Este libro al igual que cualquier otro detalla un punto de vista que puede ser tomado o no.

En la

primera parte presenta una historia interesante acerca del origen de la violencia y la ley en el

cual se plantea un panorama catastrófico de la interacción social humana “El orden, las

jerarquías, el poder y el lugar que ocupan los individuos en relación con los demás se organizan

a partir de la fuerza, la que llega así a ser la primera ley del hombre.” Para el punto de vista de

quienes redactan este texto esto no es así, ya que no es la fuerza la que determina un puesto en

la jerarquía, los seres humanos incluso desde tiempos primitivos han poseído competencias,

recursos, cualidades psíquicas y físicas que son las que han determinado el éxito de cada

individuo, aunque suena algo frío es cierto que la inteligencia, las habilidades sociales, el color

de piel, la altura, las ganancias, son todas estas características las que han puesto a un individuo

en una determinada escala jerárquica, con esto se quiere decir que no es la fuerza lo que

organiza el orden jerárquico, ni es la fuerza el poder, sino más bien es el poder de ser

competente. Ahora bien, existe un problema con las jerarquías, y es que generan ganadores y

perdedores, y los ganadores tienen mayor probabilidad de seguir ganando al igual que lo

perdedores seguir perdiendo, esto lógicamente puede causar problemas en las escalas más

bajas, ya que la sensación de no poseer poder, de no ser competente, es lo que causaría que

quienes estén en un status bajo, es decir un perdedor, un débil, pueda generar en el un

resentimiento y una sed de poder, este es el problema en sí, he ahí la psicopatología de aquel

hombre adulto adolescente eterno incompetente, que en su incapacidad para obtener las cosas

mediante su inteligencia y nobleza recurre a la fuerza, porque es débil, no es para nada fuerte,

ni mucho menos poderoso, se puede ver a diario como estas personas se hacen famosas por sus

delitos en búsqueda de poder, violaciones, maltrato, asesinatos, asaltos. El poder no es tiranía,

la tiranía es corrupción. Este factor “poder” = “competencia” no es algo novedoso, es muy

antiguo, está arraigada a la naturaleza.

Este libro también habla acerca de un punto muy importante y de sentido común, la

responsabilidad. Que los seres humanos reconozcan que tienen cierta responsabilidad en la
aparición y/o mantenimiento de la violencia en cualquier ámbito, es necesario que la gente

asuma las cosas desde el modo en que cada uno es responsable de que el mundo sea peor o

mejor. Se entiende que son las acciones de cada individuo las que contribuyen a la aparición y

secuencia del ciclo de la violencia, por lo tanto es lógico pensar que cada acto o cosa que el ser

humano haga resulta de gran importancia ya que de una forma u otra tendrá efecto en si mismo,

en su entorno inmediato y en toda la sociedad, si es visto de modo, se asume que cada individuo

debería ser responsable de su hablar y actuar, siendo las gente seria cuidadosa con lo que hace

y dice, lo que significa actuar con honestidad, para luego evitar mentir.