El ADHD: Un malestar de la época
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Autora: Alejandra Eidelberg
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El diagnéstico médico de “Trastorno por déficit atencional con o sin hiperactividad” (TDA/H),
conocido mas frecuentemente por sus siglas en inglés ADD/ADHD (Attention deficit disorder 0
Attention deficit hyperactivity disorder), es aplicado a la infancia de forma cada vez mas masiva e
indiscriminada. Asimismo, es llamativo el interés que despierta en muchos ambitos: la industriafarmacéutica invierte en el desarrollo de nuevas drogas, se escriben libros y articulos destinados a
que padres y maestros puedan detectar el problema, se crean fundaciones, instituciones y grupos
de autoayuda.
Frente a esta proliferacién, se impone la necesidad de divulgar algunos conceptos del psicoandlisis
que, tanto en el campo hoy llamado de la salud mental como en el de la educacién, pueden echar
alguna luz sobre los motivos de la aparente “epidemia” de este sindrome en la infancia de la
posmodernidad.
El enfoque psicoanalitico sobre la actualidad que se despliega en este médulo puede ser una
herramienta para acceder a la verdad singular del sintoma que la “etiqueta” nosografica ADHD
oculta en un nifio distractil e inquieto; y esa verdad singular sin duda esta ligada al sintoma de una
época marcada por la vertiginosidad, el declive de los semblantes de autoridad, el avance
tecnolégico-cientifico, la oferta indiscriminada de objetos de consumo, el mandato de goce junto
con el control de sus “desbordes”, el borramiento del lazo amoroso con el otro y el desprecio por el
sufrimiento.
Desde este enfoque se aspira también a ofrecer una visién alternativa al auge biologista actual, con
su tendencia compulsiva a servirse de la medicacién como recurso Unico y cuasi magico. Lo que
orienta los desarrollos de este médulo es la misma pregunta que Freud le hizo a Dora, su histérica
paradigmatica: “dime cual es tu responsabilidad en el desorden del que te quejas’. Se trata de
preguntar eso mismo a esta época y a sus instituciones, en las que los nifios crecen
Por eso el titulo que lleva este médulo pretende jugar con un doble sentido: hablar del ADHD como
un malestar “de” la época no sélo porque aparece y se extiende en ella, siendo su efecto, sino
también porque molesta a esta misma época que lo engendra y lo multiplica. Es su sintoma, la
perturba, Entonces hay que ver de qué es signo el rétulo “ADHD”, descifrémoslo para que nos
ilumine sobre algunos rasgos de la época en que vivimos.
La actualidad pos/hipermoderna
Tanto Sigmund Freud como Jacques Lacan, dos hitos fundamentales del psicoandlisis -el primero
por ser nada menos que su inventor y el segundo su pilar renovador- siempre refirieron su practica
a las épocas en las que les tocé vivir.
Es asi, por ejemplo, como Freud plantea sus reflexiones sobre el malestar en la cultura, en un
texto que lleva este mismo nombre y del cual puede seleccionarse el siguiente parrafo:
ray
“Lo que se consigue mediante las sustancias embriagadoras en la lucha por la felicidad
y por el alejamiento de la miseria es apreciado como un bien tan grande que individuos
y aun pueblos enteros les han asignado una posicién fija en su economia libidinal. No
‘s6lo se les debe la ganancia inmediata de placer, sino una cuota de independencia,
ardientemente anhelada, respecto de! mundo exterior. Bien se sabe que con ayuda de
los ‘quitapenas' es posible sustraerse en cualquier momento de la presién de la
realidad y refugiarse en un mundo propio, que ofrece mejores condiciones de
sensacién. Es notorio que esa propiedad de los medios embriagadores determina
justamente su caracter peligroso y dafiino. En ciertas circunstancias, son culpables de
/a inuti! dilapidacién de grandes montos de energia que podrian haberse aplicado a
mejorar la suerte de los seres humanos.”
se
Por su lado, Lacan afirma que no se orientard bien en su practica el analista que desconozca lasubjetividad de su época:
ray
aa
“Mejor pues que renuncie quien no pueda unir a su horizonte la subjetividad de su
época. Pues zcémo podria hacer de su ser el eje de tantas vidas aquel que no
supiese nada de la dialéctica que lo lanza con esas vidas en un movimiento simbélico?
Que conozea bien la espiral a la que su época lo arrastra en la obra continuada de
Babel, y que sepa su funcién de intérprete en la discordia de los lenguajes. (...)
Permitasenos reir si se imputa a estas afirmaciones el desviar el sentido de la obra
de Freud de las bases biolégicas que hubiera deseado para ella hacia las referencias
culturales que la recorren. No queremos predicaros aqui la doctrina ni del factor b,
con el cual se designaria a las unas, ni del factor c en el cual se reconoceria a las
otras. Hemos querido unicamente recordaros el a, b, c, desconocido de la estructura
del lenguaje, y haceros deletrear de nuevo el b-a, ba, olvidado, de la palabra.”
a6
Nuestra época ... La cuestién entonces es cémo pensarla y cémo pensar a su sujeto, el sujeto
contemporéneo, que ya no pertenece a la sociedad victoriana represiva, ni tampoco al modernismo
liberal e industrial que le siguid.
El de nuestra época es el sujeto posmoderno o, siguiendo al ensayista francés Gilles Lipovetsky,
el sujeto de la hipermodernidad. Es interesante contrastar nuestra época con la anterior, la
moderna. La modernidad se caracteriz6 por desarrollar una incesante racionalizacién, fruto de la
llustracién, fruto de la creencia en una verdad absoluta y en la superacién de la ignorancia por
medio del progreso de la ciencia (positivismo). Fue la época en que también se creia lo que el
capitalismo prometia: la felicidad mediante el incremento de la produccién.
Es asi que la economia capitalista, la burocracia moderna y el progreso cientifico-técnico se aliaron
para desembocar en lo que Max Weber llamé la racionalizacién burocratica y cientificista de la vida
y Antonio Negri la dominacién biopolitica.
se
El individuo de la modernidad creia en absolutos como “La” nacién y “La” historia. La
postmodernidad, en cambio, es el auge de la relatividad de los valores, de las ideas de dispersion
del mundo, de la caida de las verdades dogmaticas y del menosprecio por los grandes relatos
épicos,
G. Lipovetsky, autor de Los tiempos hipermodernos, sostiene sin embargo que no asistimos hoy al
fin de la modernidad, a lo post-moderno, sino que, por el contrario, estamos en la era de una
modernidad a su maxima potencia, en una era “hiper” moderna: hipercapitalista, de hiperpotencias,
con hiperterrorismo, hiperindividualismos, hipermercados, hipertextos, etc. Bien puede agregarse
“hiperactiva”, una era de sujetos hiperactivos, una era ADHD.
Para este autor el término postmodernidad servia para describir una época mas bien breve, de
relativa tranquilidad, en la que lo que importaba era solamente el hedonismo del presente. La
hipermodernidad, en cambio, es la sociedad de la publicidad que busca el placer inmediato. Pero, al
mismo tiempo, no lo puede disfrutar porque padece una gran ansiedad por el futuro, fruto de las
crisis econémicas y del desempleo, y porque también sufre un creciente temor en temas de salud,
virus y epidemias. Es la ideologia de la prevencién, no la del disfrute, que se preocupa por un
futuro profesional incierto y por la educacién de los nifios en un contexto conflictivo.
La hipermodernidad elevé a su maxima potencia los tres factores que hacen a la modernidad: el
individualismo, convertido en un individualismo que exalta el hedonismo; el mercado, que extremé
sus leyes en la globalizacién; y la tecnologia cientifica, que llegé a limites impensados, como laclonacién.
Hay varias formas posibles de nombrar y caracterizar a esta época actual en que los avances
cientifico-tecnolégicos obligan a la creacién de “comités de ética’, en que el mercado de consumo y
sus leyes son las que igen, un mercado con un amo que es anénimo y, por eso mismo, empuja al
sujeto a una ilusoria libertad con la contracara de su alienacién.
dea clave 1
Muchos de los sintomas Ilamados actuales o nuevos
(coherentemente con la compulsiva tendencia al “ultimo
modelo”), entre ellos el ADHD, ilustran la trampa en la
que puede caer un sujeto por esta doble cara de la
hipermodernidad: la ausencia de un amo encarnado
habilita un tipo de desinhibicion que termina
aplastando la dimension subjetiva y que, a su vez, debe
ser luego controlada socialmente con recursos que
reducen al sujeto a la condicién de objeto.
\Veamos algunos rasgos generales que podemos aislar de esta época. Si bien luego seran
rescatados desde otro dngulo en el apartado “La infancia y la posmodernidad’” y con una referencia
mas directa a la infancia, se invita ahora a leerlos en sus entrelazamientos mutuos y teniendo como
referente al nifio de atencién dispersa, inquieto, hiperactivo e impulsivo, llamado 0, mas bien,
rotulado ADHD, que es un digno representante de la actualidad.
El empuje a la libertad
En la sociedad hiper o posmoderna parece diluirse la neurosis, como si fuera un rasgo ya antiguo,
propio de la sociedad victoriana. Y por eso también algunos piensan que el psicoandlisis fue nada
mas que un emergente en el periodo de cambio entre la etapa victoriana y la modernidad, como
crisis de una sociedad represiva y moralista. Hoy esta vigente la idea de que el sujeto puede lograr
todo lo que desea, que ya no hay represién ni castracién. Todo puede ser elegido y contratado:
hasta el propio sexo y las formas del cuerpo.
“Impossible is nothing” dice una frase empleada en la publicidad grafica de una marca deportiva. En
efecto, si antes la sociedad victoriana y sus ideales llevaban la marca de la represién, hoy el
posmodernismo empuja a la libertad -sostiene el psicoanalista argentino Javier Aramburu-, a la
libertad de consumir lo que se quiera, de decir lo que se quiera, de mostrar lo que se quiera
se
El psicoanalista francés Jacques-Alain Miller, aporta por su lado:
reo
SA
“En efecto, la moral civilizada, en el sentido de Freud, daba una brijula. Daba un punto
de apoyo (...) sin duda porque inhibia. Podriamos de todos modos, preguntarnos :
por qué esta moral civiizada, en su bella época, al final, digamos, de la segunda
mitad del siglo XIX, en la época victoriana (...) fue tan cruel ? Puede ser que esta
crueldad moral respondia ya a una grieta, a una falla que ya iba profundizandose en la
civilizacién. Podria ocurrir que esa moral civilizada, cuando estuvo en vigencia, en los
corazones, es posible, que haya sido ya una formacién reactiva (...) Y por lo tanto (...)
quiza estamos sin brijula desde que tenemos brijulas”,a6
Esta sociedad del “impossible is nothing” es la que funciona como caldo de cultivo del nifio “que no
presta atencién ni obedece érdenes’, una sociedad sostenida en férreos argumentos delirantes
sobre la libertad.
Idea clave 2
Esos argumentos venden no solo que nada es
sino que lo imposible es algo a descartar como
desecho. Y esos argumentos son consumidos en forma
masiva por los no incautos de lo real. Pero son
argumentos con los que no conviene embrollarse a la
hora de recibir en la consulta a un nifio que ya
rotulado como ADHD; conviene que el psicoanal
ponga a pensar de qué es indice su aparente
desinhil in: de qué desorientacion, de qué
desamparo, de qué angustia.
posible
La sociedad del miedo
Es interesante otra faceta de la contemporaneidad que parece compensar el empuje compulsivo a
la libertad. Dice J.-A. Miller:
reo
Sa
“Entramos en la época de la vigilancia. No es seguro que se trate de ‘vigilar y castigar’,
pero es una sociedad cuya consigna es ‘vigilar y prevenir’. Estamos en la época de la
prevencién sanitaria y también guerrera. Hacer la guerra a un pais antes de que éste
nos la haga es algo similar a diagnosticar la enfermedad mental antes de que se
manifieste. Se trata de lo que el socidlogo aleman Ulrich Beck lama la sociedad del
riesgo y que no es otra cosa que la sociedad del miedo’.
se
Quizds es por esto que se busca detectar nifios rotulados ADHD desde la mas temprana infancia.
El tiempo “fast”
El tiempo “fast”
Transcurre hoy el tiempo del “fast food”, que no sélo atafie a los alimentos propiamente dichos,
sino a todo lo que puede alimentar al sujeto humano en un sentido mas amplio. Es el tiempo de lo
actual, de lo instantaneo, de lo inmediato, de la urgencia que empuja al acto sin mucha oportunidad
de tomarse un intervalo para pensar, para comprender, para abrir una brecha entre la demanda
imperativa del Otro social que hay que obedecer y el deseo como falta motorizante que lleva altiempo de busquedas y rodeos para poder concluir si uno quiere lo que cree desear.
dea clave 3
Es el tiempo “fast” en el que vemos inmersos a los
nifios rotulados ADHD, pero también a sus padres,
apenas empezamos a escuchar cémo transcurren sus
vidas: agotados por el stress -otro de los sintomas
actuales- y diagnosticados ellos también con el sello
ADHD.
La extensién de este diagnéstico a la adultez se perfila como la tendencia actual que permite
reforzar la hipétesis genética y, por consiguiente, el pronéstico de “incurable”, en los adultos
mismos y en su descendencia, obviamente.
La caida de los semblantes
Desde el psicoanalisis, podemos definir una época como un modo de gozar o de vivir la pulsién.
Hoy prevalece una modalidad en que el sujeto posmoderno vive la pulsién: de manera autista, de
manera cinica, sin otro, sin lazo con el otro
Es la época de los no incautos, los que no creen, los que ya no se dejan engafiar por las ficciones
ideales y los semblantes del Otro social. Estos han caido o han demostrado su falta de
operatividad para tratar de enlazar y regular el goce.
Sin ficciones o semblantes ideales que regulen el goce, los sujetos van con cierto efecto de
estrago: desorientados algunos, muy asustados varios, replegados otros.
idea clave 4
Se trata del estrago que produce el discurso capitalista
de la posmodernidad sobre el sujeto cuando ya no esta
representado por ningtin significante. Esto lo vuelve un
sujeto sin localizaciones, sin puntos de identificacion
con los ideales para orientarse, sin escrupulos a veces,
un deambulador nomade incesante que bien remite a
pensar en el nifio rotulado ADHD.
Es interesante citar al respecto el pensamiento del politélogo y actual ministro de Cultura de la
Argentina José Nun, quien -en un debate organizado en la Biblioteca Nacional- expresaba:
rgd
“no vivimos ya en una época en que desde el progresismo se pueda intentar trazar
grandes estrategias desde un lugar de autoridad. No se pueden trazar esas grandes
estrategias no solamente porque no hay agente de la historia, no solamente porque no
sabemos qué causa qué, sino porque vivimos en una realidad compleja, cambiante y
lena de determinaciones impredecibles”.
seLa oferta multiplicada de objetos
El discurso actual, la sociedad actual parece rechazar la castracién -lo que equivale a rechazar la
dimensién del deseo inconsciente y del amor como encuentro con el Otro- para darle prevalencia a
lo que la desmiente: objetos cambiantes como modos de anclaje para un goce que, sin referentes
simbélicos identificatorios, ha quedado a la deriva.
Todo se convierte -también rpidamente- en resto a eliminar, en tanto los objetos de consumo
caducan rapidamente. Pero esto se compensa también rapidamente, mediante la presencia
constante y continua de nuevos objetos que proliferan. Con la produccién industrial, con lo que se
llamé revoiucién industrial, los artificios del plus de gozar, los gadgets técnolégicos -que Lacan
llamé “objetos a"- se multiplicaron. Esto sefiala “el ascenso al cénit social del objeto” , ascenso
hacia el sin medida, siguiendo un ciclo que -como bien sefiala Miller- no es el ciclo natural de las
estaciones, sino un ciclo de renovacién acelerada, de innovacién frenética. Este objeto se impone
al sujeto desorientado, lo invita a atravesar las inhibiciones y, de alguna manera, se convierte en su
nueva brijula. El plus de gozar comanda.
se
Be idea clave 5
Paraddjicamente, esta oferta multiple de objetos
sustituye lo mas singular del goce de cada cual 0 lo
transforma en una cuesti6n meramente cuantitativa. Ya
no se trata de como goza cada uno sino de cuanto goza
en relacion a la presencia o no de esos objetos,
gadgets, objetos tecnolégicos diversos.
No hace falta mas que observar a algunos nifios llamados ADHD en su metonimia incesante de
eleccién de objetos para comprender de qué se trata este rasgo de la época.
El narcisismo reforzado
Se desprende de lo dicho antes que el sujeto parece encontrar su identidad reflejéndose en los
objetos que consume o tiene. Su yo ideal se sostiene en esto, ya no en el Ideal del yo, por lo cual
el reforzamiento del narcisismo no es mas que un indice de su precariedad y fragilidad.
idea clave 6
El refuerzo imaginario narcisista de su yo le hace creer
al sujeto que puede y debe ser el duefio y controlador
de los cambios vertiginosos que lo rodean y de los que
participa.
Es lo que se cree lograr, quizas, en la busqueda desenfrenada a veces de un cuerpo también
reforzado, sin fisuras, sin arrugas, sin marcas, a-temporal. Todas las técnicas reparadoras actuales
del cuerpo estan al servicio de esto, como las cirugias estéticas especialmente, que ya no
pertenecen al interés exclusivo del mundo de las mujeres.
Quizas lo que el nifio llamado ADHD denuncia es que no siempre es facil este control una vez que
la voragine del cambio se desencadend. Sin embargo, el control se intenta también ejercer sobrelos cuerpos desbocados de estos nifios, desde los mas variados métodos:
directivas, etc.
uestionarios, terapias
La sociedad del espectaculo
Asi también ha sido caracterizada la sociedad de nuestro tiempo por varios pensadores actuales:
una sociedad donde la mirada es el objeto prevalente y donde la preminencia es de lo imaginario.
Lo particular de este tipo de sociedad es que mediante el espectaculo mismo se instrumenta el
recurso terapéutico, como bien sefialaba el psicoanalista argentino Javier Aramburu. Es al
espectaculo donde el sujeto puede ir a quejarse, a protestar, a expresar su malestar. El malestar
mismo es puesto en pantalla como un objeto-mercancia mas a ser consumido. Las pantallas
virtuales lo hacen hablar, simulan escucharlo 0 alojarlo, lo convierten en un reality show, en un “dar
aver".
se
dea clave 7
EI malestar adquiere asi la via expresiva del acting, lo
cual es muy coherente con la conducta del nifio
rotulado ADHD, a veces tan pendiente de la mirada del
Otro, solicitando compulsivamente su atencién a través
de acciones francamente riesgosas.
El panoptico regulador
La televisién misma parece haberse convertido en el lugar del Ideal caido, desde alli somos mirados
como desde un panéptico, pero también seducidos y adormecidos por ella, pues atin la violencia
que muestra es pasivizante, en tanto no le permite al sujeto una solidaridad activa; lo reduce mas
bien a una “compasién autista”, a "un goce pasivo del horror’.
se
Es interesante reparar en el cardcter compensatorio de este mecanismo de regulacién que
instrumenta la sociedad a través de la TV y/u otros medios virtuales: por un lado empuja al goce no
regulado del consumo y, por otro lado, desarrolla intentos de regularlo homeostaticamente a través
-entre otros recursos- de la imagen misma.
ee Idea clave 8
EI nifio llamado ADHD también nos orienta aqui: los
mismos medios virtuales que lo hiperestimulan y lo
tornan “desatento”, son capaces -paraddjicamente- de
capturar su atencion hasta el extremo del
anonadamiento en algunas ocasiones.El empuje a la felicidad
Ahora la felicidad ha dejado de ser un ideal a alcanzar para convertirse en un imperativo, en un
mandato superyoico. Ser feliz se ha vuelto un deber, una obligacién. Dice la psicoanalista espafiola
Marta Serra que se debe ser feliz en el aqui y ahora, pues la felicidad, mas que un derecho
adquirido, se ha tornado un deber en todo momento. Ante la pregunta soy feliz?, no debe haber
vacilacién alguna, la autorrespuesta debe ser siempre “si”. Este imperativo posmodero de felicidad
redobla el rechazo del sufrimiento, pues todo lo que puede producir malestar “debe ser extirpado,
suprimido, remodelado o anulado’, sin que se interponga ningun proceso de subjetivizacién: si
muere alguien querido, se procurara desterrar cualquier trémite de! duelo con los psicofarmacos
adecuados: antidepresivos 0 ansioliticos; si algun pedazo del cuerpo no agrada, su duefio puede
decidir quitarlo o transformarlo sin mds tramite; si la satisfaccién sexual con el partenaire no lleva
siempre al climax, la relacién de pareja es puesta en cuestion y debe terminar.
Marta Serra evoca, en contraste con las tendencias actuales, el cardcter instantaneo que Freud
atribuia a la felicidad, y sefiala que este rasgo episédico se ha transformado mas bien en un
caracter adictivo permanente. Citemos a Freud en este punto:
se
ray
“se diria que el propésito de que el hombre sea ‘dichoso' no esta contenido en el plan
de la ‘Creacién’. Lo que en sentido estricto se llama felicidad’ corresponde a la
satisfaccién mas bien repentina de necesidades retenidas, con alto grado de éxtasis, y
por su propia naturaleza sdlo es posible como un fenémeno episédico. Si una situacién
anhelada por el principio de placer perdura, en ninguin caso se obtiene mas que un
sentimiento de ligero bienestar; estamos organizados de tal modo que sélo podemos
gozar con intensidad el contraste, y muy poco el estado. Ya nuestra constitucién,
pues, limita nuestras posibilidades de dicha”.
xs
Volvamos para concluir este punto al texto de Marta Serra: ‘La felicidad es una adiccién: cuando no
se siente, se exige a cualquier precio. Cuando se tiene ..., se quiere mas”.
£Podria pensarse que el nifio rotulado ADHD insiste en demostrar o hasta denunciar ruidosamente
que la felicidad burguesa de la familia tipo es una ilusién? 2.0 seria atin mas interesante pensar que
un nifio rotulado ADHD es un obstaculo a la felicidad de la familia tipo, que es un sufrimiento al que
hay que segregar y erradicar, como hoy se erradica y segrega a todo aquel que no entra
adaptadamente en el sistema?
e
El ADHD: uno de los “nuevos” sintomas de la actualidad
Los nuevos sintomas de la actualidad
éHay alguna relacién entre esta época y lo que hoy se llaman los “sintomas actuales” o “nuevos
sintomas”? Desde el psicoandlisis de orientacién lacaniana puede pensarse que si y es lo que se ha
intentado demostrar en el apartado anterior.Ahora bien, 4a qué se suele llamar “nuevos” sintomas o sintomas de la actualidad? 4 Cuales son?
La lista es larga y no pretendemos aqui agotarla: el ADD 0 ADHD (que nos ocupa en este médulo),
la violencia social, las toxicomanias y adicciones, la anorexia y la bulimia, la depresién, la fatiga
crénica o estrés, el ataque de panico, las transformaciones y/o automutilaciones del cuerpo, la
tendencia compulsiva a las cirugias estéticas, la sexualidad virtual perversa, etc.
e
Los nuevos sintomas de la actualidad: sus denominadores
comunes “novedosos”
Los nuevos sintomas de la actualidad: sus denominadores comunes “novedosos
Podriamos decir que lo que los distintos sintomas actuales tienen en comin indican al mismo
tiempo lo que tienen de “novedoso” con respecto a los viejos sintomas freudianos.
{Qué es lo novedoso y comin que valdria la pena distinguir en ellos? :Cudl es su rasgo de
“novedad"? La pregunta es valida porque, a decir verdad, varios de ellos sdlo tienen de nuevo su
nombre: es el caso del ADHD justamente, antes conocido como DCM (disfuncién cerebral minima).
Otros parecen ser nuevos, y de hecho lo son, pero sélo en su forma, en su fenomenologia, en su
envoltura formal, como diria Lacan; hay de hecho nuevas adicciones -a las computadoras por
ejemplo-, en la medida que la época produce nuevos objetos adictivos, pero las adicciones
existieron desde siempre.
Entonces, ,cual es la novedad?, {en qué consiste lo nuevo de los malestares de esta época? ~No
estaremos también inmersos en la compulsiva tendencia a dar mucho valor a lo “novedoso” desde
una légica de mercado basada en el “ultimo modelo” en materia de sintomas? No. Efectivamente
puede sostenerse que hay algo nuevo.
Dice el psicoanalista argentino Mauricio Tarrab que podria ser un error muy contemporaneo hacer
de los “nuevos sintomas” una categoria homogénea, que seria una debilidad conceptual, ya que las
diferencias y las particularidades son evidentes. Sin embargo, el mismo autor plantea a
continuacién un posible conjunto bajo algunos rasgos, cuando dice que la toxicomania, la bulimia, la
anorexia, los ataques de panico, y todo lo que es puesto actualmente en una misma bolsa, esta
‘emparentado con lo que Lacan llamaba la “operacién salvaje del sintoma’, yendo a contramano
de la vertiente simbdlica del sintoma como mensaje.
El sintoma en estado salvaje es el que no pide nada, pues es “fijacién de goce”. La opacidad que
lo caracteriza es la opacidad del goce respecto al sentido, y es con lo que un analista se topa como
limite a su practica. Esta opacidad de la libido se escapa “por fuera de los toneles del Padre’, de
una manera totalmente diferente a la de los sintomas neuréticos clasicos descriptos por Freud.
Tarrab se plantea si seré posible “empalmar al Otro ese goce autistico de la repeticion, alli donde
el Otro esta justamente en cuestién”. Es asi como concluye:
ryt
aa
“Creo, a pesar de todo, que en esa disparidad, en esa heterogeneidad que constituyen
los ‘nuevos sintomas’, se puede verificar una serie: al lado del ascenso de la angustia
y de la caida de la culpabilidad , proliferan las variadas formas modernas de la mania
y de las urgencias del ‘no pienso’, junto a la cada vez mas popularizada inercia de la
depresién y la fatal increencia en el sintoma. En esa disparidad se ve un hilo en
comin, el rechazo del inconsciente y el esfuerzo por eludir la mal-diccién del sexo”a6
dea clave 9
Estos sintomas estan al servicio de evitar -de distintas
maneras- lo inevitablemente imperfecto del saber y del
goce humanos.
Nos hemos servido de este texto de Tarrab para destacar algunos de los denominadores comunes
novedosos de los sintomas actuales. Introduciremos uno mas: su cardcter “epidémico”. Lo
escribimos entre comillas porque no se trata de entender a estos nuevos sintomas como
‘enfermedades contagiosas. Esto no seria posible, en el caso del ADHD, ni siquiera desde la
concepcién neurobiolégica que sostiene la medicina sobre este trastorno.
Conviene mas bien entender el caracter extensivo de estos malestares por la funcién que cumplen
en el tipo de lazo social que el sujeto contemporaneo puede hoy sostener con el Otro.
Parece que son cada vez mas los sujetos de la contemporaneidad que -a falta de identificaciones
sostenidas por el Ideal- encuentran la solucién a este vacio en una marca que los agrupa y que les
da una identidad basada sobre el tipo de goce: soy adicto, soy anoréxica, soy ADD. Es el “recurso
al ghetto’, “el quedarse con los iguales’, “ios sujetos se hacen ser con sus marcas”, fraternidades
que entrafian siempre el riesgo de la segregacin. Hebe Tizio, psicoanalista argentina radicada en
Barcelona, sugiere recordar que, como el sujeto sufre de una falta en ser, las identificaciones son el
velo de su ser de goce: “Cuando las identificaciones fundamentales se tocan el sujeto puede quedar
reducido a ser el objeto que responde al punto de falta del Otro. La identidad, cuando se atraviesan
las barreras del sentido, es hacerse idéntico al objeto”.
a6
1 Idea clave 10
Identificarse a la marca ADD que da un ser, puede
constituir entonces para un nifio una manera -la mejor
encontrada, aunque puede conducirlo a lo peor- de
hacerse un lugar en el Otro.
Por otro lado, el malestar en que se sostiene el sujeto posmoderno refuerza su resistencia a
prestarse a dispositivos terapéuticos que impliquen una direccién al Otro; es decir, puede
evitar los dispositivos que, como el psicoanalisis, se basan sobre un vinculo transferencial en que
surge la posibilidad de encontrar un valor de sentido al malestar que se padece, valor de sentido
que puede horadar lo cerrado de su valor de goce y satisfaccién pulsional.
“Soy, no pienso”: es la posicién que describe Lacan en su seminario 15 y en la que se encuentra el
sujeto de la posmodernidad anclado en la fijeza de su ser ...adicto, anoréxico, ADD. Sujetos felices
con su ser obtenido a través de un rétulo, sin interés en perderlo porque, si bien le puede producir
un nivel mayor o menor de sufrimiento, le da un lugar, una identidad que refuerza su yo.
Por otro lado, si este sujeto posmoderno en algun momento quiere modificar su ser de sufriente, la
ciencia actual le ha hecho saber con insistencia a través de los medios de comunicacién que todos
esos asuntos del sentido de su malestar, de su verdad, de su historia, del beneficio en el
sufrimiento, del goce que implica, todo eso es un “cuento” del psicoandlisis. Es asi como el sujeto
posmoderno, amparado en el zavance? de la ciencia -fiel aliada de la economia de mercado en
varios aspectos- no se considera en absoluto responsable de lo que le pasa: se trata solamente de
cuestiones quimicas, de neurotransmisores, de genomas.idea clave 11
EI sujeto posmoderno entonces no considera necesario
establecer ningun vinculo con nadie que lo escuche, en
tanto no le supone a nadie un saber o un sentido a
descifrar a su malestar. En absoluto, pues las
neurociencias difundidas llamativamente en todos los
medios le han explicado que su malestar -o el de su hijo,
que también es el suyo- se alivia con un psicofarmaco.
EI sujeto supuesto saber del inconsciente queda asi
desterrado.
Esto es funcional a la época: hoy el Otro anénimo no reprime, al contrario, ordena pasarla bien en
la vida sin preguntarse por el sentido de la misma ni por el deseo de lo que se quiere hacer en ella
Por eso se dice que se acabaron los neuréticos con sus preguntas sobre “qué quiero, qué soy”.
‘También se suele escuchar que la cultura avanza hacia las perversiones mas variadas. Lacan
vaticiné algo mas fuerte en 1974: que se avanzaba hacia un orden social emparentado con la
psicosis y al que llamé: un orden de hierro
cs
foe
El triple sentido de lo actual
Podemos jugar con el triple sentido que tiene lo actual cuando nos referimos a los sintomas
actuales:
+ La actualidad: en primer lugar los sintomas actuales pueden relacionarse con la actualidad,
la época posmoderna, como se ha demostrado en el primer apartado.
+ Las neurosis actuales: en segundo lugar, puede afirmarse que muchos de estos sintomas
de la posmodernidad comparten con las neurosis actuales freudianas (neurastenia y neurosis
de angustia), el no prestarse facilmente al dispositivo analitico por ser refractarios al
inconsciente, por la imposibilidad consiguiente de ser interpretados en transferencia, por
ubicarse por fuera del circuito de la funcién paterna edipica y su operacién de castracién-
represién, por no poder ser concebidos entonces como formaciones del inconsciente.
« Las patologias del acto: finalmente, referirse a la mania como rasgo comin de los nuevos
sintomas bien puede homologarse a considerarios como patologias del acto, en tanto éste
esta inhibido o impedido para resolver la angustia que habita al sujeto posmodemo y resulta
entonces reemplazado por actings y pasajes al acto.
Esto tiene estrecha relacién, como se puede apreciar, con la hiperactividad y la impulsividad
del nifio rotulado ADHD, y se desarrollaré como tema especifico en el médulo “El ADHD: del
sintoma al trastorno, y retorno”.
e
La epidemia del ADHDPara concluir este apartado nos interesa centrarnos en el rasgo “epidémico” del ADHD. Ya hemos
dicho que el ADHD no es un nuevo sintoma por sus caracteristicas sino que lo nuevo es su
expansion. Y en este caso especifico conviene desiindar dos vertientes para pensar su expansién
epidémica.
™ El sobrediagnéstico
Esta vertiente supone el acuerdo de algunos profesionales de distintas areas con llamar asi -ADHD
0 ADD o TADH- a los nifios desatentos, hiperactivos e impulsivos. Ellos mismos reconocen la
tendencia clara a sobrediagnosticar nifios bajo esta nomenclatura. El sobrediagnéstico implica
ignorar dos posibles cuestiones, opuestas entre si
* que hay edades o momentos vitales en que todo sujeto puede mostrarse desatento 0
inquieto, sin que esto implique ningun tipo de psicopatologia infantil.
* que hacer un diagnéstico descriptivo de ADHD impide hacer un diagnéstico estructural; es
asi, por ejemplo, que el “elefante blanco” de una estructura psicética puede pasar por
delante de las narices de un terapeuta.
= La etiqueta universalizable y universalizante
En la segunda vertiente para explicar la expansién del ADHD nos ubicamos los practicantes que no
acordamos con pensar que esta etiqueta-rétulo sea operativa y util para definir un abordaje
diagnéstico y terapéutico de cada nifio desatento, hiperactivo e impulsivo que llega a nuestros
consultorios. Mas bien, la consideramos:
* una etiqueta que ocluye el pensar caso por caso, como ensefia Freud.
* una etiqueta universalizable que solo conduce a la aplicacién automatica de un sello
mediante la mera observacién empirica y a un tratamiento por la via de la medicacién y
modificacién dirigida de las conductas observadas.
* una etiqueta universalizante, en tanto borra las diferencias en que todo diagnéstico se
sostiene y en tanto agrupa de una manera indiscriminada a los sujetos, aplastando sus
singularidades sintomaticas.
Es importante sefialar que a los profesionales que nos ubicamos en esta vertiente, el no acordar
con esta etiqueta no nos impide pensar, por un lado, que en la actualidad hay efectivamente un
incremento de los rasgos de impulsividad, hiperactividad y desatencién en los nifios, que estos
rasgos aparecen especialmente en los varones, y mas especificamente en el contexto escolar. Por
otro lado, también pensamos que hoy se multiplican los adultos que sufren de los nifios con estos
rasgos que tienen a su cargo, no sabiendo qué hacer con ellos, a veces contribuyendo a la fijacién
patolégica de lo que quizas s6lo eran conductas evolutivas 0 episédico-situacionales.
Es por esto que, contra toda rotulacién que aplaste la singularidad subjetiva, proponemos pensar
los casos rotulados ADHD desde una éptica abierta y caso por caso, en su insercién con el
colectivo social en que estos rasgos se expanden. Es el objetivo de este médulo.
Sin duda, son bastante mas que antes los pacientes con estos rasgos por los que se consulta 0
que son traidos a los consultorios de finales del siglo XX y comienzos del XXI.
idea clave 12
Se puede postular la hipotesis de que -al igual que lo
que ocurre con otros de los Ilamados “sintomas
actuales”- algo de la actualidad funciona como caldo de
cultivo apropiado para que los nifios desatentos y/o
hiperactivos se multipliquen o que se multipliquen los
adultos que sufren de estos nifios y no saben comocriarlos, orientarlos, educarlos.
La infancia en la posmodernidad
En el primer apartado nos hemos referido a las caracteristicas generales de la época y en el
segundo apartado a la relacién de estas caracteristicas con las de los llamados nuevos sintomas 0
sintomas actuales, entre los cuales se ubica el “ADHD”. En este tercer apartado se retomaran
algunas de esas caracteristicas en su relacién mds estrecha con la infancia y con las condiciones
en que hoy el Otro social la aloja, estableciendo modalidades nuevas de subjetivacién, relacién e
intercambio.
Declive de la funcién paterna
Si tuviéramos que definir con un solo rasgo a la época posmoderna en sus distintas facetas,
cultural, politica, econémica, nos convendria elegir -para pensar la infancia de esta época- la
declinacién de lo simbélico, que acarrea la caida de los semblantes de autoridad y de los ideales, el
aplastamiento del deseo y la devaluacién del amor. Para reflexionar sobre esto se pueden tomar
algunos de los aportes freudianos y lacanianos. Freud plantea, por ejemplo, que la figura del lider
sostiene con firmeza los lazos libidinales de los individuos entre si al ofrecerse como encarnadura
del ideal en comin con el cual identificarse. Desde Lacan, podemos asimilar la figura del lider con la
funcién paterna, edipica, hoy en deciive.
Ahora bien, uno de los indices de cambio entre la sociedad de Freud y la nuestra es la importancia
dada al complejo de Edipo. La nuestra se trata mas de una sociedad de hermanos, sin referencia al
padre. El Edipo como complejo estructurante del psiquismo queda asi cuestionado, dice Eric
Laurent.
a6
Freud explica la funcién del lider en su texto Psicologia de las masas y andlisis del yo , de 1921,
donde comenta la constitucién de masas como el ejército y la Iglesia. Pero esta funcion del lider
también puede aplicarse a la conformacién de varios tipos de organizaciones colectivas, pues
permite un modo de lazo social, es decir, un modo de discurso, el del amo, hoy diluido en una
tendencia al anonimato que el funcionamiento del mercado determina.
Lacan anticips este borramiento del amo ya en 1938 en su texto La familia cuando se refiere a la
declinacién de la imago paterna con sus consecuencias en el terreno de la criminologia y de la
homosexualidad. Es también su tesis latente, pero fuerte, cuando en 1963 anuncia un seminario
llamado "Los nombres del padre”.
En 1975, con su seminario “Les non dupes errent” (“Los no incautos yerran"), también alude a la
proliferacién y relativizacién de los nombres del padre, pues su titulo se presta al equivoco
homofénico “Les noms du pare” ("Los nombres del padre"). Como todo equivoco, éste admite mas
de una interpretacién y una de ellas -plantearemos otra posible luego- es que la multiplicacion
relativizante de los Nombres del Padre da lugar al error y a la errancia de los sujetos por la
dificultad que introduce en el plano de la creencia. Los sujetos, por no poder ser ya incautos, por
no tener ya ningun Padre-Ideal en quien creer, andarian desorientados por la vida y a veces
asustados, sin semblantes de autoridad en los cuales apoyarse.
Volvamos entonces al texto freudiano Psicologia de las masas y andlisis del yo. Freud dice ahi que
la pérdida del conductor -por el motivo que sea- basta para que en la masa se produzca el estallido
de panico, porque al desaparecer la ligaz6n de los miembros con el conductor, desaparecentambién las ligazones afectivas entre ellos, liberdndose “una angustia enorme, sin sentido”. De la
misma manera que la ausencia de investiduras libidinales provoca en un sujeto el ataque de
angustia, el cese de los vinculos libidinales que cohesionaban a la masa hace estallar el panico
colectivo en sus integrantes y provoca que cada cual pase a ocuparse de si mismo “sin miramientos
por los otros’, quedando a la vista -agregamos- lo precario del amor narcisista sostenido en un
ideal
Esta elaboracién freudiana permite dar cuenta hoy de la expansién de muchos de los sintomas
actuales si tomamos a la sociedad toda como organizacién colectiva que ha perdido sus referentes
habituales, que ya no cuenta con amos encarnados con los cuales identificarse y a partir de los,
cuales hacer lazos sociales y estables con otros.
Puede pensarse que la incidencia de este factor en los nifios rotulados ADHD es maytiscula,
‘enorme: nifios angustiados, desorientados, inquietos, sin rumbo, sin un Otro social consistente en
los cuales alojarse, sin una funcién paterna que les sirva como referente para sostenerse en ella.
‘También agresivos. Freud lo explica cuando dice que los individuos angustiados y asustados se
vuelven hostiles, pues ya no se pueden agrupar alrededor de ideales compartidos reguladores.
idea clave 13
A falta del mitico padre-amo que anuda una ley a un
deseo, a los sujetos contemporaneos solo les queda el
precario recurso de juntarse segun sus formas
parecidas de gozar y consumir autisticamente,
cinicamente, sin lazo solidario alguno, hermanos en el
goce y en lo imaginario, pero sin referencia simbolica
comin y con una gran pobreza del deseo.
Es la idea que desarrollé Jacques-Alain Miller durante 1996-97 en su seminario compartido con Eric
Laurent bajo el nombre, justamente, de “El Otro que no existe y sus comités de étic
Sumaremos -como anticipamos antes- otro punto de vista, siguiendo estrictamente a Freud en su
texto de 1921, donde dice ademas que son los incrédulos a quienes las cosas les resultan mas
faciles cuando el valor del lider deciina y los lazos se descomponen.
Esta brevisima observacién freudiana podria pasar inadvertida si no cobrara para los analistas de
hoy la importancia de conducirnos de lleno a interrogar el verdadero estatuto de la incredulidad, en
tanto ésta no siempre conduciria a la errancia. Pues lo que Freud nos indica es lo contrario: son
justamente los sujetos que no creen en la consistencia del Otro los que mas se preservan del
panico y la desorientacién cuando inevitablemente se devela la inconsistencia de los semblantes de
la autoridad protectora, como ocurre con fuerza en la sociedad de hoy.
Quizas los no incautos que yerran no son entonces los que no creen en el Otro simbdlico, sino los
que no creen en lo real que lo simbélico no puede dominar totalmente. Entonces los que yerran
serian mas bien quienes creen ciegamente en el Otro, y a quienes, cuando el Otro muestra
inevitablemente su falla estructural de inconsistencia -que es lo que la época actual deja al
desnudo- los desborda la angustia y la desorientacién.
Este es el eje que también podemos seguir en Miller, cuando en su clase del 9/06/04 dice que
Lacan, con su Seminario sobre Los Nombres del Padre, introduce “un padre no incauto de la
metafora paterna’. Es decir, un padre multiplicado del cual nos podemos servir, pero en el cual no
podremos creer, en tanto él mismo no es creyente. Es esto lo que Lacan plantea explicitamente en
su seminario 23 cuando dice que del padre hay que prescindir, pero a condicién de servirse de él.
seidea clave 14
Estos planteos brindan a los analistas la posibilidad de
servirse de una vertiente de la funcioén paterna mas
acorde con la época -de uso y no de creencia (que
siempre queda del lado religioso)-, funcién de uso que
puede mostrar su opera’ jad en el trabajo con los
nifios rotulados como ADHD.
Nos interesa ahora incluir algunos aportes mas sobre este tema del declive de la funcién paterna
de autoridad: el psicoanalista argentino, Juan Carlos Indart, afirma que pensar la época desde la
nocién de “malestar en la cultura” planteada por Freud -nocién que implica el fracaso real en la
sexualidad humana-, podia ser una contribucién a algun esclarecimiento posible de la actualidad
Conviene entender esto desde Lacan, para no pensar erréneamente que el psicoanalisis es un
pansexualismo elemental y frustrado. En absoluto, porque lo que significa este fracaso es que el
ser humano ha perdido su naturalidad biolégica debido a que es un ser de lenguaje y, por
consiguiente, también ha perdido el saber del instinto que tan bien conduce a los animales salvajes
hacia el objeto adecuado y arménico de acuerdo a sus necesidades. En reemplazo de esta falla
inevitable y estructural, en el ser humano sélo hay una exigencia de goce, “mucho mas demencial
en los varones’, plantea Indart. Es interesante relacionar esto con la mayor aparicién de varones
“ADHD” en la época actual: “Las culturas, las civilizaciones, es decir, las leyes, los habitos y las
costumbres, lo son en tanto resuelven esa exigencia de goce, segtin una légica de ‘no, basta, que
haya un limite’. Es lo que Freud llamé la castracién del macho parlante, como asiento de la
civilizacion” .
Ahora bien, ninguna ley erradica del todo esta exigencia de goce que permanece en su insistencia
repetitiva. Y lo que ha operado durante milenios es un movimiento pendular, no lineal: * primero un
periodo muy deseante, austero, de propagacién eficaz de los limites, de extension de los lazos
sociales y de /a solidaridad”; al que le sigue irremediablemente la insistencia de la exigencia de goce
que empieza a ganar terreno nuevamente hasta que el péndulo pasa del deseo al goce, lo cual se
evidencia “por la aparicién, de un lado, del canto triste cuyo tema es la decadencia de los valores, y
del otro, por la fiesta rapida de la corrupcién en las leyes, en los habitos, en las costumbres” .
Entonces, esto hace necesario el retorno del no, basta, que haya limite, para poder volver a armar
un nuevo tejido social.
se
Ese es el malestar en la cultura para Freud, diferente a cualquier ilusién de progreso lineal arménico
y saludable para todos. Pues bien, lo que Indart afirma y obliga a una reflexion seria es que, para
pensar esta época, hay que darse cuenta de que “el péndulo freudiano se desquicid y ya no
podemos confiar en su movimiento”, pues lo que desquicié al péndulo “es e/ nudo entre inversion
de capital, tecnologia cientifica y trabajo pulsional como mercancia”: el capitalismo sin limites.
idea clave 15
Siguiendo a Lacan, podriamos decir que se ha
desquiciado la posibilidad de la excepcion que consiste
en decir que no al goce sin freno, “no” propio de la
funcion paterna. Es importante aclarar que se trata de
un “no” que no solo alude a la ley del padre, sino y
sobre todo, al amor del y al padre.Consecuencias del declive de lo simb6lico-paterno en la infancia
La declinacién de lo simbélico-paterno no puede transcurrir sin consecuencias en la infancia, desde
‘el momento que, para el psicoandlisis, el atravesamiento de los tres tiempos légicos que Lacan
despliega para el llamado por Freud complejo de Edipo, son fundamentales en la estructuracién del
psiquismo (tema que se desarrolla en el médulo “El ADHD: del sintoma al trastorno, y retorno”).
La psicoanalista Maria del Carmen Arias da cuenta, en forma original y pertinente, de cémo los
nifios de hoy no permanecen indiferentes a estos cambios, producto de la declinacién de lo
simbélico, respondiendo cada uno a su manera. Se sirve asi de los protagonistas del filme “Charlie
y la fabrica de chocolate”, refiriéndose a la nifia imposible de satisfacer que consume y consume,
siempre queriendo mas; al nifio cautivado por la imagen y la informatica con sus reacciones
violentas; al obeso con su impulsién oral desregulada; a la que busca el éxito compulsivamente. En
oposicién a ellos el protagonista principal es un nifio habitado por el deseo, que apuesta al lazo
amoroso, con una historia familiar que lo antecede y ha dejado sus marcas, convirtiéndolo en
portador de una herencia simbdlica. Un nifio “de otra época’, dice justamente Arias.
xs
Este declive tiene consecuencias entonces, y desde el psicoanalisis pensamos que las
caracteristicas de muchos nifios que llegan a los consultorios rotulados como ADHD son un
ejemplo de ellas. Demostraremos a continuacién esta hipétesis, siguiendo algunos de los
desarrollos que ha presentado la psicoanalista Cristina Rojas, en relacién a los nifios ADHD, y
sumando otros
se
Serd interesante que el lector pueda interpretar los siguientes puntos a la luz de al menos dos ejes:
* cémo el Otro social-cultural actual esta atravesado él mismo por los rasgos que suele
considerar o “evaluar” como patolégicos en los nifios rotulados “ADHD”
* cémo estos rasgos configuran el establecimiento de modalidades nuevas especialmente en
los campos del conocimiento y del saber.
e
La acumulacién de informacién y el empuje a consumi
Hay un acento fuerte puesto en lo informativo, una acumulacién excesiva de datos que sigue el
modelo cibernético “inter-redes” con sus propiedades de infinito inabarcable, casi abismal. Este
fuerte acento marca a su vez un estilo de conocimiento incorporativo y pasivo que se pone en
tensién con los procesos mas activos y elaborativos del pensamiento que justamente son los que
mas cuestan a los nifios rotulados ADHD.
En su libro El giro cultural, F. Jameson plantea que se da una saturacién de informacién a través
de las imagenes; se “consumen’ imagenes instantaneas, que agotan y producen la amnesia
histérica de los sujetos. Hay una variacién constante para que nada cambie, un no-todo
generalizado homologable a una diversidad absoluta de lo multiple. Jameson se refiere en estos
términos al impetu constante de la variacién mediatica, a un presente perpetuo de la variacién que
impide al sujeto historizarse y proyectarse. Alude también al modo en que “lo decorativo” del
posmodernismo -desconectado de toda aproximacién a lo real- ha suplantado a “lo sublime” del
modernismo. Lo estético se desdibuja y se distorsiona a través de la imagen, para devenir un
“sensorio hipnotizador” que produce distintas estimulaciones al solo servicio de que el cuerpo seconvierta en un campo pasivo de registros, sin recuperacién alguna de libido.
Inserta en una légica que no escapa al mercado, la cultura sobreofrece para el consumo los
conocimientos, también transformados entonces en mercancias que se incorporan a veces
compulsivamente, como adicciones, sin mediacién de tiempo: lo quiero, lo tengo. Antes de la
existencia del ordenador, hacer una monografia llevaba un tiempo que ahora seria irrisorio, pues -y
esto es lo que atenta contra el aprendizaje- las monografias se adquieren ya hechas en Internet,
borrandose toda posibilidad de que haya un proceso de apropiacién del objeto de saber con
efectos de transformacién en el sujeto.
idea clave 16
Este empuje y presion al consumo incide igualmente en
los nifios de medio y alto poder adquisitivo, como en las
capas mas bajas, obviamente con efectos distintos.
Estan los que entran al sistema y los que quedan fuera,
los segregados de la ldgica del consumo que, en esta
€@poca, son también segregados del mercado del saber.
Entre el aburrimiento y la voracidad
Para el tema que nos ocupa especificamente, es interesante sefialar el efecto aparentemente
paradéjico que produce la sobreoferta cultural: el aburrimiento, la apatia, la desatencién frente al
objeto ofrecido; incluso también una voracidad frente al mismo que, apenas colmada, se torna
indiferencia. Rasgos éstos del nifio rotulado ADHD.
‘También puede observarse una reaccién mas sutil y encubierta: la retraccién y abandono frente a la
imposibilidad que el nifio tiene a veces para cumplir con los mandatos compulsivos de abordar
distintos objetos de conocimiento. Es importante destacar este ultimo rasgo porque esta
relacionado con el cuadro depresivo infantil que muchas veces esta velado, enmascarado por la
hiperactividad del nifio.
idea clave 17
Aburrimiento, voracidad o avidez, depresion: son
conductas que indican el aplastamiento del deseo por el
goce, aplastamiento del verdadero motor del
aprendizaje que es el deseo en tanto falta, en tanto no
saturado; verdadero motor también del interés y la
atencién en los objetos del mundo.
En el contexto de la mayoria de los paises latinoamericanos encontramos, por un lado, los nifios,
“ociosos” -"nifios de la calle’- con padres ociosos en tanto desocupados; inmersos todos en una
morosidad creciente donde las formas perversas del goce encuentran un caldo de cultivo. En el
otro extremo, estan los nifios saturados de actividades programadas, sin tiempo de ocio; con
padres también abocados a una actividad agotadora para poder sostener, entre otras cosas, la
llamada “formacién’ de los hijos convertidos asi en amos, todos inmersos en una prisa que sélo
esta al servicio de obturar fantasmaticamente la dimension del deseo. Padres e hijos rotulados
como ADHDLa hiperaceleracién y la hiperestimulacién
Retomamos un rasgo ya presentado en primer apartado como “tiempo fast”. La permanente
variacién de los objetos los convierte en desechables, descartables, restos, lo cual incide
directamente en lo cambiante y labil que se vuelve la posibilidad de atender en los nifios de hoy. La
aceleracién y la instantaneidad también le ponen obstaculos al pensamiento. Jameson, en su libro
ya citado, plantea una paradoja muy interesante, propia de esta época: la realidad social mas
uniforme de la historia, unificada bajo las leyes del consumo, parece resplandecer bajo la ilusién de
la diversidad absoluta. “El cambio absoluto es la estasis absoluta”, paradoja temporal que excluye el
azar y la sorpresa.
Esta aceleracién es inherente al avance de la tecnociencia y sus gadgets, especialmente la
computadora; el tiempo de la cibernética no da tregua al tiempo biolégico, y obliga al sujeto a
acomodarse a la vertiginosidad de las imagenes, en un esfuerzo que pone en duda cudnto de todo
‘ese bombardeo puede retenerse y procesarse.
jistorizarse es dificil, pero la inmediatez y los logros
del aqui y ahora, también impiden que el futuro sea
considerado, quedando anulados los tiempos de la
espera y la planificacion, favoreciendo a veces la
impulsividad que tanto se intenta embargo controlar
en los nifios rotulados ADHD.
Lo “hiper” no caracteriza solamente la actividad de
estos os entonces. Hiper es la estimulacién que
reciben y los hiperexcita.
La lentitud y el silencio parecen cualidades que se han perdido, aunque se perfilan intentos
culturales de recuperarlas: por ejemplo, circula un libro de Carl Honoré, muy leido actualmente,
que se llama Elogio de /a lentitud. También hay pequefios pueblos, en general turisticos, a los que
les gusta autodenominarse “ciudades lentas” ; ¢ incluso restaurantes de “slow food” en varias urbes
importantes. Sin embargo, no parece ser la serenidad lo que hoy calma la ansiedad y la angustia;
mas bien parece incrementarlas. Al contrario, son el riesgo, la velocidad, la accién las que parecen
apaciguar lo inquietante que presentifica la angustia. La moda de los deportes de riesgo es un
ejemplo de esto. La hiperactividad de los nifios rotulados ADHD también.
Vale hacer en este punto una reflexién sobre el ocio creativo, ese tiempo de permiso y reposo, libre
de ocupaciones obligatorias, que hoy es tan evitado. Justamente porque ante la falta de un amo
que ordene qué hacer y qué consumir durante el ocio, el sujeto -confrontado a su barramiento-
puede querer evitar la dimensién ética del deseo que ahi se abre. Una forma de eludir esta
dimensién es a través del goce de objetos de cuya produccién el sujeto esta excluido. Son objetos
que el discurso capitalista -articulado a la ciencia- produce para suturar la division del sujeto,
convertido, como anticipé Lacan en su seminario 17, en un proletario que perdié el saber como
medio de goce. Incluso ya en 1953 Lacan sefialaba cémo “hasta los mismos ocios” se convierten en
trabajo forzado.
se
EI papel de los medios de comunicaLos medios de comunicacién vehiculizan aspiraciones e ideales y también indican los modos de
lograrios. Modelan asi el Yo ideal. Proponen, como plantea Jameson, concepciones estéticas y se
convierten en paradigmas de los modos del placer. En una cultura donde la imagen es prevalente,
son predominantemente los medios visuales los que van imponiendo nuevos estilos preceptuales.
Arias cita sobre estos temas al socidlogo americano Neil Postman y al filésofo italiano Giovani
Sartori. El primero “anuncia la desaparicién de la infancia como consecuencia de los avances de la
técnica que transforma el mundo gréfico de la alfabetizacién en un mundo de imagenes donde todo
es visto por todos, desdibujandose la linea divisoria entre infancia y madurez”. E| segundo “postula
el pasaje del homo sapiens al homo videns debido al imperio de la imagen en la cultura y las
consecuencias que esto produce”.
se
Estamos hoy acostumbrados al movimiento cambiante de las camaras, a los montajes veloces, a la
deformacién sucesiva de las imagenes. También asistimos al ritmo a veces frenético e hiperkinético
de los conductores de TV y a su dependencia compulsiva del rating como elemento de medicién del
éxito que ahora se evalia minuto a minuto, Como ejemplo, se transcribe un extracto de una nota
que aparecié en un periddico de Buenos Aires en abril de 2006 y que se titula, justamente, “La era
de la TV hiperactiva’:
—
“Estrenos constantes, frecuentes cambios de horario y la medicién del rating minuto a
minuto hacen de la pantalla chica de hoy un terreno desconocido para el espectador
Hace unos aiios, la TV se regia por ciclos. Habia quienes acomodaban su calendario
personal segun el calendario que establecian los canales de television para presentar
‘sus novedades. El comienzo del mes de abril era siempre la etapa que marcaba la
trayectoria televisiva para todo el afio. Luego llegé la época de la pantalla chica
impaciente. Los programas de rating dudoso no pasaban la prueba del tiempo y se
volvian descartables antes de que el puiblico tuviera tiempo de pensario dos veces. Y
ahora, en 2006, los canales estrenan siempre, todo el tiempo, con un ojo fijo en la
pantalla de enfrente y otro puesto en el rating medido minuto a minuto, lo que
convierte a los programas en vivo en objetos televisivos de rara naturaleza. Algunos
conductores y productores aparecen en pantalla con el gesto de frustracién impreso
en la cara. Después de todo, nada es més irritante que intentar descifrar lo que
quieren ver los espectadores que, control remoto en mano, se acostumbraron a la
mirada inconstante. Para lograr atrapar agua entre los dedos, los que hacen la TV
decidieron usar la herramienta del minuto a minuto como un zapping interno. De un
invitado a otro, de un personaje al siguiente y a la tanda casi inexistente. ¢ Tanta
competencia resultaré en la television sin fines de lucro? Es poco probable. Aunque a
veces parezca que, mas allé de! negocio, lo mas importante es competir. Y ganar, por
supuesto. De todos modos, en esta TV del estreno permanente todo puede cambiar
con la velocidad en que un minuto tarda en dejarle lugar al siguiente”.
idea clave 19
Aeste frenesi asiste como espectador el 0 de hoy, a
veces rotulado como ADHD. Estos son los modelos
ideales -paraddjicamente también “ADHD”- que el Otro
de los mass media le brinda y a la luz de los cuales su
yo se va modelando. Y ya sabemos gracias a Freud y
Lacan que el Yo ideal se construye en tanto “amable” oigno de ser apreciado por quienes encarnan el Ideal
del Yo.
La conducta del zapping merece un destacado en este desarrollo. A través de él, el espectador, el
10, le responde a la pantalla con el mismo ritmo que ésta le muestra: cambiante. Puede decirse
que el zapping, es una de las conductas tecnocratizadas actuales que dan la ilusién al Yo de tener
acceso a todo, pero este “todo” es la fragmentacién misma: una sucesién dislocada de imagenes.
En esta cultura de la imagen que se impone sobre la de la palabra, esté por verse su incidencia en
los modos del pensamiento, cuestién que quizds el sistema escolar no ha tomado aun seriamente
en cuenta para intentar aggiornarse a la infancia de hoy; quizés todavia le resulte mas sencillo
sobrediagnosticar como ADHD lo que en realidad puede ser un desajuste entre los intereses del
nifio y lo que la escuela le ofrece.
Lo que sin duda puede afirmarse es la incidencia de la cultura de la imagen en un tipo de atencién
cuya variabilidad es constante y de muy corta duracién. Y que produce lo que podria llamarse una
“locura del yo” como plantea Jacques Lacan en su escrito “Acerca de la causalidad psiquica’.
idea clave 20
La declinacién del amo favorece el refuerzo narcisista
del yo como principio de unificacion del sujeto, dando
lugar a su inflacién imaginaria. Pero conviene tener
presente que esta inflacién da cuenta de una debilidad
en la estructuracién psiq : la del registro de lo
simbélico.
Nuevos prototipos sociales de crianza y formacién del nifio
Como se deduce por lo ya planteado, es indudable que el concepto de infancia varia de acuerdo a
las representaciones que el Otro social construye en cada época del nifio y de sus relaciones con
las instituciones que lo albergan (familia y escuela por ejemplo).
Esto influye en las modalidades sociales de crianza. Un ejemplo actual es la modificacién de los
ritmos del suefio del nifio, poco diferenciado hoy del de los adultos, pues cunde la costumbre de
permanecer por la noche delante del televisor o la computadora. Dormir poco no es inocuo:
produce pasividad, distractibilidad y/o irritabilidad. También hay que tener en cuenta que las
practicas sociales de crianza se transmiten a través de los ritmos vertiginosos del accionar de la
mayor parte de los adultos con los que el nifio se relaciona a diario.
Otro prototipo social hoy esperado y fomentado es el de un sujeto hiperactivo y transgresor: el
mundo adulto estimula y festeja a este tipo de nifio inquieto y desafiante, capaz de cuestionar
consignas y aparentemente -solo aparentemente- tan duefio de si mismo, de sus deseos y
acciones. Pero ocurre que este nifio se le convierte al adulto en su sintoma, como un boomerang,
cuando se vuelve incontrolable, mostrandose rebelde al “no, basta, que haya un limite”.
Es muy interesante cémo la menor rigidez de las pautas de crianza posmodernas permite, sin duda,
una libertad de movimiento evidente en el nifio actual, menos sujetado asi al molde del alumno
satisfactorio de la escuela moderna, sometido a la copia de modelos y alejado de trangresiones
creativas en su relacién con el saber.
Sin embargo, es preciso recordar que la crisis institucional, la declinacién de la investidura de
figuras simbélicas de autoridad (politicos, docentes, padres) da hoy lugar a una sociedad donde elriesgo del desamparo a veces es inminente, como ya hemos sefialado en el primer apartado; pero
con su contrapartida que bien podemos llamar, siguiendo a Lacan, como “un orden de hierro”.
Son muchas las transgresiones que hoy son toleradas y hasta validadas positivamente en el mundo
actual, no sdlo en los nifios. Estos las encuentran también en sus grupos de pertenencia, en las
pequefias -y a veces no tanto- transgresiones cotidianas de sus padres y otras figuras
significativas. El “péndulo” freudiano parece tener a veces un peso que lo deja mas inclinado a las
transgresiones que a lo que pudiera acotarlas (para que mantengan su caracter transformador y
creativo),
idea clave 21
Junto con los gestos de autonomia creativa del nifio
posmoderno puede surgir también en él la intolerancia a
las normativas escolares y a quienes las representan y
transmiten, como conductas de pseudo-autonomia y
desborde, tanto en el aula como en la familia. Y se lo
rotula ADHD.
éTodos ADHD?
Los rasgos de la infancia posmoderna o hipermoderna descriptos hasta aqui implican la
hiperactividad, la impulsividad y modalidades particulares de labilidad atencional. Y se ha mostrado
que estas modalidades tienen efectos en cémo los nifios de hoy aprenden, precisamente porque
son rasgos de la cultura misma vigente.
oe Idea clave 22
Se impone la precaucién de no embarcarse en un
diagnéstico que patologiza al nifio en el que la misma
sociedad deja sus marcas, sus sellos de época.
A modo de conclusién cabe sélo sefialar un tema que sera retomado y desarrollado en otro de los
médulos dedicados al tema que nos ocupa: el papel de la escuela y la familia en esta cultura
hipermoderna. Estas instituciones, otrora poseedoras del saber y la autoridad, hoy también estan
en declive junto con el Estado moderno. El acceso del nifio a la informacién por medios
tecnolégicos globalizantes contribuye a esta declinacién de los dispositivos escolares clasicos del
ensefiar/aprender. Y aun en el seno del grupo familiar hay una ruptura que la diferencia
generacional marca. A veces los adultos -tanto docentes como padres- pueden apresurarse a
sefialar una patologia ahi donde lo que hay es una hiancia, una brecha entre ellos y los nifios.
Ge idea clave 23
EI psicoanalisis propone no taponar con un diagnéstico
sino ver qué de nuevo puede inventarse, en el vacio de
la interseccién generacional.
El ADHD en el mercado contable de la salud mentalEn este apartado se pondra el acento en la incidencia de la alianza mercado-ciencia en el
diagnéstico y tratamiento del sufrimiento humano (devenido campo de la salud mental),
especialmente en el caso de los nifios rotulados ADHD. o
Los os de la era del desencanto
gnost
Retomando algunos de los conceptos ya presentados desde la éptica de Max Weber, podriamos
decir que en los comienzos del siglo XX! la profecia de este pensador parece haberse cumplido: el
desencanto caracteriza a la sociedad posmoderna. El capitalismo socavé todo encanto del mundo,
convirtiéndolo en una jaula de hierro en donde la vida transcurre como un cuento vaciado de todo
significado y sentido, regido por la racionalizacién burocratica y las leyes globalizantes del mercado.
xs
Esta secularizacién racional econémico-financiera de la cultura nos ha dejado sin dioses ni
profetas, y sin fe en los garantes, ocasionando como consecuencia el descreimiento en la accién
politica, el deterioro de las identidades colectivas y la destruccién de los lazos sociales y amorosos
tradicionales. Como ya se dijo, J. Lacan vaticiné esto en 1938 al referirse a la declinacién de la
imago paterna.
El socidlogo estadounidense contempordneo G.Ritzer hace una descripcién del proceso de
racionalizacién de la sociedad de consumo actual que sigue la misma linea del vaticinio weberiano,
puntualizando los siguientes rasgos que funcionan como leyes:
se
* La eficacia: ligada a la rapidez en la obtencién de los fines gracias a una adecuada seleccién
de los medios, produciéndose a veces una “compresién del tiempo” convertido en urgencia.
* La calculabilidad: todo lo producido debe poder ser sometido a célculo, debe poder ser
contable.
« La predecibilidad: todo debe ser predecible, se anula la sorpresa de la contingencia, del
acontecimiento 0, mejor dicho, el acontecimiento mismo.
* Elcontrol: instrumentado muchas veces por la sustitucién de recursos humanos por
tecnologia no humana, elimindndose asi la categoria de lo imprevisible propia del ser
parlante.
+ La esteriizacién: la basura es eficazmente eliminada; no hay restos impuros en esta sociedad
racionalmente higienizada.
+ También podria agregarse /a evaluacién: parece que hoy no se puede hablar de resultados
exitosos en ningun area si éstos no son evaluables objetivamente, cuantitativamente.
Qué se puede pensar de la racionalizacién de los diagnésticos actuales -como el ADHD- a la luz
de los rasgos de la sociedad actual antes sefialados?
idea clave 24
En los diagnésticos actuales esta anulado cualquier
rastro de subjetividad que escape al dominio eficaz de
lo racional predecible, controlable, evaluable y
calculable.
Los cuestionarios y las estadisticas van alli a cumplir su funcién fundamental.
Ahora bien, siguiendo a Ritzer, estas leyes desencantadoras -que racionalizan hasta al sufrimiento
humano- también tienen el paraddjico efecto de “re-encantar’, reintroduciendo el asombro por laeficacia utilitaria en un individuo basicamente definido por su posicién de consumidor, feliz tapén
compulsivo de la brecha angustiante abierta por la ausencia de fronteras definidas en la era de la
globalizacién.
Alo ya dicho sobre el empuje a gozar de esta época, puede agregarse que en la posicién de
consumidor no hay decisién responsable posible sobre como se elige gozar, y la felicidad puede
reducirse al “encantador” asombro de poder comer exactamente la misma hamburguesa, preparada
exactamente con la misma rapidez y de la misma manera, tanto en Pekin como en Tierra del
Fuego.
El sistema social también elabora otros intentos de salida “re-encantadora” del desencanto
capitalista. Por ejemplo, transmuta lo racionalizado en espectaculo y simulacién, transformando las
islas-prisiones racionalizadas en escenarios espectaculares” (los shoppings, por ejemplo).
De la misma manera puede resultar francamente “encantador” el manual de diagnéstico conocido
como DSM IV (hay versiones anteriores). zPor qué? Porque si bien este manual diseca y momifica
la psicopatologia (tanto la psicoanalitica como la psiquiatrica clésica, que es de una gran riqueza
fenomenolégica descriptiva), también ofrece la salida mas cémoda para rellenar rapidamente
cuestionarios evaluativo-diagnésticos exigidos por los sistemas de coberturas sociales en salud
mental. Y también resulta accesible y de sencilla lectura a docentes y padres para que asi puedan
ubicar facilmente a sus nifios inquietos bajo el rétulo ADHD.
e
La incidencia de los avances cientifico-tecnolégicos
Hoy las leyes del mercado no quieren escuchar la nostalgia del amor al padre del neurético, en
tanto el sujeto sdlo le interesa como consumidor. Tampoco el delitio de la psicosis le interesa a la
ciencia actual, en tanto se cuenta con la oferta del supermercado de los medicamentos (que
también ocluye la queja del neurético). Hoy, gracias a los avances de la psicofarmacologia y las
neurociencias, se silencian los sintomas, considerados como trastornos. Asi, las perturbaciones
escolares -que son una de las maneras en que el niio expresa su sufrimiento- son acalladas; el nifio
pierde la oportunidad de ser escuchado y el adulto elimina rapidamente el sintoma que es el nifio
sufriente para él, borrando toda responsabilidad sobre el mismo.
—£' Idea clave 25
Los aportes de las neurociencias son innegables y
provechosos. Pero se tornan peligrosos cuando el lugar
que ocupan o la funcién que cumplen es la de acallar la
subjetividad sufriente, dejando al nifio reducido a la
condici6n de objeto.
Como plantea Eric Laurent, el ritmo acelerado de la ciencia ha desplazado a todos los significantes.
amo que antes daban un marco politico-ético a la conducta del ser parlante. La ciencia ha
vulnerado todos los valores considerados tradicionales de la mano del discurso capitalista.
se
La ciencia actual por excelencia es la biologia, que ha desplazado a la fisica y que introduce un
campo enorme, no de certezas, como dice lan Hacking, sino de probabilidades. Un ejemplo de esto
es la carta que cada ser humano podra tener con su genoma descifrado, que le permitird saber de
qué podra enfermar, pero con un porcentaje de probabilidad, no con certeza. Necesariamente
entonces todo el sistema de curacién se va a ir desplazando hacia un sistema de prevencién, de
“exigencia de prevencién” dice Laurent, lo cual es una manera de vivir controlados -y angustiadosobviamente. Es asi como se busca prevenir posibles nifios ADHD, jdesde los 3 afios!
La angustia -que, como veremos en detalle en el médulo “El ADHD: del sintoma al trastorno, y
retorno"-, es una de las cuestiones nodales a considerar en los nifios rotulados ADHD- conlleva la
cuestién del “por qué”, de la causa. Pero la ciencia propone aliviarnos de esta pregunta, propone
cortar con la causalidad psiquica, anula la pregunta del por qué y la reemplaza por las soluciones
del cémo: soluciones eficaces, calculables, predecibles, evaluables, contables; es decir, las
soluciones de las terapias cognitivistas y neo-conductistas y las soluciones psicofarmacolégicas.
Es especialmente la presién actual de la evaluacién, como veremos mas en detalle luego, por lo
que se recurre cuasi magicamente a estas soluciones “cientificas”.
e
El sujeto cuantificado
J.-A. Miller se refiere largamente al “hombre cuantitativo” de la hipermodernidad. Lo llama asi,
parafraseando el titulo del libro de Robert Musil E/ hombre sin cualidades. Vamos a desplegar a
continuacién algunos de sus planteamientos pues son muy orientadores para comprender qué
trama “contable” sostiene el abordaje diagnéstico y terapéutico de los nifios rotulados ADHD
se
Miller plantea que estamos en una época donde todos somos cuantificables y cuantificados, que -
aunque no nos guste- el modo contemporaneo de gestién de la sociedad pasa por la cuantificacién:
“el uno del orden nos vuelve contables y comparables”
El significante amo, antes ataviado espléndidamente, se ha vaciado de significacién y ha devenido
unidad contable, su esencia es la cifra “1”, que conduce a lo que parece ser una necesidad de las,
sociedades actuales: el armado de listas de individuos cuantificados. El siglo XXI, vaticina Miller,
sera el siglo de las listas. También anticipa que el significante amo contable sin duda se realiza a
través del dinero, de la mercantilizacién de la cultura toda, pero que no es ésta la Unica manera de
traducirse. El significante amo también se reduce a lo contable para fines de control: lo que la
sociedad reclama hoy es el control de las emociones, de las turbaciones, de las angustias.
La inseguridad temida no consiste solamente en la posibilidad de ser secuestrado, asesinado,
robado. Cuando al Estado se le reclama que se convierta en un Estado policiaco, también se le
esté pidiendo que controle nuestros afectos, y especialmente aquel afecto que, segiin Lacan, no
‘engafia porque se siente en el cuerpo: la angustia. El control de los afectos es también el control
de los cuerpos y de sus cualidades de “vivos", con el fin de reducirlos a una cifra contable incluible
en una lista.
Esta tendencia a la cuantificacién se basa en la conviccién de que habria un saber inscripto en lo
social, que lo social es un real con el mismo estatuto que lo real de la fisica. En este sentido, aclara
Miller, se ha dado un paso més allé de Descartes, quien siempre aplicé la investigacion matematica
al universo fisico, preservandose de hacerlo en el terreno socio-politico.
Esta cuantificacién de los individuos se remonta en su origen al desplazamiento que la revolucién
industrial produjo desde el campo a la ciudad, lo que impuso el tener que disponer de informaciones
estadisticas sobre las poblaciones de las urbes que -empobrecidas y marginales- constituian un
riesgo social; el mismo que hoy constituyen para algunos paises, tanto de Europa, como de
América, los inmigrantes de otros paises muy carenciados.
Este punto de vista estadistico recoge datos cuantitativos y estudia distribuciones y medias, sin
tener como referente un contenido significativo. Se dice: “el nifio debe medir tanto a tal edad”. Los
que superan esa medida son considerados “altos” y los que no la alcanza, “bajos’. El problema,indica licidamente Miller, es cuando se hace lo mismo en el campo de la salud mental. O, mejor
dicho, cuando se intenta hacer lo mismo. Porque esta claro que en este campo -ligado a lo social-
lo real no es tan facil de cuantificar como en el terreno fisico de la altura, por ejemplo.
Se entiende a partir de esto por qué la cuasi “caza de brujas’ que es la busqueda diagnéstica de
nifios “ADHD” se vuelve cada vez mas obsesiva y obsesionalizante a través de la confeccién, por
ejemplo, de cuestionarios cuyos items llegan a veces al extremo de lo ridiculo.
Volviendo al “hombre medio” al que la sociedad actual aspira, en el campo de la psicopatologia esta
prevalencia de lo estadistico permite reducir lo normal a la media y lo patolégico a sus
desviaciones, siempre en términos numéricos, cuantificables. Es el criterio de Durkh
dice Miller, es un ideal secretado por la estadistica cuantitativa misma. No viene de una
prescripcién, de un orden, son las cifras mismas las que proporcionan un ideal: el de la norma,
distinto del de la ley’.
“La media,
Esta precisién muestra la estrecha relacién de estos temas con lo que se ha desarrollado como la
caida de la funcién simbélica del Otro, la caida de los referentes edipicos clasicos. Porque la ley
siempre se sostiene anciada en el exterior, en el gran Otro (la ley de Dios, la ley del Estado, la ley
del padre); mientras que la norma en tanto “media” proviene de los sujetos mismos y de las meras.
combinaciones numéricas de sus propiedades objetivables.
Se deduce de esto como, con la cuantificacién estadistica, el sujeto ha perdido hoy su posibilidad
de transgredir, de ir mas alld de la ley establecida por el Otro, de ir mas alla del padre para
afirmarse como subjetividad creadora. La oposicién subversiva -que conviene distinguir netamente
de cualquier ilusién revolucionaria o terrorismo mortifero- esta impedida en sus efectos creadores
porque la ley ha sido suplantada por la norma en tanto “valor medio-promedio”.
Podria pensarse que entonces sélo queda la posibilidad de una transgresién dislocada, dispersa e
inatil para el sujeto que es el nifio. Podria pensarse que este disloque de lo esperable como
desviacién en la campana estadistica de Gauss pone en alerta a los controles educativos y de
salud. Como si hubiera que prevenir para que la desviacién ADHD sea controlada y no se vuelva
atentatoria de los sistemas cunticos de seguridad estadistica. Se trataria de prevenir y curar
répidamente los rasgos “atipicos” de impulsividad, hiperactividad y desatencién con los que algunos
nifios buscan quizas ir en contra de la media y sus desviaciones esperables, haciendo reaparecer lo
singular, taponado por lo “tipico”
Elescritor Musil, comentado por Miller, sostiene que la influencia creciente de las masas 0
mayorias ha vuelto mediocre a la humanidad, ha aumentado “lo comun’, la potencia de los valores
medios del cdlculo estadistico, suplantando lo verdadero por lo probable.
Idea clave 26
En este médulo de orientacion psicoanalitica
sostenemos la hipotesis de que el nifio rotulado ADHD
bien puede estar tratando de recuperar -a veces muy
ruidosamente- su estatuto perdido de sujeto con
cualidades singulares, mostrando que la verdad de su
inquietud motriz es su inquietud ante la generalizacion
de lo comun, inquietud que el mercado contable de la
salud mental intenta reducir a una sigla de tres o cuatro
letras, segtin se sume o se reste un rasgo de conducta
mas 0 menos.
El ADHD, lo que escapa al controlVale la pena preguntarse por qué se insiste cada vez mas en la importancia del diagnéstico rapido
de los nifios rotulados ADHD para asi comenzar lo ms tempranamente posible con las terapias
medicamentosas y directivas. Uno de los items que el DSM IV sefiala como indicador del
“trastorno” es que su comienzo sea anterior a los 7 afios, lo que conduce a la desorientacién si
tenemos en cuenta -con un minimo de sentido comun- que todo nifio menor de 7 afios suele ser
inquieto, movedizo y de atencién mas bien cambiante.
Entonces, {por qué se insiste en la prevencién precoz si ésta se opone hasta a los mas basicos
criterios de psicologia evolutiva?
—£' Idea clave 27
Ala luz de lo desarrollado en los puntos anteriores,
puede pensarse que esta urgencia diagnostica y
preventiva se debe a que el nifio hiperactivo es
intolerable porque no encaja en lo esperable de las
distribuciones estadisticas y normativas. En este
sentido es un malestar que perturba: porque no encaja
en lo predecible. Controlarlo se vuelve entonces
imperioso y poner un nombre es ya controlar lo real que
escapa al dot io del significante.
El diagnéstico se reduce entonces a la mera aplicacién de un rétulo, una etiqueta, un sello aplicado
casi automdticamente a partir de la mera observacién de algunos datos empiricos de la conducta
del nifio; diagnéstico que cualquier buen observador puede hacer (docente o padre), pues se ignora
en él la estructura de la que estos fendmenos son indices o signos: la estructura exige -para ser
diagnosticada- una formacién que trascienda la mera capacidad de observacién de un adulto
Hoy dominan entonces los llamado sindromes o trastornos, “nomenclaturales oficiales de alcance
mundial y de acuerdo generalizado”, que constituyen sistemas clasificatorios como el que presenta
el DSM en sus distintas versiones desde 1840.
Es interesante sefialar que la época no deja de insistir en producir fenémenos o malestares que
escapan a los controles que la misma época va perfeccionando. Por eso estamos ya en la cuarta
version del DSM: lo que no deja de escapar al control de las clasificaciones empuja cada tanto a la
necesidad de confeccionar nuevos sistemas clasificatorios.
‘También es interesante destacar que, casi simultaneamente con la revuelta de jévenes estudiantes
¢ inmigrantes en Francia, el instituto Nacional de la Salud e Investigacién Medica de ese pais (el
INSERM), publica un informe cuyo objetivo es citado en un articulo del psicoanalista Pierre-Gilles
Gueguen: “concretar la orientacién cientifica de las medidas a tomar respecto a aquellos nifios y
adolescentes cuyos comportamientos son ‘atipicos', como medida de prevencién y diagnéstico
precoz, desde la edad de36 meses. El informe recomienda formar a los docentes a partir de
parrillas de lectura derivadas del DSM e incitarlos a esta ‘deteccién’ sistemdtica. Recomienda que
estos nifios y adolescentes sean tratados con terapia conductistas y, en caso de fracaso, con
medicamentos”
se
Esto hace pensar en cémo la rotulacién psicopatolégica puede ser la solucién magica de problemas
mayores de la actualidad, como son las migraciones y sus correlatos de segregaciones feroces.
Puede pensarse que el nifio a quien el rétulo de ADHD le ha dado un ser en esta época, le ocurre
algo semejante a lo que le ocurre a otros portadores de sintomas llamados actuales, por ejemplo, alas llamadas anoréxicas.
Tanto el nifio ADHD como la joven anoréxica denuncian con su conducta algo de la época, del Otro
social. El primero, queriendo escapar de los controles (de cuestionarios evaluativos, de terapias
directivas y de psicofarmacologias cosméticas) que pretenden acallarlo. La segunda, rechazando el
consumo que se le trata de imponer al sujeto hipermoderno.
idea clave 28
Ambos caen en la trampa del Otro del que intentan
separarse, permaneciendo alienados a sus mandatos: el
nifio hiperactivo reproduciendo la hiperactividad de la
época; la joven anoréxica hiperconsumiendo “nada”.
Han “comprado” el goce estandar que el Otro anénimo
del mercado vende para taponar lo mas subjetivo del
deseo, del amor y del goce mismo.
Alhaberlo comprado “en exceso”, han desestabilizado al sistema sin duda, pero sin efectos
transformadores reales sobre éste; sdlo han contribuido a reforzar la faceta controladora del
mismo: su poder de dominio sobre los cuerpos que intentan rebelarse; su biopoder.
La posici6n del analista en la era del desencanto
{Qué posibilidad de intervencién para el psicoandlisis en una sociedad de individuos compelidos a
consumir en estado de urgencia sin posibilidad de abrir un tiempo de pensar qué elegir? {Qué
posibilidad de deseo y accién psicoanalitica ahi donde la contingencia es anulada, ahi donde el
resto es siempre escoria a ser eliminada y nunca resto fecundo? {Qué posibilidad de presencia
encarnada para un analista ahi donde lo virtual ha desterrado el poder de la palabra y se ha
constituido en un velo casi sin fisuras de la imposibilidad de la armonia entre los seres parlantes?
{Qué posibilidad de! encuentro presencial con un analista para sujetos que parecen haber
desterrado sus cuerpos del encuentro con otros, envidndolos al territorio de las cirugias, de las
dietas y de los ritmos frenéticos, que no son solo los ritmos del nifio rotulado ADHD, sino también
los de los gimnasios?
El psicoanalisis de la sociedad desencantada debe re-encantarse él mismo, reinventarse
especialmente cuando se confronta a determinados sintomas actuales. Conviene recordar que la
sociedad de consumo -como plantea Ritzer- esteriliza todo, eliminando eficaz y asombrosamente lo
que considera basura porque no sirve: no hay lugar para lo inutil en el pragmatismo de la era
hipermoderna. No hay lugar para lo que no puede ser reintegrado al sistema en calidad de sujeto
consumidor u objeto de consumo. Los restos fecundos no integrables a esta légica también son
forcluidos, rechazados por el capitalismo, junto con el amor y la castracién como afirma Lacan en
su seminario 21.
Por eso mismo, no se trata para el psicoanalista y su practica de sostener una posicién basada en
la abstencién y el silencio, pues esto bien puede precipitar su segregacién y contribuir ala
tendencia expulsiva que la ldgica del mercado manifiesta hoy hacia todas las practicas que se basan
sobre la busqueda de una verdad como causa del malestar.
Mas bien, la maniobra psicoanalitica puede concebirse hoy como un “ganarle de mano” al amo
anénimo de las leyes del mercado, asi como el chiste le gana de mano al discurso del amo que es el
inconsciente. Se trata de que el analista se apresure a situarse con su praxis en distintos Ambitos
de la sociedad, pero en los margenes mismos de estos Ambitos, en sus bordes que el
posmodernismo ha tornado tan maleables, tan poco fijos, porque ahi el analista tiene -o al menos
@s esperable que tenga- un “saber-hacer-ahi-con’ la ausencia de limites objetivos y la angustiaconcomitante, dejandose consumir como un objeto que puede tranquilizar al sufriente, pero sdlo lo
necesario para ponerlo a pensar y no a dormir. Y he aqui la diferencia en cémo se ofrece, pues el
analista se infiltra en la l6gica consumista también como objeto a ser usado, pero para intentar
horadarla, agujerearla, despertando a los bellos durmientes de la pos/hipermodernidad, y
despertandose él mismo en su apuesta, pues el analista no esta para nada exento de la pocima
neoliberal adormecedora,
Entonces ... quizas ... ahi donde -para calmar la angustia que la ausencia de limites le genera- el
individuo posmoderno consume compulsivamente y se dejar consumir en la soledad sintomatica de
su goce sin lazo con otros, ahi ... quizas ... en esos bordes el analista pueda operar como resto
fecundo, re-encantando y re-encantandose.
Y alo mejor el analista puede operar junto con otras practicas que no sean necesariamente las
terapéuticas encuadradas dentro de! campo llamado de la “salud mental’, tan desencantado
actualmente por el auge racionalizador del cognitivismo y el neoconductismo y de la cosmética
psicofarmacolégica. Alo mejor hay practicas de otros campos que son prisioneros mas
convenientes con quienes intentar hoy una ldgica colectiva y una sustraccién de la jaula-isla-prision
‘encantadoramente desencantadora (0 al revés) que es el capitalismo llamado “salvaje”. Practicas
que provengan de otros campos de las ciencias, las llamadas sociales por ejemplo. Como en el
famoso apdlogo de los tres prisioneros que presenta Lacan, conviene seleccionar a los
compajieros de “jaula-carcel” con quienes se quiera intentar resolver el problema, especialmente en
el campo de las intervenciones posibles en la sociedad, mas alld del consultorio.
No todos los colegas del campo de la salud mental quieren salir de esta jaula de hierro weberiana;
ni siquiera todos los psicoanalistas lo desean. En este sentido, resultan muy iluminadoras algunas
de las reflexiones manifestadas por J.-A. Miller en el citimo Congreso de la Asociacién Mundial de
Psicoandlisis (AMP), en el 2004.
Miller sostiene que hay psicoanalistas que tienen la idea de restituir el orden del discurso del amo,
de volver a ponerlo en su lugar para asi poder atin ser revolucionarios. Es decir, se trata del tipo de
analista que se habia vuelto reaccionario , restituyendo los significantes amo de la tradicién, para
poder asi mantener lo otrora revolucionario de su propia praxis, psicoanalistas que tratarian de
reconstituir artificialmente “el inconsciente de ayer’, dice Miller, y los llama “los fundamentalistas de
Freud’, Estos psicoanalistas, frente al nifio ADHD, tratarian de reconstituir al padre en su funcién
del Buen Dios que fue Freud para Juanito.
Una segunda posicién psicoanalitica posible es la pasatista , que consiste en creer que no pasa
nada, que nada nuevo ocurre en esta época, que el inconsciente es eterno, como Dios. Son
psicoanalistas a los que el nifio rotulado ADHD no les dird nada nuevo ni los obligard a repensar su
practica.
La tercera posicién que se perfila es la progresista , que consistiria en tratar de hacer marchar al
psicoanalisis al paso redoblado del progreso de las ciencias y de las falsas ciencias, dice Miller,
aludiendo asi a las neurociencias, pero también a la moda de las multiples y a veces muy endebles
teorias cognitivo-conductistas que se fundan en ellas. Son psicoanalistas que no dudarian en
medicar a los nifios rotulados ADHD y hasta podrian pensar que las directivas cognitivistas y
conductistas son coherentes con un neuropsicoandlisis.
Miller considera estas tres posibles posiciones como practicas de sugestién. La primera, la practica
reaccionaria, exalta lo simblico vehiculizado por la tradicién. La segunda, practica pasatista,
procede a la consolidacién de un refugio imaginario. En cuanto a la tercera, la mas avanzada, se
alinea con lo real de la ciencia. Se distribuyen de este modo los términos simbélico, imaginario y real
entre estas tres practicas.
Miller ubica la préctica lacaniana como una alternativa que, a pesar de existir hace afios, debe hoy
reinventarse, especialmente a la luz de las tltimas ensefianzas de Lacan y en su necesidad de
abordar la actualidad del malestar y sus manifestaciones, tal como podemos considerar a la
impulsividad, la hiperactividad y la labilidad de conexién con el mundo de muchos nifiosposmodernos. e
Reinventar la funci6n paterna
Se trata especialmente en la clinica con estos nifios hipermodernos de reinventar una funcién
paterna mas acorde con la época, menos verticalista y épica, pero no por eso poco operativa para
el acotamiento de sus desbordes mortiferos, al contrario. Porque no parece que la simple
prohibicién ligada a la ley simbdlica sea hoy suficiente ni lo mas operativo.
Idea clave 29
Se trata de reinventar una funcién paterna que se
transmita por un saber-hacer-con la angustia, una
funcién paterna que transmita que la angustia puede
llevar a algo mas productivo que la inhibicion, el pasaje
al acto, el acting o la compulsién a taponarla con
“objetos postizos” cada vez mas artificiales.
Si las tres primeras posiciones del analista, como plantea Miller, estan basadas sobre la sugestién y
sobre el principio del “eso marcha’, o “eso debe marchar’ y con éxito, la practica lacaniana no. Su
relacién es a un imposible y por lo tanto excluye la ilusién del éxito acabado (que como nunca se
aleanza conduce inexorablemente a la compulsién a la repeticién).
El psicoanalisis fue inventado por Freud para responder a un malestar en la civilizacién, pero puede
pensarse que en su aplicacién a lo largo del tiempo se fue generando un malentendido: creer que
por la liberacién del goce reprimido se iba a alcanzar la relacién sexual complementaria y arménica
que no existe. En realidad sélo se liberaron los objetos parciales del goce. En este sentido la
practica freudiana anticipé la ascensién de los objetos al cénit social de la satisfaccién, afirma
Miller.
La practica lacaniana tiene que vérselas con las consecuencias del éxito sensacional de este
malentendido, consecuencias a veces catastréficas, pues asistimos a la dictadura devastadora del
plus de gozar, es la dictadura del Superyé que ordena gozar compulsivamente, sin limite, con
gadgets diversos que dejan cada vez mas solo al sujeto. Consecuencias que han influido en
muchos adultos devenidos padres de nifios primero criados “sin represién’, luego rotulados ADHD.
finalmente reducidos a ser objeto de medicaciones y controles diversos. é
No conviene que el analista esté solo
Ala practica lacaniana se le pueden sumar otros movimientos que se perfilan en la actualidad,
algunos inspirados por ella, y que no venden el éxito de la complementariedad, la armonia y el
bienestar en las relaciones humanas -pues en esto no hay mas que fracasos. Pero son practicas
que, al igual que el psicoandlisis, apuestan a la posibiidad de estar con el otro, asumiendo que hay
modos de fracasar juntos que brindan satisfacciones placenteras, no mortiferas por su compulsién.
Seria una apuesta inspirada en el texto biblico del Eclesiastés, citado por Lacan en el seminario 10
“La angustia”: gozar si, de las cosas simples, mas alld de las vanidades félicas vueltas hoy
compulsivas, al modo de locuras falicas del yo como ya se plante6, gozar descubriendo el
suplemento de lo no-todo falico, que puede funcionar asi como nuevo limite a la locura falica
imaginaria hipermoderna.
En esta misma linea, Miller sostiene que hoy la practica lacaniana juega sobre todo su partida con
relacién a los nuevos reales de los que da testimonio el discurso de la civilizacién hipermoderna (los
gadgets, por ejemplo). Nuevos reales que fracasan también por supuesto, de tal suerte que larelacién de los dos sexos va volviéndose, paraddjicamente, cada vez mas imposible. El "uno" solo
parece estar convirtiéndose en el estandar de la posmodernidad: el uno solo para llenar
cuestionarios, para ser evaluado y para ser comandado por un plus de gozar que se presenta bajo
su aspecto angustiante menos productivo.
El real del analisis no es el de la ciencia
La posicién del analista lacaniano no es en absoluto la de rechazar el real cientifico y el saber en lo.
real que la ciencia formaliza. Rechazar el discurso de la ciencia es un camino oscurantista y de
perdicién que conduciria a todas las desviaciones psicologistas que el primer Lacan combatié tan
bien.
e Idea clave 30
La practica lacaniana admite entonces que hay saber en
lo real, pero, al mo tiempo, plantea que en ese saber
hay un agujero, que la sexualidad humana hace agujero
en ese saber en tanto escapa al mundo del significante,
especialmente en lo concerniente a la femineidad, real
que escapa a todo saber. Asi, el “no hay relacion
sexual” es lo que equilibra el “hay saber en lo real”.
se
Asi, el psicoanalista va en contra de lo “politicamente correcto”, tendencia que se esfuerza hoy por
reducir las relaciones entre el hombre y la mujer a una relacién entre sujetos de derechos civiles,
tipificando los movimientos e intercambios de esos sujetos entre si, de modo tal que sean
previsibles y enteramente calculables.
1 Idea clave 31
EI sencillo aporte del psicoandlisis es evitar que el
sujeto posmoderno crea que la ciencia -capaz de
descifrar el saber en lo real y producir tecnologia cada
vez mas avanzada- le va a permitir alcanzar la felicidad
plena, resolviendo pragmatica y eficazmente la angustia
que los enigmas producen, entre ellos el de la
femineidad.
Evitar esta ilusién es lo que pone un freno al sin limite de todos los goces postizos con que hoy el
sujeto posmoderno busca aplacar exitosamente su angustia, produciendo el efecto paraddjico del
fracaso que es su desborde.
e
El analista como sintoma
Sostenemos también aqui la posibilidad de que el decir del analista se despliegue en la sociedad a
modo de sintoma, por fuera de lo politicamente correcto. El decir del analista-sintoma, mas bien,
es un decir que subvierte los canones del sentido comin, por ejemplo, sobre el rétulo ADHD.
Retomemos la aspiracién freudiana: que el decir del analista-sintoma no se diluya ni pierda susvirtudes como oximoron: la de ser un “veneno terapéutico”,
El analista puede dejarse usar por fuera del consultorio privado: en distintas instancias de
ensefianza, en la organizacién de debates y charlas, prestandose a opinar en los medios de
comunicacién masivos, publicando sobre el tema, interviniendo en la elaboracién de proyectos
psico-pedagégicos que se encaran sobre la “epidemia” del ADHD
Como sintoma social, el analista -sin la ambicién de conquistar a las masas, pero si con la
aspiracién de conmover las singularidades de la multitud- puede exponerse en las distintas escenas
donde se exponen con mucha frecuencia los falsos éxitos de las terapias que, por ejemplo, no
incluyen las recaidas en sus estadisticas grandilocuentes sobre la remision de los sintomas. Nos
referimos a las terapias cognitivas y neoconductistas especialmente. Se trata de que el analista se
infiltre en la l6gica consumista como objeto-sintoma a ser usado, pero para intentar horadarla,
agujerearla, y abrir un tiempo de pausa, de espera para pensar y acotar el frenesi de los nifios que
es también el de los adultos de esta época.
A modo de cierre de este médulo y apertura para el préximo, queremos subrayar el acento puesto
en las lineas anteriores al tema de la angustia; tema nodal para pensar la posicion y las
intervenciones del analista, tanto en lo social como frente a cada caso de los llamados “sintomas
actuales” en el consultorio.
‘Idea clave 32
EI nifio rotulado ADHD es uno de los “sintomas
actuales”, donde la angustia da cuenta de que hay otra
dimension de lo real que escapa al saber cientifico, que
impide reducir la mente al cerebro y la subjetividad a
una voluntad yoica programable.
Resumen
En el médulo “ADHD: un malestar de la época” se desarrollan en primer término los rasgos mas
generales de la actualidad pos/hipermoderna, tales como el empuje a la libertad y la felicidad, la
urgencia en los tiempos, la caida de los semblantes y la oferta multiple de objetos para el consumo,
para ponerlos en relacién de semejanza con el rétulo ADHD que se aplica hoy a los nifios,
desatentos e hiperactivos. A continuacién se presenta este “sindrome” como uno de los nuevos
sintomas de la actualidad, destacando especialmente su rasgo de “epidemia’.
En tercer lugar se retoman y amplian los rasgos descriptos de la actualidad para analizar sus
consecuencias en la infancia posmoderna. Esto desemboca en el siguiente apartado en la
posibilidad de concebir al nifio rotulado ADHD como un sujeto que intenta fallidamente escapar de
los controles de una época que tiende cada vez mas a la cuantificacién del sujeto y al desencanto
generalizado.
Finalmente se presentan algunas reflexiones sobre la posicién del analista frente a las
particularidades que ofrece la clinica actual, sefialando la conveniencia de ubicarse con su praxis en
los margenes maleables de distintos ambitos de la ciudad, donde es esperable que tenga un “saber-
hacer-ahi-con’ la angustia, nodal en los nifios rotulados ADHD.
Ejercicios de autoevaluacionPara realizar esta evaluacién debe estar conectado a Internet
ANEXO
Contenidos Complementarios
Contenidos complementario 1
Este tema se desarrolla en el médulo “El ADHD: del sintoma al trastorno, y retorno”.
o
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