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La Pompeya de la era

nuclear

Materia: EDI
Profesora: Pamela Sartori
Trabajo: Chernobyl
Alumno: Ignacio Solá
Indice_________________________________________¡Error! Marcador no definido.
Introducción___________________________________________________________3
La elección del título_________________________________________________________3
La selección del tema________________________________________________________3
Hipótesis______________________________________________________________4
Problema______________________________________________________________5
Resumen______________________________________________________________6
Conclusiones___________________________________________________________7
Introducción
La elección del título
Antes de empezar a relatar la tragedia de Chernobyl, quisiera comentar porque elegí
como título del trabajo “La Pompeya de la era nuclear”.
Pompeya fue una ciudad de la Antigua Roma ubicada junto con Herculano y otros
lugares más pequeños en la región de Campania, cerca de la moderna ciudad de Nápoles
Ambas ciudades fueron enterrados por la violenta erupción del Vesubio el 24 de agosto
del año 79 d. C.
Gruesas capas de ceniza cubrieron las dos ciudades situadas en la base de la montaña, y
sus nombres y localizaciones fueron olvidados. Herculano fue redescubierta en 1738, y
Pompeya en 1748.
Las excavaciones realizadas permiten hoy a los turistas ver un cuadro de la vida romana
durante el siglo I, casi en sus menores detalles, con sus lujosas casas, templos, baños,
esperando que un tribuno aparezca al doblar la próxima esquina.
La misma sensación la tuve al ver las fotos de la ciudad abandonada de Pripiat en
Ucrania, que tuvo que ser desalojada después de la tragedia de Chernobyl. En las fotos
pueden verse los edificios intactos, parques de diversiones abandonados, hamacas que
nunca volverán a escuchar las risas de los niños por más de 2000 años. Pero esta vez no
fue por el accionar de la naturaleza, fue provocado por el hombre y las consecuencias de
su accionar dejaron secuelas mucho más dolorosas que las sufridas por los habitantes de
Pompeya ya que afectaron a toda la humanidad. Por ese motivo no debemos dejar que
las ruinas de Pripiat se cubran con un manto de olvido sino bucear en los errores
cometidos para evitar cometer los mismos errores.

La selección del tema

Un día en un canal de cable pasaron un documental de la tragedia de Chernobyl. El


mismo contenía una dramatización de los hechos que desencadenaron la explosión y su
posterior tratamiento por parte de las personas responsables. Después de terminar de ver
el documental tuve la sensación que los efectos hubieran sido menores si las personas
encargadas de de tomar las decisiones no hubieran ocultado información y actuado
inmediatamente, olvidando la soberbia en aras del bien común. Esta sensación,
motivada por el documental, fue la que me llevó a investigar mi teoría. Para ello recurrí
a Internet y a la gran cantidad de información que se puede encontrar con respecto a
Chernobyl en esta gran red. Mi análisis y conclusiones es lo que a continuación les
brindo.
Hipótesis
Las consecuencias más graves de la tragedia de Chernobyl se debieron a errores
políticos potenciados por las características de la guerra fría que se desarrollaba en ese
momento entre Rusia y Estados Unidos
Problema
Si bien las causas de la tragedia de Chernobyl pueden agruparse en:
 Problemas de diseño
 Fallas de administración y Errores cometidos por el Staff de operación
 Políticos
Fueron los errores políticos los que originaron las consecuencias más graves y
perdurables de la explosión nuclear de Chernobyl.
En la guerra fría, la producción de plutonio era urgente ningún tiempo debía ser
desperdiciado en mejoras aún siendo esenciales para un funcionamiento seguro. Los
científicos e ingenieros trabajaron bajo una sola pauta producir plutonio para
armamentos tanto y tan rápido como fuera posible.
La cultura del secreto era universal en la URSS. Impuso departa mentalización del
conocimiento: ninguna persona podía ver la película completa e integrar todos los
aspectos de la seguridad de la operación.
Los efectos perjudiciales a la salud pública que siguió a la explosión del reactor de
Chernobyl no eran inevitables. Las únicas consecuencias inevitables eran la destrucción
completa del reactor, la muerte de dos miembros del personal de operación que estaba
por encima del reactor en el momento que explotó y la contaminación radiactiva de una
basta superficie de territorio.
Las precauciones elementales que se debieron haber tomado inmediatamente eran
desconocidas por las autoridades locales y quizás incluso por la dirección de la central de
potencia. No tenían plan de emergencia para intervenir ni yodo estable para administrar,
ni los suministros médicos, ni la ropa de protección incluso ni los instrumentos para
medir la radioactividad y la razón de la dosis
Resumen
El accidente de Chernóbil acontecido en dicha ciudad de Ucrania el 26 de abril de
1986, ha sido el accidente nuclear más grave de la Historia, siendo el único que ha
alcanzado la categoría de nivel 7 (el más alto) en la escala INES.

Aquel día, durante una prueba en la que se simulaba un corte de suministro eléctrico, un
aumento súbito de potencia en el reactor 4 de la Central Nuclear de Chernóbil,
produjo el sobrecalentamiento del núcleo del reactor nuclear, lo que terminó
provocando la explosión del hidrógeno acumulado en su interior.

La cantidad de material radiactivo liberado, que se estimó fue unas 500 veces mayor
que la liberada por la bomba atómica arrojada en Hiroshima en 1945, causó
directamente la muerte de 31 personas, forzó al gobierno de la Unión Soviética a la
evacuación de unas 135.000 personas y provocó una alarma internacional al detectarse
radiactividad en diversos países de Europa septentrional y central.

Además de las consecuencias económicas, los efectos a largo plazo del accidente sobre
la salud pública han recibido la atención de varios estudios. Aunque sus conclusiones
son objeto de controversia, sí coinciden en que miles de personas afectadas por la
contaminación han sufrido o sufrirán en algún momento de su vida efectos en su salud.

Tras prolongadas negociaciones con el gobierno ucraniano, la comunidad internacional


financió los costes del cierre definitivo de la central, completado en diciembre de 2000.
Desde 2004 se lleva a cabo la construcción de un nuevo sarcófago para el reactor.
Conclusiones
La anchura y profundidad de conocimiento pertinente desarrollado por científicos soviéticos
no se hizo del conocimiento de las comunidades médicas y nucleares de la Unión Soviética.
Las autoridades civiles locales o no sabían nada o no le prestaron ninguna atención a esto.
La ignorancia y falta de preparación eran tan profundas que en los momentos que siguieron
a la explosión, la inmensa mayoría de los actores en el drama: los grupos de operación del
reactor,
los directores de la central de potencia, las autoridades locales y superiores estuvieron tan
aturdidos que fueron incapaces de apreciar la dimensión del desastre, incapaces en definir
prioridades e incapaces incluso para emprender las actividades urgentemente requeridas.
Así fue que algunos de los obreros de rescate, principalmente los bomberos en la central de
potencia, fueron irradiados fatalmente porque ellos trabajaron demasiado tiempo en áreas de
alta contaminación sin equipo de protección adecuado y aun sin dosímetros. Veintiocho de
ellos murieron. Estos 28 sacrificios pudieron evitarse.
Así fue que la población de Pripyat, alejados de 3 a 5 kilómetros, no fue informada ni
evacuados hasta la tarde del 27 de abril, más de 36 horas después de la explosión.
Así fue que no se distribuyeron tabletas de yoduro de potasio a los habitantes de la zona
contaminada, o era demasiado tarde cuando fueron distribuidas para ser eficaces. Esas
tabletas habrían protegido sus glándulas tiroideas de la irradiación por radio-yodo y así
habrían evitado el cáncer. Es digno de mencionar que el yodo estable de hecho fue
distribuido en la Polonia vecina y como resultado, ese país no ha tenido exceso de cánceres
de tiroides juveniles aunque ciertas áreas recibieron una precipitación fuertemente
radiactiva.
Así fue que la oferta de los EE.UU. el l de mayo, cinco días después de la explosión, de
enviar una gran cantidad de yodo estable en forma de tabletas de yoduro de sodio fue
rechazada.
Así fue que casi todos los 1800 casos de cáncer tiroideo descubiertos a la fecha pudieron
evitarse; probablemente se debieron al radio-iodo-131 enviado a la atmósfera por la
explosión y por el fuego que siguió.
Así fue que el 2 de mayo, siete días después de la explosión, el consumo de productos
agrícolas locales fue prohibido.
Así fue que, durante la primavera de 1986, finalmente se evacuaron 120 000 personas
mientras que por falta de instrumentos de medición, y por desconocimiento de los adelantos
en radio-biología y radio-protección desarrollado por científicos en la URSS y en otras
partes, la comunidad médica y las autoridades soviéticas no tenían la seguridad de que estas
evacuaciones estaban justificadas.
Así fue que la población mal informada y desinformada cayo presa del temor, y pronto
comprendió que las autoridades públicas habían perdido el control de la situación.
Así fue que las personas se convirtieron en víctimas de cuentos y rumores siendo aun hoy
el pan de los "mercaderes del miedo" quienes habitan en la prensa local, regional, nacional e
internacional.
Así fue que muchos de los obreros de la recuperación y los evacuados cayeron victimas de
la tensión psicológica; además de muchos suicidios, el trauma psicológico les llevó a
enfermedades respiratorias, digestivas y cardio-vasculares. Estos casos no son el resultado
directo de la irradiación pero constituyen por mucho los más grandes efectos perjudiciales a
la salud pública infligida por la explosión de Chernobyl.
Así fue que el contexto político del accidente de Chernobyl hizo imposible evitar una
cantidad considerable de efectos perjudiciales a la salud pública; esto a pesar del hecho que
el conocimiento médico y las técnicas preventivas y curativas habían existido en la Unión
Soviética durante años y años.
La explosión en Chernobyl y los efectos perjudiciales a la salud pública, se hicieron posible
debido a un sistema político que cultivo el secreto y que no juzgó útil dar prioridad al
desarrollo de una cultura de seguridad adaptada al funcionamiento de los reactores
nucleares.
Todo esto alimentado con la soberbia de los líderes políticos que no aceptaron la ayuda
solidaria del resto de los países del mundo. Esperemos que esta tragedia haya servido para
que los gobernantes entiendan las fatales consecuencias que pueden tener estos actos sobre
toda la población, no solo la de su pueblo sino la humanidad entera. Y los pueblos del
mundo castiguen con su voto a aquellos gobernantes que dejan de lado la seguridad de su
pueblo por evitar asumir en tiempo y forma sus errores.

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