Una de las definiciones de la palabra historia, es indagar, buscar, preguntar,
reflexionar sobre el pasado, para dar una explicación objetiva de los sucesos. Esta definición la dio Heródoto (480 a.c.), considerado el “padre de la historia” porque analizó de una manera más razonable los acontecimientos de su contexto histórico (el mundo griego), en lugar de recurrir a las explicaciones mágicas que se usaban en ese entonces. Para que la Historia se convirtiera en una ciencia, tuvieron que pasar siglos y acumular experiencias de diversos historiadores y corrientes historiográficas. Los seres humanos solemos recurrir a nuestro propio pasado para explicarnos o explicarle a alguien quiénes somos. Es decir, solemos contar nuestra historia personal, recordar aquellas experiencias que nos han marcado como individuos y han definido nuestra personalidad, gustos e intereses. Incluso acudimos a la historia familiar para reconocer cómo hemos llegado a donde estamos y para mostrar lo que hemos heredado de nuestros padres y abuelos (nuestros rasgos físicos, costumbres, hábitos y hasta formas de pensar). Hecho histórico: Si bien Historia es todo lo que los hombres han realizado, pensado e incluso imaginado en un tiempo y espacio determinado, los historiadores utilizan el concepto de hecho histórico para distinguir el hecho o suceso en sí mismo de aquél que es relevante para la comprensión del pasado. Proceso histórico: Al igual que el “hecho histórico”, el proceso histórico es una categoría elaborada por los historiadores para referirse al conjunto de acontecimientos y cambios de la sociedad que están relacionados entre sí. Dicho de otra manera, los historiadores relacionan distintos hechos históricos y los organizan en un relato que busca explicar las transformaciones políticas, sociales, culturales y económicas por las que atraviesan las sociedades humanas. Tiempo Histórico: Los hechos históricos nunca suceden en el vacío, siempre están situados en un tiempo (cuándo) y un espacio (dónde) y tienen protagonistas o sujetos del hecho (quiénes). El tiempo en el estudio de la historia cuenta con dos formas complementarias: el tiempo cronológico o sea el transcurrir de un momento a otro: días, meses, años, décadas, siglos, milenios. Esta forma de medición del tiempo nos permite ubicar los hechos históricos en una fecha precisa (por ejemplo: 9 de julio de 1816 independencia de nuestro país). Y el tiempo histórico implica distintas nociones y conceptos que sirven para ubicar y explicar tanto los procesos históricos como el movimiento general de la historia: periodización, relaciones temporales (causa- consecuencia, cambio-continuidad, simultaneidad) y duración (larga, media, corta). Espacio Histórico: son aquellas regiones particulares, ámbitos geográficos, lugares, países, continentes, etcétera, en dónde se desarrollan las actividades humanas. Su estudio es fundamental en las ciencias sociales pues el espacio influye de manera importante en las actividades cotidianas de los hombres.