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Principio Reguladdor del Culto
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Índice
INTRODUCCIÓN 3
I. DEFINIENDO CONCEPTOS 6
JUAN CALVINO 23
OTROS REPRESENTANTES DEL DOGMA REFORMADO 37
UN PRINCIPIO LIBERTADOR 42
CONCLUSIÓN 46
BIBLIOGRAFÍA 50
“En Busca de una Orientación Segura para el Culto Cristiano” – Jonathan Muñoz Vásquez – p. 3
Introducción
Sabemos que gran parte de los adoradores del recientemente proclamado San Alberto
Hurtado son sinceros y no por eso Dios acepta su adoración, sino todo lo contrario: la
adoración? Sabemos, aquí también, que la principal acusación de Cristo a los fariseos era
contra su hipocresía, pues en todo ellos seguían externamente los mandamientos bíblicos,
El culto bíblico es una unidad bien relacionada entre sinceridad y formas externas,
de tal manera que una cosa no niega ni se separa de la otra. Pero, para asegurarnos que así
sea, Dios nos ha dejado principios de adoración en Su Palabra que nos sirven como una
antorcha segura y fuerte, que ilumina el camino al trono del Padre. Nuestra intención aquí
es echar una mirada a estas antorchas, y de manera especial a una antorcha llameante y
central, la cual fue llamada durante el siglo XVII de “Principio Regulador del Culto”
Actualmente, muchas iglesias están buscando caracterizar sus cultos por aquello que
comunidades han tenido como norte para definir su estilo litúrgico el hacer sus cultos más
Dios” – que pertenece a la serie liderada por Christian Schwarz “El Desarrollo Natural de la
Iglesia” – donde se recomienda: “El culto necesita ser agradable. Necesita hacer que las
personas salgan de allí más tranquilas, confiadas, cariñosas, más preparadas para la vida
y más alegres” 1 .
“Creativo”, “agradable”, “inspirador”. ¿Será que estos adjetivos deben ser el norte y
primer lugar porque, de hecho, la polémica ya está generada desde hace mucho tiempo.
Pues, como bien dice David Peterson: “Si ud. quiere empezar una discusión viva entre
Tozer llamó de “la joya perdida de la adoración” 3 y, por lo tanto, motivados por el interés
por el crecimiento genuino de la iglesia del Señor – el cual no es verdadero sin celo por la
Para trabajar este tema, haremos, en una primera sección, un análisis de las
1
Klaus Douglass, Celebrando o Amor de Deus, p. 9.
2
D. Peterson In: Donald A. Carson, Worship: Adoration and Action, p. 51.
3
In: Valdeci dos Santos, Refletindo sobre a Adoração e o Culto Cristão.
“En Busca de una Orientación Segura para el Culto Cristiano” – Jonathan Muñoz Vásquez – p. 5
En seguida, daremos una breve mirada a exponentes claves del dogma reformado, viendo
qué han dicho acerca de este asunto del culto y de la adoración, enfatizando principalmente
Es nuestro deseo que este trabajo nos sirva para ser, de manera cada vez más
íntegra, aquellos adoradores que el Padre busca, pues sólo así cumpliremos aquel que fue
definido como el principal propósito del hombre: “glorificar a Dios y gozar de Él para
siempre” 4 .
4
Catecismo Breve, preg. 1.
“En Busca de una Orientación Segura para el Culto Cristiano” – Jonathan Muñoz Vásquez – p. 6
I. Definiendo Conceptos
Agustín de Hipona 5
Juan Calvino afirma lo siguiente acerca de la naturaleza esencialmente religiosa del ser
humano:
[sensus divinitatis] en sí mismos; y esto, por un instinto natural (...) Y aun los que en
Todos los hombres rinden culto, veneran a alguien o tienen algo como centro de
referencia para su existencia. Y en este sentido, todos, sin excepción, son religiosos.
Hablar, por lo tanto, acerca de la adoración y del culto es hablar acerca de la actividad más
Pero, para iniciar un estudio acerca del la adoración y del culto es imprescindible
comenzar con la definición de ciertos conceptos claves: ¿qué es culto? ¿qué es adorar?
5
Agustín de Hipona, Confesiones, I.1:1.
6
Calvino, Institución de la Religión Cristiana (IRC), I.3:1.
“En Busca de una Orientación Segura para el Culto Cristiano” – Jonathan Muñoz Vásquez – p. 7
La palabra castellana culto viene del latín cultus, participio pasado del verbo colere
que significa adorar. Esta palabra deriva, a su vez, de la raíz indoeuropea kwel que contiene
la idea de “girar alrededor”, “ocuparse de algo o de alguien”. Las palabras cultivar, cultura,
En la Escritura, que es lo que más nos interesa en el presenta estudio, hay dos
grupos de palabras hebreas y griegas que se traducen como "adorar" o “rendir culto”.
db[ [‘avad] en el hebreo del Antiguo Testamento y los verbos latreu,w [latreuo] y
El verbo latreu,w es la palabra más usada por el Nuevo Testamento para designar
sentido de “servicio voluntario”; su origen, de hecho, está en la palabra la,tron (látron) que
incluso de un mercenario. Esto lo hace distinto a la palabra griega más conocida para
palabra hebrea db[ que aparece en el Antiguo Testamento hebreo con el sentido de
“servir”, fue traducida en la Septuaginta (LXX) por el verbo doule,w (duleo) cuando se
refiere al servicio a otros hombres y por latreu,w cuando se refiere al servicio a Dios 8 .
Siguiendo una clara influencia de la LXX, los autores del Nuevo Testamento han aplicado
la palabra de forma similar. En este sentido, latreu,w es un servicio general, voluntario, que
7
Vd. Alfred Küen, El Culto en la Biblia y en la Historia, p. 45.
8
Extraído del verbete latreu,w in: Kittel, Friedrich & Bromiley, Compendio del Diccionario Teológico
del Nuevo Testamento (CDTNT), pp. 493-495.
“En Busca de una Orientación Segura para el Culto Cristiano” – Jonathan Muñoz Vásquez – p. 8
“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros
cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional
tarea a favor de la sociedad – ella llega a ser utilizada, ya en la cultura griega, para
significar los servicios rendidos a la deidad. Siguiendo este último uso helenístico, la LXX
reserva leitourgei/n (leiturgein) para el servicio divino. “La referencia es casi siempre al
Nuevo Testamento, aparece solamente unas 15 veces en sus diversas formas, predominando
su uso en Hebreos (6 veces), lo que es muy natural, ya que el libro de Hebreos hace
manera cristológica.
Verbos que son más comúnmente traducidos por las Biblias en castellano como “adorar”.
9
Kittel, Friedrich & Bromiley, CDTNT, p. 517.
“En Busca de una Orientación Segura para el Culto Cristiano” – Jonathan Muñoz Vásquez – p. 9
tierra]”, es la conjunción de las palabras griegas pro,j (pros; preposición que significa
Nuevo Testamento de Kittel (CDTNT), nos informa que la expresión externa de agacharse
para besar la tierra era un hecho concreto en las antiguas religiones helenísticas de la
actitud interna del adorador. La palabra asumirá más tarde un sentido mucho más general
refiriéndose, incluso al respeto que se debe a las autoridades y a los representantes de Dios
(Gn. 18.2; 19.1), los autores del Nuevo Testamento la aplican en sentido exclusivo de
adoración al objeto divino, siendo incluso que los que ejercen el proskunei/n (proskunein;
infinitivo de proskuneo: “adorar”) hacia otros que no el Dios verdadero cometen el pecado
Por medio de su culto, el hombre muestra quién es su dios: el Dios verdadero, los
ídolos, los demonios o Satanás mismo (cf. Ap. 9.20; 13.4, 8 y 12). No debemos olvidar
que la relación del hombre con Dios se expresa principalmente en el culto, y sobre
10
Cf. Ibid, p. 925.
“En Busca de una Orientación Segura para el Culto Cristiano” – Jonathan Muñoz Vásquez – p. 10
Dios’, es decir, reconócele en todo su poder y su gloria como creador y juez, acepta
11
sus derechos exclusivos y soberanos sobre ti.”
De esta manera, podemos ver que el sentido bíblico básico de adoración tiene que
Servirle y prosternarse – los dos sentidos básicos que la Biblia nos da de la adoración – es
El que sirve a Dios lo hace con toda su existencia, lo hace de manera voluntaria, lo
puede tener delante del Creador. Nada más adecuado que agacharse en corazón y cuerpo
para proclamar que la gloria de Dios es tan sublime que delante de él es necesario
Como podemos ver también, la adoración, en su sentido más completo, sólo puede
ser llevada a cabo por el ser humano, pues demanda ciertas características que sólo la
característica que sólo el hombre y la mujer tienen en relación a las otras criaturas. Es por
causa de esto, que sólo el hombre y la mujer pueden servir a Dios con toda su vida,
entregando voluntariamente sus cuerpos como sacrificio vivo, ofreciendo así a Dios latr,ia
(latría). Sólo el hombre y la mujer, también, son capaces de interpretar el sentido de las
11
Schönweiss & Brown In: Küen, El Culto en la Bíblia y en la Historia, p. 57.
“En Busca de una Orientación Segura para el Culto Cristiano” – Jonathan Muñoz Vásquez – p. 11
cosas espirituales y sobrenaturales (aún cuando sus mentes finitas no sean capaces de
abarcar la totalidad del conocimiento de Dios), de tal manera que puedan ejercer un culto
público, con símbolos inteligibles que hablan acerca de los atributos de Dios y de sus
grandes hechos de misericordia a favor de los hombres; de esta manera sólo el hombre y la
mujer son capaces de ejercer la leitourgi,a (leiturgía). Finalmente, podemos ver también
arrodillarse de aquellos seres que señorean sobre la Creación, pero que aún así no son sino
criaturas que delante del Creador deben echarse hacia delante y colocar el rostro en tierra
cuando toman consciencia de que están ante Su Ser. Así también, sólo el hombre y la mujer
montañas, los mares y los árboles alabando y postrándose delante de Dios. Sin embargo,
estos antropomorfismos tiene la intención de mostrarnos que toda la creación, por el sólo
hecho de existir, muestra la grandeza, la bondad y la majestad del Creador. Como dice el
apóstol Pablo:
“porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque
las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde
afirma en el primer párrafo de su primer capítulo que “la luz de la naturaleza y las obras de
puede ser ofrecida, en el plano de lo natural, por una criatura: el ser humano.
“En Busca de una Orientación Segura para el Culto Cristiano” – Jonathan Muñoz Vásquez – p. 13
(CFW). ¿Por qué esta Confesión? Por la simple razón de que reconocemos ser ella un –
falible, puesto que humano – fiel representante y una fiel exposición de las verdades eternas
Dios. A partir de esta Confesión, por lo tanto, podremos definir los principios generales
Son varias las referencias al culto en la CFW; desde su primer capítulo. Sin
cristiano están debidamente expresados en conformidad con la Santa Escritura. Por eso nos
El capítulo XXI de la CFW, acerca “del culto religioso y el día de descanso”, dice lo
siguiente 12 :
I. La luz de la naturaleza nos enseña que hay un Dios que tiene señorío y
soberanía sobre todo, que es bueno y hace bien a todos y que por lo mismo
debe ser temido, alabado, invocado, creído de todo corazón y servido con
toda el alma y con todas las fuerzas. Pero el modo aceptable de adorar al
verdadero Dios ha sido instituido por Él mismo y está tan determinado por
12
Excepto cuando se indica lo contrario, el texto de la CFW utilizado en la presente tesis, es el del documento
oficial publicado por la Iglesia Presbiteriana de Chile (que incluye la Confesión de Fe, la Forma de Gobierno,
el Manual de Disciplina y el Manual de Culto), editado por el Venerable Sínodo en diciembre de 1986.
“En Busca de una Orientación Segura para el Culto Cristiano” – Jonathan Muñoz Vásquez – p. 14
II. El culto religioso debe rendirse a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo y a Él
debe ofrecerse por un mediador que no puede ser otro sino Cristo.
III. La oración con acciones de gracias, siendo una parte especial del culto
religioso la exige Dios de todos los hombres y para que le sea aceptada
debe hacerse en el nombre del Hijo, con el auxilio del Espíritu conforme a
IV. La oración debe hacerse por todas las cosas legítimas y por toda clase de
hombres, tanto a favor de los que viven como de los que vivirán; pero no
por los muertos ni por aquellos que sabemos que han cometido pecado de
muerte.
instituidos por Cristo; todas estas cosas son parte del culto religioso
VI. Ahora, bajo el evangelio, ni la oración ni ninguna otra parte del culto
razón de las personas que las dirigen, sino que Dios debe ser adorado en
como de una manera más solemne en las reuniones públicas que no deben
día cada siete, para que sea guardado como un reposo santo para Él.
VIII. Este reposo se guarda santo para el Señor cuando el hombre, después de
misericordia.
Un breve análisis de los principios que expone la CFW nos permitirá observar que
1. Dios debe ser, en todo, glorificado por sus criaturas, siendo esta una ley
y la mujer.
culto, debe ser prohibido. Este principio fue conocido en el siglo XVII
3. Sólo el Único y Verdadero Trino Dios debe ser adorado, y la única forma
Regulador del Culto desde su primer párrafo. Cuando la CFW nos dice que “la forma
aceptable de adorar a Dios está tan determinada por su propia voluntad”, nos dice que poco
“En Busca de una Orientación Segura para el Culto Cristiano” – Jonathan Muñoz Vásquez – p. 18
adoración. Conocer la Palabra y las ordenanzas directas que ella nos da acerca de la
al Señor.
También es importante destacar que en el párrafo 6 del capítulo XXI, la CFW hace
una clara distinción entre el culto del Nuevo Testamento, que es el modelo para nosotros, y
el culto del Antiguo Testamento, que era restringido a lugares y ceremonias propias de la
Una distinción útil para la vida litúrgica de la iglesia y que la CFW presenta,
“Todo el consejo de Dios tocante a todas las cosas necesarias para su propia gloria y
para la salvación, de y vida del hombre es, o expresamente expuesto en las Escrituras
su voluntad nada será añadido, ni por nuevas revelaciones del Espíritu, ni por las
tradiciones de los hombres. Sin embargo, confesamos que la iluminación interna del
Espíritu de Dios es necesaria para que se entiendan de una manera salvadora las
13
CFW, I.6 (subrayado mío)
“En Busca de una Orientación Segura para el Culto Cristiano” – Jonathan Muñoz Vásquez – p. 19
El lenguaje de la CFW nos permite hacer una distinción para comprender mejor el
Principio Regulador del Culto, que ya fue nombrado más arriba: la distinción entre
“elementos del culto” y “circunstancias del culto”. Los elementos son definidos y no se
debe ir más allá de ellos: (1) la lectura y exposición de la Palabra, (2) la oración, (3) el
recepción de los sacramentos. Algunos elementos del culto son nombrados como elementos
y acciones de gracias en ocasiones especiales. Los elementos son estos, están definidos y no
se debe añadir a ellos otros. Sin embargo, las circunstancias del culto deben ser decididas
duración del sermón, horario del culto, instrumentos que acompañan los cánticos, ritmos
musicales, etc. Para las circunstancias no hay ordenanzas explícitas, sin embargo, las
recién citado, deben regir y servir como marco siempre para la decisión de las
Palabra de Dios, entonces simplemente está prohibido. Este principio marcó las diferencias
ingleses que fueron apodados con ese nombre debido a su celo con la pureza de la vida y de
la iglesia y que fueron llamados también más tarde, dentro del anglicanismo, de
Elizabeth I, se guió por el principio general de que “si la palabra no prohíbe, entonces
permite”, los puritanos en general se opusieron a todo aquello que la Palabra no ordenara
explícitamente, alegando el principio que dice que “si la palabra no permite, entonces está
prohibido”.
Décadas más tarde, ya en pleno siglo XVII, cuando los teólogos calvinistas se
XXI de la CFW. Sin embargo, al mismo tiempo, reconocerán que existe una diferencia
entre “elementos” y “circunstancias” del culto. En lo que respecta a los elementos, sin duda
que nada debe ser añadido a lo que la Palabra ordena explícitamente, pero, en lo que se
refiere a las circunstancias, hay libertad cristiana para aplicar los elementos de la manera
más adecuada a la congregación local, siempre y cuando las reglas generales de la Palabra
no sean violadas. De una manera bastante clara, es esto lo que expone no sólo el capítulo
que sustenta la CFW como su expresión de fe – está lejos de no tener orientaciones claras
acerca del culto. No mucho está sujeto a gustos personales o a adaptaciones culturales. Más
importante que crear estatutos o determinar decisiones que apunten a regular el culto, lo
primero que podemos hacer es estudiar y conocer los símbolos de fe de nuestra iglesia y
qué dicen a respecto de este asunto, de tal manera que los sepamos aplicar fielmente.
Sin embargo, una pregunta evidente puede quedar: ¿Podemos afirmar que lo que
Para estudiar el Principio Regulador del Culto y saber cómo aplicarlo, es necesario
ir a las fuentes teológicas de aquellos que compusieron la CFW. Ese grupo de teólogos
compartían entre sí la visión teológica reformada o calvinista. Es por eso que nada más
coherente y necesario que comenzar por exponer la teología del culto que Juan Calvino
enseñó y saber si él alguna vez propuso algo como un Principio Regulador del Culto.
Pero, en segundo lugar, también es importante tener una idea acerca de lo que otros
representantes del dogma reformado han dicho acerca del Principio Regulador del Culto,
tanto contemporáneos de la CFW, como algunos propulsores y otros que han confesado la
14
Confesiones, I.1:1.
“En Busca de una Orientación Segura para el Culto Cristiano” – Jonathan Muñoz Vásquez – p. 23
Juan Calvino
El destacado pastor y teólogo suizo del siglo XX, Karl Barth, al inicio de su carrera
académica, en 1922, tuvo que preparar una serie de aulas acerca de la teología de los
reformadores. Mientras se empeñaba en tal hazaña, escribió una carta a un amigo suyo,
describiéndole sus sensaciones al estudiar a Calvino. En esta carta, Barth describe así sus
completo el medio y las ventosas, siquiera para asimilar este fenómeno, mucho más
y tenue chorro y lo que puedo dar, entonces, es apenas una porción aún menor de este
La monstruosidad con la cual Barth describe a Calvino no nos debe parecer tan
extraña, a pesar de que podemos no concordar con las palabras con las cuales él la describe.
historia que hasta el día de hoy, probablemente, no se han medido debidamente sus
del quehacer del mundo occidental, de hecho, es aún objeto de los más variados estudios.
15
Karl Barth In: Timothy George, Teologia dos Reformadores, p. 163.
“En Busca de una Orientación Segura para el Culto Cristiano” – Jonathan Muñoz Vásquez – p. 24
El reformador francés Juan Calvino ha sido llamado, con justa razón, de “El
conocimiento de las lenguas bíblicas y como principal propulsor del método histórico-
era apenas un niño de 8 años cuando Lutero clavaba sus 95 tesis en Wittemberg. Calvino
tenía tal aprecio y admiración por Lutero que le llamaba en sus escritos de “padre muy
respetable en la fe” 16 .
abundante en argumentos y con una fluidez envidiable que no da jamás la sensación de algo
armado artificialmente, sino de un flujo que viene directo del corazón. Las implicaciones de
su teología, de hecho, son tales que abarcan áreas que él nunca llegó a desarrollar
epistemología.
de Dios en todo. El celo por la gloria de Dios era tal en Calvino que parece ser, al mismo
teología.
16
T. George, Idem, p. 166.
“En Busca de una Orientación Segura para el Culto Cristiano” – Jonathan Muñoz Vásquez – p. 25
Mientras Lutero tomaba como punto de partida esta doctrina para hacer de ella el centro
unificador de su teología, Calvino tomó la gloria de Dios como centro unificador de sus
enseñanzas, vida y obra y, a partir de ahí desarrolló otras doctrinas, incluso la doctrina de la
justificación por la fe. Dos motivos básicos él tuvo para esto: el primero es que Lutero ya
había levantado bien en alto la bandera de la salvación por gracia a través de la fe en toda
Europa cuando Calvino se convirtió. El segundo es que Calvino, siguiendo más el espíritu
de los reformadores franceses y suizos que el de Lutero, tendió a considerar como principal
verdadera”, más que la “salvación por obras” v/s “salvación por gracia” 17 .
En un poco conocido (en Chile), pero importante tratado de 1543 llamado “Sobre la
para la reforma eclesiástica. Allí él hace una lista breve de dos elementos que definen al
cristianismo los cuales, en sus palabras, constituyen “el todo de la sustancia del
manera correcta de adorar a Dios y, en segundo lugar, la fuente desde la cual emana la
salvación 18 . Es bastante claro en ese tratado cómo Calvino ponía la adoración delante de la
salvación en su lista de los dos más importantes elementos del cristianismo bíblico.
“¿Cuál es el punto central del estudio bíblico y teológico, del evangelismo y de las
17
Cf. Ibid, pp. 163-249.
18
Cf. Terry L. Johnson, Adoração Reformada, p. 25.
“En Busca de una Orientación Segura para el Culto Cristiano” – Jonathan Muñoz Vásquez – p. 26
cual, a su vez, nos lleva al vivir correcto. Los teólogos de la Reforma predicaron el Soli
que “casi toda la suma de nuestra sabiduría, que de veras se deba tener por verdadera y
sólida sabiduría, consiste en dos puntos: a saber, en el conocimiento que el hombre debe
fuerzas en el siglo XVI, la cual afirmaba que el conocimiento del hombre por el hombre era
el todo de la verdadera ciencia y usaba como lema que “el hombre es la medida de todas las
cosas”. Sin embargo, el desafío y el contraste se hacen aún mayores cuando Calvino pasa a
exponer el para qué del conocimiento de Dios y la esencia de dicho conocimiento. Sobre la
“Yo, pues, entiendo por conocimiento de Dios, no sólo saber que hay algún Dios, sino
también comprender lo que acerca de Él nos conviene saber, lo que es útil para su
19
Ibid.
20
Juan Calvino, IRC, I.1:1
21
Ibid, I.2:1.
“En Busca de una Orientación Segura para el Culto Cristiano” – Jonathan Muñoz Vásquez – p. 27
asociado a la piedad.
Calvino, además, dice cuál es el fin del conocimiento de Dios cuando afirma que
“nuestro entendimiento no puede conocer a Dios sin que al momento lo quiera honrar con
algún culto o servicio” 22 y que “el conocimiento que de Él tenemos nos debe primeramente
distinto del de los pensadores humanistas de su época, mostrando que más que una
auto-revelación de Dios.
esencial porque sin ese conocimiento no puede haber adoración al Dios verdadero, pues,
parafraseando a Agustín de Hipona “¿cómo podemos saber que aquel a quien estamos
fuimos creados.
“Hay inherentemente en todos los hombres una fuerte e indeleble convicción de que
deben rendir culto a Dios. El indisponerse a adorarle de forma pura y espiritual, les
22
Ibid.
23
Ibid, I.2:2.
“En Busca de una Orientación Segura para el Culto Cristiano” – Jonathan Muñoz Vásquez – p. 28
impulsa a inventar como sucedáneo alguna apariencia quimérica; y aunque sean muy
Por lo tanto, los hombres se encontrarán siempre devotados a ceremonias hasta que
24
sean traídos al conocimiento de aquello que es la religión verdadera y aceptable.”
que hace que, tanto su teoría teológica como su práctica pastoral sean objetos de estudios
comienza la IRC – porque él, así como el apóstol Pablo en Rm. 1.18-35, percibe que el
conocimiento nos ha sido revelado en las cosas creadas a todos los hombres, pero que, por
nuestro pecado, frenamos este conocimiento y nos negamos a adorar al Señor que
Después de mostrar esto con abundantes argumentos, Calvino procede a explicar que la
humanidad necesita de la Escritura para que conozcan a Cristo salvadoramente y sean, así,
reconducidos por el Espíritu Santo a su propósito original como criaturas: conocer con el
corazón a Dios y dar gloria a Aquel que es bendito por los siglos de los siglos.
Es en este mismo tono que podemos ver que Calvino sustenta claros principios que
muy bien pueden encajarse en lo que llamamos Principio Regulador del Culto. Él sabe bien
24
Juan Calvino, Salmos vol. 2, (Sl 50.14), p. 407-408.
25
Este es el tema que Calvino desde el capítulo I al capítulo V de la IRC.
“En Busca de una Orientación Segura para el Culto Cristiano” – Jonathan Muñoz Vásquez – p. 29
universal, a fin de que no adoptemos ningún artificio que nos parezca apropiado, sino
que atentemos a las instrucciones del Único que está autorizado a legislar acerca de
este asunto. Por lo tanto, si queremos que Él (Dios) apruebe nuestro culto, esta regla,
que Él impone en las Escrituras con el máximo rigor, debe ser observada. Pues hay
dos razones por las cuales el Señor, al condenar y prohibir todo culto ficticio,
requiere que obedezcamos apenas su voz: primero, porque el no seguir nuestro propio
autoridad. Segundo, porque nuestra corrupción es tal que cuando somos dejados en
libertad, todo lo que somos capaces de hacer es extraviarnos. Y entonces, una vez
desviados del camino recto, nuestro viaje no termina mientras no nos hundamos en
26
una infinitud de supersticiones…”
“Yo no ignoro cuán difícil es persuadir al mundo de que Dios rechaza y aún abomina
esta cuestión tiene diversas causas: “cada uno cree que está en lo correcto”, como
dice un antiguo proverbio. Así, los hijos de nuestras propias mentes nos deleitan; y
además, como Pablo admite, el culto ficticio frecuentemente tiene alguna apariencia
de sabiduría (Cl. 2.23). Como en la mayoría de los casos, el culto ficticio tiene un
resplandor externo que agrada a los ojos, es más agradable a nuestra naturaleza que
26
J. Calvino In: Paulo Anglada, O Principio Regulador no Culto, p. 13.
“En Busca de una Orientación Segura para el Culto Cristiano” – Jonathan Muñoz Vásquez – p. 30
ostentación…” 27
Y aún más:
“Yo sé cuán difícil es convencer al mundo de que Dios desaprueba todas las prácticas
a la cual se aferran, y que está arraigada hasta los huesos y la médula, es que
desde que exhiba algún tipo de apariencia de celo por la honra de Dios. Sin embargo,
visto que Dios no apenas considera frívola, sino también claramente abomina lo que
sea que practiquemos por celo a Su culto si no está de acuerdo con Su mandamiento,
¿de que nos aprovecha tomar la actitud opuesta? Las palabras de Dios son claras y
doctrinas y mandamientos de hombres” (1Sm. 15.22; Mt. 15.9). Todo lo que se añade
De esta manera, vemos que aquello que los puritanos ingleses llamaron de
“Principio Regulador del Culto” está claramente enseñado y expuesto en los escritos del
propio Calvino, quien de manera muy ardorosa defendió siempre la pureza del culto, o sea:
que nada se le añadiera que no estuviera explícitamente en la Palabra de Dios. Sin embargo,
como veremos más adelante, aunque Calvino reconozca y siga este principio, él entiende
27
J. Calvino In: Ibid, p. 26
28
J. Calvino In: Ibid, pp. 26-27 (subrayado mío).
“En Busca de una Orientación Segura para el Culto Cristiano” – Jonathan Muñoz Vásquez – p. 31
que hay determinadas circunstancias que deben ser decididas por la congregación local,
pero aún en este caso deben estar bajo la orientación de los principios generales de la
Palabra.
culto y “circunstancias” del culto que nos es extremadamente útil y que fue, tal vez, uno de
los principales legados de Calvino para la iglesia cristiana en lo que respecta a la teología
del culto.
en dicha ciudad, Calvino fue a refugiarse en sus estudios a Estrasburgo, donde, a pesar de
su plan inicial, la divina Providencia le volvió a encargar de arduas tareas pastorales en una
Francia. Durante los años que Calvino estuvo en Estrasburgo (1538-1541), muchos
más definida. En lo que respecta al culto, Calvino fue fuertemente influenciado por aquel a
quién el llamaba de “el más fiel doctor de la iglesia de Dios” 29 : Martin Bucer.
entusiasmo con el cual los exiliados franceses cantaban salmos cuando se dirigían al
culto 30 . Es verdad que cuando aún estaba en Ginebra, ya había propuesto el canto de
salmos, formando un coro de niños que, después de haber ensayado y aprendido bien los
29
Juan Calvino, Salmos vol. 1, p. 31.
30
Van Halsema, Joao Calvino era Assim, p. 100.
31
Ibid. P. 82.
“En Busca de una Orientación Segura para el Culto Cristiano” – Jonathan Muñoz Vásquez – p. 32
la base para la adoración en las iglesia reformadas de Suiza, Francia, Alemania, Holanda y
Escocia 32 .
de culto “no fue dogmático, entendiendo que muchos detalles podrían ser modificados a
también que la Palabra de Dios debe ser la regla absoluta que orienta las circunstancias del
culto:
“El Señor nos permite libertad en lo que respecta a los ritos externos para que no
concluyamos que su culto está limitado por esas cosas. Al mismo tiempo, sin embargo,
Él no nos concedió libertad ilimitada y descontrolada, pero construyó, por así decirlo,
una cerca alrededor; o, de algún modo, restringió la libertad que nos dio de tal
Dios que es Espíritu y nosotros que somos carne, queriendo mostrar con esto que no
podemos pretender agradar a Dios simplemente con aquello que es agradable a nosotros,
sobre todo considerando que “las cosas que agradan a la mayoría son objeto de Su
repugnancia y aversión” 35 , por lo tanto, es prudente sospechar de todo aquello que nos
32
Cf. Hermisten Costa, Culto Reformado, p. 17.
33
Ibid.
34
J. Calvino, 1ª Corintios, (1Co. 14.40), pp. 450-451 (subrayado mío).
35
J. Calvino In: Hermisten Costa, Culto Reformado, p. 18.
“En Busca de una Orientación Segura para el Culto Cristiano” – Jonathan Muñoz Vásquez – p. 33
Hablando sobre la distinción que Calvino hacía entre el culto de la iglesia del
“Pero, ¿sería Dios más espiritual en el Nuevo Testamento que en el Antiguo, siendo
que Él mismo prescribió los diversos rituales para Su culto? Obviamente que no.
integridad que Dios exige permanece la misma: Dios siempre deseó un culto
36
responsable, sincero y comprometido con sus preceptos.”
“En todos los aspectos esenciales, el culto era el mismo. La distinción era de forma
ellos a través de los rudimentos de la ceremonia, mientras nos extendía una forma
más simple de culto a nosotros que alcanzamos una época de más madurez desde la
37
venida de Cristo. No hay ninguna alteración en sí.”
de la teología bíblica de Calvino, pues él, más que separar la historia de la redención en
36
Hermisten Costa, Ibid.
37
J. Calvino, Salmos v. 2, (Sl. 50.14), p. 409.
“En Busca de una Orientación Segura para el Culto Cristiano” – Jonathan Muñoz Vásquez – p. 34
Calvino, y la tradición reformada después de él, comprenden que la Escritura nos revela un
único Pacto de redención que nos es dispensado únicamente en Cristo, por gracia y a través
de la fe. Sin embargo, como la revelación es progresiva, este Pacto se habría figurado de
muchas maneras antes de Cristo (Hb. 1.1), dando cada vez más luces acerca de la esencia
de este Pacto, hasta la venida de Cristo, el Mesías esperado. De esta manera, más que un
conjunto de varios pactos, lo que habría es una gradual comprensión cada vez más clara y
De esta manera, podemos percibir que Calvino, teniendo como base una teología
práctica del culto que, como pastor, debe orientar y ministrar en Estrasburgo y en Ginebra.
Cuando vemos los órdenes de culto sugeridos por Calvino, podemos darnos cuenta
de cuán consecuente fue el pastor Calvino con su teología. Él, de hecho, jamás impone ni
dicta como ley una liturgia, sino simplemente la sugiere, pero buscando algo muy claro: la
práctica que agrade carnalmente a los hombres. Así podemos exponer aquí, a partir de sus
después de exponer claramente que determinadas circunstancias – tales como tomar el pan
con la mano o no; o que devuelvan la copa al ministro o no – no hacen la mínima diferencia
“Dejando a un lado todo este sinfín de ceremonias y de pompas, la Santa Cena podría
consecuentemente, explicase las promesas que en ella nos han sido hechas; al mismo
tiempo que excomulgase a todos aquellos que por prohibición del Señor quedan
excluidos de ella; y después, que se orase para que por la liberalidad que el Señor ha
usado dándonos este santo mantenimiento, quiera enseñarnos e instruirnos para que
lo recibamos con fe y gratitud, y que por su misericordia nos haga dignos de tal
banquete, puesto que por nosotros mismos no lo somos. Entonces podrían cantarse
Costa, tenemos otra descripción que, sin embargo, sigue el mismo principio de la
Ley y del Evangelio (o sea, palabras de perdón…) y luego que nos asegura que así
38
J. Calvino, IRC, IV.17:1 (subrayado mío).
“En Busca de una Orientación Segura para el Culto Cristiano” – Jonathan Muñoz Vásquez – p. 36
como Jesucristo posee en sí mismo justicia y vida y así como Él vive por amor del
de nuestra fe, se sigue que debemos orar por la salvación de todos los hombres, para
que la vida de Cristo se encienda grandemente dentro de nosotros. Ahora bien, la vida
de Cristo consiste en esto, en buscar y salvar lo que está perdido; hacemos bien,
Aunque la variación no es grande, sin embargo puede percibirse que hay una lógica
que Calvino sigue en la proposición de una liturgia sin dogmatismos. Hay un interés que es
central en su teología del culto y es el interés por un culto sencillo, de acuerdo con la era en
la que vivimos: la era de la adultez de la iglesia, la era que Cristo inauguró con su venida.
Por lo tanto, nada puede ser más erróneo que sujetar las consciencias a ceremonias y ritos
externos, pero al mismo tiempo, es importante recordar que la diferencia está en las
ceremonias y ritos que prefiguraban a Cristo, pero la firmeza con la cual Dios dice “no
quiero que me rindan culto a través de una forma no ordenada en mi Palabra”, continúa la
39
J. Calvino In: Hermisten Costa, Culto Reformado, p. 19.
“En Busca de una Orientación Segura para el Culto Cristiano” – Jonathan Muñoz Vásquez – p. 37
Al analizar otros documentos o teólogos que han sido catalogados como reformados
específicos, es mucho más lo que los unifica, sobre todo en este importante asunto de los
donde se sabe, por Gaspar Oleviano y Zacarías Ursino, dos jóvenes teólogos calvinistas en
grupo que era perseguido por su fe tanto por católicos romanos como por luteranos. Este
catecismo ha sido adoptado oficialmente por la Iglesia Presbiteriana de Chile como símbolo
Lo que podemos ver en este catecismo es que, cuando llega la pregunta 96, dice lo
siguiente:
40
J. C. Janse, La Confesión de la Iglesia, p. 144.
“En Busca de una Orientación Segura para el Culto Cristiano” – Jonathan Muñoz Vásquez – p. 38
ordenar, usar y aprobar cualquier forma de culto religioso no instituido por el mismo
culto a Dios, añadiendo o quitando algo a ese culto, sean inventadas o adoptadas por
Dios y que todo lo que el hombre está obligado a creer para ser salvo es en ellas
suficientemente enseñado. Por lo tanto, ya que toda forma de culto que Dios demanda
(…) enseñar ninguna otra forma de (culto) a no ser aquella que ahora es enseñada en
42
las Escrituras Sagradas.”
41
Catecismo Maior, (preg. 109), p. 265. (subrayado mío)
42
Confesión de los Países Bajos In: P. Anglada, O Principio Regulador no Culto, p. 15.
“En Busca de una Orientación Segura para el Culto Cristiano” – Jonathan Muñoz Vásquez – p. 39
hay abundante evidencia también acerca de la aceptación general del Principio Regulador
Donde las diferencias, entre los que permitían lo que la Palabra no prohíbe y los
reformados, se hicieron más marcadas fue, sin duda, en Gran Bretaña, como ya expusimos
más arriba hablando sobre el contexto histórico de los puritanos y su controversia con el
alto anglicanismo. Algunos teólogos británicos serán de suficiente utilidad para que veamos
El patriarca del presbiterianismo, John Knox, recibió una fuerte y directa influencia
del culto ginebrino y su principal lucha en Escocia fue contra la idolatría, y, en segundo
lugar, contra la salvación por obras, mostrando así su influencia clara de los reformadores
contrarias”:
“…cualquier cosa que hombres, por leyes, concilios o constituciones han impuesto
Dios – tales como los votos de castidad… imposición a hombres y mujeres acerca del
alimentos por motivos de consciencia, oración por los muertos y el guardar días
santos instituidos por hombres tales como todos aquellos que los papistas han
inventado, como las fiestas a los apóstoles, mártires, vírgenes, navidad, circuncisión,
“La iglesia está prohibida de añadir cualquier cosa a los mandamientos que Dios nos
dio, que respectan a Su culto y servicio (DT. 4.3; 12.32; Pv. 30.6); por lo tanto, ella
no puede prescribir nada relacionado a la práctica del culto divino que ultrapase
mera circunstancia: todo es incluido en aquel tipo de cosas que no son tratadas en la
perpetuo y nos prohíbe, así como a ellos, las sumas e invenciones humanas en el culto
44
a Dios.”
Uno de los mayores y más geniales representantes del puritanismo inglés fue Joh
Owen (1616-1683) su producción teológica fue inmensa y hasta hoy es objeto de los más
escribió sobre el culto, llamado “A Discourse Concerning Liturgies and their Impositions”
43
John Knox In: Ibid, p. 14
44
George Gillespie In: Ibid, pp. 16-17.
“En Busca de una Orientación Segura para el Culto Cristiano” – Jonathan Muñoz Vásquez – p. 41
en el culto público a Dios, como parte de este culto y el uso de cualquier cosa así
lo tanto, todo el deber de la iglesia en lo que respecta el culto a Dios, parece consistir
45
en la precisa observación de aquello que está prescrito y ordenado por Él.”
páginas, llamado “Gospel Worship” en cual, al exponer el texto de Levítico donde Nadab y
Abiú son consumidos por Jehová al ofrecer “fuego extraño” a Dios, Burroughs afirma:
“…en el culto a Dios no puede haber nada ofrecido a Dios que Él no haya ordenado; lo
que sea que practiquemos en el culto a Dios, debe tener un fundamento que provenga de la
Palabra de Dios” 46 .
Un pastor bautista que fue heredero del pensamiento puritano y gran predicador del
siglo XIX fue el inglés Charles Spurgeon. Siglos después de la Asamblea de Westminster y
“El diablo raramente ha hecho algo más sagaz que sugerir a la Iglesia que parte de
para Cristo… En ningún lugar de las Escrituras se nos ha dicho que proveer
45
John Owen In: Ibid, p. 17.
46
Jeremiah Burroughs In: Ibid, p. 18.
“En Busca de una Orientación Segura para el Culto Cristiano” – Jonathan Muñoz Vásquez – p. 42
diversión a las personas es una función de la Iglesia ¿por qué Cristo no dijo nada
sobre esto?... “él concedió a unos para apóstoles, otros para profetas, otros para
pastores y maestros” para la obra del ministerio. ¿Dónde se incluyen los que
Pero yo no le oigo diciendo “Corre atrás de estas personas Pedro, y diles que
tendremos un estilo de culto distinto mañana, algo más breve y atractivo, con poca
En un tiempo donde nada es más natural y aceptable que crear e inventar nuevas y
más atractivas formas de culto, pueden parecernos extrañas y duras las palabras del príncipe
de los predicadores, sin embargo, son palabras penetrantes y de, prácticamente, imposible
visionarias.
Un Principio Libertador
Culto reformado nunca fue, como a primera vista parece ser, un principio que busca
47
Charles Spurgeon In: Ibid, pp. 22-23.
“En Busca de una Orientación Segura para el Culto Cristiano” – Jonathan Muñoz Vásquez – p. 43
evangélicas, este principio parece ser represor. La gran verdad es que este Principio es
ceremonias humanas.
Existe una tendencia dañina en el seno del protestantismo que nos quiere hacer creer
que el principio distintivo del ser protestante es la libertad de consciencia en sí; sin
embargo, nada es más falaz. Medias verdades muchas veces causan daño mucho mayor que
mentiras directas, y este creo ser el caso de los que afirman que el principio distintivo del
Carlos V, jamás dijo “mi consciencia es libre y tengo derecho a creer lo que quiera”. Lo
que Lutero dijo fue: “mi consciencia es cautiva de la Palabra de Dios”. Este es el verdadero
Creador y por eso nos oponemos a sujetar nuestras consciencias a amos humanos, sean
papas o reyes, pues nuestra consciencia ya tiene un Señor: el Espíritu Santo que nos habla
sobre todo la Revolución Francesa – proclamaron: “Sin Dios ni rey”. He ahí una diferencia
crucial y tan absoluta como la diferencia entre la luz y las tinieblas, o entre Dios y Belial.
historia de las revoluciones humanistas lo demuestra – debemos ver que este Principio
Regulador del Culto es, en realidad, un principio que nos asegura no tener que sujetar
“En Busca de una Orientación Segura para el Culto Cristiano” – Jonathan Muñoz Vásquez – p. 44
ordenanzas de hombres.
Como vimos en una sección anterior, Calvino defendió abiertamente la sencillez del
culto cristiano porque veía en la misa católico-romana una forma de despotismo que
buscaba sujetar los espíritus de los adoradores a ceremonias que de nada servían ya que el
tiempo de las ceremonias y sombras ya había acabado con la venida de Cristo. En “Sobre
“En relación a las ceremonias que pretenden ser una seria garantía de culto a Dios,
no pasan de una burla a Dios. Un nuevo judaísmo, que sustituye a aquel que Dios
ritos impíos, parcialmente prestados por los paganos y más adaptados a shows
48
teatrales que a la dignidad de nuestra religión.”
un principio que evita que tengamos que someter nuestras consciencias a otros que no el
48
Juan Calvino In: Ibid, pp. 32-33 (subrayado mío).
“En Busca de una Orientación Segura para el Culto Cristiano” – Jonathan Muñoz Vásquez – p. 45
Así, no podemos dejar de terminar esta sección sin afirmar y destacar el hecho de
que el Principio Regulador del Culto es un principio que nos permite adorar
verdaderamente en libertad, o sea, no según los caprichos y gustos humanos – que siempre
revelación infalible: la Palabra de Dios. No podemos ofrecer a Dios menos que lo que Él
demanda, e ir más allá de lo que Él ha establecido para el culto, es, sin duda, pecaminoso.
49
CFW, XX.2.
“En Busca de una Orientación Segura para el Culto Cristiano” – Jonathan Muñoz Vásquez – p. 46
Conclusión
17.24,25,28 y 29)
mismo. Como tal, es un imprescindible principio litúrgico el siempre buscar un culto que
“En Busca de una Orientación Segura para el Culto Cristiano” – Jonathan Muñoz Vásquez – p. 47
refleje los aspectos que Dios nos ha revelado de su carácter. Sabemos que la sinceridad por
mero formalismo externo. Sin querer caer en ninguno de esos dos extremos, creemos y
sustentamos que el adorador que se aproxima de Dios debe adorar de corazón y con espíritu
sincero, reflejando en su forma de adorar que Él conoce el Dios verdadero y que a Él adora,
no a una invención de su mente. Las personas, al ver a este adorador verdadero, deben
darse cuenta que el Dios que él adora no es un dios de placeres ni un dios cruel – no es
Baco ni es Baal – sino Jehová de los Ejércitos: Grande, Temible, Omnipotente, Santo, Justo
Entre los muchos atributos que el Dios verdadero tiene – y al que la fe reformada le
todo el universo, pues Él lo creó con Su poder para manifestar Su gloria. Su soberanía es
absoluta sin ser un despotismo, sino una soberanía que nos da responsabilidades como
criaturas y nos demanda que seamos hallados fieles ante Él. Este Dios soberano, por lo
tanto, nos ha manifestado su voluntad en la Palabra que reveló a santos hombres. Es por eso
que el Principio Regulador del Culto es un principio clave para que la gloria de Dios sea
El Principio Regulador del Culto nos dice que Dios es soberano y que Él se ha
absoluta. Por lo tanto, toda vez que al adorar nosotros nos negamos a ir más allá de lo que
sumisión sin restricciones, por eso nos negamos a inventar o crear nuevos elementos para el
estamos diciendo que nuestro Dios no es un Dios que habita distante, en la sola
voluntad en la Santa Palabra. La Santa Escritura es la Palabra infalible del Dios Soberano y
por eso no haremos menos de lo que ella nos ordena, ni iremos más allá de lo que nos
prescribe.
Debemos también recalcar que, al seguir el Principio Regulador del Culto, decimos
algo acerca de nosotros mismos como adoradores. Decimos que somos pecadores y que
nuestra naturaleza está depravada y que por eso, desconfiamos de toda y cualquier
innovación que surja en nuestro espíritu, puesto que está manchado por el pecado. Si algo
nos agrada, sospechamos de eso, pues conocemos nuestra naturaleza, y sabemos que nada
bueno hay en ella. Esto no significa que el culto debe estar lleno de flagelos ni ser un
flagelo dominical, sino que simplemente significa que obedeceremos al Soberano en todo
estableció.
aceptar otros elementos que no sean: la Palabra leída y explicada, el canto bíblico de
lo que el culto simplificado está diciendo es: el nuevo tiempo en Cristo ha llegado, ya no
estamos más presos a las sombras y ceremonias que tipificaban al Mesías. Estamos
“En Busca de una Orientación Segura para el Culto Cristiano” – Jonathan Muñoz Vásquez – p. 49
viviendo los últimos tiempos en los cuales un nuevo Reino victorioso ha sido instaurado en
la tierra por Jesús Nazareno, Hijo de Dios, el Mesías prometido, pues Él ya vino y en breve
Principio Regulador del Culto, está prohibido. El culto no necesita, ni debe ser “creativo”,
esta manera estaremos diciendo (1) que Dios es Soberano y que Él se ha revelado de
manera clara e infalible a través de la Biblia; (2) que nosotros somos pecadores, depravados
en todo nuestro ser e incapaces de inventar algún elemento agradable para la adoración a
Dios y (3) que vivimos en tiempos escatológicamente relevantes, pues Cristo ya vino y
en el Hijo de Dios.
“En Busca de una Orientación Segura para el Culto Cristiano” – Jonathan Muñoz Vásquez – p. 50
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