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Univ. of Kansas Libraries Interlibrary Loan (KKU) ir 20071023 Regula InProcess Date: 2007/10/23 Date Printed: 10/23/2007 1:09 PM Special Instructions: . ODYSSEY ARIEL ILL Number: 36326807 we MOOT Patron: Hernandez, Andrea [ Paging notes: __Call#NOS __Call# # Title — Book/Volume/lssue/Series NOS (circle) = Year # Volume (checked both) __Article not found as cited (check index) Staffnotes: OCLC#: 34238928 ISSN#: 1514-7916 Lending String: IND,UIU,"KKU,SYB,NUI Maxcost: $251FM KKU Billing: 151FM Ariel: 148.85.30.41 Call # PN2309 .T425 - Location: WATSON LIBRARY STACKS Journal Title: Teatro del sur. Volume: 15 Issue: Month/Year. 2000 Pages: 33-40 Article Author: Aicle Tile: Diana Taylor; El espectaculo de la memoria;trauma, performance y politica Patron: Hernandez, Andrea Odyssey tN: 541171 {NE Shipping Address for AMH AMHERST COLLEGE LIBRARY Me Route 9 AMHERST MA 01002 Por Diana Taylor Nueva York, EF.U *) Tetra Sr 'SPECTACULO DE LA MEMORIA { a memoria es un fendmeno del seen palo, As de por Formos nine dao dlp complerar un proceso, La teoria de perfar- ‘mance viene de eseudios antzopaldgicos que seenfocan en dramas sociales colec tivos y, de estudios teatrals, Incluye mi- tiples tipos de eventos en vivo, puestas reatrales, bales, itos, manifestaciones politicas, deportes, fiestas (ensee mu: chos). Por performance se entiende lo res aurado, lo (eiterado, lo que Richard Schechner llama swice behaved bebavior — “tepertorio reiterado de conduetas petidas”.’ Crea un espacio prvilegiado para el entendimiento de trauma y me: moria. Trauma, y sus efectos “pos-cau mticos,” siguen manifestindose corpo- ralmente mucho después de que haya pa- sado el golpe original. Trauma regress, ¢ repite en forma de comportamientos y experiencias involuntaria, Aunque per- formance no es una (re)accién involunea ria, o que comparte con el trauma es que también se caracceriza como lo re-iterade, Performance (igual que memoria, igual que trauma) es siempre una experiencia en el presente, Opera en ambos sent dos— como un transmisor de la memo ria craumitica, y ala ver su re-escenifica cin, Performance se apoya siempre en un con: cexto especifico para su significado y fun ciona como un sistema histrica y cult ralmente codificado. Las imagenes articu ladas adquieren su sentido s6lo en un contexto cultural y discursivo especfico, ActGan en la transmisién de una memo: ria social — extrayendo o transformando imagenes culeurales comunes de un archi- 0 colectivo. Las estrategias de las perfor- mance poseen su historia y también se van transformando, Aqui me ocuparé de dos (reiteraciones de performances de protesca que se llevan a cabo en el presen te, y que estén enfocados en el trauma {que prevalece por los “desaparecidos” las rmanifestaciones de las Made en la Plaza de Mayo, “los escraches” que lleva a cabo la agrupacién HLLJ.O.S. (de los desapa- recidos). Tal como las Abuelar y otros grupos de derechos humanos encontra- zon alos hij de los desaparecidos al usar anilisis de ADN ® para establecer rastos sgenécicos, yo quiet proponer que tam- bign podemos establecer un ADN de per- formance. Las performances de estos acti- vistas también cansmiten informacién $--$-4 ¢ 6 6 8 4 . cultural codificada. Como el ADN., las imagenes y estrategias que son transmiti- dls salen de material existente. Las per- formances reproducen y transforman los cédigos heredados. No toda la informa idm heredada es re-usada, Algunos mate Files se seleccionan; ottos son descarta dos. La informacién que se recibe a tra- vés del ADN es muy concentrada-sin, embargo, es claramente legible. Lo mis ‘mo, propongo, se puede acertar en rela cid a estas performances, =MADRES © Las Madrs de la Plea de Mayo, através de sus cuerpos, hacen visible una historia acumolativa de ersuma, una kardia pero ain impune historia de politicas de vio- lencia. La dramatizacién del movimiento social de las Madeesilasta ua uso de ls performance con un alto grado de com- plejdad En un nivel pragmétic, la perfirmance dessralla a condicién de (im)posbili- dad impucsta por las lyes y prohibicioe nes del Proceso que impedia todo tipo de acciones: procestas, congrogaciones en piiblico, permanccer en la via publica por un cierto periodo de tiempo. Las Madres, al caminae de par en par eansgredieron tales prohibiciones. Sin embargo, los pa fuels blancos desacan que la perfor ‘mance de las Madresesaltamente simbs- lea, y el uso del espacio pblico concien- remente estragico, ‘Ala ver que el movimiento de Madre se inserta dentro de una zona de prohibi- cin al nivel de imaginatio nacional; el Proceso en si fe de una gran teatralidad con los desfiles publicos las luchas por el, control del espacio, y el despliggue en ka exhibiclén de insecurmentos, imagenes € fconos. El escenario aterrador, en el cual estas mujeres se sinteron comprometidas insertarse como Madres, fe onganizado ¥y mantenido en torno una gran defini cin coercitiva, no solamente de la ciuda dania civil, sino, ademés de una defini. cidn de lo femenino’y de la maternidad. EI movimiento de las Madresha sido bri- llante por que acepts la ligica del cuer: po-estatal patriarcaly, simuleineamente, reviriéndolo para mostrat todas sus con- tradicciones. Las mujeres proclamaban ‘estar hacienda slo aquello que se supo- ne tenfan la obligacidn de hacer— cuidar y buscar a sus hijos. Pero zqué pasa cuan do estas ‘buenas’ madres, en virtud de esa misma responsabilidad sobre sus hijo, se ven forzadas a salir a buscarls fuera del hogar y confiontar alos poderes?-¢Dejan de ser madres? -:O dejan de ser acpoliti especticulo remate ls fisuras «nla ligica del Estado, En un primer ni vel, el espectieulo de las Maes da la aparincia de ser telativamente algo sin ple: un grupo de madres de edad madura usando pauelos blancosy ssteniendo o vistiendo fotografias de sus hijos perdi dos, caminando lencamence. La simpli: dad de la representacisn, sin embargo, resalta Tos elementos ituales de esta ee inerativa manifestacion de dos tipos de ‘performance: luc (amento, deo) y ls procesta (resistencia, denuncia). Organ arse como madres ofreca un minimo de seguridad, puesto que la Junta Militar no podia apaciguar por ka fuerza aun grupo de madees desurmadas en pablico, Las E LAS MADRES DE LA PLAZA DE MAYO, A TRAVES DE SUS CUERPOS, HACEN VISIBLE UNA HISTORIA ACUMULATIVA DE TRAUMA, UNA TARDIA PERO IMPUNE IRIA DE PECTACULO DE LA MEMORIA > > . ° > Ree ee ay eater core mie oe Cee ee aes eee ae Mater Dolorosa y explotaron cl sistema Plaza de Mayo, un espacio que histérica- del ADN. a tivamente ha limitado las posibilidades yo y la libertad politica. Usan sus cuer- _¢ historica. En lugar del olvido oficial, ° A vnblidad y cxprién paral muje-posenun movimento medio y lento, incibion el empo yl fechas del res. El rol virginal asignado a la mujer para demostrar su acusacién de no-vie- desapariciones. Las Madres desafiaron las > fora a performance Watcional de lo Ye. Tenia A waves desu cuerpo logan ha- prods dels Generales sola hi mening” subraya las cualidades del auro- cet visible la ausencia / presencia de to- _toria al insertarse ellas mismas y los “de ° merfico y ufimieno. Al enesrar el dos aquellos que abian desapareido in Sapaecdes en la eseena nacional nto dolor, las Madres no sélo hicicton visible dejar astro, sin dejar un cuerpo. Han figurada como literalmente. En oposi- ° I cha por Ton his in la extucrra conve sus “cuerpos en archivos ‘idm ala imagen proyecada por lu o gh RAZONES Popy ° repesiva dl imaginavio nacional. ‘To: vos-—asl presenando y exibiendo fs tr del hombre miltarhersco, slitaro, leo junes seaman y acendenel imagenes Guchablan sido cl blanco dela que deja was de asa familia yasucos trperorio cukurl e iconogeica, Los supresién militar. Usando ks imagenes, munidad, las Madr enaizaron los ae iconos visuales contribuyen en la funcién como una segunda piel, crearon una es 20s familiares y comunitarios. En lugar ° mnemoréeica de ane, proveyendo.y—wetega epidrmica, una que inonpora dela perfomance deerarqua dels mi transmitiendo memoria y valores sociales el parentesco qucbrantado por la violen- Titares, representado mediante lineas rec- * ore ae avira © cree ete Cnieaty) © mya eae nent ae las imagenes reiterada se afiade al cimu- ‘ vistiéndolos (como prendas), resalean tos circulares alrededor de Ja plaza, carac- > Perea pean | Lecomte ak carumen = misiolpa alee aie) ips aera eats a © de mine Cee eer aloe ena nae Cet eeu ery wise aiales = pearea kone ore © re) add Tact meimeeion paral cviacdn Occidenal apoys, amen, fildmene ahora por su-—-Micnras que ls uniformes de los sold doe en tora, por Ise), no quc puesto pltcareme. Haat repre~ dou parfenals yeu lengus) comp Tonle priolgieosy polices Cimprendida por las Dwell enable. de’ neo ls Mads igulment om Vamos drenidamentesgunas de ases-cimionto.de'la cadena genética ene ronconvenca de a importancia del al trate adopts por las Mathes opta. miembros del familia sobrevientey desgnery peo en especial srl ma tema Las Mahe bien tenn sus ‘uniformes” aunque este pueda no haber sido identificado como tal. Ci militares incentaron echarkas a la fuerza indo los dela pla, elas marcaron la presencia. iis que indeeblepintando pauelos a tededor del cicuito donde usualmence hacian su caminata, En lugar de as clles ¥ de los espacis publicosvacls por ed CDA ane Ee Oh cere csrado de sitio y el toque de queda, or Guestaron dl retorno de los desaparci> SO CN Prey re) ‘ ia LT ESPECTACULO DE LA MEMORIA. ¢ LA PERFORMANCE DE LAS MADRES, © IGUAL QUE TODA PERFORMANCE ES UN RETO PARA EL ESPECTADOR. ° © dos. A partir de exe momento, Buenos eauradors’ desu aecién publica en sf mis: © Aires se lend nucvamente de gente; cuet- ma fue una forma de e-ponet alo ‘des pos espectaculares, fantasmales, apareci- __parecidos' dentro dela eserapblica, de das figuras que rehusaron permanccerin- hacer visbles sus ausencias, Los ‘desapa visiles recidos’re-aparecieron va la performance. © Usarel termina ‘performance paradescsi- Las Madrery su movimiento ambien bir el activismo de las Madre quizd pue- sak la desaparicign de muchas mujeres, © da aparcerfrvolo- -Cémo es que esto dela vida publica Argentina y ls sao del puede ser consideralo ‘perfrmance? - closet domésico. Al verse forzadas a it 45 Acato dl érmino trvializa el suffimiento mas alld de los roles tidicionales, han yyladenuncia? ‘Peformance a menudo.es hecho evidente cuan restringidos y ope € —percbida como la anitesis de lo real, co sivoshablan sido mo sino provocara y uvierarepercsio- esos roles hasta ex 4) nes bien concrets. Cualquiera que este tonces fumiliarizado con las Madresy su movi- La performancede as © tmiento social sabe muy bien de lo real € Madre igual que to importante que ha sido. Nunca se por da performances un */ —drian minimizar as repercusionesviolen- eto para el especta tsimas -de violaciones, de aptos, dease- dor + sinatos-quesiguieron asus manifestacio- Se atreverta el es nes de procesta. Pero performance no si pectador nacional ¢ © giceeartificilidad: no es ‘sobre poner’ 0 internacional aplau f proponerlo como antivéico a la ‘weal- dir esas acciones,o le dad.” Alcontrario, propongo que la nacu-_voltearla la cara? El raleza performativa y estauradors'delas espectador se vid 4 manifestaciones de las Madvesha servide _forzado a responder para propésitossimultncos. En lugar de Una carta al edicor <—eiviaizar oeclipsa sus pérdidas, la nacu- de La Nacin pedia a raleza pesformativa de sus manifestacio- las auoridades po- 4 nes ieshadado una manera de mancjarla ner fin “al wise expecticulo que tenemos pérdida, Este vito permite el distancia~ que tolerar semana a semana’ unio 1, + miento estético que les oftece una forma 1981, p 6). Sin embargo hubo especta de canalzar su dolor, no negato. Por otra dotes que fueton capaces de responder + partesla naturaleza ritual ya Funcisn res- como publico confiale.Elloscolabors tauradora de sus manifestaciones logran ron pata introducir diferentes perspct © atraer mucha de la aencién publica que vase ireumpiren el “show” que los mii- fa sido necesria para su caus tanto en cares desplegaban sobre si mismos. Per 4 el dmbito nacional, como internacional- formance como algo que se esti llevando mente. Esto las puso de inmediato en a cabo necesita del pblico para comple- contacto con organizaciones de derechos tar su significado, para atar todas las pie hhumanos en todo el mundo que las pro- 13s y drles coherencia © veyeron con apoyo moral y financiero Igual que el trauma orginal, y la repre ademds de la legtimacién tan necesaria sin subsiguiente continuads hasta el para neutralizar los relamos de la Junta present, la performance de las Madres no acerca de estas mujeres como delrantes y _estd concluida. La marcha incesante de 4 “Toeas. Por otra parte, la nacuraleza‘res- kas mujeres en torno a la Plaza de Mayo « an Teatro al Sur es una propuesta de no chuusura, Por el ccontratio, su persstenciainsiste en enti tizat que el ‘pasado’ sigue siendo parte fundamental del presente, Una y ora vex, su marcha nos sinia frente al poder gubernamental. En parte esta reiteracién proviene del hecho de que las pastes in- culpadas no ha recibido castigo legal co davia, En parte el tronco de todo esto proviene de la naturalera traumética de la herida, Trauma produce una disloca- cién, una ruptura entre la experiencia vi vida y la posibilidad de entenderla, El ‘raumatizado como propone Cathy Ca- ruth, “..conlleva una historia imposible dentro de si mismo.” Para las Made, el trauma deviene en algo transmisible al g0 soportable y politicamente el través dela performance H.1.J.O.S. Las polricas de tomura y crimen, de- mueserin los estudios, aacan a varias ge- neraciones simultéineamente. En el caso dde Argentina, a violencia criminal ha afectado por lo menos a cuatro genera- cones, y cada una ha respondide con su propio (intetconectada) tipo de activis- mo performativo, Igual que las cuatro igeneraciones -Abuelas, Madre desapare- cidosidetenidos, H.IJ.0.S.- comparten rasgos genéticos, que pueden ser rastrea- dos através del ADN, existe rambign un ADN en Ia performance que los une en relacidn al activism La organizacién H.1J.O.S,, igual que las ‘Madres, se definen como ageupacién con Jaros filiales. Es decir la identidad se de- fine de entrada coma politica mis que ‘natural’-H.LJ.O.S. (Eijos por la Identi dad y la Justicia contra el Olvido y el Si lencio}, no hijos. Ellos, como las Madre, a Teatro at Sr continian con sus fuchas en contra de la Jmpunidad por medio de la performance. Eos, al igual que las Mads, usan sus ‘cuetpos para avergonzar a aquellos en el poder. Los dos grupos marean el espacio priblico, las Madres pintando los panic Jas en Plaza de Mayo, HLLJ.0.S. inscri- biiendo los delitos en frente de las casis de los culpables. Los escraches (etimolé: gicamente telacionado a excerpere=ex pectorar, es definide como ‘arrojar algo con fuerza’ en el Diccionario Lunfardo de José Gobello) constituye un nuevo ti po de performance guerilla que revela y marca las atrocidades secretas cometidas sefialando a quienes las perpetearon, Los eseraches, segdin me conté uno de los HulL.0.S., comenzaron al final de 1996. Varios jévenes se habian conocido cen 1995 en un acto para los desapareci- dos organizado por la Universidad de La Plata. Después se jumtaron, y comenza- ron a desempefiar actos sencillos de unos 25 chicos, pegando postersen los bares de ls barrios donde viven los tortursdos. El. ppropésito era generar conciencia pablica acerca de la impunidad. Paco a poco, los ‘esctaches se fueron haciendo mis espec- raculares. Se planeaban con tiempo, En Ja mayoria de los casos, no se trata de sosprender al culpable, Dos semanas an- res del evento, los H.LJ.O.S. van al ba- rio para hablar con la gente: “sabian ‘que alli viva fulano de tal? qué era tor- turador?” En lugar de verlos como delin- ‘cuentes, muchas personas del bartio co- ‘menzaton a unisse a ellos participando de los escraches. También ottos grupos se han unido. Con la ayuda del ‘GRUPO DE ARTE CALLEJERO” van sefalando la dis cancia a fa casa -faltan 500 mecros, 300 ‘metros, 100 metros, al casa del rorcura- dor. El grupo grande de unas 300 perso- nas se aproxima a la easa del torturador. La policia los espera. Alli inician el rico dde marca el delito, de declarar publica _mente los erfmenes que no han sido cas- Aigados legalmente. Pintan la acusacién cena alle, yen laacera, O as gritan. En casi todos ios casos, los criminales hacen como que no eseén, Apagan las laces y se A veces, como en el escrache a Alfiedo Astiz, los H.L].O.S. se aprovechan de la sorpresa “Llegaron calladitos, con la ropa acorde Algunos con wna carpeta del tipo universi- tarioy otros lapicera en mano, ‘Estudiantes cde derecho se presentaron, Uno @ uno, pa ra que ls dejaran pasar al lugar donde el ibaa er jurgado lailenci que recibié.a Alfedo Astiz, ayer «al mediadia,en la sala de audiencias donde 5 lo juzga por presunea polegta del delta, no era mds gue una rea Apenas se senté en el lugar del acusado, los 15 supuesto estudiantes revelaron su Ide vida Ahora, grits uno de elles. Los bijos de de. ‘saparecides ede ellos se trata se pwieron de pie y se sacaron sus camisas del diaz para exponer las remeras que Hlevaban cults, pintadas con sus gritos de ‘Astiz Fue la primera vex que Asi xe expus obi- ado ante el pilico y se encontré con fos hij de exs hombres y myers los que ayuda matar en ls setemta Le hicieron un exrachea dos metros de die tancia frente a la television [..] Los que so drevivieron a sus victims, de 20 a 25 aos, le minarom la nuca yo insularon de ‘muy cerca, abi només. Descargaron vaya a saber cuanto odio y cantarom ‘aesino, ae- sino." También le juraron, con rabiay @co- 17: tomo alos nazis, les wa a pasar, a don cde vayan los iemos a buscar” see tipo de performance en séeminos de contenido dramético, aanza la dimen sién de la eeagedia arstrélica. La rasgee~ les atrocidades apesta; para HLLJ.O.S. la oF a ansia de venganza es tan persistente como justificada, El alivio cacético ayuda a los hijo a sobrellevar su pédida ("la verdad es que fue una descarga muy grande, [contd tun rato después Carlos} Habia que ver ‘como se abrazaba con los otras y lo emo- cionados que estaban")'. La caida del agre- sor es inevieable, El orden moral de la so- ciedad se ha puesto en cuestién por con pleco, De este modo, los escraches y sus ti- ‘ales de venganza,fterzan a sus ‘blancs! a asumie su rol en el deama nacional. Los bli 19 a re-accionar ante el piibico pre- “Asta asesina!” La acusacién pro voca el efecto deseado, "Fue demasiado para él, que aprets la mandtbula y aguas to lleno de bronca, acaso tambign con do- lor, hasta algo de adentro le dijo basta y se paro part abandonsr la sa Al igual que Mac beth fe inespe sadamente con. frontado por el fantasma de Banquo, fue obligado a retactarse de una manera hhumillante Sin embargo, en términos de estilo, es te tipo de escrache reine el género tri gico con la performance guerrilla, En ver de respetar un tiempo y espacio fi jo, el esctache puede interrampir en cualquier momento, Como las furias de Euripides, los hijos pe asesino, Se disfrazan, se meven a Tribu: nales, y todos a la vet, como un coro siego, inician la accidn-";Ahorral” Por cl contrario de las manifescaciones de las Madres, este tipo de performance no necesariamente posee elementos ritua- les reiterativos. Lo tinico que sabemos ces que van a volver a suceder. Los es ceraches son menos solemnes y més car- navalescos: “;Quién dijo que para Iu char es necesatio tener el ceno frunci- do y el gesto adusto2". Ellos se apo- ran en la velocidad, la fuerza, y a veces la sorpresa. A diferencia del movi- miento mesurado de las Madres en sa Plaza histérica, la demanda de los es- craches posee agilidad fisica y riesgo a medida que se desplazan de wn lugar a oro. La confeontacién es directa y emocionalmente muy _vehemente Aunque muy bien planea formances patecen surgir de la nada: ‘Sorprenden al ex marino Astiz con un escrache en Tribunales’. H.1.J.0.S. ha invertido las técticas de terror usadas por las Fuerzas Armadas en contra de ellos mismos de sina manera brillante, Como en la época de la dictadura eserache suces f en la casa de la persona persegui »Y da, Los persegui ‘ dores se infilran \ en espacios nor malmence restr: gidos para ellos y cogen a sus presas fuera de guardia. En el caso de Astiz, los jévenes se hacen pasar por algo que no son (estudiantes de Leyes), Sin embargo, esti claro, que los perseguidos son los victimarios, no las vietimas, Durante el Proceso, la gente sabia que un ataque podela suce der en eualquier momento, aunque él! lla nunca sabfa cuando, De hecho, en el caso de Asta, él torturador Ile temprano para evitar ser ‘blanco de ataque.’ Mientras que los militares ana la poblacién civil eon ‘desaparecerlos’y con la muerte, los hi- jos amenazan a sus enemigos con la 'vi- sibilidad” (evidenciarlos)y con una muerte social. Aquellos que perpetta ron las atrocidades viven con el temor de que las furias les arranquen los mas carones de Ia invisibilidad y el anoni mato que tan arduamente han tratado de mantener escondide. Son ahora cllos, Ios ejecutores, los que se escon: den, ¥ con razén: los escraches son efi ccaces, El médico Jorge Magnaccio fue despedide de la clinica después de los ‘eseraches que se le hicieron en 1996. L militares ducante la dicradura, involu: scraches, igual que los ataques eran a los espectadores y los vecinos. lncervendrin ellos en los eventos, 0 se ‘oculearin cerrando las puercas? Al ha- cer ‘blanco de ataque’ a un individuo, los escraches también apuntan sobre la complicidad silenciosa de aquellos que durante el periodo de la dicradu- a, optaron por ignorar a violencia que sucedia alrededor suyo. Sin em- barge, H.1J.0.S. se ha ocupade cui- dadosamence de que la gente entienda el por que de los escraches, “Si No Hay Justicia Hay Escrache," es el lema de ellos. Mas y mis gente acepta la propuesta y se une a ela Los escraches, al igual que el teatro de guerrilla, intervie en en la arena poli Tica de Argentina para impedit el olv: do, Estas performances son un ceto pa- tala performance del Estado. El juicio a los generales (1985) fue un especti- culo para el olvido, aunque se hacia pasar por un especticulo para la me- moria. Al hacer el montaje pablico del juicio, ambos el gobierno de Alfonsin y las Buereas Atm: fin (0 punto final) naciones acerca de las violaciones a los las creyeron poner todas [as recrimi- derechos humanos. El Juicio, igual que algunos museos 0 monumentos, nos da permiso para situar la memoria y la responsabilidad en alguna ocra parte. Una ver que la herida de la his: toria ha sido identificada y mancjada, la genre puede proseguir para olvidar el evento. Los escraches, en un cons: tante re-abrir de las heridas, no petmi ten ese desplazamiento de la memoria, FI ataque, que toma lugar en el agut cen el ahora, resiste a todos los esfuer 20s oficiales para poner ese ‘punto fi nal’ a un trauma aun no resuelco. En segundo lug bien los eseraches tam tizan de que los rorturado- res no dejen nunca las rejas. Ellos po: drain hacer sus conjuros pata salir de ka prisién, pero la prisién creada por los hijos los persigue a donde quiera que vayan. Mediante la performance, los hijos han consticuide jaulas méviles, tunas que aseguten que los criminales permanezcan siendo visibles entre las pasa aa donde vayan los iremos a buscar.” Las Madyes ¢ H1.J.0.S., con todas las diferencias guardadas en cuanto a sus rejas: “como a los nazis, les va estrategias, entienden las ventajas de la CONONICA Os fy Ae aE it Iv performance como una baralla siem pre en vivo. El cuerpo es escenario y arma. A través de la performance, ha ccen visible lo que la dictadura quiso hacer invisible-los desaparecidos, los ccrimenes, los culpables. Reafirman, que ellos no aceptan el espa- cio piiblico como zona de prohibicién sino que ls usan como una arena de solidaridad y acci6n. La performance hace énfasis en el aqu(-mismo del trauma, y el rol de fa memoria como tuna funcidn del presente, no solo del pasado. Las politicas, al igual que el dolor, como estrategias performativas transitan a Ia siguiente gencracién, transmitidas como el ADN.* Por Diana Taylor. NYU 1 Richard Schechnet, Beween Tt and Aah poly, Philadephia University Dress of Pennsyvani, 1985, 2 Abels de Place de Ma, Buenos Aires: EUDEBA, 1997. iin de ios 3 Sorrenden al x marino Asizcon un escrache cn Tibunale”, por Gerardo Young, Cain, Sob Feb 26, 2000. (hepl/wwwclaincomardia it 2000-02-26) 4-5-7 Idem GILLJ.OS, Ato 5, No. 6, Marzo 2000, Buc os Aires, pag. 12.

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