“La mayoría de las plantas existentes son el resultado de la

simplificación de aquel modelo antiguo”

Las flores, a las que el naturalista Charles Darwin consideraba un "misterio" por el enigma de sus

orígenes, podrían haber evolucionado hace 250 millones de años, mucho antes de lo que

se creía hasta ahora.

Según han explicado en el Congreso de la Sociedad Química Estadounidense, que se

celebra en San Diego, California, existe un químico en algunos registros fósiles, la "oleanana", que
puede revelar la presencia de las flores e indicar desde cuando existen en nuestro planeta.

La "oleanana" es una sustancia química que emiten las flores de las plantas
angiospermas para repeler a los insectos, hongos y otros tipos de microbios invasores, pero no
está presente en la otra gran familia de plantas, las gimnospermas, como son los pinos o el ginkgo
biloba.

¿Porque hay flores en el planeta?

Las flores aparecieron en el planeta hace 250 millones de años para revolucionar el mundo.
Rompieron todos los esquemas: primero las plantas acuáticas, de flores muy simples, junto
con las coníferas que con el tiempo evolucionaron para dar paso a las primeras flores con
pétalos de la historia. Estas aparecieron el cretácico inferior, hace unos 120 millones de años,
siendo las primeras las magnolias -los primeros parientes de las magnolias- que dieron color,
aroma y forma a sus flores pero... ¿porque tanta molestia? Fácil, el objetivo era aprovecharse
de unos nuevos compañeros en el planeta tierra: los insectos voladores que empezaron a
contribuir de forma activa a la reproducción de las especies.

140 millones de años después aparecieron las nymphaeaceaes -los nenúfares acuáticos- iniciando
así una carrera creativa de formas, colores y aromas que aún hoy en día siguen evolucionando.

Desde que el ser humano apareció en la tierra se fascinó con las flores. Empezó la admiración por
estos seres que sienten pero no hablan, que inspiran, dan luz, alegran, sorprenden, marcan
estaciones y nos cuentan las historias de nuestro planeta. El hombre buscó la forma de
conservarlas, cultivarlas, adorarlas y usarlas como talismán, multiplicándolas hasta creer conseguir
entenderlas. El mismo Charles Darwin, fascinado por la belleza del mundo vegetal, estudió con
absoluta admiración estas joyas del reino vegetal.

En un principio las plantas únicamente cubren las necesidades alimenticias de los hombres.

Las flores comienzan a ser usadas por el hombre, como símbolos por primera vez: para ofrendas y
ritos, en los cultos fúnebres y como amuletos unos 7.000 años antes de Cristo.

Hay algunas plantas y árboles a los que se les da poderes divinos y son adorados como dioses o
como morada de los dioses:

Roble Abedul Fresno

Con los primeros enterramientos aparece el culto a los muertos, y en ellos se usaban plantas y
semillas como ofrendas vegetales.

Las primeras guirnaldas que se conocen en la historia eran egipcias y no solo estaban hechas de
flores naturales, sino que, para que fueran duraderas, se usaban también flores artificiales.

En cuanto a los pintores de flores existen desde los inicios de la pintura. Se puede comprobar que
la pintura de las flores es una constante a través de la historia del arte plástico, que aparece como
consecuencia de la confección de ramos, guirnaldas y coronas.

Los textos más antiguos que conocemos sobre las flores son los chinos. En ellos se habla de las
flores y sus arreglos, de la selección de las variedades nobles con una gradación de sus valores
relativos y con la asociación de sentimientos y ambientes dirigidos a flores muy determinadas. Tan
importante es la clasificación y la graduación como su arreglo en jarrones y floreros, arte que en
China se remonta a los más antiguos tiempos y que en el siglo VI d. C. a través de los monjes
budistas pasó al Japón permitiendo la fundación de escuelas de Ikebana que duran hasta nuestros
días.

LAS FLORES EN EL UNDO PREHISPÁNICO

En el periodo epiclásico, se pueden encontrar flores representadas en las culturas de Xochitécatl,

Tlaxcala, en Cholula, Puebla, en Cacaxtla, Tlaxcala, Xochicalco, Morelos y en la zona maya. Para el
posclásico temprano, se dejan de representar en el altiplano central, quizás porque la ideología
fue más en un sentido bélico. Pero en Chichén Itzá, un pueblo guerrero, sí se le contextualiza en
ese sentido, se puede observar en las estelas la decapitación donde brota sangre con flores.

En el posclásico tardío, las referencias son más abundantes y complejas, los mexicas representan a
la flor, “xóchitl”, en las elocuencias, las palabras bien dichas y elegantes. El refinado uso de las
metáforas era conocido como “in xóchitl in cuícatl” y el canto o la palabra florida era un tema en
la poesía náhuatl que se alude a la evanescencia y fragilidad de la vida. Quizás es la obra poética
más importante, Flor y canto, se considera como la poesía misma de los nahuas, es simbolismo y
lo que en la actualidad se entiende por arte. Es un diálogo entre poetas que posiblemente se
sostuvo en 1490. En el poema se describen las reflexiones filosóficas, sobre el hombre en la tierra,
el <<Dador de la vida>>, la tristeza y sufrimiento que da la vida.

Los nahuas consideraban que las flores eran símbolos asociados a tres deidades: “Macuilxóchitl”,
“Xochipilli” y “Xochiquétzal”, patronos de los juegos, la primavera, las flores, el amor, la música y
la danza. Como en el caso de los mayas el 20 también tenía un significado especial y estaba
representado por una flor. “Macuilxóchitl”, <<cinco flores>>, hace alusión a una fecha del
calendario. Es una advocación de “Xochipilli” y muchas veces se le atribuye la misma identidad.
Dios de las flores, el juego, el canto y la música, también era patrón de los nobles.

FLORES ORIGINES Y SIGNIFICADOS

Margarita. El dios de los árboles frutales y de la vegetación, Vertumno, se enamoró de la

hermosa ninfa Belides, pero ella no correspondió a sus deseos y, para poder escapar de
sus proposiciones, se transformó en una margarita.
También esta flor está relacionada con la infancia.
En la tradición inglesa el hada Milkah alimentaba al hijo pequeño de un rey con platos
preparados a base de margaritas para que así no llegara a convertirse en adulto y pudiera
conservar su infantil inocencia.
Rosa. Se dice que Cibeles creó esta bella flor para poder vengarse de la diosa Afrodita,
puesto que sólo la belleza de la rosa podía compararse y competir con la belleza de la
diosa del amor, por eso fue consagrada a Afrodita. El perfume de esta flor, junto con su
hermosura, son el símbolo del amor, y sus espinas representan el dolor y el daño que
causa el amor, las heridas que éste puede abrir.
Girasol. Originario de América, Helianthus , como se lo que noche científicamente. En la
mitología griega aparece una ninfa de agua llamada Clytie, hija del dios Océano, se
enamoró de Apolo y lo observaba diariament desde que salía por la mañana hasta que
llegaba al oeste por la tarde, ras unos días, Clytie se transformó en girasol y aún hoy no
olvida el objeto de su amor y sigue al sol en su recorrido diario.
Tulipán. Cultivados originariamente en el Imperio Otomano (hoy Turquía), se importaron a
Holanda en el siglo dieciséis, su popularidad aumentó de tal manera que la gente entraba
continuamente en su jardín para robar los bulbos.
Hoy en día, Holanda o la “floristería del mundo” sigue siendo famosa por sus tulipanes. Los
tulipanes se cultivan en extensos campos de bellos colores y en primavera se celebran
numerosos festivales en su honor en todo el país. Los holandeses que emigraron a otros
países se llevaron consigo su afición por estas flores. Ahora hay tulipanes y festivales del
tulipán en Nueva York (fundada por los colonos holandeses con el nombre de Nueva
Ámsterdam) y en Holland, Michigan, las dos ciudades con más raíces holandesas en
Estados Unidos.