienen diferentes cuali- ddades originales, Pero no es el futuro M, el presente M, y el pasado M, los que tienen estas tres diferentes cualidades. Las cualidades son poseidas por tres diferentes eventos a anticipacién de M, M mismo, y la memoria de MM- cada uno de los cuales en su momento respectivo es futuro, presente, y pasado, De esta manera, esto no da sustento a la opinién de que los cambios de la serie A son cambios de cualidades originales, REVISTA PHILOSOPHICA VOL. el futuro, como término serie A cuando cada unc la serie, una y sélo una y la futuridad, que son de el ser presente con X de el ser pasado con X relacién de la futuridad Hemos llegado a la nes con un término fue 41 mismo estar en el tier ciones con éste determi pasado, presente o futur debe ser hallado, si la s cuanto a la realidad de Pasado, presente y evento debe ser'una o | Si digo que algin even futuro; y al igual con esencial para el cambic co cambio que podeme presente al pasado, Las caracteristicas, las tiene todas*. Si Mes presente y pasado. Si e: caracteristicas pertenec incompatibilidad de las Pareciera que esto } imposible afirmar la di a que nuestro lenguaje futuro, pero no formas que M es presente, pa: futuro. O es pasado, y serd presente y pasad cuando son simultinee tiene todas sucesivame Pero, ,qué significa 5 Sila serie temporal tien tun término final, éste m1 presente y pasado, y el caracteristicas incompa REVISTA PHILOSOPHICA VOL. 34 [SEMESTRE I! /2008] 121 el futuro, como términos separados. Y debemos decir que una serie es una serie A cuando cada uno de sus términos tiene, para una entidad X fuera de la serie, una y s6lo una de las tres relaciones, el ser pasado, el ser presente y la futuridad, que son tales que todos los términos que tienen la relacién de el ser presente con X caen entre todos los términos que tienen la relacién de el ser pasado con X, por una parte, y todos los términos que tienen la relacién de /a futuridad con X, por otra part Hemos Hlegado a la conclusién que una serie A depende de las relacio- nes con un término fuera de la serie A. Este término, entonces, no podria é1 mismo estar en el tiempo, y sin embargo debe ser tal que diferentes rela~ ciones con éste determinen los otros términos de estas relaciones, como ser pasado, presente o futuro. Encontrar tal término no es facil, pero tal término debe ser hallado, si la serie A es real. Pero hay otra dificultad ain mayor en cuanto a la realidad de la serie A. Pasado, presente y futuro son determinaciones incompatibles. Todo evento debe ser una 0 la otra, pero ningin evento puede ser més que una Si digo que algin evento es pasado, esto implica que no es ni presente ni futuro; y al igual con las otras determinaciones. Y esta exclusividad es esencial para el cambio, y, por lo tanto, para el tiempo. Puesto que el tini- co cambio que podemos obtener es el que va del futuro al presente, y del presente al pasado. Las caracteristic , por lo tanto, son incompatibles. Pero todo evento las tiene todas’. Si M es pasado, ha sido presente y futuro. Si es futuro, seré presente y pasado. Si es presente, ha sido futuro y sera pasado. Ast, las tres caracteristicas pertenecen a cada evento. {Cémo es esto consistente con la incompatibilidad de las caracteristicas? Pareciera que esto puede ser ficilmente explicado. En efecto, ha sido imposible afirmar la dificultad sin de inmediato dar la explicacién, debido a que nuestro lenguaje posee formas verbales para el pasado, presente y futuro, pero no formas que sean comunes a las tres. Nunca es verdadero que Mes presente, pasado y futuro. Es presente, serd pasado, y ha sido futuro. O es pasado, y ha sido futuro y presente, o, también, es futuro, y serd presente y pasado. Las caracteristicas son solamente incompatibles cuando son simulténeas, y no hay contradiccién porque cada término las tiene todas sucesivamente. Pero, {qué significa “ha sido” y “seré”? ZY qué significa “es”, cuando, Sila serie temporal tiene un primer término, tal término nunca seré futuro; y si tiene un término final, éste nunca seré pasado. Pero el primer término, en este caso, seré presente y pasado, y el término futuro y presente. Y la posesin de las dos ccaracteristicas incompatibles conlleva a la misma dificultad de la posesién de las 12 DOCUMENTOS como aqui, se usa con significado temporal, y no como para la predicacién simplemente? Cuando decimos que X ha sido Y, afirmamos que X es Yen ‘un momento del tiempo pasado. Cuando decimos que X sera Y, afirmamos que Xes Yen un tiempo futuro. Cuando decimos que X es ¥ (en el sentido temporal de “es”), afirmamos que X es Y en un momento del tiempo pre- sente, Asi, nuestra primera afirmacién sobre M—que es presente, ser pasado, y ha sido futuro~ significa que M es presente en un momento del tiempo presente, pasado en algiin momento del tiempo futuro, y futuro en algiin ‘momento del tiempo pasado. Pero todo momento, asi como todo evento es pasado, presente, y futuro, Y de esta forma se presenta una dificultad parecida, Si Mes presente, no hay momento del tiempo pasado en el cual sea pasado. Pero los momentos del tiempo futuro, en los cuales es pasado, son igualmente momentos del tiempo pasado, en los cuales no puede ser pasado. Asi otra vez, que Mes futuro y seré presente y pasado significa que Mes futuro en un momento del tiempo presente, y presente y futuro en diferentes momentos del tiempo futuro. En este caso, no puede ser presente 6 pasado en algiin momento del tiempo pasado. Pero todos los momentos del tiempo futuro, en el cual M sera presente o pasado, son igualmente ‘momentos del tiempo pasado. Y, de esta manera, de nuevo llegamos a una contradiccién, debido a que os momentos en los cuales M tiene alguna de las tres determinaciones de la serie 4 son también momentos en los cuales no puede tener esta deter- minacién. Si tratamos de evitar esto, diciendo acerca de estos momentos lo que se ha dicho previamente acerca de M mismo -que algin momento, por ejemplo, es futuro, y serd presente y pasado- entonces, “es” y “serd” tendrian el mismo significado anterior. Nuestra afirmacién, entonces, nifica que el momento en cuestién es futuro en un momento presente, y sera presente y pasado en diferentes momentos del tiempo futuro. Esto, por supuesto, es la misma dificultad que aparecié anteriormente. Y asi infinitamente Tal infinidad es viciosa. La atribucién de las caracteristicas pasado, pre~ sente y futuro a los términos de cualquier serie lleva a una contradiccién, a ‘menos que se especifique que éstos las tienen sucesivamente. Esto significa, como hemos visto, que éstos las tienen en relacién a los términos especi- ficados como pasados, presentes y futuros. Para evitar una contradiccién semejante, estos deben de nuevo especificarse como pasados 0 presentes © futuros. Y, dado que continiia infinitamente, la primera serie de términos nunca escapa de la contradiccién.* Valdria la pena sefialar que el infinito vicioso no aparece por la imposibilidad de definir pasado, presente y futuro, sin usar los términos en las propias definiciones. REVISTA PHILOSOPHICA V La contradiccién, poner que el ser pase ginales, y no, como F todavia es el caso que pose una, se poseen La realidad de la rechazada. Y, puesto de la serie A, la reali Jo mismo para la real tiempo, Nada es real anterior 0 posterior: realmente cambia. Y percibimos algo en e periencia presente, p que realmente no es. Por el contrario, hem partir del hecho de qu que el intento de elim generacién de una co Incluso bajo Ia hipéte sotros mismos percib * Versién castellana ¢ El ensayo aparecié pc McTaggart, The Nar University Press, 192 scueeieenemmetintits tececmiaatae REVISTA PHILOSOPHICA VOL. 36 [SEMESTRE 1/2008] La contradiccién, como se verd, se origina de la misma manera al su- poner que el ser pasado, el ser presente, y la futuridad son cualidades or ginales, y no, como hemos decidido anteriormente, relaciones; puesto que todavia es el caso que son caracteristicas incompatibles entre si, y que si se posee una, se poseen las demas. Y, por esto, la contradiccién aparece. La realidad de la seri entonces, lleva a una contradiccién, y debe ser rechazada. Y, puesto que hemos visto que el cambio y el tiempo requieren de la serie A, la realidad del cambio y del tiempo deben ser rechazadas. Y Jo mismo para la realidad de la serie B, ya que necesita de la existencia del da es realmente pasado, presente, o futuro. Nada es realmente anterior o posterior a algo, o temporalmente simulténeo con algo. Nada realmente cambia. Y nada realmente es en el tiempo. Cuando alguna vez percibimos algo en el tiempo ~que es la tinica manera que, en nu periencia presente, podemos percibir cosas~ percibimos més o 1 que realmente no es.” a ex- enos lo Por el contrario, hemos admitido estos términos como indefinibles. Se presenta a partir del hecho de que la naturaleza de los iccién, y que el intento de eliminar la contradiccién involucra el empleo de los términos, y ia generacién de una contradiccién similar Incluso bajo la hipétesis que los juicios son reales, seria necesario concebimos a no- sotros mismos p ibiendo cosas en el tiempo, y, asi, percibiéndolas er * Versién castellana de David Mutioz. El ensayo aparecié por primera vez en Mind, 17 (1908): 457-74, Posteriormente, McTaggart, The Nature of Existence, vol. Il, capitulo 33, Cambridge: Cambridge University Press, 1927, con el titulo “Time’

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