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La metáfora de la línea desde el punto de vista ontológico.

INTRODUCCIÓN: En esta redacción se nos propone el tema “la metáfora de la línea desde el punto de vista
ontológico”, que es tanto como pedir la teoría platónica sobre la realidad, sobre el ser. Pero ¿qué es la
realidad?, ¿qué son las ideas?, ¿existe más de una realidad?, ¿cómo se clasifican? Estas son algunas de las
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preguntas que nos sugiere el texto. Y para Platón la realidad verdadera y primordial es el Mundo de las Ideas,
mundo inteligible al que solo se puede llegar con la luz de la inteligencia. Pero todo el esfuerzo requerido
para llegar a él se verá compensado por la convicción de que el que sabe lo que es el Bien, lo hará.
(Intelectualismo ético).
DESARROLLO: La ontología platónica, como todo su pensamiento puede explicarse desde su dualismo. Pero la
explicación de ello parte de que Platón considera real lo que permanece, e irreal, por tanto, lo que perece.
De este modo serán absolutamente reales las Ideas y no serán reales las cosas que cambian, y es que nuestro
autor sigue preso de la controversia Heráclito - Parménides. Como sabemos Parménides opta por el Ser,
cuando Heráclito lo hace por el movimiento. Y Platón, aunque se decide por el primero, sin embargo, tiene
en cuenta el segundo. Para el primero deja las Ideas, y para el segundo, dejará el mundo sensible, material y
cambiante. Ese dualismo platónico es posible subdividirlo en dos todavía, como se muestra en la metáfora de
la línea dividida. La línea está dividida en cuatro segmentos desiguales. De este modo, se podría decir que
existen en él cuatro modos de ser, que se corresponden con cuatro modos de conocer. Son cuatro modos
graduales de ser y de conocer. Para Platón, en el primer segmento se encuentra la realidad primera que son
las ideas, pero ¿qué son las ideas? Las ideas son los seres inmutables, imperecederos, universales (aquí se
destaca la influencia de Parménides). El mundo sensible, el mundo de los sentidos, no es ser propiamente
dicho sino mera copia del mundo de las ideas. Platón también creía que existían ideas de los objetos
fabricados, por ejemplo de mesa. La idea es lo máximo, algo universal o indiscutible, pero, por ejemplo, ¿las
matemáticas que son?

Para Platón, la siguiente realidad que está representado por el segundo segmento de la línea, la constituyen
los entes matemáticos y aquí puede verse la influencia de Pitágoras. Las matemáticas son un reflejo de las
ideas, ya que no son objetos sensibles, pero son una copia de las ideas. Por ejemplo, un número cualquiera
no significa nada en sí, pero es una copia de la idea de dualidad en el caso del 2. Los números, no siendo
nada tangible, tienen menor realidad que las ideas pero más que los objetos físicos. Y es que los números son
siempre los mismos, no cambian, como sí lo hacen las cosas sensibles.

Siguiendo la metáfora de la línea dividida, podemos hacer una primera división y subdivisión. En primer
lugar, dividiríamos la línea en 2, una realidad sensible (mundo del devenir) y una realidad inteligible (mundo
del ser). Estos formarían los 2 grandes grupos de la realidad. Ahora, podríamos dividir la realidad inteligible
en ideas primarias e ideas secundarias. Las primarias son las ideas en sí, universales y que no necesitan de
otra para definirse. En cambio, las secundarias son un reflejo de las primarias y engloban a las Matemáticas.

En la realidad sensible, tercer y cuarto segmentos de la línea, se hace una subdivisión: objetos físicos y la
imaginación. Los objetos físicos son las cosas palpables, que pueden llegar a nosotros a través de los sentidos
y que están, como hemos visto, sujetas al cambio a la transformación constantes. En el último segmento, la
imaginación, en cambio, son una copia de estos objetos físicos y cambia con ellos todavía con mayor
facilidad. Por lo tanto la línea quedaría de la siguiente forma:

Idea de Bien e ideas > Entes matemáticos > Entes físicos > Entes Imaginados. Y la línea recoge la proporción
existente entre los cuatro segmentos. No son segmentos iguales.

Yendo en el otro sentido, y si además comparamos la metáfora de la línea con el mito de la caverna, las
sombras proyectadas sobre la pared es la imaginación de los encarcelados. A continuación, podemos apreciar
que los objetos físicos serían los objetos transportados, que es lo único que ellos verían si pudieran darse la
vuelta. Es decir, la realidad sensible es el interior de la caverna, iluminado con la débil luz de la hoguera que
simboliza la luz de los sensible. Es pues una realidad obscura e imprecisa que no puede proponerse como
ciencia ni como ejemplo de nada.
En cambio, la realidad inteligible sería el exterior de la caverna, que comienza con la dianoia, serían el
reflejo sobre el agua. puerta de la caverna. Y en último lugar, las ideas y la Idea de Bien que es el sol que
todo lo ilumina.

EN CONCLUSIÓN, Platón está preso de una ontología intelectualista. Se valora lo intangible y se desprecia lo
material. A Platón le debe, en parte la civilización occidental la mayor relevancia que se la ha dado a la
inteligencia por encima de los sentidos, con excepción del empirismo. Esta apuesta por la Inteligencia y por
todos los planes de estudio basados en la explotación de la misma y el orden del mundo organizado sobre
ella, parecen debidos a la herencia Platón y de Parménides y Pitágoras. De esa ontología quizá se ha
derivado en una visión espiritualista del mundo, aunque se haya hecho con el afán de elevar al hombre a
todos los mundos superiores.

La teoría de la educación en la filosofía


platónica.
INTRODUCCIÓN: En este apartado se nos plantea la educación platónica pero ¿qué es la
educación? Es lo necesario para acceder al verdadero conocimiento, sin embargo ¿qué
podemos conocer? ¿Cómo distinguimos lo conocido de lo imaginado, es decir, lo real de
lo ficticio? ¿Debemos tener, todos, una educación o ha de ser selectiva?
Naturalmente he planteado varias dudas y preguntas fundamentales que surgen al cuestionarse
este problema dilemático, ahora procederé a su análisis, de un modo mucho más exhaustivo.

DESARROLLO: Teniendo presente la definición exacta de educación, según Platón, accedemos a


una sala dónde, al mismo tiempo se nos abre la puerta de la pregunta que dice, de qué es lo que
conocemos. Bien, según este filósofo se conoce lo que es real, lo inmutable, no lo que no deviene
y no ocupa espacio, (estos son esos verdaderos seres, o ideas) y sobre todo la idea máxima, la
de Bien y la relación que presenta entre las demás ideas que a fin de cuentas son modelos de
esta.

CONSECUENTEMENTE: Llegamos a conocer las ideas, esto es obvio, pero la cuestión es cómo se
ha de educar para acceder a ellas y así al conocimiento. Pues claramente despreciando
paulatinamente los entes sensibles, pues no son reales y no sirven para aprehender
verdaderamente, sino para creencias inútiles. Así pues, Platón dará comienzo a la educación
conciencias simples como la música o gimnástica para comenzar a ejercitar el cuerpo e ir
alejándolo lenta pero constantemente de lo concupiscible o apetecible. Tras esto, a la edad de 20
años, se centrará, teniendo el cuerpo bajo el dominio racional del alma, en la διάνοια, o más
conocidadianoia y matemáticas deductivas, con el único fin de preparar al alma racional en
materia de abstracción, y así llegar a la dialéctica, ciencia de las ideas o διαλεκτική, totalmente
abstractas e inmateriales, a la cual casi ningún estudiante llegará, pero visibles para el ojo
cognoscible, que es el alma racional, iluminado claro está, por la luz natural, blanca y bella de la
idea de bien.

SIN EMBARGO: Se encuentra uno con la duda, después de este razonamiento, de si han de ser
todos educados. Platón, sin faltar a sus propuestas no rechaza el dualismo, por eso se decanta
por el sí y por el no. Principalmente habíamos de salir de la imaginación o despreciar las sombras
de la caverna y contemplar el fuego, el cual causó dichas sombras imag-inativas, que sólo nos
proporcionan el beneficio del placer concupiscible o corporal. Es por esto mismo porqué el primar
paso educativo es el de la música y la gimnástica, para dominar los apetitos y pasiones del
cuerpo. Superada esta primera fase de selección, accedemos a la de las ciencias deductivas,
elpueblo llano no llegará a esta etapa pero si lo harán el guardián y filósofo gobernante,
llegando a adquirir la casi completa abstracción utilizando la herraminta eficaz de los axiomas
matemáticos. El último paso será el de la dialéctica. El guardián, amigo de lo geométrico, no
logrará llegar y se quedará en la entrada del mundo de las ideas, pero si lo conseguirá el
nombrado filósofo. Con esto se conseguirá que la polis sea justa, buena y que todos sean
educados según sus posibilidades. La polis estará, de este modo, gobernada por personas
que mediante un educador han subido la escarpada y costosa cuesta, accediendo a la superficie,
vislumbrando la idea de bien y podiendo así gobernar efecazmente y finalizando, al fin la
educación en la prácticajusta de lo aprehendido.

CONCLUSIÓN: Destacando lo dicho en las partes previas, se puede afirmar y solucionar las dudas
introductorias de que la educación platónica siendo justa, es selectiva, pues permite que todos
sean educados para acceder al fin de la dialéctica, que será alcanzado tan solo por aquellos que
logren superar las barreras selectivas corporales y abstractorias, domando a los dos caballos, el de
lo concupiscible y el de lo irascible, primando de este modo el alma racional, lo que es lo justo,
debido y bueno.

El poder y la Idea de Bien


El poder del estado es planteado por Platón como un Estado gobernado por la
justicia social para poder ser transmitida a todos los ciudadanos. El poder del
Estado es un poder bastante importante y por ello no puede ser gobernado por
la masa popular (oi polloi) sino por gente preparada que lleguen a aprehender
la idea de Bien (to agaqon) y puedan transmitirla a todos, aquí entra en juego
el intelectualismo ético, solo quien sabe la idea de verdad (alhqeia), la idea de
justicia (dukh) es capaz de transmitirla.
Para ello Platón establece una educación, con el fin de preparar gente que
comprenda el Mundo de las Ideas (kosmos noeqos) y se desprenda del Mundo
Sensible (kosmos aisqetos). Esta educación consiste en enseñar gimnasia y
música desde los 0 a los 20 años, pues esto prepara al hombre tanto
mentalmente como físicamente. En esta etapa debe de desprenderse de las
cadenas esclavizantes, ser capaz de salir del sector de la imaginación (eikasia)
donde lo único que hacemos es “conjeturar” (os eikasai), y también salir del
sector de los objetos físicos (pustis) donde tenemos creencia pero aun estamos
en lo sensible no en lo inteligible. Quienes no pasan esta fase forman el pueblo
llano, los productores, los artesanos, comerciantes (demiourgoi)
Después, desde los 20 a los 40 años se da matemáticas y dialéctica, quienes
han pasado la prueba anterior forman el grupo de los guardianes (jilakes),
estos pueden seguir dando matemáticas, se encuentran en el sector de la
dianoia. Comienza la educación final donde no queda casi nada de la herencia
sensible (doxasta), comienzan a plantearse las hipótesis, axiomas
matemáticos.
Se continúa con la dialéctica, la fase más importante, para poder seguir
debemos desprendernos de los axiomas matemáticos, de las hipótesis y
convertirlos en un punto de partida (arch anupotekh) para poder llegar a un
lugar supra celeste (topos uperouranos) que este más allá del ser (ephkeina
ths oussias) y este no es otro que la Idea de Bien (to agaqon). Una vez llegado
allí ya se conforma el grupo de los filósofos-gobernantes, desprendidos
totalmente de lo sensible, que conocen la idea de bien, son los “arcontes”
Para Platón la relación entre el poder del Estado y la Idea de Bien es esencial,
pues para gobernar bien y con justicia ha de saberse mediante el proceso
explicado, como añadimos en la introducción.
Para ello Platón otorga las mismas virtudes del alma al Estado, ya que, como
ahora expondremos, un individuo bien gobernado (la suma de estas virtudes)
es un Estado bien gobernado.
En el “Fedro” nos aparece el mito del auriga, donde establece las 3 partes y
virtudes:
· to epiqimetikon: el apetito, parte apetitiva (el caballo malo)
· to qimoeidhs: el coraje, parte irascible (el caballo bueno)
· to logistikon: la sabiduría, parte racional (el auriga)
Esto, de acuerdo con el Estado, seria la división por clases. Con una serie de
virtudes (arhtai) y sus características:
La primera clase que expondremos son los artesanos, productores. Los
“demiourgoi”, estos son la parte apetitiva o concupiscible cuya virtud (arhta) es
la templanza (swjrwsinh), están influidos por lo sensible posen propiedades
riqueza y pueden aumentarla o disminuirla. Esta parte, hablando del alma,
pertenece al cuerpo y muere con él.
La segunda clase son los guardianes (jilakes), estos constituyen la parte
irascible cuya virtud es la fortaleza, valor (andreia), no están influidos por lo
material, no poseen riquezas y su labor es la de hacer cumplir lo que digan los
gobernantes. Estos, hablando del alma, pertenecen al cuerpo y muere con él.
La tercera, y última clase, que exponemos son los filósofos-gobernantes
(arcontes) constituyen la parte racional cuya virtud es la sabiduría y prudencia
(swma kai jpwnhsis), no están influidos ni por las pasiones ni por lo material y
su labor es hacer leyes y gobernar un estado en el que se consiga la Justicia
Social. Esta, hablando del alma, no pertenece al cuerpo y cuando muere ella
no, es inmaterial (por eso los filósofos-gobernantes no temen la muerte).
En conclusión, podemos decir que una persona será buena y justa cuando su
parte racional gobierne sobre la irascible y concupiscible, y es por eso que los
filósofos-gobernantes, al constituir la parte racional y gobernar sobre
guardianes (irascible) y artesanos (concupiscible) alcanzan un Estado con
verdadera Justicia Social.
Además, como dijimos, mediante la educación los filósofos son los únicos que
llegan a la Idea de Bien, de ahí la importancia con el poder del Estado.
DIALÉCTICA Y
POLÍTICA.
Introducción

1) Se nos plantea en esta redacción la relación existente entre la dialéctica y


la política o, dicho con otras palabras, entre la filosofía y el gobierno de la
ciudad.

Pero para aclarar la relación arriba mencionada, tendremos en cuenta que la


dialéctica es la culminación de un arduo proceso educativo que consiste en la
ascensión desde el mundo sensible hasta el de las ideas y su culminación para
alcanzar la idea de Bien. Alcanzada Ésta, viene obligatoriamente la fase
descendente para ocuparse de los asuntos del gobierno de la polis,
estableciendo en ella la Justicia.

2) Por tanto no podremos obviar responder a preguntas del cariz de las que
siguen: ¿cómo se realiza ese ascenso?, ¿qué función desempeña la dialéctica
en el mismo?, ¿se asciende para permanecer feliz contemplando las ideas y
su culminación, la de Bien, o es ineludible bajar, para, a la luz de Ésta,
gobernar el Estado?

3) A todas responderemos teniendo en cuenta el punto de vista de Platón y


haciendo referencia a asuntos tan notables en él con la C. VII, la teoría
del filósofo gobernante y el intelectualismo moral, la teoría de las ideas, la
educación y una alusión al estado ideal.

Desarrollo

Platón, abocado a la política por su posición social, pronto quedaría


decepcionado, debido precisamente a las continuas injusticias cometidas por
los políticos de unas y otras tendencias de su tiempo. Bien claramente lo
muestra en su carta VII en la que además manifiesta sin ningún lugar a dudas
que sólo si gobiernan los filósofos podrán estar bien dirigidas las ciudades. Ésta
es su famosa teoría del filósofo gobernante en la que resuena el
intelectualismo moral de su maestro Sócrates. En realidad no es otra cosa que
la transposición a la política de este pensamiento socrático que nos viene a
decir que quien conoce el bien no puede obrar mal y que el mal obrar es fruto
de la ignorancia. Por eso, los filósofos que son los únicos verdaderos sabios,
serán los únicos gobernantes garantizados.

Como ya hemos apuntado, entendemos que Platón ve como único remedio a


los problemas políticos de su tiempo un gobierno regido por filósofos.
Considera que sólo la filosofía puede ofrecer una visión adecuada de lo Justo y
lo Bueno, principio y referencia imprescindibles para que los gobernantes se
conduzcan recta y sabiamente y gobiernen con Justicia.

Además tenemos que entender que Platón no es precisamente un demócrata


y que considera que sólo la aristocracia, la del saber y la virtud, que no la del
poder y el linaje, puede librarnos de la incompetencia, ambición y los abusos
de los malos gobernantes. Esa aristocracia son los filósofos, “las mejores
naturalezas” que además han tenido que seguir un arduo y prolongado y
selectivo proceso educativo.
Deducimos de lo dicho la importancia que tiene la educación para los futuros
gobernantes. Efectivamente, el Estado, escogidos los más capacitados por la
naturaleza para el saber y la virtud, los impulsará al conocimiento de lo
verdadero, bueno y justo, haciendo que su alma se vuelva de lo sensible a lo
inteligible. Aquí no podemos dejar de referirnos a su Teoría de las Ideas, núcleo
central de su filosofía que, en esencia, nos dice que además de las realidades
sensibles, sometidas al nacimiento, cambiantes y perecederas hay otros entes
superiores: ingénitos e imperecederos, inmateriales, indivisibles, inmutables y
abstractos, sólo accesibles a la inteligencia. Son éstas las Ideas, el único objeto
del verdadero conocimiento que además son los modelos o arquetipos de las
cosas sensibles. Se organizan las ideas en un orden jerárquico cuya
culminación es la de Bien, modelo y guía de toda conducta individual y política
y por tanto referencia para cualquier gobernador que pretenda ser justo. Esta
consideración lleva a nuestro filósofo a rechazar de plano el relativismo y
pragmatismo político de los sofistas.

Y, siguiendo nuestro raciocinio, diremos que es en la educación donde se


inserta la dialéctica: es la culminación de ésta y nos permite llegar al
conocimiento de las ideas y sus relaciones y es por lo tanto el único método
para alcanzar ese saber que como ya hemos señalado culmina en la idea de
Bien, fundamento de todo lo real y expresión suprema del orden racional que
gobierna el mundo. A su luz el buen gobernante regirá el Estado con justicia.

Pero a la dialéctica, culminación del proceso educativo, no se puede llegar


directamente, es tan compleja y abstracta que precisa de una preparación, un
entrenamiento que no es otro que las matemáticas, propedéutica
imprescindible para iniciar el camino dialéctico. Esta abstracción menor es un
entrenamiento absolutamente necesario para que la dialéctica transite por lo
puramente abstracto.
No podemos dejar de señalar que la dialéctica tiene dos direcciones: la
ascendente que, partiendo de hipótesis como meros peldaños y no dándoles la
categoría que los matemáticos dan a sus axiomas sino sometiéndolas a la más
dura crítica e intentando refutarlas valiéndose únicamente de la razón y sin
recurrir en absoluto a lo sensible, nos conduce a la esencia de las cosas, es
decir a la idea y de idea en idea hasta llegar a la de Bien, fundamento de toda
realidad y del buen gobierno. La descendente nos indica que el filósofo, una
vez formado, tiene la obligación ineludible de ocuparse del gobierno de la polis.
Así será posible la utopía platónica del estado ideal en el que cada ciudadano,
de acuerdo con su condición personal que le viene dada por la parte del alma
que en él predomine, ha de cumplir la misión que le es propia y la del filósofo
no es otra que la de gobernar la ciudad guiado por la mejor referencia posible,
la idea de Bien de la cual sólo él es conocedor.

Todo lo referido nos lo representa Platón en el mito de la caverna en el que el


prisionero liberado inicia su ascenso desde las sombras hacia la luz hasta
llegar a la contemplación del Sol que no representa otra cosa que la idea de
Bien. Pero no queda aquí cubierto su trayecto ya que desde ahí le obligaran a
descender nuevamente al mundo de las sombras e implicarse en los asuntos
mundanos.

Conclusión

1) Concluiremos señalando que Platón no tiene ninguna confianza en la


democracia, gobierno de la masa ignorante. Confía plenamente en una
aristocracia de la virtud y el saber que resulta de escoger las mejores
naturalezas y someterlas a un largo y costoso y selectivo proceso educativo
que las lleve al conocimiento de las ideas y al de la de su culminación, la idea
de Bien a cuya única luz serán capaces de gobernar justamente. Eso nos dice
su doctrina del filósofo gobernante.

2) Por lo que se refiere a la dialéctica, diremos que es la última fase del


proceso educativo y que nos lleva al conocimiento de las esencias (ideas), sus
relaciones y su culminación, la de Bien, modelo y guía para que el filósofo,
único poseedor de esa referencia, se conduzca a sí mismo y gobierne el Estado
de la única manera justa posible.

Educación y política en Platón


*Introducción: En esta disertación relacionaré los conceptos de educación
y gobierno de la ciudad, según la filosofía de Platón. Para ser un
buengobernante, ¿es necesario educarse? ¿En qué disciplinas debe
educarse un gobernante? ¿Serían todos capaces de llegar a dirigir
correctamente a una sociedad?Desarrollo: Platón formuló la teoría del
filósofo-gobernante, en la que para ser un buen líder se ha de ser filósofo,
porque sólo ellos pueden alcanzar la sabiduría y la virtud. Por ello,
propone un gobierno aristocrático de la virtud y el saber, una teoría de
élite donde deberán gobernar los mejores. El problema surge cuando
alguien intenta comenzar el proceso educativo. Pues bien, ha de tener un
criterio que no se base en sus experiencias personales, esto es, un criterio
independiente de sus opiniones y universal, para poder decidir en todo
momento con justicia. Este filósofo griego defiende la posibilidad de
acceder al verdadero conocimiento, de alcanzar verdades absolutas e
inmutables, a las que denomina Ideas; por eso el futuro gobernante
deberá llegar a conocer el mundo al que pertenecen estas realidades,
un mundo inteligible al que sólo se puede acceder mediante el uso de la
razón y la inteligencia, no mediante los sentidos; y sobretodo deberá
conocer la Idea de Justicia y la Idea suprema del Bien, creadora de todas
las demás. Al mundo inteligible, que es un mundo diferente al nuestro, se
puede acceder gracias a que nuestro alma antes de encarnarse en el
cuerpo ya ha preexistido en ese mundo, pero al entrar en contacto con el
cuerpo lo olvida todo. Por eso, como dice la teoría de la reminiscencia,
conocer es como recordar lo vivido por el alma anteriormente.
Finalmente voy a explicar cómo debe el “alumno” avanzar en el proceso
educativo, que consta de tres partes: el conocimiento de las matemáticas,
la dialéctica ascendente y la descendente. En primer lugar, para ser un
buen gobernante ha de tener un buen conocimiento militar y de
organización, cosa que aprenderá gracias a las matemáticas, sobretodo su
parte teórica, que además le servirá para familiarizarse con el
razonamiento conceptual y abstracto, como una preparación para llegar
al mundo de las Ideas. Después de esto, deberá empezar el cultivo de la
dialéctica. La dialéctica ascendente queda representada en el mito de la
caverna como la llegada al mundo exterior, con un primer momento de
ceguera que significa que el “alumno” acaba de descubrir su ignorancia,
que muchas cosas que creía que eran de una forma determinada no lo
eran, y por eso ha de empezar a aprender nuevos conceptos, es decir, ir
conociendo el mundo de las Ideas poco a poco como quién se va
acostumbrando a la luz después de estar en las sombras mucho tiempo.
Entonces, durante un periodo de tiempo irá conociendo las Ideas hasta
que llegue a conocer la del Bien, considerada la suprema y la culminación
del proceso de dialéctica ascendente. Como conclusión a la educación, la
dialéctica descendente consiste en aplicar los conocimientos adquiridos
hasta el momento, el regreso a las sombras de la caverna para mejorar la
sociedad que supone un segundo momento de ceguera que desaparece
cuando aprende a poner en práctica sus conocimientos, generalmente en
contra del resto de la sociedad ignorante que intentarán atacar al nuevo
filósofo por intentar abrirles los ojos. Ese gobernante, aunque preferiría
quedarse en el mundo “exterior” volverá para dirigir la ciudad ya que
siente que su obligación es ayudar a los demás a que alcancen el
conocimiento y a vivir en una sociedad justa, feliz y en armonía.Se sienten
obligados a ayudar a los demás porque, como explica el intelectualismo
moral, el que sepa cómo comportarse bien, es decir, el que conozca
la Idea del Bien, se ha de comportar bien. En resumen, un buen
gobernante es aquel que llega a conocer las verdades absolutas que son
las Ideas, mediante un duro y largo proceso educativo, y que después guía
justamente al resto de la sociedad para que sean felices y vivan en
armonía.

Disertación Platón: Política, Filosofía Y


Educación
ÉTICA Y POLÍTICA EN PLATÓN

La política en Platón, está reflejada en el libro de “ La República “. Platón a partir de sus ideas
filosóficas está seguro de llegar a un Estado justo e ideal, solo pudiendo llegar a través de la filosofía. A
partir de la filosofía el alma empieza un aprendizaje filosófico para llegar hata el último proceso
educativo la “ dialéctica” la cual es la ciencia suprema de la educación para Platón, a la que debe llegar
e futuro filósofo gobernante. Así de esta manera se llegará a un Estado justo e ideal.

El alma es la esencia misma de las personas, la cual según el pensamiento platónico está dividida en
tres partes: la parte racional, es a sede de la inteligencia que tine una naturaleza divina; la parte
irascible, es la fuente de las pasiones y emociones humanas que reside en el pecho; Y por último la
parte apetitiva, es la fuente de los apetitos y deseos materiales que residen en el bajo vientre. Con esta
distribución del alma en partes se debe conseguir un roden a partir de que la partde de la razón debe
gobernar por encima de las parte irascible y la parte apetitiva. Solo así el alma puede llegar a una
armonía y a una justicia con ella misma. A partir de este orden con la persona misma, esta misma
persona puede legar a participar en el Estado de una manera justa.

De esta manera Platón rechaza la democracia y la oligarquía como forma de gobierno, en la carta VII
se puede ver claramente su descontento con el gobierno democrático de Atenas en su época. Debido
a que con la democracia cualquier ciudadano es competente para desempeñar funciones públicas en
el ejército, en los tribunales, en la asamblea y en el gobierno, sin necesidad alguna de preparación y
sin tener en cuenta sus conocimientos y su virtud. Además esta pequeña minoria de pliticos que
gobernaban abusando de la incapacidad política del pueblo, educados por los sofistas que les
enseñaban a alcanzar el poder mediante el halago, el engaño y la manipulación de los sentimientos de
las masas populares. Contra poniendose con el pensamiento platónico, ya que según Platón solo se
puede llegar a la verdadera competencia política con la adquisición del arte de la justicia y del bien,
siendo esto el verdadero arte de la política. En el libro VI capítulo 493 a.c, Platón habla sobre el
empirismo político de los sofistas.
Así pues el modelo político propuesto por Platón es el llamado “ gobierno de filósofos”. Con el cual
afirma que los maes de la humanidad solo tendrán remedio cuando el gobierno esté en manos de
personas que con la filosofía han alcanzado la sabuduria y la virtud. Esta forma de gobierno es llamada
aristocracia, “ gobierno de los mejores”, los mejores en virtud y en saber, es decir una especie de
“meritocracia”. Que para llevar a cabo esta propuesta política para Platón son necesarias dos cosas:
las mejores naturalezas, aquellos individuos que por naturaleza poseen ciertas capacidades y
cualidades innatas. Y en segundo lugar el potencionamiento de estas cualidades a partir de una
educación adecuada, conduciendolas a la contemplación de las Ideas eternas.

Con esta nueva propuesta política por Platón, se intenta crear un estado Ideal en el cual el bien común
este por encima de todo. El bien común más importante para Platón es la justicia, que es entendida
como armonía, como unidad y cohesión social. El estado al igual que el alma se divide en tres clases
sociales: la clase d los productores, los cuales su función es producir todo aquello que la cominidad
necesita para sobrevivir, predominando la parte apetitica del alma, En un estado Ideal, la virtud de los
propuctores será la templanza o moderación. Por otra parte encontramos la clase de los guardianes,
los cuales su función es defensar a la ciudad predominando en los individuos la parte apetitiva. En el
Estado Ideal la virtud propia de los guardianes será la valentía. Y por último la clase de los
gobernantes-filósofos, su función es el gobierno de a ciudad a partir de la contemplación del orden y la
armonía del mundo de las Ideas aternas ( justicia, bien y belleza...). En estas personas predomina la
parte racional del alma y son los realmente capacitados para aprender la ciencia de la justicia y del
bien a través de la filosofía. Así pues , podemos encontrar un Estado perfectamente organizado de
acuerdo con los principios de cooperación y de la división del trabajo según las capacidades de cada
cual.

En conclusión, para Platón la solución para conseguir un Estado justo es la basada en su propuesta
política del filósofo gobernante. El cual a de pasar por una educación basada principalmente en el
conocimiento de las Ideas ( IDEA del Bien, IDEA de Justicia). Para poder legar a la conclusión de un
Estado Ideal, caracterizado por el orden, la armonia y la justicia.

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