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Capitulo 4. Boedo contra Florida Dos miradas estéticas' . vo lejos de formar parte de : mas bien, su iral de izquierda durante ! | aco al anarquismo. U de ubicar esta revista como ; | fierrista respecto de esta disputa, ruc ones del Grupo de Boedo ipo de Florida. Aqui vamos 10 desde Boedo se interpreté esta das en ‘veces incluso otorgando através de la mirada de los a presentar otra perspect ica, que si bien no eas en diversos momentos ya sea desde Extrema ss Pensadores y Clar los espacios centrales del cuerpo extension y en forma de ensayo isin propia desde sus primeros junio de 1925 y rida resuité medular y de iva para el Grupo boedista te y la novela semanal -como exponentes de un de masas de tinte px conservadlurismoacadémico ligado cen represeritando dos eton -y en algunos caso: hora de abordar un hecho a iden’ arte soci ores, Boedo surgié les, en su mayor renovacién ¥y se propone a sus integrantes como tina de este anhelo de tre y por ello, a este debate desde el mismo N° Ty el N? 120 que la polémica Boedo/Florida asume na posicidn central tanto en estas publicaciones como en aquellas que no responden a los grupos en cuestién.? naimero ientacion, Ao IV, N° 114, Sep iy el Lenin le otorga a la dicot cardcter infranqueable y muy superior a una mera estética, Por otra parte, el origen de los nombres, Ia produccién de ambos grupos y quiénes son sus miembros mas representativos se explica en el N' donde se recorta el debate acerca de lo Se trata simplem ‘Como observamos, el origen de los nombres de los grupos que tanta ivé posteriormente y que hemos 1 referido a la critica literaria® queda aqui preferidas , esto es, el sarcasmo y el rebajamiento del oponente hasta la caricatura para demarcar la superioridad propia. No se le otorga a a 10 que se lo desacredi han hecho tirajes Han aparecido vvenden 300 ejemp! . de Jorge Luis Borges Ide Borges con el de de Hidalgocon amos on el epitafio, pero creemos .ejempl cima parte de ese nimero. Al respecto es importante bien es probable cierta exagera ‘martinfierrista y el alcance continental de Caridad dan sobradas muestras idad de esta diltima y la poca llegada de la pr Luis Emilio Soto, autor proveniente de Proa y de Mc nombrado por la may‘ conceptos opus id de es estos que sacude expres mo, Soto seitalaa los autores més rep feraria aunque aclara que éstos, mis alli de “inicos que existen ni el grupo que comandan esta conformado por jévenes que simplemente los roclean y admiran, La izquierda literaria seria algo némico y amplio: jue ellos se proponian como un posible espacio de confluencia. Tis Pens busca responder a estos postulados de La Campana de Palo mientras debate con May ue propone la existencia de izquierdistas que confluyen en «el fondo» de sus cteaciones estéticas. No en este mismo N° 115 los redactores de Las Pensadores aida iz solo grupo a todos los escritores de que en ese momento estan. nueva generacion joma en Sus manos eva gen » que & |, puede ser la que realice un arte de vanguardia, 113, Op. Citp.1. Palazzo y el propio produccién de este arte: esti al alcance de las masas obreras, y que para el idad de recepcién durante la propia pr ¢ e8ajeno a la realidad cultural de In época y al alosataquesde Martin Fi de Los Pensadores. Bajo el no vemos la viga en el nue inojado» sus a seria parece un juego inge- legiar Ia recepeién masiva st feratura 0 modificar el las paginas de Los igiendo a los 1747) autores de Florida, En la seecién «Cartas abiertas», donde la redaccién boedista explica ivos por los cuales no se publicaron ciertas colaboraciones, Lemos esta respuesta: «Mande su poema ‘No puedo’ al periddico futurista ‘Martin Fierro’. Un nimero después se le propone M ictuoso colaborador: «Trate de relacionarse con un tal Borges y gale su soneto. Vd. que ima anil con afl, seri su secretarion," En los iiltimos nimeros de Los P 's de Los Pensadores, antes de cambiar su nombre por el de Claridad, contintian estos debates con el mismo encarnizamiento. Sera Roberto Mariani quien en st tu articulo «Los nuevos ricos de la Titeratu aso remarea la diferenci al que considera un de la estética de los smartinfierrista, tegodeo literario, y la armonizacién y profundidad iembros de Boedo: nos basta con terra. Mi se mismo, que en Ia esquina de ‘Viamonte y Suipacha aguarda vergonzosamente que se ausenten © suban al wanvia esas chicas para entrar el af edilo Pete pat ww él al edi del Banco de Teng ot void a mini och todo con i de piidica ostentacién de. literatura... ¥ por el otro lado, tener los paisajes, las pasiones humanas, 105, la psicologfa.” Respeeto del uso de la metifora, que aiin hoy se propone como una diferenciacién central a la hora de abordar las estéticas de Boedo yde Florida, Mar la su vision sobre este recurso literario sin negar su ulilidad, sino, mas bien, contraponiendo la manera en que se presenta en los textos de los autores martinfierristas con el lugar que le otorgan los integrantes de Boedo: oun fin, La gre cht que debe integra fa es un ele} compos 19 Mac 120, 0p. 176, carece de solo ni es nites rio, ni es lago, ni es vapor Los fragmentos analizados nos permiten destacar no sélo la importancia del debate, sino también las marcadas diferenciaciones entre ambos . segin la mirada boedista. Desde esta perspectiva no-hay posible, més alla de que algunos autores. puedan. haber pertenecido primero a un grupo y luego a otro, o que miembros de ina mesa de café, Titerarios, Sus pricti las amistades hermanos Tufién tuvieron con los integrantes de Boedo no ‘que sean los receptores del irdnico epitatio «A los Gonzalez de Florida». hora de proponer perspectivas estéticas, los dos grupos conformaban trincheras opuestas e inconciliables, Pero no slo desde Boedo se subrayé Ia dicotomia. La redaceién del grupo de Florida responde a un ataque de Roberto Mariani con estos ténminos: de propaganda La contraposicién es nitida, ni desde Boedo ni desde Florida se pensaba jera en un posible acercamiento entre sus planteos. Si desde Boedo se pregona un arte militant, inmerso en las discusiones sociales y politicas de su tiempo, Martin Fierro levantaré las banderas del apoliticismo de una defensa de una supuesta independeneia estética, icacién, Evar Méndez, bajo el titulo de jin», sefiala la postura del grapo respecto de la posicién politica de parte de sus integrantes en el momento en que un sector d smbros de Florida apoyaba la candidatura presidencial de Hi igoyen.” A pesar de la extensién de la siguiente cita, consideramos conveniente la transcripcién de gran parte del articulo debido a su ca cesclarecedor sobre las distintas posturas esgrimidas por Boedo y Florida: SEAL, Buenos Aires, ” juzgados por aspit LaRedaccién™ La distancia entre estas palabras y la literatura de Boedo es enorme, Boedo observa el barrio y sus mérgenes, el arrabal, el subu suefios de hacer la Américas no la in para siempre Ia fisonomia de la ciudad; cansados, ojos inyectados y caras de tiza con manchas azules en sus brazos a causa de la morfina como escape al dotor. Todo esto no es para de Florida otra cosa que el auguran un gran futuro por el uso de imagenes y metéforas y le ingenes de la ciudad: confesién de dofores no- jas entre ambos grupos se mani que editaban, Sus respectivas lanchones del puerto, de los org e o por el barra del suburbio; Rivero respecto de respondemos que si, Capitulo 5. Boedo: la voz de los inmigrantes (Para un estudio sobre la identidad nacional) yy clases sociales. Las clases sociales s 10s todos parte del constituido fundamentalmente por inmigran ropa pregonand de las nacionalidades «puras», la Argentina no quedé exenta de ese wroceso en el que se pretendia instalar un mitico ser nacional gauchesco del proletariado inmigrante -0 hijo de la inmigra lascalles del pais con sus protestas. ELfascismo igrantes y contra apuntaron Sus dardos contra el méximo emblema para sus objetivos de hegemt lo contraponer las

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