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MODO DE ESCRIBIR LA HISTORIA «No hai poor guia en a historia que aquella filosotia sisto- ‘mitica, quo no ve las cosas como son, sino como eoncuerdan on su sistema, En cuanto a los de esta escuela, exclamaré con Juan Jacobo Rousscau: Hechos! Iechos!»—Cérlos du Rozoir «Los historiadores formados por cl siglo XVIII so dojaron, preocupar domasiado por la filosofia do su tiempo... Trataron Jos hechos con ol desiten dol dorecho i do Ia razon: cosa mui Duena soguramente para operar una revolucfon en los espft tus i on el estado, pero que lo es mucho ménos pare escribir In historia, Hoi no es ya permitido escribir la historia en el interes do una sola idea. Nuestro siglo no lo quigre: exije que 80 le diga todo; que se le reproduzoa i se lo explique la oxise tencia do las naciones en sus diversas épocas, i que so dé 8 cada siglo pasado su verdadero lugar, su color i su significa. ion. Esto es To que yo he proourado hacer para el gran su= os0 citya historia he emprondido. No he consultado mas que Jos documentos i los toxtos orijinales, sea para individualizar Is varias cirounstanoias do la narrativa, soa para caracterizar Jas personas i las poblaciones quo figuran en clla. Tanto es Jo que he sacado de osos toxtos, que mo lisonjeo de haber de~ Jado poco quo tomar. Las tradiciones nacionales de las pobla- ‘ciones ménos conocidas i las antiguas poesias populares, me than stuministrado muchas indicaciones acerca del modo do cxistencia, los sentimientos © ideas do los hombres en los tiompos i lugares a quo transporto al lector. 103 oPOsCULO8 LinknARIOs I cxixicos «En cuanto ala relacion, he adherido cuanto me ha sido osible al lenguaje de os historiadores antiguos, contemporé~ nicos de lus hechos, 0 cercanos a ellos. Cuando me he visto provisado a suplir su insuficioncia por eonsideraciones jonerae Jos, he tratado de autorizarlas reproduciendo los rasgos oriji- alos que me habian conducido a cllas por induccion. En fin, ho conservado siempre la forma narrativa, para que el lector no pasaso sibitamente do una relacion antigua a un comentae rio moderno, i para quo la obra no presontase las disonancias quo resultarian de fragmentos de crénicas, entreverados de disertacionos. Por otra parto, ho erefdo quo, apliedndomo mas a referit quo a disertar, aun en In exposicion do los hochos § resultados jeneralos, podria dar una especie do vida histérica a las masas de hombres, como a los personajes individuales, i ‘quo de esta manera on cl destino politico do las naciones ha~ Harfamos algo de aquel interes humano que inspiran involun= tariamente los pormenores injenuos de las vicisitudes de for tuna i las aventuras de un solo hombre. «Me propongo, pues, prosentar con 1a mayor individualidad Ia lucha nacional que se siguié a la conquista do la Inglate- rra por los normandos establecidos en la Galia.»—Agustin, Thierry. Sismondi anuncia que 50 propono escribir la historia de Francia hasta Luis XVI, i quo torminaré este trabajo con la flosofia do la historia do Wrancia: «Si mo quodaro bastante vida i salud, para evar hasta el fin Ia tarex quo ho tomado a mi cargo, pediné a e508 treco siglos 1as locciones quo, sobre las cioncias sociales, nos ticnen guardadas. Trataré sobre to~ do do dar a conocer ese progreso sucosivo de la condicion do Jos pueblos, esa orwanizacion interior, eso estado do bienostar 0 do desazon, «que debe mirarse como el gran resultado de las, instituciones publieas, i que pucde solo ensefiarnos a dist guic con certidumbre lo que meroce en cllas nuestra aproba- ccion 0 nuestra censura, «Debo tambien decir aqui algunas palabras sobro ol método que he adoptsdo para trabajar sobre documentos antigus. Me lisonjeo de que a la primera ojeada ningun lector vacilaré Mop0 DE RSCHIDIR LA HISTORIA 199 cen reconocer que esta historia no cs, como muchas otras, una ‘compilacion ejecutada sobre compilaciones. Mi trabajo princi pia i acaba en los orijinales, sogun el consejo que me did en otro tiempo el gran historiador Juan de Muller, He buscado Ja historia en los contomporineos, i tal como so presents a cllos.... Cito siempre sus autoridades para poner al lector im= parcial en estado de verificar sui trabajy, ide formar au j cio con Ios mismos datos que me han servido para el mio.» —Sismondi. «La historia no tiene valor, sino por las leceiones que nos a acorea de los mattios de haver felives i virtuosos los hom= bres; { los hochos no tienen importancia, sino en cuanto repro- sentan ideas. Pero, por otra parte, es demasiado eierto quo el espirite do sistema los disciplina eon facilidad, i que en ol os de los sucesos se hallarin siempro ejemplos en que apo- yar las mas insonsatas toorias. He visto mil voces la verdad forzada a serviva la montira; i esta charlataneria, tan frecuen- to en los escritores superficiates, mo ha hecho sentir mas que cualquiera otra cosa toio ol valor de las individualidades, to- da, Ia importancia de un oximen esorupuloso hasta de las monotes circunstancias. Talvex se creer quo doi una aten= jon demasiado minuciosa a echos coinparativamente pequo- fos; que reficro muchos que tanto valdria haber ignorado; i quo si yo hubiese roducido a cuatro tomos wna narracion que abraza dicziseiy, bubiera polido onoerrar en este estrecho cua ro las grandes leociones dle la historia, i desonvolver sufi= ccienternente los prineipios que ho deseado grabar en Ia me= moria de los lectores. Pore se olvida quo, procediendo asi, hubiera entresacado los hechos en vez de consignarlos, i que las conclusiones que hubiese_prosentado ontinces habrian de- pondido del espiritu que hubiese prosidido a la eleecion, i no @o los hechos mismos. Al contrario, he querido que ln histor tra do Italia se presentase a la vista dol lector como un grupo aislado; i quo 6 pudieso recorrerla en cierto modo, i contom= plaela bajo todos sus aspectos. No ho ocultado los: sentimien= tos de quo mo he sentilo animato a vista do ella, poro he querilo dejar al lector Ia independencia de sus juivios. Ahi 410 OptscULOS LemgnaRios 1 exinicos estin los hechos; si alguna otra interpretacion les cuadra, puedo dirscla.»—Sismondi. ‘Villemain no perdona a Robertson el haber descartado de su Introduccion a la Historia de Carlos V ciertas partiou- aridades que presenta despues bajo Is forma do notas 0 do- cumontos justificativos. «Se admira, se alaba mucho esa In troduccion; i cierto que hai en olla wna serenidad do razon, tuna bien entondida distribucion de partes, algo de regular i de progtesive, que agrada al pensamicnto. Pero la acompafia un tomo de notas; {lo mas curioso es que en estas notas es donde se encuentran todas las particularidades otijinales. Robertson nos dird, por ejemplo, qve cierto pueblo birbaro, invasor do la Europa civilizada, tenia en el mas alto grado la pasion i el fanatismo de la guerra. Es0 es lo quo eoloca en el texto; pero los rasgos, las faociones do esa ferocidad salvaje, aquella pintura tan singular del campamento do los birbaros, aquella muchedumbre que se agolpa al rededor de un bardo de la selva que entona canciones marciales, aquellas mujeres inifios que lloran, porque no pueden seguir a sus hijos oa sus pailres a los combates, todos aquellos pormenores, cn fin referidos por cl embajador romano Prisco, posetdo todavia det terror que sintié al verlos i quo Neva a Ia vorto bizantina, todo esto que relega Robertson a las notas, have falta en st libro.» «Una cosa, €3 comun a todos ellos (los historiadores_gric- gos i romanos}, aun aaquol Salustio quo oculta los posares de Ia ambicion frustrada bajo el velo de una filosotia desalen- tada i amarga: cs el talento de Ia nacracion. Todos la han hecho el fin 0 el medio de sus composiciones, i la han presen= ‘ado con wna injenuidad candorosa, o con la inspiracion de un. sentimiento vivo i profundo, Si tienen una opinion quo soste- ner, tna moralidad que realzar, se pervibo su color en la na rracion. Sea quo los hechos se dessrrollen anto ellos como un ‘especticulo, 0 quo traten do profundizartos ido beber en ellos el conocimiento del hombre ide los pucblos, siempre saben presentarlos a nuestra vista como se ofreeievon @ la suya. Han estudiado lo verdadero, Jo han sontid, i ol copiarly ex para ollos una obra de la imajinacion. ‘Mobo DB ESGRIRIR LA snSTORIA a Cy ¥

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