saloype ounnuisn oj61s Jajos j32eUL ep 0812 & UD}D|Pe uoypnoid 2p e1asiwi e] ap eJOsoTly e] e e3sandsal VIHOSO1l4d | XUVW “ W14d| TaV> VIASIN3. CARTA DE MARX A P. V. ANNENKOV Bruselas, 28 de diciembre de 1846 Mi querido Annenkov: Hace ya mucho que hubiera recibido usted la respuesta a a suya del 1° de noviembre si mi librero me hubiese enviado antes de la semana pasada la obra de Proudhon: Filosofia de Ia miseria. La he leido en dos dias, a fin de comunicarle a us ted, sin pérdida de tiempo, mi opinion. Por haberlo hecho muy apresuradamente no puedo entrar en detalle, y me limito a ha- blarle de la impresion general que me ha producido. Si usted lo desea, podré extenderme sobre el particular en otra carta. Le confieso francamente que, en general, el libro me ha pa- recido malo, muy malo. Usted mismo ironiza en su carta refi- riéndose al “jirén de la filosofia alemana” de que alardea Proudhon en esta obra informe y presuntuosa, pero usted su- pone que el veneno de la filosofia no ha afectado a su argu- mentacién econémica. Yo también estoy muy lejos de impu- tara la filosofia de Proudhon los errores de su argumentacién econémica. Proudhon no nos ofrece una critica falsa de la eco- nia politica porque sea la suya una filosofia ridfcula; nos ofrece una filosofia ridicula porque no ha comprendido la si- tuacién social de nuestros dfas en su engranaje (engrenement), si usamos esta palabra que, al igual que muchas otras cosas, Proudhon ha tomado de Fourier. ¢Por qué Proudhon habla de Dios, de la razén universal, de Ja razén impersonal de la humanidad, razén que nunca se equ voea, que siempre ¢s igual a si misma y de la que basta tener clara conciencia para ser duefio de la verdad? ¢Por qué Proud- hon recurre a un hegelianismo superficial para darse tono de pensador profundo? El mismo Proudhon nos da la clave del enigma. Para Proud: hon Ia historia es una determinada serie de desarrollo socia- les; ve en Ia historia la realizacién del progreso; estima, final- mente, que los hombres, en tanto que individuos, no sabian lo que hacian, que se imaginaban de modo erréneo su propio mo- usa ARTA DE MARX A ANNENKOV 133 vimiento, es decir, que su desarrollo social parece, a primera vista, una cosa distinta, separada, independiente de su desa- rrollo individual. Proudhon no puede explicar estos hechos y recurre entonces a su hipétesis verdadero hallazgo— de la razén universal que se manifiesta. Nada mas facil que inven- tar causas misticas, es decir, frases, cuando se carece de sen- tido comuin [1] Pero cuando Proudhon reconoce que no comprende en ab- soluto el desarrollo histérico de la humanidad —como lo hace alemplear las palabras rimbombantes de razén universal, Dios, etc.—, no reconoce también implicita y necesariamente que es incapaz de comprender el desarrollo econdmico? {Qué es la sociedad, cualquiera que sea su forma, sino el producto de la accién reciproca de los hombres? zPueden los hombres elegir libremente esta o aquella forma social? Nada de eso. A un determinado nivel de desarrollo de las fuerzas pro- ductivas de los hombres, corresponde una determinada forma de comercio y de consumo. A determinadas fases de desarro- lo de la produccion, del comercio y del consumo, correspon- den determinadas formas de constitucién social, una determi- nada organizacion de la farnilia, de los estamentos o de las clases; en una palabra, una determinada sociedad civil. A una determinada sociedad civil corresponde un determinado régi- men politico, que no es mas que la expresién oficial de la so- ciedad civil, Esto es Jo que Proudhon jams llegar a compren- der, pues cree que ha hecho una gran cosa apelando del estado a la sociedad civil, es decir, del resumen oficial de la sociedad a la sociedad oficial. Es innecesario afiadir que los hombres no son libres de es- coger sus fuerzas productivas —base de toda su historia—, pues toda fuerza productiva es una fuerza adquirida, producto de una actividad anterior. Por lo tanto, las fuerzas productivas son el resultado de la energia practica de los hombres, pero esta misma energia se halla determinada por las condiciones en que los hombres se encuentran colocados, por las fuerzas productivas ya adquiridas, por la forma social anterior a ellos, que ellos no han creado y que es producto de las generaciones anteriores. El simple hecho de que cada generacion posterior se encuentre con fuerzas productivas adquiridas por las gene- raciones precedentes, que le sirven de materia prima para la nueva produccién, crea en Ia historia de los hombres una co- nexién, crea una historia de la humanidad, que es tanto mascofequn [9p UoIsHAp e] ap soIquie> soy uos areyqures uaqep ou? ‘gofegen [ap uorstAtp vyza10 ap wotsaxdxo vy ‘SROP NOS OU? ‘safeHOISEUIDTU) SAUOTIH[A1 SNS S¥por “sojqand So] 9p Jo1raTUr UoToeztUe0 v[ EPOY, “Opor 89 ou 0159 oIOg esepelfout -esap wf ueqniyey 08 seruofo> se] opuENs ‘HAX Offs [2 Us BIO nb o| 3p ayusurTeFouaso asimMBunsIp EIqap ou Ofeqest fap WOISTA “1p 8] oseoe ‘ejdounueysuog ap sgaex ¥ eBay] expod os O19 [es -UOHIO PISy [e & edoang ered wpsrea ou eAAepo} warIgUEY OpuENd ‘sefuojoo eyqey Ou Une opueNd ‘Ax A AIX SopsIS So] Ua ofeqez [ep wo[statp ef OseoR? “usIq sang “[eYpunut opyazaw fap 12/qey 3p Pepissoou 8] a1usts ou ofequst [ep worstarp BT op eIqEY OP “ueng “1e19p|s09 ap uefop souryord seysturouo3e So] exaINbIs YU anb oj aiuto anb ‘pepzaa vf ap sofay wei efey es woypnorg getISpour eLsNpUT ef 9p “eLNSMpur esd E| ap ofeq, -en [ap uOTsIaIp B| ap a1UatUTE}Os ‘Osese ‘ora ou? ‘eALOIEYSUy us MIAX [9p SAUEy B QUTULIE: A HAX Opts [Pp soperpaut e oz -wowios onb ‘emniseynucur e] ep wourrS9x jop ofeqen Jop UOISTA “IPB A cofegen [9p ugIsuNp exo souo!etod.09 se] ap UsUtIS -91 72 onj oN? cofegen fap uoIstAIp opeutULarap wun seISE ap UDUNZoX [9 anj ou? o1ag “a]duNES Anu Bso9 wUN Sa Ofequs? 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Asi, pues, esta separacién debe ser ley eter- na para Proudhon, ya que no conoce ni su origen ni su desa- rrollo. En todo su libro habla como si esta creacién de un modo de produccién determinado debiera existir hasta la consuma- cion de los sizlos. Todo lo que Proudhon dice respecto de la division del trabajo es tan sélo un resumen, por cierto muy su- perficial, muy incompleto, de lo afirmado antes por Adam Smith y otros mil autores La segunda evolucién de la razén eterna son las mdguinas. Para Proudhon, la conexi6n entre la divisién del trabajo y las, maquinas es enteramente mistica, Cada una de las formas de divisién del trabajo tiene sus instrumentos de produccion es pecificos. De mediados del siglo xvit a mediados del siglo xvi, por ejemplo, los hombres no lo hacian todo a mano. Poseian instrumentos e instrumentos muy complicados, como telares, buques, palancas, etcétera, etestera. Asi, pues, nada mas ridiculo que derivar las maquinas de la division del trabajo en general. Sefialaré también, de paso, que si Proudhon no ha alcanza- doa comprender el origen historico de las mquinas, ha com prendido peor su desarrollo, Puede decirse que hasta 1825 — periodo de la primera crisis universal— las necesidades ‘lel con- sumo, en general, crecieron mas répidamente que la produc- cién, y el desarrollo de las maquinas fue una consecuencia for- zada de las necesidades del mercado. A partir de 1825, la invencién y la aplicactén de las maquinas no ha sido mas que un resultado de la guerra entre patronos y obreros. Pero esto sélo puede decirse de Inglaterra. En cuanto a las naciones euro peas, se vieron obligaidas a emplear las maquinas por la com- petencia que les hacian los ingleses tanto en sus propios mer cados como en el mercado mundial. Por iltimo, en Norteameérica la introduccion de la maquinaria se debio tanto ala competencia con otros paises como a Ia escasez de mano de obra, es decir, a la desproporcién entre la poblacién del pais y sus necesidades industriales. Por estos hechos puede usted ver qué sagacidad pone de manifiesto Proudhon cuando con- jura el fantasma de la competencia como tercera evolucién. icomo antitesis de las maquinas! (3). Finalmente, es en general un absurdo hacer de las maqui- CARTA DE MARX A ANNENKOV 17 nas una categoria econémica al lado de la divisién del trabajo, de la competencia, del crédito, etcétera. La maquina tiene tanto de categoria econémica como el buey que tira del arado. La aplicacién actual de las méquinas es una de las relaciones de nuestro régimen econémico presente, pero el modo de explotar las maquinas es una cosa totalmente dis tinta de las propias méquinas. La pélvora contintia siendo pél vora, ya se emplee para causar heridas o bien para restafarlas. Proudhon se supera a si mismo cuando permite que la con petencia, el monopolio, los impuestos o la policfa, la balanza comercial, el crédito y la propiedad se desarrollen en el inte rior de su cabeza precisamente en el orden de mi enumeracién, Casi todas las instituciones de crédito se habian desarrollado ya en Inglaterra a comienzos del siglo xvi, antes de la inven: cion de las maquinas. El crédito publico no era mas que una nueva manera de elevar los impuestos y de satisfacer las nue vas demandas originadas por la llegada de a burguesia al po- der. Finalmente, la propiedad constituye la tiltima categoria, en el sistema de Proudhon. En el mundo real, por el contrario, la division del trabajo y todas las demés catcgorias de Proud: hon son las relaciones sociales que en su conjunto forman lo que actualmente se llama propiedad; fuera de esas relaciones, a propiedad burguesa no es sino una ilusién metafisica 0 ju- ridica. La propiedad de otra época, la propiedad feudal, se de- sarrolla en una serie de relaciones sociales completamente di: tintas. Cuando establece. la propiedad como una relacién independiente, Proudhon comete algo mas que un error de mé- todo: prueba claramente que no ha aprehendido el vinculo que liga todas las formas de la produccion burguesa, que no ha com- prendido el caracter historico y transitorio de las formas de la produceién en una época determinada. Proudhon solo pue- de hacer una critica dogmética, pues no concibe nuestras ins- tituciones sociales como productos histéricos y no compren- de ni su origen ni su desarrollo [4 Asi, Proudhon se ve obligado a recurrir a una ficcién para explicar el desarrollo. Se imagina que la divisién del trabajo, el crédito, las maquinas, etc., han sido inventadas para servir a su idea fija, a la idea de la igualdad. Su explicacion es de una ingenuidad increible. Esas cosas han sido inventadas para Ia gualdad, pero, desgraciadamente, se han vuelto contra ella. Este es todo su argumento. Con otras palabras, hace una su- posicion gratuita, y como el desarrollo real y su ficcién se con-un so pnyfaepos ey ‘souo}oeu sey ap ede [ap BoLIpUIBILION & zex109 & eLPjeambo pryzAvjose eI Je2aredesop s9>ey Ose “EU -10poUr UpIeZIfIATD Ul op 4 OraIDUIOD [9p vINjosqe BDUApEODP pj ‘embreue vj eLupusraigos ‘sauojoed sey ap vdeut fap worraut “EOVION © e110q 28 Ig “JeoreENed syed un us vpreuojsuEN 9s ‘opejouresop seur sted Jo “eotapurea110N ‘PHITARIOSA ¥] WIS “E19 -uvioduiy we18 ap woru9uosa vj1o%9qB euN ‘orUE} Of od ‘so prafaziosa v7 "exi9n e] op zey ¥] aIuSUID[QISIA VOTRIquUIED OU & soionpord sosod soun onnue opunut [2 uEqep O]9s seIuO[O> sq] 's0aou ap eqen ef & pepliorsiowue uo> “epeztueson exisnp uy werd ¥] op wrws203u UoIoIpuos BT so [eypunUL of>191N100 [9 A ‘“qetpunur o1ox2u109 Je opeaso wey anb se] UOS sejUOJOO Sey ‘SEIU -0[09 sey ¥ 20TeA Opep ey anb of $3 pmyAvposs eT “eHIOpOUN wp snpur vagy ou UOpOs|y wis f ‘upOsTE BIIqeY OU PrFAL]Osa | UIs “219 ‘onpasa [> “sPuINbpur sey anb owssyEH of fenioe oUL -steensnput oxsanu' ap a1oard un so wi2axyp prayaeppso @] "VoLIDUIBDLION Op S9[VUOIPLLOUT Sop 189 soj uo X [ISeAG{ Je Ue ‘WIeULING Uo So.BoU So] ap prazarp -89 Bf op “e}2a11p PRITAEPDsa ef op ere 9s ‘oLrEIa[OId Jp PME “Jaepose v] 9p ‘wiD9.IPUT praTAE[os9 ¥ ap EIEN 9s ON “PrAIALPISI | ap orang ope| [2 So opeattdxo 19s aqap anb ory oF ‘sopeut soppy sns ap ejqey ¥)s9 spUL ap ‘prataLpDse B ¥ OIMEND Ug “ped ~roqi] ¥] @p Sopa K souang sope| so] @ Ssm19391 ap pepis22au Aeq ON ‘ourstuoBeiue un weULLoJ prsazjose Bl pousegy) eT woypnorg 9p B2N29[eIp ef ap ofduofo un sxep of vIOYy Ig] oyodouow Jap < erouetedwio> e] ap [voz oq ibe [9 So onb ovwoFUNYAoU! 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Upleconel ‘wun ¥ opigap ‘doupnog ‘seDrioisy setsoHousn saqear eoetoon Souojoufat op seuloroouinsqe oluos sestupuess-ooIiod eeto8 “Siva se] seropistion op zoA to ‘sand "oy “seationpuld swan sei ap opeutussor9p ojjorresap un ered ‘ooioisty onfoste=op outays ead aquourvorun uos of anb ‘swoon sanay ou see “Zaye sof] se2quu9u0ds sejioBoves suse uo tan on osouand, Sessjuiouda9 so 9p 4119 [ou aimmout ‘oiuotnstsuo> to. ae “Sisqns souojoejos seso seatuoq sopepien uor syuaureaq9 on £ sojooa soworoufar s6}e9 ap souo!2ork95g0 on seul tos OU so eum Key anb aknjouos ose EpED w CaMIpe saoranaav ee40 APENDICES categoria econdmica y por eso se observa en todos los pueblos desde que el mundo es mundo. Los pueblos moderos solo han sabido encubrir la esclavitud en sus propios paises ¢ impor- tarla sin ningtin disimulo al nuevo mundo. :Qué hara nuestro buen Proudhon después de estas consideraciones acerca de la esclavitud? Buscaré la sintesis de la libertad y de la esclavi- tud, el verdadero término medio o equilibrio entre la esclavi- tud’y la libertad (61 Proudhon supo ver muy bien que los hombres hacen el pafio, el lienzo, la seda; y en él, es un gran mérito haber sabido ver estas cosas tan sencillas. Lo que Proudhon no supo ver es que los hombres producen también] con arreglo a sus fuerzas pro- ductivas, las relaciones sociales en que producen el pafio y el lienzo. ¥ menos auin ha sabido ver que los hombres que pro- ducen las relaciones sociales con arreglo a su produccién ma- terial, crean también las ideas, las categorfas, es decir, las ex- presiones ideales abstractas de esas mismas relaciones sociales. Por lo tanto, estas categorias son tan poco eternas como las relaciones a las que sirven de expresién. Son produc- {os histéricos y transitorios. Para Proudhon, en cambio, las abs- tracciones, las categorias son la causa primaria. A su juicio, son ellas y no los hombres quienes hacen la historia. La abs: traccién, la categoria considerada como tal, es decir, separada de los hombres y de su accién material, es naturaimente in- mortal, inalterable, impasible; no es més que una modalidad de la razén pura, lo cual quiere decir simplemente que la abs- traccion, considerada como tal, es abstracta;jadmirable tate tologia! Por eso, las relaciones econémicas, vistas en forma de cate- gorias, son para Proudhon formulas eternas que no conocen principio ni progreso. En otros términos, Proudhon no afirma directamente que la vida burguesa sea para él una verdad eterna; eso lo dice in- directamente al divinizar las categorias que expresan en for- ma de ideas las relaciones burguesas, Toma los productos de la sociedad burguesa por seres eternos surgidos espontanea- mente y dotados de vida propia, tan pronto como se los pre- senta en forma de categorias, en forma de ideas. No ve, por lo tanto, més alla del horizonte burgués. Como opera con ideas burguesas, suponiéndolas eternamente verdaderas, pugna por encontrar la sintesis de estas ideas, su equilibrio, y no ve que su modo actual de equilibrarse es el unico posible. ‘ARTA DE MARK A ANNENKOV En realidad, hace lo que hacen todos los buenos burgueses. Todos ellos nos dicen que la competencia, el monopolio, etc., en principio, es decir, considerados como ideas abstractas, son Jos Gnicos fundamentos de la vida, aunque en Ia practica de- jen mucho que desear. Todos ellos quicren la competencia, sin sus funestos efectos. Todos ellos qizieren lo imposible: las con- diciones burguesas de vida, sin las consecuencias necesarias de estas condiciones. Ninguno de ellos comprende que la for- ma burguesa de produccién es una forma histérica y transito- ria, como lo era la forma feudal. Este error proviene de que, para cllos, el hombre burgués es la tnica base posible de toda. sociedad, de que no pueden imaginarse un estado social en que el hombre haya dejado de ser burgués. Proudhon es, pues, necesariamente, un doctrinario. El mo- vimiento histérico que esté revolucionando el mundo actual se reduce, para él, al problema de encontrar el verdadero equi- librio, la sintesis de dos ideas burizuesas. Asi, el habil mozo des- cubre, a fuerza de sutileza, el recondito pensamiento de Dios, a unidad de dos ideas aisladas, que sélo lo estén porque Proud: hon las ha aislado de la vida préctica, de la produccién actual que es la combinacién de las realidades que aquellas ideas ex- presan. En lugar del gran movimiento histérico que brota del conflicto entre las fuerzas productivas ya aleanzadas por los hombres y sus relaciones sociales, que ya no corresponden a estas fuerzas productivas; en lugar de las terribles guerras que se preparan entre las distintas clases de una nacion y entre las diferentes naciones; en lugar de la accién practica y violenta de las masas, la tinica que puede resolver estos conflictos; en lugar de este vasto, prolongado y complicado movimiento, Proudhon pone el fantastico movimiento de su cabeza. De este modo, son los sabios, los hombres capaces de arrancar a Dios sus recénditos pensamientos, los que hacen la historia. A la plebe sola Je queda la tarea de poner en practica las revelacio- nes de los hombres de ciencia, Ahora comprendera usted por ‘qué Proudhon es enemigo declarado de todo movimiento po- Iiitico. Para él, la solucién de los problemas actuales no con- siste en la accién piblica sino en las rotaciones dialécticas de su cabeza. Como las categorias son para él las fuerzas motri- ces, para cambiar las categorias no hace falta cambiar la vida practica. Muy por el contrario, hay que cambiar las categorias, y en consecuencia cambiaré Ia sociedad existente. En su deseo de conciliar las contradicciones, Proudhon eludeSUV TAY oxns ojuotesomsoyy souo1emmejoap'sns eA seydoin sns 8 oBuodo aut onbiod jur vxquos opeiyisy ensanur 98 upunsTy BistuNWOD opiized jop a1zed uex8 eun ‘sigod 335 9p spuiape ‘opnieg ordo.d oxjsanu e ojzens ug ‘owe of onb seyouapua} sv] supoi ap sopesaxoyuy savreiuasaadas Uos anb ‘saz -o11pe so] ep o11ed 10d owtio> esoyod wp ap sured rod ore “emu -eulsjy ua enuansua odn o1se ap uoPSe>yIqnd Ban anb sapea[no “UIP Se] asseuyFeun paisn spond on “[g] seosnag u> 91qeq of anb op sousizafe seysiqe1908 K sojosofy So] ap wa!a}I9 Tur tu Bzqo visa atwitidusy opmn2asuos ay ou wroye e1sey ored ‘eonyfod vyur 011099 op 019) Tur ELTeD ISD UoD a[sB[AUD OpLONb wIetqnH 198 ap o11s9Wu [> apuod -se1109 woypnoig vA ‘eanopid ef ua $9 omusTuE [9 anb of auaut -e01192) zwoygTIsnf oqoq “U9}D9R U9 [P1208 UOTDITPEIUOD ¥[ an 509 8110 s2 OU | “9S NS ap Optio} [9 aXnINSUOD UDLOOTPENTOD | anbuod tuorooiposjuoo eI ezIUIAIp spnBmqouanbad asq ‘orpaut our.91 [op 2sxMBuN -sqp 2p ugrsuatezd e] sus anb ‘orsqymnbe orsnf {2 openucous soqey ep ‘Teroreduy z9s ap eueyn as ouxa}U! o1anj Ns UA “O14 -ond & sgn3nq oduion owstur Te sq “o[gand jap souarwtayns sof sod enedutls zaa vj v equoUspiadxa & esondimg wer ej ap vpusoiy]useu! vf sod operquin|sap aTNa}s 28 1199p $9 ‘eNO Ef aod eystwrouosa 4 axred wun sod wistpe}oos aoey as ‘pdn20 ByIo ua anb ugroisod ey op pmi.ia uo ‘spndingouonbad [a “epezueae peparoos eun ug ‘said sore ezaqea P| ap wJsonfing vyanbod ¥] ap epstwoUos. un & Oyoso}Ey So WoHPNorg ‘Tense> $9 OU OS “reSoy [ep sa[voxepied & seso1ome souo[snyy sojqerosqin sey & vysanainq eyanbod vj ap sei10]3 se] 1uN> K saxopesad soxqod 80] & eBMutooxe ‘edeg [> owLoD ‘oluES uN O10) “oUISHTEIHOM -fw9s 10d PuI0s |9 anb of o ‘eistpe!sos ouist{eiuaMNUES fap v9 “Hy19 wun adey ON jseistferoos seyureyuT se] ap ofdusy] xeISe ap Seuquioy sof a1ue £ sor s1uE B}>"f 98 £1 oYs9d ap sodjo# ep 03 ‘ejounuop ‘eorpreat ‘e20q ef 10d eumdsa eyso ‘sorusurems sos comin ua & sauoroeray1504 Ua "BIQqa ap Souorsojdxa we adurnas a AOMNANNY ¥ SHV da VLD -o1d onb sesoo ses ap ze{gey ap pepioedeout e1azdu109 ns ‘sor “uoqureuozes sns 2p pepmoea ef u31q ue} spudzduos ouNsIUU [gy uoypnorg Yong o1nsond ap sepepLieaina sesonjunsaid sey anb opunyoad spur oypnur se ojduiaf> 10d ‘3a,n0, uo anb “estqeIo 0S ours{[ejuatUNUas [e —SepepreLarz seso sepor & [eBnATOD OUR |9 ‘eBoy [> e1G0s seLtoyeUrE|Dap sosex] sns e oID1GOI ‘su san8.mqoyonbad ep oussrferuaumuas ns ouodo opuens seuenxe sauolsny! uoypnorg 99ey 9s OU? o10q [2] esd -oMn ‘JeUSMITDUOS ‘|mBa140q ouNs]feIDOS fa eALUOD sanbere StU sod soBjurous soysnu wf opeues oy om jp onb saiuy “est P]D0S ¥}I9]qISUAS ¥] BIDeY UOIs|dar ns s9 UOYpNoig UO op sdanow ap atusumejajduto> £o1s> onb [9 uo orund oom 15 ‘OLTeUOFINTOAAA OTUaTUTAOUE aso ap SvLTWIOIT] SaMOISAIGK Sef K eLreoo11ap e spun onb oyworutaour [> yropuasduzos une sou -9un ‘pepatoos wy op operse jeni9e ja oprpuarduioo wy ou anb 91q “toy tm anb ua offjuruo poysn pxpusation ‘oqUaWHOM! 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