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UN RECORRIDO POR ALGUNAS VIEJAS PRACTICAS QUE NO CONVIENE ABANDONAR Las buenas “rutinas | bK Por JORGE Fasce @ CON PARTICULAR ESTILO, EL AUTOR PROPONE REDESCUBRIR EL SENTIDO Y LA EFICACIA DE VIEJAS PRACTICAS DE AULA Y COMPRENDER LA NECESIDAD DE SU VIGENCIA, Ex exe artculo voy a referirme a aguells formas de trabajo que, durante mucho tiempo y ‘on weriada cicunstancias, he vito realizar en as escuela, em clas de divers niveleseducati- 0s, em distintos lugares del pais, en diferentes reas curricular, Sencillas formas de hacer que son titles y que comtribuyen a legrar buenos caprendizajes.Intentart deseribirla lo largo de cuatro pdginas que pretendo sean amigables gra- cas a un lenguaje directo. He empezado esta nota sefalando el te- ma que desarrollaré, en qué forma y en ccudntas piginas lo har Exo que llamamos “una buena clase” (0 tun grupo de temas a desplegarse, una uni- dad didéctica, unidad de trabajo, centro de interés, proyecto de trabajo o cualquier ¢s- tructura de ensefianza, independientemence del nombre con que lo designemos, del tiem- po de su desarrollo y dela forma que tome) comienza, en general, casi del mismo modo que este articulo: explicitando el tema que ha de tatarse, el iempo aproximado que cdemandard su realzacin (con una sintética pero clara enumeracién de sus momentos en relacin con los subtemas)y las acciones que llevarin a cabo alumnos y docence. Lo que voy a seflar puede parecer inne- cesario,“anticuado” y hasta irespenuoso para con los leetores (porque todos lo sabemos)s sin embargo, corteré el riesgo de des ‘buen comienzo de una “buena case” incluye el saludo entre maestro y estudiantes si es es al primer encuentro del dia entre cls. saludo indica a los otros, manera de primera sefial, que hemos registrados pre- sencia. Para nosotros, los docentes, es esen- cial expliciar desde el primer momento, due estamos considerando la presencia de los otros, los alumnes, y que necesitamos también recibir el mensaje de vuelea de quienes han sido saludados. No estamos hablando de ninguna for- malidad vacta de significado, no nos rfer- mos a ninggin reualegido nia ninguna ner lo: un rma basada en decisiones o actitudes de un supuesto respeto expresado mediante un “re citado” sin sentido, Hablamos de un simple ‘buenos dias", de un “qué tal, cSmo estén’, de un “los veo muy contentos, hoy”. Habla sos de un mensaje que expeese, de manera implicca por supuesto: “realmente, con us- tedes quiero trabajar, los tengo en cuenta desde este momento y seguramente desie antes también, estoy pensando en ustedes” E! saludo seguido por laanicpacin del te- may de la forma de tratarlo comunice que el sentido de lo que se har esti dado por la presencia de los oto. Si esas, estamos co- menzando bien Desde gue me propusieron que ecribiers te artcul, extuve pensando cimo hacerlo En gin momento tomé lapicer y papel y empe: da borgucjarlo (para hacer el exquema de lo (que wy a excribin, no puedo war la computa dra); destague el tema que me habian pedido, pres atencin a las normas formales que me solcieron, tase muy en cuenca a los destina tari: poblemense, colegas que trabajar en say diferentes tipos de escuclas, en distintasc- las, en diversas mateias, con alumnos muy ferences unos de oto. ‘Ai suclecomencar ton artical: con la plani- fcaciin que uno hace, no impor i con brrome, Lipia apicer, papel liso, cuadrculad,rayad 0 con la compusora, sobre un ert, lt mest de esa ola de un bar Ast, también, comienza una buena en- sefianza: planificindola, Y de la misma ma- nnera que en el caso de los articulos (ode los saludos al comienzo de Ia clase), lo que im- porsa no es la formalidad: imporca la anti- cipacién, la previsién, la preparacién. No importa si estéexcrita a mano 0 en el pro- cesador de textos, si las columnas son cus ‘0 0 cinco, si los contenidos procedimen- tales estin junto a los conceptuales o en columnas separadas. Obviamente, debe te nce minimas condiciones formales que per- rmitan que sea consultada sin dificultad por el mismo autor un tiempo después, 0 por el director de la escuela 0 por el supervisor cuando estos lo necesiten. En mis recorridas por las escuelas de dlistincos lugares del pals a lo larg muchos muy buenos docences. Aunque di ciertas cualidades comunes, una de las cus les inceresa destacar: a inmensa mayorta planifica sus clases detenidamente. Incluso he conocido a prestigiosos profesotes uni- versitarios que, dominando perfectamente el tema que debfan exponer y aunque ya lo habfan dado en muchas oportuni sentaban unas horas antes en su casa, en la sala de profesores o a la mesa del bar a revi- sar sus apuntes. Si se me permite, y como homenaje, menciono el ejemplo de mi smaestra Lidia Bosch, la prestigiosa y queti dia especialista en Educacién Inicial des, se ‘Quiero insite: planificar detenidamente no es hacerlo de una manera fia 0 impuesta por algin funcionario, algin directivo o al- guna moda pedagé) prescindible de previsién de una buena ense- anda, Es pensar en las metas (se llamen objetivos, expectativas de logro o fines), en una organizacién de los contenidos (un ma- pa conceptual, una red de contenidos, un cuadro sindptico, cualquier diagrama o un simple listado); en la necesidad de repasar, rever 0 incorporar los temas a ensefar; en una secuencia de actividades; en los recursos anecesatios y en una forma de evaluacin, Es pensar en nuestros alunos, en sus caracte- ristieas y en sus necesidades. Es anticiparse para obcener la seguridad suficiente que per- go los cambios y las improvisaciones aque las circunstancias exijan, Fico ‘Ya he mencionado que, cuando plan Le estructura de ea nox nev siempre mz pre sents alos destnatariex. Lamensablemente solo puedo recurir a los recuerdos que tengo ahora Los buenos m siempre reservan un tiempo para el luego de fa exposi de ello, de tants maestros y profeors als que, en exe momento, no puedo ver ni escuchar. Me serviria de mucho poder conversar com ellos ‘mientras crib, saber si me entienden, si eto es results es interesante Onservan y ESCUCHAR Los docentes tienen una ventaja sobre los cescrigores: tienen a sus destinaraios alli, de- lante de ellos. Los ven, los escuchan, saben fen qué estén trabajando, cémo lo hacen, pueden registrar cémo piensan y reconocer sus sentimientos y actitudes. De ese modo, se va estableciendo un intenso intercambio en- tre sus intenciones de ensefianza, los conteni- dos que se estin tratando y las reacciones cognitivas y afectivas de los estudiantes. Observarlos, escucharlos, responderles, reaccionat frente a sus muestras de asenti- miento 0 fastidio, frente a sus dudas, erores, ¥ aciertos, son mensajes que indican a los alumnos que su docence los tiene en cuenta Estas actitudes potencian y sarrollo de la clase, Para que esto sea posible wan el de el maestro con frecuencia se calla, coma una titud aparentemente pasiva pero de inten sa actividad interna, En otros momentos, cuando es necesario, habla, indica, orienta corrige, explica, expone y profesores én. Mieneras planifcaba la nota, me sox prendié no encontrar material acerca de bx ica de ensefanza en bs bibliografa. mis reciente sobre didietica Eso me cents a darle a este fragmento ol co- no de “reivindicacién de la exposicién", no cn el sentido tradicional de ‘comunicacion tunidieccional autortaria’ sino de procedi- rieneo didictico ttl para los momentos de sincesis, para desarollar los aspectos aucén- ticamente més dificiles de una temitica ccompleja, para presentar una sitvacin a re- solver. En este sentido, es bueno que el do- cente expositer (como el escritor de una nota) plancee su exposicién incluyendo una presentacién, un desarrollo y un momento de conclusidn; que realce conexiones encre dos cemas que va exponiendo; que epita par ra reforzar sus ideas; que anticipe algunos puntos a tratar; que muestre no solo los exposicién como contenidos que esté tratando sino también fa linea de sus pensamientos He visto tantisimos docentes con nota ble capacidad para dialogar con sus alumnos mientras exponian. Reconozco que es dificil hacerlo porque, entze otros riesgos, el més peligroso es perder el hilo conductor de lo que se estd presentando. De todos modos, los buenos maestros y profesores siempre re servan un tiempo para el dislogo luego de la cexposicién, No voy a redundar sobre a im- portancia de este tipo de incercambios ni so bre lo bien que me vendrian para mejorar ‘esta comunicacién (desearia, por ejemplo, que los colegas lectores pudieran hacerme preguntas en este preciso instante) ‘Ahora bien, zcdmo intervenian los docen fe dialogaban exitosamente con sus alunos? He visto que, cuando preguntaban, sedi sid rados posibles “respondentes". Ademis, ‘pre guntaban escuchando”: se interesaban verda- deramente por las respuestas que daban los alumaos; hacian comentarios que mostraban ue los habian escuchado y que, cuando las espuestas o las preguntas tenian errores, ha- bian estado atentos no solo a as equivocacio- res mismas sino también ala posible lgica de su produccién, Eran hibiles también para otra ‘cuestién muy compleja: decidir “sobre la mar cha” qué pi sno, No es dificil identificar la. pertinencia n arodos, porque todos: as eran pertinentes y cules ‘cuando una pregunta esti direcramente ligada al tema; en cambio, es més arduo detectar per- tinenciassubyacentes 6 nuevos temas surgidos del ddlogo. EL TRABAJO DE LOS ALUMNOS En 1959, hacia mi primera suplencia co- mo maestro de grado en la escuela Provincia del Neuquén, barrio de Villa Crespo, en la ciudad de Buenos Aires. El direcot, Juan Car- los Diaz, obsevaba frecuentemente mis clases (otra buena vieja préctica de los directores) ‘Atos después me di cuenta de que con eso me ‘cuidaba, me protegia, me ensefiaba. Un dia ime dijo: "Pibe, vos trabajés demasiado en la clase, hablé menos, movete menos, los que tie- nen que cabajarintensamente soa los alurn- ‘nos, Casi veinteafos despues, se me ocurti6 hacer una mecéfora sobre aquella anéedota y sobre lo que creo puede pasar en un aula. A veces, sea considera como tuna pequefia sala teatral en cuyo escenario suele haber un actor, el docence, que acria para sus espectadores, los alumnos. Esto puede ser necesario y bue- ‘no para algunos momentos del drama" que seest desarollando, pero el argumento prin cipal, a linea fundamental cendeia que sr la actuacin delos estudiantes. Son ellos quienes deberian ser los actores. Por su parte, macs- tro lecorresponderia un rol quizés més dificil: dl dedirector de escena,cuyalabore orient, mostrar informar, cortege. Se considera el aula como una pequeita sala teatral en cuyo escenario suele haber un actor, el docente. Esty pensand que debo terminar el arcu lo: que tengo que hacer una sntesis de lo x= pest, reterar cd fu mi incencin al excite {y proponerle: algunas posible: ines de penta siento quits de acc. EL FINAL DE LA CLASe Las “buenas clases’ suelen cezrare, por tun lado, con una revision de lo hecho, de los temas que se trataron, diferenciando los principales de los secundarios. También se reflexiona sobre qué se aprendié y qué que- da por averiguar; se evalia cudles fueron los aciertos, i hubo errores y qué caminos se- Buir en el futuro; se anuncia cémo y eusndo continuaré la secuencia. Y por supuesto, en cl final, los participantes se despiden... Como yo, de mis lectres, Hasta a prbxima, hasta pronto. En cada viscipina 0 dea de conociniento,y en diterentes instancias de la tarea escolar, es posible ientfcar algunas ruins especticasy deseable. Vaya la siguiente enumaracion como esimulo para que cata uno eaice su propio ist, Trabaiar peogricns, etctera material de a mapoteca para que fs alumnas ubiquen cid ccidentos Registrar por esr as observacionesrealizades durante una saldadidtca, Hacer corteciones en conjunto utiizando el pzarrén, yfavorecer que los chicos intecambien esalelas, dudas, ecursos y solucones Practica itrentes formas de marcado de textos para el estudio CComentargruplment textos ldo. Para seguir en tema Fasce, Jy Marti R, Nosotros educadores, Bunos Are, Mio y Dévil etre, 1986, Marti, Hecia una culture del euidado, Buenos Aire Tesis-Norma, 1982. © Lop te soar Cee een eaucvate gs Poza Eaten 8 it eae ant etn ce tn tema central mat

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