Professional Documents
Culture Documents
Granulación húmeda: El proceso de adición de una solución líquida a los polvos implica el
amasado de una mezcla de partículas primarias de polvo seco utilizando un fluido de
granulación. El fluido contiene un disolvente que debe ser volátil, de forma que pueda
eliminarse en el secado, e inocuo. Los líquidos habituales son agua, etanol e isopropanol, solos
o combinados. La solución líquida puede tener base acuosa (más segura) o base solvente. El
agua mezclada con los polvos puede formar uniones entre las partículas de polvo que son lo
suficientemente fuertes para adherirse. Sin embargo, una vez que el agua se seca, los polvos
pueden deshacerse. Por tanto, es posible que el agua no tenga la fuerza necesaria para crear y
mantener una unión. En estos casos, se precisa una solución líquida que incluya un
aglutinante. Una vez que el solvente o el agua se han secado y los polvos han formado una
masa más densa, la granulación se tritura.
El proceso puede ser muy simple o muy complejo dependiendo de las características de los
polvos y del equipo disponible. En el método tradicional de granulación húmeda, se fuerza a la
masa húmeda a atravesar un tamiz para producir gránulos húmedos que, posteriormente, se
secan. En una etapa posterior de criba, se rompen los aglomerados de los gránulos. Los
disolventes orgánicos se emplean cuando se procesan fármacos sensibles al agua, como
alternativa a la granulación seca, o cuando se necesita un tiempo de secado rápido. Como la
compresión directa no es la mejor tecnología para muchas sustancias activas, la granulación
húmeda sigue siendo uno de los métodos preferidos. Incluso si la sustancia activa es sensible a
la hidrólisis, los equipos modernos (un lecho fluidizado, por ejemplo) eliminan todos los
problemas de la granulación húmeda.