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La dimensi6n juridica del matrimonio canonico a la luz del magisterio reciente. Observaciones a propésito de la reforma del proceso de nulidad realizado por el Motu Proprio Mitis ludex The Juridical Dimension of Canonical Marriage according to Recent Magisterium: Comments on the Recent Reform of the Nullity Process in Motu Proprio Mitix ludex ‘Montserrat GAS-AIXENDRI Abstract: The recent Synods of th Church on the femily (in 2014 and highlighted the diffeuky people may lerstanding God's plan for mariage. This a the legal elements that constiute stance of Christian mariage in the | ‘teachings ofthe lst thre popes (ohn Pau and Francis) kt shows thatthe Church maintansits taconal each ng about the natura to por canaturacad Se sea dea cura postmedeina pu fs of mariage to some as fof tne matrimonial rly ut by Pope Francsn te Mots Palabras clave: Matimonio candnico, Categorias Keywords: Canon Law Marriage. Lag crigcas ds maion cis, Valder de nat of chiscan Marrage, Vat of Marage tore ‘nonio, Reforma del pacesadenuidad matrimonial of the Process of Mariage Nuit, UM VOL, 57/ 2017/1124] N02 MONTSERRAT GAS-AIKENDRI 1, INTRODUCCION: REALIDAD Y DESAFIOS DE LA FAMILIA mensiones el desarrollo doctrinal sobre la estructura juridica del ma- trimonio, asumo buena parte del realismo juridico que ha sido magis- tralmente expuesto y sistematizado por el que es maestro en esta materia, Javier Hervada . Por otra parte, para que estas paginas no sean un mero resu- ‘men de lo que han dicho los autores, el enfoque de este articulo se centra en el magisterio reciente y enmarcar el tema central en la reforma operada por el Papa Francisco, principalmente mediante el Motu Proprio Mitis Iudex Domi- nus Iesus, objeto de estudio de este XII Simposio Internacional del Instituto Martin de Azpilcueta, que lleva el titulo El matrimonio en Ia Iglesia. La nueva accién judicial, en el que se propone «tratar aquellos aspectos de la doctrina ma trimonial y procesal que estén siendo afectados por el Motu Proprio». Desde la segunda mitad del siglo XX se han dado grandes pasos en la comprensién del matrimonio y de la familia, desde el punto de vista de la an- tropologia y de la teologia. Una de las expresiones més relevantes de estos avances es la teologia del cuerpo de san Juan Pablo II, que esta todavia en los comienzos de su asimilacién en el émbito eclesial. El Derecho canénico ha in- corporado -si bien lentamente~ algunos de estos elementos en aras a una me- jor comprensién de la dimensién juridica del vinculo conyugal. Paradgjica- mente la vida de las personas parece cada vez més distante de esta visibn, Occidente vive hoy bajo lo que Caffarra lama «tirania de la artificialidad>*, en la que las leyes intentan definir y redefinir la familia segiin el capricho o la ideologia del momento, prescindiendo de su fundamento antropolégico. El edificio del matrimonio no ha sido destruido, ha sido de-construido, desmon- tado pieza a pieza. Al final tenemos todas las piezas pero ya no existe el edifi- cio. Contamos todavia con las categorfas que constituyen la institucién matri- monial (conyugalidad, paternidad-maternidad, filiacién-fraternidad), pero ya no tienen un significado univoco’. \ | ser materialmente imposible presentar en un tinico escrito de estas di- "La obra que tata de un modo completo y sstemstico sobre la estructura juridia del matrimo- no es El Dertcle del Puclo de Dis, aca un sistema de Dereco cansnic, vol HL (1), Eunss, Pam plona 1973 (esrita junto con el maestro Pedra Lombardi), Mas tarde en ote obras desarrol algunos aspectos de este tratado: cfr, por ejemplo, Dislogos sare ol amor y el matrimenie (3 edi ‘is, Pamplona 2007) 0 bien Una cars, Fsrtor sore el matrimonio (Pamplona 2000) CC. CAFYARRA, Fede cultura di fonteal matrimonin, en TL, FRANCESCHL (ed), Matrinanio fami ghia. La quentone antipalogica, EDUSC, Roma 2015, 26. Thad, 22 TUS CANONICUM /VOL, 57/2017 DIMENSION JURIDICA DEL MATRIMONIO CANONICO Este modo de pensar la realidad de la familia, compartido hoy en Occi- dente, tiende a adoptar formas basadas casi exclusivamente en el paradigma de Ja *. Asf, la relativizacidn cultural del concepto de naturaleza —sobre todo desde la " «No existe un matrimonio de la vida y otro del derecho: no hay més que un solo matrimonio, el cual es constitutivamente vinculo juridico real entre el hombre y Ia mujer, un vinculo sobre el que se apoya la auténtica dinémica con- yugal de vida y de amor. El matrimonio celebrado por los esposos, aquel del que se ocupa la pastoral y el regulado por la doctrina canénica, son una sola realidad natural y salvifi fertamente lugar a una variedad de enfoques, pero sin que se pierda su identidad esencial, El aspecto juridico ests intrinsecamente vinculado a la esencia del matrimonio. Esto se comprende a la Juz de una nocién no positivista del derecho, sino considerada en la perspecti- va de la relacionalidad segsin justicia»” A menudo -atendiendo sobre todo a criterios histéricos y sociolégicos— se tiende a poner en duda la existencia de un designio natural sobre el matri- monio, En su alocucidn a la Rota del afio 2001, san Juan Pablo Il reafirmaba Ja ensefianza constante de la Iglesia sobre la dimensién natural del matrimo- nio y de la familia, El Pontifice alertaba sobre algunos equivocos en relacién a la nocién de naturaleza: coneretamente, el olvido del concepto metafisico, tendiendo a reducir lo que es especificamente humano al émbito de la cultu- ra, Se reivindica asf una creatividad y una operatividad de la persona comple- tamente auténomas tanto en el plano individual como en el social, puesto que lo natural serfa puro dato fisico, biolégico y sociolégico, que se puede mani- pular mediante la téenica segsin los propios intereses" «Esta contraposicién entre cultura y naturaleza deja a la cultura sin nin- rin fundamento objetivo, a merced del arbitrio y del poder». Lo realista es en cambio constatar que por encima de las diferencias histéricas y culturales existe una constante en el ser del hombre y de la mujer, que les inclina a crear a, euya riqueza da ‘actnidotrinaliegarspradensialim ordinal rapporte tala fede «le sacramental el matrimonio, Intervencion en ol VI Gore di aggiornamento per operator’ de Dirts organizado por la Pontificia Universita della Santa Croce, Roma, 19-23 de septiembre de 2016, p> manuscript, 8, nota 35 ® BENDICTO XVI, Discurso ala Reta Romana, 27 ® BuNzDIcTO XVI, Disco a le Rota Romana, 22 “ Seas BaBLo Tl, Distro a lt Rete Romana, -T-2001, n.3 Td IWS CANONICUM/ VOL. 57/2017 5 MONTSERRAT GAS-AIKENDRI una comunién de naturaleza familiar. El matrimonio, como afirma Santo “Toms, es natural por ser una realidad «a la que inclina la naturaleza, pero que se realiza mediante el libre arbitrio»”. Veamos a continuacién los aspectos mis relevantes derivados de esta realidad. En primer lugar, el matrimonio es un vinculo de justicia que se establece en el nivel natural de la modalidad masculina y femenina del ser personal", El vinculo nace del consentimiento, es decir, de un acto de voluntad del hombre y de la mujer; pero ese consentimiento actualiza una capacidad -o en térmi- nos metafisicos, una potencia que ya existe en la naturaleza del ser humano. ‘La mujer y el varén tienen una estructura relacional natural, que les inclina a unirse en cuanto personas sexualmente diversas y complementarias. Su set esté dotado de la potencialidad de comunicarse reciprocamente su propia identidad de varén y de mujer, es decir, la conyugalidad™ El objeto del pacto conyugal no es un conjunto de derechos y deberes, sino més bien las personas mismas de los contrayentes en su masculinidad y femincidad, los cuales se entregan y aceptan reciprocamente como cényuges para constituir la unidn matrimonial, la una caro en que consiste la esencia del ‘matrimonio. Del mismo modo que -segiin el adagio clisico- el obrar sigue al ser, los derechos y deberes matrimoniales, son una consecuencia de lo que el ma trimonio es en el plano de la naturaleza. Ciertamente del consentimiento na- cen una serie de derechos y deberes, pero no como si derivasen de una volun tad pacticia auténoma, sino como realidades de justicia inherentes al ser de la relacién conyugal También las propiedades esenciales de la unidad y la indisolubilidad estin presentes en el ser mismo del vinculo, no siendo leyes extrinsecas a la relacién hid 2.4 © Summa Theo. Suppl, 4.4, 21, i 8 Juss Paso Tl, Divcurse ala Rote Reman, 1-1-2001, n. 5 "Thi, 2G. Berrous, Rilesioni circa rent voluiondoterina.. cit, 21 2 HL Raancisctt I! hom oniugumm dll prospetiva della ilazione edelPincapact, Iuervencin ‘en el VI Cora di aggiornamenta per aperateri del Dirt... cit, pre manusrito, 2 C.J. ERRAZCRZ Ml matrimms ela famigha quae Bene ginrdinexesial,. ci, 48. 2 TL FRaNceseit, 1 bomuneconingume dalle provpettiva della simlasionee dellinespact.. cit, 3.1 ‘vencn del matrimonio ha sido objeto de debates lo largo de siglo XX. Este se ha movido en ‘re dos poscuras opuests: Ia ocién. contractualist, de la que es deudota el Cédigo de 1917, y {que ve el matrimonio como intercambio de derechos y prestaciones.Y la vsin opera —naci- {ds sobre todo a partir de finales de los afios 60- que subraya la indole interpersonal de a rla- ‘ign matrimonial, pero I interpreta a menudo en terminos exstencalsas. C.J. ERRWZURLZ M., H matrsmona ela famigha quale bene giurido eleva. 8, 47-50, 6 TUS CANONICUM /VOL, 57/2017 DIMENSION JURIDICA DEL MATRIMONIO CANONICO matrimonial”, Por otra parte, la indole teleolégica del matrimonio es decisi- va para comprender su dimensién natural: «la ordenacién a los fines del ma- trimonio -el bien de los esposos y la generacién y educacién de la prole— esté intrinsecamente presente en la masculinidad y en la femineidad>™ El matrimonio puede situarse por encima de las crisis y de los cambios de 1a vida por los que atraviesan todas las relaciones humanas «sélo si se lo con- sidera como unién que implica a la persona en la actuacién de su estructura relacional natural, que sigue siendo esencialmente la misma durante toda su vida personal». Si, por el contrario, el vinculo se considerase basado en las, cualidades personales, en los intereses, ete., la existencia de la unién pasaria a depender de la perseverancia de la voluntad en funcién de hechos y senti mientos que son contingentes” ‘Tras las perplejidades expresadas en los Sinodos sobre Ia familia, Ia Exhortacién apostélica Amoris lactitia -aunque por ser wn texto pastoral no realiza un tratamiento sistemético del matrimonio repropone sin ambigiie- dades las categorfas tradicionales de la metafisica de la naturaleza, que se uti- lizan en diversos pasajes a lo largo del documento” 2.2. El principio consensual entre contractualismo y personalismo Desde el contractualismo positivista se tendfa a proponer una idea abstrac- ta de matrimonio, como un objeto intelectual extrinseco a las propias personas de los cényuges o una realidad predeterminada por el legislador y desconectada de la antropologia"". Desde esa perspectiva se subrayaba que los contrayentes, para ser admitidos al matrimonio, debian querer lo que efectivamente entiende Ia Iglesia, es decir lo que ésta cree y ensefia sobre el matrimonio y la familia. De este modo, se consideraba que el dato cognoscitivo estaba mediado por la cul- tura dominante en la formacién de la intentio faciendi id quod facit Ecclesia No es ésta la perspectiva del magisterio reciente, segiin la cual el objeti- vo inmediato de la preparacién al matrimonio, como afirmaba Benedicto XVI en 2011, «es promover la libre celebracién de un verdadero matrimonio». ® Juan Pasto I, Discurso ala Rots Romana, 1-TE-2001, 5 The, La cusiva es nuestra, Tid % id, ¥ Fravewsco, Fxhortacién apostéica Amoris laettia, nn. 82, $6,173, 75, 77, 80 y 131 2% G, BERTOLINI, Riewioni circ recent olconsdotrinal egiurioprudencial. ”. Parte de esta con- versién se traduce en juzgar las situaciones concretas sin encerrar la salvacién de Jas personas en las estrecheces de la juridicidad, evitando sofismas Iejanos de la came viva de las personas en dificultad™, Verificar la autenticidad del consen- timiento significa comprobar «si las personas, ademés de identificar la persona del otro, han captado verdaderamente la dimensién natural esencial de su ma- trimonio, que implica por exigencia intrinseca la fidelidad, la indisolubilidad, la paternidad y maternidad potenciales, como bienes que integran una relacién de justicia». Los capitulos de nulidad del matrimonio Ia incapacidad consensual y los vicios del consentimiento~ deben entenderse ¢ interpretarse a la luz de la esencia del vinculo de justicia conyugal, tal como hemos tratado de exponer. El auténtico servicio a la salvacién de las almas que el Papa Francisco desea es «ayudar a establecer la verdad en el momento del consentimiento» 3. LA DIMENSION SOBRENATURAL DEL MATRIMONIO CRISTIANO Y SU RELEVANCIA CANONICA, El Sinodo sobre la familia celebrado en 2014 sugirié la necesidad de pro- fundizar en la cuestién de la relevancia de la fe de los contrayentes en vistas a Ja validez del matrimonio sacramental”. Tratar sobre la relevancia juridica de Ja fe supone examinar cusl puede ser su influencia en la constitucién del matri- monio sacramental. ¥ para poder responder a esta cuestién, hay que pregun- tarse antes qué implica que el matrimonio entre bautizados sea sacramento, ® Faaveasco, Disco a la Rota Romana, 23-1-2015, thd Jem PanLo Tt, Diu ala Rota Romans, LI1-2001, n.7 “Thad. Bla Relais ane discerptatonem del Sinodo de 2014, , 3, c) se sefalabs que seg cusifiadas propuests, bara falta valorar la relevancia dela imencid de la fede los novios prometidos en ‘orden ala valde del sacramento del matrimonio, seg e principio general que pata avalide de un sacramento es necesario que haya la imtencidn de hacerlo que hae la Iglesia (ft. BENE- picro XVI, Discurso al Tibunal de la Rota Romana, 26 de enero de 2013, n>, Exe mismo ‘ext se encuentra transit en la Relat postderptationem de 13-X-2014, n. 43. EL texto final de la Relato rynad, de 18-X-2014, n, 48 quedsredactada dl siguiente modo: «habrfa que con- Siders la posiiidad de dar televanci ltl de laf de los prometidos en orden avalide de sacramento del matrimonio, teniendo presente que entre bautizads todos los matrimonios vi- lidos om Sacramento» (eft. SECRETARIA DEL SINODO DE LOS Onlseos, THT Asamblea General Ex: twsordinaria, Los desafios pastorales dela fara en el context dela evangelzacin, Relaio ante Aiverpatonem, 6X-2019) TUS CANONICUM / VOL. 7/2017 9 MONTSERRAT GAS-AIKENDRI 3.1. {Qué es el matrimonio sacramental? Lo dicho hasta ahora acerca de la dimensién natural del matrimonio es ef fundamento para comprender su dimensién sacramental. ‘Todo lo que per- tenece al ser de la persona humana y en particular a su relacionalidad natural segxin la distincién y complementariedad entre varén y mujer tiene una in- trinseca y constitutiva dimensién trascendente. Prueba de ello es que el mis- mo matrimonio del principio ha sido asumido como tal como signo ¢ instru- mento de salvacién. Y en esa medida, afirmaba Juan Pablo II en su discurso a la Rota de 2003, «lo humano y lo divino se entrelazan de modo admirable». Se hace necesario en nuestros dias, en un contexto social marcadamente secularizado, también dentro de la Iglesia, redescubrir esa dimension trascen- dente intrinseca al matrimonio y a la familia, superando asi una falsa dicotomia que tiende a separar los aspectos profanos de los religiosos, como si existieran dos matrimonios". Juan Pablo II advirtié sobre el riesgo de ideologizar la no- cién de matrimonio, reivindicando una concepeién diversa por parte de un creyente o de un no creyente, como si el sacramento fuera una realidad ex- trinseca al dato natural y no el mismo dato natural, eaptado por la razén y que ha sido elevado por Cristo como signo de salvacién®. Que la dimensién natural del matrimonio haya sido elevada a la dignidad sacramental no significa que se le hayan afiadido nuevos elementos, bienes, propiedades o fines. Este hecho afecta directamente al examen del consenti miento suficiente para contraer un matrimonio vélido, de la recta intencién necesaria para poner en existencia el sacramento del matrimonio y de la rele. vancia de la fe en la constitucién del vinculo sacramental Juan Pablo II traté sobre esta cuestién en dos de sus discursos a la Rota Romana (el de 2001 y el de 2003). Estos textos siguen siendo referencia obli- gada al tratar sobre esta cuestién®, «Para identificar cual es la realidad que des- Joan Pasuo I, Discus ale Rots Romana, 2003, 9.5 Tid 3. “© Juns Paai.o Tt, Diture ala Rote Romana, 1-11-2001, 9.4 “La doctrina canénica ha destacado a importncia de estos discursos,citindolos como obligado onto de referencia ef C.J. ERRAZURZ M, Contato esacrantent: i matrimanis, n sacrament cit in contrat, Riflesin attormy ad aban tet di van Toman gine, x ANN, Matrimonio es ‘ramento, Cit del Vaticano 2008, 54 B. MONETA, Lslusiane del sacraments Paomomia del fat ‘pede, en ANY, Matrimani e sacraments, cit, 82-85, MF POMPEDDA, Intenzionat sacramental, RAV, Matrinunseonramenty cit, 35-41; M. ROVELLA, I! matrimonio des cata no redent¢ Pecdusone dels racramentalita, on AAW, Matrimonio e sacraments, eit, 117-118, J. M. SERRANO RUZ, Fee evacramente, ets AN, Matrimonin esaraments, 19; A STANKIEWICZ, La giuripraden 10 TUS CANONICUM /VOL, 57/2017 DIMENSION JURIDICA DEL MATRIMONIO CANONICO de el principio ya esté unida a la economia de la salvacién y que en la plenitud de los tiempos constituye uno de los siete sacramentos en sentido propio de la nueva Alianza, el tinico camino es remitirse a la realidad naturab>®, Puesto que el matrimonio sacramental es el mismo matrimonio natural elevado al orden sobrenatural «no se puede configurar, junto al matrimonio natural, otro mo- delo de matrimonio cristiano con requisitos sobrenaturales especificos»*. 3.2. La recta intencién y la cuestién de la relevancia de la fe para la validez del matrimonio sacramental en el magisterio reciente El consent jento que da lugar al matrimonio sacramental est consti- tuido por la «recta intencién de casarse segiin la realidad natural del matri- monio», en cuanto unién indisoluble y exclusiva". Que el matrimonio sea sa- cramento depende de que exista una verdadera entrega matrimonial (el signo sacramental) y de que ambos ednyuges estén insertados en el orden sobrena- tural cristiano por el bautismo*. Para casarse en la Iglesia, en efecto, munca se ha preguntado a los contrayentes «si son creyentes», sino «si quieren casar- se». E] objeto del consentimiento es idéntico para todas las personas, estén 0 no bautizadas. La recta intencién matrimonial no incluye la intencidn —ni im. plicita ni explicita— de recibir el sacramento, sino la de casarse. Para contraer ‘un matrimonio vilido, no seria necesario un acto de fe. Por eso la falta de fe no puede convertirse por sf misma en una causa de nulidad. Su ausencia ~in- cluso radical— no imposibilitarfa que dos bautizados -siguiendo su inclinacién natural- pudieran querer un verdadero matrimonio, que para ellos seria sa- cramento en virtud de su condicién de bautizados'. ‘xin ted extn della sacramental del matrinni,e3 ANNY, Matrimani cramento, ci, 95-97, M.A. ONT, Lewduione della digits saramentae del maritnio nel rete dati dot al girsprudencale, nv HL PRANCHSEI ~ MLA. ORT (a cra), Veit del cons capacta 4 donacone Tem drt canon marinara procsnuae, EDUSC, Roma 2009, 101-127 © Jeux Paso Ml, Das a a Rote Romans, 1TE-2001, n.8 4 Jens PABLO Disa ale Rous Romana, 301-2008, 8 “had, 7: se rata de vers las personas, ademis de vlntificar Ia persona del oto, han eptado ‘erdaderamente la dimensin natural exncisl de a1 matrimonio, que implica por exgen trinsea la ded, la incisolubiidad, fa paternidad y materided otencales, como Benes que integean na slag de justia» Sobre esa cuestion véase el resumen sobre la doceina y el magiserio dela Iglesia en M. Gas [AENDRS, Relconcia mini del ere ore a dignaad sacramental del matimani,polinare Sto di, Roma 2001, 239-312 (M.Gis AIxeNbR, Amminine a matrimonnscramentale «fle dei mabeth en MA. ORTY (ed) Anions alle ntaeeprevensone dela mali dal matimeni, Glee, Milano 2005, 273-274 IWS CANONICUM/ VOL. 57/2017 n MONTSERRAT GAS-AIKENDRI Como decfamos al inicio, el fuerte subjetivismo y relativismo ético y re- ligioso que caracterizan la cultura contemporénea podria llegar a cuestionar en algunos casos la capacidad del hombre y de la mujer de percibir la dimen- si6n natural y criatural del matrimonio, la cual podria quedar afectada por el rechazo del plan creador de Dios. Benedicto XVI se refirié a estos aspectos en 2013, durante su titimo discurso a la Rota Romana”, La imagen de Dios se encuentra inscrita en la dualidad varén-mujer y en esa medida la trascenden- cia es esencial al matrimonio desde el principio". El cerrarse a Dios o el re- cchazo de la dimensién sagrada de la unién conyugal y su valor en el «orden de la gracia», podrfan llegar a socavar la validez misma del matrimonio si se tra- dujera en un rechazo de la obligacién conyugal de fidelidad o de los otros ele- mentos 0 propiedades esenciales del matrimonio”. Asi, Ia falta de fe podrfa ”. Es decir, cabe la posibi- lidad de que la falta de fe se proyecte sobre el objeto del consentimiento ma- trimonial, pudiendo en algunos casos -si bien no de manera necesaria- afec~ tara la misma eficacia valorada caso por caso, sin que puedan hacerse generalizaciones o estable- cerse formulas matemiticas aplicables a todas las situaciones subjetivas de falta de fe vinculo*, La validez de cada matrimonio debe ser 4. ASPECTOS DE LA RECIENTE REFORMA QUE PUEDEN AFEC! ALA ESTRUCTURA JURIDICA DEL. MATRIMONIO En esta segunda parte de este escrito quisiera llamar la atencién sobre al- _gunos aspectos de la reforma operada por el Papa Francisco que a mi juicio pueden afectar a la esencia del matrimonio. Lo sustancial y lo procesal no pue~ den separarse completamente. Asi, a pesar de ser ésta una reforma procesal, toca también en cierto modo algunos aspectos de la estructura juridica del ma- trimonio, © BuNEDICTO XVI, Diswurs le Rote Rimana, 261-2013, n.2 * Joay RAaLo I, Discurs a le Rota Romana, 30-1-2008, 0.3 BeNeDICTO XVI, Discard Rote Romana, 6-1-2013, 90.2 y3 "Thi 9.4 "MGs Ananpa, Fede intenzione nel matrimonio sacrament, Tus Ecclesiae 25 (2013) 324 Che bid, 535. 2 TUS CANONICUM /VOL, 57/2017 DIMENSION JURIDICA DEL MATRIMONIO CANONICO 4.1. El concepto de «mulidad manifiesta» El Motu Proprio Mii udev Dominus Iesus, ha acogido la sugerencia de suprimir la doble sentencia conforme para la eecucién de la nulidad”. También ha tenido en cuenta ~al menos en parte la propuesta del Sinodo de 2014 de establecer un juicio sumario en los casos de nulidad manifesta, al establecer la posibilidad de un nuevo proceso abreviado ante el Obispo". Me referiré, aun- que sin alargarme en este punto, a este proceso mis breve, en cuanto aplica- ble a «casos en los cuales la acusada nulidad de! matrimonio esté sostenida por argumentos particularmente evidentes»'. La institucién de este proceso es ple~ namente congruente con los principios de celeridad y de simplificacién que rigen la reforma. A la vez, el Legislador es consciente de que la abreviacién del juicio puede «poner en riesgo el principio de indisolubilidad del matrimonio», y por este motivo ha decidido instituir como juez. de estas causas al mismo Obispo, «que en virtud de su oficio pastoral es con Pedro el mayor garante de Ja unidad catélica en la fe y en la disciplina»" La nueva redaccién del c, 1683 CIC establece que compete al Obispo juz- gar las causas de nulidad cada vex. que la peticién haya sido propuesta por am- bos eényuges o por uno de ellos con el consentimiento del otro y «concurran circunstancias de las personas y de los hechos, sostenidas por testimonios o do- cumentos, que no requieran una investigacién o una instruccién més precisa y hhagan manifiesta la nulidad». El concepto de nulidad manifiesta reclama a nues tzo juicio una especial prudencia y una comprensién adecuada de la naturaleza del pacto conyugal y de sus eriterios de validez”. Es bien sabido que en el exa- "Baca expresién se utiliza en el Moru Proprio. Debe tenerse en cuenta sin embargo que ls sen tencias de moldad candnica son meramente declarativas. La geutvidad se efere slo la pos bila de contracr nuevas nupcis eandnicas por pate de quien obtenido una sentenca fi me pro malta. ‘Una de las caracteritcas més destacadas dela reforma sal vex sea que reuerza la posicié del Obispo como juez dela didcess,encomensndol la obligaién de jugar personalmente algunas causa de mlidad, Exe es un cambio importante no so respecto a Ta ramitaion dela mold des matrimonials, sino respec al citer hasta ahora etablecido en el Cdigo de descentraliat Ia actividad judicial. La razn dela reserva de este procedimiento abrevado al Obispo es ~como sefala el Moa Proprio~ garanizar la ndisolublidad del matrimonio. Cf. M. Roca FERNANDEZ, La reform del prc canincy dels casns de nid matrimonial: dels propuestas previa la nace regain, Revista General de Derecho Candnico y Derecho Erlesisico del Estado 40 2046) 18. FRANCISCO, Motu Proprio Mit ladex Duminus low, Proetsio, IV. La cursva es nuestra, Td El Motu Proprio hace referencia a «una forma de proceso més breve ~en afiadiura al docu- mental actualmentevigente-, para aplicarse en los cass en fos eles la acusada muldad del ma IWS CANONICUM/ VOL. 57/2017 B MONTSERRAT GAS-AIKENDRI men de la nulidad se podria correr el riesgo de desviar el centro de atencién del momento fundante del matrimonio, es decir, del pacto conyugal, hacia la vi- vencia existencial de la vida matrimonial, vaciando de este modo el matrimonio de su esencia objetiva, y terminando por confundir el fracaso con la nulidad” El art. 14 de las Reglas de procedimiento para tratar las causas de mulidad, menciona una serie de circunstancias que podrfan permitir tratar la causa a través del proceso més breve. El Subsidio aplicativo del Mota Proprio, redacta- do por el Tribunal de la Rota Romana y hecho piiblico en enero de 2016, ha sefialado expresamente que «no son nuevos capitulos de nulidad», sino «si- tuaciones que la jurisprudencia ha enumerado como elementos sintomiticos de invalidez. del consentimiento»”. Se trata de una serie de hechos con valen: cia heterogénea. En algunos casos la prueba de estos hechos o circunstancias equivale a la prueba de la nulidad, como por ejemplo Ia ocultacién dolosa de ln esterilidad 0 de una grave enfermedad, un motivo para casarse tot extrafio a la vida conyugal 0 consistente en el embarazo imprevisto de la mu- jer, o bien la violencia fisica ejercida para arrancar el consentimiento, En otros casos, sin embargo, se trata de hechos o circunstancias que no constituyen por simismos prueba de la nulidad: éste es el caso de la falta de fe que puede ge- nerar la simulaci6n del consentimiento o el error que determina la voluntad, la brevedad de la convivencia conyugal, o el aborto procurado para impedir la procreacién. Estamos ante una mera ejemplificacién de hechos que podrian constituir indicios de una «nulidad manifiesta», pero que no son en todos los casos necesariamente su causa inmediata ni su prueba fehaciente. Las pruebas que deberén aportarse son las relativas a los hechos que fundamentan la causa de nulidad, no solamente las que se refieren a la verificacién de los hechos ejemplificados. Es decir, no siempre ni en todos los casos habré necesaria- mente nulidad, que deberé probarse caso por caso" yente C.J, Ena M, I! matrimnis a famigi ual ene grit desl. i, 49. * ‘TAMUNAL AzosTOLiCO Ds LA ROTA Rosana, Subs apeative de! Motu Proprio Mis adex Do minus lw, Chudad del Vaticano, enero de 2016, 33 Bracsst, Repl de preemies pare trata les us de nada de mariana at 14§ eB ‘ee las circunstancias que pueden permite estar la cats de nlidad del matrimonio a eaves dl proceso mis breve sepsn los cinones 1683-1687, se cuentan por cjemplo a falta de fe que pue- Se generat la simulacién del consentimiento o el error que determina la voluntad, la brevedad dela convivencia conyugil, el sborto procurado para impedit la procreacin, la obstinada pet- ‘manencia en una relacign extra conyugal al momento de las nupcia o en un tiempo inmedista- mente sucesvo, I acultacion doloss de la exteildad o de una grave enfermedad contagioss 0 de hijos acidos en una relacin precedente o de un encarcelamiento, un motivo para casarse total ‘mente exteatio la vida conyugal 0 consistente en el embarazo impresiswo de la mer, a vilen 4 TUS CANONICUM /VOL, 57/2017 DIMENSION JURIDICA DEL MATRIMONIO CANONICO El hecho de que dicho proceso se desarrolle ante el Obispo, el cual a me- nudo no seré experto en Derecho candnico y de que la investigacién prejudi- cial® pueda ser confiada a personas no necesariamente expertas en el émbito jurfdico eclesial®, hace particularmente pertinente que el instructor y el ase~ sor tengan muy en cuenta la distincidn entre la prueba del fracaso y Ia prueba de la nulidad y entre la prueba del indicio y la prueba de la causa de mulidad, 4.2. La falta de fe que puede generar la simulacién del consentimiento a el error que determina la voluntad Entre los hechos y circunstancias mencionados por las Reglas de proce~ dimiento, quisiera hacer particular referencia a la cuestion de «la falta de fe que puede generar la simulacién del consentimiento o el error que determina Ja voluntad>*. El supuesto es la falta de fe en cuanto causa de una nulidad por simulacién (¢. 1101 CIC) o por error determinante de la voluntad (c. 1099 CIC), Este punto conecta con cuanto hemos expuesto en la primera parte de esta intervencién y toca de Ileno una de las cuestiones de fondo que estamos planteando: ;Son capaces el hombre y la mujer de hoy, inmersos en un mtun- do secularizado y marcado por la cultura postmoderna, de comprender y que- rer para s{ una auténtica unién matrimonial?" Para tratar de comprender mejor la mente del Legislador sobre este pun: to es preciso acudir a dos de sus iltimos discursos a la Rota Romana, en los que Francisco ha hecho referencia a esta cuestién. En el discurso del afio 2015 el Papa Francisco ha tratado sobre el contexto cultural secularizado en el que se forma hoy la intencién matrimonial de muchos novios". El Pontifice se pregunta hasta qué punto quienes se encuentran inmersos en un ambiente en tia flsica ejercida para arrancar el consentimiento, la falta de uso de razén comprobada por do- tsamentor medicos, ee, FRANCISCO, Reglae de procedimients pare tatar ls caus de malided de matrimonio, a. 2. © Died a3 fr ¢ 1683 CIC y are. 14-6 1 Reglas de procdimicnts para tratar las causa de nid de mari 121 de enera de 2017, cuando este articulo se encomtraba en proceso de edicién, el Santo Pa- dre ha dedicada noevamente st alocucién anal a Ts Rots # la relacin entre fey matrimonio. EI Papa se refiere alo que Pablo VI denomins en su Discurso a Ia Rota de 31-1-1974: «la en fermedades del hombre moderna». Coneretamente, «un elaivsme sistemstico que fo induce las elecciones mae file de Ia sitwacidn, de la demagogi, dela mods, de la pasin, del hedo- riamo, del cgoismo, de mancrs que, exteriormente, intents impugnar Is “sutridad de la ley", ¢ ineriormente, cs sin percatare, susitoye el imperio de ls comciencia moral con el capricho de Ia concienciapsicoligicam IWS CANONICUM/ VOL. 57/2017 15 MONTSERRAT GAS-AIKENDRI el que se ha abandonado la perspectiva de fe, pueden tener un conocimiento adecuado sobre lo que es el matrimonio cristiano, El alejamiento de Dios comporta indudablemente una pérdida del vigor y de la claridad en el plano ético’’. Quien no ha recibido una educacién en la fe ni vive una vida cristiana puede tener una concepeidn errada del matrimo- nio, entendiéndolo como una relacién que se configura segiin los deseos de las partes “isoluble, no exclusiva, no fecunda— que difiere sustancialmente del proyecto divino, es decir, del matrimonio como realidad natural. Estas con- vicciones pueden fraguar en contextos familiares y sociales en los que la per- tenencia a la Iglesia catélica es cada vez menos significativa desde el punto de vista doctrinal y espiritual. Como esta fe superficial constituye la fuente de- cisiva para el conocimiento prictico del matrimonio (sobre la naturaleza del vinculo y de sus propiedades esenciales), la crisis de fe puede comportar una crisis sobre la verdad natural del vinculo conyugal En su discurso de 2015, Francisco afirmaba que «el abandono de una perspectiva de fe desemboca inexorablemente en un falso conocimiento del ma~ trimonio, que no deja de tener consecuencias para la maduracién de la volun- tad nupciab>“, Es necesario, sin embargo, determinar cusles son esas conse- ccuencias especificas y si éstas han llegado a comprometer la validez del vineulo 21 Pontifice sugiere valorar el influjo de la falta de fe en el falso conocimiento del matrimonio a través del error determinante de la voluntad (c. 1099 CIC)”. Elerror es en si mismo un estado del intelecto que por si solo no pue- de causar la nulidad del matrimonio. No todo error entra a formar parte de Ia conereta voluntad matrimonial”. El criterio discriminante del error in- matrimonial en cada caso". validante consiste en que dicho error determine la voluntad, Determinar no significa tanto mover, como delimitar el objeto del consentinsiento en un senti- do no matrimonial. Cuando vn error especifica el objeto del consentimien- © C.J, ERRAZURZ M, 11 matrimonio el famigha quale bene gine ecleiale.. ct, 242 © hid, 68 Baaxcisco, Dicun ale Rota Romana, 3-1-2015, La cursiva es nuestra © M. Gas AnweNoRt, Cuter, fede e canwensa del matrimonio, us Fecesiae 27 2015) 473 ® sl error acerca de la unidad, de Ie indisolbildad ode a dignidad sacramental del matrimonio, on tl que no determine a la voluntad, no viia el consentimiento matrimonial» Se podeia hiposéticamente estar de acuerdo con ef divorcio y desea paras una win indsols- ble. ¥ ze puede considerar el matrimonio como una uni6n indsoluble ya la vez excuir Is indi- solubilidad del propio matsimonio por un determinado motivo: por ejemplo, no estar conven ddode que esa persona sa a adecuada como ebnyuge. 16 TUS CANONICUM /VOL, 57/2017 DIMENSION JURIDICA DEL MATRIMONIO CANONICO to dicha concepcién errénea pasa a formar necesariamente parte de la vo- luntad del contr yente. Si tal error recae sobre un elemento esencial del matrimonio, corrompe necesariamente el acto de voluntad matrimonial” El Subsidio aplicativo del Motu Proprio Mitis Iudex es a mi juicio poco pre~ ciso al afirmar que «la descristianizacién de la sociedad actual provoca wn gra- ve déficit en la comprensién del propio matrimonio, hasta el punto de deter- minar la voluntad>”. Parece sugerir un féeil nexo causal entre la falta de fe, el ambiente cultural en el que vivimos y el error determinante de la voluntad 0 Ia exclusién. Subyace aqué algo del viejo esquema contractualista que conside- ra que el dato cognoscitivo esté mediado por la cultura dominante, de modo que en un contexto descristianizado, seria muy dificil -si no imposible la for macién de wna auténtica intento faciendi id quod fact Rcclesia. Fl ordenamiento canénico, como ya se ha visto, no propone un esquema matrimonial prede. terminado por el legislador y desconectado de la antropologia de los contra yentes. También hay que tener en cuenta que el exror por si mismo, por arrai- gado que esté, 0 por acompafiado que esté de falta de fe, no necesariamente determina la voluntad. Ser necesario probar caso por caso que el sujeto ha in- troducido dicha concepcién errénea hic et nunc en el objeto de su consenti- miento matrimonial, vieiéndolo de rafz Siguiendo el magisterio de sus predecesores al que ya se ha hecho refe- rencia, el Papa Francisco recuerda que el objeto del error debe afectar diree- tamente a la «realidad natural del matrimonio»™. Por otra parte, la ausencia de fe puede desembocar también en un error sobre el matrimonio que consti- tuya causa de simulacién. Pero no eabe establecer automatismos entre falta de fe y estos dos capitulos de mulidad, como ya afirmé Benedicto XVI en 2013”. PJ. Vunapaice, El conrentiniento matrimonial, Eunsa, Pamplona 1998, 156; S. BERLINGD, Linu tonomia delle diverse faispecie dell crore del doo (Cann, 1091-1099 CIC), et AN, Errore e dale nel cnsense matrimoniale canon, Libreria Rditrce Vaticana, Cit del Vaticano 1998, 37-38. “TauRENAL APOSTOLICO DE LA ROTA ROMANA, Subiieaplicntve del Motu Proprio Mite ldex Di- sins Tes. 6, 34 “Semejante error no solo amenaza Ia estabilidad del matrimonio, su excasvidad y fecundidad, sino también la orientacion del matrimonio al bien del otto, el amor conyugal como “principio el consentimiento, la entrega reciproca para consituir el consorcio de toda la vida. “Fl ‘matrimonio tiende a ser visto como wa mera forma de graiicacién afectivs que puede const twirse de cualquier manera y modifiarye de acuerdo con la sensbiidad de cada uo" (Exors i apostlica Ruangel geudium, 66), smpulsando alos contrayents ala reserva mental sobre lt ddracién misma de la unin, o su exclusividad, que decaria cuando la persona armada ya no rex- lizare sus expectatvas de bicnestarafectivo>. FRANCISCO, Distro a la Rota Romane, 28-1201 ® BENEDICTO XVI, Ditcurs a le Rote Romana, 26-2013, n, 3 IWS CANONICUM/ VOL. 57/2017 7 MONTSERRAT GAS-AIKENDRI El juez debe valorar caso por caso el aleance del error sobre la voluntad con- creta del contrayente' El Papa declaraba en su discurso de 2015 que la eventualidad de este tipo de error «ya no debe considerarse excepcional, como en el pasado, justamen- te por el frecuente predominio del pensamiento mundano sobre el magisterio de la Iglesia». La llamada presuncién benedictina, formulada por el Papa Be- nedicto XIV en el siglo XVIII establecia que debia presumirse la existencia de una voluntad general prevalente de contraer verdadero matrimonio. El error in- validante se consideraba excepcional y comportaba probar en cada caso la exis- tencia de una positiva voluntad contraria al matrimonio mismo 0 a sus pro- piedades esenciales provocada por dicho error” Hoy esta presuncidn tiene ya escaso valor. En primer lugar porque, a mi juicio, implica entender el consentimiento matrimonial como adhesién a un esquema legal o a un modelo cultural, En segundo lugar porque el contenido real del consentimiento debe ser evaluado caso por caso. Por eso no cabe es- tablecer tampoco la presuncién contraria: es decir, que en el actual contexto cultural postmoderno, secularizado y a menudo lejano de los principios eris- tianos, nadie esté en condiciones de prestar un auténtico consentimiento ma- trimonial. ¥ ello precisamente porque existe una inclinacién natural que es inherente al amor conyugal, que mueve al don de s{y a la aceptacién del otro como cényuge. Podria afirmarse sin embargo -tal como sugiere el Papa en el discurso— que hoy es més ficil que las ideas erréneas sobre el matrimonio de- terminen la voluntad hacia un objeto matrimonial falso. Durante el Sinodo del afio 2015 se discutié la cuestién de la relacién fe sacramento y la relevancia de la fe”. La falta de referencia a esta propuesta en la Relatofinalis debe considerarse como expresién de mantener inmutada la doctri- za precedente sobre este punto, que ya ha sido expuesta””. De hecho, el discurso > EL jez, al ponder a valider del consentimiento expresid, debe tener en cuenta el contesto de valores y de feo de su carencia o ausencia— en el que s ha formado la intencién matrimo- nabs. FRANCISCO, Discurea la Reta Romana, 28-1-2015, Tid P. Mayan, eror que determina lr vluntad, Eunsa, Pamplona 1997, 27-31. Sobre la presuncién ‘benedieting, véase BENEDICTO XIV, De synods diocesan libri tredecig, 2,1. 13, 6.22, 0.7. G.BERTOLINY, Riflesion crea recon evlusiont dottrinal giurepradencial 10. La propuesta desapareciS como tal ya en el Instrumentum labors publicado el 23 de junio de 2015, cra recibir las respucstss alas preguntas planteadss por la Secretaria del Sinodo, Elm. 115 de este documento indica que «respecto a l relevancia de a fe personal de los navios para lava Tidez del consentimiento, # sefiala una convergencia sobre la importancia de la cuestién y una 18 TUS CANONICUM /VOL, 57/2017 DIMENSION JURIDICA DEL MATRIMONIO CANONICO del Papa Francisco a la Rota del afto 2016 aclara que la fe no se requiere para la validez del sacramento. No ¢s necesario ni un acto de fe ni una intencién saera- mental, considersndose suficiente la voluntad dirigida al matrimonio como rea- Jidad natural. La fe a la que se refiere el Pontifice es el habitus fide, fe infusa en el momento del bautismo y que acta también cuando el sujeto no manifesta una adhesin a las verdades doctrinales. En Ia base de esta afirmacién subyace un he- cho teol6gico importante: Ia sacramentalidad del matrimonio tiene su rafz en el autism". Quien recibe este sacramento es hecho capaz de actuar como cristia no. En relacién al matrimonio se puede afirmar que el bautizado tiene la capaci- dad de casarse como hijo de Dios, de manera que su unién matrimonial sea de hecho sacramental. El fiel cristiano ~por la fe informe recibida al ser bautizado— tiene la capacidad de poner en existencia el signo sacramental del matrimonio" El Pontifice hace asimismo una expresa referencia al conocimiento por connaturalidad del matrimonio. «No es raro que los novios, empujados al ver- dadero matrimonio por el instinctus naturae, en el momento de la celebracién, tengan un conocimiento limitado de la plenitud del plan de Dios, y slo des- pués, en la vida familiar, descubran todo lo que Dios, Creador y Redentor ha establecido para ellos». En continuidad con todo el magisterio precedente, el Papa reafirma que «la calidad de la fe no es una condicién esencial del con- sentimiento matrimonial, cl cual, de acuerdo con la doctrina de siempre, pue- de ser minado solamente a nivel natural". Por eso los errores que afectan a la naturaleza sacramental del matrimonio deben evaluarse con mucha atenci6n’ Esta interpretacién de la realidad sacramental del matrimonio y de la re- levancia de la fe se eoloca en continuidad con la tradicién y con la praxis de la Iglesia, que: 1°) ha reconocido siempre la validez. de los matrimonios entre no bautizados, que son sacramento al bautizarse ambos cényuges (sin renovar el consentimiento ni exigir una intencién dirigida a constituir el sacramento o un variedad de enfoques en la profundizacién», Documento disponible en la web del Vatieano: Ihusp//wwwsvatican.va/roman_curia/synod/documents/re_synod_doc_20150823_instrumen- tum-xiv-assembly_sp hun! (Shima vista, 2 de diciembre de 2016). 'T RINCAN-PEREZ, «Fe pat la celebracidn del matrimonio», en J. OTABUY— A. VIANA =J. SE DANO (eds), Disiemaria General de Dercba Cansnic, wo. TH, Thomson Reuters Araneadi, Cina ‘Menor (Navarra) 2012, 912 La fe, en cuanto virtud infuse o hibit, etéradicada en ol alma del cristiano por el Bautismo. Para satantizar ls valida celebracién del matrimonio bastaria aquela fe que se ha sida infundila que ho pueae sercancelada, M. GAs AIKENDRI,F pail an matrimonio valde sena fede. ct, 147 ‘Aunque la faente que se cita para esta afirmacién es ele, 1085 CIC, e indudable a comexién con el discurso de Juan Pablo If en 2003 y el de Benedicto XVI en 2043, ya comentados més arriba. "Tid IWS CANONICUM/ VOL. 57/2017 19 MONTSERRAT GAS-AIKENDRI acto explicito de fe personal)"; 2°) no duda acerca de la validez del matrimo- nio de un catélico con un no bautizado si se celebra con la debida dispensa™ Ciertamente este iiltimo matrimonio no es sacramento, pero lo seré con el bautismo de la parte no catdlica desde el momento en que reciba este sacra ‘mento; 3*) ha considerado siempre validos y sacramentales los matrimonios de los cristianos que no estén en plena comunién con la Iglesia, En definitiva, por lo que se refiere a la nulidad manifiesta en los supuestos de falta de fe, debe quedar claro que la constatacién de dicha situacién no se- rfa suficiente para probar la nulidad del matrimonio. No cabe por tanto esta- blecer automatismos causales entre la situacién de falta de fe y el error deter- minante 0 exclusién de la sacramentalidad. La falta de fe serfa sélo indicio de una posible nulidad, siendo n Ia falta de fe ha afectado a la recta voluntad matrimonial, bien por error de~ terminante de la voluntad, bien por simulacién. sario probar, caso por caso, en qué modo 5. CONCLUSIONES La constatacién de los profundos cambios que el actual contexto social y cultural ha producido en la percepcién del matrimonio y la familia no justifi- ca abandonar los parametros juridicos clisicos sobre la validez. del consenti miento, Fsto levaria a una desjuridificaciin del matrimonio, que se identifica. ria con la dimensién psicol6gica y sociolgica de la relacién, como ha ocurrido en numerosos ordenamientos civiles". Se caeria asi en el individualismo que, tanto los trabajos del Sinodo de 2015 como Ia Exhortacién apostélica Amoris laetitia, han considerado una de las causas de la crisis de la antropologia del don y de la familia". La invitacién del Papa Francisco a una conversién pastoral de las estruc- turas eclesidsticas juzgando las situaciones concretas sin encerrar Ia salvacién © EL Papa ha recordado recientemente que «cuando dos cényuges no crstnos se bautizan, no ot tusmo que Fecben ess unin se vuelve automaicamentesacramentaln, FRANCISCO, Exhortcin he Amore ati, m5. "AN BABLO TL, Distr a Rots Roman, 80-1-2003, a8 "© Bs dec, cuando ol nic matrimonials consider baadavnicamente en cslidades personales, interest o araciones, es evidente que J nose manifisa como una teadad nara sino como ‘una stuacion dependiene de acta persverancia dla volutad en fncin de la perstenca de hhechos ysemtimlentoscomingentes>, JUAN PABLO TL, Diss «le Rote Rana, 1-1-2001, 2.8. © Relat fils 2015, 8,10, 30-34 FRANCISCO, Exhortacion spostsin ima aetita, a 33,39 20 TUS CANONICUM /VOL, 57/2017 DIMENSION JURIDICA DEL MATRIMONIO CANONICO de las personas en las estrecheces de la juridicidad, se deberd traducir en ayu- dar a establecer la verdad en el momento del consentimiento”. Es necesario, hoy més que nunca, examinar Ia voluntad real de los contrayentes en cada caso concreto, dejando de lado presunciones o constructos que alejan el juicio de la verdad sobre la validez de un determinado matrimonio. El Derecho canénico debe ser capaz de expresar la dimensién jurfdica del matrimonio como realidad humana. La interpretaci6n y aplicacién de las cau- sas de nulidad debe tener en cuenta los retos que la cultura postmoderna plan- tea, sin dejar de ser coherente con la realidad ontolégica del matrimonio y su cardcter de inclinacién natural. Necesitamos acabar de desprendernos de los restos de categorfas que provienen del contractualismo y del iuscorporalismo y ser capaces de formular sobre todo a nivel jurispradencial- categorias que, con un alcance metafisico-realista, ayaden a comprender si una voluntad ha sido o no matrimonial, En el contexto cultural en el que vivimos ~al menos en los paises occi- dentales~ quiza adquiera cada vez mayor relevancia el error determinante de a voluntad, como sugiere el Papa Francisco. No es imposible querer un ver dadero matrimonio, pero puede ser més fécil caer en una especie de error préctico, porque las ideologias se han materializado en estilos de vida y no ti nen un influjo meramente en el campo de las ideas y las convieciones, sino que legan a crear patrones de conducta que influyen en la toma de decisiones. La constatacién de esta realidad no deberfa sin embargo hacernos caer en el derrotismo 0 en el pesimismo antropolégico. «Los grandes valores del matri- monio y de la familia cristiana corresponden a la busqueda que impregna la exis- tencia humana», Coincido con ef Cardenal Caffarra cuando afirma que la r construccién de la visién cristiana del matrimonio en la cultura occidental s¢ un recorrido largo y dificil. El primer paso es descubrir las evidencias origina- rias sobre la familia, y para eso ser necesario quitar de los ojos del corazén las cataratas de las ideologias, que impiden ver la realidad. Se trata de la pedagogia socrético-agustiniana del maestro interior: recuperar el

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