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MON DE LOS KUROPHOS EN EL MUNDO thao ey SanMen 2 4 Ryiye te’ x joss at\/ HONGKONG es Pe & MAO (Pt) le fers a a ‘ osesionss a 50.0980) ESFERAS DE PODER EN CHIE (1900) {© BIIPINAS (EE UU.) fo China 1 Pert Aur (rendade Rs) 2 Wet-hatwei(orendado a Bri) después, en un puro ejercicio de fuerza militar. Alli toparon con otros explorado- | prone ¢ércitos -roménticos en unas ocasiones y en otras, sin duda, no-, sien- ici i i én que, de sus actores participes activos en los procesos de modernizacion q on efimera fortuna, acometian algunos gobernantes orientales. Le particién de Arica Hag, 2 1880 61 chos siglos en eas hal 1 ©xpansién europea ya Ilevaba muchos sig! bia tocado Africa, Habja elegido América en primer lugar, marcha, pero como bien es ANSION DE LOS EUROPEOS EN EL MUNDO sp xpans ae do Asi en segundo Ig, specimen desde lpn g ta abstante, deste 1652 enstiapoblacom europea 1a colonia Jo obsta i" i ie : No g30 en Argelia. A partir de ai, las relaciones empezarian gn, ot cab0Y Heer principio a través de una penetraciGn infor vp nes, en Feo cin informal y, después, con la ocupacisn administrativa y politica, Ello se diode lens enla oi tenc oO Y, tan s6lo en dos decenios, el continente afticano (treinta wil fios BY. By pe Jos a metros cuadrados aproximadamente, unas diez veces la exer, yo de kilometr y thd eri taba précticamente repartido. Con todo, ‘como bien dice Henri Wes ‘i li) “lo més chocante de la particién de Africa quiza no sea lo que se in we ligereza con que se hizo”. , sin tracion en el norte de Africa fue por lo tanto Francia, que en era de lt Pea vision exterior del pafs con la ocupacién de Argelia, . 6 la maltrecha a 1s est ello un pretexto trivial (Augeron, 1978; Baumgart, 1974). Tocquevi- ee coer que, deade-eas shometito: toa branches cates disponible una telegit adinoUndonesa, es decir, una piedra angules prea sea construir un petra imperio. Durante cuarentaafos,lentamente, Francia hara de ea apa alo Gandlal sing qua ea ls vain incluso una frontera il Saharservuntaren ignoto cuyos mites nadie era capaz de Ia i aietosa poblaci6n colgaial ascritda ef Argeliavinoalograr,en 188, J gsberan dela colonia Riese considers do ccna “pron cel gobiemo de a suscribir, como opinaron muchos en la época, que ¢ oa to eco ei Attcd eavtonars precisamente entonces, en la fecha sim nialismo europeo imi wrado francés en Tiinez. Nutrido de de 1881, con el establecimiento del protectos eae también codi. Eloisd lance’ y taaha’ sacl espacio del norte de Aftica que ambien cdi ba Tali ese Tunez francés marca el arranque de la nueva ‘ers ce cat dguieodo pantas de lo acordado en eh Conrreso de Berlin (187 "La pra ext aude” habia dicho Bismarck al embajador francts in ndos My ‘ 4 i irt . recomendaba que no la dejara ‘mucho tiempo en ¢ 1 los ingles SudS patos Siguié después (1882) la ocupaci6n de Egipto por lo ac dando pesos roceso dual, que al principio parecié inacabable, un Ulin las injerencias rencay de dec jue sdlo se veria perturbado por tencia y de simetria en el reparto, q\ én en Berlin, pero ya en 1885), y que testes (njerencis legitimadss también ctimiento de Marruecos. Una parte habria de culminar en 1912 con el tardio some Imente, en el reparto del inpe~ ‘importante del reparto de Africa consistié pues, realmente, de ln arpa em lo otomano, pero en él no radica propiamente el armani ortunided colonial Aico Para los fanceses, antes de Taner hab Ueged oppemnied ioe a i i i6n militar, le S | comienzo de una intervencién mili a), “s nepal que fe ee “Alto Niger” (el Sudéin occident : eae Geared entonces se deno: 7 opie, ends imaportady O edierr {get wate a su lugar en la politica eur reconémicas, situaban en al Mader ica. Cuestiones de estrategia, rn ae podlerio francés después de la are $l ce de una posible recuperacién del Pedersen de hegemonta consinensh Sedin, Alemania, vencedora Aemante en ¢ ca ert fs decrpans ein estar presente también, no ° Francia, incapaz de eal impuls6, aun més Yello fue un scien i afin de poderio mun que ocupé Waterloo. — en IW EE ro Francés Ha FEES tai soi a ine) (esac, FE teamed por shin de ocor ~~ fag ie 7 Direcién del ovace misonero SO Pines aes yes cricans 1 2 3 4 5 6 aa MNifal ‘Durk Ashanti 7 Ankole Dahomey 8 Ronda Estados Yoruba 9 Burundi Uadal 10 Koragwe Dorfur 11 Mirambo a “ Ss uv u UUTEEE LA EXPANSION DE LOS EUROPEOS EN EL MUNDO. 355 Ik - Fernando Po (Esp)? pmere"™ (esta de O10 #5 Sto, Tomé (Port) ® [189 Guinea Espatol i i Lomsibar (Brit) {s.Comores FREE rorupis Biténica J Britanieo Africa LTTITD Frances Suddriental LY bee AY ptt WHA, von, 356 1.A CONFORMACION DEL MUNDO CONTEMPORANEQ, que los negocios, Ia ocupacién de ‘Tinez, primero como prote ctorado baj tarde (en 1883) como una colon 0 Jules 2 plena, sin ningsin grade ge Ferry, y dos afios m autonom{a particular Egipto cay6 en lis redes del colonialismo después de haber vivido un tiempo lin de recuperacidn (It 1-1849) con Mohamed Alf, reorganizador de la vid polite” militar egipcia, francamente deshecha tras Napoledn. Mosteé también, bajo influg cia de los saintsimonianos, la capacidad de modernizacién del aparato productiny egipcio: algodén para la exportacidn, algo de siderurgia y arsenales, Plantarle cara al Imperio otomano llevaba sin embargo aparejado un riesgo inmediato: implicarse de leno en la politica de las grandes potencias frente a aquél. Fise fue el precio que Aly pagé, sin duda, por dejar iniciada una visible revitalizacién del pals que prosiguieron sus sucesores, los jedives egipcios que habrian de vivir endeudados, permanentemen. te, con los banqueros europeos. Uno de los pilares de la riqueza nueva, el algodén (un 75 por ciento de la exportacién en los afios 60), venfa igualmente a involucrar aquella economfa asidtica en la red de intercambios internacional. Alejandrfa, El Cairo, eran en buena parte ciudades europeas en cuanto a infra- estructura, con una poblacién multirracial. Los europeos controlaron los présta- mos y, con Ferdinand de Lesseps y el jedive Ismail, se aplicaron con fuerza y entu- siasmo a la construccién del canal, que permitirfa acortar las distancias entre El Cairo y El Cabo. Gran Bretafia, de nuevo, era el pais mas beneficiado con la aper- tura del istmo de Suez, una vez que su paso hacia Sudsfrica se acortaba de modo sustantivo. Francia, no obstante, era la promotora de la operacién, y allf estuvo presente durante todo el tiempo, compartiendo con Gran Bretafia beneficios y, en el plano politico, aceptando llevar junto con ésta las riendas y el control, especial- mente una vez que el tesoro hizo ruidosa quiebra, en abril de 1876. Compartir el poder en Egipto con otra gran potencia fue, como solfa ser, una decision de Gran Bretafia. Lord Salisbury se mostré transparente, una vez més: “Podfamos renunciar, monopolizar o compartir. Renunciar hubiera sido como colocar a los franceses en nuestra ruta a la India. Monopolizar seria acercarnos peligrosamente a una guerra. Asf que decidimos compartir”. Pero, en 1882, ante el avance de un inicio de nacionalismo inspirado en la revitalizacién del islam (sep- tiembre de 1881), Gran Bretafia decidié adelantarse. Y aprovechando tanto las dificultades interiores francesas como las propias que atravesaba el gobierno egip- cio, atacé por tierra y por mar hasta hacerse fuerte. ‘Tras la ocupacién militar de Egipto, vendrfa el hecho de implicarse en Sudén, donde el jedive estaba tropezando con la oposicidn del movimiento mesiénico que encarnaban los derviches. Aunque siempre alegé que se instalaba en Egipto contra de su Propia voluntad, tan s6lo para garantizar el orden y la seguridad, lo fest ae Gran Bretafia siguié domindndolo, incluso sin regulacién juridica: ote de 1914 Egipto no iba a convertirse en su protectorado. pene : dol hora del repasea jet o& déeadas los recelos de Francia, en 1904 habia lege cia a implicar a ce nae de influencia, con la Entente Cordiale. La eer ‘ : central se habiafneche ees Ait It diplomacia de los europeas con se cillerfas venta a re resistible, entre tanto, y cualquier movimiento de Percutir de manera inmediata en el continente negro. LA EXPANSION DE LOS EUROPEOS EN EL MUNDO 7 5 ___o flegarfa a ser para los belgas una especie de El Dorado més, i Bl cong “claves el paganismo y el canibalismo que practicaban aed 7. de ser el objetivo humanitario que justificase, de cara al mundo, la participa- Hmjeun pequeno pajs en el reparto apresurado de aquel pastel. Hasta entonces, el . LA CONFORMACI (ON DEL MUNDO CONTEMPORANEG 362 _ sola del despertar del imperialismo yanqui. Las campaiias de prensa, Ja ia pane Je la opinién para hacer frente, sin correr ningiin riesgo para |p di Mp. ition i implicaba importantes consecuencias (la pérdida de Cub, Nastia, de ial tanto que se ignoraba la amenaza flotante sobre el ste dee no espaiiol), son un ejemplo claro de como se comportan los Estados en flee de inmensa exaltacién del nacionalismo y, con al, de una €xpansi6n territorial coy frecuencia teftida por la xenofobia. Como escribe Juan José | Carreras Ares (1998), “Los piiblicos percibieron los enfrentamientos con categorias del darwinismo 5. cial, lo que aumenté la irracionalidad de las reacciones, pues ya no se tratarig de una cuestién de mera dignidad nacional, sino de una «lucha por la existenciay entre naciones, en la que la mas pequefia cesién podria significar un paso hacia ky irremediable decadencia”. Y sdlo los mas desafortunados, los mas abatidos pork desdicha, podian aceptar sin rebeldia entrar humillados en el moderno club de las “naciones moribundas”. El discurso de lord Salisbury en el Guildhall de Londres, preparado para la muy expansionista Primrose League (4 de mayo de 1898), causa- ria verdadera sensacién (Jover, 1979). Ser un world-power (0, en términos propios del socialdarwinismo, una living- nation) dependeria, en parte, del tamaiio del territorio incorporado y, en cualquier caso, haria imprescindible la expansién colonial. Ni Francia ni Alemania siquiera, ante muchos de los observadores, llegaban a alcanzar el primer rango de aquella jerarquia; las potencias llamadas a tener un futuro serian, en consecuencia, Gran Bretafia, Estados Unidos y una Rusia rampante en el continente asidtico. Para le tinea estrecho nacerd en Alemania, patrocinado el término por Gui 70 Hl, nada menos que la Weltpolitik, toda una novedad. pe sed pane noes domino mundial de los anglosajones, cant del siglo sino un maeven a no a fa venido sucediendo hasta la fechaa . todos ellos bien fuertes i cafes sado en la coexistencia de distintos ae inmediata: “El equilib rio as od y Popularidad de esta transformacion awe novela Le maitre de la mer “sel le ayer”, escribe E.M. De Vogiié en see tmismas leyes que lo reoiam, lama hoy equilibrio mundial, y queda someti . mientos que sean a cuantos no quieren mermar emprender: engt le las los de sus rivales”. Muchos afios después, fa Guerra Fria, reducida a dos bandos, y"™ gian: impone Correlativos a nSO1 ‘STTVINOTOD SOREIaWI bi6t Na 4

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