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Por ronal Castañeda

La medida de cada escultura es el ojo de una aguja y para verlas se necesita una lupa. La primera “mini
obra” que hizo fue un pesebre, tan pequeño que se podía sostener sobre un cabello. También ha hecho
silleteros cargando flores emblemáticas, tradicionales y artísticas, con detalle de punta.
En 1999 la artista Flor Carvajal venía haciendo pesebres con materiales reutilizables. Un periodista le
dijo que escribiría su historia si tenía el pesebre más pequeño del mundo. Así empezó empezó haciendo
las microesculturas con las que empezaron a reconocer su trabajo.
“Cuando lo puse en exposición, la gente no paraba de hacer fila para ver ese y otros pequeños
pesebres”, cuenta.
Su trabajo se expone ahora en el Centro Comercial La Central. Son 20 microesculturas en marcos con
luces led y lupas de relojero, con figuras relacionadas a la cultura antioqueña y las tradiciones
colombianas.

Todo mini
Flor Carvajal (1969) nació en San Andrés, provincia de García Rovira, Santander. Cuando tenía 20 años
comenzó a hacer pesebres con materiales reciclables. 10 años después entró al mundo micro que l
llevó en 2011 a fundar su museo de miniaturas itinerante. En la actualidad su colección de
microesculturas y reciclajes suman más de 400 obras.
Empezó con una moneda de centavo, luego en una lenteja pero aún veía sus figuritas muy grandes.
Luego buscaba el reto más pequeño y a probar con varios materiales. Ensayó en un grano de arroz,
sobre una puntilla, en un cabello humano, sobre la cabeza de un alfiler y en una pestaña.
Descubrió que el secreto estaba en trabajar con resina sintética, que se convirtió en la base para sus
figuras, que pinta y decora con vinilo, óleo, pelos, residuos y motas de polvo.
“En una figurita puedo tardar hasta una semana, pero no hago una sola, sino con varias en simultáneo”,
explica. Puede dibujar desde caricaturas como Bugs Bunny, un Cristo, una pareja de recién casados o
un jeep Willys. La más compleja que hizo fue la del Papa Francisco, por la dificultad para tallar rasgos
como la la nariz del Sumo Pontífice.
Fernando Flores, historiador y gestor cultural antioqueño, quien ha visto su obra desde hace más de 10
años, cree que el secreto de sus esculturas diminutas está en su dedicación y paciencia para un trabajo
que se necesita “minuciosidad y pasión”.
Las obras que más tiene Flor Carvajal son dedicadas a Antioquia, en parte porque es donde más ha
llevado su trabajo. 

sobre la muestra en medellín


· Las 20 microesculturas de la artista santandereana Flor Carvajal se pueden ver hasta el 31 de
agosto en el centro comercial La Central, del barrio Buenos Aires.
· Esta selección de piezas muestran figuras alusivas a las costumbres antioqueñas, sus
personajes y fiestas, como la Feria de las Flores:silleteros, cafeteros, indumentaria o los medios de
transporte.
· La muestra hace parte de la temporada Puebliando de La Central, que resalta lugares
emblemáticos de Antioquia como Santa Elena, Jericó, Santa Fe de Antioquia y El Carmen de Viboral.

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