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HORA SANTA JUVENIL SALESIANA

(Exposición del Santísimo)

ORACION:

MONITOR:

Señor, ante tu presencia amorosa, los jóvenes salesianos


aquí reunidos te pedimos bendigas nuestra juventud; di de
ella palabras buenas que día a día se nos vuelvan vida.

Queremos ser jóvenes nuevos estrenar nuestra vida


recibida de ti y por ti hecha buena. Déjanos matar al joven
viejo que vive en nosotros y que a nosotros se aferra.
Déjanos enterrarlo muy hondo, bajo tierra, y que de ti
nazca en nosotros el joven nuevo.

Danos un recto pensar y un actuar acorde.

Queremos Vivir en paz, con la conciencia limpia de


mancha, aceptamos las penas, nada queremos hacer para
evitarlas. Nos hiciste de lodo amasado con lágrimas
divinas, llanto divino de divinos ojos que miraban el
futuro. Aceptamos las penas... danos en cambio, fortaleza
para vencerlas, danos una vida nueva cargada de amor y
amistad. Concédenos ser tus amigos y amarte también en
maestros amigos.

Queremos sembrar cosas nuevas, pero danos también el consuelo de cosechar el futuro y gozar lo
sembrado. Danos el ser felices con lo que somos, sin dejar nunca el sino intento de hoy, ser
mejores que como fuimos el día de ayer.

Déjanos sentimos hijos tuyos, confiados entre tus brazos y recibir el sustento. Danos, Jesús, te lo
pedimos, el sentimos por ti siempre llamados a vivir contentos nuestro destino y nuestra
juventud, sabiendo que al final de nuestro camino te encontramos a ti con los brazos abiertos;
danos paternal cariño.

(AMEN)

-CANTO-
PRIMER MOMENTO

MONITOR:
La “Fracción del Pan” –como al principio se llamaba a la Eucaristía- ha estado siempre en el
centro de la vida de la Iglesia. Por ella. Cristo hace presente a lo largo de los siglos el misterio de
su muerte y resurrección. En ella se recibe a Él en persona como “pan vivo que ha bajado del
cielo”. (Mane Nobiscum Domine 3).

CELEBRANTE:

Jn 6,48-51
Yo Soy el Pan de la Vida. Vuestros padres comieron el maná en el desierto y sin embargo
murieron. Este es Pan del Cielo, y ha bajado para que quien lo coma no muera. Jesús añadió: Yo
soy el Pan Vivo bajado del cielo. El que come de este pan, vivirá siempre. Y el pan que yo daré es
mi carne. Yo la doy para la vida del mundo.

MONITOR:
MEDITACIÓN:
“Nada tenemos ni vemos corporalmente en este mundo del mismo Altísimo, sino su cuerpo y
sangre, los nombres y las palabras, por las que hemos sido hechos y redimidos de la muerte a la
vida”. (CtaCle 3 )

- CANTO -

II
MONITOR:
Hay un influjo casual de la Eucaristía en los orígenes mismos de la Iglesia. Los evangelistas
precisan que fueron los Doce Apóstoles quienes se reunieron con Jesús en la Ultima Cena. Al
ofrecerles como alimento su cuerpo y su sangre, Cristo los implico misteriosamente en el
sacrificio que habría de consumarse pocas horas después en el Calvario. Los Apóstoles,
aceptando la invitación de Jesús en el Cenáculo: “Tomad, comed... bebed de ella todos...”,
entraron por primera vez en comunión sacramental con Él. Desde aquel momento, y hasta el final
de los siglos, la Iglesia se edifica a través de la comunión sacramental con el Hijo de Dios
inmolado por nosotros. (Ecclesia de Eucharistia 23).

CELEBRANTE:
Lc 22, 14-20
Cuando llego la hora, se puso a la mesa con los apóstoles y les dijo: “Con ansia he deseado comer
esta Pascua con ustedes antes de padecer, porque les digo que ya no la comeré más hasta que
halle su cumplimiento en el Reino de Dios”.
Tomó luego una copa, dio gracias y dijo: “Tomen esto y repártanlo entre ustedes, porque les digo,
que a partir de este momento, no beberé del producto de la vid hasta que llegue el Reino de Dios
Tomó luego pan, dio gracias, lo partió y se lo dio diciendo: “Este es mi cuerpo que se entrega por
ustedes; hagan esto en recuerdo mío.” De igual manera, después de cenar, tomó la copa, diciendo:
“Esta copa es la nueva Alianza en mi sangre, que se derrama por ustedes”.

MONITOR:
MEDITACIÓN:
Por ello, os aconsejo encarecidamente, señores míos, que, posponiendo toda preocupación y
cuidado, hagáis penitencia verdadera y recibáis con grande humildad en santa recordación suya,
el Santísimo Cuerpo y la Santísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo. (CtaA 6-7).

-CANTO
PRESES DE ADORACIÓN I

CELEBRANTE: En la vida hay tantas cosas que nos entristecen. Vivir es un enfrentarnos
continuamente a aquello que nos causa pena, dolor y sufrimiento.

TODOS: La alegría y la juventud sólo tú la das Señor

CELEBRANTE: Algunos jóvenes luchan y vencen, otros se dejan llevar por la tristeza y viven
sumidos en la oscuridad, están enfermos del alma.

TODOS: La alegría y la juventud sólo tú la des Señor

CELEBRANTE: Algunos jóvenes buscan la alegría desesperadamente en fuentes falsas que sólo
producen falsa alegría, quisiera comprar alegría embotellada bajo prestigiosas etiquetas y sólo
adquieren vacío.

TODOS: La alegría y la juventud sólo tú la das Señor

CELEBRANTE: El tener no remedia la soledad; las cosas materiales no pueden sustituir la


compañía humana; el consumismo que nos aqueja es el signo de una juventud que busca la
alegría por caminos equivocados.

TODOS: La alegría y la juventud sólo tú la das Señor


CELEBRANTE: La alegría no se puede fingir por mucho tiempo; es un estado, una actitud de
vida permanente y responsable, una situación de ánimo; la alegría no se pierde ante la adversidad,
sino que nos ayuda a superarla.

TODOS: La alegría y la juventud sólo tú la das Señor

CELEBRANTE: Una alegría natural la encontramos en los niños, ellos no pueden estar mucho
tiempo tristes a no ser que ya estén enfermos del alma.

TODOS: La alegría y la juventud sólo tú la das Señor.

CELEBRANTE: La alegría de los niños viene de la seguridad que les da el tener en quien
confiar, viene de la capacidad de asombro ante un mundo que todavía no conocen.

TODOS: La alegría y la juventud sólo tú la das Señor

CELEBRANTE: Esa alegría de los niños viene de que mantienen abierta la puerta de la
fantasía, viene de su gozo y de su inmenso deseo de vivir.

TODOS: La alegría y la juventud sólo tú la das Señor

CELEBRANTE: Pero ante todo viven de la paz que existe en sus almas, ajenas todavía del
conflicto que causa el actuar en contra de la conciencia Esa tan mencionada inocencia que los
adultos lamentamos haber perdido, se llama paz interior.

TODOS: La alegría y la juventud sólo tú la das Señor.

CELEBRANTE: Dios es la fuente de la alegría porque es la causa de la felicidad del hombre,


sólo en Dios podremos encontrar una alegría auténtica y fa sobre la adversidad y los fracasos
permanentes.

TODOS: La alegría y la juventud sólo tú la das Señor

CELEBRANTE: La prueba más real que Dios es la alegría del hombre, se ha manifestado a
través de la historia, por medio de cada mártir y en cada auténtico cristiano que en momentos de
tribulación y a la hora de la muerte respondieron sólo con una tierna y agradable sonrisa,
esperando siempre en Dios como único consuelo.

TODOS: La alegría y la juventud sólo tú la das Señor

CELEBRANTE: Cuando Dios nos perdona volvemos a ser como niños recién nacidos, somos
hombres nuevos. ¡Que sensación de paz nos embarga cuando salimos del confesionario, nos
sentimos libres, limpios y alegres!

TODOS: La alegría y la juventud sólo tú la das Señor


CELEBRANTE: Después de confesarnos, de nosotros depende siempre, con la ayuda de Dios,
el continuar viviendo esa alegría todo el tiempo que queramos, siempre y cuando no volvamos a
entrar en guerra contra nuestra conciencia y contra la voluntad de Dios; esa es la alegría de los
niños y de los que son como ellos, la alegría de los santos que siempre es una participación del
amor de Dios.

MONITOR:

Los jóvenes queremos afirmar que únicamente Dios hace hombre feliz, porque «sólo Dios basta»
y proclamaremos a cuantos encontremos en nuestra vida y no nos cansaremos de ser camino de
acogida, de fiesta y de amistad, para cuantos encontremos sentados en el aburrimiento y la
soledad.

-CANTO-

SEGUNDO MOMENTO

MONITOR:
La especial intimidad que se da en la “Comunión” Eucarística no puede comprenderse
adecuadamente ni experimentarse plenamente fuera de la comunión celestial. La Iglesia es cuerpo
de Cristo: se camina “con Cristo” en la medida en que se está en relación “con su Cuerpo”. En
efecto, es precisamente el único Pan Eucarístico el que nos hace un solo cuerpo. (Mane
Nobiscum Domine 20).

1 Co 10,15-17
Hermanos: Os hablo como a prudentes. Juzgad vosotros lo que digo. La copa de bendición que
bendecimos ¿No es acaso comunión con la sangre de Cristo?. Y el pan que partimos ¿No es
comunión con el cuerpo de Cristo?. Porque aun siendo un solo pan y un solo cuerpo somos, pues
todos participamos de un solo pan.

MONITOR:
MEDITACIÓN:
Y siempre que prediquéis, exhortad al pueblo a la penitencia y decid que nadie puede salvarse
sino el que recibe el Santísimo Cuerpo y Sangre del Señor. ( CtaCus 6-7).

-CANTO-

II

MONITOR:
“Quédate con nosotros, Señor, porque atardece y el día va de caída”. Esta fue la meditación
apremiante que la tarde misma del día de la resurrección los dos discípulos que se dirigían hacia
Emaús hicieron al Caminante que a lo largo del trayecto se había unido a ellos. Abrumados por el
triste pensamiento no se imaginaban que aquel desconocido fuera precisamente su Maestro, ya
resucitado. No obstante, habían experimentado como “ardía” su corazón mientras Él les hablaba
“explicando” las Escrituras. La Luz de la Palabra ablanda la dureza de su corazón y “se les
abrieron los ojos”. Entre la penumbra del crepúsculo y el animo sombrío que les embargaba,
aquel Caminante era un rayo de luz. “Quédate con nosotros”, suplicaron, y Él acepto. Poco
después el rostro de Jesús desaparecería, pero el Maestro se había quedado veladamente en el
“pan partido”, ante el cual se habían abierto sus ojos.

Lc 24,13-35
Ese mismo día, dos discípulos iban de camino a un pueblecito llamado Emaús, a unos treinta
kilómetros de Jerusalén, conversando de lo que había pasado. Mientras conversaban y discutían,
Jesús en persona se les acercó y se puso a caminar a su lado, pero algo impedía que sus ojos lo
reconocieran. Jesús les dijo: “¿Qué es lo que van conversando juntos por el camino?” Ellos se
detuvieron, con la cara triste. Uno de ellos, llamado Cleofás, le contesto: “¿Cómo, así que tú eres
el único peregrino en
Jerusalén que no sabe lo
que pasó en estos días?”
“¿Qué pasó?”, pregunto
Jesús. Le contestaron:
“Todo ese asunto de
Jesús Nazareno. Ese
hombre se manifestó
como profeta poderoso
en obras y en palabras,
aceptado tanto por Dios
como por el Pueblo
entero. Hace unos días,
los jefes de los
sacerdotes y los jefes de
nuestra nación lo
hicieron condenar a
muerte y clavar en la cruz. Nosotros esperábamos, creyendo que el era el que ha de libertar a
Israel; pero a todo esto van dos días que sucedieron estas cosas. En realidad, algunas mujeres de
nuestro grupo nos dejaron sorprendidos. Fueron muy de mañana al sepulcro y, al no hallar su
cuerpo, volvieron a contarnos que se les habían aparecido unos ángeles que decían que estaba
vivo. Algunos de los nuestros fueron al sepulcro y hallaron todo tal como habían dicho las
mujeres; pero a él no lo vieron.”
Entonces Jesús les dijo: “¡Que poco entienden ustedes y cuanto les cuesta creer todo lo que
anunciaron los profetas! ¿No tenia que ser así y que el Cristo padeciera para entrar en su Gloria?”
Y comenzando por Moisés y recorriendo todos los profetas, les interpreto todo lo que las
Escrituras decían sobre él. Cuando ya estaban cerca del pueblo al que ellos iban, él aparento
seguir adelante. Pero le insistieron, diciéndole: “Quédate con nosotros, porque cae la tarde y se
termina el día.” Entró entonces para quedarse con ellos. Una vez estuvo a la mesa con ellos, tomó
el pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio. En ese momento se les abrieron los ojos y lo
reconocieron, pero ya había desaparecido. Se dijeron uno el otro: “¿No sentíamos arder nuestro
corazón cuando nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?”
Y en ese mismo momento se levantaron para volver a Jerusalén. Allí encontraron reunidos a los
Once y a los de su grupo. Estos les dijeron: “¡Es verdad! El señor resucito y se dejó ver por
Simón.”
Ellos, por su parte, contaron lo sucedido en el camino y como lo habían reconocido al partir el
pan.

MONITOR:
MEDITACIÓN:
Y como el hijo de Dios se mostró a los santos apóstoles en carne verdadera, así también ahora se
nos muestra a nosotros en el pan consagrado. Y lo mismo que ellos con la vista corporal veían
solamente su carne, pero con los ojos que contemplan espiritualmente, creían que El era Dios, así
también nosotros al ver con los ojos corporales el pan y el vino, veamos y creamos firmemente
que es su Santísimo Cuerpo y Sangre vivo y verdadero (Adm 1, 19-21).

-CANTO-

PRESES DE ADORACIÓN II

CELEBRANTE: Jesús necesitamos jóvenes dispuestos a respetar la vida; que digan no al aborto
y que respeten a los ancianos.

MONITOR: Los jóvenes debemos formar una sociedad nueva, en la que se respete la vida,
protegiéndola desde su concepción hasta una muerte digna y humana.

CELEBRANTE: Jesús, necesitamos jóvenes que se cultiven con valores, que digan no al poder,
al tener y al consumismo como único fin y única meta.

MONITOR: Los jóvenes debemos formar una sociedad en la que se camine por rutas de valores
y que declare que la felicidad es un derecho de la persona humana y está en el orden del ser, no
del poder, ni del tener, ni del consumismo.

CELEBRANTE: Danos jóvenes que rechacen la cultura de la muerte y promuevan una cultura
de vida y amor

MONITOR: Necesitamos una sociedad que rechace todo lenguaje de terrorismo, revancha y
venganza, por eso le pedimos a Jesús
CELEBRANTE: Necesitamos una sociedad nueva con jóvenes que no vivan en el mundo de la
droga, del alcohol ni del sexo-objeto como caminos de felicidad, por eso le decimos a Jesús.

MONITOR: Danos jóvenes que digan no a las drogas y a los vicios, pidiéndote al mismo tiempo
por aquellos jóvenes que de alguna manera han caído en las drogas y el alcoholismo, para que
descubran que la verdadera libertad la das tú, JESUS.

CELEBRANTE: No podemos esperar que haya justicia y honestidad, si nosotros no empezamos


a luchar por ejercer la justicia y a vivir como hombres honestos; por eso le decimos a Jesús.

TODOS: Los jóvenes queremos un El Salvador mejor, por eso te pedimos nos ayudes para que
desde ahora comencemos a ser más justos y honestos con todos los que nos rodean.

CELEBRANTE: El Salvador es un país que vive una espantosa crisis. Buscamos muchas
razones y pretextos de esa crisis, pero la verdadera razón de la crisis es la falta de valores
auténticos en todos los hombres que formamos la nación.

-CANTO-

MONITOR:

ORACION FINAL:

Señor, te damos gracias por nuestra juventud, el más grande de los regalos. Tu palabra sigue viva
en muchos hombres y mujeres, entre pueblos oprimidos y hombres sin esperanza.

Señor, queremos jóvenes que se comprometan a fondo con el hombre, hasta arriesgar su vida y su
dinero; que amen con algo más que con palabras, al hombre solo, triste y abatido.

Señor, haznos jóvenes de tu Reino ante los descreídos poderosos y arrogantes; jóvenes de la
civilización del amor, en las calles de nuestros pueblos, en la tiendas, en las fábricas, sobre el
asfalto de nuestras ciudades, en las playas y los montes. Jóvenes que lleven la justicia y paz a
todos; en fin, Señor, que llevemos el amor más que con palabras, con obras.

(Amen)

(Canto final y bendición con el Santísimo)

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