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La mortalidad infantil en Venezuela, la que

después de más de 80 años de haber


experimentado un retroceso importante, y
la cual ha mostrado una clara tendencia a
ascender de manera progresiva más en
estos últimos 4 años.
En nuestro país la mortalidad infantil
muestra un ascenso de sus cifras absolutas y
tasas, situación que es de suma
preocupación para la población, ya que esto
incrementa sus probabilidades de fallecer
cada año, afectando la esperanza de vida
infantil que tiende a descender. Desafortunadamente, el retraso en la
publicación del Anuario de Mortalidad Infantil por parte del Ministerio del
Poder Popular para la Salud (MPPS), y de registros de Estadísticas Vitales por
el Instituto Nacional de Estadística (INE), son una fuerte limitante para conocer
más de cerca la realidad actual por la que pasa el país.
Según un estudio realizado por El Fondo de las Naciones Unidas para la infancia
(Unicef) y el cual fue publicado en septiembre de 2018 indicó: “que la
mortalidad infantil de menores de cinco años se incrementó en Venezuela
durante el año 2017 con respecto a los niveles registrados en 1990, la
investigación de este organismo señaló que, en 1990, la tasa de mortalidad de
niños se ubicó en 60 muertes por cada 1.000 recién nacidos, mientras que
en 2017 la cifra aumentó a 61 muertes por cada 1.000 nacimientos. En 1990
se registraron 14 mil muertes de niños, en comparación con las 15 mil muertes
registradas en 2017. En el informe de Unicef se observó también que la tasa
de mortalidad neonatal aumentó de 7 mil muertes por cada 1.000 recién
nacidos en 1990 a 12 mil muertes por cada 1.000 en 2017.”

Ha causa de esta grave situación, este organismo adscrito a la Organización de


las Naciones Unidas ha mostrado su preocupación varias veces ante el
incremento de la mortalidad infantil en Venezuela y ha reiterado su
disposición para apoyar al país y frenar lo que han calificado como una crisis
sanitaria en el país.
Las principales causas de estas muertes infantiles, son por: sepsis neonatal,
neumonía, enfermedad de membrana hiliana, prematuriedad y desnutrición;
las futuras madres también se ven afectadas y fallecen día a día a causa de la
desnutrición y que no tienen como alimentarse adecuadamente, y mucho
menos cómo consumir las vitaminas como el ácido fólico y el hierro medicinas
indispensable para el desarrollo del feto que son nutrientes importantes para
garantizar un buen desarrollo. Sabemos que teniendo estos valores óptimos
ambos tendrán mejor capacidad de respuesta ante cualquier situación de
emergencia que pueda presentarse al momento del nacimiento.

No podemos dejar de nombrar también


que a esta crisis se suman la falta de
insumos, reactivos y medicinas básicas,
deterioro de equipos y herramientas,
corrupción, escasez de recursos
financieros, desatención a los enfermos,
mal estado de las instalaciones de
hospitales y ambulatorios, bajos sueldos
de médicos y enfermeras/os, entre otras
carencias y anomalías caracterizan a la
salud pública venezolana.

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