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DEFINICION DE LA CULTURA Curso de Filosofia y Economia 1981-1982 Bolivar Echeverria [UBRO PROPIEDAD EXCUISVADEL GOBIERNO FEDERAL COM INES DIDACTIC ‘YCUNTURALES, PROHBIOASU VENTAO REPRODUCOON TOTAL © PARGAL COW ‘PES DE LNFO,AL QUE INFRA ESTADISPOSIOONSE LE APLARAN LAS ‘SAICIONES PREVSTAS EM LOS ARTIONOS 367, 368 BS, 968TER.Y DEUS ‘APUCABLESDELGOOKO PEHA PARA EL DISTRITO FEDERAL EN MATERA COMGRL ‘YPATATOOALA REPOGLICA EM MATERA FEDERAL, La publicacion de este iro se hace en el marco del Proyecto de Investigacion IN-408100, apoyado por la DGAPA de la Univer- sidad Nacional Autonoma de México. DEFINICION DE LA CULTURA Curso de Filosofia y Econamta 1981-1982 Bolivar Echeverria : Primera edicion, 2001 Portada: Efrain Herrera, D.R. © 2001 Bolivar Echeverria, D.R. ©2001 de esta edicion Facultad de Filosofia y Letras de la Universidad Nacional Autonoma de México Facultad de Filosofia y Letras, Universidad Nacional ‘Autonoma de México, Ciudad Universitaria, (04510, Mexico, D.F D.R.© 2001 de esta edicién Editorial Itaca Pirafa 16, Colonia Del Mar, Delegacion Tlahuac, CP, 13270, México, DP, tel. 58.45 14.76 ‘taca00Bhotmail.com ISBN 968-36-8361-4 Impreso y hecho en México Para Carls, Alberto y Andrés inpice NOTA PRELIMINAR .sss00 PROLOGO. LECCION L LA DIMENSION CULTURAL, DELA VIDA SOCIAL, 1. La dimension cultural 2, La idea de cultura en el discurso moderno, 3, problema actual en la definicin de la cultura Bibliografta. : LECCION Il. LA PRODUCCION COMO REALIZACION Producei6n, consume, reproduccién Lalibertad que da fundamento ala necesidad del mundo. ELsujeto Blobjeto Bibliografla i, LECCION Il PRODUCIR Y SIGNIFICAR El proceso de comunicacion.. Semiosis y cultura Bibliogeala LECCION IV. LA CONCRECION DELO HUMANO. Bibliografi au 1% ” 18 37 vn 49 2 6 n st 85 123 17 5 10 DIGRESION 1. TRANSNATURALIZACION, LECCION V. LA IDENTIDAD, LO POLITICO YLACULTURA. Lo sagrado y lo profano Laccotidianidad de lo politic. Definici6n de la cultura Bibliogratia LECCION VI. EL JUEGO, LA FIESTA YEL ARTE. EX sistema de as att on ‘Clencia, mito, poes Bibliograia| DIGRESION 2, ORIENTE Y OCCIDENTE., LECCION Vil. MODERNIDAD Y CULTURA... Et antropomorfismo modero . La cultura en ta modernidad capitalista Bibliograia... uw 169 TA 181 u NOTA PRELIMINAR ‘La publicacion del presente texto, transcripcin corregida de las lecciones de "Introduccn a la filosotia de Ia cultura® que im- parti hace ya veinte aos en la Facultad de Filsofie y Letras de la UNAM, se debe a la reiterada propuesta de hacerlo, primero de Marco Aurelio Garcia Barrios y después de David Moreno ‘Soto. El trabajo de establecimiento y depuratin del mismo co- 16 enteramente de su parte. Soy el primero en reconocer las deficiencis tanto de contenido como cle exposicién que tiene ef presente libro, pero subsanarlas hubiera requerido un tiempo de trabajo del que no dispongo actualmente, Pienso, sin embargo, que, pese a ellas, puede ser stil para iniciar a quienes comienzan «2 internarse en el campo de los estudios culturales; puede ayu- darles en el planteamiento de algunos temas centrale del mis- Expreso aqut mi agradecimionto a la Freie Universitit Berlin (Cateinamerika Institut) y al Deutscher Akademischer, Aus tauschdienst por su invitacion ala estancia de investigacién en la que pus terminar este libro. ‘Mexico, D.F, enero de 2001 2B PROLOGO ‘A comienzos del siglo XX el panorama de Ia investigacion de los fen6menos culturales y de su historia tenia ya una gran ampli- tud. A comienzos del siglo Xx se ha vuelto inabarcable, No s6lo ‘porque a las grandes orientaciones de su estudio en el siglo X0X la filosofca, Ia socioldgica y la antropol6gica— se sumaron otras —Ia pricoanaltica, la semiol6gica—, sino también porque, dentro de cada una de ells las corrientes se han multplicado al mismo ritmo que han proliferado las combinaciones entre las No puede decrse lo mismo, en cambio, de! panorama que presentan las propuestas tendientes @ armonizar entre st en la ‘medida de lo posible, esas dstintas orientaciones y corrientes Es como si el esfuerzo terico que ello implica no valiera la pe na. Aceptada la dimension cultural de la vida social como un hecho de realidad indudable, los esquemas metodoldgicos de las distintas orientaciones de investigacién la convierten en st objeto de estudio particular sin preocuparse demasiado por proponer o aceptar una clave explicativa capa de hacer que los descubrimientos alcanzades dentro de su version particular de {a realidad cultural sean “conmensurables* con los que pudie- “ ran lograrse a partir de los demas esquemas metodoligicos que trabajan sobre ella, ‘Una especie de desconti naa frente a la teoria que en mu ‘chos es “horror a la teria" — atraviesa el horizonte de la inves- Uigacién cientifica de los fenémenos culturales? desconfianza ‘que, por un lado ~el menos malo, abre las puertas a la \tariedad especulativa en a Yantropologiafiloséfica”y, por otro el peor, fomenta ta proliferacion de terias a hoc, ansiosas de susttuir con ideologemas sacados de las luchas por Ia su Premacia étnica, socal, religiosa o politica los teoremas clave {que se requieren para alcanzar una "traduecién miltiple y crue bi 2ada" de los dstintos saberes contemporsneos sobre la dimen- sion cultural de a vida humana, " Desconfanesu horor"que comparte con toda las cence hist ices, socaies © human 1 que nose exptics solamente como una re sccm de defensa ane los desbordamientos especutatiosy astemath adores de ls flosofa © la teria pure, La nociin de totaled, ta conviceiin de que “odo tene que ver con todo" en e mundo de hhumano, ha invade letamente los dierentessebereseapeialindon ‘durante odo el siglo 1% los he puesto en un diem y los a suid en luna crisis Por un lado, ha desdibujado et objeto paula de cada uno de eos mostrindolo icompleto,rfeide @ tre sindates & ! peo heterogéncos, For oro lad, ha mostrad que a canstrucion ecéeticn e un solo objeto total “nterdacplinario", resulta tan ie como la ‘adatura del crculo, Nacidas de le dayuncin, la dnt cence sociales deben persequr ahora una conjuncin que las devcompone, ues amenaza con descalficar en cada una de elas a. eropeeia" ue Je es inherente 6 El presente texto contiene la formulacién de un concepto de cultura que pretende aportar a esa impostergeble "traduccion" ‘entre las diferentes "lenguas' de las distintas ciencias de To hhumano, ayudar a que todas éstas —la historia econdmice lo ‘mismo que la antropologia, el psicoanisis lo mismo que la se- ‘miologla— atvaviesen la “prueba de Babel" y se conecten las ‘unas con las otras, no en el afan de alcangar una summa imposi- ble ~y por lo demas indeseable—, sino con la intenci6n de abrir los diques que las ortodoxias disciplinarias ponen ala voluntad de comprender y de levar asi a los muchos saberes sobre To hhumano a rebasarse a sf mismos en la confrontacién con los otros. No es necesario mencionar —el lector lo notard ele inmedia- to~ que este concepto trata de aprovechar como plataforma de partida In rca tradicion del discurso criico (Lukacs, Bloch, Le- febvre) que inicio Karl Marx en el siglo XIX, ast como las ense- Aanzas en mucho conteapuestas pero en mucho también com- plementarias de la *teoria critica’ (Horkheimer, Adomo, Benjamin), por un lado, y de Ia deconstruccién de la antropolo- {a metafisica (Heidegger, Sartre), por otto, ” LECCION! LA DIMENSION CULTURAL DE LA VIDA SOCIAL Y euand ya todo extuvo junto, vin el spirits y to puso en orden, Anaxagoras ‘Tres son los temas que intentamos tocar brevemente en esta primera lecién. Primero, el de la "dimension cultural” del con junto de la vida humana; segundo, el de la historia de las distin tas definiciones de la cultura y,tercero, el de la problematica actual en torn al estudio dela cultura y su historia. Se trata de reconocer la presencia de esta dimensién, desci a a partir de sus efectos en la realidad socal y en el acontecerhistrico; tener fen cuenta el sentido de las variaciones que se observan en la aproximacién del discurso autorreflexivo europeo a los proble- ‘mas de fa cultura;planteae, por dltimo, la perspectiva specifica cde nuestra época en la tematizacin de la dimension cultural 18 1. Laddimensin cultural Para construir una canoa, y antes de iniciar la tarea de echar abajo el érbol escogido para el efecto, los nativos de la Islas ‘Trobriand, segin lo describe Malinows ealizan toda wna se rie de otras operaciones destinadas a "limpiarl de su conenion ‘on el resto del bosque. Piensan que cada uno de los Arboles pertenece al bosque como si fuera un miembro identificado del ‘mismo, que el bosque en cuanto tal tiene wna presencia y un ppoder unitarios; que es necesario tratar con él mediante deter- ‘minados ritos y conjuros para que del érbol que se le arranca salga una canoa buena para navegar, pesca, transport, jugar, cetctera La descripcion etnogréfca de corte empiriste supone un mo- delo ideal del proceso de trabajo, de la estructura téenico- funcional minima que deben tener tanto el diseRo como los stensiios y 38 operaciones manuales necesarias para construir tuna pequeria embarcacion de madera. Lo reconoce plenamente ‘en el trabajo de los trobriandeses, pero observa que, en su ca80, dicho modelo se encuentra enriquecido 0 bien deformado por la presencia, dentro de 61, de un conjunto de operaciones *sobre- funcionales*,instrumentalmente superflua, de orden puramen- te ceremonial, irracional" desde el punto de vista econémico, 1a peculiaridad de Ia téenica empleada —que se extiende, ‘por lo cemés,a todos los émbitos de a vida de ls nativos de las {slas Trobriand— pone de manifiesto de manera especialmente clara la vigencia de un nivel del comportamionto social que pa rece “innecesario" desde la perspectiva de la eficiencia funcio- nal en la produccién y el consumo de las condiciones de super vivencia del animal humane, pero que, sin embargo, acompaa 1 éstas inseparablemente, afrméndose como pre-condicion in dispensable de su realizacion. Un momento, elemento 0 compo- rnente de orden "magico" demuestra ser constitutivo dela civi- zacion material" de los trobriandeses. “Disfuncional” es también el comportamiento de aquellos ‘grupos étnicos de Ia Amazonia recordados por Levi-Strauss en Trstestrdpcos que viven (si viven todavia) dentro de un medio natural rico en determinadas substancias alimentcias, mismas «que sin embargo, no entran en la diet de esta sociedad, Se trata de substancias que no son gustadas y consumidas como alimen- to pese a que el grupo sabe que no son venenosas ni dafinas y {que incluso podrian ayualar al mantenimiento y al crecimiento del cuerpo. Simplemente no concuerdan con el principio magico ce “irracional” que delimit y define aquello que es comesible en ‘ontraposicion a lo que no lo es. En este efemplo, a diferencia del anterior, la pre-condicion del cumplimiento de una funcion social no conmina a un hacer sino a un no hacer, es una prohibi- cidn, Pero en ella se distingue también, con igual claridad, que cen el enfrentamiento a la naturaleza, en Ia realizacién de los ac tos de produccién y consumo, las sociedades "primitivas" cono- 2 ‘en un escenario de reciprocidad con ellay un orden dle valores para su propio comportamiento que trasciende o esté ms alld del plano puramente racional-ficientista en la técnica, que = basa el plano de los valores meramente pragméticas 0 utilite- los. Es posible generalizar este raggo Lamativo de la existencia de los "pueblos primitives" y afirmar que, en todos los casos Jimaginables —incluso en las civilizaciones actuales de Occiden- teen donde la téenica moderna parece haber *desencantado" al ‘mundo, barrido con la magia y la superstcion y logrado depu- rar al proceso de produccién/ consumo de todo ingrediente aje- ‘oa i efectividad instrumental la reproduccién social del ser hhumano requiere para su cumplimiento de una “precondicion* ‘que result, sino ajena, sf de un orden diferente al de las condi- tado de una accion especifica del sujeto de trabgjo,particulari- zado como “panadero', y que esté destinado a la satisfaccion de una parte del hambre del sujeto de disfrate, particularizado como "consumider de pan". El pan es un objeto prictico de consumo inmediato, que entra directamente en el proceso de disirute, como todos aquellos otrosalimentos que lo acompa- satisfacer el hambre de un cierto tipo de ser humano. El segundo tipo de objetos practices, en fos que la practic nan dad de los mismos se encuentra plenamente desarrollada, es el, {gue incluye a todos los medios de produccion, es decir lo mis- ‘mo a los instrumentos del trabajo que a las materias primas {que él emplea, Son objetos cuyo valor de uso no esta diripido al consumo directo o terminal, sino a un consumo indirecto 0 in termedio. En el caso del sujeto productor particularizado como 2 "panadero" éstos seria, por una parte, el agua, la harina? la levadura y, por otra, el horno, los moldes, ete El objeto préctico, el producto con valor de uso, aunque se parece a los “objet 250s de reproducci6n animal es en realidad diferente de ells. I bien producido pura el disfrute humano y por el trabajo hhumano es un objeto muy especial: su Figura concrela, no in forme, no es la de un ejemplar mas de una "fi intermedios que aparecen en cierlos pro- a" general (0 abstracta), indefinidamente evpetida, como es la de los Yobje- tos" animales; ella es formada y, por tanto, en prinipi singu lar ( concreta, unica, ierepetible, El cardcter préctico del objeto humano no se agota en una sola manera defintiva de posibitar una funci6n reproductiva determinada, sino que es capa de posibilitarla de muchas ma neras, de tener una infinidad de actualizaciones posibles. El limento del animal es perceptible para él como mas © mens apto para Uenar una determinada carencia del mismo; el al ‘mento humano, en cambio, es perveplible no solo voma capa de satisfacer un determinado tipo de hambre, sino tambien, y sobre todo, como mas 0 menos sabroso y von ferertemente sabroso. El sabor o la forma gustativa del alimento humana mo Bt objeto santero parcel nr, ete, te a ™ es una forma puramente natural sino una forma "social- satura’, Por elo es capaz de cambiar de configuacion no slo de una situacion historico-concreta a otra sino incluso de un episodio de produccn/ disrate a otro. oro la practicidad del objeto slo se muestra de manera plena como una practcidad maleabe en los medios de trabajo 1 de disrate, concentrada sobre todo en la parte instrumental 4e los mismos. Aqut la especfickdad del proceso de reproduc. im social se evidencia con toda clardad. Si hemos detetado ya esta pocularidad la el objeto prictico de la produc: ‘ion/consumo, mis an la podemosobservar ene objeto prc- tico particularizado como instrumento de trabajo, Este es un producto cuyo valor de uso se realiza en un consume mediato Y de duracion prolongada, También el mario, por ejemplo, como el pan, es un bien producido, pero a diferencia de éte, ro va a ser consumid directa einmediatamente en la fase con- suntiva sino s6lo de manera indrecta y paulatina en todas las cocasiones en que sea necesario golpear un determinado mate- falcon una fuerza y una prcisin mayores que las que puede ofrecer la simple mano; es un objeto que va asusituir en parte después de una primera fase prodictiva del proceso de trabajo 1 va a pasar, reparandose y perfeccionandose a lo largo del tiempo, a un mimeo indefinido de fasesproductivas. Bs un ob- jeto que se consume también, pero cuyo consumo direto no tiene lugar en la fase consuntiva sino en el proceso de produc. % cion 0 de trabajo del sujeto social. Su capacidad de satistacer ‘ecesidades, su uilidad, su valor de uso, se integra como parte ‘o aspecto de la utilidad o valor de uso de sucesivos objetos de disfrute directo, Una segunda caracterstca del instrumento de trabajo, que podrfamos lainar trascendental, es quizés la més importante: ‘el medio de produccion 0 el campo instrumental se caracteriza por el hecho de que su wtilidad técnica (lamemos asta esa uti- lidad mediata destinada al proceso de production y no de con- sumo) consiste en la produccion no de un objeto particular sino de todo un género 0 una clase de objets saisfactores de nece- sidades, Antes hablabamos del pan del panadero, ahora hablamos de la panaderfa, Con esta pequetta zona del campo instrumental de la sociedad el panadero puede preparar todas las clases de pan imaginables ya que cuenta all con todos los instrumentos y las materias primas requeridus para ello. Con el, medio de produccion del panadero puede elaborarse ulgo que seria el po “pan" de los alimentos basis del ser humano; un Lipo de alimento que abarca uns infinidad de posibildades de configuracion del sabor del pan, de su forma gustativa. La pas naderfa del panadero, en la que todas esa figuras del pan estan [resentes en potencia, es asf un conjunto instrumental cuya efectividad técnica fundamental consist en abrir al sueto so- cial todo un campo de opciones para a satisfaccion de un cier- to tipo de necesidades de alimentacion; en general, en ponerle %6 fn posicion no sélo de ejecutar wn programa productive sino de clegit o inventar un programa dentro de un determinado horizonte de posibilidades de programas productivos Pero asi como-en la panaderia estén ls posibilidades de rea- Lizaci6n del pan, ast en el conjunto de tos conjuntos de objetos dotados de una utilidad técnica, en el campo instrumental glo- bal del proceso de la reproduccién humana, encontramos, de ‘una manera abierta y entrecruzada, todos los horizontes de po- sibilidades de saisfaccion de necesidades que pueda imaginar elhombre sta es la peculiardad del instrumento: se trata de un objeto aque se corresponde funcionalmente con la esencia del sujeto social, Si este esta en la obligacion de elegise asf mismo, s6lo tun objeto del ipo “instrumento” es el producto ail adecuado at ‘cumplimiento de esa obligacion, a la satisfaccion de esa necesi- ‘dad, El ser humano encuentra en el campo instrumental la me- liacion adecuada en ese didlogo con la naturaleza a través det ‘cual leva a cabo los fines de su autorreaizacin y que es el que le permite trascender la unidimensionaidad y la monotonfa de Ja vida animal, La (re) configuracion de la forma del sujeto so- cial se vuelve realizable en la medida en que laconsistencia del mismo, al abrir un horizonte de posibiidades de forma para los objetes de consumo, abre también otro andlogo para cl suje- to que se reproduce, sea de una manera o see de otra, segin el consumo de los mismos. 7 La caructervacon que acabamos de hacer dels obs pricicos que median el proces de reproduc scl debe evamos a reconoer ls manera en que ls etn vinlados con brad de su de deh proceso ye mao en gue ponen de mane, Hablamos dicho gut a pry con sun oases ee avi puesta en una presencia de tas smas qu le tae enum plano deena qu eld ms A del plan en qu un er ania nel plano de xno que es propio desu condi: dea reproduc dao calidad Es esta previneca de ova” sob To rater ta qu ref em a consid factor btivo del pve so de reproducin sca en a confguaion dl en prod tid, sea ste produc final o medio de proucinse con- sienia misma del ob rv tco ques encunia medundo la elcid sot consigo mismo rats del emp ‘ats del objeto prc, lst tanto que prod tore relcons consi mis on tanto qu ensues “grad oro" de a comunia in. A avs desi del isa de a forma del hen prod onsun dor ines la propuesta de ercin del forma socal 0 dol objeto, oman a ambos que fue larvada por el productor cuando eligio aquella forma para su producto dtl y la trabajé en él. Concen- trar la atencién en Ja consstencia comunicativa 0 semiotica del proceso de vida del ser humano es, sin duda, la mejor manera ~ de circunseribir el Ambito adecuado para una definicién de ta ‘cultura, Es lo que intentaremos hacer en la proxima leccion Bibliografia Ernst Bloch, Das Prinsip Hoffmmg, Frankfurt a. M, Suhrkamp, 1959 (Trad. esp. El principio esperanza, Aguilar, Madrid, 1977) Karel Kostk, Dinletiketonlrdtniha, Studie problematicecloveka sve, CSAV, Praga, 1964. (Trad. esp. Diléticn de lo concreto, Griatbo, Mexico, 1967 Martin Heidegger, Von Wesen des Grundes (1929), Klostermann, Frankfurt a. M, 1955. (Trad. esp. De a esencia de fundament, Universidad Autonoma del Estado de México, centro de in- vvestigacion en ciencias sociales y humanidades, México, 1997) Hone Lefebvre, La production de lespac (1978), Antropes, Pi 1926, Kast Mars, Das Kapital, Kritk der poitichen Okonomie, Erster Band, Hamburgo, 1867. (Trad. esp. El cxptal, tomo I, Siglo 0, México, 1999. Grundvsse der Keitik der Politischen Okonomie, Diets Verlag, 1857-1858 (Rohemourp, Berlin, 1953. (Trad. esp. Ele- smentos de ta critcn de la economia politica (Borrador), 1857 1856). ” Jean-Paul Sartre, L/étre et le néant, Esai d‘ontologie phénomnolo- ‘sigue, Gallimard, Paris, 1943. (Trad. esp. Elser y la nada, Lo sada, Buenos Aires, 1966.) a LECCION tt PRODUCIR Y SIGNIFICAR ET “oppirtu’ sure desde el principio la condena de estar “contatnado” por la mater, la que se presenta aqui en forma de capas de aire sacud- das, de sonidor, de enguej. El lenguaje es tan ntiguo como la conciencia el lenguaje es la ‘conciencia prea, queens realmente para los ‘otros sereshumanosy por tanto también pare mi nismo; y el lenguaje surge, como la conciencia, de ls necesidad, de la exigencla de una interac ion con oro eres hutnanon— ‘an Mary Friedich Engel, La ida lemons, En su proceso de reproduccion el sujeto humano se vale de su. star inmerso en el fujo temporal de las cosas para hacer de esta condicién —que comparte con todas los sores una dimensidn ‘existencal propia de é: la smporalidad’, Es Ia dimensién en la {que la actualidad de todo momento presente se evidencia, mas por una contradiccin la actualidad se manifesta como un compromiso I del simple y arménico acontecer, omo constitu entre la permanencia y la evanescencia, como la soluci6n a un 2 conflicto entre ol ser y la nada. Elser humano se vale de su estar sometido a la metamorfosis orgdnica que implica esa inmersiin cen el tempo para convertir ese sometimiento en una oportuni dad de “devenir, de dejar de ser lo que es, de ser otto y, paraddjicamente, volver a ser "él mismo"; en una oportunidad de autotransformacisn, ‘Tambin en el ser humano se da el dob estado que distn- ‘gue en la naturaleza al animal instisfecho del animal satisfecho, ‘slo que en aquél la insatisfaccion organica se ha convertide en ‘el soporte de un descontento "politic" —con su figura presente, con su forma actual de exists, con su Yestado de identidad! de igual manera que la satisfaccién orgénica se ha vuelto el so- porte de una re-configuracién de sf mismo, de una realizacin "politica En ta fase productivael sujet humano proyecta con- vertrse a sf mismo en alguien diferente, adquirir otra forma; despues, en la fase consuntiva, al asumi dicha forma, leve a cabo ese proyecto. Podria decirse que, en virtud de este hiato que ha roto el continu natural de las dos fases veproductivas animales el sueto humano desdobla su condicion dabley existe cen dos versiones de si mismo, Podria decise también que, por cello, entre esas dos versiones necesatiamente aparece una ten- sion comunicativa; una tensisn que se resuelve precisamente a través del objeto préctco. Fn lafase productiva sucede como sel sujeto humane inten tara “decir algo” a ese otro" que sera él mismo en el futuro" 3 terminedos elementos de ence multipcidad de lw ie ext coe tande alemiaor con el receptor, elecsén que epera teniendo en cuentn su similitud y st dilerenia, Pero al mismo tempo existe un conjunto fe reds de ubicacén de eats clementos, regia de combined 0 de ‘emposiciin que los ofetnigan en una secuencia temper 0 expan Los elementos elegdos 9 ubican ene tempo y en el espacio dentro de bine determinads coninuida, De esta manera, las rene de chao ton tanto reglas parse ee sintagmtice @ de contig cunt pr 1 le paradigmico © de select. Cualquee elemento del eo Dede constitire entonces en un elemento signal sempre ue ft conetado con etos elementos, de neverdo a una detent de fnicon eu Mente dilerencil respect de fos otos,y lempre se est ubicado en lio precien dentro de une seeuencn Pero hay otra caractriatic de est cig en la que que e¥ neve io insist. El codigo del proceso de comusicaciin social determin la postilded de combina, 0 mlamo en el je pradignatico que en cl Sntagmatico, elementos de dos pos de consistencn diferente, cones Dondlentess dos nivles diferentes de ericulacén 0 simbolzaion #2 lenge humana, die Marne, no abo enviay recbe signienciones qu etn constitidns por la combinacinrs de elementos ya significa La funcion metalingiistia tiene que ver con el hecho, recor ‘dado por Jakobson, de que no hay ningun acto de comunicacton Lingdistica en que el cédigo, la lengua, ese “instrumento" con el ‘que es posible componer y descomponer los mensajes, no 8e en cuentre puesto en cuestién respecto precisamente de su efecti- tos ellos miemos, sine que ene ote nivel, una segunda posbiidad e arcuacin 0 producion de sentido, que consiete en combina ele od, Estos dos aiveles de aticulacin son los que ttn inscrtos @ determination en el eign, Por un lado, el clio implica reas de combinacién de elementos ‘on sentido, por ejemplo, as reglas de sins, que nos inden como comectar ere af palabras, es decir, elementos que sgniean ya por st sismos. Habra es un nivel puramentesintieteo camo ia articular eos distimos elementos dele orci. Pero, por 0 ado, deb" de ese nivel ~y est seria lo fundamental ris ofa posbidad sin tagmitia, otra posbtded de ubicacion ¢e los elementos pare lgrar ‘sentido, que sera Ja articulecién de aguelios elementoe que no tener inguna signfencin por ot mismos, En el caao de ta comunicecén ‘animal, nos dice Benveniste, podemos encontrar procesoe de combina ‘in de elementos, un proceso de envi y recep de sefles pero que se mucven solo en Ia articlacin mia manifesta, ls de los elementos ‘que son sgnfieatos pers miamon. Al, por ejmpl, I aejse par ‘comunicars,realzan en su milo determinadss evoluciones euya tt vectra we destaca, con un dagulo mayor © menor, respec dela ines ‘el horzonte, convitiendone as, en cada cso, en wna indicat inde Dendiente, en una seal que vale por si misma Ea cambio, en lo que ‘nace lenguaie propiamente dich o lengua humane, tendramos justamente otra postblidad, la de companer sigaiescones usando ‘lementon que por sf mismos no signiican nada, como son los Yone 8 vidad como tal. Todo acto de comunicacion implica un forcejeo con el céigo que lo hace posible. En la comunicacion humana, diferencia de lo que parece suceder en la comunicacion animal, cl cfdigo no esté encarnado en los agentes de Ia comunicacion sino que entre quienes lo “usan” y ese cédigo hay un cierto dis- tanciamiento, un décsage. Hay una tensién entre lo que es el [hablar el comunicarse,y fo que es el instrumento, la lengua, el cédigo de esta comunicacion, El cifrador y el descifrador estén siempre poniéndose "por encima” de él, dudando de su eficacia, juzgindolo, tratindolo como perfectble, pretendiendo trans- formarlo, La funcion metalingistica consiste precisamente en cesta autocitica de la comunicacion inmanente al acto mismo en que se realiza. Mas aca del codigo, puesto que depende de 6 para realizarse (puesto que esta siendo *hablado* por 6), ta co ‘municacién ests también siempre un poco mas alls de él, reba ‘sindolo, poniendo al descubierto como “deciles cosas que has- ta entonces eran "indeciblee’? Hay que afacli a esto que la funcion metalingulstica no siempre se mantiene como un “mo mento’ integrado y confuniido con las otras funciones: en oc siones puede también mostrarse en su pureza y afirmarse como la funcion protagenica de Ia comunicacion, 2 ua lengua debeste ser vista como un corte anavernal nun de terminedo moments, ene proceso de simbolzacién que ene gh em 96 Esta modalidad del uso lingtistico en la que la funcién meta- guistica predomina sobre todas las demas —puesto que la composicién y de-composicion del mensaje se leva a cabo con la intencion directa de poner en crisis el estado actual del eodi- {go tiene para Jakobson —y con razén— una importancia es- pela, Tanta, que pretende reconocer en ella una sexta funcion comunicativa, la funcién que él lama “pottica” y que estaria entrada justamente en torn al elemento "mensaje" o, mejor, al juego con las muy diferentes vias para componerlo y de- ccomponerlo que es posible arrancarle a mismo cbdigo. La tesis que apoyamos —y de la que parte la definicion de la cultura que intentamos sustentar~ no afirma solamente que el contene ‘un momento semistico 0 "lleva consigo" 0 "va acompanado" de tun proceso de comunicaciin. Mas alls de eso, afirma que entre en el proceso de produccién/consumo de abjetos pricticos y el proceso de produccién/consumo de significaciones hay una proceso de produccién/consumo de objets préctcos Identidad esencia Si se establece una comparacion no se puede menos que re ‘conocer que, asi come el lenguale humano ~el proceso de co- smunicacion por excelencia— puede ser considerado como una variante del proceso de produccion/consumo de objetes prcti- ” 0s, ast también éste ultimo puede ser visto como une variante del proceso de produccion/consumo de significaciones. Fn efec- to, gacaso la palabra no es tambien un objeto préctco, de mate: tialidad sonora? ;Acaso la pronunciacién de una palabra no es snsformacién del estado acustco de la atmés- un “trabajo” de fera, mediante ciertos “utensilios" del cuerpo humano, que es consumida" o disirutada al ser percibida auditivamente? ;Aca- «50 la extracign de informacidn fuera oa partir del referente por parte del emisor no es también, en definitiva, una “apropiaciin de Ia naturaleza" como la que tiene lugar en cualquier proceso de trabajo, s6lo que una aproplacién del tipo cognoscitiva? {Acasa el contacto no es una "materia prima’ y el eédigo un "campo instrumental"? ,Acaso el expresar del emisor no es ut *proyectar’ y el apelar al receptor noes un "transformarlo"? Deciamos que el cardcter ‘politico’ del animal himano hace de €1, inmectatamente, un ser "semistico’; a ello habria que afar que el carkcter semiétco del sor human hace de, de rmeclo igualmente directo, un ser del lenguaje, del los. Fin ec: to, la semiosis en cuanto tal slo es imaginable en su desdobla iniento como "semiosis ingaistica", por un lado, y convo “semio. ss prdctica’, por otro, Hay que suponer, en l proceso de comunicaién, ta acct de una tendencia inherentee indetenible de mismo a s4 propia ‘optimizacién, ala optimizacién de cada una de sus funciones y del conjunto de elles. ¥ hay que suponer tambien que toda la in- 98 finidad de los objetos practicos —cuya forma, como veiamos, 5 necesariamente un mensaje~ tiende a clasficarse en referencia ‘Jn agilidad y la precisién transmisoras del sentido comunicati- ‘vo. Hay unos objetos hacia un extremo, cuya capacidad de ‘ransmitir muestra un grado relativamente bajo de agilidad, de precisién 0 de ambas (pensemos en una casa, por ejemple), ‘mientras hay otros, hacia el extremo puesto, en los que su ca pacidad de transmitirposee tna de dos caractersticas las dos, en un grado relativamente alto (pensemos en un guifo de «ojos, por ejemplo). Los primeros serian aquellos objetos que pre- sentan menos forma en mas material, aquellos cuye materiali- dad es menos dict, més reacia a adoptar una forma y cuyo ci- clo productivo-consuntivo es mas prolongado; los segundos, a a inversa serian aquellos objetos que en menos material tienen ‘ms forma, aquellos cuyo material es més sutl, més apto para asumir formas y cuyo tiempo de produceién/consumo es més corto, De entre estos ditimes —como veremos més adelante—, las transformaciones en el estado acstco de la atmésfera resul- fan ser, con mucho, los objetos mas precisos y expedits en la transmision de informacion; son los que legan a ostentar el rméximo de forma en un minimo de material (pensemos en la ‘exclamacion "ah", del sefor Keuner, en el libro de Brecht), los ‘mds aptos para mediar entre la intencién del productor y la tansformacién det consumidor. Semiosis y cultura De estas explicaciones en torn a la tesis acerca de I identidad cesencial entre la semiosis y la produccién/consumo de objetos pricticas quisiera desprender tres indicaciones para la defini- clon dela cultura [La primera tene que ver con el ordenamiento y la jerarqui> zacién de las funciones comunicativas descritas por Jakobson, la segunda con la composicion estructural del objeto 0 del mensaje y la tercera con la universalidad del cédigo y su operatividad real en la concrecin histrica ‘La funcin referencal a sido la dominante en la comunica- ion linghistice de todas las sociedades que conocemos en ta medida en que todas ellas han sido, de alguna manera, produc tivists, La existencia de las comunidades ha estado centrada, fundamentalmente en aleanzar un excedente en la inteioriza- Definici de la cultura La cultura es el momento autocritice de lareproduecién que un ‘grupo humano determinado, en una circunstancia historia de- terminada, hace de su singularidad concreta; es el momento dialético del cultivo de su identidad. Es por ello coextensiva a la vida humana, una dimensién de la misma; una dimensién que sélo se hace especialmente visible como tal cuando, en esa ruproducci6n, se destaca la relacin confictiva (de sujecion y 9 La Matera dea orera moderna! dea América Ltn, ep ‘Wioana lon oes fueron a ent, dl wig 08, yb ors, els {Ho Xv ofece un cundo que seri pntresco sno mptenra una Fle de experlenciasdesastonas, qu uta dos pasos menconados equ ambos fustzadot, men eactldor—e primer, que Mevarta de 18 ‘lane, ye mul, qe mvanzaria de a confusn a a dato entre 1a pola eal y a potion tla. El ound al que me relero ex el que oftece el encanaria de ayia atinoanerienna,sbrepobiado I leno de generals y enulos —hombres que wuelven rita a tempo e- ‘weordinarlo— que de eelgosos —hombres que banalzan ia tansubs talactén feta dela cast ¥ de erate y artistas —hombres ela remernoraclin dela rovohcin imaginvia—, y vumamente eas, en camblo, de representantes genuinos de una ‘ocledad cl 188, resistencia) que mantiene —como "uso" que es de una version particular 0 subcodificada del cédigo general det comporta- rmiento human predisamente con esa subcodificacion que la fdentfica (Cultura, cultivo critico de la identidad, quiere deci, por lo que se ve, todo lo contrario de resguardo, conservacién 0 de- fensa; implica salir ala intemperie y poner a prueba la vigencia de la subcodificacion individualizadora, aventurarse al peligro de la "pérdida de identidad” en un encuentro con los otros tea lizado en términos de interioridad o reciprocidad.« * corresponte al nacionalano dela época moder ts convlcia de ‘que Ia culara os un patrinonio de formas peoples y poculre, un Ku frp oun Ritrerbe(oerencia cura com deb er geile cua eultivade espciatmente en st nel el alla era ado Ie pro longacén objet, en a cuitirn en vo qe seria petanente Ia Netided 0 peoullarted yro encanta como vot (pueblo para ea, a pepe ocutv dei etd de ina comtinidad coat, por an I 4a, en erstazarla en na figura que la seine det, en aera sa cerosrasgos e ella, por ot en Insular @ esa gure ua vial sjudcada como propia. Rata cltra fell, opeta a le e=ponthnn tuna manera de nega In ule coo el cul dali de na det a que slo se reproduce en la medida en que se cuestiona, en que 8 ‘enfenta otras, se combina con ells, defenditndoce de elias y também invndiéndolas, La vata dela Wentided “hie germane loved a ‘abo por el naionactalsme aleman, lejos de implica a plege et ful de alguna de tas Sdenidades histcionconcretas que el Estado soternafrzaba a caber dentro de una Kentiad nacanal lena, ie la negacén de todas elas. Ere na Mentided momificada, a la que eh 189 La reproduccién de la "mismidad* no puede ser otra cosa que una puesta en juego, una de- y re-substancializacion 0 una de- y re-autentificacion sistemstica del sujeto. Debe ser Ia ince- ‘sante puesta en préctica de una peculiar “sda dirigida pre- cisamente hacia el otro, hacia aquella otra forma social en la ue posiblemente la contradicci6n y el coniflicto propios hayan encontrado una solucion, en Ia que lo humana y lo Otro, lo *na- tural’, se encuentren tal vez reconcliados. Al plantearse como la historia del acontecer de una forma, de su permanecer gracias ya través de su alterarse, la historia de la cultura se muestra como un proceso de mestizaje indete- rnible; un proceso en el que cada forma social, para reproduc se en lo que es, ha intentado ser otra, cuestionarse a sf misma, alojar la red de su c6digo en un doble movimiento: abriéndose 2 Ta accion corrosiva de las otras formas concurrentes y, al ‘mismo tiempo, anudando sein su propio principio el tejido de los codigos ajenos, afirmandose desestructuradoramente dentro de elias? ‘movimiento nazi no vein ere de esta conden soo so, mane idols en ell, a conetare vse vida ng, ati eho a ln oleranch que ke entadon ockentales de enc ‘tela Wtnanein" ran de Inf poblackues oe en te porn ovata of ubstancalimo profuamente race de wu autade- ue, Tokers” sgnies “soportar’, yer’ ex det, sm lemente tn agree (por Io menoe Ul ¥ polo pont) & os otros; > gue, camo ha nde vedadero metodo de a historia de i culture 190 [La cultura es una dimension de la vida humana; por ello la ‘acompana en todos los momentos y todos los modos de su rea- lizacion; no s6lo en los de su existencia extraordinaria, en Tos ‘que ella es absolutamente manifesta, sino también en los de su ‘existenciacotidiana, en los que ella se hace presente siguiéndo- 1a por los recodas de su complejidad.* —redescuierts para Ia moderidad por Ia Manche mexlana ene sgl Vin, ‘abrisen ells y retaros aque ells tamblén “se bran’ © concept de “imensn cultral” que se desarrlla agus ltr Ace con ibertad en el intincado panorana de aceplones det mina "eutturat que se encuentra vgente en utr dia. La comprenalén ‘moderna de In dimensin cuturel se despllegs en muy variadosexcen es tiplos del uso ings cada uno de ens es capa de propane st ‘propia acelin. Tales eacenarios pueden clasifearse de noverdo a lt ‘manera en que organiza las siguentesoposlones semantics pincl- pales: ‘9 *Cucwra’/‘naturaie ef mundo dotade de vid capi, de a rose linge (o humand), frente al mndo caente de expr y de lengua propiamenteaico oan, 'y “Outure’/‘tiacn’ Lo humane exptual, desinteretdo 0 peeerructra rete Io bimano infeestrutir, pragmatics © male “Outores/cnizacén las sotedades en las que fo humane = encoentra.cn un estado ms simple, primaso, primi o suber bo (aassnicas’, ston, etter) ent « le sociedad en lagu 1 romano fs tencas) es més comply, cath mis deerollad © haa ‘nando su major altura Indogerman’,recoroman, 4 "Cutura/'euttures + a forma de lo humane en genera del © wniversa, fente Ine miles versones histéeoconeretas deo Jhumano(eciental, rental cates, capa, etcetera) 191 En la vida ‘normal o cotidiane la exstencia rutinaria slo ‘se cumple si es capaz de romperse para recibir en si misma, en el plano imaginario de su realizacién, la irrupeién del modo ex- traordinario de la existencia, Puede decirse, de acuerdo a esto, ‘que es en este momento de ruptura constitutive de la cotidia- hidad humana en et que se concentra, como una actividad cul tural especial o propiamente dicha, aquella dimensin cultural difusa y generalizada, propia de todo el proceso de reproduc- ion social, la del cultivo dialéctico 0 autocrtico de su identi- dad o singularidad concret, La existencia "en ruptura* se da como una ierupcion del ‘comportamiento extraordinario dentro del comportamiento ru \inario. Una irrupcitn que tiene lugar en el escenario dela ima- ‘inaction, esto es, en el plano en el que la semiosis Linguistica eerce de manera inmediata su dominio de sobre la semiosis Dréctica,en el que las signficaciones “atadas" se Uberan de sus otuduras, se convierten en simulacros de st mismas, haciendo "Cntr eultuns © pattones de comportarlent Ia hth ‘tones y ndieoues(pllieas, eres, culinaray, etter) contin Y permanenten (etsann’ Sana, mada’ ee), rent ow ioe 0 ‘nbiios sutatiublesy pater (Uepordve’, Chematogrsen, Ul i fond, el rok et gue’ etter 1) “Caltwe’/wewtalltad carter, genio, pecullardad, ext) le “enlture universal ire, creat reflnada, fete al “eulir itunde’, ‘lmenta, nada a itres sectraes de sociedad (el mae’, eme= na’, te a poten’ adolescent, wera eter, 12 “como st" pudieran desenvolverse en un juego bre, con {ndependencia del substrato al que dan forma, del contacto que las posibilita. La ruptura es justamente "un hecho inofensivo, de consecuencias puramente mentales, una repeticién fingida de lo que acontece con la vide humana y su mundo en el ‘momento ambivalente en el que tanto la realizacion plena de la ‘comunidad concreta como la aniguilacon de la misma, tanto la "duminosidad absoluta" (la Arcadia) como la “tinibla absolut (la catastrofe) son, ambas,igualmente posbles? En el momento de la rutna la dimension cultural se encuen- tra en estado inerte, es un hecho cultural. La subcodificacion del codigo est "en automatico’, en el grado minimo de su cul- tivo. En el momento de ruptura, en cambio, este cutivo entra en accion, se vuelve especialmente enfético. En la preparacion rutinaria de los alimentos su sabor peculiar se cultiva de todas ‘maneras; en cambio en la preparacin estiva de los mismos su sabor es el resultado de wna "puesta en crisis" de lareceta tra- dicional para alcanzarlo, de una reactualizacin de ta misma ‘para tna ocasion especial, Dos momentes o dos modalidades de la misma dimension cultural, la una repetitive o ingen, la 7 Le amenaze a a frm socal que posi la vida de a cenmnidad ‘una amenaza debe: a de su destruc definitive, de a catantot, {el retorno el momento de i efundacton ya de una eapece de rca desvanecerse ya destruiia, también, a su manera 193 otra creativa o critica. Cuando hablamos de una actividad pro- piamente cultural hacemos referencia jastamente a esta realiza- ‘idm de la dimension cultural en la que se encuentra resatado ‘el movimiento metasémico,‘reflexivo" o autocrtice que la ca- racteriza La actividad cultural no requiere, en principio, de un tiem- po y un espacio propios; puede acompanar como una sombra 0 como un “aura! a cualquier actividad rutinara. Sin embargo, {incluso en este caso implica de todas maneras un gasto de energies ullrafuncional que es improductivo." Este carécter ispendioso, “lujoso" de la cultura, que puede acentuarse cas Aiimitadamenwe cuando su practi se ha independizado del fancionamiento pragmético de la produccién/consumo y ha alcanzado altos grados de dificultad técnica, Heva a ta vont sion que tiende a negar la omnipresencia de la actividad culta- ral y a reducirla a su manifestacion restringida como “ata cul ura! rm y 26 da fet, ot ga ‘emcee of ode ate delegates tn en meres, que parecer rege aero expec de ners Ae tenn y i apne deem empaclo par sw exten ato ‘elo: ex pena qe pense al doa ewe med ee nla itcnAten oe oer capa In fran nical nth ezelda pever de reproduc las condones de ences det da aun poe fates sonenen © hp, por ante eee et 0 del too determin sa del ceepe well qld sore 14 La distincion entre baja y alta cultura se ha planteado de ‘muchas maneras: baja cultura o cultura popular 0 espontines, ‘como un hecho tosco, no elaborado, en estado primitive, y alta cultura o cultura de dite 0 educada, como un hecho refinado, tecnificado, que conoce y respeta una tradicién? Se trata de una distincién que, a partir de una experiencia histrica real, confunde la necesidad de una autonomizacion de 1a actividad cultural con la dela reclusion de esa actividad, una vez autonomizada, en la esfera de vida de las ruling clases. A partir de la actividad cultural simbiotizada com la vida ru- tinaria, que se expande en toda la vida cotidiana, se genera es- pontdneamente la diferenciacion de una activided cultural que debe realizatse de manera especial y que abre su escenario propio en medio de esa misma vida. Aparece ast, de manera inherente a la vida social, la distincin entre cultura como ati- vidad difusa y cultura como actividad concentrada. En las $0 cedades se constituyen ocastones, sitios y personas que se de- dormtvamente alata cultura. Br weasones, cuando eat en eon como ‘utara que hace el pedi’ lo ao" ex anne de Yeni’, ‘ita “rete” (fente a fo slan wusth" burt de tenure tao etista, mandada a hacer yor las elaes dominant) Can, ‘3 ve, el pueblo identiicado con i las rbajadore retliconara fu vulture proletaria" ees reconoci un earicter exit enone, Distéricamente constructive ontapuest la complarenra 9 tnitac en cultura ech por I burguesiy. ws ican de manera especial —que no excluyente o monopélica al cultive cxitico de la subcodificacion. Es un hecho en si mismo democritico", que no implica ninguns jerarguizacion social, ringuna diferenciacion destinada a poner en lo “alto" a quienes se concentran en la actividad cultural, sino que simplemente reconoce la postbiidad, que clos aprovechan mientras pueden, de una entrega excopcionalmente mayor al comportamiento "en rupture’. En la historia que conocemos, esta distincién espontinea se ba encontrado siempre sobredeterminada por ol hecho de la organiracion jerarquizada del everpo social —de la separacién y-coexstenvia de casas y clases soviales sobre la base de ta re particion desigual y polaricada del poder de disposicion sobre producto @ la riqueca objetiva dela comunidad —, un bee «que ba presionado siempre, con mayor © menor Gxto, para q la rolacin entre la actividad cultural auténome, ahora ofl {dad cultural general, ahora Yinformalizad”, dh fede ser una eelacion de separacién-complementacion, en ada y a ct {que ambas se provocan y convocan mtuamente, y se convieeta fen una de separ on-imposicion, en la que la primera des cay subordina a a segunda, mientras ésta la desconone y ace ofa de aquell (Que a "atta cultura’ | medida en que —como lo "descubrieron” los romanticos— cesta dela "baja" parece ser obvio en «lla no puede ser otra cosa que wna espe ializacion potenciado- 196 1 0, Sie quiere, una "sublimacion" de ésta la alta cultura no podria darse sin la creatividad que acontece de manera espon- tinea en el cultive entico cotidiano de la subcodifcacién, sin la inventiva que aparece sin cesar repartida por todo el cuerpo social. Es aqui donde aparecen las nuevas formas, las innova~ clones, los reforzamientos, las reformulaciones en la Tenta his torla de la concrecin subcodificadora del codigo. Sin esta “baja cultura” no exstra la “alta cultura, esto parece ser evidente. Pero, a la inversa: gpuede la "baja cultura" prescindir dela agi- tacién, para ella abstrusa y ljana, que tiene lugar en las salas de juegos, en los santuarios y en las "torres de marfil" dela “al. ta cultura"? JO, por elcontraro, la "baja cultura” requiere tam- bien esencialmente,y no slo como una referencia de lujo pres- cindible, de la “alta cultura’? Deciamos que las determinaciones ‘alta’ y "baja" son en verdad "sobre-determinaciones" que afectan sélo tendencial~ mente a otra oposicion mas estructural —y no excluyente sino complementaria, no jerarquizadora sino niveladora—, la que aparece entre la manera autnoma y concentrada y la manera “atada* y difusa de la actividad cultural. De ser ast, la pregunta ‘que interesa habia que reformularla de otra manera al margen de la idea de que lo “alto” puede tener importancia para lo"ba- fo": yen qué medida el uso *reflexivo" especializado, particu larmente educado y elaborado, incluso esoteric, dela subcodi- ficacion del cOdigo —que implica el conocimiento, el respeto y 7 juego con certs tradiciones de manejo difcl— es necesario © indispensable para el uso "reflexvo" espontaneo de la mnis- sma? Y la respuesta no podria sino reconocer que la autonomi- zacién de la actividad cultural es un momento esencial de esa misma actividad, y que en esa medida es indispensable para ella, Una y otra son dos mods pese a todo inseparables de una ‘misma actividad, Las idas y venidas, las reverberaciones, el dislogo muchas veces sordo e incomprendido entre lo que proviene de la creatividad de la "baja cultura” y lo que acontece por la inventiva de la “alta cultura* muestran una complicidad © colaboracion entre ellas que se da al margen, por encima 0 por debajo, de esa adjudicacion de funciones jerdrquicas pro- yyectada sobre ellas por la realidad de la lucha de clases. Bibliograia Georges Bataille, La part audit (ed. ct) Roger Cailloix, L'hemme et le sace, Gallimard, Parts, 1950. (Trad. esp. El hombre y lo sagrade, CE, México, 1942) "0 La sence’ el indienatmo”y el ethno" etn nem: re disposi de ts upper elaees cso regulere mun lr ‘emt, tnjo of nombre deta cultura’, ante ln meade ete ats, rv y tla des lowe lasses 198 Dieter y Karin Claessens, Kepitalimus als Kultur. Sunrkamp, Frankfurt a, M, 1979, Mircea Eliade, Lo sagrado y lo profena, Labor, Barcelona, 1992. Klaus Heinrich, Tertium datur, eine religionsphilesophische Ein- {fihrung indie Logik, Stroerneld /Roter Stern, Basilea/Frank- fart a. M, 1981, Johan Huizinga, Homo ludens, Rowoht, Hamburgo, 1938 (Trad. esp. Homo ludens, Emece, Buenos Aires, 1957.) Karl Kerenyi, Die antke Religion, E, Diederichs Verlag, Dussel- dorf-Koln 1952, (Trad. esp. La reign antigua, Revista de ‘Occidente, Madrid, 1972) Marcel Mauss, Esquisse d'une thirie de a magie,L’ Année Socio logique, ano 7 (1902-1908), 1904. Otto Ruble, Uber den Begriff der Geschichte, en Uuminationen, Suhrkamp, Frankfurt a, M, 1977: 19 LECCION VI EL JUEGO, LA FIESTA Y EL ARTE lauryl valor Gnico, Incomparable dela obra do arto auténtin, ene su fandamento ne tual, on donde tuvo st valor de uso primero y ‘riginaria. Por més medindo que se encuente, ‘te fundamento es rconoetble todavi, ince on es formas més proanas dl rit secular do que cumple con la produccién de belleza Walter Bejamin, “Lachra de rte en a Spat desu reproducibiided tenes” Innumerables son, dentro de la complejidad de la vida cota ra, las figuras que adopta la posbilidad de Ia “existencia en ruptui ridades que tiene la cultura de Uevar a cabo su actividad, la reproduccion de la identidad comunitaria concreta consttuida ‘como autocrtica, Todas ells, sin embargo, presentan ciertos ‘esquemas recurrontes de comportamiento que permiten su cla- sificacién aproximada, Distingo tres principales, cada uno de los cuales puede encontrarse sea en estado puro 0 en una com- Innumerables también, en consecuenca, las eportu- 200 binacién més o menos estrecha con los otros dos: el esquema propio del juego, el dela festa y el del arte. El rasgo comin de los tres, a partir del cual comienza su diferenciacion, consiste fen la persecucion obsesiva de una sola experiencia cilia, la experiencia politica fundamental de la anulacian y el restable- ‘imiento del sentido del mundo de la vida, dela destruccion y la reconstruccién de la "naturaidad* de lo humano, es decir de la "necesidad contingente" de su existencia. EL juego, el comportamiento en ruptura que muestra de la manera mas abstracta el esquema autocritico de la actividad cultura, consigue que se inviertan, aunque sea por un instant, los papeles que el azar, por un lado, como caos ocarencia abso- lta de orden, y la necesidad, por otro, como norma o regulari- dad absoluta, desempenan complementariamente en su con- traposicion, El placer hidico consiste precisamente en esto: en la experiencia de la imposiblidad de establecer si un hecho da do debe su presencia a una concatenacién causal de otros ‘hechos anteriores (la preparacién fisicay psiquica en un depor- tista, el conocimiento de los caballos, los jinetes y la pista en un apostador) 0 justamente alo contrario, ala ruptura de esa con catenacién causal, a Ia intervencin del azar la buena o la mala ‘suerte’ la "voluntad de Digs". Es el placer metafisico que Viene con la experiencia de una pérdida repentina de todo so- porte, de todo piso o fundamento; la conviceion fugaz de que el azar y la necesidad pueden ser, en un momento dado, inter- 201 cambiables. En medio de la rutina irrumpe de pronto la duda acerca de sila necesidad natural dela marcha de las cosas —y Junto con ella también y sobre todo de la forma social "natural Y por tanto incuestionable de la vida no seré precisamente lo contrario, la carencia de necesidad, lo aleatorio, Los distintos juegos se pueden clasificar de acuerdo a la medida en que intervienen en ellos el azat, por un lado, lervencién humana, por otro. El juego en tanto que comporta- imiento “en ruptura® persigue la experiencia de lo contingente, Jo contra-o trans-natural de la autoafirmaci6n del mundo de la vida social como una "Segunda naturaleza"; pero lo hace a su ‘manera, una manera extrema y abstract: busca el punto en el «que la necesidad se revela ella misma contingent y en el que la contingencia, en cambio, resulta ser necesaria, En el juego, la posibilided de alcanzar con wna accion wna cierta meta impro- buble se have depend de dos factores el ingenso ola destreza corporal de quien la ejecuta, por un lado, y la suerte 0 lo alea- loro, por otto, El resultado de la accion, sea exitoso 0 falido, Hevard ala experiencia propiamente lddica de a imposibididad de determinar cual de ls dos factores fue el decisivo. En los juegos de percia 0 de ingenio —cultivados sobre to- do ene deporte~ ol jugador se alia con la necesidad y preten- de vencer al azar, dejarte, en virtud de su propio esfuerzo, un _margen de intervencién lo mas estrecho posible. En los juegos de azar, por el contrari, el apostador se alla con el azar en con- 202 tra do Ia necesidad; su inervencion en la accion que debe al- losa y exigente, mis transparente y manejable para el habla oe ‘uso privados. El manejo de los medios de produccion no re- quiere la presencia comunitariae inabarcable de todos los tra- bjadores. Ahora es un miembro o un conjunto privado de miembros de la sociedad el que est efectivamente cumpliendo an determinadas tareas productivas, empleando medios instru smentales sobre Jos cuales puede tener na comprensin tnica plena Por otro lado, a diferencia de lo que acontece en Oriente, es ta subcodificacion del cédigo se encuentra en una inguietud constante, en un proceso de recomposicién sin fin, Los medios de produccion,e! instrumento de trabajo, las perspectivas de cenfrentamicnto a la naturaleza se modifican incesantemente en la medida en que ct mercado, en nombre de un sujeto comuni- lurio inexistente, exige a su manera un progeeso cuantitativo y ualitativo dela fuerza productiva, Dow tipos de identidud concert, dos stuacionen dif ‘para la actividad cultural, En el Orlente puro ella ene ante st ‘une reproduecion del codigo y de 9u subvodificacion de carae- ter bermenéutico; en el Oreidente puro, en cambio, una repro duccion Jos mismos que es de cardcter reconstructive, ED momento cetico, eencal para la dimension cultural, se cumple por dos vias contrapuestas que solo difsimente pueden acorn eam le s denteo de la primera la critics slo puede darse como un modo de conservation: dentro de la sequnda, ella Gene que dare como un modo deta innova ion, En el siglo XVII americano, en medio y a partie de las mise as dejadas por o siglo de la conquista theric, ef Tencuenteo de los dos mundos" inaupurs, por ink ativa de luna “empresa histérica mestia", ly de reconstrulr —que A os amerie anos, 22 prolongar— en América la civilizacion europea, Es una empre- ‘sa a primera vista imposible, pues debe ‘cuadr poner en concordia dos identidades provenientes de la elec- cin, ya en tiempos arcaicos, de dos vias de concretzacion con trapuestas la de Oriente y lade Occidente, Pero es una empre- s2 que, aunque haya avanzado "por el lado malo" —como decta Hegel que avanza la historia —, ha demostrado que es la nica que puede guiar a una sociedad moderna diferente de a esta- bilecida en una via que no sea a de la barbare; barbarie hacia la {que conduce inevitablemente la estrategia arcaica de conviven- iva; 61 mismo ha sido susttuldo por la empresa de acumule cion de capital, Por esta razon, todo Intento que surja en la so ciedad de recobrar esa subjetidad, y que lo haga sin impugnar nomen 8 Dios, el sujet humane come entidad 2 principle, conden que to caracteriza, 9 266 © contradeci, sin implicar una resistencia o una rebeldfa contra ol hecho de esta enajenacién, se convierte inmediatamente en tun simulacro de la subjetidad enajenada, de la subjetidad det valor mercantil-capitaista. No hace otra cosa que repetir como ‘gest Io que en ésta es una realidad: ser una forma que subsu- ‘me 0 subordina de manera absoluta a su contenido, que, al {ormarlo, lo vaca de toda forma enterior que pueda haber o5- Ponténeamente en él. La hybris moderna del antropontorfismo «es el intento de la vida social de ejercer como si fuera suya una ‘subjetidad que no posee, que continda enajenada; es un intento alo" porque no recobra sino imita, con toda su deformacion, la subjetidad que le esta siendo arrebatada por el capital La cultura en la modernidad capitalista La cultura moderna puede ser caracterizada como una repro- uccién de identidades de todo tipo que —en el énfasis propio de su momento autocrica~ se desenvuclve en medio de una contradiceiOn insalvable, misma que contrapone su nevesidad do impugnar la inconsistencia de las formas identitarias areal ‘as —carentes del fundamento que determinaba su concrecion antes de la modernidad— a sw nevesidad de cuestionar la va ‘edad de Tas nuevas formas dentitarias con las que ol huma- rismo" moderno protende sustitur a las primeras. Mireaos un poco mas de cerea esta contradicién, 267 BI “desare fundamentales de la condicién humana en la modernidad ac- tal. 5, en laexistencia cotidiana, a experiencia de la inconsis- tencia del presente, de la “inasbiidad” de los valores de uso, de la imposiblided de egar al micleo deta "forma natural” de los objetos del mundo de la vida, O, lo que es lo mismo, es la ‘experiencia de una ausencia: la de una fuente dima de sentido ‘ coherencia profunda en las significaciones que se producen y ‘consumen en la prdctica y en el discurse, En Ia experiencia del desarraigo se conjugan en verdad dos ‘experiencias volncidentes la una referida a la caducidad de las formas premodernas de! mundo de la vida y la otra referida al (© heimatlosigheit es una de las experiencias nas de ese mundo? sacrificio de las formas proplamente mo a Hee a: gon pe ta tn de tr en he monkey ane ten dea eu one papa ven debe sete raat nt era nme atm dl fe pe ee ema ng ol fer atin, cvs aan, sw eve nl de, baa ew the de comniad corre? gn plies romnielad gue ‘nin a cniiatencin yan nnd tate ead 9 “Metab teen tata 268 Fl sor humano moderno, creatura de la sociedad re- socializada abstractamente por el mercado, se percibe conde- zado a la ljania, extraneza o ajenidad respecto de aquel esce- nario concreto en el que un valor de uso deviene lo que es, se realiza como tal Una falta de fundamento, un status contin- gente parece drenar sin remedio la vitalidad de las formas ‘readas por él. Es como si los valores de uso que se producen y ‘consumen en la modernidad requiriesen, para ser reales —y auténticos~ la pertenencia a un espacio singular, identificado concretamente (une heimat, un sitio conectado metoninica- mente con el momento de la transnaturaizacion, testigo de un acto atin renovable con lo Otro, con los doses, con las fuerza foscuras dela terra, Arrancados de ese lugar, los valores de uso paracen solamente improvisaciones pasajras, emergentes, in capaces de satisfacer a plonitud las necesidades o de entrepar cen verdad el disfrute que prometen? © ta dere, “gewofenset pron vom cn grata ‘arin alter tiie yor a seta eral palit gen escapade tata ede nber tn valor dein denen de ba tensa el ano, dexconestad de lin vA ‘modemo ald del tin de sa condones de eseuser aba ques ere ee valde ea onal? No es foment ln vga de ese tau ol secret de by ‘alle, etree" qi to ay toto yl de? 269 Por otro lado, la experiencia del desarraigo pertenece a un ‘conjunto de experiencias de lo invivible que resulta el mundo de la vida en los momentos de fracaso del hos que rige la construccion de lacotidianidad moderna. Porque, en efecto, en (sta, y particularmente en su componente rutinaria, funciona tun éthas oun modo de uso estratégico del codigo del compor umiento humano dirigito a denegar la vontradiccion captalis- {a que esta en el ndcleo del mundo de la vida moderno, Slo en Virlud de esta denepacion lo insoportable se vuelve soportabe, solo gracias a ella el saceficto permanente del valor de uso en beneticio del valor, el hecho de la represion de tom Jo copitalista, puede pasar desapercibide en la experiencia lero por humana, El recurso principal del étes que protey ol ser human mo- doen ante of hecho del "desareaigo" consiste —acorde con et humanismo” que responde a la “muerte de Dios rt hacia adelante decir en un “ervativismo” desatado.t 1 fascinante especticuly de la sociedad moderna, la aril ‘calidad y la fupacidad de las configuraciones cada ver nuevas y diferentes que se inventa para su vida cotilana y que se su- nun fue i peaivio clnl me hace eve Ameo, soe tt mgt 2 etn eaten de Me YQ ln qe Men tat gm ed debate te Heat: oe ata 270 ceden sin descanso las unas @ las otras hacen evidente su afén ‘de compensar con aceleracén lo que le falta de radicalidad. LES posible crear ex niilo un sistema de concrecién para la vida humana y su mundo? 2Es posible inventar una subcodlifi- cacién para el codigo de la reproduccion social? 2Es posible ‘una "politica cultural*capaz de construir una identidad social? La hybris det creativismo cultural moderno presupone una res- puesta afirmativa a estas tres preguntas —una respuesta que {gmora el conficto inhorente a todas las formas tradicionales de lo humano, que desconoce el nicleo traumatico en el valor de uso y la problematica posibilidad de trascenderlo “el Hombre es hechur tivismo", la ereacion por la creacion misma, ecullan wna impo- para ela, exclusiva del propio Hombre.” EL"crea- sibilidad real de erear nuovas formas. La exageracion en ol uy de la capacidad de reproducir de innumerables maneras las tnismas formas establecidas hace marifiosta una impotencia ‘para alterarlas en su estructura. El "cretivismo" es el sustitute de la revolucin formal que reclama la modeenidad esencial y {que resulta irealizable, Bol fantasma de la creatividad impe- ida, Laexperiencia del “desarraigo" como falta de sentido y falta de consistencia de las cualidades del mundo de la vida ¢9 la experiencia del fracaso fundamental de la modernidad capita- lista el desperdicio dela oportunidad que estd en la exencia de la modernidad de una "revolucign en la identidad” o, mejor di m ‘cho, de una revolucién en el modo de dar concrecion a las fdentidades. Desde sus inicos, la cultura moderna peruibid, ustamente a través de la experiencia del desorraigo, que el intento de culti- var las viejas formas de la identidad es wn intento vano; que todas llas son formas provenientes de una situacion irrepetble ‘en la que la validez de cada una dependia de 1a capacided que demostraba su respective cosmos de enclaustrar su humanidad frente a la harbarie de los otros. Era una situacion en que la uuniversalidad podta confunditse inmediatamente con la con- ‘recion, puesto que la definicin de lo humano en general eo Incidta plenamente con la de inicion de “lo propio", Radical mente diferente de ella, la situacién moderna proviene de ta formacion de un mercado mundial de existencia realy efetiva (y 0 solo formal, como la que (avo durante mas de dos mile- ‘los, un mercado: mundial que implica la interpenetracén, a ‘raves de nos mismos terminos de equi ‘eados locales mas ljanos y desconocides, la vyuiparacion y et sercambio de los valores de uso mas distmbolos que sea po sei, de Los mer sible tmaginar, en resumen: La presencia ineludibke # inguietan- te dol “otro” en la esfera de las upetenciay y las intenciones de uno mismo", El mercado mundial universaliza todos os habitantes del planeta, aunque lo haga en Urminos puramente abstractos. Los cconsituye en calidad de miembros de un género humano com m puesto de propietarios privados y, al hacerlo, rompe los “uni- verses! cerrados del valor de uso en los que se reflejan las in- ‘numerables identidades concretas que estén siendo conectadas entre st ‘Ala cultura moderna se le vuelve problemdtico ast algo que en épocas premodernas le eta, por obvi, indiferente: la con- cordancia entre lo concreto y lo universal. Se enfrenta a una ‘uestion inédita que es justamente la que le da su especifcidad: como resguardar la concrecién de la forma propia sin defen- der al mismo tiempo la insostenible pretension de universal- dad excluyente que le es constitutiva? O, a la inversa, gcémo volver incluyente la universalidad de la forma propia sin di- Iuirlaen la abstraccion? El reto al que ella responde es el de le- var a cabo una reafirmacion dialética de la figura singular del cosmos al que pertenece, y hacerlo de tal manera que ello im- plique introducir en esa figura una transformacién revolucio- ‘aria, una sustitucion de su manera de articular ingenuamente lo concreto con lo universal por otra, cftca, en la que tal arti- culacion solo se da de una manera indo, a traves del juego de una universaidad concreta En la época moderna, como slo sucedié probablemente ‘muy pocas veces antes en la historia, el cultivo de la figura concreta de la sociedad, de su identidad, debio encontrar la ‘ocasion de convertirse en una actividad dirigida a la re- fandacion de la misma, a dear de ser solo una modificacion de mm 1a Bigura identitaria establecida —: combina mientras la desubstancializa y resubstancializa— y pésar a ser propiamente una re-constitucién de la misma. Una cocasién que debio darse gracias al paso histérco que transfor- m6 la situacion arcaica de escasez absolute en una de escasez. s6lo relativa, es decir, ala posibilidad de abandonar el como do productivista de la estructura dela reproduccién social y e- ‘entrar a ésta en torno a la autorrealizacion de sujeto humano. Se trata, sin embargo, de una ocaston que la cultura moderna no lego a tener y que sigue sin tener todavia porque ese paso Iistorco se ha dado de un modo que lo anula en cuanto tl: modo capialista, La Ldentidad que la cultura moderna debe cultivar dilécti- camente es una identidad en crisis permanente: crisis de su de- finicion tradicional y crisis de su definicion postble. De ahi que sea una cultura ala vez *mesiénica* y *utopica’. En contra del creativismo, que sustituye la innovacion necesaria con una fie- la que s6lo renueva o re bre renovadora, con un menosprecio arrogante hacia las formas {radicionales, ella cultiva, bajo el modo de rescatarlo 0 "salvar. Jo, el compromiso irrenunciable de la nueva humanidad con la hhumanidad arcaica que vitaiz6 a dichas formas, En contra del tradicionalismo, que confunde la defensa de las ralces arcaicas ‘con la represion de lo innovativo, lla culuva la prodiferacton de las nuevas formas que aparecen en toda la vide social mo- mm derna y que, a través de la distorsion capitalist, se adelantan ‘yan lo que "no tiene ugar’, en la verdadera innovacin Bibliograia ‘Walter Benjamin, tuminaione, Taurus, Madrid, 1880. Gilles Deleuze y Félix Guattar, Coptaliome et scizopreie, Mic uit, Paris, 1980. (Trad. esp. Capitaismoy esuizfrenia. £1 n- Ep, Pidés, Barcelona-México, 1985.) Umberto Eco, Apocaitic entra, Bompian, 1965, (Trad. exp. -Apocalipice ¢integrads, Lumen, Barcelona, 1975) Joseph Gabel, La fuse conscience Esa su aration, Minut, Pars, 1962 (Trad. esp. 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Jos Prawn Inuroduccin al pensamiento de Marc y Engels Jost Priwawo Libertad y determinismo en ta historia sexi Mars y Engels ‘aw Acta Gone Produccin de aguacate Hass para exportacién ‘Avamero Hat Inuroduccin al neoiberalismo (Max OnraaA Y ANA ALIA SoU DE ALA Estado, crissy reorgonzacié sindical (Onera Riva Kanu El ser para la muerte: una ontologta de a frtud ANA ALICIA SOLIS DE ALBA, EEvniqUE Ganola MAngis v Max OntBOA La sucesin presidencial en el ao 2000 y su conteto, {Aik ALICIA SOLIS ALA, BBxrigu Gancts MARquezv Max OnTEOA Eiilamo gobierno del ra. Balance del sexenio zeit Manta Buena Shao AZUARA Del yo al nosotros: lt fenomenos grapales ‘en el grupo de psicodrana Anotro Sivcnes Vazquez De Marx al marsismo en América Latina ApouRo Show Viaquice El valor del sociatismo ‘Apoizo Sinouea Vizque EEljoven Mart Ma, OBLA GonogPeIen Toa En torn al marzismo de Maridegud ‘TauugR ne ARreE IoeoLDAtA Desconsar y rearmar la nacion sows Venaza [Le subsuncion rea dl consumo baja el capital ‘en la posmodemidad y ls Manuscritos de 18411 Jo Vegan Praxis ydiléeca de la natralea en la posmodernidad sJorae Venaza Leer rwesro tempo. Leer el Manifesto JJorce Vesizn ‘Revolucidn mundial y medida geopoltica de capital Jona Veeaza Perf del raidor: Santa Anna en la conciencia nacional ona Fu Mans ‘Reforma TRA Momeoriae euTESY ENRIQUE GARCtA (Cootbusabones) regesin fol Eat? ‘Max OnreoA Y ENRIQUEGARCIA Manaus (CooRDNADORES) aado y movimiento scale Jona Veruza (CooRDINADO) Consumo epialiene fn In sottnd entampordnn ‘A Alia Sous DEAL, Fag Gaweta MAUI Max ‘Gyr (CooHDINADEED Mésic!tenbajdoran,tenedoron yaiesten Sinnicato Mraaean oe Eugeriicieta (CoORDINADO) [Nuova vor muven aetore ‘nse empectives de a ue {ra eldtren manic Ssinicaro inden Surgimin craw ny Negro. Perici rt 8-101 rete sorenn, AULD Mati, Abou Mowat, Max Ouran ‘Trin, eomemtny poten doko a nen on a paralien ‘Francesca Ganoaito, ANA LAU Javi6n, HUMBELINA Cavoen Sosa, Ana ALICIA s0ulaE ALBA Tas mujeren enol movimiento social Para letors de El eapital ‘Boulvak BouEvenala Um contradicin dl valor Yel valor do uso on El apital, ‘do Ker! Mare Ma. DELA CoNoEPCION TONOA El procvo do trabajo on Ie ‘lien da ta aconcmtaplitcn Damp Money {Para qué ire aorta ‘elvatoe? sonar Venaza ‘La comuniarto mde a Doin mreancla| Novela naan Comriao NA quo a hace la para ‘oAlthuaene an Michoncdn “Tus Guta “Tan largo lov Gutumo LixeaNo Dina de arena Poesia ‘Max Onreoa Volver at Sur Jouoe Vesaza Bn eiudad enemiga

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