You are on page 1of 19
Texto extraido del libro Cosmos Wy Gea Fundamentos de una nueva teoria de la evolucién de Francesc Figols BUSCANDO LAS LEYES DE LO VIVIENTE 75 UNA GEOMETRIA PARA LOS BIOLOGOS Fue a mediados del siglo xrx cuando los matemiaticos Niko- lai Ivanovich Lobachevsky (1792-1856), Jénos Bolyai (1802-1860) y Bernhard Riemann (1826-1866) descubrieron las geometrias no-euclidianas que mas tarde han encontrado aplicaciones parciales en la teoria de la relatividad. Por su parte, la geometrfa proyectiva moderna se desarrollé unos afios mas tarde, tras el descubrimiento de los espacios de mas de tres dimensiones. Fue la obra de grandes matematicos como el francés Jean Victor Poncelet (1788-1867), los ale- manes Felix Klein (1849-1925) y Karl von Staudt (1798- 1867), y los ingleses Arthur Cayley (1821-1895) y James Sylvester (1814-1897). Ya hacfa tiempo que los matemiaticos eran conscientes del hecho de que la consistencia de las definiciones y las pruebas de la geometria euclidiana fallaban en cuanto se dejaba de tratar con entidades geométricas finitas, es decir, cuando se queria trabajar con formas que se extienden hasta el infinito, como es el caso de las propiedades de las rectas paralelas. En realidad el concepto de infinito ha sido extrafio al pensa- miento geométrico clasico. Solo la flexibilidad mental y la facultad de abstraccién propias del pensamiento cientffico del siglo xx han permiti- do aplicar en la practica las leyes de la geometria proyectiva, inicidndose asf una liberaci6n de las rigidas leyes del espacio euclidiano. Asi, casi un siglo después de su descubrimiento y gracias a los trabajos de Cayley y de Klein, las geometrias no euclidianas se vieron incluidas claramente en el marco mas amplio de la geometria proyectiva. En el seno de este marco ampliado es posible concebir y estudiar un tipo de espacio que es exactamente el opuesto, dual o polar del espacio de Euclides. Como veremos, se puede demostrar que es en ese WioF 76 Cosmos Y GEA espacio polar, llamado también contraespacio, donde se fun- damentan los fenémenos del mundo vivo. Durante mucho tiempo, la geometrfa proyectiva, aunque considerada fascinante por los matemiaticos, no recibid la suficiente atencién por parte de los fisicos y ha sido practica- mente desconocida por los bidlogos, Tras su redescubrimien- to en las tiltimas décadas ha acabado reveldndose como la semilla de desarrollos completamente nuevos, con grandes posibilidades de aplicacién a las ciencias de la vida. La geometria proyectiva se ocupa de incidencias, es decir, de sucesos de coincidencia entre planos, rectas y pun- tos. El teorema de Desargues establece que si los lados correspondientes de dos tridngulos se encuentran en tres puntos alineados [puntos R.S.T en la figura 5], entonces los vértices correspondientes se encuentran en tres rectas que concurren en un punto O. Lo inverso también se cumple. Este teorema ilustra una relacién que habla solamente de Sucesos y que no tiene que ver con métrica alguna. Esto es una caracteristica propia de la geometria proyectiva. Figura 5. Mustracién del Teorema de Desargues. BUSCANDO LAS LEYES DE LO VIVIENTE 77 Un hecho fundamental de la geometrfa de Euclides en el plano es que existe una y sélo una recta que une dos puntos y, dualmente, dos rectas que no sean paralelas se encuentran en un solo punto. Pero la geometria proyectiva, en lo que se refiere a dos rectas paralelas, establece que se encuentran en un punto ide- al en el infinito, Existe un punto ideal en el infinito para cada una de las direcciones del plano y en él concurren todas las rectas paralelas que siguen esa direccién. La reunién de todos los puntos ideales en el infinito forma la recta ideal en el infinito. Andlogamente, en el espacio existe una recta ideal en el infinito para cada uno de los planos que indican una direc- cién y en esa recta concurren todos los planos paralelos que siguen esa direccién. La reunién de todas esas rectas ideales en el infinito forma el plano ideal en el infinito. El principio de polaridad establece que «a cada punto le corresponde un plano diferentemente orientado en el espa- cio», plano que se extiende hasta el infinito y que, en con- traste con el mundo bullicioso de los détomos, esta relaciona~ do con la inmensidad del espacio césmico. Frente a los principios constitutivos de la fisica cldsica, donde todo se razona a partir de puntos, se nos invita a pensar en elementos y procesos de cardcter planar. Por su propia naturaleza, estos planos son afines a la periferia celeste, de forma andloga a como el centro de gravedad de cada masa es afin al centro de la Tierra. Se establece asi un camino para estudiar las rela- ciones entre el centro y la periferia, las fuerzas centrales y las fuerzas césmicas. La experiencia cientificoartistica que Goethe tenia de la naturaleza se aproxima enormemente al aspecto cualitativo e imaginativo de las matematicas que se cultiva en la geome- tria proyectiva. Efectivamente, Goethe veia la vida de la 78 ‘Cosmos Y GEA planta como un triple ritmo de expansion y contracci6n. Asi, en la semilla la vida de la planta esta concentrada al maximo en un punto. Con los brotes y las primeras hojas aparece el primer desarrollo, la primera expansién espacial en un plano. En el céiliz, las fuerzas se concentran otra vez hacia un punto axial. La corola con sus pétalos coloreados aparece en la siguiente expansién planar. Los estambres y el pistilo son la siguiente concentracién, y del ovario fecundado hasta el fru- to tenemos la tercera y tiltima expansion. De ahf, la vida completa de la planta se esconde otra vez en el estado de maxima concentracién puntual: la semilla. La geometria proyectiva, a través del principio de polari- dad, ofrece una clave nueva y esencial para interpretar los problemas y fenémenos del mundo vivo. Su ejercicio puede despertar en el espiritu del investigador nuevas facultades de intuicién y de imaginacién aplicables al método cientifico. Al punto, que es una entidad de naturaleza céntrica y contra- ida, se pueden aiiadir el plano y el movimiento centripeto de planos afluyendo desde la periferia, que son entidades crea- doras de espacios y de formas. Se descubre entonces realmente el sentido de la expresién goetheana expansidn-contraccién y que este concepto no es simplemente espacial, ya que el principio de polaridad nos conduce mis alld de lo que la geometria clasica entiende por esos términos. En realidad nos suministra el Leimoriv a la idea de metamorfosis, la cual queda identificada como un juego reciproco y variado de polaridades. [Véase la ilustra- cién I en el pliego central.) Es sabido que la tradicién reduccionista de la ciencia asu- me como cosa obvia que un fenémeno complejo debe ser explicable en términos de algo mas simple. En efecto, al par- tir del concepto del espacio euclidiano, parecia muy natural comenzar por el examen de las partes y luego reunirlas para BUSCANDO LAS LEYES DE LO VIVIENTE 79 formarse una idea del todo. Por ejemplo: la estructura celular de Ja hoja tal como la revela el microscopio deberia necesa- riamente contener la explicacién de la génesis de toda la hoja. Tal como se revela aplicando mayores aumentos, la estructura del protoplasma, con sus cloroplastos, cromoplas- tos etc. y el nticleo deberian contener necesariamente la explicacion de la célula considerada como un todo. Y final- mente, la biologia molecular esperaba poder explicar esos mismos componentes penetrando hasta la estructura atomi- ca, gracias al microscopio electrénico, Es evidente que este modo de pensar ha permitido la adquisicién de conocimientos importantes, sobre todo en los tiltimos decenios. Pero para el pensamiento que usa exclusi- vamente el punto de vista del espacio ordinario de Euclides, la existencia de innumerables organismos distintos tanto del mundo animal como vegetal con el mismo tipo de estructura y de divisién celular, aparece como un enigma que atin no ha recibido adecuada explicacién, Por si mismo, este hecho podria indicar una insuficiencia en las interpretaciones habi- tuales de la biologfa molecular. Son los fisicos los que han reabierto el debate al criticar la situaci6n en que se encuentra la teorfa cudntica. David Bohm argumenta que el comportamiento aparentemente azaroso de Jas particulas en un nivel refleja de hecho un patrén ordena- do de un nivel superior y aporta una serie de experimentos para avalar esta hipdtesis. Bohm sugiere que existe una situa- cién andloga en la biologia y por lo tanto, en lugar de supo- ner que las partes de una estructura viva determinan el con- junto, deberfamos pensar que es el conjunto el que puede estar determinando las partes. Quizas las jerarquias de orden sean una caracteristica del universo tan fundamental como las particulas. Bohm admite que esta idea va en sentido con- trario a los habitos cientificos y por lo tanto sera dificil de 80 Cosmos y GEA digerir. Y aijade que, siendo el punto de vista reduccionista oficial una hipétesis muy pobremente verificada, las alterna- tivas que se presenten no deberian rechazarse simplemente Porque no cuadran con el modelo establecido. La geometria proyectiva, con la consideracién de las leyes de la polaridad entre elementos de varios espacios, per- mite penetrar el concepto de estructura espacial con una mirada més perspicaz, incitando a plantear la misma cues- ti6n, aunque dejandola abierta: ;No podria ser que el fené- meno del todo es el que contiene la explicacién de los fend- menos de las partes e incluso los microscépicos? Lo importante es ver que disponemos ahora de dos vias de apro- ximacién cientifica y un gran ntimero de fenémenos de la naturaleza, tanto de la biologfa como de la geologfa, podrian ser abordados con cualquiera de ellas. Un concepto mds completo del espacio, que considera simultineamente el espacio fisico o euclidiano y Su espacio polar o contraespacio, lleva a reconocer que las formaciones espaciales, tanto las de los cristales minerales como las de los seres vivos, son procesos en devenir antes que datos ya establecidos. Y ello nos orienta hacia una via de conocimien- to que puede convertirse en el futuro en una caracteristica esencial de la ciencia, En esta via se ve a la naturaleza como una serie de objetos-procesos repartidos en el espacio y situados dentro del flujo del tiempo. La naturaleza misma podra ser reconocida como un organismo temporal que retine |.gonstantemente las polaridades terrestres y las césmicas, ero si contemplamos el panorama académico actual, lo cierto es que el uso de los andlisis quimicos y fisicos ha sido la Unica herramienta sistemdticamente recomendada a los bidlo- gos y ello ha marcado profundamente el espfritu de las tiltimas generaciones de j6venes investigadores. Aunque algunos pre- sienten que una aproximacién puramente mecanicista a los BUSCANDO LAS LEYES DE LO VIVIENTE. 81 secretos de la vida no conduce a ningtin progreso real, no saben qué hacer para escapar del callej6n sin salida. Oficialmente se sigue postulando que es la estructura inter- na de la materia la que, de una forma u otra, ha de contener necesariamente la clave de los fendmenos de la vida, y sino es asi, sé supone que esa llave es inalcanzable. Al bidlogo que contempla la maravillosa regularidad de las estructuras en las formas vivas se le obliga a dar por sentado que s6lo una explo- raci6n ultramicroscépica como la que practican los fisicos y los quimicos puede proporcionar una explicacién racional, Si no lo hace, es calificado de hereje por la clase cientifica. Lo cierto es que, hasta ahora a los bidlogos les ha sido imposible vincular de una manera coherente las formas y los fenémenos vivos que ellos contemplan con los ojos desnudos con las f6r- mulas de la bioquimica y de la genética molecular, La biologia ha tomado prestadas de la fisica todas sus nociones basicas, convirtiéndose asi en una ciencia subordi- nada. Para colmo, la vieja geometria euclidiana del espacio, que en general habfa explicado la naturaleza inorgdnica, se ha demostrado ya insuficiente en la fisica de las particulas y en la astrofisica. Para superar estos escollos, los mismos fisi- cos, al echar mano a otros recursos matematicos, se han con- cedido mucha mis libertad ideolégica que los bidlogos y ya no hay duda que esta sujecién de la biologia a la fisica ha dificultado su evolucién propia. Es un hecho curioso que la corriente principal de pensa- miento de la biologia, a pesar de su reduccionismo al recla- mar explicitamente que los fenémenos de la vida son adecua- damente explicados por la fisica y por la quimica, no haya luchado para integrar la revolucién cudntica dentro de su modelo sobre la vida, De hecho, parece haber ido en sentido contrario, generando una nueva forma de atomismo basado en su propia y atesorada particula fundamental, el gen. 4 A 82 ‘Cosmos Y GEA Para sentir el estado de desolacién en que se encuentra el campo de las ciencias de la vida, no hay como escuchar a los mismos bidlogos. Maximo Sandin, catedrdtico de Antropolo- gfa Bioldgica en la Universidad Auténoma de Madrid ha declarado recientemente; «Resulta paradéjico que el que se dice que va a ser el siglo de la biologia, comience con esta disciplina sumida en una gran confusién... La ausencia de resultados eficaces en la investigaci6n sobre los tratamientos del cancer y del SIDA, que parece consistir en dar palos de ciego a la biisqueda de sustancias capaces de interferir en alguno de sus procesos, es evidente... Cabe preguntarse si no existira un factor comin responsable de estos fracasos. Por- que parece absurdo que se sigan produciendo cuando es evi- dente que disponemos de una enorme y creciente cantidad de informaci6n sobre los procesos biolégicos... Cabe responder que ese factor comtin puede estar en la existencia de un auténtico vacfo en la concepcién (la interpretaci6n) de muchos fenémenos bioldgicos de reciente descubrimiento y. Por tanto, en Ja interpretacién de los datos de que dispone- mos dentro de un contexto general. Un problema que tiene su origen en la falta de consistencia de la base teérica de la bio- logia como ciencia. En la explicacién de los fenémenos de la vida, de cémo y por qué han surgido los distintos tipos de organizaci6n animal y vegetal, de cémo se relacionan los organismos entre sf y con el entorno, 0 lo que es lo mismo: La teoria de la evolucién»."' Sin embargo, a pesar de todo, hay investigadores que se esfuerzan en percibir los fenémenos de una manera sintética © global y no sdlo analitica y parcial, y a ellos el Principio de polaridad de la geometria proyectiva les ha permitido esta- blecer Ja relacién entre el centro y la periferia, es decir, la relaci6n entre las fuerzas centrales fisicas y las fuerzas cés- micas © formativas. Es, sin duda, una experiencia cualitativa- BUSCANDO LAS LEYES DE LO VIVIENTE 83 mente nueva que podria poner unas bases cientificas y preci- sas a la biologia. Puede suceder que en el futuro las leyes de la fisica se revelen como casos particulares de leyes mas uni- versales de la biologia que estan atin por descubrir, La obra The Plant between Sun and Earth: Space and Counterspace de George Adams y Olive Whicher, traducida al aleman y al francés, es de fundamental importancia para el estudio del crecimiento de las plantas mediante la geometria proyectiva. El doctor Emst Lehrs, en su obra Man or Matter desarro- Ila el concepto de fuerzas periféricas y fuerzas céntricas des- de un campo de visién mas vasto. Pasa revista a la historia de la conciencia cientifica desde Galileo hasta nuestros dfas, indicando cémo y por qué las fuerzas periféricas han sido desconocidas hasta tiempos recientes. En Continuous Creation, Wilfred Branfield Nega desde otros puntos de vista a la misma conclusién de que la fuente de la vida estd en el vasto universo y que la misma sustancia de la Tierra es renovada constantemente por el proceso de la vida. Georg Unger, en Forming Concepts in Physics, sugiere la aplicacién simultdnea de los modelos puntuales y planares de la geometrfa proyectiva a la fisica cudntica. Nick Thomas, en su libro Science between Space and Counterspace. Exploring the Significance of Negative Space va mas alld, describiendo un intento detallado de refundir la fisica basdndola en los conceptos geométricos de espacio y contraespacio. Por su parte, Lawrence Edwards ha llevado a cabo intere- santes estudios geométricos aplicables a la morfologia de los seres vivos que han sido publicados en The Vortex of Life. Nature's Patterns in Space and Time. Edwards, discipulo de George Adams, se ha destacado por sus estudios empiricos 84 Cosmos ¥ Gea que aplican curvas y superficies directrices, obtenidas por cdlculos de la geometria proyectiva, a la génesis de las for- mas organicas. Se han desarrollado métodos computaciona- les para escanear y digitalizar diversas formas organicas (brotes de plantas en crecimiento, frutos, Organos animales, etc.) y calcular las curvas directrices que, por transformacién geométrica, pueden explicar las fases del crecimiento, Asi se han obtenido las expresiones algebraicas y geométricas del modo de desarrollo de numerosas especies vegetales, de for- mas embrionarias o del mismo corazén humano. LA VIDA ENTRE DOS ESPACIOS La obra principal del geoquimico Vladimir Vernadsky (1863-1945), La Biosfera, que fue publicada en ruso en 1926, en francés en 1929 y en alemén en 1933, ha sido por fin rescatada del olvido para los lectores anglosajones en 1998, gracias a bidlogos de primera fila que han promovido su traduccién comentada al inglés. Ya en 1926, la mirada penetrante de Vernadsky habia encontrado las diferencias fundamentales entre los organis- mos vivos y la materia inerte. Una de esas diferencias la plantea de la siguiente maneta: «Es conveniente, para el pro- pésito de organizar la labor cientifica, tomar como hip6tesis de trabajo que el espacio dentro de un organismo vivo es diferente del espacio en los cuerpos inertes; que ese espacio no se corresponde con los limites de la geometria euclidiana y que el tiempo se expresa en él por un vector polar. La exis- tencia de las orientaciones espaciales derecha-izquierda y su no equivalencia fisico-quimica, apuntan ya a una geometria diferente de la euclidiana, a un espacio propio de la materia viva». BUSCANDO LAS LEYES DE LO VIVIENTE 85 Aqui Vernadsky plantea lo mismo que ya habfan presen- tado, a su manera, Gottfried W. Leibniz (1646-1716) y Bern- hard Riemann (1826-1866) afios atras: que el espacio y el tiempo no son pardmetros independientes 0 exdgenos del fenémeno de la vida que se estudia. Segtin esto, no es valido asumir que el universo en su totalidad funciona como un espacio cartesiano, que se extiende ilimitadamente de forma escalar en tres dimensio- nes y que el tiempo también corre indefinidamente de mane- ra escalar en una sola direccién. Leibniz, Riemann y Ver- nadsky estdn de acuerdo en afirmar que el espacio-tiempo fisico tiene una curvatura y que esta curvatura cambia como resultado legitimo del desarrollo propio del universo. Por lo tanto no existe una métrica fija que pueda imponerse a un proceso de la naturaleza, pues esta métrica depende del mis- mo proceso y varia con el tiempo. El concepto de un espacio opuesto 0 polar al espacio de Euclides aparece por primera vez en la obra Von Aetherische Raume del matematico George Adams, publicada primero en aleman en 1933, y después en inglés con el titulo Physical and Ethereal Spaces. Mas tarde, el mismo concepto fue ela- borado con el nombre de espacio euclidiano polar y con- traespacio por el profesor suizo Louis Locher-Ernst (1906- 1962). El espacio de Euclides puede ser llamado espacio fisico, puesto que las leyes principales que regulan el funciona- miento de lo inerte (las leyes de la fisica y de la mecdnica elemental) estén relacionadas estrechamente con la estructu- ra de este espacio, Esta relaci6n se observa en el paralelogra- mo de fuerzas, en la ley de los momentos, en el andlisis vec- torial y en otros procedimientos geométricos que evalian la interaccién entre las fuerzas fisicas. El espacio fisico o de Euclides se puede definir también 86 Cosmos y Gea como un espacio proyectivo particular, regido por la inva- riancia de un plano en el infinito tnico. Este plano esta, efec- tivamente, alejado a una distancia infinita de nosotros. Segtin el principio de polaridad, el espacio opuesto o polar al fisico, al que lamaremos contraespacio, sera un espacio determinado por la invariancia de un punto en el infinito tnico. Ese punto tendrd, también él, las funciones de un infinito, aunque ello no significa que esté alejado infinita- mente de nosotros, puesto que Ia aplicacién de un criterio tal equivaldria a pensar de él en términos de espacio fisico. Al contrario, ya que la periferia del espacio fisico es, por natura- leza, un infinito en el exterior, su equivalente polar en el con- traespacio tendré el cardcter de un infinito en el interior, Ten- dremos la ocasién de encontrarlo si no buscamos hacia el | | exterior, sino hacia el interior, sumergiendo nuestra mirada en el foro interno de la regién espacial en cuestién. | Una idea aproximada de cémo es este infinito interior relativo a un punto, la obtenemos al considerar una serie con- vergente hacia un punto al que nunca se alcanza. Un ejemplo es un cubo que dividimos en dos mitades mediante un plano. Una de las mitades del cubo la dividimos también en dos ya continuacién seguimos dividiendo una de las mitades ante- riores sucesivamente. | El espacio asf delimitado va reduciéndose y acercandose a un punto que es su limite o infinito interior, que nunca se alcanzaré. Si nos servimos de los términos tan sugestivos forjados por Ernst Lehrs, se podria expresar asi; mientras que } el espacio fisico esta regido desde el exterior por un plano en el infinito que lo abarca todo, el contraespacio esta regido desde el interior por un punto en el infinito que lo religa todo. Las entidades elementales del espacio ordinario son los | puntos. Puesto que el contraespacio es polar en todo respecto BUSCANDO LAS LEYES DE LO VIVIENTE 87 al espacio fisico, las entidades elementales del contraespacio serdn planos y no puntos. Sus formas acabadas tendran ten- dencia a rodear mediante planos sucesivamente convergen- tes a cada punto, que es su infinito interior. Como se ve, el contraespacio es el verdadero negativo del espacio fisico y tiene una relaci6n cualitativa con el espacio ordinario andloga a Ja relacidn entre el molde y el contramol- de; por eso se le puede llamar espacio negativo y también contraespacio. Las ilustraciones 3 y 4 (del pliego central] representan dos mundos opuestos. En la ilustracién 3, que simboliza el espacio fisico, podemos ver unas esferas que provienen de un punto que irradia. Los puntos se proyectan hacia fuera y se pierden en la distancia. O los podemos ver como si se con- centraran atraidos continuamente por un punto que actia como un centro de gravedad. Ambos movimientos son carac- teristicos de las fuerzas fisicas conocidas, tipicas del espacio fisico. La ilustracién 4 representa el contraespacio, un proceso completamente distinto que es polar respecto al anterior, Aqui las esferas estan formadas por planos que provienen del infinito, cada uno con su orientaci6n y su cualidad propias. Estos planos no se mueven a la manera de un proyectil como lo hacen los puntos de la ilustracién 3, sino que se ciernen 0 flotan hacia dentro en relaci6n al centro. Considerados en conjunto, se mueven hacia un centro desde la distancia, estrelldéndose como olas sobre una playa al dirigirse hacia un infinito interior. Van envolviendo y moldeando desde fuera un espacio vacio o hueco, completamente opuesto en cardc- ter a la esfera radial llena de puntos que crece desde el centro en la ilustracion 3. Este espacio vacio 0 infinito interior es también un punto, pero es completamente distinto de los puntos llenos de mate- 88 Cosmos y Gea ria del espacio fisico. En términos de espacio fisico hay menos que nada en él: hay un espacio negativo, un lugar donde se concentran las fuerzas césmicas, las que son capa- ces de generar y modelar la sustancia viva. Llamamos a este centro infinito interior del contraespacio. El contraste entre los dos centros es como el que hay entre el polo de la oscuridad y el de la luz; si el centro fisico es oscuro, el centro césmico es claro; si el primero es pesado, el segundo es leve, Notese la sabiduria del lenguaje cuando en inglés concede el doble significado a la palabra light: lige- ro y luminoso. En las ilustraciones 5 y 6 [del pliego central] las dos familias de esferas se interrelacionan y las podemos poner en movimiento con la imaginacién. Desde el centro oscuro las esferas crecen hacia fuera, expandiéndose hacia la periferia. Desde el contraespacio las esferas crecen hacia dentro hasta que se pierden en el centro césmico 0 infinito interior, Pues- to que la primera esfera se agranda y la segunda se retrae, Ile- ga forzosamente un momento en que las dos son del mismo tamafo. Si en ese momento siguen interpenetrandose, se for- maré evidentemente una de las formas ovoideas. Si se tocan precisamente en medio, en un punto tinico, formardn el bucle © curva en forma de ocho denominada lemniscata de Ber- nouilli, forma que, curiosamente, coincide con el Signo co que usan los matematicos para representar el infinito. En cualquier caso se trata de una familia de curvas que se tejen armoniosamente entre dos centros que constituyen, res- pectivamente, sus hogares terrestre y césmico. Estas figuras, llamadas curvas de Cassini, pueden ser consideradas como la expresi6n de la interaccién dindmica entre dos procesos contrastados: el radial y el periférico. Siempre que una enti- dad viva mds o menos esférica comienza a formarse, hay un equilibrio dinémico entre el espacio de tendencia céntrica BUSCANDO LAS LEYES DE LO VIVIENTE 89 representado por las esferas de la ilustracién 3 y el espacio de tendencia periférica representado por las esferas de la idustracion 4. El punto de cruce de la lemniscata es realmente crucial, representa el lugar donde la raiz y el tallo se encuentran y donde la planta pasa de la tierra sombria a los reinos del aire y de la luz. Esta polaridad la encontramos a otro nivel en las relacio- nes entrelazadas entre la luz y la oscuridad que plantea Goe- the en su teoria de los colores. Los fenémenos de la naturale- za en que aparecen los colores no pueden considerarse como una simple oposicién en el espacio ordinario, pues el blanco y el negro se mezclarfan dando un gris indiferente. Cuando el polo de la oscuridad actia con una polaridad verdadera hacia un campo de luz dominante, aparecen los colores azul y violeta. Cuando el polo de la luz acttia hacia un campo con oscuridad dominante, aparecen los colores amarillo y anaranjado-rojo. Estos bellos fenémenos los tene- mos delante de los ojos todos los dias: el azul y el violeta con que se nos aparece la boveda celeste en pleno dia y el amari- llo-rojo con que se nos presenta el Sol al amanecer y al atar- decer. Nosotros, en nuestra conciencia ordinaria ligada a los sentidos corporales, nos encontramos situados en el mundo espacial de tal forma que lo percibimos de manera terrestre y fisica, es decir, céntrica y puntual. Pero los cientificos que usan la geometrfa proyectiva como herramienta de observa- cién y de conceptualizacién estén obligados a situarse al nivel del pensamiento puro, lo que les permite superar ese aspecto unilateral y descubrir el espacio primordial, un espa- cio proyectivo general dentro del cual el punto y el plano, es decir los polos terrestre y celeste, se hallan mutuamente equilibrados. Esto representa un paso mas en la superacién 90 Cosmos ¥ GEA del punto de vista terrestre al desarrollar el concepto de un espacio opuesto al espacio fisico, es decir, tan unilateralmen- te césmico como el otro es unilateralmente terrestre. ¢Cémo se aplica este conocimiento matematico a las leyes del crecimiento y de la vidaen general? Se parte de que los arquetipos o ideas creadoras de cada especie vegetal o animal estén siempre activos en el mundo y actuarian siguiendo las leyes de este espacio Opuesto 0 contraespacio. Ellos se verterfan desde las esferas celestes y dirigirfan su actividad hacia todo germen o punto seminal fisico de la Tie- fra que se encuentre preparado, Este punto se convierte para los arquetipos en un centro universal relativo, en verdad, un proyecto de nuevo Cosmos. Las esferas celestes, al dirigir sus fuerzas contraespaciales hacia el punto germinal fisico, punto que para ellas constituye su infinitud, lo alimentan y sostienen desde todos los lados. Este proceso concierne al futuro, como si esas fuerzas percibieran, en cada punto ger- minal vivo, algo potencial que se ha de desarrollar en el tiempo. Como esto sucede a nivel de cada punto germinal, habra que tener en cuenta que, en los fenémenos de la naturaleza, Ja realidad no se compone de un solo espacio, sino de una cantidad infinita de espacios fisicos y césmicos que se inter- Penetran. Incluso en los fenémenos abisticos no podemos Considerar un solo espacio, sino un nimero infinito de ellos. Por ejemplo, cada forma cristalina del mundo mineral posee SU propio espacio que Ilena el universo. El pensamiento intuitivo ya puede reconocerlo asf cuando las leyes conoci- das de la cristalografia son interpretadas a la luz dela geome- tria proyectiva. Asi pues, en lo fisico no tenemos un solo espacio, sino una infinitud de espacios, todos ellos de tipo fisico. En lo césmico pasaré andlogamente. Dondequiera que surja un BUSCANDO LAS LEYES DE LO VIVIENTE 91 punto germinal en el mds amplio sentido, dondequiera que, dentro del calor viviente e incubador, una semilla se esté pre- parando para recibir las ideas formativas del Cosmos, alli se moldeara un contraespacio, alrededor de ese punto central, que sera su infinito, su absoluto. La semilla es un pequefo centro en el espacio terrestre, pero contiene también el hogar de un espacio césmico, un infinito interior. Tan pronto la planta comienza su desarrollo, da nacimiento a un sinntimero de otros hogares de espacios césmicos, a medida que aparecen y se suceden otras yemas y otros puntos de crecimiento, los cuales acttian de forma and- loga a las semillas [véanse las ilustraciones | y 2 del pliego central]. Gracias a la acci6n de las fuerzas que trabajan en el con- traespacio, el espacio terrestre se configura en una infinidad de infinitos interiores. Dicho en otras palabras, el infinito se nos acerca en cada uno de los innumerables puntos-semilla 0 lugares de crecimiento que se extienden por toda la superfi- cie terrestre. Si nos referimos a las fuerzas, la polaridad entre lo fisico y lo césmico se expresa, en cierto modo, como oscuridad~ gravedad por un lado y luz-levedad por el otro. Del mismo modo que cada punto material tiende hacia el centro terres- tre, asf tiende cada plano césmico hacia fuera, hacia el plano celeste en el infinito. Y asf como a la primera tendencia la llamamos gravedad o peso, podemos Ilamarle a la otra leve- dad inherente a todo lo césmico. Oscuridad-gravedad, por una parte, luz-levedad por otra, serfan los yerdaderos opues- tos. En un ser vivo estos opuestos se hallan en equilibrio. En este caso una entidad césmica 0 cuerpo césmico se encuentra organicamente unida a un cuerpo fisico, Este cuerpo césmico lo estudiaremos mis adelante bajo el nombre de cuerpo de fuerzas formativas. 92 Cosmos y Gea Durante la vida, la materia fisica del cuerpo de un ser vivo es elevada hacia la vertical, en contra de la fuerza de la gravedad, por las fuerzas c6smicas. Por otro lado yal mismo tiempo, la actividad césmica del contraespacio es retenida hacia abajo por las fuerzas de la vida terrestre, siendo frena- da su constante aspiracién por las alturas celestes. Con esta visi6n de tipo polar, la muerte de una criatura viva se compone de dos procesos: lo césmico se desvanece hacia las alturas mientras que la sustancia fisica del cuerpo se desintegra y cae a tierra. Este desvanecimiento de lo cés- mico no debe concebirse de manera fisico-espacial o puntual (como si fuera un globo ascendente), sino de un modo verda- deramente periférico. El cuerpo césmico se desvanece, flota 0 planea como un todo hacia la periferia, hacia la circunfe- rencia del Cosmos. Si nos referimos a los ritmos temporales, los espacios césmicos 0 contraespacios se podrian denominar a justo titu- lo espacios de tiempo, pues van y vienen en ese juego reci- proco de ritmos césmicos y ritmos terrestres que aparecen en todos los fenémenos biolégicos, Estos procesos actian en armonia con todos los ritmos, tanto terrestres como celestes, y en particular con los ritmos de las estaciones moviéndose alrededor de la Tierra Asf, por ejemplo, las semillas duermen en el espacio terrestre hasta que se despiertan los procesos del contraespacio, del cual cada semilla es un infinito inte- rior. La planta comienza entonces su despliegue: la radicula se hunde en el suelo mientras la yema apical o plimula se lanza hacia lo alto segtin las leyes de este otro espacio, reve- lando muy pronto sus 6rganos de tipo planar.

You might also like