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100 FUNDAMENTOS SOCIALES DE LAS ECONOMIAS POSTINDUSTRIALES TuMLA 4B, Incentivos y desincentivne del estado del bienestar ‘para las madres trabajadoras ‘Subsiios por jo Payeenale de Poyconaje era como poreenaje del pérdida delsubsidio daimpucso, “lari medio.“ dedecemplen sila“ snarinal ‘pare rabaia a espa trabote ao 1350 oP 99% ‘Australia 25 100 0 Canada 6 0 ° Estados Unidos 22 19 0 Gran Bretaa 3x9 39 0 Dinamarea 31 3 6 Finlandia 14 4 ° Noruega, 80 0 ° Suecis 43 ° 9 Alemania 46 10 5 Austria 74 56 SS Belgica 102 10 8 Francia 58 0 3 Palses Bajos 43 ° 4 Espana 16 ° 5 Tealia o7 5 ° Portugal 30 0 ° Japén 22 0 = 12. Subsiioe frlinres exsmados« desgrvacitn Gel enn poresnaje dela rena dela pain {csteando para un membre 10 dela rena del bere de procuctén medio, tora el wo el (666) Fess: nuevos eal a are de Gauthier 1995, tabla 101) y OCDE (1995e parte Dy (Purine OCDIE (9980, ths Bt. 2 _Ineremento en lpn imptvo marl la ens de esos gt 66 ef del ar. Fuse: OCDE (19952), CartruLo 5 UN NUEVO EXAMEN COMPARATIVO DE LOS DISTINTOS REGIMENES DEL BIENESTAR, Después de la contribucién pionera de Richard Tiemuss (1953), se han hecho intensos esfuerzos para elaborar una clasificacién de los distintos estados del bienestar. Las tipologias pueden resultar utiles, ‘como mfnimo, por tres razones: en primer lugar, porque permiten una mayor economfa de medios en el andlisis y nos ayudan a ver el bosque en lugar de una mirfada de érboles; en segundo término, porque, si-po- demos agrupar varias especies en funcién de su semejanza en deterrni- nados atributos fundamentales, el analista podré identificar con ma- yor facilidad la l6gica que subyace a su dinémica e, incluso, pued? que a sui causalidad; y en tercer lugar, las tipologias constituyen itiles he- rramientas para generar y comprobar hipétesis. Las tipologfas resultan probleméticas debido a que la economia de ‘medios se logra a expensas de los matices, pero, especialmente, porque son intrinsecamente estéticas. Proporcionan una instanténea del mun- do en un momento del tiempo, y no captan facilmente las mutaciones ni el nacimiento de nuevas especies. En consecuencia, cualquier tipo- logia de los regimenes del bienestar conserva su validez sélo en la me- dida en que la historia se mantenga inmévil. Las clasificaciones de los estados del bienestar son el reflejo de una determinada época, en Ia mayoria de los casos el statte guo de las décadas de 1970 y 1980, La tipologia de los «tres mundos» en la que se basaba mi anterior trabajo (Esping-Andersen, 1990) se ha cuestionado desde numerosos puntos de partida, y algunos de ellos proporcionan argumentos conyincentes en favor de una profunda reconsideracién. Se trataba de una tipologia basada demasiado estrictamente en los programas de mantenimiento de los ingresos, demasiado cen:radn Gnicamente en el nexo entre estado y mercado, y demasiado elabora- da, de forma unidimensional, en torno al obrero de produceién mas- culino 102 FUNDAMENTOS SOCIALES DE LAS ECONOMIAS POSTINDUSTRIALES Existen principalmente dos tipos de erfticas que merecen aten- cin, Una cuestiona la simple triada, argumentando que deberiamos distinguir otros modelos adicionales: un «cuarto mundo, por asi de- cirlo. La otra cuestiona los criterios basicos empleados en Ia elabora- ci6n de ls tipologia. Pero antes de seguir, hay un aspecto que puede dar lugar a confu- sin y que conviene aclarar. Las bases para la elaboracién de tipologias que agui (como antes) examinamos son los regimenes del bienestar, no los estadas del bienestar ni las politicas sociales individuales. El térmi no regimenes se refiere a los modos en que se reparte la produccién de bienestar entre el estado, el mercado y las familias. Puede surgir cierta confusién debido a que la palabra régimen se suele aplicar a todo tipo de fendmenos: «regimenes de pobreza» o eregimenes de pensiones» por mencionar sélo un par de ellos. Algunas de las crfticas a los «tres mundos» resultan, en cierto sentido, irrelevantes, ya que no se dirigen a los regimenes del bienestar, sino a los programas individuales. Se puede aceptar el argumento de Leibfried (1992) de que existe un régi- men mediterréneo netamente diferenciado porque la asistencia social en la Europa meridional tiene un cardcter tinico. Pero aqu‘ Letbfried se equivoca, puesto que esté estudiando un fenémeno cualitativamen- te distinto, Un problema parecido es el que afecta a algunas contribu- ciones feministas, al menos en la medida en que han redefinido le va~ riable dependiente. Resulta indiscutiblemente relevante comparar los emodelos basados en el cabeza de familia», y no hace falta decir que esto tiene una relevancia directa para las comparaciones entre los dli- versos regimenes del bienestar, aunque, de nuevo, la tipologia de estos regimenes no se basa o se refiere tinicamente a una dimensién politica social; y, de nuevo, los «regimenes basados en el cabeza de familia» y Jos «regimenes del bienestar» constituyen dos variables dependientes distintas. Los tres mundos del capitalismo del bienestar, reexaminados La mezela privado-pablico constitufa el principal ¢je analitico que sustentaba la tipologta de los «tres mundos»; las dimensiones definito- rias lave eran el grado de desmercantilizacién y los modos de estrati ficacién, o, si se quiere, las solidaridades (Esping-Andersen, 1990). Las eliquetas que representan esta trfada —liberal, conservador y socialde- mécrafa— se derivan de la economia politica europea clisica. Reflejan el empuje politico e ideolégico que predomind en su evolucién histéri- a, v que lleg6 a su punto culminante con la maduracién de los estados del bienestar en las décadas de 1970 y 1980. \VARIEDADES DEL CAPITALISMO DEL BIENESTAR 103 La tipologta, independientemente de sus origenes politicos, se vuelve estatica en el sentido de que refleja las condiciones socioeconé- micas que prevalecfan entonces; a saber: una economia dominada por la producci6n industrial masiva; una estructura de clases en la que el trabajador manual masculino era el ciudadano prototipico, y una so- ciedad en la que la familia prototipica era del tipo estable y con una sola fuente de ingresos. A continuacién presentamos brevemente los tres regimenes del bienestar! ‘EL REGIMEN DEL BIENESTAR LIBERAL, Las raices de la politica social liberal se remontan a la economia politica briténica del siglo xre, concretamente a sus nociones dle «me- nor elegibilidads y de «autosuficienciax. Dicha economia albergaba una fe ilimitada en la soberania del mercado. En su forma contempo- rénea, los regimenes del bienestar liberales reflejan el compromiso po- Iitico de minimizar el estado, individualizar los riesgos y fomentar las soluciones de mercado. Por tanto, desfavorecen los derechos de los ciudadanos. La politica social liberal predomina en los paises donde los movi- inientos socialistas 0 democratacristianos eran déhiles o se hallaban de facto ausentes. Como ha sefialado Castles (1993), se da un peculiar agrupamiento de los pafses anglosajones en torno al modelo liberal. Pero —como él mismo afiade— es importante distinguir entre aquellas sociedades, como Australia y Gran Bretafia, donde el movimiento obrero desempenié un papel significativo en la formacién de la politica social, y aquellos otros, como Estados Unidos, en los que su papel fue marginal: En el primer caso, el estado del bienestar es mas global y c lectivista, Descartando por ¢l momento esta variacién, hay tres aspec- tos fundamentales que caracterizan al régimen liberal Este es residual, en primer lugar, en el sentido de que las garanttas sociales se limitan tipicamente a los amalos riesgos», o «riesgos ina- ceptables». Adopta una definicién restringida a la hora de elegir qué sujetos tienen derecho a dichas garantfas. La politica social liberal es, pues, en gran medida la del socorro a los nifios pobres del siglo xix, fa: 1. aunque as etiquetas diferente tipologta pose ura ansidarble finda com I distincon ginal de Tus (1958) nels delonrestu, aston y ade ent india Hay ave 2 ‘ert expecialmeite alas lecores del connate sotrfcane, que al liza stn irl y ‘conservador en su aceplén europe clisca En cansecuenci,Hbeelnoipic siequiendst, sn tne bien el punto de sta neoliberal igndo al aise fae poe ss pats, tanpoco conserador hacer Ferencia a stodo lo que no aes teal, sea la deen vine wel artesian ata tn seta scepin eurepes, 104 FUNDAMENTOS SOCIALES DE LAS ECONOMtAS POSTINDUSTRIALES voreciendo las comprobaciones de los medios de vida o de los ingresos para averiguar el grado de desamparo y de necesidad, Consecuente- mente, el peso relativo de la asistencia social basada en las necesidades en comparacién con los programas de reconocimiento de derechos de- berfa constituir un excelente indicador del «liberalismow. De hecho, las comparaciones iiternacionales muestran que los estados del bienestar anglosajones se hallan extraordinariamente sesgados en favor de la asistencia social orientada a unos sujetos especfficos: en particular, Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos y Canada (Esping-Ander- sen, 1990, cap. 3). Este hecho se ve ampliamente canfirmado por las investigaciones posteriores (Gough et al., 1997, tabla 2): se trata de un elemento predominante o, al menos, importante en el paquete global de proteccién social en Australia, Canadé, Irlanda, Nueva Zelanda, Gran Bretafia y Estados Unidos; como porcentaje de los gastos socia- les totales, actualmente representa cerca del 100 % en Australia y Nue- va Zelanda, en torno.al 40.% en Irlanda y Estados Unidos, y el 20-30% en Canada y Gran Bretafa. El pais no liberal que mas se acerca a estas cifras es Alemania, con un 12 %2 En segundo lugar, la politica liberal es residual en el sentido de que abraza una concepcion restringida acerca de qué riesgos se de- ben considerar otialess. Estados Unidos es un pais extremadamen- teresidual debido a su falta de asistencia sanitaria nacional, de subsi- dios de enfermedad y de maternidad, de subsidios familiares y de permisos laborales por paternidad. Para enfrentarse al fallo del mer- cado en estas reas, el planteamiento utilizado consiste en una ayuda orientada especfficamente a los «riesgos inaceptables»: los subsidios de los programas Medicaid, o ayuda médica estatal para los pobres, y Medicare, 0 ayuda médica estatal para los ancianos; la AFDC (Aid fo Families with Dependent Children, 0 vayuda a las familias con hijos dependientes»), para las madres que viven solas con sits hijos, y de- ducciones fiscales para las familias de renta baja con hijos, Esto re- sulta evidente, sobre todo, en la naciente popularidad de algunas formas de impuesto sobre la renta negativo, un planteamiento pro- puesto originariamente por Milton Friedman y que en Ta actualidad se estd extendiendo gradualmente en Australia, Canada, Gran Breta- fia y Estados Unidos, En un aspecto las politicas liberal y conservadora son parecida- mente residuales; a saber: en lo relativo a los servicios familiares, Las 2 Enisten sin dv, Important varlacionss ene grado de expeifiiad de la pabletén objeto eos programas de asistenets Sola. Tal enmeo msi Castles (1976) y Nps (096) lanes talento ennaconte y maton de chs snpelfied implica rence lox eon en tog l ‘ato un eter nds eteto, inclu alo osm serene los pores \VARIEDADES DEL CAPITALISMO DEL. BIENESTAR 105 razones, sin embargo, son distintas, Los liberales contemplar estos servicios como una actividad natural del mercado, como una respon- sabilidad individual; los conservadores insisten en que deben ser pre. rrogativa de las familias. La tercera caracteristica del liberalismo es el fomento del merca- do: En ningiin otro tiempo y lugar ha sido esto mas pronunciado que en la promocién norteamericana del «capitalismo del bienestars en la década de 1920, o en la era Thatcher en Gran Bretafia, De hecho, hasta el New Deal, en la década de 1930, Estados Unidos no introdujo los primeros programas de seguridad social de Ambito nacional. Como ya hemos sefialado, el planteamiento residual cultiva los dualismos: los sujetos de riesgos aceptables pueden valerse por si mismos en el iner- cado; los de riesgos inaceptables pasan a ser «dependientes de hn asis. tencia social». Hay, por supuesto, varias maneras de actuar en el mer- cado: individualmente (planes de pensiones personales, seguos de vida, etc.), 0 colectivamente (seguros colectivos o planes de prevision, profesionales). Lo que ambas tienen en comin es que, en general, se benefician de sustanciales desgravaciones fiscales. Los regimenes del bienestar se hallan bastante polarizados en cuanto al papel de la provisién del mercado: el ratio entre las pensio: nes piiblicas y las privadas es de 0,5 en Australia, 0,7 en Canadé, 0,4 en Japén y 0,3 en Estados Unidos, mientras que en la Europa continental en Escandinavia pasa a ser del orden de 0,1 (0 menos). En el caso de Ja sanidad, sin embargo, el panorama resulta menos claro. Varios paf- ses europeos parecen ser bastante privados (20 % del total en Alera- nia; 36 % en Australia) debido a que una gran parte de la asistencia sa- nitaria esta en manos del «tercer sector», es decir; lus asociaciones sin fines lucrativos. Y algunos regimenes «liberales», como Canada y Gran Bretafia, cuentan con un seguro de enfermedad universal. La asisten- cia sanitaria privada predomina en Estados Unidos (57 % del total), pero también aqut las organizaciones sin énimo de lucro (como Blue Cross-Blue Shild) desempenan un papel decisivo. En Australia, Gran Bretafta y Estados Unidos los planes ce pre- visién privados han sido tradicionalmente més colectivos que indi- viduales, debido en gran medida a las tradiciones de negoc.acidn colectiva de dichos patses (Esping-Andersen, 1990, tabla 4.2). La dis- minucién de la afiliacién y la cobertura sindicales parecen contri- buir, no obstante, a erosionar los planes profesionales y a fomentar un mayor individualismo, Esto resulta especialmente evidente =n Es- tados Unidos, donde la cobertura de los planes de pensiones profe- 3. Esto sehaexaminaea en el cpt AL Calelado a prs de Baplng Andere (190, ae 43) 106 FUNDAMENTOS SOCIALES DE LAS ECONOMIaS POSTINDUSTRIALES sionales ha pasado de un 50 % en 1970 a menos de una tercera parte en la actualidad.s Si definimos el modelo liberal en funcién del peso de su carécter residual (pocos derechos y unos modestos niveles de desmercantiliza- Gién) y del de los mercados, hay claras evidencias de la existencia de distintos grupos de naciones. Los dos atributos se hallan sumamente correlacionados. Por otra parte, el grupo de los regimenes del bienes- tar liberales es, casi invariablemente, anglosajén: Estados Unidos, Ca- nad, Australia, Irlanda, Nueva Zelanda y Gran Bretafia.¢ Si tomamos dos medidas clave —la asistencia condicionada a la comprobacion de os medios de vida, como porcentaje del gasto social total (a principios dela década de 1990), y las pensiones privadas, como porcentaje de las pensiones totales (década de 1980)--, y las correlacionamos con una nacién «liberal» ficticia, la asociaci6n resulta ser fuerte y positiva: +0,68 para la variable asistencia, y 40,52 para variable pensiones pri- vadas. En el caso de los regimenes socialdemécratas y conservadores, Jas correlaciones son negativas (-0,31 y ~0,41 para la asistencia, y -0,27 y -0,29 para las pensiones privadas).7 Esto se puede presentar en términos de ratios de probabilidades logisticas, como en la tabla 5.1 La tabla 5.1 muestra que el régimen liberal se puede predecir bas- tante bien por medio de estas dos caracterfsticas, mientras que clara- ‘mente no ocurre lo mismo con los ottos dos. Esto sugiere tambign que €l sesgo en favor de la asistencia social constituye un rasgo més distin- tivo que las pensiones privadas. EL REGIMEN DEL BIENESTAR SOCIALDEMOCRATA, Este régimen es practicamente sin6nimo de los paises nrdicos. ¥ 8 asimismo el mas reciente a nivel internacional, En Dinamarca, No- 5, modelo australian de un sestado de bienestar de os asalsiadoss, como lo lama Castes (4585196) se puede consderar un caso espa de benestarsexgado en faordel reread; de hecho, Cases insiste en que Ausvala Junta con Gran Bretata e debe clsifiss como un model eral Inbodsta La que sustenta el estado del benexa austallan.en paren patente eakualy be sub en la prueba de medios sla adiiOn dena gaan, de acts, tanto de w empleo como de wn ‘elo wlevado aru el varoneabera de farina consecurnci as grata el benestar han Plsutads cn el mereade do aa. ‘Gran Brett contiuye un caso paca inset, yx qe cla cad de 1950 ha fares fl diferencia de Eseandioi: Ete ex un eau ovdone de tplogie que ce deh. debi alos cambios isteeos, a cuestion aa que ow eleritemos ms adslante 1. Los datos dea asisecla stl se darian de Gough tl (1997, abla 2} lor de as pesionee rivals, de Esping-Andetsen (890, abla 43) Los saints pases punican como liberals: Austex Ha, Canad, idand, Nueva Zeland, Sula, Gran Breads Fates Unido: lon wcilemrats ‘yen a Dihanarce Filan, Noreen y Suecat In conseronee, Aci, Relpien,Ponela, Al ‘nani, Kalo, SaoGn yes Paes Bajos, Venere adeante para un mayor dtall \VARIEDADES DEL CAPITALISMO DEL BIENESTAR 107 TaBLAS.1. Ratios de probabilidades lotsticas para el predomiinio de a asistencia ‘social y las pensiones privaias en cada régimen del bienestar Regimen ‘Ragin Région Neral sovialdamicata ——_canserodor Asistencia social como orcentaje del total Lasse oss Pensiones privadas como porcentaje del total 118° 0925 Seudo-R? os8i 0.088 robabdad wiayor de 005 s+ Protebildad mayor de 001 Fucus: Raping. Andersen (1990,

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