Professional Documents
Culture Documents
de
Aprendizaje
Asignatura
DERECHOS
HUMANOS
• Unidad 1: Conceptualización
básica
y
contexto
general
de
los
DDHH.
1
Nombre
de
la
asignatura
DERECHOS
HUMANOS
Duración
36
Horas
2
Nombre
del
autor
Mery
Rodriguez
y
Cristian
Valerio
3
Objetivos
de
la
asignatura
Objetivo
general
de
• Desarrollar
en
los/as
estudiantes
conocimientos
la
asignatura
relevantes
sobre
derechos
humanos
que
les
permitan
identificar,
analizar
e
intervenir
la
realidad
social
nacional
e
internacional,
desarrollando
prácticas,
actitudes
principios
y
valores
democráticos
que
promuevan
y
funden
una
cultura
de
la
paz.
Objetivos
• Reconocer
instituciones
e
instrumentos
jurídicos
de
específicos
de
la
protección
y
defensa
de
derechos
humanos
a
nivel
nacional
e
asignatura
internacional.
• Identificar
el
lenguaje
y
la
terminología
de
derechos
humanos.
• Desarrollar
en
los/as
estudiantes
habilidades
de
análisis
e
investigación
de
casos
en
derechos
humanos.
• Reconocer
el
desafío
de
los
derechos
humanos
en
la
actualidad.
Unidades
temáticas
Nombre
unidad
Sub-‐unidades
Unidad
1:
Sub
Unidad
1:
¿Qué
son
los
Derechos
• Conceptualización
básica
y
contexto
Humanos?
general
de
los
DDHH.
Sub
Unidad
2
:
Evolución
histórica
de
los
DDHH
Sub
Unidad
3
:
Sistema
de
garantía
y
protección
de
los
DDHH
4
UNIDADES
DE
CONTENIDO
UNIDAD
1
Conceptualización
básica
y
contexto
general
de
los
DDHH.
1.1. Sub
Unidad
1
¿Qué
son
los
Derechos
Humanos?
1.1.1. Concepto
y
características
de
los
DDHH
....................................................
1.1.2. Fundamentos
y
principios
de
los
DDHH
...................................................
1.2. Sub
Unidad
2
Evolución
histórica
de
los
DDHH.
1.2.1. Antecedentes
históricos……………………………………………………………
1.2.2. Declaraciones,
Convenciones
y
Pactos
de
posguerra…………………..
1.3. Sub
Unidad
3
Sistema
de
garantía
y
protección
de
los
DDHH.
1.3.1.
Estado
de
derecho
y
Democracia……………………………………………...
1.3.2.
Organizaciones,
órganos
y
mecanismos
de
protección……………………………………………………….
RECURSOS
PARA
PROFUNDIZAR
LOS
APRENDIZAJES
• Recursos
complementarios
..........................................................................................................
• Glosario
especializado
....................................................................................................................
• Webgrafía
.............................................................................................................................................
• Bibliografía
..........................................................................................................................................
5
Estimados/as
Estudiantes:
Les
damos
la
más
cordial
bienvenida
a
las
Cátedras
Bolivarianas,
sello
que
busca
marcar
a
la
Universidad
en
su
calidad
de
Institución
a
Escala
Humana.
En
la
asigantura
de
Derechos
Humanos,
se
espera
que
sean
capaces
de
ampliar
la
mirada
respecto
a
lo
que
sucede
en
la
actualidad,
desde
una
perspectiva
crítica
e
inclusiva,
de
respecto
y
valoración.
A
lo
largo
de
la
asignatura,
reconocerás
la
importancia
de
los
Derechos
Humanos
a
lo
largo
de
la
historia
junto
a
las
legislaciones
que
existen
como
marco
de
acción
que
permite
la
defenza
y
el
cuidado
por
dichos
derechos.
Esperamos
que
puedan
reflexionar
e
ir
profundizando
en
la
materia,
tomando
en
consideración
la
importancia
que
tienen
los
Derechos
en
el
desarrollo,
integración,
convivencia
y
vivir
cotidiano.
Saludos
cordiales,
Tutor/a
Estimados/as:
Para
introducirse
a
la
asignatura
de
Derechos
Humanos
debe
ver
el
video
llamado
“El
Video
más
completo
de
Derechos
Humanos”.
Realizado
por
Jorge
Díaz
Lo
encontrará
en
el
siguiente
link:
https://www.youtube.com/watch?v=pY4tJwayxSM
Estimado(a)
estudiante
Sea
muy
bienvenido(a)
a
los
contenidos
de
la
asignatura.
Como
institución
tenemos
un
gran
desafío
de
formarlo(a)
a
usted
en
esta
modalidad,
por
tanto,
siéntase
en
todo
momento
libre
de
acercarse
a
nosotros
y
hacernos
llegar
sus
inquietudes.
Recuerde
que
estamos
a
su
servicio.
Estimado(a)
estudiante:
A
continuación
usted
comenzará
el
estudio
de
la
asignatura
a
través
de
las
diversas
Unidades
y
Sub-‐Unidades.
Para
que
usted
alcance
los
objetivos
proyectados
y
que
su
aprendizaje
sea
de
calidad,
le
entregamos
algunas
recomendaciones:
1. Tómese
su
tiempo
para
el
estudio
y
acomódese
en
un
lugar
que
le
sea
grato
y
sin
distractores.
2. Deténgase
en
aquellas
materias
que
le
sean
más
difíciles
de
entender.
Vuelva
atrás
toda
vez
que
lo
necesite.
3. Apóyese
en
el
material
complementario
para
el
estudio,
el
cual
le
permitirá
profundizar
y
obtener
mayor
información
sobre
un
tema
en
particular.
4. Si
se
le
presenta
alguna
duda
que
no
pueda
despejar
en
este
documento,
diríjase
al
foro
de
la
asignatura
y
plantéesela
a
su
tutor(a).
¡Bienvenido(a)
al
estudio!
Antecedentes
de
la
Unidad
Nombre
Unidad
Sub-‐unidades
Temas
a
Desarrollar
Conceptualización
y
1. ¿Qué
son
los
Derechos
1.1 Concepto
y
características
contextualización
de
los
Humanos?
de
los
DDHH
1.2 Fundamentos
y
principios
Derechos
Humanos
de
los
DDHH
2. Evolución
histórica
de
los
DDHH
2.1 Antecedentes
históricos
2.2 Declaraciones,
Convenciones
y
Pactos
de
posguerra
3.
Sistema
de
garantía
y
3.1
Estado
de
derecho
y
protección
de
los
Democracia
DDHH
3.2
Organizaciones,
órganos
y
mecanismos
de
protección
.
9
1. Nombre
de
la
Unidad:
Conceptualización
y
contextualización
de
los
Derechos
Humanos.
1.1. Nombre
de
la
Sub-‐unidad
¿Qué
son
los
Derechos
Humanos?
1.1.1. Concepto
y
características
de
los
Derechos
Humanos.
La
sociedad
contemporánea
reconoce
que
los
Derechos
Humanos
son
las
facultades
y
atribuciones
inherentes
a
la
condición
humana,
aquellas
que
surgen
a
partir
del
valor
de
la
dignidad
de
dicha
condición.
Son
derechos
fundamentales
en
el
sentido
de
que
los
posee
la
persona
humana
solamente
por
el
hecho
de
ser
persona
y
que,
por
tanto,
son
inseparables
de
su
calidad
como
tal,
es
decir,
de
su
dignidad
objetiva,
de
su
valor
interno.
Se
estaría
ante
ciertas
aptitudes,
poderes
para
hacer
algo,
ante
competencias
básicas
que
poseen
las
personas
en
virtud
de
su
naturaleza
humana,
de
la
cual
no
se
le
puede
separar.
En
definitiva,
se
está
ante
la
potencia
que
tiene
el
ser
humano
para
hacer
legítimamente
lo
que
conduce
a
los
fines
de
su
vida.
(siguiendo
definiciones
de
facultad,
atribución
e
inherencia
de
la
RAE).
Así
entendidos,
los
Derechos
Humanos
se
centran
en
el
reconocimiento,
la
protección
y
respeto
de
ciertas
condiciones
esenciales,
indispensables
para
un
adecuado
desarrollo
de
las
personas.
De
acuerdo
con
estos
derechos
fundamentales,
se
establece
una
igualdad
de
condiciones,
independiente
de
especificaciones
de
tipo
social,
económico,
étnico,
de
género,
religioso,
etc.
De
aquí
surge
la
universalidad
que
caracteriza
a
los
Derechos
Humanos,
es
decir,
la
consideración
de
que
los
titulares
de
estos
derechos
son
todos
los
seres
humanos.
Otra
característica
de
los
Derechos
Humanos
es
su
progresividad,
es
decir,
que
el
catálogo
de
derechos
se
ha
ido
ampliando
paulatinamente
a
través
del
tiempo.
Debido
a
su
inherencia
a
la
persona,
estos
derechos
han
podido
ir
abarcando
nuevos
ámbitos
de
la
existencia,
en
la
medida
que
van
creciendo
las
esferas
de
reconocimientos
de
los
mismos.
Es
así
como
han
ido
apareciendo
nuevas
“generaciones”
de
estos
derechos.
Finalmente
tenemos
las
características
de
la
indivisibilidad
y
la
interdependencia,
conceptos
que,
unidos,
nos
permite
entender
que
todos
los
Derechos
Humanos
son
equivalentes,
complementarios
e
inseparables.
De
tal
forma
se
puede
asegurar
que,
si
no
se
goza
de
los
beneficios
de
los
derechos
económicos,
sociales
y
culturales,
los
derechos
civiles
y
políticos
adquieren
sólo
un
valor
formal.
De
manera
inversa,
sin
las
libertades
que
promueven
los
derechos
civiles
y
políticos,
los
derechos
económicos,
sociales
y
culturales
pierden
su
significado
más
profundo.
En
la
actualidad,
los
Derechos
Humanos,
en
conjunto
con
este
planteamiento
del
derecho
a
una
igualdad
fundamental
o
esencial
en
tanto
todos
comparten
la
misma
dignidad
humana,
también
abogan
por
el
derecho
a
la
diferencia,
por
los
derechos
que
tienen
ciertas
distinciones
colectivas.
Entendiendo
esto
como
una
reivindicación
de
aquellos
grupos
que
históricamente
han
sido
vulnerables
y
por
ello
discriminados
y
menoscabados
precisamente
en
su
dignidad
humana.
Este
es
el
caso
de
las
mujeres,
los
niños,
las
minorías
étnicas,
etc.
Por favor revise el siguiente enlace para complementar su estudio:
Enlace
http://www.derechoshumanos.unlp.edu.ar/assets/files/documentos/el-‐
concepto-‐de-‐derechos-‐humanos.pdf
1.1.2
Fundamentación
y
principios
de
los
Derechos
Humanos.
A
partir
de
la
concepción
misma
de
lo
que
son
los
Derechos
Humanos
se
puede
entender
su
fundamentación.
Es
así
que
puede
desprenderse
que
estos
derechos
tienen
su
base
en
la
mencionada
dignidad
humana.
Siendo
esta
misma
la
fuente
que
le
entrega
sus
condiciones
legitimadoras,
su
justificación
y
al
mismo
tiempo
que
sus
perspectivas
teleológicas,
es
decir,
la
dignidad
humana
es
el
principio
reafirmante
de
los
Derechos
Humanos
a
la
vez
que
su
máxima
finalidad.
1
Ver
:“Los
derechos
inherentes
a
la
dignidad
de
la
persona
humana”
(fragmento)
http://www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/arsiu/cont/25/dh/dh8.pdf
Según
Gregorio
Peces-‐Barba,
la
dignidad
es
el
prius
del
Derecho
mismo,
es
decir,
más
que
un
contenido
es
su
momento
previo,
señalando
en
su
artículo
“Dignidad
humana”
que:
“La
dignidad
humana
se
formula
desde
dos
perspectivas,
una
más
formal,
de
raíz
kantiana,
y
otra
más
de
contenidos,
de
carácter
humanista
y
renacentista.
Por
la
primera,
la
dignidad
deriva
de
nuestra
decisión
de
mostrar
capacidad
de
elegir,
de
nuestra
autonomía;
por
la
segunda,
la
dignidad
consiste
en
el
estudio
de
los
rasgos
que
nos
diferencian
de
los
restantes
animales.
Son
dos
perspectivas
complementarias,
casi
podríamos
decir
la
forma
y
el
contenido
de
nuestro
valor
como
personas.”
Por
una
parte,
la
mencionada
autonomía
está
representada
por
la
libertad
de
elección,
la
capacidad
de
tomar
libremente
las
decisiones
necesarias
para
la
consecución
de
nuestros
fines
vitales,
Por
otra,
dicha
autonomía
esta
significada
por
la
libertad
moral,
en
el
sentido
de
aquella
voluntad
legisladora
kantiana,
que
señala
el
seguimiento
del
“buen
camino”
de
acuerdo
con
las
reglas
que
la
propia
persona
se
ha
impuesto,
en
concordancia
con
su
libertad
de
elección.
Es
importante
señalar
que
dicha
autonomía
encuentra
sus
límites
en
donde
comienza
la
de
los
demás.
Finalmente,
el
mismo
Kant
en
su
“Fundamentación
de
la
metafísica
de
las
costumbres”
(http://pmrb.net/books/kantfund/fund_metaf_costumbres_vD.pdf
pág.
48)
señala
que
la
Humanidad,
en
tanto
tiene
capacidad
moral,
es
lo
único
que
posee
dignidad
o
valor
interno
trascendental,
en
la
medida
que
también
es
un
fin
en
sí
misma.
La
autonomía
en
sí,
tanto
como
capacidad
de
elegir
como
condición
moral,
también
es
algo
que
nos
diferencia
de
los
demás
seres
vivos.
Además
de
estos
rasgos
distintivos
que
significan
la
dignidad,
se
encuentra
la
razón,
aquella
capacidad
de
elaborar
proyecciones
abstractas,
de
trascender
la
propia
corporalidad
y
lograr
estados
de
reflexión
que
nos
permiten
pensarnos
a
nosotros
mismos.
Por
otra
parte,
surge
la
sensibilidad,
la
emocionalidad
que
logra
expresarse,
mediante
actos
de
imaginación,
mediante
valores
estéticos,
obras
de
arte
como
la
escultura,
la
literatura,
etc.
Otra
dimensión
de
nuestra
dignidad
aparece
como
mediadora
y
posibilitadora
de
las
anteriormente
mencionadas:
la
capacidad
de
dialogar
y
comunicarnos,
que
potencia
los
efectos
de
las
creaciones
de
la
razón
y
las
estéticas.
Finalmente,
otro
rasgo
de
la
dignidad
humana
son
las
formas
de
racionalidad
que
presenta
nuestra
específica
sociabilidad
y
las
formas
en
que
nos
comunicamos
de
manera
de
configurar
la
cultura,
que
es
la
esfera
donde
se
conjugan
los
conocimientos
y
las
expresiones
estéticas.
Asimismo,
dentro
de
esta
sociabilidad
humana
cabe
distinguir
las
posibilidades
de
generar
valores
solidarios
y
convivencia
igualitaria.
Es
así
que
la
dignidad
humana
en
su
doble
carácter,
tanto
individual,
presente
en
todas
y
cada
una
de
las
personas,
como
relacional,
basada
en
el
respeto
y
la
solidaridad,
viene
a
fundamentar
los
Derechos
Humanos.
Según
Javier
Hervada:
“…todos
los
hombres
tienen
igual
dignidad,
pues
la
naturaleza
—que
es
la
esencia
como
principio
de
operación—
es
igual
en
todos…
esta
dignidad
de
naturaleza
no
admite
grados,
ni
de
unos
hombres
respecto
de
otros
(es
la
igualdad
antes
indicada),
ni
en
un
mismo
hombre,
por
lo
que
todo
hombre
tiene
igual
dignidad
desde
el
primer
instante
en
que
comienza
a
existir
hasta
el
último
instante
de
su
existencia:
ni
la
edad,
ni
la
salud,
ni
el
nacimiento,
ni
cualquier
otra
condición
o
evento
disminuyen
o
aumentan
la
dignidad
inherente
a
la
persona
humana…”2
Es
así
que
el
valor
de
la
igualdad
presente
en
la
dignidad
humana
nos
conduce
de
manera
patente
a
su
incompatibilidad
con
las
desigualdades
presentes
en
la
sociedad.
Esto
no
quiere
decir
que
quienes
viven
en
el
marco
de
aquellas
desigualdades
no
posean
dignidad,
sino
que,
simplemente
su
dignidad
es
violada.
Puede
observarse,
entonces,
que
las
desigualdades
en
cualquiera
de
sus
expresiones,
son
creaciones
sociales
que
van
en
contra
de
la
esencia
misma
de
la
condición
humana.
Por
favor
revise
el
siguiente
enlace
para
complementar
su
estudio:
2
Ibid:245
1.2 Nombre
de
la
Sub-‐unidad
Evolución
histórica
de
los
Derechos
Humanos.
1.2.1
Antecedentes
históricos.
Los
primeros
antecedentes
por
limitar
el
poder
político
en
favor
del
aumento
de
las
garantías
de
la
población,
se
remontan
a
la
Carta
Magna
para
el
Reino
de
León
(España
1188).
Con
la
Carta
Magna
Británica
(Inglaterra
1215)
se
consagró
el
derecho
al
debido
proceso
y
a
la
privacidad
del
hogar.
En
1689
Juan
sin
Tierra
fue
obligado
a
firmar
la
Carta
de
Derechos
Británica
como
condición
para
su
ascenso
al
trono.
En
el
ámbito
filosófico,
el
británico
John
Locke
argumentó
por
la
restricción
del
poder
real,
defendiendo
la
tolerancia
religiosa
y
la
protección
del
derecho
natural
a
la
propiedad
(Siglo
XVII).
Los
franceses
Montesquieu
y
Rousseau
defendieron
la
división
de
los
poderes
estatales
(Siglo
XVIII).
En
este
último
periodo
el
alemán
Immanuel
Kant
argumentó
por
la
concesión
de
derechos
a
todas
las
personas,
apelando
a
la
razón
de
que
son
portadoras
y
a
su
dignidad.
En
el
área
política,
las
revoluciones
liberales
en
América
y
Francia
de
fines
del
siglo
XVIII
se
consagraron
a
la
promoción
de
los
derechos
individuales,
los
civiles
y
políticos.
Estos
movimientos
de
reacción
contra
el
Antiguo
Régimen,
que
enarbolaron
el
valor
de
la
libertad,
se
consideran
los
precursores
más
directos
de
los
Derechos
Humanos.
Como
dice
Javier
Hervada
(Obra
citada,
pág.
227):
“Según
la
idea
primera
y
originaria
de
los
derechos
humanos,
éstos
constituyen
verdaderos
derechos,
que
son
innatos
o
inherentes
—como
se
lee
en
la
Declaración
de
Virginia
de
1776—,
otorgados
por
Dios
—según
la
Declaración
de
Independencia
de
los
Estados
Unidos—,
o
naturales
—como
dijo
la
Declaración
francesa
de
Derechos
del
Hombre
y
del
Ciudadano
de
1789—.
Por
ello
son
inalienables
—como
se
deduce
de
la
Declaración
de
Virginia
y
expresamente
señala
la
Declaración
de
Independencia
de
los
Estados
Unidos—,
e
imprescriptibles
(según
dice
la
citada
Declaración
francesa).
Esta
idea
permanece
sustancialmente
inalterada
en
los
documentos
internacionales
modernos.”
Para
mediados
del
siglo
XIX
el
panorama
mundial
estaba
dejando
entrever
que
los
derechos
consagrados,
tras
estos
movimientos
revolucionarios
burgueses,
eran
insuficientes.
Esto
producto
del
surgimiento
de
exigencias
sociales
relacionadas
con
el
mejoramiento
de
las
condiciones
materiales
de
los
sectores
pobres
y
vulnerables,
presentándose
como
una
necesidad
la
materialización
del
valor
de
la
igualdad
en
el
contexto
de
los
procesos
de
industrialización,
siendo
el
movimiento
obrero
europeo
un
referente
al
respecto.
Ciertos
aspectos
sociales
reivindicados
en
la
constitución
mexicana
de
Querétaro
de
1917,
al
igual
que
innovaciones
sociales,
como
la
seguridad
social,
aseguradas
en
la
constitución
alemana
de
Weimar
de
1919,
son
considerados
como
las
primeras
afirmaciones
formales
y
antecedentes
de
los
actuales
derechos
económicos,
sociales
y
culturales.
De
esta
forma
se
plantea
que
el
Estado
no
sólo
debe
ser
restringido
en
cuanto
al
poder
político,
sino
que
además
debe
entregar
más
garantías
sociales.
La
Segunda
Guerra
mundial
significó
un
quiebre
profundo
de
las
garantías
hacia
la
condición
humana
que
se
habían
conseguido
hasta
ese
momento.
Los
horrores
de
los
campos
de
concentración
nazis,
el
genocidio
como
proyecto
de
“ordenamiento
social”,
que
fue
en
contra
de
ciertos
grupos
como
judíos,
gitanos,
comunistas
y
homosexuales,
presentaron
al
Estado
como
el
máximo
violador
de
los
Derechos
Humanos.
Es
en
este
contexto
en
que
la
comunidad
mundial
decide
iniciar
un
proceso
de
reconstrucción
de
los
Derechos
Humanos,
estableciendo
así
un
nuevo
paradigma
en
el
orden
internacional.
De
esta
forma
se
configura
lo
que
se
denomina
como
la
definitiva
internacionalización
de
estos
derechos,
la
que
estaría
marcada
por
la
Declaración
Universal
de
Derechos
Humanos,
el
10
de
diciembre
de
1948.
Introduciéndose
con
ella
la
definición
contemporánea
de
Derechos
Humanos.
Pudiendo
observarse
que
lo
que
produjo
está
internacionalización
no
fue
una
perspectiva
racionalizadora,
sino
más
bien
la
conciencia
de
la
vulnerabilidad
de
la
Humanidad
ante
el
flagelo
de
la
guerra.
Hacia
los
años
70
y
80
surge
un
nuevo
proceso
denominado
de
especificación,
en
donde
se
configura
una
nueva
generación
de
Derechos
Humanos,
los
denominados
Derechos
Colectivos.
Estos
están
destinados
a
la
protección
de
ciertos
grupos
que
son
objetivamente
vulnerables,
tales
como
los
niños
y
los
discapacitados
o
aquellos
grupos
que
han
sido
históricamente
vulnerados
en
sus
derechos,
sufriendo
discriminaciones
y
exclusión,
tales
como
las
mujeres
y
los
pueblos
originarios.
Finalmente,
en
la
década
del
80,
comienza
a
surgir
un
conjunto
de
derechos
vinculados
al
valor
de
la
solidaridad,
abarcando
estos
a
los
pueblos
o
a
la
humanidad
entera.
Dichos
derechos
guardan
relación
con
el
desarrollo
de
las
personas
en
un
ambiente
propicio.
Aquí
se
generan
el
derecho
a
la
paz,
a
un
medioambiente
puro
y
limpio,
a
la
justicia
internacional,
al
desarrollo
entre
otros
más.
1.2.2 Declaraciones,
Convenciones
y
Pactos
de
posguerra.
1.3. Nombre
de
la
Sub-‐unidad
Sistema
de
garantía
y
protección
de
los
Derechos
Humanos.
1.3.1
Estado
de
Derecho
y
Democracia.
Los
Derechos
Humanos
poseen
su
fundamento
en
el
valor
intrínseco
de
la
naturaleza
humana,
su
específica
dignidad,
es
decir,
no
basan
su
razón
de
ser
en
algún
consenso
o
concesión
de
tipo
social,
político
o
cultural.
Sin
embargo,
para
lograr
un
concreto
reconocimiento
y
respeto,
de
manera
de
superar
las
valoraciones
meramente
filosóficas
o
especulativas,
se
hizo
necesario
ir
configurando
un
proceso
de
positivización
de
los
mismos;
se
les
ha
tenido
que
ir
dando,
paulatinamente,
un
cuerpo
jurídico.
Esta
juridicidad
toma
inicialmente
la
forma
de
Declaración,
tal
como
las
realizadas
por
los
revolucionarios
americanos
y
franceses
de
fines
del
siglo
XVIII
o
aquella
fundamental
declaración
hecha
por
los
países
miembros
de
la
ONU
en
1948.
Luego
viene
el
siguiente
paso,
consistente
en
plasmar
el
espíritu
de
estas
mismas
en
una
Constitución,
como
sucedió,
respecto
a
los
derechos
sociales,
en
la
de
México
en
1917
y
en
la
de
Alemania
en
1919.
No
obstante,
para
que
este
importante
proceso
jurídico
no
se
transforme
en
un
conjunto
de
“letras
muertas”,
que
no
permitan
la
aplicabilidad
y
exigibilidad
reales
de
los
Derechos
Humanos,
es
preciso
generar
las
condiciones
para
configurar
un
contexto
local
y
global
de
legalidad
y
legitimidad
que
trascienda
instrumentos
jurídicos
específicos,
tales
como
las
constituciones
políticas.
El
contexto
de
legalidad
implica
la
necesaria
existencia
de
un
“imperio
de
la
ley”,
es
decir,
de
un
cuerpo
de
leyes
que
entregue
un
claro
ordenamiento,
de
manera
general
y
específica,
de
las
relaciones
entre
los
individuos
y
entre
éstos
y
las
instituciones,
respetando
la
autonomía,
política
y
moral,
de
las
personas.
Por
su
parte,
el
contexto
de
legitimidad
refiere
al
entorno
de
validez
y
justificación
política
y
moral
de
la
legalidad,
en
definitiva,
al
reconocimiento,
aceptación
y
acatamiento
por
parte
de
la
comunidad
general
a
la
que
se
aplica
dicha
legalidad.
Pudiendo
existir
una
legalidad
sin
legitimidad,
como
fue
el
caso
del
régimen
nazi,
que
configuró
un
cuerpo
jurídico
que
lo
respaldaba,
con
fundamentos
filosóficos
y
científicos
distorsionados,
pero
que
no
fue,
ni
podía,
ser
reconocida,
aceptada
y
acatada
por
la
comunidad
alemana
general.
He
aquí
la
importancia
fundamental
de
la
coexistencia
simultánea
de
ambos
aspectos,
o
sea,
de
la
existencia
de
este
imperio
de
la
ley
como
una
expresión
de
la
voluntad
popular,
al
que
se
someten
gobernantes
y
gobernados.
Es
así
que,
como
bien
señala
Ángel
Llamas:
“…no
existirían
derechos
fundamentales
sin
garantías,
dado
que
el
fundamento
de
su
reconocimiento
parte,
pero
no
se
detiene,
en
las
justificaciones
de
origen
moral,
religioso
o
filosófico,
social
o
político,
y
se
completa
con
su
inserción
en
un
ordenamiento
capaz
de
dotar
de
garantías
al
sistema
y
de
derechos
y
obligaciones
al
Estado
y
al
resto
de
los
destinatarios
de
las
normas.”
En
definitiva,
este
ordenamiento
garante
de
los
Derechos
Humanos,
que
implica
como
real
posibilidad
tanto
la
legalidad
como
la
legitimidad,
está
representada
por
aquella
formación
jurídico-‐política
específica
que
es
el
Estado
de
Derecho,
en
el
contexto
de
una
sociedad
democrática.
En
tanto
es
este
tipo
de
estado
y
un
entorno
democrático
los
que
se
traducen
en
aquél
imperio
de
la
ley
en
tanto
expresión
de
la
soberanía
popular.
Conjunto
que
viene
a
entregar
las
mejores
garantías
para
salvaguardar
los
Derechos
Humanos,
siendo,
por
supuesto,
en
tanto
construcción
socio-‐histórica,
siempre
perfectible,
condición
a
la
que
queda
abierto
por
definición
misma.
Respecto
a
la
relación
entre
Derechos
Humanos
(derechos
fundamentales),
Estado
de
derecho
y
democracia,
Gregorio
Peces-‐Barba
señala:
“Los
derechos
fundamentales
constituyen
la
razón
de
ser
del
Estado
de
derecho,
su
finalidad
más
radical,
el
objetivo
y
criterio
que
da
sentido
a
los
mecanismos
jurídicos
y
políticos
que
componen
aquél.
La
democracia,
doble
participación,
es
–además
de
participación
en
decisiones–,
demanda
de
participación
en
resultados,
es
decir,
en
derechos,
libertades,
necesidades.
El
Estado
de
derecho,
en
esa
su
empírica
y
también
racional
vinculación
e
interrelación
con
la
democracia,
lo
que
hace
es
convertir
en
sistema
de
legalidad
tal
criterio
de
legitimidad:
y
en
concreto,
en
esa
segunda
perspectiva,
institucionaliza
de
uno
u
otro
modo
esa
participación
en
resultados,
es
decir,
garantiza,
protege
y
realiza
(en
una
u
otra
medida
según
tiempos
y
espacios,
historia
y
lugar)
unos
u
otros
derechos
fundamentales.”
Finalmente,
es
preciso
considerar
que
este
contexto
de
legalidad
y
legitimidad,
representados
por
el
Estado
de
derecho
y
la
democracia,
no
aseguran
que,
en
la
práctica,
las
aspiraciones
de
libertad,
igualdad
y
justicia
de
las
personas
sean
satisfechas
en
su
totalidad.
Sin
embargo,
es
este
contexto,
que
se
maneja
entre
la
teoría
y
la
praxis
de
manera
inseparable,
el
que
entrega
las
más
concretas
posibilidades
al
respecto.
Como
bien
señala
Jesús
Rodríguez
Zepeda:
“…el
Estado
de
derecho
no
es
equivalente
a
la
justicia
social,
pero,
y
esto
es
esencial,
ningún
modelo
de
justicia
social
razonable
puede
ser
alcanzado
sino
a
través
de
los
cauces
del
Estado
de
derecho.
Del
mismo
modo,
la
democracia
no
es
equivalente
a
una
distribución
equitativa
de
la
riqueza;
pero
sólo
mediante
los
poderes
democráticos
es
posible
distribuir
la
riqueza
social
sin
graves
injusticias
ni
derramamiento
de
sangre.
En
todo
caso,
el
Estado
de
derecho
propicia
un
amplio
espacio
para
la
reforma
de
las
instituciones
existentes
y
para
la
búsqueda
de
los
proyectos
sociales
legítimos
que
se
sostienen
desde
la
pluralidad
de
la
vida
colectiva…”
1.3.2
Organizaciones,
órganos
y
mecanismos
de
protección.
La
protección
de
los
Derechos
Humanos
se
ha
venido
realizando
mediante
tratados,
tales
como
los
Pactos
o
Convenciones,
pero
además
se
han
ido
afianzando
distintos
órganos
internacionales
específicamente
diseñados
para
tal
efecto,
dependientes
de
sus
respectivas
organizaciones,
tales
como
los
Comités
y
Comisiones.
Sin
embargo,
se
debe
tener
claridad
respecto
a
que
la
primera
línea
de
defensa
de
los
mismos
está
representada
por
los
propios
gobiernos
nacionales.
Siendo
dichos
organismos
internacionales
un
conjunto
que
viene
a
complementar
tal
tarea
de
defensa,
la
que
implica
no
solamente
su
protección,
sino
que,
además,
su
promoción
y
difusión,
para
así
generar
las
condiciones
para
un
real
disfrute
de
estos
derechos
fundamentales.
Uno
de
los
órganos
de
control
de
las
obligaciones
de
los
Estados
frente
a
los
Derechos
Humanos
es
el
Comité
de
Derechos
Humanos
dependiente
de
la
Organización
de
Naciones
Unidas
(ONU).
Está
compuesto
por
18
expertos,
elegidos
por
los
representantes
de
los
Estados
miembros,
los
cuales
deben
tener
una
intachable
integridad
moral
y
una
reconocida
competencia
en
derechos
humanos.
Se
configuran
básicamente
dos
mecanismos
de
control
de
las
mencionadas
obligaciones.
Uno
es
el
examen
que
el
Comité
realiza
de
los
informes
que
los
Estados
miembros
de
la
ONU
deben
presentar
periódicamente
respecto
a
la
situación
general
y
específica
de
los
derechos
humanos
en
sus
respectivos
países.
Informes
que
deben
ser
elaborados
de
acuerdo
a
las
Observaciones
Generales,
las
que
constituyen
una
pauta
elaborada
por
el
Comité.
El
otro
mecanismo
es
el
examen
de
comunicaciones
individuales
de
personas
que
aleguen
ser
víctimas
de
violaciones
de
alguno
de
sus
derechos
humanos.
Una
vez
realizados
los
exámenes,
se
realiza
un
dictamen
con
las
conclusiones
y
en
caso
de
determinarse
una
violación
se
recomiendan
las
medidas
a
ser
tomadas.
Otros
órganos
de
control
son
la
Comisión
Interamericana
de
Derechos
Humanos
(CIDH)
y
la
Corte
Interamericana
de
Derechos
Humanos,
dependientes
de
la
Organización
de
Estados
Americanos
(OEA).
Teniendo,
de
manera
general,
procedimientos
y
mecanismos
de
control
similares.
De
manera
general,
para
controlar
las
situaciones
de
violaciones
de
los
Derechos
Humanos,
existen
dos
posibilidades,
de
acuerdo
a
si
se
trata
de
violaciones
masivas
y
sistemáticas,
como
las
que
suelen
presentarse
en
las
dictaduras,
o
de
violaciones
aisladas
y
puntuales,
que
pueden
darse
en
un
Estado
de
derecho.
Para
el
primer
caso,
se
utiliza
un
órgano
de
expertos
para
la
comprobación
de
la
situación,
preferentemente
in
situ,
y
un
órgano
intergubernamental
que
pueda
reaccionar
con
sanciones
políticas.
En
el
segundo,
se
requiere
de
un
órgano
de
expertos,
cuasi-‐jurisdiccional,
que
permita
aplicar
las
resoluciones
del
derecho
al
caso
en
cuestión
y
que
pueda
establecer
si
la
acción
estatal
fue
o
no
compatible
con
sus
obligaciones
internacionales.
Si
bien
es
cierto
que
algunos
Estados
acatan
más
o
menos
directamente
las
resoluciones
que
estos
órganos
de
control
emiten,
no
existe
un
claro
consenso
respecto
al
grado
de
juridicidad
que
ellas
implican.
Parte
importante
de
la
comunidad
internacional
considera
que
dichas
resoluciones
no
representan
por
sí
mismas
obligaciones
jurídicas
para
los
Estados.
Sin
embargo,
representan
con
claridad
los
criterios
para
realizar
una
revisión
de
aquello
respecto
de
lo
que
algún
órgano
ha
resuelto.
En
la
práctica
se
dificulta
hacer
respetar
estas
resoluciones,
a
pesar
de
existir
ciertos
mecanismos
de
seguimiento
de
las
mismas.
Convirtiéndose
así
en
una
especie
de
guías
orientadoras,
que
lograrían
su
más
efectiva
influencia,
como
ya
se
ha
mencionado,
a
causa
del
prestigio
social
y
político
que
los
Derechos
Humanos
detentan
por
sí
mismos.
Aspecto
que,
finalmente,
viene
a
entregar,
al
menos,
legitimidad
moral
a
los
organismos
internacionales
garantes.
Finalmente
cabe
señalar
que
los
tratados
internacionales
de
Derechos
Humanos
también
regulan
la
posible
restricción
de
los
mismos
por
parte
del
Estado.
Lo
que
tiene
como
uno
de
sus
fundamentos
la
armonización
de
los
derechos
de
cada
persona
con
respecto
al
conjunto
social,
en
el
sentido
kantiano
de
que
el
derecho
de
los
otros
representa
el
límite
de
los
propios.
Teniendo
en
cuenta
el
orden
público,
la
seguridad
pública
y
la
salud
pública,
es
decir,
el
bien
común.
Ahora
bien,
estas
restricciones
deben
estar
establecidas
legalmente,
para
evitar
limitaciones
estatales
arbitrarias.
Además,
está
estipulada
la
posibilidad
de
suspender
temporalmente
ciertos
derechos,
ante
condiciones
extremas
que
amenacen
la
integridad
nacional,
tales
como
casos
de
guerra
o
catástrofes
naturales.
Sin
embargo,
derechos
tales
como
la
integridad
personal,
derecho
a
la
vida,
a
la
libertad
de
conciencia
y
de
religión,
no
pueden
ser
suspendidos
bajo
ninguna
circunstancia.
Estimado(a)
estudiante:
Este
espacio
tiene
por
objetivo
garantizar
que
los
conocimientos,
las
habilidades
y
las
actitudes
por
usted
adquiridas
a
través
del
estudio
de
los
contenidos
de
la
asignatura,
sean
aplicados
en
contextos
reales.
Por
favor
siga
las
instrucciones
más
abajo
detalladas.
• Nombre
de
la
actividad:
Análisis
Reflexivo
Unidad
1
• Objetivo
de
la
actividad:
Reflexionar
acerca
de
la
dignidad
humana
y
su
relación
con
los
Derechos
Humanos
• Número
de
integrantes:
Mínimo
2
y
máximo
4
(No
se
leerán
trabajos
individuales,
tampoco
los
de
grupos
mayores
a
4)
• Instrucciones
de
la
actividad:
Luego de ver con atención el video (cuyo enlace se encuentra al final), deberá realizar
una reflexión relacionada con la fundamentación antropológica y filosófica de los
Derechos Humanos, es decir, reflexionar acerca de la dignidad humana. Deberá
realizar vinculaciones entre la realidad mostrada en el video y la mencionada
fundamentación. De manera concreta, deberá mencionar qué aspectos referidos la
dignidad humana es posible constatar en el video y argumentar por qué considera
que esos aspectos representan o van contra lo que se ha definido como dignidad.
Se deberá redactar un breve texto de una página, letra Times New Roman 12 a
espacio 1.0.
-‐ Cada idea, cada aspecto que usted considere como representativo u opuesto a
la dignidad humana deberá tener su respectivo argumento. Tras cada
aseveración deberá responder al ¿Por qué?, es decir, por qué considera que lo
señalado del video es parte de la dignidad o se opone a ella. Eso en cuanto al
razonamiento específico de cada aspecto. Además, deberá realizar un
razonamiento general, o de conclusión, sobre el video, por ejemplo,
respondiendo al ¿Cómo?, o sea, cómo es posible hacer o sentir ciertas cosas en
determinados contextos.
-‐ Solamente deberá considerar los elementos del concepto de dignidad humana
para argumentar. No utilice ninguno de los derechos humanos específicos que
existen.
30