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‘Libro que contiene el trtado que se titula EL coll loma sobre el amor y los amantes ‘Obra de AbU Muhammad ‘Alf Ibm Hazm ios ie excupey e perdone ‘8 como 2 lot mitulanes) oy ‘Los nombres y vocabiosardbigos han sido transcitos en toda ta Bs oy tre al tea Gel ete Anata, Sgt oe 4a escuela de arabista espatoles, «bien, por nereioedee ape ‘rilcas, se ba prescndido de los sgnoe dacrives do he mimes 4, 68,14, 15, 16'y 17 dt alfa arabe got ke ee taltas podrén sup sia grave dieltad Daa eas fondtias de ulto, ha sido iguulmente necesaro assent et ‘int lta por ch egal uso satu. el nombre de Dios Clemente y Misericordioso, cuya ayuda implorot ioe Aba Muhammad (;Dios le perdone): EI mejor comienzo es trbutar & Dios tionrado y Poderoso ta alabanza que sole debe e impetrt ls toed ¢ién divina para Mahoma su sirvo y aposol en nee ing y para fodos sus profess, cm gence ‘Despucs digo {Que Dios tos resguarde at y ami dela incetidumbre sobreel buen camino; que no nos pong un pe sage sue estas fuerza} que nos destne Son eh eee ayuda una gula segura que nos encamine a Gbeieens ue, con 8 apoyo, nos tongue ua ftene Goce ee de Febelarnos contra El; que o-aos abalone ¢ fee uera de nuestros intents, al desfallosnients ce ss, teas fusreas, an fapldad de mucstta sae, Aisputa de ‘nuestros pareceres, ala mals cece Ge Russo albedio, a la exiglided de mace Senn micnto y a In depayasin de nuestrs peste’ ‘Tears melee ede cad J Alea mi casa en la corte de as dota buena salud, que no poco me alegraon, Alabs Dice fees ” 96 HL collar de 12 paloma ‘iso corriente entre los que tienen a gala el hacer vertos, {La mayoria de las vees, ademds, on mis propios sages fos que me'fuerzan a ‘hablar sobre lo que les oonte, ‘sepiin sus tendencias y sus opiniones. En todo taso, me limitaré a contarte las cosas que me ban sucedigo, ca {anto cuanto casen con el asunto de que se tate y ouse ‘den relacion conmigo. Me he visto forzado a mantenerme en este libro dentro de las fronteras que me hes trazado, y a resumirt lo que ‘Bor mi mismo he visto o me merece crédito por ser relate de personas de fiar. Perdéname, pues, que no talga a ‘uento las historias de los beduinos 0 de los antiguos, ‘Pues sus caminos son muy diferentes de los nuescos Podria haber usado de las noticias sin nimero que sobre ellos corren; pero no acostumbro a fatigar més cabalaae dura que la mia, nia lucie joyas de prestado. A Dios Dedimos perdén ¥ ayuda. (No hay otto Sehor mis que El, 1: Plan de la obra, con un discutso sobre la esencia'del amor He reparido esta risa mia en teint capitulos, Versan diez de ellos sobre os fundamentos del amor, ¥ son los siguientes: este primero sobre la esencie ae mor sobre la seals del amor sobre el que se coamora 62 sueios; sobre el que se enamora por la pintura del ‘objeto amado; sobre el que se enamiora Por une soe mirada; sobre’ aquel cuyo amor a0 nace sino tes va largo trato; sobre las alosiones verbales; sobre las sean hhechas con los ojos; sobre la correspondencia amorosa, sobre el mensajero, Doce eapitulos versan sobre los acidentes del amor y sobre sus cualidades loables y vituperables Verdad es que el amor es, en sf misino, un accident, ¥ no puede, por tanto, ser soporte de tos aocidentes, Y que es una cualidad y, por consigiente, no puede fu ver, ser caliicada, Se trata, pues, de un modo tse laticio ‘de hablar, que pone a la calidad en el lugas de lo califcado, Es freeuente, con efecto, que digamos o halle, ‘os que tal accidente es més o menos verdadero que tal ‘otto, © més bello o mis feo, a nuestro ici, y claro es ‘Que estos mis o menos han de entenderse en cuanto a lt * BL collar de ta paloma sencia visible 0 cognoscible a que estos accidentes afec- tan, pues en si mismos no pueden tener cantidad ni ser divisibles, ya‘que no ocupaa lugar. Estos doce capitulos son: sobre el amigo favorable; Sobre a unién amorosa; sobre la guarda del sereto; sobre Su revelaciOn y divulgacién; sobre la sumision; sobre la ontradiecién; sobre el que, habiendo amado tna cual ad determinada, no puede amar ya después ningu na otra contraria; sobre la conformidad; sobre la ea. tad; sobre la traicién; sobre la enfermedad, y sobre la Seis capitulos versan sobre las malaventuras que sobre- ienen en el amor, y son las siguientet: sobre el que seca faltas; sobre el expia; sobre el calumniador; sobre la rupture; sobre la separaci6n; sobre el olvdo. Entre estos seis capitulo hay dos que Yienen sus res- Peetivos contrarios en otros ya delaraos mas ari 8 saber, el relativo al que saca falas, cuyo conttario eel del amigo favorable, y el de a rupture, cuyo contrano cs el dela union amorosa, Los otros cuatro caecen de onttarios entre los referentes a los espectos del amor El espia y el calumniador no tienen, con efecto, mis contrario que su supresin, siendo asi que el verdadero contrario eel que nace evando su correlato desaparece, ‘aunque sobre esto disputen los escoldsticos, 8 no temiers alargarme en discutir lo que no atade al tema de este libro, lo aclararia por lo menudo. El eontraro del capi. tulo de la separacién seria el referente a le vecindad de casas; pero esta vecindad no puede contarse entre los aspectos del amor de que hablamos. Y el contearo del ‘apitulo sobre el ovido seria el amor mismo, pues la palabra olvido no significa nada més que la supeesion y falta del amor. Dos capitulos més cierran la risla,y son: uno en que se trata de la fealdad del pocado, y oto sobre las exc Jencias de la castidad. Asi, el fn de nuestra explanacion Ja conclusin de nuestro discurso van enderazados a pre- dicar Ia sumision a Dios Honrado y Poderoso, y «pres. cibir el bien y vedar el mal, como es deber de todo cexeyente. 1 Beencla dl amor ” Al desarrollar algunos de los temas, nos hemos sen rado, sin embargo, de esta disposicién asentada coo) omicnzo del presente capitulo, que es el primero de la visile, y los hemos repartido conforme a su orden de aparcién, desde el primero al ultimo, y con atreglo a su m Por delante, y a sus grados 4 existencia, desde la primera de sus variedades hasta a stra, colocando uno al lado del otro los conteenon La disposici6n ha quedado, por ende, un tanto variada en algunos capitulos. 7A Dios pedimos ayudat Segin esta taza, he aqui su sucesidn: Primero va este ‘apltulo en que estamos, que es el comienzo de la ria, Y,contiene Ia divisién dela obra, junto con el discuss Sobre la esencia del amor; y luego siguen: el de as ‘sefles del amor; fel de quien se enamoca en suefos), ¢lde quien se enamora por ia pinta del objeto amado; de quien se enamora por una sola mirada; el de quien née ‘guamora sino tras un largo trato; el de quien, habiendo amado una cualidad determinada, no pueds amar Jo RUE inna otra conta de as sions verbe- el de las seas hechas con los ojae el de la correspon Sencia amorosa; el del mensajero; el de la guards del sccretos el de su divulgacién; el de le sumisidny ot det ‘onteadiceién; el del que saca falas; el del amigo faves able; el del espia; ch del calumniador; el de le vex amorosa; el de Ia ruptura; el dela lealtad; l'dela ta, , dijo 4), y ella staj6: «Eso si puedes hacerlo.» Entonces él voivié a preguntarle: «jOh sefiora mia! iEres libre 0 esclavay «—Esclava.» «—jCémo te lamas? «—Talwa.» «—{Quién es tu amo? «Por Dios! Antes eabrias lo que hay en el séptimo cielo gue exo que me preguntas. ;Déjate de imposibles!» «—jOh Sefiorn mia! {Dénde volveré 2 verte?» «—Donde hoy me has visto, y a la misma hora, todos los viernes.» Yatadié: «-Y ahora, it vas th primero 0 me voy yo?» «Vete ti primero, con la guarda de Dios.» Partié ela ‘camino del Puente y él no pudo segurla, porque a cada paso se volvia para ver si iba tras ella’ 0 n0. Cuando hhubo traspuesto la puerta del Puente, corrié en pos de ella, pero ya. no pudo encontrar su rastro. Dio Abo “Umar, que es el propio YUsuf iba Hari: aqPor Dios! Desde aguel instante hasta ahora no me separo de la Puerta de los Drogueros ni del Arrabel, fin que haya vuelto a tener noticias suyas y sin saber si fs que se la sorbié el cielo o si se Ie tragé la tierra. Pero por ella mi corazéa esti mas ardiente que un sscua.» ‘Esta Jalwa es la misma que canta en sus poesias. LLuego de ocurrir esto y del viaje que por su causa hizo ‘a Zaragoza, consiguié tener noticias suyas; pero es una ‘historia muy larga ‘Como este episodio hay muchos, y sobre este asunto he dicho en un poema: "earn i oor oid ta ange de ame en mi coran, -ymicorus envio las lgrnas para eaanse de fos 0). "Chena socootar utes eas repress del Tanto, ‘sano snegan ls pupa con sus lids torent? ‘Antes ve it ves ca la eoceau pra cocci, 1 elmomeato ea que law foe nese ino ensues. 126 Bl colar de Ta paloma La segunda modalidad es lo contrario de lo que ve- remos, si Dios quiere, en el capitulo siguiente a éste, ¥¥ contiste en que el hombre se enamore, por unt sola irada, de una muchacha de quien conoce nombre, domicilio y origen. En este caso lo que puede ocurir es que el amor se ‘consuma répidamente © que perdure, Ahora bien! el {que un hombre se enamore por una sola mirada e im- Drovise su afecto por una ojeada pasajera, indcio es de Poca constancia, muncio seguro de préximo alvido.y prucbe de versatilidad ¢ ineonsecuencia, En todas las cosas ocurre igual: las que erecen do prisa, de prisa se consumen, en tanto que las que tardan en nacer tardan también en acabarse. ‘Yo conozco un mancebillo, de los hijos de seeretaroe de la corte, a quien al pasar por una calle, vio una mujer dde noble cuna, elevada condicién y muy guardada, desde luna celosia dé su casa, a Ia que estaba asomads. Gus. ‘éronse uno a otro, y durante algin tiempo estuvieron ‘ruzando cartas, con mayor sutileza que la del flo de tuna espada, Si no fuera porque en esta risla mia no me be pro- puesto declarar los ardides ni contar las mafias de los fenamorados, podria eitar casos, cuya veracidad me consta, que dejarian perplejos a los més entendidos enos de asombro a los mis avisados. Pero mejores que Dios nos favorezca cortiendo sobre nosotros. ¥ sobre todas los musulmanes el velo de su misericordia, El s0l0 108 baste. VI: Sobre quien no se enamora sino com el largo trato Gentes hay que no pueden amar de veras sino después de un largo rato, de mucho verse y de una dilatada convivencia; y este es el amor que suele durar y afinear, yen el que no hace mella el paso del uempo. «Lo que ‘entra con difcultad no sale con faclidadn reza' el proverbio), y éa es también mi opinién, Cuéntase en la ‘Tradicién que Dios Honrado y Po- las ‘ealidades,pereibe las cualidadesy analiza ls sensaciones, ‘Se ba dicho que oft contar ls cosas no es como ves. Esto mismo sostene Flemén*, el gran|fsiognomiss,— ‘que tomé ala vision como base de sus juicis, ‘Bstete, como prosba de la fusrea de penetracion del ‘ojo, comprobar que, cuando sus rayos topan con una stpesine cds y linia es hiro ala, etal, agua, algunas piedras polimentadas, o cualquiera otra ‘cosa pulida relampagucante, que bile, centele 0 des- tele, Ia penetan hasta sus ttimos confines en Tos que dicha cose limita ya con otro cuerpo opaco, compacto, reacio Ia penetracion, tutbio, y entonces sus rayos s© reflejan, y el observador se pecibe a si mismo y se ve on sus propios ojos. Ast sucede con el espej, donde parece que tite estis mirando a t mismo con ojos que fo son los tuyos, Otra prueba palmaria es que at Coges dos. espejos grandes, y_pones uno, asido con fumano derecha, detris de tu cabeza, y oo, asido con ta mano izquierda, delante de tu rosto, y los ladeas un poco, a fin de que el uno se encuentre frente al otro, Podris ver ts nucay todo fo que hay detrs de ti, debido 2%que ia luz de tus ojos al no ballar slida en cl expeio que estd delante de tse refeja en el espejo que esté detrds de ti, 9, al no halla tampoco salida a través de teste segundo tspejo, vuelve al cuerpo que tiene enfrate Salih, discipulo de AbU Ishaq al-Nazzim’, piensa de ‘tra manera sobre la peroepsion visual, pero sus argu smentos son fos, y nade estd de acuerdo con ells. 1K: Las sefas com los ojos at Precisamente, el mérito de Ia vista coasiste en que su esencia es la mis alta de todas y la de mis subida condi- ién, por cuanto forma parte de la exfera de la lar. Los colores no se perciben sino por ella. Ademés, nada hay ue Hlegue més lejos ni tenga més remoto alcance, puesto ue por ella se perciben los cuerpos de las estrellas, que estin en las Iejanas esferas del firmamento, y por ella ves los ciclo, a pesar de su inmensa alteza y distancia; todo lo cual no obedece sino a su afinidad con ese celeste cespejo en cuanto a sus caractersticas congénitas. 'El ojo, ademés, percibe todas estas cosas y liega @ las instantineamente, sin ctapas ni detencién en deter- ‘minados lugares, ni transmisién de movimiento, 1o cual zo sucede con tinguno de los otros sentidos, como el gusto y el tacto, que no perciben sino por contacto, © ‘1 oido y el olfato, que no perciben sino por aproxima- ‘ibn, La prueba de io que hemos dicho sobre la pereepciéa, instantines de la vista es que td ves al que emite Ia vor ‘antes de ofr la voz, aunque intentes percibir ambas cosas simulténeamente. $i la percepeién de ambos fenémenos fuera simultinea, no se adelantaria la vista al oldo*, X: Sobre Ja correspondencia Si los amantes siguen en relacione, tas lo dicho viene Ja correspondencia por medio de carta, y en esto de las ceartas hay maravillas "Yo he visto enamorados que se daban pris en romper ‘2 pedazos las caras, una vez leidas, 0 en dese la tinta ‘con agua, o en borrer su escrtura, porque jeufntas mane cillas no ‘han tenido principio en'una carta! Sobre este asunto he dicho: aro es hoy para mi romper tu cat, ero en camblo, amor bo hay gua To romps, HES cto doe ectae ao propa Beso acetorio A "cas crane Tn mere de aun lee, ain ge te o super cuando ls taraban sos deo Conviene que la forma de estas cartas sea la mis gra- ciosa de todas, y su disposicia la mis placiente. ‘Por vida mia, la carta, en certos lances, sirve de lengua ‘al amante, cuando ésle se encuentra impedido para hablar o sufte sonrojo o timidez. Tan es asi, que cuando fl amante sabe que la carta ha ilegado al amado y que 2 2X: Sobre la corrspondencia a ste Ia ba tenido en sus manos y la ha visto, siente un arrobo maravilloso que vale por una entrevista. Ea reci- bir la respuesta y en contemplaria hay asimismo una alegria que suple al encuentro. Por eso. veris que el ‘enamorado se pone la carta sobre los ojos o sobre el ‘corazén y la estrecha. Yo me acuerdo haber conocido ‘algunos enamorados que hablaban con desembarazo, ‘deseribian con soltura,sabian decir sus sentires de manera, tcabada y tenian perspicacia y sutileza para apreciar la realidad, y, con todo, no renunciaban a la correspon- Sencia, aun siéndoles hacedero unirse con el amado, por vivir earea y serles posible la visita. Y es que se cuenta tgue en Ia correspondencia hay muchas suertes de placer. Hasta me han dicho de un hombre depravado y de bajos instntos que ponia la carta de su amada sobre su miem- bros eros es unger de fea rjosda yun emp le excesiva incontinencia “Tocante al hecho de meaclar Ia tinta con ligrimas, yo ‘conezeo a uno que lo hacia, y a quien su amada corres- pondia mezclando la tinta son saliva. Sobre este tema he dich Me ha legado a respaesa a a carta que Ie envi gusta ssegado mi exctalony, Ta Ye, ha entado mi sosiego. ‘Bi ceg con iat lpr demos cuando la eit, Siac clause no icons sam fon lant, cotos baleen torte ‘i gris menciada So aaa heron vile a piers nes, ‘ia tina Tine quod desraba por las igrinas Yo be visto una carta de un amante a su amado: aquél se habia hecho una herida en la mano con un cuchillo, habla dejado correr la sangre y, mojando en ella, habia escrito toda la carta. Cuando yo la vi, despues de seca, me parecié que estaba escrta com lacre 1X1: Sobre el mensajero Del a eo on tus nn 1 Damier ies URN el ap ly Be staan dap ens ar Bes wis te ques mah gdp ng: Siesta te etn io deena pe ears Se mit, Shara ania oe ts st Se eae a pom vei pee gen uepEremmartemans einnepemeat ake Ca eos as spl gore aie, pe we XL: Sobre el menssero 5 quien nadie para mientes y que no despiertan recelos, ppor su poca edad, por lo desastrado de su porte 0 por la zafiedad pintada en su rostro, 0 bien, por el contrario, personas ‘respetables y fuera de toda sospecha, por la pPiedad que aparentar o pot la avanzada edad a que han Hlegado. ;Cudntas hay ast entre las mujeres! Sobre todo, las que llevan biculo, rosarios y los dos vestidos encar nados. Yo me acuerdo que en Cérdoba las mujeres hhonradas se guardaban de las que tenian estos atributos, dondequiera que las veian. También suelen ser empleadas Jas personas que tienen oficio que suponen trato con las gentes, como son, entre mujeres, los de curandera, apli- ‘eadora de ventosas, vendedora ambulante, corredora de ‘objetos, peinadora, plafidera, cantora, echadora de car- tas, maestra de canto, mandadera, hlandera, tejedora y ‘otros menesteres andiogos. Por ditimo, también suelen ser empleadas las personas que tienen parentesco con aquel a quien son enviadas, que, por esta razén, no se retrae de ellas. Por estos procedimientos, jeudntas per- sonas inabordables se han tornado. blandas; cudntas dificil, ficiles; cuntas lejanas, proximas; cufintas arise cas, afables! ;Cudntas malaventuras han atravesado los velos mis protectores, las cortinas més espesas, Ios gabi- netes mis reservados y los muros més slides, por las aflagazas de estas genies! Si no fuera para liamar la atencién sobre ellas, no las Inubiera mencionado. Lo he hecho para que nadie pare ‘mientes en ellas ni ponga en ellas Ia menor confianza. Dichoso el que escarmienta en cabeza ajena. Y que Dios corra sobre nosotros y sobre todos los musulmanes su velo protector y no aparte de ninguno la sombra de su salvacion ‘Yo conozco dos amantes que usaban como mensajero tuna paloma amaestrada, en cuyas alas ataban las cartas. Sobre este asunto he dicho en un poema: [Not la ii, y no burl ls expraazas ge uso gn la porg le tao buenas mura Fo tambiea le confart as carts que te caroa, Mir, pues is carts van en las Hamas de un ave! 10 collar de 1a paloma xm cargane que una censure pane uno que; bitin guela ere Geeta {Yitsodoxo que nscparacon, i opr y el eponae, ‘Sande nian sobre an amotio yapsionado. CConvien advertr que el que prevene aun descuidado, © aconseja aun amigo, o\protege a un musulman, 6 habla de un crime, 0 se refere a un enemigo, mientras zo haya mentido ni vaya a mentir,y no se Dro fembrar odios, noha de ser tenido por maldicente, ‘Habrian aceso peecido tantos dies y ealdosTastos {altos de julio, st no hubiese sido por eonfundi a buen conser con el mirmrador? Se tata de dos coins que, ftungue se parezan por de fuera, son harto dstistas Dor dentro, ya quel Una es dolenci,y la otra, medieing Er que ete un talento agudo no se engana sobre une y otra: el maldiciente es aque! evyas insiniacions no 4 compadeven con os precios dela religions e que Slo se propone indisponer alos amigos, separar a os hermanos, sembrar cra, trator Y flseades, 'Y si alguno temiere, yendo por el eamino del cose, ica para en el de la murmuracin,y no 30a de la ag. deza de jc ni de la cardad Ge su dscerimiento para desenvolvere en los asuntos que trae ene mancs Dem eltato con ls gente, que tome ala religion como Adald que lo eneamiae y como antorcha que lo alumbre Eaminando por donde tia To lve y parandose donde ella haga alto, cstard seguro de su Conducta, tendrd fiado elaciertoy ella le repondert del flr suceso y de ln salvacgn. Porque el Supremo Legsiador, El gue envié al Profeta (jobre él sea la tendcién!), El que 4]6 los mandatos 'y las prohibciones sabe el camino deta verdad, y cone los senderon que guian airs. vacién y llevan a a libercién mejor que cualquiera de Jos que pretenden velar por st mismos y aspran 2 orien tare onus opiniones cons solo razonamieat. XX: Sobre la unién amorosa Uno de los aspectos del amor es Ja uniéa amorosa, que constituye una sublime fortuna, un grado excelso, tun alto escal6n, un feliz augurio; mis ain: la vida re- novada la existencia perfecta, la alegria perpetua, una gran. misericordia de Dios. Si no fuese porque este ‘mundo es una mansién passjera, llena de congojes y sinsabores, y el paralso, en cambio, la sede de la recoa- ppensa y el seguro de toda malaventura, todavia diriamos ‘Que la unin con el amado es Ia serenidad imperturbable, cl gozo sin tacha que lo empaie ni tristeza que 1o en- turbie, la perfecciéa ‘de los deseos y el colmo de las” cesperanzas Yo, que be gustado fos mis diversos placeres y he falcanzado las mis variadas fortunas, digo que ai el {favor del sultin, ni las ventajas del dinero, ni el ser algo ‘was mo ser nada, ni el retorno después’ de una larga ‘expatriacibn, ni la seguridad después del temor y de la falta de todo refugio tienen sobre el alma la ‘misma influeneia que 1a unién amorosa, sobre todo si la han precedido largos desabrimientos y asperos desdenes que 1 ie HL collar de fx paloma han encendio la pasa, alimentado la lama del desco 4 alado la hoguer de ia esperancn, Ni el esponjarse de las plantas depoés del rego de 44 via; a el Brilo de ls Mores longo cel paso las hubes dé agua en los das de primavera; ef murmulls 4 los atroyos que serpentean ene fos anaes de Boney, ai la belle de fs blancs alicarceovladen por oe Jardins verdes, causan placer mayor quel guy sete ¢l amante en ia unin amorosn, cuando te agra sue ualiddes, yt gustan ss prendas,y tus parts hans conespondidas en hermonira, Lad lengucs mis eke vente son incapaces de ptarlor Ie defen e Ioo Feros se ued cota en ponetro ante een jnan las infelgencias y se engofa ef enteainieata, Sobre est tno he hos ea me pregun eda, ete a es aja, Letespood io coesto que he Vide ua momento ‘ronan say rnteabemcnte > Sn [Come es 0? ne dion Aetraneo ‘Me be cia a ma extsia dos ucay Yel des eA aque poset orn le a, un bos, po saris For nihos aes ge bo Fomrd «ue be vivo, ald, mas ue ago momento Uno de los mis deliciosos aspectos de la unién son las citas, Esperar una cita es algo que ocupa un mara: villoso lugar en las entretelas del corazén. En esto cabo distinguir dos modalidades, ‘La primera de ellasconsiste en que el amante prometa visitar a su amado. Sobre este asunto he dicho'en una poesia aN noche con a ua eg cn a aad aa Pah Roche fin metro ner wei ‘unin saree el devo ruta et eho. La segunda consiste en que el amante espere Ia pro- ‘etida visita de su amado. Estos preludios de la uaibn Y primeros pasos del cario se adentran en el cocassn ‘como ninguna otra cosa XX: La unin amorosa 18 Yo conocia a un individuo perdidamente enamorado de una mujer que habitaba en una de las casas vecinas ¥ que iba a visitarla siempre que queria, sin ningia impedimento, igual de dia que de noche, Durante mucho tiempo no pido hacer més que verla y hablar coa ella; pero, al fin, la suerte le favorecié con una respuesta, afirmativa, y Ie fue posible ser feliz después de haber {an largamente desesperado. Me acuerdo que estuvo a punto de perder Ia razén por el contento y que sus Palabras se_atropellaban por el regocijo. Sobre este Aasunto he dicho: impor consis gus, as buble ido ami Seo ssa ttes nea plea as hbers drs wrote del deseo, ‘Latter oo de danars rade orf sartaminta econ dae un bea {eset mi sngun gus ab sat ‘opomo el on bebe age par act wd, 5 ahogindo i Neben dee es tu Y¥ en otro poema he dicho: Exhalo amor dm como el siento, doy las lendas dl aman ms jon eoamorados. “eo in dao ena case hr Ee gue « ves y de iprovis, se slate geeroso, Ee Rete aucrind lve: [ira Sequdad de ml corti no hizo si eer. Sow mis etratas como un seco herbal donde alguien aro uxt ariendo ‘A este poema pertenece el verso: Nete en mal hora, pela dei Chinat DMe'tasia al con rub de Espana, Conocia yo a una esclava que se prendé ardientemente de un mancebillo, hijo de un hombre principal, sin que 4Llo advirtera. Su pasion por él erecé de tal modo y su tristeza se hizo tan prolongada, que lleg6 a derretise de amor; pero él, en Ia bizarria de la juventud, no se ddaba cuenta. No’ se atrevia a declardrsele por pudor, ues era del todo virgen, y por la cortedad que sentia a BL collar de Ta paloma ‘para abordarlo, no sabiendo si era correspondida. Como Ta cosa se demorabe y tenia la certeza de ss sentimientos, acabé por franquearse con una mujer de mucho juicio, dde quien se fiabe porque la habia etiado, y ésta le dijo: «<—InsinGate mediante versos.» Ast lo hizo una y otra vez, pero el mancebo no reparaba, pues, con ser summa ‘mente listo y agudo, como no pensaba en semejante cosa, no se percataba del doble sentido de las palabras, Alin, Ia esclava perdié la paciencia: el amor desbords dde su'pecho y no pudo sujetarse. Una noche tuvieroa, ‘una entrevista en que se quedaron solos. El era temeroso de Dios, casto, cicunspecto e incapsz de mal. Cuando Ileg6 el’ momento de ‘epararse, ella se abalanz6 y le bbes6 en Ja boca. Luego, y en el mismo instante, se aljé sin decir palabra. Al itarcharse se contoneaba. como yo he descrito en estos verso ‘Cuando se cibees al andar, parce 1 amo de nareso que se tlaacea en el jardin Diss que sus sacs et en ef coazda desu enamorado, ‘oraus, cuando anda, en dl epercten el pnchazo yl Unie. ‘Fane el andar dea fale, a que no ex censure, {a'orpeza af vitupeable i etd EL muchacho © quedé aténito, conserado y sn fuera, iste el crassa y pres del batimiento.Apeans habia cla desapareido 8 vist eyo en ls odes Az la mens, ste que fain las ents su alone & fom fas ml tenors wes co Centio, ere tu destiny no poo don gue boche 20 pegd foal fone comer Se un any aut ies duro por largo tempo, basta gus la mano dela Se paracién desanod6 os woclor que les ataben, Estes fon ls indasis dl domono yas incurs dee par, dolar esis nai sia masque nua quien Dios Honrado y Podeoso reson, "Bay quen dite que la duran del undn amorosa acaba con el amor pero et un preet elem, pues {al cosa no suede mis que a lan gett nconscicnce Por el conta, cuasta mayor es nonin ene fos Amantes, mayor c tambien su muluoafeo, 2X: La vale amorosa sas De mi sé decirte que jamés he bebido del agua de la unin sin que se me acreciera la sed. Tal es la ley del ue s¢ medina con su propio mal, eungue nia en ilo algin consuelo. He lado en’ la posesién de la persona amade a Jos titimos limites, ras de los cuales Jarno es posible que el hombre consiga mis, y siempre Sea sabido a poco, Ashe estado durante ago tempo, sin sentir hastio ni experimentar tedio. "Una vez que me reuni con una persona a quien amabs, simaginain, lhe ecueato eos diferentes moos de unién amorosa, no encontré ninguno que no quedase por bajo de mi propésito, que no resultase insuficente para remediar mi pasién’e incapaz de calmar la mis equebia de mis ansias, Cuanto mis me acercaba a mi ‘amada, mis erecia mi agitaciOn, y el pedernal del deseo. ‘encendia con mayor fuerza el fuego de la pasién en mis entrafas. Sobre este encuentro he dicho: Deseararaat mi corazén con un cull, sneer dentro de dy Tago volves a era fa pecho, para qhe estviras cn ly no bbitaras en otro, sat os da resurestion y dl uso; ‘arn moras om durant mid , a must, ‘rupas las entre Gem core ea neha del seul No hay en el mundo condicién que iguale a la de los amantes, cuando estin libres de eapias, a resguardo de ‘murmuradores, a seguro de separacin, a salvo de rup- tra, lejos de toda inconsecuencia y sin censores; cuando se equiparan en gustos y se corresponden en amor; ‘cuando Dios les ha dado holgados medios de susteatarse, tuna vida tranguila y un tiempo sosegado; cuando sus relaciones se acomodan al beneplicito de’ su SeBor, y su compat dura y se alarga hasta que viene la muerte, que nadie puede rechazar ni eludit. Pero et ésta una gracia que muy pocos logran y un regalo que no s¢ ‘otorgs a todo el que lo solicita ‘Sino fuese porque esta condicién suele evar aparejado el temor de las sdbitas acometidas del Destino, que Dios Honrado y Poderoso decreta en sus ocultos’ designos, como es, por ejemplo, el que ocurra una separacién 186 I colar de la paloma inesperads, o que Ia muerte arrebate a uno de les amantes, en Ia flor de la juventud, 0 cosa andloga, todavia diria, (que es tuna situatién alejada de todo infortunio e intacta de toda desgraciada intromisién ‘A-uno he conocido que reunia todas estas eualidades; pero suftia la desgracia de que la persona de quien estaba ‘enamorado tenfa un eardcter éspero y el desvanecimiento propio de quien se sabe amado. Por ello no disfrutaban de Ia vida, ni slia el sol ningin dia en que no hubiera centre ellos alguna diferencia. Y asi siguieron ambos de este modo, por la confianza que cada uno tenia en el ‘amor del otro, hasta que les llegé la seperacin y fueron desunides por la muerte prefjada para cuanto existe ‘en este mundo. Sobre este asunto he’ dich como he de censure al aleamieno trata injstamente, i Slearctr de quien mo es tocoalmiato? ‘Ev'smor haber bestado para pooerme en un aricto, Cho estar, pus, hago reid cn ml aanento y amor? Se cuenta de Ziyi ibn Abi Sufyan (;Dios lo haya per- donado')* que una vez dijo a sus comensales: «— {Quien ‘sel hontbre quelleva la vida mas feliz» Le respondieron: ‘EI Principe de los Creyeates.» Pero &l objeto: «LY (UHlay, por acaso, entre las bellas cosas que fuerzan Ja admiracin de las gentes, absorben los corazones, ‘atraen los setidos,fascinan las alma, se apoderan de los instntos, paralizan el entendimiento y arrebatan la fazSn algo que pueda equipararse a la solicitud del amante para con su amado? Yo he visto muchos casos de esia situacién, que es uno de los espectéculos ‘mas masa Tlosos y ‘de los que producen una ternura més set, sobre todo si el amor es clandestino. Si ti vies. al 2%: La unién amorose 7 do cuando se insinda preguntando la causa por a ‘ual el amante esta enojado, 9a timidee con que és Se disculpa pera salir del mal paso en que se halla, y Sis artes para desviar la cuesiOn, y'sus maas para Srcntrar Shaner con a qe queda Ben ane fox sentes, eras una cosa maravillos yun secreto Placer al que ningin otto se asemeja. Nada he visto que Trips el Sorazbn,inflya en la vide pencte hasta fos Puntos italos como estas cosas, ‘Cuando los amantes extn en buena armonia se dan uno a ott tales disclpas, que ponen en aprieto a las {nteligencies mis avisadas y= lor entendimientos mis frmes. Yolo he visto algunas veces, y he dicho: ‘eto topa con un orfebre dsto, ‘ie ditingue fo que es Puro de lo que etéalteado, Yo conor aun manosho 9 una esclava que se amaban uno al olfo. Cuando estaba presente alguien, s© recos- tatan poniendo eatre ambos tina gran almohada de las gue elm colour lesuado pra gue spoven Ia ‘espalda las personas de_respeto, , haciendo que se {endian por estar fatigados, juntaban las cabecas por detris del almohadén y se daban besos, sin ser vistos. ‘Asi, Hlegaron en la mutua satisfaccién ‘de su amor a grandes ‘extremos, hasta que el mancebo amante se {nsolent6 un poco con la esclava * Sobre este asunto he dicho: on des macs enga os abraan © quen is ove 9 2 Qen las dice, ‘Sue la mentum Sse a fact ‘ue el inverropado ae someina quien pregunta, {fe lcautivo domine al aprchosor, 188 collar de la paloma Una mujer de quien me fio me contd cémo ella co- rnocia a un mancebo y a una esclava que sentian tno por ‘tro un amor extraordinario. Un dia se reunieron para divertrse en un ido lugar. I mancsbo tenia fen la mano un cuchillo con el cual parta una fruta y, habiendo apretado con demasiada fuerza, se hizo en cl dedo pulgar una ligera cortadura que empez6 a manar sangre. La muchacha, que iba cubierta de una tinica de gasa de color granate, de mucho precio, echd al punto meno a ella, la desgarré, coré un jirén y vends con él el pulgar del muchacho. Esto es muy poco en relacién a fo que debe hacerse con el amante y constituye lun deber estricto y una ley obligatoria. {Cémo no ha de ser asi? El que ha entregado su alma y hecho don de su espiitu, Zqué podré ya negar? ‘Yorke alcanzado atin a conose ala hija de Zakariyy ibn Yahya al-Tamimi, el lamado Ton Baral, sobeina ‘de Muhammad ibn Yahya, que fue gran cadi de Cérdoba, ‘yhermana del visi y general a quien mat6 Galib en la famosa batalla de la frontera, junto con otros dos gene- rales llamados Marwan ibn Suhayd y Yusuf ibn Sa‘Td al“AKKi. Estaba casada con Yahyi ibn Muhammad, hijo éste-del visir Yahyd ibn Ishaq’, Mutié éste de re: pente, cuando ambos estaban ea la més placenta ju ventud y en la més lozana alegra, y ella, en su dolor, Ieg6 al extremo de pasar con él la noche en que murié bajo un mismo cobertor, como uhkimo testimonio de Jealtad y unin. ¥ la pena que por 4 sintié no la aban- ddoné ya hasta ‘su muerte La unin clandestina, que burla a los esplas y se res- guarda de los presentes, y que se declara en sonrsas 42 hhurto, toss fingias, sefiles hechas con las manos, rozamientos de los cuerpos y presiones eon la mano y con el pie, produce en el alma una sensacin deleitosa Sobre este asunto he dicho: La unin clandertinn oupa un ear aque oo leg a unin pose y manta, [Es placer mezsado de pecan como el anda por medio elas dana. | | 20%; La uniéa amorosa 19 ‘Uno de mis amigos, de quien me fio, hombre principal y de ilustre cuna, me cont6 que en su mocedad se ena- oré de una esclava que estaba en una de las casas de Su familia, Era inaccesible para él; pero tenta perdida Ia cabeza por ella. «—Una vez —me dijo— tuvimos un dia de campo en el corijo de uno de mis tio, en el llano igue hay poniente de Cérdoba. Nos paseammos por los Jardines, Ijos de las casas, y nos divertimos junto. a Tos arroyos. De pronto el ciclo se cubri6 de nubes y prin- ipi6 a lover, En las cestas de viandas no habia mantas Sufcientes para todos. Entonces mi tio mandé traer ‘una de las mantas, me la ech6 encima y mandé a la es- ‘lava que se cobijara conmigo. jImaginate cuanto quieras. To que fue aquella posesién ante los ojos de todos y sin aque se dieran cuenta! {Qué te parece esta soledad en Thedio de la reunign y este aislamiento en plena festa?» ‘Luego me dijo: «—iPor Dios! Jamas olvdaré aque! dia.» 'Y me acuerdo que mientras me lo contaba relan todos sus miembros y'se agitaba de alegra, a pesar de lo emoto del suceso y del tiempo transcurido. Sobre este fasunto compuse una poesia, dela que es ese verso -Rle ef jardin ets is nubs or, ‘come df amado cuando lo we fio mane, ‘Uno de tos mas peregrinos modos de unién es el si- guiente, que me refiié uno de mis amigos: Tenia éste ‘su amor en una casa vecina a la suya. Entre ambas habla tun lugar desde el cual los de una casa podian ver a los de la otra, y la muchacha soliacolocarse en aque! sitio, donde habia una especie de portico. Un dia ell le saludé ‘con Ia mano envuelta en su tinica y, cuando él le pre- unt6 luego qué sigaificaba aquello, le respondi6: Puede descubrirse algo de nuestro secreto y colocarse aqut alguien que no sea yo para saludarte. Siti le res- ondes, vera comprobadas sus sospechas. Por tanto, ‘ta serd la sefal entre nosotros dos, y, si ves que und ‘mano descubierta te hace saludos, e¢ que no es la mala, y no debes responder.» ‘A veces la unin amorosa viene a ser tan dulce y Joe 190 I colar de la pom ‘corazones se atinan de tal modo, que los amantes legan a despreciar el qué dirén, a no parar mientes en los cen- sores, a no ocultarse de 1s esplas, a no cuidarse de los cchismeros, incluso entonces las habllas acrecientan su deseo. ‘Sobre la pintura de la unién amorosa yo he compuesto ‘un poema, del que es este verso: {Cutotas vultas en tro del amer ‘alta eae e2€, como i anpost en lu! Y¥ este otro: Las igctacones del amor Ivana laurie como el aero nostrno fe gu por el esplandor del fuego. Y este otro: Dome a teber segunda vee dela nién de mi dueso, ‘como se das beber segunda Yer al anise selena. Y¥ este otro: ‘A conta, 2 pode deter rus ojos en un Kt, pongue su bella cs sempre cect enapetable Tam ia he dicho en una gasda: Hay quien pagueel precio de sangre del asesinado pore amor? lay olen resale leaio el aoe? {D podrs eas el dentin acre retrgoederhaca mi amads, Sr en ago ia gue pecan unto a sO? {ip asd sadando yetaba sedient {Qué maravila uno ave nada ee se! ‘stor, dueto mio, me de tan extentado, {gos no jeden vere los oje de os que me Wan, Een ve as ereglo el amor pars Hepa ‘Euien ex ive para todos? [Epedico a bn sburid de atntar curame 5 hota is Euioe stented de ml doled. | | XI: Sobre Ja ruptura Ctra de las penalidades dsl amor es también la up cog oni que sae dings vais sores Ein primera Ta ruptura. que se hace forzosa pare uardrse e in presencia el emia, y en verdad que es fis duce que le unidn. Sino foese porque el sentido eral dela plabray el exteio seguido en la nomen- {lafrafuercan a que se Ia inca en este capitulo, fa ‘Egurafaera de 1 la tendra por demasiado ala para ‘onsgnera ag, Testa stuacin, tes qe el amado muestra desvio porsu amanteydirige ln palabra aoa persona distin, Eaindowe a bnceraluiones a quien puede etende as, fon al fin'de que no se descubra spent 0 ie Le su aplatn, El amen, por su parte, ace ott tanto; per bien a su esa 98 naturlea Te arastin Su a fe apt del iateto; as, Ye. que, aunque Levies @ como si se aproximara, y, aunque calle, ono si hablar, ¥ que, aunque mire eh una deen, STE ed tino Ei hombre agudo yavisdo, si emplea sv instiato en descubsit a sentido owulto de la converacign de Tos a awa collar de paloma amantes, se da en seguida cuenta de que lo que hay en el fondo.es diferente de lo que se ve en la superficie, y ue lo que aparece al exterior no correspond a la rea. lidad de las cosas, y de aqut nacen indicios que producea discordias y especticulos que perturban la tranguilidad, yueven Tos énimos, encizaian los expt y arasran Yo compuse unos versos sobre algo de esto, que voy 4 citar aunque en ellos se encuentren ideas que se salen 4el tema en cuestién. He aqui uno de ellos: [Abie Abbas cena as cosas nciamente,jzsandopors miso. 's como a el pez esharaen cara aveuiur auc ae bake, Y¥ estos otros: 1A cufmtas personas to bien, no porque me agraden ‘ai me dejn de eprada, sno pris neha detemiada! Er carito que es musio va irildo& oir ‘somo ls gras que se pouea ea po para eazar free ‘También he dicho en una gasida, que encierra dife- rentes sentencias y normas de conducta, moral La seg demi coraatn es par lelegido de mi alma, sungue it alegria dem sons eu paragon llr tr os, 4 is come medina, hay ue bebe optic clue ‘deals para mist queso pre ‘Con vole be de ‘Viste acto que a xcondda marzaria 0 cualquier pera ‘consign sia sumer ea el mar? ‘Apart aml alma de ss camino nturls, ‘eando aque por oro he de obtener Io que deseo, ‘como Dios abrops as eyes soteriores ala usta, ‘Rudindols por a qo ext mts prin ¥cercana de la suvacin Me adapto a cada temperaments con le coaldad que convene hung a verdadero carter ca verdad la probidad = como el agua toma et color de savas, ‘Sengos en orig el color del agan fea marvilosamente anc. De ella es también este verso Coleco ato ue amo ee ga emis ndeais naturale, co ls gue etd vide de as sles etme a mo. | | | 2OK: La ruptura 1s ¥ estos otros: ‘Yo.n0 soy de os que ablands a sabia, oi hide mae nd del ena, ‘oes quieto eiapar de algun nteronmeate ei ee fo vilo que ela gut ctando creoen su Lamas, ambi, eu comnss, eu como aa tt Lp de fa jaspeade serpin creme un boas, y colo § maravloo; pero bajo el bordado ers prea la focooke, Evbnlo del sabi esl ms extraorsianse gue puede ves; eo, cuando see land, ene ests agus ere ‘Yo pleno qu el rebuarients del ams se Boras cuando pore comsigue fo que cess, homie hal ata toc of oi tar el da de manna a seguro y hora, Errcamleatequeconduces a i scr paul mancebo ‘quel lori sha de ir sega de homlicon {Cuknas veces las buenas comiae acaba en seria, Acetone ann Notabeloqicesin me goin ants no ‘sabes 3 gto el repo qu ane no figs. ‘Licgar an agus jaa, despus de haber srido se, ‘sis deliionoy mas dulce que a bebid siempre posible ¥ estos otros ‘La cratras de Dios que ves son todas dita: 19 bebe lo bueno, sno tee da Tomar, ‘No‘tscooteies con el agin turbans qo sl fuerza, ‘uando tobe ers no hay ots aguas, ‘eto al agu slobre no te cera, ora no se tags, 4a hombre ibe debe prefer ed Y estos otros: Delo quete da tuamada toma lo hacedeo, ate por conteato; pero note acongojes po euln se must dura, orgue ads puedes xg, ai tenes poce ok, Ste sf vet en aparo, tu pade nit nadie Y estos ott [No dessperes de nada que posta conseguie por asus, ‘aunque sex recto, porque fodo es remoto» il [No tes ela tiibi, poraue lego sles aurora, ite engaes oa alu, porque et tania pe, ie Bt collar de Ta paloma Y¥ estos otros: 6 peeerane, porque el agua horad Ia ra safes co cnet sobre - rosie y go desayes,¥ tn en mucho lo poco consepudo, fot ls visa ao et abundaney, a enburpe, cane ‘ft hombre toma poco a poco us veneoo aca po limetale 1 por dre a nates comprobeds, ‘Viene después Ia ruptura ocasionada por la coquetetie, que es més placentera que el unirse a menudo, y por ello zo puede darse mis que cuando cada uno de los amantes tiene plena confanza en el oto y certeza absoluta de que ‘ba de cumplicfelmente su pacto de amor. En estos casos, clamado da muestras de desvo, para probar la constancia. 4e su amante, con objeto de que el tiempo, ademas, no sea siempre tediosamente sereno, El amante, en cambio, si esth excesivamente enamorado, se acongoia, no pot Ja cosa en si, sino por el miedo de que la situacion de= genere en otra mis dificil y aquela ruptura sea origen otra mis grave, y por el temor de cualquier contra: riedad producida por el hastio. En mi adolesencia me acontecié una ruptura de este tipo con una persona a quien amabs, que continuarents se alejabe y Iuego volvia. Como esto sucediera muchas veces, compuse, por via de juego, una poesia improve sada. Cada tno de sus versos termina eon un hemistiquio Gel eomienzo de la. gasida nwallaga de. Tarala bo al“Abd4, la que estudiamos y comentamos, en la Mez- guita Aljama' de Cérdoba, bajo la ditecsién de Aba Seid al-Fata al-Cha‘fari que la tenia de AbO Bake el lector, y éste, de ABS Cha'Tar al-Nahhis (iDios lo hhaya perdonado!) La poesia dice acl: Record el amor demi amiga, que ea como et else Jan nls pals de Toad. Em memoria reap de toe gor es cameo ‘lab como larson del aa eel dren ce an Me dee, i estar seguro de a tor: cect td ts rae. “last fas gates icefon largo yfesatesrepeochs, ‘cond we peer de pena 10 lr xo a rupture 95 1s alterpatvas del enoo en mi amada son como es Daruichsor enor cares de Dad, haa dela ropture a edn como un ba, al que fos marinero ora plan trio, or derech, 2 onpo ditty fs aude ys cajn grote ogee a ee Bt on mar, ‘Sian cso, cla me ce ‘Rnd or cols an pry ede oats. Vien despots a rptura que sobrevien como reproche por ura falta cometia por el aman. Algin dolor hay fn ello; pero, mas tarde el gzo de hacer fas pacts Ya Sera’ de le seconcliciéacompensan lo: gue: ps, puss al conseguir que el amado Wclva ass favors, Aespts dest ede, produce co el corazéa tn plas? 2 ue singin otro puede eqeiparare y da al estate tn dlca que nada puede superar en ol mundo” is fontempado alguien, be vino oo Humano 6, pede formarse en ta imaginasi6n cundro mio placenta af deseabie? Han desapareido todos los copies anda jos todas las personas oon y estan apartidos lee calumnindors. Los enamorados después de It erst faci, originada por ona fala cometa por el mates ¥ que ha durado tn poco, ccasonando us princes Tuptura— han vuelto 8 rednie, Yano hay iopedinene fa convena gant icons por dat fists, por bunilane, por tebajrse por a bas palmarias de conSanra, de sumiibey de eee frcign de lo pasado. Unas veres hace protstas de eo sensi, y tras pie perdonY supa indalenca rear tnocendo a falta, aunque ois haya comelde: Lane, entre tanto, teoe Jas fa cal suelo 9 Te eines siradas de reojo, que, a veces, se prlongan’ Lanes tcaba por sone furivamente, contponceeda ee Sonris del amante. Esta esa seal do Ik rosoenacée, A partir de aqui, todo se sar ett fon dons ce apo las excusas; se" dan ‘por buenss las eapheacionses st toran las fla ocaionadas por las inl Iss ates; deseparecen las las el eafadoy vine el de decir: «Si, tu fala seria disulable, ngec ea tera Yeo no a de elo, no exsuendoty Besse 196 I collar de Ia paloma se concluye con una sla unig, con fa desaparicién Ae odor Ton reprocies, yen pens fliidad: ast so Separan los eammorados. tas una stuacén qUe no puede descbine y que lar lenguas humanss soa inc paces de defn. "Yo he peso as slfombras de los Calif y be asitido Tas audenins de los ropes, n0 be visto munca na ‘eneracin comparable ai que cl amante sate por st msdo. Yo he contemplado el orgllo con qe los encedores tetas Tos ef enemige, el engremiento Ur To vsresy In aver de los qu rgta fos gobieros, no ho visto usa que ninguno de eos sndera eo st tstado alegre mayor ni mis grande placer que el del Sinante,coando est sepuro de que el corazin del ama ie pertegcey tiene coniana em su incinaion oo la Sintendad de su amor. Yo he estado presente comdo ins getes se excusaban ante los sobetanos y be sido tego de fa conduct de quienes se ean acisados de graves cximeoes contra Tos mas grandes ¥ tembles poe {nados, no he visto nonea stance Rumalse fue la del amante apsionado ante el ser que ama cuando Ei se hala encjado, pres de la clea J dominado por Ia sober. ie experimentado yo también las dos stuacioes ea le primer, se en la dsl amado ofendigo, beso rie doro. que e Hero, mis hirente quel expada, Aspuesto ao ceder a la humic del amante ya 00 hater consesiones a su sumisin, En la segunda, o sea fn Ta el smante en fala, he sido, en cabo, mis sul fue un algui, mis blando que el algodén, presto a ‘Rar a imo confi del rebyamienta, si habia de sera til y'2 aprovecar ctlguer oesign de Rom iarme, si habia de redundar en mi favor he ainado mi Tengu; ae be sumido con mi igenio en las mas exau- fits explcacones; he dado a mis plabrs lop mls ‘ariados matin, ¥ be abordedo, en fn, cuanto podia procurar In reconliscén, EL hacer falas acosacions es también uno de los accidetss dela roptura. Exo scede al comienz del mor osu fin. En el primer caso es inicio de sineridad XOX: La rapture 7 ‘enel amor. En el segundo, en cambio, es indicio de hastio. y puerta del olvido. ‘Aste propésito me acverdo que cierto da, en Cérdoba, ‘ruzaba yo por el cementerio de Bab ‘Amir en compafiia de un grupo de estudiantes y de tradicionistas, camino e la clase del jeque AbU-I-Qasim ‘Abd al-Rahman ibn Abi Yazid al-Misri, mi maestro {Dios lo haya pperdonado!), en la Rusifa'. Con nosotros venla Ab Bakr ‘Abd al-Rahman ibn Sulayman al-Balawi’, natural de Ceuta, el cual, que era un poeta distinguido, iba re- citando unos versos suyos, en los que pintaba una per sona conocida por su costumbre de hacer falsas recri- ‘minaciones. Dos de ellos eran étos: ‘Se. pin por atravesare eae camino yas dese or carta os nso Sel amor. Fro ya noe vn reutando pesado tanto remendse wy cao ‘orgie inte: emendizace wolves a deaararo, 1a recitacén del primero de estos vers coinciis con el pao. de Aba “ANT al Hosayn ibn Alt abst (Dios 1 haya perdonadot)”, que se digla tambien a Inchase de Ibm Abi Yani. Cuando lo oyé (Dios hye Ferdonsdo!, "aes dg uns soma) se vino, hac Eosotros y excamé: «Mi vali. qe se deovivere or anudar fos los del amor, Dios que, pors Beer ot Be ee als ‘on ab aE ubayo a peta dost seeded (Dios To haya perdonado!, de su vita, de ou rlgonded desu inoge de 30 Bld eu conten deo saber Y sore te Det ope dee os zs det aer iste tenia aba dota tb ej! ‘has de volver; i fuer lees Ono ide pcb sings ‘A voces vienen juntos ruptura y reproche. Por vida mia, si esto dura poco, hay en ello cierto placer; pero S16 turara os agro’ dvavoral, indi de fas onsecuencias y mala seflal, pues, en suma, constituye el vehiculo dei desvio, la vanguardia de la’ separaciGn, iia 198 21 collar de a paloma, resultado de las sospechas, el inicio del hasti, et ‘nuncio de la dispersin, la causa del odio y el arranque el alejamiento, El reproche sélo es laudable cuando es ligero y tiene por causa la ternura. Sobre este asunto he dicho: “ras a reprimenda, de seguro volves ser tan geeroso como ante ite repesor ya se {Cints dis amantcen sree brs hago vate buen onpe tse como an 1 tambien eens ue was “ ‘La causa de que compusiera estos verso fue un enfado que surpié en un dia de primavera como el que he pit tado, y los die en aquel momento, ‘Tenia yo una vez dos amigos’ que eran hermanos. ‘Se fueron de vie y, cuando volvieroa, yo estabe eafermo, de oftalmia. Como tardaran en visitarme, les escibi, slriggndome al mayor, una poesla de la que son estos Después viene la ruptura ocasionada por los maldi- cienles. Antes hemos hablado de ellos y de lo que pueden ‘motivar sus calumnias, que se arrastran como’ escor- Bons, A veces puodea ser origen de una sepracioa lefnitiva, ‘Luego viene la ruptura ocasionada por el hast El haastio es una de las cualidades innatas en el hombre. AAI que tiene la desdicha de padecerlo le suele acontecer ‘que no tiene ningiin amigo sicero ni ninguna verdadera amistad; no puede guardar ningin concierto, i mostrar constancia en la afecti6n, ni conceder mucho tiempo sus favores aun mismo amante; nadie puede farse de sus amores ni de sus odios. Lo mejor que pueden hacer Jas gentes es no intimar con el que es ast y evitar sa ‘encuentro y su compaiia, pues no han de sacar de él YOM: Le ruptara we ningén provecho. Tal ela razén de que no hayamos alrbuido esa cusida alos amants, sno alos esadon, ‘ue, por lo comin, sn restores, nal penados 9 pro Penis a la sparacén. El que se da el tuo ce aaa, Sitiene como prenda la inconsecueaca, nolo eo de cate; antes bien merece que se le huya'y tele parte de os Yerdaderos enamorados, tin contrlo ent elon ‘Nunca vi a nadie de-qoien esa condicion se hbiese apoderado como de AbS" Ami Muhammad in ‘Aint (GDios fo haya perdonado) Si alguien me conase hora Pate de lo que jo 82 de no lo creer, Las gentes de este caricter son las criaturas més pronase etamorars, poo is Ge menor faa en ts estos y en sts aversiones, pcs, vieversay su apart: ‘lento del amor es tanto'como’ au tucnidad ea con. Gebit. Nua te fies de un Toconsant, ni capes con 11 Aamo, ai covcibas eseranas en tu leaas Ya or fuerza te ves empujado samara, consderlo come Una cosa variable tatalo en cada indante sepa a Sites acta en gue Tova, y comeapéndse 6 mode sndogo. Este AbG ‘Amir, de quien venimos hablando, en cuanto via una exclava, n0 podia contenet au iape: sleai,y esetiaacomctido por un desaosiego ¥ toa tuseca ile que estaben ‘punto de araber con Ch hasta que la posla, aunque gar lopraro se nterpa? lh sted eps teeny pry eco ‘let de que era suya,elamor se toreba equiv, 4le pasta, desvio: la desazn que ts Uevabe's cha ca satin por apartase de ta a tendencia por legit & tla, en fendencia por dexprenlene de clay’ acaba Yendindola por el presi mls vi Tal eau costambre, ¥en coves tomo las menconadas maleate eaomes fumas de desenas de mile ce dinars. A peat de slo éra Dios lo haya perdonado! homie Iethdo: ayaa, agudo, bibl dle, ardens, dodo de gan datnce, alto lnaje'y vast’ pode. La hermosura de 8 rostoy la erecién de u figura dssafaban toda ponderacidn, puts Ta imaginaion era ineapaz de dar la mis pequeda sea de ells ) adie 200 I collar de Ta paloma alcanzatia a desribirlas. Sélo por verlo, Ins calles se espoblaban de transedntes, pues todos se encaminaban adrede a cruzar frente a Ia puerta de su casa, por la via ‘que, arrancando del Arroyo Chico, en la pare a salicte de Cérdoba, pasaba por nuestra puerta ibaa parar al ‘eallej6n qué llevaba al palacio de al-Zahira. En esta ‘alle estaba su casa ({Dios lo haya perdonado’), contigua ‘ala nuestra ™, Por su amor murieron varias esclavas que tenian puests en él sus pensamientos y habian sido criadas para €l, pues, habiéndolas engafiado en sus esperanza, fueron piesa de la extenuacin y la soledad acab6 con ells. Yo conoct a una, lamada ‘Afra’, y me acuerdo que no podia ocultar su’amor, dondequiera que se hallara, y ‘que jamis se enjugaban sus ligrimas. Al salir de cast de al, pasé a poder de AbG-FBarakat, un liberto de Jayal y'prefeto de las edificaciones palatinas ®, El mismo (jDios lo haya perdonado!) me decia, hax blando de si, que sentia tedio de su propio nombre, para no hablar de otras cosas. De amigos eambié muchas ‘veces en su vida, a pesar de que no fue larga. Cambiaba asimismo y a menudo de atuendo, como un camalebn: lunas veees vestia ropas de rey; otrs, ibe ataviado como tun bandolero. ‘Al que tiene Ia desgracia de tratar 2 una persona asi, ppor cualquier modo que sea, le conviene no malgastar odo su esfuerzo en amatia, y aprovechar en defensa propia la desesperacién de que sea constante. Cuando ‘azcan los primeros sintomas de hastio, apértese de ella durante unos dias, a ver si se reanima su voluntad y se le pass, y luego vuelva. Tal vez, de esta manera pueda durar’el amor. Sobre este asunto he dicho: No execs nada de un nconante, ‘Gon el nonstate nose puede conta ‘Beja amor dl ocostante cesta presto que ay ue devoler. Hay una especie de ruptura en que la iniciativa es del amante, y acontece al observar éste que su amado lo 2Oxt: La rapture am ‘ata con dureza, o que se desvia de &1 para preferic a otro, o que no se separa de él una persona intolerable. En esta situacion el amante se ve ala muerte y siente en 4 garganta los ahogos de la tristeza; pero morder esta amarga coloquintida es, sin embargo, mis fécil para él ‘que contemplar lo que repugna, y se retira con las en- ‘alas desgarradas. Sobre este asunto he dicho: ‘Me also de quien ama, y no por oo. sete i ani go ae eto mis ojos no pusden mar rose dela pata talons, Ltmumte e de gusto mas due que un amor ‘gue oe ofrece a que vay al gus ve. ‘Boel corazon ay un foeg arene. {Birt don igi rif st permis en Su ela, ‘gore eqtvo sul asta ante el vencedor ®, {declarant en petro de muerte! ‘Asta veal creyente te parece us abil ets peony conn ms desde aque pueden uri en la ruptata es 1 gus le sed {io Gue yo conola. Su coratin estaba prendado de oa ‘persona que se alejaba de él y le esquivaba. Después de ffir de'amor durante algha tiempo por exe motivo, is fortuna i oto uaa mares oprtuniad de ‘nid y estvo a punto de conseguir su expraaea; Pero tiando entre ly la fontera desu deseo no hab 9a iis que un deci amg, in roptura y el aljmiento Yolvieton a ser més de io que antes ran. Sobre este ssunto be dicho: Tol gue ea For ao ‘itt out con iano neta par, ‘Le Fortuna, amabiements nem teats Sri crea delat Fro lueo la ag demi foe como s ‘no hubiera surge spared ane mis oj Y he dicho también: “Tan s acer ml esperanza, que slang a ano para cogera; per eatonces se doo y buyO acini Via Lice, 202 1B collar de fa paloma {Guando ya estaba seguro, ev fruseado, {Eo qe ja eta coneguiehuy6 ma jor que Siro, ‘Bi eaidlado, ye qusdé envio; ga acado, ye quedé anbelant, ‘At bran Fores en su de vnies. ‘Por exo abo noha de fans desi Viene, por dltimo, fa ruptura ocasionsda por el odio. Huelgan aqui las opiniones, fallan lat astucias y so ‘gumenta la alliccién. Es una cosa que deja aténilo al entendimiento. EI que sufte esta desgracia debe hacer cuanto agrada 4 su amado, emprender cuanto sabe que le gusta; le conviene asimismo evitar cuanto sabe que le molesta al amado. A veces, tal conducta Ie puede congraciar ‘con di, si es persona que conoce el valor que tiene ese afin de concordia y cuin deseable es, Pero si el amade ignora el valor de todo eso, de nada servird el intento de. Ihacerle cambiar, porque hasta tus mejores acciones seré faltas a sus ojos. En este caso, si el hombre uo puede hhaver variar a su amado, esfuérease en olvidar, conside- rando en su interior la aficcién y privacién én que se halla, y procure alcanzar su deseo de cualquier modo que Te sea posible. Yo he visto personas asi, y sobre este asunto he com- puesto una poesia que comienza: “eago la deseraca de amar a uae persoaa gu, sil slvara lt iin eotones: «JOA este ex epully Tee De ella son estos verss: No. culpa mis al evar mis bis ‘ale agunday ml sorte me ttlat ef torn, Goto de es ef mann elas visas beso pueden malo? ‘También he dicho: 106 fea a roprura ta a wi y doe tla laut ts a roar Estos come ser co tats pobre ‘uel, como sr pobre ta ro. Yeti de deri ‘le qu lia det favores es pra oro, 2p dia ogo onl een nm Acaso ef amor doe te tego n0 de quo rcompeaies tattndolo bea? ‘También compuse una poesia de la que son estos on ge ail oda at bles, cof anus pts go colar? Sor dud amuete eoe ene beri ERSES EGE gue de vem? ‘También compuse una gasida, que comienza ast: ahora en que me depo et a brs del Juco? pilatecccn glee igh cot ocslance dots Resurecia? ‘Tartar fel cai del main gor ose ‘Yooper coca {Dion oc cl oreo eterno de oe mis ade a Dos, wet XXL: Le roptura 203 También he dicho: ‘oes Nurmdn tala dos dis 2a de dla, que ea la eicdad de los hombres, a de las, qe a | | ) ‘ies ngudo un tempo qe pec, a no dade, In alin gue sucede al bel pated amor Y¥ estos otros: ee Smmess Se ecmame | ERE 20 BI colar de la paloma En esta gasida elogié a Abd Bakr Higim iba Muham- ‘mad, hermano del Principe de los Creyentes ‘Abd alRabmin al-Murtada (jDios lo haya perdonado!) Por eso digo de él: {Acasa no gobiema eles en nosotros canto ‘etl cerca 0 fen, «pear do vrs encerado at membrana de ipsto? Paes lo miso nussto tempo et un oto, yee expe «qe gobleras cuanto ny ea St que, ves. [lepo, ‘También son de esta gaséda los versos siguientes: odo ta dans ven que os acepte lena alow hombres de rai, ‘AsTsucede com fos ries dela tr, dug, Songuedesborden ltspetoone, van a para al abi dea mas XXII: Sobre la lealtad Una de las mas loables condiciones, nobles partes y excelentes prendas, tanto en amor como en otros nego- ‘ios, es Ia lealtad, que sive de fuerte indicio y palmaria prucba de buena cuna y de naturaleza pura, y muda ea ‘mis o en menos con Ia mudanza aneja a todo lo creado. Sobre este asunto he dicho en un poema: Las oat dels hombres nos hablen de su natures. ‘Cooocer in esecin den smn telvn despa ato, ‘Al mismo poema pertenece este verso: las vito nea que a ada dé ura ue las bes acopienacar ens pales? CConsiste el primer grado dela Iealtad en que el hombre sea lea a quien lo es con dl. Tal cosa es deber ineludible inexcusable obligacién, tanto para el amante como para el amado, y no se aparian de ella més que las personas de baja cuna, mal criadas y en quienes nada bueno ‘puede hallarse. Si no fuese porque en esta risila no nos hemos pro- 205 XXVII: Sobre el olvido Sabemos de cierto que todo lo que empieza ha de seta ena I vette Dt Aino gar 8k slegiden en el paras y ef castigo que apercbe para su fnemigos en tl inferno, Los aidentes. da. mundo aducos sony pairs, csaa ys dspan.Y todo amor ths de termina por una e estas dos cost: 0 pore it suerte lo intarrampa 0 porqe venga el olde, Hllsmos nosotros que ella exth dominade por ciertas fusrzas ye oparan sobre si dentro del cerpo ‘Aimas bay que sbonconan las deiias placerss ‘elupurse en la obotienia de Dior Aktimo, 0 parm fant fara ene! mundo, ana vee que se hace notora So susteridad. Hay almes también que se apartan de todo deco de halar sus ates, porque las eetorea St ppucor que ins estorba de ser trdorts 0 de cont Eorespondiendo mal en su fuero inter al amor ae se les tine, Evan son las dos Gnics especies de elvido Inerecedorat de ser teidat eo conta toda las demas {on vituperbles. “Tocans al oWido que nae den prolongado dsdén, roves otra cosa que fa dseperanza que atalta al alm a0 XXVIE: Bl olvido ms ‘cuando no puede conseguir sus anhelos; cosa que hace cesar Ia lucha y aflojar el deseo. ‘Yo tengo una gasida en la que vitupero el olvido, de la que son estos versos: Si irae que ext vivo ere por au mire. Seer lalla temo coma un hueape au io ain ep tl came es alimentos in sagt, bed Y¥ estos otros obra a que ha de sei alo, nate uf an cobra ‘ers mpateta conta lg sonnusos quel eparan {havin cra, pos 8 vee leeta un oeneno. ‘Tomado on conjunto, eabe distinguir en el olvido dos sspectos fundamentales: Es el primero el del olvido natural, que es el que con ‘mayor, propiedad puede llamarse olvido. Con él se vacia el corazén y se desagua el pensamiento, quedando ¢] nombre como si nunca hubiseamado. En este caso, al que asi obra puede, a veces, alcanzarle reprensién, si el olvido proviene de un eardeter vituperable 0 de eausas que no lo impongan por fuerza, como queders aclarado, si Dios Aluisimo quiere, Otras veces, en cam= ‘no fe aleanza reproche, si hay legitima excuse, I segundo es el del olvido buscado aposta, a despecho del alma, y'e8 el que puede llamarse resignaciOn, Verds, con efecto, que algunos hombres fingen impasibiidad, ‘aun cuando sientan en su eorazén una mordedura mis hhonda que el boeado de una lezna; pero lo hacen porque ven que un mal es mis levadero que el otto, 0 pore hhan pedido cuentas a su alma, aduclendo pruebas inte. batibles y sin vuelta de hoja. El que obra asf no es cen surable, y el que procede de este modo no es vituperable, Por cuato esta resignacién no sobreviene mis que por lun motivo de peso y no sucede més que por una Brave calamidad, bien por razén de algo que no puede tolerar tun hombre bien nacido, bien por una eathstrofe in ible traida por la Suerte. Para conocer al que asl obra 26 I collar de lz paloma te bastard ver que, no s6lo no olvida, sino que resuerds, slente nostalgia, mantiene su pacto’y trage amarguras de acibar. La distincién que, por lo comin, se admite entre el resignado y ol olvidadizo es la siguiente: Ti veris que cl resignado, aunque dé muestras de la mayor dureza y finja injuriar a su amado y atacarlo, no tolera que 10 hhaga otro mas que él. Sobre este asunto compuse una possia, de Ia que son estos versos: Deiadme ami que isu. 2 mi mado, pe age arte den, 0 eerie Wit inure al amaco son como 0 ae sede: Mitel Dios y gut bia To ha hecho YY, en cambio, el olvidadizo hace eabalmente lo con- watio. “Todas estat cosas dependen de la naturaleza de cada hombre, de que se eatregue a ella o la resista, y de la fuerza 0 faqueza con que el amor se adueBie del eorazin. Sobre este asunto he compuesto una poesia en que al resignado Te amo el que se consuela—, de la que son estos Verso8: El que obvi los que ama no oe como el qu se conus de [No egal renance de india gue no poder fperdesion rape domina salma no econo quem ade Hijet pect no ecm ue sue en ‘Los mots del oid, en eto das aspects en que se divide son muchos 9 con rego ells 9 en propor Sen aes cectos que producen, el que old es eres. Gordo excisa 0 de ensure ‘Uno de llr ex la incontani, sobre la cual antes hemos hablado, El amor de aqielque oa por incons- tata no io ren pad, ys pretensoen de amanie parte del que lene exe enigma 00 Talis, pus nfo gue hace x buscar el placer y dar eeboalapetto Camel“ El olndadizo de eta laa cen ovdadae cen. ‘rable XXVII: EI olvido Pd tra causa de olvido es el trueque de un amado por foro, Aunque esta causa se parece a le inconstancia, hay en ella un grado suplementario que la hace peor que Ja primera, y al que en ella incurre, mis merecedor de ‘Otro de los motivos es la cortedad o natural modestia. cexistente en el amante, que se interpone entre él y la alusién a sus sentimientos, Alirgase asf el negocio, el ‘tiempo se empantana, se musta Ia frescura del amor y sobreviene el olvido. En este caso, si el amante olvida por via natural, no obra bien, puesto que slo a al se debe la cause de su fracaso; pero si se resigna e intenta olvidar, no es censurable, ya que prefirié. Ia modestia al placer de su alma. Se cuenta que-el Enviado de Dios (Dios fo bendiga y sal 5: «La timides forma parte de la fe, y la vida disolua, dela ipocresia.» Y nos conté Ahmad ibn Mukammad, qt ibn Mutarrif y éste de “Ubayd Allah ibn Yahya, y éste e su padre, y éste de Malik’, y éste de Salama ibn Safwan al-Zarai,y éste de Zayd ibn Talha iba Raking, gue lo hacia remontar al Enviado de Dios (jDios lo bendiga y salve!), que éste dijo: «—Cada religidn tiene su earicter propio, y el del Islam es la modest.» El origen de estas tres causas radica en el amante y de & toman principio. Por tanto, la censura alcanza al amante, cuando, por cualuiera de elas, olvida a quien Vienen luego otros cuatro motivos que proceden del amado, y cuyo origen radiea en te, ‘Uno de ellos es el desvio. Ya explicamos antes sus varios aspectos; pero en este capitulo hemos de afadie algo més, que easa con el tema, pues el desdén —cuando se alargs, y aumentan los reproches, y la separacion se hhace continua— es una de las puertas del olvido. Si uno te ama y luego te deja por otro, no es esto .desdén en modo alguno, sino verdadera triciOn, Si tino muestra inclinacién por otro distinto de t, sin que haya Precedido unién contigo, tampoco es esto desdén en ‘modo alguno, sino esquive Sobre estos dos aspectos Juego hablaremos, si Dios Altisimo quiere, De lo que a8 Bt collar de a paloma aqui tratamos ahora e¢ del desdén de quien, babiéndote famado, te deja después, por las hebiilas de un calum- ‘iador, por una falta en que has caido, 0 por algo que ba ‘nacido en su alme, pero sin inclinarse a otro distinto de ty sin que nadie ocupe tu lugar. En este caso, el amante que naturalmente olvida, sin ‘que haya otras razones de parte del amado, merece oen- Sura, por cuanto Ia situacién no proporciona excusa para ‘este olvido, ya que el amado lo tinico que hace es no (querer unirse contigo —cosa a que no esti sujeto—, ¥, en cambio, subsisten las obligaciones y deberes de la anterior uni6n, que fuerzan al recuerdo y al respeto del pacto de amistad, En cambio, si el amante busca consuelo fn este caso, esforeindose por resignarse y suftir con entereza, tiene dsculpa, siempre que vea que el desdén se alarga y que no hay indicio de unién amorosa ni barrunto de reconciliacion. Muchas gentes tienen por licito lamar traicién a este desdén porque es lo mismo en apariencia; pero sus mo- tivos son harto distintos, y, por eso, los hemos diferen- ciado, conforme a la realidad de las cosas Sobre este tema yo compuse una poesia de la que son estos versos: (bead como sino os hubieracooocido nunc, «queso amban obras como a 90 me hubs Conoco ni amado. Sido come soy eee, que fesponde alo que sl a, slqueris hoy ago, pensalo ben antes. ‘Tengo asimismo la siguiente poesia, cuyos tres pri= meros versos compuse estando dormido, y a los cuales aaiadi el cuarto cuando me desperté {0h sempo maraviloso en gue erst spd quero para i oe mi ana eal ‘ero a mand de dea no ace cs ‘Veo que Ia uoibnamorosa cola Yerdadera base de in pas 1 queun largo desden es arate dl olvio. xxv Bl olvido 19 ‘También he afirmado en una poesia: Santee me huberan dicho: «olvidarte « quen ams, ‘nl ove habia jurado: ‘ues que taba y 6 ftiga en curarme. ‘hors me maraviio del ofvido. como antes me marailata de ia fmexa, ‘gue arden, pero bajo Ta cee ‘También he dicho: Anes, por vuestro amor, ardiaen mis entafas un inferno; sto ahr empieza a parecerme un fuego de Abraham ®. Quedan otros tres motivos por parte del amado, en to eae ae erg no mere cena por as razones que aduciemos si Dios quiere, al explicar cada coal ° 2 ‘Uno de ellos cs la exquivez en el amado y st continuo Feteimiento, qbe scabs por dar al trevés con todo “Te contaré de mi* que, en mis verdes afos, anduve prendado de una esclava que se habia eriado oh nuestra fasay que tela a la sazOn diecisis alos. Era cuanto bust edie em punt a hemovita del rosy de fatendimiento, castidad puresa, pudor y- dulzua [Nunca gataba chanzas ni ge daba a nidertas; s mostraba 4 maravillarsueba, pero lena de cortedad; carecia de tachas y bablaba poco; levaba siempre la vista baa YS Mostraba cautsloa; no eometia fate y siempre seabe sobre si se retrla con dufaura y con una no aprendia reserva; era geal en su devo y se sentaba con compos. turay estaba ena de dignidad 'y era delicosa en xi Ls pert oi cain ln lon deseos se fjaban en ela. Ningin ankelo podia hacet sto su lado. ¥, sn embargo, sure ates 8 todee los corazones, aunque st atid rechezaba a cusntos 250 EL collar de la paloma se acercaban. Con su severidad y su reserva mis atrac- tiva era que otras lo son con sus desenvolturasy favores. Ajustaba a la seriedad toda su condita y no se mostraba propicia a las distracciones, aunque tala el ladd por ‘maravillosa maner ‘Sent inclinacién hacia ella y concebi por ella un amor desatinado y violento. Dos atios, poco més 0 menos, lnduye esforzindome con el més’ grande conato en que ‘me diera una respuesta y en ofr de su boca otras palabras ‘que no fuesen las que en las comunes pliticas se brindan todo el que escucha; pero no logré nada en absoluto, ‘Me acuerdo que un dia se dio en nucstra casa una festa, con una de esas ooasiones en que suelencelebrarse tales saraos en las easas de los grandes, En ella se reu- Dieron nuestra familia y 1a de mi hermano (jDios lo haya perdonado’), nuestras mujeres y las de nuestros pajes {Yservidores mis allegados, gente toda agradable y cotés. Extas mujeres se quedaron ea casa durante el centro del dia, pero mis tarde se trasiadaron a un torrebn que habia ‘en lafinea, dominando el jardin de Ia cass, desde el cual se divisaba toda Cérdoba y su vega y en cuyos muros Se abrian varios ventanales; y se pusieron a mirar a ttavés de las celosas. "Yo andaba entre ellas y me acuerdo que me ditigh al hueco de Ie ventana en que ella se ballaba, con la mira de aproximarme a ella y procurando teneria cerca; ‘mas, apenas me vio a su lado, abandoné aquella ventana Y¥ con gracioso meneo se encaminé a otra. Entonces me Dropuse marchar hacia esa ventana a que se habia ido; pero volvié a hacer igual, dirgiéndose a otra distinta. Las demés mujeres no caian en la cuenta de lo que hhaciamos, porque eran muchas y todas se mudaban de ‘unas venianas a otras, para ver desde las unas aquellas partes del paisaje que no se dominaban desde I : pero ella sf conocia mi pasién, porque has de saber que as mujeres descubren quién sienteinclinacin por ellas con penetraciOn mayor que la de un caminante nocturno ‘que rastrea las huellas. ‘Luego bajaron al jardin, y entonces las mujeres de mais atios ¥ de mayor respeto pidieron a su seiora que les XXVIT: El olvido 21 dejara oir cantar a mi amada. Cuando lo hubo mandado, ‘tomé ella el laid y lo templ6 con tanta modestia y rubor {que nunca vi nada parecido; y sabido es que se duplican los encantos de una cosa a ojos de aquel a quien le gusta. Por fin, rompié a cantar los versos de al-Abbas ibn al-Abnaf? en que dice: fobar ao abetos ‘Tas lata cana entre sur vetguras, omo si pista hoevs ole de pomos esta Por mi vida, que el batir desu plectro parecta rasguear ‘en mi corazén, Jamis olvidaré aquel dia ni se me ird de la memoria hasta que yo me vaya de este mundo, Es lo rs a que llegué en punto a verla y a oir su voz. ¥ sobre esto dijes No a censures porque huye y his la unin, sCbm0 poste dala por po? ‘ay sala luna que no et lean exit gacela quc'no sea esguiva?™ Dije tambiéa: Neate amis ojo tu bello retro yt conmigo avaa de tx pals eos et Msn oto de lei, ave ao| ios viet Fat has cantado vervor de si“Abbas. ‘Enhoeaboeaa, a ABBA, eahorsbuena! De cocontrarte‘Abbae fomaris ear os a Fava y sv enamoraia def Poco después ?, tercero dia de que el Principe de los ‘Creyentes Muhammad al-Mahdi se alzase con el Califato, ‘mi padre el visir({Dios lo haya perdonado!) se mudé ‘desde muestras, casas muevas de la parte a saliente de 252 Hl collar de la paloma Cérdoba, en el arrabal de al-Zahira, a nuestras casas viejas dela-parte a poniente de Cérdobe, en Balat Mugit, Yo también me mudé con &1. Ocurria esto en chumada II del aio 3998, y ella no vino con nosotros por ciertas razones que asi lo aconsejaron. Luego, después de la segunda proclamacién del Principe de los Creyentes Hikim al-Mu'ayyad, me distrajeron de ella las perse- ccuciones y la hostilidad de los hombres de aquel gobierno, pues padecimos cfrcel, vigilancia y fuertes exacciones, tein que tooodemnoe Mis te ond in net civil y se extendié por doquiera, afectando a todas las ‘gentes, pero en especial a nosotros. En éstas, muri6 el visir mi padre (jDios lo haya perdonado!) a prima tarde de Un sibado, dos noches por andar del mes de dit-ga'da del aio 402°. ‘A su muerte seguimos lo mismo, hasta que un dia tuvimos en casa el entierro de un allegado, Aquel dia Ia vi. Elevaba sus lamentos, asstiendo al duelo en medio de las mujeres, entre el grupo de las loronas y plaiideras. Su vista Suscité la pasién acallada, removié el sosegado amor y me hizo recordar el tiempo antiguo, el remoto ‘martelo, la época lejana, los instants felices, los meses transcurridos, los sucesos pasados, los momentos des- aparecidos, los dias que se fueron, las huellas que an- aban borradas. Ella renov6 mis tristezas y excité mis ngustias, aunque yo estaba aquel dia alligido y ator- ‘mentado por otras cosas. No sélo no la habia olvidado, sino que erecieron mis ansias, y se encendié mi sufti- imiento, y se afirmé mi tristeza, y se redobl6 mi pena ¥, en chanto Ia pasién lo hizo venir, lo que estaba oculto SE presenté obediente, Entonces compuse una. poesia de la que son estos versos: Hace lorar por un difunto que muré muy hoarado, cuando mas merecera el vo due or el corrals Lasias {Marailloo es que et tte por quien bao al spl $e fo eté por ol que es asesinadoinjustarente! ‘Més tarde, la Suerte redoblé sus golpes y tuvimos que cemigrar de auestras casas, cuando nos vencieron las hiuestes de los bersberes. Sali de Cérdoba el primero XXVI: Bl olvido 253 de muharram del aflo 404, y volvi a perderla de vista, después de aquella nica ocasién en que la encontré, durante seis allos y pico, ‘Cuando volvi a Cordoba en Sawwal del aio 409, paré en casa de una parienta nuestra y la vi alll. Casi no le hubiera reconocido de no haberme sido dicho: «Esa es Fulana.» Se habia alterado no poca parte de sus encantos; desaparecido su lozania; agostado aquella, hhermosura; empafiado aquella diafanidad de su rostro, {que parecia una espada acicalada o un espejo de la India ‘mustiado aquella flor, donde la mirada se ditigia con avidez, se apacentaba’con deliia y se alejaba con ofus- ‘caci6n. Sélo quedaba una partecica que anunciaba cémo habia sido el conjunto y un vestigio que declaraba lo ‘que antes era el todo. La causa de ello fue el poco cui- ddado que tuvo de si misma; la falta de la proteccion de ‘que goz6 en los dias de nuestro gobierno, cuando vivia, a nuestra sombra, y el cambio de situaci6n a que s@ vio ppor fuerza sometida, y del que antes estuvo resguardada Ya seguro, Son las mujeres como plantas de olor que se agostan. sino se las cuida, o como fabricas que se desploman de no entretenerlas. Por eso ha habido quien ha dicho que la postura varonil es de realidad més auténtica, de artimos mis firmes y de mayor exceleacia, por cuanto soporta, cosas que, de sufrirlas no mas que en parte los rostros dde las mujeres, experimentarfan los mayores trastornos: tales como el sol del mediodia, la brisa del desierto, los Vientos, el cambio de clima y ia vida al aire libre, ‘Aun ‘asi, si hubiera conseguido de ella la menor con- ddescendencia y hubiera estado conmigo un tanto amable, habria desvariado de placer y muerto de alegria; pero tant ‘grande esquivez me hizo resignarme y buscar el consuclo. Cuando la causa del olvido es ésta, el amante, en cualquiera de los dos aspectos —sea olvido natural © resignacién— tiene disculpa y no merece censura, por ‘cuanto no ha existido compromiso que exija fidelidad, ni pacto que obligue a observancia, y no han precedide obligaciones ni amistad entraflable que sea reprensible abandonar u olvidar, 254 BI colar de I paloma (tra causa es la crveldad de parte del amado. Cuando es desmediia y demasiado prodizads, y tropieza com fin amante cuya alma Gene amor propo fespeto dest imisma, hace olvidar. Sn erveldad es pequete, ya ea Intermitente o continua, 0 grande pero intermitente, pede ser sulida © distnlada; pero, s| aumenta y s¢ ice constane, no hay quien le rent, y el gue ovida {quien ama no er censoable en est cso. tra causa es In talib, qe nadie puede conllevar 4 que ning hombre noble puede pasar por alto. Cons- liskye la vodadera razon del olvio, pus el que olvide porella 0 es censurabl, lo mismo si ovgn naturalmente Sue si hace por conseguino, Mis ain: a quien senza Feproche es % quien sue. Si no fuese porque fos coon a en ago de At a eterna to. hay nis Dios que El) y porgue el hombre n0 fuede disponer «sv aafojo de sv corazén ai mudar de ust; eine forse por esto —repio~, aun dra que el fue todavia ha de bacer esfveros para olvidar «quien ina, cuando stele trscona, casi merece rerension J fepriaenda, Nata Iam al olvido como Ta taiiba, pura un hombre de aima libre, que sabe guards 50 Eonor y esth asorado. de nobis prendas. Fl que se aguamta con cll earece Ge hombria, posce. un alma aEspecable 9 revela tener vies desgnon yescase ver ena. ® ‘Sobre este asunto compuse una poesia de la que son esion verse Tu amor, al que 0 be de acerca, 5 alae. “sired de echo a todo e ue legs ‘Note contents con ey slo amanie Sie foe piace, este pabcpe no retendeia ‘st, por minds sel opel "Te putees aor deo, Gu por muchos que Sean, ‘pian todo el que sles alos, J rcsaran a aie Que sone, Lingo ln tompeta "hay contocadoa todo el staero human. Existe una octaya causa, que no proviene del amante ni del amado, sino de Dios Altsimo, y es la desespe- XXVIL: El olvido 235 racién, Puede tomar origen en tres motivos: o en Ia muerte, 0 en una separacién de la que no cabe esperar retomo, o en que sobrevenga entre los enamorados un accidente que ude una cualidad del amante en la que el amado hubiese puesto su confianza. Cualquiera de ‘estos motivos es causa de buscar el olvido 0 de hacer ppor lograrlo; pero el amante que olvida naturalmente fen este caso, en uno de sus tres aspectos, es digno de no poco menosprecio y censura, y merece el nombre de re- preasible y de traidor. La desesperaci6n ejerce un maravilloso infiujo sobre las almas y hiela grandemente el ardor de las entraias. Pero en sus tres aspectos mencionados, y lo mismo en lune que en otro, conviene que el amante contemporice, ‘mientras Ja contemporizaciOn sea hacedera, y_aceche tuna ocasién més favorable, en tanto la dilacign sea correcta. Sélo cuando cesan los deseos y se pierden las esperanzas es cuando puede tener disculpa el olvido. ‘Tienen los poetas un género especial de poesia en que censuran al que Hora sobre las ruinas y encarecen, en ‘cambio, al que se da por completo a os placetes; cosa ‘que puede tener cabida en este capitulo del olvido, At-Hasan ibn Hani’ Jo hacta a menudo y se ufanaba de ello. No pocas veces se pinta si mismo en sus poesias, fscritas con perfecta maestria de estilo y seflorio del lenguaje, como un redomado traidor. ‘Sobre algo parecido yo compuse una poesia, de la que son estos verses: ea 60, aprovecha ol emp, ensila Tos fries dels coinas Ie onaras dl vio, Yareaas con melodia exis de ad para que ss cxcken a ecuchar ls aut, Seo ave paras unto is it moradae Tog dedon en Ie corre ‘No dar est preadado eli, Dios me libre de que el olvido del pecado se haga ‘connatural conmigo; de que pecar contra Dios bebiendo Po) Bt colar de a pslome ‘vino se.torne en mi costumbre, y de que Ia baja indo- Tencia se convierta en mi atributo! Béstennos las palabras ‘de Dios Altsimo —y yquign es mis veraz que Dios?— cuando dice de los poetas:'« No ves que andan errantes ‘por todos los vallesy dicen lo que no hacen?» [XXVI, 325.226] *, Este es el testimonio que Dios Honredo y Poderoso da sobre ellos, Pero que el que haga versos s¢ faparte de las Teglas de ln poesia ¢s grave yetro. ‘Ta ocasion de hacer estos versos fue que Dana’ la ‘Rmiziyya, une de las hijas de al-Muzalfar ‘Abd al-Malik iba Abi “Amie, me comision6 que los hiciera, y yo ‘guise darle gusto, como muestra de respeto. Ella misma iis una melodia muy maravillosa con que decitios y eclamarlos. Una vez se los recité a uno de mis amigos Ietrados, y_me dijo, ciego por ellos: «Estos versos ‘eben ser tenidos entre las maravills del mundo.» ‘Como ves, todas las causas del olvido estudiadas en ‘este capitulg son ocho. ‘Tres provienen de parte del Sante, en dos de ellas —que son la inconstancia y la MMudtucign de un amado por otro— el que intenta olvidar Socnsurable de todas maneras; en la otra —que es 1a SoGetla es censurable el que olvida naturalmente, orovno el que se resign, como ya hemos declarado. Bins cuatro causes proceden del amado: en una de fllas que es el continuo desdén— es cznsurable el que Sleida naturalmente, pero no el que hace por olvidar; ca tas otras tres —que son la esquiver, ta erueldad y 18 TRitiba no es censurable el que olvida, bien lo haga NEturalmeate © porfie por lograrlo, Hay una octava Pause que provede de Dios Honrado y Poderoso, y es fa deselperaciOn, bien sea por muerte, © por separacién, 'S por une enfermedad incurable: en estos casos, el ave Se esfuerza en olvidar tiene excus ‘Doni mismo te contaré que existen en mi caricter doe raagos congénitos, por los cuales no me ha sido Soradable jamds la vidas que, por su reunién, me han sere Mborrecer la existencia y basta desear perder coo” aera de mi mismo, para lberarme del tormento que Gor ellos sufr. Es uno de eos Ie laltad, que nunca ha Pfido trastorao y que siempre ha sido Ia misma, ea remem = is Sei prope ec ao he se ‘0 alos ao stars cont a easel tars ne enc Sew ie’ ha Iudanea que advirtc enon amigon'y preferel ocre Ee aa ee Se eee ee eae ek aie eae Aor rae tue SS ete atunto compu una pose cee ue “os prviene ut an hss eae Sepia seme tare penne vada una de ellas quiere arrastrarme hacia su bando: Scaecanmiaaney ate Pa oe a gue Bee star eternamente triste por él _ otra eel amor propio, en cuyo patio no puede paras la ofensa, sie rometien vnc rege ee Aigo que se parece «I 4.10 gue eamos tratando, aun canon pop no eo mmo site tena un amigo a qien poses en ris Teena {hos ene los des na hubles la menor deconbaney at'gue considera como um press depots tee Pero ern muy dado a Seachar ‘ano 1 ge SEE, TES ummiadoe se eovomsven enter sr Colter inpraloeati or aacos come tive Mlaitgs ane smn un geome fo nn tela teoetetradar Yo agonal dares aoe tempo, pacigo alge asta pure gue un sete Ig gn code dee ft cm no iciese sino aumentar en su dest ‘scabé | jar con su actitud. ae

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