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Elecciones en Buritis: La persona politica.’ Christine de Alencar Chaves Seyi. Pao el mde deta cme ey ‘unre el mn, me bag desig ‘Antonio das Mores. Utne as caves del conocimiento antropoligico esa admisin de que ls categorias existen en contexto, esto es, son temporal y espacialmente re- feridas. Aunque parezca trivial la constaacion de latelatvidad de las eatego- sas, exencial para la Antropologia, requiere una permanente vigilancia para set adecuadamente ejercida. Esa vigilancia necesatia se relaciona con Ia dif cultad de tener siempre presente el earicter instrumental y perennemente provisotio de los conceptos. La dificultad no radica en el propio disetio del ‘mundo simbélico, un ‘Jeno’ de dos caras sino en el hecho de que, para ope- tar, el esquema conceptual de aprehensidn del mundo demanda un minimo de estabilidad antepuesta al flujo de los acontecimientos y, atin asi estésiem- Pte propenso a la dinamizacién del significado, resultante de la interaccién social propia de los eventos. El ‘pasado presente’ de las formas culturales su- gerido por Sahlins no podria, evidentemente, dejar de valer para el conoci- miento que ellas engendran. La estabilidad dinimica de las formas simbélicas también se aplica, por lo tanto, ala produccin antropolégics: ella impone un continuo sjuste fenomenolégivo de los conceptos. La relatividad de ls categorias se ha tornado un lugar comiin antropolégi- 0, reconocimiento tedrico del status multiple de la altridad, Pero la cuestién dela adecuacién de los conceptos se muestra particularmente delicada cuando la tradicién antropolégica es confrontada con un objeto de investigacién in- serto en sociedades cuya identidad y formacién cultural se remiten, preciss- ‘mente, a la cultura europea. Tal es el caso de una antropologia nativa 1 Agjaéezo alos ptesores Marco Goliany Fico Nebur, omaizadsres del seninao Anopaogey _Eeccones, a itact ar pare eel plese uve Vola lca sense elzado come co ‘metro prinera vrs eet ab; ala protsara Marta Peano la pasenc yu aan en Suoesvasy cuodosaslectuas elas lees versiones quel niececon el camo ia dirartela rain desis de meestria a apoescra Asda Ramsar cic rsa a comes estes resents; yal clogs Lis Eduardo Aula dps pare lacray su esi pala ca ode esr Soe Ween 4 Broducda en paises de origen colonial como Brasil. Aqui es mayor el peligro del deslizamiento de conceptos pore perfil inmediato de sus contenido sign, ficativos, en tanto el universo simbélico de estos paises es expresivamente compartido con la matriz, conduciendo ficilmente al olvido la polisemia del Universo lingistico y cultural en el desarrollo de procesos hist6ricos oriundos de l situacién colonial original. Asumir con Peirano (1991) la exstencia de una ‘antropologia en plural, ‘deolégicamente referida a procesos variados de ‘nation building, hace esta lar, como la autora sugiere, el referencial universalisea curocentrado, En este sentido, ls ‘antropologias periféica’ se sitéan en una posieién que les ismpone, ain més, la exigencia de dilogo multifocado. En el caso braileho, donde la consteuccién de la nacin es considerada como va problema, ef enfoque antropoldgico se distingue como aquel donde las tensiones ene ‘multiples referencias tebrieas y la experiencia empirica se tomnan particular. mente problemétias y esclarecedoras. Aqui como alle mejor medio para evitar el peligro dela reificacién de los conceptos y lidiar con el perenne Problema antropolégico dela traduecién cultura noes otro que la etnoges fis, al permitir el ejercicio continuado de la contrastacin entre el patrimo. io conceptual de la disciplina y la experiencia vivida-pensada de los Sujetos investigados. Ta construccién dela democracia en el Brasil tiene como desafio reconocido He guranta efectivade los derechos de cidadania La centraidad dea personn,y no del individu, en la constitucin de las relaciones sociales y politica es una ia as formas en que se a tematizado tedricamente ese dilema dela sociedad beast, {efia, Signo de la relacin la persona representa, en Brasil el predominio de a Solidaridad vertical, ms alld dela dependencia, del paternalismo y del clientes. ‘mo en la politica. El proceso historico de constitucin de las democracias occi. enalsplesbicaias esa inevitable referencia al contest. La reconfigure de las relaciones de autoridad y de los vineulos sociales que caractetiz6 ata cmen, sgencia concomitante dela comunidad politica y del individvo en las naciones. ‘ado modernas, asume un carter paadigmitico. Sin embargo, una vez que se ‘econoce la singulatidad de los procesos histérico-sociales que moldean cada to Ciedad, el estudio de los valores y retciones politcas en aquelas sociedadee, aya idenidad se form6 en la ambivalencia de la situacin colonial, impone un cuidado redoblado. Partiendo de ese principio, propongo que el sentido comiinmente atribuido sis categoria de persona en Bras no ha hecho justia de su compleidad sign ficativa como categoria nativa. En su frecuente empleo en laleravutn acc le, ‘mica, Ia categoria de persona asume un papel esencialmente analitco, r Plecones en Bus: pers pies Colocindol en contraposicién a la de individuo, se intenta consteuir un cua- dro interpretativo que elucide las razones de los limites de la democracia en cl pais. La emergencia histérica del individuo en los paises de democracia conso lidada se vuelve asi un patimetro para medic la distancia que nos separa de ellos. De ese modo la categoria persona funciona como indice, menos de una singularided que de una deficiencia. Tsk cpp co repre i ts ccurre al concepto de persona tal como fue desarrollado en la literatura antro- poldgica. Se parte del presupuesto de que se conoce el significado de la categoria, contentindose con su cualificacién analitica como un signo de lare- lacién. Se equipara el concepto de individuo, con su complejo desarcollo en Occidente ~elindividuo como valor y sus concomitancias socioligicas-, a la Persona como concepto descriptivo del hecho social dela relacidn. Es pert- niente sefialar, de paso, las profundas tesonancias ideolégicas incrustadas en Jos dos conceptos: uno remite al universo socio-cultural, positivamente valo- rado de las modernas democracias de los paises centrales el otro remite al he- cho social, privilegiado por la antropologia. En su formulacion tedrica las categorias analticas de persona y de individuo son opuestas.Individuo y persona son tenidos como contradictotios respecto del sentido de la accién social que implementan y de los valores que le sirven de mazco de referencia. El individuo habitaria un mundo desencantado, marcado porladis- tincién entre hecho y valor (Dumont 1985). Desgatrado entre uno y otro, osclaia entre una accién racional seginfines-fundada en el cileulo,teniendo como coro- lati le instrumentalizacién de los otros individuos y el predominio dela relacién con las cosas por sobre la relacién con los hombres- y una accién orientada por valores. Jasamente tales condiciones segura orkentareidealmente por los Principios de auronomis, Hbertad, igualdad y —habitante de un mando burgués- propiedad. El lugar de la persona, al contrarin, sera Ie sociedad jerérquica, que de ‘mandara su subordinacién ala logica relacional yal totalidad por ella representa- da, Autonomia e independencia serfan extrafios al universo de la persona, cuya sccm tenderia a conformarse a patrones tradicionales. Laconsideracién del significado de ‘persona’ para la poblacién de un mani SPt VRP (Chaistiede Alene Chaves lecone en Bata pertone pon tual de la politica, aumentando la competencia por el voto, refuerza el sentido ‘gualitario de la relaci6n, 0 su promesa de igualdad. La preeminencia de ls relaciones personales en Butits se sustenta en valo res que se explicitan socialmente, configurando cédigos como el de la ‘amis- tad’ y el del ‘favor’. All, la politica se realiza a través del compromiso que se establece entre elector y candidato mediante el cédigo de amistad, La amistad es una relacion que pretende implicarseres totales,en su faceta pablica y priva- da. Con ella larelacin politica se inserta en un contexto significativo de pres- tacién, la obligacién de auxilio mutuo. Como intercambio! entre personas concretas, el compromiso confiere a la politica, segin los parimetzos de la mo- ral pablica usualmente empleado por los analistas, un caracter resricivo. Sitia Ja accidn politica en la relacién entre particulares, sustentando privilegios. Se- gin el cédigo de amistad, sin embargo, la relacidn asi establecida nada pierde en legitimidad. Por el voto, el politico es investido en el eargo- garantia de ac- cesoa recursos que debe distribuir bajo la forma de concesion de “beneficios'o “favores’. Canal de distribucidn, él es percibido como donador o benefactor. EI politico se egitima en ese papel. No esti excluida, en Buritis, una tensi6n latente expresada por el contra- punto entre el politico como buena persona y aquél que es buen adminixrader. Esos dos modelos sirven como signos de dos estilos de hacer politica: aquél {que es bueno para el municipio’, en oposicién al que es ‘bueno para el pueblo’. Esa distincién marca la tensiGn entre dos ‘tipos ideales’ de politico: el que es ‘en administrador aquel que es considerado buena persona. En ocasién de la in- vestigacién, el prototipo histérico en Buriti del politico como ‘buena persona’ ‘ocupaba la intendencia del municipio. Circunstancia que terminé por influit enlos resultados del trabajo, al favorecer la investigacion de los valores y pric- ticas que fundamentan la construccién sociologica del politico como buena per- sona en. detrimerto del buen adminisrader. Esa oposicion fue desctita por la diferencia entre Elizeu y Adair -os dos intendentes que se sucedieron alterna- damente en Buritis por cuatro mandatos: : ‘14 Befrrteracsaro ol sico taba de Maus (174). Reendand etext de Shins (197260. _nquenelinrcanbio como ecto socal debe ve apehenddohistrcamera sf alpasr, sence. Conpleament deere del don nls sooedatesesticadas por Maus, onto quan sne ala dst tueny oa acurdacncono ene nosors. En un ston eliricanbo se etec pare mars riers dela paz do na manera apis; en copra el martanmient gels desialises en rma ‘eredistbucén pais, Conve econocr,empeo, que pot contre al mate dl t- ‘weg del presi deren. En este casn le recstibuctn sv la dlerencacin dl sats; elon, lmanienimento elas desgualisces. Dl mismo moto es nepal quel balls el oa preset, Tunbien, uncaicer senso. El ober de Eliz, noes un buen gobierno sobre adoinitracin es wn ‘buen politico, un hambre del pueblo, de a pobreza. Nuestro municipio es xn mami atrasade, wn muni de pobreza. El es, entonees, el bone de ta pobreza... El otro ya no ea dela pobreza. Adair noes una persona de ‘mala adninitracin pera es una pervna al cual el pueblo ketene miedo, Elizeues may buena persona, ten on consideracn todo el mundo, te cr oct de day de nace, donde te encuet tene ss dfitas ome tdo sr bu ‘mano. Es poltca: camo todas tiene dos caras. Elizen es muy dil en ‘rmines de administracén. Adair apesar de tao lo gue bio ra msjr en se punto El ‘buen politico’ y el ‘buen administrador’ son tipos extremos, que corres ponden a dos formas de hacer politica consideradas contrarias, aunque en el plano empftico nunca sean completamente excluyentes. Arin cuando la com- prensién local de la politica admita tal distincién -y en ella perciba una cont diccién inherente- para ser electo en Buritis, el politico precisa, necesatiamente, poseer los aributos de una buena perma. Allegitimarse el politico en el papel de dstribuidor, la funcién piiblica no es tomada como una delegacién, sino como una investidura. Seguin la percepcidn local, ella posibilita el acceso a los recursos piblicos y ala autoridad respecto de su distribucin, tornindolos, por concesién, favores. La posicién que el po- Iitico ocupa le garantiaa un status especial, les percibido como una especie de ‘funcionatio del gobierno’. Este no representa tan sélo una instancia deci- soria, sino también una fuente de los mis diversos bienes. Cabe al politico agenciarlos en beneficio del elector. El gobierno, que posee una realidad omni- potente, aunque intangible, abstractay distante, se torna accesible pot la me- diacin de la persona del politico. La relacién politica asi valorada establece una jerarquia entre quien dona y quien recibe. Asentada en el eédigo de la amistad, supuesta relaciSn entre iguales, la politica se realiza, in embargo, por él favor que el politico es capaz de prestaral elector, estableciendo con ello un desequilibrio en la relaci6n. A despecho de la importancia de cada voto, el elector sabe que la relacién porticular que su voto establece con el candidato no garantiza su investidura en el cargo. Beneficio y voto no son, por lo tanto, bienes completamente equips- rables. Si el intercambio supone la distincién de los géneros del intercambio, ‘mantener la equivalencia de los socios requiere Ia equivalencia de los valores. Alsubsumir a telacién politica en el ambito de intercambio entre personas ¢s- tructuralmente desiguales, el compromiso instaura la erarquia entre politico y clector--y también entre los electores- que se distinguen por el nimero diferen- Chine de lente Chavet te de votos que son capaces de agenciar- sea directamente, por medio de in- luencia, sea indirectamente, a través de los recursos que pueden proveer ala campatia del candidato. Para el elector, la politica se presenta asf, como un jue- {g0 previamente desequilibrado, en el que la relacién asume -inserta en el c6di- 0 de la amistad, vinculo entre iguales- el papel de intentar promover una ‘gualdad, aunque precaria La posicidn jerarquicamente superior de los politicos confiere a la politica un sentido esencialmente autoritatio", Dado que ‘la politica manda en todo’ «lla opera bajo el poder de quienes ‘mandan’ en ella, o de quienes tienen sobre éstos la influencia de la amistad, principal capital politico. Es también a través, del dominio de las relaciones que el politico puede responder mejoral papel de distribuidor de los recursos puiblicos. Ese dominio es importante para definir clstatus de cada socio, sea del elector para con el candidato, sea del propio po- litico que carece de amistad y trina’ en el ejercicio de sus funciones. Pues, sunque el compromiso se establezca por el principio del intercambio entre personas politicas, no significa que se limite a una relaci6n difdica. La politica ¢s percibida como una red jerarquica de relaciones, en que los niveles superio- res resultan de detentar el mayor niimero y calidad de relaciones. Ese universo significativo implica, por consiguiente, una inversion de la idea de representacién y subvierte el sentido de ciudadanfa segiin el ideatio. ‘modesno’”. En su lugar, se observa la operacionalizacién de la politica en un universo jerirquico, siendo una de sus expresiones la posicién necesa- tiamente diversificada de los socios del juego, lo que le confiere un carécter desequilibrado; se trata de un desequilibrio al cual cada relacin busca so- breponerse. Porque el favor se realiza necesariamente en el émbito de la re- lacin personal, es necesatio aproximarse al politico de alguna forma, 15 No prelendo nagar a capaci de negocio del ect, que ectvarente eat los ene que esarecb. ers spees ear el sand de depend nscro on lst, que sloainnie Perio par el cig de huni que rosea pode, Oe mio modo, la indeneacin ra Gl ‘ampromiso no exuye, desde na mada exces, ines dt represent lan sto una pepe no exact i legtinads por a come local. 16 {Nota de os Eitores: a exresion ‘nia (cn espa: tekst) designs capacidad do aceso a beneficis en eifoenesinsttuciones através de elacones personales 17 Enlos curse ese dears reaizanla mayor parte des andi polos. Un conproms cane Si6n edema puede ser ecarecedr. Tomando pesados ls concepts de Siwartran (187) se puede ecu ls percep de gin como medic eel Esad como proves" sa un sistema de ‘oopaci' onde a pole es mad de incorrectas, Al stoma de cooplacin, Schwaraman ‘pane et sistema derepreseriacn de rareses: mintat en sola tea es une fama de mejor egeios,enaqulapaltoa es neg. As os ob arma ue merase essema de pap ‘6 econémico mala ol, cornand eter pica sobre el ole del mera, enun sie ta Ge coopiacé, lo ecandico es moteado per lopli, tanslomardo la pic en suet ce “bropacin grad. 164 ‘eciones en Bab person olica estableciendo con él un vinculo, sino de manera directa, por medio de una red de relaciones. Del mismo modo, el politico necesita aproximarse, esce- nificarintimidad, hacerse ‘amigo’. Siendo accesible, mostrindose amigo, el politico oftece, cuando fuera necesatio, la posibilidad de que el ‘pedido’ sea hecho. Asi, mientras el modelo liberal implica idealmente una universalidad de una tegla impersonal, el modelo nativo inscribe la pattculatidad de la relacién como principio normativo de l politica". En lugar de individuos-civdadanos sometidos a los mismos deberes y derechos, el modelo nativo implica la rela- cin de ‘personas politicas' concretas y particulates. La persona politica sufte, por lo tanto, de la contingencia dada por el hecho de existr n relacdn: es al. guien cuando es reconocida por otro. Resulta que la politica termina por parti- culatizareindividualizar, convirtiendo lo econdmico en el imbito del favor, tal como sucede en Butits. Establecida en un orden social exchiyente -y constiru- yéndolo- Ia politica es, bajo el signo de la dependencia, un medio de incorpora- cidn diferenciada. Como relacién personal, establece un estauto diversificado de ciudadanta entre, por ejemplo, aquél que pide ladillos y el que recibe un contrato privilegiado con la intendencia. La politica ejercida como vinculo personal es vehiculo e instrumento de soidificacién de privilegios; sustenta y ‘mantiene la desigualdad. Como ya ha sido mencionado, la distancia del ‘gobierno’ es superada por el vinculo con el politico. De esto deriva la importancia del compromiso y, &l mismo tiempo, la confirmacién de que ‘la politica manda en todo en el pais donde ella gobierna’, El compromiso puede ser explicitado cusndo asume la forma de la promesa."” Las promesas constituyen el eje de las cam pafias electorales, estableciendo el compromiso, sea bajo la forma directa politico-elector, sea, mis ditusamente, en el palco. En la promesa, la pala bra es la prenda del compromiso; en ella el honor es hipotecado. Aunque se reconozca en Buritis Ia ineluctable fragilidad de la promesa, su existencia cexplicita el sentido moral que envuelve el compromiso establecido entre las personas politicas. Desde el surgimiento del politico profesional, agente dela politica en el mo- deeno sistema de representaci6n, la promesa adquirié relevancia creciente. 18 Esinpotanesbryar quel distancia qua separa el mal natal culunde ered deo re lamers a lginias ele relcon etcs en Busy eliberalnove mde pra eleenca ere al modelo bey ella scualzacon de poten, En Buti, moc avo slr dl lor no Scien la rca, si anbén ena coop 19 Laproniniadsenénica ene promesa yconzomiso sehac even en ln to dss omas ver Sales: promet, era de rato, aoa, ye vert compromet, enn congo, Abs Palas se referen al bpacn de a act apo eta ge pala en eso (Chine de Alencar Chaves Ella indica el compromiso piblico del candidato en funcién del caricter de su desempefio en el fururo, una ver electo. En los paises de tradicién democriti- a,a ese compromiso se le agrega el poder eoerctivo de los partidos politicos Dejando de lado por un momento los problemas concernientes al sistema de representaci6n, la confianza brindada al candidato en el voto es una exigencia a! politico de coherencia en su conducta, uno de los fundamentos de legtimi- dad del sistema, En esos términos, la promesa representa un instrumento politico presente cen los mis diferentes sistemas politicos. Segiin Hannah Arendt (1991), la ptomesa es un medio de control frente a la necesatia imprevisibilidad de los asuntos humanos; garantia, de parte de un cuerpo politico formado por igua- les, de soberania sobre el futuro. La promesa sugiere un acuerdo mutuo en tomo de un propésito comin, que uniendo a todos genera poder y busca cercenarlo no- uzgado en los resultados de la accién. Ella es un elemento de negociacidn entre iguales, que permite la constitucién del espacio piblico y lejercicio de la libertad. Es necesario observar, sin embargo, que la inspira- cidn politica de Arendt es la democracia directa dela ciudades-estado. En el contexto de Butts, sin embargo, la accién politica privilegiada es percibida ‘como prerrogativa de los politicos, configurando una ciudadania cualitativa mente diversificada. Si se tiene en cuenta el status jerirquico de la relacién politica asi establecida, la promesa se torna en sefial visible de una politica fundada en la renuncia. La promesa asume, entonces, un contenido salvacionista, que reproduce en el plano del discurso el sentido de dependencia incrustado en la relacién politica personal, entre el politico y el elector. Ella da lugar a una concepcién magica que sobrevaloriza el poder del cargo piiblicay sustrae las nociones de lucha 0 confrontacién de intereses, presumiblemente puestos en juego en la politica: ‘slo un gobierno fuerte puede realizar las promesas hechas en cam- pafa’. La lucha y el conflcto deben ser excluidas, de ser necesario por la fuerza, para que un orden pacifico sea instaurado y, asi, sea concretada la rea- lizacién de las promesas. En Buritis, la paradoja inherente a la promesa es que ella supone una sepa- racién radical del politico antes y después de la investidura en el eargo, marcan- do la diferencia del ‘tiempo de la politica’ Separacién correlativa de la cexistente entre gobierno y ‘pueblo’: ‘es dificil que quien vence no termine con 20 Aunque reconacindesela apc el impo delaplia doce dels elecciones, erp conse: furselas css 8 prones plica define odo emp, elemaindos asec cela via ss la mane en od. El empo dela ola corte un momen pve de aces os plias, ‘lanco|a poliza puede mis alan rserias bala oma de ols dspenbles pra ettlec- ‘mel dees vais decongroniso (Palmar, 1982) ledone en Bua peront pice cara de demonio’2! La descripcién del proceso politico hecha por los habitan- tes de Burts repite un mismo patron. Comienza afirmando que “la politica en clintetior es hecha a base de promesas”. Prosigue narrando el procedimiento de los eandidatos: “cuando alguien es eandidato camina por las calles, conve sa.con el pueblo, paga la bebida, dice que es pobre y acusa al otro (candidato) de pasar sin siquiera mirar ala persona”. Y concluye con la narrativa de la con ducta del politico después de la eleccibn: “pasa en auto por la calle y ni mira para atrés”. El juego de proximidad y distancia, como testimonia la seduccién por laintimidad aparente, es considerado como una caracteristica normal de la politica. La puesta en escena obligatoria de la intimidad del candidato es segui- da por el aislamiento distante en el gabinete, una vez investido en el cargo. El compromiso que la promesa sella, co fundamento se encuentra en la proxi- midad del ‘conocer, estéfatalmente destinado al rompimient. Durante el momento fuerte del ‘tiempo de la politica’, entre tanto, en la pro- ‘mesa se destaca menos el significado de empeiio de coherencia en la accién fu tura -por lo tanto del compromiso que tesponsabiliza al politico-, que el contenido salvacionista generado por el espejismo de poder que el futuro pol: tico evoca, “Politica en elintetiores como te conté, se basa en la promesa. Pro- mete todo: avin, barco, aunque no haya mar igual lo promete”. En esos términos, a través de la promesa, el poder generador de hechos, propios de la instancia politica, es apropiado por el politico, asumido por él El proferir la promesa esti reconocido como un acto necesatio dela politi- a, aunque se realice en detrimento de laveracidad y coherencia de Ia acc La promesa, aunque falsa, se presenta en ese momento, sobre todo en su as- pecto performativo, en la acepeién de Austin (1990), como acto de habla ca- paz de generar hechos. Inserta en un contexto situa, por sjemplo en el ‘palangue, que le confiere validez tanto como lo hace la honta personal del pol tico, la promesa es una convencién de! discurso politico; ella crea un ambito comiin, La promesa es un acto de habla eficaz pues crea hechos politicos al es- tablecer un vinculo ritualizado entre el politico y el elector durante el ‘tiempo de la politica’ Pero la dindmica previsible dela politica supone la ruptara dela contigiidad clector-politico, de la continuidad ritual de los actos proseltistas y, por lo tan- 21 Noparece riers us del ermine. Seats aqulconuncaite de nigenes asad: denon, be ‘aera caster nds elstileas-came el cnr spicata de ealegora persona. que roe arma catia Delamisnafora unl esta que valaVeho enn atc pad (1967), ‘dani de alice por med ela seduce eat qu enuelve alos neat. Al mismo tempo, elma qu lrereserta posse ual propa elecas erica, (Sera cawsl qs pl ‘cana represerata en Burs sgn nacones moras les conaburapesora buen pulicoy susie laides dun en gbiere (Ro 1992), la des Eire: Bet era an epee beste) es ra desgracn poplar para Arcs, enucaoen elton dt pels] Christine de Alencar Chaves to, della promesa, a menos que su otra fuente de credibilidad, la cualificacion ppositiva de la porsona del politico, la garantice. En vista dela imieacién del tiem po ritualizado de las eecciones y de la fragiidad de la promess, a garantia del Compromiso entre electot y politico, personas morales, esté en Is cualidad mo- tal del politico: el politico como buena persona. Si el politico no es una buena pr ona, a promesa sella la asociaciOn entre politica y mentia, ransformando a aque en el arte de lailusin. La politica realizada ‘sobre la base dela promesa’ bajo la garantia de la persona posee una fagilidad consttutiva, lo que resulta ‘en su desealificacién una vez percibida como (hecha de) mentira y al malograt- ‘as esperanzas que alimenta. De abil descrédito de os politicos que slo sa- ben hacer promesas: “desde el palo, rodos los hombres dicen la misma cosa Nosotros no queremos que hable, nosotros queremos que eumpl” Tal como he procurado resaltar, en Buritis las pricticas del compromiso, del favor y de la promesa establecen una relacién politica cuyo fundamento ‘moral se encuentra en el valor dela persona. La persona es garante de su propia pplabra, oda vez que la promesa y el compromiso son frigiles, aunque necesa- tos. El juego de a apariencia, con sus elementos indiciatios, digo de amistad como expresidn del nexo entre peronas, constituye el evento de la promesa y {del compromiso. La performance, como una simulacién dela intimidad, es ne- cesatia como acto social significativo y eficaz. Ella crea el espacio para la se- ddaccién politica. Pero el crédito dela promesay de la valdea del compromiso se asientan en los atributos de la persona, garantia que ssegura la confianza, ce mento de la relaci6n. El caricter de performance de la promesa y la ritualiza- cién del compromiso en las campafas tienen como contrapeso ala cualidad ‘moral del politico como buena persona. Siendo buena periona se espera que se convierta en buen police, cumpliendo las promesas y rompiendo el circusto ‘agonistico de la caza de votos. “El mejor politico de Burts’ intendente en 1990, era considerado, hasta por su mis aguerrido opositor, como una buena persona. Los predicados de la ‘prrona, sus atsibatos morales pasitivos, indeperidientemente de la fiiacin ‘partidaria, son considerados como garantia dela realizacin del buen gobierno il partido es el hombre”, como sintetizé un politico de Bu- titi El Juen poco conquiste la eficaciaen el ejercicio de la politica, justamence porque actia segin el digo socal vigente respecto de aquello en que consis- tec ser una buona perana. Elescapaz de vivificar Ia nocién moral relacionada con la eategoria en e contexto sociocultural determinado en el que se inserta "En Burits, la ealificacién del politico como buena persona se inscribe en su setitud servical, en su disponibilidad para la ‘ayuda’, en aproximarse y en de- ‘mostras ‘no tener orgullo’. El ‘mejor politico de Burts’ sintetizaba el secreto sser2h | ‘Beecone en Bae ptton pice desu prestigio, que, para él, es algo que ‘no se transfier’:“Ipasé] mi vida asi,en tana comivencia directa con elpuebl. jy ls consecuencias!”. Tenido por un ‘inten dente fiestero’ él, de hecho ejerctaba con todos una proximidad de ‘amigo que ino sabe decir no’ — atin cuando no siempre cumplicr las promesas. Conocido también como el ‘intendente del pueblo’, entraba alas casas para tomar café en Ia cocina, y bebia del mismo vaso con el compafero de juego. La demostracién de intimidad, 0 su puesta en escena, era tomada como etiqueta bisica de la convivencia politica en Burits. "Esa acttud de intimidad constitua el elemento primordial de las fiestas po- Iiticas realizadas en el municipio las fiestas de los ‘ranchie, consideradas como responsables de la victoria electoral porque aseguraban el voto. Lo inusitado de las fiestas politicas®, no obstante, no debe ser tazén para su folklorizaci. Els presentan, con su color y su movimiento, las contradicciones de un ejet- cicio politico que se nutre de una aspiracién de igualdad al mismo tiempo que genera jerarquia En Britis, la simplicidad del escenario ritual de la mayorfa de esas fiestas - compuesto por un galpén que sera de abrigo para la eunin de los invitados, casi siempre originatios del estrato de trabajadores rurales expropiados- daba lugar ala celebracién de la proximidad entre politico y elector. Organizadas y financiadas por partidos o candidatos, en ells se verifcaba el congraciamiento de politicos y electores en un mismo plano fisico y simbdlico -y no la diferen- cacion presente en la estructuracién de los escenarios de los actos proselitis- tas-.En ellas, el poder politico se implementaba como reaizacién situada en el “ambito del ‘placer, de la alegriay la confianza’, en un espacio y tempo ritual di- fecenciados. La falta de pretensiones de las fiesta, con sufluir de miisica, baile, conversaciones, rsas y encuentros creaba una embriaguez.contagios2, una im presién de exceso. En ese contexto totalmente alejado del mundo de I polit a, se realizaba la politica en Burts. Su importancia y eficacia provenfa justamente de eludir el sentido de céleulo ¢ interés usualmente atribuido a la accién politica. Pues, la demostracién de amistad por el candidato no puede trasparentar interés politico, lo que lo descalificaria como buena persona 72 Las feta, tonates co samen pin son ua irptart racine neo Bras Sine evan merece se mej! dean exaraa ebcarenie, Enel asa ocuranpnegalmente ‘rns pervs electors, anole taldoresdelashacendas eran eundosenlo tose foes previ. Cone! ago dela rdqus mradoreshaciala ces munis elas auieron fuer carl arandos re especie Ge adel esnertda. En oan deninvesigacn, teretes fervdaes se rue pra veo delapbiacio del mica Las fess oniguan in Tengaepoles dersticad (Chaves 13). Ce foo prvi oe cranatzacin dl or de perso a tno rege ous Lamas festa els ranches, recurtatas nur por&segmeio #- (il de aor aes. (Ceiine de Alencar Chaves Enlas fiestas, el espacio piblico se construye menos por la palabra que por Ja convivencia comin, Como en ellas Ia palabra mis elocuente es el gesto, su significado debe ser deducido de su forma ritual Las fiestas son el lugar de la seduccién personal de politico, con el artficio de la alegriay la promocién de 1a confianza. Espacios de celebracién y de congraciamiento, lo que las torna Politicas es la presencia del politico profesional al ras de! piso, en medio del pueblo. En ese espacio ritual, la proximidad, inclusive fisica, es una sefal de re- conocimiento por el politico del otro como igual, como perzona Pues, en el bai- le, € politico establece con los otros una relacién de equivalencia e intimidad, Con su presencia en las fiestas de los ‘ranchoes’, él muestra que no tiene ‘ongu- lo’ La eficacia politica de las fiestas deriva de su poder de vehicular esa ima- ‘gen para el politico, al constituirse como un espacio piblico capaz de [promover su proximidad ritual con el elector™. Las fiestas politicas establecen un émbito comiin concreto, creado porla presencia tangible y equivalente de politicos y electores; ellas construyen tun espacio ritual de actualizacién del valor de la persona como un ser huma- ‘no digno ¢ igual. En la fiesta el politico es uno entre muchos, uno mas en medio del pueblo, se mezcla con él sin confundirse con él. Las fiestas son, 23, Tonaindosefornuacin de Bare de Hlanda 1965) como cntacuno cpr se eka qe ee nexos cea socabiia expesados elas fetaspalicasno se costuyen como eaacln slats con tc de un plano cleo gneay stat, cofome ala defncon al de comin publica. All = cen eral prota se vera en reac edad personas corcea -que mgorela rer "eca dela relcén partly dela universal dela regia Laprsd del person esas en las ests peer, en Bus, un sgfcadopolico que las extapl, como eta en el ec de ur los vines soctars del patio alco, afmrados ena feldad an programa, no stan fundamentals, Las cas de parito son no so comune sino parteciameris frets ficient eiiaties, en tei en earl po poco des amigos de siempre pernaneaza unio. Es él que proves los vinedos scl damental pare ecco pcs y represen in elmer de lptinacn ut nip poral cams price, 24 Enotes cote, hay formas rere etansisn cl mismo mana’ En unio que rea a sie- Snail ge 199, Dinerseny Souza se ccupandelsleecenes de plc, ome, Ge cara ‘inl et, surinisadas paras einencas de Pardo da Fen Libeal (FL) al cand erande Hengue Cardoso, Arto Cros Magahes, seins persia lint a Femanco wi "ect. ‘stacomenzersequvocarse en su porugués’ Eleioces candi avnpesdere Guineme Paine luzgndose "ps reddy enlecoones,erseasasucoreate de lima que ands desea recta “al pio de cma ote ar ele y qu ‘nse debe hacer una arta elec e peda ade ‘nis, que Teleraseeldsaso con romess™.Presguen io auaes "Taio able, que Feranco 8 Sat. Se auoprdand ‘main op ieer psn coon. Cra SO mets demu nto hem od n mult, vsti chalco de vquere,bebi equ de coco con labs pega ala, uprma ‘sda, se gad un ue clr de tra al mnt a aba, con sone de aque ens edbezr (Or ‘meric y Souza 1904169), 28 Mantas roe separacn expresado por ‘sie sabe con qn eet hata" estado po Da Mat, unis hacia mension jeri des persna, aft pica al exebraria niin ene pcltcoy ec -estvetrmene deguales-veticulzs, al contro, apromesa de ida esol ela prso- acon var. 170 esiones en Ba: a persona pice también, el lugar en que el politico se erige como una persona prestigiosa, detentadora de poder, por el hecho mismo de expresar consideracién por Jos demés. Si el politico en su prestigiosa posicidn homenajea la fiesta del pueblo con su presencia, aleanza por eso mismo mayor influencia y valor personal. Como dice un trabajador rural: “las fiestas son pura manifesta cin de poder”. En ese sentido, se puede pensar la eategoria buena persona como un locus de representacin ideal del politico, que corresponderia, con la especifica cin de determinados atsibutos concretos, la actulizacin local del earisma ‘weberiano. Como el carisma, estaria sujeta a las contingencias y vicsieudes de su dramatizacién en la escena politica a través dela actuaci6n con los poli- ticos. Asi, el fracaso en la efectivizacién por parte de los politicos de la reali zacién de ese ideal, puede repercutir en las oscilaciones del prestgio de sus figoras piblicas, sin descalificar, todavia, el ideal de politico como byena per ona, Como la magia, este idegl no se ve malogrado por la accién# El conte ido de creencia, asi explicitado, refuerza la cualided performativa de Ia actuacién de los politicos y de la propia politica en términos generales. Si set ‘nen pena es una supueta aan de gue el andi std be peli dnen politico puede set aquel que consigue parecer una buena persona, Esa di- aaaa politica es bien reconacida en Busts, yas! fue aducids pos tun elector: “aqui la politica es hecha a base de promess, pinturay fantasia” De manera nada respertoss, un politico -candidato derrotado a intendente- ‘expres6 una idea semejante, al resumir la relacin entre politico y ‘pueblo’ la sxpresién ‘engifieme que me gusta Ininmidd y de gualdad, ano como de renovacin de jerarquaen ae, lacién politico-elector, expresa la ambigiiedad latente de la person, para la cua Ja iestasirve de escenario dramitico. Se observa en la categoria nativa uns ten- sin en el ambito de los valores vehiculi2ados por ell, de éstos con el resulta do prictic dela relaci pole, La relevancia pola del perone en Boris representa un deseo de reconocimiento social, de ser percibido como ‘al ¢guien’28 como un ser humano integral. Representa una aspiracion de igualdad iene connie core ca pronase on a a ae Cmorene si aspires de ali ye hunanded onl como pura ur, sue evanescent marion aan een etwas igi r y > ee es eo ser seni ayreto ena me igen santa dementia hs (Cheine de Alencar Chaves que se pretende visible y concreta,y no simplemente como atributo de un indi- Viduo genético y abstracto. Ele significativo de la categoria persona concentra el valor cristiano atribuic doal ser humano concreto, ala ‘persona humana’. Somos todos hijos de Dios’ me fue dicho y repetido en Buritis. La categoria persona afirma una humanided que ¢s patrimonio de todos y cada uno, tomando a todos los hombres equiva lentes a despecho de a unicidad de cada cual. Sugiere una rlacin que supone tuna igualdad original entre personas morales, porel hecho mismo de requesit clreconocimiento dela dignidad inherente a cada ser humano. Es el aspecto explicito, el valor reconocido de la categoria Parece indicar la reivindicacin «te un derecho bisico, como la dignidad de ser humano, por parte de un seg ‘mento de la poblacién a los que historicamente se le negé en el Brasil el dere. cho a la libertad y autonomia En clplano de larealizacin social de a categoria persona est presente, con ‘odo, la asimetsia verificada entre el politico y el elector, asf como un statue di. versificado de la ciudadania, Por estar vigente en un media social historice. mente constinido por relaciones jerirquicas, el ser considerado perona ‘equiere un reconocimiento partcalarizador como loatestigualaimportancia de que el nombre de esa persona sea recordado por el politico. Asi, “cl politico, cuando es candidato anda por la calle lama por el nombre, abraza ala prtoner después de electo pasa en auto y ni siquiera mica ats”. Reconocimiento que dda substancia al vinculo personal, instaurador de privilegios. Como elemento de una relacén social, se puede reconocer en la categoria de perona un sentido, implicito de jecarquia, que, ain negada,dimensiona ideologicamente la depen encia yl asimettia dadas entre el politico y el elector, y la calficacin diversi. ficada de la ciudadania, En Buritis, el valor expliciumente enfatizado es el deseo de igualdad, ‘como lo verifca la inspurtancia politica de las tiestas. Es preciso, sin embar. 80, aclarar que se trata de un desco de igualdad cuyo sentido y expresin no se traducen en téminos sociol6gicos. Tomando como referencia el desarro. lo histérico de a categoria tazado por Mauss, se puede decir que el valor ne. tivo asume el sentido cristiano de esta nocién -que Mauss representa como “un pasaje de la nocién de persona, hombre revestde de un estado, a a nocién de hombre, simplemente, de persona humana” (Mauss 1974:237; las cursivas ana de se prsona: “Spica ser aldo con espa, con carla y conic, elaconarse ‘ben eno tos eer tama amigos ywecinospresrts ens cosonesmpotans ce aay oe leone n Busi pertons poi son del autor). En un plano de significacién, por asi decie, en la persona se pri- vilegia el propio hecho de su existencia: alguien es porque es un ser viviente «que carga con la dignidad ineluctable de lo humano y, por consiguiente, de sa filiaciSn divin. El énfasis en el uso nativo de a categoria de persona es colocado en el aspec- to incondicionado de la existencia, la persona como portadora de una dignidad incuestonable Bao este prism, la iguldad referid ae extegora se inscribe en el plano esencialmente metafsico, o se4, no determinado socalmente.® Esa peculiatidad de la atribueidn del valor presente en la categoria permite la paradoja de representar una jgualdad ideal sin chocarse con la desigualdad de hecho. Se trata de un deseo de igualdad que no se coloca priortariamente como reivindicacién consciente en el plano de las relaciones sociales; lo sve nuede ser leido en la dramatizacién de la persona politica en un espacio ritual ieee heard gl paca acer ieee oa a tas distinciones de! mundo social cotdiano. . Por un lado, la categoria de buena perrona se remite a la nocién de humani- dad, como atributo universal que igualaa todos los hombres en un plano mete- fisico; por otro, remite a la totalidad concreta que define 2 cada individuo empicco. Por oposcin la idea abstractade individvo (Dumont: 1985) de su término politico correspondiente, ciudadano, portador de una igualdad gené- ica, a erronaes alguien, es conocida, tiene un nombre. Expresa un deseo ma- nifiesto de igualdad que se coloca como derecho moral, al paso que explicita una necesidad de reconocimiento social que resulta necesatiamente particula- sizador, Pero la persone se quiere tenida y valorada como igual, ain cvando tor- nada desigual. Se vetfica en el centro significativo de la categoria una tensién ic significados contradictorios. pia asap cu tsb perenne ceca ocr Jo de una exigencia de igualdad que se quiere presente en la totalidad con- fc ae etna ci oop ecpnteade oe a es relaciones. Lo que se expresa en el hecho de que la persona requiera,siem- pre, el nombre: “el politico en campaaa te palmea el hombro, soarie, tela ‘ma por el nombre”. La ambigiedad de la categoria de persona en su dimensién politica se encuentra en el hecho de que supone una igualdad, si- multineamente universal ¢ intrinseca a cada hombre en particular. Una ae Infonet 9 Enunceda sgt epeccanans gn en recenonet ene i ber, a kn eager apes ingen Pe te rcipalon eaten rp rd oar ae Ban teeloquagada et tte was i evn area a Diora vcs alien beng) orang deel ude vou spaces, ‘a 8390) 173 Citing de Alencar Chaves ae ee et ee igualdad cuyo fundamento es primordialmente moral y metafisico. Una ‘igualdad que se pretende substantiva, reconocida en la substancia de cada ser particular. Se trata de la tensidn inherente al desarrollo cristiano de la categoria: igualdad entre todos los hombres como hijos de Dios, unidad de cada hombre en su fliacindireca frente de El La paradoja dela categoria Persona tal vex no se limite a a dindmica compleja entre la actualizacién del valor en la accién y la estructura histéricamente constituida de las relacio- ‘es sociales. Ella parece encontrarse en el complejo de significados de la propia categoria cristiana de persona La categoria nativa de buena persona implica una unidad afectivo-tacional 4u€ contrasta tanto con elindividuo como com la persona en tanto eategorias analitcas. Es incompatible con el sentido de ciudadania que supone la idea de individuo como categoria genérica (Dumont: 1985), portadora de una se- Paracién radical entre la dimensién pablica ~a la que se refiere exclusivamen. te-yla dimensién privada. Es contradictoria, sambién, con el uso analitco de Ja persona, toda vez que inscribe aspiraciones, como el deseo de igualdad y i berad. En tanto individvo auténomo, el ciudadano constituye un espacio Piiblico secularizado en el cual se relaciona con los demés bajo una orienta ci6n igualitaria. Al contratio, a buena persona, signo del buen politic, introduce cn lo que deberia ser un espacio pablico auténomo y uniforme una impres- ” En las fiestas, a politica se ejerce a través de la fascinacién dela promesa de igual. ad que el ‘politico sin orgullo’ expresa en su propia persone, Pero la pertona Supone la inclusion de os elementos relacionaes de otras instancias de agre~ B2cién en el dominio politico. En la medida en que es definida en una rela. ion particular el vinculo concreto y asimétrico entre el politico y el elector, gue se encuentra diferenciado segtin las distintas relaciones-, ella sanciona la jerarquia en la politica Een tag 30 Ene okos ices, en Burs ero er sesiguao pore enrmeniaro de mujeres el nde’ las Ite el ener Ot eemgo eel rpresrtao, ers propia fess, pra apeaconalocencba, ‘contac deco, copra ete pallicoy were. 1% [ | lecines en Baits a ptson pales 1La categoria nativa de persona no puede ser comprendida univocamente. La ambigiedad ese pile del arquitecturapolica que ayuda a consrur, conforma una expresin imaginaria dea humanidad como una condicién me- sitoria comiin. En el deseo manifiesto de dignidad, representa una aspiracién de igualdad continuamente negada, al mismo tiempo que permite la consolida- cidn de un sistema social y politico compuesto por desniveles tan pronuncia- dos que lega a consttuit otra paradoje: una sociedad de exclusion, Se trata de tuna disonancia que estimula la tensidn signicativa de la categoria, que atesti- gua la contradiccién de valores no resueltos, representando una fisura que puede llegar a desafiar ala armadura politica establecida. ; El significado politico de la categoria de persona posee implicaciones més amplias que el seialamiento de la relacién politco-clector, ella repercute en la propia organizacién del sistema politico en la medida que forma percepciones respecto de la légica de su funcionamiento y, por lo tanto, de las preferencias lectorales. A este respecto, resulta ilustativa una publicidad difundida por al- toparlante desde un auto que circulaba por las calles de Burits durante la cam- pafia de un candidato a la reeleccién para la Asamblea Legislativa en 1990: “alguien que no hizo mucho pero ha contribuido al desarollo junto con el go- biemno municipal. Es mejor confiar en quien es conocido que en quien nunca hizo nada por el municipio, por el Estado de Minas Gerais”. Esa publicidad de campafia revela de qué modo el patron de relacionamiento personal no es, en tanto vinevlo politico primordial, excosivo de la interfazpolieo-eleetor. Di cho patrén constituye un imaginaro que informa pricticas poitias abarcat- vas porque configura una idea del funcionamiento de la politica como sistema a identidad como lenguaje politico puede ser visto en Buritis tanto en el juego politico local en l historia police reciente del municipio y en estrate- fas particulars de legtimacién poltica- como en las campaias elecrorales pir ogo del Legiv ena y eden La Henan con lg, municipio o regién, se convierte en la credencial de un ‘compromiso natura con ls poblion Cominments sen ellengunje dela ena lee orego- x nto clot aries do ten nto ‘ererlssunaeparess yoni sesc artistry Shtaecnes wera Ulan arenca antec ncn Socecreconopeasaensj iter, Eareniaioom anaes tnsoncn al tmaegrarnninoroncndes women nara tne ‘erpenuodowena igo oso tm te Wong xc i a Sein mrt ngroc na ca mtocs encase en Grave nao one tare uur sore at inerenertmesteon ren orgy circ ey ‘ee ctuimnsacows Sheepetegreteat simran urwae ‘ues oo ls rr ts Ketent Suan csc ea os coo evo cone iain ce 115 vine de Alencar Chaves. Ent siete Ia idenificacin con los interess colectivos del municipio, spantnicbi © regién represents, ai una verdadera ‘entidad politica (Pein, 1985 endian uc ton cael nico deren en del discurso y accién politicos. {ea pertinencia de I identidad local y regional en las estrategis poltcasy Gone Pata electorates, se veritica en su inscripcién en lalégica de las rele i6n entre politico y elector. Fi nexo personal que compromete matvamente al elector y a politico, es Percibido como el operador ente los poderes Ejecutive y Legislativo ~por imedi de sus ocupantes-,as{como de las diferentes instancins deg federacién: "lecones en Basis persona pois relaciones es aquél conferido por la identidad, lo que explica I acciény la im- Portancia de los ‘diputados mayoritatios’. La declaracin del intendente de Bu. titi es esclarecedora a este respecto: Yo be tenido mucha suerte porgue estoy my conectado cn e gobierno del estado, com los diputedes mayoritariosetadual,y federal, adem: de ero emas conseguido recursos, aungue mig pequoies, para realmente mostrar ‘alguna csit. En muchos municipios como ese caso de Arinos,y muchos tos mumiipas de la region Noroste existe una situain cada... or. 4 sn de wa politica adveria a adel gobiernay no tienen ls dipntades smayoritaros. (les diputedes) som may importantes, es un poder... Para nui tewe wna importanca may grande tener rs diputades mayo ritaries. Lal6gica de ese itinerario reside en a economia de las elaciones entre los Poderes Ejecutivo y Legislatvo, o sea, en la dependencia mutua que cicuns. ‘tibe las relaciones entre ambos en cada nivel de la esfera politica, Al no te- nex base de sustentacién parlamentaria anclada en partidos, el Ejecutivo el ‘gobierno’ la articula por medio de la negociacin individual de los recursos piiblicos, de la distribucién permanente de fondos y cargos de la administra.

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