You are on page 1of 85
CAPITULO XE POLINOMIOS DE COEFICIENTES RACIONALES § 56. Reducibilidad de los polinomios sobre el campo de los niimeros racionales. EL tereer campo numérico que, junto con Ios campos de nime- ros reales y de nameros complejos tiene para nosotros un interés especial, es 6] campo de los nimeros racionales; éste Jo designaremos. mediante R. Entre todos los campos numéricos éste es el mas pequeiio, pues, como se demostré en el § 43, el campo FR esta contenido total- mente en cualquier campo numérico. Ahora nos va a interesar el problema de la reducibilidad de los polinomios sobre el campo de niimeros vacionales y, en el siguiente parrafo, ce] problema de Jas s racionales (enteras o fraccionarias) de los polinamios de coeficientes racionales. Subrayemos una vez mas, que éstos son alos problemas distintos; por ejemplo, el polinomio a) 2g? 4d (42 1)? es reducible sobre cl campo de niimeros racionales, a pesar de que no tiene ninguna raiz racional. iQué se puede decir de la reducibilidad de [os polinomios sobre cl campo A? Ante todo, obsérvese que, dado un polinamio f (2) de coelicientes racionases que no sean todos enteros, entonces, reduciendo éstos a un comin denominador y multiplicando f (z) por este denominador, igual, por ejemplo, a &, resulta un polino- mio &f (2) cuyos coeficientes son ya nimeros enteros. Es evidente, que los polinomios f (2) y &f (z) tienen raices iguales; por otra parte, éstos son a la vez reducibles o irreducibles sobre el campo f. Mas, por ahora, no tenemos derecho de limitatnos a estudiar en adelante Jos polinomios de coeficientes enteros. En efecto, supon- gamos que el polinomio ¥ (x) de coeficientes enteros es reducible sobre el campo de los ntimeros racionales, a sea, que se descompone en factores de menor grado de coeficientes racionales (en general, fraccionarios). ¢Se deduce de esto que g (z) se descompone en fac- tores de coeficientes enteros? En otras palabras, gpuede ocurrir que un polinomio de coeficientes enteros sea reducible sobre el ‘ampo de nimeros racionales y sea irreducible sobre cl anillo de los ndmeres enteros? 360 _Cap. XIE Patinomios de coeficientes ractonates La respuesta a eslas preguntas se puede obtener haciendo un exdmen ae al que se hizo en el § 51. Llamemos primitivo al polinomio f (x) de coeficienles enteros, si sus coeficientes son primos entre si, o sea, si no tienen divisores comunes distintos de 4 y —1. Cnalqnier polinomio ¢p fz) de coeficientes racionales se puede representar de un modo tinico en forma de un producto de una fraccién irreducible por un polinomio primitivo: o(2)=* er (1) para esto hay que sacar fuera de paréntesis el comin denominador de todos los eoeficientes del polinomio | (x), y después, los factores comunes de los numeradores de estos coeficientes; obsérvese que el grado de f (x) es igual al grado de @ (2). La unicidad (salvo el signo) de la representacién (1) se demuestra del modo siguiente. Sea Fi donde g(z) es de nuevo un polinomio primitive. Entonces, ad} (2) = beg (x). Por lo tanto, ad y bc se han obtenido sacando todos Jos factores comunes de los cocficientes de un mismo pelinomio de coeficientes enteros, por lo cual, pueden dilerenciarse entre si solamente en el signo. De aqui sc deduce, que los polinomios primitivos f (x) y g (x) también pueden diferenciarse entre si solamente en el signo. Para los polinomios primitiyos de coeficientes enteras conserva su valor elylema de Gau El producto de das polinamios primitivos de coeficientes enteros es un polinomio primitivo. En efecto, sean dados los polinomios primitives de cocficientes enteros 9@ f (2) = aot" + att! Payette ban, g(x) = boa! + bya! ee sb bya y sea F(x) ge (2) = eget tl beget... tery ee ODL tna Si este preducto no es primitive, existe un nimero primo p que es comtin divisor de todos los coeficientes ¢o. cy, +) h4+2- Como no todos los coeficientes del polinomio primitive f(z) pueden dividirse por p, habra uno, sea éste @;, que sera el primero que no se divide por p; del mismo modo, sea 4; el primer coeficiente del poli- nomio g (x) que no se divide por p. Maltiplicando término a término f (x) por g(x) y reuniendo los términos que contienen a x(Pt9~(19), § 56. Reducibilidad de los polinomios. 36h resulta: ing by -b ay gD jaa + Cp-abjnap «~~ aiasds-1b Ginadj-2+ El primer miembro de esta igualdad se divide por p. Por éste se dividen también todos los términos del segundo miembro, menos. el primero; en efecto, en virtud de las condiciones impuestas a la eleccién de i y j, todos los coeficientes a;4, aj-2, .-., y también b;-1, bj-2, ---, se dividen por p. De esto se deduce, que el pro- ducto a;b; también se divide por p y, por esto, como p es un nimero- primo, tiene que dividirse por p por lo menos uno de los coeficientes @,, 6;, lo cual, sin embargo, no es cierto. Con esto queda terminada Ja demostracién del lema. Pasemos a responder a las preguntas que se hicieron mds arriba. Supongames que el polinomio g(x) de grado n, de coeficientes- enteros, es reducible sobre el campo de niimeros racionales: & (7) = 91 (2) G2 (2), donde p(t) y 2(z) son polinomios de coeficientes racionales de grado menor que rn. Entonces, (2) = FEA es t=, 2, donde 4 =, ©s una fraceién irreducible, f:(z) es un polinomio pri- mitivo. bor lo tanto, 8 = HE He @) fo(@)l- EI primer miembro de esta igualdad es un polinomio de coeficientes enteros, por esto, el denominador b,bz del segundo miembro tiene que simplificarse. Mas, por el lema de Gauss, el polinomio que figura entre corchetes es primitivo, por lo tanto, cualquier factor primo de b,4. puede simplificarse solamente con cierto factor primo de aa, y como a, y ; son primos entre si, i = 1, 2, el ntimero aq tiene que dividirse por by y el mimero a, por by: y= bas, ay = boa}. a(x) = ayes (2) fo (2). Uniendo el coeficiente aja; a cualquiera de los factores f, (x), fz (x). obtenemos la descomposicién del polinomio g(z) en factores de menor grado de coeficientes enteros. Con esto, queda demostrade el siguiente teorema: Un polinomio de coeficientes enteros que es irreducible sobre el anillo de los mimeros enteros, es irreducible también sobre el campo de los ntimeros racionales. De aqui que 362 Cap. XII Polinomios de cocficientes ractanales Por fin, hemos obtenido ahora el derecho de limitarnos a estu- diar las descomposiciones de los polinomios de coeficientes enteros en factores cuyos cocficientes también sean enteros, en las cuestio- nes relacionadas con la irreducibilidad de los polinomios sobre el campo de niimeros racionales. Ya sabemos que sobre el campo de los nimeros complejos, es reducible todo polinomio cuyo grado sea mayor que la unidad, y sobre el campo de los nimeros reales, todo polinomio (de cocficientes reales) cuyo grado sea mayor que dos. Otra cosa ocurre en el caso del campo de los nimeros racionales: para cualquier n se puede indicar un polinomio de n-ésimo grado de coeficientes ractonailes (e inciuso enteros) que es irreducible sobre el campo de los rtimeros racionales. La demostracién de esta afirmacién se basa en el siguiente eriterio suficiente de irreducibilidad de un polinomia sobre el campo #, denominado criterio de Eisenstein: Sea dado un polinomia f(a) = age™ + aya™t Gnmsh Any de coeficientes enteros. Si, al menos de un modo, se puede elegir un numero primo p gue satisfaga a las condiciones siguientes: 1) ed coeficiente superior ay no es divisible por p, 2) todos los demds ecoeficientes son divisibles por p, 3) ed término independiente, siendo divisible por p, no es divisible por p%, entonces el polinomio f (x) es irreducibie sobre el campo de dos nimeros racionales, En efecto, si el polinomio jf (x) es reducible sobre el campo R, entonces se descompone en dos factores de menor grado de coefi- cientes enteros: F(a) = (bye! + byzh! donde k—tont 2a) . Pero se podrian calcular directamente los factores invariantes de la matriz A (}). Precisamente, caleulando el maximo comin divisor de los elementos de esta matriz, obtenemos: dy (=e, (a) =A. Calculando el detorminante de la matriz 4(%) y observando que su coefi- ciente superior es igual a 4, resulta: dy (A) =A4—410A3 — 322, Ys por esto, en (= ae ==23—10,4—3A, § 60. 4-matrices unimodulares. Relacién entre la semejanza de jas matrices numéricas y [a equivalencia de sus matrices caracteristicas De los resultados del parrafo precedente se desprende un criterio de equivalencia de las A-matrices, que se puede formular de los siguientes dos modos, que son casi idénticos: mat 384 Dos d-matrices son equivalentes si, y sdlo si, éstas se reducen a una misma forma canénica. Dos i-matrices son equivalentes si, y sélo si, éstas tienen factores invariantes iguales. Deduzcamos otro criterio de cardcter distinto. Ya sabemos que al conjunto de las A-matrices canénicas pettenece Ja matriz unidad #, Llamemos a una 4-matriz U (A) unimodular, si su forma canénica coincide con la matriz unidad F, 0 sea, si todos sus factores invariantes son iguales a la unidad. Una }-matriz U (d) es unimodular si, y sélo si, sw determinante es distinto de cero, pere no depende de}, 0 sea, si es un numero del campo fundamental P, distinto de cera. En efecto, si U (A) ~~ E, a estas dos matrices les corresponde un mismo polinomio d, (4). Pero, para la matriz unidad, d, (A) = 1. De aqui se deduce que el determinante de la matriz U (4), que se diferen de d, (4) solamente en un factor numérico distinto de cero, es un nimero del campo P, distinto de cero. Reciprocamente, si el determinante de la matriz U (A) es diferente de cero y no depende de A, entonces, para esta matriz, el polinomio d, (A) sera igual a 1, por lo cual, segiin (6) del parrafo anterior, todos los factores invarian- tes e; (A) de la matriz U (2), i= 4,2, -.., m, son iguales a la unidad. De aqui se deduce que, toda matriz numérica no degenerada es una k-matriz unimodular. Pero, una A-matriz unimodular puede ser de forma complicada. Asi, pues, la A-matria h +5 —he—4A AMA 4 AB es unimedular, pues su determinante es igual a 20, 0 sea, es dis de cero y no depende de A. Del teorema demostrado anteriormente se deduce que, ed producto de d-matrices unimodulares es unimodular, pues, es suficiente recordar que, al multiplicar matrices, sus determinantes se multiplican. Una dematriz U (h) es unimodular si, y sdlo si, existe la matris inversa y ésta es una b-matriz. Fn efecto, dada una d-matriz no degenerada, buscando de un modo ordinario la matriz inversa, tendremos que dividir los comple- mentos algebraicos de los elementos de la matriz dada por el deter- minante de ésta, o sea, por un polinomio en 4. Por esto, en el caso general, los elementos de la matriz inversa seran fracciones racionales end, pero no polinomios en A, 0 sea no sera una A-matriz. Si se da una matriz unimodular, habré que dividir los complementos algebraicos solamente por un niimero del campo P, distinto de cero, o sea, los elementos de la matriz inversa serdn polinomios en 4, por lo cual, la misma matriz inversa sera una A-matriz. Reciproca- into 382 Cap. XIN Forma normal de una malriz mente, si una A-matria U (4) iene A-matriz inversa U-' (A), los determinantes de ambas matrices seran polinomios en 4, su producto seri igual a 1, por lo cual, ambos determinantes tendrin que ser polinomios de grado cero De la tiltima observacién, se deduce el siguiente complemento del teorema que acabamos de demostrar: Una d-mairiz que es inversa a una i-matriz unimodular, es también unimodular. Kl concepto de matri¢ unimodular se emplea en el enuneiado siguiente del nuevo criteria de equivalencia de las 4-matrices: Dos i-matrices A (2) y B (4) de orden n son equivalentes si, y sdlo si, existen unas }-matrices unimodulares U (A) y V (A) del mismo orden rn, tales que B(N=U (NAVY Q). () Tntreduzcamos primero el siguiente concepto, que se cmplea en la demostracién de este criterio. Llamemos matriz elemental a la matriz numérica (que, por lo tanto, es una 2-matri t \ armies Gwenn (Uy (2) que se diferencia de la matriz unidad solamente en que, en cierto i-ésimo lugar de la diagonal principal, 1 n, figura un nimero arbitrario @ del campo ?, distinto de cero, Por otra parte, llamemos también matriz elemental a la h-matriz 4 (3) @) $60. Kematrices unimodulares. 383: que se diferencia de la matriz unidad solamente en que, en la inter- seccién de la i-ésima fila y la j-ésima columna, 11, el grado de la diferencia A(M—B(A)-BytAlgh!t es estrictamente menor que k; por esto, By A oA"-! sera el térming superior del A-polinomio matricial Q, (A). A continuacién se obra igual que en el § 20. Por otra parte, el grado de la diferencia A(A)— Agta! B (a) también eg esteictamente menor que k, 0 sea, AoBy7a'! es el términe superior del A-polinomio matricial Q, (4). Vemos, pues, que en ef caso general, las 4-matrices Q, (A) y Qe (4) (y también Ry (2) y Re (A)), que satisfacen a las condiciones del teorema, verda- deramente, son distintas. Teorema fundamental de la semejanza de las matrices. Como ya se sefialé, todavia no conocemos un procedimiento para responder a la pregunta si unas matrices numéricas dadas A y B (0 sea, matri- ces con elementos del campo fundamental P) son semejantes o no. Por otra parte, sus matrices caracteristicas A —2E y B —2E son j-matrices y ef problema de ta equivalencia de estas matrices se resuelve de un modo efectiyo, Por esto, se comprende el valor tan grande que tiene el siguiente teorema: Las matrices A y B, con elementos det campo P, son semejantes si, y sdlo si, sus matrices caracteristicas A — hE y B — KE son equiva lentes. En efecto, supongamos que las matrices A y B son semejantes, o sea, que sobre el campo P existe una matriz no degenerada C tal, que B=C AC, Entonces C1 (AE) C = CAAC—A (CTEC) =B—LE. Pero las matrices numéricas no degeneradas €~' y € son h-matrices unimodulares. Vemos, pues, que la matriz 3 — ié se obliene multi- plicando la matriz A —4£ a la izquierda ya la derecha por matrices unimodulares, 0 sea, A —AE ~ BO —AE. La demostracién del teorema reciproco es mis complicada. Supongamos que A-)NE~ B—iE, Entonces, existen unas matrices unimedulares U(A) y V (A). tales, que U (hk) (A~ AE) V (A) = BRE. } Teniendo en cuenta que para las matrices unimodulares existen las matrices inversas y éstas son A-matrices, de (9) deducimos las § 60. A-matrices untmodulares, 387 siguientes igualdades, que emplean a continuacién: U 0) (A—AE) = (BABE) VA), \ (A—2E) V (2) = U7) (BAB). (0) Como la 4-matriz B — LE es de grado 1 con respecto a A, y ade- mis, el coeficiente superior del polinomio matricial correspondiente es la matriz no degenerada —E£, a las matrices U (A) y B —2E se les puede aplicar el algoritmo de la divisién con resto, segtin el cual, existen unas matrices Q; (A) y A, (esta ultima, si es distinta de cero, tiene que ser de grado 0 con respecto a 4, © sea, no depende de A), tales, que OU (h) = (BRE) QA (A)+ Ry. (14) De modo andlogo, VQ) = Q2 (2) (BAB) + Rp. (12) Aplicando (11) y (12), de (9) obtenemos: Ry (AE) Bey (BRE) —U (4) (A — AE) Qo (A) (B—2AE) — —(B—2E) QA) (AAR) V (A) 4 (B—2E) Q, (0) (A — ME) On (BAD o, en virtud de (10), Ry (A 2B) Ry = (BAB) — (B—2E) V7 (2) On 0) (BAB) — — (BRE) QO, (0) U4 (2) (BRE) » + (BE) Q, (4) (A — KE) Qo (4) (B— AE) = (BAB) x LEX [VAY Qs A) + (ADE A — Os (2) (ARE) QO, (A) (BABY La expresién que figura entre corchetes en el segunda miembro, verdaderamente, es igual a cero. En caso contrario, ést iendo una A-matriz, puesto que V7! (4), asi como U-! (2), son A-matrices, a por lo menos de grado cero y, entonees, el grado de la expre- n entre Haves seria no menor que 4 y, por consiguiente, el grado de todo el segundo miembro no seria menor que 2. Pero, esto es imposible, puesto que en el primer miembro figura una A-matriz grado 4. Por lo tanto, a s Ry(A—2E) Ry = B—2E, de donde, igualando Jos coeficientes matriciales de potencias iguales de A’, ablenemos: RAR = B, (13) RyRy E, (14) 25 388 Cap. XTIT Forma normal de una _matriz La igualdad (14) muestra que Ja matriz numérica R, no sélo es distinta de cero, sino incluso no degenerada, siendo RP=R, y entonces, la igualdad (13) toma la forma RAAR,=B, lo cual demuestra la semejanza de las matrices A y B. A la vez, hemos aprendido a hallar la matriz A, no degenerada que transforma la matriz A en la matriz B. Precisando, si las ma- trices A —AE y B —1E son equivalentes, entonces con un nimero finito de transformaciones elementales se transforma la primera en la segunda. Tomemos Jas transformaciones de éstas que Se relacionan a las columnas, y designemos mediante V (A) el producto de las matrices clementales correspondientes, tomadas en el mismo orden. Dividamos después V (A) por B — 42, de modo que el cociente quede a la izquierda del divisor (véase (8)). El residuo de esta divisién seré la matriz Ry. En realidad, se puede prescindir de Ja divisién indicada, ulili- zando el siguiente lema que hallara también aplicacién en el § 62: Lema, Sea V Ap Vok 4+ VW a tg h ty, Vo re Oe (15) Bi VQ=QE—BIAA) +My (16) VQ) = Q2 (2) (M2 —B) + Ra, se tiene Ry = BV + BV, + + BV + Vy (17) Ry = VB EV BOL Ve BV. Es suficiente demostrar, por ejemplo, la primera de estas dos afirmaciones, pues la segunda se demuestra por analogia. La demos- tracién consiste en la comprobacién directa del cumplimiento de la igualdad (46); para esto el polinomio V (A) se sustituye por su expresién (15), en Ingar de Ry se pone (47) y en vez de Q; (A) se toma el polinomio , (A) = Ved (BV + V2? + (BV) + BV, + V2) APL LT (BOV + BMV to + Ba). La prueba de esto Ia dejamos a cuenta del lector, $ G1. Forma normal de Jordan 389 Ejemplo. Sean dadas las matrices a(-E). a ( Sus matrices caracteristicas son equivalentes, puesto que se reducen a una misma forma candnica aay. (0 ah—0) + por osto, las matrices A y B son somoejantes. Para hallar la matriz A» que transforma A en B, hallemos alguna cadena de transformaciones elementales que transforme A — iE en B — ME. Asi, pues, »_{—2—h 1 —h 4 a—ae={ 0 sa) (=t0=ea, uaa) B8t4h 4 40442 —4 —10-k 4 ~ (— 16m tra) ~ 104 11’ ~( 26 1a) Bake Las dos tiltimas transformaciones se refieren a las columnas: a la primera{colum- na se suma Ia segunda, multiplicada por —8, y después, la primera columna se multiplica por’ + . E] producto de las matrices elementales correspon dientes es 1 1 10)(-+ 0 oo ver=(_3 0 7 \-( 3 )- a 4 2 f Esta matriz no depende de 4, por lo cual , ésta sera la matriz Hz buseada. Claro, la matriz que transforma A en # est muy lejos de determinarse uni- vocamente, Tal es también, por ejemplo, la matriz (i)- § 61. Forma normal de Jordan Ahora estudiaremos las matrices cuadradas de orden n con ele- mentos del campo P. Se distinguira un tipo especial de matrices de éstas, Hamadas matriees de Jordan, y se demostrara que estas matrices sirven de forma normal para una clase de matrices muy amplia. Precisando, Jes matrices cuyas ratees caracteristicas perte- necen al campo fundamental P (y solamente tales matrices), son seme- jantes a ciertas matrices de Jordan, 0, como suele decirse, se reducen @ la forma normal de Jordan. De aqui se deduciré que, si se toma por P el campo de los nimeros complejos, cualquier matriz con elemen- los complejos se reduce a la forma normal de Jordan en este campo. Introduzcamos las definiciones necesarias. Se llama «matla» de Jordan de orden k correspondiente al nimero 49, la matriz de orden 390 Cap. XHT Forma normal de wna matriz k, t4, 0 sea, una malla de Jordan de orden n pertenece al conjunto de las matrices de Jordan de este mismo orden y, naturalmente, s kag > 1. > Rig (6) Obsérvese, a pesar de que no vamos a utilizar esto, que Aplicando transformaciones elementales a las filas y columnas de la matriz (5) que pasan por la malla J; — 4#; de esta matriz, no se tocan, evidentemente, las otras mallas diagonales, De aqui se deduce que en la matriz (5), mediante transformaciones elemeuta- Jes, se puede sustituir cada malla J; — Ai, i = 1, 2, .. 4, 8 por la malla correspondiente de Ja forma (4). En otras palabras, la matriz J — hE es equivalente a una matriz diagonal, en cuya diagonal, ademés de ciertas unidades, figuran. también los siguientes polinomios, que corresponden a todas ias mallas de Jordan de ta matriz J; GAY, (A, oe A), | As), (A — apy i En este caso, no indicamos los lugares en la diagonal donde figuran los polinomios (7), puesto que en cualquier 4-matriz diagonal, los elementos diagonales se pueden cambiar de sitio arbitrariamente permutando lag filas y las columnas homélogas. Esta observacién se debe tener cn cuenta a continuacién. Sea q el maximo entre los ntimeros qj, § — 1,2, . . ., #. Designe- mos con e,—yiy (A) el producto de los polinomios que figuran en la j-ésima columna de la tabla (7), j = 4, 2, -.., q, 0 sea, iI (ha) ug (8) enayis G4) si en este caso en Ja j-ésima columna hay sitios vacios (para algunos i puede ocurrir que g; & 0, entonces, en la matriz p (A) D (A), en el lugar (s, #) figurara el elemento @ (A) d.: (A), distinto de cero. Por lo tanto, (A—RE) € (4) =(— 1)" en (A) B, de donde Cn {h) B= (AB — A) [( AYE C (ADY {4) {sta igualdad muestra que el residuo de la division ¢a la izquier- da» de la A-matriz que figura en cl primer miembro por el binomio iE — A, es igual a cero. Sin embargo, del lema demostrado al final del § 60 se deduce que este residuo es igual a la matriz ¢, (A) E = = é, (A). En efecto, la matriz e, (A) £ se puede escribir en forma de un A-polinomio matricial cuyos coeficientes son matrices escala- res, 0 sea, son conmutables con la matriz A. Por lo tanto, en (A)=0, o sea, el polinomio e, (4) verdaderamente se anula por la matriz A. De aqui se deduce, que el polinomio e, (4) es divisible por el polinomio minimo m (A) de la matriz A, en (A) = m(h) @ (A). (5) Esta claro, que el ceeficiente superior del polinomio q (A) es igual a la unidad. Como m (A) = 0, de nuevo, en virtud del mismo lema del § 60, el residuo de la divisién «a la izquierda» de la A-matriz m (A) E por el binomio XZ — A, es igual a cero, o sea, m(k) B= (AE— AYQ (A) (6) § 62, Polinomio minimo 401 Las igualdades (5), (4) y (6) nos Mevan a Ja igualdad (AE — A) ((— 11 (A) = QE — AY LQ (A) a (A). Ambos miembros de esta igualdad se pueden simplificar por el factor comin AF — A, pues, el coeficiente superior E de este 4-polinomio matricial es una matriz no degenerada. Por to tanto, © y= (— 100) 40), Recordemos, sin embargo, que el mdximo comin divisor de los elementos de la matriz € (A) es igual a 4. Por esto, ef polinomio q (4) tiene que ser de grado cero, y como su coeficiente superior es igual a 4, resulta, g (4) -- 4. Por lo tanto, en virtud de (5), en (A) =m (2), que es lo que se queria demostrar. Coma, en virtud de (1), el polinomio caractoristico de la matriz A es divisible por el polinomio e, (4), del teorema que acabamos dé demostrar se desprende el siguiente Teorema de Hamilton-Cayley. Toda mairiz es ratz de sw polino- mio caracteristico. Polinomio minimo de una transformacién lineal. Demostremos primero la siguiente proposicion: Si las matrices A y B son semejantes y la mairiz A anula al poli- nomio f (h), entonces, la matriz B también anula al mismo. en efecto, sea BCA, Si FO) — aga ot gah fe ta kta, se tiene agA* alt! oc pA aE =O. ‘Transformando ambos miembros de esta igualdad con la matriz C, obtencmos: CO gl rgb Ley pA + on) tg (CACY ay (C acy te (CTC) ay B= = BY ape! ees $n} on = 0, o sea, f(B) — 0. De aqui so deduce, que las matrices semejantes poseen. un mismo polinomio minimo. Supongamos ahora que @ es una transformacién lineal del espacio lineal de x dimensiones sobre el campo P. Las matrices que deter- minan csta transformacién en distintas bases del espacio, son seme- 402 Cap, XIE Forma normal de una_matriz jantes entre si, El polinomio minimo comin de estas matrices se Nama polinomio minimo de la transformacién lineal 9. Aplicando las operaciones sobre las transformaciones lineales, introducidas en el § 32, se puede introducir el concepto de valor de un polinomio 1K) = cgi + aya del anillo P(A] para 4, igual a una transformacién lineal g: este valor seré la transformacién lineal Hq) =e" agg ht +. etn + one, donde ¢ es Ja transformaci6n idéntica. Diremos Juego que la transformacién lineal @ anula al poli- nomio F(A), si i(#) donde w es la transformacién nula, ‘Teniendo en cuenta la relacién existente entre las operaciones sobre las transformaciones lineales y sobre las matrices, el lector demostrara sin dificultad alguna, que ef poetinomio minimo de una transformacién lineal @ es el polinomio de menor grado con el coefi- ciente superior 1, determinado univocamente, que se anula por la trans- formacion @. Después de esto, los resultados obtenidos anteriormente y, en particular, el teorema de Hamilton-Cayley, se pueden enunciar de nuevo en términos de transformaciones lineales. vee fp Get kf on oO, CAPITULO XIV GRUPOS § 63. Definicién y ejemplos de grupos Los anillos y los cuerpos, que desempefaron un papel tan grande en los capitulos anteriores, son sistemas algebraicos de dos opera- ciones independientes: adicién y mulltiplicacién. Sin embargo, en diversas ramas de las malematicas y en sus aplicaciones, frecuenle- mente ge encuentran tales sistemas algebraicos, en los que esta definida una sola operacién algebraiea. Asi, pues, limitandonos por ahora a los ejemplos que ya aparecieron en nuestro libro, sefialemos, que en el conjunto de las sustituciones de grado n (véase el § 3), solamente habiamos definido una operacién: la multiplicacién. Por otra parte, en la definicién del espacio vectorial (§ 8) esta inclui- da la suma de vectores, mientras que el producto de veetores no habia sido definido (sehalemos, que el producto de un vector por un mimero no satisface a la definieién de operacién algebraica dada en el § 44). Un tipo importante de sistemas algebraicos con una operacién son los grupos. Este concepto posee un campo extraordinariamente amplio de aplicaciones y representa el objeto de una gran ciencia independiente, dela teoria de los grupos. El capitulo presente puede considerarse como introduccién a la teoria de los grupos: en él se expondrain las nociones elementales sobre los grupos, cuyo cono- cimiento es necesario para cada matematico; ef capitulo se termi- nara con la exposicién de un teorema menos elemental. De acuerdo a la teoria general de los grupos, convengamos en Ha- mar multiplicacién a la operacién algebraica considerada y en emple- ar los simbolos correspondientes. Recordemos (véase el § 44), que se supone que siempre es posible la eperacién algebraica, y que ésta es univalente: para cualquier par de elementos a y 4 del conjunto cansiderado, existe el producto ab y representa un elemento uni- vocamente determinado de este conjunto. Se llama grupo a un conjunto G@ con una opera que es asociativa (aunque no rt Ta que e: n algebraica, sesariamente conmutativa), y para te ademas la operacién inversa. 26° 404 Cap. XIV Grupos Como Ia operacién en el grupo puede ser no conmutativa, la existencia de la operacién inversa significa lo siguiente: para cual- quier par de elementos a y 6 de G, existe en G un elemento x y un elemento y, univocamente determinados, tales que azr=b, ya=b. Si el grupo G se compone de un niimero finito de elementos, se denomina gripo finito, y el niimero de sus clementos, se Hama orden del grupo. Si la operacién definida en el grupo es conmutativa, G se denomina grupe conmutativo o abeliano. Sefialemos las consecuencias clementales de Ja definicién de grupo. Baséndose en los razonamientos expuestos ya en el § 44, se puede afirmar que la ley asociativa nos permite hablar de un modo univeco del producto de un niitero finito cualquiera de ele- mentos del grupo, dados en un orden determinado (ya que la opera- cién en el grupo puede ser no conmutativa). VYeamos Jas conseenencias de Ja existencia de la operacién inversa. Supongamos que en el grupo G se ha dado un elemento arbitra rioa, De la definicién del grupo se deduce la existencia en @ de un elemento ¢,, univocamente determinado, tal que ae 5 por consiguiente, este elemento desempeia el papel de la unidad al multipticar ef elements « por él a la derecha. Si & es atro elemento cualquiera del grupo G, y si y es el elemento del grupo que satisiace a laignaldad ye = 6, cuya existencia se deduce de la definicién del grupo, se tiene: . b= ya= y (aa) Por lo tanto, el elemento e, desempedia el papel de unidad a la derecha con respecto a todos los elementos del grupo G@ y no sdlo con respecto al elemento inicial a; por eso, fo designaremos mediante e°. De fa unicidad, que forma parte de la definicion de la operacién inversa, se deduce la unicidad de este elemento. De este mismo modo se puede demostrar la existencia en G y la unicidad de un elemento e” quo satisfaga a la condicién ea = a para todos los elementos a de G. En realidad, los elementos e” y e” eoinciden, puesto que de las igualdades ee’ = e" y e"e’ = e' se deduce que e” = e’. De esta manera, queda demostrade que en cada grupo G existe un elemento e, univocamente determinado, que satisface a la condicidre: (¥G) ee = bea. ae para todos los elementos a de G. Este elemento se Hama unidad del grupo G y se designa ordinariamente con el simbolo 4. Para cada elemento dado a, de la definicién del grupo se deduce, la existencia y unicidad de unos elementos a” y a” tales, que aa =4, ata=t. ea=a § 63. Definicién y efemplos de grupos 405 En la realidad, los elementos a’ y a" coinciden: de las igualdades a’aa’ =a" (aa’)=a"-1=a", tea’ aaa’ = (a"a) a’ se deduce que “a” =a’. Este elemento se llama inverso del ele- mento @ y se designa con la notacién a4, de modo que aa” Por lo tanto, cada elemento det grupo posee un elemento inverso, unt- vocamente determinado. De las Gltimas igualdades se deduce, que el mismo elemento a sirve de inverso para el elemento a’. Es facil observar también, que el inverso del producto de unos cuantos elementos es el producto de los elementos inversos de los factores y, ademas, tomados en orden inverso: -1-t 1-1 (@yaz -.- @n—-1@n) Gy G@m—y 77> FZ ay. Por fin, el elemento inverso de la unidad es la unidad misma. La prueba para averiguar si un conjunto dado con una operacién es grupo o no, se facilita sumamente por el hecho de que en la defi- nicién de grupo la demanda del cumplimiento de la operacion inver- sa se puede sustituir por la suposicién de la existencia de la unidad y de los elementos inversos y, ademas, sélo por un lado (por ejem- plo, por la derecha) y sin suponer la unicidad de ellos, Esto se deduce del siguiente teorema: Un conjunto G con una operacién asociativa es grupo, si en él existe por lo menos un elemento e que posee la propiedad: ae=a para todos los elementos a de G, y si entre todos los elementos unidades a la derecha existe por lo menos ur elemento eo tai, que con respecto a él cada elemento a de G posee por la menos un clemento inverso a la derecha a7: aa = €: Demostracién. Sea a! uno de los elementos inversos a la derecha de a. Entonces, aa! = @) = eyt9 = ea}, o sea, aa! = eyaa. Multiplicando a la derecha ambos miembros de esta igualdad por uno de Ios elementos que son inversos a la dere- cha de a~!, obtenemos, deg = ey @eo, de donde a = ea, puesto que eg es una unidad a la derecha de G. Por lo tanto, resulta que el ele- mento ¢, es también una unidad a la izquierda de G. Si ahora e es una unidad ala derecha arbitraria y e. es una unidad a la izquierda 406 Cap. XIV Grupos arbitraria, de las igualdades Gney =, V Cyl, = en se deduce que ¢; — e¢2, a sea, que cualquier umidad a la derecha es igual a cualquier unidad a la izquierda. Queda, pues, demostra- da la existencia y unicidad en el conjunto G del elemento unidad, que lo indicaremos, como anteriormente, mediante 4. Luego, « 1=a'aat, es decir, a donde a7! es uno de los elementos inversos a la derecha de a, Multiplicando a la derecha ambos miembros de Ja Gltima igualdad por ano de los elementos inversos a la derecha de a, obtenemos, 1 = a! a, 0 sea, que el elemento a sirve tam- bién de elemento inverse a la izquierda de a. Si ahora a;' es un ele- mento inverso a la derecha arbitrario de a, y a;' cs un clemento inverso a fa izquierda arbitrario del mismo, de las iguafdades e deduce que aj! = a;', es decir, se deduce la existencia y la unici- dad, para cada elemento a de G, del elemento inverso a”. Ahora es facil mostrar que el conjunto G es grupo. En efecto, como bien se obyerva, las ecuaciones az = », ya = 5 se satisfacen con los elementos e=atb, yada. La unicidad de estas soluciones se deduce de que si, por ejemplo, az, = @., multiplicando a la izquierda ambos miembros de esta igualdad por a-!, obtenemos x, = -to. El teorema queda demostrado. Ya nos hemos encontrado unas cuantas veces con el concepto de isomorfismo: para los anillos, para los espacios lineales, para los espacios euclideos. Este concepto puede ser definido también para los grupos y desempena en la teoria de los mismos un papel tan importante como en la teoria de los anillos. Se dice que los grupos G y G’ son isomorfos, si se puede establecer entre ellos una correspon- dencia biunivoca tal, que para cualquier par de elementos a y b de G y para sus correspondientes elementos a‘ y b' de G’, al producto ab corresponde el producto a’b’. Del mismo modo que en el § 46 (para el cero y para el elemento opuesto del anillo), se puede demos- (rar que, en la correspondencia isomorfa de los grupos G y G’, a la unidad del grupo G corresponde la unidad del grupo G’, y si al ele- mento a de G le corresponde el elemento a’ de G’, al elemento a”? le correspondera el elemento a’~'. Definiclén y ejemplos de_grupos 407 Pasando a examinar ejempolos de grupos, sefialemos que, si la operacién en el grupo se Ilamase swma, la unidad del grupo se llama- tia cero y se indicaria con la notacién 0, y en lugar de elemento inverso diriamos elemento opuesto y lo indicariamos mediante —a. Como primer ejemplo de grupo, anotemos que, respecto @ ia suma, cualquier anilio (y, en particular, un cuerpo) representa un grupo, y ademas, abeliano;, éste es el Ilamado grupo aditivo del anillo. Esta observacién proporciona inmedialamente una gran cantidad de ejem- plos concretos de grupos, ¥ entre ellos: el grupo aditivo de nimeros enteros, el grupo aditivo de ntimeros pares, los grupos aditivos de nimeros racionales, de mimeros reales, de niameros complejos, etc, etc. Sefialemos, que los grupos aditivos de niimeros enteros y de nime- ros pares son isomorjos entre si, a pesar de que el segundo forma s6lo una parte del primero; la transformacién que pone en correspondencia a cada nimero entero & el nimero par 2k, es biunivoca y, coma facil- mente se puede comprobar, representa una transforma! isomorfa del primero de los grupos nombrados sobre el segund Ningtn anillo es grupo respecto a la multiplicacién, puesto que no siempre se cumple la operacién inversa, que es la divisién. No cambia el asunto al pasar de un anillo arbitrario a un cuerpo, puesto que en éste se mantiene sin cumplir la divisién por cero. Examine- mos, sin embargo, el conjunto de todos los elementos del cuerpo (liferentes de cero. Como el campo no contiene divisores de cero, es decir, que el producto de dos elementos diferentes de cero también es diferente de cero, la multiplicacién representa wna operacién gebra para el conjunto considerado, que es asociativa y con- mutaliva, siendo posible ya la divisién sin salir fuera de los limites de este conjunto. Por lo tanto, ef conjunte de todos los elementos diferentes de cera de cualquier campo representa ur grupo abeliano; ste se llama grupo multiplicative del campo. Ejemplos concernientes a esto son: los grupos multiplicativos de niéimeros racionales, de niimeros reales, de nimeros complejos. Es evidenle que, respecto a la multiplicacién, todos los nimeros reales positives forman grupo. Este grupo es isomorfa al grupo adi- tivo de todas los mimeros reales: poniendo en carrespondencia a cada mimero positive @ el nimero real In a, obtenemos una aplicacién biyectiva del primero de los grupos sobre el segundo, que representa un isomorfismo en vista de la igualdad, In (ab) =Ina In}. Tomemos, ahora, en el campo de los mimeres complejos, el con- junto de las raices n-ésimas de la unidad. Kn ef § 19 se habia demos- trado que el producto de dos raices n-ésimas de la unidad, asi como el nimero reciproco de la raiz e-ésima de la unidad, perlenecen al mismo conjunte considerado de nameros, Como la unidad también 408 Cap. XIV Grupos pertenece, naturalmente, a este conjunto, y como la multiplica- cién de cualesquiera nimeros complejos es asociativa y conmutativa, obtenemos que las raices n-ésimas de la unidad jorman un grupo abeliano respecto a la muttiplicacién; este grupo es finile y de orden n. Por lo tanto, para cualquier ntimero natural x, existen grupos finitos de orden n. EL grupo (respecto a la multiplicacién) de las raices n-ésimas de Ja unidad es isomorjo al grupo aditivo del anillo Z,, construide en el § 45. En efecto, si e es una raiz primitiva de orden x de la unidad, todos los elementos del primero de los grupos considerados tienen Ja forma ze", & ma 1, ..., 2 — 1. Si ponemos en correspondencia a cada namero e” el elemento C, del anillo Z,, 0 la clase de mimeros enteros cuyos residuos, al dividirlos por n, son iguales a fh, obtenemos una correspondencia de isomorfismo entre los grupos considerades; si O 2 et $63. Definicion y cfemplos de grupos 409 El producto de sustituciones, definido en el § 3, da lugar a ejem- plos muy importantes de grupos finitos no conmutativos. Ya sabe- mos que, en el conjunto de todas las sustituciones de grado n, la multiplicacién representa una operacién algebraica, que es, ademas, asocialiva, aunque para n> 3 no es conmutativa; también sabemos que la sustitucién idéntica Z sirve de unidad en esta multiplica- cién y que para cualquier sustitucién existe la sustitucién inversa. Por lo tanto, el conjunto de las sustituciones de grado n forma grupo respecto a la multiplicacién, que es ademds finito y de orden n!. Este se llama grupo simétrico de grado rn, y para n> 3 no es conmutativo. En lugar de examinar el conjunto de sustituciones de grado x, consideremos ahora solamente el conjunto de las sustituciones pares, compuesto, como ya sabemos, de fn elementos. Aplicando el teorema demostrado en el § 3, segin el cual la paridad de la sustitucién coincide con la paridad del numero de trasposiciones que forman parte en cualquiera de las descomposiciones de esta sustitucién en producto de trasposiciones, se obtiene, que ef pro- ducto de dos sustituciones pares es una sustitucién par; en electo, la descomposicién de AB en forma de un producto de t ici se obtiene yuxtaponiendo las descomposiciones correspondiente de A y B. Ya se sabe que es asociativa la multiplicacién de susti- tuciones; es evidente, que la sustitucién idéntica es par. Por fin, es par la sustitucién AW, si es par la sustitucién A; esto es debido aunque sélo sea al hecho de que las expresiones de estas sustituciones se pueden obtener una de otra permutando de sitio las filas superic e inferior, o sea, que ellas contienen igual niimero de inyersiones. Por consiguiente, ef corjunto de las sustituciones pares de n grado peace 1 representa un grupo finito respecto a la multiplicacién, de orden = n1. Este se Ilama grupo alternado de grado n; es facil comprobar que este grupo no es conmulativo para n>4, a pesar de que es ¢on- mutative para r= 3. Los grupos simétrico y alternado desempefian un gran papel en la teoria de los grupos finitos y también en la teoria de Galois. Sefialemos que, por analogia con los grupos alternados, seria impo- sible construir con las sustituciones impares un grupo respecto a la multiplicacién, puesto que el producto de dos sustituciones impares siempre es una sustitucién par. Las diversas ramas de la geometria proporcionan numerosos ejemplos de grupos distintos. Indiquemos un ejemplo sencillo de este género: el conjunto de todas las rotaciones de una esfera alre dedor de su centro representa un grupo, pero no conmutativo, si que Hamamos producto de dos rotaciones al resultado de su realiza cién consecutiva. ALU Cap. XIV ru pes § 64. Subgrupos Un subconjunto 4 deun grupo G se Hama subgrupo de éste si él mismo representa un grupo respecto a la operacién definida en el grupo G, Para verificar que el subeonjunto A del grupo G forma un sub- grupo de este grupo, es suficiente comprobar: 1) si contiene A el oducta de dos elementos cualesquiera de A; 2) si contiene A, to con cada uno de sus elementos, el elemento inverse. En efceto. del cumplimiento de la ley asociativa en el grupo G se deduce su cumplimiento para los elementos de A, y la perlenencia de la unidad del grupo Ga A es consecuencia de 2} y 1). Muchos de los grupos + dos en el 7 rato anterior representan subgrupos de otros grupos indicados alli mismo. Asi, el grupo adi- live de los nitmeros pares representa un subgrupe del grupo aditive do los nimeros enteres, y este filtimo a su vez es un subgrupe del grupo aditivo de los nfimeros racionales. Todos estos grupos, como en general los grupos adilivos de mimeros representan subgrupos del grupo adilivo de los nimeros complejos. El grupo multiplica- tive de fos niimeros reales positives representa un subgrupe del ipo multiplicative de todos los nimeros reales diferentes de cero. grupo alternado de grado x es un subgrupo del grupo simétrico del mismo grado. Subrayemos, que la condicién que figura en la definicién de subgrupo, de que el subconjunte A del grupo G sea grupo respecto a la operacién definida en el grupo G, es esencial. Asi, el grupo multi- plicativo de los niimeros reales positives no representa un subgrupo del grupo aditivo de todos los nimeros reales, a pesar de que el cr conjunto esta contenido en el segundo como subconjunte. en ed grupo G se han tomado los subgrupos A y By su intersec- cién A (\B, es decir, ef conjunto de los elementos pertenecientes @ A y a B, también es un subgrupo del grupo G. En efecto, si los elementos x e y pertenecen a la interseccién A[\&, estos pertenecen al subgrupo A, y por eso, el producto cy y el elemento inverso x*! también pertenecen a A. Por las mismas razones, los elementos zy y x! pertenecen también al subgrupo &, y por eso, éstos pertenecen también a A 1B. Como facilmente se ve, e] resultado obtenido no sélo es justo para dps grupos, sino que también lo es para un mimero cualquiera de subgrupos, to e incluso infinite. El subeonjunto del grupo G@ formado por el solo elemento 4, representa, evidentemente, un subgrupo de este grupo; este sub- grupo, que esta contenido en cualquier otro subgrupo del grupo G, se llama subgrupo unidad del grupo G. Por otra parte, el mismo gru- po G representa uno de sus subgrupas. $64, Subgrupos att Los llamados subgrupos ciclicos sirven de ejemplos interesantes de subgrupos. Introduzeamos primero el concepto de potencia de un elemento a de un grupo G. Siendo x un mimero natural arbitrario, el producto de x elementos iguales al elemento @ se llama potencia del elemento a de grado n y se indica mediante a". Las potencias negativas del elemento @ se pueden determinar, bien como elementos del grupo G, inversos a las potencias positivas de este elemento, o bien como el producto de unos cuantos factores, iguales al ele- mento a, En la realidad, estas definiciones coinciden: tyra «yt, n>0. (t) Para la demostracién, es suficiente tomar el producto de 2n factores, de los cuales, los x primeros sean iguales a @ y los demas, a a-, y efectuar todas las simplificaciones. El elemento igual a ambos miembros de la igualdad (1), se indicaré mediante a~". Convengamos, por fin, en entender por la potencia cero a° del elemento a, el elemen- mento 4 Obsérvese, que si la operacién en el grupo G se Hama suma, en lugar de las potencias del elemento @ se debe hablar de los mud- tiplos de este elemento, escribiéndolos mediante ka. Facilmente se comprueba que en cualquier grupo G, para las potencias de cualquier elemento @ con cualesquiera exponentes m yn, positives, negativos o ceros, se verifican las igualdades: » aa antm, (2) (a) =a, (3) Designemos con {a} el subconjunto del grupo G formado por todas las potencias del elemento a; el mismo elemento @ también esta ineluido en él, representando la primera potencia. El subcon- junto {a} es un subgrupo del grupo G: el producto de clementos de {a} pertenece a {a}, en virtud de (2); el elemento 1, igual a @°, per- lenece a {a} y, por fin, {a} junto con cada elemento suyo contiene al elemento inverso, puesto que de (3) se deduce la igualdad (ayaa, El subgrupo {a} se llama subgrupo ctelico del grupo G, engendrado por el elemento a. Como muestra la igualdad (2), este subgrupo siempre es conmutativo, incluso cuando el mismo grupo G no sea conmutativo. Sefalemos, que anteriormente no se habia afirmado nunea que todas las potencias del elemento @ son diferentes elementos del grupo. Si esto es verdaderamente asi, entonces a se llama elemento de orden infinito. Sin embargo, supongamos que entre las potencias del elemento @ haya algunas iguales, por ejemplo, @* — a! siendo de Ly esto siempre tiene lugar en el caso de grupos finitos, pero puede a"-a AL2 Cap NIV Grupos ecurrir Lamb. en un grupo infinito. Si & > J, se tiene at—'—1, es decir, existen polencias pesitivas del elemento a que son iguales a la unidad. Supongamos que x es la potencia positiva menor del elemento a, que es igual a la unidad, 0 sea, que 1) a"=1, n>0, <> 0, entonces & En esle caso, se dice que @ es un elementa de orden finite, precisa- mente, de orden n. Es facil observar que, si el elemento a es de orden finito mn, todos los elementos 1, a, a3 ..., ant (4) son diferentes. Cualquiera otra potencia del elemento a, positiva o nega- tiva, es igual a uno de los elementos (A). lin efecto, si & es un nimero entero arbitrario, dividiéndolo por se obtiene: k—ong+r, 0 i y. por eso, en virtud de (2) y (3), a= (a")t-a" =a", ©) De esto se deduce que, si ef elemento a es de orden finito ny a—-4, entonces k se divide por n. Pov otra parte, como —1=nr(—1)-+(r—1), para el elemento a de orden finito n, Como el sistema (4) contiene xn elementos, de los resultados obte- nidos anteriormente se deduce que, para un elemento a que tiene orden finite, sw orden n coincide con ed orden (0 sea, con et niimero de tos elementos) del subgrupo ciclico {a}. Sefialemos, por fin, que todo grupo posee un elemento tinico de primer orden: éste es el elemento 1. Es evidente, que el subgrupo efclico {1} coincide con el subgrupo unidad. Grupos ciclicos. Un grupo G se llama ciciico si se compone de las potencias de uno de sus elementos a, es decir, que coincide con uno de sus subgrupos cfclicos {2}; en este caso, @ se Hama elemento generador del grupo G. Es evidente, que todo grupo ciclico es abeliano. El grupo aditivo de los nGmeros enteros sirve de ejemplo de grupo ciclico infinito, pues todo numero entero es miltiplo de 1, es decir, que este nimero es el elemento generador del grupo considerado; se podria tomar también como elemento generador el niimero —1. $ 64. Subgrupos 413 El grupo multiplicative de las raices de grado n de la unidad sirve de ejemplo de grupo finito ciclico de orden 7, pues, como se habia mostrado en el § 19, todas estas raices son potencias de una de ellas, que es, precisamente, la raiz primitiva- El teorema que sigue muestra que, con estos ejemplos se agotan en la realidad todos los grupos ciclicos: Todos los grupos ciclicos infinitos son isomorfos entre st; son isomor- jos entre st también todos los grupos ciclicos finitos de un orden dado n. En efecto, resulta una aplicacién hiyectiva del grupo ciclico infinito, con él elemento generador @, sobre el grupo aditivo de los nameros enteros, al hacer corresponder a cada elemento a del pri- mer grupo el namero *; esta aplicacién representa un isomorfismo, puesto que de acuerdo a (2), al multiplicar las potencias del ele- mento a se suman los exponentes. Si se da un grupo ciclico finito G de orden ”, con el elemento generador 2, entonees designands con & upa raiz primitiva de grado er de la unidad asociamos a cada elemento "del grupoG el namero es", 0 < & 0, diferente de 1, contiene también el elemento @*, inverso de 61, Supon- gamos que A contiene también al elemento a, 1 0, y que / no es divisible por k. Entonces, si d,td > 0, es el maximo comun divisor de los nimeros ky J, exislen unos ntimeros enleres uy v tales, que kutlv=d, or al elemento y por eso, el subgrupo A tiene que conten (a!’)*-(aty” =a4, pero como por la hipétesis d shy llegames a una contradiccién con [a eleceién del elemento a. Con esto, queda demostrado que A = {a"y. Descomposicién de un grupo en clases con relacién a un subgrupo. Tomando en el grupo G los subconjuntos M y N, por producto MN de ellos se entiende el conjunto de los elementos del grupo G que se 4a Cap XIV Grupos pueden representar, aungue sélo sea de un modo, en forma de un producto de un elemento de Af por un elemento de V. Del cumpli- miento de la ley asociativa para la operacién en el grupo se deduce su cumplimiento para la multipticacién de los subconjuntos del grupo: (MN) P=M (NP). Naturalmente, uno de los conjuntos 1/, .V pucde estar compuesto de un solo elemento a. En este caso, se ubtiene el preducte aN det elemento por el conjunto o ef producto Ma det conjunto por el elemento. Supongamos que en el grupo G se ha dade un subgrupo arbitra- rio A. Si « es un elemento cualquiera de G, el producto zA se llama clase adjunia a ia izquierda del subgrupo A en el grupo G, engendrada por el elemento x*. Ks comprensible, que e/ elemento x esté contenido en la clase adjunta xA, puesto que el subgrupe A contiene la unidad, yuil=a Yoda clase adjunta « la izquierda es engendrada por cualquiera de sus elementos, es decir, que si el elemento y pertenece a la clase adjunta 24, entonces, yA=w7A. (6) En efecto, y se puede representar en la forma y= ma, donde a es un elemento del subgrupo A. Por eso, para cuales- quiera elementos a’ y a” de A, se tiene ya' =x (au'), (ate"), con lo que queda demostrada la igualdad (6). De esto se deduce que dos clases adjuntas a ta izquierda cuales- quiera del subgrupo A en el grupo G, 0 coinciden, 0 no tienen ningiin elemento conuin. En efecto, si las clases adjuntas cA e ¥A contienen un elemento comin z, se tiene: tA= Por lo tanto, todo el grupo G se descompone en clases adjuntas a la izquierda, disjuntas respecto al subgrupo A. Esta descomposi- cién se llama descomposicidn del grupo G en clases a la izquierda respecta del subgrupo A. Adviértase que una de las clases adjuntas a la izquierda de esta des- composicion coincide con el mismo subgrupo A; esta clase esta aa” zA— yA. * A veces, se lama clase de restos, clase residual o simplemente clase y también cogrupo. Para evitar confusiones, advirtamos, que un cogrupe nunca as un subgrupo, a excepcién del cogrupo engendrado por el elemento unidad (o por cualquier elemento dol subgrupo A) que coincide con el mismo subgrupo A. (Nota del T.). § 64. Subgrupos 415 engendrada por el elemento 1, 0, en general, por cualquier elemento ade A, puesto que aA= A, Es obyio, que Hamando al producto Ax clase adjunta @ la derecha del subgrupo A en el grupo G, engendrada por el elemento x, de modo andlogo obtendriamos la descomposicién a ta derecha del grupo G respecto dei subgrupo A. Naturalmente, para un grupo abeliano, ambas descomposiciones, a la izquierda o a la derecha, respecto de cualquier subgrupo coinciden, es decir, se puede hablar simplemente de la descomposicién del grupo respecto dei subgrupo. Asi, pues, la descomposicién del grupo aditivo de los nimeros enteros con respecto del subgrupo de los nimeros que son miltiplos del nimero k, se compone de & clases residuales distintas, engendra- das por los nimeros 0, 1, 2, ..., & —1, respectivamente. En este caso, en la clase residual, engendrada por el mnamero £,0-< xp gy ay’, @y')o=1yA=2A-yA—2's-y'o. Finalmente, si x es un elemento arbitrario de Gy zp=2', se tiene (t9)¢=2'0 =2A, es decir, que en la realidad, la realizacion consecutiva del homomor- fismo ¢ y del isomorfismo o hace corresponder al elemento z la clase adjunta xA engendrada por é] mismo, E] teorema queda demostrado. § 66. Sumas directas de grupos abelianos Queremos acabar este capitulo con un teorema dela teoria de los grupos més profundo que aquellas propiedades clementales de los grupos que se habfan expuesto anteriormente. A saber, basandose en la descripcién de los grupos ciclicos, ya conocida por el § 64, § 66, Sumas directas de grupos abelianos 423 obtendremos en el parrafo siguiente una descripeién completa de los grupos finitos abelianos. Como esta convenido en Ja teoria de los grupos abelianos, para Ja operacién en el grupo se empleara la forma de expresion aditiva: se hablard de la suma a + 6 de los elementos a y 6 del grupo, del subgrupo nulo 0, de los miltiplos 4a de cierto elemento a, etc, etc. En este pdrrafo examinaremos una construccién, cuya exposicién va a estar adaptada para los grupos abelianos, 2 pesar de que podria ser presentada a la vez para grupos cualesquiera (aunque no fuesen conmutativos), Esta construecién esta dictada por los ejemplos que siguen. El plano, considerado como un espacio lineal real de dos dimensiones, representa un grupo abeliano respecto a la suma de vectores. En este plano, cualquier recta que pase por el origen de coordenadas es un subgrupo del grupo indicado. Si A; y Ae son dos rectas de éstas, entonces, como se sabe, todo vector que parte del origen de coordenadas se representa univecamente en forma de suma de sus proyecciones sebre las rectas A, y Az, Andlogamente, todo vector del espacio lineal de tres dimensiones se expresa univocamente en forma de wna suma de tres vectores que pertenecen a tres rectas dadas A,, Az, Az, suponiendo que estas rectas no estén situadas en un plano. Se dice gue un grupo abeliano G es una suma directa de sus sub- grupos 4,, Ag, ..-, Any G=Ai+ Art --- + Any (f) si cada elemento x del grupo G se expresa, y ademas, univocamente, en forma de una suma de elementos a, @2, - ~~, 4, Vomados en los subgrupos Ay, Ao, ..., Aa, correspondicntemente: Peay} tg be Hon (2) Laexpresion (1) se denomina descomposicion directa del grupo G; los subgrupos A;, i= 1, 2, ..., #, 8¢ aman sumandos direetos de esta descomposicidn, y el elemento a; de (2), componente del clemento x en el sumando directo A; de Ja descomposicién (1), i a . Si se ha dado una descomposicién directa (1) ded grupo G, y si todos, o unos cuantos, sumandos directos A; de esta descomposicion estdn tam- bién descompuestos en una suma directa Ap Ay} Ata Ang he 1, (3) entonces, el grupo G representa una suma directa de todos sus subgrupos Ayj, Jat, 2, os-y hy PHM, By oeey En efecto, para un clemento arbitrario x del grupo G existe una expresién {2) respecto a la deseomposicién direcia (1), y para cada 27+ 422 Cap. XIV Grupos En efecto, sea 2” un elemento arbitrario del grupo G’, y x, un elemento tal del grupo G, que x = 2’. Coma para cualquier elemen- to a del nicleo A del homomorfismo @ se verifica la igualdad ap = 1’, se tiene (xa) p= a2p-ap= 2-1 = 2", © sea, que todos los elementos de la clase adjunta 7A se representan en @ por el elemento 2’. Por otra parte, si z es un elemento cualquicra del grupo G tal, que zp = 2’, se tiene (2713) @ = 2tpezep = (apy a’, © sea, que x~'z pertenece al nicleo A del homomorfismo @. Poniendo xz =a, se tiene z = za, 0 sea, el elemento z pertenece a la clase adjunta cA. Por consiguiente, reuniendo todos los elementos del grupo G que en el homomorfismo ¢p se transforman en un elemento fijado x’ del grupo G’, obtenemos exactamente la clase adjunta cA, La correspondencia o que asocia a cada elemento x’ de G’ la clase adjunta del grupo G relativa al divisor normal A, que consta de todos los elementos del grupo G, que en la aplicacién @ tienen por imagen a 2’, es una aplicacién biyectiva del grupo G’ sobre el grupo G/A. Esta aplicacién o es un isomorfismo, puesta que si " go=2dA, yo=yA, =27 1.9 oO sea, si zp=2', yp—y’, entonces, (zy) P= zeeyp- a'y’, (z’y')o=2yA=rA-yA=x'o-y'o. Finalmente, si x es un elemento arbitrario de G y xp se tiene (xp) 0 =2'6 = 2A, es decir, que en la realidad, la realizacién consecutiva del homomor- fismo @ y del isomorfismo o hace corresponder al elemento x la clase adjunta «A engendrada por él mismo, El teorema queda demostrado. § 66. Sumas directas de grupos abelianos Queremos acabar este capitulo con un teorema de la teoria de los grupos mas profundo que aquellas propicdades elementales de los grupos que se habian expuesto anteriormente. A saber, basandose en la descripcién de los grupos ciclicos, ya conocida por el § 64, § 66. Sumas directas de grupos abelianos 425 Un grupo abeliano G representa una suma directa de sus subgrupos Ay, Ag , A, cuando, y séto cuanda, et mismo es engendrade por estos subgrispos, G={Ay, As ---s An}, (6) y la interseccién de cada subgrupo Aj, i= 2, ..., k, con el subgrupo engendrado por todos los subgrupos anteriores A,, An, ..-, Aims contiene solamente al cero, (Ay Aas ees Ana} 4e=0, 22, ey hy (7) En efecto, si el grupo G posee una descomposicién directa (1), entonces, para cada elemento z de G existe una expresién (2) y, por esto, se verifica la igualdad (6). E] cumplimiento de la igualdad (7) es consecuencia de la unicidad de Ja oxpresién (2) para cualquier elemento a: si para cierto i, la interseccién {A;, Ao, -- +, Ara} 1 (\A; contuviese un elemento « no nulo, cntonces, por una parte, = se podria expresar como un elemento a; de A;, 0 sea, 2 = a, y pot SO; ra0F... $040; 40-+ 2.40; (8) por olra parte, x, como elemento del subgrupo {Ag, Ao, .-~, Ars} posee una expresién de la forma BHay+eat oe. Fry, © sea, eee fag t se. pay tO... +0. (9) Es evidente, que para el clemento x, (8} y (9) son dos expresiones distintas de Ja forma (2). Reciprocamente, supongamos que se cumplen las igualdades (6) y (7). De (8) se deduce, que cualquier elemento z del grupo & posee por lo mens una expresién de la forma (2). Por otra parte, suponga- mos que para cierto elemento ¢ existen dos cxpresiones distintas de la forma (2) B= Ay dy ee My =A Fast... tan (10) Entonees, se puede hallar lal i, ick, que Oy = Aky Gk-y= OR-1, ~~) Gir = Fit (11) pero auAg, oO sea, a;—4; £0. (12) Sin embargo, de (9) y (41) se deduce la igualdad a — ai = (a, a) + (a, —a2) + «(Mi — 1), 426 Cap. XIV Grupos que, en virtud de (172), contradice a la igualdad (7). El teorema queda demostrado. El c plo de suma directa se puede exe ar de olro modo distinto. § n dados & grupos abelianos arbitr Ay, Aa, ey Ane algunos de los cuales pueden ser isomorfos. Designemos con G el conjunto de todos los sistemas posibles de la forma (apiaggaacya)s (13) formados por sendos elementos de los grupos 4,, da, ..., dy. El conjunto G se convierte en un grupo abcliano, la suma de los sistemas de la forma (43) se define por la regla: (Qa, day eee a) FAQ, Oy AH = (Gay, dab, 2. On eh), (14) segiin la cual se suman los elementos de los grupos dados Ay, As, .. - «sey Ay por separado. En efeeto, las leyes aso va y¥ conmuta- tiva de esta suma se deducen del cumplh nto de estas leyes en cada uno de los grupos dados; el papel del cere lo desempena el sistema (1, Oay 0 Ons donde mediante 0; se sefiala el clemento nulo del grupo Aj, i=1,2,...,4; el elemento opuesto para el sistema (13) es el sistema (—4, —a,). El grupo abeliano G construido se Hama swea directa de los grupos Ay, As, ..., Ax y se designa, como anteriormente, mediante CHA body yea). Aye La razén de esta denominacién consiste en que ef grupo G, que re- presenta una suma directa de los grupos Ay, Ax, ..., Ay er el sentida que acabamos de definir, se puede descomponer en una suma directa de sus subgrupos Aj, Aj, ..., Ak, que son isomorfos a los grupos Ay, Ao, .. +, An, correspondientemente, Designemos, para esto, mediante Aj, i+: 1, 2,..., & eb conjunto de los elementos del grupo G, 0 sea, de los sistemas de la forma (13), en los queen el lugar de é figura un elemento arbitrario a; del grupo A;, y en los demas lugares, los ceros de los grupos corres- pondientes; éstos son, por consiguiente, los sistemas de la forma (01, ++, O15 Gt, Oper, - ~~) On). (15) La definicién de la suma (14) muestra que el conjunto Aj representa un subgrupo del grupo G; el isomorfismo de este subgrupo con el grupo A; se obtiene haciendo corresponder a cada sistema (15) el elemento a; del grupo A;. ¥ 66, Sumas directas de grupos abelianes 427 Queda por demostrar que el grupo G representa una suma directa de los subgrupos Aj, Aj, ..., Ax En efecto, cualquier elemen- to (13) del grupo G se puede representar en forma de una suma de elementos de los subgrupss indicados: (44, dz, ---,4n) = (ay, Oo, ---, On) + (Oy, Gay Og, ee Oh) ae eee + (Ory Day Oh tn) La unicidad de esta representacién se deduce de que diferentes sistemas do la forma (13) son diferentes elementos del grupo G. Si se han dado dos sistemas de grupos abelianos, Ay, As, ..., Ar y By, Bo, ..-, By, y los grupos A; y By, i =A, 2, .. ., ky son iso morfos, entonces los grupos G=Ay+ Art oie An y H=B,+By>... + Ba también son isomorjos. En efecto, si para é = 1, 2,..., #, sa ha establecido un iso- morlismo ; entre los grupos A; y B; que hace corresponder a cada elemento a; de A; el elemento a;q de B;, entonces eg evidente, que la aplicacién @ que a cada elemento (a, a2, ..., ay) del grupo & asocia el elemento del grupo # determinado por la igualdad (ay ay oe Gay P= (APs alas «6 +5 Ankfn)y €8 un isomorfismo que aplica al grupo G sobre el grupo HM. Si se han dado los grupos abelianos finitos Ay, Az, -.-, An ecuyos Grdenes correspondicntes som Ri, Mo, ..., Ry, entonces fa sume directa G de estos grupos es también un grupo jinito y su orden n es igual al producto de ios drdenes de los sumandos direetos, = Myla oo Nye (16) En efecto, el nimero de sistemas diversos de Ja forma (13), para cafa uno de los cuales c] elemento a, puede tomar , valores distin- tos, el elemento dz, Loma Xs valores dislintas, ete. se determina por Ja igualdad (16). Veamos unos cuantos ejemplos, Si el orden n de un grupo ciclico finito {a} se descompone en un Producto de das mimeros naturales que son primos entre si, n=st, (s, Q=1, entonees, el grupo {a} se descompone en una swma directa de dos grupos ciclicos, cyos drdenes correspondientes son s y t. Para el grupo {a} emplearemos Ja expresién adiliva. Poniendo b = fa, se tiene sb =(sija=na —0, 428 Cap. XIV Grupos pero, para Ok 0, es una potencia del niimero primero p tal, que el nimero é. es divisible por ella, entonces, el elemento me es diferente de cero y tiene el orden p'. Sean Ply Pas esos Po (1) todos los niimeros primos diversos, algunas de cuyas polencias sirven de érdenes de algunos elementos del grupo G. Designemos con p cualquiera de estes niimeros, y con P, el conjunto de los elementos del grupo G, cuyos érdenes son potencias de! niimero p. El conjunto P representa un subgrupo del grupo an efecto, P contiene al elemento 0, ya que su orden es igual a 1 p. Por otra parte, si px = 0, entonees, p* (—a) = 0. Finalmente, si p'c 0, ply = 0, y si, por ejemplo, «> ?%, entonces, Riyse P(x + yy=0, osea, el orden del clemento z+ y, 0 bien es el nimero p", vo bien es un divisor de este ntimero, es decir, es una potencia del nime- To p. Tomando, por p cada uno de los mimoros (f), sucesivamente, obtenemos s subgrupos no nulos, Py Papas Bas (2) Ei grupo G es una suma directa de estos subgrupos, GaPi4Pr+... +P, (3) En efecto, si x es un elemento arbitrario del grupo G, su orden J sélo puede dividirse por ciertos mimeros primos del sistema (1), t= pipe... pis, donde k;>0, i= 1, 2, ..., s. Por eso, como se habia demostrado al final del parrafo anterior, el subgrupo ciclico {x} se descompone en una suma directa de subgrupos ciclicos primarios que tienen los brdenes pi, pl, ..., pts respectivamente. Estos subgrupos cicli- 808 primarios pertenecen a los subgrupos (2) correspondientes y, por § 67. Grupos abelianos finitos 434 consiguiente, el elemento x se representa en forma de una suma de elementos, tomados uno por uno en todos o en unos cuantos de les Subgrupos (2). De este modo, queda demostrada la igualdad G= {Py Po...) Ps}, que es andloga a la igualdad (6) del parrafo anterior. . Para demostrar la igualdad, andloga a la igualdad (7) del mismo parrafo, tomemos cualquier i, 2 4;-;} son iguales a cero; por lo tanto, fils as ess teah A (a) =O. (8) Como el grupo P es Tinilo, este proceso tendré fin; supongamos que esto ocurre después de que se han elegido los elementos @, Ay eee @s. Designando con P' el subgrupo engendrado por estos elementos, PP fay day oes} Pre tlay}, tae {as}}, (6) se Liene que el subgrupo efclico engendrado por cualquier elemen- to del grupo , diferente de cero, tiene con el subgrupo /” una interseceién no nula, Kn virtud de (4), fa igualdad (6) y la igualdad (5), que se veri- 0 sea, fican para i — 2, 3, ..-. 8. mucstran que el subgrupo P’ es una suma directa de los subgrupos ciclieos {a,}, { 4 acences (ody Poo fay} > (aah... > {ae}. (4) Queda por demostrar que el subgrupo P" coincide en la realidad eon todo el grupo P Sea ¢ un ea cualquiera del grupo P que tenga el orden p. Como 0 (ep 4 0, y el subgrupo {x} no tiene subgrupos no nulos, diferentes de si mismo (recordemos, que el orden de un subgrupo es divisor del orden del grupo, y que el niimero p es primo), el subgrupo {x} verdaderamente esta contenido en el subgrupo P’ y, por consiguiente, z pertenece a P'. Por lo tanto, todos los elementos de orden p del grupo P pertenc- cen al subgrupo P*. Supongamos que ya esta demostrado que al subgrupo P’ pertene- cen todos los elementos del grupo P, cuyos érdenes no son mayores que el ntimero p'“!, y sea z un elemento cualquiera de P de orden p*. § 67, Grupos abelianos finitos 433 Gomo muestra la eleccién de los elementos a), @y, .. ., a, el orden de éStos mo va creciende y, per esto, se puede sefialar tal i, Li —4-

You might also like